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Dios Nos Conoce Juan. 223 Al 25

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Juan: 2: 23 al 25.

Dios nos conoce.

Yo Amo a Dios, no por lo que él hace, sino por lo que él es.

Para entender el significado detrás de este versículo, es importante recordar el contexto histórico
de la Pascua. La Pascua era una festividad judía en la que se recordaba la liberación del pueblo de
Israel de la esclavitud en Egipto. Durante esta fiesta, los judíos ofrecían sacrificios en el templo y se
reunían en comunión. En este contexto, Jesús se encontraba en Jerusalén y realizando señales
milagrosas que llamaron la atención de las personas que estaban celebrando la fiesta. Es
importante destacar que estos milagros no fueron realizados para llamar la atención de las
personas, sino para demostrar el poder de Dios y traer sanidad y salvación a la gente.

Entonces podemos ver como Juan termina el capítulo dos diciéndonos que estando Jesús en
Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en Él y veían las señales que hacía. La
pregunta seria, si muchos de ellos creían en Él, ¿por qué no aprovecho Jesús el momento para que
la gente lo proclamara Mesías? El mismo texto nos da la respuesta: Pero Jesús mismo no se fiaba
de ellos, porque conocía a todos. Ser un seguidor de Cristo no es fácil. No es una cuestión de
emociones o fanatismo, va más allá de eso, requiere un corazón verdaderamente entregado, y
este texto nos exhorta a considerar lo que realmente significa ser un seguidor de Cristo.
Solo Dios conoce lo que hay en nuestro corazón, ya que Él no se deja llevar por lo externo o las
apariencias. Muchas veces la gente de deja llevar por la apariencia. Aunque muchas veces el
hombre se deja llevar por las apariencias externas, en contraste, Dios ve el interior, el corazón. Si
su corazón es malo, sus intenciones también lo serán y por lo tanto tendera a hacer lo malo ante
los ojos de Dios, y aunque sus acciones sean buenas al principio, pero si su corazón no es recto
delante de Dios, terminará pecando

EL TEXTO:

24- Pero Jesús, por su parte, no se confiaba a ellos, porque conocía a todos, 25- y no tenía
necesidad de que nadie le diera testimonio del hombre, pues el sabio lo que había en el hombre.

COMENTARIO:
23-Cuando estaba en Jerusalén durante las fiestas de la pascua, muchos creyeron en su nombre al
ver las señales que hacía.
Juan nos habla sobre un lugar y un momento determinado, nos dice que en aquel momento y en
dicho lugar muchos creyeron en el nombre de Jesús. Pero, aunque estos detalles sean específicos
y claros para nosotros, entender en que creyeron y cual fue el alcance de su fe se transformaba en
un aparente dilema. ¿Tuvieron aquellos una fe salvadora?
Decimos que es difícil entender cuál fue el tipo de fe del que se habla, dado que, en el siguiente
versículo, Juan nos dice que Jesús no se fiaba de ellos. Esto nos lleva a pensar que la fe de los
tales, posiblemente les alcanzaba para caer en Jesús como Mesías, pero no para acercarse a Dios,
cambiar su corazón y comenzar a vivir según las enseñanzas de Jesús.
Tal vez solo creyeron que Jesús era el Mesías político-militar que venía a liberarlos del imperio
romano. En definitiva, todos entendían que eso era lo que haría el mesías, hasta sus discípulos. Sin
embargo, Jesús en vez de aquello, lo que vino a establecer fue un Reino espiritual en el corazón de
todos los que lo aceptaron como señor y salvador.
Lo que debemos comprender aquí es que no toda la fe es una fe salvadora, Hay muchos que creen
en Dios, pero su fe nos les alcanza para entregar sus vidas a Él. Y aunque tantos creen en que Jesús
es el hijo de Dios, aun así, no se arrepienten por sus pecados no lo toman como su salvador, ni
menos como su señor. ¿No es eso lo que sucede con muchas personas?
Inclusive oyéndonos a los extremos, tenemos el ejemplo del mismo diablo, quien conoce y cree,
pero, sin embargo, eso no lo lleva a ser salvo. Es más conocer bien las escrituras tampoco le
garantiza nada ( Recuerdas como sabía que textos citar mientras tentaba a Jesús en el desierto?
Mteo: 4: 1-17.
Meditación:

Esto nos coloca frente a una gran señal de precaución, la cual nos llevaría a preguntarnos:
1) ¿Qué tipo de fe tenemos?
2) ¿Hasta qué punto nuestra fe es una fe genuina?
Sin lugar a duda, si tu fe es auténtica, el espíritu santo te dará la convicción de que eres hijo de
Dios, Romanos: 8.16
Esto es posible porque Dios nos ha enviado su santo espíritu en el momento de ser adoptados
como hijos, Gálatas: 4.6
Juan: 2. 23 al 25. Muchos creyeron, pero Jesús no se fiaba.
Volviendo al análisis del texto:

Aquellas personas del pueblo decían creer en su nombre, pero aun así, una año más tarde,
elegirían a Barrabas en vez de a Jesús y momentos más tarde gritarían: ¡Crucifíquenlo!,
aquella no era una fe verdadera, ¿ Cierto? ¿Tú que crees?, es por eso que Jesús no se fiaba del
pueblo, porque él los conocía a todos, como dice el siguiente versículo.
Ahora no se puede generalizar dado a que obviamente había una pequeña cantidad de
personas que si creyeron verdaderamente y estuvieron con el hasta el final. Veamos por
ejemplo a Nicodemo quien no solo intervino a favor de Jesús (Juan: 7.50 al 52) . Sino que
incluso, junto a José de Arimatea, lo llevo a una tumba nueva y le dio una sepultura una vez
muerto. ( Juan: 19: 38-42)
La fe de estos últimos dos distinguió de la multitud, ellos si creyeron con una fe verdadera, he
hicieron todo lo que su fe les demandaba ¡Qué constaste con el resto del pueblo? ¡Cuán buen
ejemplo para nosotros ¡esto nos ayuda a ver y revisarnos nuestra propia fe e identificar qué
tipo de fe tenemos.
Y por esto mismo, quisiéramos dejarte algunas preguntas sobre tu fe.
1) ¿ Es verdadera, es decir, te lleva al servicio del señor?
2) ¿ Te mantiene firme en medio de pruebas y conflictos?
3) ¿ O es la de aquellos que navegan y se extravían frente a los problemas de la vida?
Santiago: 1. 5 al 8 Una fe autentica es la que busca mantenerse siempre firme.

24- Pero Jesús, por su parte, no se confiaba a ellos, porque conocía a todos.
Jesús no se fiaba, no les creía, ni se fiaba de ellos, Esta es la razón por la cual se interpreta así la fe
del pueblo en el versículo anterior. Jesús al ser (omnisciente Conocimiento de todas las cosas
reales y posibles, atributo exclusivo de Dios.) sabía bien lo que había en el corazón de las
personas. Eso es lo que nos dice el siguiente versículo.
Esto nos ayuda a entender el comportamiento de Jesús y sus palabras para con el pueblo. Ni
hablaba ni se comportaba como ellos querían, sabía que la multitud no era espiritual sino
únicamente terrenal. Y por su parte, ellos no estaban preparados para un Reino espiritual, pero
tampoco lo buscaban, ni lo querían.
Reflexionemos: Cuan lamentable tener que decir esto del pueblo ¿No te parece muy duro?
Tambien a nosotros pero al parecer, era su realidad, por eso: Quiera Dios ayudarnos para que
nuestros ojos estén en las cosas espirituales y no en los terrenal. Recordemos el consejo de
nuestro señor al decir en: Mateo: 6. 19-21.
1) ¿ Donde esta nuestro corazón’
2) ¿ En que invertimos nuestro tiempo y energías?
Que nuestros anhelos no nublen nuestro entendimiento, que nuestras metas sean las adecuadas a
la vista de nuestro padre, y que la sabiduría que nos guie sea siempre la de nuestro señor, no
solamente nuestra inteligencia, ni nuestro entendimiento natural.
Sin tan solo pudiéramos ver la vida como Él la ve, de seguro seriamos mucho más felices , y
tendríamos mucha mayor paz. Nunca nos olvidemos que Él nos regala esa sabiduría siempre que
se la pidamos con fe ( recordemos Santiago. 1.5)
Y volviendo al pueblo del tiempo de Jesús:
Ellos únicamente buscaban revivir la Gloria de los reinos de David y Salomón, conseguir la
independencia del imperio Romano y continuar con corazones de piedra (Ezequiel. 11: 19)
Adorando atreves del cumplimiento de reglas y ritualismos, mientras continuaban con sus vidas
alejadas del corazón de Dios.
Lamentablemente esto es algo de lo que no pensaban, de lo que no se daban cuenta, Es mas bien
les parecía todo lo contrario, que servían a Dios y que hacían lo que a Él le agradaba. Qué triste
situación, que no nos pase lo mismo que q ellos amados hermanos.
No sé si alguna vez se han preguntados amados hermanos porque Jesús les hablaba con tantas
parábolas ( Mateo: 13-34) . Decimos o nos preguntamos, pero si les hubiera hablado claramente,
tampoco hubieran entendido, no se hubiesen salvado más personas, No se hubieran arrepentido
más, y, por último, tampoco le hubieran seguido más.
Pero en realidad, su condición espiritual, su orgullo, su ceguera, no les permitía ver, sin importar
de qué manera se lo hubiera explicado, Cuando Jesús hablaba de cosas espirituales, ellos solo
entendían lo terrenal.
Por ahora veamos que esto es algo qué el mismo Jesús resalta por ejemplo en su conversación con
Nicodemo ( Juan. 3:12) Si hablaba de lo espiritual no entendía, si hablaba de lo terrenal tampoco
entendían. Al final, no importaba las maneras ni el contenido, ya que no estaban preparados ni
querían, ni hacían el intento por estarlo.
Pensemos juntos un poco mas:
1) ¿Estamos listos para recibir mayores revelaciones espirituales? El domingo por ejemplo
acerca del espíritu del anticristo.
2) ¿Tenemos el suficiente descernimiento espiritual que Dios espera que tengamos?
3) ¿Nos percibimos tan cerca de Dios como deberíamos estar?
4) ¿ Estamos verdaderamente maduros espiritualmente como Él lo espera?
Quiera Dios ayudarnos para que lo estemos, pero a su vez recordemos que todo eso
también depende de nuestra entrega, fe, determinación y voluntad.
Pongamos de nosotros todo lo que esté a nuestro alcance para que asi sea.
25- y no tenía necesidad de que nadie le diera testimonio del hombre, pues el sabía lo que había
en el hombre.

La omnisciencia de Jesús:

Este versículo expresa explícitamente que el conocimiento de Jesús excedía los limites naturales
de cualquier persona. Juan nos habla aquí de la omnisciencia de Jesús.
Y podemos ver sobre su omnisciencia en el pasaje en donde Natanael conoció a Jesús en
Juan: 1.43 al 48
Ahí vimos que Jesús sabía muy bien en donde había estado aquel que sería su discípulo ( aparte de
aquel momento) Pero estos son solo dos de muchos otros ejemplos.
Le veremos también en Juan: 4: 17 al 18. Con la respuesta de Jesús a la Samaritana; en Juan: 6:
15.
En donde Jesús se anticipa a los planes de quienes quieren forzarlo a ser rey; en Juan: 16-19, en
donde Jesús sabe lo que se están preguntando sus discípulos y en 16- 22, donde se nos muestra
que no solo sabe el presente sino también el futuro.
Estos son solo algunos ejemplos, seguramente conoces más, pero esto nos bastan para entender
que su conocimiento era total y que el mismo, entre otros muchos atributos lo declaran como Dios
y no solo como un ser humano común.

SU CONOCIMIENTO SOBRE TODOS LOS HOMBRE:

Ese saber, lo que había en el hombre implica un conocimiento íntimo de la condición, de los
pensamientos y de la situación de cada hombre. Notar que la frase aquí abarca más que aun solo
hombre, se aplica a toda la humanidad. Jesús no necesita que nadie le viniera a contar que
pensaban o qué sentían. Él lo sabía muy bien.
Ese conocimiento fue el que le hizo desconfiar de la fe de aquellas personas decían tener. Pero
más allá de aquellos hombres , El sabia y sabe lo que hay dentro de nuestros corazones y mentes,
sabe si en verdad le creemos, si confiamos en él, si queremos o no serles fieles, sabe si le seguimos
o so solo lo buscamos para sacar algún provecho, así como lo hacían aquellos hombres y mujeres
de su tiempo.
Bien podríamos fingir delante de todos los demás, pero delante de él no tiene ningún sentido.
Jamás podríamos engañarle ( Salmo 139: 1al 8), sigue siendo actual y real para nosotros el
mandamientos de amar a Dios con todo el corazón, con toda nuestra alma y con toda nuestra
mente ( Mateo: 22.37).
Nuestra búsqueda por tanto debe ser sincera y real no podemos andar por la vida creyendo en
ciertos momentos y en otros desconfiando, intentando caminar por el camino angosto en
determinados momentos. Eso solo nos muestra como inconstantes y como inmaduros delante del
señor.
Es algo que para nada aprovecha. ¿ Estás de acuerdo?
Recordemos aquel texto en el cual la samaritana le pregunto a Jesús por un lugar en donde adorar
con todo el corazón, con una fe sincera, eso es lo que él quiere decir en espíritu y verdad ( Juan
4.23) El Apóstol pablo nos enseña sobre la fe hebreos 11:1

Conclusión:
Por eso preguntémonos ¿Que ve Él cuándo nos observa? Busquémosle en verdad y de corazón, . él
nos ayudara a caminar por sus caminos. Y si te has caído o te has desviado o fallado, pero tiene
una firme convicción, y quieres seguirle, no te desanimes. Él nos entiende y nos conoce mejor que
nadie, sigamos adelante, pídale su ayuda y el obrara a tu favor.
Pero si somos inconstante, si nuestra fe no es auténtica ni genuina, si no nos hemos decidido
todavía. No perdamos más nuestro tiempo. ¿Hacia dónde creemos que estamos yendo? Nadie
puede jugar con Dios. Tomemos una decisión y volvámonos a Dios para que nos perdone, nos sane
y nos guie para vivir una vida que en verdad tenga sentido.
No dejemos pasar la oportunidad, Dios nos llama hoy y en este momento tenemos esa
oportunidad para comenzar a hacerlo

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