Poemas Piñas
Poemas Piñas
Poemas Piñas
Y en el ocaso doliente
surgen vagas claridades
malvas, rosas, amarillas,
de sedas y de cristales...
LOS SUEÑOS
A LAS ESTRELLAS
EN ESTE MOMENTO
EL NIDO
NO QUIERO ROSAS
OCTUBRE
LA VOZ
Si una persona transita por Arequipa y se topa con el tradicional puente de fierro Bolognesi
se dará cuenta que esta construcción imponente tiene pegada a su risco una gigante piedra, donde creen
los residentes, viven hermosas sirenas que encantan con sus melodiosos cantos a hombres ingenuos.
Esta piedra fue llamada Machiruna, se cuenta que posee una entrada a un río subterráneo (hogar de las
sirenas) que se encuentra justo detrás del Río Chili.
También se cuenta que la piedra se mantiene en su lugar gracias a la fuerza de los brazos de todos los
hombres que fueron atrapados por ellas.
Cuando hay celebraciones y fiestas importantes para las sirenas, salen de su hogar subterráneo a las 6 o 7
de la noche buscando jóvenes para atraparlos y divertirse a su manera.
Salen de su casa y se posan coquetamente en la gran piedra atrayendo a los incautos jóvenes que pasen
por ahí, los hombres al verlas quedan encantados y no resisten a sus dulces encantos, por lo que se
acercan cada vez más a las sirenas que se presentan con largos y sedosos cabellos, siluetas hermosas y
colas de bellos y brillantes colores.
Una vez que el desdichado joven es atrapado por las mujeres, desaparece entre las espumosas aguas
del Río Chili y no es visto nunca más.
En Arequipa existe la calle San Antonio en donde antiguamente se encontraba una casona que ahora
funciona como un colegio, aunque todas las habitaciones de la institución están siendo ocupadas, existe
un cuarto que aún queda solitario con el paso de los años.
Narra la leyenda que esa casona era antiguamente un convento en el cual existió una hermana
muy devota a la religión, así que como último deseo en su lecho de muerte le pidió a sus hermanas
monjas que la dejaran descansar por siempre en esa habitación, al enterarse de la leyenda muchos
alumnos del colegio comentaban que por las ranuras de la puerta observan una cama y un antiguo
velador, aunque muchas veces también divisan dentro de la habitación a una monja
que aparecía espantando a los curiosos que se atreven a interrumpir su descanso eterno en ese cuarto, y
que luego, sin ninguna explicación, desaparece en la nada.
Se cuenta las personas que ha lograron entrar en la habitación solo para jugar o burlarse de la monja
condenada no han vuelto a ser vistas con vida.
El puente Juan Pablo II que se encuentra al final de la avenida Ejercito que limita con Cerro Colorado,
antiguamente se llamaba “El puente del diablo” según las versiones de antiguos arequipeños lo sabemos
porque lo llaman así:
Se cuenta en Arequipa, que por una subida en Cerro Colorado se encontraba antiguamente una excelente
picantería, una de las mejores de toda la Ciudad Blanca. La dueña contrato en primavera a una bella joven
para que atrajera a la clientela, esta joven con el tiempo se ganó su confianza y comenzaron a quererse
como madre e hija, conforme más crecía la muchacha sus intereses se iban enfocando cada vez más en
un joven ranchero de la zona, con el que después de un corto amorío concibió a una pequeña criatura.
La dueña indignada al enterarse de la noticia le propuso a la joven extraerle al niño, ella entre la confusión
y el pánico acepto la propuesta.
Luego de que retiraron el feto lo arrojaron bajo un puente que aún no tenía nombre.
Años después la misma joven ya adulta paseaba por aquel puente cuando de repente escucho los llantos
desgarradores de un bebe, "Que madre tan desnaturalizada abandona a su bebe bajo este peligroso
puente" pensó mientras bajaba dispuesta a recoger a la criatura. Finalmente logro alcanzarla y la enrollo
con su manta, poco a poco la joven se dio cuenta que los llantos del bebe cada vez se hacían más fuertes y
ya no sonaban como llantos sino como gruñidos chillones y perturbadores, cuando se dispuso a ver en
qué condiciones estaba el niño vio con horror que era el mismísimo demonio, el cual rápidamente la
mordió y araño hasta dejar su espalda en carne viva.
La joven se arrastró a duras penas pidiendo ayuda, hasta que finalmente le dieron atención médica,
aunque nunca fueron capaces de creerle.
Desde ese día debido a esa historia ese puente fue bautizado como " El puente del Diablo" por los
pobladores, que actualmente es conocido como el puente "Juan Pablo II".
EL BOTO O DELFÍN ROSADO DEL AMAZONAS
Los pobladores del Amazonas narran que si pasas a orillas del Rio Amazonas en las noches debes tener
mucho cuidado, ya que según ellos, cada vez que un joven pescador se acerca a sus orillas es embelesado
por los dulces cantos de una misteriosa mujer, que sería en realidad un delfín rosado o
boto hembra (como lo conocen los pobladores) que seduce y arrastra a los incautos chicos hasta las
profundidades del Rio Amazonas donde reina su amor eterno, es cierto que muchos jóvenes desaparecen
en sus orillas por las noches y nunca más se les vuelve a ver.
Ahora, si el delfín es macho, se cuenta que toma la forma de un bello hombre de ojos azules y cabellos
castaños en las noches donde hay alguna fiesta e invita a una joven muchacha a bailar, poco a poca la
enamora, luego toma su forma original y regresa al rio, tiempo después, de esa relación nacen los
llamados "hijos del boto" que son niños muy respetados por la comunidad.
PAITITI (EL DORADO)
Se dice que es una ciudad legendaria la cual está pérdida al este de los Andes, escondida en alguna parte
de la selva tropical del sureste del Perú, norte de Bolivia y suroeste de Brasil.
Cuenta la leyenda que fue el lecho de muerte del gran héroe Inkarri quien después de una larga agonía
falleció en ese mismo templo imponente de oro maciso.
Se cuenta que existieron muchos exploradores que estaban decididos a encontrar esta ciudad de las
riquezas, al llegar descubrieron pequeños pueblos indígenas y algunas cantidades de oro, aunque esto
nunca llego a ser confirmado.
Desde entonces, se han llevado a cabo investigaciones más serias asociadas con Paititi en lugares perdidos
de montañas y selvas peruanas. Algunos de estos nuevos exploradores son: Carlos Neuenschwander
Landa y Juan Carlos Polentini Wester, también se han publicado algunos libros como "Paititi En la Bruma
de la Historia", y "Paititi".