Unidad Iii
Unidad Iii
Unidad Iii
XX
A. El keynesianismo de 45 grados
Supone una función de consumo C=c (Y, r), siendo Y la renta real y r el tipo de interés, y una función de inversión I= I (r),
donde el consumo es función directa del volumen de renta y la inversión crece cuando bajan los tipos de interés.
La preferencia por la liquidez o demanda de dinero se expresa L=L (Y, r). A mayor volumen de renta real, mayor será la
demanda de dinero destinado a financiar el aumento de transacciones. A causa del motivo especulación, un descenso de
los tipos de interés favorece el incremento de la demanda de dinero. Efecto que se verá reforzado por el miedo a una
subsiguiente subida, si ésta se produjese disminuiría el valor del capital que se tuviese en títulos cotizables. Para un muy
bajo tipo de interés la preferencia por la liquidez podría hacerse absoluta, la función L se hace perfectamente elástica
cuando la demanda de dinero se hace casi insaciable (trampa de liquidez).
La oferta monetaria (M= circulante más demanda de depósitos) es mantenida constante mediante control exógeno de la
autoridad monetaria.
La demanda es igual a la suma de gastos de consumo y de inversión, D= C + I, D= C (Y, r) + I (r). Igualando la oferta y la
demanda se obtiene M=L (Y, r). El resultante sistema de dos ecuaciones con dos incógnitas puede representarse en el
diagrama de los 45º. La intersección de la curva C+I con la recta de pendiente de 45º determina la renta de equilibrio Ye
y el asociado gasto real de equilibrio (C+I) e.
Calculando la razón C/Y se obtiene la propensión media al consumo. La pendiente de la curva C, para cada valor de Y,
proporciona la propensión marginal al consumo. El consumo crece con la renta pero en menor cuantía.
Principio del multiplicador de Khan-Keynes: un gasto de inversión conlleva un crecimiento de la renta, múltiplo de dicho
gasto.
Política monetaria: Yf es el nivel de renta correspondiente al nivel de pleno empleo. Si sucediese que Yf > Ye, se
produciría un bache deflacionario, Yf-Ye, que sugeriría adoptar medidas fiscales del tipo de reducir los impuestos sobre
la renta personal, encaminados a impulsar el crecimiento del nivel de consumo C; o desgravar las inversiones, con el fin
de impulsar el nivel de inversión I. También cabe el fomento de la inversión, a través de medidas de política monetaria
encaminadas a la reducción de tipos de interés.
Si sucediese que Yf<Ye, se produciría un bache inflacionario. Ye-Yf, que sugeriría una política económica fundamentada
en políticas fiscales encaminadas a contener gastos de consumo e inversión.
La inflación y la deflación (desempleo) son conceptos simétricos, que pueden regularse mediante un apropiado empleo
del instrumento fiscal, moviendo la demanda efectiva en la dirección deseada.
Proceso de determinación del tipo de interés: la demanda de dinero L. L (Y) expresa la demanda para transacciones, en
relación directa con el nivel de renta, Y se considera rígida respecto al tipo de interés r. L (r) expresa la demanda de por
motivo de especulación, en relación inversa con el tipo de interés. Lc que representa una demanda contingente de
dinero dirigida a mantener una reserva de previsión para gastos imprevisibles. La oferta de dinero M se supone
perfectamente rígida ya que su volumen se determina por decisión de la autoridad monetaria. La intersección de L con
M determina el tipo de interés.
Este keynesianismo tuvo vigor en la década de los ’50, actitud fiscalista o intervencionalista.
Críticas teóricas:
Razonamiento circular: el nivel de renta Y se determina con el cruce de la demanda efectiva, C+I, con la renta de
pendiente 45º. Para determinar el volumen de I (r) es necesario determinar r, que a su vez depende de la
función L, que incluye entre sus variables independientes a r y a la misma Y.
Enfoque simplista de que una economía puede experimentar alternativamente desempleo o inflación, y que
ambas situaciones son regulables mediante una simple inversión de las medidas de la política fiscal. El paro y la
inflación no son incompatibles (estanflación).
Todas las magnitudes empleadas en sus diagramas están expresadas en términos reales. El dinero seguía siendo
un concepto abstracto y no tenían en cuenta el nivel de precios.
Deficiente monetarización: insistencia en considerar la inversión como una función de los niveles de rentas del
pasado o de otras condiciones deterministas. Consideraban a la oferta monetaria como absolutamente exógena.
B. El keynesianismo hicksiano
A partir de la función de consumo C=C (Y, r) y de la definición del ahorro como renta no consumida S=Y-C (Y, r), se puede
definir una función de ahorro S=S (Y, r). Teniendo en cuenta la condición de equilibrio establecida por Keynes I=S, que
establece la igualdad entre ahorro e inversión se establece la ecuación IS: I(R)= S (Y, r). La igualdad entre la demanda
monetaria L=L (Y, r) y la oferta monetaria M establece la ecuación LM: L (Y, r)=M.
En la ecuación IS, r se toma como un parámetro, en función del cual se determina una función IS. En la ecuación LM, se
toma a Y como parámetro, en función del cual se determina una función LM. La intersección de las dos funciones
proporciona una solución (re, Ye) de equilibrio para el sistema de dos ecuaciones con dos incógnitas.
Un cambio en las funciones I(r), S (Y, r), L (Y, r) o un cambio en la oferta monetaria M, alteraría las curvas, desplazándolas
en el diagrama y produciendo una nueva solución de equilibrio.
Defecto fundamental: carece de un nivel de precios y de una referencia a los salarios monetarios. Seguía manteniendo
una radical exclusión de cualquiera de los fenómenos de estanflación.
En 1958, Phillips puso de manifiesto la existencia de una correlación entre el nivel de desempleo y el nivel de salarios
monetarios.
El descubrimiento de Phillips vino a admitir el paro como un elemento inevitable y que venía a justificar, teóricamente,
el hecho de que una economía tuviese que sufrir la inflación o el desempleo, de tal manera que la lucha contra uno de
estos males se hiciera a costa de permitir el crecimiento de otro. Es necesaria una cierta componenda entre las tasas de
desempleo y las tasas de inflación que una economía está dispuesta a aceptar.
El objetivo ético de Keynes, conseguir una economía estable y con pleno empleo, empezó a ser juzgado como de un
optimismo desbordante. La dura elección entre desempleo o inflación se justificaba apelando a una supuesta ley natural
que las curvas de Phillips habían establecido empíricamente. Los mismos keynesianos consideraban que la restricción de
dinero y más desempleo era el único remedio contra la inflación.
Las curvas de Phillips eran meras radiografías de lo que había sucedido, pero en ningún caso tenían valor normativo. Las
expectativas de inflación generan demandas de mayores salarios monetarios, lo que provoca una subida salarial a pesar
de un creciente desempleo.
Economías en crecimiento
El planteamiento de Keynes sobre el equilibrio económico limitó su objetivo al estudio de los niveles de renta o de
empleo, para un período de tiempo muy corto, casi inmediato.
Harrod se propuso dinamizar los planteamientos. Para él la inversión tiene un carácter dual: genera renta y aumenta los
recursos o capacidad de la economía, al agrandar el stock de capital. La inversión (neta) es la tasa de cambio del stock de
capital por unidad de tiempo. El modelo keynesiano ignoró este aspecto dinámico de la inversión, ya que supuso
constante el stock de capital. Esta actitud tiene lugar en un período (crisis del ’30) en los que la teoría económica
buscaba la manera de crear instrumentos para levantar la renta nacional hasta niveles suficientes como para que fuese
posible el logro del casi pleno empleo de los recursos laborales y de capital. A corto plazo, la inversión es función de la
tasa actual de inversión.
Más tarde o más temprano se produce, como efecto de la inversión, un aumento del stock del capital. Es esencial que
este incremento del stock de capital sea empleado en el proceso productivo. La producción total debe expandirse a fin
de dar empleo a este agrandamiento del stock de capital. El capital no empleado actuará como una rémora frente a
futuros flujos de inversión y, en consecuencia, afectará los niveles de renta y empleo. El nivel de renta de equilibrio es
temporal. O crece, para absorber el incrementado stock del capital, o decrece, bajo presión contractiva ejercida sobre la
inversión por el creciente exceso de capacidad no utilizada.
Los modelos keynesianos de crecimiento (Harrod y Domar) tratan de extender el planteamiento keynesiano desde el
corto al largo plazo y de establecer las condiciones que determinan una tasa estable del crecimiento equilibrado de la
renta. El modelo Domar se caracteriza por combinar el principio keynesiano del multiplicador, con la resultante
ampliación de la capacidad productiva, consecuencia de la inversión. Su finalidad es determinar la tasa de crecimiento
de la renta, que será necesaria para que no se produzca una infrautilización de la capacidad productiva del acrecentado
stock del capital. El modelo de Harrod hace énfasis en las consecuencias de la inversión inducida, vía principio de
aceleración, a partir del incremento de ahorro, consecuencia del agrandamiento del volumen de la renta. Tiene el fin de
determinar la tasa de crecimiento de la renta que será necesaria para mantener la igualdad entre el ahorro planeado y la
inversión, es decir, que cumpla la condición keynesiana del equilibrio. Los dos modelos son dos caras de la misma
moneda ya que la condición keynesiana de equilibrio requiere de la plena utilización de la capacidad productiva del
stock de capital y viceversa. Su principal conveniente es su incontrolabilidad. Sus respectivas tasas de equilibrio son
función de magnitudes exógenas y se sustraen a cualquier tipo de control que pudiese conducir el modelo por una senda
de crecimiento económico equilibrado.
Los rasgos comunes de los modelos pos keynesianos del crecimiento son:
Comienza por preguntarse si la condición de que los ahorros sean invertidos es necesaria y suficiente para que se
produzca pleno empleo. Si la renta de ayer alcanzaba el nivel de pleno empleo, hoy podría mantenerse el mismo nivel de
renta, pero puede suceder que ya no corresponda con una situación de pleno empleo. Toda inversión es formación de
capital y conlleva un incremento de la capacidad productiva de la economía. El porcentaje del nivel de empleo es
función del cociente entre la renta nacional y la capacidad productiva.
Keynes no tuvo en cuenta el carácter dual del proceso de inversión, lo cual lo llevó a prescindir de las variaciones en la
capacidad productiva. Luego las consecuencias sobre el empleo dependerán de que al final se haya producido o no un
incremento de la renta real.
En una posición de equilibrio, con pleno empleo, la renta nacional es igual a la capacidad productiva. Para mantener
dicho nivel, la renta y la capacidad productiva deberán aumentar al mismo ritmo. Mayor será el incremento del
producto nacional cuanto menor sea la capacidad productiva que quede sin utilizar.
No basta que el ahorro de ayer sea invertido hoy o que la inversión de hoy tiene que ser siempre superior al ahorro de
ayer. La simple ausencia de atesoramiento es condición necesaria pero no suficiente. Es preciso que exista, día a día, una
inyección de moneda fresca o desatesoramiento.
Este modelo presenta la economía en un equilibrio dinámico. Si no hay suficientes perspectivas de inversión, se
desencadenará paro; si, por el contrario, se invierte en grado suficiente, mañana será preciso invertir todavía más.
Harrod se centró explícitamente en la naturaleza de las condiciones de equilibrio entre ahorro planeado e inversión, en
una economía de crecimiento. Basándose en el principio de aceleración desarrolló una teoría de la demanda de
inversión.
El equilibrio de ahorro e inversión debe contemplarse en un contexto dinámico, ya que el ahorro es función del nivel de
renta, mientras que la inversión depende, al menos parcialmente, del crecimiento de la renta. Si la renta debe crecer,
para generar inversión, el ahorro también deberá crecer para mantener la igualdad entre el ahorro planeado y la
inversión. ¿Qué tasa del crecimiento de la renta será capaz de mantener la igualdad I=S?
La condición para una continua relación de equilibrio entre ahorro planeado e inversión es que el producto nacional
crezca a la tasa constante s/a (promedio contaste y marginal de la propensión al ahorro sobre el coeficiente aceleración
o de capital técnico). Esta tasa de equilibrio varia directamente con s, e inversamente con a, Para un a dado, cuanto
mayor sea la fracción s de renta ahorrada, tanto mayor tendrá que ser la tasa de crecimiento de la renta capaz de inducir
la suficiente inversión, vía principio de aceleración, como para absorber el ahorro planeado. Para un s dado, cuanto más
pequeño sea el acelerador a, menor será la inversión inducida por crecimiento del producto nacional, y en consecuencia
se requerirá una mayor tasa de crecimiento de la renta para absorber una cantidad dada de ahorro.
Las decisiones de inversión que se toman están relacionadas con sucesos (ventas) que ocurrirán en el futuro, estas
decisiones deberían basarse en sucesos esperados. Luego la tasa s/a de crecimiento equilibrado deberá ser aquella cuyo
cumplimiento asegure la realización de esas expectativas. La tasa de crecimiento equilibrado es la tasa de crecimiento
garantizado, aquella en la que el nivel de negocios de las empresas satisface las adecuadas decisiones de inversión, que
fueron tomadas con anterioridad. Esa tasa asegura que se ha producido el adecuado aumento de stock de capital para
producir el adecuado incremento de producto.
La tasa natural o tasa techo es la tasa de crecimiento, a pleno empleo, permitida por la tasa de crecimiento de la oferta
de trabajo, y la tasa de crecimiento de la productividad del trabajo. Representa la máxima tasa de crecimiento que la
economía es capaz de sostener. Se trata de un máximo potencial de crecimiento, que supone pleno empleo y máxima
productividad. Constituye un techo para el crecimiento de una economía. Contrasta con la tasa de equilibrio o
garantizada, que únicamente asegura una tasa de crecimiento a capacidad plena. Si la tasa garantizada excede a la tasa
natural, la economía se encaminará hacia un estancamiento, ya que la incapacidad de la tasa real de crecimiento para
aproximarse a la tasa garantizada implica una insuficiencia de la aceleración. El ahorro planeado sobrepasará
continuamente la inversión planeada, provocando un exceso del producto agregado sobre la demanda agregada, que
creará las condiciones de estancamiento. Cuando la tasa natural es mayor que la tasa garantizada la economía se
encaminará hacia una situación de inflación permanente, ya que la tasa real tenderá de modo persistente a exceder la
tasa garantizada. Existe un exceso crónico de aceleración de la inversión inducida sobre el ahorro planeado, lo que
provocará fuertes tendencias inflacionistas debidas a las presiones sobre la capacidad productiva.
Harrod y Domar determinaron una tasa de crecimiento que mantenga un continuado equilibrio entre capital y producto,
entre ahorro e inversión.
Milton Friedman
En 1956, Friedman plantea un resurgimiento o revisión de la antigua teoría cuantitativa sobre los siguientes supuestos:
Necesidad de desarrollar una adecuada teoría de la velocidad de circulación del dinero, relacionada con la teoría
de la demanda.
Aplicación de la teoría estándar de los precios de la demanda del dinero.
Tratar de determinar funciones estables de la demanda de dinero
Su finalidad es sustituir la antigua afirmación de que la velocidad no es función del volumen medio del dinero, es decir,
desplazar el énfasis en la estabilidad de velocidad hacia la estabilidad de una función de V, o función de demanda.
El modelo monetarista
Friedman parte del supuesto de que los ajustes del consumo a la renta se realizan para un concepto agregativo de la
renta, referido a un período de tiempo considerablemente mayor que el período utilizado por la contabilidad
convencional. Es necesario extender el análisis de las expectativas al análisis del comportamiento de los consumidores.
La renta disponible se puede dividir en dos grandes grupos: la renta permanente, que proviene de factores considerados
independientes del tiempo y la renta transitoria que proviene de aquellos factores cuyos efectos cesarán dentro del
horizonte temporal considerado. El postulado fundamental de Friedman es que, si no se valoran los errores estocásticos
(las influencias del consumo transitorio) el consumo depende únicamente de la renta permanente.
La hipótesis de Friedman proporciona una propensión marginal al consumo nula para aquellas rentas cuyo período de
rendimiento se agote dentro del horizonte temporal considerado. El consumo es simplemente un múltiplo constante de
la renta permanente.
Las políticas monetaristas
A. El retraso de los efectos monetarios. Comparó las distancias entre los puntos de giro en las tasas de crecimiento
monetario y los puntos de giro (picos y senos) del ciclo económico, y encontró que los puntos de giro monetario
preceden regularmente a los puntos de giro del ciclo económico. Una política monetaria flexible sería
probablemente desestabilizadora. Se debe seguir una política de crecimiento estacionario, siguiendo la pauta
que marque la suma de la tasa de crecimiento del producto, más la tasa de disminución de la velocidad de
circulación.
B. La distribución del efecto monetario.
C. El control de la oferta monetaria. Friedman propone el modelo donde:
M, es el stock monetario
D, la componente depósitos de dinero
C, la componente dinero circulante
R, las tenencias de los bancos de reservas legales
H, el circulante más las reservas bancarias, el dinero altamente potenciado
M=C+D
H=C+R
El stock monetario en función del producto del volumen de dinero altamente potenciado por un factor que
depende de la razón, el volumen de circulante al volumen de depósitos y de la razón del volumen de las reservas
legales al volumen de depósitos.
Friedman identifica a tres determinantes principales de la oferta monetaria:
a) el dinero altamente potenciado que es fácilmente controlable por las autoridades monetarias
b) la razón entre los volúmenes de circulante y depósitos C/D teóricamente controlables por los agentes
no bancarios
c) la razón entre los volúmenes de reservas legales y depósitos, R/D, controlada por los bancos y
autoridades monetarias.
D. La tasa natural de desempleo. En los ’70 se produce la estanflación que se caracteriza por una mayor
compatibilidad en el crecimiento simultáneo de las tasas de inflación y desempleo. Los monetaristas, para tratar
de explicarla, propusieron una teoría basada en una preponderancia de las expectativas, en el comportamiento
microeconómico del mercado de trabajo.
Friedman estableció la tasa natural de desempleo como la que prevalecería en una economía en la que, con
independencia de la inflación, los agentes económicos tomasen sus decisiones de acuerdo con un perfecto
conocimiento del comportamiento futuro de los precios. A corto plazo, un aumento no previsto de la inflación
podría reducir el desempleo, pero pronto los obreros tomarían conciencia de que sus mayores salarios
nominales no corresponden a mayores salarios reales, con lo que el desempleo retornaría a su tasa natural. A
largo plazo, la curva de Phillips podría ser totalmente vertical. Las variaciones coyunturales del desempleo
dependen principalmente del comportamiento del trabajo frente a la evolución de las expectativas. En una
economía moderna dinámica siempre hay un cierto volumen de mano de obra que se encuentra a medio
camino entre dos empleos. Los cambios de expectativas pueden contraer o aumentar el volumen de paro
friccional.
Monetarismo y keynesianismo
Teoría monetarista: MV = PY, un stock o incremento del stock M es multiplicado por una velocidad V.
Teoría keynesiana: C+I=Y, la renta global Y es considerada como la adición o sustracción de unos ingresos y unos gastos.
Los monetaristas consideran el dinero como una fuerza motriz, mientras que los keynesianos los consideran una
cantidad flexible que se ajusta a las necesidades de las empresas y economías domésticas.
La subsecuente disolución del consenso keynesiano refleja cambios en las condiciones socioeconómicas existentes, así
como la alteración de la visión económica que surge de este estado de la cuestión.
Hacia finales de los años 50, el espectro de un colapso del capitalismo europeo dio pie al crecimiento convencimiento de
que una Europa rejuvenecida iba a convertirse en la entidad económica más poderosa del mundo. La economía japonesa
empezaba a mostrar una vitalidad económica importante.
En este resurgir global del capitalismo, la economía norteamericana desplegaba una tendencia perezosa, tanto en su
tasa global de crecimiento como en el ritmo del avance tecnológico.
Podemos adjudicar el alza de la economía keynesiana a la percepción de un desafío al orden capitalista, las décadas de
posguerra proporcionaban drásticamente una razón para alterar el marco en el que la teoría de Keynes sería juzgada.
Las nuevas versiones del capitalismo en Japón, Taiwán, Singapur y Corea del Sur fueron desde sus inicios totalmente
dirigistas en lo político, e incluso menos dependientes de las medidas fiscales keynesianas.
El enfoque keynesiano está profundamente dañado por un marco analítico inadecuado para su tarea, equivocado en
algunas de sus secuencias causales principales, y desencaminado con respecto a la dinámica global del sistema
económico en su conjunto. La incapacidad para presentar una teoría coherente de la inflación. El modelo no contenía un
tratamiento sistemático de la inflación paralelo al del desempleo, y el modelo IS-LM del equilibrio del mercado de
beneficios y dinero no incluía la determinación del nivel de precios. Phillips descubrió que la tasa de desempleo en la
economía británica entre 1861 y 1957 estaba inversamente relacionada con la tasa de cambio en la tasa de salarios.
Gordon y Lucas pusieron la curva de Phillips en tela de juicio. El nivel de desempleo no reflejaba el salario nominal sino
el real, y tendería por lo tanto, tras un período de ilusión de dinero, hacia una relación desempleo-inflación constante.
Friedman mantenía que la curva de Phillips siempre se ampliaría verticalmente desde la tasa natural de desempleo.
Otro problema es su fracaso a la hora de incluir el concepto de estanflación (la experiencia simultánea de recesión y alza
de inflación) en el espectro de los resultados macroeconómicos. Keynes no anticipó este estado de la cuestión, al estar
más concentrado en el problema de la deflación que en el de la inflación. Se podría decir que ignoró la inflación, al no
verla como un problema en el contexto de la Gran Depresión. La estanflación tiene vínculos causales de los que las
políticas keynesianas pueden ser un necesario pero no suficiente antecedente. La conexión analítica es un ex post, no un
ex ante relación. El keynesianismo es adaptable a la estanflación pero no la anticipa.
Crítica al tratamiento keynesiano del dinero, vinculado a la causa de la inflación. Friedman sostenía que la inflación era
un problema monetario ene le sentido que existe y puede producirse sólo por un aumento más rápido de la cantidad de
dinero que en el producto. Únicamente una política fiscal restrictiva es insuficiente para contener la inflación. En el
sistema keynesiano, la inflación es un síntoma monetario de una condición no monetaria (la sobreutilización de la
capacidad productiva existente). En la teoría monetarista la inflación es siempre un problema de un sobre exceso de
dinero en comparación con el estado real de la cuestión. Toda inflación importante tiene raíces monetarias. El enfoque
IS/LM conduce a dificultades de naturaleza estática, ya que regulaba las propiedades dinámicas ineludibles de un análisis
monetario. Los keynesianos simplemente sobrevaloran la elasticidad del interés de la demanda de dinero e infravaloran
la elasticidad del interés del gasto, es decir, el marco IS/LM da resultado monetaristas si las formas de las dos curvas se
trazan correctamente. Una incompatibilidad se sitúa en el postulado keynesiano de una persistente condición de
desempleo (equilibrio) pueda de entrada persistir. El problema planteado por el enfoque keynesiano se sitúa en su
visión pre analítica de la economía como mecanismo social sujeto a disfunciones crónicas para las que requería un
remedio más fuerte que la política monetaria. El que la tasa de interés no fuera una variable real que llevara al
equilibrio, la inversión y el ahorro es una opinión que se oponía directamente a la posición de los clásicos keynesianos y
con la de los nuevos clásicos pos keynesianos. El éxito de la contrarrevolución del monetarismo fue debido a su
asociación del keynesianismo con la idea de que el dinero no importa. La economía keynesiana parte de una presida que
el capitalismo, en virtud de sus características institucionales del siglo XX, era crónicamente vulnerable a la persistente
condición de flujos de gasto inadecuados. Dicha visión es la que separa decisivamente la situación clásica keynesiana de
la visión marshalliana. En el análisis keynesiano, como en el de Friedman, el dinero importa, pero importa de un modo
diferente y en un grado distinto, puesto que las propiedades del orden social en el que ejerce sus efectos se conciben de
modo distinto.
Sobre la prioridad acordada a cada clase de equilibrio. En el análisis marshalliano, todas las cuestiones económicas se
describen y analizan en términos del comportamiento de los individuos, cuya interacción constituye la única causa del
producto en los mercados individuales que describen dicho proceso. En el análisis keynesiano, las determinaciones
colectivas tienen preferencia sobre el comportamiento individual influenciándolo en gran medida.
La caída de la teoría keynesiana no se puede explicar por la ausencia de una base microeconómica clara, sino que se
basa en consideraciones visionarias o ideológicas (contraste entre el trasfondo social y político en el que surgió el
análisis económico en la década de los años ‘30 y principios de los ‘40 y el de la década de los ‘50 y ‘60).
El keynesianismo, intacto como centro consensual de la macroeconomía a lo largo de las dos primeras del período de
posguerra, se convirtió a finales de los ’80 en un modelo de descrédito general. El asalto contra la doctrina keynesiana
fracasa a la hora de producir un paradigma lo suficientemente poderoso para reemplazarlo.
Críticas principales vinculadas a las dificultades de acomodar los problemas relacionados con la inflación en el seno de
un marco en el que las influencias reales, más que las monetarias, tuvieran una prioridad clara. En la típica
representación keynesiana de los años ’50 y ’60, el único papel decisivo acordado al comportamiento dirigido por el
dinero fue la creación de un área de impotencia monetaria, una vez las tasas de interés cayeron por debajo del nivel
establecido por cualquier tipo de exigencias de liquidez que prevalecieran. Muchos de estos efectos podían remediarse
con la introducción de la curva de Phillips de expectativas aumentadas y una tasa de desempleo natural en el seno de la
configuración general de una representación IS/LM. No existía una distancia irreconciliable que separara el marco
keynesiano de un macrosistema de las preocupaciones concretas de la escuela monetarista. ¿Por qué el monetarismo
no se convirtió en el sucesor natural del keynesianismo?
1. La relación empírica entre la oferta de dinero y los niveles de los precios generales de la renta y del desempleo
crecieron desmesuradamente en la década de los años ’70. La demanda de dinero se sobrestimó mucho,
desautorizando radicalmente el mecanismo de transmisión monetarista y dando como resultado la crisis de
Volcker de 1982. Esta desautorización debe haber sofocado la posibilidad de un modelo monetarista como
punto de referencia central para la teoría y la práctica.
2. La premisa de Friedman “el dinero importa” fue expresada por sus detractores como “sólo el dinero importa”.
Friedman adhirió con una invariante, anunciada tasa blanda del crecimiento de la oferta de dinero como la única
macropolítica exigida para conseguir la estabilidad, independientemente del estado de la economía. Esta
posición se apuntalaba en la visión de una economía que opera ópticamente a su aire salvo por el insoslayable
papel del gobierno al proveer una bese monetaria.
3. Falta de microfundamentos de decisión racional de la teoría monetaria.
4. La doctrina keynesiana describe una condición económica de inestabilidad siempre latente y a menudo
manifiesta, para la que no existe otro remedio exceptuando la fuerte intervención pública. El intuitivo atractivo
de la teoría de la cantidad de dinero desembocó rápidamente en una amplia popularidad del monetarismo entre
los organizadores políticos. A medida que la atención pública se desplazaba de una preocupación por el empleo
y la renta a preocupaciones por la inflación, el keynesianismo vaciló, ofreciendo únicamente fiscalismo invertido,
o sea, restricciones fiscales, que demostraron carecer de valor a la hora de combatir el alza de inflación. Los
números de la oferta de dinero eran lo único importante. A finales de los ’70 el alza del peso de los impuestos
empezaba a hacer un agujero en el bolsillo de las personas y una reacción contra el coste y la justificación
dudosa de distintos gastos estatales. Para la derecha política, el monetarismo se iba a convertir en el modo de
vincular la insatisfacción popular sobre los impuestos con la inflación. L trono del pensamiento económico fue
usurpado por el axioma de las expectativas racionales.
A diferencia de las expectativas del modelo monetarista de Friedman, que eran adaptativas o formadas por la
extrapolación en el futuro de expectativas pasadas, las expectativas racionales se basaban totalmente en estimaciones
del futuro formadas corrientemente. Las expectativas racionales eran una técnica que aplicaba el análisis de
optimización en el tema de la formación de expectativas. La política era incapaz de alterar el curso del comportamiento
espontáneo del mercado. Las expectativas racionales suscriben como punto central que los participantes en el mercado
actúan en éste basándose en la amplia gama de su información. Los mercaderes, obedientes a sus naturalezas
racionales, construyen lo que prevén será la forma más adecuada de las cosas por venir. Las expectativas de los actores,
tomadas en conjunto, predigan con exactitud el movimiento del mercado puesto que dichas expectativas determinarán,
al ser traducidas a la acción, cómo se comporta de hecho el mercado. Ninguna persona que no observe el mercado
puede triunfar en él. El gobierno se convierte en un agente que no puede prevenir ni tener influencia alguna sobre el
curso del movimiento del mercado. La nueva escuela keynesiana sostiene que la política gubernativa puede influir en los
movimientos del mercado, a pesar de las expectativas racionales, cuando los salarios se congelan. Según la proposición
de la política ineficaz, ninguna política fiscal n monetaria, si se anticipa, puede ejercer ningún efecto real a largo plazo. La
política fiscal expansionaría se verá equilibrada a largo plazo por la respuesta racional del aumento del ahorro con el fin
de afrontar el aumento inevitable de futuros impuestos. Las expectativas racionales fracasaron por sí mismas a la hora
de desplazar la situación keynesiana. Como metáfora existencial no era aceptable.
La economía neoclásica (enfoque equilibrado a la macroeconomía) aceptó la hipótesis de las expectativas racionales y la
asumió eficazmente en todos los mercados. Se inicia con la función objetiva de un agente individual se considera
representativo para todo individuo o empresa. Los movimientos macroeconómicos se pueden considerar como la suma
de dichos agentes. Se ignora el factor innegable de que el gobierno, en todas sus formas, es la creación de órdenes
sociales y no su entorno dado por Dios. La negación de la socialidad no sólo de los gobiernos sino de todos los agentes
económicos y de los mercados en los que interactúan subyace a los fundamentos conceptuales del neoclasicismo. Las
preferencias individuales y la tecnología se consideran naturales, o sea, fuera del funcionamiento de la economía en sí
misma, y por lo tanto, cualesquiera cambios en ellas son también naturales. Se toman como algo dado al problema
económico. Las fuerzas abstractas de la historia, de modo semejante a un agente de poder, aparecen como parte de la
información, rumor, contagio de humores, esperanzas y aprensiones, que penetran y moldean el comportamiento que
constituye, a fin de cuentas, el único medio social por el que los sistemas de mercado pueden ejercer sus fuerzas. Lo
micro y lo macro se unen, en el sentido de que no se puede comprender el microcomportamiento sin conocer sus
orígenes sociales, y las fuerzas sociales quedan como meras abstracciones si no entran en las motivaciones particulares
de uno o más individuos.
A mediados de los ’70, la síntesis entre en crisis por la imposibilidad de explicar el fenómeno económico de ese
momento: receso en las economías industrializadas (por el aumento del precio del petróleo) y alta inflación: había
aparecido la estanflación (estancamiento con inflación).
Contexto: postguerra, desarrollo, comercio internacional, inflación, desempleo, deuda externa, etc.
La síntesis neoclásica consistió en aceptar la explicación de Keynes una vez logrado el pleno empleo (al verticalizarse la
curva de oferta agregada), el análisis clásico de asignación de recursos, distribución del ingreso y bienestar, que estaba
basado en postulados microeconómicos, era nuevamente relevante. La síntesis neoclásica no aceptó la teoría
cuantitativa del dinero que fue reivindicada por Friedman y la Escuela de Chicago. Los monetaristas creen que la curva
de oferta agregada es vertical pero en el largo plazo, que la inflación es siempre un fenómeno monetario y prefieren
analizar los problemas en términos de equilibrios parciales (y no general).
El monetarismo
La cantidad de dinero tiene una influencia importante sobre la actividad económica y el nivel de precios y los objetivos
de la política monetaria se logran de mejor manera, prefijando la tasa de crecimiento de la oferta de dinero. Friedman
proclamó que el control de los agregados monetarios era un instrumento superior a las medidas fiscales (alternativa
preferida por el keynesianismo) para estabilizar la demanda agregada. La teoría moderna cuantitativa del dinero se
diferencia de la tradicional por el reconocimiento de la necesidad de estudiar la velocidad de dinero. El modelo
keynesiano, construido sobre los componentes de los gastos agregados asigna un papel menor a las tenencias de dinero,
y en cambio para el monetarista la oferta y demanda de dinero son las variables relevantes.
El monetarismo está asociado con la curva de Phillips, para explicar la inflación producida por las políticas monetarias
discrecionales por medio de la relación entre la tasa de crecimiento de la inflación y los niveles de desempleo; las
expectativas racionales argumenta que los mercados son capaces de predecir los movimientos anticíclicos de una
política que persiga estabilizar la economía y acepta, como excepción justificada, el control de la cantidad de dinero para
asegurar la estabilidad.
Los nuevos monetaristas afirman que las decisiones de los agentes sobre el consumo, la inversión y el ahorro, se basan
en factores reales; con la información disponible, los agentes económicos son optimizadores de manera consistente; los
agentes no cometen errores sistemáticos pues hacen expectativas racionales.
Proposiciones monetaristas:
La tendencia general de los monetaristas es sostener que la oferta de dinero determina los movimientos de corto plazo
en el PBI nominal y los de largo plazo en los precios. La cantidad de dinero tiene influencia en el nivel de actividad
económica y que los objetivos que se persiguen con la política monetaria se logran estableciendo metas o niveles para el
crecimiento de la oferta monetaria.
Consideran distintas definiciones del dinero (diversos grados de liquidez). La M1 se compone del agregado de los billetes
y monedas en circulación (que tienen curso legal), más los saldos de las cuentas corrientes depositadas en bancos y
otras entidades financieras.
Hay una excepción a la no intervención de la economía que consiste en establecer una tasa de crecimiento constante
para la base monetaria (circulante más reservas en los bancos).
El poskeynesianismo
El contraste entre la economía neoclásica ortodoxa y la economía poskeynesiana se resume en que la primera trata de
mostrar que los mercados distinguen o asignan los recursos escasos, de acuerdo con la eficacia relativa de cada uno de
ellos; la segunda muestra que la distribución de los mercados se realiza de acuerdo con el poder relativo que existe
entre ellos. La producción llevada a cabo por los asalariados está planificada, coordinada, administrada y decidida por
otra clase, que no participa físicamente en el proceso de producción y recibe ingresos como beneficios.
Poskeynesianos Neoclásicos
La variable que determina el crecimiento económico y la distribución es la Las variables son los precios relativos.
tasa de inversión: El efecto ingreso se elimina como
-El efecto ingreso en una economía en expansión, producido por la supuesto
inversión, sobrepasa el efecto sustitución que motiva los movimientos de los
precios.
- Se reconoce que el efecto ingreso predomina en el corto plazo y que será
importante en el largo plazo
Economías nacionales en constante, pero desigual movimiento. En el largo Busca el equilibrio parcial y general. En
plazo, no presume que las fuerzas del mercado sean suficientes para forzar el largo plazo, supone que sólo el
el retorno al camino de crecimiento a una tasa constante. En el corto plazo mercado es suficiente para volver y
ocurren los problemas serios de las economías nacionales. que es autocorrectivo de los desvíos y
de las fluctuaciones cíclicas y supone
no necesario el análisis del corto plazo.
Las instituciones monetarias y de crédito juegan un papel fundamental. El dinero no interesa en cuanto a la
Interesa la distinción entre ahorro e inversión, gatos del Gobierno y producción real sino respecto de la
consumo durable, y gastos e ingresos discrecionales. Interesa la flexibilidad tasa secular de inflación.
del sistema bancario para responder a los cambios en la demanda de
crédito. El banco central actúa para sostener la liquidez y la confianza.
Reconoce la existencia de corporaciones transnacionales y sindicatos de El análisis se limita a la asignación de
trabajadores. Los precios y los salarios están administrados, son colocados recursos con supuestos hipotéticos
por los oferentes y sobre la base del criterio o lo acepta o lo deja. Así se fija acerca del funcionamiento del
la tasa de ahorro dentro de los sectores industriales y los hogares, y las tasas mercado.
de impuestos determinan el ingreso o los flujos del sector público. A
mayores niveles de precios en el sector oligopolista de la economía, no se
modifican los costos y mayor será el nivel de ahorro generado internamente.
La competencia sólo procura explotar las ocasiones más rentables y este es
el tipo de competencia que prevalece.
Es un programa de investigación El paradigma no facilitaría otra
distribución del ingreso que trabe la
producción del sistema
(conservadores); no aceptaría que los
mercados competitivos no sean
esenciales para el funcionamiento del
sistema en forma eficiente (liberales);
y tampoco el sistema puede ser
estable (radicales tajantes).
La inflación no puede ser controlada con los instrumentos convencionales de
las políticas monetaria y fiscal, porque ellas son la resultante, no tanto de un
exceso de demanda, sino del conflicto sobre la distribución del ingreso y del
producto disponible.
La información disponible, solamente la referida al pasado es conocida, la Es factible una previsión acerca de
futura es incierta. todos los hechos posibles.
El propósito de la teoría es explicar el mundo de la realidad tal cual se Demostrar un óptimo social.
observa implícitamente.
Algo más sobre la teoría macroeconómica actual
Estanflación (estancamiento con inflación) Crisis de la síntesis neoclásica y desilusión de la profecía marxista por la
supervivencia del capitalismo.
Reagan prometía solucionar rápidamente el poli problema de inflación elevada, alto desempleo y lento crecimiento.
Un aumento de la oferta agregada conducirá a un aumento del ingreso nacional real y una caída de los precios, es decir,
la solución ideal para la estanflación. LAS POLÍTICAS E INSTRUMENTOS UTILIZABLES AFIRMABAN QUE LA INTRODUCCIÓN
DE INCENTIVOS IMPOSITIVOS FAVORECERÍA LA INVERSIÓN PARA AUMENTAR LA CAPACIDAD PRODUCTIVA DE LAS
EMPRESAS, Y REDUCIENDO LOS IMPUESTOS DE LAS PERSONAS MÁS RICAS, SUS PROPIETARIOS SE VERÍAN ALENTADOS A
ACEPTAR MAYORES RIESGOS. Además el gobierno produciría cambios en los precios relativos y luego cambiaría el
comportamiento de la gente. El déficit del gobierno no aumentaría (pese a la reducción de ingresos impositivos) porque
la base de recaudación sería mucho mayor.
Según Laffer, la economía de la oferta se preocupa por los incentivos porque así se cambia el comportamiento de la
gente.
Durante el auge keynesiano, el estudio de los ciclos económicos no mereció mayor atención, teniendo en cuenta que se
creía que la acción del gobierno por medio de la utilización de la política monetaria y fiscal era suficiente para suavizar
las fluctuaciones.
Los neoclásicos arrancan a partir de Von Hayek. Los errores de los agentes en las expectativas conducen a los ciclos y al
desequilibrio entre ahorro e inversión. La recesión es la consecuencia de las malas inversiones. Friedman desarrolló una
teoría de los ciclos económicos con explicación monetaria: los cambios en la oferta monetaria son la causa principal de
los ciclos y si esos shocks se eliminan, la economía funcionará de manera razonablemente estable.
Los poskeynesianos, en relación a la curva de Phillips, enfatizan que los ajustes de costos en mercados imperfectamente
competitivos pueden impedir el equilibrio en los mercados de trabajo.
El supuesto de que el progreso técnico es independiente de la inversión, porque los empresarios utilizan una tecnología
existente para producir pero, con el paso del tiempo puede cambiar la fuerza laboral; pueden cambiar los bienes de
capital; pueden cambiar los bienes de capital; puede cambiar la tierra disponible. El Q, producto (real o ingreso),
depende del capital total (K), la fuerza de trabajo empleada (L), de la tierra utilizada o necesaria para las instalaciones
(T), todo ello en actividad durante un tiempo determinado (t). Q=f (K, L, T, t) y los aumentos en las variables (K, L, T y t)
aumentarán Q, y también se especifica que si K, L y T permanecen constantes y Q aumenta, éste se deberá al paso del
tiempo y se adjudica al progreso técnico.
El crecimiento se explica en términos de la fuerza de trabajo, variable que se ajusta de acuerdo con la calidad de la
misma, la tasa de inversión y la eficiencia de la inversión.
Heckscher sostuvo que una diferencia en la escasez relativa de factores de producción entre un país y otro es una
condición necesaria para tener una diferencia de costos comparativos y luego comercio internacional.
Analiza los modelos de competencia imperfecta. En la teoría microeconómica corriente, la unidad de análisis es una
firma con determinada función de producción, que opera para maximizar sus beneficios. En cambio, el enfoque de la
economía de la organización industrial es estudiar la estructura, el comportamiento y los resultados de las empresas.
La escuela histórica
Siglo XIX. Precursores: Muller, List y Hamilton. Muller consideraba a la economía integrando siempre otras áreas
sociales, en todas las cuales el hombre es un elemento socialmente activo. List parte del hecho de una sociedad alemana
unida posguerras napoleónicas. Las economías difieren y no todas gozan de una fortaleza similar; era necesario proteger
las industrias nacientes, desarrollar la verdadera riqueza de una nación que son sus habitantes (habilidades y nivel
educativo) y establecer barreras aduaneras en los países menos desarrollados. Las unidades económicas importantes
eran las naciones (antiindivudalismo romántico alemán). Las economías eran dinámicas y se desarrollaban en etapas o
estadios de complejidad creciente: agrícola manufacturera, comercial. El método histórico y el método inductivo.
Hildebrand, Roscher y Knies defendieron la apreciación económica a través de leyes estadísticas. Schmoller y Brentano.
Se acentuó la polémica del método y si el desarrollo de la economía debía ser descriptivo o procurar el logro de leyes o
pautas generales. Tuvieron influencia sobre la corriente de los institucionalistas americanos.
La economía institucional
Fue una escuela estadounidense en su origen. Tenía el propósito de no olvidar a las instituciones en el análisis teórico y
por destacar el papel que éstas desempeñan en los distintos sistemas económicos. Consideraban el desequilibrio en
lugar del estado de equilibrio como el estado habitual de las economías.
Veblen sostenía que tanto la sociedad como la economía podían ser analizadas como un proceso de selección natural
dentro de las instituciones, pero como éstas no cambian con rapidez, se desarrollan conflictos permanentes. Enfatizó el
papel progresivo de la tecnología y el papel negativo de algunas instituciones. Destacó la emulación por la posición social
como fuerza principal en la formación del comportamiento económico y criticó a los marginalistas, por creerlos
defensores del statu quo respecto de la distribución del ingreso y de la riqueza. Introdujo los conceptos de clase ociosa y
consumo conspicuo (la práctica de consumir más allá de las propias necesidades, con el propósito de ostentar riquezas y
lujos, demostrar poder, etc.).
Commons destacó la relevancia de los fundamentos legales de la economía moderna. Procuró, con su acción sobre la
legislación, lograr un capitalismo razonable donde pudiera reemplazarse el conflicto con la cooperación entre los grupos
representantes de los intereses en pugna, y propuso que el Estado fuera el mediador entre el trabajo y las empresas, y
entre el bienestar general y las fuerzas del mercado.
Según Clark, el pleno empleo se alcanzaría reduciendo los impuestos, estimulando la inversión privada y alentando el
consumo. Se adoptó la modalidad del planeamiento indicativo y en EEEUU las oficinas de presupuesto del Congreso.
Críticas a la nueva sociedad de posguerra, Los temas que predominan en el ambiente empresario son las técnicas de
administración con la rapidez de cálculos econométricos computadorizados, las técnicas de muestreos, la teoría de los
juegos, la programación lineal, el análisis costo-efectividad, etc.
Galbraith destacó la necesidad de prestar atención a los sistemas de valores culturales, pues son ellos los que guían a las
economías; mostró el desequilibrio que ocurre en las sociedades que producen muchos bienes privados en desmedro de
la elaboración de bienes públicos. Analizó como el empresario individual ha sido reemplazado por un gripo de
tecnócratas en razón de las complejidades y el grado de especialización de la empresa moderna.
1. Los recursos se asignan por el juego de una estructura de instituciones y poder que condicionan a los
participantes. El mercado es una metáfora.
2. El problema central que debe estudiarse es la organización y el control de la economía, lo cual define un campo
mucho más amplio que el mercado. Preocupa la distribución del poder, los mercados interactuando con otras
instituciones, los problemas de psicología industrial y colectiva, y la visión del futuro en la formación del
conocimiento.
3. Critican el individualismo neoclásico pues las personas y las culturas son mutuamente interdependientes y los
estudios deben enfocar la realidad colectiva. Afirman la importancia del control social y de las acciones
colectivas.
4. Los modelos que buscan soluciones óptimas de equilibrio son criticados pues desconocen el funcionamiento de
las economías reales.
5. Consideran necesario el análisis de las estructuras de poder y el uso que el Estado hace de la formación y
funcionamiento de los mercados.
6. Se enfatiza la evolución (cambio) económico y social y el papel de las instituciones que son hechas por el
hombre y modificables (por hábitos y costumbres, lentamente, y por modalidades legales) y rechazan la posición
neoclásica de buscar leyes y mecanismos automáticos.
7. Destacan a la tecnología como una fuerza en la transformación de los sistemas económicos y porque ella define
y determina la escasez colectiva de recursos y las bases de la industrialización.
8. Destacan el valor de la cultura en los procesos de coevolución y acumulación y enfatizan la circunstancia del
hombre en ese medio. Importan el poder y la cultura porque los hombres nacen en una sociedad y adquieren
una cultura.
9. El neoclasicismo toma por dados los valores sociales, la estructura existente de poder y de relaciones sociales,
una estructura marcada por jerarquías y desigualdades.
10. La economía es mucho más que el puro mercado y se debe recurrir a otras disciplinas.
11. El papel económico del Estado se concibe con instituciones formadas y revisadas, con gobierno, leyes y sistemas
de derechos endógenos, dependientes e interdependientes.