Leyes Que Regulan La Corrupcion y El Enriquecimiento Ilicito
Leyes Que Regulan La Corrupcion y El Enriquecimiento Ilicito
Leyes Que Regulan La Corrupcion y El Enriquecimiento Ilicito
1. ANALISIS GENERAL
2 a. Ley de la Contraloría General de la República.
2 b. Ley Contra el Enriquecimiento Ilícito de los Servidores Públicos.
2 c. Ley del Ministerio Público.
2 d. Ley de Contratación del Estado.
2 e. Ley de Servicio Civil.
2 f. Ley General de la Administración Pública.
2 g. Ley Contra el Delito de Lavado de Dinero o Activos.
2 h. Código Penal
. Otros Documentos y Convenciones
2. IDENTIFICACION DE LAS ACCIONES LEGISLATIVAS QUE DEBEN
PROMOVERSE DESDE EL CONGRESO PARA EL CONTROL DE LA
CORRUPCION.
3 a. Ley de Control en el Financiamiento de Campañas Políticas.
3 b. Reducción de Privilegios e Inmunidades.
3 c. Aprobación del voto o moción de censura.
3 d. Aprobación de una nueva Ley de Probidad.
3 e. Emisión de un Código de Etica.
3. SOCIEDAD CIVIL Y CONGRESO NACIONAL EN EL CONTROL DE LA
CORRUPCION EN LA FUNCION PUBLICA.
4 a. Oficina de Enlace Congreso – Sociedad Civil.
4 b. Creación de la Comisión Mixta Congreso Nacional – Sociedad Civil
4 c. Emisión de la Ley de Libre Acceso a los Expedientes Administrativos y Secreto
de Estado.
4 e. Papel de La Prensa.
4. PERFIL DEL ANTE -PROYECTO DE LA LEY DE PROBIDAD Y
COMBATE A LA CORRUPCION.
5. CONCLUSIONES
ESTUDIO CENTROAMERICANO DE LA LEGISLACION CONTRA LA CORRUPCION – HONDURAS
1. ANALISIS GENERAL
En Honduras, existe abundante legislación sobre el tema de la corrupción. Sin embargo se
identifican en la misma dos grandes falencias que fundamentalmente consistente en:
Después de muchas entrevistas con líderes políticos, congresistas y operadores del sistema
legislativo anticorrupción, nos atrevemos a afirmar que en Honduras existen claros consensos en
cuanto al manejo de la lucha contra la corrupción en los siguientes aspectos:
4º.- Existen la creencia generalizada, de que nuestro sistema de control, combate y erradicación
de las practicas corruptas en la administración pública, tiene actualmente la voluntad pero no la
capacidad de investigar, denunciar, juzgar, y sancionar a los que cometen actos de corrupción.
Hecho el anterior análisis, tenemos que concluir en la necesidad de una reforma legislativa
integral que tenga como espíritu y marco conceptual las llamadas medidas preventivas
contempladas en el artículo tercero de la Convención. Debo reiterar que la mayor parte del
estamento jurídico sobre la materia fue emitido, antes de la suscripción de la Convención en
referencia, por lo cual mantiene una orientación eminentemente represiva y no preventiva como
es el sentido del documento de Caracas.
Podemos señalar, que en Honduras se mantiene una compleja pero tradicional organización
jurídica para combatir la corrupción, pero que históricamente no se ha mostrado eficiente; como
instituciones e instrumentos jurídicos vigentes que deben ser objeto de revisión y actualización
podemos señalar los siguientes:
reciban subsidio del mismo, 3. Examina la contabilidad del estado, 4. Igualmente están
sujetos su jurisdicción empresas de economía mixta, fideicomisos con fondos del gobierno
central, procesos de privatización, y los contratistas del estado.
Sin embargo la limitación que tiene en cuanto al ejercicio de su poder contralor, de manera
a posteriori, la limita para frustrar la perpetración de actos de corrupción, o negociaciones
ilegales.
Esta Ley Contra el Enriquecimiento Ilícito de Funcionarios Públicos, que realmente es una
Ley de Probidad en la función pública, es el instrumento más importante en lo que debería ser
la aplicación de las medidas preventivas señaladas por la Convención. En la practica la
Dirección de Probidad Administrativa debe convertirse en una especia de Oficina de Etica
Gubernamental que tenga facultades, además de las ya existentes para regulación en materia
de conflictos de interés, transparencia patrimonial y financiera, investigación de posibles
violaciones a la Ley de Probidad, vigilancia a las reglas de conducta para los funcionarios y
amplias facultades para requerir la participación de otros órganos contralores del estado y aún
de investigadores independientes en la labor de prevención.
Generalmente, el funcionario hondureño y la sociedad en general concibe el sistema
anticorrupción nacional y la propia Convención Anticorrupción como meras declaraciones
retóricas, precisamente por la carencia de eficaces y bien dotados organismos que apliquen y
controlen las medidas anticorrupción. Ciertamente en los últimos cinco años, se aprecia
mejoría en el desempeño de estos órganos, pero notoriamente queda un largo camino que
recorrer.
a. Que haga énfasis en la prevención y recoja al menos las medidas preventivas señaladas
en la Convención Interamericana Contra la Corrupción, por tratarse de un compromiso
del Estado Hondureño, incorporado a la legislación nacional al cual devenimos
obligados en función del artículo 7 del texto de la Convención. Debemos volcar el
tradicionalmente esquema legislativo represivo, en uno predominantemente preventivo.
b. Que tenga un componente educativo que permita generar una cultura anticorrupción; es
entendido que la practicas corruptas surgen como consecuencia de la crisis de valores
actuales y que el estado debe ampliar su función preventiva hacia otros sectores que no
sean la función pública para atacar la causa, y no solo los efectos en esta actividad, la
Para la aplicación de esta Ley, se crea la Dirección de Probidad Administrativa que al igual que la
Contraloría son organismos auxiliares del Congreso Nacional, y sus titulares son electos por este
poder del estado para un período de cinco años.
Indudablemente que las formas de enriquecimiento ilícito como parte del fenómeno de la
corrupción deben ser ampliadas en los perfiles que establece la Convención Interamericana
Contra la Corrupción.
• Ley del Ministerio Publico. Que crea un organismo profesional especializado, independiente
funcionalmente de todos los poderes del estado que tienen entre sus fines y objetivos de
conformidad con el numeral ch) del artículo 1 combatir el narcotráfico y la corrupción en
cualquiera de sus formas, y literal d) investigar, verificar la titularidad y la integridad de los
bienes nacionales de uso publico. La misma ley del Ministerio Público en su artículo 16
establece como sus atribuciones el promover las acciones que hubiere lugar para hacer
efectiva la responsabilidad civil, penal, y administrativa en que hubieren incurrido los
empleados públicos con motivo o en ocasión del ejercicio de sus funciones o empleos, a
excepción de las que competen a la Procuraduría General de la República; por otra parte
puede comprobar la legalidad de las licitaciones, concursos, subastas y demás procedimientos
de selección del contratante del estado, e informar a la Procuraduría General de la República.
Vale decir que todas las gestiones del Ministerio Público se hacen en representación de los
intereses de la sociedad, en tanto que la Procuraduría actúa representando al estado, sin
embargo es procedente definir de manera clara el ámbito espacial de la actividad operacional
de cada una de estas instituciones en tanto que la situación legal actual se ha prestado a
muchos debates sobre la competencia de cada uno de estos organismos para deducir
responsabilidad a funcionarios o ex funcionarios.
• Ley de Contratación del Estado. Fue emitida en el año de 1985 y ha sufrido sustanciales
reformas, sin embargo cubre los requisitos fundamentales respecto a la contratación de bienes
y servicios por parte de la Administración Pública Central y descentralizada y abarca
acciones ejecutadas por los tres poderes del estado y establece la responsabilidad de los
funcionarios que recomienden o aprueben la adjudicación de contratos con empresas,
personas que hubiesen sido condenados por malversación, infracciones tributarias, sean
deudores de la hacienda pública o sean empleados del estado, instituciones descentralizadas,
municipalidad o haber incumplido contratos con anterioridad. Esta Ley cubre casi totalmente
la espetativa consignada en el numeral cinco del artículo 3 de la Convención.
• Ley de Servicio Civil. Esta Ley que data del año 1968, tiene como propósito regular la
función publica en relación al sistema de administración de personal y las relaciones entre los
servidores públicos y el estado, establece obligaciones para estos que no constituyen un
verdadero ordenamiento ético para el ejercicio de la función y establece algunos derechos del
orden salarial que no constituyen mecanismo alguno para establecer la llamada remuneración
equitativa referida en el numeral 12 del artículo 3 de la Convención y que solo puede ser en
los momentos actuales de inestabilidad económica, el acomodo semestral o anual de los
salarios en base a índices inflacionarios reales y a criterios de selección por méritos
individuales lo que obviamente serviría para generar en el servidor público mayor aprecio por
su cargo, y seguramente un desempeño más probo.
• Ley Contra el Delito de Lavado de Dinero o Activos. Esta Ley fue emitida el 17 de
diciembre de 1997, y a criterio de los operadores de la misma tiene dos problemas: a) La
carga de la prueba corresponde al fiscal o ente acusador, y es conveniente revertirla en los
términos que establece el artículo 11 de la Convención , igualmente que la acción legal
contra el lavado solo puede provenir de una condena por narcotráfico; b) se refiere a otros
delitos conexos con el narcotráfico. Actualmente el Congreso de Honduras estudia la emisión
de una Ley contra el lavado de dinero o activos provenientes de narcotráfico y otros
delitos, en función del reconocimiento de la situación de que el delito no debe generar
provechos o derechos, y que de la misma manera que debe buscarse la sanción personal, debe
decomisarse el producto del delito o las cantidades que genera el enriquecimiento ilícito
como acto de corrupción. No debe continuar el procedimiento mediante el cual al salir de la
cárcel el narcotraficante o el corrupto, sale a disfrutar de los frutos de su crimen. Este
proyecto de ley, recoge la aspiración de prevenir y combatir no solamente la narco actividad
sino también la corrupción.
empleados recibir regalos o beneficios de cualquier clase de parte de quien tenga algún
asunto sometido a su conocimiento, las penas van de uno a cuatro años.
c. La realización por parte de un funcionario público o una persona que ejerza funciones
públicas de cualquier acto u omisión en el ejercicio de sus funciones con el fin de obtener
ilícitamente beneficios para sí mismo o un tercero, se subsume en los antes referidos
artículos que hacen la diferencia entre si la acción u omisión es constitutiva de delito o
no.
Sin embargo sobre la materia del aprovechamiento doloso, solo existe la posibilidad de la
medida precautoria, hasta el momento de que se dicte una sentencia definitiva por
enriquecimiento ilícito, cohecho, negociaciones incompatibles con el ejercicio de
funciones públicas, malversación o exacciones ilegales, lo que obliga a la aprobación de
la Ley Contra el Lavado de Dinero y Activos Provenientes del Narcotráfico y otros
Delitos (la corrupción), a contemplar esta figura en el nuevo Código Penal, o a considerar
que en la Ley Contra el Enriquecimiento Ilícito se señale un mecanismo eficiente para el
congelamiento, la incautación y el comiso de los bienes producto de los actos de
corrupción, esta es una sentida preocupación de los fiscales contra el crimen organizado,
la corrupción, los procuradores y los demás entes contralores. La situación legal actual
solo permite el inicio de la recuperación efectiva de lo indebidamente apropiado o del
enriquecimiento ilícito hasta que se halla declarado en sentencia tal situación.
a) Decreto 135- 94, Que en lo referente a las medidas de contención del gasto señala una
serie de prohibiciones en cuanto al manejo de bienes del estado y establece en uno de los
párrafos del artículo 22 que la ciudadanía en general deberá denunciar las violaciones a
las prohibiciones aquí establecidas a la Contraloría General de la República, generando un
incipiente espacio de participación ciudadana;
b) Decálogo del Presidente. Una especie de Código de ética donde señala: “Si queremos
una moral y ética distinta para Honduras, iniciemos dando el ejemplo. Que cada uno en su
respectiva actividad, practique la ética, la moral y la honestidad. Guerra sin cuartel a los
corruptos, pero igual castigo a los corruptores”, este documento dado a conocer en enero
de 1998, establece la participación social en la lucha contra la corrupción;
decir la relativamente reciente suscripción del convenio hace que la legislación nacional anterior
a 1996, sea incompleta y es necesario la emisión de un proyecto de ley sobre la probidad que
incorpore todas las medidas de la Convención, para transformar un sistema tradicional represivo,
en otro eficazmente preventivo.
Generalmente, cuando se aborda el tema de las acciones legislativas, que deben emprenderse
desde el Congreso Nacional, el debate deriva a la emisión de códigos de ética y otras acciones,
que no tienen el suficiente impacto político para generar lo que efectivamente constituya un
sistema de aplicación y control preventivo; al fin y al cabo los código de ética solo se cumplen, si
los destinatarios tienen la voluntad de cumplirlos.
El tiempo de duración y el costo de las campañas, determinan que solo las personas con acceso a
enormes recursos financieros, puedan tener participación con posibilidades de éxito; aunque
teóricamente tenemos iguales derechos políticos, nuestro sistema vuelve a unos más iguales que
otros; la medula del problema que limita a la clase política gobernante para tomar acciones
efectivas en contra de la corrupción se origina en gran parte, en la forma en que tienen que
financiar esa delirante carrera hacia el gobierno, que son las campañas políticas.
En Honduras se presento hace algunos años un proyecto de ley sobre control de las
campañas políticas, donde se planteaba la limitación a los financistas de política, que redujese
la posibilidad de compromisos por parte de los electos, y valdría la pena retomar con las
actualizaciones del caso dicho proyecto. No podemos ocultar el hecho de que estos
compromisos vuelven a la clase gobernante participe o tolerante de la corrupción o que al
menos vuelven el rostro a otro lado cuando sus patrocinadores políticos la protagonizan.
La inmunidad de los parlamentarios y otros altos funcionarios del estado, solo debe servir
para protegerlos en el fiel cumplimiento de su labor y evitar injustas acusaciones, de ninguna
manera puede servir como un manto protector de actos de corrupción; es importante de tal
manera la limitación del privilegio de inmunidad personal, que al hacerlo el desempeño de
una función publica que lleve aparejado el fuero especial, dejaría de ser atractiva para
corruptos y corruptores, que todavía ven en el cargo de elección popular, una armadura que
los protege de la acción de los órganos contralores. Los congresos históricamente se han
mostrado reacios o reservados para declarar con lugar ha formación de causa a sus miembros
u otros funcionarios, en Honduras solo se registran dos casos, uno en 1949 y otro en 1959.
Es importante hacer mención que a iniciativa del Presidente del Congreso actual , se ha
presentado un proyecto de reforma constitucional sobre la materia, el cual ha sido aprobado
en primera legislatura y esta pendiente de la ratificación en segunda legislatura, para
convertirse en ley de la República.
fenómeno de la corrupción, es procedente que cuando esta resulte protagonizada por altos
funcionarios del estado o por los titulares de los órganos contralores, pueda el congreso
nombrar comisiones especiales para la investigación de denuncias puntuales sobre los
hechos de corrupción contemplados en la Convención Interamericana Contra la
Corrupción o la Legislación de Probidad Nacional, y con observación de los principios
del debido proceso y derecho a la defensa, pueda obtenerse la aprobación de una moción
de censura o un voto calificado, que derive en la destitución o renuncia obligatoria del
funcionario y la deducción de las responsabilidades correspondientes ante los tribunales.
Realmente el proyecto de código ético de los funcionarios públicos establece las pautas
de objetividad, honestidad, transparencia, probidad, buena fe y austeridad, pero es
discutible si estas declaraciones, no han pasado de ser enunciados que poco daño causan
al fenómeno monstruoso de la corrupción institucionalizada. La experiencia reciente
indica que la corrupción se combate más eficazmente por medio de legislación que tenga
como característica ser producto del estudio del fenómeno corrupción y sus
características, la cual tiene particularidades según la sociedad donde se presenta. Que así
mismo esta legislación debe promover rápidos castigos para altos funcionarios y que debe
generar controles de detección que hagan difíciles la comisión de los actos de
corrupción.
Sin embargo el Código de Etica de la Función Pública, debe ser aprobado en razón de
que es mejor la sobreabundancia de legislación contra la corrupción a la falta de la
misma.
Es de particular interés, establecer dos niveles de participación ciudadana: Uno que compete al
individuo y otro que corresponda a la sociedad civil debidamente organizada.
Es interesante establecer que la Constitución hondureña aprobada por Decreto 131 de 11 de enero
de 1982, establece de manera muy precisa que las acciones para perseguir los infractores de
derechos y garantías es publica y se ejercitará sin formalidad ni caución, que así mismo el estado
es solidario cuando el funcionario infringe la ley en perjuicio de particulares sin perjuicio del
derecho de repetición que corresponde al propio estado; y en materia de contratación establece
que todos los contratos para la ejecución de obras, adquisición de suministros o servicios, compra
venta o arrendamiento de bienes, deberán ejecutarse previa licitación, concurso o subasta.
Se tiene entonces dos parámetros constitucionales que establecen la persecución del fenómeno de
la corrupción por parte de organismos especializados, y aún de cualquier ciudadano con
capacidad de hacer denuncia, ante los organismos competentes, por tratarse la corrupción de un
delito de naturaleza publica.
Sin embargo como antes expresamos, el sistema de control estatal corresponde a un sistema
tradicionalmente represivo, donde existen imbricación de funciones, que muchas veces generan
confusión y conflictos de competencia entre los mismos organismos contralores, por lo que se
impone una definición clara y precisa, en establecer donde y cuando empiezan o terminan las
competencias de estos organismos. Si la gestión publica se orienta al bien común y este tiene
como destinatario a la comunidad, no solamente es saludable sino que es necesario que ejerza una
función de control sobre los administradores.
Dentro del proceso de denuncia y fiscalización, nadie puede desconocer el papel protagónico que
corresponde a la prensa como el más eficaz instrumento de control social y como respaldo a los
ciudadanos e instituciones que presentan denuncias, cuando estas van encaminadas contra
poderosos funcionarios del gobierno.
El papel de la prensa independiente no puede ser menos que la expresión de la conciencia social
como resultado de la auditoría ciudadana.
En nuestra sociedad se observa, que cuando las instancias formales del estado resultan
indiferentes o ineficaces frente a un reclamo o denuncia, la labor de la prensa se convierte en la
real ultima instancia desempeñando cuando se hace responsablemente un triple papel:
Por eso, la prensa honesta se convierte en legítima representante de los intereses de la sociedad
civil.
Pero, es fundamental que la denuncia sobre la corrupción sea enfocada responsablemente, para lo
cual el periodista debe abstenerse de tratar superficialmente estos temas y procurar, sin pretender
asumir la función de los órganos competentes, aportar elementos de prueba suficientes para
generar el debate y la investigación seria. Sobre este tema el antes citado decálogo del actual
Presidente, señala: “ Que la flecha pegue en el blanco seguro del delito, pero que el arquero jamás
la desvié para manchar honras, zaherir dignidades o destruir reputaciones”.
Lamentablemente, la prensa como parte del tejido social, tampoco se mantiene al margen del
deterioro que genera el proceso de corrupción escalonada, y se presenta en algunos momentos
como parte de la misma, lo que obliga a proponer la incorporación de éste segmento tan
importante para la fiscalización y denuncia social, a los procesos de información – educación –
revaloración, para la generación de la cultura de rechazo a la corrupción.
Es importante enfatizar para los propósitos de facilitar a la prensa los insumos necesarios, a la
sociedad y autoridades el flujo serio y responsable de denuncias contra la corrupción, un
instrumento legislativo, que no puede ser otro que la Ley de Libre Acceso a las Informaciones y
Expedientes Estatales, que les permita tener acceso a la documentación que respalde lo
denunciado y que ponga a la prensa a cubierto de acciones legales represivas por denuncias no
planteadas con fundamento.
El principio de publicidad de todas las actuaciones estatales y la labor de fiscalización por parte
de la prensa, como legítimos representantes de la sociedad constituyen el principal bastión para la
prevención de la corrupción en la función pública.
Es fundamental entonces que el Congreso dote a la sociedad civil de un instrumento que obligue a
los funcionarios y dependencias estatales, a suministrar información de todo lo que tenga que ver
con el accionar del gobierno, salvo los sectores que antes se apunto (Defensa, Relaciones
Exteriores, Seguridad). La reserva y confidencialidad, que actualmente aducen los funcionarios
públicos para no informar, o documentar a la prensa y los ciudadanos, es inadmisible dentro de la
legalidad administrativa y el Estado de Derecho.
Siendo que, cada día mas las sociedades, toman conciencia del enorme daño que genera la
corrupción a través de los sobornos para incumplir la ley, las contrataciones amañadas, que
derivan en la prestación de servicios o bienes de inferior calidad a la esperada, el usos indebido de
los bienes del estado y el enriquecimiento ilícito, es importante ofrecer un ordenamiento jurídico
que recoja al menos los lineamientos de la Convención, especialmente en lo referente a la
participación ciudadana y la generación de una cultura anticorrupción.
PROYECTO DE DECRETO
EL CONGRESO NACIONAL:
LA PRESENTE,
CAPITULO PRIMERO
ARTICULO 1º.- Objeto de la Ley. La presente Ley tiene por objeto establecer las condiciones
para el ejercicio honesto y adecuado de la función pública, así como salvaguardar el patrimonio
del estado, previniendo, investigando y sancionando a los servidores públicos, que se valgan de
sus cargos o empleos para enriquecerse ilícitamente o cometer otros actos de corrupción.
ARTICULO 2º.- Sujetos de la Ley. Estarán sujetos a las disposiciones de la presente ley:
b) También lo estarán toda persona jurídica o natural que perciba sueldos, dietas o en cualquier
forma, perciba fondos del Estado, maneje fondos o bienes del mismo, o que decida sobre
pagos o inversiones de fondos públicos.
ARTICULO 4º.- Ambito de Aplicación. Las disposiciones de la presente Ley se aplicarán a las
personas indicadas en el artículo 2, aún cuando cumplan funciones o realicen actividades fuera
del territorio de la República.
Dicha declaración jurada deberá contener una relación detallada de todos los ingresos, bienes o
créditos que formen su patrimonio, así como una relación de su pasivo y, separadamente, los de
su cónyuge, compañero o compañera de hogar, hijos bajo patria potestad y pupilos, así como los
bienes ajenos que administre, con indicación, en su caso, del pasivo que los afecte. La Dirección
de Probidad Administrativa, tendrá facultades para hacer investigaciones sobre adquisiciones,
traspasos, o transferencia de bienes o valores de cualquier naturaleza, realizados por el servidor
del Estado que estuviere sujeto a una investigación, cuando éste los hubiere realizado a favor de
familiares u otras personas, en aquellos casos en que resulten indicios que dichas operaciones
sean producto de actos simulados o dolosos.
2. Cuando se trate de otra clase de bienes u obligaciones, indicará con claridad y precisión todos
los datos que permitan su identificación y naturaleza de los mismos.
3. Proporcionará, además, todos los datos o información que indica el Reglamento de Ley.
Los requeridos deberán formularla dentro de un plazo no mayor de diez días hábiles, contados a
partir de la fecha de la notificación o requerimiento.
Dichas investigaciones incluirán las operaciones de cualquier naturaleza que haya hecho o esté
haciendo el investigado con cualquier persona natural o jurídica, dentro o fuera del país, en las
que se haya hecho uso de dinero o valores propios, o ajenos.
Ninguna Institución del Sistema Financiero Nacional, podrá negarse a brindar la información
requerida directamente por la Dirección de Probidad, bajo pretexto de secreto bancario, pero la
información que brinden sólo podrá ser utilizada para los fines de la investigación y con la
reserva del caso. La contravención de esta norma, generará responsabilidad para los funcionarios
que se negaren o dilataren la información.
ARTICULO 10º.- Declaración con Motivo de Finalizar la Relación de Trabajo. Todo sujeto
de la presente ley que por cualquier motivo cesare en el desempeño de su cargo, estará obligado
dentro del término de treinta (30) días, a presentar nueva declaración jurada de bienes actualizada,
con todos los requisitos establecidos en los artículos 4 y 5 que anteceden.
La obligación a que se refiere el párrafo anterior, quedará a cargo de los herederos cuando el
declarante falleciere estando ejerciendo el empleo o bien después de cesar del mismo, sin haber
presentado la declaración.- En ambos casos, el término para presentar la nueva declaración por
parte de los herederos, será de sesenta (60) días contados a partir de la fecha del fallecimiento del
declarante.
a. Los servidores públicos que devengan un sueldo o salario menor de CINCO MIL
LEMPIRAS (L.5,000.00), y que no tengan bajo su responsabilidad fondos o bienes del
Estado.
b. Los que ejercieren funciones provisionales por un período máximo de noventa (90) días.
c. Los docentes de cualquier nivel educativo, siempre y cuando su función sea exclusivamente
docente; igualmente aquellos docentes que ejerzan cargos administrativos sin percibir sueldos
por los mismos.
CAPITULO II
ARTICULO 12º. De los actos de Corrupción. Se consideran actos de corrupción, para los
efectos de esta ley los siguientes:
c. El que para obtener ventajas, adopte decisiones que afecten los intereses del Estado o alguna
norma legal; y ,
d. Toda falta de Probidad, contraria a esta ley en que incurra un servidor público en el
desempeño de su cargo o el incumplimiento de sus funciones.
Para determinar el aumento a que se refiere el párrafo anterior de este artículo, se considerarán en
conjunto el capital y los ingresos del servidor público, con los de su cónyuge, compañero o
compañera de hogar, los de sus hijos sujetos a patria potestad y los de sus pupilos.
c. La ejecución de otros actos o la existencia de otras circunstancias que permitan presumir que
la persona ha incurrido en alguno de los casos de enriquecimiento ilícito a que se refiere el
artículo anterior de esta ley.
ARTICULO 18º.- Carga de la Prueba. La carga de la prueba sobre las circunstancias indicada
en los artículos anteriores, la relativa al importe de ingresos y de gastos ordinarios y la que tienda
a comprobar la licitud del aumento de capital, pesa sobre el servidor público al momento de ser
investigado o en el acto de la impugnación al Informe respectivo, que emita la Dirección de
Probidad Administrativa.
ARTICULO 19º.- Comiso de los Bienes. Los bienes que formen el enriquecimiento Ilícito
comprobado judicialmente, pasarán a ser propiedad del Estado mediante adjudicación que en la
sentencia definitiva hará el Juez que conozca de la causa.
Para los efectos de recuperar el producto del enriquecimiento ilícito, el Estado se considerará
acreedor con prelación sobre cualquier otra persona natural o jurídica que así haya sido señalada
en otro ordenamiento legal con respecto a los bienes de los sujetos de ésta ley o los que formen su
sucesión.
Los Jueces despacharán con carácter de urgentes las medidas precautorias para asegurar el
resultado de la acción judicial del Estado con vista únicamente del informe definitivo de
Probidad.
CAPITULO III
ORGANO DE CONTROL
a. El cónyuge y los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad
del Presidente de la República y designados, de los Secretarios de Estado, Diputados
propietarios y suplentes al Congreso Nacional, Magistrados de la Corte Suprema de Justicia,
Fiscal General de la República y Fiscal Adjunto de la República, Contralor General y Sub-
Contralor General de la República, Procurador General y Sub-Procurador General de la
República.
b. Los contratistas de obras públicas que se costeen con fondos del Estado, de las instituciones
descentralizadas, y semiautónomas, sus fiadores y los que de resultas de tales obras o
servicios tengan reclamaciones pendientes; así como los representantes o apoderados de
concesionarios del Estado o de empresas que explotan servicios públicos; y,
a. Secretaría General;
b. Departamento de Verificación de Bienes;
d. Departamento de Licitaciones;
f. Departamento de Administración;
h. Departamento de Informática;
La Dirección podrá suprimir, crear o establecer cualquier otro Departamento, Sección o Unidad
Administrativa que estime necesarios para el mejor cumplimiento de sus funciones. Así mismo
podrá establecer Oficinas Regionales para comodidad y eficacia de su actividad.
b. Emitir el reglamento de ley y los necesarios para la aplicación de la misma, los que entrarán
en vigencia una vez que sean publicados en el Diario Oficial La Gaceta;
f. Realizar y sustanciar las investigaciones que considere procedentes, cuando surjan indicios de
que se han realizados actos violatorios de la presente ley o de los cuales pueda derivarse
responsabilidad civil, penal, o administrativa de las personas a las cuales se refiere el artículo
2 de esta ley;
h. Exigir la formulación y presentación de las declaraciones juradas de bienes a las personas que
deban hacerlo, en la oportunidad y condiciones que juzgue necesario, de conformidad con
esta ley, y sus reglamentos;
k. Evacuar consultas para prevenir conflictos derivados de la aplicación de esta ley, y las
restantes relacionadas con la proba función pública;
l. Suministrar a los órganos responsables del ejercicio de las acciones legales en el orden civil y
penal, los informes y documentación que sirvan de fundamento a la misma;
CAPITULO IV
PROCEDIMIENTOS
Asimismo extenderán de inmediato, las certificaciones o constancias que les fueren solicitadas
por la Dirección, sin excusa alguna. No podrán invocar el amparo de ninguna otra ley para
negarse a permitir la inspección o para negar el suministro de información que por escrito se les
pida.
Además, y en base a los egresos e ingresos del declarante, calculará el porcentaje aplicable para
determinar los gastos personales; su forma de cálculo y porcentaje aplicable se detallará en el
Reglamento de ésta Ley.
ARTICULO 33º.- Del Informe Final. Transcurrido el término indicado en el artículo anterior, la
Dirección de Probidad Administrativa, emitirá el Informe Final, dentro de un plazo de noventa
(90) días, confirmando, modificando o desvaneciendo, total o parcialmente, la presunción de
enriquecimiento ilícito formulada en el Informe Provisional.
El indicado término para emitir el Informe Final, quedará en suspenso si se dictaré auto para
mejor proveer, hasta que el mismo fuere ejecutado, y luego que lo sea, en el plazo que reste se
pronunciará la resolución que corresponda.
Si como consecuencia del auto para mejor proveer, resultaren nuevos elementos que modifiquen
la presunción de enriquecimiento formulada en el Informe Provisional, y para lo que fuere
necesario que el investigado se pronuncie, se le dará un último traslado por diez (10) días, dentro
de los cuales deberá pronunciarse en forma concreta sobre los mismos. Transcurrido éste último
término, volverá a correr el plazo interrumpido de noventa (90) días para emitir el Informe Final.
ARTICULO 34º.- Recurso de Reposición. Emitido el Informe Final con carácter de Resolución
definitiva, contra el mismo solo cabrá el recurso de reposición, el cual deberá interponerse dentro
del término de diez (10) días, contados a partir de la notificación respectiva. La Dirección deberá
resolver este recurso dentro del término de diez (10) días, transcurridos los cuales sin haberse
resuelto, se entenderá ha sido desestimado.
ARTICULO 35º.- Procedimientos Posteriores al Informe Final. Firme que sea el Informe
Final de la Dirección de Probidad Administrativa y resultando el investigado con la presunción de
enriquecimiento ilícito, se procederá a lo siguiente:
a. Se dará traslado del respectivo expediente contentivo del Informe Final a la Procuraduría
General de la República, para que inicie las acciones legales que sean procedentes;
Si dicho servidor fuere absuelto mediante sentencia judicial, firme que fuera ésta, tendrá derecho
a reasumir el cargo de que fue separado, si así lo solicitare. En todo caso, si el investigado
resultare absuelto de responsabilidad, se le extenderá por parte de la Dirección de Probidad
Administrativa, la respectiva Resolución de Solvencia y tendrá derecho a que se le paguen todos
los sueldos que dejó de devengar mientras estuvo separado del cargo.
ARTICULO 37º.- Medidas Cautelares. Las diligencias que practique la Dirección de Probidad
Administrativa serán secretas hasta que se emita el Informe Provisional. Si una vez iniciada la
investigación hubiere indicio racional de enriquecimiento ilícito, la Dirección podrá solicitar a las
autoridades competentes, lo siguiente:
a. Que impidan la salida del país de la persona o personas objeto de dicha investigación; tal
prohibición podrá ser revocada en caso de urgencia debidamente comprobada y previo
otorgamiento de una caución, la cual será señalada, calificada y aprobada poro la referida
Dirección; y,
CAPITULO V
PROHIBICIONES
b. Cuando el contratista o concesionario tuviere con el servidor público, parentesco dentro del
cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.
La infracción de esta disposición dará lugar a la nulidad de todo lo actuado, sin perjuicio de la
responsabilidad civil y criminal en que incurrieren los infractores.
La violación de esta disposición, una vez comprobada, dará lugar a la destitución inmediata del
funcionario o empleado público culpable, sin perjuicio de la responsabilidad a que hubiere lugar,
para lo cual la Dirección de Probidad Administrativa pondrá en conocimiento de la Procuraduría
General de la República dicha violación, para que promueva las acciones que en derecho
correspondan.
CAPITULO V
SANCIONES
a. Omitieren, dentro del término de ley, presentar la declaración jurada de bienes al tomar
posesión y al cesar en el ejercicio del cargo o empleo público para el que fueron nombrados;
b. No presentaren, en el término que se les hubiere fijado, los documentos, declaraciones,
informaciones adicionales u otras que se les hubiere solicitado, a efecto de comprobarse la
veracidad de sus declaraciones juradas y demás análisis e investigaciones que deban
practicarse.
En el caso previsto en el numeral a., se aplicará una multa de Quinientos a Diez Mil Lempiras, sin
perjuicio de la presentación de la declaración dentro del término que le señalare la Dirección; y en
el señalado numeral b., una multa de Quinientos hasta Cinco Mil Lempiras, cuya fijación entre
los extremos de tales cantidades, la hará la Dirección de Probidad Administrativa, según la
gravedad de al falta, señalándose en ambos casos, el término dentro del cual deba hacerse efectiva
la multa, la que ingresará en la Tesorería General de la República
Si aún con estas sanciones, no se cumpliere con tales obligaciones, serán procesados los que se
hallaren en esos casos, por el delito de desobediencia y se sujetarán a las investigaciones que de
oficio acuerde la Dirección. También habrá lugar a la destitución del servidor público, para lo
cual bastará una comunicación de la Dirección de Probidad Administrativa para el Organismo o
Dependencia en donde laborare el infractor.
ARTICULO 45º.- Prohibición para Desempeñar nuevo Cargo. Ninguna persona que haya
laborado como servidor público, podrá desempeñar otro cargo o empleo en la Administración,
sino ha presentado su declaración jurada al haber cesado en su anterior cargo; igualmente
aquellos que tuvieren juicios pendientes ante los Tribunales de la República, con motivo de la
aplicación de la presente ley.
ARTICULO 46º.- Denuncia por Delitos Contra la Propiedad Estatal. Cuando la Dirección de
Probidad Administrativa se entere de la comisión de delitos contra la propiedad del Estado o
conexos con éstos, por parte de servidores públicos o de cualquier otra persona natural o jurídica,
procederá a denunciarlos a la Procuraduría General de la República, para que ésta inicie las
diligencias o juicios que procedan, ante los Juzgados competentes.
CAPITULO VI
Igualmente quedan obligadas dentro del mismo término, a remitir copia del Acta de Recepción de
la obra, bienes o servicios adjudicados, con el fin de completar el expediente respectivo.
ARTICULO 51º.- Fuentes de Derecho y Vigencias de la Ley. Son fuentes de Derecho para esta
materia: La Constitución de la República, La Convención Interamericana Contra la Corrupción,
aprobada por Decreto 100-98, el Código Penal, la presente Ley y sus Reglamentos y cualquiera
otra que no contraríe lo establecido en ella; entrará en vigencia veinte días después de su
publicación en el Diario Oficial La Gaceta, quedando desde entonces derogada la Ley Contra el
Enriquecimiento Ilícito de los Servidores Públicos, contenida en Decreto Nº 301 del 30 de
diciembre de 1975, emitido por el Jefe de Estado en Consejo de Ministros.
5. CONCLUSIONES
1. Es importante establecer, que la legislación del país presenta tal prolijidad, que se vuelve un
entramado tan complejo y confuso, que más bien favorece la evasión de las acciones y los
autores que pretende castigar.
2. El texto jurídico principal de Combate a la Corrupción en la Función Pública, data de 1975, y
no contempla las principales medidas de prevención que señala la Convención Interamericana
Contra La Corrupción.
3. El esquema legal contra la corrupción, responde a una tendencia tradicional represiva,
soslayando las acciones de prevención, que más convienen al desarrollo democrático con
confiabilidad y transparencia.
4. La corrupción y peor aún la que se origina en la narco-actividad, es la amenaza más grave al
deterioro y desprestigio de la Institucionalidad Democrática, y el riesgo mayor para la
pacifica gobernabilidad.
5. Los mecanismos legislativos utilizados en la lucha contra el narcotráfico, y concretamente en
lo relativo al lavado de activos deben ser modificados, aplicándolos al combate de la
corrupción.
6. La Sociedad Civil y particularmente el sector empresarial considera la corrupción como una
de las causas de mayor perjuicio a la libertad económica y el desarrollo social.
7. Urge el control en los gastos de las campañas políticas electorales, en virtud de que sus costos
obligan materialmente a contraer compromisos con los aportantes, que no siempre son
beneficiosos o transparentes.
8. Existe la opinión generalizada de una especie de despertar anti-corrupción, pero igualmente
existe la convicción que no se tiene la capacidad institucional para combatirla.
9. Se perfila como un mecanismo efectivo de prevención, combate y erradicación la alianza
sociedad civil – gobierno, en un proceso de denuncia y educación de la comunidad en
general.
10. La practica política debe volverse ética para asegurar la confiabilidad social. Esto no excluye
la necesidad de una reforma integral de la legislación sobre la materia.
11. La colaboración internacional en la investigación y la represión del fenómeno corrupción
debe ser igual a la que se mantiene en materia de narcotráfico.
12. Debe procederse al estimulo del funcionario probo, por medio de salarios decorosos que le
permitan vivir con comodidad y cuidar su estabilidad laboral.
13. La creación de sistemas de control y prevención es más importante que el señalamiento de
graves penas como forma de castigo.
14. El tema de Lucha Contra La Corrupción, debe ser tomado con seriedad en las agendas de los
líderes políticos, no solo ser solamente materia de discursos.
15. Debe estimularse la cultura anti-corrupción y favorecer la existencia de una Prensa
independiente y honesta.