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Semana 5

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Universitaria

Universidad de la Ciencia y de la Salud “Hugo Chávez Frías”

Programa Nacional de Formación Medicina Integral Comunitaria

El Vigía, Estado Mérida

SISTEMA RESPIRATORIO

Alumna:

María Gabriela Contreras

Ci:26.630.657

Profesores:

Dr. Samuel Santos

Dra. Yuleidi Andrade

EL VIGIA, ESTADO MERIDA, FEBRERO 2024.


El tórax presenta una forma cónica de base inferior deprimida en sentido
anteroposterior.

La caja torácica está formada:

Por delante

 Esternón
 Articulación esternocostal
 Extremidad anterior de las costillas

Lateralmente

 Arcos costales

Por detrás

 Vértebras dorsales
 Articulación costovertebral
 Extremidad posterior de las costillas

Hay 12 costillas en cada hemitórax. Ocasionalmente hay costillas supernumerarias


dependientes de la séptima vértebra cervical, que ocasionan síntomas
compresivos pueden prestarse a falsos diagnósticos con los:

1. Tumores en región supraclavicular.

2. Trastornos circulatorios por compresión de la arteria subclavia.

3. Trastornos nerviosos por compresión del plexo braquial.

Los espacios intercostales son más amplios en la parte anterior del tórax; este
detalle reviste importancia cuando estudiamos los derrames pleurales,
neumotórax, punciones exploradoras, etc.
La arteria mamaria interna se sitúa a media pulgada del esternón, a nivel del
segundo y tercer arcos costales. En este punto se localiza para ligarla en caso de
herida o ruptura.

Los vasos y nervios intercostales se alojan en el surco costal (borde inferior de


la costilla); a nivel de la línea axilar posterior ocupan una posición media en el
espacio, por lo cual existe el peligro de herirlos en las punciones.

A causa de la oblicuidad de las costillas, la extremidad costal anterior se


encuentra por debajo de la posterior. En el enfisema, por ejemplo, las costillas
adoptan una posición horizontal.

Las vértebras torácicas forman en su conjunto una curvatura de convexidad


posterior, a veces ligeramente desviada a la derecha por el mayor uso de la
extremidad superior de ese lado o posiblemente por la presión que ejerce la aorta
torácica. A cada lado de ellas se encuentran los espacios costovertebrales cuyo
fondo lo constituyen las apófisis transversales y la extremidad costal posterior. La
apófisis espinosa de la séptima vértebra cervical es muy prominente y sirve de
punto de referencia para localizar el resto de la columna dorsal.

La caja ósea torácica se encuentra cubierta por fuera, por:

FORMACIONES OSEAS:

 Clavículas
 Omoplatos

FORMACIONES MUSCULARES:

ANTERIOR:

 Pectorales
 Deltoides

POSTERIOR

 Espinales
 Supraespinosos
 Infra espinosos
 Serrato mayor
 Dorsal ancho
 Trapecio
 y otros

Por dentro, la porción osteomuscular está tapizada por la pleura parietal, la que a
nivel de los hilios pulmonares se repliega para cubrir los pulmones, y entonces
recibe el nombre de pleura visceral. Entre ambas pleuras existe un espacio virtual,
la cavidad pleural. Normalmente ambas pleuras se deslizan una sobre otra, pero
en el adulto es común encontrar bandas de adherencias, residuos de antiguos
procesos patológicos.

El área determinada entre los pulmones derecho e izquierdo se le llama


mediastino. Ambas cavidades pleurales se encuentran separadas por el
mediastino, que está recubierto por la pleura visceral, la cual recibe el nombre de
pleura mediastínica, la que en la porción anterior se refleja formando un espacio
potencial que constituye el seno costomediastinal. Igualmente sucede a nivel del
diafragma, recubierto también por la pleura, pleura diafragmática, y que al
ponerse en contacto con la parietal forman los senos costofrénicos. El espacio
pleural se encuentra ocupado por una pequeña cantidad de líquido seroso que
actúa como lubricante y permite el deslizamiento de ambas hojas pleurales.
Cualquier lesión que afecte a la pleura interfiere con ese deslizamiento y provoca
una verdadera fricción durante el acto respiratorio.

La pleura visceral recibe inervación del vago y el simpático a través de los filetes
pulmonares. No hay sensibilidad dolorosa a este nivel. La pleura parietal además
de estos filetes nerviosos también los recibe del frénico y de los intercostales,
algunos de los cuales tienen fibras sensibles a los estímulos dolorosos. Por esta
razón las afecciones que atacan la pleura parietal suelen ser extremadamente
dolorosas.
La cúpula diafragmática derecha está situada más alta que la izquierda y
rechazada hacia arriba por el lóbulo derecho del hígado.

Los pulmones son estructuras elásticas, esponjosas, que se encuentran fijos al


mediastino por el hilio pulmonar, a través del cual entran y salen los vasos
arteriales y venosos y los grandes bronquios, A pesar de la elevación
diafragmática, el pulmón derecho es más largo y ancho que el izquierdo.

El pulmón izquierdo se divide en dos lóbulos por una profunda cisura que
penetra hasta el hilio y se dirige oblicuamente desde la pared posterior por debajo
del vértice pulmonar hacia abajo y adelante, hasta alcanzar el borde anterior.
Puede decirse que el lóbulo superior incluye al vértice y gran parte de la porción
anterior del pulmón, mientras que el lóbulo inferior comprende la base y la porción
posterior del mismo.

El pulmón derecho igualmente está dividido por la cisura en dos grandes lóbulos,
pero, además, aparece una cisura adicional que se extiende horizontalmente
desde la mitad de la gran cisura, hasta el borde anterior lo que constituye el lóbulo
medio, junto con el inferior forman la base pulmonar.

Lateralmente, el vértice pulmonar derecho se encuentra en contacto directo con


la tráquea, mientras que en el izquierdo se interpone la subclavia. En el lado
derecho, la subclavia está por delante del vértice, mientras que en el izquierdo su
posición es más medial. En el lado derecho, la vena cava y el tronco
braquiocefálico se hallan situados por delante de la porción media del vértice.
Todas estas diferentes relaciones entre los vértices pulmonares y las estructuras
que los rodean le confieren características especiales a los signos exploratorios
que pueden obtenerse a este nivel, por lo que no son comparables entre sí.

La tráquea se extiende desde el orificio inferior de la laringe hasta su bifurcación a


nivel de la segunda articulación condrosternal. En todo su trayecto ocupa la línea
media excepto en su extremidad inferior, en que se sitúa ligeramente a la derecha;
de aquí que se considere al bronquio derecho como la continuación de la tráquea.
El bronquio principal derecho es más corto, más ancho y más verticalmente
alineado que el izquierdo, razón por la cual la mayor parte de los cuerpos extraños
aspirados por la tráquea se localizan en este bronquio. Aproximadamente la mitad
de la tráquea se sitúa en el cuello y la otra mitad en el tórax, donde establece
relaciones:

A la derecha

 Vena cava superior


 Vena ácigos
 Nervio vago

A la izquierda

 Cayado de la aorta
 Nervio recurrente o laríngeo
 inferior
 Arteria subclavia izquierda

Los bronquios se dividen en ramas secundarias, que entran al pulmón en el hilio.

Bronquio-tronco derecho

Bronquio del lóbulo superior

Bronquio del lóbulo medio

Bronquio del lóbulo inferior

Bronquio-tronco izquierdo

Bronquio del lóbulo superior

Bronquio del lóbulo inferior

El árbol bronquial se divide de esa forma en una serie de ramas


correspondientes a segmentos o cuñas de tejido pulmonar denominados de
acuerdo con su proyección.
Los componentes del sistema respiratorio comienzan en la nariz y la boca. El
aire se inhala a través de la nariz donde se calienta y se filtra, antes de entrar en la
tráquea y los bronquios y pasar a los pulmones. La tráquea está tapizada con
células productoras de mucus, que atrapan el material extraño, y con cilios
(proyecciones como pelos finos) que barren el mucus hacia arriba, a través de las
vías aéreas. El mucus también se mueve hacia arriba con el reflejo de la tos. Los
movimientos ciliares son especialmente más intensos en la bifurcación traqueal o
carina, donde la tráquea se ramifica en los bronquios principales derecho e
izquierdo.

La respiración es el intercambio gaseoso entre el organismo y el medio que lo


rodea. Consiste en absorber O2 y eliminar CO2.

La sangre al pasar por los pulmones absorbe O2 y lo con- duce a los tejidos, allí el
carbono es oxidado para formar CO2 y el hidrógeno se transforma en agua. La
sangre transporta el CO2 a los pulmones para eliminarlo por el aire espirado. Esto
constituye la respiración externa o pulmonar.

SINTOMAS Y SIGNOS DEL SISTEMA RESPIRATORIO

DOLORES TORÁCICOS

Concepto

La mayor parte de las enfermedades pleuro- pulmonares se acompañan de


dolores, variables en su localización, intensidad y evolución. No existe un tipo de
dolor torácico en las enfermedades del sistema respiratorio. Hay más bien
diferentes ti- pos de dolores, tanto en su expresión clínica como en su origen, por
lo que también su interpretación o valor diagnóstico es diferente.

Unas veces se trata de verdaderos puntos dolorosos localizados en una región


cualquiera del tórax; otras veces los dolores tienen una topografía definida y
coinciden con la de muchos trayectos nerviosos, corresponden a verdaderas
neuralgias.
Los dolores torácicos pueden ser de dos tipos: punta de costado y neuralgias:
frénica, intercostal, etcétera.

DISNEA

Concepto

Disnea quiere decir respiración difícil. Procede de dis: difícil; pnein: respirar. Ha
sido acertadamente definida por Matkins como la sensación consciente y
desagrada- ble del esfuerzo respiratorio. Además de este componente subjetivo
(respiración difícil), tiene otro objetivo, que es la participación activa de los
músculos accesorios de la respiración (músculos del cuello para la inspiración y
músculos abdominales para la espiración).

Fenómenos subjetivos de la disnea (es decir, lo que siente el individuo con


disnea):

1. Percepción consciente del acto respiratorio.

2. Falta de aire, respiración corta o ahogo.

3. Peso u opresión en el tórax.

4. Constricción de la garganta.

Fenómenos objetivos de la disnea:

1. Alteración de la frecuencia: taquipnea o polipnea y bradipnea.

2. Alteración de los tiempos de la respiración:

a) Disnea inspiratoria.

b) Disnea espiratoria.

3. Alteración del ritmo de la respiración:

a) Cheyne-Stokes.

b) Kussmaul.
c) Biot.

De acuerdo con estos conceptos las causas patogénicas de disnea son:

– Disnea por anoxia.

– Disnea por acidosis.

– Disnea por exageración del reflejo de Hering-Breuer.

– Disnea por trastornos orgánicos o funcionales encefálicos.

TOS

Consiste en una o varias espiraciones fuertes y súbitas por contracción brusca de


los músculos espiradores acompañada en su inicio por espasmos de los
constrictores de la glotis, que se cierra, para abrirse después, bruscamente, bajo
la acción de la fuerza espiratoria, dejando oír un ruido característico producido por
la salida violenta del aire acumulado a tensión en las vías aéreas, acompañada o
no de secreciones o cuerpos extraños existentes en ellas. Cuando la tos logra
arrastrar secreciones lleva el nombre de tos húmeda o tos útil, pero en ocasiones
se debe a la acción refleja, como ocurre en las pleuritis y adenopatías
traqueobronquiales y entonces se le llama tos seca.

PUEDE SER SEGÚN SU RITMO

a) Seca, ligera y continua: como se observa en la tuberculosis pulmonar


comenzante.

b) Fuerte, perruna, repetida a intervalos periódicos: como se observa en los


procesos mediastínicos.

c) Quintosa: constituida por varios accesos o sacudidas espiratorias con


profundas inspiraciones intercaladas. A veces ruidosas y sibilantes, recordando el
canto del gallo, llamados repeticiones o reprises. La causa fudamental de la tos
quintosa es la tos ferina en su segundo período. Lleva este nombre por tener cada
acceso cinco reprises, o según otros autores por aparecer los accesos cada 5
horas
HEMOPTISIS

Es la expulsión por expectoración, de la sangre contenida en las vías respiratorias.

La sangre en la hemoptisis procede del sistema respiratorio. Aunque en ocasiones


excepcionales puede deberse a la ruptura de un aneurisma aórtico en tráquea o
bronquio izquierdo.

Cuando la sangre se traga, puede vomitarse después, simulando una


hematemesis.

ALTERACIONES FRECUENTES EN LAS TECNICAS DE EXPLORACION

PALPACION:

1. Exploración del tejido celular subcutáneo y músculos donde


comprobaremos el mioedema o contracción idiomuscular en casos patológicos.

2. Adelgazamiento, que puede aparecer en afecciones crónicas del pulmón,


sobre todo tuberculosis.

3. Circulación colateral; en ella podremos estudiar por palpación el


vaciamiento y la repleción y así conocer el sentido de la corriente sanguínea.

4. Edema; sobre todo permite apreciar el cazo o godet.

5. Enfisema subcutáneo; la palpación permite evidenciar la crepitación


característica. Como sabemos, este enfisema aparece en heridas del mediastino,
neumotórax espontáneo y gangrena gaseosa de la pared del tórax.

6. Empiema de necesidad; la palpación permite compro- bar no solo la


fluctuación del pus, sino la desaparición del tumor a la compresión con los dedos.

7. Ganglios linfáticos; la palpación no solo los localiza, sino que estudia sus
caracteres. Es importante esta exploración para el diagnóstico de tuberculosis,
cáncer, etcétera.
8. Contracturas; son muy importantes, según Pottenger, ya que tratándose de
un reflejo visceromotor, se puede, según el grupo muscular contracturado,
localizar la víscera lesionada. Así, por ejemplo:

Las lesiones del lóbulo superior producen contractura del grupo muscular
formado por el trapecio; pectorales, escalenos y angular del omóplato.

Las pleuresías dan lugar a la contractura de los músculos de los canales


vertebrales originando el llamado signo de los espinales, de Ramond.

Los tumores malignos producen contractura de los músculos del tórax, cuello,
cara y abdomen de ese lado.

9. Atrofias; como sabemos, los procesos crónicos pleuropulmonares, en


particular la tuberculosis, suelen determinar atrofias musculares en la región
afectada. Por último, la palpación del plano muscular nos per- mite comprobar el
mioedema en procesos crónicos pulmonares como son la tuberculosis y el cáncer.

PERCUSION

HIPERSONORIDAD

Se debe al aumento del contenido aéreo del pulmón con disminución de la


densidad, o bien a que la percusión hace vibrar el aire en cavidades
pleuropulmonares (cavernas y neumotórax). La gran tensión del aire transforma la
hipersonoridad en hiposonoridad.

La hipersonoridad puede ser de dos tipos:

1. Hiperresonancia.

2. Timpanismo.

Hiperresonancia. Se produce por dos causas, que son:


a) Suplencia. El ejemplo típico lo encontramos en los derrames pleurales de
mediano calibre, en los que se hace hiperresonante la región infraclavicular (signo
descrito por Skoda).

b) Enfisema. En este se concibe hiperresonante todo el tórax, sobre todo la


región infraclavicular, y hace desaparecer la matidez cardiaca por presencia de
lengüetas pulmonares enfisematosas.

Timpanismo

Aparece en:

a) Neumotórax. En donde tiene un tono grave, excepto cuando el aire está a


gran tensión.

b) Cavidades. Tanto en las bronquiectasias como en los abscesos.

Para que una caverna dé timpanismo percutorio, debe ser superficial de más de 4
cm de diámetro, con bronquio permeable y sin contenido alguno en su interior.

Hiposonoridad

Se debe a dos grandes causas:

1. Condensaciones pulmonares con aumento de densidad.

2. Interposiciones de líquidos, sólidos y de gases a gran tensión.

En ambos casos el sonido que se origina tendrá menor intensidad, tono más alto y
duración más breve.

Las variantes de hiposonoridad son:

Submatidez.

Esta aparece en:

a) Neumonía en su inicio.

b) Pleuresía con escaso derrame.

c) Límite superior de derrames de mediano calibre.


Matidez absoluta.

Esta aparece en:

a) Grandes condensaciones como en la neumonía.


b) Bloques caseosos tuberculosos.
c) Grandes derrames, originando la llamada matidez
d) d Paquipleuritis: en cuyos casos se suprime la vibración de la zona aireada
del pulmón y el sonido lo produce el dedo percutor

AUSCULTACION:

1. Ley del volumen mínimo: que las lesiones tengan un volumen suficiente.

2. Ley de la profundidad mínima: que las lesiones sean lo suficientemente


superficiales.

3. Ley de la trasmisión: que las lesiones se encuentren en una región


explorable.

– Modificaciones patológicas de la intensidad.

– Modificaciones patológicas del tono.

– Modificaciones patológicas del timbre.

– Modificaciones patológicas del ritmo.

Modificaciones patológicas de la intensidad

La intensidad del murmullo vesicular puede ser de tres tipos:

1. Respiración fuerte (exagerada, pueril o suplementaria).

2. Respiración débil.

3. Respiración nula.

Respiración fuerte. En ella hay un aumento de la intensidad sin modificación del


tono y el timbre. Refleja la sobreactividad funcional del pulmón cercano a la zona
enferma o bien la suplencia funcional de un pulmón cuando el otro está afectado.
Aparece en:

Condensaciones: en neumonía, tuberculosis, tumores; la respiración se oye en las


zonas vecinas no afectadas. Derrames pleurales: en este caso se oye en la región
infraclavicular acompañando al escodismo y al aumento de vibraciones en los
derrames de mediano calibre, o bien, en el otro lado, en los grandes derrames.
Cuando esta respiración se presenta con timbre rudo, es signo de una
condensación comenzante.

Respiración débil. En este caso hay una disminución de la intensidad y su mayor


importancia la adquiere cuando es unilateral. Si es bilateral, para poder darle valor
como signo de una lesión pleuropulmonar hay que descartar los casos de
movilidad deficiente del tórax o de gran grosor de la pared.

Aparece en forma:

Bilateral: obstrucción de las vías aéreas superiores y enfisema pulmonar.

Localizada a un hemitórax: obstrucción extrínseca o intrínseca del bronquio


principal de ese lado por tumores, mediastinitis y aneurismas de la aorta.
Inmovilización antálgica de un hemitórax. Enfisema unilateral.

Circunscrita: es un signo de condensación pulmonar incipiente y aparece en:


neumonía, tuberculosis pulmonar, tumores pleuropulmonares y derrames
pleurales.

Respiración nula. Aparece en: grandes derrames, extensas sínfisis


pleuropulmonares espesas, neumotórax total, obstrucción bronquial (cáncer) y
neumonías masivas que rellenan el bronquio.

SOPLOS PULMONARES

Los soplos pulmonares no son más que el soplo glótico trasmitido por un proceso
patológico más allá del territorio torácico donde normalmente debe oírse y que
sufre, por lo tanto, las modificaciones de la lesión que lo causa. Se originan por el
pasaje del aire a través de un conducto o apertura.
El soplo glótico se altera en la forma siguiente:

– Si sufre pequeñas modificaciones, constituye el soplo tubario.

– Si adquiere timbre hueco en el interior de una cavidad que actúa como


cámara de resonancia, se denomina soplo cavitario.

– Si adquiere timbre musical o metálico en el interior de una gran cavidad


aereada o de un neumotórax, recibe el nombre de soplo anfórico.

Soplo tubario

Sinonimia. Respiración bronquial.

Semiogénesis o fisiopatología. Condensaciones pulmonares que sustituyen el


parénquima pulmonar normal (mal conductor) por tejido denso y uniforme (buen
conductor).

Condiciones necesarias:

l. Condensación superficial o próxima a la superficie.

2.Profundidad de la lesión que llegue a los bronquios de 3 mm.

3.Volumen suficiente de la lesión.

4.Buena ampliación torácica.

5.Permeabilidad bronquial.

Soplo cavernoso.

Aparece en:

1. Cavernas tuberculosas.

2. Abscesos pulmonares (vacíos).

3. Bronquiectasias:
a) Grandes derrames pleurales que comprimen el pulmón contra el hilio. En
este caso el grueso bronquio actúa como cavidad y es audible el soplo en la
región interescapulovertebral.

b) Condensaciones pulmonares que contactan con tráquea y bronquios.

c) Fibrosis retráctil pleuropulmonar del lóbulo superior que atrae la tráquea


hacia ese lado y aparece el soplo por fuera del esternón.

RUIDOS ADVENTICIOS O SOBREAGREGADOS

No son más que ruidos agregados que se presentan en una o en las dos fases de
la respiración.

En general, los ruidos adventicios se dividen en extrapulmonares e


intrapulmonares.

Los ruidos extrapulmonares corresponden generalmente a la trasmisión de ruidos


provocados por el deslizamiento de la pleura visceral sobre la parietal cuando
ambas, o una de ellas, se encuentran afectadas por un proceso patológico;
pueden ser:

1. Frotes o roces pleurales.

2. Frotes o roces pleuropericardiacos (raros).

3. Crujidos musculares.

Estos últimos nada tienen que ver con la pleura y no expresan patología alguna,
pero deben tenerse presentes para evitar confusiones diagnósticas.

Los ruidos intrapulmonares se producen generalmente por el paso del aire sobre
las secreciones del árbol bronquial; pueden ser:

1. Estertores húmedos: crepitantes o subcrepitantes.

2. Estertores secos: roncos y sibilantes.


En todos estos ruidos adventicios hay varios elementos que debemos estudiar:

 Caracteres estetoacústicos.
 Sitio en que se oyen y movilidad o fijeza de los ruidos.
 Tiempo de la respiración en que se les percibe.
 Sensaciones que suministran a la palpación

Estertores húmedos, mucosos o burbujosos

A. Estertores crepitantes.

 Mecanismo de producción. El estertor crepitante es el estertor alveolar por


excelencia. Tres causas pueden determinarlo:
 El desprendimiento de las paredes alveolares de los moldes
fibrinoleucocitarios que los llenan, como ocurre en la neumonía.
 La movilización con la inspiración de trasudados alveolares fluidos como
ocurre en la insuficiencia cardiaca y con mayor intensidad en el edema
agudo pulmonar, donde por su instalación ascendente y rápida de la base
hacia arriba le ha valido el pintoresco nombre de estertores en marea
creciente, o montante. A veces se asocian a estertores subcrepitantes finos.
 Son ruidos breves, pequeños y finos, iguales entre sí en intensidad y
duración, regularmente espaciados. Se comparan con el ruido de la sal que
crepita a un calor suave en una vasija de hierro, con el ruido que produce
una vejiga seca al insuflarse, con el ruido que se obtiene al apretar con los
dedos tejido pulmonar sano y repleto de aire. Se imitan frotando cabellos
cerca del oído. Parecen proyectarse en el oído como estallidos de
pequeños cohetes. Dan la sensación de una gran sequedad, pero a veces
parecen húmedos y menos regulares como ocurre en el edema agudo
pulmonar.
 Se perciben en el sitio en que aparece la lesión y aunque desaparezcan por
algún tiempo siempre re- aparecen en el mismo lugar, lo que le da valor
diag- nóstico.
 Es importante el momento de la respiración en que aparecen. Se oyen solo
en la inspiración, a veces únicamente en la segunda mitad o último tercio
de esta.
 No dan sensaciones palpatorias.
 No sufren modificaciones por la presión, la respiración, la tos y la
expectoración; desaparecen por breves momentos; reaparecen en el mismo
punto.

El diagnóstico hay que establecerlo frente a:

a) Los estertores subcrepitantes finos. Estos se diferencian por ser burbujas


más gruesas, irregulares, más movibles, modificables por la respiración, la tos y la
expectoración y audibles en los dos tiempos de la respiración.

b) Los roces-estertores. Son más difíciles de diferenciar, pero se oyen al final


de la inspiración y principio de la espiración.

 Neumonía. En ella aparece el estertor crepitante típico con gran sequedad.


Se presenta precozmente en los inicios de la condensación neumónica.
Cuando la condensación se ha establecido, o sea, en el período de estado,
deja sitio al soplo tubario que se rodea de una corona de estertores
crepitantes. Al final del proceso aparecen de nuevo, siendo más gruesos,
húmedos, irregulares, localizados en toda la inspiración y se llaman
estertores crepitantes de retorno.

Los estertores crepitantes de la neumonía se empiezan a oír en la segunda


parte de la inspiración y los de retorno en toda la inspiración

 Bronconeumonía.
 Edema o estasis pulmonar (insuficiencia cardiaca aguda y crónica).

Frotes pleurales

Estertores con timbre cavitario o estertores cavernosos

Estertores subcrepitantes finos


Subcrepitantes medianos Subcrepitantes gruesos

Estertores crepitantes

 Corticopleuritis.

Estertores de desplegamiento de Brouardel. Aparecen en la base del pulmón al


levantarse el sujeto y son debidos al despliegue de alvéolos que estaban
atelectasiados por la compresión del decúbito; es importante tenerlos en cuenta,
sobre todo en pacientes que permanecen mucho tiempo en decúbito supino, ya
que ellos en sí carecen de significación patológica. Desaparecen después de
varias inspiraciones.

Estertores Subcrepitantes

Son ocasionados por el estallido de burbujas de aire en las secreciones de la luz


bronquial o bien por el choque de estas secreciones y las corrientes de aire del
árbol respiratorio. Aparecen siempre que existen secreciones fluidas en los
bronquios, las cuales pueden provenir de los propios bronquios, de otros procesos
patológicos del tórax o del abdomen que se han fraguado camino hacia la luz
bronquia.

Son llamados estertores mucosos; dan la sensación de gran humedad. Se oyen


irregularmente espaciados, más gruesos y desiguales que los crepitantes. Se
dividen según el grosor de las burbujas en finos, medianos y gruesos:

a) Gruesos. Semejan el ruido producido al soplar por un absorbente dentro de


un recipiente lleno de agua.

b) Finos. Se confunden a veces con los crepitantes.

c) Medianos. Son intermedios entre los dos anteriores. La importancia de esta


clasificación reside en que el grosor de las burbujas guarda estrecha relación con
el calibre del bronquio en que se producen.

1. El sitio en que aparecen es muy variable; por tanto, son muy movibles y
cambiantes.
2. Aparecen en ambos tiempos de la respiración, sobre todo en la espiración.
3. Solo en condiciones excepcionales dan sensaciones palpatorias.
4. No sufren variaciones por la presión, pero la tos y la expectoración los
hacen aparecer o desaparecer.
5. El diagnóstico debe establecerse entre los sub- crepitantes finos y los
crepitantes. Los subcrepitantes son más húmedos, irregulares y
cambiantes, no son fijos. Se oyen en los dos tiempos de la respiración y se
modifican con la tos y la expectoración.

SIGNOS IMAGENEOLOGICOS

OPACIDAD: Se aprecia ante la presencia de:

 NEUMONIAS
 BRONCONEUMONIAS
 TUMORES DE PULMON
 TUMORES DE MEDIASTINO
 TUMORES DE PLEURA ATELECTACIA
 DERRAME PLEURAL
 PAQUIPLEURITIS
 TUBERCULOSIS PULMONAR

TRANSPARENCIA: Se aprecian en:

 EFICEMA PULOMONAR
 NEUMOTORAX
 LAS CAVERNAS
 LOS QUISTES DE PULMON
 BRONQUIECTASIAS
 NEUMATOCELE

IMÁGENES HIDROAEREAS: Se caracteriza por tener un espacio muerto o no


con líquido en su interior, se aprecia en:

 ABSCESO DE PULMON
 HIDRONEUMOTORAX
 BRONQUIECTASIA QUISTICA INFECTADA
 BULLA INFESTADA
 CAVERNAS POR MICOBACTERIOSIS
 HERNIAS DIAFRAGMATICAS

ESTUDIOS ANALITICOS:

INVESTIGACIONES DE LABORATORIO

– Investigaciones de laboratorio clínico.

– Estudio de la expectoración.

– Examen del contenido gástrico.

– Lavado bronquial.

– Exámenes que deben realizarse con el materia1 obtenido en la expec-


toración, el contenido gástrico y el lavado bronquial.

– Electrocardiograma.

– Examen funcional del sistema respiratorio.

– Biopsias pleural y pulmonar.

EXAMENES RADIOLOGICOS POR IMAGENES

– Radioscopia o fluoroscopia.

– Exámenes radiológicos simples.

En posiciones frontal, lateral, oblicuas, de vértice y con técnicas de preparación.

– Tomografía simple o convencional.

– Broncografía.

– Angioneumografía.

– Ultrasonografía
– Ecocardiograma

– Gammagrafía pulmonar

– Biopsia guiada por imágenes.

PRUEBAS FUNCIONALES RESPIRATORIAS

La función fundamental del sistema respiratorio es asegurar el intercambio


gaseoso del oxígeno y del anhídrido carbónico entre los alvéolos y la pared de los
capilares pulmonares. El oxígeno pasa desde los alvéolos a la sangre capilar, en
virtud de la mayor tensión en aquellos; con el anhidrido carbónico ocurre lo
inverso, pues su tensión parcial es mayor en el capilar pulmonar. Esta función que
asegura finalmente el intercambio gaseoso se realiza en las fases siguientes:

1. Ventilación.

2. Distribución del aire.

3. Flujo sanguíneo capilar pulmonar (explicable por la autonomía funcional del


pulmón).

4. Difusión alveolocapilar o hematosis

La prueba diagnóstica básica para la función pulmonar es la espirometría. Para


esta finalidad se utilizan instrumentos llamados espirómetros, por lo general de
agua o de fuelle o con dispositivos electrónicos que permiten determinar el flujo
aéreo.

Otra forma más reciente de representar la maniobra espiratoria es la curva


flujo/volumen.

EXAMENES ENDOSCOPICOS

 BRONCOSCOPIA:
Permite observar directamente desde las cuerdas vocales hasta los
bronquios segmentarios, pudiendo obtenerse con ello no solo la visión de
las alteraciones patológicas existentes a lo largo de este trayecto, sino
también la obtención de biopsias o de secreciones para examen
bacteriológico o citológico y en ocasiones se ha utilizado para el tratamiento
directo de lesiones bronquiales mediante toques, instilaciones,
fulguraciones.

 TORACOSCOPIA

Mediante ella se efectúa la exploración visual de la cavidad pleural a través de


la introducción de un sistema óptico. Con el avance de la tecnología, el
instrumental se ha perfeccionado y en la actualidad se hace con sistema vídeo-
endoscópico. Presenta escasas contraindicaciones, excepto en el caso de que
se efectúe también la biopsia pleural. Entre sus principales indicaciones están
el estudio y el tratamiento (pleurodesis) de derrames pleurales; evaluación y
tratamiento endoscópico del neumotórax; biopsia pulmonar en neumonías
intersticiales difusas; estudio de lesiones pulmonares periféricas; lesiones de la
pared torácica y tumores mediastínicos.

 MEDIASTINOSCOPIA

Es en realidad, una técnica quirúrgica en la que, a través de una incisión en el


hueco supraesternal, se introduce un instrumento óptico para explorar la
porción alta del mediastino y regiones cercanas. Requiere anestesia general y
muchas veces se complementa con una mediastinotomía anterior. Tiene que
ser llevada a cabo por personal experimentado y no está exenta de riesgos y
complicaciones. La principal contraindicación es, entre otras, el “síndrome de la
vena cava superior” y su más importante indicación es la detección de posibles
adenopatías en pacientes con cáncer broncopulmonar, para decidir si este es
resecable o no.

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