Bienes y Derechos Reales UNIDAD 1
Bienes y Derechos Reales UNIDAD 1
Bienes y Derechos Reales UNIDAD 1
Presentación
Desde la Grecia antigua el hombre es sociable por naturaleza, y su existencia se basa en
relaciones con sus semejantes. Entre éstas, las cuales se establecen en todas las épocas y
lugares para satisfacer sus necesidades, indiscutiblemente están las jurídicas. El hombre se
asocia, contrata, intercambia bienes, trabaja para adquirir y transmitir propiedades,
etcétera. Esta asignatura se encarga de estudiar cuál es el contenido material de estas
relaciones, es decir, cuáles son las cosas que pueden ser objeto de contratación y,
consecuentemente, de apropiación de las personas; además, cuál es su clasificación y
regulación jurídica.
El temario del curso Bienes y Derechos Reales, se divide en diez unidades. En ellas
estudiará, entre otros temas, a los derechos reales y personales, su diferencia, y las
posturas doctrinales frente a ellos; además, conceptos fundamentales del derecho civil,
como el derecho real de propiedad, su extensión, limitaciones, modalidades y protección
del mismo derecho. De esta forma podrá conocer la diferencia jurídica entre derecho real
y derecho personal, así como el derecho autoral.
Asimismo, con la presente asignatura usted podrá distinguir entre cosa y bien, e
identificar la clasificación que se establece en el Código Civil y en las leyes especiales.
Desarrollo de contenido
Profesora Columba Acostaviques Ortiz (2018-2019)
Lic. Eduardo Cortés Fuentes (2016-2019)
Profesor Vicente García Guinea (2018-2019)
Profesora Emilia Quintanar Enciso (2019)
Profesora Aida del Carmen San Vicente Parada (2018-2019)
Lic. Leticia Alicia Serrano Jaén (2016-2019)
Objetivo general
Objetivo general:
El alumno valorará el contenido económico de los Derechos Reales; y de los Bienes; la
trascendencia del conocimiento de las diferentes clases de bienes que regula el Código Civil de la
Ciudad de México del siglo XXI, el valor del Patrimonio y sus diferentes clases; del Derecho Real de
Propiedad, la Copropiedad, el Usufructo, el Uso, la Habitación, las Servidumbres como Gravamen
Real, y la regulación jurídica del Condominio y el Tiempo, el Espacio compartidos; así como el de la
Posesión; de la Prescripción; de la Usucapión y el de Caducidad.
Nota: Revise las competencias que debe adquirir de acuerdo con el programa de estudio
de la asignatura Bienes y Derechos Reales, que fue aprobado en la Facultad de Derecho
(2020).
Unidades
3.1. Diversos criterios para clasificar los bienes de acuerdo a sus cualidades
o 3.1.1. Físicas
o 3.1.2. Jurídicas
o 3.1.3. De relación
o 3.1.4. Específicas
o 3.1.5. Por su generalidad
o 3.1.6. Por su objeto
o 3.1.7. Por la persona a quién pertenecen
3.2. Principales tesis de autores que han clasificado los bienes
o 3.2.1. Marcel Planiol
o 3.2.2. Louis Josserand
o 3.2.3. Calixto Valverde
o 3.2.4. Rafael Rojina Villegas
o 3.2.5. Julián Güitrón Fuentevilla
3.3. Clasificación de los bienes en el Código Civil vigente para la Ciudad de México
del siglo XXI
o 3.3.1. Bienes fungibles y no fungibles
o 3.3.2. Bienes consumibles y no consumibles
o 3.3.3. Bienes divisibles e indivisibles
o 3.3.4. Bienes presentes y futuros
o 3.3.5. Bienes principales y accesorios
o 3.3.6. Bienes simples y bienes compuestos
o 3.3.7. Bienes universales y bienes singulares
o 3.3.8. Bienes mostrencos y bienes vacantes
o 3.3.9. Bienes del dominio público y bienes del dominio privado
5.1. De la propiedad
5.2. Concepto de derecho de propiedad, en sus acepciones
o 5.2.1. Etimológica
o 5.2.2. Gramatical
o 5.2.3. Jurídica
o 5.2.4. Social
5.3. Evolución histórica del concepto de derecho de propiedad
o 5.3.1. Derecho romano
o 5.3.2. Derecho alemán
o 5.3.3. Derecho italiano
o 5.3.4. Derecho francés
o 5.3.5. Derecho español
o 5.3.6. Derecho mexicano
5.4. El derecho de propiedad en sus diversos aspectos
o 5.4.1. Como derecho subjetivo
o 5.4.2. Como derecho real
o 5.4.3. Como un derecho pasivo
o 5.4.4. En su función social
5.5. El derecho de propiedad moderno
o 5.5.1. Definición
o 5.5.2. Características
o 5.5.3. Formas del derecho de propiedad
5.5.3.1. Familiar
5.5.3.2. Individual
5.5.3.3. Colectiva
5.6. Restricciones y limitaciones al derecho de propiedad
5.7. Extensión del derecho de propiedad
o 5.7.1. Aérea
o 5.7.2. Espacio aéreo
o 5.7.3. Suelo
o 5.7.4. Subsuelo
5.8. Diversos modos de adquirir el derecho de propiedad
o 5.8.1. Evolución histórica
o 5.8.2. Clasificación
5.8.2.1. Originarios
5.8.2.2. Derivados
o 5.8.3. Estudio especial de la ocupación
5.8.3.1. Concepto
5.8.3.2. Elementos
5.8.3.3. Características
5.8.3.4. Especies
5.8.3.4.1. Apropiación de animales
5.8.3.4.1.1. Por caza
5.8.3.4.1.2. Por pesca
5.8.3.4.2. Apropiación de tesoros
5.8.3.4.2.1. Concepto de tesoro
5.8.3.4.2.2. Reglamentación en el Código Civil para la
Ciudad de México del siglo XXI
5.8.3.4.3. Apropiación de aguas
5.9. Reglamentación de la ocupación en el Código Civil para la Ciudad de México
del siglo XXI
5.10. Modos derivados de adquirir el derecho de propiedad
o 5.10.1. Por contrato
o 5.10.2. Por herencia
o 5.10.3. Por prescripción
o 5.10.4. Por Ley
o 5.10.5. Por accesión
5.10.5.1. Concepto
5.10.5.2. Clases: natural y artificial
o 5.10.6. La accesión natural
5.10.6.1. Aluvión
5.10.6.2. Avulsión
5.10.6.3. Mutación de cauce
5.10.6.4. Nacimiento de una isla
o 5.10.7. La accesión artificial
5.10.7.1. Edificación
5.10.7.2. Plantación
5.10.7.3. Siembra
o 5.10.8. La avulsión de bienes muebles
5.10.8.1. Incorporación
5.10.8.2. Confusión
5.10.8.3. Mezcla
5.10.8.4. Especificación
5.11. Reglamentación del derecho de propiedad en el derecho mexicano de 1917
o 5.11.1. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917
o 5.11.2. Código Civil para la Ciudad de México del siglo XXI
Unidad 9. De la Posesión
Glosario
Alícuota*
En la copropiedad, la parte alícuota de cada copropietario divide al derecho de propiedad
y no a la cosa sobre la que recae.
Bien*
Aquello que resulta útil para alguna persona y que puede ser objeto de apropiación,
respondiendo a una necesidad.
Bien corpóreo*
Bien que tiene un cuerpo físicamente considerado, ocupando un lugar en el espacio y
pudiendo ser visto y palpado.
Bien fungible*
Bien que posee un mismo poder liberatorio, es decir que puede reemplazar a otro en el
pago al tener el mismo valor, siendo determinado por su género, cantidad y calidad.
Bien incorpóreo*
Bien intangible, una creación que tiene una estructura estrictamente jurídica no física.
Condominio*
Figura jurídica en la que cada persona tiene delimitada la propiedad de su unidad
privativa.
Copropiedad*
Situación en la cual el titular tiene una parte alícuota del bien que es objeto del derecho
de propiedad común.
Derecho potestativo
Aquél que consiste en el poder para provocar un efecto de modificación jurídica; esto es,
el nacimiento, la extinción o la modificación de derechos subjetivos.
Efectos constitutivos*
Efectos producidos registralmente por la inscripción al ser ésta un requisito indispensable
para que la constitución del derecho real tenga lugar.
Efectos declarativos*
En ellos únicamente se demuestra la existencia de la inscripción en el Registro Público,
pero no la existencia del acto jurídico.
Ejercicio potestativo*
También llamado facultativo o discrecional, es aquél que permite la libertad del titular
para su ejecución, quien deberá analizar la situación concreta para determinar, de
acuerdo a las circunstancias, si lo ejercita o no.
Escritura*
Escrito o documento que se elabora con el fin de dejar constancia de algún acto jurídico.
Extinción*
Disolución de la relación jurídica.
Fe pública
Afirmaciones que objetivamente deben ser aceptadas como verdaderas, en acatamiento
al ordenamiento jurídico que la [sic] sustenta.
Intuitu personae*
Derecho personalísimo.
Medianería
Copropiedad legal en los muros, cercos, vallados o setos que limitan dos o más
propiedades inmuebles.
Notario
Profesional del Derecho investido de fe pública por el Estado.
Patrimonio
Conjunto de bienes derechos y obligaciones pertenecientes a una persona y apreciable en
dinero.
Propiedad*
Dominio que se ejerce sobre la cosa poseída.
Quorum
Determinación sobre el número de miembros de una asamblea necesarios para la validez
de un acuerdo.
Tácito
Que no se expresa, o no se dice, pero se supone o se sobreentiende.
Tracto sucesivo
Venir después de alguien; ejecución periódica o continuada.
Vitalicio
Adjetivo que califica a aquello que dura desde que se obtiene, o contrata, hasta el fin de la
vida.
Plan de trabajo
Descargue el Plan de trabajo, lea atentamente la forma de trabajo y de evaluación de su
asignatura. Revise cuidadosamente el calendario propuesto; así como los materiales
básicos y recomendados que es conveniente revise para que su estudio sea más fructífero.
Unidad 1.
Los Derechos Reales
Introducción
El patrimonio es un tema fundamental para las personas, aunque durante su vida, habrá
ocasiones en que lo comprometan para garantizar obligaciones y, en algunos casos, para
responder de sus deudas; además, al finalizar la vida de la persona titular, ésta constituirá
la masa hereditaria que pasará a quien herede.
Por ello, en la presente unidad estudiará las diferentes concepciones del patrimonio, así
como sus fundamentos teóricos y los elementos que lo integran; lo que le permitirá,
desde el punto de vista jurídico, conocer qué bienes pueden incorporarse en el
patrimonio, en qué condiciones puede formar una unidad y cuál es la fuerza de cohesión
que mantiene unidos a los bienes que lo conforman.
Objetivo particular
El objetivo de esta unidad fue ajustado respecto al que aparece en el programa atendiendo al
principio de adaptabilidad que sugiere el Modelo Educativo del SUAyED.
Objetivo particular:
El alumno aprenderá el concepto de derecho real y sus diferencias con el de derecho personal y las
teorías que fundamentan la distinción entre ambos; su clasificación y las diversas teorías
elaboradas al respecto, el conocimiento de esta materia le permitirá asimilar razonadamente lo
que son los bienes y las cosas en el Derecho Civil mexicano.
Temario
El concepto de derecho real viene del latín res, que significa cosa, de ahí que la República
fuera en la antigua Roma, la res publica, la cosa de todos. Aunque la doctrina distingue
entre bienes y cosas, aún se conserva la tradición romana de hablar de derechos reales,
pues es Roma la que desarrolló el derecho de las cosas.
Es importante resaltar que un bien posee un valor económico que produce rentas,
mientras que una cosa es un objeto que no posee valor pecuniario.
Por ejemplo…
Una carta de amor o un título universitario es una cosa, pues no posee un valor
económico, no se puede vender, ya que otra persona difícilmente se interesaría por ellos,
pero para el dueño esos objetos tienen un valor afectivo que lo lleva a conservarlos. En
cambio, una casa es un bien, porque aumenta su valor cada año (no sufre devaluación),
por ello posee un valor económico.
De ahí que los derechos reales recaigan sobre los bienes, ya sean corpóreos o
incorpóreos.
Atento a lo anterior podemos decir que derecho real es el poder de dominio, que una
persona (física o colectiva) ejerce sobre un bien de forma inmediata, directa y absoluta.
Dicho poder de dominio es oponible ante terceros y permite al sujeto de derecho un
aprovechamiento total o parcial del bien con arreglo a las limitaciones jurídicas.
Evolución histórica
El régimen jurídico de la propiedad tiene una historia tan antigua y vasta como la de los
seres humanos.
Contexto histórico
Si bien en Egipto y Babilonia se conoció la propiedad privada, y desde el Código de
Hammurabi (2000 a.C.) se legisló y consagró ésta, es en Roma donde se confecciona un
entramado jurídico más completo en torno a la propiedad pública y privada.
Grecia, por su parte, no desarrolló un derecho de las cosas, como sí lo hizo Roma, pues la
propiedad colectiva no existió y en diversas ocasiones el comunismo fracasó en Esparta,
de ahí que no exista una evolución destacable del tema en comento.
Es así que podemos distinguir cuatro periodos principales que ayudaron a conformar el
régimen jurídico actual de la propiedad:
Es en la última época del derecho romano en la aparece el término propietas (de propius),
para acentuar que al titular le pertenece de manera absoluta y exclusiva la cosa, con lo
que se pretendía distinguir entre el propietario y el usufructuario. Esta institución
prospero hasta Justiniano, en cuyo régimen existió una sola forma de propiedad llamada
indistintamente dominium o propietas, que estaba amparada por la rei vindicatio.
Asimismo, Roma clasificó las cosas (Bienes susceptibles de apropiación personal.) en:
a) Res divini iuris, res sacrae o res religiosa, que estaban fuera del comercio (res
extra cormmercium).
b) Res humani iuris, que se dividen en:
o I. Res publicae. No susceptibles de apropiación personal, pero su uso era
común a todos; por ejemplo: caminos públicos, basílicas, baños públicos,
los puertos.
o II. Res comunes. Las cosas del dominio público, no susceptibles de
apropiación personal, porque su disfrute y aprovechamiento corresponde a
todos; verbigracia: el aire, el sol, el agua.
o III. Res universitatis. Aquellos bienes que pertenecen en común a las
ciudades o corporaciones; por ejemplo: teatros, estadios, lo que hoy
conoceríamos como bienes de los municipios.
c) Res privatae, es decir, las cosas que pertenecen a los particulares. En estos casos
se distinguieron tres actos relativos a la naturaleza de estos bienes: uso (usus o ius
utendi), consumo (ius abutendi), actos de disposición (habere) y el disfrute o la
obtención de los frutos (fruti o ius furendi), los que actualmente se conocen como
los elementos o facultades a las que da lugar la propiedad (disposición, uso y
disfrute), y que en la doctrina se conocen como derechos reales no
autónomos: usufructo, uso y habitación.
Es así como Roma contribuyó a la clasificación de los bienes, que hasta la fecha perdura en
nuestro sistema jurídico –con sus respectivas variantes.
Tras la caída del Imperio romano de Occidente (476 d. C) se desarrolla en Europa una
organización política de corte feudal que se caracteriza por una regulación de las
relaciones personales. Bajo este régimen, una persona se encomendaba a la protección de
otra, comprometiendo su lealtad y servicio, mientras que a cambio recibía, como
beneficio, un cargo o el uso y goce de un territorio (feudo).
La propiedad o dominio era otorgado por la Corona a través de las regalías menores (las
facultades originarias de disposición de la tierra) a los señores feudales, quienes tenía el
uso, disfrute y disposición de la tierra y de los vasallos.
La Edad Media no fue ajena a los conocimientos del derecho romano y por esa razón
también clasificó a los bienes en:
Bajo este régimen, el señor feudal también adquiría la facultad de disponer del feudo o
privar a un vasallo de una parte de él, y con el paso del tiempo adquiriría el derecho de
atraer para sí una parte en caso de utilidad pública, una facultad primigenia de
expropiación que sería conocida como dominium eminens.
Por último, del derecho itálico cabe destacar que con la recepción del derecho romano de
manos de los glosadores y posglosadores, quienes pretendían empatar algunas figuras
jurídicas del derecho romano con la realidad del régimen feudal, la Edad Media daría a
conocer por primera vez en la historia una definición del derecho de propiedad, de la
pluma de Bartolo de Sasoferrato (fundador de los posglosadores):
“Dominium est ius de re corporali perfecte disponendi nisi lex prohibeat” (Parthenon,
http://bit.ly/2Yn4iFa).
Con el tiempo, el modelo de Estado corporativo sería cuestionado por la Ilustración, que
pugnaba por la abolición de los privilegios y el orden estamental, con lo que dio paso al
concepto de soberanía que daría al traste con la propiedad dividida en la Edad Media.
Para asimilar la evolución histórica del derecho de propiedad actual, es necesario analizar
la serie de circunstancias que configuraron al Estado Moderno, las cuales tuvieron lugar en
la Modernidad, periodo que abolió el régimen feudal de la Edad Media, lo que trajo como
consecuencias:
1) la instauración de un nuevo régimen político cuyo estandarte principal fue el individualismo; 2) en esa
misma línea de pensamiento, la extinción del feudalismo abrió paso a la exacerbación del individuo, lo que
significó un gran desarrollo de los derechos absolutos como la propiedad así como la magnificación del
dogma de la autonomía de la voluntad; 3) la búsqueda de la identidad nacional mediante el movimiento
codificador, ya que el nuevo régimen político necesitaba legitimarse por medio de cuerpos de leyes, que a su
vez unificaban al derecho nacional, prescindiendo del derecho romano; 4) al superarse el pensamiento de la
Edad Media se dio el paroxismo de la razón, misma que conduciría la creación de toda la ciencia y en el
Derecho se vio reflejada en el racionalismo jurídico; y 5) con la concreción del Estado Moderno se afianzó el
Estado de legalidad que pretendía terminar con la discrecionalidad del feudalismo, ya que la separación de
poderes tenía como fin evitar el abuso del poder por, parte del Estado frente al particular (San Vicente,
2016: 187-188).
Con ello entendemos que el Estado Moderno se encontraba al servicio de las exigencias e
intereses de la sociedad, en tanto al contrato social, por lo que cada uno cedió cierta parte
de su libertad con el objetivo de constituir al Estado. Consecuentemente sólo éste
aplicaba la Ley como una expresión de la voluntad general para garantizar e imponer el
interés de la mayoría.
Hugo Groccio fue el fundador de esta corriente de pensamiento, el cual consideraba que
el derecho natural es un dictado de la recta razón e indica la existencia de un desorden
moral o una necesidad (deber) moral, según su conformidad o inconformidad con la
misma naturaleza racional y social (San Vicente, 2016: 5).
Bajo esa tesitura el derecho de propiedad, florece como un derecho innato a los seres
humanos, por lo tanto, sagrado e inviolable, que se proyecta en la libertad de disponer de
los bienes, sin más restricciones que las exigidas por la Ley, idea que se manifiesta en
los artículos 2 y 17 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de
1789 (Asamblea Nacional, 1789):
Artículo 17. “Por ser la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser
privado de ella, salvo cuando la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exija de
modo evidente, y con la condición de haya una justa y previa indemnización”.
“La propiedad es el derecho de gozar y disponer de las cosas de la manera más absoluta
mientras no se haga un uso prohibido por las leyes o por los reglamentos”.
El socialismo científico representa una respuesta crítica ante la idea del espíritu en Hegel,
ya que Marx, como heredero de la filosofía clásica alemana, consideraba que todo tenía
un arraigo material y físico, por consiguiente, la teoría y práctica son un binomio.
Para esta corriente, la primera fuente de enajenación (Pérdida de la esencia del ser humano,
ya que el objeto y su posesión dominan al sujeto.) es la propiedad privada, cuya tenencia
propicia el sentimiento de dominación que subyuga a otros seres humanos, de ahí la
cultura de la dominación. Son las relaciones de poder las que decantan en el paroxismo de
la propiedad, y ellas mismas determinan el antagonismo de las clases sociales.
Por lo tanto, señala León Duguit (Principal exponente del sociologismo jurídico.) (2007: 21-
23) que la propiedad no es un derecho subjetivo, es la función social del tenedor de la
riqueza. Es decir que la propiedad debe mantenerla y aumentar la interdependencia
social, la propiedad está al servicio de la sociedad. El propietario tiene el poder de emplear
el bien para satisfacer necesidades comunes (socializar la propiedad) y no para explorar de
forma egoísta el bien.
Estas ideas son las que alimentaron al Constituyente de 1917, cuyo espíritu socialista se
ve reflejado en la exposición de motivos del artículo 27 constitucional, que a continuación
analizaremos someramente en la parte de antecedentes históricos nacionales del derecho
a la propiedad.
México, como heredero de la tradición jurídico romana, goza de una gran historia en
cuanto a codificación, como a continuación veremos.
Si bien este Código no fue el primer cuerpo legal en materia civil, sí fue el primer código
civil que tuvo vigencia a nivel nacional en el México independiente.
Resulta pertinente señalar que la Constitución de 1857 establecía que la propiedad era un
derecho sagrado, que no puede ser ocupado sin consentimiento del propietario, tal y
como lo establece la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789.
Tan sólo 14 años después de la promulgación del código anterior se pensó en modificar al
mismo para armonizarlo con el pensamiento liberal que la República pregonaba, sin
embargo, las reformas fueron más allá y terminaron con la promulgación de un nuevo
código.
Fue innovador al legislar la figura de la libre testamentificación, la cual anteriormente sólo
se heredaba por la legitimidad, es decir, solo los parientes heredaban; pero el criterio
cambió y se permitió al testador heredar libremente a la persona que él deseara, sin
importar el parentesco. Este cambio obedeció a que se concibió a la libertad de heredar
como una derivación del derecho de propiedad, mismo que no debería de sufrir ninguna
limitación en su ejercicio durante la vida del hombre.
El Código de 1928 entró en vigor hasta 1932, pues inició como una reforma que terminó
como el Código de 1884 en un nuevo cuerpo legal, cuyo propósito fue reproducir y
patentizar jurídicamente los ideales socialistas.
…los antecedentes históricos de la concentración de la propiedad raíz han creado entre los terratenientes y
jornaleros una situación que, hoy en día, tiene muchos puntos de semejanza con la situación establecida
durante la época colonial, entre los conquistadores y los indios encomendados […]. La nación tendrá en todo
tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público, así como
el de regular el aprovechamiento de los elementos naturales susceptibles de apropiación, para hacer una
distribución equitativa de la riqueza pública y para cuidar de su conservación. Con este objeto, se dictarán
las medidas necesarias para el fraccionamiento de los latifundios, para el desarrollo de la pequeña
propiedad, para la creación de nuevos centros de población agrícola con las tierras y aguas que les sean
indispensables para el fomento de la agricultura y para evitar la destrucción de los elementos naturales y los
daños que la propiedad pueda sufrir en perjuicio de la sociedad. Los pueblos, rancherías o comunidades que
carezcan de tierras y aguas, o no las tengan en cantidad suficiente para las necesidades de su población,
tendrán derecho a que se les dote de ellas… La adquisición de las propiedades particulares necesarias para
conseguir los objetos antes expresados se considerará de utilidad pública.
Cabe destacar que el concepto de propiedad casi no ha variado en los cuatro códigos
civiles que han regido en México:
Art. 827: La propiedad es el derecho de gozar y disponer de una cosa sin más
limitaciones que las que fijan las leyes.
Art. 729: La propiedad es el derecho de gozar y disponer de una cosa sin más
limitaciones que las que fijan las leyes.
Código Civil para el Distrito y Territorios Federales en materia común y para toda la
República en materia federal de 1928
Art. 16: Los habitantes del Distrito Federal tienen obligación de ejercer sus
actividades y de usar y disponer de sus bienes en forma que no perjudique a la
colectividad, bajo las sanciones establecidas en este Código y en las leyes relativas.
Art. 830: El propietario de una cosa puede gozar y disponer de ella con las
limitaciones y modalidades que fijen las leyes.
Art. 831. La propiedad no puede ser ocupada contra la voluntad de su dueño, sino
por causa de utilidad pública y mediante indemnización.
Art. 836: La autoridad puede, mediante indemnización, ocupar la propiedad
particular, deteriorarla y aun destruirla, si esto es indispensable para prevenir o
remediar una calamidad pública, para salvar de un riesgo inminente una población
o para ejecutar obras de evidente beneficio colectivo.
Art. 839: En un predio no pueden hacerse excavaciones o construcciones que
hagan perder el sostén necesario al suelo de la propiedad vecina; a menos que se
hagan las obras de consolidación indispensables para evitar todo daño a este
predio.
Art. 840: No es lícito ejercitar el derecho de propiedad de manera que su ejercicio
no dé otro resultado que causar perjuicios a un tercero, sin utilidad para el
propietario.
Código Civil para el Distrito Federal de 2000
Art. 16: Los habitantes del Distrito Federal tienen obligación de ejercer sus
actividades y de usar y disponer de sus bienes en forma que no perjudique a la
colectividad, bajo las sanciones establecidas en este Código y en las leyes relativas.
Art. 830: El propietario de una cosa puede gozar y disponer de ella con las
limitaciones y modalidades que fijen las leyes.
Art. 831. La propiedad no puede ser ocupada contra la voluntad de su dueño, sino
por causa de utilidad pública y mediante indemnización.
Art. 836: La autoridad puede, mediante indemnización, ocupar la propiedad
particular, deteriorarla y aun destruirla, si esto es indispensable para prevenir o
remediar una calamidad pública, para salvar de un riesgo inminente una población o
para ejecutar obras de evidente beneficio colectivo.
Art. 839: En un predio no pueden hacerse excavaciones o construcciones que hagan
perder el sostén necesario al suelo de la propiedad vecina; a menos que se hagan las
obras de consolidación indispensables para evitar todo daño a este predio.
Art. 840: No es lícito ejercitar el derecho de propiedad de manera que su ejercicio
no dé otro resultado que causar perjuicios a un tercero, sin utilidad para el
propietario.
1. Un poder jurídico que le permite al sujeto tener una potestad, en la medida de los
alcances de su derecho, sobre la cosa en que recae y cuya explotación jurídica es
de su exclusividad. Es decir, mi derecho de propiedad, con las implicaciones legales
que de ello surgen, tendrá la dimensión que le corresponda, atendiendo a la
proporción de la adquisición que hubiere realizado; de esta manera, serán
distintos los efectos legales si adquirí el 100% de la propiedad, el 50% o cualquier
otro porcentaje.
2. Dicho poder jurídico se ejerce de manera directa e inmediata sobre la cosa, no
depende de personas ajenas. Es decir, no necesito autorización de alguien para
vender mi casa, habitarla o rentarla.
3. Permite al titular el aprovechamiento total o parcial en sentido jurídico. Si es total,
el sujeto puede usar, disfrutar y disponer de la cosa (derecho de propiedad); si es
parcial, el sujeto sólo puede usar y disfrutar o disponer de la cosa (derecho de
usufructo, derecho de uso, derecho de habitación, en la servidumbre y en la
propiedad desmembrada). Es decir, yo tengo potestad sobre mi casa y, en
consecuencia, puedo disponer si quiero habitarla, rentarla o venderla, así como la
manera y el porcentaje en que deseo disponer de ella.
4. En la propiedad, que es la principal manifestación del derecho real, el sujeto no
tiene frente a sí a persona alguna como sujeto pasivo. En otros derechos
(usufructo, uso, habitación), el ejercicio del sujeto es independiente, no depende
de una conducta de terceros ajenos, quienes, en todo caso, deben respetar el
ejercicio del derecho en cuestión y su titularidad. Es decir, mientras que en
derechos, como el de arrendamiento o el usufructo, el arrendador y el nudo
propietario deben respetar el ejercicio del derecho constituido en favor del
arrendatario y del usufructuario, en el derecho de propiedad no hay persona
determinada de la que dependa el libre ejercicio del derecho de propiedad.
El vínculo jurídico que constriñe a un dar, hacer o no hacer, sólo puede establecerse entre
sujetos de derecho, es decir, entre personas; recuerde que las relaciones jurídicas
necesariamente se establecen entre sujetos de derecho, pues suponen la existencia de
un sujeto activo y un sujeto pasivo, pues la conducta del deudor (sujeto pasivo) queda
vinculada u obligada respecto al acreedor (sujeto activo).
Es el poder de dominio, que una persona (física o colectiva) ejerce sobre un bien de forma
inmediata, directa y absoluta. Dicho poder de dominio es oponible ante terceros y permite
al sujeto de derecho un aprovechamiento total o parcial del bien con arreglo a las
limitaciones jurídicas.
Tesis dualistas
Esta doctrina establece una separación absoluta entre los derechos reales y personales.
Conciben dos variantes:
1. La Escuela de la Exégesis, en Francia.
2. La Escuela de la Teoría Económica, de Julien Bonnecase.
De acuerdo con esta doctrina, el derecho real es un poder jurídico ejercido directa e
inmediatamente sobre un bien para su aprovechamiento, ya sea total o parcial, siendo
este derecho oponible a terceros. Comparando los distintos atributos de los derechos
reales y personales, se puede observar su separación irreductible en los siguientes
términos:
Derechos Reales
1. Concepto
“El derecho real es un poder jurídico, el derecho personal es una simple facultad
de obtener o de exigir” (Rojina, 2006: 21).
2. Vínculo
El objeto directo del derecho real es la cosa sobre la que el titular tiene una relación
directa e inmediata. Se trata de una relación física de poder, de una potestad para el
aprovechamiento de una cosa.
El objeto directo del derecho personal es una prestación o una abstención del deudor. La
conducta del deudor es el objeto en el derecho de crédito, por lo que se denota la
distinción entre una conducta que debe prestar el deudor en este derecho de crédito
respecto del aprovechamiento económico del titular en el derecho real, el cual le otorga la
posibilidad de hacer uso de una cosa o disponer de ella.
4. Oponibilidad a terceros
El derecho real es oponible frente a terceros, dado que se trata de un derecho absoluto,
nadie puede oponerse al aprovechamiento económico del titular sobre la cosa, pues, de
ser perturbado o desposeído el titular, éste puede ejercer incluso una acción persecutoria
con el fin de recuperar la cosa. Tal acción es propia de los derechos reales, así como
exclusiva de ellos.
Por otra parte, siendo absoluto el derecho real, y ante la posibilidad de que exista una
diversidad de derechos reales respecto de una misma cosa, puede tener lugar un derecho
de preferencia, en cuyo caso habrá que atender los siguientes principios:
1. Cuando se trata de derechos reales de la misma categoría, “el que es primero en tiempo, es
primero en derecho” (Rojina, 2016: 22). Es decir, ante la igualdad de derechos reales, la
preferencia se establece por el tiempo.
Por ejemplo, si el mismo inmueble se adquirió por diferente documento público, el que se hubiera
inscrito antes en el Registro Público tendrá prevalencia sobre el segundo, si ninguno se ha inscrito
en el Registro Público, el primero otorgado prevalecerá sobre el segundo.
2. Al existir derechos reales de diferente categoría, siendo unos de mejor calidad que otros, se
determina la preferencia entre ellos, de acuerdo con la naturaleza del derecho, dejando de lado el
tiempo.
Por ejemplo, si la propiedad de un inmueble se adquirió mediante documento privado y, por otra
parte, existe un documento público inscrito en el Registro Público que acredita la adquisición de la
propiedad del mismo inmueble, prevalecerá el derecho contenido en este último documento por
ser de mejor categoría, a pesar de que el derecho contenido en el documento privado hubiese
sido otorgado con antelación.
Generalmente, tampoco existe acción de preferencia, ya que, sin importar la fecha en que
se constituyeron sus créditos, todos los acreedores tienen una prenda tácita que se
constituye sobre el patrimonio de su respectivo deudor.
De tal manera que si el activo del deudor no es suficiente para cubrir el pasivo, la
liquidación de los acreedores se realizará a prorrata, es decir, que en lugar de liquidárseles
considerando su prelación respecto del tiempo, dicha liquidación será proporcional, es
decir, se considerará el límite del activo para pagar proporcionalmente a los acreedores de
la misma calidad.
Por ejemplo…
Si una persona tiene constituida a su favor una garantía proveniente de un derecho real,
como una hipoteca, ésta será pagada antes que a otros acreedores.
Con ello podemos señalar que la preferencia no depende del derecho de crédito
propiamente dicho, sino de los derechos reales de garantía constituidos para garantizar el
pago; por tanto, los acreedores ordinarios sin garantía real no obtienen preferencia
respecto del tiempo.
De acuerdo con las diferencias anteriores, la escuela clásica postuló una separación
absoluta entre derechos reales y personales.
Además de las diferencias mencionadas, esta teoría sostiene que las diferencias entre
ambos derechos radican en su naturaleza económica diversa. De acuerdo con lo anterior,
las establece como sigue:
En esta escuela se busca investigar el contenido económico de los derechos reales con el
fin de identificar si dicho contenido es realmente diferente al que se constituye en el objeto de los
derechos personales, encontrando que son dos los fenómenos económicos diversos que forman lo
comprendido entre ambos derechos. Éstos son:
2. Tesis objetivista de Gaudemet, Jallu, Gazin y Saleilles, que asimila los derechos
personales con los reales.
Los autores que sostienen esta tesis, Ortolan, Planiol y Demogue, así como Jallu y
Gazin señalan que no hay una relación jurídica directa e inmediata entre la persona y la
cosa, que las relaciones jurídicas sólo se dan entre sujetos, fungiendo los individuos como
sujetos activos y confiriendo el carácter de pasivo a la cosa.
La crítica más severa que hace a esta teoría es que una cosa no puede ser sujeto pasivo, lo
que obligó a Ortolan y a Planiol a buscar un sujeto pasivo diferente en el derecho real,
concluyendo que la relación debe ser esencialmente idéntica a la de crédito, aun cuando
presenta características específicas distintas; pero en sus atributos esenciales, el proceso o
mecanismo a través del cual se constituye y funciona la relación jurídica es idéntico,
porque toda relación jurídica, tanto en el derecho real como en el personal, supone el
sujeto activo y el pasivo.
Se concluye que el sujeto pasivo universal puede ser cualquiera que llegue a ser sujeto
pasivo respecto de un derecho real determinado; se llega a esta conclusión al observar
que el derecho real es oponible a terceros.
Se trata de un sujeto pasivo universal, pues cualquier habitante del mundo puede ser
sujeto pasivo respecto de un derecho real determinado. No se requiere que forme parte
de la comunidad jurídica estudiada, puesto que puede formar parte de ella, permanente o
temporalmente; en cuyo caso se constituye en sujeto pasivo respecto de los derechos
reales de los demás.
Estos autores no se atreven a decir que el derecho de crédito se extingue en los casos de
insolvencia del deudor, pues simplemente afirman que ese derecho personal pierde todo
valor económico, aunque virtualmente exista una facultad como simple expectativa del
acreedor por si el deudor adquiere bienes en el futuro.
Esta teoría también ha sido criticada porque pretende desconocer la naturaleza del
patrimonio y de la personalidad jurídica, llegando al absurdo de que puede existir
obligación sin sujeto pasivo.
Debido a que no puede haber una relación jurídica entre patrimonios y a que el derecho
de crédito implica una facultad de exigir, es ineludible un sujeto, dado que no puede
haber deuda sin deudor, además de que el patrimonio, como conjunto de derechos y
obligaciones apreciables en dinero, hace necesario imputar esos derechos y obligaciones a
un titular.
Tesis ecléctica
Lo anterior significa que la teoría ecléctica, que busca explicar la naturaleza jurídica de los
derechos reales y personales, pretende extraer lo mejor de los elementos que sustentan
las teorías subjetivistas y objetivistas.
Esta teoría ecléctica es representada por Georges Ripert y Marcel Planiol (Rojina, 2006:
35); este último, después de rectificar su primitiva postura personalista, sostiene que
el derecho real tiene dos manifestaciones principales:
1. La relativa al poder jurídico que ejerce el titular sobre un bien determinado, y que se
traduce en el conjunto de posibilidades normativas que el derecho objetivo le reconoce,
para poder realizar válidamente todos los actos jurídicos inherentes al aprovechamiento
total o parcial del objeto sometido a su poder.
2. La referente a la relación jurídica que se origina entre el titular y los terceros en general,
a efectos de que éstos se abstengan de perturbarlo en el ejercicio por goce de su
derecho.
Esta tesis admite las conclusiones de la escuela personalista y de los exégetas, al definir
a los derechos reales como poderes jurídicos que en forma directa e inmediata ejerce
una persona sobre bienes determinados, para su aprovechamiento económico total o
parcial (aspecto interno que revela la naturaleza de los derechos reales, atendiendo a la
clase de poder jurídico que ejerce el titular).
Por otro lado, esta tesis considera que la teoría clásica es insuficiente, dado que omite
determinar la naturaleza de la relación jurídica que necesariamente existe en todos los
derechos reales, entre un sujeto activo y uno pasivo, considerando la existencia de un
aspecto interno de tales derechos y reconociendo la presencia de un sujeto pasivo
indeterminado al cual le es oponible el derecho real por virtud de una relación jurídica
que se crea entre el titular y todo el mundo como sujeto pasivo universal (Rojina, 2006:
35).
Se señala que, por una parte, la teoría ecléctica establece una identidad, en el aspecto
externo, entre los derechos reales y los personales, y una diferenciación en su aspecto
interno (Rojina, 2016: 35).
Tesis mexicanas
Óscar Morineau Rodríguez (1904-1972)
De acuerdo con este autor, los derechos reales son calificados comúnmente de absolutos
y los personales, de relativos. El titular de un derecho absoluto tiene la posibilidad de
actuar sobre una cosa determinada y exigir, de todo el mundo, que se respete su
conducta. Aquí, el deber correlativo es de abstención.
En suma, la distinción entre derecho absoluto y relativo es, según Morineau (1953: 43):
“la que considera al primero como facultamiento [sic] de la propia conducta y al segundo
lo sujeta a la facultad de la conducta ajena”.
García
Para este autor, en los derechos reales intervienen: “a) el derechohabiente, a quien suele
llamarse acreedor (creditor) o sujeto activo de la relación; b) el obligado, a quien se
denomina deudor (debitor) o sujeto pasivo de la misma; c) el objeto de la obligación, que
consiste, ya sea en un hecho positivo, ya en la prestación de una cosa, ya en abstención”
(García, 200: 207).
Por su parte, los derechos personales o de crédito consisten en la facultad de una persona
llamada acreedor para exigir de otra, llamada deudor, un hecho, una abstención o la
entrega de una cosa; y los derechos reales, en la facultad correlativa de un deber general
de respeto que una persona tiene de obtener directamente de una cosa todas o parte de
las ventajas que ésta es susceptible de producir (García: 214).
Es decir que la persona puede tener diversos fines jurídicos-económicos por realizar, o el
derecho puede afectar en un momento dado un conjunto de bienes para proteger ciertos
intereses (patrimonio de familia o fundo mercantil) o lograr la continuidad jurídica de la
personalidad y del patrimonio (casos de ausencia y de sucesión hereditaria); existen
diversos patrimonios en una misma persona, como masas autónomas de bienes, derechos
y obligaciones.
Una persona jurídica física puede tener dos o más patrimonios, como sería el caso
concreto de quien constituye un patrimonio familiar, y de acuerdo con el Código Civil de
la Ciudad de México, lo transmite en copropiedad a quienes sean miembros de esta
familia, y al margen de éste constituye otro patrimonio, por ejemplo, un comerciante
próspero con recursos económicos suficientes para tener dos patrimonios. Igualmente
debemos agregar que la sociedad conyugal compuesta de los bienes y derechos que los
cónyuges aporten estaría al margen del patrimonio familiar, como lo hemos reiterado
(Güitrón, 2018).
Es importante distinguir las diferentes hipótesis que pueden surgir de acuerdo con lo que
el nuevo Código Civil ordena, en cuanto a que cada familia sólo puede constituir un
patrimonio, y que si habiéndolo se formaran otros, no producirán efecto legal alguno. Se
determina que sólo puede constituirse con bienes ubicados en donde esté el domicilio de
quien lo ha constituido.
Respecto a este tema debe subrayarse que podrá haber problemas atendiendo a que la
Ley establece que sólo puede constituirse un patrimonio, ya que si una misma persona de
las anteriormente citadas crea el patrimonio, verbigracia la madre, con sus hijos o hijas,
con su cónyuge o con su compañero; supongamos que se integra por cuatro personas. Si
la madre tuviera otra pareja y otros hijos o hijas, y con otros bienes quisiera constituir un
patrimonio familiar, puesto que la Ley expresa el procedimiento y sus características,
seguramente podrá hacerlo en el que ella esté participando como copropietaria.
Para finalizar, la propiedad surge como un derecho francamente individualista, pero los
cambios sociales transformaron esta característica y pujaron por la función social de la
propiedad. Es un derecho esencial para la seguridad jurídica y para asegurarse una vida
digna, es por ello que la legislación es extensa y abundante.
Como puede notar, todas las definiciones coinciden en que el patrimonio está integrado
por bienes, derechos y obligaciones, cómo regular la tenencia de bienes constituye un
atributo de la personalidad, o sea un elemento del rol o papel que la persona desempeña
dentro del derecho, de ahí que resulte esencial comprender el concepto de propiedad
como el derecho real por excelencia.