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ACADEMIA VERACRUZANA

DE LAS
LENGUAS INDÍGENAS

ANTOLOGÍA LITERARIA
EN

LENGUAS INDÍGENAS
DEL

ESTADO DE VERACRUZ

PROGRAMA PARA EL DESARROLLO


DE ESCRITORES INDÍGENAS
AVELI
ACADEMIA VERACRUZANA
DE LAS
LENGUAS INDÍGENAS

Lucía Tepole Ortega


Directora General

Jorge Ramírez Soriano


Subdirector de Investigación

Juventina Ortega
Subdirectora de Desarrollo

Luis Alberto Martínez Maldonado


Jefe del Departamento Administrativo
Coordinación General del Proyecto
Rosenda Tlehuactle Sánchez

Revisión y corrección de estilo


Floriberto Vásquez Martínez
Jorge Ramírez Soriano

Consejo Editorial AVELI


Rodolfo Hernández Osorio
Otilio Valencia de la Cruz
Jorge Beltrán Luna
Floriberto Vásquez Martínez
Jorge Ramírez Soriano

Diseño de portada, formación y apoyo técnico


Rosa Irene Rivera Bueyes
Neyda Leonor Guerrero Perdomo

Fotografía Interior
Taller en Pajapan Veracruz
Jorge Ramírez Soriano

D.R. © Antología Literaria en Lenguas


Indígenas del Estado de Veracruz
Rosenda Tlehuactle Sánchez
Coordinadora

D.R. © 2009 Academia Veracruzana de las Lenguas Indígenas


Perú 56, Col. Centro
C. P. 91 000
Xalapa, Veracruz, México
Tel. (228) 8904119 / 20

ISBN:
Primera edición, 2009
Impreso y encuadernado en México
A todos aquellos hermanos indígenas
que con el grafito delinean paisajes
surgidos en el pensamiento y atrapan
sueños con la frágil redecilla tejida con letras
…¡plasmándolos en lienzos de papel!

J.R.S.
Contenido
Agradecimientos 7

Presentación 9

Introducción 13

Tsa jö jmɨɨ li wɨ jmɨɨ / Morir un día cualquiera 15

Esï / Azul 18

Xatatsankgan tumin / Suerte malograda 19

Yelamban / La vida 21

Xtawakgwa chu puskát / La marta y la señora 22

Tsa jï kojtía / Mutación inesperada 26

Ichil k’ank’antuúnil yéetel ich néeno’ob / Entre 27


oros y espejos

Tialo / Ocaso 33

Statu puntsitsa nak kapekga / La leyenda de la 34


vainilla

Kiwi / Árbol 38
Kin papá̛tapala / Nahual 39

Ihlamikilistli / Recuerdo 42

Tsa jni jmi / Huerfanitos 43

Jen anyaki / La tristeza 46

Kochtemikilis / Pesadilla 48

Akgaxanath / Primavera 50

Tsu chicha zabu / Zabu 52

Jujmi siä / Lengua viva 54

Ch’akan / El chénchere 56
7

Agradecimientos
El trabajo desarrollado no fue fácil, pero nos alentó el ambiente
natural de las diferentes geografías donde desarrollamos los talleres.
Por esta razón quiero llevar a cabo un especial reconocimiento a
todas las Autoridades Municipales que amablemente nos prodigaron
atenciones y otorgaron todas las facilidades para llevar a buen
puerto nuestra encomienda.

También quiero hacer extensivo este agradecimiento a los Profesores


de las diferentes regiones por su interés y preocupación para
mejorar sus formas expresivas utilizando el recurso de la escritura,
a nuestros hermanos hablantes de las diferentes lenguas originarias
de los diferentes municipios, al Profr. Juan Manuel Maus Martínez;
Presidente Municipal del H. Ayuntamiento de Tres Valles, al Lic.
Federico Márquez Pérez; Presidente Municipal del H. Ayuntamiento
de Papantla de Olarte, al C. Lorenzo Luís Flores Trujillo; Presidente
Municipal del H. Ayuntamiento de Zongolica, al Ing. Rigoberto
Cocotle Castillo; Presidente Municipal del H. Ayuntamiento de
Tequila, al Lic. Vidal Hernández Martínez; Presidente Municipal
de Pajapan, al C. Martín Nicolás Cruz; Presidente Municipal del
H. Ayuntamiento de Chicontepec, al Profr. Cliserio Canela Valdés;
Secretario del H. Ayuntamiento de Santiago Sochiapan, por su
apoyo, tiempo y preocupación para que los talleres y las propuestas
se realizaran. Sin ellos sería imposible.

Un especial reconocimiento al C. Profr. Cecilio Morales Vásquez,


Jefe del Sector 05 del Subsistema de Educación indígena, quien
no escatima esfuerzo alguno cuando se trata de apoyo institucional
que redunde en beneficio del personal que atiende.

Un especial agradecimiento a los literatos de talla internacional


Jorge Miguel Cocom Pech, poeta Maya y Juan Hernández Ramírez,
poeta Náhuatl del norte del estado de Veracruz, por convidarnos

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


8
de sus saberes y bastas experiencias, alentando siempre a los talleristas
a profundizar en la literatura indígena e hispanoamericana.

Mi profundo agradecimiento a la Lic. Lucia Tepole Ortega, Directora


General de la Academia Veracruzana de las Lenguas Indígenas, por
su apoyo en todo momento, sus orientaciones y recomendaciones.
A mis compañeros de la institución, por el apoyo en la revisión del
material y comentarios acuciosos.

Rosenda Tlehuactle Sánchez

AVELI
9

Presentación Jorge Miguel Cocom Pech


Poeta, narrador y ensayista en lengua maya

Durante las últimas décadas del siglo pasado, en México se inició


un movimiento literario cuya raíz se origina desde nuestras lenguas
y culturas indígenas. Aunque de manera desigual, los hidalgos de
las naciones originarias ofrecieron resistencia militar a la desmedida
ambición de poder y riqueza de los conquistadores, representados
en los capitanes y frailes franciscanos, el proceso de dominación,
-hasta la presente fecha- no logró por completo sepultar los rasgos
identitarios, como la lengua, la herbolaria, la música, el atuendo,
la comida tradicional y las costumbres vernáculas de los pueblos
prehispánicos asentados, ayer y hoy, en el territorio mexicano.

Una de las razones, que no la única, de la permanencia de las


lenguas y culturas vernáculas en el poliédrico rostro intercultural e
indígena de nuestro país, ha sido el que al interior de las familias
tradicionales de origen milenario, y pese a encubiertos procesos de
aculturación, aún se mantengan las huellas de nuestras identidades
milenarias.

El estado de Veracruz, asiento de la cultura olmeca, cuyo registro


histórico de su origen, auge y declinación todavía no pone de
acuerdo a sus investigadores más destacados e ilustres, hasta
nuestros días todavía mantiene vivas a catorce lenguas originarias;
lo que, sin que se admita como una resignación o parálisis porque
es un fenómeno que no solamente ocurre en México, las que menos
se hablan, se encuentran diseminadas en su intrincada e inaccesible
geografía; otras lenguas, como el náhuatl en sus indistintas variantes
dialectales, presentan problemáticas de orden lingüístico, hoy,
atendiéndose por especialistas y profesionales de origen indígena
con formación académica, hace algunas décadas impensable.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


10
Así, en el último lustro del presente siglo y con el establecimiento
de la Academia Veracruzana de las Lenguas Indígenas, hecho que
se concreta con la publicación de su Decreto de creación en la
Gaceta Oficial del Gobierno del Estado el 22 de mayo de 2001, el
rescate, impulso, desarrollo, salvaguarda y difusión de las lenguas
en la entidad, básicamente se sustenta en la promoción, estudio,
fortalecimiento y difusión de las lenguas indígenas que sus hablantes
mantienen vivas en el Estado. Para tal efecto, la institución funda
sus acciones de orden académico y cultural, a partir de los últimos
resultados de la aplicación de las metodologías ligadas a las ciencias
del lenguaje; pero, sobre todo, en disciplinas relacionadas con la
lingüística.

No obstante que la Academia Veracruzana de las Lenguas Indígenas


en la actualidad contribuye a la salvaguarda y preservación de
las identidades de los grupos étnicos en el Estado, entre otros
propósitos y metas de orden cultural y artístico, ha dispuesto la
atención de lo relacionado con la creación literaria, recientemente
traspuesta a la escritura bilingüe por las nuevas generaciones de
hablantes en lenguas indígenas; pero no sólo exclusivamente se
impulsan aspectos lingüísticos y literarios, si no que partir de la
presente administración pública estatal, se ha promovido otras
actividades vinculadas a sus objetivos y metas que le dan sustento,
entre las cuales se encuentran: encuentros académicos relacionados
con la escritura de lenguas indígenas en sus variantes dialectales,
elaboración de alfabetos y vocabularios, talleres de composición
literaria bilingües, diplomado de traducción e interpretación,
destinado a traductores e intérpretes en materia jurídica, traducción
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y
traducción del Himno Nacional en lenguas indígenas habladas en el
estado, entre otras actividades de su vasto programa de trabajo.

Agradezco a la Directora General de la Academia Veracruzana


de las Lenguas Indígenas, Lic Lucía Tepole Ortega, el haberme
concedido la oportunidad de participar en la revisión y reescritura
de los textos de La Antología en Lenguas Indígenas del Estado
de Veracruz; por lo que, leer los relatos y los poemas de mis

AVELI
11
compañeros en lenguas indígenas, ha sido una invaluable ocasión
para conocer y aprender del ingenio y agudeza de lenguas y culturas
originarias que, en nuestro país, apenas se les empieza a oír. Sea,
pues, nuestra palabra literaria, digna huésped en los ojos y en el
alma de sus nuevos lectores.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


13

Introducción
Existen varias razones que nos gustaría compartir como parte
integrante de la Academia Veracruzana de las Lenguas Indígenas
y que van más allá de lo que pudiera ser el sólo la práctica de
la escritura como herramienta comunicativa, más bien, como
una opción para acercar y fomentar la escritura como el Arte
del buen decir en la población hablante de una lengua materna,
mediante el recurso literario de la narrativa o la poesía. Podemos
entonces decir, que nuestro interés se centra, entre otras
vertientes, a poner en práctica la escritura en lengua materna,
mediante una práctica cotidiana y de una manera sistemática.

Los talleres del Programa para el Desarrollo de Escritores Indígenas


se hacen con el propósito de apoyar de forma directa a la población
hablante de una lengua originaria para que puedan contar con
otras herramientas y alternativas de acercamiento a la literatura,
poniendo en práctica el uso de la palabra escrita. También para
compartir, disfrutar y descubrir sus potencialidades literarias con
el fin de retroalimentar su práctica; como resultado de lo que han
vivido en este acto intransferible, único y personal de escribir.

La importancia de este trabajo radica en que marca el inicio de una serie de


encuentros, donde se retoman tradiciones ancestrales, fortaleciéndose
con los trabajos que se realizaron en los talleres impartidos por
el veracruzano, Premio Netzahualcóyotl Juan Hernández Ramírez
y por el reconocido escritor Maya Jorge Miguel Cocom Pech.

En los talleres se hace gala del uso de la lengua materna ya


sea en forma oral o con el apoyo de la escritura: escribir lo
que vivimos o escribir sobre lo que pensamos. Teniendo como
resultado piezas literarias extraordinarias que nos dan muestra de
sus sentires, su ambiente, su religión, su pensamiento; es decir,
la cosmovisión indígena. Nos queda el compromiso ineludible
de difundir y valorar los productos aquí presentados, donde

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


14
se encuentra involucrado y comprometido el acto de escribir.

Evidenciamos que el discurso manejado en las actividades


desarrolladas al interior de los talleres, contiene indiscutiblemente
factores emotivos, que les hace modificar su conducta personal
y emplear otras estrategias que se desarrollan sólo mediante la
práctica de esta actividad. Escribir lo que vivimos o escribir sobre
lo que pensamos, es imprimir un sello íntimo a sus obras, se otorga
otro valor a estas prácticas expresivas y a su existencia, es hacer
uso de otros bienes culturales y lingüísticos que se encuentran ahí
en el uso de las grafías o escondidos en sus mentes para producir
nuevas formas expresivas utilizando el recurso de la poesía.

Debemos tener presente que se aprende a usar el código de la


escritura, cuando se convive con quienes ponen en práctica estos
bienes culturales, y cuando los convertimos en interactivos y
llegan a su máxima expresión; dicho de otra manera, la escritura
adquiere su máximo valor sociocultural cuando compartimos lo
que escribimos, cuando lo socializamos.

Es este caso: interactuar con experiencias, de otros escritores


en lenguas originarias, que han surgido bien provocándolas o
de manera espontánea, cuando descubrimos que la sencillez no
requiere de sofisticaciones teóricas, éstas salen sobrando cuando se
tiene la voluntad de escribir lo que se siente.

Una muestra tangible de estos resultados, es la presente antología,


los trabajos aquí presentados son producto del de los Talleres del
Programa para el Desarrollo de Escritores Indígenas. Por lo tanto,
evidenciamos que la formación de escritores exige: una comunidad
de escritores y una diversidad de producción de textos, donde
circulen los contenidos generados en sus propios mundos. Es aquí
donde con su ejemplo, habremos de modificar nuestros hábitos
relacionados con el papel y el lápiz, pero sobre todo a compartir la
letra escrita.
Lucía Tepole Ortega
Jorge Ramírez Soriano

AVELI
15

Tsa jö jmɨɨ lɨ wɨ jmɨɨ


Hortensia Miramón Narciso
Lengua Chinanteca

Kowɨ ko jñi’nɨ, ïjmaa kua já kuojui, jótsia’, señi jña tiha’ jä señimi’
kalɨɨ jni. Tsa kuijɨɨ jñini’ ejuaa chikö e iatsɨa tsa ngɨ ojui; ï, juaa xaa
jiïa ejna kaa, komati chea jñinò i jä ka tsaa ja tsi tsa tä chì.

Köla, i jmatia jtia chaa ju, ka che jñi’ño jä juaa liya’ jnia lajɨt’. jä
tsia señimi’.

Liya`jño, ¿tsa jñä ina? Jä juaa señimi’

Asiaa, asiaa tsa majñi’ jna. Asiaa lijno eku ila’

Ï ñino, ja’kuo mɨjä sï’ la’ jla wɨ ja’ kuä ñingo, kea ju:

ejxɨa eliki ilä ejna jni la ijno eku e tsa chijnɨ jnɨ.

Axiaa -ngɨɨ señimi. La lä xea chɨɨ.

Jñi’nɨki, tsa jma taa jna. Axiaa kuɨjna tsia jñino’ jajɨ jmɨɨ kuoa
ekuuůů ejmajnetajä kua juɨ, axia jmö kɨ.

tsiwɨ tsa jöjni ka jua jñinò tsìa señimi

Eetsö juaa tsijui lajä chējnilä.

Joo le jñiño jojma juaa.

Tsa iatsi jna ngi ila gni jni jua chaa tsa ngɨa jni jmi saalɨɨ likuɨ jni
uñɨ ekū jmi juoo.

Jü jua señimi tsa jöjna eki jmɨɨ juo tsö, jni tsa jö jmɨɨ lɨ wɨ jmɨɨ.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


16

Morir en un día cualquiera

Hortensia Miramón Narciso

Hubo una vez en una granja donde criaban vacas, borregos,


cochinos y pollos, un puerquito inquieto; en un descuido del
granjero, después de un par de brincos, se escapó del corral.
Meneando el rabito de contento andubo horas y horas por las calles
del pueblo; así, sin darse cuenta de que se había perdido, llegó al
monte en donde se encontró con animales que al verlo solitario, sin
más averiguaciones, le brindaron su amistad.

De repente, en medio de esa imprevista reunión, llegó un jabalí


quien ceremonioso saludó a todos. Luego, dirigiéndose al puerquito,
le dijo:

-Hola amigo, ¿viene a hacernos compañía? –El cerdito respondió:

-No. No. Ya me voy. Aquí, no puedo conseguir comida.

Entonces el jabalí, animal con los colmillos retorcidos por la


experiencia de vivir en la espesura del bosque, aseguró:

-Aquí, si hay comida. Nosotros, te enseñaremos a conseguirla en


libertad.

-No. –Contestó el puerquito. Luego, con un poco de arrogancia,


alzando el hocico, gruñó:

-En mi granja, mi amo me mantiene. No paso apuros ni sé de


hambres. Todos los días, sin faltar alguno, tengo asegurada la
comida.

-Pero te van a matar. –Advirtió el jabalí al puerquito.

AVELI
17
-A lo mejor si; pero tú, correrás la misma suerte.

-¡Ah!, -resopló el jabalí. Después añadió:

-Además, yo aquí, soy libre; en cambio tú, si vuelves a la granja,


vivirás encerrado y, tal vez, el día que menos lo imagines, tu cuerpo
acabará cociéndose en un perol y servirá para alegrar una gran
fiesta.

-Si. –Confirmó el puerquito. -A mí, me matarán para una gran


comilona, pero tú, morirás en un día cualquiera.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


18

Esï

Juan José Apolinar Ortega


Lengua Chinanteca

Esï Iɨ´jo´ki´jmɨñi´,

mati so´jmɨñi´,

esï Iɨ´yi jmɨkuɨ,

esï Iɨ mɨtsɨjna.

Azul

Juan José Apolinar Ortega

Azul reflejo del mar,


olas provocadas al andar;

azul color de todo cielo,

que llegar a el anhelo.

AVELI
19

Xatatsankgan tumin
Modesto García Vicente.
Lengua Totonaca

Latamakgan nak kinpulataman xlamá chatúm matakuxtuná nemá


liwan xlakgati skuja nak ixtiyat. Chu xla xatatita nachuná litum
ixtikú talakpuwa paxtakgnikgokán latu xlakan ixtakgalhikg xa
ixtaskujutkán xlakata chu tlan xtilamalh.

Makgtúm chi kilhtamaku chi kilhtamaku latá ixmapaspitmá likuxtut


chu tlan xlakata nalhtli ta ixtiyat, ixlilakgamakgat akxilhli latu
lam skgolh nak akgspntla. nitu mas lakpuwá, watayá nakawanilh
chu makgtasilh ixtamakuxtuná nemá na ixtaskujma, amá xla
ixtamatakuxtuná tunkan katsilh tuku amá xla amá ixkitaxtuputún.

Kan ixlituxamá amá matakuxtuna chu xla ti’ixtaskujma ta’ampa


nak amá katukuxtu, nachuná tawaxnalh chu tamakutulh aktsu xalu
xla lilhtamat nachuná tapưakxilhli xlakata latu ixpukgali tapuwa
xlakata limanít ixwanít, nachuná lilh nak ixchik chu kamasinilh
ixpuskát, xa kamanán nachu xamakgapitsi ixtalakgapasnin.

Chu xla amá alh kilhtamaku latá ixpaxtokgnit, nachuná lhuwa


tachixkuwít (lakchixkuwín chu lakchaján) nemá ixta katsi chu
ixtakgaxmatnít latu jaé̛ kitaxtuputun, ta’ alh nak ixchik amá
matakuxtuná chu xla waniká xlakata amá xalu nemá ixtaskujut
nachuná nikxni tu ixamá tsankgani, chu xla makgatsakgankgólh
akxni litakgalchiwinalh xa chatúm matakuxtuná, aná katsilh wanchi
amá lakgsputkgol chu watayá kgalhni akxilhli.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


20

Suerte malograda
Modesto García Vicente

Hace mucho tiempo vivía en mi pueblo un campesino que gustaba,


como ningún otro, de trabajar la tierra. En gratitud a esa labor
amorosa, su abuelo y su padre convinieron en hacer del agricultor
en su único y universal heredero.

Un día al estar removiendo la tierra para hacer surcos, vio que


del suelo recién arado surgía un resplandor. Sin pensarlo mucho,
mediante señas y gritos dio aviso a la persona que lo acompañada;
éste, con cierta extrañeza, supo hasta los más mínimos detalles de
la aparición.

Días después de haber ocurrido ese inusual suceso, en ese mismo


lugar, el campesino y su acompañante sacaron un jarrito de barro
en cuyo interior había algunos residuos que, horas más tarde, él
mostraría a su esposa, hijos y otros familiares.

Transcurrido un tiempo considerable de aquel acontecimiento,


personas que saben de esos asuntos sobrenaturales, se acercaron
a la casa del campesino para advertirle que el jarrito era un regalo
destinado únicamente para él, pero el haber compartido ese
descubrimiento a otra persona, provocó que el efecto esperado de
sus prodigios desaparecieran.

AVELI
21

Yelamban

Daniel Cruz Delgado


Lengua Zapoteca

Brera’ yelamban nha’


dxoxken xnanha’
lien bxhanhe’ nheda’
leska’ bdapenda’.

Bweajenda’ nhidxe chien


kuenll goka bi xhen
lien ren nheda’ bditje’
lien chianda bllelle’.

La vida

Daniel Cruz Delgado

Gracias a mi madre,
yo vi la vida.
Ella me parió,
ella me cuidó.

Néctar me dio a beber


para el bien crecer.
Ella conmigo jugó.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


22

Xtawakgwa chu puskát


Modesto García Vicente
Lengua Totonaca

Ana nak kimpulataman puksnankiwi, ixtlawamacha kata 1980,


chatúm puskát ixtamaxtakgnit xakstú nak ixchik makgtúm katsisní,
amá puskát itlhtatamajá nak ixputama, akxni liwan tsitsa ix wanít
kgaxmatlhi xlaka nak ix’akgan kiwi chu nak ixchik katuwá tu
tsukulh makaksanán, latá amá nitú kaso, tlhawalh chu tamapá.
Alistán kgaxmatpá xlakata tsukupá makaksanán, lawpuwa chunu
xlakata ix mistun a ma ix lawaka nak kiwi.

Alixkgakga nawan, tsukupa makajsanan chu amá jikuankgol,


takilhkgalakgalh ix talakgapasnin chu kawanilh tu xla ixpaxtokgma,
jaé̛ tatamakxtumikgólh chu tá a̛ lh talakan nak ama chiki, chu
táa̛ kxilhli xlakata nak ix akgan
̛ amá kiwi ix lawaka tantúm
kitsistanká la lanka lapanit. Amá ixtalakgapasnin puskát talitalalh
litalatni kan la makgchaxan chu tamakgosli tamachá nak katiyatni
chu taa̛ kxilhpa puwanka xlakata ixninitá chu tamakgxtakglhi.

Amá tachixkuwit nemá ixtaa̛ nit tamakgní amá kitsistanká


taa̛ nkgólh ix chikkan. Akxni xkgakgachá amá puskát alh lakaan
latá nixtamanitanchá amá kitsistanká akxilhli xlakata ni̛ixninit,
ixwintlijma chu ixlakgxtajma ixlakgastapu, amá puskát lakgkatsalh
amá kitsistanká nachuná jikuampá, matiyinalh chatum tatita chu
takgalhchiwinalh la tu ixpaxtokgnit, chu wanika puskát xlakata
amá kitsistanká wanikán xtawakgwa.

AVELI
23
Alistán kamakatsinikgokga tachixkuwit xlakata amá xtawakgma
kamama, nitunkán nilh tsuku kgalhwanán mat chu limakamilh
kintikukán xlakata makgxtakgajní. Chu pala ti̛amá kgalwanán,
ixliwa xtawakgwa, akxni akchantawakaní ixlinin makgxtakgajnikán
snun chu nipala laa̛ ma kitsistanká.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


24

La marta y la señora
Modesto García Vicente

Allá por el año de 1980 en el pueblo de mis orígenes, vivía una


señora que sus familiares habían dejado sola. Una noche cuando
estaba dormida, súbitamente despertó sobresaltada. Extraños ruidos
sobre el techo de su casa y, por momentos, en un árbol contiguo
a su vivienda la habían despertado; pero como no volvió a oír esa
bulla, mientras permanecía despierta, regresó a la cama.

No bien había comenzado a descansar cuando volvió a ser


despertada por los ruidos que antes la habían puesto de pie. Así, en
tanto estaba quieta, en espera de oír nuevamente el escándalo, pasó
momentos de angustia; sin embargo, después de una larga espera y
al no escuchar de nuevo ese enigmático bullicio que la desvelaba, la
señora decidió salir al patio de su casa con el propósito de localizar
el lugar de donde procedía el misterioso estruendo, pero como no
halló nada, se conformó con aceptar que, tal vez, los ruidos eran
producidos por gatos en celo quienes, persiguiéndose, saltaban del
techo de su casa al árbol vecino. En fin, luego de envolverse con
una sábana fría, optó por dormir.

De madrugada, casi amaneciendo, un rugido intenso la levantó


horrorizada. Si más averiguaciones, sacudiéndose el miedo, corrió
a casa de sus familiares para pedir auxilio. De inmediato, aún con
las ropas de descanso, armados de machetes, escopetas, lámparas
y antorchas, sus parientes se enfilaron rumbo al domicilio de la
señora. A su paso por las calles, soltando un griterío sin control, ese
pequeño grupo de parientes en desvelo, era perseguido por el aúllo de
perros que, sin proponérselo, despertaban a sus dueños, disgustados
por ignorar a qué se debía ese extraño alboroto ensordecedor.

AVELI
25
Una vez que llegaron al patio que antecede la puerta principal de
la casa, organizados en parejas, decidieron hurgar con luces de
lámparas y antorchas, que traían en las manos temblorosas, todos
los rincones cercanos a la vivienda.

En tanto iban y venían, entre la luz y la lobreguez del enorme patio,


sin hallar nada, inusitadamente oyeron unos disparos y el golpe de
un objeto que se había aporreado en el suelo. De inmediato, todos se
acercaron a mirar qué bulto o cuerpo se trataba.

Al lado de una ventana, debajo del árbol frondoso aledaño a la


casa, yacía sangrante y delirando un extraño animal parecido a un
felino que los lugareños pensaban extinto. Se trataba, según dijo
un anciano de la comunidad El Cedro, de la Marta; asimismo, el
hombre hizo saber que es un animal de mucha resistencia, ya que
al sentirse herido empieza a convulsionarse y a gemir de dolor; al
mismo tiempo, el anciano advirtió que, la persona que comiera o
probara la carne del animal, sufrirá las mismas consecuencias.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


26

Tsa jï kojtía

Analy del Carmen Santiago García


Lengua Chinanteca
Jma náa tajmaä ka i wɨ jma kuaa jä, tsa jma kuä ngo tsijä. matiɨ
kaa tɨ jmi jñɨ jma li ji’kuoa, jä jua xea ee jnaä tsa jmɨ kiä wɨ tsa
wȯȯ jna.

Jma jnɨa jä lile jna tsajmɨ kiaa la ï juaa xea. Tsa jma’kiä axia wö jnɨ
taa jnaä tsajmi kiä tsa ji’kuo jñia’lɨ jää tsi tsa’pɨ tsa jȯȯ jee jma ti
kaló tsa jä chikɨ tsa liyä’ jmɨ tsiwɨ tsa pimí tsi tsa tsa töjmɨ matsö jä
ee tsi jä chiki e lia ts ami kiä, jä jua khiki joo tsa iatsí jna, i malejä
chiki tsa jï jä tsami liyiä tama.

Mutación inesperada
Analy del Carmen Santiago García
Hace mucho tiempo en un lugar lejano y escarpado un hombre
procreó tres hijos. Cuando tuvieron la edad cercana al matrimonio,
su madre les dijo que, entre las jóvenes casaderas de la comarca,
cada uno de ellos buscara su prometida. Que ella, con el paso de
los años, se sentía cansada.

Al día siguiente, en obediencia a la recomendación de su progenitora,


los jóvenes comenzaron a buscar a sus novias. Los hijos mayores
no tardaron en hallar a sus mujeres con las que, inmediatamente, se
desposaron; sin embargo, el menor de ellos, desde muy temprana
hora se fue a la milpa, paraje en donde, -por la tarde-, se encontró
con una hermosa, encantadora y risueña lagartija. Como era
un pequeño animal fascinante, que a él nunca le había llamado
la atención, atraído por un extraño presagio, le pidió que fuera
su novia. Sin esperarlo, luego de que la lagartija dijo aceptar la
propuesta, ésta se convirtió en una bella mujer.

AVELI
27

ICHIL K’ANK’ANTÚUNIL
YÉETEL ICH NÉENO’OB

Ti’a’al in yum J-Miguel Cocom Vivas

A petición de la Academia Veracruzana de las Lenguas


Indígenas el poema Entre oros y espejos, fue escrito con motivo
de la Conmemoración del Encuentro entre los embajadores de
Moctezuma Xoyocotzin y Hernán Cortés en Cempoala, Veracruz.
Este acontecimiento ocurrió en las primeras décadas del siglo XVI
en el da inicia la conquista española. En esa reunión, seguramente
pactada con antelación, los enviados de Moctezuma hicieron entrega
a Cortés de los regalos que el tlatoani mexica enviaba al capitán
general de los españoles.

Jorge Miguel Cocom Pech

Ma’ táalen in wil u k’uubu’ k’ank’an yéetel ya’ax túunicho’ob


tu yóolal u súutul túusil, ti’ tu pi’ záas éets’.
Wa in k’a’at’ in wíilkimba
je u páajtale in béetik, ken in po’ik in wíiche’
yéetel u ja’i in wáayako’obe’.

Wáayak’o’obe’ ma’ tu túuso’ob.


Péek almat’anil ku man ich u búulul kuxtal.
Lak’int wíimbailo’ob yéetel t’annilo’obe’ ma’ suk u táalo’ob.
wáayil ku súuto’ob ti’ áak’abe’
ichil u lóobil ti’ k-k’alay
sansamal ku jantab tumen ba’ ku túusul.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


28
Ma’ kin tal i wil un k’ubu u bó’otlil
yéetel u chúupil in k’abo’ol ich k’uo’ob yéetel nikteilo’ob.
U kuxtal yíichil mejentak kul cheo’ob yéetel u bóokil xiuo’ob
yéetel u wíimbalil póome’
yéetel u jul boxel chi kíibok nikteilo’ob
ma’ u náajalil k’íik’unta’an a k’abo’ob
mix ti’ a wích ku k’as póochitik u chakbak’el in Lu’um.

Ma’, m’a táalen in wil u k’uubuj ko’ojtúunich yéetel u


jats’uts’il túunicho’ob.
U kí kí táakumbil táakin ti’ wíinike’
ma’ ti’a’an ti’ ba’ax ku yéesik u k’abo’ob,
ti’a’an ti ba’ax ku tá’akik tu puk’sí’ik’ale ti’a’al u la’ maak
kí kí ba’aj ko’oj yan tu yuts’ilil
táak ajna’at’, nóok’ u yuts’il.
Ma’, ma’ táalen ti’a’al in wílik bix u k’ubuj in noj lu’umil
tu yóolal u k’exe yéetel k’uj, poolbi che’, yéetel k’atab
che’o’ob
tusbil k’as túukul
pa’at ti’a’al u okaltaaj naychalak yéetel uts’ u pixán máakoo’ob
tu yóolal K’uo’ob yéetel ajk’ino’ob
jo’olje’ak, je bix bejlae’
ku óokol lúusko’ob u chun u chíikulil.

Kin tal yéetel in pixané, chúupa’an yéetel in k’uxil


yéetel tie’ múuch’tal ots’ilil paalits’ilo’ob
u chíibalo’ob sájkil
páalil méejeno’ob ti’ sájkil yéetel u paalits’il bailili’e
je túune’
kin wílik in k’abo’ob ku chichtubao’ob yéetel u jalkabil in
pixané
ku líik’il ti’a’al u k’am u yaalkab paach a ts’util
táaka’an ich a ch’ench’enki
chen ba’aj sí’an tumen in Jala’ach Wíinike’
ku tsa’ik ka u yóojel ti’ te jat chan mukuk tem,
tu’ux ka táakik a ts’util.

AVELI
29
Wayé yéetel bejlae’,
ich ma’ u k’aoltaj in wíinklil,
chen juntenil ich u la’ máako’ob
kin tal ti’a’al ma’ u k’as túusen u néenil a tus t’aanil
kin tal yentanbaja’anen yéetel in chíimailo’ob beixan yéetel in
éek túunich xotobo’ob
chímailo’ob ti’a’al ma’ u okskubaj u k’as a póochil
ku táakubao’ob ich u éek’il u pix a máaskab wíinklil
beixan ich a nook aj k’in
x-m’a wáayile’.
Ma’, ma’ tu páajtal in béetik u sajkij Jala’ach Wíinike’
ku kex satkecho’ob ich K’u’o’ob
k’uo’ob ku seebchijt’ano’on u ti’a’al k-oksik ich k-pixane’,
u seeb suutul u tsolk’ino’ob beixán u makts’ilo’ob
ik’il ich u tich’il kimsaj máako’ob

k’asbi jajk’un t’aan k’axa’anbi ich ba’aj ma’ páatali ti’


oksaj óolal
jo’olje’ak, je bix bejlae’,
ku ts’íitaj yéetel k’ik’el, k’ank’an táak’in yéetel néenilo’ob,
u chíikul pets’kab lóoxil ma’ tu xúulul.

Aj ts’íib J-Jorge Miguel Cocom Pech

Tu káajil Cempoala, Ver, tu láajka k’inil tu ja’abil 2008

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


30

ENTRE OROS Y ESPEJOS

A mi padre don Miguel Cocom Vivas

A petición de la Academia Veracruzana de las Lenguas


Indígenas el poema Entre oros y espejos, fue escrito con motivo
de la Conmemoración del Encuentro entre los embajadores de
Moctezuma Xoyocotzin y Hernán Cortés en Cempoala, Veracruz.
Este acontecimiento ocurrió en las primeras décadas del siglo XVI
en el da inicia la conquista española. En esa reunión, seguramente
pactada con antelación, los enviados de Moctezuma hicieron entrega
a Cortés de los regalos que el tlatoani mexica enviaba al capitán
general de los españoles.

Jorge Miguel Cocom Pech

No vengo a presenciar la entrega de oros y jades,


a cambio del hechizo radiante del engaño.
Si quiero mirar mi rostro,
¡básteme lavarme la cara con el agua de mis sueños!.

Los sueños no mienten.


Son el código fugaz de un torrente de vida.
Visitas esporádicas de imágenes y voces,
espectros que vuelven por las noches
entre la espesa lobreguez de la memoria
carcomida a diario por el olvido.

AVELI
31
No vengo a presenciar la entrega del tributo
con las manos llenas de plumas y flores.
Que los ojos vivos de mis arbustos y hierbas olorosas,
que la voluta de copal
y la sarta de pétalos con perfume,
no la merecen tus manos ensangrentadas,
ni tus ojos que codician con morbo los muslos de mi Tierra.

No, no vengo a presenciar la entrega de alhajas y piedras


preciosas.

Que el tesoro más estimado de un hombre,


no está en lo que muestran sus manos,
sino en lo que atesora su corazón dispuesto para otros,
joyel elocuente de su nobleza,
atuendo discreto de su virtud.

No, no vengo a presidir la entrega de mi patria,


a cambio de ídolos y cruces,
artificio de la astucia,
invento para el atraco a incautos y débiles de espíritu,
a quienes Dioses y sacerdotes,
ayer como hoy,
la despojan de su identidad originaria.

Vengo con el alma henchida de coraje,


y entre esta multitud de vasallos de la resignación,
entenados del miedo,
hijos legítimos de la cobardía y la servidumbre en
todos los tiempos,
he aquí
que mis manos se endurecen y mi espíritu irredento
se prepara para recibir el acoso de tu avaricia,
oculta en tu silencio,
en tanto que los obsequios de mi señor Tlatoani,
alertan a los rotos bolsillos de tu insaciable codicia.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


32
Hoy y aquí,
desde mi anónima presencia,
una más entre otras,
vengo dispuesto a resistir el espejismo de tus promesas,
armado con el baluarte de mis rodelas y mis
cuchillos de obsidiana
escudo a tus pretensiones
que se esconden en la turbiedad de tu yelmo,
y de tu toga franciscana.

No, no puedo ser el embajador del cobarde


que te confunde con los dioses,
deidades que nos prometieron el retorno
de sus calendarios y milagrerías,
mientras que en ceremonias de sacrificio,
despiadado testimonio de atadura inútil a creencias,
ayer como hoy,
se escribe con sangre, oros y espejos
el código opresor de la conquista que aún no termina.

Cempoala, Ver., a 12 de diciembre de 2008

AVELI
33

Tialo
Hortensia Miramón Narciso
Lengua Chinanteca
Atä ejso na lijña lajɨ
majä mo lajijñi i kä tsa
jmi kuɨ
e tiajñi e kitsía
lijña mikui, lijña etsɨɨ jni.

Kö talo ki jɨjéé
Y mati tɨ lö yí ki tɨalo
Si jñi,
Kuo’natia, echijni je rɨsa
ejmɨjna ki jmɨɨ jnajya.

Ocaso

Hortensia Miramón Narciso

Señor, me gustaría poseer tu sabiduría


para hacer infinidad de obras al hombre,
que en la fugacidad de su alegría,
bendiga al cielo, bendiga tu nombre.

Y en una tarde de eterna primavera


cuando la luz de ocaso mi mejilla bese,
deja Señor, que de rodillas rece
salmos de mi plegaria íntima y postrera.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


34

Staku puntsitsa nak kapekga


Margarita Aldana Morales
Lengua Totonaca
Makgan kilhtamakú akxni xmapakgsinán xli kilhaktutu TENISTLE,
chatúm xpuskát lakgawa skgata, tsumát ixwanit, mapakuwiká
STAKU-PUNTSITSÁ.

Lu slan latá aktsú xwanít, asta listakkgolh, Staku-puntsitsa, niti


tiku xlichani, xlislan latá tiku xtalamana nak pulataman, wa cho
limakamastaka xmakgtakgalhná tachanán, kaslancho cho liwa,
xmapakuwikán Tonakayowa.

Milh kilhtamaku amá slan tsumát alh nak pulakgachixkuwín linilh


xanat amá makgtakgalhná, akxni xtaxtumá manokglhokgka, pi
lipataxtuchá chatúm lhan kgawasa xtapakuwiy SKGATA-JUKI,
cho akxni akxilhi amá tsumát, snun lakgatilh, tunkun xtatawalaputun
latá akxilhli.

Titaxtulh kilhtamaku amá Skgata-juki latá paxkilh, Staku-puntsitsá,


matsalilh xlakata niná makgamakglhtiy xnalhatne cho kura, amá
kgawasa xkatsiy pi lu snun xlinwankán, xlakata ninakatakgaskan
matsa lilh nak lanka kakiwín.

Nix alichan niku xtachamputun,̛ xlakata natatsekgóy, nak


kalixkajnit tiji, katuwa xanan,
̛ tatanokglhkgólh tantúm lanka wan a̛
kapaxtokglhe ni kamaxkilh talakaskin natitastukgóy, taspitkgólh,
amá wana xlikilhtaxtuy lhkuyat, wa cho litaspitkgolh antá niku cho
xkakgalhimá kura xla sikulan Tonakayowá, snun xsitsimakgólh
xpalaka kgawasa akglhpakgosle talakgachixkuwín, cho amá xtala
tsumát Staku-puntsitsá tun kun pixkalh, xkgalhijku xkgalhni Skgata-
Juki, latá snun sitsimá, na pixkgalh xtala tsumát. Cho alistan laktsu-
laktsu kalakkamilh, kamaxtunilh ixnaku, lakgawaliká sikulan,
akxni cho talhawakgolh amá lipiku taskujut alakatanu ankgólh
xtala Staku-Puntsitsa cho kura.

AVELI
35
Alistalh kilhtamakú latá tuku takgspululh amá kgawasa cho tsumát
antá niku kamakgniká xmajku xkgalhnikán xtaskakmaná tachanán,
alh kilhtamaku pulhli kgantum kiwi nikumá ni xtalakgapas, cho
stantún na lakgawa kgantum mayak, nikumá tsukulh aksiwiyawalh
amá kiwi, cho umá xakgán slan maskgakgelh amá kamayakne, lu
slan xanalh, lu snun mamuksunilh, cho lachiyu maklakaskinkán
niku kaxlawakán kaxlancho xatalakxlan.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


36

La leyenda de la vainilla
Margarita Aldana Morales
En la época del rey Teniztle III de la dinastía totonaca, una de sus
esposas dio a luz a una niña que recibió el nombre Tzacopontzitza,
Lucero del Alba.

Desde la niñez hasta su juventud, Lucero del alba, dotada de una


incomparable belleza, poco frecuente en el reino, fue consagrada
a Totonacayohua, diosa cuidadora de la siembra, el pan y los
alimentos.

Cierto día que Lucero del alba iba al templo a ofrecer flores a la
diosa, si que se diera cuenta, pese a que siempre era custodiada por
sus padres y sacerdotes, fue vista por Zkata-oxga, Joven venado,
apuesto príncipe que, sin proponérselo, quedó completamente
enamorado de la joven.

Días después de que Zkata-oxga, Joven venado, fuera seducido por


Lucero del alba, y aún teniendo conocimiento de que la joven estaba
prohibida, el príncipe tuvo el atrevimiento de raptarla y, para no ser
hallado por el padre de la joven princesa, huyó precipitadamente en
la compañía de su amada hacia las montañas.

No bien habían llegado al sitio previsto por el príncipe para


guarecerse con la princesa, por el camino escabroso y lleno de
obstáculos, se encontraron con un monstruo que, mientras les
impedía el paso, al bufar despedía fuego desde su enorme hocico,
lo que obligó a los fugitivos a retroceder en donde, sin advertirlo,
eran esperados por los sacerdotes de la diosa Totonacayohua
que, molestos y a disgusto por la osadía del príncipe, éste fue, de
inmediato, degollado por el hermano de Lucero del alba quien,
aún con la sangre de Zkata-oxga, cegado por la furia, cercenó la
cabeza de su hermana. Una vez concluido este sacrificio aterrador,
las extremidades de los príncipes fueron mutilados; instantes

AVELI
37
después, extraídos sus corazones que fueron ofrecidos a la diosa y,
una vez que los restos de los cuerpos fueron colocados en un altar,
el hermano de la princesa y los sacerdotes que lo acompañaban,
desaparecieron del sitio de inmolación de Joven venado y Lucero
del alba.

Días después de haber ocurrido aquel salvaje acontecimiento que


diera fin con la vida de los príncipes, en ese mismo lugar, -aún con
el rastro de la sangre de los inmolados que secaron las plantas que
originalmente crecían en el sitio-, pasado un tiempo, nació un árbol
jamás visto en la comarca y, al pie de esa enorme planta, surgió
una enredadera que, al enmarañarse amorosamente en el tronco y
ramas del árbol, ésta lo cubrió con su abundante follaje y, a su vez,
delicadamente esparciendo el néctar de sus flores, lo perfumaba
con la extravagancia seductora de sus aromas que hoy, convertida
en exquisita esencia, es indispensable en el gusto y sabor de la
repostería universal.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


38

Kiwi
Modesto García Vicente
Lengua Totonaca
Kiwi, wix lan staknita
Wix tlan lapat nak tiyat
Wix katiwa ti̛akxila
Wix Katiwá maskgalikgeya.

Lhuwa spitu akxni tatli


Tamakgá paxowayán
Namá un snunaktsá
Chu chichini tatsiyanán.

Árbol

Modesto García Vicente

Árbol que frutos prodigas,


alegre vives sobre la tierra.
A todos miras por donde quiera,
con tu sombra a todos cobijas.

El cantar de los pajarillos


alegran todo tu ser;
el aire es un vientecillo,
sonrisa del sol tu amigo fiel.

AVELI
39

Kin papá̛tapala
Antonio Salazar García
Lengua Totonaca

Ixtsiswama, kilakgólh nak katukuxtu amá smalankgan kalonkgni,


nokgstalalh tantúm takgatakga xkilhyá tajná.

Ktsalanama kchalh nak kinchik kputsalh kinpapá̛ xakamawani


tukakxilhli, nixwi, kpuwa kamawaní kintsiyuna, xla kinkgalhtilh
“niwi min papá̛anit tamawá chawilá, atapuntsu namin, ikajikuanti”,
tsukulh katuwá kilitachiwín, ki̛akgskgawalh.

Xlipuntsú chilh kinpapá̛ kgatsankgakgonit chu liwaxkgakgma,


kmalakatsuwit kwanilh tukpaxtokglhi nak tijia, kin kgalhtilh: “wix
nitưakxilhnitá nlakpuwanti usu manaxnati, kakilhtata chali tsisa
nawaya pinilá”. tlan kgalhtilh.

Kalh nak kinpulhtatá, xakamajtsú tamá akxni kgaxmatli kintsiyuna


chiwinalh, wanilh kinpapá̛ ni amá akgchan tantúm tajná natsanká
atantu, “ni kalipuwanti”, kgalhtinalh, “nakampara putsá”.
kpuwakamatokgokge kstalani kakxilhi latá chalh nak puxkga
tsukulh chiwinán, chiwinán uyu tapalajili takgatakga wa.

Tsukulh tlawán chalh nak akgtúm puxtilán uyu malakilh chu


chapalh tantúm chawilá kilhtayalh uyu lilh. tsisá xpulhma chichiní
kstaknalh xakwí nakxkilhtúm puxkga.

Tapaxtokgni 1969.
Amá chixkú xlilakgapaskán “la gringa”

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


40

Nahual
Antonio Salazar García

En una obscura tarde de invierno cuando regresaba de mis labores


que solía hacer todos los días en el campo, inesperadamente en el
camino me encontré con un burro que llevaba un guajolote atrapado
en el hocico.

Aunque me resultó extraña esa visión insospechada, al llegar


a la casa de mis mayores fui en busca del abuelo para narrarle
aquel suceso insólito, pero como no lo hallé en ninguna parte,
decidí contarle a mi abuela los pormenores de ese sorpresivo
acontecimiento. Ella, después de oírme con su habitual paciencia,
trató de tranquilizarme:

-“No tengas miedo, tu abuelo no tarda en llegar. Hace ya un rato


que salió a para traer algunas cosas que le pedí. Y es que, hoy
decidí cocinar la comida de mañana. No te aflijas, tu abuelo no
tardará en llegar”.

Más tarde el abuelo, agitado de cansancio, llegó a la casa. Como


pocas veces, pidió un pañuelo para secarse el sudor que le caía
del cabello hasta su rostro abrumado por la fatiga. Entonces, para
mis adentros, pregunté. ¿De donde vendría? ¿Quién lo habría
perseguido? No obstante la sofocación que traía a cuestas, cuando
me di cuenta que estaría dispuesto a oírme, pude contarle lo
ocurrido, pero él escasamente me dijo que todo lo que había visto
esa tarde no era más que producto de mi imaginación, o que tal vez
lo había soñado.

-“Estás cansado por los trajines que haces todos los días en el
campo. Mejor vete a dormir”. –Me dijo para evitar que pudiera
insistir en más preguntas.

AVELI
41
Pero no pude conciliar el sueño. Sólo daba vueltas de un lado para
otro. En esas estaba cuando oí que mi abuela le decía a mi abuelo
que la carne para la comida de mañana no iba a alcanzar para todos
y que necesitaba más. Mi abuelo respondió a mi abuela que no se
preocupara, que él iría a traer su pedido.

Como era tanta mi curiosidad por saber a dónde iría el abuelo por
el encargo de mi abuela. Decidí seguirlo.

Así, cuando él llegó al arroyo, se detuvo a la orilla. Se quitó el


sombrero de palma y, después de unos instantes, hizo unos extraños
ademanes, mientras pronunciaba algunas palabras que no logré
entender. De pronto, su cuerpo se transformó en un animal, parecido
al que había visto esa tarde mientras oscurecía. Inmediatamente,
después de esa transformación, se encaminó a un corral en donde,
sin mayores forcejeos, salió huyendo con un guajolote atorado en
su hocico.

Pero, después de haber presenciado esa visión espectral, no supe


más de mí. Al otro día, con un poco de mareo y dolor en la frente,
desperté a la orilla del arroyo.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


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Ihlamikilistli
Flora Hernández Zepahua
Lengua Náhuatl
Kualkantzin mewa no nana
Tlakualchiwa wan kichiwa tlaxkalmeh
No tatah wilkualtzin kiyekiihta
Pampa no nana miak pakih.

Kualkantzin kitekah in tlakualli


No tata moneki tekipanos itech kaweyoh
Kualtzin mohta nochi tlaxoxowik
Kualtzin mohta ika miak kowitl xoxxowik.

Recuerdo

Flora Hernández Zepahua

Muy de mañana se levanta mi madre


para hacer tortillas de la comida;
muy alegre la contempla mi padre,
al verla alegre y llena de vida.

Mi madre de prisa sirve el alimento


a mi padre que el cafetal lo espera
en el verde follaje que es aposento
del aroma que perfuma la tierra.

AVELI
43

Tsa jni jmi


Hortensia Miramón Narciso
Lengua Chinanteca

Ealɨ kö jejui pijmi etsä jne kò jejui juò i matia ö tsa iatsia jña ö
tsijöa, tsiwɨ eiatsia kö là lijsɨ kö jmɨɨ tsa li tso tsami kia elikuò jmɨɨ
e ngò tsɨ tsa jòò ejä, wɨ xè yea jmi jɨa jmoò ɨ ki tsajmi ɨ.

elikuo jmii jñi, ɨ jmt tsijmi katsia jà tsajnɨ tsa la jñea, tsa tia ö tsijö,
asɨà liwò ngitiää kö mati kä tà kò, ɨ tsatà lilea moa tà jña tsijö, ï tsijo
tsajmi kia tsa tɨà jñi lɨɨ.

lajä tò i jma ti kua i tsajmi e rè jni maa tà tsijo, e tsa moa i tsijö
tsajñi kiääjña tsa jɨɨ kuo jña. Ngà wɨ re jne i tsijö lakö tsijö jikuoa, e
likuò jmɨɨ elilìa jñe jä jyɨjö tsa rea jmi jña tsa täa jmi, ejä kajua.

Yijö ¿eli juɨ lajnì täa, jña tsa kù re jni läjuɨ tsijö tsajñi kiää, jña tsa
tɨ kù làjɨ etse.

Axiaa ka jmo yijöa ko i kä xea jutso ejä jua, kaä jɨ jmoo.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


44

Huerfanitos

Hortensia Miramón Narciso

Ocurrió que en un pequeño pueblo alejado de las grandes ciudades,


una pareja feliz vivía con sus dos hijos; pero como la felicidad
puede cambiar de un momento a otro, un día la mujer de aquel
venturoso matrimonio enfermó y, al transcurrir algunos meses,
falleció; por lo que, en ausencia de la madre, el padre se hizo cargo
de los infantes.

Años después, el progenitor de los huérfanos encontró una viuda


que, al igual que él, tenía un par de hijos. Al poco tiempo de hacerse
novios, y una vez acordada las responsabilidades de cada quien,
decidieron vivir juntos. Así, el señor, en la compañía de sus hijos,
se dedicó a trabajar la tierra, en tanto que los hijos de la señora se
ocupaban de estudiar.

Sin embargo, a la hora de servir los alimentos, la señora atendía


con más esmero a sus hijos, descuidando a los del señor con el que
había iniciado una nueva vida conyugal. No obstante que los hijos
de la señora eran mejor atendidos que los de su esposo, con el paso
de los meses ésta se dio cuenta que uno de los suyos se veía pálido
y delgado, a lo que ella un día le preguntó:

-Hijo, ¿por qué te ves muy flaco, si tú comes mejor que los hijos
de mi marido, a los cuales solamente les sirvo lo que sobra de las
comidas?

Como no obtuvo respuesta de su hijo, que con desgano ignoró la


pregunta de su madre, la señora cambió de actitud respecto a la
atención alimenticia de la familia.

AVELI
45
De ahí en adelante, comenzó a servir las sobras de la comida a sus
hijos y, la buena, -aquella que tenía suficiente carne-, a los hijos
del señor.

Sin que se lo esperase, de pronto se dio cuenta que los resultados


cambiaron y, una vez que, entendió la enseñanza, dispuso una
atención igual a todos.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


46

Jen anyaki

Nicolás Pascual Felipe


Lengua Popoluca

Jem ja´ama dyam jokoxab


Jem mooya´dyam ktn pa´
Jem tooyi´ki an pat michyukmt
Ntkneum di´a tchktm.

Jemptktyim kun jem tun


Ki dyal l wltykaaba
An jampa kenam a tstxl´
Ni tum aapa´ki a toyiñ.

Je´yukmy man nymaypa´yeyej


Micham jen an tooyá
Peru´agui´an jampa´jem tooya´
Diki´ytm a ity sinki´a jtxiñ.

AVELI
47

La Tristeza

Nicolás Pascual Felipe

Cuando el sol da más calor


las flores pierden su esencia,
el amor que encontré en ti
se ha ido sin tu presencia.

Al igual que un destino,


sin que nadie lo camine,
me siento como un niño
sin que su madre lo mime.

Por eso te digo mi amor,


que tú has sido mi delirio;
pero más siento dolor
de estar en el olvido.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


48

Kochtemikilis

Moisés Bautista Revilla


Lengua Náhuatl

Onoya se choolintzin yeh Pepeh katka motokawiaya poxsan


kiixitaya tzikameh; nochipa kitemowaya kan mopotzayah inimeh
tepa’ tzikatzitzin iwan kikalxitinaya kansan makisakan, kua’
kisákehya kixaxakualowaya iga iyikxi.

Pan se yowal kua’ tawel kochtoya, kitemiktoya iga ahachi


mochihtiaya ken se tepa’ tzikatzin. Kena kitemoh se tzika xapo’
iwan pewa’ kala’, áchisan alín kala’ masi’ iwan se yo’chi itoka’
sitalin. Motatapowihkeh, kena ihkon moteikninmatikeh.

Ompa kan mahasikeh, Sitalin kinaktih Pepeh mapanokan


ichantzin.

Yowalti’san kua’tanesi’, atitoyah Pepeh iwan Sitalin, ompa asiko


se yolkatzin kimatiltiko Pepeh iga pan kalten xapo’ ono’ se
choolintzin nemi kikalxitina Sitalin; sitalin kena kiihlih pepeh iga
makisa nimanin. Pepeh noktasan kistewa’ iwan momanawih e’
sitalin ompa ihiyo tami’.

Kua’ isatewa’ Pepeh pan ikochtemikilis iwan kimati’ iga sitalin


poliwi’, moknomati’ iwan moihtoh.

¡Tetah nikchihto!. ¿Ke’yatah an tzikameh Nikmihmiktih kua’


nikalxitina’?

AVELI
49

Pesadilla

Moisés Bautista Revilla

Hubo una vez un niño llamado Pepe que aborrecía a las hormigas;
aunque estos pequeños insectos no le habían causado molestia
alguna, siempre que estaba cerca de un hormiguero buscaba la
manera de aplastarlo.

Cierta noche mientras felizmente dormía, soñó que se transformaba


en un diminuto animal. Cuando de pronto, con su nueva envoltura,
quiso entrar en un orificio, se encontró con un insecto que respondía
al nombre de Estrella. Así, después de una amena plática, no
tardaron de convertirse en amigos.

Más tarde de ese encuentro casual, Estrella invitó a Pepe a pasar a


su guarida.

Al día siguiente, mientras Pepe y Estrella desayunaban, otro


minúsculo animal avisó a Pepe que un niño estaba aplastando el
hormiguero morada de su amiga Estrella; ésta, a su vez, le pidió
a Pepe que saliera de inmediato del lugar. Pepe, sin pensarlo más,
salió y se puso a salvo; en cambio, su amiga Estrella, no corrió la
misma suerte.

Cuando Pepe despertó de esa angustiante pesadilla, y supo de la


muerte de Estrella, exclamó para si.

-¡Oh! No. ¿Cuántos muertos habré causado al destruir muchos


hormigueros?

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


50

Akgaxanath

Matilde Vázquez García


Lengua Totonaca

Chi ki mastakní lan tatlín,


nima nak tsukimalakcha kimaskiwí lan spitu;
lipaxaw tatlín xak kgalhimanaw
nima lipaxaw makgosnaní kin nakú.

Nak ixtasakgaxtun kin chiki’ kakxilhi xanat.


Chichiní ix waní kgalhen kaxtakni katukuxtu
ixmakgxpalhní xanat chu xlimuksun
ix putak’in akgaxanat.

Laktsukaman lipaxaw ix ta tsalanan


nak kaskgekni ix tawakgat kiwi
lipaxaw ix ta kgosa akxkuku
nak ix smukuku akgchíxit kaxawatni.

AVELI
51

Primavera

Matilde Vázquez García

Hoy me despierta una hermosa melodía,


que a mi ventana regala un gorrión;
era su alegre canto esperada alegría
que hizo saltar de gusto a mi corazón.

Desde el portal miré las flores.


El sol saludaba la verde pradera.
Los suaves pétalos con sus olores
eran el albergue de la primavera.

Los niños corrían contentos y felices


bajo la sombra de cargados frutales
volaban con alborozo los codornices
sobre el cabello rubio de los maizales.

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52

Tsu chicha zabu


Liliana Muñoz Vázquez
Lengua Totonaca

Alejandro chatum tsu kgawasa nima ix kgalhí akgtutu k’ata, ix


lama nak lhkakná kachikin, -nima makgasá-, lilakgapáska ix
kgosnanín nak kakilhtamakú chu ix limuksun chu ixtakgalhjuan
tawak’at xanat.

Makgtum kilhtamakú akxni sakstu ix kgamanama katsisní ix kilhtín


chik’i, akxilhli chilh ix tikú, tunkgan katsiputulh tuku ix liminikan,
kgalhilh akxni ix tiku tachiwinankgolh ix nana, chu akxni ix taxtù
chu akxni ix taspita ix litakalhchiwinan la ix aninít.

Astan akxni ix tikú tasanilh ixlakata ix ama maxkí tu ix ama maskiwi,


lipaxawalh akxni makgalhkgelh, taxtuchá starankga tsuchichí chu
ix kgalhí makgtsetsakge.

-¡sit’i chichí’!- Lipaxaw akgtasalh akxni ix akgapixtima. Astan


walinilh ix tukuwiní zabú.

Ixlawan chichiní’ lat’a ixlichinkanit nak ix chiki’ Alejandro,


ixkalhwant’asama, ixlakata ni ix smaní nak sasti ix chik’i. Chu
Alejandro talakgsiglhí nak ix chik’i, chu kgalhwantasapá ix
chichí’.

Chi ix talakgapusat tsu kitsistankga yak ixta’chuna. Chu ampá


kilhtamakú chu ix lakgaputsaxnima, yak ixtachuná yak ix wayán.
Tasekglhi ni lakaskilh na akxilhkan akxni na ní, alh akgnitamá nak
k’ak’iwín.

AVELI
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Zabú
Liliana Muñoz Vázquez

Alejandro era un niño de tres años de edad que vivía en la calurosa


Papantla, ciudad que, -años atrás-, fue conocida en el mundo a
través de la ceremonia de sus intrépidos voladores y por el aroma
y el sabor de las vainas de una orquídea.

Cierto día que solitario estaba jugando en el patio de su casa, por


la noche vio llegar a su padre. Ávido por saber qué le había traído
como obsequio sorpresa, el niño estuvo esperando a que su padre
se desocupara de platicar con su madre a la que, como otras veces,
solía contarle los detalles de su viaje.

Más tarde cuando el padre lo llamó para entregarle su regalo, grande


fue su sorpresa al abrir la cajita. De su interior, surgió un pequeño
perro con la piel de color blanco salpicado de manchitas negras.

-¡Es un perro chihuahueño! –Exclamó de gusto mientras se lo


llevaba de sus brazos a su pecho. Horas después le puso el nombre
de Zabú.

El primer día que el animal estuvo en la casa de Alejandro se la


pasó aullando, en tanto se acostumbraba en su nueva vivienda. Al
transcurrir el tiempo y como Alejandro se tuvo que mudar de casa,
el perro, nuevamente se puso triste y aullaba por el cambio de
domicilio.

Sin embargo, esta vez la tristeza del animalito era distinta. No era
una tristeza cualquiera. Así, después de transcurrir unos días de
estar y sentirse solo, dejó de comer. Inesperadamente se aisló y,
luego, para no dar lástima ni causar dolor decidió ir a morir en el
monte.

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Jujmi siä

Pablo Rojas Anaya


Lengua Chinanteca

¿Eli jä tsa jö jujmi ki?


Ï a lixiä jña jna
E alɨ siye, jmiyi’
Jujmi kuɨ’ ju siä.

¿Eli jä jö, jujmi ki?


¿Ejä wɨ, a se ‘jma lé?
¿Ejä wɨ a se ‘jma kï?
¿Eja wɨ a se jmachi?

Asia no jö jujmi ki
wɨ e wɨ juɨ tɨñi’
E no o`o koya ta tama’
Majä kua li siä ñi’wo la.

AVELI
55

Lengua viva

Pablo Rojas Anaya

¿Por qué no muere mi lengua?


Ella nació conmigo
Fue la que hablaron mis abuelos.
Lengua sabia, idioma vivo.

¿Por qué muere mi lengua?


¿Acaso será, porque no la hablo?
¿Acaso ya no vale?
¿Acaso ya no sirve?

No quiero que mi lengua muera


Porque me duele por dentro.
Quiero gritarlo fuertemente
Para que viva sobre la tierra.

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C h’a k a n
Autor:
Santiago Francisco Francisco

Traduccion:
Margarita Aldana Morales.
Lengua Totonaca
Xwi tantum spitu mincha kilhtamakú, xtapakuwiy ch´akan, ni
ixlakgatiy skuj, cho ix tsé, chali chali ix kaxlawaniy ix taway lhan
xmawiy.

Alh kilhtamakú ama spitu staklhe, ni paxawa xtalama ix tsé xankgalh


ix waniy lux a lhkitit wix. Cho ch´akan, xkgalhtinan:

-Tsé ni kakiwani lhkitit. Nakan skuj, tastunut nakilipiniya kin


taway, nikalakapala, chali tsisa nakan skuja kakiwin- Lawa ama
kgawasa xanikuma xwanikan lhkitit, makanijlilh ix tsé.

Li chali, xwijkú jintalh, tsukulh kakamiy kiwi, kalakalh, laktsu


laktsu, na maxtulh xa laklanka lata tuku limaklakaskinkan. Cho
xpakgan kiwin nikuma ni lu tsatsu, kamaxtucha xtachana la laktsu
machita. Akxni chilh ix tsé lakatastunut ixlimin taway nikuma
skinilh ix kgawasa, akxilhi pi ka katuwa ixlhawanit, lata xtasitsi
kgawanilh:

-Tata, ¿Nitu katsiya lhawaya? Akit kakxilh pika kgamanana


cho katuwa limaxtupat kiwi. Cho nika timawin- Ama kgawasa
kgalhtinalh:

-Tsé nika sitsi, uma tuku kakaxlhawama naskujkgoy


nakinpalakalhawakgoy. Chiyu takgxtakgtamama xpalakata kama
kakay puxumatati machita- Alistalh wa.

AVELI
57
-Nika pikuanti. Naka akxilha, kaxman nak kakakgoy uma xemana,
xlhakan nakin kamakgtayay nak kakuxin- Chana wa.

Cho ama puskatlhan mawilh ixkgawasa.

Titaxtulh akgtujun chichiní, lata xkilanit ama tse nak kaxawatni,


itat tsisni, slan xmaxkgakganankalha papa, ama chakan tsukulh
kaxakgalhiy laktsu machita xla kiwi, ama laktsu likgaman
lakgawiwi ni kgalhi ix jaxanat, ni katsikgolh, pi ama spitu xkawaniy
xmakgtayana cho ix skujnin, alistalh tsukulh tistum kayaway,
kgantunu kantunu, akgitsispuxum xlipalanka, naxkawaniy pi ni ti
kayatit kiwinikuma xlakitat kaxawatne ya.

Lata cho mapakgsinankgolh ch´akan putsulh lanka kiwi. Tawakatnalh


anta cho talhman tsukulh kakilh-aniy ama laksu likgaman niku cho
tistum kayawanit, xpalakata naskujkgoy, nakimakgtayayatit lata
tuku taskujut kama lhaway unu kakiwin.

Akxni cho skujkgolh tantaku, cho ama laktsu xa kiwi machita


nitatsujikgoy, kapaxkatsiniyan min tamakgtay kawaniy.

Alh ix chik, xlakatin ix tsé, tiku luxlakapalama xkaxlawanima


xtawalhtata xkgawasa, cho xla paxawa tachiwinan lata nikunla
kataskujlhe ama laktsu kiwi xa tachuku, xtse lata kgaxmatkgolh
kilhnipa xkgawasa, nikanajliyan. Wix lu xalhkitit.

Ama kgawasa maské kilhnika nitu wa. Ka makatsinilh ix tsé,


akxni natitaxtuy akgkukitsis kilhtamakú, ¡ka lhawa lilhan!,
nitipatsankgaya, kama kalhkuyunan; wix niti tala katsuwiya niku
jinama, naklhkuyunan kamakgkaw kilhtamakú.

-¡Katatsekgtet xpulakne xekga!- Wanilh ix tsé kgawasa. Cho xla ni


kgaxmatlhe, wa xpalakata, lijikswalh jini.

Nilipuwa, lata nilh xtsé, ch´akan yalhkata skujlhi laktsu ix kiwi x


ata chuku. Tama kilhtamakú lan makgalalh ix kuxi, nixkatsiy niku

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


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cho namakiy xpalakata tama kata, nimakgalaka kuxi w acho nix-
lianan, lakapastaklhe kan a matsekg nak sipi, lakatsu pulataman.
Ama tiku xkatsikgoy pi chakan lan ixwi ixkuxi lakgankgolh
tamawanikgoy. Cho kawanilh, tiku lakaskin kuxi, nakintapinatit
kasipijni niku ixmakinit.

Alistalh, kata-alh ix nakumpalijni, wak ankgolh sipi cho xlinkgoy


lichán, wacho x´amakgolh li lakawaxkgoy sipi, xtampin kachiwixni
xmatsekgnit ch´akan, akxni chankgolh sipi, tunkun tsukokgolh,
lakatiyakgolh chiwix kayta laklanka. Ka xalan akgtum chiwix
akgpakglhe ch´akan, tsukulh akgstaj spininiwa asta chiyu lata kin
lakgapasaw katuxawat.

AVELI
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El chénchere

Santiago Francisco Francisco

Hubo una vez un pájaro conocido con el nombre de chénchere


que no sentía agrado por el trabajo; sin embargo, su madre que se
esmerada por atenderlo, diariamente le hacía de comer.
Con el paso de los años el pájaro creció y se hizo adulto; pero no se
hallaba a gusto en la compañía de su madre quien constantemente
le decía que él era un hijo flojo. El chénchere, por su parte,
contestaba:

-Mamá no me digas flojo. Voy a ir a trabajar, pero al mediodía me


llevas la comida; además, no te apures, mañana temprano comienzo
a trabajar en el monte. Con estas palabras, el hijo señalado como
perezoso, convenció a su madre que dejaría de serlo.

Al día siguiente, aún entre la fugacidad de la niebla, empezó a


cortar los árboles, trozándolo en pedazos de leña y en madera para
otros usos. De las ramas no muy delgadas del árbol caído hizo
unas figuras parecidas a los machetes. Cuando al mediodía llegó
la madre con los alimentos exigidos por su hijo y vio que éste no
había hecho más que imágenes con los palos, enojada lo regañó:

-Hijo, ¿no te dije que no sabes hacer nada? Por lo que veo, sólo
estás jugando y labrando palos. No te daré de comer- A lo que el
hijo respondió:

-No te enojes mamá, pues estas figuras que estoy labrando van a
trabajar por mí. Hoy, ando atrasado, porque he de hacer veinticuatro
machetes de madera- Luego añadió.

-No temas. Vas a ver que, nomás los termine esta semana, ellos me
ayudarán con el trabajo de la milpa- Concluyó.

ANTOLOGÍA LITERARIA EN LENGUAS INDÍGENAS DEL ESTADO DE VERACRUZ


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Sin más averiguaciones, la madre dio de comer al hijo, atendiéndolo
bien.

Siete días después de la visita que la progenitora había hecho a su


hijo en la milpa, a media noche y con el brillo de la luna llena, el
chénchere comenzó a hablarle a los machetes de madera; éstos,
figuras frías y sin aliento, no se dieron cuenta de que el chénchere
les decía que eran sus trabajadores y sus ayudantes; horas después,
los empezó a formar, uno por uno, a una distancia de un metro de
separación, al tiempo que les advertía que no fueran a tumbar un
palo que estaba en medio del monte.

Terminada la orden el chénchere buscó un árbol enorme. Una vez


que subió en sus ramas, desde allí, empezó a gritar a los machetes
de madera, cómo iban a trabajar la tierra; asimismo, solicitaba que
le echaran la mano y otros apoyos en la labores del campo.

Una vez que terminó el trabajo del día, juntó a los machetes en un
sólo lugar, sin dejar de manifestarles gratitud por su ayuda.

De regreso a su casa, y delante de su señora madre, mientras apuraba


la cena que ésta había preparado para recibirlo, el hijo comentó
gustoso cómo había trabajado en la compañía de los machetes de
madera; pero la madre, después de oírlo, una vez más, regañó al
hijo repitiéndole que no le creía nada. Que él era un gran flojo.

Por su parte, el hijo no hizo caso a la amonestación de su madre.


Al contrario, anunció a su progenitora que, al llegar los próximos
quince días, ¡por favor! no se le vaya a olvidar, él iría a quemar los
árboles que había cortado; por lo tanto, dijo a su madre que ella
tendría que esconderse de la humareda que provocaría la quemazón;
al mismo tiempo, le advirtió que la dispersión del fuego comenzaría
a las diez de la mañana.

-¡Escóndase adentró del lugar en donde hacemos el temascal!-


Ordenó el hijo a su madre. Pero la madre desoyó las instrucciones
y, ese día, murió asfixiada.

AVELI
61
Sin pena alguna, tras la muerte de su madre, el chénchere continuó
con su trabajo auxiliado por los machetes de madera. Esa vez se
le dio mucha mazorca y no sabía en dónde guardarla debido a
que, durante el transcurso del año, hubo escasez de maíz; por lo
que, sin pensarlo mucho, determinó esconderlo en el cerro más
cercano al pueblo. Pero la gente que sabía que el chénchere tenía
mucho maíz, acudió a comprárselo. Él, por su parte, les dijo que
si querían el maíz, tendrían que acompañarlo al cerro en donde lo
tenía guardado.

Luego entonces, en la compañía de sus compradores, todos se fueron


al cerro auxiliados de palos en forma de espeques que habrían de
servir para mover las rocas porque, debajo de ellas, el chénchere
había escondido el maíz; por lo tanto, una vez que llegaron al cerro,
aprisa comenzaron a mover las enormes rocas. En un descuido,
una piedra cayó sobre la cabeza del chénchere provocándole un
sangrado rojizo, huella permanente, por la que, se conoce a esa ave
en la tierra.

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