Trabajos de Historia TOMO 3 Pablo Macera
Trabajos de Historia TOMO 3 Pablo Macera
Trabajos de Historia TOMO 3 Pablo Macera
~·- - - - - - - - - - - - - - -
\
MUSEO· P&nUANO OE r.t5~JC1AS DE LA SA!..UD
Jirón Juuin No, 276 Llrua l _ Perli I
trabajos de historia·
Af:l'O DE LA UNION NACIONAL
© de esta edición:·
Instituto Nacional de Cultura
Jr. Ancash 390, Lima 1, Pení
Carátula:
Octavio Santa Cruz
trabajos de historia.
pablo macera
tomo 111 .
..
14 . PA'BLO MACERA
.
HACIENDAS JESUITAS 15
-~-
-
11. aiacarilla de
San Ignacio Hierbatería Pisco 6.592.4 12.756.6
1/4 19i.5 8.000 121.3
1i. Guaraca y
Macarenga Panllevar Palpa 1.199.2 .
1/ 2 3.500 291.9 2.075 .6 173.1·
13. Tierras de
Tinq~e Pa~Uevar lea 7. 125.2
3/4 4.750 66.i
14. Cotos Estancia Castrovirreyna 2 .220.5
15. Tierras de
Sta. Lucía Viña, hue~ta lea 667. 7 Entregada a los herede~s de Ji.tan de Loyola
290 .924.4
¾enrela- %enrela•
1 2 3 4 5 clón al 6 clón al
Nombre Producción Ublcaclón Valor Remate valor Contado valor
43. AguacoIÍay
con Molino
de Tinque Panllevar Urubamba 24.094.0
1/2 14.000 58 .1 5.000 20.8
44. Vicho -Panllevar Calca 21.651 21.500 99.3 8 .000 '36 .9
45. Molle-Molle Caña Abancay 44.230.¡ 40. 000 90.4 . 2 .000 4.5
46. Piccho Pastos Cuzco 7.004 5.000 71.4 5 .000 71.4
47. La Calera . Legumbres Cuzco 2 .943 2.400 81.S 2.400 81.5
48. Pisac Huerta Calca 3.715.2 1.851.2
1/2 49.8
49. Ocucaje Ant.
San José lea 8 .531.6
1/2 8.000 93 .8 8 .000 93 .8
so. Vi.lcar Panllevar Pisac 18.839.2
51. Camara y
Acuni Estancia Paucartambo 26 .704 .6 17.500 65 .5 17.500 · 65 .6
52. Titire y
Llallagua Estancias Azángaro 7.927 6 .500 81.9 6.500 81.9
Cuzco
'
52a. Las Salin'a s Sal
TOTAL cuzco 677:378 .5
7/8
_....
IX. COLEGIO DE AREQUIPA
53. Sacay La
Grande Viña Arequipa 179.699 110.000 61.2
54. San Jerónimo Panllevar Arequipa 52.226.5 37.700 72.2 37.700 72 .2
55. Guasaecche-
y Pillo Panllevar Arequipa 92.272 69.647.3 65.047.3
J¡/2 75 .5 1/2 70.5
56. Uute y Matara Olivos Arequipa 9.834 5.010 . 50.9 1.000 10.2
57. Yanarico Estancia Lampa 40.617.3 :40.457 .3 99.6
1/2 1/2
58. San Javier
de Víctor Viña Arequipa 144.8.03
59. Chacra de
Tecar Viña, olivos Arequipa 16.372.4
60. Molino de
Ronda Molino Arequipa 14.238.5
1/2
61. Molino de
Pacachacra Molino Arequipa 9.606.0
1/2 7.500 78. l · 7.500 78.1
62. Chacra de
Chichas 5.340 4.750 88 .9 3.014.7 56.4
63. Chacra del
Palomar Panllevar 11 .451 12.500 109.2 11.·500 100.4
'
TOTAL AREOUIPA 576.459.2
. 1/2
CUADRO I (Continuación)
% enrela- ¾enrela-
1 2 ,3 4 5 clón al 6 clón al
Nombre Producción Ubicación Valor Remate valor Contado valor
X. PROCURACION DE PROVINCIA ·
64. Villa Caña Lima 392.624.4 ,
1/4
65. Cóndor Viña Pisco 160.526 .0
1/2
.
'1 80. ilia del
~ ~ ue Panllcvar Lima
j" an. ga Ganado Castrovirreyna 22.877.6
,- 3/4
. ·l!>. lo Pan llevar Chancay
COLEGIO SAN PABLO l'259. 021. 5
1/2
CUADRO I (Continuación)
%enrela- %enrela•
1 .2 3 4 s clón al 6 clón al
·Nombre Producción . Ubicación Valor . 'Remate valor Contado valor
Propiedad territorial
4. Al lado de estas inversiones, y superándolas,
estaba la masa de obrajes, haciendas, estancias y
huertas que los jesuitas habían ido acumulando
desde su llegada al Perú a· fines del XVI. Es cier-
to que no poseyeron ·aquí un patrimonio tan cuan-
tioso como el que tuvieron en México, donde hubo
un Ingenio jesuita que valió 700,000 pesos 8, pero
con todo fµeron sin duda uno de los más ricos y
poderosos dueños de tierras de todo el virreinato.
Esa era por otra parte la opinión de sus contem-
poráneos, algunos de los cuales acusaron a los je-
suitas de haber violado sus votos de pobreza en-
tregándose a los negocios del mundo. Los jesui-
tas a su vez no negaron sus riquezas y. desde ·muy
temprano ( ya en 1636 por ejemplo, en un decisi-
vo Inte"ogatorio tocante a los diezmos que ela-
boraron para su propia defensa) adujeron en des-
cargo suyo las innumerables obligaciones religio~
sas que debían atender, eµ particular la evange-
lización de indios, publicación de gramáticas y
vocabularios, mantenimiento de escuelas, etc. .. 9
¿Cuáles eran las propiedades rústicas de la
Compañía de Jesús, qué valor tenían y cuál su
producción? Nuestras fuentes sólo per~iten res- .
ponder parcialmente a estas preguntas, pues no
se encuentra en el Archivo Nacional del Perú un
balance general del secuestro ( balance que debió
existir para su envío a España) y hemos debido
8. Francois Chevalier La for-mation des grande domai-
nes au li·l éxique París 1962, págs. 314 y ss.
9. Ver ''Interrogatorio tocante a los diezmos ...", 1634.
Compañía de Jesús, Varios, ·lg. 2.
HACIENDAS JESUITAS 27
COSTA SIER.R.A
Norte Centro Sur Total de Total de Total
la Costa Norte Centro Sur la Sierra General
COSTA SIERRA
.Norte Centro Sur Total de Total de Total
la CostaJl{orte Centro Sur la Sierra General
Arriendas y colonizaciones
7. En relación con la política agraria de la
Compañía de Jesús y con las modalidades de su
gestión se encuentra el estudio de los arriendos
HACIENDAS JESUITAS 45
B) SAN JUAN
T O T A L 884.4
HACIENDAS JESUITAS 51
...
HACIENDAS JBSUITAS 61
Religión y agricultura
9. Entenderíamos mal y tergiversaríamos el
rol de los jesuitas dentro de la sociedad colonial
si lo que hemos dicho llevara a creer que la ad-
ministración de sus bienes fue para ellos un pro-
blema estrictamente económico. Por el contrario,
coexistían allí motivaciones religiosas y espiritua-
les, cuya satisfacción procuraron con igual inten-
sidad que los materiales. La Compañía de Jesús
actuaba al mismo tiempo como una empresa co-
mercial y como un instituto religioso y se esforzó
siempre por encontrar un t~rreno común donde
ambas exigenci~ fueran compatibles 37• El ma-
,.
HACIENDAS Jl!SUITAS 65
COSTA
Total dela
Norte Centro Sur Coata
1. Caña
Valor 86.750 · 2'080 .667.4 399.681.0 2'567 .098 .S
3/4 7/8 S/ 8
·N~ de Ha. (1) (10) (3) . ·(14)
ciendas
2_.' Viña
Valor 174.'704 1'781.736.4 1'956.440.4
~N de Ha. 3/4 3/4 .
ciendas (1) (14) (1S)
3. Ganado
Valor SS.889.4 ~.592.4 62 .482
N~ de Ha.
ciendas , (2) (1) (3)
4. Panllevar
Valor 3.996 150 8.324.5 12.470.S
N~ de Ha. 1/ 2 1/4
clendas (1) (1) (2) (6)
5; Huertas 25 .303(2) 3.560(1) 28.863(3)
6. Obrajes 83.849.5(4) 73.874.6 157.724.3
3/4(1) 3/4 (5)
7. Coca
8. Olivos (1) 10.343.6 10.343 .6
3/4(1) 3/4 (2)
9. Otros 19.W .6 79.207.6 ·
(1) (1)
10. Eriazas 2.026(1) 2.026(1)
11. Sin clasificar (12)
Tota l de Haciendas Censadas
_ Total
NOTA : Las cifras entre paréntesis indican el nümero de ha-
ciendas.
o IV
2'950.314.2
62.570.4
(1 )
320.645. l
(3) .
383.215.5
(4)
5/8
(16)
.51.4
1'956.440.4 34.1
3/4
(15)
'
l. Vivienda e
Bocanegra
"
San Jacinto
"
Villa
"
Vllcahuaura % cache " molle la Pampa
"
Instalaciones 48.159 15.S 18.251.11/ 2 15.7 62.355 21.7 31.448.1 15.9 39.431.1 22.5 1.685 2. 8 20.699 22.6
11. Esclavos 82.580 26.5 33. n0 29.1 108.300 37. 8 . 73.945 37.S 30.675 17. 5 38.070 41.7
111 . . Tierras 119.875 38.6 12.285 10.6 51.246 17.9 30.020 15.2 5.216 2 .9 33.425 57.1 9.906 10.8
IV . AGRICULTURA
a . Caña 43 .480 14 10.083 8 .7 26.450 9 .2 40.075 20.3 8.725 14.9 7.267 .4 7.9
b . Viña 89.139.2 1/ 2 51
q•. Olivos 1.668.4 0.-53 12.500 4 .3 1.200 .l.3
6 . Alfalfa 302 0.9 600 .4 0.5 140 0.4 840 0.4 595 0.3 3~ 0.3
e . Huertas 478 0.15 361.2 0.1 802 0.4 ''137.6 0 .2
) f . Barbechos
V. GANADO
200 0.6
2 .857 .7 2.4
f . a . Mu!~
b . Ctballos
·
160 0.5
240 0 .8 - 606
278
0.3 1.100
0 .1 ·
1.8 80
19
0.8
0.2
c. Vacuno 2.360 0.76 1.706.4 0.59 ' 6.547.3 1/2 3.3 549 0 .3 304.4 0.5 1.567 1.7
d . Lanar . 16 20.1 0.2
e . Ganado de Castilla 391.6 0.2
· f . Asnal 399 0.12 228 - 0.7 405 0.4
VI . a . Herramientas y .
enseres 983 . 1 0.8 320.666 0. 1 3.076 .1 1/2 ' 1.7 516.2 0 .8 1.283. 7 1.4
b . .Aperos
c . Bronces
836.1.1/2 0.26
16.219.6 14 10.975.4 3.8 14.150 7.1
- - 9.691.5 1/2 10.6
d . Herrería 286.5 0 .1
e . Hormas y porrones 471 0.4 (15 0.4
f . Fundición 9 .422.4 3.0 1.786. 1 1/2 1.0
g . Herramientas de
pampa 436. 6 0. 8
VII . MOLINO - 6.576 11.2
1
VIII. CORRALES 13 0.2
IX . E$TANQUES 690 1.1
X . HO~OS
XI. DIVERSOS 423 .1 0 .2
TOTAL 310.488.S 1/2 115.822.2 286.209 .2 1/2 . · 197.025 .4 1/2 174.692.0 1/2 58 .527.7 91 .191 .7' 1/ 2
HACIENDAS JESUITAS
73
Esclavos
11.- Reservamos para este último _acápite algu-
nas notas sobre el régimen de vida y trabajo que
llevaban los negros escl~vos en las haciendas ~e-
suitas. En realidad lo que diremos es continua-
ción del párrafo anterior sobre la agricultura -de
la caña en el Perú, pues es bien sabido que la
mayor ·concentración de esclavos ~e produjo en-
82 PABLO MACERA
49. Pa ra este cuadro y los siguientes (del VII al IX) hemos consultado :
l. "Autos que se formaron ... por la subasta de la Hacienda La Huaca ... " 1ns, Temporalidades, Titulas de Hacienda.
L:i Huaca, lg. l.
2. "Autos obrados sobre la formación de la Junta de Temporalidades de la Provincia de Santa; contiene deslindes y
tasación de la Hda." 1n2, Temporalidades, Titulas de Hacienda, lg. 39.
3. " Razón de Titulos, mensuras, deslindes, tasaciones, inventarios y de las diligencias para poner en subasta la Hacienda
San Juan de la Pampa o el Ingenio de Huaura ... " 1773, Temporahdades, Titulas de Haciendll, El Ingenio, lg. 2.
4. Ver N~ 5 de la nota (43) .
S. Ver N~ 4 de la nota (43).
6. "Autos de la tasación de esta Hda." (Santa Rosa de Caucato) 1771, Temporalidades, Tjtulos de Hacienda, lg. 62.
7. " Mensuras, tasación, deslinde y demás diligencias. .. que se hicieron para sacar a remate la . hacienda ... " (San
Regis) 1770, Temporalidades, Titulas de Hacienda, San Rcgis, lg. 2.
8. Ver "' 3 de In nota (43) .
b s fec has de !ns tasadon~s de e~clavos que v:in entre pa réntesis dentro del cuadro VI no coinciden siempre con la
fecha que la c.'.ltalog::ción del Arch:vo o de las Temporalidades dieron al docur.:ento.
Reiteramos ,una ad,•ertencia general vá lida para todos los cunc!ros utiliz:idos en el presente trnbnjo : oor ser posteriores
" n algunos años a la e.xpulsi6n sólo es posible usarlos como Indice ele lo que realmente fue el patrimonio jesuita antes de
1767. Pnrticulannentc la población esclava pues sus administradores seculan:s ordenaron varios tra~lados y ventas.
PABLO MACERA
86
Chacras de esc"lavos
Dentro ·de este conjunto de servicios, usos y
prestaciones asociados al trabajo de los esclavos
y como aspecto complementario de su vida en
las haciendas hay que considerar las gratificacio-
nes y el usufructo .precario de la tierra. · De la
gratificación nos ocuparemos en otro estudio; se
trata de pequeñas remuneraciones en dinero, res-
tringidas a los oficiales y caporales; algunas veces
fueron prohibidas y cuando se las autorizó fue
con un carácter aleatorio, insistiendo en que no ·
tuvieran regularidad ni entable para evitar la apa•
riencia de un compromiso. En cuanto a la tierra
de los esclavos, es un tipo de tenencia rural hasta
hoy desconocido y que fue tolerado como un me-
dio suplementario de alimentación y para recom- ·
- -,- ---
CU ADRO IX
POBLACION ESCIAVA - d) ENFERMOS y SANOS
San Juan de la
Pampa 139 84.7 25 ,15.2 109 93.9 7 6.0
Motocache
Santa Rosa de
Caucato 80 75.4 26 24.5 64 86.4 10 13.5
MACACONA 1767
Instnu:ción para la labranza de vidrios de la hacienda
La Macacona
J
HACIENDAS JESUITAS
97
En el més de setiembre y el de Octubre se quema la
yerba que llaman de vidrio en hoyos que se habren en la
pampa en que está sembrada, escogido para el efecto el
paraje más seco. El tiempo de cortar la yerba es cuando
empieza a marchitarse cuyo conocimiento tiene Andres Lu-
que Mayordomo que era de la hacienda. El efecto del
fuego reduce esta yerba a una especie de piedra la que por
pedazos se conduce a la oficina destinada para guardarla
teniendo sumo cuidado que los capachos en que se llevan
estén limpios y sin mezcla de piedra y arena y no menos
que el ayudante y otro cualquiera sujeto de toda con-
fianza acompañe a los conductóres para que no se extravie
porción de esa piedra que sin esta precaución habían de
substraer los esclavos para venderla a los fabricantes de
jabon.
Puesta la piedra en la oficina se colocara en las divi-
siones que quedaron hechas las que se aumentaran si
no son suficientes, teniendo grande vigilancia en que los
parajes del dep6sito sean perfectamente secos y libres de
la más mínima porquería.·
No es suficiente la yerba para hacer el vidrio.
Se requiere para su fábrica otro ingrediente que es de
una piedra que siempre se ha sacado del Cerro Prieto
como de la blanca que se traia de Huamani e igual a esta
se había descubierto el dicho Cerro Prieto mas si no se
encontrase se trae de Huamaní para lo cual se despachan
dos criaaos y en una semana pueden sacar cuatro pearas
pagando los fletes de conducción a real por cada an:oba.
Como Huamaní pertenece al Marques de Campo Ameno
se le ha de pedir venia para la saca de dicha piedra pero
para oviarse esto sería conveniente el indagar de adonde
se sac6 el año pasado en el cerro prieto la piedra que se
labr6 en aquél tiempo cuya noticia se adquirirá fácilmen-
te prometiendo una regalía a los negros que fueron en
busca de ella en el tiempo que se expresa.
98 PABLO MACERA
Excelentísimo señor:
En cumplimiento del superior orden de vuestra exce-
lencia pasé a reconocer las haciendas que fueron do los
. regulares de la Compañ(a, y se hallan en los valles de
Chancay y Huaura; y habiéndolas visto prolijamente, ex-
J
HACIENDAS JESUITAS 105
A. ·Descripción
Las Consultas, Pareceres y Tratados de Utili-
dad como los llamaron sus autores, los jesuitas
peruanos del coloniaje, son wi testimonio más
del ~to grado de racionalización que la Com--
pañía de Jesús practicaba en el manejo de s~
negóciós temporales. Ya en un estudio ante-
rior había subrayado la "modernidad" de las em-
presas económicas jesuitas en lo que se refería
a la organización interna de sus propiedades rura-
les 1• Pero nada sabíamos acerca del procedimien-
to que empleaban para decidir la adquisición de
sus bienes. Dada la importancia de los donativos
en la formación de su patrimonio cabía pregun-
0
En Historia y cultura NI> 3, Organo del Museo Na-
cional de Historia, Lima 1969.
l . Cf. Pablo Macera '1nstrucciones para el manejo de
las haciendas jesuitas del Perú (ss. XVII-XVIII)", _Lima
1966. Una versión modificada en ''Le aziende agricole
dei Gesuiti nel Peru" ( Studi Storici; a. IX; n9 2; Roma
1968). Información complementaria en Pablo Macera "Ma-
pas coloniales de haciendas cuzqueñasH, Lima 1968 (pu-
blicaciones del Seminario de Historia Rural Andina).
l
110 PABLO MACERA
B. Aplicaciones
Del mismo modo que las Instrucciones pa-
ra chacareros estudiadas en otra ocasión 5, tam-
bién estas disertaciones econ6micas nos infor-
man sobre algunos aspectos de la agricultura
colonial y sirven para conocer la política y psico-
logía jesuita. Habría en primer término que sub-
rayar, como lo hemos hecho otras veces, la im-
portancia que el prestigio y la buena fama ténían
para la Compañía de Jesús. Para el cumplimien-
to de sus objetivos, como vanguardia en las Indias
españolas de la Contrarreforma romana, no sólo
debían asegurar su poder económico sino al mis-
mo tiempo neutralizar las resistencias que ese
mismo poder inevitablemente provocaba. Para de-
5. Cf. nota l.
PARECERES BCONOMICOS 119·
. )
DOCUMENTOS
CUADRO VII
...
POBLACION ESCLAVA - b) DISTRIBUCION POR EDAD - HOMBRES
CUADRO VIII
POBLACION ESCLAVA - e) DISTRIBUCION POR EDAD - MUJERES
II COP~CABANA ( 1727) ·
% de pastos, erlazas
Haciendas Extensión total y similares
Aguacollay 357 fgs. 1/2 50,2 %
Guaraypara 221 fgs. 3/ 4 75,4%
• Piccho 151 fgs. 3/4 67,9 %
Tamborada 78 fgs. 71,0%
Uqui 69 fgs. 1/2 92,2%
Sallac 129 fgs. 33,0%
~
1
FEUDALISMO COLONIAL 163
Producto
Haclendas , Años libre ¾P.llbre
en pesos
Bocanegra 1762-1766 89,476.5 ½ 35,9
Sn.' J . de Chun.
changa 1762-1766 76,927 45
Sn. Feo. Xavier 1761-1765 138,791 .1 30.4
Pachachaca 1760-1764 102,863 . 5 ½ 24.6
Sn. José de ·
Nazca 1762-1766 178,198.7 % 36.4
Est. Cámara y
Arani 1762-1766 12,183.3 % 61.4
- Guari 1762-1766 5,285.1 64 .9
Vichu 1762-1766 6,238. 7 38.7 %
Yanatuto 1762-1766 2,306. 1 51.S
Fuentei
-- Bibliografía H.Sada
1
) LAS BREAS COLONIALES DEL
(
SIGLO XVIII •
)
Introducción
No menos de siete lugares eran conocidos an-
tes de 'la creación del virreinato del Perú como
ricos en petróleo o materias similares. Cubagua o
. .__ isla de las perlas, Femandina (Cuba), la provin-
cia mexicana de Panuco; Venezuela y la Punta
¿;_ ~ Santa Elena, en las cercanías de nuestra cos-
tS.: fueron ya mencionados por Femández de Ovie-
do (-J.748-1537) en su Historia General y Natural
de las Indias. El mismo cronista fue el primero
en llevar las breas americanas a España en 1523,
al parecer más por curio~dad que para alguna
ulterior aplicación. Las breas que ·producían· es-
tas fuentes eran -distinguidas unas de otra~ por los
a) Biografías
, .
No pudo ya regresar al Pe1ú. Sorprendido por la
ep~demia de Cádiz, de la que . también enfennó
su amigo Baquíjano, murió en 1801 _sin que pudie--
ra firmar su memoria testamen~aria "por Jo tré-
mulo del pulso".
En Lima, Lequanda fue hombre muy próxi-
mo a los poderosos comerciantes del Tribunal del
Consulado y tuvo negocios con don Isidro Abarca,
conde de San Isidro, A pesar de su indudable ha-
bilidad y de haber intentado el comercio de cue-
ros en Buenos Aires, su patrimonio fue siempre
muy escaso. Tenía un conocimiento de las cifras
que nunca supo aplicar. Los gobernantes colonia-
les le escogieron como · su consejero íntimo y se-
gún algunas ver~ones el señor Carlos Deustua
puede demostrar que fue Lequanda y no Unanue
quien escribió las Memorias del virrey Gil de Ta-
boada ( comunicación personal de D. Manuel Mo-
reyra 1959).
Sobre Lequanda ha recaído la sos-pecha del
plagio. Con mayor verosimilitud correspond~ esa
acusación a Baquíjano, a Unanue, Pezet o Lani-
va y a muchos sino a todos los escritos del Perú
colonial. · Me~diburu fue el primero, rechazándo-
lo, en consignar el rumor. Vargas Ugarte y Po-
_rras han señalado ya que Lequanda . colaboró en
, la preparaci<$n de la Visita <lel Qbispado de Tru-
jillo iniciada por su pariente Martínez Compañ6n.
Junto a él -y siguiendo ambos, sin confesarlo, ]os
métodos · y hasta el texto del jesuita Clavijero-
apren<;lió Lequanda los primeros y más elemen-
tales secretos de la tierra, sus costumbres, pro-
ducción, paisajes y antiguas leyendas. La ·medida
LAS BREAS
267
LAS "°'2'ir
Jirú n J uuin :So, !:·. f1 l,_i11,11. 1 - Perú .
BRitw¡_,.:_::.:...:.:....:_...::.:.:=...,__;:___ _;__ _ _
b) Biblwgraf'a
e) Documentos
CUADRO I
PORCENTAJE DE INSUMOS Y _BIENES, DE CAPITAL
SOBRE TOTAL DF. F.XPO'RT.\CIONES DEL REINO
UNIDO AL PER.U, CHILE Y ECUADOR 7
CUADRO n
PORCENTAJE DE TEXTILES SOBRE TOTAL DE
EXPOltTACIONES DEL REINO UNIDO AL PERU,
CHILE Y ECUADOR 8
I
314 PABLO MACERA
a) Los abortos
La rupp.u-a del equilibrio demográfico, supera-
ción del nacimiento por las muertes, sobre todo
en · 1as primeras edades de la infancia, no· es pre-
sentada por los anteriores -testimonios,- formando
un solo conjunto con la escasez de familias jóve-
nes. La influencia del celibatismo sobre las rela-
ciones sexuales ilegítimas y las -falsas vocaciones
religiosas ha de ser estudiada en un próximo ca-
pítulo. Ahora nos interesa la medida en que el
infanticidio y el abandono aparecieron a los escri-
tores peruanos del siglo XVIII como uno de sus
resultados.
Los_niños, decía un autor de la época, mueren
en Lima antes de nacer; crimen horrendo agre-
gaba, peor que todas las blasfemias, porque es
ataque alevoso a una criatura _d e Dios. La reite-
rada vigilancia: oficial y eclesiástica nó impedía
que mujeres del bajo pueblo proporcionasen bre- -
bajes y métodos primitivos para . que no nacieran
los hijos de relaciones naturales. Valdez en su
Disertación médico-quirúrgica afirmó que los em-
. barazos clandestinos y el uso de los abortivos era
una de las causas principales y más frecuentes
de la mortandad infantil. Todas las medidas fra-
casaban. Desde España llegaban reales cédulas y
obras científicas que relievaban infructuosamente
la gravedad <!el delito. A mediados de siglo, por
ejemplo, se lefa en Lima la Disertación médica
moral de Juan Luis Roche, 1757, contra el limi-
tado poder de ·los abortivos. El autor resumía las
SEXO Y COLONIAJB
c) El cuidado de la infancia
Todas las-aseveraciones comentadas atribuyen
la mortalidad infantil al relajamiento de las cos-
tumbres: pero no debemos exagerar su importan-·
cia desde el punto de vista .demográfico. So~ he-·
chos anormales cuya frecuencia e intensidad. per-
4udicaba a un pequeño· sector; en porcentajes
aproximados a una décima parte de los recién na-
cidos, cuyas pérdidas sobrepasaban, sin embargo
en algunas regiones, hasta el 30%. Hay una di-
ferencia que no depende, pues, de factores delic~
tivos, sino de cau,sas que no sufriendo la desapro-
baci6n moral, prosperaban más fácilmente.
En primer lugar hemos _d e mencionar .el cui-
dado de los partos,. que estaba entonces eñ sus co-
mienzos. A principios del siglo XVIII el predica-
dor jesuita Ayosa encontró nad.-i más que una pro-
fesora de obstetricia en Lima, llamada Feliciana
de Jáuregui. Las demás eran mui,eres muy hu-
mildes cuyos métodos adivinamos por la Oración _
conminatoria de Ortega Pimentel: acostumbraban
agitar a las enfermas para ayudar al nacimiento.
En la sierra, el parto era confiado a las indias.
Los huamanguinos de las clases cultas las llama-
ban Calmaqui o Calama.qui, qué en su quechua
dialectal quiere decir Brazo Desnudo o Sirviente,
para designar al mismo tiempo el oficio y la con~
dición social. Ocuparse de los partos era oficio
vergonzoso que según Unanue rechazaban hasta
las españolas de la plebe. "Su capricho y arrojo,
dice el Clima de Lima, han privado al Perú en
innumerables momentos del nuevo habitante con
que la naturale:r.a benéfica pretendía reparar sus
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