Sentencia0683 2013
Sentencia0683 2013
Sentencia0683 2013
SALA TERCERA
Magistrada Relatora: Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
Acción de amparo constitucional
Expediente: 02712-2013-06-AAC
Departamento: Chuquisaca
En revisión la Resolución 033/2013 de 4 de febrero, cursante de fs. 200 a 208 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Ruth Esther Claros Salamanca, Gerente
Distrital II de Grandes Contribuyentes (GRACO) Cochabamba del Servicio de Impuestos Nacionales
(SIN), contra Jorge Isaac Von Borries Méndez; Rómulo Calle Mamani; Antonio Guido Campero
Segovia, Pastor Segundo Mamani Villca, Rita Susana Nava Durán, Norka Natalia Mercado Guzmán,
Maritza Suntura Juaniquina y Fidel Marcos Tordoya Rivas, Magistrados del Tribunal Supremo de
Justicia.
Refiere que el SIN, inició proceso por contravención tributaria contra el contribuyente EDITORIAL
CANELAS S.A. por declaraciones juradas presentadas que determinan la existencia de una deuda
tributaria no pagada, emitiéndose las respectivas resoluciones sancionatorias, las cuales fueron
impugnadas a través de un recurso de alzada ante la Superintendencia Tributaria y posteriormente
mediante recurso jerárquico ante la entonces Autoridad General de Impugnación Tributaria,
instancia que emitió la Resolución de recurso jerárquico STG-RJ/0028/2006 de 6 de febrero, la cual,
anuló obrados hasta la emisión de los Autos Iniciales de Sumario Contravenciones que generaron las
Resoluciones Sancionatorias 02, 03, 04, 05, 06, 07, 08, 09, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20,
21, 22 y 23/2005 contra EDITORAL CANELAS S.A., por evidenciar la falta de consignación de firma del
Jefe del Departamento de Fiscalización en los Autos Iniciales de Sumarios Contravencionales,
instancia que además, en mérito a una solicitud de complementación y enmienda, por Auto
Motivado STG-RJ 0004/2006 de 22 de febrero, declaró no ha lugar a la misma.
En base a estos antecedentes, señala la parte accionante que los actos administrativo-tributarios
antes referidos, fueron impugnados mediante proceso contencioso-administrativo, el cual concluyó
con la emisión de la Resolución 142/2012 de 23 de mayo, mediante la cual, las autoridades ahora
demandadas, declaran improbada la demanda contenciosa administrativa interpuesta por la
Gerencia GRACO Cochabamba, decisión, que de acuerdo a la parte ahora accionante, ocasiona los
siguientes actos lesivos a sus derechos:
a) La Resolución 142/2012 emitida por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, por lo
establecido en su considerando IV numeral 3, desvió la aplicación de los arts. 778 del Código de
Procedimiento Civil CPC, 69 de la Ley de Procedimiento Administrativo (LPA) y 2 de la Ley 3092 de 7
de julio de 2005, al establecer que aún no correspondía la interposición de la demanda contenciosa
administrativa porque no se habría agotado la vía administrativa.
b) El referido fallo pronunciado por las autoridades demandadas, desvía la aplicación del art. 18
de la Resolución Normativa de Directorio 10-0021-04 de 11 de agosto de 2004 y asume de forma
errónea su decisión en el art. 12.2.g de la norma reglamentaria citada, afectando así los derechos al
debido proceso, a la defensa, a la seguridad jurídica, siendo que el inicio del procedimiento
sancionador se encuentra claramente establecido en el señalado artículo, de la resolución normativa
de directorio antes referida, disposición que claramente expresa que el Auto Inicial de Sumario
Contravencional será proyectado por el Departamento Jurídico, Técnico y de Cobranza Coactiva, por
lo que consecuentemente este actuado administrativo estará firmado por el Jefe de dicho
Departamento y de ninguna manera por el Jefe de Departamento de Fiscalización, como
erróneamente establecieron las autoridades demandadas, dado que -en criterio de la parte
accionante-, se aplica el art. 12 de la Resolución Normativa de Directorio 10-0021-04, únicamente en
sus numerales 3 y 4 referentes a la tramitación y terminación del procedimiento sancionador y no así
el numeral 2 referente a la iniciación del procedimiento sancionador.
c) La vulneración al derecho a la motivación por haberse emitido un fallo sin realizar un análisis
y valoración del proceso y por haberse elaborado un razonamiento “escueto”.
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela y en consecuencia se disponga que la Sala Plena del Tribunal
Supremo de Justicia, pronuncie una nueva resolución aplicando la normativa correcta conforme a ley
y los antecedentes del caso.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantias
Las autoridades demandadas, mediante informe cursante de fs. 132 a 140 vta., establecen lo
siguiente:
ii) Que la hoy accionante, “intenta con esta acción, una especie de revisión extraordinaria de
sentencia, que la legislación tributaria y nuestro ordenamiento procesal no lo permiten, por cuanto,
tratan de convertir al Tribunal Constitucional en un tribunal de instancia ordinaria, con el propósito
de enmendar fallos y evitar cumplir las formalidades previstas en el art. 12 de la RND 10-0021-04 de
11 de agosto…” (sic).
iii) La decisión cuestionada fue emitida en sujeción a los arts., 327, 354.II y 781 del CPC y demás
normas procesales aplicables al caso, hasta el estado de resolución. Asimismo, señala que la decisión
ahora impugnada, fue pronunciada de acuerdo a la normativa legal aplicable al caso concreto,
específicamente la contenida en la RND 10-0021-04 de 11 de agosto, en sus arts. 12.2.g y 18; así
como el art. 36.I y II de la LPA, aplicable a la materia, de acuerdo al art. 74.1 del Código Tributario
Boliviano (CTB).
En base a lo señalado, las autoridades demandadas, concluyen que no se vulneró los derechos
denunciados como afectados, razón por la cual, solicitan se deniegue la tutela peticionada.
Julia Susana Ríos Laguna Autoridad General de Impugnación Tributaria, mediante memorial
cursante de fs. 128 a 131, establece lo siguiente:
b) De la lectura textual del art. 12.2.g y del 18. 2 y 3 de la Resolución Normativa de Directorio
10-0021-04, se establece que el procedimiento para la “Imposición de sanciones por declaraciones
juradas presentadas que determinan la existencia de una deuda tributario no pagada o pagada
parcialmente”, se rige en la forma y plazo establecidos en el art. 12 de la Resolución Normativa
citada, es decir que, el Auto Inicial de Sumario Contravencional debe contener los requisitos
indicados en el citado art. 122.g, que se refiere a la firma del Gerente Distrital o GRACO y del Jefe del
Departamento de Fiscalización; además -refiere y resalta- que la única diferencia expresamente
señalada en el art. 18 de la RND 10-0021-04, es que la Resolución Final del Sumario, será firmada por
el Jefe de Departamento Técnico, Jurídico y de Cobranza Coactiva.
c) Asimismo, menciona que el Directorio del SIN, en mérito a la previsión del art. 64 del CTB, el
11 de agosto de 2004, emitió la Resolución Normativa de Directorio 10-0021-04 referido al:
“Concepto y alcances de las Contravenciones Tributarias: Deberes Formales y Sanciones”; estando
en controversia la aplicación de una normativa emitida por la propia Administración Tributaria y no
así por otra instancia del Órgano Ejecutivo, por lo que cualquier redacción que no sea clara o
específica en la normativa, es atribuible a la citada institución; por lo que no puede plantearse una
acción de amparo constitucional, que tenga como base de análisis una norma aprobada por la
entidad accionante.
I.2.4. Resolución
Por Resolución 033/2013 de 4 de febrero, cursante de fs. 200 a 208 vta., la Sala Social y
Administrativa del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, concedió la tutela solicitada,
disponiendo lo siguiente: 1) Dejar sin efecto la Resolución 142/2012 de 23 de mayo; y, 2) Que la Sala
Plena del Tribunal Supremo de Justicia, dicte una nueva, observando la fundamentación debida.
i) Que el referido fallo pronunciado por las autoridades demandadas, vulnera el derecho a la
defensa expresamente consagrado en la Norma Suprema, ya que la aseveración en virtud de la cual
se establece que no se agotó la vía administrativa, afecta al debido proceso en su elemento
constitutivo del derecho a la defensa, porque no existe norma adjetiva ni sustantiva que establezca
que sólo las Resoluciones de Recurso Jerárquico que resuelven el fondo de la causa agotan la vía
administrativa, apartándose por completo de lo preceptuado por los arts. 2 de la Ley 3092 y 69 de la
LPA, normas que expresamente determinan que la resolución de recurso jerárquico agota la vía
administrativa y que esta vía quedará agotada cuando se trate de actos administrativos contra los
cuales no proceda ningún recurso en la vía administrativa; en ese orden, se dispone que contra la
Resolución en Recurso Jerárquico STG-RJ/0028/2006, no procede recurso, siendo vez que la
resolución del recurso jerárquico agota la vía administrativa.
ii) “La cosa juzgada no es un derecho fundamental sino un principio procesal que tiene su
fundamento en la ley ordinaria, el legislador la ha instituido con la finalidad de imprimir su carácter
definitivo e inmutable a los fallos judiciales; sin embargo, esa calidad se adquiere cuando la decisión
judicial se ajusta a las normas previstas en la Constitución, de contrario se somete al control de
constitucionalidad para reparar los actos ilegales o indebidos en que incurra la autoridad judicial”
(sic). En el caso de autos, la denuncia de que las autoridades accionadas del órgano judicial habrían
incurrido en lesiones al debido proceso, abre la competencia de este Tribunal para ingresar al
examen de fondo de la problemática.
iv) Sobre la aplicación del art. 12 de la Resolución Normativa de Directorio 10-0021-04: “hemos
advertido que en el mismo se omitió análisis y fundamento que justifique el porqué los Autos
Iniciales del Sumario Contravencional tenían que llevar la firma del Jefe del Departamento de
Fiscalización y el porqué resultaba aplicable el numeral 2 del art. 12 (iniciación) al procedimiento de
imposición de sanciones por declaraciones juradas presentadas que determinan la existencia de una
deuda tributaria no pagada” (sic).
vi) En el caso de autos, las autoridades judiciales que intervinieron en el pronunciamiento del
fallo al fundamentar su pronunciamiento en normativa errónea no otorgaron una tutela judicial
efectiva, ya que con su fallo en lugar de brindar a los derechos que asisten al SIN, específicamente a
la Gerencia GRACO Cochabamba, generaron una situación de inseguridad jurídica por confirmar la
Resolución de Recurso Jerárquico STG-RJ/0028/2006 que en base a norma inaplicable al caso anula
ilegalmente las Resoluciones Sancionatorias 02/2005 al 23/2005.
II. CONCLUSIONES
Del análisis y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establecen las
siguientes conclusiones:
II.5. Se colige también que la Resolución antes señalada, en su estructura argumentativa plasma
los siguientes aspectos: 1) En el primer considerando, los antecedentes relevantes para la resolución
de la presente causa, entre los cuales se hace referencia al inicio del procedimiento sancionador en
virtud del cual, se emitió los Autos Iniciales de Sumario Contravencional 1/2004 al 18/2004,
notificados al contribuyente el 14 de diciembre de 2004; y los Autos Iniciales de Sumario
Contravencional Nos. 65/2004 a 68/2004, notificados el 31 de diciembre de 2004, emitiéndose las
Resoluciones Sancionatorias 02/2005 al 23/2005, sancionando al contribuyente con multa del 100%
del tributo omitido; además se indica que el demandante establece que el Superintendente General
Tributario, simplemente consideró la supuesta falta de firma del Jefe del Departamento de
Fiscalización, en los Autos Iniciales de Sumario Contravencional, conforme al art. 12 de la RND 10-
0021-04, en la imposición de sanciones no vinculadas al procedimiento de determinación,
señalándose que “el procedimiento sancionador se efectuó a Editorial Canelas S.A., conforme al
parágrafo II del art. 94, por declaraciones juradas del propio contribuyente que determinan la
existencia de una deuda tributaria, que fue declarada y no pagada, por tanto no se encuentra
vinculado al procedimiento de determinación o fiscalización” (sic); 2) En el tercer considerando,
entre otros aspectos, se determina lo siguiente: “Que teniendo en cuenta la naturaleza jurídica del
proceso contencioso administrativo, que reviste las características de juicio ordinario de puro
derecho, cuyo conocimiento y resolución de controversias en única instancia (…), por cuanto el
trámite en la fase administrativa se agotó en todas sus instancias con la resolución del recurso
jerárquico; por consiguiente, corresponde a este Tribunal, analizar si fueron aplicadas correctamente
las disposiciones legales, con relación a los hechos sucedidos en la fase administrativa, y realizar el
control judicial de legalidad sobre los actos ejercidos por la Superintendencia Tributaria General y la
Gerencia Distrital Cochabamba del SIN” (sic); y, 3) En el cuarto considerando, se señala lo siguiente:
i) En el numeral 2 se menciona: “En efecto, al tratarse la RND 10-0021-04 de una norma de orden
público, que establece un requisito formal indispensable que hace a la certidumbre, respecto a la
revisión técnica que debe tener toda resolución, ciertamente la administración tributaria debió
consignar en los Autos Iniciales de Sumario Contravencional, la firma extrañada del Jefe de
Departamento de Fiscalización, omisión que vició sus propios actos, siendo por tanto aplicable en el
caso presente lo dispuesto en los arts. 36.I y II de la Ley 2341 (LPA), aplicable en materia tributaria
en virtud del art. 74.1 de la Ley 2492 del Código Tributario; por consiguiente al estar anuladas las
resoluciones sancionatorias 02/2005 al 23/2005 conforme al artículo 23.1 inc. c) del DD Nº 27350
concordante con el art. 212 inc. c) de la Ley 3092, correspondía a la administración tributaria volver
a emitir nuevos Autos Iniciales de Sumario Contravencional, dando estricto cumplimiento al numeral
2 inciso g) del artículo 12 de la RND 10-0021-04, a fin de evitar posteriores nulidades que perjudique
los intereses del Estado” (sic); ii) En el numeral 3 se señala expresamente: “Por esta razón no es
evidente lo afirmado en la demanda, porque la resolución impugnada se ajusta a derecho, máxime si
en la emisión de los Autos Iniciales de Sumario Contravencional, a contribuyentes sometidos a
procedimiento de imposición de sanciones por declaraciones juradas presentadas, que determinan
la existencia de una deuda tributaria no pagada, previsto en el art. 18 de la RND 10-0021-04 de 11 de
agosto de 2004, también se aplica lo dispuesto en el art. 12 de la citada resolución normativa de
Directorio” (sic); y, iii) En el numeral 3, la citada resolución, indica también: “En virtud a lo
expresado, se deduce que el trámite aún no se agotó en la vía administrativa, porque aún no
correspondía interponer la demanda contencioso administrativa, por cuanto en recurso jerárquico,
se anuló obrados en la parte formal hasta el vicio más antiguo y no existió un pronunciamiento de
fondo; lo que demuestra que no se cumplió el requisito previsto en el art. 69 inc. b) de la Ley 2341
(LPA) que establece agotar la vía administrativa contra los actos administrativos, donde ya no
proceda ningún otro recurso en vía administrativa. Que a mérito del análisis expuesto
precedentemente, el Supremo Tribunal de Justicia concluye que la Superintendencia Tributaria
General al pronunciar la Resolución impugnada, no infringió ninguna norma legal, al contrario realizó
correcta valoración e interpretación en su argumentación técnica-jurídica que se ajusta a derecho,
más aún si los argumentos expuestos en la demanda por la entidad demandante no desvirtúan de
manera concluyente, los fundamentos expuestos en la resolución administrativa impugnada” (sic);
(fs. 42 a 46).
II.6. Se evidencia también que la Resolución 142/2012, fue notificada a las partes procesales el
22 de junio de 2012 (fs. 48).
Ahora bien, en mérito al objeto y causa de la presente acción de tutela, con la finalidad de
desarrollar una coherente argumentación jurídico-constitucional, este fallo desarrollará las
siguientes problemáticas: 1) La reforma constitucional y el modelo de Estado asumido a partir de la
reforma de 2009; 2) El sustento constitucional del principio de prohibición de arbitrariedad como
corolario del Estado Plurinacional de Boliva; 3) El contenido esencial del derecho al debido proceso
sustantivo en el Estado Plurinacional de Bolivia; 4) El principio de razonabilidad y sus parámetros
aplicables; 5) Los fundamentos constitucionales del control de razonabilidad; y, 6) Los actos
razonados como condición esencial de lo razonable.
III.1. El modelo de estado vigente a partir de la reforma de 2009 a la luz del estado constitucional
de derecho
El Estado Plurinacional de Bolivia, fue refundado a partir de la Constitución Política del Estado
aprobada por referendo constitucional de 25 de enero de 2009 y promulgada el 7 de febrero del
mismo año, en este contexto, la función constituyente, a la luz de la doctrina epistemológica de la
descolonización, diseñó un nuevo modelo de Estado, cuya estructura se sustenta en los principios
del pluralismo y la interculturalidad, como elementos estructurantes del Estado, postulados en
virtud de los cuales, se genera un Estado Constitucional de Derecho caracterizado por la vigencia
plena de derechos fundamentales individuales y colectivos en el marco de un sistema jurídico plural
destinado a consagrar el valor supremo e ideal del Estado: El vivir bien.
Así las cosas, la jurisprudencia emanada del Tribunal Constitucional Plurinacional, ha desarrollado el
concepto del valor axiomático de la Constitución, en virtud del cual, las directrices principistas y los
valores plurales supremos en el Estado Plurinacional de Bolivia, irradiarán de contenido todos los
actos infra-constitucionales; además, en virtud al principio de complementariedad que postula la
interculturalidad, estos valores y principios supremos irradiados en toda la vida social, deberán
integrarse para consolidar así las bases sociológicas de una sociedad plural con armonía y paz social.
Así, se puede destacar -pero no de manera excluyente ni limitativa-, que entre los valores plurales
supremos que guían al Estado Plurinacional de Bolivia, se encuentran la igualdad, la justicia, la
complementariedad, la solidaridad, reciprocidad y la justicia social, entre otros, los cuales, a su vez,
en el marco de la interculturalidad, se complementan con los valores ético-morales plasmados en el
art. 8.1 de la Ley Fundamental, como ser el suma qamaña (vivir bien) o el ñandereko (vida
armoniosa), los cuales, irradiarán de contenido todos los actos de la vida social, para consolidar así el
valor esencial y fin primordial del Estado Plurinacional de Bolivia, que es el “vivir bien”.
En el orden de ideas expresado, es menester resaltar que los valores antes señalados y los principios
plurales rectores del orden constitucional vigente, constituyen postulados propios del Estado
Constitucional de Derecho imperante en el Estado Plurinacional de Bolivia, por tal razón, de acuerdo
al pluralismo e interculturalidad, como elementos de construcción estructural del Estado, las pautas
axiológicas y principios directrices del orden constitucional, son elementos esenciales para un
redimensionamiento y una interpretación extensiva del Bloque de Constitucionalidad disciplinado
por el art. 410.2 de la Constitución, por tanto, para una real materialización de la Constitución
Axiomática, se tiene que este bloque, amparado por el principio de supremacía constitucional,
estará conformado por los siguientes compartimentos: 1) Por la Constitución como texto escrito; 2)
Por los tratados internacionales vinculados a Derechos Humanos; y, 3) Por las normas de derecho
comunitario ratificadas por el país; y en una interpretación sistémica, extensiva y acorde con el valor
axiomático de la Constitución, se establece además que el bloque de constitucionalidad, debe estar
conformado por un compartimento adicional: los principios y valores plurales supremos inferidos del
carácter intercultural y del pluralismo axiológico contemplado en el orden constitucional imperante.
En efecto, la garantía antes citada, a su vez, se configura como un principio esencial a partir del cual,
es exigible en el Estado Plurinacional de Bolivia “la razonabilidad de toda decisión que emane del
ejercicio del poder”, aspecto que en strictu sensu y a la luz del vivir bien, resguarda los valores de
igualdad y justicia entre otros, asegurándose de esta manera la vigencia de una real democracia
constitucional.
De acuerdo a lo mencionado, el canon antes referido, debe ser aplicable a decisiones legislativas,
administrativas o judiciales, por lo que la ley, el acto administrativo y la sentencia, para ser válidos a
la luz del proceso de aplicación creadora del derecho, requieren en el marco de los postulados del
Estado Constitucional de Derecho, la observancia de dos requisitos esenciales de validez
constitucional: i) El cumplimiento de presupuestos normativo-formales; y, ii) El cumplimiento de
presupuestos axiológico jurídicos de justicia, aspecto íntimamente vinculado al principio de
razonabilidad y al principio de prohibición de ejercicio arbitrario de poder.
Así, el tratadista argentino Linares, indicó que un acto puede tener fundamento de existencia si se
dictó y está vigente; fundamento de esencia si se apoya en normas jurídicas y fundamento de
razonabilidad si es justo, contexto en el cual, debe señalarse que la razonabilidad, en el Estado
Constitucional de Derecho, implica una redefinición de la estructura lógica de todo tipo de decisión,
ya no sólo desde su estructura formal, sino esencialmente desde su sustento material, el cual debe
estar irradiado del contenido del bloque de constitucionalidad imperante y en particular de los
valores plurales y principios supremos rectores del orden constitucional como ser la justicia e
igualdad entre otros, aspecto que consagra el principio de prohibición de ejercicio arbitrario del
poder.
En el orden de ideas mencionados, el canon de razonabilidad de la ley puede en última instancia ser
verificado a través del control normativo de constitucionalidad ya sea en su ámbito reparador o
preventivo; por su parte, el cumplimiento del canon de razonabilidad en relación al acto
administrativo, puede ser realizado a través del control tutelar de constitucionalidad y en particular
mediante la acción de amparo constitucional; finalmente, debe establecerse que el canon de
razonabilidad en cuanto a decisiones judiciales, puede ser analizado a través de la acción de amparo
constitucional, en el eje temático denominado en teoría constitucional como el amparo contra
sentencias judiciales.
A la luz del entendimiento jurisprudencial antes señalado y en coherencia con el objeto y causa de
esta acción de amparo constitucional, en el siguiente acápite, se desarrollará la procedencia del
amparo constitucional contra sentencias judiciales por afectación del debido proceso en su faceta
sustantiva.
III.4.La interpretación evolutiva del debido proceso a la luz del estado constitucional de derecho
En el marco de lo mencionado, el tratadista Linares, citando a Cossio, señala que en axiología jurídica
se habla de razonabilidad cuando se busca el fundamento de los valores específicos del plexo
axiológico: solidaridad, cooperación, poder, paz, seguridad y orden y se lo halla en el valor de
totalidad llamado justicia.
Asimismo, Linares, citando a Pound, indicó lo siguiente: “El debido proceso no es una concepción
abstracta de la que se pueda extraer conclusiones absolutas…aplicables en todo tiempo y lugar. Es
pues, un estándar para guiar al tribunal, y el estándar debe aplicarse según las circunstancas
especiales de tiempo, de lugar y de opinión pública donde el acto tiene efecto”.
Por lo expuesto y en una reconstrucción histórica que evidencie la génesis de este derecho, es decir
en aplicación del método constitucional de derecho denominado histórico-dogmático, debe
señalarse que los antecedentes históricos de este derecho se remontan al derecho norteamericano,
en ese orden, es pertinente precisar que el debido proceso en la Constitución de Estados Unidos de
América, está reconocido en la quinta enmienda y en la enmienda decimocuarto, que introduce la
garantía de igualdad, previsiones a partir de las cuales se entiende que los jueces en este contexto,
deben preservar las garantías del proceso y aplicar la garantía de razonabilidad en cada una de las
decisiones adoptadas, siendo ésta la fuente del debido proceso adjetivo y sustantivo.
Además, es importante precisar que en el derecho anglosajón, a través de la frase due process of law
que es una variación de la contenida en la Carta Magna inglesa de 1215 per legem terrae, by the law
of thel and, se ha desarrollado un alcance no sólo procesal sino también sustantivo del debido
proceso.
Así, en esta remembranza, es importante señalar que en Estados Unidos de América, la Corte
Federal, estableció el concepto del debido proceso en sus dos facetas: a) Due process procesal, en
virtud de la cual, ningún órgano judicial puede privar a las personas de vida, libertad o propiedad, a
excepción que tenga oportunidad de alegar y ser oída; y, b) Due process sustantivo, en virtud del
cual, el Gobierno no puede limitar o privar arbitrariamente a los individuos de ciertos derechos
fundamentales contenidos en la Constitución.
Más allá del reconocimiento jurisprudencial en Estados Unidos de América del debido proceso
sustantivo, es imperante indicar que este también ha sido reconocido en países vecinos como Perú y
la República Argentina.
De la misma forma, la Corte Suprema Argentina, ha desarrollado la faceta sustantiva del debido
proceso, a través de los fallos 243-473; 300-642; 319-2151; 316-3104; 317-756; 319-3241; 321-3081,
entre otros.
En el marco de lo indicado, debe precisarse que los valores plurales referentes a la justicia e
igualdad, son inmanentes al vivir bien como valor plural supremo integrador del orden
constitucional vigente en el Estado Plurinacional de Bolivia.
Por lo expuesto, deberá entenderse que será razonable toda decisión judicial compatible al bloque
de constitucionalidad imperante, en cuanto su contenido sea acorde con valores plurales supremos
como ser la justicia e igualdad, presupuesto que constituye un límite objetivo a las decisiones
arbitrarias contrarias al Estado Constitucional de Derecho.
Por lo mencionado, debe además precisarse que éste control de razonabilidad, debe ser realizado
prima facie por las autoridades jurisdiccionales y en caso de no restitución del derecho al debido
proceso sustantivo en cuanto a su razonabilidad, deberá ser tutelado por el Tribunal Constitucional
Plurinacional como último y máximo garante de los derechos fundamentales, a través de pautas
específicas para su aplicación, las cuales serán desarrolladas en el siguiente acápite.
Contemporáneamente, la teoría constitucional, indica que el debido proceso exige cierta “sustancia”
y “razonable relación” entre la aplicación normativa por parte de autoridades jurisdiccionales
convalores integradores del sistema jurídico, valores que su vez constituyen el sustento axiológico
de los derechos individuales, colectivos o difusos.
Esta “razonable relación”, en teoría constitucional es conocida como “La regla del equilibrio
conveniente” (balance of convenien ce rule), regla que de acuerdo a los Fundamentos Jurídicos III.1
y 2 del presente fallo, debe ser redimensionada a los postulados propios del constitucionalismo
vigente en el Estado Plurinacional de Bolivia, razón por la cual, en este contexto, deben desarrollarse
a la luz del principio de razonabilidad, los cánones del equilibrio armónico con el bloque de
constitucionalidad imperante, estándar del vivir bien, a partir del cual, debe asegurarse en cada caso
concreto, una razonable relación entre la aplicación normativa por parte de las autoridades
jurisdiccionales con los valores plurales supremos y con los principios rectores del orden
constitucional vigente.
Por lo señalado y con la finalidad de lograr una coherente argumentación jurídica, a través del
presente fallo, los cánones del equilibrio armónico con el bloque de constitucionalidad imperante -
como estándar del vivir bien-, para el amparo contra sentencias judiciales, de acuerdo al objeto y
causa de la presente acción tutelar, serán analizados a la luz de la razonabilidad cualitativa.
Así las cosas, la razonabilidad cualitativa, es un estándar del vivir bien cuyos valores inmanentes son
la justicia e igualdad; en esta perspectiva, la razonabilidad de una sentencia judicial bajo este
parámetro, será analizada en un caso concreto a la luz de decisiones arbitrarias emergentes de
desviaciones normativas, que generen aplicación jurídica discriminatoria.
En el marco de lo señalado, el resguardo del valor igualdad, para evitar discriminaciones normativas
indebidas, injustas e irrazonables, debe atender a la estructura lógica de la norma jurídica, la cual
está compuesta por tres elementos esenciales: 1) El supuesto de hecho, que es el conjunto de
requisitos o condiciones establecidos en la norma y de cuyo cumplimiento se hace la producción de
la consecuencia jurídica; 2) La consecuencia jurídica, que son los efectos que se producen una vez
cumplidos todos los requisitos o condiciones establecidas en la norma jurídica; y, 3) El nexo o vínculo
del deber ser, que une al supuesto de hecho con la consecuencia jurídica; en este sentido, la
desviación normativa, torna arbitraria una sentencia judicial, por disimilitud del supuesto de hecho
con la consecuencia jurídica y los antecedentes facticos del caso, evidenciándose en estas
circunstancias la irrazonabilidad del nexo o vínculo del deber ser y afectándose por tanto el valor
plural supremo de la igualdad.
III.8.Los actos razonados como condición esencial para lo razonable
En coherencia con la argumentación antes mencionada, es preciso establecer además que el ideal
constitucional de la razonabilidad prescribe una práctica democrática basada en entendimientos
razonados y razonables, por tanto, en un Estado Constitucional de Derecho, como es el caso del
Estado Plurinacional de Bolivia, la exigencia de razonamiento configura también al debido proceso
sustantivo, siendo el razonamiento argumentativo un presupuesto de este derecho.
En el marco de lo señalado, tal como se dijo en el Fundamento Jurídico III.4 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, el debido proceso inserto en el bloque de constitucionalidad
boliviano, tiene una naturaleza jurídica progresiva, por cuanto, debe ser interpretado a la luz de una
pauta hermenéutica evolutiva, en mérito de la cual, su contenido esencial no puede mantenerse
estático en el tiempo con un reconocimiento limitado únicamente a su faceta formal o adjetiva.
Por lo indicado, en el marco de una interpretación progresiva del derecho al debido proceso, es
evidente que el elemento motivación, no puede quedar como un presupuesto estático del debido
proceso en su faceta adjetiva, sino por el contrario, en el marco de una evolución interpretativa a ser
adoptada por este Tribunal, la motivación, debe además ser reconocida como un elemento esencial
del debido proceso sustantivo, ya que tal como se dijo precedentemente, el ideal constitucional de
la razonabilidad prescribe una práctica democrática basada en entendimientos razonados y
razonables.
En el marco de lo expuesto, debe precisarse que desde una perspectiva del debido proceso adjetivo,
el máximo contralor de derechos fundamentales, indicó que toda decisión jurisdiccional o
administrativa para asegurar el derecho a la motivación como elemento de las reglas de un debido
proceso, debía contener los siguientes aspectos: i) La determinación con claridad de los hechos
atribuidos a las partes procesales; ii) La exposición clara de los aspectos fácticos pertinentes; iii) Al
puntualizar de manera expresa a los supuestos de hecho contenidos en la norma jurídica aplicable al
caso concreto; iv) La descripción de forma individualizada de todos los medios de prueba aportados
por las partes procesales; v) La valoración de manera concreta y explícita de todos y cada uno de los
medios probatorios producidos, asignándoles un valor probatorio específico a cada uno de ellos de
forma motivada; y, vi) La determinación del nexo de causalidad entre las denuncias o pretensiones
de las partes procesales, el supuesto de hecho inserto en la norma aplicable, la valoración de las
pruebas aportadas y la sanción o consecuencia jurídica emergente de la determinación del nexo de
causalidad antes señalado. En este marco, debe además señalarse que la determinación del nexo de
causalidad antes mencionado, en cuanto al presupuesto de la norma aplicable, para cumplir con la
exigencia de la razonabilidad, debe además establecer pautas de interpretación reconocidas por la
teoría jurídica, para evitar así decisiones e interpretaciones normativas arbitrarias.
En este contexto, es imperante precisar que en el Fundamento Jurídico III.7 de la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, se indicó que el debido proceso exige una “razonable relación” entre la
aplicación normativa por parte de autoridades jurisdiccionales con valores integradores del sistema
jurídico, en ese contexto, en el mismo fundamento jurídico, se estableció también que deben
desarrollarse a la luz del principio de razonabilidad los cánones del equilibrio armónico con el bloque
de constitucionalidad imperante, estándar del vivir bien, a partir del cual, debe asegurarse en cada
caso concreto, una razonable relación entre la aplicación normativa por parte de las autoridades
jurisdiccionales con los valores plurales supremos y con los principios rectores del orden
constitucional vigente, aspecto que deberá ser verificado en la presente problemática, a cuyo efecto,
debe aplicarse los parámetros de la razonabilidad cualitativa desarrollados en el Fundamento
Jurídico III.7 del presente fallo.
En el orden mencionado, a la luz del valor igualdad, debe analizarse en el caso concreto, la
estructura lógica de los arts. 778 del CPC; 69 de la LPA y 2 de la Ley 3092 denunciados como
desviados por la Resolución ahora impugnada.
De acuerdo a lo indicado, debe establecerse que el tenor literal del art. 778 del CPC, señala: “El
proceso contencioso administrativo procederá en los casos en que hubiere oposición entre el interés
público y privado y cuando la persona que creyere lesionado o perjudicado su derecho privado,
hubiere ocurrido previamente ante el Poder Ejecutivo reclamando expresamente del acto
administrativo y agotando ante ese Poder todos los recursos de revisión, modificación o revocatoria
de la resolución que le hubiere afectado” (resaltado es nuestro).
En este contexto, se estableció que el presupuesto antes anotado, en una interpretación evolutiva
del derecho al debido proceso, no solamente asegura el respeto a la motivación como elemento del
debido proceso adjetivo, sino también resguarda la razonabilidad de toda sentencia judicial y el
respeto a una práctica democrática basada en entendimientos razonados y razonables.
Ahora bien, es imperante analizar si la Resolución 142/2012, cumple con la exigencia de
razonabilidad antes indicada, a cuyo efecto, debe realizarse una síntesis de la estructura
argumentativa del citado fallo, esquema que puede resumirse de la siguiente manera:
i) En el primer considerando, el fallo objeto de análisis, plasma los antecedentes relevantes para la
resolución de la presente causa, entre los cuales se hace referencia al inicio del procedimiento
sancionador en virtud del cual, se emitió los Autos Iniciales de Sumario Contravenciones 1/2004 al
18/2004, notificados al contribuyente el 14 de diciembre de 2004; y los Autos Iniciales de Sumario
Contravenciones 65/2004 a 68/2004, notificados el día 31 de diciembre de 2004, emitiéndose las
Resoluciones Sancionatorias 02/2005 al 23/2005, sancionando al contribuyente con multa del 100%
del tributo omitido; además se señala que el demandante establece que el Superintendente General
Tributario, simplemente consideró la supuesta falta de firma del Jefe del Departamento de
Fiscalización, en los Autos Iniciales de Sumario Contravenciones, conforme al art. 12 de la RND 10-
0021-04, en la imposición de sanciones no vinculadas al procedimiento de determinación,
indicandose que “el procedimiento sancionador se efectuó a Editorial Canelas S.A., conforme al
parágrafo II del art. 94, por declaraciones juradas del propio contribuyente que determinan la
existencia de una deuda tributaria, que fue declarada y no pagada, por tanto no se encuentra
vinculado al procedimiento de determinación o fiscalización” (sic); ii) En el tercer considerando,
entre otros aspectos, se establece lo siguiente: “Que teniendo en cuenta la naturaleza jurídica del
proceso contencioso administrativo, que reviste las características de juicio ordinario de puro
derecho, cuyo conocimiento y resolución de controversias en única instancia (…), por cuanto el
trámite en la fase administrativa se agotó en todas sus instancias con la resolución del recurso
jerárquico; por consiguiente, corresponde a este Tribunal, analizar si fueron aplicadas correctamente
las disposiciones legales, con relación a los hechos sucedidos en la fase administrativa, y realizar el
control judicial de legalidad sobre los actos ejercidos por la Superintendencia Tributaria General y la
Gerencia Distrital Cochabamba del SIN” (sic); y, iii) En el cuarto considerando, se indica lo siguiente:
a) En el numeral 2) se menciona: “En efecto, al tratarse la RND 10-0021-04 de una norma de orden
público, que establece un requisito formal indispensable que hace a la certidumbre, respecto a la
revisión técnica que debe tener toda resolución, ciertamente la administración tributaria debió
consignar en los Autos Iniciales de Sumario Contravenciones, la firma extrañada del Jefe de
Departamento de Fiscalización, omisión que vició sus propios actos, siendo por tanto aplicable en el
caso presente lo dispuesto en los arts. 36.I y II de la Ley 2341 (LPA), aplicable en materia tributaria
en virtud del art. 74.1 de la Ley 2492 del Código Tributario; por consiguiente al estar anuladas las
resoluciones sancionatorias 02/2005 al 23/2005 conforme al artículo 23.1 inc. c) del DD 27350
concordante con el art. 212 inc. c) de la Ley 3092, correspondía a la administración tributaria volver
a emitir nuevos Autos Unciales de Sumario Contravenciones, dando estricto cumplimiento al
numeral 2 inciso g) del artículo 12 de la RND 10-0021-04, a fin de evitar posteriores nulidades que
perjudique los intereses del Estado” (sic); b) en el numeral 3 se señala expresamente: “Por esta
razón no es evidente lo afirmado en la demanda, porque la resolución impugnada se ajusta a
derecho, máxime si en la emisión de los Autos Iniciales de Sumario Contravenciones, a
contribuyentes sometidos a procedimiento de imposición de sanciones por declaraciones juradas
presentadas, que determinan la existencia de una deuda tributaria no pagada, previsto en el art. 18
de la RND 10-0021-04 de 11 de agosto de 2004, también se aplica lo dispuesto en el art. 12 de la
citada resolución normativa de Directorio” (sic); y, c) en el numeral 3, la citada resolución, indica
también: “En virtud a lo expresado, se deduce que el trámite aún no se agotó en la vía
administrativa, porque aún no correspondía interponer la demanda contencioso administrativa, por
cuanto en recurso jerárquico, se anuló obrados en la parte formal hasta el vicio más antiguo y no
existió un pronunciamiento de fondo; lo que demuestra que no se cumplió el requisito previsto en el
art. 69 inc. b) de la Ley 2341 (LPA) que establece agotar la vía administrativa contra los actos
administrativos, donde ya no proceda ningún otro recurso en vía administrativa. Que a mérito del
análisis expuesto precedentemente, el Supremo Tribunal de Justicia concluye que la
Superintendencia Tributaria General al pronunciar la Resolución impugnada, no infringió ninguna
norma legal, al contrario realizó una correcta valoración e interpretación en su argumentación
técnica-jurídica que se ajusta a derecho, más aún si los argumentos expuestos en la demanda por la
entidad demandante no desvirtúan de manera concluyente, los fundamentos expuestos en la
resolución administrativa impugnada” (sic).