Jud-Esp I Tambien
Jud-Esp I Tambien
Jud-Esp I Tambien
jUD.-ESP. 1 'TAMBIEN'
Al revisar nuestra recopilación de Proverbios judeo-espaiioles del Sud-
este europeo, a base de material recogido en Bucarest, nos encontramos
con una equivalencia gramatical por demás curiosa: la de i (que transcri-
bimos con i latina para diferenciarla de la conjunción) con valor de 'tam-
bién', que, en algunos casos, puede ampliarse a 'incluso', 'ademá.c;', 'de
igual modo', etc.
Vale la pena de reproducir los refranes en que se registra este fenóme-
no, para comprobar que no se trata de un caso esporádico, sino que se
repite sistemáticamente, de una manera regular, en el lenguaje coti-
diano ..
En nuestra colección aparece en diecinueve refranes:
109. Coando istá la valsa yena i la alma se consola.-n8. Como es el
turco, ansí es i el plomo.-ng. Como la grasia es i la desgrasia.-167.
Dispoés qui es colposo, es i pretensioso.-r68. Dispoés qui es fal;o, es i
patrañiero.-223. El ~aragán es i conseziero.-314. Es una rana qui
engañia i a la raposa.-553· Persona pericolosa, i para la alma es dañiosa.
599· Quen es mal avlador, avla i de s~t deridor.-6o6. Quen mira lo
munéio, piedre i lo poco.-6zo. Quen no tiene él i st.e valsa consienti.--629.
Quen quere la col, quere i uzicas de su deridor.-634· Quen si quema con
il caldo, asufla i a lo yielado.--645. Quen tieni munéia miel, eéia i a la
col.-686. Sigún es la vundá, es i la maldá.-6gg. Sigún el tiempo es
i el presio.-JOO. Sigún la diéia foé y la disdiéia.-J07. Si si quema il
mulino, qui si quemen i los ratones.-J83. 1 el pan es caro coando il dinero
falta.
Había que comprobar si se ofrecía asimismo en las colecciones pare-
miológicas judea-españolas de fecha anterior, y, en efecto, lo hallamos en
la de Kayserling 1, que, además de ser la primera cronológicamente, re-
sulta más valiosa que las siguientes, ya que en ella se intenta, en algunos
casos, la concordancia de las paremias sefarditas con el refranero cas-
tellano, de donde proceden en su mayor parte, llegando a comparar bas-
tantes de las publicadas por Hemán Núñez y otros con las que se contie-
nen en el Libro de los proverbios y la literatura gnómica hebrea. En el aspec-
to filológico posee menor interés por verse a las claras que fue recogida a
base de materiales de aluvión, enviados por varios correspondientes de
diversas localidades 1 , elementos que el autor se limitó a reunir por grupos
y orden alfabético dentro de cada uno, sin pararse a unificar su desigual
ortografía 2 • En esta colección, tal fenómeno gramatical (que se transcribe
indistintamente con i o y) aparece en quince proverbios:
24. Quien quiere a la col, quere y al su deridor. (Variante del n. 0 629
de nuestra serie),-57· Con paciencia y de la yerba se hace seda.-80.
En manquansa de pan, buenas son i tortas.-ro2. Y todo tiene, el intelecto
li jalta.-103. Y un pero que sea de jamilia.-223. Quien está en ayunas,
y rábano desayuna.-224. Quien hambre tiene, y moros come.-281. El
Dios tiene cargo, y de la hormiga del campo.-339. Achaques de lo seco,
se quema y lo verde.-405. Y al rey se le sabe lo que es peskés.-489. Y el
ratón se vido coda.-492. Li das la mano, quere y el pie.-628. Quien al
río cae, y del colebro se apania.--642. Al rico le echa, y el gallo huevo.-
656. Quien tiene mucho safrán, echa i a las coles. (Variante del n. 0 645
de nuestra serie.)
La publicada por Foulché-Delbosc 3, más numerosa, adolece del mis-
mo fallo. Aunque el gran hispanista nos diga que «J'ai recueilli a Constan-
tinople, en 1888, de la bouche des Juifs la plupart des proverbes de la
presente collectiom, declara también que <<llll certain nombre m'ont été
obligeamment fournis par des correspondants d' Andrinopole, Salonique
et de Smyme~> y que <<lllle centaine enviran, qui m'etaint restés inconnus,
por la que citamos, dando numeración a los refranes que contiene, asi como á los
de las colecciones posteriores que carecen de ella, para facilitar su coordinación
y referencia.
Como complemento a la recogida posteriormente por Foulché-Delbosc, KAYS-
~RI,ING publicó aftos después Quelques proverbes fudéo-espagnols, RHi, 1897, IV, 82.
1 El propio Kayserling lo declara paladinamente (p. Xln) al dar las gracias
por los materiales enviados a S. H. Davitcho, cónsul de Servia en Budapest, a los
hermanos de éste, residentes en Belgrado, y a Jacob S. Cohen, de Rustchuk.
2 Asi es posible que aparezca una misma palabra escrita de las más varias for-
mas o que se represente diversamente el mismo sonido: perro y pero, donde y onde,
güercho y guerco, cale y quale, callen y caen, vafa y vaya, guisa y giza, huay y guay.
3 R[AYMOND] FoUI,CHIÍ;-D~r.Bosc. Proverbes judéo-espagnols, RHi, 1895, II,
312-352.
ont été pris dans les sept cent cinquante publiés par M. Kayserling>> 1 •
Respecto a lo último, puede comprobarse que Foulché-Delbosc ha vol-
cado en la suya no una, sino varias centenas de refranes de la colección
de Kayserling, ya sea literalmente o con pequeñas variantes ortográ-
ficas. 1\.sí los números 23, 54, 174, 336, 420, 916, 968, 978, 1044, 1093,
1295, 1298, entre los que reflejan el fenómeno de la i, reproducen con le-
ves mo~ificaciones los números 339, 642, 57, 281, So, 628, 223, 224, 24,
656, 405 y 489 de la serie del investigador alemán, por lo que no es preciso
repetirlos. En el resto de la colección, hasta 1313, sólo. se presenta en
cuatro refranes nuevos: 611. Lo que dize el asno, dize y el cavallo.-1296.
Y el buen bocado se lo come el perro.-1297. Y el hazán se yerra delante
la torah. Dejamos aparte el número 639, por presentar una singular ex-
cepción, a la que nos referiremos más adelante.
Excepcional importancia ofrece a nuestros fines, como comproba-
ción, una serie brevísima firmada con las iniciales A. M. 2 , de las cuales
Besso 3 ha identificado la segunda con el apellido Moscuna. Publicada
en una revista de difícil hallazgo 4 , contiene dos grupos de refranes, con 40
y 29 cada uno, a los que siguen otros 25 recogidos por Joseph Passy en
Filipópolis. La colección de Moscuna tiene doble interés por dar a pie de
página la traducción alemana de cada uno de los refranes y algunas acla-
raciones de vocabulario, y así los tres en que se halla la. partícula i:
23. Le das la mano, quiere y el pie.-XVIII 5 Al rico y el gallo le
echa huevos, al prove ni la gallina (que coincide con el número 642 de
Kayserling).-XX. Y la gallina ciega topa un grano, aparecen traduci-
dos del siguiente modo: 23. Gibst du ihm die Hand, so will er auch den
Fuss.-XVIII. Dem Reichen legt auch der Hahn Eier, dem Armen nicht
mal das Huhn.-XX. Auch ein blindes Huhn jindet einmal ein Korn,
donde se ve que i aparece traducida sin vacilación por auch, 'también'.
La colección de Galante 6 , investigador a quien se deben importantes
trabajos sobre temas de folklore e historia judea-españoles, entonces <cpro-
1
ABRAHAM DANON. Proverbes judéo-espagnols de Turquie, ZRPh, 1903,
XXVII, 72-96.
1 Es frecuente que en el texto haga uso de palabras como vidrio y que en n~ta
aclaratoria diga: tPrononcez vidro~; ¡ay!, ..¡Jrononcez güait; sombra, tprononcez
solombra•; donde, tprononcez onde&, que son no una modalidad de pronunciación,
sino las formas judeo-españolas más puras.
3 Mosco GALIMIR. Proverbios (refranes). Pocos proverbios del rey Salomón, del
Talmud, fábulas, consejas, reflexiones, dichos de españoles sefarditas. New York,
Albert Martin, 1951.
• DENAH LIDA. Refranes judea-españoles de Esmirna, NRFH, 1958, XII, 1-35.
5 DENAH LIDA. La pronunciación del sefardí esmirniano de Nueva York, N R F H,
1957, VI, 277-281. Aparece firmado con el apellido LEVY, anterior a su matrimonio.
amplía, desde fines del XIX hasta hoy, a los más varios usos, desde
la Historia, como en Trezoro de Israel, de Alcaraz (Belgrado, r8gr) 1
(«Y Aristobolos le demandó a Horados si se va y él~. <<Y Horados lloró y él
de ver a su querida mujer lloran>}, hasta las traducciones modernas de
obras extranjeras 2 , y de modo especial a los relatos de consezas, que
permiten una mayor adecuación al lenguaje habitual y cotidiano, sin limi-
taciones a moldes previos como ocurre con el romance o el mismo refrán.
No se trata, pues, de una forma estereotipada, sino viva y creadora, con
función actual.
También habría que estudiar su posible localización dentro del área
del jud.-esp. en los Balcanes. Los principales colectores de proverbios
(Kayserling, Foulché-Debosc) allegaron sus materiales por aluvión, pro-
cedentes de los más diversos países (Austria, Rumania, Bulgaria, Grecia,
Turquía), lo que les invalida para cualquier proporción estadística, y,
por otra parte, la diáspora sefardita se caracteriza por una lábil movili-
dad, dentro de estas naciones, y, entre unas y otras, lo que hace más
difícil, por ejemplo, la división intentada por Wagner 3 en dos zonas, una
occidental, representada por los judíos de Macedonia, Grecia, Bosnia,
Servía, Bulgaria (y Rumania), en la que se acusa una mayor influencia
dialectal de las regiones septentrionales de España, de las que son oriun-
dos, y una zona oriental (Constantinopla, Asia Menor), donde los sefar-
díes proceden, en su mayoría, de la'3 dos Castillas, y su lenguaje, por tanto,
refleja una predominante influencia del castellano.
Más difícil resulta todavía señalar su posible área, si bien -valién-
donos de los investigadores más recientes, que suelen referirse concreta-
mente al país o ciudad donde han recogido el material utilizado-, puede
registrarse con mayor abundancia en las comunidades de Rumania (re-
flejado en los trabajos de Mrs. Crews y en los nuestros); de Bulgaria
(en Rumelia, por Moscuna; en Rustchuk, por Wagner); de Grecia (en
Salónica, por Crews, Besso, Saporta y Molho, y en Rodas, por Galante);
de Yugoslavia (en Monastir, por Luria y Crews), y en menor grado, en
Turquía, donde Abraham Danon sólo consigna dos muestras, y otras dos
Denah Lida, como procedentes de Smirna, y en Alejandría, donde Hemsi
recoge una. Así, pues, el uso peculiar de esta i adverbial parece predominar
1Se halla, entre otros muchos pasajes, en San Mateo, XXVI, 55 y 57; San
Lucas, II, 4, y XVII, 37; San Marcos, XIV, 29, y San Juan, XII, 26.
que podrían citarse, como en los patéticos versos de Cristo Boteff, muerto
en I876, héroe nacional en la lucha contra los turcos:
E. CORREA CALDERÓN.
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