Galileo Galilei
Galileo Galilei
Galileo Galilei
Supongamos que alguien viaja en un tren y mide su velocidad dentro del espacio donde se
encuentra. En un instante dado está en un asiento. Pasado un tiempo sigue en el mismo asiento.
Su posición no ha cambiado, por lo tanto su velocidad es nula. Sin embargo, si la velocidad del
asiento o de las personas del tren se miden desde fuera, desde la estación, se advertiría que se
van acercando o alejando de la misma. Tienen una cierta velocidad. Dos observadores pueden
medir distintas velocidades del mismo objeto al mismo tiempo: La velocidad es relativa;
depende del observador.
Fue el célebre italiano Galileo Galilei quien rebatió la concepción de Aristóteles al afirmar que,
en ausencia de resistencia de aire, todos los objetos caen con una misma aceleración uniforme.
Pero Galileo no disponía
de medios para crear un vacío succionando el aire.
Las primeras máquinas neumáticas capaces de hacer vacío se inventaron después, hacia el año
1650.
Tampoco disponía de relojes suficientemente exactos o de cámaras fotográficas de alta
velocidad. Sin embargo, ingeniosamente probó su hipótesis usando planos inclinados, con lo
que conseguía un movimiento más lento, el que podía medir con los rudimentarios relojes de su
época. Al incrementar de manera gradual la pendiente del plano dedujo conclusiones acerca de
objetos que caían libre mente.