Medio Interno
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Medio Interno
Es el equilibrio que se produce entre los iones que pueden atravesar la membrana y los
que no son capaces de hacerlo. Las composiciones en el equilibrio se ven determinadas
tanto por las concentraciones de los iones como por sus cargas.
Fundamentación
Cuando partículas de gran tamaño cargadas eléctricamente, como las proteínas, que no se
difunden a través de una membrana semipermeable están presentes en un
compartimento fluido como el vascular, atraen los iones cargados positivamente y repelen
los iones cargados negativamente (tal y como aparece en la figura). Como consecuencia
de ello, se establece un gradiente eléctrico y sendos gradientes de concentración de los
iones, estos dos últimos iguales y de signo opuesto. En el equilibrio, los productos de las
concentraciones iónicas de cada lado de la membrana son iguales. En consecuencia, la
concentración de partículas es desigual a ambos lados de la membrana y se establece un
gradiente osmótico en dirección hacia el compartimiento que contiene las proteínas. Esta
presión osmótica en el equilibrio de Gibbs-Donnan es de unos 6-7 mm de Hg. El efecto de
Donnan sobre la distribución de los iones difusibles es importante en el organismo a causa
de la presencia en las células y en el plasma.
Se basa en que a un lado de la membrana hay que "aplicar" una disolución "por ejemplo"
cloruro sódico y al otro lado de la membrana un electrólito cargado negativamente, los
iones que son de signo contrario pasan a través de la membrana, y los iones de cloruro y
de sodio pasan sin ninguna dificultad por la membrana, los iones de las partículas
aniónicas no pasan teniendo un equilibrio a lo largo de la membrana, como existe un
equilibrio los volúmenes en la disolución a ambos lados de la membrana son idénticos, la
actividad o concentración del cloruro sódico es la misma, por lo tanto, obedece al
principio de tendencias de escape.
Transporte de Membrana
Receptores de la vasopresina
Existen al menos tres clases de receptores de vasopresina: V1A, V1B y V2 . Todos están acoplados
a la proteína G. Los receptores V1A y V1B actúan a través de la hidrólisis del fosfatidilinositol para
aumentar la concentración intracelular de iones calcio (Ca2+). Los receptores V2 ejercen su acción
a través de proteínas G estimuladoras(Gs ) para elevar las concentraciones de 3’,5’-monofosfato
de adenosina cíclico (cAMP).
METABOLISMO L
a vasopresina de la circulación es inactivada con rapidez, principalmente en hígado y riñones; tiene
una semivida biológica de casi 18 min en el ser humano.
CONTROL DE LA SECRECIÓN DE VASOPRESINA:
ESTÍMULOS OSMÓTICOS La vasopresina se almacena en la neurohipófisis y es liberada hacia la
circulación sanguínea por impulsos de las fibras nerviosas que contienen la hormona. Los factores
que afectan su secreción se resumen en el cuadro 38-1. Cuando aumenta la presión osmótica
efectiva del plasma por encima de lo normal de 285 mosm/kg, la velocidad de descarga de estas
neuronas aumenta y se incrementa la secreción de vasopresina (fi g. 38-2). A una osmolalidad de
285 mosm/kg, la vasopresina plasmática se encuentra en los límites de la detección mediante los
análisis disponibles, pero probablemente ocurre mayor disminución cuando la osmolalidad
plasmática baja de este valor. La secreción de vasopresina es regulada por los osmorreceptores
situados en la porción anterior del hipotálamo. Estos se encuentran fuera de la barrera
hematoencefálica y al parecer se hallan en los órganos circunventriculares, principalmente el
órgano vasculoso de la lámina terminal (OVLT) (véase cap. 33). El umbral osmótico para la sed (fi g.
38-1) es el mismo o levemente más elevado que el umbral para la mayor secreción de vasopresina
(fi g. 38-2) y todavía es dudoso si los mismos osmorreceptores median los dos efectos. Así, la
secreción de vasopresina es controlada por un mecanismo de retroalimentación delicado, el cual
opera de continuo para conservar la osmolalidad del plasma. Se presentan cambios importantes
en la secreción cuando la osmolalidad se modifi ca en un mínimo de 1%. De esta manera, la
osmolalidad del plasma en los individuos normales se mantiene muy cerca de 285 mosm/L.
CONSECUENCIAS CLÍNICAS
En diversos estados clínicos, el volumen y otros estímulos no osmóticos infl uyen en el control
osmótico de la secreción de vasopresina. Por ejemplo, los pacientes que han sido objeto de cirugía
pueden tener concentraciones plasmáticas altas de vasopresina en virtud del dolor y la
hipovolemia, lo cual quizá propicie la aparición de osmolalidad plasmática baja e hiponatremia por
dilución (recuadro clínico 38-1). La diabetes insípida es el síndrome surgido cuando hay defi -
ciencia de vasopresina (diabetes insípida central) o cuando los riñones no reaccionan a la hormona
(diabetes insípida nefrógena). Las causas de defi ciencia de vasopresina son procesos patológicos
que afectan los núcleos supraópticos paraventriculares, el haz hipotalámico hipofisario o la
neurohipófisis. Se ha calculado que 30% de los casos clínicos se deben a lesiones neoplásicas del
hipotálamo, sean primarias o metastásicas; 30% es postraumático; 30% es idiopático y los
restantes se originan de lesiones vasculares, infecciones, enfermedades multiorgánicas, como la
sarcoidosis que afecta al hipotálamo, o mutaciones del gen de la prepropresofisina. La
enfermedad que se presenta después de la resección quirúrgica de la neurohipófisis puede ser
temporal si solo se lesionan los extremos distales de las fi bras supraópticas y paraventriculares, ya
que las fi bras se recuperan, establecen nuevas conexiones vasculares y comienzan de nuevo a
secretar vasopresina. Los síntomas de diabetes insípida comprenden eliminación de grandes
cantidades de orina diluida (poliuria) y consumo de gran cantidad de líquido (polidipsia), siempre y
cuando se mantenga intacto el mecanismo de la sed. La polidipsia conserva sanos a estos
pacientes. Si se deprime la sensación de sed por algún motivo y se reduce la ingestión de líquido
diluido, aquéllos presentan deshidratación, la cual puede ser letal. Otra causa de diabetes insípida
corresponde a la incapacidad de los riñones para responder a la vasopresina (diabetes insípida
nefrógena). Se han descrito dos modalidades de esta enfermedad. En una de ellas, hay una
mutación del gen del receptor de V2, la cual hace que el receptor no responda. Dicho gen se
encuentra en el cromosoma X y, por tanto, este trastorno está ligado a X y su herencia es recesiva
ligada al sexo. En la otra presentación del trastorno, ocurren mutaciones en el gen autosómico de
la acuaporina 2 y se producen variantes no funcionales de estos conductos del agua
ANGIOTENSINÓGENO
METABOLISMO DE LA ANGIOTENSINA II
Hoy en día, es factible inhibir la secreción o los efectos de la renina de diversas maneras. Los
inhibidores de la síntesis de prostaglandina, como la indometacina y los fármacos antagonistas de
los receptores adrenérgicos β, como el propranolol, reducen la renina. El péptido pepstatina y los
inhibidores de renina recién creados, como el enalkiren, impiden que la renina genere
angiotensina I. Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, como captopril y
enalapril, impiden la conversión de angiotensina I en angiotensina II. La saralasina y otros análogos
diversos de la angiotensina II son inhibidores competitivos de la acción de la angiotensina II tanto
en los receptores AT1 como en los AT2. El losartán (DuP753) bloquea de modo selectivo los
receptores AT1, en tanto el PD-123177 y otros fármacos diversos bloquean de manera selectiva los
receptores AT2
ESTRUCTURA
Por algún tiempo se ha propuesto la existencia de diversas hormonas natriuréticas. Dos de estas
son secretadas por el corazón. Las células musculares de las aurículas y, en menor grado, las de los
ventrículos contienen gránulos secretores (fi g. 38-9). Estos últimos incrementan su número
cuando aumenta la ingestión de cloruro de sodio (NaCl) y se expande el ECF, y los extractos de
tejido auricular causan natriuresis. La primera hormona natriurética aislada del corazón fue el
péptido natriurético auricular (ANP), un polipéptido que es un anillo característico de 17
aminoácidos formado por un enlace de disulfuro entre dos cisteínas. La forma circulante de este
polipéptido tiene 28 residuos de aminoácidos. Se forma a partir de una gran molécula precursora
que contiene 151 residuos de aminoácido, entre ellos un péptido de señal de 24 aminoácidos. El
péptido natriurético auricular fue aislado ulteriormente en otros tejidos, como el cerebral, donde
se ha detectado en dos presentaciones que son más pequeñas que el péptido natriurético
auricular presente en la circulación. Se aisló un segundo polipéptido natriurético del cerebro
porcino y se denominó péptido natriurético cerebral (BNP, también conocido como péptido
natriurético de tipo B). Asimismo, este se halla en el cerebro humano, pero en mayor cantidad en
el corazón humano, incluidos los ventrículos. La forma de esta hormona presente en la circulación
sanguínea contiene 32 residuos de aminoácidos. Posee el mismo anillo de 17 miembros que el
ANP, aunque algunos de los residuos de aminoácido del anillo son diferentes. Un tercer miembro
de esta familia ha sido denominado péptido natriurético tipo C (CNP) por cuanto fue el tercero de
la secuencia en aislarse. Contiene 22 residuos de aminoácidos(fi g. 38-11) y también hay una forma
de 53 aminoácidos de mayor peso molecular. El péptido natriurético tipo C se halla en cerebro,
hipófisis, riñones y células endoteliales vasculares.
Sin embargo, hay muy poca cantidad en el corazón y en la circulación sanguínea y al parecer es
sobre todo un mediador paracrino.
Cuando una persona sangra o presenta hipoxia, aumenta la síntesis de hemoglobina, así como la
producción y la liberación de eritrocitos por la médula ósea (eritropoyesis) (véase cap. 31). Por lo
contrario, cuando el volumen globular se incrementa por encima de lo normal a causa de alguna
transfusión, disminuye la actividad eritropoyética de la médula ósea. Estos ajustes son
desencadenados por cambios en la concentración de eritropoyetina en la circulación sanguínea,
una glucoproteína que contiene 165 residuos de aminoácido y cuatro cadenas de oligosacáridos,
las cuales son necesarias para su actividad in vivo. Sus valores sanguíneos aumentan mucho en
caso de anemia (fi g. 38-11). La eritropoyetina incrementa el número de células precursoras
afectadas sensibles a la eritropoyetina en la médula ósea que son convertidas en los precursores
de los hematíes y después en eritrocitos maduros (véase cap. 31). El receptor de eritropoyetina es
una proteína lineal con un dominio transmembranario simple, el cual es un miembro de la
superfamilia de los receptores de citocinas (véase cap. 3). El receptor tiene actividad de
tirosincinasa y activa una cascada de serincinasas y treonincinasas, lo cual impide la apoptosis de
los eritrocitos, así como un mayor crecimiento y desarrollo. El principal sitio de inactivación de la
eritropoyetina es el hígado y la hormona presenta una semivida en la circulación sanguínea de casi
5 h. Sin embargo, el aumento de los eritrocitos de la circulación que desencadena tarda dos a tres
días en aparecer, ya que la maduración del hematíe es un proceso relativamente lento. La pérdida
de una porción incluso pequeña de los residuos de ácido siálico en las fracciones de carbohidratos
que forman parte de la molécula de eritropoyetina, abrevia su semivida a 5 min, volviéndola inefi
caz desde el punto de vista biológico.
ORÍGENES En adultos, casi 85% de la eritropoyetina surge de los riñones y 15% del hígado. Estos
dos órganos contienen el mRNA para la eritropoyetina. Esta última también puede extraerse del
bazo y de las glándulas salivales, pero estos tejidos no contienen el mRNA y, por consiguiente, no
parecen sintetizar la hormona. Cuando se reduce la masa renal en los adultos por alguna
nefropatía o una nefrectomía, el hígado no puede compensar y sobreviene anemia. La
eritropoyetina es generada por las células intersticiales en el lecho de los capilares peritubulares
de los riñones y por los hepatocitos perivenosos. También se elabora en el cerebro, donde ejerce
un efecto protector contra la lesión excitotóxica desencadenada por la hipoxia; así como en el
útero y en los oviductos, donde es inducida por estrógeno y parece mediar la angiogénesis
dependiente de estrógeno. Se ha clonado el gen que codifi ca esta hormona y se cuenta con
eritropoyetina recombinante producida en células animales para utilizarse clínicamente como
epoyetina α. La eritropoyetina recombinante es útil en el tratamiento de la anemia vinculada con
insufi - ciencia renal; 90% de los pacientes con insufi ciencia renal en etapa terminal que se
encuentran en diálisis, tienen anemia como consecuencia de la defi ciencia de eritropoyetina. Esta
hormona también se utiliza para estimular la producción de eritrocitos en los individuos que están
almacenando un suministro de su propia sangre en preparación para transfusiones autólogas
durante operaciones quirúrgicas electivas (véase cap. 31).