Sentidos
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Los 5 Sentidos
Conozca los cinco sentidos: vista, tacto, gusto, olfato y oído. Explora, en detalle,
cada uno de los sentidos y sus funciones, y aprende todo sobre los diversos tipos
de receptores sensoriales dentro del cuerpo.
• la vista,
• el olfato,
• el oído,
• el tacto,
• el gusto.
El ojo tiene dos capas por las que pasa la luz: la córnea y el cristalino. La
córnea está situada en la parte delantera del ojo y el cristalino está
directamente detrás de la pupila. Ambas capas trabajan juntas para concentrar
el rayo de luz en un punto concreto de la retina, que se encuentra en la parte
posterior del ojo. Una vez conseguido esto, se activan los fotorreceptores, que
producen señales visuales.
• Bastones: Los bastones son mucho más sensibles a la luz que los conos y no
pueden percibir el color. Debido a su sensibilidad, los bastones tienden a
funcionar con niveles de luz muy bajos, por lo que se utilizan para la visión
nocturna. Por eso, por la noche, lo vemos todo en escala de grises, porque los
bastones no pueden percibir el color.
Los niños pueden practicar sus conocimientos sobre los cinco órganos de los
sentidos y sus funciones con nuestra hoja de actividades - Ficha de unir con
flechas: El sentido de la vista y ojo
Los cinco órganos de los sentidos y sus funciones: El olfato
El olfato es la percepción de los humos y los olores a través de la nariz.
Cuando tomamos aire por la nariz, éste pasa por las células olfativas. El
cerebro reconoce, entonces, diferentes sustancias químicas en el aire y
reconoce diferentes olores. El olfato puede decirnos si algo es seguro para
comer o no: ¡la leche vieja siempre se lo hará saber a su nariz! Además del
olfato, la nariz desempeña un papel fundamental en varias funciones
corporales. Por ejemplo, interviene en la percepción del sabor y forma parte del
sistema respiratorio.
Hay 3 partes del oído que son clave para permitir nuestro sentido de la
audición:
Los niños pueden aprender más sobre nuestra audición con esta Ficha de unir
con flechas: El sentido del oído
Los cinco órganos de los sentidos y sus funciones: El tacto
El tacto es la percepción de objetos físicos y texturas. Nuestra piel capta
diferentes presiones, texturas y vibraciones y nos ayuda a averiguar qué es lo
que estamos tocando. La piel es el mayor órgano sensorial de nuestro cuerpo y
sus tres funciones principales son la protección, la sensación y la regulación.
La piel contiene un montón de receptores sensoriales que nos permiten percibir
la temperatura de la superficie, el dolor, el tacto físico y los estímulos químicos.
En el primer ciclo, los niños pueden conocer los cinco órganos de los sentidos y
sus funciones, y utilizarlos para comparar diferentes texturas, sonidos y olores
como parte de la unidad de ciencias "Los animales, incluidos los humanos".
Receptores sensoriales
El cuerpo humano contiene muchos sistemas sensoriales diferentes. Algunos
de estos sistemas sensoriales están diseñados para detectar la palabra
directamente desde el exterior; son los llamados exterorreceptores. Otros
sistemas sensoriales, en cambio, detectan información procedente de órganos
y procesos internos; son los llamados interoceptores.
• Temperatura (termorreceptores)
• Presión (mecanorreceptores)
• Luz (fotorreceptores)
Veamos con más detalle los diferentes receptores sensoriales del cuerpo
humano.
El Corti, que es un órgano del oído interno situado dentro de la cóclea, contiene
muchas células ciliadas. Estas células ciliadas funcionan como los principales
receptores en la creación de señales sonoras. Hay dos tipos de células
ciliadas, las internas y las externas. Las células ciliadas internas transmiten la
información al nervio auditivo, mientras que las externas amplifican el sonido de
bajo nivel que entra en la cóclea.
Las papilas gustativas son más frecuentes en las papilas, que son pequeñas
protuberancias situadas en la parte superior y en los lados de la lengua. Las
papilas gustativas son demasiado pequeñas para ser visibles a simple vista,
pero las papilas pueden verse fácilmente sin necesidad de un microscopio. Las
papilas gustativas están formadas por grupos de 50 a 150 células receptoras
gustativas columnares agrupadas. Las células receptoras del gusto dentro de
las papilas gustativas están organizadas de manera que sus puntas crean
pequeños poros gustativos. A través de estos poros se extienden las
microvellosidades de las células gustativas. Las microvellosidades de las
células gustativas albergan los receptores gustativos.
Hay una serie de procesos corporales que siguen a la sensación del gusto. En
cuanto las señales gustativas se envían al cerebro, se estimulan una serie de
vías neuronales que son vitales para la función digestiva. Por ejemplo, una vez
que se prueba la comida, se incrementa la salivación y la actividad secretora de
bajo nivel en el estómago.
Hay dos vías que los olores pueden utilizar para llegar a las neuronas
sensoriales olfativas. La primera vía es a través de las fosas nasales, y la
segunda es a través de un canal que conecta el techo de la garganta con la
nariz. Cuando masticamos los alimentos, se liberan aromas que acceden a las
neuronas sensoriales olfativas a través de la segunda vía. Esto significa que, si
esta vía está bloqueada, como ocurre cuando nos resfriamos o tenemos gripe,
los olores no pueden llegar a las células sensoriales. Esto hace que perdamos
el sentido del olfato por completo, y también significa que nuestra capacidad
general para disfrutar de la comida se ve afectada, ya que el olfato y el gusto
están estrechamente relacionados.
Mecanorreceptores
Existen 6 tipos diferentes de mecanorreceptores que detectan estímulos
inofensivos en la piel:
• Complejos de Merkel
Termorreceptores
Existen dos tipos de termorreceptores en el cuerpo: los termorreceptores de
calor y los de frío. Estos receptores sensoriales presentan una descarga
constante a cada una de sus temperaturas específicas. Cuando se experimenta
una temperatura opuesta, se produce una interrupción repentina de la descarga
del receptor.
Nociceptores
Otro de los sentidos menos conocidos es la nocicepción. Este sentido se
encarga de detectar daños en los nervios o en los tejidos, por lo que es vital
para mantenernos a salvo. Existen tres tipos diferentes de receptores del dolor
dentro del cuerpo:
Hasta hace poco, se creía que la sensación de dolor era sólo el resultado de la
sobrecarga de los receptores de presión del cuerpo. Sin embargo, desde
entonces se ha investigado mucho y los científicos han determinado que el
dolor es en realidad una sensación y un fenómeno distinto en sí mismo.
Descubrieron que el dolor está conectado con todos los sentidos del cuerpo.
Aunque pueda parecer algo difícil de apreciar, el dolor tiene una función muy
práctica. La función principal del dolor en el cuerpo es advertirnos de los
peligros cercanos y hacer que nos alejemos de ellos. Por ejemplo, sentimos
dolor cuando tocamos un objeto muy caliente. Nuestros receptores del dolor
nos llaman la atención sobre el hecho de que ese objeto es dañino y nos
animan a evitarlo. Si no experimentáramos dolor, nos meteríamos en todo tipo
de situaciones peligrosas y acabaríamos haciéndonos mucho daño.