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HEPATITIS

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1.¿Qué es la Hepatitis?

La hepatitis vírica es una inflamación del


hígado causada por uno de los virus de la
hepatitis: A, B, C, D y E. Pueden ser
agudas, es decir, de corta duración, o bien
crónicas. Cada una de estas enfermedades
hepáticas difiere entre ellas tanto en su
afectación, diagnóstico, prevención,
tratamiento y pronóstico. En un porcentaje
elevado de casos la infección por los virus de la hepatitis no produce ningún
síntoma hasta fases avanzadas y pasa totalmente desapercibida.

2.Causas de la Hepatitis Vírica

Las hepatitis víricas están causadas por virus. Los virus son microorganismos
pequeños con un tamaño de 20 a 500 milimicras de diámetro y constituidos por
una molécula de ADN (ácido desoxirribonucleico, que contiene toda la
información genética) o una molécula de ARN (ácido ribonucleico que permite
que la información genética sea comprendida por las células). Los virus solo
pueden crecer y reproducirse en el interior de células. En el caso de las
hepatitis víricas lo hacen en el interior de las células del hígado, los
hepatocitos.

Existen 5 tipos diferentes de virus que causan la hepatitis vírica: virus de la


hepatitis A (VHA), hepatitis B (VHB), hepatitis C (VHC), hepatitis D (VHD) y
hepatitis E (VHE).

Virus de la hepatitis A (VHA). Es un virus ARN. Es la causa más frecuente de


hepatitis aguda en el mundo, raramente causa una hepatitis grave, nunca se
cronifica y se resuelve de manera espontánea. Su único reservorio es el ser
humano y se encuentra en agua y alimentos contaminados.
Virus de la hepatitis B (VHB). Descrito en 1963 es un virus pequeño de ADN
circular y parcialmente de doble cadena. El VHB no es un virus citopático, lo
que significa que no causa daño directo a las células del hígado (hepatocitos).
Sin embargo, el VHB puede causar daño al material genético dentro de las
células del hígado, alterar su funcionamiento y activar el sistema inmunitario
que produce una reacción específica para combatir el virus, con la consiguiente
inflamación del hígado que puede dar lugar tanto a un cuadro agudo como a
una enfermedad crónica.

Virus de la hepatitis C (VHC). Es un virus ARN pequeño, descubierto en


1989. Habitualmente no da síntomas y pasa desapercibido para la persona
infectada. En más del 80% de las ocasiones se convierte en una enfermedad
crónica.

Virus de la hepatitis E (VHE). Es un virus ARN. Es causa de epidemias de


hepatitis en Asia y África asociado a su transmisión por agua y alimentos
contaminados lo que produce una hepatitis aguda. Sin embargo, en Europa se
ha descubierto que también se encuentra en animales como el cerdo y los
ciervos. En personas sanas produce únicamente una hepatitis aguda que se
resuelve de manera espontánea, pero en pacientes inmunodeprimidos puede
causar una hepatitis crónica.

3.Factores de riesgo
Transmisión del virus de la hepatitis A:

Se transmite por la vía fecal-oral. Se elimina por las heces en las personas
infectadas y se encuentra habitualmente en aguas o alimentos contaminados.
Transmisión del virus de la Hepatitis B:

Se transmite por contacto con la sangre y otros líquidos biológicos como la


saliva, el semen, las secreciones vaginales y la orina.
Por relaciones sexuales no protegidas. Es la vía de transmisión más frecuente
en países desarrollados, siendo mayor el riesgo entre varones homosexuales y
entre parejas heterosexuales con conductas de riesgo.

Transmisión percutánea

• Compartir agujas o materiales infectados para inyectarse o inhalar


drogas.
• Pinchazos accidentales con agujas (p.ej. personal sanitario).
• Situaciones en las que se reutilicen materiales mal esterilizados como en
tratamientos dentales y realización de tatuajes, piercings, perforaciones
o micropigmentación.

Transmisión perinatal. La transmisión de una madre a su bebé puede ocurrir


en el útero, en el momento del nacimiento o después del nacimiento. La
mayoría de las infecciones se producen durante o poco antes del nacimiento.
La tasa de infección puede llegar al 90%. Sin embargo, la vacunación
inmediatamente tras el parto y el uso de inmunoglobulina anti-hepatitis B son
altamente eficaces hasta en un 95% de los casos.
Transmisión del virus de la Hepatitis C:
A través de la sangre (vía parenteral):

• Uso de sangre contaminada a través de transfusiones de sangre o sus


derivados o la práctica de procedimientos médico-sanitarios antes de
1992. Actualmente se evalúan todas las donaciones de sangre antes de
su uso por lo que el riesgo de transmisión a través de productos
sanguíneos es residual.
• Compartir agujas o materiales infectados para inyectarse o inhalar
drogas. El consumo de drogas es actualmente el principal medio de
contagio en nuestro medio.
• Pinchazos accidentales con agujas (p.ej. personal sanitario).
• Situaciones en las que se reutilicen materiales mal esterilizados como en
tratamientos dentales y realización de tatuajes, piercings, perforaciones
o micropigmentación.

Vía sexual y perinatal (vía no parenteral):

La transmisión sexual del virus de la hepatitis C es poco frecuente, pero


posible. Se ha constatado que la transmisión entre parejas heterosexuales
estables es muy poco frecuente por lo que no se recomienda ninguna
precaución especial. No obstante, la utilización de métodos barrera, como el
preservativo, elimina el riesgo de transmisión por vía sexual. El riesgo aumenta
por conductas sexuales de riesgo:

• Promiscuidad sexual.
• Sexo anal (fisuras o heridas, lesiones en la mucosa).
• Sexo oral (úlceras bucales o encías sangrantes).
• Durante el periodo menstrual (hay contacto directo con sangre).
• Transmisión vertical perinatal (de madre a hijo). El riesgo de transmisión
es bajo, menos de un 5%.

La Hepatitis C no se transmite por:

• La leche materna (vigilar solo en si hay grietas o heridas en el pezón o


areola mamaria).
• Saliva, sudor o lágrimas. Ni al toser, estornudar o bañarse en piscinas
públicas o actividades similares.
• Por abrazarse, besarse o darse la mano.
• Por compartir utensilios de cocina, comidas o bebidas con una persona
infectada.
• Ropa manchada de sangre (se puede lavar junto con el resto de ropa de
la familia y detergente habitual).
• Por la picadura de mosquitos.
Transmisión del virus de la hepatitis E
Se transmite a través de la vía fecal-oral. Es una causa frecuente de brotes
epidémicos de hepatitis en países subdesarrollados con malas condiciones
higiénicas. Sin embargo, en los países europeos, incluida España, el virus de la
hepatitis E se encuentra en animales como el cerdo, el jabalí o los ciervos. Su
contagio suele ser con la ingesta de carne cruda o poco cocinada.

4.Síntomas de la Hepatitis Vírica

Cuando una persona se infecta por uno de estos virus se puede producir una
hepatitis aguda que se manifiesta de forma inicial con una clínica similar a la de
una gripe con cansancio, fiebre y dolores musculares. Puede ir acompañada
de síntomas gastrointestinales como diarrea, náuseas o malestar gástrico y
finalmente puede desarrollarse una clínica específica de hepatitis con la
aparición de:

• Coloración amarilla de la piel y mucosas (ictericia).


• Coloración oscura “color Coca Cola” de la orina (coluria).
• Color blanquecina de las heces (acolia).

5.Tratamiento de las Hepatitis Víricas

Tratamiento no farmacológico de las Hepatitis Víricas

Es importante seguir una dieta saludable y equilibrada, ya que el hígado


procesa y filtra todo lo que se come y se bebe.
Practicar ejercicio físico de manera regular en función del estado clínico del
paciente.
Abandonar el consumo de alcohol, ya que las personas con hepatitis C o B que
beben alcohol, aunque sea de forma moderada, tienen mayor riesgo de
progresar a cirrosis y, además, de hacerlo en menor tiempo, y también tienen
mayor riesgo de padecer cáncer de hígado. Tratamiento farmacológico de las
Hepatitis Víricas
OJO:Actualmente existen tratamientos para las hepatitis B y C muy
eficaces.

Hepatitis B. Actualmente existen 2 tipos de tratamientos para la hepatitis B:


basados en interferón (inyecciones) o anviriales (pastillas). Los medicamentos
actuales contra la hepatitis B, especialmente los antivirales, son muy eficaces
para controlar el virus, pero consiguen la curación definitiva de la enfermedad
con poca frecuencia. Esto hace que el tratamiento de la hepatitis B a veces sea
muy largo (años). Es muy relevante también tomar la medicación a diario para
mantener el virus bajo control y evitar la progresión de la enfermedad del
hígado o la aparición de complicaciones (cirrosis, hepatocarcinoma).

Hepatitis C. En el caso de la hepatitis C los nuevos fármacos tienen una


eficacia del 99%, con muy pocos efectos adversos y fáciles de tomar
Estos fármacos impiden que el virus se multiplique e infecte nuevas células.
Los principios activos del medicamento actúan de manera conjunta y bloquean
las diferentes proteínas que el virus necesita para crecer y reproducirse, lo que
permite eliminar la infección de forma permanente del cuerpo. Son
medicamentos que se toman por vía oral (pastillas) una vez al día, con muy
pocos efectos adversos y de duración corta (8-12 semanas).

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