Taylor Swift
Taylor Swift
Taylor Swift
la economía de EE.UU.
Para comprender por qué este 2023 se ha convertido en su año hay que
ir a los hechos y a los datos. En estos meses Swift ha demostrado que es
mucho más que una cantante: es una artista de las cifras.
Con una media de 60.000 espectadores por ciudad, eso implica que la
han visto alrededor de cuatro millones de personas. Canta 44 canciones
exactamente en el mismo orden, a excepción de dos temas sorpresa de
los otros 200 que ha publicado durante su carrera.
Ella se dedica en cuerpo y alma, porque sabe lo caro y complejo que es
conseguir entradas. Se preparó para la gira cantando el setlist sobre una
cinta de correr y, tras la actuación, se queda en la cama, sin apenas
hablar, hasta la siguiente.
Lo cierto es que cada vez que la vocalista pisa una ciudad hay
asegurada una lluvia de millones. El organismo que monitoriza la
economía en California estima que sus seis conciertos en agosto
aportaron USD 320 millones al Estado. Incluso la Reserva Federal ha
reconocido que su actividad inyectará alrededor de USD 5.000 millones
en la economía estadounidense.
Discos regrabados
Pero los ingresos de Swift no vienen únicamente de esta gira. También
está su música. Es una empresa musical forjada con tiempo, poder y
mano izquierda. Si Bloomberg pensaba en octubre que sus
reproducciones habían aportado USD 120 millones a su fortuna,
ahora Billboard cree que solo este año y con Spotify ha ganado otros
USD 100 millones.
Pero eso viene dado, también, porque ella misma se fue de la plataforma
en 2014 quejándose de sus pagos injustos. Regresó en 2017 cuando los
consideró válidos. También en 2015 amagó con marcharse de Apple
Music por no querer pagarle derechos a los artistas durante el periodo de
prueba de tres meses para el usuario. Tras su amenaza, la compañía se
lo repensó.
El paquete incluía esos masters, sus derechos de autor, sus letras, sus
vídeos y más material de la cantante. Según la versión de la artista, le
rogó a Borchetta que se lo vendiera a ella, y que si no lo hacía no lo
pusiera en manos de Braun.