Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Conflicto de Visiones (Artículo) - Revista Facetas (Num. 79, 1988)

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 6

FA CETA S

Conflicto d e Visiones
A lo largo de los últimos dos siglos, las controversias ideológicas
en la economía, la política y la teoría social reflejan dos
supuestos o “visiones” radicalmente diferentes con respecto
a la naturaleza del hombre.

Por T h o m as Sowell N O DE LO S A S P E C T O S C U R IO S O S
de las opiniones políticas es la frecuencia
Según el economista Thomas Sowell, la “visión con que la m ism a gente se alinea en lados
restringida” del hombre sostiene que los seres humanos son opuestos de diferen tes tem as de debate.
poseedores de defectos inmutables en su intelecto y en su Los tem as m ism os p u e d e n no te n e r u n a
carácter moral. E n consecuencia, para perpetuar la conexión intrín seca e n tre sí. P u ed en ab arcar desde
sociedad debemos confiar en sistemas probados y el gasto m ilitar hasta la educación, p asan d o p o r las
confiables: el mercado, los valores tradicionales, la leyes sobre drogas y la política m o netaria. Sin e m b a r­
familia. Por otra parte, la “visión no restringida” go, u n a y o tra vez, p u e d e n reconocerse las m ism as
considera que los humanos son básicamente buenos; los caras que se d irig en m iradas feroces desde lados
defectos que manifiestan reflejan las fallas de las opuestos d e la cerca política. Esto sucede con d e m a ­
instituciones sociales. De acuerdo con esta visión, el siada frecuencia p a ra ser casual, y con m uy poco
hombre tiene un potencial ilimitado de mejoramiento al control p a ra ser propositivo. U n exam en m ás cu id a ­
perfeccionar el mundo en tomo a él. La visión restringida doso de los arg u m e n to s de am bos lados revela con
ha sido adoptada por Thomas Hobbes, Adam Smith, frecuencia que están raz o n a n d o a p a rtir d e prem isas
Edm und Burke, Thomas Malthus, Alexander Hamilton, fu n d a m e n ta lm e n te d iferen tes. Estas— a m en u d o im ­
James Madison, Oliver Wendell Holmes y, en el presente, plícitas^—constituyen el elem ento sólido tras la re p e ­
por los pensadores conservadores y neoconservadores. tid a oposición d e individuos y gru p o s e n to rn o a
Algunos de los principales voceros de la visión no m uchos tem as no relacionados. T ie n e n visiones dis­
restringida han sido Voltaire, Rousseau, William Godwin, tintas d e la m an e ra en q u e o p e ra el m u n d o .
Thomas Paine, George Bernard Shaw, Thorstein Vebleny La realid ad es dem asiado com pleja p a ra ser com ­
la mayoría de los teóricos liberales contemporáneos. p re n d id a p o r cu alq u ier m en te dada. Las visiones son
Sowell, uno de los más distinguidos intelectuales com o m apas que nos g u ían a través de u n a m ara ñ a
neoconservadores estadounidenses, examina estas visiones de com plejidades desconcertantes. Com o los m apas,
contrarias en su nuevo libro, A C onflict o f Visions: las visiones tien en que d e ja r fu e ra m uchas caracterís­
Ideological O rigins o f Political Struggle (Conflicto de ticas concretas a fin de p erm itirn o s enfo car algunos
visiones: Orígenes ideológicos de la lucha política). En cam inos clave hacia n u estras m etas.
este análisis echa mano de su amplia erudición en U n a visión, com o se em plea aquí el térm in o , no es
economía, derecho, filosofía y política en un esfuerzo por u n sueño, u n a esperanza, u n a pro fecía o u n im p e ra ­
“aclarar los puntos sin que por ello decaiga el compromiso tivo m oral, a u n q u e cu alq u iera d e estas cosas p u e d e
con la propia visión”. Como afirma Sowell en el prólogo: derivarse finalm ente de alguna visión particular.
“Hacemos casi todo por nuestras visiones, salvo pensar en A quí, u n a visión es u n sentido d e causalidad. Si la
ellas. E l propósito de este libro es pensar en ellas”. causalidad p ro ced e según lo concibe n u e stra visión,
Sowell ha fungido como consultor en economía de tres entonces se p ro d u c e n ciertas consecuencias, y la teo ría
presidentes estadounidenses, tanto republicanos como es la elaboración de lo que esas consecuencias son.
demócratas. Actualmente es miembro de número de la La evidencia es el hecho q u e d istingue a u n a teo ría
Institución Hoover de la Universidad Stanford. Es autor de otra. Los hechos no “hab lan p o r sí m ism os”. Lo
de más de 12 libros, entre ellos, M arxism (Marxismo), hacen en favor o en c o n tra de las teorías rivales.
T h e Econom ics a n d Politics o f Race (La economía y la Las visiones sociales son im p o rta n tes en varios sen ­
política raciales), E thnic A m erica (Los Estados Unidos tidos. El m ás obvio es que las políticas basadas en
étnicos) y Classical Econom ics R econsidered (La cierta visión del m u n d o tien en consecuencias que se
economía clásica replanteada). e x tie n d en a través d e la sociedad y re v e rb e ra n a lo
largo de los años, o incluso de las generaciones o los
© 1987 por Thom as Sowell siglos. Las visiones d e te rm in a n la a g en d a tan to del
pen sam ien to com o d e la acción. El objeto aq u í será

2
precisam ente e x am in ar las visiones sociales subya­ y sociales deseados p o d ría n p ro d u cirse de la m an era
centes cuyos conflictos han m oldeado nuestros tiem ­ m ás eficiente, dentro de esa restricción. E d m u n d B ur-
pos y bien p u e d e n m o ld ear los tiem pos futuros. ke, c o n te m p o rá n e o de Sm ith en política, tal vez r e ­
Las vision^p sociales difieren en sus concepciones sum ió d e m an e ra óptim a la visión re strin g id a desde
básicas de la n atu raleza del hom bre. U n a c ria tu ra u n a perspectiva política c u an d o habló d e “u n a fla­
de o tro p lan eta que buscara inform ación acerca de queza radical en todos los planes h u m an o s”, u n a
los seres h u m an o s leyendo Enquiry Concerning Politi- flaqueza in h e re n te a la natu raleza fu n d a m e n ta l de
cal Justice (Investigación acerca de la justicia política) las cosas.
de W illiam G odw in en 1793, difícilm ente reconoce­ Es claro que u n a sociedad no p u e d e fu n cio n ar
ría al hom bre, tal com o aparece allí, com o el m ism o h u m an ita ria m e n te , ni de n in g ú n o tro m odo, c u an d o
ser que se describió en The Federalist Papers (El fed e ­ cada p erso n a actúa com o si su d e d o m eñ iq u e fu era
ralista) apenas cinco años antes. Las capacidades y m ás im p o rta n te que la vida de otros 100 m illones de
lim itaciones del h o m b re son vistas eje m an e ra im p lí­ seres hu m an o s. P ero aq u í la palabra crucial es actuar.
cita en térm inos radicalm ente diferen tes p o r aquellos En la práctica, las personas en m uchas ocasiones “sa­
cuyas teorías explícitas— filosóficas, políticas o socia­ crifican sus propios intereses en aras de los intereses
les— se fu n d a n en visiones diferen tes. C onsideran m ayores d e o tro s”, de a c u erd o con Sm ith, p ero esto
de m an e ra tan distinta la n atu raleza m oral y m ental se deb ía a factores in term edios com o la devoción a
del h o m b re que sus respectivos conceptos del cono­ los principios m orales, a los conceptos de h o n o r y
cim iento y de las instituciones necesariam ente difie­ nobleza, y no al a m o r del prójim o com o de u n o m is­
re n tam bién. mo. P or m edio d e tales ard id es artificiales, el h o m b re
Este estudio a g ru p a rá a las in n u m erab les visiones p o d ría ser p e rsu a d id o a hacer p o r su p ro p ia im agen
sociales en dos categorías am plias: la visión re strin ­ o necesidades in te rn as lo que no q u e rría hacer p o r
gida y la no restringida. Estas serán abstracciones de el bien de sus sem ejantes. En sum a, estos conceptos
conveniencia, ya que debem os reconocer que existen fu e ro n vistos p o r Sm ith com o la m a n e ra m ás efi­
grados en am bas visiones, y que en el m u n d o real ciente de llevar a cabo la ta re a m oral al costo síquico
suele h a b e r elem entos d e cada u n a in jertad o s en m ás bajo. Pese al hecho de q u e ésta e ra u n a cuestión
grados variables en la otra. m oral, la resp u esta de Sm ith fue esencialm ente eco­
nóm ica: u n sistem a de incentivos m orales, u n con­
La Visión Restringida ju n to d e compensaciones en vez de u n a solución real
p o r m edio de la tran sfo rm ació n del h o m bre. U no
Escribiendo com o filósofo en 1759, casi 20 años de los sellos distintivos de la visión restrin g id a es que
antes de que co b rara fam a com o econom ista, A dam negocia con com pensaciones y no con soluciones.
Sm ith dijo en su Theory o f M oral Sentiments (T eo ría En su o b ra clásica, The Wealth ofNations (La riqueza
de los sentim ientos m orales): d e las naciones), Sm ith fue m ás lejos. Los beneficios
económ icos a la sociedad no fo rm a b an p a rte de la
Supongamos que el gran imperio de China, con intención de los individuos, sino que su rg ía n sistem á­
sus millares de habitantes, fuera repentinamente ticam ente de las interacciones del m ercado, bajo las
devastado por un terremoto, y consideremos presiones de la com petencia y los incentivos del lucro
cómo un hombre de humanidad en Europa. . . individual. El fu n cio n am ien to de la econom ía y la
reaccionaría al conocer esta terrible sociedad re q u e ría q u e cada individuo hiciera cosas
calamidad. . . Haría melancólicas reflexiones p a ra otras personas; e ra tan sólo la motivación tras
acerca de la fragilidad de la vida humana. . . Y estos actos— m oral o económ ica— la que era egoísta
cuando toda esta excelente filosofía se a final de cuentas. En sus análisis tan to m orales com o
terminara, una vez que todos estos humanitarios económ icos, Sm ith d e p e n d ía m ás de los incentivos
sentimientos se hubieran expresado, retomaría que de las disposiciones p a ra alcanzar u n objetivo.
sus negocios o su placer, procedería a descansar
o a divertirse, con la misma naturalidad y
tranquilidad que si no hubiera ocurrido
La Visión No Restringida
accidente alguno. El desastre más frívolo que le
ocurriera le produciría una congoja más real. T al vez n in g ú n o tro libro del siglo X V III p rese n ta
u n contraste m ás fu e rte con la visión del h o m b re en
Las lim itaciones m orales del h o m b re en general, A dam Sm ith q u e Enquiry Concerning Political Justice,
y su egocentrism o en particu lar, fu ero n tratad o s p o r del filósofo y novelista inglés W illiam G odw in. M ien­
Sm ith com o realidades in h ere n te s de la vida: tal fue tras que en A dam Sm ith la con d u cta m oral o social­
la restricción básica de su visión. El desafío m oral y m en te benéfica p o d ía ser evocada en el h o m b re sólo
social básico e ra sacar el m ayor p a rtid o a las posibi­ con incentivos, en W illiam G odw in la co m prensión
lidades que existían d e n tro de esa restricción, en vez y disposición del h o m b re e ra n capaces de c re a r in te n ­
de d esp erd iciar en erg ías en u n in te n to p o r cam biar cionalm ente beneficios sociales. G odw in consideraba
la n atu raleza h u m an a ; in te n to q u e Sm ith calificó de q u e la intención de beneficiar a otros e ra “esencial­
vano e inútil. m en te virtu o sa”, y q u e la virtu d , a su vez, e ra el
E n vez de c o n sid e rar la n atu raleza h u m a n a com o cam ino hacia la felicidad h u m an a. Los beneficios so­
algo q u e p o d ía o d eb ía cam biarse, Sm ith tra tó de ciales no intencionales e ra n p a ra G odw in apenas dig­
d e te rm in a r la m a n e ra en que los beneficios m orales nos de atención. La suya e ra la visión no restrin g id a

3
Una visión de la naturaleza hum ana sostiene
que el hombre es capaz de sentir las necesidades de otros
más importantes que las suyas propias.
La verdadera meta es el desarrollo del deber social.

de la natu raleza h u m an a, en la q u e el h o m b re era de q u e el potencial es m uy d ife ren te de la acción, y


capaz de sentir d irectam en te que las necesidades de que existen m edios p a ra g u iar a la natu raleza h u ­
otras personas e ra n m ás im p o rtan tes que las suyas m ana hacia su potencial, o que tales m edios p u e d e n
propias, y p o r lo tanto de actu ar invariablem ente de d esarro llarse o descubrirse, a fin de que el ho m b re
m an e ra im parcial, a u n c u an d o sus propios intereses haga lo correcto p o r la razón correcta, y no p o r u l­
o los de su fam ilia estuvieran de p o r m edio. Esto no terio res recom pensas síquicas o económ icas.
constituía u n a generalización em p írica sobre la m a­ El h o m bre, en sum a, es “p erfectible”; lo que signi­
n e ra en que la m ayoría de las personas se conducían; fica c o n tin u am en te m ejorable más q u e capaz de lle­
e ra u n a afirm ación sobre la natu raleza subyacente gar realm en te a la perfección absoluta. “Podem os
del potencial hum ano. acercarnos m ás y m ás”, según G odw in, a u n q u e “no
Los incentivos socialm ente planeados e ra n d e sp re ­ podem os prescribir lím ites” a este proceso. Basta
ciados p o r G odw in, quien los consideraba e x p e d ie n ­ p a ra su prop ó sito que los hom bres sean “em in e n te ­
tes indignos o innecesarios: “Si mil hom bres h an de m ente capaces d e justicia y v irtu d ”; no sólo algunos
ser beneficiados, debo re c o rd a r q u e no soy sino un individuos sino “to d a la especie”. El hecho de recom ­
átom o en com paración, y raz o n a r en consecuencia”. p e n sar pautas de co n d u cta existentes era visto com o
A diferencia de Sm ith, que dio p o r sentado el la antítesis de este objetivo.
egoísm o h u m an o , G odw in consideró que éste era El concepto d e “solución” sigue siendo fu n d a m e n ­
p rom ovido p o r el sistem a m ism o de recom pensas tal en la im agen co n te m p o rá n e a de la visión no res­
em p lead o p a ra c o n te n d e r con él. La solución real trin g id a. Se llega a u n a solución c u a n d o ya no resulta
hacia la que d e b ía n te n d e r los esfuerzos era lo g rar necesario buscar u n a com pensación. El objetivo de
q u e la g en te hiciera lo que es correcto p o rq u e lo es, llegar a u n a solución es, de hecho, lo que justifica
y no p o r recom pensas síquicas o económ icas. los sacrificios iniciales o las condiciones de transición
que de o tro m odo p o d ría n considerarse inaceptables.
COMPENSACIONES VERSÜS SOLUCIONES El m arqués de C ondorcet, p o r ejem plo, previo la
final “reconciliación, la identificación de los intereses
Al te n e r u n a visión no restrin g id a del potencial de cada u n o con los intereses de todos”; p u n to en
m oral a ú n no ap ro v ech ad o de los seres hum anos, el cual “el cam ino de la virtu d ya no es a rd u o ”.
G odw in no se p reo cu p ó com o Sm ith de e n c o n tra r
el incentivo más in m ed iatam en te eficaz en el actual Moralidad S ocial y Causalidad S ocial
estado de las cosas. El objetivo real e ra el desarrollo
a largo plazo de u n sentido m ás alto del d e b e r social. A u n q u e A dam Sm ith y W illiam G odw in h an sido
La p ru d en c ia — el peso cuidadoso d e las co m p en sa­ citados com o au to res especialm ente claros y directos
ciones— es vista en térm inos m uy d ife ren te s d e n tro que d e fie n d en visiones opuestas, cada u n o form a
de las visiones restrin g id a y no restringida. En la p a rte d e u n a vasta tradición que sigue siendo p o d e ­
p rim e ra , d o n d e las com pensaciones son to d o lo que rosa y com pite p o r el dom inio hoy. Incluso e n tre sus
podem os e sp era r, la p ru d en c ia se cu en ta e n tre los co n tem p o rán eo s, Sm ith y G odw in ten ían , cada u n o
deberes más altos. E d m u n d B u rk e la llam ó “la p ri­ p o r su p a rte , m uchos com patriotas intelectuales con
m era de todas las v irtu d es”. E n contraste, en la se­ visiones sim ilares. En 1790, Reflections on the Revolu-
g u n d a, d o n d e el m ejoram iento m oral no tiene un tion in France (R eflexiones sobre la revolución fra n ­
lím ite fijo, a la p ru d en c ia le c o rre sp o n d e u n o rd e n cesa), de E d m u n d B urke, constituyó tal vez la más
m en o r d e im portancia. G odw in no sentía el m en o r sonora aplicación polém ica de la visión restringida.
aprecio p o r “esos m oralistas”— sin d u d a se re fe ría a La resp u esta igualm ente polém ica de T h o m as Paine,
Sm ith— “qu e piensan sólo en estim ular a los hom bres The Rights of M an (Los d erechos del hom bre), de
a realizar obras buenas m ediante consideraciones de 1791, previo de m uchas m an eras el desarrollo más
apática p ru d en c ia y m ercen ario in terés p ro p io ”, en sistem ático de la visión no restrin g id a p o r p a rte de
lu g ar d e tra ta r de estim ular el “generoso y m ag n á­ G odw in dos años después. R ousseau fue tal vez el
nim o sentim iento de n u e stra n a tu ra le z a ”. m ás célebre de quienes d e fe n d ie ro n el concepto de
En la visión no restrin g id a está im plícita la noción u n a n atu raleza h u m a n a no in h e re n te m e n te re s trin ­

4
Conflicto de Visiones

gida a sus lim itaciones existentes, sino m en g u ad a y q u e hablaban en n om bre del “pu eb lo ”. Para los fe­
c o rro m p id a p o r las instituciones sociales; visión que deralistas el m al era in h ere n te al hom bre, y las insti­
tam bién ^ e n co n tró en otros filósofos franceses de tuciones constituían tan sólo m aneras de hacerle
esa era, especialm ente el político revolucionario Con- fren te. En The Federalist Papers se dijo: “¿Por q u é se
d o rcet y el b aró n D’H olbach, e n tre otros. En el siglo instituyó el gobierno? P orque las pasiones d e los
XIX, Jo h n S tu art Mili dijo que “la actual educación hom bres no acatarán los dictados de la razón y la
detestable” y los “arreglos sociales detestables” eran justicia sin restricción”.
“el único obstáculo real” p a ra alcanzar la felicidad La visión restrin g id a es u n a visión trágica de la
g en eral e n tre los seres hum anos. condición hum ana. La no restrin g id a es u n a visión
G ran p a rte del socialismo del siglo X IX y del libe­ m oral de las intenciones hum anas, que se perciben
ralism o del siglo XX se levanta sobre estos cim ientos, com o decisivas a final de cuentas. La visión no res­
m odificados y variables en grado* y aplicados a áreas trin g id a prom ueve la búsqueda de los ideales más
tan disím iles com o la educación, la g u e rra y la justicia elevados y las m ejores soluciones. En com paración,
crim inal. El m arxism o era u n h íb rid o especial que la restrin g id a ve lo m ejor com o enem igo de lo bueno;
aplicaba u n a visión restrin g id a a gran p a rte del pa­ el vano in te n to p o r alcanzar lo inalcanzable se consi­
sado y u n a visión no restrin g id a a g ran p a rte del d e ra no sólo fútil sino a m en u d o co n tra p ro d u c e n te ,
fu tu ro . pues los mism os esfuerzos p o d ría n h a b e r p ro d u cid o
Los g randes males del m u n d o — la g u e rra , la p o ­ u n a com pensación viable y benéfica. A dam sm ith
breza y el crim en, p o r ejem plo— son vistos en térm i­ aplicó este razonam iento no sólo a la econom ía sino
nos com pletam ente d iferentes p o r quienes tienen tam bién a la m oralidad y la política. El re fo rm a d o r
u n a u o tra visión. Si las opciones hum anas no están p ru d e n te , según Sm ith, resp e tará “los hábitos y p re ­
in h ere n te m en te restringidas, entonces la presencia juicios confirm ados de la g e n te ”, y cu ando no p u e d a
de tan rep u g n a n tes y desastrosos fenóm enos prácti­ d e fin ir lo que es correcto, “no om itirá m ejo rar lo
cam ente pide a gritos u n a explicación, y soluciones. incorrecto”. Su objetivo no es c re a r el ideal sino “es­
Pero si las lim itaciones y pasiones del h o m b re m ism o tablecer lo m ejor que la gente p u e d a sobrellevar”.
son la causa fu n d am en tal de estos dolorosos fen ó m e­ Pero C ondorcet, al d a r expresión a la visión no
nos, entonces lo que req u iere explicación son las m a­ restringida, rechazó cualquier noción de que las leyes
neras en que han sido evitados o m inim izados. M ien­ deb en “cam biar con la te m p e ra tu ra y ad aptarse. . .
tras los adeptos de la visión no restrin g id a buscan a las estupideces adoptadas p o r cada pu eb lo ”. Así,
las causas especiales de la g u e rra , la pobreza y el ju zg ó a la revolución francesa su p e rio r a la n o rte a m e ­
crim en, los adeptos de la visión restrin g id a buscan ricana, pues “los principios de los que e m a n a ro n la
las causas especiales de la paz, la riqueza o u n a socie­ constitución y las leyes de Francia e ra n m ás p u ro s ”
d ad respetuosa de las leyes. En la visión no re strin ­ y p e rm itían “al pueblo ejercer su d erech o so b eran o ”
gida, no existen m otivos insuperables p a ra los males sin restricción. En la visión restrin g id a, los ideales se
sociales y, p o r lo tanto, razón alguna p o r la que no co m p aran con el costo de alcanzarlos. Pero en la
p u e d a n resolverse m ediante u n com prom iso m oral restrin g id a son preferibles todas las aproxim aciones
suficiente. P ero en la restringida, cualesquiera a rd i­ al ideal. Los costos son lamentables,, p ero en m odo
des o estrategias que restrin jan o m ejoren los males alguno decisivos.
sociales in h eren tes te n d rá n a su vez costos, algunos A lo largo d e los siglos, la im portancia relativa de
en fo rm a d e otros m ales sociales creados p o r estas los costos del proceso ha seguido re p re se n ta n d o la
instituciones civilizadoras, de su erte que lo único po­ diferencia e n tre las visiones restrin g id a y no re strin ­
sible es u n a com pensación p ru d en te . gida. Los d efen so res m odernos de las argucias lega­
Las dos g ran d es revoluciones del siglo X V III— en les que p erm iten a los crim inales escapar al castigo,
Francia y en los Estados U nidos— p u e d e n verse com o que declaran, “ese es el precio que pagam os p o r la
aplicaciones de estas distintas visiones. Las prem isas lib ertad ”, o los defensores de las revoluciones que
subyacentes de la revolución francesa reflejaro n con dicen, “no se p u e d e h acer tortilla de huevos sin ro m ­
m ayor claridad la visión no restrin g id a del h om bre p e r los cascarones”, son ejem plos con tem p o rán eo s
que p red o m in ab a e n tre sus líderes. Los cim ientos de u n a visión restrin g id a que, históricam ente, ha
intelectuales de la g u e rra norteam erican a de in d e ­ considerado secundarios los costos del proceso. En
p endencia e ra n m ás rígidos. Si bien incluían a h o m ­ el o tro ex trem o del espectro filosófico se e n c u en tra n
bres com o T h o m as Paine y T h o m as Je ffe rso n , cuyo los que, en esencia, rep iten el p u n to d e vista de A dam
pensam iento e ra sim ilar en m uchos aspectos al que Sm ith sobre dichos costos: “La paz y el o rd e n de la
existía en Francia, tam bién c o m p re n d ía n , com o in­ sociedad son m ás im p o rtan tes incluso q u e la reivin­
fluencia do m in an te sobre la C onstitución, la clásica dicación de los m iserables”.
visión restrin g id a del h o m b re e x p resad a en The Fe-
deralist Papers. Dos Con cepto s de la La Naturaleza
La C onstitución de los Estados U nidos, con su com ­ Humana
plicado sistem a d e controles y equilibrios, reflejó cla­
ram e n te la idea de q u e a nadie p o d ía confiársele Las visiones se basan en esencia en cierto sentido
com pletam ente el p o d er. Esto contrastó fu ertem e n te de la natu raleza del hom bre; no sólo en sus prácticas
con la revolución francesa, q u e dio poderes m uy actuales sino en su potencial y lim itaciones últim os.
am plios, incluido el p o d e r de vida y m u erte, a los A dam Sm ith y W illiam G odw in son dos de los más

5
Otra visión considera que los males del mundo se derivan
de las limitadas y desafortunadas opciones disponibles,
dadas las limitaciones morales e
intelectuales inherentes a los seres humanos.

claros y congruentes ejem plos de las visiones restrin ­ d esafo rtu n ad as opciones disponibles, dadas las limi­
gida y no restringida. Sin em bargo, no fu ero n los taciones m orales e intelectuales inherentes a los seres
prim eros ni los últim os en estas dos largas tradiciones hum anos. Para la superación d e estos m ales y el fo­
del pensam iento social. C u ando Rousseau dijo que m ento del progreso, confían en las características
el ho m b re “nace libre” p ero “se halla en cadenado sistémicas d e ciertos procesos sociales com o las tra d i­
por d o q u ier”, expresó la esencia de la visión no res­ ciones m orales, el m ercado, o las familias. Piensan
tringida, en que el problem a fu n d am en tal no es la que estos procesos son resultado de u n a evolución y
naturaleza ni el h om bre sino las instituciones. La no d e u n designio, y confían en estas pautas g en e­
visión diam etralm ente o puesta fue p resen tad a en el rales de interacción social más que en u n a política
Leviathan d e Hobbes, d o n d e el p o d e río arm ad o de específica concebida p a ra p ro d u cir d irectam ente re ­
las instituciones políticas e ra lo único que evitaba la sultados particulares p a ra individuos y grupos p arti­
g u e rra de cada u n o contra todos que de otro m odo culares. Esta visión restringida de las capacidades
existiría e n tre los hom bres en su estado n atu ral, en hum anas que vemos en A dam Sm ith se e n c u en tra
que la vida sería “solitaria, pobre, sórdida, bestial y tam bién en u n a larga serie de otros pensadores socia­
breve”. les, desde los autores de The Federalist Papers e n tre
Dadas las capacidades más am plias del h om bre en los contem poráneos de Sm ith, hasta figuras tales
la visión no restringida, las intenciones que guían com o O liver W endell H olm es en derecho, M ilton
esas capacidades son especialm ente im portantes. Las F riedm an en econom ía y F riedrich A. H ayek en teo­
palabras y los conceptos que giran en to rn o a la in­ ría social general.
tención—sinceridad, compromiso, dedicación— h an sido N o todos los pensadores sociales encajan en esta
básicos en la visión no restringida d u ra n te siglos. dicotom ía esquem ática; ejem plos de ello son J o h n
Pero en la visión restringida, en que la capacidad del S tu art Mili y Karl M arx. O tros tom an posiciones in­
h om bre p a ra consum ar d irectam ente sus intenciones term edias e n tre las dos visiones, o se convierten de
es m uy lim itada, éstas significan m ucho m enos. Los u n a a la otra. Sin em bargo, el conflicto d e visiones
procesos sociales se describen no en térm inos de in­ no es m enos real p o rq u e no todos hayan tom ado
tenciones o m etas finales, sino en térm inos de las p artid o o se hayan com prom etido irrevocablem ente.
características sistémicas que se ju zg a n necesarias
p a ra co n trib u ir a esos objetivos; p o r ejem plo, derechos Resümen y Conclusiones
de propiedad, libre empresa o interpretación estricta de la
C onstitución. T a n to la visión restrin g id a com o la no restrin g id a
U nida a la tradición de la visión no restringida se se p reo cu p an a final de cuentas p o r los resultados
halla la convicción de que las decisiones insensatas sociales. La segunda busca alcanzar directam ente
o inm orales explican los males del m u ndo, y que la esos resultados p o r la vía social; es decir, m ediante
solución radica en políticas sociales m ás sabias o más decisiones colectivas q u e prescriban los resultados
m orales o más hum anitarias. La elaboración p o r deseados. La p rim e ra considera que n in g ú n con­
G odw in de esta visión no restrin g id a reto m ó y siste­ ju n to m anejable de personas encargadas de la tom a
m atizó ideas sem ejantes encontradas e n tre m uchos de decisiones es capaz de re u n ir los conocim ientos
pensadores del siglo X V III. Este enfoque general necesarios, o co n cen trar el p o d e r suficiente— lo que
fue trasladado al siglo X IX , en form a que les eran resulta peligroso— p ara llevar a cabo dichas decisio­
peculiares, po r Saint-Sim on, R obert O w en, G eorge nes, incluso si esto fu era posible.
B e rn a rd Shaw y otros fabianos. Sus ecos en el siglo Existe u n a constante relación asim étrica e n tre las
XX se en c u en tra n en teóricos políticos com o H arold dos visiones basada en la calidad de su antagonism o.
Laski, en eonom istas com o T h o rste in V eblen y J o h n C ada u n a debe co n sid erar equivocada a la otra, p ero
K enneth G albraith y en el capo del d erech o con toda las razones de la “equivocación” son distintas. En la
u n a escuela de defensores del activismo judicial, re ­ visión no restringida, en que el h om bre p u e d e dom i­
presentados p o r R onald D w orkin en la teo ría y Earl n a r las com plejidades sociales en fo rm a suficiente
W arren en la práctica. p a ra aplicar de m odo directo la lógica y la m oralidad
En contraste, la visión restrin g id a considera que del bien com ún, la presencia de personas sum am ente
los males del m u n d o se derivan de las lim itadas y instruidas e inteligentes que se o p o n e n d iam etral­

6
Conflicto de Visiones

m e n te a las p o lítica s te n d e n te s a ese b ie n c o m ú n “acción a firm a tiv a ” o el “v alo r c o m p a ra b le ”. E n ca d a


c o n stitu y e o u n e n ig m a in te le c tu a l o u n a a f r e n ta m o ­ u n a d e estas c o n tro v e rsia s, las su p o sicio n es d e u n a
ra l, o am b as cosas. Las im p u ta c io n e s d e m ala fe, visión c o n d u c e n ló g ic a m e n te a c o n c lu sio n e s o p u e sta s
v e n a lid a d u*otras d efic ien cias m o ra le s o in te le c tu a le s a las d e la o tra . T o d o s estos tem as d e d e b a te g ira n ,
h a n sid o m u c h o m ás c o m u n e s e n las crítica s q u e la a fin al d e c u e n ta s, e n to rn o a si so n ca p ace s los re s ­
visión n o re s trin g id a h ac e a la re s trin g id a q u e vice­ p o n sa b le s su stitu to s d e la to m a d e d ecisio n es d e e je r­
versa. E n la s e g u n d a , d o n d e la c a p a c id a d d el in d iv i­ c e r m e jo r esta fu n c ió n q u e los d ire c ta m e n te in te r e ­
d u o p a r a la to m a d ire c ta d e d ec isio n e s sociales es sados, y h a sta q u é g ra d o .
m u y lim ita d a , es m u c h o m e n o s s o r p r e n d e n te q u e L as visiones a y u d a n a e x p lic a r las d ife re n c ia s id e o ­
los q u e lo in te n te n fra c a se n , y p o r lo ta n to m u c h o lógicas, q u e n a tu ra lm e n te son sólo u n a fu e n te d e d i­
m e n o s n e c e sa rio d e te r m in a r q u e el a d v e rs a rio “e q u i­ fe re n c ia s políticas. Sin e m b a rg o , a la la rg a , esto s c o n ­
v o c a d o ” tie n e m e n o r c a lid a d m o ra l o in te lig e n c ia flictos id eo ló g ico s p a re c e n m o d e la r el c u rso g e n e ra l
q u e o tro s. Los q u e d e f ie n d e n la Visión re s trin g id a d e las te n d e n c ia s p o líticas ta n to co m o las c o n s id e ra ­
tie n d e n a re fe rir s e a sus a d v e rsa rio s co m o p e rso n a s cio n es p o lítica s “p rá c tic a s” d o m in a n los a c o n te c i­
b ien in te n c io n a d a s p e r o e q u iv o ca d as, o p o co realistas m ie n to s d iario s. E n u n g ra d o c o n sid e ra b le , las p r e s u ­
e n sus su p o sicio n es, y es r a r a la in sin u a c ió n d e q u e p o sicio n es id eo ló g icas d e los tie m p o s e stab le cen los
se o p o n e n d e lib e r a d a m e n te al b ie n c o m ú n o so n d e ­ lím ites y la a g e n d a q u e d e te r m in a n lo q u e es factib le,
m a sia d o e s tú p id a s p a r a re c o n o c e rlo . re a lista o im p e ra tiv o p a r a los p o lítico s práctico s.
Las d o s visiones d ifie re n n o sólo e n la fo rm a en D e sd e lu eg o , la lógica n o es la ú n ic a p r u e b a d e
q u e p e rc ib e n las d istin c io n e s e n tr e ellas, sin o ta m b ié n u n a te o ría . L a ev id e n c ia e m p íric a es c ru c ia l in te le c ­
e n la fo r m a e n q u e p e rc ib e n las d istin c io n e s e n tr e tu a lm e n te , y sin e m b a rg o , h istó ric a m e n te , las visio­
los in d iv id u o s o rd in a rio s y los q u e se h a lla n m ás n es sociales h a n d e m o s tra d o u n a c a p a c id a d n o ta b le
a d e la n ta d o s in te le c tu a l o m o ra lm e n te . E n la visión p a r a e v a d ir, s u p rim ir o ju s tif ic a r la ev id e n c ia d is c o r­
n o re s trin g id a , d o n d e el p o te n c ia l in te le c tu a l y m o ra l d a n te , a u n g ra d o n o ig u a la d o p o r las te o ría s c ie n tí­
d el h o m b re re b a s a e n o r m e m e n te los niveles a c tu a l­ ficas. N o o b sta n te , e n lo in d iv id u a l, los cam b io s d e
m e n te o b serv ab les e n la p o b lació n g e n e ra l, h ay m ás visión n o h a n sido ra ro s , y los sucesos h istó rico s ca­
lu g a r p a r a la v aria ció n in d iv id u a l e n el d e s e m p e ñ o ta stró fic o s h a n p ro p ic ia d o m u c h a s c o n v e rsio n e s tip o
in te le c tu a l y m o ra l q u e e n la visión re s trin g id a , “el ca m in o a D a m a sco ” . L a visión h íb r id a d e l fascis­
d o n d e la élite y las m asas e stá n c irc u n sc rita s a lím ites m o, p ro c la m a d a co m o “la ola d e l f u t u r o ” h ac e sólo
re la tiv a m e n te e stre c h o s. m e d io siglo, h a sido d e s tru id a p o r la e x p e rie n c ia d e
Las d ife re n c ia s e n tr e la élite m o ra l-in te le c tu a l y la S e g u n d a G u e r r a M u n d ia l. E n su m a , la ev id en c ia
las m asas so n vitales, e s p e c ia lm e n te p a r a los m o d e r ­ n o d e ja d e se r im p o rta n te in clu so p a r a las visiones,
n o s co n flicto s d e visiones e n to r n o al g ra d o d e la a u n h istó ric a m e n te , y, d e sd e lu e g o , es cru cial d e s d e
to m a d e d ec isio n e s p o r su stitu c ió n , ya sea p o r p o lí­ el p u n to d e vista lógico.
ticos, ju e c e s o d iv ersa s a g e n cias y co m isio n es. P a ra El én fasis e n la lógica d e u n a visión n o n ie g a e n
los q u e se a d h ie r e n a la visión n o re s trin g id a , q u e m o d o a lg u n o q u e los fa c to re s em o c io n a le s o sicoló­
p ie n s a n q u e el c o n o c im ie n to y la ra z ó n se c o n c e n tra n gicos, o u n in te ré s p ro p io lim ita d o , p u e d a n e x p lic a r
e n los q u e h a n a v a n z a d o m ás h ac ia el p o te n c ia l ú ltim o la a tra c c ió n q u e sie n te n a lg u n a s p e rs o n a s p o r d e t e r ­
d el h o m b re , la to m a d e d ec isio n e s p o r su stitu c ió n — la m in a d a s visiones. El caso es q u e la visión tie n e u n a
“p la n ific a c ió n ” ec o n ó m ic a, el activism o ju d ic ia l, e tc é ­ lógica y u n im p u lso p ro p io s, q u e v an m ás allá d e las
te ra — es esen cial. E stos re p o n sa b le s su stitu to s d e la e m o c io n e s o las in te n c io n e s d e sus s e g u id o re s e n u n
to m a d e d ec isio n e s d e b e n t r a ta r d e in flu e n c ia r d e m o m e n to d a d o . A d e m á s, los q u e so n a tra íd o s su b se ­
a n te m a n o y re v isa r p o s te rio rm e n te las d ec isio n e s to ­ c u e n te m e n te a u n a visión p a r tic u la r p u e d e n s e r m u y
m a d a s p o r aq u e llo s q u e tie n e n m e n o r m é rito e n t é r ­ d ife r e n te s d e los q u e so n a tra íd o s in ic ia lm e n te , y
m in o s in te le c tu a le s o m o ra le s. P e ro p a r a los q u e se p u e d e n serlo p o r ra z o n e s m u y d istin ta s, a m e d id a
a d h i e r e n a la v is ió n r e s t r i n g i d a , el c o n o c im ie n to q u e se m a n ifie sta n las c o n se cu en c ia s d e esa visión.
in d iv id u a l es ta n v a sta m e n te in su fic ie n te , e n c o m p a ­ Si b ie n las visiones c h o c a n y d e s p ie r ta n em o cio n e s
ra c ió n c o n el c o n o c im ie n to m o v iliza d o siste m átic a­ fu e rte s al h a c e rlo , el sim p le “g a n a r ” n o p u e d e s e r el
m e n te a trav é s d e los m e rc a d o s ec o n ó m ico s, los v alo­ o b jetiv o fin al ni d e la visión re s tr in g id a n i d e la n o
re s tra d ic io n a le s y o tro s p ro c e so s sociales, q u e los re s trin g id a , p o r m u c h o q u e ese o b jetiv o p re o c u p e a
re s p o n sa b le s s u stitu to s d e la to m a d e d ec isio n e s en los p o lítico s p ráctico s. El im p u lso m o ra l q u e m u e v e
g e n e ra l— y los ju e c e s n o eleg id o s e n p a rtic u la r— d e ­ a c a d a u n a d e las visiones n o p u e d e se r a b a n d o n a d o
b e r ía n lim ita rse s e v e ra m e n te a tra z a r las re g la s q u e p o r el a fá n d e g a n a r, sin q u e la v icto ria re s u lte vacía.
d e fin e n las fr o n te ra s d e la d isc re c ió n d e o tro s, y n o U n an álisis d e las in fe re n c ia s y la d in á m ic a d e las
c o r re g ir ta r d ía m e n te las d ec isio n e s ya to m a d a s d e n ­ visiones p u e d e a c la ra r los p u n to s sin q u e p o r ello
tro d e esas fr o n te ra s . d e c a ig a el c o m p ro m iso co n la p ro p ia visión, a u n q u e
L os co n flicto s d e visiones a fe c ta n n o sólo a c u e s­ se c o m p re n d a q u e se tra ta d e u n a visión y n o d e u n a
tio n e s ta n tra s c e n d e n ta le s y p e r d u ra b le s co m o la v e r d a d in c o n tro v e rtib le , u n a ley d e h ie r r o o u n im ­
p lan ifica ció n ec o n ó m ic a v ersu s el lib era lism o , o el p e ra tiv o m o ra l o sc u ro . El c o m p ro m iso c o n u n a cau sa
activ ism o ju d ic ia l v e rsu s la lim itació n ju d ic ia l, sino p u e d e e n t r a ñ a r le g ítim a m e n te sacrificios d e in te r e ­
ta m b ié n a tem as n u e v o s co m o las m o d a lid a d e s m ás ses p e rso n a le s p e ro n o sacrificios d e l in te le c to o d e
efectiv as p a r a el d e s a rro llo d el T e r c e r M u n d o , la la co n cien cia. ♦

También podría gustarte