Capitulo 28
Capitulo 28
Capitulo 28
Luego del filtrado glomerular, en el recorrido posterior, algunas sustancias se reabsorben selectivamente en los
túbulos volviendo a la sangre, mientras que otras se secretan desde la sangre a la luz tubular. La secreción
tubular es responsable de las cantidades significativas de iones potasio e hidrógeno que aparecen en orina
Este cálculo se hace con la suposición de que la sustancia no está adherida a una proteína y que su reabsorción
será completa. Por ejemplo, si la concentración de glucosa es de 1g/L entonces al final del día se habrá filtrado
180 gr/día.
Para que cualquier sustancia pueda ser reabsorbida primero debe pasar la membrana epitelial hacia el líquido
intersticial renal y finalmente a la sangre. Todo ello comprende una serie de transportes:
- El agua y soluto pueden ser transportados a través de la membrana o a través de los espacios entre
las uniones celulares para que finalmente sean transportados a través de las paredes capilares
peritubulares a la sangre mediante fuerzas coloidosmóticas e hidrostáticas.
TRANSPORTE ACTIVO
➔ Transporte activo primario. Usa ATP. Ejemplo, bomba ATPasa Na+K+ que funciona en la
mayoría de los tramos de los túbulos renales.
➔ Transporte activo secundario. Usa indirectamente ATP, como el debido a un gradiente de
iones. La reabsorción de glucosa es un ejemplo de transporte activo secundario.
➔ El agua siempre se reabsorbe por un mecanismo pasivo llamado ósmosis.
Un ejemplo de transporte activo primario es la reabsorción de Na. En las superficies basolaterales de la célula
tubular de la membrana hay una red de sistemas ATPasa Na-K, el funcionamiento de esta bomba es el de
mantener el interior de la célula a -70mV y con poca
cantidad de Na pero alta cantidad de K y favorece la difusión pasiva de Na a través de la membrana luminal de
la célula por 2 razones:
1. El Na irá en contra de la gradiente electroquímica porque el interior de la célula hay poco Na
(12 mEq/L) pero alta en el líquido extra tubular (140 mEq/L).
2. El potencial de membrana es de -70 mV lo que atrae Na positivo del túbulo a la célula.
De esta forma la reabsorción de Na supone 3 pasos:
1. Transporte a través de la membrana luminal por acción de la ATPasa Na-K siguiente un
transporte electroquímico.
2. Transporte a través de la membrana basolateral en contra del gradiente
electroquímico por la ATPasa Na-K.
3. Transporte por ultrafiltración.
Aunque también existen proteínas transportadoras que finan al Na a la membrana luminal para ser liberados
dentro de la célula mediante la difusión facilitada.
A su vez, todo tipo de transporte que implique reabsorción posee un límite, llamado transporte máximo, como
consecuencia de que se saturan los sistemas de transporte, a partir del cual ya no puede reabsorberse mayor
cantidad, se da cuando la cantidad de soluto que llega al túbulo (carga tubular) supera la capacidad de las
proteínas transportadoras y enzimas específicas implicadas en el proceso de transporte. Con incrementos
acentuados de la filtración glomerular o de la concentración plasmática de la glucosa, incrementa la carga
filtrada de la misma, lo cual tiende a excretar también sustancias por saturación.
Las sustancias que se reabsorben de manera pasiva no poseen un transporte máximo como consecuencia de
que la intensidad de su transporte está determinado por ciertos factores:
Básicamente cuando un soluto es reabsorbido por el túbulo proximal, la concentración de dicho soluto aumenta
en el intersticio renal provocando ósmosis de agua hacia la misma dirección del soluto. El flujo osmótico del
agua se produce en gran parte por las acuaporinas (canales de agua) así como a través de las uniones estrechas
entre las células epiteliales.
En los túbulos proximales la permeabilidad del agua es muy alta, pero existe una permeabilidad baja pero
significativa de Na, Ca, K y Mg.
Los cambios en la reabsorción de sodio influyen sobre el paso de agua. A su vez, ante una necesidad de
reabsorción alta de agua, la hormona ADH (antidiurética), aumenta mucho la permeabilidad al agua en los
túbulos distal y colector
Al reabsorber sodio, que tiene carga positiva, se transportan iones negativos como el cloro, debido a los
potenciales eléctricos. Es decir, el transporte de iones sodio con carga positiva fuera de la luz deja el interior
de la luz con carga negativa respecto al líquido intersticial. Esto hace que los iones con cloro se difunden
pasivamente a través de la vía paracelular.
Además, se produce una reabsorción excedente de cloro por el gradiente de concentración (producido cuando
el agua se reabsorbe por ósmosis, lo que concentra a los iones Cloro en la luz tubular). La reabsorción activa de
sodio está muy bien acoplada a la reabsorción pasiva de cloro a través de un potencial eléctrico y un gradiente
de concentración de cloro.
La urea también es reabsorbida de forma pasiva del túbulo, pero en un grado menor. A medida que el agua se
reabsorbe de los túbulos (por osmosis con sodio), la concentración de urea en la luz tubular aumenta, lo cual
crea un gradiente de concentración que favorece la reabsorción de urea, para lo cual necesita de
transportadores específicos de urea. Pero su reabsorción es solo parcial, ya que no tiene la misma facilidad que
el agua, permitiendo que se excretan grandes cantidades de este producto de desecho. La creatinina, en
cambio, prácticamente no atraviesa la membrana tubular, por lo tanto, casi nada de la creatinina filtrada se
reabsorbe y casi toda se excreta en la orina.
Alrededor del 65% de la carga filtrada de Na y agua y algo de cloruro se reabsorbe por el túbulo proximal antes
de ser filtrado por el Asa de Henle
Tienen una elevada capacidad de reabsorción activa y pasiva. Se debe a sus características
celulares, ya que tienen un metabolismo alto y un gran número de mitocondrias para apoyar los procesos
de transporte activo, borde en cepillo extenso en el lado luminal de la membrana, un laberinto extenso de
canales intercelulares y basales. La superficie de membrana del borde en cepillo está cargada de moléculas
transportadoras proteicas que transportan una gran fracción de los iones sodio a través de la membrana
ligada a un mecanismo de cotransporte de múltiples nutrientes orgánicos, como Aa y glucosa. El sodio
adicional se transporta desde la luz hacia la célula por mecanismos de contratransporte, que reabsorben
el sodio mientras secretan otras sustancias a la luz, como
hidrógeno. La bomba ATPasa sodio-potasio es el principal medio para la reabsorción del sodio, cloro y agua. Sin
embargo:
1. En la primera mitad del túbulo proximal, el sodio se reabsorbe mediante cotransporte junto a la
glucosa, Aa y otros.
2. En la segunda mitad, poca glucosa y aminoácidos quedan por reabsorber. En cambio, el Na se
reabsorbe con Cl. La segunda mitad del túbulo proximal tiene una concentración relativamente alta
de cloro (140 mEq/l), comparada con la primera parte del túbulo proximal (105 mEq/l), porque
cuando se reabsorbe el cloro, se transporta preferentemente con glucosa, bicarbonato e iones
orgánicos en la primera parte del
túbulo, dejando
detrás una solución que
contiene una
mayor concentración de
cloro. En la
segunda mitad,
la mayor concentración
de cloro favorece la
difusión de este ión
desde la luz tubular a
través de las
uniones intercelulares
hacia el líquido
intersticial renal.
También hay canales de
cloruro
específicos.
Secreción de ácidos y bases orgánicos en los túbulos proximales. El túbulo proximal también es
el lugar para la secreción de ácidos y bases como las sales biliares, oxalato, urato y las catecolaminas. Otro
compuesto que se elimina rápidamente es el ácido paraaminohipúrico (PAH). Debido a que se puede
eliminar hasta un 90% de PAH de plasma, este compuesto se puede usar para calcular el flujo plasmático renal.
Túbulo distal
La porción final del túbulo distal y el túbulo colector cortical son impermeables a la urea, aunque se
produce una cierta reabsorción de urea en los conductos colectores medulares. También reabsorben Na y
su intensidad está controlada por hormonas, como la aldosterona, al mismo tiempo secretan K desde la
sangre capilar peritubular hacia la luz tubular, proceso también controlado por la aldosterona. Y su
permeabilidad al agua está controlada por la concentración de ADH, también llamada vasopresina, con
concentraciones elevadas de ADH, estos segmentos tubulares permanecen permeables al agua, pero sin
ADH son prácticamente impermeables a ella. Lo que proporciona un importante mecanismo de control del
grado de dilución o concentración de la orina.
Aunque absorben menos del 5% del agua y del Na filtrados, son el lugar final de procesamiento de la orina.
Sus células tienen forma casi cúbica con superficies lisas y un número reducido de mitocondrias.
1. La permeabilidad al agua está controlada por la concentración de ADH, con concentraciones altas
se reabsorbe ávidamente agua en el intersticio, reduciendo el volumen de la orina y concentra la
mayoría de los solutos en ella.
2. Es permeable a la urea y existen transportadores de urea especiales que facilitan la difusión de la
urea a través de las membranas luminales y basolaterales. Luego, parte de esta se reabsorbe en el
intersticio, lo que ayuda a aumentar la osmolalidad en esta región de los riñones y contribuye a la
capacidad global de los riñones a formar una orina concentrada.
3. Puede secretar Hidrógeno contra un gran gradiente de concentración
1. La concentración de soluto en el líq tubular está determinado por el grado relativo de reabsorción de dicho
soluto frente al agua.
2. Las sustancias como la creatinina no se reabsorbe mucho o no se reabsorben, pero la glucosa o
aminoácidos se reabsorben en su totalidad.
3. La inulina se usa para medir la FG, no se reabsorbe por lo que los cambios de concentración de esta reflejan
la cantidad de agua en el líquido tubular. Por ejemplo, si la concentración de inulina es 3 veces al final de
los túbulos proximales que en el plasma o el filtrado glomerular, esto quiere decir que se absorbió ⅔ de
agua filtrada. Al final de todo el recorrido, la concentración de inulina será de 125 lo que quiere decir que
solo el 1/125 del agua se ha quedado para ser secretada y el resto reabsorbida.
Son las fuerzas de Starling que gobiernan el grado de reabsorción a través de los capilares peritubulares. Lo
reabsorbido en los túbulos, pasan al intersticio renal y de allí a los capilares peritubulares. La reabsorción capilar
peritubular normal es de unos 124ml/min. Puede calcularse como:
Las fuerzas de reabsorción neta son la suma de las fuerzas hidrostática y coloidosmótica que favorecen o se
oponen a la reabsorción a través de los capilares peritubulares. Estas fuerzas son:
1. Presión hidrostática peritubular (Pc): se opone a la reabsorción.
2. Presión hidrostática en el intersticio renal (Pli): favorece la reabsorción.
3. Presión coloidosmótica de las proteínas. Plasmáticas capilares (πc): favorece la reabsorción.
4. Presión coloidosmótica de las proteínas intersticiales (πli): se opone a la reabsorción
Regulación de las fuerzas físicas en el capilar peritubular. Aquí la reabsorción capilar está
influida por cambios hemodinámicos renales. La presión hidrostática capilar peritubular está influida por la
presión arterial y por la resistencia de las arteriolas aferentes y eferentes. Si aumenta la presión arterial
aumenta la presión hidrostática peritubular y reduce la reabsorción. Si la resistencia en arteriola aferente
y eferente aumenta, se reduce la presión hidrostática capilar peritubular, favoreciendo la reabsorción.
Otra fuerza en el capilar peritubular es la presión coloidosmótica plasmática sistémica que se ve afectada si hay
más proteínas en plasma ya que aumenta la presión coloidosmótica capilar peritubular aumentando la
reabsorción y por la fracción de filtración ya que cuanto mayor es la fracción de plasma que se filtra, más
concentradas quedan las proteínas en el poco plasma que pasa luego a los capilares peritubulares.
Los cambios en el Kf capilar peritubular también pueden influir en la reabsorción porque el Kf es una medida de
la permeabilidad y del área superficial de los capilares. Su aumento, aumenta la reabsorción, mientras que su
reducción, reduce la reabsorción. Kf permanece relativamente constante en la mayoría de las condiciones
fisiológicas.
Una vez que el agua y los solutos están en los espacios intersticiales, pueden ser barridos a los capilares
peritubulares o difundirse a través de las uniones epiteliales hacia la luz tubular. Con la intensidad normal alta
de reabsorción capilar peritubular, el movimiento neto de agua y de solutos está dentro de los capilares
peritubulares con poca retrodifusión a la luz del túbulo. Pero cuando se reduce la reabsorción capilar
peritubular, hay un aumento de la presión hidrostática del intersticio y una tendencia a que mayores cantidades
de soluto y agua retrodifundan a la luz tubular lo que reduce la reabsorción.
Lo opuesto es cierto cuando hay un aumento de la reabsorción capilar peritubular por encima del nivel normal.
Un incremento inicial en la reabsorción en los capilares peritubulares tiende a reducir la presión hidrostática del
intersticio y elevar la coloidosmótica en el intersticio. Ambas fuerzas favorecen el movimiento de líquido y
solutos desde la luz hacia el intersticio; luego la retrodifusión de agua y solutos hacia la luz se reduce y la
reabsorción tubular neta aumenta.
Pequeños incrementos en la P.A. pueden provocar aumentos en la excreción urinaria de sodio y agua, estos son
fenómenos que se conocen como natriuresis por presión y diuresis por presión.
➔ El aumento de la P.A. entre los límites de 75 y 160 mmHg suele tener sólo un efecto pequeño sobre
el flujo sanguíneo renal y el FG. El ligero incremento del FG que se produce contribuye en parte al
efecto del aumento de la P.A. sobre la diuresis. Cuando la autorregulación del FG está deteriorada,
el aumento de la P.A. da lugar a incrementos mucho mayores del FG.
➔ Un 2° efecto del aumento de la P.A. que incrementa la diuresis es que reduce el % de carga filtrada
de sodio y agua que reabsorben los túbulos. El mecanismo responsable de esto es un incremento
en la presión hidrostática capilar peritubular, en especial de los vasos rectos de la médula y un
posterior aumento de la presión hidrostática en el intersticio que favorece la retrodifusión de sodio
a la luz tubular, reduciendo la reabsorción de sodio y agua, aumentando la diuresis cuando la
presión arterial aumenta.
➔ Un 3° factor es la menor formación de angiotensina 2, la cual aumenta la reabsorción de sodio en
túbulos, y estimula la secreción de aldosterona con la misma función.
Su activación, cuando es grave, reduce la excreción de agua y sodio al contraer las arteriolas renales, reduciendo
el FG. Incluso niveles bajos de activación simpática reducen su excreción mediante un aumento de la
reabsorción de sodio en el túbulo proximal, la rama ascendente gruesa del asa de Henle y quizás en partes más
distales del túbulo renal. Esto sucede por la activación de receptores alfa-adrenérgicos en las células epiteliales
tubulares. La estimulación del SNS aumenta la liberación de renina y formación de angiotensina 2.
El aclaramiento renal de una sustancia es el VOLUMEN DE PLASMA QUE QUEDA DESPROVISTO DE UNA
DETERMINADA SUSTANCIA EN UNA UNIDAD DE TIEMPO. Permite cuantificar el flujo de sangre que pasa por los
riñones: la filtración glomerular, la reabsorción tubular y la secreción tubular. Su fórmula es:
El aclaramiento de inulina, por ejemplo, puede usarse para el cálculo del filtrado glomerular debido a que, si
una sustancia se filtra libremente y no se secreta ni se reabsorbe, la velocidad de filtración es igual a la
velocidad de excreción, por lo que:
FG (filtración glomerular) x Ps = Us x V
Luego, el FG puede calcularse como el aclaramiento de una sustancia:
FG = Cs = (Us x V)/Ps
El aclaramiento de creatinina, por ejemplo, es muy usado para calcular el filtrado glomerular, como
consecuencia de que es un elemento producido en el interior del propio cuerpo, por ser un desecho del
metabolismo muscular, no requiere ser administrado por vía endovenosa como la inulina, por lo que se utiliza
mucho más.