1978 04 02 Tratando de Ayudar A Dios Lectura

TRATANDO DE
AYUDAR A DIOS
Dr. William Soto Santiago

Domingo, 02 de abril de 1978
Cayey, Puerto Rico
NOTA AL LECTOR
Es nuestra intención hacer una transcripción fiel y exacta de este
mensaje, tal como fue predicado; por lo tanto, cualquier error en este escrito
es estrictamente error de audición, transcripción e impresión; y no debe
interpretarse como errores del Mensaje. El texto contenido en esta conferencia,
puede ser verificado con las grabaciones del audio o del video.
Este folleto debe ser usado solamente para propósitos personales de
estudio, hasta que sea publicado formalmente.
Las citas y referencias de los libros “Las Siete Edades De La Iglesia”, “La
Revelación De Los Siete Sellos”, “Citas”, de William Marrion Branham, son tomadas
del material impreso y digital gratuito en forma de libros de la imprenta de La Gran
Carpa Catedral Corp., de Cayey, Puerto Rico / www.imprenta.carpa.com
Las citas y referencias de los mensajes predicados por el Rev. William
Marrion Branham, son tomadas (principalmente) del material oficial en español
impreso y digital en forma de libros y folletos de Grabaciones la Voz de Dios
(Voice Of God Recordings, Inc.), fundada desde 1981, por el Hermano
Joseph Branham, en Jeffersonville, Indiana, E.U.A. / vogr@branham.org
TRATANDO DE AYUDAR A DIOS
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 02 de abril de 1978
Cayey, Puerto Rico
M uy buenos días, amados hermanos, Dios nos

continúe bendiciendo en esta hermosa mañana
en que podemos congregarnos para adorar a nuestro
Dios y oír Su gloriosa Palabra.
2. En esta mañana nos gozamos en grande manera, y
esperamos que Dios hable a nuestros corazones y nos
ayude a todos en esta mañana, y nos edifique a todos.
3. Vamos a buscar en nuestras Biblias el capítulo 5,
del libro de Revelación o Apocalipsis, comenzando en
el verso 1, dice [al verso 9]:
“Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en
el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado
con siete sellos.
Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz:
¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?
Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de
la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo.
Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a
ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí
que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha
vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.
Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro
seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en
4 Dr. William Soto Santiago
pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos,
y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios
enviados por toda la tierra.
Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que
estaba sentado en el trono.
Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres
vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron
delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro
llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;
y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres
de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste
inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios,
de todo linaje y lengua y pueblo y nación; ”.
4. En esta mañana vamos a hablar la Palabra de Dios,
y vamos a hablar de algo muy sencillo, vamos a ponerle
como tema: “TRATANDO DE AYUDAR A DIOS”.
Ese será el tema sobre el cual estaremos hablando en
esta mañana. “TRATANDO DE AYUDAR A DIOS”
será el tema para esta ocasión.
5. En la Palabra de Dios, podemos ver que Dios ha
hecho promesas gloriosas para todo el pueblo de Dios,
para este siglo XX en el cual nosotros estamos viviendo.
Podemos ver que para este tiempo final hay algo muy
importante que tiene que acontecer, encontramos que
de eso depende todo el Plan de Dios; encontramos que
de Dios no cumplir lo que Él ha prometido para este
tiempo, entonces todo el Plan de Dios se iría por el piso.
6. Encontramos en la Palabra de Dios, que el Libro
de la Redención, ese es el Libro el cual regresó a las
manos de Dios cuando allá Adán cayó en el Huerto
del Edén; primero lo tenía Adán en sus manos, pero
TRATANDO DE AYUDAR A DIOS 5
luego regresó a las manos del Dueño original —que
es Dios— porque el diablo no lo podía tomar en sus
manos sucias para utilizarlo.
7. Entonces el diablo se apoderó de esta Tierra en una
forma astuta, y en una forma en la cual él no tiene los
derechos originales para ser dueño de esta Tierra, por
lo tanto, él se apoderó de una manera astuta de esta
Tierra; pero el Título de Propiedad de este planeta
Tierra, el Título de Propiedad de todo lo que Dios creó,
regresó a las manos de Dios.
8. Encontramos que ahí está todo lo que pertenece
a Dios, ahí está todo el Plan de Dios depositado en ese
Libro, y cuando llega este tiempo final, ese Libro tiene que
ser abierto, y para ser abierto ese Libro, y darse a conocer
todos los misterios de Dios, no puede ser cualquier
persona quien haga ese trabajo; porque es dicho que no
fue hallado en el Cielo ni en la Tierra, ni en ningún lugar,
alguna persona que pudiera hacer ese trabajo.
9. Ahora, sabemos que los ángeles... el Arcángel
Miguel o el Arcángel Gabriel, si hubiera sido necesario
algún Arcángel, habrían Arcángeles que podían hacer
el trabajo, pero no se refería a Arcángeles para hacer
ese trabajo. Y habían hombres poderosos como los
santos profetas del Antiguo Testamento, pero ellos no
cualificaban para ese trabajo. También habían apóstoles
en el Cielo, como los santos apóstoles y los mensajeros
de las edades, pero encontramos que era necesario que
apareciera uno que pudiera tomar ese Libro, el cual
fuese el Redentor semejante, el cual hubiera pagado el
precio, y entonces al haber pagado el precio, entonces
el Libro le pertenecía a Él.
10. Encontramos que con relación a lo que Dios ha
prometido hacer para este tiempo, hay muchas personas,
muchas organizaciones, muchas denominaciones, que
han tratado y están tratando de ayudar a Dios; sabemos
que si Dios no lleva a cabo lo que Él ha prometido que
ha de llevar a cabo en este tiempo, todo el Plan de Dios
estará perdido.
11. Ahora, encontramos que ese Libro tiene que ser
abierto, y encontramos que ese Libro está sellado con

siete Sellos, y encontramos que el Plan de Dios llega
a perfecto cumplimiento, y llega a una etapa perfecta,
cuando todos esos siete Sellos son abiertos.
12. Por lo tanto, vemos que el Libro de la Redención
tiene que ser abierto completo, para entonces el plan

de la redención, entonces ser de bendición para todos
los que se encuentren aquí en la Tierra, y entonces los
que se encuentren aquí en la Tierra, escogidos, pueden
entonces ser transformados y raptados; de otra manera,
todo estará perdido.
13. Encontramos que los derechos de ese Libro... y ese
Libro es entonces colocado nuevamente en las manos

de los hijos de Dios, es regresado a las manos de los
hijos de Dios.
14. Encontramos que en la apertura completa de ese
Libro sellado con siete Sellos, encontramos que es el

tiempo en que los hijos de Dios regresan nuevamente
a su posición original; ellos regresan nuevamente a ser
hijos de Dios, hijos de Dios adoptados en el Reino de
Dios, ellos entonces reciben toda la autoridad y todo
el poder que el primer hijo de Dios perdió allá en el
Huerto del Edén.
15. Encontramos que para la restauración de ese poder,
y de ese Libro a los hijos de Dios, tuvo que venir Uno, el
cual pagara el precio, y lo hizo en la Cruz del Calvario; y
en este tiempo final tiene que venir nuevamente con ese
Libro abierto para entregarlo en las manos de los hijos
de Dios, y así ese poder regresar a las manos de los hijos
de Dios nuevamente, de no acontecer eso, entonces los
que vivimos aquí en la Tierra, regresaremos al polvo de
la tierra, como todos los demás que han vivido en las
edades pasadas.
16. Pero encontramos que de Dios cumplir lo que Él
ha prometido, entonces habrá un grupo de escogidos,

habrá el grupo de escogidos de este tiempo final, que
no tendrá necesidad de regresar al polvo de la tierra,
sino que serán transformados.
17. Encontramos que eso es lo que Dios ha prometido
para este tiempo final: que no todos tendrán la necesidad

de morir, como hubo la necesidad de morir en las
Edades de la Iglesia, sino que aquellos que estén vivos
y vean la Venida del Señor, la Segunda Venida del
Señor, con Aclamación, Voz de Arcángel y Trompeta
de Dios, no tendrán necesidad de morir, sino que han
de ser transformados.
18. Encontramos que el motivo de todo eso es porque
el Libro regresa a las manos de los hijos de Dios, y

entonces ellos son adoptados hijos de Dios, en el
Reino de Dios, y entonces teniendo todo lo que habían
perdido —nuevamente restaurado— entonces ellos
vienen a ser los dueños originales de este planeta
Tierra, con todo lo que hay en este planeta Tierra. Y
por tal motivo, entonces esos hijos de Dios no tendrán
limitación alguna en este planeta Tierra, ellos podrán
hacer aquí lo que les plazca, con el Título de Propiedad
en su mano.
19. Encontramos que para ese trabajo de regresar el
Título de Propiedad a las manos de los hijos de Dios,

encontramos que es necesario que sea hecho de la
manera que Dios estableció que debe de ser hecho:
el Redentor semejante, el cual es el Mesías, es el que
hace ese trabajo, y Él comenzó esa labor allá en la Cruz
del Calvario, pagando el precio, pagando la deuda,
saldando la deuda; y ahora en Su Segunda Venida Él
tiene que venir con el Libro abierto para colocarlo en
las manos de los hijos de Dios nuevamente, para así
ellos ser adoptados, para así cada uno de los escogidos
estar colocados en la posición perfecta y correcta en
que tienen que estar en este tiempo final.
20. Para esa labor, encontramos que es anunciado un
León, y es anunciado no cualquier león, sino que es

anunciado el León de la tribu de Judá, la raíz y el linaje
de David, por lo tanto, viene a ser el Hijo de David; y no
el hijo de David según la carne — el cual era Salomón—
ya él murió, ya él partió, y tuvo un reino, pero su reino
fue temporero. Pero el Hijo de David, según la promesa
de Dios, es el que se sienta en el Trono de David para
gobernar sobre las doce tribus de Israel, y es el mismo
que se sienta sobre el Trono en la Cima de la Montaña,
sobre el Monte de Sion, sobre la Iglesia verdadera del
Señor, Él se sienta sobre el Trono, sobre la Novia, como
Rey de Reyes y Señor de Señores.
21. Por esa causa es que Israel verá a su Rey sentado
sobre Su Trono, sobre el Trono de Su Iglesia, lo

encontrará sentado ahí como Rey de Reyes y Señor de
Señores, gobernando sobre Su pueblo, sobre Su Iglesia,
sobre los escogidos, sobre Su Novia.
22. Y estará como estuvo José, que él estaba sobre
el trono, y era un trono gentil; cuando sus hermanos

le encontraron, ellos le encontraron en Egipto, y le
encontraron reinando sobre un trono gentil, y así
también será cuando Israel encuentre a su Rey: le
encontrarán reinando como Rey sobre un Trono gentil,
sobre el Trono en la parte de arriba de la Pirámide; y
la Pirámide completa es la Iglesia del Señor, la cual ha
venido pasando por siete edades, pero al final de las
siete edades, en la parte de arriba, que es el Trono, ahí
será que Él estará en Su Segunda Venida como Rey,
reinando sobre Su Novia, sobre Su pueblo, y entonces
Él será el Rey que la Novia gentil estaría esperando,
y luego será el mismo Rey que el pueblo hebreo está
esperando.
23. Por esa causa es que el León de la tribu de Judá
tiene que venir, tiene que aparecer, y al aparecer, nos

encontramos que todas las etapas por las cuales el
apóstol Juan pasó, son las mismas etapas por las cuales
pasa la verdadera Iglesia del Señor a través de todas las
edades, y cuando pasó a través de las siete Edades de
la Iglesia, luego de eso oyó una Voz; no en la Tierra,
no en las Edades de la Iglesia, sino arriba, y cuando
oyó esa Voz, miró hacia arriba, y era una Voz como
de Trompeta. Miró hacia arriba, esa Voz le dijo: “Sube
acá”. Y cuando él miró, dice que él vio una puerta abierta
en el Cielo, ya las edades habían terminado, y ahora
había una puerta abierta en el Cielo para entonces subir
hacia arriba, y al subir hacia arriba, la promesa es1: “Yo
te mostraré todas las cosas que han de ser después de
estas”, después de las Edades de la Iglesia.
24. Encontramos que Juan subió arriba, mostrando
también que la Novia gentil, los verdaderos creyentes,

al oír esa Voz fuera de las Edades de la Iglesia, al oír esa
Voz fuera de la primera edad, segunda, tercera, cuarta,
quinta, sexta y séptima edad, ya no era una Voz para las
edades, sino que era una Voz fuera de las edades, era una
Voz arriba, entonces había que subir arriba; no era pasar
de la sexta edad a la séptima, era ya salir de las edades,
salir de la séptima y subir hacia arriba, y al subir hacia
arriba, la promesa es que le sería mostrado todo lo que
habría de acontecer después de las Edades de la Iglesia.
25. Encontramos que todas las etapas por las cuales
Juan pasó, son las etapas por las cuales la verdadera

Novia del Señor habría de pasar. Las cosas que Juan
vio, serían las cosas que vería la Novia del Señor, las
cosas que él vio para las edades, sería las cosas que la
Novia vería y experimentaría y viviría en las edades,
y las cosas que Juan vio después de las edades, serían
las cosas que estaría viendo, estaría experimentando
y estaría viviendo la Novia del Señor después que las
edades hayan terminado.
26. Encontramos entonces todas esas cosas por las
cuales Juan pasó, y encontramos que la apertura de los

Sellos, encontramos que el tomar el Libro, encontramos
que al Señor aparecer como el León de la tribu de Judá,
eso nos habla ¿de qué? Nos habla de la Venida del Señor
presentándose como el León de la tribu de Judá.
1 Apocalipsis 4:1
27. Encontramos que los primeros seis Sellos nos hablan
de la historia de la Iglesia del Señor a través de las Edades
de la Iglesia, pero cuando nos toca saber el misterio del
Séptimo Sello, eso está sellado en el tiempo en que el
cuarto Elías está hablando acerca de los Sellos, por causa
de que la historia que habría de vivirse bajo el Séptimo
Sello, no debía de saberse de antemano, para que así la
gente no fueran a fabricar o prefabricar algo que debía de
ser vivido espontáneamente, y luego saberse la historia
de las cosas que pasaron bajo el Séptimo Sello.
28. Encontramos que el Séptimo Sello está en una
manera triple, el Séptimo Sello tiene tres partes muy

importantes; encontramos que dos partes del Séptimo
Sello fueron bajo el ministerio del séptimo mensajero,
fueron bajo el ministerio de nuestro amado Hermano
William Marrion Branham.
29. Encontramos que esas dos partes fueron vividas y
vino a ser historia, ya es historia esas dos partes. Pero

luego también encontramos que la última parte del
Séptimo Sello, en el final del Séptimo Sello, está el final
de la Edad de Laodicea, está el final de la dispensación
gentil, (o sea, las Edades de la Iglesia), ahí también
es el final de las Trompetas, ahí en la parte final del
Séptimo Sello, en la última parte, ahí está el final de
las Trompetas, ¿por qué? Porque ya seis Trompetas, de
las Trompetas de Israel, ya sonaron, pero en la parte
final del Séptimo Sello, ahí suena la última Trompeta
para Israel. Y entonces es el final de las Trompetas, y
también es el final de las Edades de la Iglesia, y es el
final también del Séptimo Sello, y es también el final de
la introducción al Milenio.
30. Bueno, usted sabe que todas esas cosas están en el
Séptimo Sello. Encontramos que el séptimo mensajero,
el cuarto Elías, fue el precursor de todas las cosas que
acontecerían en el final del Séptimo Sello, en palabras
más claras: la primer parte y la segunda parte del
Séptimo Sello, introducen la última parte del Séptimo
Sello, y en esa última parte del Séptimo Sello, es el
tiempo y es la causa por la cual hubo silencio en el
Cielo por casi media hora; y en esa última parte del
Séptimo Sello, es el tiempo en que los Truenos emiten
Sus voces; en esa última parte del Séptimo Sello, es el
tiempo para el cumplimiento de la Visión de la Carpa;
es en esa última parte del Séptimo Sello, el tiempo para
el cumplimiento de Dios abrir públicamente el Séptimo
Sello, que es la Segunda Venida del Señor, que es la
Venida del Mesías, ahí en esa última parte del Séptimo
Sello, es que es abierto públicamente la Venida del
Señor, y es identificada la Venida del Señor con el
Séptimo Sello, es identificada públicamente.
31. Cuando algo es identificado públicamente, o algo es
develado públicamente, entonces las dudas tienen que

desaparecer, y si alguien tiene alguna duda, la tiene
porque quiere, porque ya la cosa ha sido develada.
32. Podíamos tener estos micrófonos aquí cubiertos
todo el tiempo, en todos estos años pasados, y usted

no saber en qué forma es que ustedes oyen el mensaje
que está siendo predicado, y ustedes ni saber cómo es
lo que... qué es lo que hay aquí, y cómo es lo que hay
aquí que produce lo que ustedes están escuchando,
pero cuando se dice: “Bueno, eso va a ser develado,
eso va a ser descubierto, eso va a ser dado a conocer,
la manera en que ustedes pueden estar escuchando allá
mi voz, estando ustedes allá tan lejos, y escuchándola
tan clara”, entonces se dice: “En tal tiempo va a ser
descubierto ese misterio”. Y cuando se le quita ese
velo, entonces ya usted sabe que es que ahí estaban,
estaban esos micrófonos escondidos ahí, y que a través
de eso es que ustedes están escuchando el mensaje, y a
través de esos micrófonos es que pasa hacia ustedes lo
que ustedes estaban recibiendo.
33. Encontramos que Dios ha prometido que en el
Séptimo Sello es que están los Truenos, y que los

Truenos son los que abren al público el Séptimo Sello,
y que eso que los Truenos hablaron, es el motivo por el
cual hubo silencio en el Cielo por casi media ahora.
34. Ahora, escuchen bien, ¿dónde fue el silencio? En
el Cielo, en el Cielo fue el silencio por casi media

hora; podemos ver entonces que ese silencio no fue
en la Tierra, sino en el Cielo, pero durante ese tiempo
en que hubo silencio en el Cielo, en la Tierra estaría
aconteciendo algo. Encontramos que esas cosas son
de esa manera, y no podemos ni añadirle, ni quitarle,
tenemos que ver y tenemos que entender esas cosas de
esa manera, para así nosotros no perder la bendición
que hay en todas estas cosas.
35. Ahora fíjense, el cuarto Elías, al cual nosotros
apreciamos, al cual nosotros respetamos, y al cual

nosotros reconocemos como el profeta precursor de
la Segunda Venida de Cristo, él dijo de la siguiente
manera, hablándonos de ese tiempo, dice2:
2 “La Revelación de los Siete Sellos”, SPN63-1703 “La Brecha”,
pág. 80, párr. 102. Jeff., Ind. E.U.A
“[102] ...¿para qué se presentó? Para hacer Su
reclamo sobre la redención. ¡Amén! Oh, hermano, ¿no
tiene usted el deseo de alejarse solo a un rincón y llorar
por un rato? Aquí venía un Cordero todavía sangrando.
Allí estaba Juan y todos los patriarcas pero no había
ninguno que podía hacer la Obra. Entonces salió el
Cordero y Sus días de intercesión habían cesado, los
días de mediación; entonces es cuando este Ángel
aparecerá (¿que angel? El Angel Fuerte, que deciende
del cielo). Espere hasta que lleguemos a los sellos
mismos y Él dirá: “El tiempo no será más.” (¿quién
dirá que el tiempo no será más? Ese Angel Fuerte, que
deciende del cielo) Entonces entra a la media hora de
silencio (¿Cuándo? Cuando es dicho, y cuando aparece
ese ángel fuerte, que es el que dice que el tiempo se
acabó); y fíjense bien las cosas que sucederán durante
esa media hora del Séptimo Sello,...”.
36. Entonces durante esa media hora de silencio del
Séptimo Sello, cosas han de acontecer; pero esa media

hora de silencio, es media hora de silencio en el Cielo,
pero aquí en la Tierra hay cosas que acontecen durante
esa media hora de silencio, hay cosas escondidas ahí
durante esa media hora de silencio que acontecen aquí
en la Tierra, pero que cuando ese Séptimo Sello fue
abierto en el Cielo, encontramos que hubo silencio en
el Cielo por casi media hora.
37. Encontramos que el cuarto Elías nos dice, que no se
podían dar a conocer las cosas que habrían de acontecer

durante esa media hora de silencio, por causa de que si el
diablo sabía o sabría las cosas que habrían de acontecer,
el diablo entonces imitaría esas cosas, y entonces habría
mucha confusión; y los mismos escogidos estarían
confundidos en cuanto a las cosas que Dios estaría
haciendo, por cuanto el diablo también estaría haciendo
esas mismas cosas desde el lado pervertido.
38. Por lo tanto, las cosas que acontecen durante la media
hora de silencio, que es el tiempo en que aparece ese

ángel fuerte sobre la Tierra, el cual ruge como un León,
es la Venida del Señor como el León de la tribu de Judá,
ruge como un León, como cuando un león ha rugido, y
cuando hubo rugido, siete Truenos hablaron Sus Voces.
39. Por lo tanto, entonces encontramos que los Truenos
hablan Sus voces cuando aparece ese ángel fuerte sobre

la Tierra, entonces los Truenos emiten Sus voces aquí
en la Tierra.
40. Encontramos que cuando esos Truenos han emitido
Sus voces, encontramos que luego de los Truenos

haber emitido Sus voces, encontramos que ese mismo
ángel fuerte, a través del cual surgen los Truenos,
encontramos que ese ángel fuerte entonces dice: “Se
acabó el tiempo, las edades han terminado, el tiempo
de los gentiles ha terminado, el tiempo se ha acabado”.
41. Encontramos que esas son las cosas que acontecen
durante esa media hora de silencio, encontramos que esas

son las cosas que son hechas aquí en la Tierra durante
esa media hora de silencio, y encontramos que ese ángel
fuerte viene rugiendo como un León. Encontramos que
cuando Juan vio a ese ángel fuerte, encontramos que
cuando el anciano le dijo: “He aquí el León de la tribu
de Judá”, cuando Juan miró, lo que vio fue un Cordero.
42. Y quiero seguir leyendo aquí en la página 80 del
“Libro de los Sellos” en español, que equivale a la

página 99 en inglés, del “Libro de los Sellos”, nos es
dicho:
“103. Él ahora sale del lugar de intercesión ¿para
qué? Para hacer Su reclamo. Él ha hecho la Obra del
Redentor. Bajó y se hizo hombre, murió e hizo la Obra
del Redentor semejante, pero todavía no había hecho
Su reclamo. Ahora viene a la escena para reclamar
Sus derechos. Fíjense bien lo que sucede ahora. Estos
son los derechos por los cuales murió, porque vino
para ser pariente humano, para morir en su lugar y así
redimirlo; pero el anciano estaba correcto cuando dijo
que era un León, porque Él había sido un Cordero, un
Intercesor, el Cordero ensangrentado, pero ahora viene
como un León. Los días de intercesión han cesado. “El
que esté sucio, ensúciese todavía; el que es justo, sea
todavía justificado; y el que es santo, sea santificado
todavía.” La situación ahora ha terminado.”
43. Encontramos todas estas cosas que el cuarto Elías
habló. Encontramos que un anciano allá en el Cielo, en

la visión de Juan, le dijo a Juan: “Mira, no llores más,
he aquí el León de la tribu de Judá ha vencido; por lo
tanto, no llores más, aquí Él viene”. Ahí está siendo
mostrada la Venida del Señor, la Segunda Venida del
Señor; por lo tanto, cuando Juan ve y oye, encontramos
que un anciano está precursando la aparición o la
Venida del León de la tribu de Judá.
44. Encontramos que ese anciano allá en la visión de
Juan, acá para este tiempo representa a un anciano, a

un ministro; porque un anciano es un pastor, y los siete
mensajeros de las siete Edades de la Iglesia, fueron los
siete pastores de las siete edades, cada uno fue el pastor
de cada edad, pero a uno de los ancianos le corresponde
introducir al León de la tribu de Judá.
45. Por lo tanto, entonces así como Juan escuchó la
introducción que fue hecha del León de la tribu de

Judá, a través de un anciano allá en su visión, también
la Novia escuchará la introducción que será hecha de la
Venida del León de la tribu de Judá, y esa introducción le
toca hacerla a un anciano, ¿a cuál de los siete ancianos?
¿A cuál de los siete mensajeros? Al último de ellos,
al séptimo mensajero, al séptimo anciano, al séptimo
pastor, le toca hacer esa introducción; por eso el Ángel
del Señor le dijo allá en el 33 al cuarto Elías3: “Así como
Juan el Bautista fue el precursor de la Primera Venida
de Cristo, tu Mensaje lo será de mi Segunda Venida”.
46. Por lo tanto, encontramos que el mensaje y el
mensajero son la misma cosa; aunque un mensajero

se haya ido, si su Mensaje está sobre la Tierra, pues
ese mensajero ¿está introduciendo qué? La Segunda
Venida del Mesías.
47. Encontramos que el cuarto Elías, ¿fue qué? El
precursor de la Segunda Venida del Señor, y él presentó

la Segunda Venida del Señor de la manera que Dios
dijo que sería cumplida. ¿Cómo la presentó el cuarto
Elías? ¿Cómo la presentó? El cuarto Elías presentó
la Segunda Venida del Señor, introdujo la Segunda
Venida del Señor, como el León de la tribu de Judá,
como el Rey de Reyes y Señor de Señores, como el
que fue un Cordero que ahora en Su Segunda Venida
vendría como el León de la tribu de Judá. ¿Ve?
3 SPN 54-0515 “Preguntas Y Respuestas” Jeffersonville IN Pág.
143, parr. 107
48. Encontramos que cuando Juan miró, lo que vio fue
un Cordero, pero el anciano estaba correcto cuando
dijo que era un León; y el cuarto Elías estaba correcto,
cuando él dijo que el Señor en Su Segunda Venida, no
vendría como Cordero, sino como el León de la tribu
de Judá, para reclamar a Sus escogidos, a los que están
escritos en el Libro de la Vida del Cordero.
49. Encontramos que el cuarto Elías lo presenta de esa
manera, porque lo presenta bajo el símbolo del León de la

tribu de Judá; por lo tanto, entonces cuando los escogidos
del tiempo final, la Novia verdadera del Señor, al oír la
presentación que este poderoso anciano, precursor de la
Venida del León de la tribu de Judá, al oír la presentación
poderosa y hermosa que hace ese anciano de la Segunda
Venida del Señor, cuando los escogidos miren para ver el
León, verán lo mismo que Juan vio: Juan vio un Cordero,
pero ese Cordero era un León.
50. Lo que sucede es que ese León había sido un
Cordero en la dispensación que estaba pasando, y

siendo un Cordero en la dispensación que estaba
pasando, entonces cuando ese Cordero se presenta
como León, pues lo que sucede es que la gente lo que
verá ¿será qué? Un Cordero, pero es un León, ¿y por
qué? ¿Por qué motivo? Porque lo verán saliendo de
la segunda dispensación; porque cuando Juan lo vio,
Él estaba saliendo de ser un Intercesor, y el Plan y el
Programa de Dios en la segunda dispensación, fue el
Plan de la Redención, y Él estuvo como Redentor, como
Intercesor, pero cuando llegó el tiempo de cambiar de
ser Cordero, para convertirse en León, ahí es que la
gente siempre pierde de vista el Plan de Dios: cuando
hay un cambio, cuando hay un cambio de edad, o
cuando hay un cambio de dispensación, o cuando hay
un cambio de Dios, de parte de Dios, cuando Dios se
cambia, entonces ahí es que la gente le pierden de vista.
51. Cuando Dios se fue cambiando de una forma a
otra, la gente le perdieron de vista, cuando Dios se fue

cambiando de un profeta a otro, la gente le perdían
de vista; cuando Dios se cambió... ¿ve? Porque Dios
es Dios en morphe, los velos de carne en que Dios se
manifiesta, ellos terminan su labor, o Dios termina Su
labor a través de ellos; pero la labor de Dios continúa
hacia adelante, y continua hacia adelante a través de
alguna otra persona.
52. Entonces ese es el Plan y Programa de Dios; pero es
el mismo Dios en todos los instrumentos que Dios usa,

y es el mismo Dios en todas las dispensaciones, y es el
mismo Dios en todas las edades, es el mismo Dios.
53. Y ahora encontramos que es el mismo Dios el que
obró y se manifestó y llevó a cabo la obra de Redentor,

Él es el mismo Dios el que llevó a cabo la obra en Su
Primera Venida como Cordero, y es el mismo Dios el que
se cambia de Cordero a León; pero cuando lo ven saliendo
de la Dispensación de Redención, de la Dispensación de
Intercesión, al verlo saliendo, lo ven como un Cordero,
pero ya es un León, porque ya Él ha terminado Su labor,
y ya entonces las edades han terminado.
54. Cuando las edades terminan, ¿pues qué sucede? Al
terminar las edades, pues ya no hay más gente para las

edades, ya entonces lo que corresponde es una nueva
dispensación, y entonces la gente está llamada a pasar
a una nueva dispensación bajo un nuevo pacto; el pacto
que corresponda a la manifestación de Dios que Él
tenga para ese tiempo.
55. Por lo tanto, encontramos que Dios, allá en el tiempo
de Moisés y bajo la Ley, Él estuvo bajo aquella primera

dispensación en que Él se manifestó como Padre, le
encontramos allá de esa manera; y allá había un pacto, y
aquellas personas entraron en ese pacto, el pacto de la Ley.
56. Luego encontramos la segunda dispensación, en la
cual Dios está manifiesto, ¿cómo? Está manifiesto en la

dispensación del Hijo, Hijo de Dios, esa es la segunda
dispensación, y en esa dispensación hay un pacto, y
todos los que pertenecen a esa segunda dispensación,
están bajo ese pacto.
57. Pero cuando termina esa segunda dispensación,
entonces comienza la tercera dispensación, que es

la Dispensación del Espíritu Santo; y en esa tercera
dispensación hay un pacto, y los que entran a esa tercera
dispensación, entran bajo un pacto, que no es el pacto
de la primera o segunda dispensación.
58. Entonces los que entran a esa tercera dispensación,
estarán bajo el pacto que trae el ángel fuerte que desciende

del Cielo, estarán entonces bajo el pacto del León de la
tribu de Judá; porque bajo ese pacto, encontramos que
es el pacto en el cual los que entran a ese pacto, los que
son escogidos y predestinados para entrar a ese pacto,
los que están escritos en el Libro de la Vida del Cordero,
ellos entonces al entrar a ese pacto, entonces no tendrán
necesidad de ver muerte, sino que ellos entonces tendrán
que automáticamente ser transformados; porque ellos han
entrado a un nuevo pacto, bajo ese nuevo pacto, es que
Dios entrega en las manos de los que están en ese nuevo
pacto, el Título de Propiedad, al entregarlo, entonces
esos hijos de Dios regresan nuevamente a su condición
original, esos hijos de Dios regresan nuevamente a tener
toda la autoridad y todo el poder que Adán perdió allá en
el Jardín del Edén.
59. Por tal motivo, entonces la hora en que nosotros
vivimos es más grande y es más gloriosa de lo que

todos nosotros nos podemos imaginar. Sí, la primera
dispensación fue grande y gloriosa, pero terminó; cuán
grande y gloriosa fue la segunda dispensación, pero
también terminó; pero la tercera dispensación, es una
dispensación eterna, por lo tanto, si las dos anteriores
dispensaciones fueron grandes y gloriosas, más grande
y más gloriosa es esta tercera dispensación; porque es
un pacto en el cual los hijos de Dios entran, que es un
pacto eterno, un pacto que no tendrá fin, un pacto por
toda la eternidad.
60. Encontramos que muchos en este Siglo XX serán
hallados por Dios y por ellos mismos de estar tratando

de ayudar a Dios, en lo que Dios ha dicho que Él va a
hacer, pero que siempre Dios para hacer las cosas que
Él ha dicho que ha de hacer en esta Tierra, Él se vale de
instrumentos terrenales.
61. Encontramos que cada vez que Dios va a hacer alguna
cosa en esta Tierra, Dios no tiene dos instrumentos a

la misma vez; encontramos que Dios siempre ha tenido
y tendrá un solo instrumento, y Dios siempre que ha
prometido que va a hacer algo, y que va a revelar algo a
Su pueblo, Él siempre ha preparado un instrumento, Él
siempre ha enviado, ya predestinado desde antes de la
fundación del mundo, un instrumento para ese trabajo.
62. Por lo tanto, entonces es en vano tratar de ayudar a
Dios en lo que Él ha dicho que Él va a hacer; porque a
Dios no se le escapa nada, Dios cuando ha dicho que va
a revelar algo, antes de Él decir que va a revelar algo, ya
Él tiene el instrumento que va a usar para revelar lo que
va a revelar, porque a Dios no se le escapa nada.
63. Dios dijo que iba a dar a conocer seis Sellos, o siete
Sellos, y solamente dio a conocer seis Sellos a través

del cuarto Elías, y la promesa es que dará a conocer
siete, y se fue el cuarto Elías; no se preocupe, que
Dios en Su Palabra, y a través del mismo cuarto Elías,
Él dijo: “Después del cuarto Elías, no ha terminado
todo”, después del cuarto Elías... Ese es solamente el
penúltimo profeta, porque si todavía Dios le queda algo
por hacer después del cuarto Elías, Él tendrá entonces
un instrumento a través del cual hacer lo que Él le quede
por hacer, y si a través del cuarto Elías seis Sellos fueron
abiertos al público, y el Séptimo Sello está prometido
que será abierto al público, y el cuarto Elías se fue; no
se preocupe por eso, que el que hizo la promesa tendrá
algún instrumento para usarlo, para darle a conocer al
público, darle a conocer públicamente el Séptimo Sello.
64. Y recuerde que el Séptimo Sello es la Segunda
Venida del Señor, y recuerde que el Séptimo Sello es

abierto al público, es abierto públicamente, ¿cuándo?
En la Venida del Señor, en el tiempo, en el momento en
que la Segunda Venida del Señor sea cumplida o sea
completada.
65. Conociendo todos nosotros esas cosas, y sabiendo
que nos es dicho que el Séptimo Sello será identificado

con la Segunda Venida del Señor, entonces tenemos
que ver, y tenemos que saber, que si Dios ha hecho esas
promesas, Dios tendrá a alguien aquí en la Tierra para
Él cumplir esas promesas a través de alguna persona.
66. Recuerden que Dios nunca ha tenido ni tendrá dos o
tres personas a la misma vez para cumplir una promesa,

recordemos que Dios nunca ha obrado con grupos: Dios
nunca ha obrado con un grupo de ministros, ni con un
grupo de teólogos, ni con un grupo de congregaciones,
ni con una congregación tampoco, Dios siempre ha
obrado con un hombre, y eso es muy importante saberlo,
porque si Dios ha hecho promesa para este tiempo,
entonces tenemos que vigilar a través de qué hombre
Dios cumplirá las promesas que Él nos ha hecho.
67. Sabemos que en este tiempo final —como en todos
los tiempos— el diablo, que es un pervertidor y que es

un imitador, ha estado tratando y tratará de imitar lo que
Dios ha prometido que Él va a hacer, el diablo tratará de
imitar el Séptimo Sello. ¿Y qué es el Séptimo Sello? La
Segunda Venida del Señor, el diablo tratará de imitar a
través de sus instrumentos, tratará de imitar la Segunda
Venida del Señor, y tratará de hacerle creer a muchas
personas, que en esos instrumentos que el diablo tiene,
se ha cumplido la Segunda Venida del Señor.
68. Encontramos que el diablo tratará de imitar, ¿qué?
El Mensaje de los Truenos, y usando sus instrumentos,

¿para qué? Para decirle a la gente, que esos instrumentos
que el diablo tiene, están predicando y tienen la
revelación de los Truenos, el diablo estará, conforme a la
Palabra, tratando de imitar lo que Dios estará haciendo
en esa última parte del Séptimo Sello; ese es el misterio
que nadie conocía y que el diablo trataría de imitar,
porque si el diablo hubiera logrado conocer ese misterio,
entonces el diablo ¿qué lograría hacer? Lograría sacar
una imitación tan buena, que podría engañar a muchas
personas, y aun a los escogidos los engañaría, pero está
prometido que los escogidos no serán engañados, ¿por
qué no serán engañados? Porque los escogidos han de
escuchar y han de ver, ¿qué? Han de escuchar y han de
ver lo correcto, ellos han de ver ese ángel fuerte que va
a descender, y ellos han a escuchar esa Voz de ese ángel
fuerte, esos Truenos de ese ángel fuerte.
69. Por lo tanto, eso será lo único que evitará que los
escogidos sean engañados, ¿qué es lo que evita que

una persona sea engañada? Lo único que evita que
una persona sea engañada, es que esa persona conozca
la verdad, lo único que puede evitar que una persona
sea engañada con un billete falso, es que esa persona
conozca y tenga, conozca lo que es un billete verdadero,
un billete de un dólar o de dos dólares, o lo que sea; pero
si la persona no sabe lo que es un billete verdadero,
un dólar verdadero, de cinco, de diez o de lo que sea,
entonces la persona puede ser engañada.
70. Pero el verdadero creyente conocerá lo que es
realmente el Séptimo Sello, conocerá lo que es el

verdadero Séptimo Sello, y las demás imitaciones del
Séptimo Sello, no lo podrán engañar; ellos conocerán lo
que es realmente la Voz de los Truenos, ellos conocerán
realmente lo que los Truenos hablaron.
71. Por lo tanto, entonces no importa cómo el diablo
pueda manifestarse, porque también nos dice la

Escritura que el diablo está como león rugiente, está
rugiendo, buscando a quien devorar.
72. Por lo tanto, el diablo estará rugiendo también y
tendrá sus truenos, pero no son los Truenos de Dios,
no son los Truenos del León de la tribu de Judá, son
los truenos, son unos truenos falsos; pero que cuando
se examina lo que está prometido que los Truenos
van a dar a conocer, cuando se examinan los Truenos,
entonces se saben cuáles son los Truenos verdaderos;
porque los verdaderos Truenos que ese ángel fuerte
que desciende del Cielo produce, esos Truenos tienen
que contener el misterio del Séptimo Sello y darlo a
conocer al público.
73. Porque los Truenos son la Voz de Dios, y la Voz
de Dios, en quien esté en estos últimos días, tiene que

dar a conocer públicamente el misterio del Séptimo
Sello, tiene que dar a conocer públicamente la Segunda
Venida del Señor, tiene que dar a conocer públicamente
el Nombre Nuevo del Señor, tiene que dar a conocer
—al pueblo de Dios— la fe para el Rapto, tiene que dar
a conocer —al pueblo de Dios— todas las cosas que
están prometidas que serán dadas al pueblo de Dios a
través de los siete Truenos; y esos siete Truenos tienen
que producir un verdadero avivamiento a la verdadera
Novia del Señor, porque eso es promesa de parte de
Dios, y esos Truenos son los que preparan a la verdadera
Novia del Señor para ser transformada y raptada.
74. Así que podemos ver la importancia de los Truenos,
y podemos entonces ver la importancia de la Segunda

Venida del Señor como el León de la tribu de Judá;
porque si no aparece como el León de la tribu de Judá,
aunque le veamos como Cordero, tiene que ser el
León de la tribu de Judá para hacer esa labor que está
prometida que Él ha de hacer, si Él no aparece como
el León de la tribu de Judá, rugiendo como un León,
y entonces esos Truenos emitiendo Sus Voces para
darle la fe para el Rapto a los escogidos, entonces en
vano hemos estado por tantos años sirviéndole a Dios,
tenemos entonces que esperar, ¿qué? Morir, porque no
habrá ni transformación ni Rapto.
75. Pero para aquellos que puedan ver la Segunda Venida
del Señor como el León de la tribu de Judá, cuando eso

Dios lo cumpla, entonces ellos tienen la promesa que
escucharán a ese ángel fuerte rugiendo como un León,
y siete Truenos emitiendo Sus Voces, ¿por qué Siete
Truenos? Porque viene a ser una repetición de la Voz de
Dios en la tercera dispensación, una repetición.
76. Así que usted puede ver, que si en las siete Edades
de la Iglesia, hubo siete Truenos para las siete Edades

de la Iglesia, y cada Trueno ¿estaba dónde? En cada
uno de los mensajeros, ahora cuando terminan las
siete Edades de la Iglesia, entonces el pueblo de Dios
se encontrará que las edades han terminado, ¿y para
dónde van a ir? Tienen que ir entonces para algo eterno,
para una Edad Eterna, la Edad de la Piedra Angular,
y ahí entonces a través del mensajero de la Edad de la
Piedra Angular, que es el ángel fuerte que desciende
del Cielo, entonces siete Truenos tienen que emitir Sus
Voces, siete mensajes, siete Truenos, tienen que emitir
Sus Voces a través de ese mensajero, y con esos siete
Truenos entonces es preparada la Novia, ¿para qué?
Para ser raptada, recibe la fe para el Rapto, ¿a través
de qué? Del Mensaje de los siete Truenos que el ángel
fuerte emite.
77. A través del Mensaje del ángel fuerte es que se
recibe la fe para el Rapto, a través del Mensaje del
ángel fuerte es que se da a conocer públicamente el
Séptimo Sello, a través del Mensaje del ángel fuerte es
que es dado a conocer el Nombre Nuevo del Señor, a
través del Mensaje del ángel fuerte es que la Palabra es
colocada cada una en su lugar, cada parte de la Palabra
es colocada en su sitio, y entonces los que reciben ese
Mensaje, dice: “Podrán partir a diestra y a siniestra,
podrán decir lo que quieran decir, podrán hacer lo que
quieran hacer, y lo que ellos digan, acontecerá”.
78. Por lo tanto, lo más importante de todo es el Mensaje
de los siete Truenos. El Mensaje de las siete Edades de

la Iglesia, que fueron siete Truenos que emitieron Sus
Voces; a través de cada uno de los mensajeros, un Trueno,
pero ahora acá será siete Truenos en un mensajero, allá
fueron siete Truenos en siete mensajeros, acá será siete
Truenos en un solo mensajero, en el ángel fuerte, en el
León de la tribu de Judá, en el Señor en Su Segunda
Venida, conforme al orden de Su Segunda Venida;
pero será Dios en simplicidad, será algo tan sencillo,
será algo que cuando la gente vea el cumplimiento de
esas promesas, y cuando vean a ese León rugiendo
como León, cuando la gente mire, dirán: “Pero si es
un Cordero”. Pero el anciano estaba correcto, el cuarto
Elías, cuando introdujo, cuando precursó la Segunda
Venida del Señor, él dijo que vendría, no como Cordero,
sino como el León de la tribu de Judá. ¿Ve usted?
79. Por lo tanto, encontramos que Juan vio un Cordero,
pero el anciano dijo: “Es un León”, el cuarto Elías dijo:

“Es un León el que va a venir, viene para reclamar,
viene rugiendo como León, viene con los siete Truenos”.
La Novia del Señor, cuando lo vea, lo verá y dirá: “Es
un Cordero”, ¿por qué? Porque lo verá en la segunda
dispensación, saliendo de ella; pero saliendo de ella
ya es un León, porque la segunda dispensación, es la
dispensación del Cordero, pero ahí en ese cambio es
que se transforma de Cordero a León, entonces aunque
el pueblo le vea como Cordero, sabemos que el anciano
dijo que es un León, y que cuando ruge como un León,
y los Truenos emiten Sus Voces, no es un Cordero el
que está rugiendo, es un León.
80. Encontramos entonces que en este tiempo final,
muchas denominaciones, muchos teólogos, muchos

ministros, a través de todos los siglos pasados, a través
de las edades, y luego de terminar las edades también,
muchos han estado tratando de ayudar a Dios, ¿han
tratado de qué? De darle a conocer al pueblo el misterio
del Séptimo Sello, han tratado de darle a conocer al
pueblo los Truenos; muchos han tratado y muchos han
fallado, porque Dios no tiene a muchos para hacer un
trabajo, Dios tiene a uno en cada tiempo para hacer el
trabajo de ese tiempo, y para este tiempo hay un trabajo
muy especial para ser hecho, ¿y es qué? El trabajo que
está para ser hecho en este tiempo es el trabajo de
abrir públicamente el misterio del Séptimo Sello, y ese
misterio es abierto con los siete Truenos de Apocalipsis
10, con el Mensaje del ángel fuerte.
81. Vemos que ese ángel fuerte es el mensajero a
Israel, y que ese mensajero a Israel viene por la Novia

gentil, porque ya está el tiempo para la Novia gentil ser
raptada; encontramos que ese es el Ángel del Pacto,
encontramos que ese mensajero es el Señor Jesucristo
en Su Segunda Venida, y Él tiene que encontrar algún
velo de carne en el cual meterse y a través del cual
obrar, y tiene que ser un profeta para Él cumplir todo lo
que Él ha dicho que va a hacer en Su Segunda Venida.
82. Encontramos que Él no tendrá que crear un cuerpo
de carne en una virgen literal, porque ya hay seres

humanos, hijos de Dios aquí en la Tierra que ya están
redimidos, y al estar ya redimidos, delante de Dios,
Dios no ve ningún pecado; al estar redimido, el pecado
fue desarraigado, fue borrado con la Sangre que fue
derramada en la Cruz del Calvario, por lo tanto, ya
Dios no tiene necesidad de irse a una virgen literal para
crear en su vientre un cuerpo, para entonces Él venir en
Su Segunda Venida; Él entonces tomará a alguno de los
hijos de Dios de este tiempo, a alguno de los hermanos,
Él lo tomará, y entonces será un hijo nacido de una
virgen, ¿y de qué virgen? De la Novia del Señor, será esa
la virgen que parirá, que producirá ese Hijo prometido,
el cual el pueblo de Dios ha estado esperando.
83. Encontramos que entonces el Hijo de la promesa
estará aquí en la Tierra, entonces encontramos que Dios

se velará en carne humana nuevamente para cumplir
Su Segunda Venida.
84. Al ver todas esas cosas, luego también tenemos que
ver las cosas que Él hará en Su Segunda Venida; vemos

que las cosas que Él ha prometido que ha de hacer en
Su Segunda Venida, son las mismas cosas, que toda
persona que trata de ayudar a Dios, estará tratando de
producir esas cosas que Él hará en Su Segunda Venida,
pero al no ser ordenados para ser los instrumentos que
Dios usará para cumplir Su Segunda Venida, y traer las
cosas que Él ha de traer en Su Segunda Venida, entonces
fallan, y se encuentran entonces como David, haciendo o
tratando de hacer un servicio a Dios, fuera de la Voluntad
de Dios, y eso produce entonces muerte espiritual; así
como produjo muerte allá de un buen hombre que trató
de sujetar el Arca cuando se iba a caer4.
85. David no era el profeta de aquel tiempo, el profeta
de aquel tiempo era Natán, por lo tanto, toda cosa que

fuera a ser hecha en la Obra de Dios, tenía que ser
consultada al hombre, al mensajero de aquel tiempo,
para que se hiciese de la manera correcta.
86. Podemos ver entonces que todas esas cosas
sucedieron allá, y personas que trataron de hacer un

servicio a Dios, sin ser la persona escogida para ese
trabajo, fallaron, y aunque su revelación era una buena
revelación (traer el Arca), y tenían un buen sentir, y
tenían un buen propósito, el plan para llevar a cabo
todo aquello, era conforme al orden de Dios, conforme
a como Dios había establecido; y no se usó el orden
de Dios, y por eso se fracasó en el plan que estaban
llevando a cabo, y entonces fueron hallados haciendo
un servicio a Dios, fuera de la voluntad de Dios.
87. Cualquier persona que en este Siglo XX trate de dar
a conocer la Segunda Venida del Señor, trate de abrir

al público el Séptimo Sello, trate de darle la fe para el
Rapto a los escogidos, trate de traer un avivamiento a
los escogidos, trate de revelarle a los escogidos los siete
Truenos, lo que los Truenos hablaron, trate de cumplir
la Visión de la Carpa, trate de hacer las cosas que
4 2 Samuel 6:1-8
están prometidas que van a ser hechas en ese tiempo,
y trate de que la Tercera Etapa se cumpla en ellos, sin
ser la persona señalada y escogida desde antes de la
fundación del mundo para Dios hacer ese trabajo a
través de esa persona... y tiene que ser un profeta esa
persona, para Dios poder hacer ese trabajo a través de
ella; cualquier otra persona que trate, estará tratando de
ayudar a Dios, y con toda su sinceridad, y con todo su
buen entusiasmo, y con toda la alegría del corazón que
haya en él y en los que le sigan, serán hallados tratando
de hacer un servicio a Dios, pero fuera de la voluntad
de Dios; porque sabemos que Dios no hará nada sin que
antes revele Sus secretos a Sus siervos los profetas5.
88. Por lo tanto, si Dios ha prometido que ha de darle
a Su pueblo la revelación del Séptimo Sello, que ha de

darle a Su pueblo la revelación de lo que los Truenos
hablaron, Él tendrá que tener en esta Tierra un profeta,
para hacerlo a través de un profeta; y cuando Dios tiene
un profeta en esta Tierra, sabemos que se levantan
muchos falsos profetas.
89. Ahora, también tenemos que entender que un profeta
es un predicador, es un ministro; por lo tanto, todo

ministro, todo predicador que trate de usurpar, de tomar
ese lugar que le corresponde solamente a uno, (como
todo predicador es conocido en el Nuevo Testamento
como un profeta), entonces al tratar de tomar el lugar
que le corresponde a un profeta ordenado y señalado por
Dios, escogido por Dios desde antes de la fundación del
mundo para ese trabajo, cualquiera que trate de tomar su
lugar, será encontrado entonces ¿cómo? Será encontrado
5 Amós 3:7-8
como un profeta; pero no el verdadero, por lo tanto, si
no es entonces el verdadero, será entonces encontrado
como un profeta falso, como uno que trató de usurpar la
posición que Dios no le dio a él.
90. Sabemos que los ministerios son sin arrepentimiento,
las personas que vienen a esta Tierra con un ministerio,

vienen a esta Tierra con un ministerio ya predestinado;
aun sin todavía haberse arrepentido, ya tienen el
ministerio, ya eso está predestinado. ¿Ve? Y aun personas
sin arrepentirse nunca operan ministerios; pero en vez
de serle para bien, le son para mal, ¿por qué? Porque lo
usan para mal y pervierten la Palabra de Dios.
91. Por lo tanto, tenemos que tomar la Palabra del
precursor de la Segunda Venida del Señor, tenemos

que tomar las palabras del precursor del ángel fuerte,
él dijo: “No tome sustitutos, no tome sustitutos”. ¿Y
por qué vamos a tomar sustitutos, cuando Dios ha
prometido algo verdadero? Entonces lo que tenemos
que hacer siempre es: “Señor, sabemos, entendemos y
vemos tantas imitaciones que hay, pero sabemos que
cuando Tú has prometido que vas a hacer algo, cuando
llegue ese tiempo, el diablo se levanta con muchas
imitaciones, para que cuando entonces Tú hagas lo que
has prometido, entonces toda la gente diga: Bueno, eso
es la misma cosa que otros están haciendo”.
92. Pero cuando el pueblo de Dios entiende que el diablo
se levanta primero tratando de imitar, para que cuando

llegue lo que es correcto, lo que es perfecto, cuando
Dios haga lo que Él ha prometido, entonces la gente
no puedan creer; pero el hijo de Dios, el verdadero
escogido, dice: “Yo no había creído aquellas imitaciones
que estaban haciendo, pero ahora, cuando veo la cosa
verdadera, eso era lo que yo estaba esperando, yo tenía
mis ojos abiertos, y cuando veía que algún predicador,
algún ministro... (recuerde que los ministros son
profetas), cuando algún hombre, cuando algún ministro
se levantaba, y parecía que tenía la revelación, yo abría
mis ojos para ver si era el hombre que Tú dices en Tu
Palabra que habrías de enviar, pero después, cuando
veía que no producía lo que dice Tu Palabra que habría
de producir el verdadero profeta que había de venir,
¿para qué? Para dar a conocer públicamente el Séptimo
Sello, y para identificar la Segunda Venida con el
Séptimo Sello, identificar la Segunda Venida cumplida
en él, y para dar a conocer el Nombre Nuevo del Señor,
que es el Nombre eterno de Dios, y para dar la fe para
el Rapto a los escogidos, cuando veía que ninguna de
esas cosas estaban ahí, pues entonces le daba paso:
“No, ese no es”. Podrían tratar de conquistarme, pero
yo decía: “No, ese no es el tren que yo estoy esperando,
ese no es”.
93. Bueno, quizá la gente pensaría que éramos
incrédulos, pero no, a lo que éramos incrédulos eran a

las mentiras y a las imitaciones del diablo; porque Dios
dijo que el diablo trataría de imitar, él trataría de hacer
todo lo que Dios habría de hacer en este tiempo, por
lo tanto, las imitaciones vendrían primero, y muchos
se levantarían tratando de imitar y tratando de ayudar
a Dios; personas muy sinceras, pero Dios no necesita
ayuda, lo que Él ha prometido que va a hacer, Él lo hace
conforme a como Él lo ha prometido, y si Él es el que
tiene cuidado por Su Palabra, Él vigila por ella, ¿para
qué? Para cumplirla, para hacerla realidad cuando llega
el tiempo de Él cumplirla.
94. Por eso es que la gente tiene que tener sus ojos
abiertos y no tratar de hacer un servicio a Dios, fuera

de la voluntad de Dios, ellos tienen que saber si son
las personas escogidas por Dios para esa labor, si es
el tiempo para hacerse ese trabajo, si es la edad para
hacerse esa labor también.
95. Ninguna persona que piense que es instrumento
para traer la revelación de los Truenos, para traer la

revelación del Séptimo Sello, ninguna persona que
piense de esa manera, y que esté seguro que es esa
persona, no puede colocarse allá en una edad pasada,
porque esa es una temporada que ya pasó, no puede
colocarse allá en las edades, en la segunda dispensación,
tiene que colocarse en la tercera dispensación, que es
el tiempo para ser hechas estas cosas; porque estas
cosas son hechas después que las Edades de la Iglesia
han terminado, porque la Voz dijo: “Sube acá y yo te
mostraré las cosas que han de ser después de éstas”,
después de las Edades de la Iglesia, después de las
cosas que eran para las Edades de la Iglesia.
96. Cualquier persona que trate de ayudar a Dios, sin
ser la persona ordenada, predestinada de Dios desde

antes de la fundación del mundo, ¿estará qué? Imitando,
y los imitadores nunca llegarán a ningún buen lugar;
serán los imitadores señalados como instrumentos que
fueron inspirados por el diablo para pervertir la Palabra
de Dios y para tratar de engañar a los escogidos,
haciéndoles creer que tenían la revelación, cuando no
la tenían, y entonces eso lo que hace es desalentar a la
gente que le siguen, ¿ve? Los desalientan de tal manera,
que después dicen: “Bueno, ahora no creo a nadie”.
97. Bueno, es triste para todo predicador que desaliente
a los que le siguen, si no les trae la Palabra que tiene que

traerles para ese tiempo; ahora, si la gente se desalienta
aun viniendo la Palabra como debe venir para el tiempo
en que viven, pues entonces ya la culpa cae sobre las
personas.
98. Por ejemplo, podemos ver la historia, porque
la historia nos dice las cosas que han de pasar en

este tiempo, porque la historia siempre se repite; el
proverbista decía que las cosas que pasarían, las cosas
que han de venir, él dice que lo que ha de acontecer,
pues ya aconteció en el pasado, y que no hay nada
nuevo debajo del Cielo6; lo que viene es lo que ya fue,
es una repetición de lo que ya aconteció en otras edades
y en otras dispensaciones, por lo tanto, es un ciclo que
se camina o se vive en una dispensación, y luego ese
mismo ciclo pasa a otra dispensación, y luego se vive
ese mismo ciclo.
99. Entonces encontramos que no hay nada nuevo,
las cosas que están aconteciendo en este tiempo, ya

acontecieron en tiempos pasados, en edades pasadas,
y en ciclos pasados, lo cual entonces a nosotros nos
muestra bien cómo comportarnos en este tiempo, y nos
muestra bien cómo el diablo tratará de desilusionarnos,
cómo el diablo tratará de quitarnos el entusiasmo,
cómo el diablo tratará de meterse en medio del pueblo
de Dios... [CORTE DE AUDIO EN CINTA] ...y hoy
tenemos Palabra para este tiempo.
6 Eclesiastés 1:9
100. Así que usted puede ver... Fíjese, cuántas desilusiones
el diablo les hizo tener a los que siguieron a... vamos
a decir a Moisés: salieron en un éxodo glorioso hacia
una tierra prometida, en aquella primera dispensación.
Dios no le dijo a Moisés, ni tampoco le dijo al pueblo,
cuántos años habrían de estar por el desierto caminando
hasta llegar a la tierra prometida.
101. Podemos ver y podemos saber, que para el pueblo
de Israel, según el pensar de la mente humana, desde

Egipto hasta Palestina, hasta la tierra de Israel, eso era
un viaje de dos o tres meses a pie. Podemos recordar que
Israel (Jacob), vino con su gente, (por todos setenta),
salieron de tierra de Israel y vinieron a tierra de Egipto,
a Gosén, para vivir en Gosén, y ahora el plan era salir
de Gosén hacia la tierra de Israel.
102. Bueno, ellos sabían y recordaban que el viaje no
les tomó tanto tiempo cuando vinieron de Israel hacia

Egipto, vea usted que vinieron más rápido de Israel
hacia Egipto, que de Egipto para Israel, bueno, siempre
podemos ver esas cosas.
103. Ahora, observe bien, el diablo estaba pendiente
a todo, aunque Dios envió a un profeta verdadero, el

diablo tenía sus falsos ungidos en medio del pueblo,
y todo eso estaba allí, y venía a ser como una prueba
para ver quién se quedaba con la Palabra, y quién no
se quedaba con la Palabra, para ver quién perseveraba
hasta el fin, y quién no perseveraba hasta el fin, y nos
es dicho a nosotros que el que perseveraré hasta el fin,
ese será salvo.
104. Encontramos que en todo el trayecto desde
Egipto hasta la tierra prometida, y aun antes de salir,

encontramos que hubieron muchas pruebas, que
hubieron muchos obstáculos, y que el diablo se movió
en medio del pueblo; y encontramos que muchos
se dejaron desalentar por el diablo, y a través de los
instrumentos que el diablo usaba, eran instrumentos de
desaliento.
105. Encontramos que, fíjese, saliendo de Egipto se
tropezaron con el primer obstáculo, que fue el Mar

Rojo, encontramos que allí el diablo, pues enseguida se
manifestó a través de Datán y Coré, allí el ministerio
de ellos enseguida operó, y entonces comenzaron ¿qué?
Las protestas: “Mira, ahora llenos de problemas; allá
pues teníamos un techo donde vivir, allá teníamos
algo que comer, por lo menos, aunque teníamos que
trabajar bastante, y allá no teníamos estos problemas
que tenemos aquí ahora”.
106. Bueno, no tenían aquellos problemas que tenían
allí, pero Dios dijo que iba a cumplir Su promesa a

Abraham, y Él dijo que a los cuatrocientos años llegaba
el tiempo de la liberación; pero encontramos que el
pueblo de Israel salió a los cuatrocientos treinta años,
dice la Biblia7.
107. Encontramos que a los cuatrocientos años ya era
tiempo de salir, pero encontramos que cuando Moisés

vino a libertar a su pueblo, ellos no entendieron, (aunque
Moisés creía que ellos entenderían), y entonces el plan
no lo retrasó Dios, lo retrasó el pueblo; el profeta estaba
listo, y él tenía que actuar de cierta manera que el pueblo
se diera cuenta que él era el hombre, pero el pueblo no
entendió, y Dios se lo tuvo que llevar por cuarenta años
7 Éxodo 12:40
para el desierto, para luego después enviarles el mismo
hombre.
108. Así que el hombre Dios no lo cambia, Dios puede...
el Plan de Dios puede retrasarlo el pueblo, el Plan de

Dios puede retrasarlo el pueblo, pero el pueblo no
puede cambiar el instrumento que Dios tiene para Dios
usar; porque ya eso Dios lo predestinó desde antes
de la fundación del mundo, así que entonces lo mejor
para el pueblo ¿es qué? Ser conforme con la clase de
instrumento que Dios le envía, porque esa es la clase
de instrumento que Dios vio que era bueno para ese
tiempo.
109. Piense usted de esa manera, la clase de hombre, la
forma de ese hombre, la forma de ser, la forma de hablar,

la forma de predicar, todo, la edad de ese hombre,
el tamaño de ese hombre, el color de ese hombre, el
carácter de ese hombre, todo eso Dios lo predestinó
desde antes de la fundación del mundo; porque Dios
quería que ese hombre fuera de esa manera, y por eso
entonces es que muchas personas no entienden por qué
los hombres que Dios tiene para usar en cada tiempo,
por qué han pasado por las pruebas que han pasado,
por qué han sufrido de la manera que han sufrido, por
qué han tenido los problemas que han tenido; es que
Dios va preparando a ese hombre, y necesita que ese
hombre ¿sea qué? Sea preparado por la mano de Dios,
y Él los pasa por diferentes etapas y pruebas para Él
lograr obtener la clase de hombre que Él dijo y que Él
pensó que era el hombre bueno para esa edad.
110. Imagínese que para el tiempo de la primera edad
Dios hubiera enviado a un Lutero, ¿qué le parece un

Lutero en aquel tiempo? Lutero nunca entendió lo que
eran los judíos, luego ¿qué si Dios hubiera enviado un
Lutero para el tiempo de la séptima edad? No hubiera
llegado a ningún sitio, ¿y qué si hubiera enviado un
Lutero para este tiempo final? O sea, si Dios en este
tiempo final, si Su Segunda Venida fuera a cumplirla a
través de un Lutero, ¿qué hubiera sido en este tiempo?
¿Qué sería este tiempo? Un tiempo solamente de
justificación, y que en el tiempo de Lutero hasta el mismo
Lutero se tomó su cerveza, en el tiempo de Lutero hasta
fumaban, ¡imagínese qué clase de grupo tendríamos
hoy! No hubiera podido haber un Rapto ni espiritual,
ni una traslación literal, ni una transformación literal,
como la que estamos esperando.
111. Pero encontramos que para cada tiempo, Él
predestina el vaso de carne, el velo de carne que Él va

a utilizar para ese tiempo; por lo tanto, entonces viendo
nosotros que es Dios el que tiene un Plan y no nosotros,
y que nosotros estamos en el Plan de Dios, y debemos de
ser agradecidos y darle gracias a Dios de que hayamos
sido predestinados y hayamos sido escogidos para estar
en el Plan de Dios.
112. Encontramos que hay gente malagradecida, siempre
las ha habido; mire a través de las edades, y usted podrá

ver los malagradecidos de este tiempo.
113. Mire, a través de las edades, usted encuentra que
Dios prometió a Abraham, que el pueblo de Israel, las

doce tribus de Israel, estarían en Egipto cautivas por
cuatrocientos años, pero que luego, al cumplirse los
cuatrocientos años, Dios descendería, Dios vendría y con
mano fuerte los libertaría al cumplirse los cuatrocientos
años; ellos sabían esa promesa, ellos estaban esperando
esa promesa, ellos oraban por esa hora de liberación, y
cuando ellos vieron que los cuatrocientos años habían
llegado, ¿cómo estarían ellos? “Señor, ¿y el Libertador
dónde está? Mándanos el Libertador del Cielo, porque
Tú dijiste que descendería; no te vemos, Tú dijiste que
habría de venir, que habría de descender”. Pero si es que
el instrumento que Dios tenía para cumplir esa labor,
cuando estaba allí, no lo reconocieron, lo rechazaron y
él tuvo que irse.
114. Luego encontramos que luego Dios descendió allá
en el Monte Sinaí, y allí habló con Moisés y le dijo8:

“Yo he descendido para hacer esa labor, para cumplir
lo que prometí a Abraham; así que ve a Egipto que yo
estaré contigo, Yo estaré en tu boca, y tú hablarás lo
que Yo ponga en tu boca, así que Yo estaré allí”. Y
Dios dijo que iba a estar, pero iba a estar en un hombre,
velado en carne humana.
115. Cuando fue hacia allá, Dios se manifestó, vieron
las señales, vieron los milagros, y vemos que Dios tuvo

a través de Moisés un ministerio para los judíos, un
ministerio de bendición, y un ministerio de juicio para
los gentiles; las plagas vinieron a través del ministerio
de Moisés. No era un ministerio de bendición para
los gentiles, para el mundo gentil, más bien era un
ministerio de juicio para el mundo gentil.
116. Encontramos entonces que luego de ver todas esas
maravillas, esos milagros, bueno, salieron, y saliendo,

en el primer obstáculo que se les presentó: el Mar
Rojo, allí empezaron a protestar, viendo que ese era
8 Éxodo 3:1-12
el instrumento donde Dios estaba manifestándose y
cumpliendo lo que Él les había prometido que habría
de cumplir en ese tiempo, y que estaba medio atrasado
el tiempo para ellos; para Dios no, porque para Dios
siempre todo está en tiempo, pero para el pueblo, que
debieron haber salido antes, pero que no salieron por
causa de que rechazaron al instrumento.
117. Luego encontramos que por poco apedrean a
Moisés, encontramos que allá los instrumentos

contrarios a Moisés se levantaron para criticarlo, ¿y
para qué? Para levantar al pueblo en contra de Moisés:
“Mire, hubiéramos estado mejor allá, allá teníamos por
lo menos cebollas, teníamos sopas de cebolla, teníamos
esto y teníamos lo otro, y teníamos un techo, y aquí
estamos en grande peligro, el ejército detrás de nosotros,
y vienen a matarnos; vamos a acabar con Moisés y nos
entregamos en las manos de Faraón de nuevo”. Ese fue
el plan de Datán y Coré, tomaron piedras para apedrear
a Moisés y a Aarón, y encontramos que cuando fueron
a hacer eso, el Pilar de Fuego, la Presencia de Dios,
se movió de tal manera, y comenzó Dios a obrar de
tal manera y le habló, y Moisés comenzó a clamar,
usted sabe: “Imagínese, después que Tú me envías, ¡oh
Dios! Donde ellos, ahora el mismo pueblo donde Tú
me envías, y dices que es Tu pueblo, y Tú dices que es
Tu pueblo, ahora me quiere matar. Señor, ¿qué hago?”.
“¿Por qué clamas a Mí? Di lo que tú tengas que decir,
¿cuál es el problema que tienes?”. Así que le habló,
estiró la vara y habló, y el mar se abrió.
118. Luego, viendo esas maravillas, luego siguieron
adelante, y más adelante dijeron: “Tenemos hambre,

¿nos trajiste al desierto para dejarnos morir?”. Después
de haber visto aquellas maravillas, mire con lo que
le salen, luego quisieron apedrear a Moisés, ¿cuántas
veces? Dice la historia bíblica que por diez veces
quisieron apedrear a Moisés, y Moisés allá, después
cuando está terminando su ministerio, viene y se los
dice a ellos, y les dice que luego, cuando estén en la
tierra prometida, se van a desviar y se van a apartar de
Dios.
119. Ahora, vean ustedes, Dios levanta un poderoso
profeta como Moisés, y vemos que con un poderoso

profeta como Moisés, y un instrumento como Moisés,
y una manifestación de Dios como la había en Moisés,
vemos que el pueblo era un pueblo rebelde, un pueblo
que siempre estaba buscándole faltas al profeta, y
buscándole faltas a la obra que Dios estaba haciendo
a través del profeta: “Bueno, Moisés, este viaje, ¿por
qué nos has metido por aquí si... acaso tú no conoces
la ruta? Si este viaje es un viaje de tres meses, y ya
llevamos ¿cuántos años?”.
120. Pero la orden de parte de Dios para Moisés era:
“Moisés, el pueblo y ustedes no conocen el camino,

por lo tanto, ustedes van a ser guiados por el Pilar
de Fuego, la Columna de Fuego los guiará, Yo estaré
guiándoles de esa manera; y de día estaré en forma
de nube que los cubra del sol, y de noche estaré en
forma de luz para alumbrar el camino, por lo tanto,
podrán caminar de día y de noche, la única forma para
no caminar, será cuando ustedes me vean que Yo me
detengo, cuando ustedes vean esa nube que se detiene,
ustedes se detienen, cuando vean que esa nube se
mueve, ustedes caminen hacia donde camine esa nube.
Si es de día, ustedes estarán cubiertos con esa nube, y
ustedes caminarán con ella; cuando ustedes vean, si es
de noche, que esa luz camina hacia cierto lugar, ustedes
caminarán siguiendo a esa luz, ese Pilar de Fuego,
nadie se detenga, nadie se quede estacionado, ni nadie
tome otra ruta”.
121. Ahora, vean ustedes cómo después de tanto tiempo,
y de aún el Plan, el Plan de Dios con ellos, ellos haberlo

retrasado, y haber salido con unos años, unos cuántos
años de atraso, cómo después de eso Dios los mete por
el desierto por cuarenta años, guiándolos por acá, por
allá, con un propósito; ellos no entendían que era con
un propósito, ellos creían que era un asunto de Moisés,
ellos creían que la cosa podía ser de otra manera. Y
ellos todo el camino estuvieron protestando, todos los
problemas que se le presentaban, todos los obstáculos,
eran con un propósito.
122. Y luego, a través del salmista David, y a través del
mismo Moisés, luego que ya han caminado todo lo que

han caminado, y que el propósito ha sido manifiesto,
luego Dios dice que el propósito era para que saliera
todo lo que había en el corazón; porque no es lo mismo
usted decir, cuando están las cosas buenas: “Yo amo a
Dios, yo le sirvo, y yo le sigo por dondequiera que Él me
lleve”, no es lo mismo cuando las cosas están buenas
decir así, que cuando se está pasando por pruebas y
apreturas. Y cuando Dios permite que uno entre por
diferentes etapas duras, que uno... en las cuales sale lo
que hay ahí adentro, en esos tiempos así difíciles, es
que sale lo que realmente está dentro de usted.
123. Cuando las cosas están buenas, cualquiera dice: “Yo
amo a Dios, yo sirvo a Dios, yo no le dejaré nunca”. Pero
cuando usted pasa por pruebas, que usted no pensaba
que iba a pasar, esos son los momentos más grandes y
más gloriosos para usted, y si usted no vigila, esos son
los momentos más terribles para usted; porque usted se
rebelará contra Dios, porque usted blasfemará, porque
usted maldecirá, porque usted se pondrá en contra del
mismo Plan que Dios tiene con usted, pero todo el Plan
de Dios es que usted, pasando a través de las diferentes
pruebas de la vida, usted al final del camino brille como
el oro puro, y todas las escorias le sean sacadas.
124. Y toda cosa mala que hay dentro del corazón, hay
una forma para salir, y Dios permite las pruebas y los

sufrimientos, y pruebas que usted ni se imaginaba
que usted pudiera pasar por ellas, o que usted pudiera
tenerlas en su vida, y usted algunas veces pensará:
“Bueno, ¿y por qué yo tengo que pasar por esto? ¿Y
por qué otros no pasan por esto, y tengo que ser yo?”.
Otros pasan por lo que les toca a ellos pasar, usted pasa
por la que le toca a usted, ¿para qué? Para que salga lo
que hay ahí dentro, y ahí es que usted se tiene que parar
firme y decidir; porque usted tiene libre albedrío, ahí
es que usted con su libre albedrío, usted dice: “Yo con
todos los problemas, con todas las pruebas, por donde
Dios permita que yo tenga que pasar...”
125. Porque Dios permite muchas veces que el diablo le
dé buenos azotes a usted, Dios permite que usted pase

por diferentes pruebas y que el diablo algunas veces
lo agarre y le dé unos azotes, que usted dice: “¿Y por
qué Dios permite que el diablo haya hecho estas cosas
contra mí?”. Al final del camino usted verá que usted
fue el culpable de que el diablo le diera esos azotes que
le dio.
126. Job se justificaba a él mismo, él decía que él era justo,
él decía esto y lo otro, y estaba altercando con Dios, él

estaba altercando con Dios, porque él no se merecía
aquellas cosas por las cuales estaba pasando (según
él), al final del camino Dios lo llamó a cuenta, y mire
la forma que Dios lo llamó a cuenta, no desearíamos
ninguno de nosotros tener un encuentro con Dios de
esa clase.
127. ¿Sabe lo que es que Dios entonces lo llame a cuenta
y le diga: “Ahora, tú dices que estás puro, que eres

limpio, y que... ahora Yo te voy a preguntar a ti, y tú
me vas a contestar”. Nosotros le podemos preguntar
a Dios, y Dios nos puede contestar a nosotros, pero
Dios preguntarnos a nosotros, ¡Je! Usted sabe que Dios
conoce todas las cosas, y si conoce todas las cosas,
y nosotros no conocemos todas las cosas, y nos hace
una pregunta de cosas que no conocemos, ¿cómo le
vamos a contestar? Así que es mejor no actuar como
Job actuó en aquella ocasión, aun siendo un profeta de
Dios, actuó incorrectamente en ese tiempo; porque se
justificó a sí mismo, y dijo que él no se merecía que
le viniera aquello, y sabemos que el diablo era el que
estaba haciendo todas aquellas cosas contra Job, porque
Dios le permitió que el diablo lo tomara por un tiempo.
128. Encontramos que luego al final del camino, vemos
que Job fue culpable, y él dijo9: “Lo que yo me temía

que me viniera, eso me vino”. Pedro, cuando estaba
9 Job 3:25
caminando sobre el mar, sobre las aguas, se puso a
mirar las olas, y tuvo miedo y temió, tuvo temor de
hundirse; y lo que temió, eso le vino.
129. Por lo tanto, entonces ve usted que al final del
camino, usted por más que alterque con Dios, por más
que usted se justifique usted mismo, Dios le llamará a
cuenta al final del camino, si usted se pone molestoso,
y Dios le va a probar a usted, que el culpable de todas
las cosas malas que le han venido a usted, usted fue
el culpable; así que delante de Dios nadie se puede
justificar, nadie se puede justificar, Él nos justifica a
nosotros, y nosotros tenemos que reconocer esas cosas,
y tenemos que ver, antes de que Dios nos las muestre,
tenemos nosotros que ver que somos nosotros los
culpables de todos los golpes que recibimos de parte
del diablo, pero que Dios lo permite todo para nuestro
bien, porque todas las cosas obran a bien.
130. Por lo tanto, usted tiene que mirar al fin del camino
cuál es el beneficio que va a haber para usted detrás de

los problemas que usted ha tenido en la vida.
131. Así que usted tiene que mirar bien las cosas de la vida
suya, usted tiene que ser una persona consciente de la

hora en que usted vive, y usted no debe nunca rebelarse
en contra de Dios. Hay personas que dicen: “Bueno, yo
sirvo a Dios hasta... pero si me pasa esto o lo otro, ahí
dejo de servir a Dios”. Usted es un rebelde callado, pero
cuando llega la oportunidad de manifestarse, usted se
manifestará como un rebelde, y por eso Dios permite
que pasemos por todas las pruebas y problemas por
los cuales pasamos, para lo que hay ahí adentro, se
manifieste; ese fue el propósito por lo cual Dios metió a
Israel cuarenta años en el desierto, y fueron tan rebeldes,
que de los que salieron, solamente dos entraron, que aun
viendo todos los problemas que veían esos dos, decían:
“Bueno, como Dios quiera que sean las cosas, así que
sean, y para adelante; estaremos al lado del instrumento
que Dios ha señalado”. Para ellos no había problemas,
para ellos no hubo ninguna clase de problemas, porque
ellos se mantuvieron al lado del instrumento de Dios,
aun con todos los obstáculos que habían.
132. Bueno, quizá los ministros de aquel tiempo le
preguntaban a Moisés: “Mira, Moisés, de aquí a la

tierra prometida, ¿cómo cuántos días de camino son?”.
“Bueno, de aquí a la tierra prometida son como... bueno,
de Egipto a la tierra prometida son como dos o tres meses
nada más”. “Bueno, ya vamos por la mitad, y llevamos
tantos años, ¿y como cuántos días de camino es de aquí
de donde estamos, a la tierra prometida?”. “Bueno, eso
es como un mes nada más; un mes o mes y medio”.
133. Pero el Plan de Dios, y conforme a como Dios los
estaba guiando, Él no los guió de Egipto a la tierra

prometida en una línea recta, sino que los puso a dar
vueltas, a dar vueltas, y ellos decían: “Bueno, la cosa
se tarda, y con un profeta como Moisés... ¿y por qué la
cosa se tarda tanto? ¿Y con un profeta como Moisés, y
por qué, creyendo que nos falta tan poquito tiempo, pasa
ese tiempo, y todavía no llegamos? Y si nos ponemos a
hablar con Moisés, él nos dice: Bueno, si la cosa fuera
que Dios nos llevara así directito de aquí allá, eso sería
cosa de un mes, o menos de un mes. ¿Pero qué si Dios
nos da unas vueltitas para que salgan algunas cositas
más?”. ¿Ve?
134. Así que podían hablar con Moisés, Moisés como
hombre podía contestarles: “Bueno, yo veo que si nos
portamos bien, y no hay algo más ahí en el corazón de
cada uno de nosotros fuera de lugar, que Dios tenga
que sacar, pues la cosa está cerca”.
135. Así que usted tiene que ver todas estas cosas, y
usted no puede pensar como pensaron, y como dice

la Biblia que muchos pensarán en este tiempo final10:
“El Señor se tarda en venir”, es lo que dice que mucha
gente va a decir.
136. Bueno, para muchos el Señor se tarda en venir,
para los judíos, cuando el Señor estaba allá entre ellos:

“Bueno, el Señor se tarda en venir”, pero estaba con
ellos; así pasará en este tiempo final, por causa de la
simplicidad, por causa de que es anunciado un León;
porque el anciano dijo: “Será un León”, pero cuando lo
vean será visto como un Cordero, será visto entonces
saliendo, ¿de dónde? De la dispensación segunda.
137. Entonces usted puede ver la hora en que estamos
viviendo, tenemos que ser gente consciente, tenemos que

ser agradecidos a Dios, de que Dios nos haya incluido
en este tercer Éxodo, y de que estamos caminando, no
estamos quietos, no estamos estancados. Tampoco Dios
está quieto, Dios no está estancado, no importan los años
que hace que hemos salido en este Éxodo; encontramos
que en cada tiempo, en cada año, hemos tenido cosas
que hemos visto, que no habíamos visto en otro tiempo,
hemos caminado tierras nuevas, hemos viajado.
138. Así que nosotros sabemos, nosotros vemos que
vamos caminando hacia adelante; en cierta manera

10 Lucas 12:45
ya hemos entrado a la tierra prometida, a una nueva
dispensación, y a una nueva edad, la Edad de la
Piedra Angular, y la dispensación tercera, que es la
Dispensación del Reino, o la Dispensación del Espíritu
Santo, pero nos falta entrar a la tierra prometida del
nuevo cuerpo, y luego a la tierra prometida de esa nueva
dimensión para nosotros.
139. Por lo tanto, entonces tenemos que ver todas esas
cosas, y tenemos que ser agradecidos, no podemos

ser malagradecidos, ni podemos ser malcriados, no
podemos decir: “Bueno, como a mí me ha pasado tal
o cual cosa, yo no voy a servir más a Dios, yo me voy
a ir al mundo”. Bueno, si se quiere ir, eso es asunto
suyo; porque lo que el hombre siembra, eso es lo que
va a cosechar, ahora, después no diga: “Quisiera irme
en el Rapto, o quisiera tener una partecita y no ir para
el infierno”. Si se va para el mundo, el mundo va para
el infierno.
140. Así que cada persona tiene que atenerse a las
consecuencias de la elección que hace conforme al

libre albedrío que tiene, yo no puedo obligar a ninguno
de ustedes a venir aquí, ni a servir a Dios, ni a seguir
el Mensaje todos los días, solamente yo lo que hago
es: les predico la Palabra conforme a como Dios me
la da, les aconsejo en amor, todo lo mejor que puedo
aconsejarles, sabiendo lo que significará el fin del
camino, sabiendo que al fin del camino es que muchos
desearán una oportunidad, y ya no la habrá, y sabiendo
que otros al fin del camino tendrán que decir: “Gracias
a Dios que perseveré hasta el fin, gracias a Dios que
seguí el Mensaje hasta que llegué”.
141. Bueno, de todos ustedes me gustaría, ustedes al fin del
camino, oírles decir: “Gracias a Dios porque perseveré
hasta el fin”. No me gustaría de ustedes, de ninguno de
ustedes, oírles lamentarse al final del camino, lamentarse
de que hayan actuado mal, o de que se hayan desviado;
si alguno de ustedes se desvía de la Palabra, si alguno de
ustedes se desvía de servir a Dios, si alguno de ustedes
se desvía y se va al mundo, o aunque permanezca entre
nosotros, se va a mundanalidad, se aparta de la santidad;
recuerde, aquí se le ha enseñado que a cada escogido
le conviene ser santo, y Dios exige que seamos santos,
porque Él ha dicho11: “Sed santos, porque Yo soy
Santo”. Así dice Dios en Su Palabra, y así entonces es la
enseñanza que tenemos para nosotros.
142. O sea que usted no puede ser santo viviendo como
un diablo, usted no puede ser santo actuando como

los del mundo, usted tiene que ser separado; porque
una cosa que es santa, es una cosa que es separada, y
entonces si es separado, entonces las cosas del mundo
pasaron para usted, y todas ahora son hechas nuevas
en las cosas de Dios. Si usted vive una vida mundana,
recuerde, va a segar, va a cosechar lo que esa clase de
vida tiene que parir.
143. Así que ya usted sabe, también le ha sido enseñado
a cada uno de ustedes de aquí, que el hecho de que

todos estemos aquí, no quiere decir que todos sean
escogidos; eso es ya un asunto entre Dios y la persona,
pero el hecho de que todos estamos aquí, sí es el hecho
de que todos estamos escritos en el Libro de Dios, ya
sea en una sección o en la otra.
11 1 Pedro 1:16
144. Y les ha sido recomendado a todos, de que no
importa en cuál de las dos partes usted esté, que usted
se mantenga firme en la Palabra, viviendo en santidad,
y que usted, si no es del grupo elegido, del grupo
escogido que está en el Libro de la Vida del Cordero,
pues es del otro grupo, y que ha de tener Vida eterna, y
de que usted debe perseverar hasta el fin, no apartarse
de Dios, ni a diestra ni a siniestra; no importa sea de
un grupo o que sea del otro, porque aquí, por más que
usted o yo haga, yo no puedo hacerme de un grupo, si
no soy de ese grupo, ni usted tampoco, pero sí sabemos
que estamos escritos en el Libro de Dios, ya sea en una
sección o en la otra.
145. Y recuerde, los que están escritos en la sección
del Libro de la Vida del Cordero, esos no pueden ser

borrados, y esos no se irán atrás nunca, esos seguirán
adelante todo el tiempo.
146. Ahora, los que están en la otra sección, son aquellos
que pueden apartarse de Dios y sus nombres ser

borrados, por lo tanto, esos son los más que tienen que
vigilar; porque los otros, automáticamente de ellos, sale
la vida automática para seguir a Dios, y no importa lo
que les pase, ellos siguen adelante.
147. Ahora, el otro grupo es el que tiene que vigilar
mucho, que por los problemas de la vida, por las cosas

que acontecen en esta Tierra, no vayan a apartarse, y
luego después sus nombres vayan a ser borrados; porque
el que pecare voluntariamente, ya usted sabe lo que pasa.
148. Así que nosotros no estamos ya en la segunda
dispensación, así que cada persona tiene que tener

mucho cuidado en la hora en que estamos viviendo,
y aun los mismos escogidos tienen que tener mucho
cuidado; porque el juicio comienza por la Casa de
Dios. Cualquier escogido que trate de deslizarse, o que
voluntariamente quiera hacer cosas que no debe hacer,
ya usted sabe que el juicio comienza por la Casa de
Dios, y somos la Casa de Dios; no es una casa literal
de madera, sino que la Casa de Dios somos nosotros,
porque somos templo del Espíritu de Dios, sabiendo
esas cosas, entonces tenemos que ser cuidadosos,
porque muchas veces hay personas que abren los ojos
cuando ya el juicio está sobre ellos, pudiendo haber
evitado todo ese juicio antes.
149. Así que vigilemos en esta hora en que estamos,
porque la hora en que estamos es más importante de

lo que usted y yo nos imaginamos. Algunas veces
creemos que somos valientes, que somos guapos, que
podemos brincar y saltar, y que nada va a pasar, y
después cuando viene juicio sobre nosotros, estamos
bien asustados y temblando: “Señor, ten misericordia de
mí”. Si es que usted se lo buscó, pues entonces si usted
se buscó los problemas, si usted se buscó el juicio, que
Dios lo entregue en las manos del diablo por un tiempo.
¿Cree usted que se lo merece? Así que usted no podrá
justificarse delante de Dios.
150. En estos días yo sé que algo está por acontecer, yo he
estado muy preocupado por ustedes, yo sé que algo está por

acontecer, y ahora no les voy a decir: Arreglen sus cosas,
ahora lo que les voy a decir es: ya terminaron las entrevistas.
151. En diciembre 26 del 76, del año 76, Dios nos dio
la advertencia, cuando Dios nos dio aquel mensaje12:

12 “Dios Juzga El Corazón” 26 de diciembre de 1976 Cayey, Puerto Rico
“Dios Juzga al Corazón”. ¿Ve usted que Dios está
mirando adentro? Y mirando el porqué usted actúa de
la manera que actúa; así que Dios no lo juzgará a usted
por las cosas exteriores que usted pueda mostrar, sino
que Dios lo juzgará a usted por lo que Él ve allá adentro.
152. Así que allá Dios nos dio ese mensaje: “Dios
Juzga al Corazón”, y cuando yo vi lo que venía con

ese mensaje, cuando yo vi lo que Dios se proponía
hacer, Él me permitió ver qué podía hacer para evitar
que juicio cayera sobre ustedes. Yo no sé cuántos de
ustedes se dieron cuenta las cosas por las cuales yo
estuve pasando: como lo del brazo, esa fue la primera
operación que sufrí. Luego, cuando regresé de Israel,
la operación en el día de año nuevo, la operación de
apéndice o apendicitis, y yo espero no tener que pasar
por alguna otra cosa; bueno, si tuviera que pasar, pues
qué voy hacer, tendría que pasar.
153. Ahora, usted recuerde que estas cosas son
simbólicas; para mí fueron en lo literal, yo las sufrí en

lo literal, pero para ustedes todas esas cosas muestran
cosas espirituales que han estado moviéndose entre
ustedes.
154. Bueno, todo esto es algo que ha estado moviéndose,
yo lo he estado viendo y no sé qué otra cosa pueda

suceder. Yo no me he quejado, cuando lo del brazo, yo
no me quejado de que me viniera lo del brazo, cuando
esto otro, tampoco me he estado quejando de que:
“Dios, ¿por qué Tú permites que yo tenga que pasar por
eso? ¿Por qué yo tengo que pasar por eso? No Señor,
¿Qué significa eso? Señor, ¿qué significa todo esto por
lo cual yo he estado pasando? Ayúdame para ver lo que
significa y para ver lo que debo de hacer en este tiempo
en que estamos viviendo”.
155. Yo creo que hoy tenemos más ventajas de las que se
tenían en el tiempo en que el Hermano Branham estaba

aquí; yo no sé si él llegó a entender el porqué él estuvo
sufriendo con aquella enfermedad en el estómago
por tantos años, pero hoy yo creo que estamos en un
tiempo mucho mejor para entender las cosas por las
cuales nosotros pasamos, y para no estar quejándonos
de las cosas por las cuales pasamos, más bien debe ser
motivo para amar más a Dios; porque Dios no nos ha
hecho nada a nosotros, todo lo que Dios ha hecho para
nosotros es bueno, es bien, es bendición, Él lo que ha
estado es libertándonos, y todos nuestros problemas
han estado siendo resueltos.
156. Por lo tanto, todo ha sido para nuestro beneficio,
y si todo ha sido para nuestro beneficio, debemos ser

agradecidos y no malagradecidos; una persona, o un
pueblo malagradecido, eso lo que hace es desagradar
a Dios, de tal manera que Dios le dijo a Moisés en un
tiempo: “Mira, quítate del medio, y yo los acabo a todos
ellos, y te doy otro pueblo mejor que este”. Eso es lo que
sucede con un pueblo o con una persona malagradecida,
así es como Dios mira a una persona o a un pueblo
malagradecido, y no queremos que Dios nos mire de
esa manera, queremos nosotros mirar bien las cosas,
y pensar y decir nosotros en nuestro corazón: “Bueno,
por todas las pruebas y sufrimientos que hayamos
pasado, bueno, todo obra para bien, dice la Palabra, así
que Señor, yo quiero el bien que hay detrás de todo
esto”. Y Dios entonces se va a agradar de nosotros. ¿O
es que acaso Dios no sabía que íbamos a pasar por las
pruebas que pasamos? Dios las vio, y si Dios las vio y
las permitió, hay un motivo.
157. Y sabemos que toda cosa mala que en nuestra vida
haya pasado, los culpables somos nosotros; porque

Dios no nos hizo hacer cosas malas, Dios siempre nos
guía, nos dirige y nos inspira para hacer cosas buenas,
así que ya podemos ver esas cosas.
158. Y ahora que tenemos un año con dos meses de
Dios habernos dado aquel mensaje: “Dios Juzga al

Corazón”, y que de la manera en que Dios nos guió
para hacer, todo eso ha estado aguantando el juicio de
Dios; ahora, pues que venga, y que comience el juicio
de Dios por la Casa, por Su Casa, que somos nosotros.
Ya, pues yo creo que ya no meteré más la mano, porque
ya hemos tenido bastante tiempo, y hemos visto el Plan
de Dios para esta hora.
159. Así que yo le digo a Dios en esta mañana: “Señor,
Dios nuestro, comienza el juicio por Tu casa, que somos

nosotros”, y si el justo con dificultad se salva, ¿adónde
aparecerá el infiel y el pecador? Así que el juicio para
el mundo viene después que haya comenzado el juicio
por la Casa de Dios.
160. Así que el juicio comienza por la Casa de Dios, y
si comienza por la Casa de Dios... así que el comienzo

del juicio de Dios para este mundo comienza a verse en
la Casa de Dios, así... y para nosotros, para evitar ser
juzgados con el mundo; así que el que no arregló sus
cosas, o no hizo como se le dijo que hiciera, o no estuvo
dispuesto a sufrir por las cosas que tenía que sufrir, o
no estuvo dispuesto a perder, ya sean cosas materiales,
para que quedaran arregladas sus cosas, o no estuvo
dispuesto a ceder para que quedaran arregladas las
cosas que tenían que ser arregladas; pues ahora yo creo
que no tengo más nada que decir en cuanto a todas
estas cosas, yo creo que ya casi estoy terminando de
dar el Mensaje que me corresponde dar a ustedes.
161. Y ahora, pues yo más bien les podría decir: Ahora
pues atengámonos cada uno a que el juicio de Dios

comience por nosotros; yo estoy de acuerdo ahora, en
este tiempo, después de haber tenido la oportunidad
que tuvimos, ahora estoy de acuerdo que comience por
todos nosotros el juicio de Dios; yo no sé si comenzará
por mí, pero si... yo creo que va a ser de grande bendición
y de grande beneficio, y por eso es que estoy dispuesto
y deseo entonces que comience por todos nosotros el
juicio de Dios, no se apure que después continuará para
el mundo de afuera.
162. Ahora, no sé que más hacer, en estos días, el viernes,
yo entendí que algo está por suceder de parte de Dios,

y que Él se prepara para hacer algo más que no había
hecho en otras ocasiones; y Él, pues me estaba dejando
saber eso, cuando estuvo visitándome el viernes, y yo sé
que Él se prepara para algo más, ¿cómo se desarrollará?
Yo no sé, ¿cómo será? Yo no sé, pero será conforme a
como Él ha dicho que va a ser.
163. Así que no se preocupe en esa parte, que todo lo que
vaya a acontecer, y que Él va a hacer, será conforme a

como Él dijo que lo iba a hacer.
164. Así que tenemos que acercarnos con reverencia y
mucho cuidado en esta hora en que estamos, porque

es una hora muy importante, es tan importante que
realmente cuando uno mira un poquito por encima de
las cosas materiales, mira hacia el lado allá, hacia las
cosas de Dios, uno ve que la hora es muy importante, y
que no puede ser aguantada más; ya por un año y pico
ha sido aguantada esa hora, ese tiempo, y ya no será
más aguantada.
165. Yo no sé cómo Dios haga las cosas, pero Él me ha
dicho, me ha dejado saber, que yo tengo que moverme

hacia adelante para Él poder obrar, que tengo que dejar
una etapa, para entonces entrar a otra etapa; y yo creo,
que como ustedes han estado viendo, yo creo que ya
me he estado moviendo un poquito hacia adelante, a
una nueva etapa, y por eso es que ustedes vieron que
en los últimos dos mensajes anteriores a este, ustedes
vieron que el maletín se quedó cerrado; hoy solamente
esto fue lo que fue sacado para leer algunas cositas ahí,
pero hemos llegado a un tiempo en que algo Dios se
prepara para hacerlo.
166. Y yo le he dicho al Señor: “Haz lo que Tú quieras, si
Tú tienes algo para hacer, y deseas usarme, aquí estoy

Señor; si no deseas usarme, pues usa al que Tú deseas,
Señor, al que Tú deseas usar, úsalo, y yo no te estorbaré
Tu Plan. Pero si deseas usarme a mí, pues úsame como
Tú deseas usarme, hazme saber lo que debo de hacer,
y yo lo haré, hazme saber lo que debo predicar, lo que
debo decir al pueblo, y yo lo diré; aunque se vayan
toditos”.
167. Y si se empezasen a ir ustedes, los que quedasen
antes de que llegase ese tiempo, si van a preguntar o van

a pensar en su corazón, que las cosas que sean dichas,
no debieron de ser dichas, porque se van a ir algunos
o muchos, desde ahora escuche la respuesta a lo que
usted pueda decir, o a lo que usted pueda preguntar:
si usted se quiere ir también, se puede ir también, si se
van otros; así que yo no estaré tratando de aguantar a
nadie, sino diciendo la verdad a medida que Dios me dé
lo que deba de decir.
168. Ustedes saben que yo no vine aquí a Cayey, y no
estoy aquí en estos cultos bajo Carpa por mi propia

voluntad, sino porque Dios me dijo que lo hiciera, y por
eso lo hice, y por eso es que Él lo ha respaldado. Y no
estoy pensando en que seguiré predicando la Palabra si
ustedes se quedan; aun si se van, yo seguiré predicando,
porque yo no puedo cambiar el ministerio que Dios ha
puesto en mí, y si se fueran todos, ¿qué pasaría? Bueno,
Dios me pondría en un pueblo mejor, que escuchara la
Palabra; ahora, yo deseo y he deseado que ustedes sean
ese pueblo, pero también sé que además de ustedes
Dios tiene 144.000 que van a escuchar también, y yo sé
que ellos han de recibir este Evangelio del Reino.
169. Cuando Él me hizo saber estas cosas, a mí me
sorprendieron, porque yo no sabía acerca de eso nada,

no sabía de estas cosas; pero Él, cuando me las hizo
saber, y me las confirmó, y me las probó, yo no tuve
otra cosa sino decirle: “Bueno, Señor, si Tú dices que
es así, pues yo lo acepto de esa manera; Tú respáldame
entonces”.
170. Así que todo el tiempo en que he estado trayéndoles
la Palabra, no he buscado el respaldo ni de ustedes, ni

de ningún ministro, he buscado siempre el respaldo de
Dios; y aunque ustedes no me respalden, o aunque los
ministros no me respalden en alguna cosa que yo tenga
que decir, que Dios me dé para decir, con todo y eso,
yo la diré, así lo he hecho siempre, y siempre lo seguiré
haciendo de esa manera, y que Dios se encargue de
vindicar, de respaldar lo que Él me diga que yo diga;
el que sea vindicado, eso es asunto de Dios, yo ni me
preocupo en yo tratar de vindicarlo, después que Dios
me diga lo que yo tengo que decir, yo lo digo y sigo
caminando, no me pregunte a mí si Dios lo vindicó o
no lo vindicó, yo lo digo y que Dios se encargue de
vindicarlo, y usted tenga los ojos abiertos para ver la
vindicación de parte de Dios.
171. Yo no me voy a romper la cabeza con ustedes, si me
fuera a romper la cabeza con ustedes, nunca ustedes

estuvieran aquí, ¿verdad que no? Nunca estuviéramos
aquí, si me fuera a enojar con ustedes, imagínese, hace
años estuviera tan enojado que no hubiéramos podido
llegar hasta aquí; pero ni me enojaré, ni me he enojado,
ni me enojaré con ustedes, y cuando ustedes escuchen
que yo les traiga desde aquí algo duro, que a usted le
pueda doler algo que usted escuche desde aquí, con
todo y eso recuerde una cosa: lo digo si Dios me dice
que lo diga para ustedes, y lo digo en el Amor Divino,
no con el propósito de destruirlos a ustedes, sino con el
propósito de que le sea de ayuda y de bendición para
seguir adelante en la carrera que hemos comenzado,
hasta llegar a la meta que debemos de llegar.
172. Así que tenemos que entender estas cosas, porque...
se los advierto, porque yo no sé qué cosas Dios me dé

para ustedes de ahora en adelante, ya que el viernes
noté algo en la visitación de parte de Dios, noté algo, y
yo creo que es algo que va a comenzar, y de las cosas
que yo creo que pueden ser, una de ellas es juicio, y se
los digo claro.
173. Así que yo he tratado siempre de ser sincero
con ustedes, de tenerles alerta siempre, de tenerles

advertido para que nada les tome de sorpresa; y yo soy
uno de ustedes, así que tanto sufren ustedes como sufro
yo, todos sufrimos, todos pasamos por pruebas, todos
estamos pasando por diferentes etapas en la vida en las
cuales sufrimos, pero sobre todo la Palabra es primero.
174. Así que Dios nos ayude, Dios nos guarde. A mí no
me gustaría ver a ninguno de ustedes que se descarríe,

que se aparte de Dios, no me gustaría ver a ninguno de
ustedes que deje de venir, pero si alguno de ustedes, o
todos ustedes dejasen de venir, a mí me dolerá mucho
en el corazón, que después que hemos caminado tanto,
al final ya usted deje la carrera sin llegar a la meta
todavía; porque en la meta es que somos coronados,
pero con todo y eso, yo seguiré adelante en todo lo que
Dios me ayude para seguir adelante.
175. Si todos terminamos juntos, pues todos nos
gozaremos juntos, el que se quiera ir, al saber que puede

ahora pronto Dios obrar de cierta manera, bueno, se
puede ir si tiene miedo, yo seguiré adelante en todo lo
que Dios quiera que yo siga adelante.
176. Así que sepa usted la hora en que estamos, sepa usted
que es más delicado de lo que usted y yo nos podemos

imaginar; y cuando me toca decir estas cositas así, no sé
ni cómo decirlas, ni cómo terminar de decirlas, pero si
puedo decirlas de alguna manera que usted entienda: la
hora es más delicada y más importante de lo que usted
y yo nos imaginamos, pudiera ser ya el final para ser
transformados, pudiera ser, pero tendremos que pasar
por un momento, un momento difícil, un momento
importante, y un momento en que aun el juicio de Dios
comienza por la Casa de Él, y todos somos la Casa del
Señor.
177. Así que estas son noticias que a tiempo son buenas,
después de tiempo, después que ya... es como... Dios

siempre, conforme al Mensaje que hemos leído
del cuarto Elías, nos es dicho que primero viene la
advertencia y después viene el juicio; o sea, advertencia
y luego el juicio.
178. Así que Dios no llama al hombre a juicio sin antes
haberle advertido, haberlo puesto en alerta, ¿para qué?

Para que se evite todo el juicio que le puede venir.
179. Bueno, Dios nos ayude, Dios nos guarde, Dios nos
bendiga a todos en esta hora. No sé cómo despedirme,

y no sé cómo alertarles más de lo que les he alertado;
porque yo sé que si ustedes sufren, eso me hace sufrir
a mí, y yo sé que si yo sufro, ustedes sufren también,
porque somos el uno del otro, somos un cuerpo.
Y cuando usted se pincha un dedo, cuando usted se
pincha un dedo, usted lo siente como si fuera en todo
el cuerpo; así que el dolor... fíjese, usted siente dolor
cuando se pincha un dedo de la mano, o de los pies, o
un brazo, lo que sea, siente dolor, es dolor, no importa
la parte del cuerpo que usted se pinche.
180. Por lo tanto, así es para todos nosotros, nos dolemos,
no importa qué parte del Cuerpo de Cristo sea afectado,

eso nos trae dolor y tristeza; pero sabemos que tenemos
que pasar por esos momentos difíciles, así que estemos
lo mejor que sepamos estar, estemos con nuestras
vidas consagradas, no se deje llevar: porque si es
predestinado, es predestinado, y aunque viva como un
mundano, las cosas van a estar bien; si es predestinado,
y está viviendo como un mundano, ¡Je! Yo le digo en
esta mañana: las cosas van a estar tan mal para usted,
que usted siendo un predestinado, va a sufrir como
si fuera un impío, usted siendo un predestinado, va a
tener tanto azote, como si fuera un pecador del mundo
que nunca se ha arrepentido.
181. Así que viva una vida agradable a Dios, en santidad,
apártese de las cosas mundanas, de todas las cosas que

no son agradables a Dios, permanezca apartado de
ellas, camine en la Palabra; usted sabe muy bien las
cosas que son agradables a Dios y las cosas que no son
agradables a Dios, si en esta mañana nos ponemos a
enumerar, bueno, no tendríamos tiempo, pero usted las
conoce, usted conoce todas las cosas que pertenecen
al mundo, por lo tanto, apártese de ellas y permanezca
con las cosas que pertenecen a Dios, con las cosas que
pertenecen al Reino de Dios, para que se evite derramar
lágrimas innecesariamente.
182. Yo no sé cómo yo pueda hacer en estos días que han
de venir, no sé cómo pueda ser para cualquier persona

sobre la cual venga juicio, no sé cómo yo puedo hacer
conmigo mismo, si por alguna cosa venga juicio sobre
mí; pero esperamos que Dios nos ayude aun estando bajo
juicio, que Dios nos ayude en esos momentos difíciles,
porque aun todo eso será para nuestro beneficio, algunas
veces no aprendemos si no es de esa manera.
183. Bueno, recuerde el dicho que hay entre la gente: que
siempre Dios da por el lugar que más duele, ustedes han

oído un dicho más o menos parecido, imagínese si llega
juicio por un lado que a uno no le duele: “Bueno, no me
hizo nada, no me pasó nada”, pero recuerde que siempre
el juicio viene por el lugar que más le duele a uno.
184. Miren al Hermano Branham, él dice: “La gente,
las personas deberían aprender por la experiencia de

otro, en vez de aprender por su propia experiencia estas
cosas”, y comienza a hablar del juicio que le vino a
él; él dice que la partida de su esposa y de su hija, ese
juicio fue por causa de que él, luego de ser enviado por
Dios para predicarle a los pentecostales, y haber hecho
sus compromisos ya, no cumplió sus compromisos,
sino que se negó luego a hacer el trabajo que debía
hacer, y se dejó llevar por su congregación, y se dejó
llevar por las personas que lo aconsejaron a que no lo
hiciera, y entonces el juicio le vino por el lado que más
le dolió; dice que no tenía consuelo él, su esposa con
pocos años de casado, poco tiempo de casado, ella tenía
unos veintitrés años nada más, imagínese, su esposa
que tanto amaba, Dios se la llevó, su hijita que tanto
amaba, Dios se la llevó, y solamente se quedó con su
hijito varón, ¿ve usted?
185. Él dice que fue un sufrimiento tan grande, y dice
que el diablo le decía, el diablo le decía, escuche... el

diablo, y que le decía al Hermano Branham, cuando
había muerto su esposa: “Mira, tú dices que amas tanto
a Dios, tú dices que eres un sanador, y mira, oraste por
tu esposa y Dios se la llevó siempre, se murió. Luego
ahora, mira tu hijita, está ya para morir, y tú dices que
Dios es bueno, y tú dices que amas a Dios, y ahora mira,
ya está para morir, y tú has orado por ella, y mira, se
pone cada vez peor. Y tú oras por los enfermos y ellos
se sanan, y mira, Dios no te quiere responder, Dios no
te responde por tu esposa ni por tu hija, y tú dices que
Él es un Sanador, y no te sanó a tu esposa y a tu hija
tampoco te la quiere sanar”.
186. ¿Sabe cómo el diablo le estaba hablando? Bueno,
de la misma manera que le habló a Jesús. ¿Y sabe

cómo es? En el subconsciente, allá en la mente, en
los sentidos, por el razonamiento, por el pensamiento,
por la imaginación; usted sabe que usted puede estar
hablando sin abrir los labios, y usted puede oír a otra
persona hablándole a usted allá en su imaginación,
y oír lo que dice allá en su imaginación, y así es la
manera en que el diablo vino adonde el Hermano
Branham, y también a donde Jesús allá, y le habló en el
subconsciente, y le probó todito, entonces el Hermano
Branham lo reprendió y le dijo que Dios era bueno, y
que él amaba a Dios, y que Dios dio, y Dios quitó. Se
acabó, se tuvo que ir. ¿Ve usted?
187. Así que usted tiene que tener cuenta en esta hora
en que estamos, ¿cuántas veces el diablo le ha hablado

a usted, y usted no se ha dado cuenta? Siempre que
algún pensamiento, siempre que en su imaginación, en
su razonamiento, vienen cosas contrarias a la Palabra,
para apartarlo de Dios, para que usted no ame más a
Dios, y usted comience en su mente, en su subconsciente
o en su conciencia a oír esas cosas, a venirle esos
pensamientos, sepase que es el diablo que está haciendo
eso, es el diablo tirando esos pensamientos, es la mente
del diablo operándola en usted, para que usted reciba
eso; y usted si es un ignorante y no sabe lo que está
pasando, usted dice: “Verdad es, mire, oro por los
enfermos y se sanan, ahora mi mujer se enferma, oro
por ella, y se muere. Mi nena se enferma, oro por ella,
y está muriendose. ¿verdad? Yo no me merezco esto,
que Dios me haga una cosa como esta, yo no merezco
pasar por una cosa como esta siendo un profeta, y Dios
diciendo que soy el precursor de la Segunda Venida
de Cristo, y ahora que Dios me haga esto; yo no me
merezco una cosa como esta”.
188. Pero él comprendió y él dijo: “Dios dio, Dios quitó,
alguna razón hay, algún motivo hay en algún sitio, y

algún día yo lo voy a entender”. Después usted puede
ver, cuando él da testimonio de todo eso que pasó, dice
que fue por causa de que él tuvo la culpa, de que él
no fue responsable al llamado que Dios le hizo, y por
eso le vinieron todas esas cosas, y Dios le quitó su
esposa y su hija, y todas esas tristezas le vinieron, y su
congregación empezó a decaer.
189. Así que fíjese, todos los juicios que caen sobre una
persona, todos los males que le vienen a una persona,

el culpable es la misma persona; por eso es mejor que
uno no se justifique, sino que diga: “Bueno, si Dios ha
permitido que esto sea así, en alguna parte yo he cometido
algún error, y en alguna parte yo he metido la pata, como
decimos nosotros, y no me he dado cuenta, y todo esto
me ha estado viniendo, todo este mal; pero el culpable soy
yo, porque Dios lo que tiene es bendición para mí, pero de
alguna forma me voy a arreglar”. ¿Ve usted?
190. Y entonces ya usted puede ver que... dice el
Hermano Branham que él aprendió, nosotros debemos

aprender con él en esta hora en que vivimos, para que
no seamos personas que vayamos a estar protestando,
que vayamos a estar diciendo que no nos merecemos
que nos hayan pasado en nuestra vida, en nuestra vida
terrenal tales cosas o tales cosas; siempre, al final del
camino, Dios les va a mostrar que el culpable de los
problemas que usted tuvo, fue usted mismo, porque
usted no guardó la Palabra de Dios, y no hizo lo que
debió hacer conforme a la Palabra.
191. Y algunas veces usted podrá decir: “Yo ignoraba
eso”, pero la Palabra estaba ahí, no importa que una

persona ignore lo que la Palabra dice, con todo y eso
la Palabra lo dice, y Dios no toma por ignorante a
las personas cuando ya Él ha hablado con relación a
alguna cosa; así que no somos tan ignorantes, aunque
queramos decir que somos tan ignorantes.
192. Así que nosotros tenemos que ser muy cuidadosos,
y tenemos que estar al lado de Dios siempre, y es mejor

como decía David13: “Es mejor caer en las manos de
Dios, que es misericordioso, y no caer en las manos del
mundo, del diablo, sino en las manos de Dios”, porque
Él es misericordioso.
193. Así que al aprender la lección, después Él puede
entonces decirle al diablo: “Apártate de él, ya él aprendió

lo que tenía que aprender, así es que basta con eso”.
194. Bueno, por ahora estas son palabras que usted está
escuchando, algún día para usted será una realidad

todas estas cosas que usted está oyendo, y quizá para
algunos de ustedes ya esto es realidad que usted ha
estado viviendo, pero que nos es de ayuda a todos
nosotros.
13 2 Samuel 24:14
195. Bueno, no sé cómo terminar. El tema de esta
mañana ha sido: “TRATANDO DE SERVIR A DIOS”,
o de “HACER UN SERVICIO A DIOS”.
196. Tratando, ahora usted puede ver que tratando se
cometen muchos errores, uno se mete en muchos

problemas tratando de hacer una cosa sin ser escogido
para ese trabajo, sin ser señalado para esa labor.
197. Bueno, Dios nos bendiga, Dios nos guarde y nos
ayude, y será hasta el domingo próximo, donde tendremos

lo que Dios nos tenga. Yo estoy a la expectativa de todas
las cosas que Dios nos pueda tener, porque sé que hay algo
de parte de Dios, y yo en todas estas semanas pasadas,
en este mes pasado, he estado bastante inquieto; porque
hay algo que Dios está tratando de darme a conocer,
de mostrarme, pero es probable que yo no haya estado
preparado, de la manera que debo estar preparado, para
Él hacérmelo saber, o no sé la causa, pero he notado que
Él ha estado moviéndose y ha estado dejándome ver
algunas cositas, que eso indica que hay algo que Él me
quiere dar a conocer.
198. Y recuerde, estamos en el tiempo, en el ciclo en que
siempre algo Dios ha estado haciendo. Recuerde que en

el mes de abril y mayo, por ahí por el mes de abril, fue
que Dios nos dio el mensaje titulado14: “La Venida del
Reino”, luego de eso, pues entonces después se predicó
más tarde allá, en Sábana Seca, pero ya nos lo había
dado allá en Ponce, nos había dado ese mensaje; no
recuerdo si fue el día, el día... por ahí, fue en abril o
a principios de abril, digo, a fines de abril o principios
de mayo, no recuerdo por ahí fue; así que yo estoy a la
14 “La Venida Del Reino” 9 de mayo de 1976. Ponce, Puerto Rico
expectativa, porque cuando Él me dio a conocer aquello
para... a mí me estremeció de una manera que yo no
sabía ni qué hacer, fue una cosa tan tremenda para mí,
que después yo no sabía ni cómo decírselo; pero Él me
mostró todito a través de la Palabra, y yo dije: “Bueno,
si Él me dio esto a conocer, es para predicarlo, y si es
para predicarlo, entonces, Señor, guíame y muéstrame
todos los lugares donde está esto hablado para decírselo
al pueblo, aunque se vayan toditos”.
199. Ahora, yo no sé qué es lo que Él me va a mostrar,
pero sé que me va a mostrar algo, y por eso estoy

preocupado, estoy a la expectativa, estoy tratando en
estos días de estar lo más quieto y solo posible. Y yo
me alegro de que ustedes sean de la manera que son, de
que no están visitando así a uno, no es que uno no desee
que ustedes visiten a uno, sino que ustedes entienden
la responsabilidad que hay, y de que ustedes lo que
desean, es que cuando ustedes lleguen aquí, haya el
alimento que ustedes vienen a buscar.
200. Por lo tanto, yo aprecio mucho eso de ustedes,
pues yo no tengo que quejarme en esa parte de los

que han sabido actuar correctamente, y me han dejado
quietecito. ¿Cuántos no deseamos todos estar juntos?
Todos deseamos estar juntos, pero nos conviene actuar
de la manera en que estamos actuando; por eso, pues
por esa parte yo no tendría ni tengo que irme de Ponce,
porque allí los hermanos, pues son tan entendidos, todos
ustedes son tan entendidos, que me dejan tranquilo,
porque saben que aunque esté en casa, estoy ocupado:
ya sea que esté sentado o esté acostado en el piso, o
que esté estudiando arriba en el cuartito, pues estoy
ocupado, siempre haciendo algo, y Dios puede entonces
decirme las cosas que Él quiera decirme; o sea que yo
no tengo el problema de que tengo que irme para los
montes, por allá, para Dios poderme hablar, a causa de
que los hermanos me estorben y de que estén metidos
en casa, yo no tengo ese problema.
201. Por lo tanto, no tengo que estar saliéndome de casa
para irme para otros lugares para que Dios me hable,

no tengo que estarme yendo para el monte de allá de tal
lugar, un monte en tal pueblo, en tal pueblo; ya estoy en
un monte, ya la casa fue hecha en un monte, así que ya
estoy en un monte, en el Monte allí del Tuque, así que la
casa fue hecha en un monte, y allí pues ya estoy ahí lo más
bien, y Dios me ha estado hablando allí en aquel lugar, y
espero que las demás cosas que Dios me tenga, que Él me
las siga dando allí, o en algún otro lugar que Él me lleve.
202. O sea, quiero decir: si tuviera que recibir algunas
cosas acá en el otro lugar, si Dios me provee esta casa

aquí en Cayey, y llego a estar estudiando ahí, pues Él
me dará algunas cosas, si quiere dármelas ahí; si no,
recibiré lo que falta allá mismo en Ponce, donde Dios
me ha dado aquel lugar para servirle a Él.
203. Quizá yo nunca le he invitado a estar en casa, y
sería difícil invitarlos a todos ustedes, porque no habría

espacio ni para los automóviles ni para ustedes, pero
hay un sitio donde ustedes han sido invitados, y en
donde podremos estar todos juntos: es este lugar en
donde estamos, y además de ese lugar, ustedes todos
están en un lugar más pequeño, pero que caben todos,
y yo los tengo en ese lugar, ustedes saben dónde es
ese lugar, y yo sé que ustedes me tienen ahí también
en el de ustedes; ya ustedes saben que ese lugar es el
corazón, en donde estamos.
204. Así que hay una cosa también que a mí no me gusta
mucho, y es el bullicio, el alboroto, el bullicio, y usted

sabe, yo lo esquivo siempre que lo puedo esquivar,
por causa que para mí es como salirme del ambiente
donde por muchos años Dios me tiene, para entonces
entrar en otro ambiente, y me encuentro un poco raro,
bastante raro me encuentro, y algunas veces pues me
encuentro hasta fuera de mí, como decimos nosotros...
[CORTE DE AUDIO EN CINTA] ...la mente de uno
ya está acostumbrada a estar con la mente uno puesta
en las cosas que Dios tiene y que está haciendo, y que le
está diciendo, de tal manera que cuando uno tiene que
sacarla para estar así en medio del bullicio y eso, pues
uno se siente un poco raro, yo lo noto, y también pues
ustedes quizá lo notan.
205. Y algunas veces pues no le puedo dar la respuesta
a algunas preguntas que ustedes me hacen, o no puedo

hacer compromisos en los cuales yo pueda darles
seguridad de que será de esa manera, o de que estaré
en tal sitio, sino que les digo, les digo claro que soy
bastante olvidado, que se me va a olvidar; y es por todas
estas cosas, porque es que uno la mente la tiene puesta
en otras cosas, en las cosas de Dios, de tal manera que
cuando a uno le toca sacarla afuera para las cosas acá
materiales, pues tiene un poquito de problemas.
206. Yo recuerdo que el Hermano Branham decía que
Elías, el primer Elías, cuando estuvo ungido, dice que

hizo todo lo que hizo, hizo el sacrificio, el fuego cayó
sobre su sacrificio, y luego dice que mató, degolló a
cuatrocientos cincuenta falsos profetas de Baal, y
a cuatrocientos profetas de Asera, son novecientos
cincuenta; ungido sabía lo que tenía que hacer, bajo
la unción hacía las cosas conforme a como Dios le
mostró, pero después, cuando la unción lo dejó, y supo
que una mujer, Jezabel, lo quería tomar preso para
matarlo, cuando quedó sin la unción, cuando quedó
como hombre, que tuvo que pensar él por su cuenta, no
sabía qué hacer y se fue a correr, se fue a correr; y eso
es lo que pasó, trató de evadir enfrentarse a ella, trató
de huir, trató de escapar.
207. Así que sabemos que la hora hoy es más grande que
el tiempo allá en que el profeta Elías estaba viviendo,

aquello allá viene a ser tipo de este tiempo del Siglo XX,
por lo tanto, ustedes deben entender esas cositas para
que no vayan a tropezar, para que no vayan a tropezar en
ningún momento, y vayan a tener problemas ustedes con
Dios; así que lo mejor es uno en esta hora ser entendido.
208. Fíjese, el Hermano Branham decía: “Cuando yo
era muchacho, nadie quería saber de mí, y después,

ahora me tengo que esconder para poder descansar un
poquito, me tengo que esconder”. Porque la gente no
lo dejaban quieto, y se tenía que ir a cazar, y cuando
estaba cazando, cuando fue un ministro allá a donde él
y le preguntó: “Hermano Branham, usted cuando está
así de cacería, ¿tiene visiones también como cuando
está ministrando?”. (Fue lo que le estaba diciendo o
quiso decirle). El Hermano Branham le dijo: “Sí, pero
yo vengo a descansar”.
209. Ustedes entienden bien lo que le estaba diciendo:
“Sí, pero yo vengo aquí a descansar”, pero si Dios quería

darle algo, pues se lo daba; pero no era que el Hermano
Branham estaba, usted sabe, tratando de ministrar allá a
la gente, sino que se iba para apartarse de las personas,
para estar un poquito fuera del bullicio, pero con un
pueblo tan entendido como ustedes, yo creo que no habrá
necesidad de que uno se vaya a huir para descansar;
porque uno trata de huir cuando, usted sabe, no le dejan
quieto a uno, pero si dejan tranquilo a uno, dejan quieto a
uno, que uno pueda cumplir con el ministerio, entonces
uno puede decir: “Voy para la casa, porque quiero
descansar”, no huir, sino más bien entonces tener un
buen sitio, y ser el mejor sitio para uno.
210. Así que yo espero que ustedes entiendan estas
cositas, yo creo que si ustedes son entendidos, ustedes

están entendiendo estas cosas que yo les estoy diciendo,
y el propósito principal mío siempre ha sido con
ustedes, traerles la Palabra para el beneficio de ustedes,
para que Dios pueda cumplir lo que Él ha prometido de
transformarnos a todos nosotros, no hay otra cosa que
me interese más que eso.
211. Así que una cosa sí yo sé, y es que les amo, y otra
cosa sí yo sé, y es que ustedes me aman a mí; eso sí lo

sabemos, y eso nos basta.
212. Así que todo lo que yo haga será con ese propósito
y con ese sentir; porque les amo no haré nada fuera

de eso, sino porque les amo a ustedes, y ustedes sigan
adelante en todo momento, no se aparten de Dios, ni a
diestra, ni a siniestra.
213. Recuerden que habrá cosas en la vida de ustedes,
y en la mente de ustedes, que el diablo tratará de traer

para que usted se aparte de Dios, para que usted diga:
“Bueno, ya pues estoy desanimado, ya no me interesa
seguir adelante, ya pues aunque me pierda”. Pueden
venir esos pensamientos: “Ya pues aunque me pierda”.
Usted no sabe lo que está diciendo.
214. Así que es mejor que no hable de esa manera,
porque por toda palabra incorrecta que uno hable, uno

va a sufrir, tiene que dar cuenta; así que mejor es que
hable como una persona sabia, y no como un fatuo, más
bien sea una persona sincera, y diga más bien como
decía el Hermano Branham: “Aunque Dios me mande
al infierno, yo le seguiré amando”. Esa es la forma
correcta de hablar y de pensar.
215. Así que así es que se habla, así es que se actúa,
tenemos un ejemplo muy bonito, muy hermoso, en

nuestro amado Hermano Branham. “Aunque mi padre
y mi madre me dejaren, el Señor no nos dejará”. Así
decía el salmista, por lo tanto, así es como está en la
Palabra, así es que tenemos que entenderlo y tenemos
que creerlo.
216. Quizás aunque este ha sido un mensaje sencillo, y
una conversación con ustedes, yo espero que haya sido

de ayuda para todos los obstáculos que haya en la vida
de ustedes de aquí para adelante, y para todos los que
ha habido de este día para atrás, que esto les ayude a
salir victoriosos en la carrera que hemos comenzado;
porque yo no me gozo ni me gozaría en que alguno
de ustedes se apartara de la Palabra de Dios, ustedes
saben que hay personas que algunas veces se gozan de
que fulano o zutano se vaya, se aparte, y: “Bueno, que
se lo lleve el diablo”. No, más bien en eso yo no me
gozo, más bien cuando yo les digo: “El que se quiera
ir, puede irse”, es porque cada uno tiene libertad, tiene
libre albedrío, y él es el que decide, y si está aquí, es
para servir a Dios, y no para estar protestando con el
Plan de Dios.
217. O sea que aun diciendo: “El que se quiera ir, se
puede ir”, eso no es dicho con deseo, ni con alegría de

que se vaya usted, sino diciéndole a usted la libertad
que usted tiene para actuar en esta hora, y que puede
hacerlo, pero que conforme al Plan de Dios, usted
no debe hacerlo; pero Jesús se lo dijo a aquellos que
comenzaron a protestar: “Dura es esa Palabra, eso
que está siendo hablado es demasiado duro para ser
hablado, eso va a sacar fuera a la gente, y mire para allá
cómo se están yendo”. Y el Señor les dijo: “¿Se quieren
ir ustedes también?”. ¿Ve usted?
218. Ahora, el que sabe dónde está parado, dice: “¿Y para
dónde vamos a ir? ¿A dónde vamos a ir? Si solamente

en la Edad de la Piedra Angular hay Palabras de Vida
Eterna. ¿Para dónde vamos a ir?”.
219. Bueno, en esta hora uno no encuentra cómo terminar
cuando uno habla estas cosas, porque uno sabe la hora

peligrosa en que estamos viviendo, y uno sabe que una
persona, por las palabras que habla, va a ser juzgada, y
que antes de una persona fallar, antes de una persona
ser borrada del Libro de la Vida, antes de una persona
cruzar la línea, antes de una persona hacer esas cosas,
primero ha tenido la oportunidad de recapacitar,
primero ha tenido la oportunidad de aguantarse, pero
con todo y eso, se ha tirado él mismo.
220. ¿Sabe lo que dice el Hermano Branham? Dice:
“Nadie va al infierno así porque sí; dice: para ir al infierno

hay que pelear, hay que luchar, hay que ganárselo, es lo
más difícil para una persona ir al infierno; la persona
siempre estará luchando y peleando para ganarse ese
lugar, para ir a ese lugar”. ¿Ve? Luchando en contra,
¿de qué? En contra de la Palabra, actuando en contra
de la Palabra.
221. Bueno, Dios nos bendiga y Dios nos guarde en este
día o en esta mañana.

“TRATANDO DE AYUDAR A DIOS”.
DISTRIBUCIÓN GRATUITA
Última revisión: 2024-01-26

1978 04 02 Tratando de Ayudar A Dios Lectura

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TRATANDO DE

Dr. William Soto Santiago

M uy buenos días, amados hermanos, Dios nos

abierto, y encontramos que ese Libro está sellado con

tiene que ser abierto completo, para entonces el plan

Libro es entonces colocado nuevamente en las manos

Libro sellado con siete Sellos, encontramos que es el

ha prometido, entonces habrá un grupo de escogidos,

para este tiempo final: que no todos tendrán la necesidad

el Libro regresa a las manos de los hijos de Dios, y

Título de Propiedad a las manos de los hijos de Dios,

León, y es anunciado no cualquier león, sino que es

sobre Su Trono, sobre el Trono de Su Iglesia, lo

el trono, y era un trono gentil; cuando sus hermanos

tiene que venir, tiene que aparecer, y al aparecer, nos

también que la Novia gentil, los verdaderos creyentes,

Juan pasó, son las etapas por las cuales la verdadera

cuales Juan pasó, y encontramos que la apertura de los

manera triple, el Séptimo Sello tiene tres partes muy

vino a ser historia, ya es historia esas dos partes. Pero

develado públicamente, entonces las dudas tienen que

todo el tiempo, en todos estos años pasados, y usted

Séptimo Sello es que están los Truenos, y que los

el Cielo, en el Cielo fue el silencio por casi media

apreciamos, al cual nosotros respetamos, y al cual

Séptimo Sello, cosas han de acontecer; pero esa media

podían dar a conocer las cosas que habrían de acontecer

hora de silencio, que es el tiempo en que aparece ese

hablan Sus voces cuando aparece ese ángel fuerte sobre

Sus voces, encontramos que luego de los Truenos

durante esa media hora de silencio, encontramos que esas

“Libro de los Sellos” en español, que equivale a la

habló. Encontramos que un anciano allá en el Cielo, en

Juan, acá para este tiempo representa a un anciano, a

introducción que fue hecha del León de la tribu de

mensajero son la misma cosa; aunque un mensajero

precursor de la Segunda Venida del Señor, y él presentó

manera, porque lo presenta bajo el símbolo del León de la

Cordero en la dispensación que estaba pasando, y

otra, la gente le perdieron de vista, cuando Dios se fue

el mismo Dios en todos los instrumentos que Dios usa,

obró y se manifestó y llevó a cabo la obra de Redentor,

terminar las edades, pues ya no hay más gente para las

de Moisés y bajo la Ley, Él estuvo bajo aquella primera

cual Dios está manifiesto, ¿cómo? Está manifiesto en la

entonces comienza la tercera dispensación, que es

estarán bajo el pacto que trae el ángel fuerte que desciende

vivimos es más grande y es más gloriosa de lo que

hallados por Dios y por ellos mismos de estar tratando

cosa en esta Tierra, Dios no tiene dos instrumentos a

Sellos, y solamente dio a conocer seis Sellos a través

Venida del Señor, y recuerde que el Séptimo Sello es

que nos es dicho que el Séptimo Sello será identificado

tres personas a la misma vez para cumplir una promesa,

los tiempos— el diablo, que es un pervertidor y que es

El Mensaje de los Truenos, y usando sus instrumentos,

escogidos sean engañados, ¿qué es lo que evita que

realmente el Séptimo Sello, conocerá lo que es el

pueda manifestarse, porque también nos dice la