Carta de Reconocimiento de Suelos Del Uruguay. Tomo I. Clasificación de Suelos
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TOMO I
CLASIFICACIÓN DE SUELOS
Alfredo Altaminino
Hugo da Silva
Artigas Duran
Alejandro Echevarría
Daniel Panario
Rubén Puentes
Montevideo - Uruguay
1976
2
Edición Amparada por el
Art. 79 de la Ley No. 13.349
3
PREFACIO
— Dirección: A. Duran
O. López Taborda**
el personal técnico del Instituto Geológico del Uruguay que integró el Convenio de
Cooperación Técnica con esta repartición**; los técnicos del Instituto Nacional de
Colonización: G. Acosta, J. C. Palacios y G. Spangemberg y los cooperantes técnicos
extranjeros: M. Ecochard, Ch. Hatten, J. P. Rossignol.
* Hasta 1972
** Hasta 1973
4
CARTA DE RECONOCIMIENTO DE SUELOS DEL URUGUAY
PLAN DE PUBLICACIONES
TOMO II. CONDICIONES GENERALES DEL MEDIO AMBIENTE Y FACTORES DE FORMACIÓN DE LOS
SUELOS
TOMO III. DESCRIPCIÓN DE LAS UNIDADES DE SUELOS TOMO IV. USO Y MANEJO DE LOS SUELOS
5
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN
B - Métodos de laboratorio 12
C - Antecedentes existentes 14
A - Antecedentes 17
B - Criterios de clasificación 23
1. Orden 26
2. Gran Grupo 27
3.Subgrupo 27
4. Clase 27
5.Subclase 28
6. Tipo 28
7. Familia 28
8. Fases 28
D - Horizontes diagnóstico 30
Generalidades 30
4
6
Horizonte melánico 31
Horizonte úmbrico 32
Horizonte hístico 32
Horizonte ócrico 32
Horizonte álbico 32
Horizonte argilúvico 34
Horizonte nátrico 35
Horizonte cámbico 35
Horizonte gleico 36
Autogranulado 37
Caras de deslizamiento 38
Contacto lítico 38
Microrrelieve "Gilgai" 38
Valor N 38
7
Gran.Grupo I. 4 Inceptisoles 53
Fases 86
Cuadro Sinóptico 91
BIBLIOGRAFÍA 96
8
I. INTRODUCCION
Este estudio si bien mantiene las características de generalizado, está elaborado a una
escala que permite determinar áreas de suelos mejor definidas y más homogéneas que el
anterior, lo que es posible debido al incremento en el conocimiento de las características
genéticas, morfológicas, físicas y químicas y de la distribución geográfica de los
diferentes suelos. Esto ha permitido desarrollar una nueva clasificación de los suelos del
país, la cual se presenta en este trabajo.
La carta aquí lograda puede definirse como de reconocimiento y sirve básicamente para
programar el mejor aprovechamiento del recurso suelo a nivel nacional y regional. Por
lo tanto, constituye una base para el desarrollo del sector agropecuario al permitir
establecer estudios sobre regionalización de rubros y sistemas apropiados de producción
y de uso y manejo de los suelos que permitan una máxima productividad sin que esto
implique pérdidas ni deterioros del recurso.
Estudios del tipo del que aquí se presenta, además de suministrar el conocimiento
básico de la disponibilidad de tierras para ser destinadas a agricultura, ganadería,
forestación y reservas naturales, determinan áreas homogéneas a tener en cuenta por la
investigación agrícola, para poder recoger los problemas de la producción y extender los
resultados de sus trabajos. Por otra parte, posibilitan la evaluación de la productividad
potencial de las distintas áreas con propósitos de planificación de políticas crediticias e
impositivas. Finalmente, permiten redimensionar los sectores censales de los censos
agropecuarios, de manera de facilitar el análisis y procesamiento de esa información.
Por otra parte, en lo que se refiere a su importancia en otros sectores aparte del
agropecuario, este estudio permite un mejor ordenamiento de las infraestructuras viales,
industriales, etc., que permitan una mejor economía y eficiencia de los servicios.
9
A los efectos de la publicación, el trabajo se ha dividido en cuatro tomos. En este
primero se presenta la carta básica de suelos y la nueva clasificación de los suelos del
Uruguay.
Finalmente, se llega a concluir el uso y manejo potencial de los suelos en una carta a
escala 1:1.000.000, donde se resumen el nivel actual de conocimientos en esta materia,
para lo cual se ha contado con la opinión de profesionales especializados en diferentes
rubros y radicados en distintas regiones del país.
10
II. METODOS DE TRABAJO
El país fue dividido en cinco zonas, cada una de las cuales fue estudiada por un equipo
de técnicos, siguiendo una metodología analítica basada en fotointerpretación detallada
y apoyada por reconocimiento en el terreno, generalización a la escala final del trabajo y
análisis químicos y físicos de perfiles representativos.
En total fueron analizados 1.100 perfiles, lo que significa una densidad promedio de
muestreo de un perfil cada 16.000 hectáreas.
11
homogéneas desde el punto de vista de los suelos, geomorfología y materiales
generadores, considerando la escala final 1:1.000.000 del levantamiento. A cada una de
las unidades de mapeo se le asignó un nombre regional para facilitar el manejo de la
información.
Desde el punto de vista del nivel del levantamiento, las unidades de mapeo de la carta
presentada son asociaciones de suelos, entendiéndose por asociación a un grupo
definido de unidades taxonómicas que se asocian geográficamente de una manera
regular, según una proporción y un padrón (posición en el paisaje) determinados.
Las líneas fueron replanteadas sobre una base estable a escala 1:500.000 y
posteriormente por reducción fotográfica, fueron llevadas a la escala 1:1.000.000.
B. METODOS DE LABORATORIO
Las muestras de suelos fueron secadas al aire, molidas y pasadas por tamiz de 2 mm. Se
calculó el porcentaje de partículas mayores de 2 mm (gravillas etc.) sobre el total.
Sobre la fracción inferior a 2 mm se realizaron las determinaciones físicas y químicas
que se detallan a continuación:
1. ANÁLISIS MECÁNICO
2. pH
3. CARBONO ORGÁNICO
4. MATERIA ORGÁNICA
5. NITRÓGENO
Determinación por percolación con acetato de amonio normal a pH 7.0, lavado del
exceso de solución desplazante con alcohol, sustitución del amonio retenido con cloruro
12
de sodio al 10 por ciento y determinación del amonio por destilación recogiendo en
solución de ácido bórico y valorando con ácido clorhídrico (Black, 1965.capítulo 57).
7. BASES INTERCAMBIABLES
Percolación con cloruro de potasio normal. Titulación con hidróxido de sodio 0.1 N,
agregado de fluoruro de sodio y titulación con ácido clorhídrico 0.1 N (Black,
1965.Capítulo 67).
Suma de bases
Suma de bases
13
T(suelo) - (K x M.O.%)
donde:
Determinación usando como extractante ditionito de sodio y titulación del hierro con
diromato de potasio (Black, 1965. Capítulo 65).
Sodio intercambiable(meq)
14
Aluminio intercambiable (meq)
C. ANTECEDENTES EXISTENTES
La carta básica de suelos va acompañada por una leyenda donde se indican los suelos
dominantes y asociados de cada unidad.
El suelo dominante es aquél que ocupa más del 50% de la unidad. Cuando ningún suelo
por sí solo llega a ocupar dicha superficie se considera un conjunto de suelos que
cumpla con dicho requerimiento. Los suelos asociados son aquellos que ocupan entre el
10 y el 40 por ciento de la superficie de la unidad. Los suelos accesorios, que ocupan
menos del 10 por ciento del área, no se consideran en la leyenda.
Todos los suelos aparecen clasificados hasta el nivel de familia y a veces hasta fase
cuando ésta existe y se considera de importancia.
Los Grandes Grupos que definen cada unidad pueden presentar ciertas variaciones que
los afectan a niveles taxonómicos inferiores. (Clase, Subclase, etc.). Por ejemplo, una
unidad definida por Brunosoles dominantes puede presentar Brunosoles Eutricos y
Subéutricos. En estos casos, las variaciones se indican en la leyenda según el siguiente
criterio:
1. Cuando un Gran Grupo presenta más de una división a un nivel taxonómico inferior
y en proporciones similares, se especifican en la leyenda todas estas variantes, separadas
por barras y colocando en primer lugar la más frecuente.
15
El ejemplo indica que dentro de la unidad coexisten Brunosoles Eutricos y Brunosoles
Subéutricos Típicos, en proporciones similares, con cierta predominancia de los
primeros.
Se indica de esta manera que en la unidad existen Brunosoles Eutricos Típicos como
norma, pero que ocasionalmente, estos suelos pueden presentar ciertas variaciones en
sus propiedades que llevan a clasificarlos como Brunosoles Subéutricos Típicos.
16
III. CLASIFICACION DE SUELOS DEL URUGUAY
A. ANTECEDENTES
Estas observaciones no significan, sin embargo, que el sistema sea en sí erróneo. Ocurre
simplemente que él representó en su origen el estado del conocimiento existente
entonces de los suelos del país, pero el avance posterior de los estudios pedológicos lo
ha dejado muy desactualizado.
NIVEL DE ORDEN
A nivel de Orden, la categoría más alta del sistema Riecken (1959), agrupa a todos los
suelos en tres clases que se denominan: 1) Pedocales zonales e intrazonales; 2)
Pedalfers zonales y 3) Suelos azonales.
17
clima y la vegetación (zonales) o que en adición reflejan la influencia de un factor local,
como el material madre o el drenaje (intrazonales.
La división entre Pedocales y Pedalfers fue abandonada por Marchesi y Durán (1969)
aunque de hecho estaba en desuso por carecer de significado real. En efecto, existen
suelos que pueden ser homogéneos en las propiedades usadas para definir la categoría
de Gran Grupo pero mientras algunos poseen carbonatos, otros no. Así por ejemplo
existen Praderas Pardas con o sin carbonatos; otro tanto ocurre en Praderas Negras y
Planosoles.
Mas aún, es frecuente que el horizonte de carbonatos esté constituido por concreciones,
pocas o comunes, muy duras, casi insolubles, de calcáreo virtualmente inactivo. Estos
suelos pueden ser muy lixiviados en bases y en arcilla por lo que la acumulación de
concreciones calcáreas no constituye un síntoma de lavado insuficiente.
Todo esto hace que la presencia o ausencia de un horizonte Cca sea algo errática, tal vez
más relacionada al material madre del suelo que a los procesos de carácter bio-climático
que le dieron origen y a los cuales evidentemente había apuntado Marbut al establecer la
división en Pedocales y Pedalfers. El hecho de que el Uruguay está situado en una
zona de transición entre la formación de suelos característicos de las estepas
subhúmedas (Pedocales de la Pampa argentina) y la del área subtropical (Pedalfers de
Río Grande del Sur, brasil) seguramente no es ajena a los hechos analizados.
Existen pues razones, tanto genéticas como morfológicas, para abandonar la división de
Pedocales y Pedalfers.
Algo similar ocurre con las definiciones de los suelos zonales, intrazonales y azonales.
Así, si bien es cierto que hay una marcada tendencia en el Uruguay a la evolución de los
suelos hacia el tipo de las Praderas (Brunizems) hay ciertos suelos que se consideran
como zonales desde los trabajos de Riecken (1959) que no se ajustan bien a este
esquema. Por ejemplo, los Grumosoles son muy extendidos en Uruguay sobre muy
diversos materiales geológicos y en este sentido son zonales, pero el material madre es
siempre muy arcilloso o rico en minerales que, por alteración, producen arcilla
(basaltos) y desde este punto de vista son intrazonales litomórficos.
Por su parte las Praderas Arenosas presentan una serie de características (gran
lixiviación y acidez, baja saturación en bases, colores vivos o moteados prominentes
tipo plintita) que los asemejan a los suelos zonales subtropicales y es así que algunos
autores (CIDE, 1967) los han denominado Rojo Amarillo Podzólicos de saturación de
bases media. Pero en el Uruguay sólo ocurren en areniscas silíceas pobres en arcilla y
bases, por lo que son también, en cierto modo, intrazonales litomórficos.
18
significativo. Pero por otra parte Smith, Allaway y Riecken (1950) señalaron que los
suelos de Praderas (Brunizems) del valle superior del Mississippi en EE.UU.
evolucionaban con el tiempo a Planosoles, si factores tales como la topografía era
favorable.
Por todas las razones expuestas, la división de los suelos según su zonalidad no es
satisfactoria y al igual que la división en Pedocales y Pedalfers se abandona en el nuevo
sistema de clasificación.
NIVEL DE SUBORDEN
En este nivel, las divisiones dentro de los suelos zonales son fundamentalmente
morfológicas aunque con una base genética indiscutible.
Así, por ejemplo, uno de los Subórdenes se denomina «Suelos ácidos de baja materia
orgánica de praderas bien drenadas». La definición es morfológica en tanto se basa en
caracteres morfométricos mensurables (acidez, tenor de humus) o que se puedan inferir
con buena precisión (drenaje), pero es genética en la medida en que atribuye a la
vegetación de pradera los caracteres adquiridos por el suelo en su génesis.
Dentro de los suelos intrazonales, los Subórdenes se definen por conceptos genéticos
(hidromorfismo, halomorfismo), pero aún así las definiciones no son claras. En efecto,
en algunos suelos, como los de Pantano y en menor proporción los Gley húmicos, el
hidromorfismo se debe a la existencia de una napa freática permanente sobre la
superficie del suelo o próxima a ella, que desde el comienzo de la pedogénesis,
condicionó la evolución del perfil, creando condiciones de anaerobiosis en todo el suelo
o al menos en sus horizontes profundos, lo que provoca la reducción del hierro y/o
acumulación de turba.
Resulta pues evidente que hay razones tanto morfológicas como genéticas para que los
Planosoles se separen de otros suelos hidromórficos, aún a un alto nivel de la
clasificación. Finalmente, cabe destacar aún que, por su régimen hídrico y condiciones
de hidromorfismo, los Planosoles se asemejan mucho a suelos como la mayor parte de
las Praderas Pardas máximas; la similitud en los perfiles y la existencia de integrados
(Praderas Planosólicas) son otro argumento en favor de lo expuesto.
Dentro de los suelos azonales los Subórdenes de definen por morfología (suelos
superficiales) o por génesis (suelos aluviales, dunas arenosas), aunque en éstos, los
19
conceptos genéticos hacen referencia más al origen del material madre que al suelo en
sí.
La categoría de Gran Grupo se define en base a la morfología de los suelos. Por este
hecho y además porque en esta categoría las clases son más homogéneas que en las
categorías anteriores, el Gran Grupo es más útil que los Ordenes y Subórdenes, tanto al
estudiar los suelos como cuerpos naturales, como al estudiarlos en su comportamiento
agrícola. Aún con estas ventajas, las definiciones de los Grandes Grupos distan de ser
satisfactorias y esto se debe a varios motivos.
Así, las definiciones de algunos Grandes Grupos hacen especial énfasis en algún
carácter simple, como el color (Praderas Pardas, Praderas Negras, Praderas Rojas) o la
textura Praderas Arenosas lo que está comprobado que es un criterio erróneo, aún
suponiendo que el carácter simple usado como diagnóstico sea importante. Pero
justamente los caracteres simples usados para definir estos Grandes Grupos no son los
más apropiados aunque sí los más obvios y fácilmente apreciables en el campo (color,
textura). Esto tal vez justifica su empleo en un primer esbozo de clasificación natural.
Hoy en día resulta claro que las diferencias entre Praderas Pardas y Praderas Negras son
difíciles de aceptar, aún cuando las definiciones hacen énfasis en otros caracteres aparte
del color. En realidad no hay ninguna propiedad del suelo que se correlacione con un
color pardo y no con uno negro o viceversa. Tal vez es posible captar las diferencias
entre los perfiles modales de ambos grupos pero los suelos transicionales son tan
comunes y los límites en color tan vagos que ha sido muy frecuente que un mismo suelo
fuera clasificado como Pradera Negra por algunos y como Pradera Parda por otros. El
caso de los suelos con horizonte A negro y B pardo o viceversa, bastante frecuente, ha
planteado problemas taxonómicos insolubles (el integrado Pradera Parda a Negra
obviamente no es más que un “escapismo” al problema real).
En particular las Praderas Pardas constituyen un grupo tan heterogéneo que desde el
inicio surgió la necesidad de subdividirlas para llegar a grupos que tuvieran algún
significado, tanto científico como práctico.
En efecto, dentro de las Praderas Pardas existen desde suelos superficiales y poco
diferenciados, transicionales a Regosoles y Litosoles, hasta suelos profundos y muy
diferenciados, vecinos a los Planososles. La subdivisión en Praderas Pardas mínimas,
medias y máximas solucionó en parte el problema, pero los límites entre las
subdivisiones siguen siendo vagos e imprecisos. No obstante, los Subgrupos han
pasado a utilizarse como equivalentes de Grandes Grupos y casi nadie se refiere ya a un
suelo como Pradera Parda exclusivamente, lo que revela lo inapropiado del Gran Grupo.
Las observaciones respecto al Gran Grupo de Praderas Negras son muy similares a las
hechas a propósito de las Praderas Pardas aunque el grupo no es tan heterogéneo como
el de éstas últimas, en especial en al grado de diferenciación textural, que pocas veces
llega a ser máximo.
En general las Praderas Negras son más oscuras, más ricas en humus y de mayor
fertilidad que las Praderas Pardas, pero estas diferencias no son sistemáticas ni mucho
20
menos y las excepciones a esa norma son muy abundantes. Revisando la información
existente se nota que los técnicos de suelos del país han sido muy estrictos para definir y
clasificar un suelo como Pradera Negra, en tanto que el criterio para considerar un suelo
como Pradera Parda ha sido sensiblemente más elástico. Esto deriva seguramente del
hecho de que la tabla Munsell da un color negro bien definido, pero presenta una amplia
gama de pardos, con límites imprecisos y difusos. Es un argumento más para no insistir
con los colores como criterio único de clasificación.
También existen problemas en la definición del Gran Grupo de las Praderas Rojas en el
que en un principio, se incluyeron todos aquellos suelos de textura media y perfil A-B-C
cuyos horizontes profundos (C y a veces parte del B) eran de colores rojizos.
Seguramente no es fácil encontrar una definición más vaga e imprecisa.
El grupo incluía entonces suelos formados sobre rocas ígneas y metamórficas ácidas con
colores de alteración francamente rojos, suelos sobre rocas basálticas con tonos
levemente rojizos en los horizontes profundos y suelos de diversos tipos, formados
sobre rocas sedimentarias rojizas como areniscas cretáceas, siltitos de Yaguarí, etc.
Está claro que el color rojo podía ser tanto heredado como de origen pedogenético. No
había otra información sobre estos suelos y si bien se decía que eran de contenido de
materia orgánica medio a alto, esto no era sino una suposición no sustentada por datos
de laboratorio. Cuando se comenzó a disponer de información analítica de estos suelos
se vio que aquellos formados sobre sedimentos rojos no diferían en ninguna propiedad
importante de suelos pardos o negros comparables. Algo similar ocurría con numerosas
Praderas Rojas derivadas de rocas predevonianas.
No obstante, existen suelos clasificados actualmente como Praderas Rojas que carecen
del horizonte superficial oscuro, humífero y de alta saturación en bases que caracteriza a
los suelos de Pradera en todos los sistemas taxonómicos conocidos. Estos suelos se
clasifican aparte en el nuevo sistema que se desarrolla más adelante.
El Gran Grupo de las Praderas Arenosas se definió tal como surge del trabajo de
Riecken (1959) en base a las características de dos perfiles definidos a su vez como
series (Tacuarembó y Rivera) de este Gran Grupo. Los métodos de laboratorio
defectuosos o el empleo de técnicas no ajustadas, invalidaron sin embargo los estudios
de las características químicas de esos perfiles. Sin embargo, como por largos años no
volvieron a realizarse estudios pedológicos en estos suelos, los errores originales
persistieron mucho tiempo.
Aún así no cabe duda que las Praderas Arenosas deben definirse con mayor precisión y
que algunas propiedades tales como contenido de humus y de aluminio intercambiable,
pH y saturación en bases deben tomarse en cuenta en la nueva definición; la mineralogía
de esos suelos caracterizada por la ausencia casi total de minerales alterables es otra
característica a tener en cuenta.
21
La nomenclatura del grupo debe también modificarse ya que el nombre actual
contribuye a la confusión porque asocia el tipo de suelo a una textura determinada lo
que es un error. En efecto, no todos los suelos de textura liviana y bien diferenciados
son Praderas Arenosas; Algunos deben incluirse más bien con los Planosoles y otros
con las Praderas Pardas. Por otra parte, suelos de textura algo más finas pueden
incluirse en el grupo.
Estas limitaciones, junto al avance en el conocimiento de los suelos del país alcanzado
en los últimos años, unido a la necesidad de introducir criterios más actualizados y de
valor agronómico, justifican la elaboración del nuevo esquema de clasificación que se
propone.
22
Además fueron también básicos el estudio de suelos de la Cuenca de la Laguna Merín
(Sombroek, 1969) y los trabajos realizados a partir de 1968 en la Cátedra de Edafología
de la Facultad de Agronomía de Montevideo por Artigas Durán y Abraham Kaplan,
aunque en estos últimos no han sido publicados. Ambos trabajos constituyeron los
antecedentes más valiosos de que se dispuso, no sólo por ser los más recientes, sino
fundamentalmente por ser los únicos realizados totalmente sobre la base del estudio de
los suelos del país.
B. CRITERIOS DE CLASIFICACION
Las distintas categorías intentan agrupar suelos que hayan sido generados por un mismo
proceso pedogenético o por la acción conjunta de una misma combinación de procesos,
determinada por la confluencia de varios factores de formación.
Pero, lo que se clasifica son suelos y no procesos y además, para que el sistema resulte
objetivo, lo que se toma en cuenta son determinadas propiedades de los suelos que son
la consecuencia clara de la acción de los procesos y factores intervinientes.
1. El sistema pretende ser objetivo, basado en el conocimiento del suelo mismo, en base
a propiedades o características medibles o estimables y deja el mínimo margen posible
liberado a la interpretación subjetiva del clasificador. En este sentido y para que las
definiciones tengan idéntico significado para todos los usuarios del sistema, ellas se
establecen en base a características con límites bien precisos y se indican los métodos
utilizados para medirlas.
23
2. El sistema debe ser general y esto debe interpretarse en dos sentidos.
En primer término, debe ser general en el sentido de poder clasificar con él a todos los
suelos reconocidos hasta el momento en los diferentes relevamientos que se han llevado
a cabo en el país.
En segundo término, se pretende que el sistema pueda utilizarse como base para las
leyendas en cartas a cualquier escala, eligiendo adecuadamente, según ésta, las
categorías a utilizar.
3. El sistema busca ser flexible y abierto ya que la clasificación debe ser susceptible a
modificaciones a medida que avanzan los conocimientos. Debe quedar abierto para que
puedan establecerse adaptaciones parciales con un mínimo de perturbaciones en el
esquema general del sistema.
Las modificaciones pueden ser de diferentes tipos: cambios en los límites entre los
agrupamientos, creación de nuevos grupos para contemplar elementos nuevos, etc. Pero
en todos los casos el sistema dictará las normas para la definición y denominación de
los elementos que se incluyen.
Como ya fuera señalado, una de las mayores limitaciones del sistema de clasificación
vigente en el país (Riecken, 1959; Marchesi y Durán, 1969) es la que se relaciona con la
nomenclatura utilizada. Al respecto, fue ya analizada (pág. 8 a 13) la inconveniencia de
algunos nombres empleados en las categorías de Orden, Suborden y Gran Grupo.
24
definiciones en su aspecto conceptual, sino también en lo concerniente a la
nomenclatura empleada.
Existen en el nuevo sistema dos nombres tomados de la leyenda del Mapa Mundial de
Suelos de FAO-UNESCO (Dudal, 1968) -Arenosoles y Fluvisoles- cuyas definiciones
se han modificado en un mayor grado que los indicados en el párrafo anterior. Aún en
tales casos, el concepto general de esos grupos se mantiene.
Cabe señalar que aparecen en el nuevo sistema dos nombres que son enteramente
originales, Brunosoles y Argisoles. El primero corresponde al grupo que incluye
principalmente la gran mayoría de los suelos llamados hasta ahora Praderas Pardas,
Praderas Negras, Praderas Rojas y Regosoles; el segundo incluye numerosas Praderas
Pardas máximas y Praderas Arenosas.
A estos efectos se optó por crear -como caso de excepción- nuevos nombres ante la falta
de otra alternativa más satisfactoria, más aún, tratándose de suelos de gran importancia
por su extendida distribución geográfica en el país.
25
Corresponde señalar que, a nivel de Orden, los cambios -aunque obviamente menos
numerosos- son mucho más radicales. Así, en el nuevo sistema, los agrupamientos en
este taxon son completamente diferentes de los del sistema anterior tanto en su
definición como en su nomenclatura y en su número. Las bases para los agrupamientos
de suelos a nivel de Orden se analizan en el párrafo siguiente.
ORDEN
GRAN GRUPO
SUBGRUPO
CLASE
SUBCLASE
TIPO
FAMILIA
El sistema tiende a ser homogéneo en todos sus niveles, es decir que a nivel de una
misma categoría el criterio utilizado para establecer subdivisiones siempre es el mismo.
1. ORDEN
Al nivel más elevado, los suelos se reparten en seis órdenes. Conceptualmente cada
Orden agrupa suelos donde se hace claro el predominio de determinados procesos
pedogenéticos o, en caso contrario, donde no se hace evidente ningún proceso
claramente dominante.
- desarrollo del perfil dominado por una fuerte meteorización de los minerales
primarios acompañada de lavado intenso de los productos resultantes y
formación de arcillas de baja actividad química,
26
2. GRAN GRUPO
3. SUBGRUPO
4. CLASE
En tal sentido, se establecen tres Clases. Se consideran éutricos a los suelos con un alto
tenor de bases intercambiables, subéutricos a los de tenor intermedio y dístricos a los de
tenores bajos.
La definición precisa de cada Clase varía ligeramente según el Gran Grupo a que se
aplica y se indica más adelante, al desarrollar las definiciones de este taxon.
Al igual que para los Subgrupos, la división en Clases se aplica solamente a aquellos
Grandes Grupos donde la misma tiene significado científico y práctico.
En esta categoría se hace importante la influencia del material madre como factor de
formación.
5. SUBCLASE
27
Se establecen cuatro Subclases según el horizonte diagnóstico superficial sea melánico
úmbrico, ócrico o hístico. Las definiciones de estos horizontes se dan más adelante.
6. TIPO
7. FAMILIA
Las familias separan grupos según la granulometría del horizonte A, para lo cual se han
establecido familias texturales que se indican en la figura de la página siguiente. Este
diagrama se ha elaborado por simplificación del triángulo textural de doce clases usado
habitualmente en el país.
8. FASES
Además de las siete categorías enumeradas, el sistema utiliza fases para tener en cuenta
factores bastante diversos, que no han sido contemplados en las categorías superiores y
que en general reflejan la actividad de procesos genéticos menores o el efecto
condicionante de algún factor de formación y que tiene como común denominador el de
afectar de manera significativa el valor agronómico del suelo en la mayoría de los casos.
28
29
D. HORIZONTES DIAGNOSTICO
GENERALIDADES
Las definiciones de los horizontes diagnóstico que siguen han sido extraídas en gran
parte de las utilizadas en la clasificación de suelos vigente en EE.UU (Soil Survey Staff,
1960 y 1967) y en la leyenda del Mapa Mundial de Suelos de FAO-UNESCO (Dudal,
1968).
Sin embargo las definiciones adoptadas se han elaborado en base al conocimiento actual
de los suelos del país y se han ajustado a los requerimientos de la clasificación nacional.
Los horizontes diagnóstico superficiales son aquellos que se forman en la superficie del
suelo o adyacentes a la misma y por encima de un horizonte B, C, o R. Pueden
aparecer directamente en la superficie del suelo o por debajo de un horizonte O, A1 o
Ap o enterrados por deposiciones sedimentarias de espesor no mayor a 50 cm.
Horizontes diagnóstico superficiales enterrados a más de 50 cm. de profundidad no
tienen carácter diagnóstico en la clasificación.
- los horizontes superiores eluviales que han perdido arcilla, hierro, aluminio,
materia orgánica, solos o en combinación, con una concentración resultante
de cuarzo y otros minerales resistentes en las fracciones limo o arena,
Los horizontes diagnóstico subsuperficiales son aquellos que se forman por debajo de la
superficie del suelo o, más exactamente, por debajo de uno o más horizontes
diagnóstico superficiales. No obstante, pueden aparecer en la superficie, si el suelo fue
30
truncado parcialmente por erosión. En este caso el suelo puede ser recubierto por
deposiciones sedimentarias posteriores; horizontes diagnóstico subsuperficiales
enterrados a más de 50 cm. de profundidad no tienen carácter diagnóstico en la
clasificación.
Tal como se definen aquí, los horizontes diagnóstico subsuperficiales pueden coincidir
totalmente con el horizonte B del perfil, con una parte del mismo, con el horizonte C -
total o parcialmente- o con el horizonte C y la parte inferior del horizonte B.
HORIZONTE MELÁNICO
Se admite un chroma de hasta 4,5 en húmedo para aquellos horizontes superficiales que
cumpla con las propiedades 2 a 5 del horizonte melánico.
3. MATERIA ORGÁNICA: una vez mezclados los primeros 20 cm. del perfil, un
contenido igual o mayor de 2 por ciento de materia orgánica (1,16 por ciento de
carbono orgánico).El límite superior coincide con el límite inferior del horizonte hístico.
31
HORIZONTE UMBRICO
El horizonte úmbrico cumple con los requisitos de color, contenido de materia orgánica
y espesor del horizonte melánico, pero su saturación en bases (a pH 7,0) es menor de 50
por ciento y/o su textura es arenoso franca más gruesa.
HORIZONTE HÍSTICO
El horizonte hístico debe poseer un contenido de materia orgánica mínimo, que varía en
función de la textura, según la siguiente pauta:
HORIZONTE OCRICO
HORIZONTE ALBICO
32
que siempre se cumple es que el color en seco es significativamente más claro que en
húmedo.
Una característica muy consistente, que surge del bajo contenido de arcilla y de su
posible degradación a este nivel, es que la capacidad de intercambio catiónico es
mínima al nivel del horizonte álbico.
En resumen, un horizonte para ser considerado álbico debe poseer la mayoría de las
siguientes características:
HORIZONTE ARGILUVICO
33
forma siempre inmediatamente por debajo de un horizonte que ha perdido arcilla por
eluviación.
2. ESPESOR: debe ser igual o mayor de 1/10 del espesor total de los horizontes
superiores y en adición, el límite inferior debe encontrarse a una profundidad mayor de
20 cm.
3. PELÍCULAS DE ARCILLA:
a. Si el suelo es masivo, debe haber arcillas orientadas sobre los granos de arena u otras
fracciones gruesas y en algunos poros.
34
HORIZONTE NATRICO
El horizonte nátrico es un tipo especial de horizonte argilúvico, del cual reúne todas sus
propiedades y en adición presenta generalmente estructura columnar o prismática y alto
contenido en sodio intercambiable. Sus propiedades físicas y químicas desfavorables
para la agricultura así, como su particular estructura, hacen conveniente considerarlo un
horizonte diagnóstico aparte y no una variante del horizonte argilúvico, con el cual
tienen muchas propiedades en común.
HORIZONTE CAMBICO
El grado de alteración no es suficiente como para haber destruido todos los minerales
alterables (feldespatos, micas, etc.). Los carbonatos han sido eliminados total o
parcialmente, pero la acumulación de material coloidal es nula o muy débil para ser
considerado un horizonte iluvial.
35
3. MINERALES ALTERABLES: existentes en las fracciones arena y limo.
HORIZONTE GLEICO
Esto se refleja en colores de matriz próximos al neutro, que pueden estar acompañados
por moteados prominentes y/o tonalidades azuladas o verdosas, que cambian al ser
expuestas al aire durante un cierto tiempo.
El criterio usado para definir el horizonte gleico es el color que le imparten las formas
reducidas del hierro, lo cual plantea algunos problemas. El principal de ellos, es la
distinción entre los colores de gleización y colores similares heredados, el horizonte no
se considera gleico.
3. Para hue 5 Y o más azules o verdes, debe tener chroma 3 o menos y value 3,5 o
más.
5. Si existen motas por lo menos comunes (más de 2 por ciento) de hue 5 GY, 5 G,
5 BG, o 5 B, se admiten colores de matriz con hue 10 YR, N, 2,5 Y o 5 Y, cualquiera
sea el value o el chroma.
36
6. Un horizonte que cumpla con alguno de los requisitos 1 a 5, pero que a la vez se
ajuste a la definición de horizonte álbico, no se considera horizonte gleico.
AUTOGRANULADO
Los términos típicos y lúvico se aplican a los suelos que, presentando un horizonte B
iluvial, carecen de un cambio textural abrupto.
37
El término abrúptico se aplica a los suelos que presentan un horizonte B iluvial, con un
cambio textural abrupto.
Los límites precios de estos caracteres de indican más adelante al tratarse las categorías
de la clasificación.
CARAS DE DESLIZAMIENTO
Son superficiales lustrosas, a veces estriadas, producidas por la fricción de una masa de
suelo contra otra. Su origen se relaciona a los movimientos de expansión y contracción
asociados con los cambios de humedad que ocurren en ciertos suelos ricos en arcillas
expansibles.
CONTACTO LITICO
El material rocoso debe ser continuo, excepto por la existencia de fracturas y fisuras, las
cuales deben ser escasas y su espaciado promedio en la horizontal debe ser de 10 cm o
más. Su coherencia es tal que no es posible excavarlo cuando húmedo con una pala
aunque puede ser partido o raspado con ella e impide la penetración de las raíces, salvo
a través de las diaclasas.
MICRORELIEVE «GILGAI»
VALOR N
A- 2
N = ------------
L + 3 H
donde:
38
L: porcentaje de arcilla
Los suelos que periódicamente tienen contenido de humedad por debajo de la capacidad
de campo, rara vez o nunca poseen valores N de 0,5 o más. Sólo los que han estado
permanentemente saturados pueden presentar valores altos. En consecuencia, los
valores N elevados suelen encontrase solamente en los suelos de marismas, pantanos o
lagunas poco profundas.
39
IV. SISTEMA DE CLASIFICACION
Un Gran Grupo cualquiera posee las propiedades del Orden al que pertenece más las
usadas para diferenciarlo de los restantes Grandes Grupos de ese Orden.
Para las categorías por debajo de Gran Grupo no se incluye clave alguna ya que, una
vez clasificado el suelo en el Gran Grupo correspondiente por medio de la clave, es
relativamente sencillo ubicarlo en el grupo correcto a cualquier nivel inferior.
40
CLAVE PARA ORDENES Y GRANDES GRUPOS DE SUELOS
A. Suelos que, salvo que hayan sido artificialmente drenados, están saturados de
agua, al menos durante la mayor parte del año, carecen de horizonte nátrico y poseen
una o más de las siguientes características»
2. Un horizonte hístico.
1. Un horizonte nátrico.
41
Gran Grupo V.1. Solonetz
C. Otros suelos que, una vez mezclados los primeros 30 cm. (por ejemplo, por arada) no
presentan ningún horizonte diagnóstico subsuperficial de carácter iluvial.
a. Suelos Poco Desarrollados que una vez mezclados los primeros 30 cm. (por
ejemplo, por arada) no presentan ningún horizonte diagnóstico subsuperficial y que
poseen un contacto lítico a 30 cm. o menos de profundidad y por encima un horizonte
ócrico, melánico o úmbrico.
42
i. 120 cm. o más, o
D. Otros suelos que presentan un horizonte argilúvico que, por lo menos en algún
subhorizonte, tiene una saturación de bases menor de 50 por ciento (a pH 7.0) y/o un
contenido de aluminio intercambiable mayor de 5 por ciento. Además cumplen con uno
o más de los siguientes requisitos:
43
entre ambos horizontes o bien, una relación entre 2 y 3, si muestran una transición
abrupta entre los horizontes A y B.
Además:
F. Otros Suelos
44
2. Evidencias de automezclado, tales como inclusiones de material de un horizonte
dentro de otro.
3. Autogranulado.
4. Microrelieve.
Cuando se consideran en su conjunto los suelos del país, resulta evidente que uno de los
rasgos más significativos es la tendencia generalizada al desarrollo de horizontes
subsuperficiales iluviales (horizontes argilúvico y nátrico). Aún en suelos poco a
moderadamente profundos es frecuente la existencia de horizontes de acumulación de
arcilla, los que de acuerdo al conocimiento existente, requieren un tiempo prolongado
para su desarrollo.
Los Suelos Poco Desarrollados desde este punto de vista, presentan como rasgo común,
la ausencia de procesos de iluviación de arcilla.
45
Por todo lo que antecede, se ha entendido como más conveniente y mejor adaptado a las
condiciones del país ampliar el concepto usual de suelos poco desarrollados para incluir
en los mismos a una variedad de suelos que tienen como rasgo común la ausencia de
horizontes diagnóstico subsuperficiales de carácter iluvial.
Dentro del Orden., un Gran Grupo presenta contacto lítico a 30 cm. o menos de
profundidad y pueden presentar cualquier tipo de horizonte superficial capaz de
formarse en esas condiciones. Se entiende que la profundidad muy limitada justifica que
se les considere poco desarrollados.
Un segundo Gran Grupo comprende suelos profundos o muy profundos, que se han
formado sobre sedimentos arenosos muy jóvenes. En casos extremos, las superficies
aún no se han estabilizado por lo que están sujetas a la acción morfogenética del agua y
el viento. En estos suelos no se han formado casi horizontes discernibles y son poco
desarrollados en sentido estricto.
Otro Gran Grupo incluye suelos profundos y jóvenes, derivados de materiales de origen
aluvial, que no muestran evidencias importantes de desarrollo genético salvo
acumulación de materia orgánica.
Finalmente, se incluyen en otro Gran Grupo los suelos que presentan horizontes
alterados que muestran pérdida de bases, hierro y/o aluminio, pero que retienen
minerales alterables y no poseen horizontes enriquecidos en arcillas silicatadas, de
origen iluvial.
Debe señalarse que no todos los suelos sin horizontes diagnóstico subsuperficiales de
carácter iluvial están incluidos en el Orden de Suelos Poco Desarrollados.
Aquellos que se han desarrollado en presencia de una napa freática alta y acusan
síntomas de hidromorfismo acentuado, se incluyen en el Orden de Suelos
Hidromórficos.
Por otra parte, los suelos superficiales (pero sin contacto lítico a 30 cm. o menos),
moderadamente profundos o profundos, con horizonte melánico, pero sin horizontes
diagnóstico subsuperficiales de carácter iluvial, se incluyen en el Orden de Suelos
Melánicos porque existen pruebas de su relación genética estrecha con los otros suelos
del Orden. A esto podrían agregarse argumentos de índole práctica, pero asimismo
válidos, ya que en términos generales son suelos de alto valor agronómico, como lo son
los Suelos Melánicos en su conjunto, en contraposición a la gran mayoría de los Suelos
Poco Desarrollados, de uso agronómico mucho más restringido.
46
DEFINICIÓN
Los Suelos Poco Desarrollados son suelos minerales que, una vez mezclados los
primeros 30 cm. (por ejemplo, por arada), no presentan ningún horizonte diagnóstico
subsuperficial de carácter iluvial. Pueden presentar un horizonte gleico a más de 120
cm. de profundidad, un horizonte álbico o un horizonte cámbico de saturación en bases
de menor de 50 por ciento (a pH 7.0). Además presentan una de las siguientes
combinaciones de características:
I.1. LITOSOLES
I.2. ARENOSOLES
I.3. FLUVISOLES
I.4. INCEPTISOLES
El concepto central de este Gran Grupo es el de suelos superficiales, cuyo espesor está
limitado por un contacto lítico a 30 cm. o menos de profundidad. En estos suelos, el
arraigamiento está limitado por la profundidad del solum y únicamente la presencia de
grietas o diaclasas en la roca permite la penetración de las raíces a mayor profundidad.
47
Los Litosoles aparecen sobre rocas que han resistido la meteorización, proceso
favorecido comúnmente por una topografía quebrada que facilita la erosión de los
productos resultantes.
Algunos pocos Litosoles presentan un delgado horizonte subsuperficial que reúne las
características de un horizonte cámbico o argilúvico, pero que desaparecería si el suelo
fuera arado. Tales horizontes no se consideran diagnóstico para evitar clasificar suelos
vírgenes y cultivados similares en grupos diferentes.
Desde el punto de vista genético, no puede decirse que los Litosoles son suelos jóvenes,
debido a que la mayoría de ellos muestran evidencias claras de una acción prolongada
de los procesos de formación del suelo, tales como acumulación de materia orgánica,
formación de arcilla, desarrollo de estructura y liberación de óxidos.
DEFINICIÓN
Los Litosoles son Suelos Poco Desarrollados, que una vez mezclados los primeros 30
cm. (por ejemplo, por arada), no presentan ningún horizonte diagnóstico subsuperficial
y que poseen un contacto lítico a 30 cm. o menos de profundidad y por encima un
horizonte ócrico, melánico o úmbrico.
Comprende a los Litosoles que poseen una capacidad de intercambio catiónico mayor
de 25 meq/100 g. de suelo y un porcentaje de saturación en bases mayor de 60 por
ciento (a pH 7.0).
48
CLASE I.1.B. LITOSOLES SUBEUTRICOS
Son los Litosoles que poseen una capacidad de intercambio catiónico comprendida entre
10 y 25 meq/100 g. de suelo, cualquiera sea su porcentaje de saturación en bases o bien,
una capacidad de intercambio catiónico mayor de 25 meq/100 g. de suelo pero un
porcentaje de saturación en bases menor de 60 por ciento (a pH 7.0).
Comprende a los Litosoles que poseen una capacidad de intercambio catiónico menor
de 10 meq/100 g. de suelo, cualquiera sea su porcentaje de saturación en bases.
49
Comprende a los Litosoles Dístricos con horizonte úmbrico.
Este Gran Grupo incluye a los Suelos Poco Desarrollados de texturas gruesas (arenoso
franca y arenosa) hasta una profundidad considerable.
El material madre está constituido por arenas de origen fluvial o marino, que en la
mayoría de los casos han sido redistribuidas por el viento dando origen a la formación
de dunas.
Las playas y dunas móviles sin vegetación o con vegetación insuficiente para estabilizar
la arena no se consideran suelo y en consecuencia quedan excluidos de los Arenosos: Se
les denominará Arenas.
DEFINICIÓN
Los Arenosoles son Suelos Poco Desarrollados que no presentan ningún horizonte
diagnóstico subsuperficial. La textura es arenoso franca o más gruesa hasta una
profundidad de:
50
SUBCLASE I.2.a. ARENOSOLES OCRICOS
Los Fluvisoles pueden estar inundados por períodos muy variables de tiempo, no
obstante lo cual carecen de colores gley, salvo en horizontes muy profundos, ya que
durante el verano se secan hasta considerable profundidad.
Dado su origen y naturaleza, los Fluvisoles están restringidos a una franja delgada en las
márgenes de algunos cursos de agua importantes.
DEFINICIÓN
Los Fluvisoles son Suelos Poco Desarrollados que carecen de horizontes diagnóstico
subsuperficiales excepto tal vez un horizonte gleico a más de 120 cm. de profundidad.
Poseen horizontes con límites claros, colores y/o texturas diferentes, pero no
relacionados al desarrollo monocíclico del perfil sino a estratificación de origen aluvial
y carecen de contacto lítico a menos de 50 cm.
Se excluyen del Gran Grupo los perfiles enterrados que presentan por encima de ellos,
menos de 50 cm. de sedimentos estratificados de origen aluvial.
51
SUBGRUPO I.3.i. FLUVISOLES ISOTEXTURALES
Son los Fluvisoles en los que, en los primeros 120 cm., la fracción limo no varía en un
entorno mayor de 30 por ciento o la fracción arena en un entorno mayor de 20 por
ciento.
En el caso de que existan variaciones texturales que excedan estos límites, son
Fluvisoles Isotexturales aquellos suelos en que el o los horizontes discordantes no
superan el 20 por ciento del espesor total del perfil.
Son los Fluvisoles en los que, en los primeros 120 cm. la fracción limo varía en un
entorno mayor de 30 por ciento, o la fracción arena varía en un entorno mayor de 20 por
ciento y donde el espesor del o los horizontes discordantes supera el 20 por ciento del
espesor total del perfil.
52
GRAN GRUPO I.4. INCEPTISOLES
DEFINICIÓN
5. Presentan texturas más finas que arenoso franco si la profundidad del solum
es mayor de 50 cm. No tienen limitación de textura si la profundidad del
solum es menor de 50 cm.
Comprende a los Inceptisoles con horizonte melánico, por debajo del cual aparecen
horizontes con menos de 50 por ciento de saturación en bases (a pH 7,0).
53
Comprende a los Inceptisoles con horizonte ócrico.
Los suelos de este Orden tienen como característica común la presencia de un horizonte
melánico. Por debajo existen normalmente horizontes diagnóstico subsuperficiales de
alta saturación en bases y sin evidencias de hidromorfismo acentuado ni de alteración
química muy avanzada.
Se agrupan aquí los suelos con humus biológicamente activo, en los cuales el tenor en
materia orgánica de los horizontes superiores es alto y decrece gradualmente hacia la
base del solum (carácter isohúmico). Son suelos en los que ha habido descomposición y
acumulación de materia orgánica, fundamentalmente por descomposición de raíces de
especies de pradera dentro del perfil y en presencia de calcio, generando formas de
humus muy polimerizadas.
Son de texturas medias o finas, con predominio de arcillas de tipo 2:1 y el catión
dominante en el complejo de intercambio es el calcio.
No todos los suelos con horizonte melánico están incluidos en este Orden. Se excluyen
aquellos que presentan síntomas marcados de gleización a escasa profundidad o
contenido alto de sodio intercambiable en alguna parte del perfil o que son muy
superficiales. También se excluyen los suelos que poseen un horizonte argilúvico de
fuerte alteración química y/o baja saturación en bases. Por último, tampoco se incluyen
en los Suelos Melánicos aquellos suelos que poseen un horizonte álbico ni aquellos que
presentan un horizonte argilúvico muy compacto, de máximo desarrollo,
inmediatamente por debajo de un horizonte A muy eluviado.
En su conjunto, este Orden agrupa a los suelos de mayor productividad agrícola del
país.
54
significativamente, tanto del punto de vista pedogenético como del de su
comportamiento agronómico, a causa de su particular mineralogía en la fracción arcilla.
DEFINICIÓN
Los Suelos Melánicos son suelos minerales que poseen un horizonte melánico y que
presentan una de las siguientes combinaciones de características:
1. Horizonte nátrico.
II.1. BRUNOSOLES
II.2. VERTISOLES
El concepto central del Gran Grupo es el de suelos oscuros, con contenidos elevados de
materia orgánica y en general de texturas medias, por lo menos en los horizontes
superficiales.
55
El horizonte B es en general argilúvico, moderadamente diferenciado, de color oscuro y
con una estructura bien expresada, pero que no restringe excesivamente los
movimientos del aire y del agua.
En ciertos casos, el horizonte B puede ser cámbico y éste es por lo común de colores
más claros que el horizonte superficial.
Por otro lado, cuando esta lixiviación va acompañada de una meteorización más intensa,
el perfil tiende a empobrecerse en bases, a la vez que aparecen arcillas de tipo 1:1 en
cantidades significativas: estos suelos se acercan al límite con los del Orden de Suelos
Desaturados - Lixiviados (Luvisoles).
DEFINICIÓN
Los Brunosoles son Suelos Melánicos que cumplen con una de las siguientes
características:
Además, carecen de las características que definen el Gran Grupo de los Vertisoles (ver
pag. 46).
Esta Clase comprende a los Brunosoles que cumplen con una de las siguientes
combinaciones de características:
56
de 25 meq/100 g. de suelo y su porcentaje de saturación en bases (a pH 7,0) mayor de
60 por ciento.
Esta Clase comprende a los Brunosoles que cumplen con una de las siguientes
combinaciones de características:
57
1. Si la relación de arcilla entre los horizontes B y A es menor de 1,2:
58
se agrupan los suelos de la Clase que cumplen con una de las siguientes combinaciones
de características:
Esta Clase comprende a los Brunosoles con un horizonte superficial (primeros 20 cm)
con capacidad de intercambio catiónico de 10 meq/100 g o menor, cualquiera sea su
porcentaje de saturación en bases.
59
2. Poseen una relación de porcentajes de arcilla entre los horizontes B y A igual
o mayor que 2, pero menor que 3 y muestran una transición clara o más
gradual entre los horizontes A y B.
Son muy plásticos y pegajosos, de permeabilidad muy lenta y tienen alta capacidad de
retención de agua. Tienen alta capacidad de intercambio catiónico y por ser suelos muy
poco lixiviados, alta saturación en bases, de las cuales más del 80 por ciento
corresponde al calcio.
Los movimientos que sufren estos suelos al expandirse, provocan la formación de caras
de deslizamiento, especialmente comunes en los horizontes inferiores. Además estos
movimientos pueden llevar a la destrucción de las películas de arcilla de las caras de los
agregados, pero a su vez favorecen la reorientación «in situ» de las partículas de arcilla
formando «caras de presión». Estas son a menudo difíciles de distinguir en el campo de
las arcillas de origen iluvial, lo que dificulta la interpretación del origen de las pátinas
brillantes que recubren los agregados en los horizontes subsuperficiales de los
Vertisoles.
Otros caracteres típicos de los suelos de este Gran Grupo, relacionados con los
fenómenos de expansión y contracción, son el microrelieve y el automezclado.
60
caso a la parte convexa del microrelieve (fase superficial) y el segundo a la cóncava
(fase profunda): son los suelos con doble perfil. El origen de este carácter está
seguramente relacionado con los fenómenos de expansión-contracción y automezclado
del suelo, pero sus génesis aún no está aclarada. De todas maneras, este rasgo tiene una
importancia morfológica y agrícola significativa, por lo cual su presencia o ausencia es
el criterio para dividir el Gran Grupo en Subgrupos. Los Vertisoles de doble perfil
presentan una sucesión de horizontes de tipo A-C o A-Bt-C, pero en este último caso el
horizonte argilúvico aparece sólo en la fase profunda, por lo cual es horizontalmente
discontinuo. Estos suelos constituyen una excepción al concepto tradicional de que los
Vertisoles no poseen un horizonte B textural. Sin embargo se los ha incluido en el Gran
Grupo porque presentan las demás características que los definen.
Aún los Vertisoles sin horizonte argilúvico presentan algunos síntomas de eluviación de
arcillas y existen intergrados hacia otros Suelos Melánicos.
Este hecho, único a la existencia de importantes caracteres comunes con los otros
Suelos Melánicos, ha llevado a incluir a los Vertisoles como un Gran Grupo dentro de
estos últimos en vez de considerarlos como un Orden separado, como es la tendencia en
varios sistemas modernos (EE.UU. y Francia).
DEFINICIÓN
Los Vertisoles son Suelos Melánicos que carecen de contacto lítico a menos de 50 cm
de profundidad y que una vez mezclados los primeros 20 cm (por ejemplo por arada),
carecen de un horizonte argilúvico horizontalmente continuo. Poseen más de 35 por
ciento de arcilla en todo el solum excepto, tal vez, cuando presentan doble perfil. En los
períodos secos, presentan grietas de al menos 1 cm de ancho hasta una profundidad de
50 cm y presentan una o más de las siguientes características:
3. Autogranulado.
4. Microrelieve.
61
SUBGRUPO II.2.i. VERTISOLES HAPLICOS
Este Subgrupo incluye a los Vertisoles que carecen de doble perfil. No poseen más
horizontes diagnóstico que un horizonte melánico de gran espesor, siendo su perfil de
tipo A-C. La parte inferior del mismo presenta casi siempre una estructura más gruesa,
por lo cual algunos lo consideran como un horizonte B «estructural» más que como una
parte del horizonte A.
DEFINICIÓN
Los Vertisoles Háplicos son aquellos Vertisoles que carecen de doble perfil.
Este Subgrupo incluye a los Vertisoles de doble perfil. Pueden presentan un perfil tipo
A-C, A(B)-C, o A-Bt-C. Cuando existen horizontes (B) o Bt, ellos parecen sólo en la
fase profunda del perfil. La presencia o ausencia de películas de arcilla iluvial en el
horizonte B es muy difícil de determinar en el campo, por lo cual, el criterio usado para
detectar el horizonte argilúvico, cuando no se aprecian películas, es la relación entre el
porcentaje de arcilla de los horizontes inferiores y superiores. Sin embargo, para
apreciar la naturaleza iluvial de estos horizontes sería necesario indudablemente recurrir
a estudios más detallados.
En las tierras cultivadas, el laboreo ha nivelado la superficie del suelo, aún así, es
frecuente observar diferencias de desarrollo entre las plantas según se encuentren sobre
la fase superficial o profunda del suelo.
62
Es evidente que la existencia del doble perfil, aparte de su significado morfológico y
genético, tiene un efecto importante en el desarrollo de las plantas, lo que justifica su
uso como criterio de clasificación.
DEFINICIÓN
Los Vertisoles Rúpticos son aquellos Vertisoles que presentan doble perfil.
Bajo condiciones extremas de lixiviación puede llegar a formarse una napa colgada de
carácter temporario sobre el horizonte B. Este fenómeno se ve favorecido por un
relieve suave o plano o por una textura muy liviana en el horizonte A.
63
Lixiviados, en los cuales la lixiviación mecánica va acompañada de una pérdida de
bases, no sólo del horizonte superficial sino también de los más profundos.
DEFINICIÓN
Los Suelos Saturados Lixiviados son suelos minerales que presentan un horizonte
argilúvico de más de 50 por ciento de saturación de bases (a pH 7,0) en todos sus
subhorizontes y que cumplen con una de las siguientes combinaciones de
características:
Además:
III.1. ARGISOLES
III.2. PLANOSOLES
Este Gran Grupo comprende los suelos donde, si bien la lixiviación de arcillas no
alcanza en muchos casos a un grado máximo, es no obstante, el proceso pedogenético
dominante.
64
poco durable, fenómeno que se traduce en un horizonte A2 (E) discontinuo o muy
delgado, que no tiene un valor taxonómico muy importante.
DEFINICIÓN
Los Argisoles son Suelos Saturados Lixiviados que cumplen con una de las siguientes
características:
Comprende a los Argisoles con horizonte superficial (primeros 20 cm) con capacidad de
intercambio catiónico mayor de 20 meq/100g de suelo y porcentaje de saturación de
base mayor de 60 por ciento (a pH 7,0).
Comprende a los Argisoles Eutricos Melánicos sin cambio textural abrupto ni horizonte
álbico.
65
Comprende a los Argisoles Eutricos Melánicos con cambio textural abrupto o con un
horizonte álbico discontinuo o de menos de 3 cm de espesor.
Comprende a los Argisoles Eutricos Ocricos sin cambio textural abrupto ni horizonte
álbico.
Comprende a los Argisoles Eutricos Ocricos con cambio textural abrupto o con un
horizonte álbico discontinuo o de menos de 3 cm de espesor.
Comprende a los Argisoles con un horizonte superficial (primero 20 cm) que cumple
con una de las siguientes combinaciones de características:
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Tipo III.B.a1. Argisoles Subéutricos Melánicos Típicos
Comprende a los Argisoles Subéutricos Melánicos con cambio textural abrupto o con
un horizonte álbico discontinuo o de menos de 3 cm de espesor.
Comprende a los Argisoles Subéutricos Ocricos con cambio textural abrupto o con un
horizonte álbico discontinuo o de menos de 3 cm de espesor.
Son menos frecuentes que las Subclases anteriores y se dividen en dos tipos:
Comprende a los Argisoles Subéutricos Umbricos con cambio textural abrupto o con un
horizonte álbico discontinuo o de menos de 3 cm de espesor.
67
CLASE III.1.C. ARGISOLES DISTRICOS
Comprende a los Argisoles con horizonte superficial (primeros 20 cm) con una
capacidad de intercambio catiónico de 10 meq/100g de suelo o menor.
Comprende a los Argisoles Dístricos Melánicos sin cambio textural abrupto ni horizonte
álbico.
Comprende a los Argisoles Dístricos Melánicos con cambio textural abrupto o con un
horizonte álbico discontinuo o de menos de 3 cm de espesor.
Comprende a los Argisoles Dístricos Ocricos sin cambio textural abrupto ni horizonte
álbico.
68
Comprende a los Argisoles Dístricos Ocricos con cambio textural abrupto o con un
horizonte álbico discontinuo o de menos de 3 cm de espesor.
Comprende a los Argisoles Dístricos con horizonte úmbrico. No se han encontrado aún
suelos de esta Subclase en el país.
Este Gran Grupo comprende los suelos que presentan como característica fundamental
un horizonte argilúvico de máximo desarrollo y muy poco permeable, que ha originado
una napa colgada de duración considerable. Debido a esto, presentan un horizonte
álbico continuo y de espesor significativo, con una transición abrupta al horizonte
iluvial subyacente, salvo algunos casos en que este último muestra síntomas incipientes
de degradación.
Sin embargo, no todos los suelos que presentan un horizonte álbico están incluidos en
este Gran Grupo. Se excluyen aquellos suelos que si bien lo poseen, están
caracterizados por otros procesos pedogenéticos. Así, por ejemplo, suelos desaturados
y muy fuertemente meteorizados, aunque presentan un horizonte álbico, se incluyen en
el orden de los Suelos Desaturados Lixiviados y el carácter álbico está considerado a
nivel de Tipo.
DEFINICIÓN
Los Planosoles son suelos Saturados Lixiviados que tienen un horizonte álbico continuo
de más de 3cm de espesor por encima del horizonte argilúvico.
69
III.2.A.b. PLANOSOLES EUTRICOS OCRICOS
70
III.2.C.b. PLANOSOLES DISTRICOS OCRICOS
Este Orden agrupa suelos profundos, con una secuencia de horizonte A-Bt-C en la cual
el B es un horizonte argilúvico desarrollado.
El proceso de lixiviación es muy intenso, favorecido en la mayoría de los casos por las
texturas livianas de los materiales geológicos a partir de los cuales se originan
generalmente estos suelos. Este proceso no solamente ha provocado una translocación
importante de arcillas, sin también un intenso lavado de bases y una fuerte acidificación,
siendo comunes valores de pH entre 4,0 y 5,5.
El grado de meteorización de estos suelos es avanzado para las condiciones del país, lo
que se pone en evidencia por la liberación de óxidos de hierro que imparten colores
vivos al suelo, por el contenido generalmente bajo de minerales alterables en las
fracciones limo y arena y por la existencia de minerales arcillosos tipo 1:1 en cantidades
importantes en la fracción coloidal.
71
materia orgánica, probablemente en asociación con la arcilla. Los compuestos
orgánicos son en general menos polimerizados que en otros tipos de suelo,
especialmente en el horizonte B.
En su conjunto, este Orden agrupa los suelos de menor fertilidad natural del país.
DEFINICIÓN
Los Suelos desaturados Lixiviados son suelos minerales que presentan un horizonte
argilúvico que, por lo menores en algún subhorizonte, tiene una saturación en bases
menor de 50 por ciento (a pH 7,0) y/o un contenido de aluminio intercambiable mayor
de 5 por ciento. Además, cumplen con uno o más de los siguientes requisitos:
IV.1. LUVISOLES
IV.2. ACRISOLES
Este Gran Grupo incluye a los suelos menos meteorizados y empobrecidos del Orden de
los Suelos Desaturados Lixiviados.
De acuerdo a la información existente, las fracciones gruesas de estos suelos poseen una
cierta reserva de minerales primarios alterables y la capacidad de intercambio de la
fracción arcilla oscila, en general, entre 25 y 40 meq/100 g.
Dentro del Orden de los Suelos Desaturados Lixiviados, los Luvisoles son los que
tienen mayores contenidos de materia orgánica, no siendo infrecuentes los horizontes
melánicos o úmbricos.
72
Los colores más comunes de los horizontes B de estos suelos son los pardos y pardo
amarillentos o rojizos a veces con moteados prominentes de colores rojos.
DEFINICIÓN
Los Luvisoles son Suelos Desaturados Lixiviados que cumplen con una de las
siguientes combinaciones de características:
Comprende a los Luvisoles Melánicos sin cambio textural abrupto ni horizonte álbico.
Comprende a los Luvisoles Melánicos con cambio textural abrupto o con un horizonte
álbico discontinuo o de menos de 3 cm de espesor.
73
Tipo IV.1.a3. Luvisoles Melánicos Albicos
Comprende a los Luvisoles Ocricos sin cambio textural abrupto ni horizonte álbico.
Comprende a los Luvisoles Ocricos con cambio textural abrupto o con un horizonte
álbico discontinuo o de menos de 3 cm de espesor.
Comprende a los Luvisoles Umbricos sin cambio textural abrupto ni horizonte álbico.
74
Comprende a los Luvisoles Umbricos con cambio textural abrupto o un horizonte álbico
discontinuo o de menos de 3 cm de espesor.
Este Gran Grupo corresponde a los suelos más lixiviados y meteorizados del Orden.
Los contenidos de materia orgánica son muy bajos y prácticamente siempre aparece un
máximo en el horizonte B2 (Bt).
Por todas las características enumeradas, los Acrisoles son los suelos de menor
fertilidad del país.
Los colores son a veces semejantes a los de los Luvisoles, pero muchos perfiles
presentan colores francamente rojos en los horizontes B y C.
DEFINICIÓN
Los Acrisoles son Suelos Desaturados Lixiviados que poseen un horizonte argilúvico
cuya saturación en bases (a pH 8,2) es menor de 35 por ciento, al menos en los
subhorizontes inferiores.
75
La Subclase se divide en tres Tipos:
Comprende a los Acrisoles Melánicos sin cambio textural abrupto ni horizonte álbico.
Comprende a los Acrisoles Melánicos con cambio textural abrupto o con un horizonte
álbico discontinuo o de menos de 3 cm de espesor.
Comprende a los Acrisoles Ocricos sin cambio textural abrupto ni horizonte álbico.
Comprende a los Acrisoles Ocricos con cambio textural abrupto o con un horizonte
álbico discontinuo o de menos de 3 cm de espesor.
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SUBCLASE IV.2.c. ACRISOLES UMBRICOS
Comprende a los Acrisoles Umbricos sin cambio textural abrupto ni horizonte álbico.
Comprende a los Acrisoles Umbricos con cambio textural abrupto o con un horizonte
álbico discontinuo o de menos de 3 cm de espesor.
Este Orden incluye suelos cuyas propiedades más importantes se deben a la presencia
actual o pasada, de cantidades significativas de sodio intercambiable y tal vez de sales
neutras o alcalinas de sodio.
En la parte inferior del solum aparecen concreciones muy duras de carbonato de calcio.
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El alto contenido de sodio, la reacción alcalina y sus propiedades físicas deficientes
hacen a los Suelos Halomórficos un medio muy desfavorable para el desarrollo de las
plantas. Aún sin haber sido cultivados presentan un tapiz vegetal muy ralo, que deja
gran parte de la superficie descubierta, lo cual, por su color blanquecino, ha dado origen
al nombre de «blanqueales» conque se denominan comúnmente estos suelos.
DEFINICIÓN
Los Suelos Halomórficos son suelos minerales que presentan una o ambas de las
siguientes características:
1. Un horizonte nátrico.
1. del horizonte A.
V.1. SOLONETZ
V.3. SOLODS
El Gran Grupo de los Solonetz incluye aquellos Suelos Halomórficos que poseen una
alcalinidad elevada a través de todo el perfil. Dentro del Orden, son los suelos menos
frecuentes y en general aparecen exclusivamente en la parte central de los
"blanqueales".
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DEFINICIÓN
En estos suelos el exceso de sodio de intercambio afecta sólo al horizonte iluvial lo cual
es un indicio de que el perfil ha sufrido una mayor lixiviación y se encuentra en un
proceso de desalcalinización aún no muy avanzado. No obstante, en algunos casos, se
observa ya el comienzo de la degradación de la parte superior del horizonte nátrico.
DEFINICIÓN
Los Solonetz Solodizados son Suelos Halomórficos con más de 15 por ciento de sodio
intercambiable en la mayor parte del horizonte B. Poseen un pH mayor que 7,0 en la
mayor parte del horizonte B y pueden presentar evidencia de degradación en la parte
superior del mismo.
Los Solods son Suelos Halomórficos que han sufrido una lixiviación lo suficientemente
intensa como para eliminar una parte considerable del sodio intercambiable. Este
proceso ha afectado todo el solum y en algunos casos también los horizontes inferiores.
Estos procesos de degradación se manifiestan con mayor intensidad que en los Solonetz
Solodizados como consecuencia de una lixiviación y desalcalinización más avanzada.
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DEFINICIÓN
Los Solods son Suelos Halomórficos que cumplen con los siguientes requisitos:
Este Orden agrupa los suelos cuyas características están determinadas por una evolución
dominada por el efecto de un exceso de agua, en razón de la saturación, ya sea
temporaria o permanente, de una parte o de la totalidad del perfil.
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El déficit de aireación originado por el régimen hídrico característico de estos suelos
genera condiciones de reducción que afectan fundamentalmente al hierro. El
hidromorfismo se traduce, según las condiciones de anaerobiosis, en una acumulación
de materia orgánica de tipo turboso y/o por la presencia de características gley que se
determinan por los colores de matriz y los moteados.
DEFINICIÓN
Los Suelos Hidromórficos son suelos que, salvo que hayan sido artificialmente
drenados están saturados de agua al menos durante mayor parte del año, por la acción de
una napa freática fluctuante. Poseen una o más de las siguientes características:
2. Un horizonte hístico.
VI.1. GLEYSOLES
VI.2. HISTOSOLES
Este Gran Grupo incluye aquellos Suelos Hidromórficos que carecen de horizonte
hístico o poseen uno muy delgado.
En su conjunto, son suelos pobre a muy pobremente drenados, pero el régimen hídrico
puede variar considerablemente dentro del Gran Grupo. La napa freática puede estar
cerca de la superficie todo el año o puede descender considerablemente en verano, en
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cuyo caso el suelo puede sufrir cierta lixiviación, suficiente incluso para el desarrollo de
un horizonte argilúvico.
Frecuentemente, los Gleysoles permanecen inundados durante algún período, ya sea por
encontrarse adyacentes a cursos de agua o por su deficiente drenaje externo que impide
el escurrimiento superficial o por una combinación de ambos factores.
El horizonte gleico es común a todos los Gleysoles, pero su posición en el perfil puede
variar considerablemente. Puede aparecer casi en la superficie, puede incluir la
totalidad del horizonte B o sólo una parte de él, o incluso puede estar situado en el
horizonte C.
Es importante señalar que para que un suelo sea considerado Gleysol, el proceso de
hidromorfismo debe reunir tres condiciones:
b. debe ser de intensidad tal como para imprimirle al suelo colores de gleización
marcados (ver definición del horizonte gleico).
Las razones para las cuales no se desarrollan colores de gleización en estos suelos no
son conocidas, pero su régimen hídrico justifica su inclusión en los Suelos
Hidromórficos.
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DEFINICIÓN
Los Gleysoles son Suelos Hidromórficos que cumplen con uno o ambos de los
siguientes requisitos:
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VI.1.ii.a. GLEYSOLES LUVICOS MELANICOS
Comprende a los Gleysoles Lúvicos Melánicos con cambio textural abrupto. Algunos
pueden presentar un horizonte álbico.
Comprende a los Gleysoles Lúvicos con horizonte ócrico. Aun no han sido encontrados
en el país suelos de esta Subclase.
Los Histosoles son suelos muy pobremente drenados que se caracterizan por la
presencia de un horizonte hístico espeso, por debajo del cual aparecen horizontes
minerales gleizados.
Por debajo del horizonte turboso aparecen horizontes minerales gleizados, generalmente
de texturas finas y normalmente consolidados, con valores N inferiores a 1.
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Los Histosoles aparecen en las zonas más bajas del país, en la costa de algunas lagunas.
Se trata de bañados inundados permanentemente y cubiertos por vegetación acuática,
con predominio de espadaña, juncos y grama.
DEFINICIÓN
FASES
Cuando se utiliza una de las fases por profundidad anteriormente definidas y el solum
presenta contacto lítico, se adjetiva la fase. Ejemplo: fase superficial a contacto lítico.
FASE HIDRICA
Se aplica en los casos en que el suelo presenta un valor N superior a 0,5 en todos los
horizontes.
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Se utiliza cuando aparece un horizonte gleico entre 0 y 50 cm de profundidad.
Se aplica a los suelos que aunque carecen de colores gley, muestran evidencias claras de
hidromorfismo en el horizonte B, tales como:
N : value 3
Se aplica a los suelos que presentan un horizonte superficial ócrico, que cumple con
todas las condiciones del horizonte melánico excepto el contenido de materia orgánica,
que varía entre 1 y 2 por ciento, y también a aquéllos que presentan un horizonte
superficial con más de 2 por ciento de materia orgánica, pero que no es melánico por
color.
a. microrelieve
b. evidencias de automezclado
c. caras de deslizamiento
d. grietas
e. autogranulado
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FASE SODICA (sd)
Se aplica en aquellos suelos (excepto los Suelos Halomórficos) que presenta algún
subhorizonte con 10 a 15 por cieno de sodio intercambiable o con un contenido de sodio
más magnesio superior al de calcio más hidrógeno.
Se aplica a los suelos que presentan un horizonte con una conductividad mayor que 4
mmhos.cm-1 en el extracto de saturación.
Se aplica a los suelos que presentan un horizonte con una conductividad entre 2 y 4
mmhos.cm-1 en el extracto de saturación.
Se aplica a los suelos que sin llegar a cumplir con las características que definen el Gran
Grupo de los Fluvisoles, presentan estratificación de origen aluvial.
FASE TIONICA
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CLASIFICACIÓN DE SUELOS
CUADRO SINÓPTICO
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• Subclase I. 3. ii. b. Fluvisoles Heterotexturales Ocritos
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• Orden III. SUELOS SATURADOS LIXIVIADOS
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• Tipo III. 1. C. a 2. Argisoles Dístricos Melánicos
Abrúpticos
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• Tipo IV. 1. a i. Luvisoles Melánicos Típicos
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• Gran Grupo V. 1. Solonetz
• Subclase V. 3. a. Solods
Melánicos
• Subclase V. 3. b. Solods
Ocricos
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• Subclase VI. 1. ii. c. Gleysoles Lúvicos
Hísticos
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BIBLIOGRAFIA
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Mississippi Valley. Advan. Agron. II. 157-203.
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7th. Approximation, S.C.S. Washington.
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Suborden and Great Soil Group. Soil Sci., 67:117 - 126.
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.
ADDENDA
En la página 56, en el punto 4, al final del párrafo debe agregarse "... y además
carecen de un cambio textural abrupto".
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