ANTIJURICIDAD

Antijuridicidad-Derecho Penal
ANTIJURICIDAD
Nombre completo del autor(es)

Nicolas Erazo Bastidas
Karen Pinta Roldan
Zofia Valeria Ruales Montenegro
Universidad Mariana
Facultad de Humanidades y Ciencias

Sociales Programa de Derecho
Derecho Penal
1
San Juan de Pasto

2024
2
Introduccion
El Derecho Penal colombiano se erige como un pilar fundamental en la estructura legal del
país, encargado de regular y sancionar aquellas conductas que atentan contra la convivencia
pacífica y el orden social. Dentro de este sistema jurídico, uno de los pilares sobre los que se
fundamenta la imposición de las sanciones correspondientes es el concepto de antijuridicidad.
Esta noción, de suma importancia en el ámbito penal, representa la contradicción esencial entre
las acciones llevadas a cabo por un individuo y las normas establecidas en la legislación
colombiana. Entender a cabalidad el concepto de antijuridicidad es esencial para la correcta
aplicación del Derecho Penal. Implica no solo discernir cuándo una conducta contraviene lo
establecido en la ley, sino también identificar las circunstancias que pueden eximir o justificar
dicha contravención. En este sentido, el análisis detallado de la antijuridicidad, sus elementos
constitutivos y las causas que pueden excluir su existencia resulta crucial para garantizar una
administración de justicia equitativa y conforme a derecho. En el presente trabajo, se abordará
exhaustivamente el concepto de antijuridicidad en el contexto del Derecho Penal colombiano.
Se explorarán sus distintas dimensiones, desde su definición hasta sus implicaciones prácticas
en la determinación de la responsabilidad penal de un individuo. Asimismo, se analizarán las
causas de exclusión de la antijuridicidad, destacando su importancia en la valoración de la
conducta delictiva y en la imposición de las sanciones correspondientes. A través de este
estudio, se busca ofrecer una visión comprensiva y detallada de la antijuridicidad en el marco
jurídico colombiano, contribuyendo así al fortalecimiento del sistema de justicia penal y a la
protección de los derechos y garantías de los ciudadanos.
3
CONCEPTO DE ANTIJURICIDAD
ARTÍCULO 11. ANTIJURIDICIDAD CODIGO PENAL COLOMBIANO. Para que una
conducta típica sea punible se requiere que lesione o ponga efectivamente en peligro, sin justa
causa, el bien jurídicamente tutelado por la ley penal.
La antijuricidad, en el marco del análisis del delito, representa un aspecto esencial que
determina la validez o invalidez de una conducta conforme al ordenamiento legal vigente.
Cuando una acción humana infringe las normas penales, se considera antijurídica y, por ende,
constitutiva de un delito. Es crucial destacar que la mera adecuación de la conducta a la
descripción del tipo penal no es suficiente; además, debe evaluarse su compatibilidad con los
preceptos legales, es decir, su antijuricidad.
La antijuricidad, como concepto positivo del delito, implica que una conducta se aleja del
ámbito legalmente permitido, contraviniendo las disposiciones establecidas. En este sentido, no
basta con que una acción se ajuste al tipo penal; también debe carecer de justificación o causa
legal que la respalde. Las causas de justificación, expresamente definidas en la ley, excluyen la
antijuricidad de ciertas conductas, haciendo que no constituyan delitos.
La antijuricidad, por tanto, representa la contradicción entre la conducta llevada a cabo y las
normas jurídicas vigentes, reflejando la contravención de los principios y valores protegidos por
la ley. Es importante tener en cuenta que la antijuricidad no es un concepto estático, sino que
puede variar según el contexto y las circunstancias particulares de cada caso. De esta manera, su
evaluación requiere un análisis detallado de las disposiciones legales aplicables y las
circunstancias específicas de la conducta en cuestión.
La antijuricidad, en el marco del análisis del delito, representa un aspecto esencial que
determina la validez o invalidez de una conducta conforme al ordenamiento legal vigente.
Cuando una acción humana infringe las normas penales, se considera antijurídica y, por ende,
constitutiva de un delito. Es crucial destacar que la mera adecuación de la conducta a la
descripción del tipo penal no es suficiente; además, debe evaluarse su compatibilidad con los
preceptos legales, es decir, su antijuricidad.
La antijuricidad, como concepto positivo del delito, implica que una conducta se aleja del
ámbito legalmente permitido, contraviniendo las disposiciones establecidas. En este sentido, no
basta con que una acción se ajuste al tipo penal; también debe carecer de justificación o causa
legal que la respalde. Las causas de justificación, expresamente definidas en la ley, excluyen la
antijuricidad de ciertas conductas, haciendo que no constituyan delitos.
La antijuricidad, por tanto, representa la contradicción entre la conducta llevada a cabo y las
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normas jurídicas vigentes, reflejando la contravención de los principios y valores protegidos por
la ley. Es importante tener en cuenta que la antijuricidad no es un concepto estático, sino que
puede variar según el contexto y las circunstancias particulares de cada caso. De esta manera, su
evaluación requiere un análisis detallado de las disposiciones legales aplicables y las
circunstancias específicas de la conducta en cuestión.
NORMATIVIDAD JURIDICA
El concepto de antijuridicidad en el Derecho Penal colombiano se enmarca en un sistema

constitucionalizado que busca garantizar la protección de los derechos fundamentales y la
dignidad humana. Tras verificar la tipicidad de la conducta, se procede a analizar su
antijuridicidad, la cual implica una contradicción con las normas jurídicas establecidas. Este
concepto se basa en el desvalor de resultado, que puede ser formal o material, dependiendo de si
se infringe la ley o si se lesiona o pone en peligro un bien jurídico protegido.
El artículo 11 del Código Penal colombiano del año 2000 establece que una conducta típica
será punible si lesiona o pone en peligro un bien jurídico tutelado por la ley penal, sin justa
causa. Esta disposición refleja una concepción dual de la antijuridicidad, que incluye tanto su
aspecto formal como material.
Aunque la antijuridicidad no está expresamente regulada a nivel constitucional, la Corte

Constitucional ha establecido que guarda una estrecha conexión con el principio de
proporcionalidad, derivado de los postulados del Estado Social de Derecho y otros principios
constitucionales. Según este principio, la restricción de derechos fundamentales solo está
justificada cuando se protegen bienes jurídicos realmente amenazados, lo que se traduce en la
necesidad de verificar un daño efectivo a los derechos protegidos y no simplemente una
intención considerada lesiva.
En el contexto del Derecho Penal colombiano, la antijuridicidad se encuentra regulada en el

artículo 17 de la Ley 1407 de 2010, donde se establece que toda conducta típica será punible si
lesiona o pone en peligro, sin justa causa, un bien jurídico protegido por la ley penal. Este marco
legal permite discernir entre la antijuridicidad formal, que hace referencia a la infracción de la
norma en sí misma, y la antijuridicidad material, que considera la afectación de los bienes
5
jurídicos protegidos.
Es importante señalar que existen causales de ausencia de responsabilidad penal que

representan excepciones a la antijuridicidad, como el error invencible de la licitud de la
conducta y el error vencible, que permite la rebaja de la pena. Asimismo, la conciencia de
antijuridicidad se establece cuando una persona tiene conocimiento razonable de la conducta
injusta.
Las causales de justificación, por otro lado, incluyen situaciones como la legítima defensa, el
estado de necesidad y el cumplimiento de un deber. Estas causales están respaldadas por un
conjunto de elementos que configuran las circunstancias que justifican la conducta.
6
CONCLUSIONES
1. La antijuridicidad representa un pilar fundamental en la determinación de la

responsabilidad penal en Colombia. Esta noción implica la contradicción entre la conducta
realizada y las normas jurídicas establecidas, siendo esencial para discernir cuándo una
acción constituye un delito. Su análisis detallado y su comprensión son cruciales para
garantizar una correcta aplicación del Derecho Penal, contribuyendo así a la convivencia
pacífica y al orden social.
2. La legislación colombiana reconoce una concepción dual de la antijuridicidad, que abarca
tanto su aspecto formal como material. Mientras que la antijuridicidad formal se refiere a la
infracción de la norma en sí misma, la antijuridicidad material considera la afectación de
los bienes jurídicos protegidos. Esta distinción es fundamental para entender las causas de
exclusión de la antijuridicidad y para determinar la responsabilidad penal de un individuo
de manera precisa.
3.

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El concepto de antijuridicidad en el Derecho Penal colombiano se enmarca en un sistema

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