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Análisis El Túnel y Cuentos de Onetti

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La novela psicológica en la literatura latinoamericana.

INSTITUTO DE FORMACIÓN DOCENTE N° 7

Carrera: Profesorado de educación secundaria en lengua y literatura.

Espacio curricular: Literatura argentina y latinoamericana y su enseñanza II.

Profesora: Silvina Herrera.

Alumna: Valeria Anahí Alomo.

Curso: 4to

Año: 2022.
La novela psicológica en América Latina.

La novela psicológica nace de la sensibilidad de algunos escritores capaces de comprender la


importancia de las emociones humanas y su posterior conjunción con las contribuciones de la
psicología y el psicoanálisis. Se concentra en la vida interior de los personajes, enfatiza sus
inquietudes, sentimientos, temores, pasiones o conflictos. Caracteriza internamente a sus
personajes en forma compleja, con rasgos ambivalentes o incluso contradictorios, que se van
modificando en el devenir de su historia, sus motivos y circunstancias. Su mayor desarrollo se
produjo en Europa en los siglos XIX y XX, con algunos autores relevantes en Estados Unidos y
Japón.

Las novelas incluyen descripciones de los escenarios en que se desarrolla la acción, así como de
los personajes que las realizan, sus interacciones, sus diálogos, en un tiempo y espacio
determinados. Estas obras narran la conducta externa de los personas en acción, a veces con
referencia a sus pensamientos, características psicológicas o sus estados de ánimo, agregados por
el escritor o expresados en diálogos. En cambio, la novela psicológica se concentra en la vida
interior de los personajes, puede aludir a sus pensamientos, pero enfatiza sus inquietudes,
emociones, sentimientos, temores, pasiones o conflictos.

Según Álamo “este tipo de novela caracteriza internamente a sus personajes en forma compleja,
con rasgos ambivalentes o incluso contradictorios, que se van modificando en el devenir de su
historia, sus motivos y circunstancias”. No los presenta como encarnaciones del bien o del mal,
sino como integrantes de una humanidad, caracterizada por distintas combinaciones de estos dos
principios. Incluso puede recurrir a situaciones extremas en que se exacerben las características
psicológicas y conductas de sus personajes. En consecuencia, aunque siempre existe algún nivel
de acción, este se reduce notoriamente para profundizar en la introspección.

Este tipo de novela emplea distintos tipos de narradores “desde un narrador omnisciente que
relata la historia en tercera persona hasta el narrador-personaje o diegético, utilizando la primera
persona”. También puede intercalar capítulos relatados en primera persona y en tercera persona,
o capítulos narrados por distintos personajes que pueden contar los mismos hechos pero con
información y opiniones distintas (polifonía). Esta estructura narrativa se combina con la
utilización de diferentes tiempos verbales: se puede narrar algo que ya ha pasado o recurrir al
orden presente para aumentar el efecto de lo relatado. En algunos casos puede haber un salto
hacia los recuerdos (flash back) o hacia el futuro (flash forward) y alternarse capítulos en presente
y otros referidos al pasado.

Origen y evolución de la novela psicológica.

El apogeo de la novela psicológica se produce en la primera mitad del siglo XX, especialmente
después de la publicación de La interpretación de los sueños (1900) y otras obras de Sigmund
Freud, Karl Jung.

Los trabajos latinoamericanos.

El siglo XIX latinoamericano se caracteriza por las luchas de independencia y los intentos de
reorganización nacionales en un clima de inestabilidad política y económica. Recién hacia la
segunda mitad de identifica la aparición tardía de novelas que responden a un desarrollo
económico social y cultural centrado en la burguesía ascendente y dependiente de Europa.

Los orígenes de la novela psicológica en América Latina podemos encontrarlos desde el


modernismo, particularmente desde la única novela que escribiera, en México, Manuel Gutiérrez
Nájera, Por donde se sube al cielo, en ella se encuentran características propias de este tipo de
novela como la importancia de la emoción, la complejidad de su personaje principal (contradicción
interna, angustia existencial, neurosis), el tiempo narrativo no lineal, el final abierto y el empleo de
la introspección y el monólogo interior.

Durante la mitad del siglo XX aumentan las novelas de contenido psicológico producidas en
Iberoamérica, como Los hombres del Hombre de Barrios. Destaca la visión existencialista del
escritor argentina Ernesto Sábato, que en El Túnel (1948) cuenta la historia de un personaje
obsesivo y paranoico, que merece el reconocimiento de Albert Camus.

Tres nuevas contribuciones mexicanas son dignas de mención en la construcción psicológica de


sus personajes. La primera, Pedro Páramo, corresponde Juan Rulfo. Se trata de una novela que ha
sido difícil de categorizar por su complejidad, que si bien no podemos calificarla como novela
psicológica, presenta elementos de esta.

Juan Carlos Onetti, en su narrativa de frases complejas retrata tanto la escena como el ánimo de
los personajes (especialmente los masculinos) a través de diálogos internos, sus reflexiones y
emociones, siempre interpretador por el narrador. Este, en tercera persona, aparece a veces como
testigo, otras como conciencia colectiva y a menudo induciendo en el lector un cansancio similar al
vivido por los personajes en su decadencia, aferrados a su odio o su locura en un ambiente sin
esperanzas.

Ernesto Sábato y Juan Carlos Onetti como representantes de la novela psicológica.

 Ernesto Sábato.
Nació en Rojas, Argentina el 24 de junio de 1911. Escritor, pintor, físico e intelectual argentino que
destaco como uno de los autores fundamentales de la literatura. Destacan sus obras: El Túnel,
Abaddón el Exterminador y Sobre Héroes y Tumbas.

En 1929 inició estudios en física y matemáticas en la Universidad de la Plata. En 1938 se doctoró


en física en esta universidad. Se desempeñó como científico- investigador en Paris. Aunque tuvo
una prometedora carrera; su relación con los surrealistas, en especial con André Breton, lo animó
a centrarse en la literatura.
En 1945, publico Uno y el Universo. En esta obra, critico el reduccionismo científico y la
deshumanización de la ciencia. Acuso a la ciencia de amoral y de “Llevaría al mundo hacia el
desastre”.
Estas reflexiones y una crisis existencial y vocacional lo llevaron definitivamente a dedicarse a la
literatura. En 1948, publico El Túnel, obra que fue llevada al cine (1952). Esta novela le produjo
gran popularidad mundial. Incluso, Albert Camus alabó dicha novela, enmarcada en el
existencialismo.
Tras una serie de ensayos, su siguiente novela, Sobre Héroes y Tumbas vio la luz en 1961. Dicha
novela no solo es considerada una de las grandes obras literarias del siglo XX, sino que de esta
forma Sábato se sumó al llamado boom latinoamericano, junto a escritores de la talla de Julio
Cortázar, Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, entre otros.
En 1974, publicó Abaddón el Exterminador. En dicha obra entre otros aspectos abordo la historia
argentina, centrándose en temas como la desaparición forzada y las torturas de los militares.
Desde 1970, el papel de Ernesto Sábato fue el de una conciencia moral para los argentinos. No
dudo en calificar esa época como sombría, por cuenta de la dictadura militar y los crímenes
cometidos por estos. En 1983, el presidente Raúl Alfonsín lo nombro presidente de la Comisión
Nacional sobre la Desaparición de Personas. Al año siguiente entregó el informe al presidente
Alfonsín, dicho informe de 50 mil páginas sobre los desaparecidos fue llamado El informe Sábato.
Tras finalizarlo, el escritor dijo: “He estado en el infierno”.
En 1984 recibió el premio Cervantes. Aunque escribió varios ensayos no volvió a escribir ninguna
novela. Se dedicó a otra de sus pasiones, la pintura. Sus últimos años sufrió de un grave problema
de visión.
Ernesto Sábato murió el 30 de abril de 2011, en la población Argentina de Santos Lugares, donde
vivió gran parte de su vida.
 Juan Carlos Onetti.
Nació en Uruguay. Fue un novelista, galardonado con el Premio Nacional de Literatura en 1963 y
el Premio Cervantes en 1980. Además de escribir narrativa, ha contribuido con numerosas e
interesantes obras a la crítica literaria.
Nació en Montevideo, no pudo terminar los estudios secundarios por una huelga general y
comenzó a trabajar en diferentes empleos. En 1930 se casó se marcharon a vivir a Buenos Aires,
donde publicó algunas críticas cinematográficas.
En 1934 regresó a Montevideo, donde se casó en segundas nupcias con la hermana de su primera
esposa. En 1935 La Nación de Buenos Aires publicó los cuentos El obstáculo y El posible Baldi. En
1939 fue nombrado secretario de redacción del prestigioso semanario Marcha, en donde publicó
semanalmente una columna literaria hasta 1941.
Después de publicar su primera novela, El pozo (1939), cifra de toda su obra posterior,
desempeñó una gran variedad de trabajos en la Universidad en Buenos Aires.
En 1974, cuando se instauró la dictadura militar, fue encarcelado entre los meses de enero y
mayo. Este hecho transformó su vida, y a la salida de la cárcel marchó al exilió en España, donde
vivió hasta su muerte.
El tema unificador de toda su obra es la corrupción de la sociedad, sus efectos sobre el individuo y
las dificultades para encontrar una respuesta adecuada a ella. Dos grandes escritores, el mexicano
Carlos Fuentes y el peruano Mario Vargas Llosa, le consideran el iniciador de la novela
contemporánea latinoamericana.
El tema único de Onetti es el del hombre que persigue una ilusión a sabiendas de que lo es y que
además es absurda. A Onetti se le considera el escritor de la angustia, con claras influencias de
Dostoievski, Conrad, Faulkner e incluso Roberto Arlt. Su lenguaje es opaco, denso e indirecto. Con
estos antecedentes crea un mundo propio con unos personajes que retoma una y otra vez siempre
empeñados en proyectos sin sentido.
El estilo de Onetti se estira como una madeja, frase alargada que nos va envolviendo como un
pulpo gigante.
La obra literaria de Onetti, fuera de su poderosa originalidad, debe mucho a dos raíces distintas.
La primera nace en su admiración por la obra de William Faulkner. Como él, crea un mundo
autónomo, cuyo centro es la inexistente ciudad de Santa María. La segunda raíz es el
existencialismo: una angustia profunda se encuentra enterrada en cada uno de sus escritos,
siempre íntimos y desesperanzados. El ciclo de Santa María empieza en 1950, cuando aparece La
vida breve, que junto con El astillero y Juntacadáveres conforman una suerte de trilogía.
El existencialismo como eje central de la narrativa de Sábato y Onetti.
La novela de Ernesto Sábato (El Túnel) y los cuentos de Juan Carlos Onetti (El infierno tan temido,
El posible Baldi, Bienvenido Bob, Maldita primavera y Mañana será otro día) tienen, como se ha
mencionado anteriormente, características pertenecientes a la novela psicológica porque abordan
la introspección de los personajes, es decir, su vida interior.
Estas obras literarias se encuentran entrelazadas además por los rasgos existencialistas que
presentan. La selección de este eje responde a que nos permite realizar una interpretación
profunda de la obra y entender estos personajes enigmáticos que nos presentan. Sin embargo,
antes que nada es importante definir qué es el existencialismo y abordar sus características.
El existencialismo es una corriente filosófica que surgió en el siglo XIX y XX en Europa. Con una
base reflexiva sobre la libertad individual y la existencia concreta de los seres humanos. Presenta
las siguientes características:
 El hombre es libre.
 La existencia es la fuente de la vida y toda reflexión filosófica.
 Las sensaciones como la angustia, en el existencialismo, son claves para la comprensión de
la realidad y son el fundamento para el desarrollo de la existencia.
 Entiende la existencia como una proyección que está siempre en movimiento.
Estas obras tienen como tema común: la angustia del ser humano. Indagan aspectos como la
soledad, el destino, la muerte, etc.
El elemento existencial en la narrativa de Sábato.
Para comenzar en análisis de las obras literarias es necesario desarrollar los elementos propios del
existencialismo que se encuentran presentes en la narrativa de los autores:
El amor: Se presenta como una salvación para todos sus fantasmas. No hay que olvidar que son
hombres atormentados, angustiados, desesperados, etc. ante un contexto poco favorable para
ellos. El inicio de la desesperación es el instante en que la propia existencia depende de la vida
ajena.
El amor no es el prototípico de la novela romántico porque tiene matices negativos. Lo que
sobresale en que este “amor de dos” es siempre la perspectiva del hombre, es él quien inicia y
termina el acto de amor. Mientras que la mujer es la salvación, la huida.
El amor se presenta como salvación y como fin de la soledad: una soledad que es intrínseca al ser
humano y no termina nunca.
El Túnel nos presenta un protagonista masculino llamado Juan Pablo Castel, el pintor que asesina
a María Iribarne, quien cuenta con características que lo asemejan a los hombres que concibe el
existencialismo. Es una persona atormentada por la soledad y el sentimiento de no sentirse parte
de la sociedad, de hecho siente rechazo por ella:
“Aun cuando se imagina que no existe en absoluto, se la descubre de pronto en su forma más
sutil: la vanidad de la modestia. ¡Cuántas veces tropezamos con esa clase de individuos! Hasta un
hombre, real o simbólico, como Cristo, pronunció palabras sugeridas por la vanidad o al menos por
la soberbia. (…)
La vanidad se encuentra en los lugares más inesperados: al lado de la bondad, de la abnegación,
de la generosidad”. Página 8.

Castel pone en duda no solo los valores de la sociedad, sino también a Cristo, teniendo en cuenta
las corrientes del existencialismo, es importante recordar que se presenta como un
cuestionamiento a la concepción de la religión y a Dios.
Como se ha mencionado anteriormente, es una persona solitaria e incomprendida. Esto comienza
a cambiar cuando conoce a María en la exposición y la encuentra mirando un detalle particular de
su pintura:

“En el Salón de Primavera de 1946 presenté un cuadro llamado Maternidad. (…) arriba, a la
izquierda, a través de una ventanita, se veía una escena pequeña y remota: una playa solitaria y
una mujer que miraba el mar. (…) Nadie se fijó en esta escena; pasaban la mirada por encima,
como por algo secundario, probablemente decorativo. Con excepción de una sola persona, nadie
pareció comprender que esa escena constituía algo esencial. Fue el día de la inauguración. Una
muchacha desconocida estuvo mucho tiempo delante de mi cuadro sin dar importancia, en
apariencia, a la de la ventana y mientras lo hacía tuve la seguridad de que estaba aislada del
mundo entero; no vio ni oyó a la gente que pasaba o se detenía frente a mi tela. La observé todo
el tiempo con ansiedad. Después desapareció en la multitud, mientras yo vacilaba entre un miedo
invencible y un angustioso deseo de llamarla”. Página 11.

Juan Pablo Castel encuentra en María Iribarne una especie de escape, de salvación de su soledad.
Esto provoca en él tanto curiosidad por conocerla como incertidumbre por la necesidad que
comienza a sentir de encontrase con ella. Podemos inferir que es ese el momento en que
comienza su obsesión por ella mediante las acciones que le siguen a ese encuentro: que sería el
vagar durante días por las calles en su búsqueda, hasta encontrarla en el edificio de la Compañía T.
El amor que surge entre estos personajes es más una obsesión por parte de Juan Pablo,
extendiéndose hasta el punto de la manipulación, la creación de escenarios ficticios en su mente y
demás rasgos de una actitud negativa.
Otra de las características del amor existencialista es que es el hombre quien decide cuando inicia
y finaliza ese “amor”. Juan Pablo Castel le da inicio cuando sale en su búsqueda y no frena hasta
conseguir entablar dialogo con ella y lo da por finalizado cuando siente que ella ama a otra
persona en su descubrimiento del amor secreto con Hunter, dando lugar al asesinato posterior.

“-¿Qué va a hacer, Juan Pablo?


Poniendo mi mano izquierda sobre sus cabellos, respondí:
-Tengo que matarte, María. Me has dejado solo.
Entonces, llorando, le clavé el cuchillo en el pecho”. Página 109.

Castel decide darle fin a sus sentimientos cuando percibe que María ya no corresponde a su amor
y la culpabilizada podríamos decir que por no haberlo rescatado de su soledad. Sin embargo,
nunca se siente culpable por haber cometido ese delito.

La angustia: El personaje se presenta como ser individual y eso lo llevaba a la incomunicación con
el resto de los personajes. Es un ser angustiado que se encierra en sí mismo, no deja que nadie le
perturbe la estabilidad emocional.
El personaje de El Túnel afirma que desde niño se había sentido incomprendido por los demás:
“Un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi
juventud, toda mi vida. Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a
esta muchacha y había creído ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al mío, cuando en
realidad pertenecía al ancho mundo, al mundo sin límites de los que no viven en túneles”. Página
109.

Encuentra en María la comprensión que necesita porque solo ella era capaz de ver el mundo a
través de sus ojos.

El destino fatal: El cambio del estado mental es frecuente y va acompañado de sentimientos


efímeros como rabia, tristeza o amor. Son seres impulsivos y no aceptan el carpe diem y
pretenden unirse rápido a su amada. En la búsqueda del ser amado su vida comienza a truncarse.
La soledad es un estado de reflexión.
Juan Pablo se caracteriza precisamente como un ser impulsivo que sale en búsqueda de María
porque considera que solo ella puede comprender su arte y su forma de ver el mundo.
“Las horas que pasamos en el taller son horas que nunca olvidaré. Mis sentimientos, durante todo
ese período, oscilaron entre el amor más puro y el odio más desenfrenado, ante las
contradicciones y las inexplicables actitudes de María; de pronto me acometía la duda de que todo
era fingido”. Página 54

Sin embargo, ese amor que siente va perturbando su mente cada día un poco más, llevándolo a
construir escenas en su mente y perder la razón hasta concluir con el asesinato.

El existencialismo en la narrativa de Onetti.


Es necesario analizar los cuentos de Juan Carlos Onetti a partir de la visión existencialista porque
es un discurso que sobrepasa los límites del mundo literario y aborda temáticas universales y
eternas:
 El infierno tan temido.
Este cuento que pertenece al género negro por ser un relato cruel, pesimista y escandaloso, nos
muestra una cara oculta de la vida tratando un tema universal y eterno como es la existencia
humana como infierno (refiriéndose a la tortura) y la necesidad de tener una razón de ser, es
decir, de buscar algo que le dé sentido a la existencia.
Como se ha mencionado previamente, uno de los rasgos fundamentales del existencialismo es
buscar una escapatoria; unos lo hacen hacia el placer brutal porque piensan que su vida no tiene
sentido. Esto es lo que sucede con el personaje de Gracia César, quien busca huir de la sensación
de soledad y la separación mediante las fotos sexuales que le envía a Risso. Debemos recordar que
la separación deviene de una infidelidad, quizás el motivo de las fotos sea la imposibilidad de vivir
sin él y además su matrimonio desde el inicio auguraba infelicidad y corta duración:

“Se casaron, Risso creyó que bastaba con seguir viviendo como siempre, pero dedicandole a ella,
sin pensar, sin pensar en ella, la furio de su cuerpo, la enloquecida necesidad de absolutos que lo
poseia durante las noches alargadas.
Ella imaginó en Risso un puente, una salida, un principio”. Página 2.
A raiz de eso podemos deducir que fue más que nada pasión y necesidad que amor lo que
imperaba en su relación. Y cuando esto llega a su final, ambos personajes se encuentran
desorientados y sin razón de existir, en Gracia provoca la sed de venganza mediante las cartas con
las fotografias y en Risso el condenarse a la monotonia y la soledad.
“En la fotografía la mujer sin cabeza clavaba ostentosamente los talones en un borde de diván,
aguardaba la impaciencia del hombre oscuro, agigantado por el inevitable primer plano, estaría
segura de que no era necesario mostrar la cara para ser reconocida”. Página 3.
El sufrimiento de los personajes es lo que provoca que no vivan, sino que sobrevivan. Y ante ese
dolor desean que todo acabe, manifestándose en el suicidio de Risso quien precisamente busca el
final quitándose la vida y con la intención de que su hija no se dé cuenta de lo que estaba
sucediendo con su ex esposa.
“Estoy solo y me estoy muriendo de frío en una pensión de la calle Piedras, en Santa María, en
cualquier madrugada, solo y arrepentido en mi soledad como si la hubiera buscado, orgulloso
como si la hubiera merecido”.
El fundamento del cuento es mostrar lo absurdo de la existencia humana manifestada a través de
personajes cotidianos inmersos en una vida sin sentido, expuestos a situaciones insólitas y a
circunstancias difíciles de enfrentar e imposibles de cambiar.
En lo que respecta al suicidio el existencialismo lo concibe un como método de liberación del
sufrimiento. Risso decide terminar con la tortura de la existencia de una vez por todas. Es decir, él
no puede vivir con la vergüenza que le provoca Gracia pero tampoco puede vivir sin su amor
lujurioso. Pero con el suicidio no representa negarse a existir por falta de voluntad sino que es una
decisión que requiere de una fuerza y voluntad inmensa.
 El posible Baldi.
En el cuento de Onetti, el elemento existencial es la exploración de la identidad, la soledad y la
búsqueda de significado en un mundo desencantado. La historia del protagonista refleja la lucha
con la propia existencia, la confrontación con la realidad y la necesidad de encontrar un propósito
en un entorno desolado y confuso. La alienación, la introspección y la búsqueda de sentido son
temas recurrentes que delinean la naturaleza existencial de la obra.
Onetti nos presenta a Baldi, un personaje consumido por la rutina que un día recibe una
remuneración importante y va en busca de su amada “Nené” para darle la noticia, sin embargo en
sus descripciones se puede apreciar la monotonía:
“Baldi se detuvo en la isla de cemento que costeaban veloces los vehículos, esperando la pitada
del agente, mancha oscura sobre la alta garita blanca”. Página 9.
Su vida da un giro inesperado cuando se encuentra en la calle con una mujer con la que cruzaron
miradas, luego un hombre la perseguía y él lo ahuyenta. Esta situación da pie para que se
produzca un dialogo con esa mujer.
El autor nos muestra un hombre alienado, es decir, que ha perdido su identidad o personalidad y
se concibe como una persona que no tiene nada interesante que contarle respecto a su vida, por
eso decide inventarse una personalidad y aventuras que nunca ha vivido.
Por otro lado, es una persona consumida por la rutina, la planificación y eso se percibe
precisamente en el inicio cuando tiene planeado cada minuto de lo que hará a la salida del trabajo:
“Seguro frente al problema de la noche, ya resuelto por medio de la peluquería, la comida, la
función de cinematógrafo con Nené”. Página 9.
La idea de “lo previsible” surge de la repetitividad en la vida de Baldi, en el sentido de una
estructura que reitera las conductas, transformándolas en rituales vaciados de sentido,
originalidad y sorpresa.
La llegada de la mujer y el librarla de algo grave se vuelve una ruptura de esa cotidianeidad y
surge la necesidad de imaginar un “otro” con el objetivo de agradar a la mujer:
“— ¿Conoce Sur África?
— ¿África?
—Sí, África del Sur, Colonia del Cabo. El Transvaal.
—No. ¿Es... muy lejos, verdad? (…)
— ¿Y qué hacía allí?
—Un oficio extraño. Verdaderamente, no necesitaba saber idiomas para desempeñarme (…)”
“—No necesitaba saber inglés, porque las balas hablan una lengua universal. En Transvaal,
África del Sur, me dedicaba a cazar negros.
No había comprendido, porque sonrió parpadeando:
—¿A cazar negros? ¿Hombres negros? (…)
-—Sí, un puesto de responsabilidad. Guardián en las minas de diamantes” Página 14.
El Baldi inventado realiza cosas que el verdadero no se atrevería ni hubiese podido vivir nunca
porque se encuentra inmerso en su trabajo de abogado, el regreso a casa y la compañía de Nené.
Por otro lado, respecto a que en el existencialismo es el hombre quien decide cuándo comienza y
finaliza ese “amor”, en este caso es siempre él quien tiene la palabra y ella simplemente oye su
farsa. Sin embargo, fue ella quien decidió hablar con él. De todos modos, es el quien tiene dominio
de la situación.
Podemos decir que Baldi real siente cierto grado de celos de Baldi inventado por atreverse a vivir
cosas que nunca hubiese vivido él y en su afán de agradar termina obteniendo la conclusión de
que “la vida es lo que no puede hacerse en compañía de mujeres fieles y hombres sensatos”.
Para finalizar, teniendo en cuenta los escenarios en que suceden los cuentos de Onetti, debemos
considerar que Santa María es el lugar en el que estos habitan extraviados en el desamparo que
rara vez les proporciona salidas felices: es un universo demasiado real y termina, fuerte y
agridulce, ambiguo como la vida misma.
Este lugar es creado por el autor para mostrar la cara de la humanidad que la mayoría de las
personas busca ocultar que es esa naturaleza vez bestial que nos invade en momentos de
sufrimiento.

 Mañana será otro día.


En este cuento, el personaje Aránzuru, se cuestiona acerca de su identidad. Frente a un espejo
observa sus rasgos faciales quizás cuestionándose acerca del paso del tiempo:
Mientras se afeitaba, medio enfermo de sueño por haber dormido poco, se interrumpió para
mirar fijamente el espejo. La cara sin arrugas pero con la carne floja bajo el mentón; las sienes con
el pelo gris y mal cortado; los ojos sin brillo donde la curiosidad estaba muriendo; los labios aún
rojos terminando con brusquedad en caídas amargas. No encontraba huellas del alcohol de la
noche anterior” Página 332.
La identidad alienada y la búsqueda de sentido de la existencia se hace presente nuevamente en
la historia porque se encuentra a la espera de una mujer que había sido su amante años atrás. Esto
quiere decir que nuevamente el amor negativo que plantea el existencialismo, en el cuento
Aránzuru tenía una vida rutinaria y monótona que cambia con la llegada de Helga, inclusive hasta
en la comida porque ella está preparando la cena mientras él recuerdo que solamente almuerza.
Entonces ese “amor” llega para darle momentáneamente un sentido a su existencia y Helga es
precisamente eso, una salvación:

“Hundir la cabeza en la abertura de la ventana, ver y respirar la primavera y pensar en un verso


anónimo, en una imprecación: «Por qué habrás vuelto maldita primavera»”. Página 331

Como bien sabemos, durante la primavera retornan los colores a la naturaleza, las plantas
reverdecen y las flores surgen dándole un aroma especial a cada día; a partir de ese “¿Por qué
habrás vuelto maldita primavera?” interpretamos que Helga es una persona que regresa a su vida
de tiempo en tiempo dándole a su amargada vida un poco de felicidad pero siempre es algo
pasajero.
Hacia el final se descubre la verdadera intención de Helga que es conseguir dinero para satisfacer
sus deseos personales, él siempre lo supo y de todos modos aceptaba esos instantes de felicidad
para salir de su cotidianeidad.

 Mañana será otro día.

Esta historia también nos muestra un personaje llamado “La Sonia” ahogado en la rutina y sin una
razón de existir:
“Las luces de la ciudad comenzaban a encenderse. Empezaba la noche y respirando el aroma
tristón de su abrigo mojado, la Sonia pensó que también empezaba la esperanza. Sonrió, sin creer
de verdad, como una niña a la que le recitaban un cuento ya oído e inverosímil”. Página 303

Intenta darse a sí misma un poco de esperanzas para afrontar la vida nocturna a la que se
encuentra condenada por la falta de un empleo bien remunerado. Ella y su acompañante no están
atravesando un buen momento económico:

“—¿Cómo te fue?
—Como la mierda, nena. Estoy hambriento. Creo que teníamos una lata de sardinas y quedó pan
del desayuno”. Página 303

Por último, la escena del espejo se repite al igual que en “Maldita primavera”, La Sonia se
cuestiona su identidad frente al espejo donde le permite descubrir al lector su género. El autor
aborda esta temática de la transexualidad y la prostitución con personajes que se sienten
desolados por la sensación de soledad en conjunto con el rechazo por parte de las personas.

En conclusión, el arduo trabajo de estos autores nos intenta mostrar una perspectiva diferente de
la condición humana y nos invita a reflexionar acerca de nuestra existencia. A través de los
personajes como Juan Pablo Castel, Baldi, Bob podemos entender un poco más la compleja
psicología del ser humano y comprender los sentimientos negativos tanto de ellos como nuestros.
Onetti mediante sus escenarios desolados nos estimula a pensar en lo influyente que resulta el
entorno para nuestras emociones y a buscarnos a nosotros mismos.
Luego de una lectura reflexiva uno puede comprender porque tanto El Túnel como los diversos
cuentos de Juan Carlos Onetti son tan significativos para la literatura latinoamericana.

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