Las hemorroides son dilataciones venosas localizadas en las paredes del recto y ano que pueden causar síntomas como sangrado, picazón e hinchazón. Existen 4 grados de hemorroides dependiendo de su tamaño y si salen del ano. El diagnóstico se realiza mediante examen físico y el tratamiento depende de la gravedad, pudiendo ser terapéutico como ligadura o esclerosis o quirúrgico como extirpación.
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Las hemorroides son dilataciones venosas localizadas en las paredes del recto y ano que pueden causar síntomas como sangrado, picazón e hinchazón. Existen 4 grados de hemorroides dependiendo de su tamaño y si salen del ano. El diagnóstico se realiza mediante examen físico y el tratamiento depende de la gravedad, pudiendo ser terapéutico como ligadura o esclerosis o quirúrgico como extirpación.
Las hemorroides son dilataciones venosas localizadas en las paredes del recto y ano que pueden causar síntomas como sangrado, picazón e hinchazón. Existen 4 grados de hemorroides dependiendo de su tamaño y si salen del ano. El diagnóstico se realiza mediante examen físico y el tratamiento depende de la gravedad, pudiendo ser terapéutico como ligadura o esclerosis o quirúrgico como extirpación.
Las hemorroides son dilataciones venosas localizadas en las paredes del recto y ano que pueden causar síntomas como sangrado, picazón e hinchazón. Existen 4 grados de hemorroides dependiendo de su tamaño y si salen del ano. El diagnóstico se realiza mediante examen físico y el tratamiento depende de la gravedad, pudiendo ser terapéutico como ligadura o esclerosis o quirúrgico como extirpación.
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HEMORROIDES.
Licdo. Luis Córdova .
Las hemorroides son dilataciones venosas localizadas en las paredes del recto y del ano. La enfermedad hemorroidal se define como una serie de síntomas y signos, atribuibles al tejido hemorroidal, generalmente secundarios a alteraciones estructurales de éste (dilatación e ingurgitación) o de los tejidos de sostén. • Internas: Están presentes en el canal anal y no pueden verse. Pueden descender de la línea anorrectal cuando su tamaño se hace muy grande. • Externas: Son las que se prolapsan a través del esfínter anal al defecar y después se reducen por sí mismas, o las que tras la defecación el paciente puede empujar a través del esfínter. • Grado I: Las hemorroides internas están dilatadas, pero no salen del ano al defecar, cursan con hemorragia pero sin dolor.
• Grado II: Las hemorroides se prolapsan al defecar,
cursan con sangrado y malestar. Se reducen espontáneamente.
• Grado III: Se acompañan de hemorragia, prurito y
sensación de humedad. El prolapso requiere reducción manual.
• Grado IV: Las hemorroides internas ya están
exteriorizadas y, aunque se logre introducirlas, salen de nuevo. Cursan con dolor, sangrado y posible trombosis. Las hemorroides son uno de los problemas sanitarios más comunes entre las personas adultas de mediana edad. Las hemorroides son a menudo asintomáticas. SÍNTOMAS CRÓNICOS. • El síntoma más frecuente es sin duda la rectorragía, de sangre roja, En ocasiones este sangrado crónico puede ser causa de anemia crónica. • El segundo síntoma en el orden de frecuencia es el prolapso, que va aumentando cada vez más hasta hacerse en ocasiones de grado IV, es decir irreductible. • Otros síntomas crónicos son el prurito, una sensación de disconfort y el escape mucoso. • En la sintomatología aguda se debe sobre todo a la trombosis de los paquetes hemorroidales. • La trombosis hemorroidal externa se trata de una zona violácea e indurada en el margen anal muy doloroso al tacto, Se debe a la existencia de coágulos intravasculares a nivel del plexo hemorroidal externo. • El síntoma que lleva al paciente a acudir al médico y normalmente al Servicio de Urgencias es una tumefacción dolorosa del ano, que le impide sentarse y le dificulta muchísimo la defecación: Es lo que se suele conocer como un "ataque de almorranas". • Picor o prurito anal. • Irritación o escozor anal. • Dolor. • Hemorragia. • Incontinencia fecal. • Prolapso anal o protrusión hemorroidal. • Trombosis. Las principales causas de las hemorroides idiopáticas son: La dieta y sus consecuencias, como la existencia de estreñimiento crónico. Malos hábitos higiénicos o hábitos inadecuados. Sedentarismo, y determinados deportes como la equitacion y el ciclismo. Enfermedades como la hipertensión arterial, infecciones anales, diarreas, abuso de laxantes irritantes, etc. Embarazo y parto. Predisposición hereditaria. Las almohadillas hemorroidales son parte normal del conducto anal. Todo el mundo tiene estos cojines, pero una vez que se producen cambios anormales, entonces la condición se convierte en una enfermedad patológica. Los vasos que están dentro del tejido mencionado facilitan la continencia, al impedir que el músculo esfinteriano se lesione. Tres complejos hemorroidales principales atraviesan el conducto anal: el lateral izquierdo y lateral derecho y el posterior derecho. Los cojines están compuestos por vasos sanguíneos, músculo liso y tejido conectivo. Los síntomas de la enfermedad comienzan a mostrarse cuando la presión llega a ser demasiado para ser controlada por los cojines. Las estructuras vasculares, una vez se inflaman o se hinchan, se convierten en hemorroides. Los síntomas a experimentar dependen del tipo de condición que se presente. Si es el tipo interno, el sangrado rectal experimentado es indoloro, mientras que hay una excesiva hinchazón y dolor si la condición es externa La aparición de un absceso perianal es mas frecuente en varones que en mujeres, a razón de 3:1 su incidencia máxima se localiza entre los 30 y 60 años de edad. El dolor perianal por la presencia del absceso es el que origina el 15% de las visitas al consultorio del cirujano colorrectal. el trastorno es el mas prevalente en inmunodeficientes como los diabéticos, los que tienen algún trastorno hematológico o enfermedad inflamatoria intestinal y en individuos VIH positivos. Es necesario pensar en los trastornos recién mencionados ante toda persona que muestre infecciones perianales repetitivas. El diagnóstico de las hemorroides se suele hacer en función de los síntomas que manifiesta el paciente. Aunque los síntomas típicos de las hemorroides, como, por ejemplo, el sangrado con la deposición o el dolor anal, tambié Fundamentalmente si aparece sangre con la deposición, el médico deberá descartar la presencia de un tumor maligno de la zona del colon o recto (cáncer colorrectal), tambien pueden aparecer en dichas enfermedades. Para confirmar el diagnóstico se puede realizar una visualización con una cámara en la zona del ano (proctoscopia) y del recto (rectoscopia). Las hemorroides inflamadas no tienen que ser tratadas si no producen molestias o estas solo aparecen de forma ocasional. Lo importante es que el médico pueda descartar un tumor maligno en caso de sangrado con la deposición. Inspección En el caso de las hemorroides de tercer y cuarto grado es fácil. Las hemorroides de tercer grado aparecen como formaciones que se proyectan y cuya parte externa aparece cubierta de piel y la interna es mucosa anal de color rojo o purpúreo. En aquellos casos en los que el prolapso hemorroidal es antiguo el epitelio de revestimiento puede sufrir metaplasia de tipo escamoso, que aparece como un velo de color blanquecino. En aquellos casos en los que el prolapso es muy prolongado, la piel perianal puede mostrar las alteraciones características del prurito anal. Palpación Aquellas hemorroides de reciente comienzo aparecen como tumefacciones blandas, fácilmente colapsables, posteriormente con el paso del tiempo y el aumento del grado se hacen más difícilmente colapsables, debido a la fibrosis que va teniendo lugar con el paso del tiempo. Proctoscopia Es un paso indispensable de la exploración. Si no se ve mucosa roja en el orificio anal decimos que las hemorroides son de primer grado. Si la mucosa se proyecta a través del orificio anal las hemorroides pueden ser de segundo o tercer grado. Sigmoidoscopia Es sin duda una prueba de utilidad porque en ocasiones descubre un carcinoma rectal como causa de sangrado, aunque en un porcentaje bajo. Por tanto aquellos pacientes por encima de cuarenta años con clínica de sangrado en principio atribuible a la hemorroides deben someterse a esta exploración. Tratamiento Las molestias que produce la enfermedad hemorroidal se pueden reducir de forma eficaz si durante el tratamiento el paciente consigue que las deposiciones sean blandas. Esto ayuda a que se puedan eliminar sin mucho esfuerzo. El tratamiento dependerá de la gravedad de los síntomas. Existen 2 tipos: - Terapeutico. - Quirurgico. Esclerosis Se provoca una fibrosis de la submucosa rectal impidiendo el prolapso. La inyección se realiza por encina de la hemorroide interna a nivel del anillo anorrectal, en cada paquete hemorroidal, con la ayuda de un anuscopio. Ligadura con banda elástica Se produce la fijación de la mucosa por una ulceración de la misma, utilizando para ello diversos utensilios que existen en el mercado. El número ideal de ligaduras por sesión parece ser de dos, consiguiéndose la curación en dos o tres sesiones. Después de la ligadura suele existir un periodo de disconfort moderado con una discreta sensación de tenesmo. Fotocoagulación con infrarrojo Se trata de una cauterización a la que sigue una cicatrización a nivel del tejido subcutáneo. Se lleva a cabo con una lámpara de tungsteno-halógeno. El procedimiento se puede repetir a las tres o cuatro semanas. Sólo estaría indicado el tratamiento quirúrgico en un 5-10% de los casos. La indicación quirúrgica fundamental serían las hemorroides sintomáticas de tercer y cuarto grado y en aquellos casos con alteraciones de la arquitectura anorrectal, en aquellos casos en los que no fue positivo el tratamiento conservador y en aquellos casos en los que se encuentran complicados con otras patologías como la fisura anal, fístulas, entre otros. Existen diversas técnicas quirúrgicas siendo quizás la más extendida la técnica de Milligan-Morgan y la técnica de Ferguson, que consisten en la extirpación de tres o cuatro paquetes hemorroidales, dejando piel y mucosa anal intacta entre los paquetes extirpados de forma que se previene una estenosis postoperatoria. Otra técnica muy extendida es la anopexia grapada o técnica de Longo, en la que se lleva a cabo la resección circunferencia! de una banda de mucosa recta! por encima de la hemorroide con una grapadora circunferencia! de sutura termino-terminal. Medidas higiénicas La presencia de pequeñas cantidades de masa fecal puede producir prurito. Es recomendable usar toallitas húmedas, especialmente destinadas a este uso, indicando limpiar con pequeños toquecitos, ya que el deslizamiento puede agravar los síntomas. Realizar el secado con celulosa o algodón, evitando el papel que pueda producir irritación. El excesivo lavado hace desaparecer el manto graso de la piel anal, por lo que es recomendable utilizar vaselina o pomada antihemorroidal para evitar irritaciones al movimiento. Medidas dietéticas
• Debe intentarse una reducción de la presión en el canal anal con un
incremento de la fibra de la dieta y la ingesta de líquidos. • Se puede utilizar un laxante estimulante durante 1-2 días para aliviar el estreñimiento hasta que actúe la ingesta de fibra y líquidos. La enfermedad hemorroidal no puede ser prevenida al 100%, dado que factores congénitos como la debilidad en los tejidos pueden tener un papel importante en su aparición. Existen medidas generales que se pueden seguir para prevenir la aparición de las hemorroides. Controla el estreñimiento y la alimentación Aumentar la actividad física Mantener una limpieza adecuada de la zona Evita el sobrepeso o la obesidad Controlar las hemorroides durante el embarazo Cuidados de Enfermería. - Evitar el estreñimiento, para ellos debemos añadir fibra a la dieta y to- mar abundantes líquidos. - Evitar la diarrea que agravarían las hemorroides, evitando el uso de la- xantes. - Evitar las comidas muy sazonadas y el consumo excesivo de alcohol. - Evitar esfuerzos al defecar, reducir el tiempo de defecación. - Usar papel higiénico suave, toallitas o una esponja con jabón neutro. - Aplicar hielo envolviendo este en una compresa, el frío disminuye la hin- chazón. - Baños de asiento con agua fría o ligeramente tibia, nunca muy caliente, durante 10-15 minutos, 3 o 4 veces al día, de esta manera conseguiremos calmar el dolor.