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Derecho de Los Niños y Niñas Mexicanos

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Nadie pone en duda que el futuro de México está en los niños y las niñas,

por eso es imprescindible salvaguardar su integridad física y mental, cuidar


su educación y procurarles todas las herramientas que garanticen su sano
crecimiento para que se conviertan en adultos responsables y comprome-
tidos con su vida, la de su familia, su ciudad y el país.
De ahí la importancia de esta obra, que recorre de manera ágil, documen-
tada y lúdica uno de los grandes y contemporáneos temas nacionales e in-
ternacionales como los derechos de la infancia. Un documento que permite
a los pequeños identificarse con las situaciones y los personajes, hacién-
dolos partícipes desde su cotidianidad, para que conozcan sus derechos y
ellos mismos se involucren y responsabilicen de su vida y de su seguridad,
ya que sabiéndose y sintiéndose ciudadanos mexicanos podrán defender
lo que por derecho les corresponde y más aún, sabrán que las legislaciones
mexicana y universal los protege en cualquier parte del mundo.

Dip. Marko Antonio Cortés Mendoza

CONSEJO EDITORIAL
H. CÁMARA DE DIPUTADOS
H. CÁMARA DE DIPUTADOS
LXIII LEGISLATURA

DERECHOS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS MEXICANOS JUNTA DE COORDINACIÓN POLÍTICA


Esta obra es un esfuerzo colectivo que encabeza el Consejo
Editorial en coordinación con la Secretaría General;
Secretaría de Servicios Parlamentarios; Dirección General Dip. Marko Antonio Cortés Mendoza
de Servicios de Documentación, Información y Análisis; Presidente y Coordinador del Grupo
Centro de Estudios de las Finanzas Públicas; Centro de Parlamentario del PAN
Estudios Sociales y de Opinión Pública; Centro de Estudios
de Derecho e Investigaciones Parlamentarias; Centro
de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad
Dip. Carlos Iriarte Mercado
de Género y Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Coordinador del Grupo Parlamentario del PRI
Sustentable y la Soberanía Alimentaria de la Cámara de
Diputados. Dip. Francisco Martínez Neri
Coordinador del Grupo Parlamentario del PRD
Segunda edición, 2018
© LXIII Legislatura de la H. Cámara de Diputados Dip. Jesús Sesma Suárez
Av. Congreso de la Unión Núm. 66 Coordinador del Grupo Parlamentario del PVEM
Edificio E, Planta Baja
Col. El Parque
Ciudad de México
Dip. Virgilio Dante Caballero Pedraza
Tel. 50360000 ext. 51091 y 51092 Coordinador del Grupo Parlamentario de MORENA
www.diputados.gob.mx
Dip. Macedonio Salomón Tamez Guajardo
D. R. © 2018 Agencia Promotora de Publicaciones, S. A. de C. V. Coordinador del Grupo Parlamentario
Av. Eugenio Garza Sada 2245 Sur, Col. Roma
C.P. 64700 Monterrey, N.L. de Movimiento Ciudadano

ISBN: 978-607-464-680-1 Dip. Luis Alfredo Valles Mendoza


Coordinador del Grupo Parlamentario de
Textos: Paloma Cobo Ocejo y Romeo Tello Garrido
Nueva Alianza
Corrección de estilo: Lydia Arana
Diseño editorial: Ma. Luisa Medina Ayala Dip. José Alfredo Ferreiro Velazco
Ilustraciones: José L. Martínez Rodríguez y Edna Valeria Coordinador del Grupo Parlamentario de
Constantino Matamoros Encuentro Social
Todos los Derechos Reservados. Queda prohibida la
reprodución total o parcial de esta obra por cualquier medio MESA DIRECTIVA
o procedimiento, comprendidos la reproducción gráfica
y el tratamiento informático, la fotocopia o la grabación, Dip. Edgar Romo García
sin previa autorización de los autores, propietarios o
poseedores de los derechos y del editor.
Presidente

Este libro terminó de imprimirse en los talleres de Dip. Martha Sofía Tamayo Morales
Agencia Promotora de Publicaciones, S.A. de C.V. Dip. Edmundo Javier Bolaños Aguilar
Dip. Arturo Santana Alfaro
Editado e impreso en México
Printed and made in Mexico Dip. María Ávila Serna
Vicepresidentes
Dip. Sofía del Sagrario de León Maza Grupo Parlamentario de Nueva Alianza
Dip. Alejandra Noemí Reynoso Sánchez Dip. Carmen Victoria Campa Almaral, titular.
Dip. Isaura Ivanova Pool Pech Dip. Francisco Javier Pinto Torres, suplente.
Dip. Andrés Fernández del Valle Laisequilla
Dip. Ernestina Godoy Ramos Grupo Parlamentario de Encuentro Social
Dip. Verónica Bermúdez Torres Dip. Ana Guadalupe Perea Santos, titular.
Dip. María Eugenia Ocampo Bedolla Dip. Melissa Torres Sandoval, suplente.
Dip. Ana Guadalupe Perea Santos
Secretarios Secretaría General
Mtro. Mauricio Farah Gebara

Secretaría de Servicios Parlamentarios


H. CÁMARA DE DIPUTADOS Lic. Juan Carlos Delgadillo Salas
LXIII LEGISLATURA
Dirección General de Servicios de
CONSEJO EDITORIAL Documentación, Información y Análisis
Lic. José María Hernández Vallejo
PRESIDENTA
Grupo Parlamentario del PAN Centro de Estudios de las Finanzas Públicas
Dip. Emma Margarita Alemán Olvera, titular.
Dip. Luz Argelia Paniagua Figueroa, suplente. Centro de Estudios Sociales
y de Opinión Pública
Grupo Parlamentario del PRI Centro de Estudios de Derecho
Dip. Adriana Ortiz Lanz, titular. e Investigaciones Parlamentarias
Dip. Miriam Dennis Ibarra Rangel, suplente.
Centro de Estudios para el Adelanto de las
Grupo Parlamentario del PRD Mujeres y la Equidad de Género
Dip. Ángel II Alanís Pedraza, titular.
Centro de Estudios para el Desarrollo Rural
Dip. Victoriano Wences Real, suplente.
Sustentable y la Soberanía Alimentaria
Grupo Parlamentario del PVEM
Dip. Alma Lucía Arzaluz Alonso, titular. Secretario Técnico
Dip. José Refugio Sandoval Rodríguez, suplente. Mtro. José Luis Camacho Vargas

Grupo Parlamentario de MORENA Asesores


Dip. Patricia Elena Aceves Pastrana, titular. Saúl Arturo Ramírez de Arellano Solórzano
Dip. René Cervera García, suplente. Salvador Soto Aparicio

Grupo Parlamentario de
Movimiento Ciudadano
Dip. María Candelaria Ochoa Avalos, titular.
IA
S, LA FAMIL PAPÁ —¡Ya llevamos cinco minutos parados,
RNE POR
UN VIE A NSITA E... y los carros casi no avanzan!
PÉRE Z TR
D E REPENT
NDO MIGUEL —¿Por qué no nos dejan pasar?
IUDA D, CUA
LA C

4
MAMÁ —Te dije que no te vinieras por aquí, ¿no te acuerdas
que te comenté que habría una manifestación muy grande
frente a la Comisión de Derechos Humanos de México?
ANDRÉS —¿Una qué…?

5
RESPETEN
¡VIV
LIBERT A LA NUESTROS
A
EXPRESD DE
IÓN!
DERECHOS

6
EN
OS E C H
DER S NO
OS
S
LO ANO R
OS HUM EN SE S
PUEDOTEADO
PIS

PAPÁ —No entiendo a las


personas que defienden sus
derechos, ¡y no les importan
los derechos de los demás!
¡Solo nos hacen perder el
tiempo!

7
MIGUEL —¿Entonces está mal lo que están haciendo?
¿Por qué no llamamos a la policía?
ANDRÉS —¡¡Sí!! ¡¡Que venga la policía!!

8
MAMÁ —¡Pero si ni siquiera están estorbando la circulación! ¿Ya viste
que el tránsito lento se debe a que todos los carros se detienen
a ver qué pasa? Además, recuerda que las manifestaciones no se
realizan solo para molestar. Todas las personas tenemos derecho a
decir lo que pensamos y a que nos escuchen…
PAPÁ —¡Por eso! Yo solo estoy diciendo lo que pienso…
ANDRÉS —¿Y entonces quién tiene la razón?

9
10
MAMÁ —¿Nunca les he contado que hace
algunos años tu papá y yo íbamos a todas las
manifestaciones que nos interesaban?
MIGUEL —¿Tú también estorbabas el paso de
los carros?
PAPÁ —Bueno… Sí.
MAMÁ —Y también había gente que se enojaba,
nos tocaban el claxón y nos gritaban que
dejáramos de estorbar.
MIGUEL —¿Y tú qué hacías, papá?
PAPÁ —Lo mismo que la gente que está ahí en la
banqueta: no hacía caso.
MIGUEL —Entonces…, ¿está bien o está mal estorbar
el paso de los carros?
ANDRÉS —¿Qué no entiendes que si estás en el
coche está mal y si estás con la bola de gente
afuera está bien?
PAPÁ —¡No! ¡No quise decir eso!
MAMÁ —Jorge, creo que tienes que dar una
explicación a los niños…
PAPÁ —A veces nos molestamos porque algo
o alguien nos estorba; pero tiene razón su
mamá: tenemos que pensar si los otros nos
están estorbando para molestarnos, o si su
finalidad es otra como en este caso.
MIGUEL —¿Y qué es eso tan importante que esta
gente quiere? 11
RESPETEN
¡VIVA
IBERTA LA NUESTROS C H
E
EXPRESD DE S
R
DE S
IÓN!
DERECHOS LO ANO
HUM EN S
PUEDOTEA
PIS

PAPÁ —¿Ves lo que dice ahí?


ANDRÉS —¿Qué dice, Miguel?
MIGUEL —“No más violaciones a los derechos humanos”.
¿Qué quiere decir?
MAMÁ —Que esas personas están defendiendo algo muy
importante: LOS DERECHOS HUMANOS. Y solo por eso,
todos debemos tener paciencia. Hasta tu papá.
Pero miren, ¡los coches ya empiezan a avanzar!

12
H O S
E C
DER S NO
ANO SER
DEN ADOS
SOTE

13
SE
, MI ENTRAS
RDE R...
MÁS TA PA R A CENA
RAN
PREPA

MAMÁ —¿Todos se lavaron las manos? ¿Y tú, Miguel, por qué estás tan callado?
MIGUEL —Es que sigo confundido con eso de los derechos humanos…
PAPÁ —¿Y qué es lo que te confunde?
MIGUEL —¡Todo! ¡No entiendo qué son los derechos humanos, y menos
entiendo por qué a unas personas les conviene defenderlos y a otros nos
estorban, como hace un rato en el tránsito!

14
PAPÁ —Mira, los derechos humanos no son malos para algunos, es más, son
buenos para todos. En el carro me equivoqué cuando empecé a quejarme,
porque en ese momento sólo estaba pensando en mí.
MIGUEL —¿Y qué son los derechos humanos?
MAMÁ —¿Recuerdas que el otro día platicamos que todas las personas del
mundo somos iguales, que no hay personas de primera categoría, de
segunda o tercera?
ANDRÉS —¿Ni siquiera Superman es mejor que nosotros?
MAMÁ —No. Ni siquiera él.

15
MIGUEL —¿Y qué tiene que ver eso con los derechos
humanos?
PAPÁ —Pues en primer lugar tenemos que entender
que todas las personas somos iguales, y por
eso tenemos los mismos derechos y las mismas
obligaciones.
MIGUEL —¿Cuál es una obligación de todos?
PAPÁ —Debemos respetar las leyes y reglas de
convivencia para vivir con orden. Por ejemplo,
todas las personas tenemos la obligación de
mantener limpios los lugares en donde vivimos,
en donde estudiamos y trabajamos y por donde
pasamos.

16
ANDRÉS —¿Por qué?
MAMÁ —Porque todos tenemos el derecho de
vivir en un lugar limpio y cuidado.
MIGUEL —¿Y los derechos humanos también
tienen que ver con los niños?
PAPÁ —¡Claro que sí! ¡Es más, existen algunos
derechos que se llaman específicamente
DERECHOS DE LOS NIÑOS!
ANDRÉS —¡Viva! ¡Yo quiero mis derechos!
MAMÁ —Si quieren saber más sobre los
derechos humanos y sobre los derechos de
los niños, mañana podemos ir al parque
y pasamos a la biblioteca a buscar más
información. ¿Qué les parece?
MIGUEL —¡Sí, vamos!
ANDRÉS —¿A la “biblio” qué?

17
A
B AD O, EN L ..

A PÚBLICA.
TE C
BIBLIO

PAPÁ —Buenos días, queremos buscar


información sobre los derechos
humanos.
MIGUEL —¡Y sobre los derechos de los
niños!
BIBLIOTECARIO —Tenemos varios libros
y, sobre todo, mucha información en
Internet. Pueden pasar a la zona donde
están las computadoras, mientras les
18
busco algunos libros.
PAPÁ —Vamos a ver qué encontramos… ¡Mira cuántos títulos! Vamos a
imprimir este texto, pues aquí dice que el documento más antiguo en que
se habla de derechos humanos es el Cilindro de Ciro, ¡una pieza de barro
del siglo VI a. de C. (antes de Cristo)!
MIGUEL —Y abajo dice que la Declaración Universal de los Derechos Humanos
es de 1948.
PAPÁ —Si marcamos con el ratón en ese renglón, podremos ver cuáles son
los derechos que aparecen en esa declaración, y los imprimimos.

19
MIGUEL —Ahora busquemos qué dice de los derechos de los niños.
PAPÁ —También hay mucha información. Vamos a leer un rato e
imprimimos lo más importante para platicarle a tu mamá y tu
hermano sobre lo que encontremos, ¿te parece bien?
MIGUEL —Sí, ¿podemos empezar con esa página de la UNICEF?
PAPÁ —¡Claro!, también va a ser importante echarle un ojo al
documento de la ONU. Y mira, hay un documento que se llama
“Ley para la protección de los derechos de niñas, niños y
adolescentes”.

20
MÁS TA
RDE,
EN EL
PARQU
E...

MIGUEL —Mamá, ¿tú sabías que los niños también tenemos


nuestros derechos?
MAMÁ —¡Claro! Como te dijimos anoche, todos tenemos derechos,
y los de los niños son muy importantes.
MIGUEL —¿Y sabes cuáles son?
MAMÁ —Bueno, me imagino que…
PAPÁ —Miguel, creo que tú puedes explicarle a tu mamá cuáles
21
son esos derechos, ahora que eres todo un conocedor. Enséñale
la lista que copiaste de uno de los libros.
n i ñ os
s y los
i ñ a
el as n
e c h o sd tidad
Der i d e n
una amilia
te n e r
e r e c ho a ener una f
1. D recho a t salud
n
2. De erecho a laa educació tación ión
3. D erecho a l a no explo de expres
4. D erecho a l a libertad al juego
5. D erecho a l escanso y inación
6. D erecho al d no discrimlos niños
7. D recho a la tención a
a
8. De erecho de cidad d
9. D n discapa e priorida
co echo d
er
10. D

22
MAMÁ —¿Y me los podrías explicar?
MIGUEL —Bueno…, creo que no…, a lo mejor
tengo idea de alguno de ellos, pero de otros
ni siquiera entiendo a qué se refieren.
PAPÁ —¿Cuál no entiendes?
MIGUEL —Por ejemplo, este: ¿qué es eso de
“prioridad”? ¡Ni siquiera había oído esa
palabra!
PAPÁ —¿Volvemos a la biblioteca a revisar un
diccionario?
MIGUEL —No, mejor lo vemos en la casa.
Ahora quiero jugar con Andrés. Míralo, anda
persiguiendo ranas.

23
PAPÁ —¿Ya encontraste la palabra PRIORIDAD?
MIGUEL —Ya casi… “Presión”, “Pretender”, “Primacía” —tampoco sé
qué significa—, “Principio”, ¡“Prioridad”!, ¡aquí está!
PAPÁ —¿Y qué dice?
MIGUEL —Prioridad. 1. Anterioridad de algo con respecto a otra cosa,
en tiempo o en orden. // 2. Anterioridad o precedencia de algo
respecto de otra cosa que depende o procede de ello.

a otra
r i o r). specto
. , a nte on re a l go
d s c
r i da or, -ōri algo en. i a de pro-
o i e
Pri lat. pr idad d en ord cedenc nde o
l r e
(De nterio mpo o o pre e dep
e u
1. A , en ti ridad cosa q
a
cos nterio otra
A e
2. ecto d o.
l
resp de el
e
ced
24
PAPÁ —¿Qué entendiste?
MIGUEL —La verdad muy poco. ¿Algo así como que algo
ocurre antes que otras cosas?
PAPÁ —¡Eso es! Cuando una cosa tiene prioridad es que debe
estar antes que todo lo demás. ¿Te queda claro? 25
MIGUEL —Más o menos…
A L DO iembre
IN dic ias
AGU ientes g e n c
Pen
d
a e mer médicos ial
ro par uros e pred cias
o r eg d en
- Ah go de s ra pago de ten s no
- Pa orro pa ra pago ripcione de vera
- Ah orro pa ra insc ciones
- Ah orro pa ra vaca ad
- Ah orro pa e Navid
- Ah galos d avidad
- Re na de N
- Ce
PAPÁ —Mira, te voy a poner un ejemplo. ¿Te acuerdas que
en diciembre recibo mi aguinaldo en el trabajo?
MIGUEL —¡Sí! ¡Y nos compras regalos!
PAPÁ —Así es, pero antes de comprar los regalos, tu mamá
y yo hacemos una lista para saber en qué gastaremos
ese dinero. Y ahí ponemos los regalos, la cena de
Navidad y la de año nuevo, lo que gastaremos en algún
paseo, la ropa que necesitamos, etc. Y ya que tenemos
la lista platicamos qué es lo que tiene prioridad.
MIGUEL —O sea, ¿qué es lo que va a ir antes de los otros
gastos?
PAPÁ —¡Exactamente!
26
MIGUEL —¿Y cuál fue el gasto más importante?
PAPÁ —Lo más importante no fue un
gasto, sino apartar algo del dinero
por si un día ocurre una emergencia:
como que alguien se enferme y
tengamos que comprar medicinas,
o que se descomponga el coche y
tengamos que llevarlo al taller.
MIGUEL —¿Y por qué tiene prioridad
eso que ni siquiera sabemos si va a
ocurrir?
PAPÁ —Porque sería muy grave que te
enfermaras y no tuviéramos dinero
para llevarte al doctor ni carro para
llevarte a la clínica. Cuando planeas
algo con tiempo, no solo te sale
mejor, sino que además puedes
escoger cuál será tu prioridad.
MIGUEL —Creo que ya estoy
entendiendo.

27
MIGUEL —¿Tú sabes qué cosas tienen prioridad?
MAMÁ —Sí, las cosas más importantes siempre tienen prioridad.
MIGUEL —¿Entonces los niños somos las personas más importantes?
MAMÁ —Pues sí.
28 PAPÁ —Son los más importantes cuando hablamos de los derechos
humanos.
PAPÁ —Acuérdate de lo que leímos en la biblioteca:
los derechos humanos son aquellos que, como su
nombre lo indica, nos corresponden a todos los seres
humanos, es decir, a los hombres y a las mujeres.
MIGUEL —A los papás, a los abuelos y
a los hijos…
MAMÁ —Sin importar la raza ni la
religión ni la nacionalidad.
PAPÁ —El libro también decía que
dentro de los derechos humanos
hay un conjunto de derechos que
solo tienen que ver con los niños…
¡Esos son precisamente los derechos 29
de los niños!
30
MIGUEL —¿Entonces a mí me tocan los derechos de los niños y los
derechos humanos?
MAMÁ —Claro, porque eres niño y eres humano al mismo tiempo.
PAPÁ —Volviendo al derecho de prioridad, ¿te acuerdas de que en la
película que vimos la semana pasada salió un bombero gritando “¡Los
niños primero!, ¡los niños primero!”?
MIGUEL —¡Sí! Cuando llegaron a sacar a los que estaban en el hotel que
empezaba a quemarse…
PAPÁ —Bueno, pues ese es un claro ejemplo del derecho de
prioridad.
MIGUEL —¿Entonces los niños siempre tenemos que ser
salvados antes que nadie?
MAMÁ —Sí. Ante cualquier amenaza o en cualquier
situación de riesgo, los niños siempre deben
ser protegidos primero.
PAPÁ —A ver, Miguel, vamos a hacer un
juego: yo digo “los niños van primero…”
o “los niños tienen prioridad…” y tú me
dices en qué casos crees que se aplique
este derecho; y tu mamá te dirá si
aciertas o te equivocas, ¿de acuerdo?
MIGUEL —¡Sí, de acuerdo!
ANDRÉS —¡Yo también juego!

31
PAPÁ —Los niños van primero…
MIGUEL —¡Cuando hay una fuga de gas, como el otro día en la tortillería!
MAMÁ —¡Correcto!
PAPÁ —Los niños tienen prioridad…
MIGUEL —¡Cuando hay una inundación!
MAMÁ —¡Muy bien! Como la que vimos en las noticias.
PAPÁ —Los niños van primero…
ANDRÉS —¡Al parque y luego a ver la tele!
MAMÁ —¡No! ¡Eso es un derecho de recreación!

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MIGUEL —¿Por qué está mal?
MAMÁ —Porque estamos hablando de los derechos de los niños, no de los
parques.
PAPÁ —Acuérdate que el derecho de prioridad quiere decir que en una
situación de emergencia, los niños serán los primeros que deberán ser
atendidos, como en los ejemplos que diste.
MAMÁ —También cuando una emergencia provoca escasez de recursos, los
niños deben ser los primeros en recibir agua, alimentos o medicinas.

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MIGUEL —¿Y cuando no hay desastres o
emergencias se acaba el derecho de
prioridad?
PAPÁ —No, los derechos de los niños, al
igual que los derechos humanos, nunca
se acaban; pero hay situaciones en que
necesitamos de ellos y es bueno saber
que siempre están ahí.
MIGUEL —¿Aunque no necesite utilizarlos?
PAPÁ —Así es. No tienes que solicitar tus
derechos cada vez que necesitas de
ellos. Por ejemplo, en este momento no
está ocurriendo ninguna emergencia;
sin embargo, tu hermano y tú no han
perdido su derecho de prioridad.
MAMÁ —Vamos a pegar este papelito en la
puerta del refrigerador...

34
En cualquier
rg e n c i a , s e d e b e
eme
d a r a te n c ió n y
pr o te cc ió n a l o s
n iñ o s a n t e s q u e
a los adultos!

35
, EN EL
LUNES LA...
E LA ESCUE
D
PATIO

MIGUEL —¿Qué creen? ¡¡El fin de semana me tocó una


manifestación!!
LUCÍA —¿¿Una qué??
ROBERTO —Sí, una manifestación. Es cuando un chorro de
personas se juntan en la calle y gritan cosas; hasta llegan
a parar el tránsito.
MIGUEL —Según me dijeron mis papás, es cuando hay
personas que quieren defender una idea y esa es una
manera de llamar la atención. ¡¡Peeerooo, ese día era una
marcha de los Derechos Humanos!! Y yo ni sabía que eso
existía.
LUIS —¡Yo tampoco sé qué es eso!
MARGARITA —¡Ni yo!
MIGUEL —Pues justo mi papá me llevó a una biblioteca
y sacamos un libro. ¡Y además, aprendí que los niños
tenemos derechos! Miren:

36
37
Derecho a la Derecho a tener
identidad una familia

Derecho a
la salud

Derecho de
prioridad

Derecho a la
educación

Derecho a la
protección de
niños con
discapacidad
Derecho a la no
discriminación

Derecho a la no
explotación

Derecho a la
libertad
Derecho al de expresión
descanso y al juego

38
A LA S
ROBERTO —¿Qué crees abue? Hoy un amigo ALIDA
ROBER DE LA
TO VA ESCUE
llevó un libro de los derechos de los niños. ACOMP LA,
DE SU AÑADO
¿Tú los conoces? ABUEL
O
ABUELO —Pues algo he oído de ellos. ¿Por?
ROBERTO —Nada más…

39
A,
A DE COMID
HOR O...
EN LA DE ROBERT
A
EN CAS

40
ABUELO —Vamos a comer en lo que
llegan tus papás de trabajar.
ROBERTO —Si, abue. Oye, ¿me cuentas
qué sabes de los derechos de los
niños?
ABUELO —Pues mira, no sé mucho. Creo
que hay como cinco o seis derechos.
ROBERTO —¡No, abuelo! ¡Hay más de
diez!
ABUELO —¿Sí? ¿Y cuáles son? ¡Creo que
tú me vas a enseñar más a mí de los
derechos!
ROBERTO —Pues no me acuerdo muy
bien, déjame pensar… Creo que hay
un derecho que habla de la salud,
otro de la educación… Otro que me
pareció muy extraño era el “derecho a
tener una familia”. ¿Por qué eso es un
derecho si todos tenemos una familia
desde que nacemos?

41
ABUELO —Ahí sí te puedo explicar, ¡y a
lo mejor, hasta puedo enseñarte algo!
Tú eres un niño afortunado porque
tienes a tus papás, que te quieren, te
cuidan y se preocupan porque no te
falte nada, ¿verdad?
ROBERTO —Bueno, les pedí un
helicóptero de control remoto y no
quisieron comprármelo.
ABUELO —No, creo que no me has
entendido. A lo que me refiero es a
las cosas que son verdaderamente
importantes para que vivas bien; es
decir, que no te falte comida, que
tengas ropa…
ROBERTO —¡Ah! ¡Ya entendí!, que tenga
una cama calientita y una casa donde
vivir.

42
ABUELO —¡Exactamente! ¡A ese tipo de cosas me
refiero! Otras muy importantes son: que te cuiden
para que seas un niño sano o que si te enfermas
puedas recibir la atención de un médico y no te
falten medicinas. ¡Todo eso lo tienes porque
vives en una familia!
ROBERTO —¡Entonces, el derecho a tener una
familia es el más importante de todos!
ABUELO —Bueno, yo creo que todos son
importantes, pero coincido contigo en
que puede ser uno de los derechos
más importantes, porque los niños
que no tienen un papá y una
mamá que los cuide y los quiera,
puede ser que no disfruten otros
derechos.
ROBERTO —¿Cómo cuáles?
ABUELO —Pues el derecho
a ir a la escuela y recibir
una educación, o como te
dije hace un rato, el derecho a
recibir atención médica cuando
te enfermas.

43
44
ROBERTO —¿Y hay muchos niños que no tienen papá o mamá?
ABUELO —No sé si hay muchos, pero sí hay niños que crecen
sin alguno de sus padres. Por ejemplo, en mi pueblo, muchos
hombres se van a trabajar a otros países y tienen que dejar a su
familia.
ROBERTO —¿Y por qué tienen que ir a buscar trabajo a otro lado?
ABUELO —Porque creen que allá les irá mejor, o porque aquí
no consiguen trabajo, o porque les pagan muy poco y no les
alcanza para comer y vestir bien a su familia.
ROBERTO —No entiendo. ¿Para que le vaya mejor a su familia, la
dejan? ¿Y dónde queda el derecho de esos niños y niñas a tener
una familia?
ABUELO —Ay, Robertito, me haces unas preguntas muy difíciles.
Pero, como ya te diste cuenta, no todos los niños disfrutan igual
el derecho a tener una familia, como creías.
ROBERTO —Y entonces, ¿qué pasa con ellos?
ABUELO —¿Te acuerdas del niño que vimos afuera de tu escuela
vendiendo dulces? Bueno, pues cuando alguno de los papás
no está para proteger a sus hijos, los niños tienen que salir a
trabajar, para poder comer, por lo menos. Y si llega a sobrarles
algo, se comprarán alguna ropa. Como ves, es muy fácil perder
los demás derechos si te falta la seguridad que te da tu familia.

45
ROBERTO —Y si faltan los dos papás, ¿no cuentan los tíos o los
abuelos?
ABUELO —Sí, a veces otros parientes ofrecen la protección que
necesitan algunos niños que viven solos, y de esta manera se
puede mantener el derecho a ser cuidados por una familia, y recibir
cariño. Pero esto por desgracia no siempre ocurre.
ROBERTO —¿Y entonces quién cuida a las niñas o los niños que se
quedan solos?
ABUELO —Bueno, cuando eso ocurre, el gobierno tiene que darles
protección, alimentarlos, cuidar su salud y darles alguna educación.
ROBERTO —¿Y dónde viven los niños que cuida el gobierno?
ABUELO —Hay lugares que se llaman orfanatorios, o hay distintos
tipos de instituciones donde los niños permanecen internados,
tanto los pequeños como los adolescentes.
ROBERTO —¿Y quién los quiere en esos lugares como a mí me quieren
mis papás?
ABUELO —Eh…, pues nadie quiere a un niño o a una niña como
los quieren sus papás. ¿Ya ves cómo no es tan fácil disfrutar del
derecho a tener una familia? Pero vamos a pararle aquí porque ya
llegaron tus papás.

46
47
48
MAMÁ —Hola, Roberto. Espero que no le hayas pedido a tu
abuelo otra vez que se subiera a un árbol.
ABUELO —No, hoy tuvimos una plática muy interesante.
PAPÁ —¿Sí? ¿Y de qué hablaron?
ROBERTO —¡Del derecho de los niños a tener una familia
que los cuide y los quiera!
PAPÁ —¿Y por qué platicaron de eso y no de futbol como
otras veces?
ROBERTO —Porque hoy en la escuela Miguel nos enseñó un
libro sobre los derechos de los niños.
MAMÁ —¿De veras? ¿Por eso platicaban del derecho a tener
una familia?
ROBERTO —¡Sí! ¡Porque es el más importante de todos los
derechos!
MAMÁ —¿Por qué estás tan seguro?
ROBERTO —Porque solo si tienes una familia te sientes
protegido. Si no la tienes, muchos otros derechos de los
niños tampoco se cumplen.

49
ABUELO —A ver, Roberto, cuéntales a tus papás cuáles son los
beneficios de tener una familia.
ROBERTO —Te dan de comer, te dan ropa limpia, te dan una cama
para que descanses y una casa para que estés protegido, te
cuidan cuando te enfermas, te llevan a la escuela, y te compran
un helicóptero de control remoto… Bueno, te lo pueden comprar.
Lo más importante de tener una familia es que tus papás te
quieren, te cuidan y te hacen sentir que eres importante.
ABUELO —¡¿Solamente tus papás?!
ROBERTO —¡No! ¡También tú eres parte de mi familia, abuelo!

50
DIEGO—A ver, enséñanos ese libro que te AL DÍA
EN EL SIGUIE
SALÓN NTE
encontraste. DE CLA
CARLOS —Sí, mira, se llama La salud en los niños. SES...
Aquí en la primera hoja dice que es un derecho
de los niños el recibir atención médica y tener
derecho a una seguridad social.
MARGARITA —¿Y qué es eso de la seguridad social?
CARLOS —Pues yo le pregunté a mi papá y me
dijo que es un servicio que nos debe dar el
gobierno de manera gratuita si nos enfermamos
o tenemos un accidente.

51
L A ESCUELA,
E
LIDA D NAN
A LA SA PA PÁ CAMI
YSU
DIEGO CALLE.
..
POR LA

DIEGO —Papá, ¿tú qué sabes de los derechos de los niños?


PAPÁ —¿Por qué lo preguntas?
DIEGO —Es que hoy en la escuela estuvimos platicando de eso y
Carlos llevó un libro que le prestó su papá, que es doctor, sobre
el derecho que los niños tenemos a la salud.
PAPÁ —Lo que sucede es que todos los niños tienen el derecho a
tener las cosas necesarias para vivir bien, por ejemplo comida,
agua y cuidados.
DIEGO —¿O sea que todo eso es gratis?
PAPÁ—¡No! Lo que significa es que los adultos
responsables de los niños les tenemos que dar, por
derecho, eso que necesitan para vivir.
DIEGO —¿Y quiénes son los adultos responsables?
PAPÁ —¡Pues los papás!
DIEGO —Y entonces, ¿qué pasa con los niños que viven en la
calle y que van pidiendo dinero, como el que se nos acercó
afuera de la escuela? Ellos no tienen agua ni comida. ¿No
tienen papás?
PAPÁ —Pues mira, esa pregunta es muy difícil de responder. A veces
sí tienen papás, pero sus papás no tienen dinero para darles lo
que necesitan para vivir y salen a la calle para buscar dinero.
Otras veces, en efecto, no tienen papás.
52
DIEGO —¿Y qué van a hacer si no tienen papás?
PAPÁ —Pues en esas situaciones el gobierno establece lugares para que
ellos vayan por comida y agua. Esos lugares se llaman albergues, y a
veces hasta llegan a ofrecerles una cama para dormir si no tienen casa,
aunque en realidad no sé muy bien cómo funcionan. Pero lo que sí es
muy importante, y tú lo sabes muy bien, es que si un niño no está bien
alimentado no puede crecer y ser feliz. ¡LA SALUD ES PARA TODOS!

53
,
A DE JULIETA
EN CAS D E COME
R...
ANTE S
JUSTO

54
JULIETA —Mamá, ¿tú sabes que los niños tenemos derecho a la salud?
MAMÁ —Sí, hija, claro que lo sé. Y tú, ¿dónde lo escuchaste?
JULIETA —Es que un compañero llevó un libro que hablaba de eso.
¿Alguna vez me has llevado al hospital?
MAMÁ —¡¡Cuando naciste!! En realidad has sido una niña muy sana;
estuvimos en el hospital cuando naciste y ahora estoy yendo al
hospital para que me den medicinas, porque en este embarazo he
estado un poco más enferma.
JULIETA —¿Pero el derecho es para los niños o también para las
mamás?
MAMÁ —El derecho es para los niños y para las mamás, y como yo
estoy embarazada de tu hermanito, también tengo derecho a ese
cuidado de Seguridad Social. Es decir, que puedo que ir al hospital
para que me cuiden y me den las medicinas necesarias para que
tanto tu hermano como yo podamos estar bien. ¡LA SALUD ES
PARA TODOS!
JULIETA —¡Qué bien! ¿Algún día te puedo acompañar?
MAMÁ —Ya veremos.

55
TARDE,
POR LA
SA DE JOSÉ...
EN CA

56
JOSÉ —¡Mamá! ¡Mamá! ¡Mamá! ¿Verdad que cuando yo estuve enfermo y
estuve en el hospital era porque tengo derecho a la salud? Es que mi
hermanito no me cree.
MAMÁ —Sí, eso es cierto. ¿De dónde sale esa pregunta?
JOSÉ —Hoy en el recreo estuvimos hablando de los derechos de los niños
y yo les presumí a mis amigos que yo ya había usado mi derecho a la
salud.
MARCELINO —¿Y por qué yo no tengo ese derecho?
MAMÁ —Sí lo tienes. Por supuesto que te voy a llevar al hospital cuando
estés enfermo, pero también te he llevado a que te vacunen.
JOSÉ —Sí, mamá. Pero, ¿y las vacunas, qué tienen que ver con el derecho a
la salud? ¡Ni estábamos enfermos!
MAMÁ —Las campañas de prevención y las campañas de vacunación
también son parte del derecho a la salud de los niños. Todo lo que tiene
que ver con hacer que los niños crezcan sanos y con bienestar para que
sean más fuertes y más sanos de grandes. Esto es ejercer el derecho a
la salud. ¡LA SALUD ES PARA TODOS!

57
S
A DE CLASE
OD Í ES
ÚLTIM
A S VACACION
DE L NTA
ANTES ANA SA
DE SEM

MAESTRA —Ahora que terminó


el recreo, vamos a hacer un
último ejercicio de redacción
sobre lo que piensan hacer en
vacaciones. Pero antes de que
se pongan a escribir, quiero que
me cuenten qué van a hacer en
estos días de descanso. ¿Quién
quiere empezar?
MARIANA —¡Yo! Mis papás me
dijeron que vamos a ir unos
Aa Ee Ii Oo Uu
días a ver a mis abuelitos.
MAESTRA —¿Y dónde viven tus
abuelitos, Mariana?
MARIANA —En el estado de
Veracruz, muy cerca de la playa.

58
EDUARDO —Mis papás me dijeron que vamos a ir al zoológico, a la
feria, al cine, y a muchos lugares más.
LUCÍA —Mi mamá me dijo que nos vamos a dedicar a hacer un
jardín y una hortaliza atrás de la casa.
MIGUEL —Yo voy a ir al pueblo de mi mamá, donde hacen unos
dulces riquísimos y podemos pasear en caballo todos los días.
MARGARITA —Mis papás no tienen vacaciones en su trabajo, pero
me dijeron que debo descansar todos los días, ¡porque el fin de
semana no vamos a parar!

59
JUAN CARLOS —Mi papá tampoco tiene vacaciones, pero como nos gusta
mucho armar rompecabezas entre todos, ya tenemos dos rompecabezas
nuevos de 2000 piezas cada uno.
JULIETA —A mí me van a meter a un curso de pintura, porque me gusta
mucho dibujar y mi papá dice que lo hago muy bien, ¡hasta mandó
enmarcar uno en el que puse muchas mariposas de colores!
JOSÉ —¿Y usted qué va a hacer, maestra?

60
MAESTRA —Voy a leer algunos libros, iré a
algunos museos y al cine. Pero sobre todo
voy a descansar, ¡a disfrutar de no tener que
levantarme tan temprano!
JOSÉ —¡Y no tener que revisar examenes! ¡Vivan
las vacaciones!
MIGUEL —Maestra, ¿y qué sabe usted de los
derechos de los niños?
JOSÉ —Eso ni viene al caso. ¡No cambie
de tema, maestra! ¡Hay que seguir
platicando de las vacaciones!
MAESTRA —¿Por qué haces esa
pregunta en este momento, Miguel?
MIGUEL —Es que últimamente hemos
estado platicando en el recreo sobre
los derechos de los niños, y creo
que hay uno que se llama “derecho al
descanso y al juego”; ¿está relacionado
con las vacaciones?

61
MAESTRA —Bueno, vamos a platicar un poco sobre
ese derecho. ¿Alguien me puede recordar cuántos
periodos de vacaciones tenemos al año en la escuela
y cuánto dura cada uno?
ROBERTO —Estas vacaciones que empiezan dentro de
dos horas, las de diciembre y las vacaciones largas
cuando termina el año escolar.
MAESTRA —¿Entonces, cuántas semanas de descanso
hay en el año?
LUCÍA —Son dos semanas en diciembre, otras dos en
Semana Santa y las vacaciones largas al final del
año escolar.
MARGARITA —¡Pues ni tan largas!, dice mi mamá que
cada vez duran menos.
LUCÍA —Son como cinco semanas, o sea que en total
tenemos como nueve semanas de vacaciones al año.
SEBASTIÁN —¡Huy, qué poquito!

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JULIETA —Mi papá también tiene nueve semanas de vacaciones.
MAESTRA —¿Y a qué se dedica tu papá que tiene tantas semanas de
vacaciones?
JULIETA —Igual que usted, maestra, da clases en una secundaria.
MAESTRA —¿El papá o la mamá de alguien más da clases en una escuela?
TODOS LOS DEMÁS —¡Nooo!
MAESTRA —¿Y alguno de ustedes sabe cuántas semanas de vacaciones
tienen sus papás al año?
ROBERTO —¡Tres semanas!
JUAN CARLOS —¡Cuatro semanas!
MARGARITA —¡El mío solo diez días!
LUCÍA —¡Dos semanas!

63
MAESTRA —Como ven, las vacaciones
más largas son las de los niños, las
niñas y los adolescentes que van a la
escuela.
SEBASTIÁN —¡Y las de los maestros!
MAESTRA —Sí, aunque en el verano
los profesores tenemos que asistir
a cursos y a veces hasta debemos
presentar exámenes.
CARLOS —¡Entonces somos los
campeones de las vacaciones!
LUCÍA —¿Y por qué es un derecho tener
tantas vacaciones?
MAESTRA —Porque los niños necesitan
tener mucho tiempo para jugar, para
Aa Ee Ii
disfrutar, para descansar.

64
MIGUEL —¿Y por qué no es un derecho de todas las personas descansar
igual que los niños?
MAESTRA —Todos los trabajadores tienen derecho a descansar; por
ejemplo, ¿sabían ustedes que hubo una época en que muchos
trabajadores no descansaban ningún día de la semana?, es decir,
¡trabajaban 365 días al año! Por eso es que hubo un gran avance en
la defensa de los derechos de los trabajadores cuando se logró que
sólo trabajaran 8 horas cada día, durante cinco días a la semana.
CARLOS —¡Con razón mi papá siempre anda cansado!

a Ee Ii Oo Uu

65
66
MAESTRA —Además, cuando los niños juegan están aprendiendo muchas
cosas.
SEBASTIÁN —¡Sí, a meter goles!
MAESTRA —No solo eso. Aprenden a coordinar sus movimientos, como
cuando practican para que una canica entre en un hoyito. También
aprenden a respetar las reglas de cada juego y a sus amigos que juegan
con ustedes; es decir, aprenden a convivir.
LUCÍA —¡¿Todo eso lo aprendemos cuando jugamos?!
MAESTRA —¡Sí! Cuando los niños y las niñas juegan, se están entrenando
para llegar a ser ciudadanos que sepan apoyar a otros, como en un
equipo de futbol; que sepan respetarlos y que aprendan a divertirse con
sus amigos, no cada quien en su casa.
LUCÍA —¿Entonces nos estamos entrenando para cuando seamos mayores?
MAESTRA —En primer lugar, cuando los niños juegan, se están divirtiendo;
cuando descansan, se reponen para seguir creciendo sanos y con
energía. Y por último, también se van preparando para que cuando sean
más grandes sepan relacionarse con otras personas respetando siempre
“las reglas del juego”.
LUCÍA —¿Cómo que las reglas del juego?
MAESTRA —Recuerden que todos tenemos que respetar reglas. Por
ejemplo, si no hubiera un reglamento de tránsito sería muy difícil
conducir un carro; pero también, si no hubiera reglas de convivencia
nadie respetaría la fila para comprar boletos para entrar al cine. ¡Esas y
muchas otras reglas las empiezan a practicar ustedes cuando juegan!
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DIEGO —Lo malo es que hay niños que no salen de
vacaciones.
SEBASTIÁN —¡A poco alguien va a venir todas las
vacaciones a la escuela!
MAESTRA —¿A qué te refieres, Diego?
DIEGO —Estaba pensando en el niño que vende
dulces afuera de la escuela, y me acordé de que
en las vacaciones de diciembre fui con mis papás
dos veces al cine y ahí lo vi vendiendo sus dulces.
MAESTRA —Por desgracia no todos los niños tienen
las mismas posibilidades de viajar, ir a museos o
armar rompecabezas; eso ocurre porque no todos
tenemos las mismas oportunidades, es decir, hay
personas que tienen recursos suficientes para vivir
bien y hay otras familias en las que los recursos
son muy escasos y se utilizan para lo más
importante: comer y tener dónde vivir.
Pero lo que nunca debería ocurrir es
que los niños tengan que trabajar
para ayudar a sus papás.
MIGUEL —¡Claro, porque no se
está respetando su derecho al
descanso y al juego!

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LUCÍA —Yo tengo una prima que en las
vacaciones trabaja en la tienda de sus
papás, ¿está mal?
MAESTRA —¿Y tiene que trabajar todo el día
en la tienda?
LUCÍA —No, nada más un rato en la
mañana. Luego se va a jugar con
sus amigas, o me invita a ver
películas a su casa.
MAESTRA —Entonces no está
mal. Recuerden que todos los
niños y las niñas tienen que
colaborar con los quehaceres
de sus casas: levantar su
ropa, tender su cama, etc.
Ayudar un poco a mamá y
papá no está mal, si lo
hacen hasta descansan
con más gusto y disfrutan
más sus juegos.

70
¿Cómo disfrutaré mi
derecho al descanso
y al juego en estas
vacaciones?
MAESTRA —Saquen su cuaderno
y pongan como título: “¿Cómo
disfrutaré mi derecho al descanso
y al juego en estas vacaciones?”
Además, para después de
las vacaciones tenemos que
organizar un proyecto para el
final del ciclo escolar.
Aprovechen estos días de
descanso para pensar sobre
qué quieren trabajar. Con ese
proyecto voy a calificarles el
quinto bimestre, pero lo tienen
que empezar a hacer regresando
de vacaciones.

71
,
TARDE
POR LA RGARITA...
A
N CA SA DE M
E

72
PAPÁ —¿Qué tal estuvo tu último día de clases?
MARGARITA —Muy bien, después del recreo platicamos de
cosas muy interesantes con la maestra.
MAMÁ —¿Y qué fue eso que te interesó tanto?
MARGARITA —La maestra nos explicó por qué es importante
que los niños tengamos vacaciones. Pero lo bueno empezó
cuando Miguel le preguntó si sabía algo sobre los derechos
de los niños. ¡Y nos dimos cuenta de que la maestra sabe
muchísimo!
MAMÁ —¿Y qué tienen que ver las vacaciones y los derechos
de los niños?
MARGARITA —Eso mismo nos preguntamos nosotros, hasta
creímos que lo hacía para distraer a la maestra y hacerla
perder tiempo; pero no, sí tenía relación.
PAPÁ —¿Y qué fue lo que aprendiste?
MARGARITA —¡Que descansar y jugar también son derechos de
los niños! Además, nos dijo la maestra que no descansamos
nada más por flojera, sino para reponer energías y poder
crecer sanos.

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PAPÁ —¿Y qué les dijo del tiempo que
dedican a jugar, corriendo y gritando sin
parar?
MARGARITA —Qué también es importante
porque es bueno divertirse, pero sobre
todo porque aprendemos que a todos
nos toca un turno para jugar, y dijo que
tiene que ver con el respeto.
MAMÁ —¡Pues sí estuvo interesante la
plática! Y ese ejemplo que cuentas,
claro que tiene relación con el
respeto. Imagínate que tu papá, tú y
yo jugáramos “Memoria” y que tú te
dedicaras a levantar todas las cartas
sin dejarnos participar. ¿Qué crees que
pasaría?
MARGARITA —¡Que les ganaría!
MAMÁ —No. Lo que pasaría es que te
dejaríamos jugando sola. ¿Entiendes?
Para que en un juego con tus amigos
no te quedes sola, tienes que respetar
las “reglas del juego”.
MARGARITA —¡Eso mismo dijo la maestra!

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PAPÁ —¿Y por qué te interesó tanto el
tema de los derechos de los niños?
MARGARITA —Pues porque yo soy
niña, y también porque el lunes
pasado Miguel llevó a la escuela
unas hojas en las que estaban
muchos derechos de los niños,
y desde entonces a cada rato
platicamos de eso.
MAMÁ —¿Y te acuerdas de algunos
otros derechos?
MARGARITA —A ver… Me acuerdo del
derecho a ir a la escuela, el derecho
a tener una familia, el derecho a
crecer sanos, el derecho a que te
atiendan antes que a los adultos,
el derecho a que no te vean mal, o
algo así, que está mal que te hagan
sentir menos o que digan que no
eres igual a otros.

75
PAPÁ —¿Quieres decir el derecho a no ser discriminado?
MARGARITA —¡Eso mismo! Lo que pasa es que yo no conocía esa palabra.
PAPÁ —Vamos a ver qué dice el diccionario… “1. Seleccionar excluyendo.
2. Dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos
raciales, religiosos, políticos, etc.” ¿Te queda claro?
MARGARITA —Creo que sí, más o menos…, aunque no me queda claro qué
es eso de “seleccionar excluyendo”.

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MAMÁ —¿Recuerdas por qué te enojaste con Clara? Me contaste que para
su fiesta hizo una lista con los nombres de sus amigas y a unas las
tachó porque no le gusta la ropa que usan, ¿te acuerdas?
MARGARITA —Sí, yo fui una de las tachadas de la lista.
MAMÁ —Bueno, pues lo que hizo Clara fue “seleccionar excluyendo”,
hizo una separación de aceptadas y tachadas, a ustedes las descartó,
es decir, las discriminó.
MARGARITA —¡Ahora sí me queda muy claro!
PAPÁ —Bueno, como te prometimos, vamos a usar los fines
de semana para salir a disfrutar las vacaciones juntos.
¿Por dónde vamos a empezar?
MARGARITA —¡Vamos al cine!

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78
MAMÁ —Está muy larga la fila, ojalá consigamos
boletos.
PAPÁ —Yo creo que sí, todavía falta media hora
para que empiece la película.
MARGARITA —¡Miren! ¡Ahí adelante está formada
Tita, la hija de la señora que vende tamales cerca
de la casa, y viene con su hermano!
PAPÁ —Qué bueno que vinieron porque la película
seguro les va a gustar.
MARGARITA —¿Puedo ir a saludarla?
MAMÁ —Sí, pero apúrate porque ellos ya van a
llegar a la taquilla.
MARGARITA —¡Hola, Tita!
TITA —¡Margarita!, ¿qué andas haciendo por aquí
solita? Espérame…
TAQUILLERO —¿Vienen juntas?
TITA —No, yo vengo nada más con mi hermano.
Quiero dos boletos.
TAQUILLERO —No te los puedo vender.
TITA —¿Por qué?
TAQUILLERO —Eh... porque no vienen con un adulto.
MARGARITA —Oiga, pero han entrado muchos niños
solos.
TAQUILLERO —Lo siento. Además, no estoy
hablando contigo. Háganse a un lado, ¡el que
sigue! 79
MAMÁ —Mira, creo que hay un
problema con Margarita y su
amiga.
MARGARITA —¡Papá, no le
quieren vender boletos a
Tita!
PAPÁ —¿Por qué? ¿No traen
dinero suficiente? ¿Quieren
que les preste?
TITA —Sí traemos, pero el
taquillero no quiere.
PAPÁ —¡Les puede vender
sus boletos, por favor!
TAQUILLERO —No. Por
política de la empresa
hay gente a la que no le
puedo vender.
PAPÁ —Pues no voy a
moverme de aquí hasta
que venga el gerente.

80
PAPÁ —¡Quiero saber por qué no le venden
boletos a estos niños!
GERENTE —Como usted sabe, nuestro cine es
de primera, y para dar el servicio que se
merecen personas como usted, no dejamos
pasar a cualquier persona, ¿me entiende?
PAPÁ —No.
GERENTE —Quiero decir que no
dejamos entrar a los jovencitos
que no vienen arreglados de
acuerdo con las normas de la
compañía… ehhh, para que no
vayan a causar problemas.
MAMÁ —Pues hemos venido
varias veces y siempre
tenemos que aguantar
a grupos de jovencitos
muy bien vestidos que
no dejan de molestar ni
un momento, que gritan,
silban, dicen groserías, ¡y
usted nunca les ha llamado
la atención solo porque se
ven bien!

81
MARGARITA —¿Conoce usted los derechos de los niños?
GERENTE —¿Los qué?
PAPÁ —¡Los derechos de los niños!, porque aunque
usted no los conozca, está violando un derecho de
estos niños, porque los está discriminando.
MAMÁ —Creo que tenemos que denunciar a este señor
en la Comisión de Derechos Humanos.
GERENTE —Creo que no es necesario
que se enojen, si los niños pasan con
ustedes, ¡yo invito la función!
PAPÁ —Se puede quedar con su cine
para unos cuantos. ¡Y la denuncia
por discriminar a niños de escasos
recursos no se la va a quitar de
encima!

82
DE REG
EN CAS RESO
A DE M
ARGAR
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TITA —Gracias por ayudarnos, señores.
MAMÁ —Pues todos tenemos que darle las gracias a
Margarita, porque ella nos ha enseñado algunas cosas
sobre los derechos de los niños.
MARGARITA —¡Voy a ser una gran defensora de los derechos
de los niños, como mis papás! ¿No me quieres ayudar, Tita?
TITA —¡Claro que sí!
BETO —¡Yo también!
MAMÁ —¿Y a dónde se iría tu papá?, llámalo porque ya va a
estar lista la cena.

83
PAPÁ —Vamos a jugar Memoria. Escribí en unas tarjetas varios
casos en los que nadie debe discriminar a un niño. ¡Quien gane
escogerá a donde vamos a pasear mañana! Y ustedes, Tita y
Beto, están invitados.
MARGARITA —¡Bravo! ¡Vamos a jugar! Pero déjame
traer una hoja para poner junto a las cartas el
letrero: “Nadie debe discriminarte…” Por te
n er
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85
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86
SEBASTIÁN —Papá, ¿tú sabes de los derechos que
tenemos las personas?
PAPÁ —Claro que lo sé. ¿Por qué lo preguntas?
SEBASTIÁN —Es que las últimas semanas hemos
estado hablando de eso en la escuela, sobre todo
de los derechos de los niños.
JOSÉ LUIS (Señalando a un niño en silla de ruedas)
—Pues a ese niño no le respetan sus derechos.
PAPÁ —José Luis, ¿no te estás burlando, verdad? A
todos los niños se les deberían de respetar sus
derechos.
JOSÉ LUIS —Yo no digo que no, pero mírenlo: ¡la
verdad hasta debería tener más derechos!
SEBASTIÁN —Claro que no. Yo creo que debería tener
los mismos derechos que todos los demás niños.
MAMÁ —¡Niños! Dejen de pelearse y apúrense o
vamos a perder el autobús.

87
SEBASTIÁN —Papá, ¿verdad que los niños con discapacidad tienen los mismos
derechos?
JOSÉ LUIS (Burlándose del hermano) —¡Tú ni sabes qué son las discapacidades!
SEBASTIÁN —¡Claro que sí! Los niños con discapacidad no son como nosotros…
JOSÉ LUIS —Y entonces, si no son como nosotros, ¿por qué van a tener los
mismos derechos?
MAMÁ —Yo no sé tanto como tu papá sobre los derechos de los niños, pero
hoy en día hay muchos derechos que corresponden a las personas que tienen
discapacidades.
SEBASTIÁN —¿Y qué es eso de “discapacidad”?
JOSÉ LUIS —Son personas que no pueden ver,
escuchar, hablar o caminar bien.

88
SEBASTIÁN —Pero ellos deberían de tener
los mismos derechos, ¿no papá?
PAPÁ —¡Sí! Me parece que estás un poco
confundido. Claro que tienen los mismos
derechos que todos los niños, pero
además existen derechos especiales para
los niños con discapacidades.
SEBASTIÁN —¿Y por qué necesitan otros
derechos?
PAPÁ —Porque ellos requieren cuidado y
atenciones especiales. Por ejemplo, si a
un niño le falta una pierna o un brazo,
es probable que le cueste más trabajo
hacer algunas cosas que los niños
como tú hacen normalmente. Ustedes
vieron lo que le pasó al niño que estaba
intentando subir la banqueta con su
silla de ruedas. Si tú o tu hermano
tuvieran que hacerlo, seguramente
podrían aunque hubiera un automóvil
estorbando. Pero el niño que vimos
necesita que haya derechos especiales
que lo protejan y lo ayuden a conducirse
por sí mismo.
SEBASTIÁN —Ah, ¿como poner una rampa
para que, si estás en una silla de
ruedas, no tengas que bajar o subir las 89
escaleras?
PAPÁ —¡Exactamente! ¿Qué más se te ocurre? ¿Has visto cosas que puedan
apoyar a las personas con discapacidad?
SEBASTIÁN —¡Sí! En muchos estacionamientos hay una silla de ruedas
pintada en el piso para que las personas que van con esa necesidad se
estacionen ahí.
PAPÁ —Muy bien. Por eso es importante que respetemos esos lugares en los
estacionamientos. ¿Qué más?
SEBASTIÁN —En los museos he visto que hay letreros que abajo tienen
bolitas y una vez alguien me explicó que es para que los invidentes
puedan enterarse de qué se trata.
PAPÁ —En efecto. Esas “bolitas” se llaman braille y es un sistema de lectura y
escritura que usan las personas que no pueden ver. Desde chiquitos se les
enseña a leer así, igual que a ti se te enseña a leer en los libros.

90
JOSÉ LUIS —Pues yo el 0 1
otro día vi en las noticias
que hasta hay unas
olimpiadas para ellos.
PAPÁ —Esas olimpiadas se
llaman Paraolimpiadas y son
precisamente para personas
con discapacidad. México
siempre hace un muy buen
papel y ganamos muchas medallas
de oro y plata.
SEBASTIÁN —No entiendo, ¿cómo va
a competir alguien que no tiene una
pierna?
PAPÁ —Bueno, pues compiten en sillas de ruedas o con prótesis.
SEBASTIÁN —¿Prótesis?
PAPÁ —Sí, cuando les ponen una pierna, una mano o un brazo artificial para
que puedan seguir cumpliendo con sus funciones lo mejor que puedan.
JOSÉ LUIS —Yo vi en la tele a un muchacho que estaba nadando sin un brazo. 91
PAPÁ —Así es.
SEBASTIÁN —Y los niños con discapacidad, ¿por qué están así?
MAMÁ —Bueno, pues algunos nacieron así, o a veces por algún accidente o
enfermedad. Las discapacidades pueden ser de distintos tipos: físicas o
mentales.
SEBASTIÁN —¿Mentales?
MAMÁ —Sí. Por ejemplo, en personas que de acuerdo a su edad deberían
pensar de algún modo y lo hacen como si fueran un poco más pequeños
porque no se pudieron desarrollar adecuadamente.

92
PAPÁ —Todas esas personas deben ser tratadas con mucho respeto y hay
que darles la prioridad que necesiten sin hacerlos a un lado. Por ejemplo,
en la fábrica donde trabaja tu tío Lalo hay un señor que no puede hablar y
que se encarga de llevar unos registros. Por lo que me ha contado, ¡hace
muy bien su trabajo! Eso es lo valioso, que si no los hacemos a un lado
podemos todos juntos formar una mejor sociedad. Deben tener los mismos
derechos a participar en sociedad como los demás. Por ejemplo, ir a la
feria o poder viajar.
SEBASTIÁN —Ya entendí. ¡Regresando de vacaciones se lo quiero platicar a mis
amigos!

93
A
Y S U FAMILI
S ONA
CARLO P OR LA Z
PASE O TZÁ
EN SU E CHICHÉN I
AD
RQ UE OLÓGIC
A

CARLOS —Y, ¿cómo dices que se llama aquí?


MAMÁ —Chichén Itzá.
CARLOS —Pero si estábamos muy contentos en el hotel.
JOSEFINA —¡Sí, en la alberca! ¡Aquí hace mucho calor!

94
PAPÁ —Sí, en la tarde regresaremos y ahí nos vamos a quedar
mañana, pero ahorita van a ver qué lindo es el lugar que vamos
a conocer. Es uno de los sitios arqueológicos más importantes del
país. Por eso vinimos a pasear al Sureste, para poder traerlos aquí
estas vacaciones.
SEÑOR —¡Pero che! ¿Cómo puede ser? ¡Alguien me tiene que ayudar!
OFICIAL —Sí señor, es lo que estamos tratando de hacer, pero necesito
que se calme.
SEÑOR —¡Pero cómo me pide que me calme si le di mi pasaporte y
ahora no lo encuentra!

95
CARLOS —Papá, ¿por qué está gritando ese señor?
PAPÁ —Es que perdieron su pasaporte.
CARLOS —¿Y qué tiene de malo perder el pasaporte? ¿A poco sí es tan
importante para los gritos que está pegando?
PAPÁ —Conservar el pasaporte es muy importante porque es con lo que ese
señor puede viajar y regresar a su país. Seguramente no es mexicano.
JOSEFINA —Pero, ¿por qué no es mexicano si habla español?
MAMÁ —Bueno, no solamente se habla español en México. También se habla
español en otros lugares del mundo como en Perú, Colombia, Chile y en
lugares más lejanos como España. Por el acento del señor creo que viene
de Argentina.

96
JOSEFINA —¿Nosotros tenemos
pasOpOrte?
MAMÁ —PasAporte.
JOSEFINA —Eso.
MAMÁ —Tu papá y yo sí, ustedes
todavía no.
JOSEFINA —Y, ¿para qué dicen que sirve?
PAPÁ —Bueno, en realidad es necesario para
muchas cosas. No solo para viajar de
un país a otro, sino que es uno de los
documentos de identidad más importantes.
Carlos, tú que has estado preguntado
tanto sobre los derechos de los niños, ¿no has
escuchado hablar del derecho a la identidad?
CARLOS —No, la verdad no.
PAPÁ —Pues es un derecho muy importante. 97
CARLOS —¿De qué trata? ¿Qué es eso de la identidad?
98
PAPÁ —Pues el derecho de identidad es que todas las personas tengan un
nombre y una nacionalidad.
CARLOS —¿O sea?
PAPÁ —Es decir, cuando cada niño nace, los papás tienen que ir a inscribirlos
en un lugar que en México se llama Registro Civil. Ahí se anota el nombre
que tendrán, los apellidos de la familia de la que forman parte y se
reconoce oficialmente que pertenecen a nuestro país.
CARLOS —¿Y por qué es importante que registren a los niños en ese lugar?
PAPÁ —Porque en ese momento tú quedas inscrito oficialmente ante el país
en el que vives. Es decir, si nadie registra a un niño cuando nace, ¡es como
si no existiera! Por eso es necesario que sus papás lo hagan, porque de
esa forma quedan inscritos en una lista que les da pertenencia a un país y
a una nacionalidad, además de reconocerles el nombre y apellido.
CARLOS —¿Pertenencia? ¿Eso es que pertenecen?
PAPÁ —¡Exacto!
JOSEFINA —Yo no entendí lo de pertenencia.
MAMÁ —A ver, Carlos, explícale a tu hermana.
CARLOS —Es cuando eres parte de algo. Por ejemplo, tú perteneces a un
grupo en la escuela, o sea, eres parte de tu grupo. ¿Sí?
JOSEFINA —Más o menos…

99
100
PAPÁ —Además, cuando uno está inscrito en un país y tiene una
nacionalidad, puede disfrutar de todos los derechos de esa nación.
JOSEFINA —¿Como cuál derecho?
MAMÁ —Por ejemplo, si estás registrado te podemos inscribir en la
escuela, y así disfrutas de tu derecho a tener educación. El acta de
nacimiento es tu primer documento oficial de identidad, es decir, con
él reconocerán en cualquier parte que eres mexicano y que tienes una
familia.
CARLOS —¿Por qué dices que es el primer documento de identidad? ¿Hay
otros?
MAMÁ —Sí, por ejemplo, tu credencial de la escuela. Y cuando seas más
grande tendrás otros, como el pasaporte, la credencial para votar,
etcétera. Y todos esos te servirán cuando quieras viajar a otros países,
para trabajar, al abrir una cuenta en un banco, si te quieres casar,
etcétera.
PAPÁ —A ver, por ejemplo, ¿cómo creen que supimos que el señor que
perdió su pasaporte no era mexicano? ¿Notaron algo diferente?
CARLOS —Pues dijo una palabra que yo nunca había oído, además de que
habla medio raro.
MAMÁ —¿Qué dijo?
CARLOS —Algo así como “Ché”. ¡Ni siquiera sé qué significa!
MAMÁ —Exacto. En Argentina usan mucho esa palabra para llamarle a una
persona. Es como decir, “oye, tú”.

101
MAMÁ —¿Qué creen que nos haga diferentes a los mexicanos de las personas
de otros países en general? ¿Qué más han observado en este viaje que creen
que es muy mexicano y que no encontraríamos en otro país?
JOSEFINA —No sé si esté bien, pero yo pensé en lo lindo que eran los trajes que
usaban las señoritas que bailaron en el restaurante de Mérida.
CARLOS —¡Y los que tocaban la marimba!
MAMÁ —Esos son bailes típicos. Es justamente algo que solo se hace en
México. Cada país tiene sus costumbres y sus danzas. ¡Muy bien, niños!
JOSEFINA —¿Y también algunas otras cosas como el himno y la bandera?
MAMÁ —¡Claro! Eso nos une a todos los mexicanos, o dicho de otra manera,
todos los mexicanos nos identificamos con
esos símbolos.
CARLOS —Otra cosa que siempre sacan en la tele
cuando hablan de México son los volcanes: el
Popo y La Mujer Dormida.

102
PAPÁ —Eso es. Y todo eso nos hace ser mexicanos y tener una identidad
además de nuestro nombre y apellido. ¿Conocen a alguien que no sea
mexicano y que tenga otra identidad y otras costumbres o formas de hablar?
CARLOS —En un grupo de la escuela hay un profesor que dicen que viene de
Sudamérica y me han contado que habla muy chistoso.
103
PAPÁ —¿Y te han contado qué dice?
CARLOS —No, nada, solo que habla diferente y chistoso.
PAPÁ —Muy bien. ¿Se dan cuenta? En cada país hay costumbres y
palabras diferentes y eso también ayuda a dar a las personas su
identidad. Ahora, todo esto está muy bien, pero no hay que olvidar
que aunque la identidad se asigna en el registro civil, y ahí te ponen
tu nombre, tus apellidos y también tu nacionalidad, cada persona va
creando su personalidad. Es decir, cada persona, a través de lo que
vive con su familia, con sus experiencias, sus conocimientos y su
trabajo se hace diferente de los demás. Y así, aunque todos somos
mexicanos y tenemos la misma nacionalidad e identidad registrada…
CARLOS —¡Ya entendí! ¡O sea que todos los mexicanos somos iguales en
muchas cosas, aunque todos somos diferentes personas!

104
DE REG
RESO E
DESPU N LA E
ÉS DE T SCUELA
ERMIN ,
VACACI AR LAS
ONES..
.

MAESTRA —Hola, niños. Bienvenidos,


¿qué tal les fue en sus vacaciones?
¿Quién nos quiere compartir a
dónde fue y qué aprendió?
EDUARDO —Pues yo me fui con mis
tíos a Guadalajara.
ANDREA —Yo me fui a Chihuahua.
CARLOS —¡Yo les quiero contar!
Fui a Mérida y paso algo súper
interesante.
MAESTRA —A ver Carlos, cuéntanos. Aa Ee Ii Oo Uu

105
CARLOS —Pues mis papás nos llevaron
a unas pirámides y ahí había un señor
que venía de Argentina y que perdió su
pasaporte, entonces aprendí que existe
el derecho de identidad y que es súper
importante.
MAESTRA —En efecto Carlos, ese es un
derecho muy importante. Bueno, la
verdad, todos lo son. Yo no podría
decir que uno es más importante que
otro.

106
MAESTRA —¿Y tú, Roberto, no saliste de vacaciones?, ¿por
qué estás tan callado?
ROBERTO —Sí salí, maestra. Fuimos al pueblo de donde es
mi papá, él tenía muchas ganas de ir porque dice que
lo hicieron “Pueblo Mágico”.
MAESTRA —¿Y te gustó?
ROBERTO —Sí y no.
MAESTRA —¿Qué fue lo que sí te gustó?
ROBERTO —Ir a un río con mis primos, la
comida que hacían mis tías, las fogatas
en la noche y…, creo que nada más.
MAESTRA —¿Y qué fue lo que no te gustó?
ROBERTO —Que hacía mucho frío en
la noche, que el centro del pueblo
siempre estaba llenísimo de gente y
que había muchos niños trabajando.
MAESTRA —¿Niños trabajando?

107
ROBERTO —¡Sí, muchísimos!
MAESTRA —¿Y por qué te llamó tanto la atención?
ROBERTO —No sé si se acuerda que desde antes de las vacaciones le conté
del niño que vende chicles afuera de la escuela.
LUCÍA —¡Yo sí me acuerdo! Hasta platicamos que hay niños que no descansan
ni juegan como los demás, y no tienen vacaciones.
108 MAESTRA —Ya me acordé, lo comentaste cuando les hablé del derecho de los
niños a descansar y a jugar.
ROBERTO —Bueno, pues ese día en la tarde se lo conté a mis
papás y me dijeron que ellos también tuvieron que trabajar
desde que eran muy chicos. A mi mamá la pusieron a atender
una farmacia y mi papá era ayudante de un mecánico,
¡y todo eso cuando todavía iban a la secundaria!
También me dijeron que antes eso era “normal”,
pero que ahora ya casi no pasa, porque está
prohibido. Entonces yo les recordé al niño
de los chicles y me dijeron lo mismo que
usted nos había contado…
MAESTRA —Que por desgracia, en algunas
familias la pobreza provoca que los niños
tengan que trabajar, aunque eso no es
correcto.
ROBERTO —Pues yo no sé qué me pasó,
pero esa noche tuve una pesadilla
horrible. ¡Soñé que mis papás me
sacaban de la escuela y me llevaban a
trabajar con un mecánico!
MAESTRA —Pero no debes preocuparte,
Roberto, ¡eso nunca va a ocurrir!
ROBERTO —Ya lo sé, eso mismo me
dijeron mis papás; pero desde ese día,
cada vez que veía a un niño o una niña
trabajando, sentía como si me apretaran
muy fuerte la panza…
109
JULIETA —¡Yo también he visto a muchos niños
trabajando!
MAESTRA —¿En dónde?
JULIETA —En los semáforos siempre hay
muchos niños que piden dinero, limpian
vidrios, venden dulces…
DIEGO —¡Yo también los he visto! Afuera de la
clínica donde trabaja mi papá, hay un niño que
limpia zapatos.
MARGARITA —En un departamento del edificio
donde vivo, hay una niña que trabaja haciendo
la limpieza.
LUCÍA —Y en la tortillería del mercado hay una
110 niña trabajando.
JOSÉ —Por mi casa pasan un niño y una niña que cantan con una guitarra y
piden dinero en las esquinas.
CARLOS —Yo también vivo en un edificio y cada semana pasa un niño tocando
las puertas y ofrece chiles y quesos que lleva en una canastota.
ROBERTO —¡Hay demasiados niños trabajando!
MAESTRA —Y tú, Roberto, ¿qué nos cuentas de los niños que viste en el pueblo
de tu papá?
ROBERTO —Los vi cargando bultos en el mercado;
vendiendo pulseritas, paletas o periódicos en la
calle; también había unos que eran como guías de
turistas.
MIGUEL —Maestra, si hay tantos derechos de los
niños, ¿no hay alguno que hable de este problema?
MAESTRA —Yo creo que sí, pero los expertos
son ustedes. ¿No traes las
fotocopias que me enseñaste
antes de vacaciones?
MIGUEL —¡Creo que sí, porque
no abrí la mochila para
nada en vacaciones!
MAESTRA —Préstamelas y las
reviso rápido, porque me
estoy dando cuenta de
que es un asunto que les
preocupa mucho.

111
MAESTRA —Miren, son dos documentos, uno se llama “Convención sobre
los derechos del niño” y hay otro titulado “Ley para la protección de los
derechos de niñas, niños y adolescentes”. Vamos a hacer una investigación
rapidísima en equipo. Pasaré una hoja a cada uno de ustedes y la van a
leer con atención; cuando alguien encuentre algo que se refiera al trabajo,
nos lo dice.
LUCÍA —¡Yo ya encontré algo!
MAESTRA —¿A cuál de los dos documentos pertenece la hoja que revisaste?
LUCÍA —A la “Convención sobre los derechos del niño”.
112 MAESTRA —Si el texto no es muy largo, ¿puedes anotarlo en el pizarrón,
mientras encontramos algo en el otro documento, por favor?
“Convención sobre los
derechos del niño”

“Artículo 32:
1. Los Estados Partes de la convención
reconocen el derecho del niño a estar
protegido contra la explotación
económica y contra el desempeño
de cualquier trabajo que pueda ser
peligroso o entorpecer su educación, o
que sea nocivo para su salud o para su
desarrollo físico, mental, espiritual,
moral o social”.

113
TODOS —¡Bravo!
—¡Muy bien!
—¡Vivan los derechos de los niños!
—¡Vivan!
MAESTRA —¡Niños! ¡Guarden silencio! Todavía no terminamos.
CARLOS —¡Ya encontré otra cosa en la hoja que me tocó!, ¡y está dentro
del “Derecho al descanso y al juego”!
MAESTRA —¿Me la puedes dictar para ponerla también en el pizarrón,
por favor?

114
“Ley para la protección de los
derechos de niñas, niños y adolescentes”

Capítulo Décimo Primero, De los


Derechos al Descanso y al Juego:

Artículo 34. Por ninguna razón ni


circunstancia, se les podrá imponer
regímenes de vida, estudio, trabajo o
reglas de disciplina que impliquen la
renuncia o menoscabo de estos derechos
(al descanso y al juego).

Artículo 35. Para garantizar la protección


de los derechos reconocidos en esta Ley,
se reitera la prohibición constitucional de
contratar laboralmente a menores de 14
años bajo cualquier circunstancia. 115
MAESTRA —Ahora díganme: ¿cuáles son
las ideas más importantes del primer
texto?
ROBERTO —Que si un niño trabaja puede
dejar de ir a la escuela, y eso no está
bien.
JULIETA —Y además le puede hacer daño,
es decir, que se puede echar a perder
su salud y desarrollo físico.
MAESTRA —Y también su desarrollo
mental, moral o social. Esto quiere decir
que si un niño trabaja, descuida el
desarrollo de su inteligencia, sus valores
y sus relaciones con los demás, porque
esos son aspectos que se desarrollan y
se protegen en la escuela.

116
LUCÍA —Yo no entiendo bien lo que dice el otro texto.
MAESTRA —¿Quién nos puede ayudar? Recuerden que tenemos que
identificar las palabras más importantes en cada párrafo para que
nos quede claro cuál es su idea principal… ¿Alguien tiene ya una
explicación?
MIGUEL —Creo que yo ya entendí: en el artículo 34 la idea principal es
que por ninguna razón se puede hacer que los niños trabajen a la
fuerza, pues eso va contra el derecho al descanso y el juego.
MAESTRA —¡Muy bien, Miguel!

117
MARGARITA —¡Y el otro artículo es más fácil!, dice que nadie puede contratar
laboralmente a niños que tengan menos de 14 años. Lo único que no
entiendo es qué quiere decir “contratar laboralmente”.
MAESTRA —Pues quiere decir que nadie puede poner a trabajar a niños
menores de 14 años, aunque les pague. ¿Ahora sí lo entienden?
TODOS —¡Sííí!
ROBERTO —¿Y entonces por qué hay niños que trabajan?
JULIETA —¡Sí! ¿Por qué? ¿Qué los derechos de los niños no son para todos los
niños?
MAESTRA —Sí son para todos los niños…, pero por desgracia no todos los
niños crecen en situaciones iguales.
MIGUEL —¡Pero eso no está bien!
TODOS —¡Nooo!

118
MAESTRA —Estoy de acuerdo con ustedes,
no está bien que haya niños que tienen
que trabajar. Por eso ustedes tienen que
estudiar mucho, para que cuando sean
grandes puedan ayudar a que ya no haya
niños que tengan que trabajar.
LUCÍA —¿Y cómo podremos hacer eso?
MAESTRA —Haciendo lo que están haciendo
ahora: preguntar, investigar, preocupándose
por los derechos humanos.
TODOS —¡Sííí! ¡Vivan los derechos humanos!
MAESTRA —¡Y los derechos de los niños!
TODOS —¡Vivan! Aa Ee Ii Oo Uu

119
MAESTRA —Bueno, ahora sí, saquen su
cuaderno de Geografía porque tenemos
que empezar a revisar las capitales de
los países.
TODOS LOS NIÑOS —¡No, maestra!
MARIANA —Por favor, vamos a seguir
platicando. No hay que trabajar.
LUCÍA —Además, hay que hacer uso de
nuestro derecho a jugar.
TODOS LOS NIÑOS —¡Sí!
MAESTRA —¡Claro que no! ¿Qué no saben
que además del derecho al juego y
descanso, también hay un derecho a la
educación? ¿Se acuerdan de la lista que
me enseñaron el otro día?

120
SUSANA —Sí, la verdad es que yo sí me acuerdo, pero no lo entendí muy bien.
MAESTRA —¿Ven?
MIGUEL —Yo tampoco entiendo cómo es que estudiar y venir a la escuela es
un derecho.
JUAN CARLOS —Maestra, ¿y si nos platica de ese derecho?
TODOS LOS NIÑOS —¡Sí!
MAESTRA —Miren, tenemos que estudiar las capitales. Pero se me está
ocurriendo que mejor ustedes buscan información en la tarde sobre el
derecho a la educación y mañana lo revisamos. ¿Les parece? Y ahora sí,
saquen su cuaderno de Geografía.

121
A
TARDE , EN CAS
MÁS ..
GARITA.
DE MAR

MARGARITA —Mamá, ¿sabías que hay un derecho a la educación?


MAMÁ —Claro, por eso las escuelas tienen que ser gratuitas. ¿Quién te
dijo que existe?
MARGARITA —Es que hoy la maestra nos nos lo comentó y nos dejó de
tarea que investigáramos sobre él. ¿Y por qué ir a la escuela es un
derecho?
MAMÁ —Bueno, a lo mejor ahorita que son
niños no lo entienden pero cuando seas
grande y quieras tener un buen trabajo, va
a depender de que hayas estudiado mucho.
Por ejemplo, si no sabes leer y escribir,
pues no te pueden dar un mejor trabajo.
Por eso es muy importante que sepas leer,
escribir y que aprendas a hacer todo lo
que te enseñan en escuela. El gobierno
se encarga de que la educación sea
gratuita y obligatoria hasta secundaria
para garantizar que todos los niños
puedan ir a la escuela y tengan una
buena preparación cuando crezcan.
MARGARITA —Mi abuelita siempre cuenta
que ella solo fue a la primaria y no le
fue tan mal.
122
MAMÁ —Eso podía ocurrir en los tiempos en que tu abuelita
era niña, ahora no. En estos días, los jóvenes deben estar
muy preparados para conseguir buenos
empleos, y eso se consigue en la escuela.
MARGARITA —¿O sea que quien va más años
a la escuela está mejor preparado?
MAMÁ —Sí. Más años en la escuela permiten
una mejor capacitación para estar más y
mejor informados, y quienes lo están pueden
obtener mejores trabajos. Tambien ocurre
lo contrario, quienes fueron pocos años a la
escuela, puede ser que consigan empleos más
pesados y menos pagados.
MARGARITA —Ah, sí, ¿como lo que nos
contó el señor del mercado, del
muchacho que le fue a pedir trabajo y
no sabía ni sumar?
MAMÁ —Sí. A ese muchacho de seguro
le va a resultar muy difícil conseguir
un empleo.

123
N
N TRA S TANTO, E
MIE ...
SA DE MIGUEL
CA

MIGUEL —¿Ustedes saben qué es el derecho a la educación?


MAMÁ —Sí, es un derecho que tienen todos los niños, por eso el gobierno lo
hace obligatorio. ¿Qué no venía en la lista que me enseñaste hace algunas
semanas del libro que sacaste de la biblioteca con tu papá? ¿Por qué tantas
preguntas, hijo?
MIGUEL —Es que la maestra habló de eso hoy en la escuela y nos encargó
que investigáramos más sobre ese derecho.
PAPÁ —Mira, yo tengo que regresar a la oficina. Si quieres, acompáñame y
124
ahí buscamos juntos en la computadora más información sobre el derecho
a la educación, ¿te parece?
MÁS TA
RDE, E
DEL PA N LA O
PÁ DE FICINA
MIGUE
L...

El derecho a la educación es un derecho humano


reconocido y se entiende como el derecho a una
Biblioteca
educación primaria gratuita obligatoria para todo
Digital
niño, una obligación a desarrollar una educación
secundaria accesible para todos los jóvenes.
Adicionalmente […] abarca también la obligación
de eliminar la discriminación en todos los niveles
del sistema educativo, fijar estándares mínimos y
mejorar la calidad.

125
PAPÁ —¿Te quedó claro, Miguel?
MIGUEL —Sí. Bueno, casi. No entendí muy bien lo de “…abarca también la
obligación de eliminar la discriminación en todos los niveles del sistema
educativo…”.
PAPÁ —Eso quiere decir que una enseñanza importante en la escuela es
que todos los alumnos son iguales y, por lo tanto, que nadie debe ser
discriminado. ¿Sabes qué es la discriminación?
MIGUEL —Sí, es cuando se hace a un lado o se deja fuera a alguna persona
porque es diferente. Existe el derecho a no ser discriminado, ¿no?
PAPÁ —Exactamente. Muy bien.

Biblioteca
Digital

126
ESA TA
LUCÍA —Oye, ¿has oído hablar algo del RDE, LU
DE CAM CÍA Y S
INO A L U HERM
derecho a la educación? A BIBL ANO
IOTECA
HERMANO —No, la verdad, no. ...
LUCÍA —Es que la maestra nos dejó que investigáramos al respecto.
¿Qué vas hacer hoy en la tarde? ¿Me ayudas?
HERMANO —Tengo que ir a la papelería a comprar unas cosas para
un trabajo de mañana. Si quieres, de regreso de la papelería, te
acompaño a la biblioteca y ahí buscamos algo.
LUCÍA —¡SÍ! Me parece muy bien. Ojalá que ahí encontremos algo.

127
HERMANO —Buenas tardes. ¿Tendrá algún libro en donde
podamos encontrar algo del derecho de los niños a la
educación?
BIBLIOTECARIO —Creo que hay un libro de la UNESCO que
habla de los derechos. No sé si traiga el que buscan.
LUCÍA —¿La UNESCO?
HERMANO —Sí. Es la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
LUCÍA —¿Y qué hace la UNESCO?
HERMANO —Según sé, es parte de la ONU, que es la
Organización de las Naciones Unidas, y tanto la ONU
como la UNESCO son organizaciones que se encargan
de mantener la paz en diferentes países. La UNESCO, en
particular, hace eso a través de la educación, la ciencia y la
cultura. Mira, aquí está el libro que nos decía el señor. Y sí
está el derecho a la educación. Si quieres, te voy dictando
para que apuntes en tu cuaderno.
LUCÍA —Sí. ¡Buena idea!

128
HERMANO —A ver, empieza así: La educación es un derecho humano
fundamental, esencial para poder ejercitar todos los demás derechos.
LUCÍA —¿Eso quiere decir que es importante?
HERMANO —Sí, quiere decir que es una regla para todos y que, como dices,
es muy importante ya que es la base para los demás derechos. ¿Seguimos?
Dice: La educación promueve la libertad…
LUCÍA —¿Cómo es eso de que promueve la libertad?
HERMANO —Pues significa que la
educación te da libertad. O sea,
si sabes muchas cosas, si tienes
una buena cultura y una buena
educación puedes ser más libre, ya
que puedes exigir tus derechos.

129
HERMANO —y la autonomía personal…
LUCÍA —¡Eso tampoco lo entendí!
HERMANO —Es muy parecido a la libertad. La autonomía es cuando no dependes
de nadie para hacer algo, cuando tienes libertad. Por ejemplo, yo soy
autónomo para estar aquí contigo porque ya tengo 17 años; pero tú también
tienes autonomía, por ejemplo, cuando aprendiste a amarrarte las agujetas y
ya no le tenías que pedir a mamá que lo hiciera por ti.
LUCÍA —¡Ah! Ya entendí. Es cuando no le tengo que pedir permiso o ayuda a nadie.
HERMANO —Sí, es algo así. Lo que dice el derecho a la educación es que si
estás educado, si tienes cultura y mucha información, puedes ser más libre y
autónomo, ¿de acuerdo?
LUCÍA —Sí, de acuerdo. ¿Eso es todo?
HERMANO —No, termina diciendo después que la autonomía personal: genera
importantes beneficios para el desarrollo. ¿Entiendes eso de “beneficios para
el desarrollo”?
LUCÍA —Mmmh, no muy bien.
HERMANO —Eso quiere decir que cuanto más sabes porque estás siendo
educada, más cosas puedes hacer y más puedes crecer y desarrollarte en lo
que te gusta y, cuando seas grande, conseguir un buen trabajo para ti.
LUCÍA —Perfecto. Ya lo tengo todo apuntado para llevarlo mañana a la escuela.
¡Muchas gracias!

130
131
,
DÍA SIGUIENTE
AL .
L A E SCUELA..
EN

MAESTRA —¿Quién averiguó algo


del derecho a la educación?
LUCÍA —Yo busqué en la biblioteca
y encontré un libro que hablaba
del derecho a la educación y de
la UNESCO.
MIGUEL —Yo busqué en la
computadora con mi papá y
encontramos que este derecho
indica que la educación es
una obligación en todos los
países y que además está Aa Ee Ii Oo Uu
relacionado con el derecho a
la no discriminación, porque
en la educación no se debe de
discriminar.
MAESTRA —Cuéntenme, ¿qué más
encontraron?

132
MARGARITA —A mí me dijo mi mamá que la educación
es obligatoria para que de grandes podamos
encontrar un mejor trabajo si sabemos
leer, escribir, y todas las cosas que nos
enseñan en la escuela.
MAESTRA —Así es, niños. El
derecho a la educación es
todo eso. Es un derecho
porque es muy importante
que a todos los niños, sin
ninguna discriminación, se
les garantice la oportunidad
de estudiar; que la escuela
sea gratuita y obligatoria, no
solo para que de adultos
sean mejores personas y
tengan más oportunidades,
sino que además, si
ustedes son mejores,
el país también lo
es y así todos nos
beneficiamos.
TODOS —¡Bravo!
MIGUEL —¡Una porra a
los derechos de los
niños!
MARGARITA —¡Y otra 133
para la maestra!
134
PREFECTO —¡Maestra! ¡¿Por qué hay tanto desorden en su
salón?!
MAESTRA —Porque estamos revisando un tema que les
interesa mucho a los alumnos.
TODOS LOS ALUMNOS —¡Sííí! ¡Vivan los derechos de los
niños!
PREFECTO —¡Pues debe decirle a sus alumnos que no
tienen derecho a gritar y hacer desorden!
MAESTRA —Lo siento, señor Nicolás, no creí que el
ruido se oyera afuera del salón. Los alumnos solo
están expresando su interés en el tema que estamos
comentando.
PREFECTO —¡Pueden expresar lo que quieran, pero no
tienen derecho a perturbar el orden de la escuela! Voy
a reportar esta situación con la directora.
MAESTRA —Espero que la directora entienda que mis
alumnos solo están haciendo uso de su libertad de
expresión.

135
,
M ÁS TARDE PREFECTO —Los alumnos de sexto año de la
TOS
S MOMEN DE
UNO
LA O FICINA profesora Luz están gritando mucho y fui a
EN ...
DIR ECTORA pedirle que los ordenara y me dijo que no,
LA porque, según ella, están discutiendo algo
muy importante.
DIRECTORA —¿Y le preguntó usted qué era
eso tan importante?
PREFECTO —No se lo pregunté, pero oí que
los alumnos gritaban algo de los derechos
de los niños y la profesora Luz dijo algo de
la libertad de expresión.
DIRECTORA —¡Entonces sí se trata de algo
importante!

136
PREFECTO —¡Pero están haciendo mucho ruido!
DIRECTORA —¿Y aparte del ruido están haciendo
algún otro desorden? ¿Se están empujando o están
maltratando las bancas? ¿Están faltando el respeto a la
maestra?
PREFECTO —No, nada de eso, solamente están
gritando, y la profesora Luz parece
que los apoya.
DIRECTORA —Si están hablando de
los derechos de los niños, entiendo
que estén contentos y que griten
un poco. Lo malo sería que llegaran
a sexto grado y todavía no supieran
que ellos también tienen derechos.
Acompáñeme, por favor, a ese salón.

137
S,
T OS DESPUÉ
MINU LA
UNOS A L ÓN DE
L S
EN E Z...
A ES TRA LU
M

DIRECTORA —Buenos días, maestra. Buenos días, niños.


TODOS LOS ALUMNOS —¡Buenos días, maestra Ana!
MAESTRA —¡Qué bueno que vino a visitarnos! Los alumnos han estado
discutiendo con mucho interés sobre la injusticia de que algunos niños
tengan que trabajar, y también acerca del derecho a la educación.
DIRECTORA —Ya me enteré, hasta mi oficina se oían los gritos de los
alumnos.
MAESTRA —No era nuestra intención hacer tanto ruido pero yo creí que…
DIRECTORA —¿…Que el tema de los derechos de los niños es muy importante?
Pues yo opino lo mismo que usted y sus alumnos.
TODOS LOS ALUMNOS —¡Bravo! ¡Vivan los derechos de los niños!
DIRECTORA —¡Silencio, niños! A mí también me parece un tema muy
importante, por eso vine a felicitarlos… y a llamarles la atención.

138
139
JULIETA —¡Pero no hemos hecho nada malo! ¡Hemos estado aprendiendo que
es bueno que los niños tengan sus derechos!
DIRECTORA —¡Claro que eso es muy bueno! Pero hay que saber usar los
derechos de forma correcta. ¿Y cómo han estado informándose?
MAESTRA —Bueno, los niños han estado preguntando a sus papás y han
buscado en libros y en Internet…
MIGUEL —¡Yo traigo estos documentos que me fotocopió mi papá!
DIRECTORA —¿De qué documentos se trata?
MIGUEL —De uno de la ONU, y el otro dice aquí: “Ley para la protección de
los derechos de niñas, niños y adolescentes”.

140
DIRECTORA —¡Yo conozco muy bien ese
documento! ¿Sabía usted, maestra Luz, que yo
ayudé a redactarlo cuando me comisionó el
subsecretario?
MAESTRA —No sabía, maestra Ana. ¡Qué orgullo!
CARLOS —¡Entonces a usted le hubiéramos
preguntado todas nuestras dudas!
DIRECTORA —No. Hicieron bien en platicar con
sus papás. Cuando tienen tiempo, ellos son
las personas que mejor pueden resolver sus
dudas. Y también sus maestras.

141
DIRECTORA —¿Y qué han platicado del derecho
a la libertad de expresión?
JUAN CARLOS —¡De ese derecho no hemos
hablado!
DIRECTORA —¡Pero cómo! ¡Si es muy
importante!
MIGUEL —Maestra, ya hojeé las copias y no hay
ningún derecho que se llame así.
DIRECTORA —Busca un título que dice “Del
Derecho a Participar”.
MIGUEL —¡Aquí está!
DIRECTORA —Préstame tus fotocopias y pongan
atención en lo que voy a leerles. “Artículo 38.
Niñas, niños y adolescentes tienen derecho
a la libertad de expresión; la cual incluye
sus opiniones y a ser informado […] sin
más limitaciones que las que establezca la
Constitución y dicte el respeto a los derechos
de terceros”. ¿Entendieron todo?
ANDREA —Yo no entendí lo último.
LUIS —Yo tampoco.
RICARDO —Ni yo…

142
DIRECTORA —Maestra Luz, ¿puede explicar a los alumnos lo que no
entendieron?
MAESTRA —Claro que sí. En primer lugar nos dice que todos ustedes
tienen derecho a expresar sus opiniones, ¿eso
queda claro?
TODOS —¡Sí! ¡Viva la libertad de
expresión! ¡Viva la directora!
DIRECTORA —¡¡SILENCIO!! ¡Escuchen
por favor la segunda parte!
MAESTRA —Después dice que ese
derecho no es absoluto, es decir,
que no pueden decir ustedes todo
lo que quieran, cuando lo quieran
y como quieran, como lo están
haciendo ahorita, gritando.

143
JULIETA —Entonces no es un derecho muy bueno, es como un derecho a medias.
DIRECTORA —No, Julieta, no es un derecho a medias, presta atención en lo
que dice al final: ¿entiendes a qué se refiere cuando dice que no puede
estar en contra del derecho de terceros?
JULIETA —No.
MAESTRA —Es muy sencillo, niños. Todos ustedes tienen derecho a expresar
sus opiniones. Todos tienen los mismos derechos. Y los derechos de todos
tienen la misma importancia.
DIRECTORA —¡Muy bien, maestra Luz!
CARLOS —¿Entonces tengo derecho a opinar o no?

144
DIRECTORA —Sí tienes derecho
a opinar y a que los demás te
escuchemos. Pero lo que les
acaba de decir su maestra es
que no pueden opinar cualquier
cosa que se les ocurra, porque
hay opiniones que pueden
ofender a otros, o lastimarlos, o
discriminarlos…
RICARDO —¡Eso lo prohíbe otro de
los derechos!
DIRECTORA —¡Exactamente! No
podemos discriminar a otros ni
ofenderlos ni molestarlos con lo
que decimos. ¿Alguien me puede
decir en qué se han equivocado
esta mañana al practicar su
libertad de expresión?
MARIANA —¡No hemos dicho nada
malo!
DIRECTORA —En efecto, no han
dicho nada malo, pero sus gritos
han llegado a toda la escuela,
y en los otros salones los
alumnos necesitan silencio para
concentrarse y entender lo que
están revisando en sus clases. 145
CARLOS —¿La libertad de expresión tiene
que usarse pensando siempre en los
otros? ¿Entonces qué chiste tiene esa
libertad, si no voy a poder decir lo que
quiero?
MAESTRA —¡Claro que puedes decir lo que
quieras, Carlos!, Lo que no puedes es
creer que tu derecho a expresarte es más
importante que el derecho de los demás.
DIRECTORA —Y dijiste algo muy
importante, Carlos. ¡Siempre
tenemos que pensar en los
demás! La única manera de
que esto no ocurriera sería
si viviéramos solos en el
planeta. Pero como vivimos
en sociedad, tenemos que
decir nuestras opiniones con
libertad pero también con
responsabilidad.

146
SUSANA —Entonces, ¿hay opiniones que se pueden decir y otras que
están prohibidas?
DIRECTORA —Yo creo que la mayoría de las opiniones pueden decirse,
siempre y cuando lo hagamos de la manera correcta y sin afectar los
derechos de los demás.
DIEGO —¿Y cuáles son las que nunca deben decirse?
DIRECTORA —Las que descalifican a otras personas, las que ofenden.
Por ejemplo, si una persona hace un comentario racista, y ofende
a los indios, a la gente de color, a los judíos, a los árabes, a los
pobres, etcétera; a esa persona se le debe explicar que la libertad de
expresión no es una justificación para atacar a nadie. ¿Queda claro?

147
MAESTRA —¿Por qué no aprovechamos que está aquí la directora,
que como han visto, es una experta en el tema, y hacemos un
ejercicio? ¿Puede quedarse con nosotros unos minutos, maestra
Ana?
DIRECTORA —Con mucho gusto, ya que veo muy interesados a sus
alumnos. ¿Cuál será el ejercicio?
MAESTRA —Que los alumnos nos digan algunos ejemplos de
opiniones que se pueden expresar libremente y cuáles creen que
no deberían expresarse porque afectarían los derechos de otros.

148
MARGARITA—Yo puedo decir que no hay otro país como México; pero no
estaría bien que a un habitante de otro país le dijera que para mí el peor
país del mundo es el suyo.
DIRECTORA —¡Excelente ejemplo!
CARLOS —Ayer oí a mi papá que decía que, aunque haya libertad de
expresión, nadie tiene derecho a burlarse de la religión de otros pueblos;
ahora entiendo a qué se refería.
MAESTRA —¡Muy buen ejemplo!
SUSANA —Tampoco está bien que alguien le diga a una niña que todos van a
ir a su fiesta menos ella, porque le cae mal.
MAESTRA —En efecto. Cada quien es libre de decidir a quién invita a su fiesta
y a quién no; pero lo que debemos evitar es hacer sentir mal a alguien,
porque nadie debe ser discriminado.

149
DIRECTORA —¡Un momento, niños! ¿Se dan
cuenta de que hemos estado hablando
del derecho a la libertad de expresión,
pero no del derecho a la libertad?
CARLA —¿Qué no es lo mismo?
DIRECTORA —No, no es lo mismo. El
derecho a la libertad de expresión es
muy importante, pero es solo una de
las formas del derecho de los niños a
ser libres. Maestra Luz, me tengo que
ir, pero quiero que les encargue a sus
alumnos un periódico mural sobre los
derechos de los niños, para que todos
sus compañeros se enteren y para que lo
puedan ver los padres de familia.

150
MAESTRA —Bueno, niños, ya oyeron
a la Directora. Solo que yo creo
que antes de hacer el mural vale
la pena terminar de investigar
sobre las demás formas del
derecho a la libertad. Pero lo
revisaremos después, ya que
ahora tenemos que terminar el
tema que viene en el examen
de mañana. Así que les voy a
encargar que por favor averigüen
qué otros derechos hay que estén
relacionados con la libertad. ¿Les
parece?
NIÑOS —¡¡Sí!!

151
TE,
ÍA SIGUIEN S...
AL D DE CLASE
SALÓ N
EN EL MAESTRA —A ver, niños, ¿qué más averiguaron del
derecho de libertad?
SUSANA —Pues yo encontré que el derecho a la
libertad es el más importante porque es del
que dependen todos los demás. En una página
de Internet decía que “la libertad es un derecho
Derecho de
sagrado e imprescriptible que todos los seres
humanos poseen”.*
libertad JUAN CARLOS —Imprescri... ¿qué?
MAESTRA —“Imprescriptible”: Un derecho
imprescriptible es aquel que no termina
nunca, que no caduca, que no tiene ninguna
limitación. Los seres humanos debemos ser
libres desde que nacemos, mientras estemos
vivos y hasta que nos muramos; siempre
debemos seguir siendo libres.
LUIS —Yo leí que la libertad es la facultad de
hacer lo que uno quiere, bueno, más o menos,
porque no decía eso tal cual; y entonces
les dije a mis papás que si yo tenía libertad
no quería venir hoy a la escuela…, pero me
dijeron que uno tiene que hacer uso de la
libertad, respetando la ley y el derecho ajeno y
cumpliendo nuestras responsabilidades.
152

*www.humanium.org/es/derecho-libertad/
SUSANA —Además, me enteré de
que hay libertades individuales, y
colectivas.
MAESTRA —¿Y averiguaste en qué
consiste cada una?
SUSANA —Sí. Las individuales tienen
que ver con cada persona, por
ejemplo, cuando uno decide de
qué religión quiere ser, y debemos
entender que todos tienen el mismo
derecho a decidir y, por lo tanto,
todos tenemos que ser respetados.
Como decíamos ayer, la libertad de
elegir no quiere decir libertad de
insultar al que no piensa como tú.
MAESTRA —¿Y las colectivas?
SUSANA —Esas son las que llevan a
cabo grupos de personas que se
juntan libremente para algo, o se
reúnen sin molestar a nadie para
pensar o platicar cosas, o para
manifestarse pacíficamente en
contra de algo que creen que no
está bien.

153
ROBERTO —Yo averigüé sobre el derecho de
libertad, que dice que no nos pueden meter a la
cárcel si hacemos algo mal nada más así porque
sí, también los niños que violan la ley deben

Derecho de
tener un juicio y, si son culpables, se les debe
llevar a instituciones adecuadas para tratar a los
libertad menores... creo que se llaman correccionales.
MAESTRA —Todo lo que han dicho está muy bien,
pero no sé si les ha quedado claro qué es la
libertad. ¿Quién me puede explicar qué es?
MARGARITA —Yo entiendo que es hacer lo que uno
quiera, pero siguiendo ciertas reglas.
ROBERTO —Yo entendí algo parecido: que la
libertad es poder decidir lo que uno quiere
hacer, sin afectar a los demás.
MARIANA —¡El poder pensar lo que uno quiera!

154
MAESTRA —Bien, ¿y en relación a lo que dijo Susana de los derechos
individuales y colectivos?
JOSÉ —Los individuales son como el derecho a la libertad de expresión que
vimos ayer.
MARGARITA —Y el derecho a escoger la religión que cada uno quiera.
MARIANA —¡Y pensar lo que uno quiera!
MAESTRA —¿Y los colectivos?
MIGUEL —De ese derecho yo solo entendí que podemos reunirnos libremente.
DIEGO —Sí, reunirnos para quejarnos o para hacer una manifestación.

155
MIGUEL —¡Sí! Hace unas semanas yo vi una
manifestación con mis papás, y se pusieron a
discutir. Mi papá estaba enojado porque por
culpa de los manifestantes el tránsito estaba muy
complicado y luego mi mamá le dijo que estaban
en su derecho de manifestarse y que ni siquiera
estaban estorbando. ¡¡Justamente ahí empecé a
enterarme de todo este tema!!
MAESTRA —Sí, es correcto. Entonces el derecho
de libertad tiene que ver con la posibilidad que
tenemos todos, incluidos los niños, de pensar,
hacer y decidir lo que queramos, pero dentro
de un marco de referencia en el
que no nos salgamos de la ley,
o no molestemos o lastimemos
a alguien más. Además, no se
les olvide que también ustedes
los niños tienen derecho a no
ser detenidos ilegalmente en el
extranjero ni se les puede meter
a la cárcel sin el debido proceso
de acuerdo a su edad.

156
AL DÍA
SIGUIEN
TE...

MAESTRA —¡Muy bien, niños! Por lo


visto tenemos mucho material. Solo
que antes de concluir me gustaría
que reflexionáramos sobre un punto
final que nadie ha mencionado:
¿recuerdan que alguna vez
platicamos que hace mucho tiempo
había esclavos en algunos países?
¿A alguien se le ocurre qué relación
hay entre la esclavitud y la libertad?
SEBASTIÁN —Según yo no hay
ninguna relación.
MAESTRA —¿Podrías explicar tu idea?
SEBASTIÁN —Hace tiempo vi una
Aa Ee Ii Oo Uu
película con mis papás en que
salían muchos esclavos y no tenían
ninguna libertad, más bien los
obligaban a trabajar y los trataban
muy mal y no tenían ningún
derecho.

157
JUAN CARLOS —Yo sigo sin entender.
SEBASTIÁN —Sí, en la película salían los amos y los esclavos. Los
amos podían hacer lo que querían y los esclavos trabajaban
para ellos. Entonces la situación era muy injusta porque unos
disfrutaban sin hacer nada y otros sufrían, y además los
golpeaban. Para mí entonces es muy claro: o tienes libertad, o
eres esclavo y no la tienes.
MAESTRA —Bien, Sebastián, pero entonces sí hay relación. Si se
dan cuenta, la esclavitud implica la falta de libertad. Y como
dijo su compañero, sin libertad, las sociedades son injustas y
desiguales.

158
EDUARDO —¿Y en México hay esclavos?
MAESTRA —No, en México no hay esclavos. Nuestra
Constitución indica que todos los seres humanos
que habitamos aquí somos iguales, es decir
que tenemos los mismos derechos y las mismas
obligaciones. Ahora sí, vamos todos a trabajar para
que nos quede un periódico mural muy bien hecho.
ALUMNOS —¡Sí! ¡Va a quedar genial!

159
S, EN
MA NA DESPUÉ L...
UNA SE ÓN DEL MURA
ENTAC I
LA PRES

160
DIRECTORA —Los alumnos de la maestra Luz van a explicar a todos sus
compañeros y a los padres de familia que nos acompañan en qué consiste
cada uno de estos derechos.

161
Derecho de prioridad Derecho a tener
Este derecho indica que, en cualquier
situación de riesgo, los niños somos los
una familia
Todos los niños tenemos derecho a
primeros que debemos recibir atención. nacer y crecer en una familia. El Estado
También garantiza que los servicios debe proteger a los niños para que
de salud, de seguridad, de educación nunca sean separados de sus padres.
y recreativos tienen que trabajar para En la familia aprendemos nuestros
atender en primer lugar a los niños. primeros valores gracias al ejemplo de
nuestros padres.

162
Derecho a la salud Derecho al descanso
Los niños tenemos derecho a
crecer sanos. Nuestros padres y
y al juego
¡Este derecho fue uno de los que más
las instituciones de salud deben nos gustó! Según este derecho, los
protegernos previniendo que no nos niños debemos descansar para poder
enfermemos (poniéndonos vacunas) tener energías para realizar otras
o llevándonos al hospital en una actividades. También es importante
emergencia. que juguemos, pues a través del juego
aprendemos otro tipo de reglas y
formas de convivir.

163
Derecho de atención Derecho a tener una
a los niños con identidad
discapacidad Igual que es importante tener una
familia, todos los niños debemos
Aprendimos que hay niños que tienen
alguna discapacidad debido a algún tener una nacionalidad y un conjunto
impedimento físico o mental. Es de costumbres y creencias que nos
importante que todos les brindemos ayudan a ser mexicanos. El primer
apoyo respetando los espacios que requisito es que nuestros papás
están destinados a ellos. nos lleven al registro civil, para que
seamos reconocidos oficialmente como
personas con derechos.

164
Derecho a tener Derecho a la no
educación discriminación
Nosotros estamos hoy aquí porque Este derecho es muy importante porque
gracias a este derecho se han creado nos recuerda que todos somos iguales,
escuelas para garantizar que los niños sin importar nuestra raza, nuestras
podamos aprender los conocimientos creencias o nuestro aspecto físico.
necesarios para trabajar cuando Ningún niño debe ser discriminado por
seamos adultos. ninguna razón.

165
Derecho a la no Derecho de libertad
explotación Esta semana estuvimos hablando de la
libertad de expresión, de la libertad de
Cuando comentamos este derecho en el
salón todos quedamos muy enojados pensamiento y de reunión, hasta que la
porque nos dimos cuenta de que hay maestra nos pidió que pensáramos qué es
muchos niños que tienen que trabajar la libertad en general y nos mencionó algo
para poder comer. A todos nos pareció que me pareció tan importante que quiero
injusto que esto ocurra y que haya leerlo tal y como lo dijo: “La libertad es la
personas que no respetan los derechos posibilidad que tenemos todos, incluidos
de los niños, que deberían estar los niños, de pensar, hacer y decidir lo que
jugando o en la escuela en lugar de queramos, pero dentro de un marco de
pasar su vida en ocupaciones que solo referencia en el que no nos salgamos de
deberían pertenecer a los adultos. la ley, o no molestemos o lastimemos a
alguien más”.

166
¡Bravo!
¡Excelente iva n los
, ¡V o s de
niños! ch
dere niños!
los

167
Se terminó de imprimir en los talleres de
Agencia Promotora de Publicaciones, S. A. de C. V.
El tiraje consta de 5,000 ejemplares.
Derechos Reservados © julio de 2018
Nadie pone en duda que el futuro de México está en los niños y las niñas,
por eso es imprescindible salvaguardar su integridad física y mental, cuidar
su educación y procurarles todas las herramientas que garanticen su sano
crecimiento para que se conviertan en adultos responsables y comprome-
tidos con su vida, la de su familia, su ciudad y el país.
De ahí la importancia de esta obra, que recorre de manera ágil, documen-
tada y lúdica uno de los grandes y contemporáneos temas nacionales e in-
ternacionales como los derechos de la infancia. Un documento que permite
a los pequeños identificarse con las situaciones y los personajes, hacién-
dolos partícipes desde su cotidianidad, para que conozcan sus derechos y
ellos mismos se involucren y responsabilicen de su vida y de su seguridad,
ya que sabiéndose y sintiéndose ciudadanos mexicanos podrán defender
lo que por derecho les corresponde y más aún, sabrán que las legislaciones
mexicana y universal los protege en cualquier parte del mundo.

Dip. Marko Antonio Cortés Mendoza

CONSEJO EDITORIAL
H. CÁMARA DE DIPUTADOS

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