Brigido Capitulo VII
Brigido Capitulo VII
Brigido Capitulo VII
Proposición 0:
“Todo poder de violencia simbólica, o sea, todo poder que logra imponer
significaciones e imponerlas como legítimas disimulando las relaciones de
fuerza en que se funda su propia fuerza, añade su fuerza propia, es decir,
propiamente simbólica, a esas relaciones de fuerza” (pág. 44).
La ‘violencia simbólica’ designa un poder de imposición de significados
cuya característica fundamental es que oculta su verdadera naturaleza, es decir, no
aparece como una imposición fundada en relaciones de fuerza en las
cuales unos ejercen poder sobre otros. El concepto de poder en La reproducción
surge de las teoríasde Marx, Webery Durkheim sobre los fundamentos del
poder, en el sentido que contempla elementos de las tres perspectivas,
pero remite fundamentalmente a la concepción de Max Weber. Éste define al
poder como la posibilidad que tiene un actor de imponer su voluntad a
otros, aun a costa de la resistencia de éstos. En la ’violencia
simbólica’ el poder de imposición no aparece como tal, sino que es
aceptado por el receptor de los significados que se imponen, en
virtud de la legitimidad que el receptor le otorga al transmisor. Esta
representación de legitimidad del poder de imposición refuerza y perpetúa
ese poder.
En el caso del sistema educativo, el poder consiste en la
posibilidad que tiene un agente(el docente) de imponer determinados
significados culturales (no cualquier significado) y de imponerlos como
legítimos, a otro agente(el alumno) que no opone resistencia a ello. En
el sistema de enseñanza, este poder de imposición se ejerce de manera
sistemática y duradera por parte de agentes autorizados y especialmente
entrenados por el propiosistema para llevar a cabo la tarea de
imposición. Por su parte, el que recibe la acción, otorga legitimidad al
sistema y sus agentes, de modo que considera que su deber es
obedecer el mandato. Esta representación de legitimidad, que corresponde al
plano simbólico y tiene carácter subjetivo, es lo que facilitay perpetúa las
relaciones de poder que, en el plano objetivo o estructural, son
propiamente relaciones de fuerza. En otras palabras, hay a la vez
una autonomía y una dependencia relativa de las relaciones simbólicas
respecto de las relaciones de fuerza objetivas.
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2. Acción pedagógica y arbitrariedad cultural
La proposición 1 y las que de ella se derivan, hacen alusión a
la acción pedagógica (AP) y la arbitrariedad cultural, que es otro concepto
clave del modelo elaborado por Bourdieu y Passeron. Ambas nociones, la
de violencia simbólica y la de arbitrariedad cultural, son inseparables
puestoque los significados que toda acción pedagógica (AP) intenta inculcar
corresponden a un ‘arbitrario cultural’.
3. Autoridad pedagógica
Las proposiciones de segundo grado se refieren a la autoridad
pedagógica (AuP). Para que el ejercicio de la AP sea eficaz, es decir, consiga
su objeto propio(inculcar significados e inculcarlos como legítimos) deben darse dos
condiciones sociales: por una parte, la AP debe estar dotada de
legitimidad, o sea, debe constituirse como AuP, y por otra, la instancia
encargada de ejercerla debe ser relativamente autónoma de las
relaciones de fuerza que sustentan la AP.