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Algunos Nacimos Con Ruinas Por Mirada

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Algunos nacimos con ruinas por mirada

Ángel Solís
Índice

Retribución solidaria ............................................................................................................ 5

Prefacio .................................................................................................................................. 6

¿Qué es real? ......................................................................................................................... 7

Inflación para la muerte....................................................................................................... 8

No han logrado exterminarnos ............................................................................................ 9

Al tiempo no todo cambia .................................................................................................. 11

Al fondo un mar de sangre ................................................................................................ 13

Marca de cuna..................................................................................................................... 14

A ti que entiendes de dignidad .......................................................................................... 16

En estacas clavaron las infancias ...................................................................................... 18

Poética .................................................................................................................................. 19

Desolación ............................................................................................................................ 20

Otro sentido ......................................................................................................................... 21

A veces la luna es el cadáver del sol .................................................................................. 24

El mundo he-ge-mó-ni-co-mo-der-no genera una industria ........................................... 26

La palabra dolor puede ser tierna .................................................................................... 29

Defender la tierra................................................................................................................ 32

El leve matiz de la ruina ..................................................................................................... 33

Digo pan y digo tierra......................................................................................................... 35

En la historia un paria ....................................................................................................... 36

La colonización no acabó ................................................................................................... 38

2
Aquí donde el aire respira más limpio .............................................................................. 39

De lo indeleble ..................................................................................................................... 41

Nací en un país de fuego ..................................................................................................... 45

Las cabezas de Hidalgo y Colón en la alhóndiga de Granaditas .................................... 48

Nacimos libres ..................................................................................................................... 49

El viento después de un genocidio ..................................................................................... 51

De pie no me cae la voz en un barranco ........................................................................... 55

El amor no tiene la culpa ................................................................................................... 56

No quiso morir la primavera ............................................................................................. 57

Este sistema nos mata en todas partes .............................................................................. 60

Guardias blancas ................................................................................................................ 63

Cuando llegan los wachos .................................................................................................. 64

Resistir ................................................................................................................................. 66

3
Para mi madre, porque me enseñó a amar

4
Retribución solidaria

Esta no es la primera oración del poemario, pero le antecede. Quiero que estas palabras

circulen libremente y que puedan acceder a ellas quienes lo deseen. Puedes leérselo a otras

personas, a quienes pienses que pueden compaginar con él o a quienes no, a las taxistas y

los taqueros, a teatreres y meseres o a nadie, si crees que merece acumular polvo en el

olvido. Es tu decisión, sin embargo, yo quisiera otra cosa porque escribí estos poemas

experimentando la potencia de la vida y la vida no tiene más vocación que la de

compartirse. Me alegraría que el recorrido de este libro evada las prisiones de las

monopólicas mafias editoriales y los estados genocidas, que todos lo son, y que sus versos

y estrofas no erijan una ruina en el corazón de quienes lo encuentren, aunque las toquen.

Dejo aquí mis redes. Allí andaré colocando este poemario con mi voz y palabra, y puedes

escribirme para planear una actividad en conjunto, la publicación en formato físico,

comunicarme tus impresiones y/o acordar un medio de pago monetario o de otro tipo… en

el caso monetario, el correo funciona como enlace a paypal, por ahí puedes retribuirme

monetariamente fuera de México. Mi clave interbancaria es 012 180 01554235307 9.

genesisapocaliptico@outlook.com

Instagram y tik tok: @liebrepensante

Youtube: Poesía del vivir y resistir

Ángel Solís, poeta

5
Prefacio

No hay dos cielos que se parezcan porque los corazones son distintos y los cuerpos crecen

entre vientos y mares desiguales, aunque broten del mismo polvo y su cuerpo sea materia del

mismo barro. El dolor y el sufrimiento son verdades irrefutables y en ocasiones, como ante

la muerte, son inevitables, pero sería ingenuo creer que surgen de la nada cuando la raíz de

la injusticia se prolonga sobre la tierra. El arte no puede guardar silencio, quizá un artista

pueda hacerlo, pero mi caso es distinto, escribí este libro desde la convicción de que el arte

y quien lo enhebra pueden conservar, junto a lo más hermoso y bello del mundo, una palabra

para la violencia.

6
¿Qué es real?

Mi cuerpo siente el viento que vuela

pero el viento se detiene

la gota llueve

la gente ama

luego la gota se seca

y el amor se extingue.

La mirada descubre cuando las historias terminan

la palabra de las cosas que duran.

7
Inflación para la muerte

El precio del petróleo subió brutalmente tras la guerra

estaba escrito en nuestra sangre

La vida no tiene valor porque tiene precio.

8
No han logrado exterminarnos

En la mirada rebrota el dolor de la tierra

del llanto llueven huesos y sangre

pero creemos que todavía no es muy tarde

aquí seguimos negándonos a morir.

La nostalgia no sella las grietas del aliento

el tiempo del recuerdo no ablanda las penas

cantamos con el pecho cuarteado y malherido

cosechamos una raíz que no muere ni se cansa de brotar.

No vivimos porque sí ni morimos en vano

conocemos demasiado bien los funerales

bailamos porque tuvimos la tumba en la cabeza.

9
No es cierto que el horizonte ofrezca una promesa más amable

no es cierto que la esperanza nos siembre el espíritu de futuro

tenemos una herida en la mirada

nuestro corazón es la semilla de esta tierra.

10
Al tiempo no todo cambia

Olfateo la dirección de los pasos

y encuentro en mi arrebato el pacto de la sangre y la violencia

la nota roja

la pared de un destino roto

de huecos llenos

de palabras llenas en el cuerpo

roto de dolor

y digo dolor diciendo

la cosa más amada del mundo

la más preciosa

la última

la del alivio

la de esta vida maltrecha y llena de veredas

como las de antes

11
cuando la violencia era otra

y a nuestros cuerpos los rompía otra cosa

otro dolor

otras balas

marcas de machete.

12
Al fondo un mar de sangre

No cabe el corazón en todo el pecho

de tanto dolor acumulado

en la tierra donde piso y puso

algún día sus raíces la sangre

de tanta y tanta lucha

desgarrada

masacrada

ignorada

y crecen las raíces

las ramas

las venas de savia roja

hondo muy hondo

en tanta y tanta

guerra descarnada.

13
Marca de cuna

Nací sobre una tierra con las dos costillas rotas

y la sangre echada al suelo

de tantos golpes al filo de la herida

de un amor echado a la llama

de las manos rotas de la historia

clavadas en los pies de la gente

inmortal e invencible

que recoge la voz de todos

la del cementerio y la derrota

sobre el arado

sobre el monte

que se atreve todavía

al puño alzado con las muñecas rotas

de dictadura

la que no nos devuelve nuestras muertas

14
de guerra la que no pudo llevarse nuestros sueños

a pesar de las desapariciones echadas al mar y a la tierra para morir en silencio

sobre el mar flotan nuestras cabezas y las cabezas son flores proscritas

bajo la tierra brotan violentos cuerpos repletos de vida incontestable

y nuestros huesos se retuercen en todo el cuerpo que se altera

al vaivén de incontables y sangrientos pasos erguidos en la ruina

de una lágrima que nos acaricia el rostro

el llanto de quien nace con la miseria perforándole la nuca.

15
A ti que entiendes de dignidad

Si lo robado es la semilla

raíz será tu cuerpo y semilla tu palabra

y tras tus piernas por el campo

los cuerpos en los ríos

las heridas recorrerán la masacre entre la sangre

y raíz será tu cuerpo

árbol de futuro

horizonte de mañana.

Si lo robado es la semilla

en la calma tu esperanza

la palabra en el canto desgarrará las grietas de la tierra

arropando entre dos besos el corazón de tu mirada

16
raíz será tu cuerpo

semilla tu palabra.

17
En estacas clavaron las infancias1

Aunque maten la semilla

no muere la tierra que la riega

la raíz es sangre que brota de la palabra.

El vientre roto de nuestras madres

no es cadáver que habite nuestros ojos.

Muerta la semilla en la masacre

los ríos que broten de la lluvia lavarán el rojo tono de la matanza.

Si el sufrimiento germinó en nuestro cuerpo

y el viento sopla una canción distinta

no serán las flores el perfume de los llantos

la masacre no es la última plegaria de la muerte.

1
Fue en 1997. La masacre de Acteal. Grupos paramilitares vinculados con el estado mexicano masacraron a
45 indígenas tzotziles. Había mujeres embarazadas y a ellas también las mataron y las violaron y les abrieron
el vientre y a los fetos que crecían los clavaron en estacas.

18
Poética

Si en el motivo del canto estuviera solo el canto

no habría risa para la voz ni la mirada

yo canto porque la música

tiene sentido y corazón.

19
Desolación

El tiempo no me lleva a ningún sitio más allá de la nada

no hay montañas derrumbándose

no hay vida

tampoco muerte.

A mi alrededor los edificios no se desmoronan

no vienen a encontrarme escombros en mi camino

no existe la posibilidad de morir aplastado

me acurruco

pero no hay luz que me aniquile.

20
Otro sentido

La noche acerca a la boca el aire de la tierra desmontada

busca un futuro para nuestros cuerpos

a pesar de la sangre encandilada por las promesas de las balas.

La naturaleza de la guerra nace de otra forma

en la carne de la gente persigue sombra y huella

y el vuelo asesino de un cóndor por el mundo arroja

nuestro cadáver al precipicio del camino.

En el desarraigo un retrato de la muerte

es el rostro del fauno occidental y moderno

que alegre y simple canibaliza muertos en Bolivia.

Mientras cosechamos el llanto del monte

otra mano

21
otra ilusión

la de un recaudador sanguinario

arrasa todas las metáforas del mundo

porque están matando a la gente

la matan en Yemen y en Sudan

en Egipto y en Colombia y en México y en Singapur

en el mar donde nuestros labios aúllan

en la tierra donde nuestros cuerpos labran la tierra

en el árbol que crece al pie de nuestra tumba

y aunque finjan que no sabemos nada

este fuego quedará tatuado en nuestro cuerpo

porque en el patio de nuestras lenguas ya no juega nadie

los niños buscan a sus padres en la sombra de la noche

22
porque no nos quedan ni sus cuerpos para llorar

sólo el recuerdo y en el recuerdo el dolor

es la única figura que el corazón puede tomar ante la ausencia

entonces nuestro rostro es lágrima

no volveremos a encontrarnos en las calles

ya no volveremos a compartir los rincones de los cuerpos

ni habrá entre nosotros más lazo que el de la agónica esperanza

cuando en el espejo estalle la luz nocturna de la muerte

y sean la misma cosa nuestro rostro y nuestra pena

nadie devolverá a la vida el aliento

tampoco soltaremos a la penumbra nuestras miradas.

23
A veces la luna es el cadáver del sol

¿No es el aliento nuestra fuerza?

¿No somos los demás vientre de tu vientre

sueño de tu sueño

duelo de tu duelo?

Detrás del horizonte en nuestros pechos resuena

la auténtica canción de nuestros lazos

y suena junto a los estallidos de rabia y miseria

la fúrica alegría de vivir a pesar del infortunio

aunque no hallemos consuelo para los frutos del aliento

regamos las sombras que arropan las flores del campo

y acurrucamos para el otoño los sueños de la primavera.

24
Ardemos la vida hasta quemarnos

mantenemos hondas las cenizas del incendio

mordemos la muerte hasta matarla

a pesar de que nuestro cuerpo se estremece

no pronunciamos olvido en la mirada.

25
El mundo he-ge-mó-ni-co-mo-der-no genera una industria

Una industria de muerte vende mucho

vende mucho al mejor postor

por pieza o por docena

lo que necesite el cliente

no la vida

sino los cadáveres

no el alma

la carcasa

porque

juro

que

no

26
exagero

cuando hay ocho mil millones de

residentes

la mano de obra barata

término que no dice

persona

hálito

singularidad

corazón de mi corazón amado

digámoslo así

no escasea

en las casas de mi barrio

donde los niños juegan a la pelota

a policías y ladrones

con risas y reglas para matarse mutuamente

27
porque la mano de obra barata

vale menos que la bala que la mata

y el precio de un cadáver

precisamente

al servicio de su muerte

vale mucho mucho mucho

como mercancía.

28
La palabra dolor puede ser tierna

Soy real

un brazo roto

el beso de un niño bien amado

pero llega la dureza entre tanto dolor huérfano

y no escondo entre la rima

la desolación de una luna sin espinas.

Juego a la valentía y en el juego

soy valiente ante el miedo

soñándome las manos

todopoderosas ante el hechizo de lo ignoto.

Sé decir palabras tiernas

pero digo muerte

29
pena

suicidio

y no escalo las palabras

que abarcan la vida que me envuelve

pero un poema es aliento interminable

real

como tú

como lo son

la muerte

la pena

el suicidio

como lo son el amor

la vida

30
un sueño roto

un niño bien amado.

31
Defender la tierra

Celebro las victorias de los siglos

la afirmación que nos dice que sí

que vivir bien vale la fortuna

de no entregarse a la producción de la muerte

y proteger la vida hasta la última alegría.

32
El leve matiz de la ruina

Nuestra voz es la voz del mundo

los latidos de la calle

los hilos quebrados de la tierra.

Mi piel recorre las arrugas de tu carne

arropa los huesos de tu cuerpo

tú sellas en mi piel las grietas del otoño.

En las estrellas me llenas de un beso

y en él derramo con un murmullo el corazón

no me queda espacio para más dolor en los labios.

Yo creo esperanza

para mi horizonte que no dibuja una promesa

para la flor rota de mi aliento

33
para la tumba que habita nuestro vientre.

Aquí nos arrancan la carne con hambre

aquí nos llenan el vientre de miseria

pero no muere lo muerto

el desarraigo se atraganta en la raíz de nuestra herida

colocamos en los callejones las pancartas de nuestras desaparecidas

el número de la casa y el color de su cabello

la cicatriz de cuando María tenía siete años

y al tío Pedro no lo habían suicidado

cuando no tenía en la memoria su cadáver

la sangre los golpes los moretones los ojos sin vida

el mechón de mi prima entre sus labios.

34
Digo pan y digo tierra

Cuando en la tierra se confunde el pan con la guerra

después del pan las migajas se hunden

se clavan profundamente en la tierra.

Digo pan y digo tierra

tras del pan la metralla deja huellas indelebles en la tierra.

Comienza el festín de las sobras

se enredan maleficios en los vientres

se extermina el dulce fruto de los campos.

El advenimiento prometido de la masacre

la noche terrible del final de las historias

este cadáver que alguna vez tuvo nombre.

35
En la historia un paria

Elevo y relevo el astuto reír de los ladrones

pruebo la miel junto a la carne

armo la fiesta de pie ante las ratas

nos repartimos el pan y el queso

compartimos las flores y las garrapatas

es nuestra voz la del roedor furtivo ante los reyes.

En mis ojos la cólera moribunda de los restos

trastoca la penuria y arranca de la muerte la última palabra.

En la historia se transgreden las leyes de la tierra y el cielo

se ama profundamente la vida tras los años

y el herido aleteo de los sueños clava en la balanza su designio

el hechizo mortal de la ceniza

36
donde es la progenie de la mugre victoriosa.

37
La colonización no acabó

Las crías de los amos mataron a sus padres

hoy violan a sus madres

secan la tierra y le cambian el nombre

escriben en un papel la propiedad

y nacen junto al estado que nombran

con el viejo signo roto de los amos.

38
Aquí donde el aire respira más limpio

La señal de un semáforo

las líneas blancas del camino

las aceras

las calles

el turbio polvo del asfalto

cristalizan por una vez las doce

noches de muerte violenta

las cien mil desapariciones en la tierra

la fosa de nuestras muertas

nuestros muertos

las luchas aladas en los callejones

los miles de pasos entre las grietas

las arrugas y las lágrimas

la amarga sonrisa del recuerdo

39
entonces la canción de la libertad

figura entre los gritos y los cantos

el incandescente albor de la vida.

40
De lo indeleble

Dicen que la sangre no se borra

pero cuando regresaba a casa

no había rastro de los cuerpos.

Los cuerpos

la sangre

los huesos

las tripas

no había rastro de los cuerpos

sólo la memoria

entonces me bañaba

quería arrancarme la memoria

pero no había rastro de mi cuerpo

sólo mis ojos tenían sangre y era cierto

41
la sangre no se borra.

42
Fosa de luces que nunca se apagarán

Mi mano pelada es pincel de luna

y toca mi piel que se desangra en la avenida

el eco del aliento en mi garganta.

En nuestra venas las venas de los desaparecidos

pintan de fuego los dedos y las manos

alumbran los ojos a la posibilidad de otros mundos.

En blanco y negro la tinta roja

invade la muerte que empapa las pupilas

nos arropamos en la esperanza

y duele el fruto amargo de la espera

la hierba que no cubre ninguna tumba

donde no están ustedes que se perdieron

43
¡Y son nuestras manos las que los dibujan!

cuando aparecen con vida y nos abrazan

¡Son nuestras las pieles las que los recuerdan!

cuando sólo encontramos su calor en la memoria.

¡Somos nosotros con ustedes!

cuando nos entregan su aliento en un sepulcro

Pedro, Juan, Lesvy, Maricela, Jorge

todos los nombres recogen un asesinato

y aunque dibujemos sus manos en las nuestras

y sea el paso suyo en nuestro paso resucitado

y todo nombre evoque el nombre de la muerte

aquí diremos vida a pesar del dolor que nos consume.

44
Nací en un país de fuego

De haber sido otro mi aliento

tendría todavía la huella de sus pasos

mi voz tendría en ella el sonido de otras voces

la brisa dormiría entre mis manos.

Mi boca tendría una forma distinta

en mis labios el sabor de las frutas

sería siempre dulce hasta el infinito

en mis ojos no quedarían lágrimas

porque en la brisa estaría con ustedes

quienes se fueron y marcharon.

En el aire estarían ustedes

no habría sangre derramada

45
el polvo sería polvo

¿a dónde correrían los días sino al abismo?

la tortura sería una broma

y una bella playa entre las manos

aliviaría esta imagen sin destino.

Porque bajo el mar no hallamos arrullo

ni encontramos consuelo para el llanto

plantamos un bosque en cada tumba

tejemos una caricia del dolor en nuestra herida

porque sólo así es posible vivir entre tanto derrumbe.

Cuando el otoño llegue y la primavera sea apenas un recuerdo

y las estaciones se mezclen y confundan con la nostalgia

cuando los cuerpos ya no se pierdan en la marisma

y el mar deje de ser un charco de sangre en la tierra

46
cuando los árboles sean otra cosa que huecos en el horizonte

y las balas no sean más el pan diario para nuestro cuerpo

nos tomaremos el alma con los dientes

cosecharemos de la masacre otra palabra

ojalá más suave

ojalá más serena

no plantará aquí la noche su tristeza.

47
Las cabezas de Hidalgo y Colón en la alhóndiga de Granaditas

A pesar del llanto y la masacre

la conquista no es más que el sonido del imperio derrumbándose.

La lucha sigue

la esperanza vive.

48
Nacimos libres

Los árboles se parecen a mis ojos

los mares recuerdan nuestras piernas

el eco del viento trae nuestras voces

este es un mundo más feliz

este es un mundo menos triste.

Nuestros pasos recuerdan caminos benignos

el cielo es azul por la mañana

aquí el cielo no es rojo todo el tiempo

aquí no llueve sangre

el aire no es vidrio

mis pies no están podridos

mi garganta no está llena de clavos

mis dedos no juguetean con entrañas

49
mis labios hambrientos prueban otros labios despreocupados

veo el sol y en el sol sólo veo el sol ardiente

no el desierto roto de la muerte

no los campos lacerados del mundo.

En este mundo feliz duermo a la sombra de un árbol

mi lengua inocente toca otra boca inocente

ningún bosque de flores sangrientas es el principio de mi nombre.

50
El viento después de un genocidio

Tras la melodía va la semilla y en ella un sueño

yo camino entre escombros de un sol roto

la muerte observa y juega con su lengua

me mira con hambre

en ángeles terribles resurgen las paredes

en el aire respiro la sangre y me salpico

todo yo soy herida

de mí brota la pus.

Soy esquirla entre las venas de mis muertos

recojo una palabra de las guerras entre números y flechas

entre la pólvora y la ruina

y hasta mí la carne es decadencia

piel sola de vida entre paredes desgastadas

51
entre el sudor de la madera en los vagones

de la mar la muerte y el verdor marchito

de las hojas de un árbol la raíz maldita.

Larga lengua del tiempo

te extiendes entre las grietas de la noche

en la promesa de una historia que grita

y entre las fosas aún entre la tierra

junto a tus raíces los gusanos la piedra rota

entre la desesperanza y el castigo

el brazo quebrado del mañana

una lágrima perdida me abraza

y en el corazón del llanto seguimos vivos

entre las huellas indelebles de los cuerpos.

No conservo entre paño y tela el recuerdo del dolor

52
en mi pie está el sedimento del suelo

cada humillación es una flor que nace al rocío

del nuevo amanecer entre los labios del mundo

y en un beso las llagas me visitan

unidas al aliento del mañana a la voz de la sangre.

Larga lengua del tiempo

a puñetazos la esperanza

abre paso hacia lo que no está

a los cadáveres en el cauce de los ríos

a los retoños torturados de la tierra

y entonces el corazón en la ausencia de cada historia

descubre en otras manos lo perdido

el nombre del afecto con la boca.

Larga lengua del tiempo

53
brinda nueva vida a estas veredas.

54
De pie no me cae la voz en un barranco

A mis hermanos les cayeron los culatazos

las balas los policías los gobiernos

las muñecas rotas el cuerpo quebrado

el corazón podrido el alma fenecida

las pieles degolladas las cabezas en los ríos

los ejércitos privados las fortunas podridas

el peso de la muerte en las entrañas

y siguen de pie.

55
El amor no tiene la culpa

Yo también soy otro

las pocas cosas que importan en la vida

me atraviesan el corazón desde la espalda.

56
No quiso morir la primavera

Los ejércitos arrasaron la ciudad

removiendo las piedras hasta la última sombra

dejaron la ciudad sin luces para esconderse

mataron a lo largo del abismo de su marcha

mis amores mis amigos mis madres mi cuerpo

mataron mi casa mi tierra mi agua mi vida

y me mataron a mí Pero recuerdo

las entrañas regadas en la tierra

las palabras que se durmieron en mis manos

y siento la sangre que se acumula en los siglos

el óxido del fusil y del machete

de los tanques y la metralla

recuerdo la canción iracunda de la mercancía por los mares

y siento sobre mi espalda y en el hondo bajofondo de mi vientre

la mirada de un monstruo que se creyó que me mató

porque yo sé que les dije a ustedes que morí

57
pero les dije también que recuerdo

y lo digo porque mis huesos se sostienen la tierra

mis semillas sobrevivieron a las ruinas

y tengo palabras más allá de la milicia y el estado

porque en las pieles de mis nietos se murieron los errores de mi carne

y las montañas no me cerraron los ojos a la dictadura

ni la belleza de los ríos callaba los gritos de los torturados

porque no existe ayer eterno

y el invierno termina cuando las hambrunas lloran sus huesos en la mesa

y los muertos no destruyen más alma que la muerte

que nos despoja de la tierra y la esperanza

y yo lo digo porque lo recuerdo

porque me mataron

pero recuerdo

y aquí sigo viendo lo que ya fue visto

la risa que no termina junto al juego de reír

el amor que no se extingue tras el instante del amar

58
el cambio que no muere junto a la tumba de cuatro ni de tres

y porque lloré junto a las flores que desmentían el viento de la muerte

y no dejé de creer en que siempre es posible lo imposible

dibujo las heridas del monstruo que se alimentó de mi carne

hago azúcar con el vidrio que plantaron en el aire

y mis huesos retumban con el ruido de la plaga y la matanza

mientras festejo la revuelta que celebran las guerrillas en la selva

y el incendio de una prisión en llamas me contempla alegremente

las cimarronerías que viven en mi sangre escapan de las plantaciones

y los pueblos quebramos el látigo antes de que nos rompa la espalda

vivo con el cuerpo de quien llora con la miseria besándole la nuca

y cultivo la primavera que crece sobre nuestras ruinas

porque no está muerta la semilla

ni nos borró el estado de la tierra.

59
Este sistema nos mata en todas partes2

En los refrigeradores plantaron cuerpos

y tú me abriste la puerta

en la puerta había manos

yo creí que las manos me agarraron los dedos

y eran mis brazos amarrándome el cuello

y no respiraba y tenía miedo

y había cadáveres en los refrigeradores

yo me metí y no cerré la puerta

abracé mis ojos y mis ojos eran cuencas

y me sembré el alma en la piel

me evadí de la muerte en todo el cuerpo

y sembré nuestros cadáveres en la tierra

y brotamos y dimos flores y fuimos una plegaria masacrada

y nos colocamos al frente del sol negro de la tierra

y en mi voz encontré otro sonido y otro sol

2
En agosto de 2023 fue noticia el encuentro de treinta y cuatro cuerpos cercenados y almacenados en hieleras
y refrigeradores en Poza Rica, Veracruz. La noticia me devoró y me escribió este poema.

60
y en el sol se abrieron mil voces y era distinto

este instante del instante de tu asesinato

y no era horror todo lo que del horror decían

tus manos tus piernas tus nervios tu cabeza de niño entre lenguas partidas

y no había silencio para este sufrimiento que te sentí en mis manos

tus manos que eran aves desolladas

y tu vientre ínfimo de bebé robada que no sabe que no dice que llora y tiene hambre

porque tu madre estaba muerta y yo estaba muerto

llegaron por la noche y nos pidieron la casa

no pagamos la renta ni las lágrimas ni las quince horas de trabajo sin pago

necesarias para que no te llevaran ni murieras bajo la luz exacta

donde no podrás vivir hasta que te crezca el cuerpo

y el mundo te apriete tanto que encuentres un refrigerador con treinta cadáveres

y uno era el tuyo y el de tu bebé

y todas las otras flores sangrientas junto al rostro tuyo entre lenguas proscritas

y no tuviste que sembrarte sobre la tierra

no acaricias el alarido de la esperanza cuando ya no tenías garganta

no bebiste el charco de sangre que era tu vida

61
ni sientes la sed en el brote de soledad de tu palabra

qué felicidad que no moriste a tiempo para matarme

y que no sea tu mano la que abre la puerta

ni sea mi cabeza la que está detrás

qué felicidad

qué pena

qué felicidad

no ser flor ni cadáver ni sangre ni muerte

y estar aquí

frente a treinta cadáveres en un refrigerador

y una lágrima

y la vida.

62
Guardias blancas3

Tal vez al otro lado de las estrellas

haya otros cuerpos como el nuestro

con el dolor sin romperse en las entrañas

nuestro cuerpo es distinto

bajo tierra entre el fango del camino

el olor a cadáver envuelve los huecos de la carne

las balas dejaron nuestro cuerpo y los fusiles

siguen en los brazos pagados de los empresarios

mientras sus blancas camisas llenan la sangre que anega nuestras huertas

aquí sembramos el sustento del mañana

y nos miran a la distancia en la sorpresa

porque no ha logrado matarnos la muerte

la sangre nos pertenece

y la vida es nuestra

nuestro hogar sobrevive al bosque de la guerra.

3
Las guardias blancas son los ejércitos privados que a lo largo de la historia han cumplido la tarea de
exterminar las revueltas populares.

63
Cuando llegan los wachos4

Junto a los gritos una palabra en el aire

bajo el sol entre los brazos

la sombra cubre el sonido de los trinos

las aves escuchan nuestro gritar y vuelan

y entre sus alas viajan nuestras voces

el rumor de la sangre en nuestro corazón

el cielo y los caminos nos saludan

entonces avanzamos con el puño en alto

el camino está bloqueado y las vallas nos estorban

rompemos las vallas y las vallas son de carne

carne con uniforme y escudos y vacío

nos zarandea y a veces nuestra sangre queda en el suelo

y la carne crece y tiene rostro y nos mira

morucho quiere decir nido de pájaros

estatura es decir rascacielos

4
Un wacho es un policía o un militar, el término es peyorativo y común en México desde la época de la
revolución. Hay que usar la palabra con precisión, la fuerza represiva se ensaña contra quienes la desafían.

64
y decir wacho es decir manos que no sienten el mundo

entonces la tierra se queda callada y pensativa

se le queda viendo la tierra a las manos insensibles

y nos golpea la tristeza entre las piernas

y me siento enojado y enrabiado

porque odio con afecto

yo odio a los wachos

porque amo la tierra.

65
Resistir

Resistimos a pesar de lo que nos sobrepasa

en las esquinas de las calles

en las montañas donde brota el fruto de la tierra

en las selvas perseguidas por sierras y banqueros

en aulas sin pizarrón ni gises ni sillas

aulas infértiles clavadas sobre el asfalto

las ideas florecen por milagro

en los pueblos donde envenenan los ríos

donde nos roban el agua

donde nos matan lo vivo.

Resistimos al ejército que nos encierra sin preguntas

porque la respuesta es una piel no blanca

una voz que no habla inglés

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un ser chaparro y moreno.

Resistimos desde el cansancio

porque no hay de otra

nos jugamos la vida

y nos enfrentamos a la muerte

a la promesa de otro futuro

que quién sabe si podrá dejar atrás tanta matanza.

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Todavía no termino, en este libro hay espacio para mentar padres e injuriar. Dirijo toda mi
animadversión a los malos gobiernos y politiqueros del mundo que se dedican a esparcir la
mentira y propagar la muerte por la tierra. A sus allegados y cómplices banqueros, sicarios
y perros del poder. Si no fuera por ustedes, este libro jamás habría sido posible y por eso les
deseo, con todo el espacio de mi vida que no les dedico, que sufran miserablemente todas
las penurias posibles y por haber.

Los agradecimientos suelen ir al principio, pero prefiero que vayan al final. No quiero que
las injurias o el reconocimiento sean únicamente para mí. Toda pieza hecha por humanas
manos es de manufactura colectiva. La propiedad intelectual es una invención necesaria en
el capitalismo, sólo necesaria en este momento de la historia. Ojalá que deje de serlo
pronto.

Soy poeta pobre, que no pobre poeta. La poesía está de mi lado siempre que le conviene.
También las personas. Le agradezco a mi tío, el poeta Álvaro Solís, que haya revisado la
versión temprana de este poemario. Me ayudó a limar rimas innecesarias cuando me
embebía en el ritmo y a reducir el exceso de repeticiones y cacofonías sin sentido.
Cualquier error de ejecución que aquí siga es, por supuesto, responsabilidad mía. La línea
poética, también.

Le agradezco a Marbet Barragán y a Quiquez Juárez por financiar el pago de los derechos
de autor de este poemario. Me permitieron adelantar la publicación de este poemario a
pesar de vivir yo en la cúspide de la pobreza. Gracias por creer en mí poco después de
conocerme, ojalá que este librito no les decepcione.

Gracias a todas las personas que prestaron su oído para escuchar este poemario mientras lo
fui escribiendo, acomodando y editando. Me aliviaron las ganas de andarlo compartiendo
por ahí antes de tiempo.

Y gracias a ti, lectore, lectora, lector desocupade. Lo que sea de cada quien, este libro ya no
me pertenece. Nunca lo hizo.

Gracias

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