2do Trimestre - Primario
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abandonado
Trimestre 2 • Lección 1
Enfoque en la Formación Espiritual
1. Conexión: Hacer un juego de sonidos de animales y comentar cómo los animales cuidan
de sus crías.
3. Respuesta: Participar en una oración guiada, pidiendo a Jesús ayuda para lidiar con los
sentimientos de abandono y traición (Sofonías 3:17).
MATERIALES
• Biblia
Materiales opcionales:
• Cartel del Versículo para Memorizar
• Tiras de papel
• Lápices
• La Biblia en Acción, páginas 619; 625–627; 631–633; 636
• Páginas del Alumno
• Tijeras
• Cinta adhesiva
Antes de la clase, piensa en un animal por cada 3–5 niños de tu clase. Algunas ideas son: chancho,
pollo, vaca, caballo, cabra, león, elefante y perro. Si tienes tiras de papel y un lápiz, escribe nombres de
animales en los papelitos. Necesitarás un papelito para cada alumno.
En preparación para la clase, es importante que leas toda la historia del arresto, el juicio y la muerte de
Jesús: Marcos 14:32—15:41.
No servimos a un Dios lejano, que está muerto o durmiendo. No está reclinado en su trono distante en
el cielo, mirándonos con disgusto o aburrimiento.
Vida por Vida © 2020 David C Cook. Se permite la reproducción solo para ser usada en el aula. Todos los demás usos requieren autorización por
escrito. Solicítelo por correo electrónico a GlobalResources@DavidCCook.org. Todos los derechos reservados.
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Trimestre 2 Lección 1 Aprendo cómo Jesús fue traicionado y abandonado
¡No! En cambio, nuestro Dios nos ama tanto que dejó el cielo para vivir entre nosotros como hombre.
¡Jesús vino! Nuestro Dios se hizo carne. Estuvo triste y solitario. Él oró y lloró; fue abandonado y
traicionado.
¿Alguna vez te han abandonado o traicionado? ¿Alguien te ha decepcionado? Dios sabe cómo te
sientes. Él entiende tu dolor. Al prepararte para enseñar a los niños la importante verdad de que Jesús
conoce el dolor del abandono y la traición, pasa tiempo en oración. Habla con Dios acerca de lo que
te pasó y cómo te sientes. Pídele que te ayude a superar el dolor. Descansa tranquilamente en su
presencia, dando al Espíritu Santo la posibilidad de sanarte, de hablarte, y de regocijarse por ti. Ora que
los alumnos también lleguen a conocer a este Dios que conoce su dolor y puede sanarlos.
Conexión familiar: Informa a los padres de sus alumnos que los niños en esta lección aprenderán
que Jesús fue abandonado y traicionado, y que comprende sus sentimientos de dolor. Anímalos con
la verdad de que Dios no está lejos, no está muerto, no duerme, ni se despreocupa por lo que pasa en
nuestra vida. Cuando ellos y sus hijos oran, ¡Dios los oye y le importa lo que les pasa!
LA LECCIÓN
1. Conexión: Hacer un juego de sonidos de animales y comentar
cómo los animales cuidan de sus crías.
Antes de la clase, piensa en animales que hacen sonidos especiales. Tendrás que pensar en un animal
por cada 3 a 5 alumnos. Algunas ideas son: chancho, pollo, vaca, caballo, cabra, león, elefante y perro.
Saluda a los estudiantes por su nombre a medida que lleguen y dales la mano. Este simple tacto físico
les comunica que tú los identificas y que estás contento de verlos.
Si estás usando las tiras de papel que preparaste antes de la clase, reparte un papelito a cada niño. Si
no vas a usar las tiras de papel, llama a cada niño y susúrrale un nombre de animal al oído. Da el mismo
nombre de animal a 3–5 niños. Ellos no deben decirle a nadie el nombre del animal que les tocó.
Cuando hayan recibido el nombre de un animal deben sentarse en silencio hasta que todos tengan su
asignación.
Cuando digas: “¡Ya!” los niños deben hacer el sonido del animal que les tocó, y a la vez andar
por el salón. Deben escuchar los sonidos de animales que hacen los otros niños y unirse en
grupo con los que hacen el mismo sonido. Una vez que hayan encontrado a todos los que
representan el mismo animal, deben sentarse juntos en silencio. Si es necesario, ayuda a los
niños a encontrar su grupo.
Pide que los niños comenten estas preguntas con su grupo.
• ¿Cuál es tu animal?
• ¿Qué crees que tu animal hace para cuidar a sus crías
Comenten las siguientes preguntas como en una clase. Si los niños están separados por todo el salón
de clases, reúnelos para que puedan ver y oír fácilmente.
Consejo para el maestro: Si los niños hacen bulla mientras pasan de una actividad a otra o de
un espacio a otro, levanta la mano como una señal de que es hora de cambiar de actividad o de
pasar a otro lugar. Sigue con la mano levantada hasta que todos estén tranquilos y mirándote.
• La palabra “abandonar” significa que uno deja de preocuparse por alguien o de cuidarlo.
¿Qué pasaría con las crías de los animales si fueran abandonadas?
La palabra “traicionar” significa ser desleal o infiel a alguien que confía en ti. Algunos de
ustedes han sido abandonados o traicionados por personas en quien confiaban. Hoy vamos a
aprender que Jesús también fue abandonado y traicionado. Aprenderemos que Jesús entiende
cómo se sienten y les puede ayudar.
vez de velar con Jesús. Dos veces Jesús volvió adonde ellos estaban, y cada vez los encontró
durmiendo.
Los amigos de Jesús le decepcionaron. Realiza una pausa y cruza los brazos en “X”, anima a los niños a
que hagan lo mismo.
Vamos a leer en la Biblia lo que pasó la tercera vez que Jesús volvió adonde estaban sus
discípulos.
Haz una pausa para que los niños crucen los brazos en “X”.
Los hombres llevaron a Jesús donde estaban los líderes religiosos judíos. Jesús fue con ellos
tranquilamente y sin oponer resistencia. Cuando los hombres llegaron con Jesús, no era
posible que los líderes religiosos lo mataran, porque era contrario a las leyes romanas que los
judíos hicieran eso. Sólo los romanos podían ejecutar a alguien. Así que estos líderes llevaron
a Jesús a Pilato, el gobernador romano. Como Jesús no había hecho nada malo, los líderes
tuvieron que mentir acerca de Él.
Haz una pausa de nuevo y cruza los brazos en “X”. Espera a que los niños sigan su ejemplo.
Cuando Pilato escuchó a estos hombres furiosos, se dio cuenta de que Jesús no se defendía.
Comprendió que Jesús no había cometido ningún delito. Pilato no sabía qué hacer, y pensó:
“Este hombre no ha hecho nada malo”. Así que, delante de todo el pueblo, Pilato se lavó las
manos, y dijo: “Me lavo las manos para mostrar que soy inocente de toda responsabilidad por
la muerte de este hombre. No creo que merece morir”.
La multitud dijo: “¡Que caiga sobre nosotros la culpa de su muerte!” Entonces Pilato sentenció a
muerte a Jesús.
Primero Jesús fue azotado por los soldados romanos; era un castigo tan severo que algunas
personas morían debido a los azotes. Después de que azotaran a Jesús, los soldados pusieron
una corona de espinas en su cabeza, le dieron bofetadas, le escupieron, y se burlaron de Él
como “rey de los judíos”.
En silencio cruza los brazos en “X”.
Llevaron a Jesús afuera de Jerusalén, a un lugar llamado Gólgota, que probablemente era una
pequeña colina que tenía la forma de una calavera. Allí los soldados romanos crucificaron a
Jesús. Clavaron sus manos y sus pies en la cruz. Allí permaneció colgado hasta su muerte.
Ésta es la historia de hoy; pero es sólo una parte. No es el final de la historia de Jesús.
Opcional: Si tienes La Biblia en Acción, pide que los niños lean esta parte de la historia en las páginas
619; 625–627; 631–633; 636.
Anima a los niños a comentar la historia.
• ¿Qué parte de la historia crees que fue más dolorosa para Jesús?
• En esta historia, ¿quién traicionó a Jesús y quiénes lo abandonaron?
Las respuestas pueden incluir: los discípulos, Judas, los líderes religiosos, y la multitud.
• ¿Cómo crees que se sintió Jesús cuando fue traicionado y abandonado?
• ¿Qué crees que habrías sentido tú acerca de estas personas?
• ¿Cómo crees que habrías reaccionado a lo que hicieron estas personas?
Lee las siguientes cuatro preguntas y da a los niños un minuto para que piensen en sus respuestas.
Luego diles que se junten con otro niño para hablar de sus respuestas. Diles que no es obligatorio que
digan algo, pero que deben escuchar con respeto a su compañero, aunque ellos no digan nada.
• ¿Alguna vez alguien te ha abandonado, traicionado o defraudado?
• ¿Cómo te sentiste?
• ¿Cómo reaccionaste?
• ¿Crees que Jesús entiende cómo te sentiste? ¿Por qué sí o por qué no?
Si has sido abandonado, traicionado o defraudado por alguien, Jesús entiende cómo te
sientes. Él bajó del cielo para vivir, sufrir y morir entre los seres humanos. Jesús sabía que
iba a ser traicionado y abandonado; sabía que se iba a sentir triste, solo y enojado. Pero
voluntariamente pasó por estas cosas, porque nos ama. Él nunca nos dejará; nunca nos
traicionará; nunca nos decepcionará. Jesús sabe cómo te sientes, y quiere ayudarte cuando
estés triste y angustiado.
• No les he contado el final de esta historia bíblica. ¿Alguien puede decirnos cuál es el
maravillo final?
Si nadie responde, relata brevemente acerca de la resurrección de Jesús. Diles que Jesús está
vivo y que está sentado a la diestra de Dios Padre.
¡Qué increíble historia! No es un cuento; es una historia verídica. Jesús no permaneció muerto.
Él venció la muerte y resucitó. ¡Jesús vive, y está con nosotros!
heridas emocionales a Dios. Realiza pausas, según sea necesario, para que los niños oren en silencio, en
un susurro, o en voz alta. Cuando terminen, repasa cada paso y diles que pueden orar de esta manera
cada vez que se sientan heridos por la traición o el abandono.
Paso 1: Habla con Jesús en tus propias palabras. Dile que has sido traicionado o abandonado
por alguien que conoces (padre, madre, hermano, hermana, tío, tía, amigo o maestro).
Paso 2: Dile a Jesús que el recuerdo de la traición o el abandono te molesta cada vez que
piensas en ello. Escucha por un momento y ten la seguridad de que Él sufre contigo. Jesús
entiende tu dolor y quiere consolarte.
Paso 3: Pide a Jesús que disminuya o quite los horribles sentimientos que sientes cada vez que
piensas en que has sido traicionado. También puedes pedirle que te ayude a soportar lo que te
está pasando y que lo use para Su gloria.
Paso 4: Agradece a Jesús porque Él está contigo y puede ayudarte a pensar menos en la
traición. Él te ama mucho. La Biblia dice estas palabras:
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Cada vez que te pongas a pensar en que has sido traicionado o abandonado, repite esta
verdad: “Dios está conmigo. Él se alegra por mí con cantos”. Sigue diciendo esto hasta que esos
pensamientos que te traen tristeza comiencen a desaparecer. Puedes practicar estas palabras
mientras oras.
Una vez que los niños hayan terminado de orar, finaliza la clase pronunciando esta bendición sobre
ellos:
Bendición: Cuando estés triste y herido, recuerda siempre que Jesús entiende cómo te sientes.
Él te ama y se alegra por ti con cantos. Él nunca te dejará; nunca te abandonará; nunca te
traicionará. El amor de Dios nunca defrauda.
Opcional: Si usa las Páginas del Alumno, que los niños hagan los recordatorios de la paloma de oración.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
“Te Bendeciré” https://youtu.be/-UN5tobBkQQ
1. Conexión: Ver una demostración y comentar la idea de que las acciones traen
consecuencias.
2. Enseñanza: Escuchar y actuar escenas de la historia del primer pecado de Adán y Eva, y
comentar el amor y la disciplina de Dios (Génesis 2:15–17; 3:1–24).
3. Respuesta: Componer una oración personal, con mímicas, pidiendo al Espíritu Santo
ayuda para vivir de forma agradable a Jesucristo..
MATERIALES
• Biblia
• 3 objetos irrompibles de la naturaleza o del salón de clases
Materiales opcionales:
• Cartel del Versículo para Memorizar
• La Biblia en Acción, páginas 21–23
• Páginas del Alumno
• Lápices
¿Alguna vez has tratado de alcanzar algo fuera de tu alcance? Tal vez has recogido fruta de un árbol
o has intentado alcanzar algo en un estante alto. Cuando algo está fuera de nuestro alcance, no lo
conseguiremos con sólo hacer más esfuerzo; necesitamos ayuda. Lo mismo se aplica al resistir la
tentación. Piensa en una tentación común o un pecado en tu vida. Tal vez has tratado de resistirlo,
pero no has logrado hacerlo y luego pagas las consecuencias.
¡Hay buenas noticias! No tenemos que resistir la tentación por nuestra propia cuenta. Dios nos da su
Espíritu Santo para que nos ayude. Cuando oramos, leemos la Biblia, e invitamos a Jesucristo para
que esté con nosotros cada momento de nuestro día, Él nos da poder para resistir la tentación. Al
prepararte para enseñar, pide a Jesucristo que te muestre en qué aspectos necesitas Su fortaleza.
Conexión familiar: Anima a los padres a que enseñen a sus hijos a partir de sus propias experiencias.
Pueden contarles acerca de alguna mala decisión que tomaron o de alguna regla que rompieron, y
cuáles fueron las consecuencias. ¿Qué harían si pudieran pasar nuevamente por esas experiencias?
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Trimestre 2 Lección 2 Acciones traen consecuencias
LA LECCIÓN
1. Conexión: Ver una demostración y comentar la idea de que las
acciones traen consecuencias.
Para empezar, pide un voluntario. Él debe sostener un objeto que no se rompa cuando caiga, como
un palo, un lápiz, una piedra, o un libro. Dile que suelte el objeto para ver qué pasa. Por supuesto que
va a caer al suelo. Repite este proceso con los otros dos objetos. Señala que la consecuencia de soltar
el objeto es que éste cae al suelo. Use también un objeto que se quiebre o estropee al caer, de modo
que los estudiantes aprecien que con una acción puede haber más de una consecuencia y éstas
muchas veces son graves.
Si un estudiante menciona la gravedad, explica a los alumnos que la gravedad es una fuerza que
atrae a un objeto hacia la tierra. La gravedad es lo que mantiene nuestros pies en el suelo. Ayúdales a
entender que una consecuencia es el resultado natural de una acción.
Cuando se suelta algo en el aire, cae.
• Si saltas al agua, ¿qué pasa?
Te vas a mojar.
• Si dejas caer un huevo crudo, ¿qué pasa?
El huevo se va a romper.
Consejo para el maestro: Quizá quieras dar un ejemplo de tu propia vida. Cuenta acerca de
alguna vez cuando algo que hiciste tuvo una considerable consecuencia. ¡Los niños apreciarán
un ejemplo de tu vida! Es apropiado también contar una decisión que tuvo una consecuencia
favorable, para que vean que no todas las acciones tienen malas consecuencias.!
Cada vez que tomamos una decisión, hay una consecuencia. Si tomamos buenas decisiones,
por lo general hay buenas consecuencias. Si decidimos hacer algo que está mal, van a haber
malas consecuencias. En la historia bíblica vamos a aprender que Adán y Eva tomaron una muy
mala decisión.
La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el Señor
había hecho, así que le preguntó a la mujer:—¿Es verdad que Dios les dijo que
no comieran de ningún árbol del jardín? —Podemos comer del fruto de todos los
árboles —respondió la mujer—. Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en
medio del jardín, Dios nos ha dicho: “No coman de ese árbol, ni lo toquen;
de lo contrario, morirán”.
Pero la serpiente le dijo a la mujer: —¡No es cierto, no van a morir!
Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se les abrirán
los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal.
La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen
aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto
y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió. En ese momento,
se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso,
para cubrirse entretejieron hojas de higuera.
Génesis 3:1–7
Invita a los estudiantes seleccionados a que pasen al frente para que hagan una “imagen congelada” de
esta escena. Asígnales a que sean Adán, Eva , el árbol o la serpiente. Los participantes deben pararse en
posición congelada, como si alguien les hubiera tomado una foto. Dales varios segundos para hacer la
imagen. Por ejemplo, podrían mostrar a Eva que recoge fruta del árbol, y a Adán que está escuchando
a Eva ó comiendo una fruta. Con expresiones faciales deben mostrar lo que creen que siente la
persona. Pide que mantengan la imagen durante varios segundos, mientras los otros niños observan
la escena. Luego pide a los observadores que relaten lo que representa la escena. Dirige la clase en un
aplauso para ellos, antes que regresen a sus asientos. Continúa con la historia.
Después de comer el fruto prohibido, Adán y Eva sintieron vergüenza y se escondieron. Luego
oyeron a Dios andando en el jardín.
Dios llamó al hombre y dijo:
—¿Dónde estás?
—Te oí y tuve miedo, así que me escondí —respondió Adán a Dios.
—¿Has comido del fruto del árbol que les dije que no comieran? —le preguntó a Dios.
—Eva me dio a probar la fruta y comí —dijo Adán.
Entonces Dios le preguntó a Eva:
—¿Qué has hecho?
—La serpiente me engañó, y comí —dijo Eva.
Así que Dios dijo a la serpiente:
—Porque has hecho esto, serás maldita y te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo. Voy
a poner enemistad entre ti y la mujer. Sus hijos y tu descendencia serán enemigos. Pero un día,
en el futuro, uno de su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.
Lo que acabo de leer acerca de la serpiente y la mujer es el primer indicio en la Biblia de que a
pesar de que Adán y Eva pecaron y se rompió la amistad entre Dios y el hombre, Dios tenía un
plan para un día restaurar esa relación. ¡Esto se refiere a Jesús! Satanás, la serpiente, dañaría a
Jesús; pero Jesús, el hijo de una mujer, aplastaría la cabeza de Satanás.
Ahora escuchen cuáles fueron las duras consecuencias para Adán y Eva y para todas las
personas que han vivido después de ellos.
Dios le dijo a la mujer que ella iba a tener dolor en el parto. Le dijo a Adán que trabajaría duro
para ganar el pan y que tendría que lidiar con cardos y espinas. Y les dijo a ambos que iban a
morir.
Como consecuencia de su pecado, Adán y Eva fueron expulsados del jardín, ya que ahora
conocían el bien y el mal. Dios no quería que comieran del árbol de la vida, que les haría vivir
para siempre separados de Él. Con pieles de animales Dios les hizo ropa para vestir. Después
que salieran del jardín, Dios puso grandes ángeles, llamados querubines, con una espada
ardiente, para que custodiaran el árbol de la vida.
Invita a otros voluntarios a que pasen al frente para que hagan algunas “imágenes congeladas” del
relato. Pídeles que sean Adán, Eva, los querubines, la serpiente y Dios. Dales varios segundos para que
hagan su imagen. Anímalos a mostrar con expresiones faciales lo que sentía su personaje. Pídeles que
mantengan la imagen durante varios segundos para que los otros niños observen la escena. Luego
pide a los observadores que relaten lo que representa la escena. Haz que la clase los aplauda antes de
regresar a sus asientos. Ahora formula las siguientes preguntas:
• ¿Qué mal hicieron Adán y Eva?
Ellos comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal, aunque Dios les había dicho que
no coman de ese árbol.
• ¿De quién fue la decisión de comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal?
Fue la decisión de Adán y de Eva, no de la serpiente.
• ¿Cómo creen que Adán y Eva se sintieron después de desobedecer a Dios?
Las posibles respuestas podrían incluir: avergonzados, enojados, tristes.
• ¿Cuáles fueron las consecuencias de su pecado?
Tuvieron que dejar el jardín; Adán trabajaría duro y la tierra se llenaría de cardos y espinas; Eva
tendría dolor en el parto; morirían.
• ¿Cómo Dios mostró su amor por Adán y Eva, aun después de que pecaron?
Permite que los niños contesten, antes de que les diga lo siguiente.
Hubo consecuencias por lo que Adán y Eva hicieron. Dios les dijo que era malo que lo hayan
desobedecido, y los castigó. ¡Ay! Pero esto es lo maravilloso acerca de Dios: cuando nos
disciplina por haber hecho algo malo, no lo hace porque nos odia ¡Es todo lo contrario! Lo
hace porque nos ama. Dios sabe que seremos más felices y llevaremos una vida mucho mejor
si seguimos su guía. La Biblia dice que después de que Adán y Eva pecaron, Dios les hizo ropa,
para cubrir la vergüenza que ellos sentían de su desnudez.La Biblia no dice lo que Dios sentía;
podemos imaginar que estaba triste y decepcionado, pero sí podemos ver que aún los amaba y
se preocupaba por ellos.
La disciplina de Dios es un recordatorio para que hagamos lo debido. Nunca jamás olvides que
Dios te ama. Él te ama cuando tomas buenas decisiones, y te ama también cuando pecas. Pero
siempre quiere lo mejor para ti. No olvides que el pecado siempre trae malas consecuencias.
Dios es un Padre perfecto, y nos llama sus hijos e hijas cuando pertenecemos a Su familia.
Pide a uno o dos niños que respondan a cada una de las preguntas. Asegúrate de elegir diferentes
niños para que respondan a cada pregunta, de modo que cada uno tenga la oportunidad de
responder en algún momento durante la clase.
• ¿Por qué obedecer a nuestro buen Padre Dios es lo mejor para nosotros?
Porque nos ama y quiere lo mejor para nosotros.
• ¿Por qué crees que Dios nos disciplina?
Él nos ama y quiere que entendamos qué es lo mejor para nosotros.
• ¿Qué opinas que significaría que Dios nunca nos disciplina, incluso cuando le
desobedecemos?
Significaría que Él realmente no nos ama porque no nos anima a hacer lo que es mejor
para nosotros.
Lee estos versículos a los niños tres veces, Biblia en mano si es posible. Si utilizas el Cartel del Versículo
para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Hijo mío, no desprecies la disciplina del Señor, ni te ofendas por sus reprensiones.
Porque el Señor disciplina a los que ama, como corrige un padre a su hijo querido.
Proverbios 3:11–12
La palabra despreciar significa que no te gusta algo o alguien. Disciplina es la manera como
Dios nos enseña a obedecer sus reglas, para que tengamos una buena vida. Recuerda que Dios
nos disciplina porque nos ama tanto que quiere protegernos de las malas consecuencias.
Pide a los estudiantes que miren a un compañero y digan este versículo con sus propias palabras.
Luego deben repetirlo, pero reemplazar las palabras “a los que ama” con su propio nombre.
Materiales opcionales:
Si estás usando La Biblia en Acción, permite a los estudiantes que lean la historia en las páginas 21–23.
Si usan las Páginas del Alumno, da tiempo a los estudiantes para que hagan la actividad y escriban el
versículo con sus propias palabras.
Opción final
3. Respuesta: Entregar a Dios lo que les agobia, y pedir perdón por cosas malas que han hecho.
MATERIALES
• Biblia
Materiales opcionales:
• Cartel del Versículo para Memorizar
• La Biblia en Acción, páginas 24–28
• Páginas del Alumno
• Lápices
• Lápices de color
¿Llevas en el corazón algún dolor por algún abuso hacia tu persona, porque te han mentido o
engañado? ¿Quisiste tu desquitarte con la persona que te traicionó? Ahora piensa en alguna vez
cuando tú le hiciste daño a otra persona. ¿Cómo reaccionó hacia ti esa persona?
Como seres humanos, por lo general reaccionamos con ira o venganza, o nos cerramos, u alguna otra
cosa. Sin embargo, Dios, que es rico en amor, nos ama aun cuando estamos en pecado y nos alcanza
para restaurarnos a sí mismo.
Acércate a Cristo para pedirle perdón por cualquier mal que hayas cometido. Pídele que tome tus
cargas y tu dolor. Pide a Jesucristo que te llene más con su Espíritu Santo, de modo que respondas a
los males que te hagan como lo hizo Jesús: con amor.
Conexión familiar: Comunica a las familias que los niños aprenderán, en esta lección, la verdad de
que Dios nos ama, aun cuando hacemos cosas malas. (La semana pasada aprendieron que el pecado
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Trimestre 2 Lección 3 Dios conoce mi pecado y siempre me ama
trae consecuencias.) Anímalos a que comenten con sus hijos qué significa para ellos esta declaración:
nada de lo que hagas puede causar que Dios te ame menos.
LA LECCIÓN
1. Conexión: Participar en una actividad acerca de los
sentimientos.
Saluda cordialmente a los estudiantes conforme lleguen a la clase. Al comenzar, habla con ellos sobre
cómo pasaron la semana y sobre lo que les está pasando, para que vean que te preocupas por el
bienestar de cada uno.
Pide a los niños que se paren y te miren. Diles que vas a leer sobre situaciones cuando una persona
daña o ha maltratado a alguien. Deben imaginar cómo se sentirían y mostrar esos sentimientos con
expresiones faciales. No deben hablar ni hacer ruido.
Situación 1: Tu amigo te roba algo favorito, una bicicleta u otra cosa. Cuando le preguntas al
respecto, te miente y dice que no sabe nada de eso. Muéstrame cómo te sientes.
Situación 2: Descubres que tu padre no tiene dinero suficiente para que vivas con él. Él te dice
que mañana irás a vivir con un pariente que no conoces. Muéstrame cómo te sientes.
Situación 3: Tus padres están enojados porque vieron que pateaste a tu hermanita cuando iban
camino a la escuela. Muéstrame cómo te sientes.
Situación 4: Todos los días pasas por la calle insultando a otros niños, aunque sabes que eso
está muy mal. Muéstrame cómo te sientes.
Situación 5: Tu madre o tú tía te felicita porque hiciste bien el encargo de limpiar tu dormitorio.
Muestra cómo te sientes.
Felicita a los niños por las buenas expresiones faciales que hicieron para mostrar sus sentimientos, y
diles que hagan silencio..
Es normal que sintamos tristeza o enojo cuando alguien nos trata mal o cuando trata mal a
alguien a quien queremos. También es normal que sintamos diferentes emociones cuando nos
descubren haciendo algo malo. Hoy vamos a aprender acerca de cómo Dios responde cuando
hacemos cosas malas.
tuvo que castigar a Caín por lo que había hecho. Escuchen el castigo que Dios dio a Caín. Fue
horrible.
Lee el castigo de Dios, como está escrito en la Biblia.
No sabemos lo que Dios habría hecho si Caín le hubiera pedido perdón. Pero la Biblia dice
que cuando confesamos nuestros pecados a Dios, con corazón sincero, Él “es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados” (1 Juan 1:9). Él nos acerca a Él y nos ayuda a ser sus buenos amigos
de nuevo.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros,
nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados.
¡Por gracia ustedes han sido salvados!
Efesios 2:4–5
Si estás listo para pedir perdón a Dios por lo que hiciste, suelta la tensión en las manos. Abre las
palmas hacia arriba. Imagínate que sueltas todo el mal, la vergüenza, la culpa y el dolor.
Respira profundo y ora estas palabras en tu corazón: Señor Jesús, te pido que me perdones por
lo malo que he hecho. Ayúdame a recibir tu perdón. Toma mi vergüenza, mi culpa y mi dolor y
sana mi corazón.
Dale a los estudiantes tiempo para que oren en silencio.
Suelten la tensión que sienten en todo su cuerpo. Relajen sus brazos y el resto del cuerpo.
Pueden sentarse o pararse, como quieran.
Consejo para el maestro: Para algunos niños esta actividad puede traer a la superficie
sentimientos de profundo dolor. Presta atención para ver qué niños tienen dificultad en pedir
perdón. Debes estar disponible para hablar u orar con cualquiera que lo necesite, ahora o después
de la clase.
Dale tiempo al Espíritu Santo para que ministre a cada niño . Con los estudiantes sentados o de pie,
finaliza la clase con esta bendición:
Bendición: Que Dios, quien te ama aun cuando haces cosas malas, te dé un abrazo de amor. Te
bendigo para que seas sanado de toda vergüenza y culpa, y para que recibas la gracia de Dios.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
“Te Bendeciré” https://youtu.be/-UN5tobBkQQ
MATERIALES
• Biblia
Materiales opcionales:
• Cartel del Versículo para Memorizar
• Lápices de colores
• Papel
• Cesto de basura
• Efesios 4:31–32 escrito en un papel grande o en la pizarra
• Páginas del Alumno
Si es posible, antes de la clase, escribe Efesios 4:31–32 en un papel grande o en la pizarra, con los
renglones numerados como aparece en la actividad de Conexión.
La Biblia no dice lo que le pasaba a Pedro cuando hizo esta pregunta. Puede ser que a él se le estaba
acabando la paciencia con alguien que le debía algo y que no se lo pagaba o con alguien que una y
otra vez lo molestaba.
¿Puedes compararte con Pedro? ¿Sientes como que ya no puedes aguantar más algo que hacen en tu
contra? Si tu respuesta a esta pregunta es sí, entonces la respuesta de Jesús a Pedro puede parecerte
imposible. No debes perdonar 7 veces, sino 77 veces… ¡tanto que ya pierdas la cuenta! (En algunas
traducciones dice 70 veces 7).
Lo que dice Jesús es imposible, por cuenta propia. Si estás luchando por vencer tu enojo y perdonar a
alguien, pide al Espíritu Santo que te ayude a perdonar más veces de las que puedas contar.
Conexión familiar: Comunica a los padres que sus hijos, en esta lección, aprenderán que Dios nos
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escrito. Solicítelo por correo electrónico a GlobalResources@DavidCCook.org. Todos los derechos reservados.
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Trimestre 2 Lección 4 Dios me ayuda a perdonar
ayuda a perdonar. Anímalos a contar a sus hijos acerca de alguien que les perdonó o de alguna vez
cuando perdonaron a otra persona..
LA LECCIÓN
1. Conexión: Aprender un pasaje bíblico en grupos
(Efesios 4:31–32).
Saluda amablemente a los niños a medida que lleguen. Divide la clase en cinco grupos y enumera
a los grupos del 1 al 5. Entrega a cada grupo una frase de Efesios 4:31–32, conforme aparece a
continuación, donde se indican los números de los grupos. Si escribiste el versículo antes de la clase,
señálalo ahora conforme lo leas en voz alta. Si no lo escribiste, léelo frase por frase para que cada
grupo lo repita después de ti. Haz esto varias veces. Cada vez, con diferente tono de voz. Por ejemplo,
puedes susurrar, gritar, o decir la frase lentamente.
Después de repasar el versículo varias veces, otorga a cada grupo la oportunidad de recitar todo
el pasaje para el resto de la clase. Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los
estudiantes.
Reúne a todos los estudiantes en un grupo grande para comentar lo siguiente. Dos o tres de ellos
deben responder a cada pregunta:
• ¿Cómo dirías estos versículos en tus propias palabras?
• ¿Qué palabras o frases te llamaron más la atención? ¿Por qué?
Este pasaje nos da los pasos que debemos dar para perdonar de corazón a los demás y tratarlos
como Jesús nos trata. En la última lección aprendimos que Dios conoce nuestros pecados y
que de todos modos nos ama. Él promete perdonar a cualquiera que le pide perdón, y eso nos
incluye a cada uno de nosotros. Hemos aprendido que Jesús tomará la vergüenza, la culpa y el
dolor que sentimos por lo malo que hemos hecho y que comenzará a sanar nuestro corazón.
Hoy vamos a aprender más acerca del perdón.
Si es posible, lee Mateo 18:22 directamente de la Biblia. De lo contrario, aquí está impreso el versículo:
La Biblia no dice por qué Pedro hizo esta pregunta. ¿Creen que Pedro estaba enojado con
alguien? ¿Estaría enojado con alguien que lo había molestado más de siete veces? Es normal
que nos sintamos enojados cuando alguien nos molesta o hace daño. Pedro probablemente
pensó que era muy amable al estar dispuestos a perdonar siete veces.
¿Creen que se puede llevar la cuenta del número de veces que alguien nos hace algo malo? Es
fácil contar hasta cinco veces, pero después de eso comenzaríamos a perder la cuenta. Tal vez
eso es lo que Jesús trató de decir. No debemos llevar la cuenta de cuántas veces alguien nos
lastima, sino más bien debemos perdonar a la persona cada vez.
Jesús decidió contarle a Pedro una historia para ayudarle a entender acerca del perdón.
Escuchemos nosotros también la historia.
Jesús contó la historia de un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Había un siervo que
le debía 10.000 bolsas de oro. Puesto que no podía pagar su deuda, el rey ordenó que él, su
esposa, sus hijos, y todo lo que poseía fueran vendidos para cancelar la deuda. Eso es lo que se
hacía en esos días cuando alguien no podía pagar una deuda.
Vamos a leer en la Biblia lo que respondió el siervo.
Si es posible, lee Mateo 18:26–27 directamente de la Biblia. De lo contrario, aquí está impreso.
Cuando ese siervo salió, se encontró con un compañero que le debía 100 monedas de plata.
Esa es una cantidad muy pequeña en comparación con las 10.000 bolsas de oro que este siervo
le debía al rey; pero él no pensó en eso. Agarró por el cuello al hombre que le debía el dinero y
le exigió: “¡Págame lo que me debes!”
Su compañero se postró delante de él y le suplicó: “Ten paciencia conmigo, y te pagaré lo que
te debo”. Pero él se negó. Más bien, lo hizo meter en la cárcel hasta que le pagara la deuda.
• ¿Qué opinan sobre lo que hizo este siervo?
Deja que dos o tres estudiantes den su opinión.
Al igual que ustedes, a los otros siervos también les pareció que estaba siendo muy injusto. Así
que fueron a dar informe al rey de todo lo que había pasado.
Entonces el rey mandó llamar al siervo. “¡Siervo malvado! –le dijo—. Cancelé tu deuda porque
me lo suplicaste. ¿No deberías haber sido amable con tu compañero, así como yo fui amable
contigo?” El rey se enojó y lo entregó a los carceleros para que lo echaran en la cárcel hasta que
pagara todo lo que debía.
• Con esta historia de los dos siervos, ¿qué piensan que Jesús nos está mostrando acerca
del perdón?
Permite que los estudiantes den su opinión.
Todos hemos cometido muchos pecados contra Dios y necesitamos su perdón. Recuerden el
versículo que aprendimos la semana pasada, acerca de lo mucho que Dios nos ama, y que está
dispuesto a perdonarnos una y otra vez. Dios mandó a Jesús para que tomara nuestro lugar y
sufriera en la cruz el castigo por nuestros pecados. Cuando aceptamos el regalo de la salvación
de Dios, Él nos perdona la deuda de nuestro pecado.
Dios es misericordioso como el rey de la historia. Podemos decidir que seremos como el primer
siervo de la historia, que se negó a perdonar la deuda de su compañero, aun después de que
el rey le perdonó la gran deuda. O podemos decidir que perdonaremos a los demás por lo que
nos hacen, porque Dios nos ha perdonado muchas cosas.
Consejo para el maestro: Dependiendo de las situaciones de tus alumnos, puedes mencionar
que perdonar a una persona no significa que le permitimos que nos haga daño una y otra vez.
Dios quiere que tomemos medidas para que esa persona ya no pueda hacernos daño. Al hacerlo,
podemos pedir a Dios que nos ayude a perdonar a la persona, así como Él nos perdona.
• ¿Cómo creen que se sintió Pedro cuando Jesús terminó de contar esta historia?
• ¿Qué creen que Pedro aprendió?
Permite que 2–3 niños den su opinión.
Jesús quería que Pedro y los otros discípulos aprendieran que si querían que Dios les
perdonara, ellos debían perdonar de corazón a los demás. Este mensaje de Jesús es para
nosotros también.
Levanta la mano si conoces a alguien que no está dispuesto a perdonar. Puede ser que seas tú
u otra persona. No digas quién es.
Da a los estudiantes un momento para que levanten la mano. Después de un rato, diles que bajen la mano.
• Sin decir quién es, puedes decir cómo se porta esa persona; también menciona lo que él
o ella puede estar sintiendo.
Permite que varios estudiantes de la clase, respondan. Anímalos a respetar la privacidad de la
persona y no nombrar a nadie.
Cuando no queremos perdonar, es como si bebiéramos veneno con la esperanza de que la otra
persona se enferme. Nos hace daño a nosotros, no a ellos. Cuando perdonamos, decidimos
confiar en Dios con nuestro dolor. Perdonando empezamos a quitar el enojo y los sentimientos
negativos que tenemos hacia ellos.
• Piensa en alguien a quien no has perdonado o en alguien a quien se te hace difícil
perdonar. ¿Por qué crees que es difícil perdonar a algunas personas?
Permite que los estudiantes digan lo que piensan.
No es fácil perdonar a los demás, sobre todo si nos han herido físicamente o si la herida está
en nuestro corazón. A veces alguien nos trata mal, aunque no le hemos hecho nada malo. Hay
personas que dicen cosas que nos duelen, sin ningún motivo. Hasta hay personas que nos
aman, que hacen cosas que nos hacen sentir mal; puede ser nuestra familia que nos trata así. Es
difícil entender por qué lo hacen. Recordemos que Jesús fue herido. Mintieron acerca de Él y lo
acusaron de hacer cosas malas. Lo insultaron, se burlaron de Él, y lo azotaron; pero Jesús pidió
a Dios que perdonara a quienes le hicieron daño.
MATERIALES
• Piedritas
• Biblia
Materiales opcionales:
• Cartel del Versículo para Memorizar
• Pelota
• La Biblia en Acción, páginas 60–63
• Páginas del Alumno
• Lápices
Abraham y Sara eran ancianos y no tenían hijos. Pero Dios le había prometido a Abraham que iba a ser
padre de muchas naciones, con más descendientes que estrellas en el cielo. Abraham era un hombre
que tenía convicciones. Él creía que Dios tenía el poder de hacer lo que había prometido. Así que
Abraham siguió creyendo.
Aun cuando las circunstancias parecían imposibles, Abraham siguió firme en sus convicciones acerca
de Dios. Al preparar tu corazón para esta lección, haz una lista de las convicciones que tienes acerca
de Dios; las cosas en que crees tan firmemente que afectan cada aspecto de tu vida. Luego pide al
Espíritu Santo que prepare los corazones de los niños para que crean estas verdades.
Conexión familiar: Avisa a los padres de tus alumnos que estará comenzando una unidad de
cuatro lecciones sobre las convicciones. Dales la definición de “convicción” que sus alumnos estarán
aprendiendo: la convicción es una creencia firme que influye en nuestras actitudes y acciones. Anímalos
a hablar con sus hijos acerca de las convicciones que ellos tienen. Pueden empezar con un ejemplo de
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escrito. Solicítelo por correo electrónico a GlobalResources@DavidCCook.org. Todos los derechos reservados.
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Trimestre 2 Lección 5 Aprendo acerca de mis convicciones
todos los días: tengo la convicción de que el alimento es importante para mi cuerpo, así que voy a comer.
LA LECCIÓN
1. Conexión: Hacer un juego que presenta el concepto de tener
convicciones.
Consejo para el maestro: Hoy vas a enseñar a los estudiantes acerca de las convicciones.
Muchos de ellos tal vez provienen de familias y comunidades que no cuentan con muchas
convicciones bíblicas. Tener convicciones firmes no es fácil, así que motívalos con frecuencia.
Haz un juego de pelota con tu grupo. Lanza una pelota o piedrita a cualquier estudiante en el círculo
y dile que la pase a cualquier otro niño. Al continuar con el juego, di que sólo hay una regla para el
juego: que nadie puede quedarse con la pelota o la piedrita por más de un segundo antes de pasarla
a otro jugador. Después de un rato, toma la pelota o piedrita y empieza a jugar solo, sin pasarla a otro.
Comenta a la clase que ya no te gusta la regla y que quieres jugar solo. Después de uno o dos minutos,
que todos tomen asiento.
• Desobedecí la regla del juego. ¿Cómo les hizo sentir eso?
• ¿Les parece importante tener reglas en un juego? ¿Por qué sí o por qué no?
• Algunas personas piensan que la vida sería más divertida si no hubiera reglas. ¿Qué
piensan ustedes?
Durante las próximas cuatro lecciones vamos a hablar de algo llamado “convicciones”. Es una
palabra que parece difícil, pero el significado es sencillo. Tener convicciones significa aferrarse
a una creencia tan firmemente, con tal fuerza, que tiene poder de influir en todo lo que
pensamos, decimos y hacemos.
Muchos de ustedes tienen una convicción o creencia firme de que es importante seguir las
reglas de un juego. Cuando lo que yo hice no correspondía con su convicción, me lo dijeron.
Los cristianos tenemos la convicción firme e inquebrantable de que Dios influye en lo que
pensamos, en cómo actuamos y en cómo tratamos a los demás. Una convicción puede inspirar
a gente común como ustedes y yo a hacer cosas extraordinarias.
Consejo para el maestro: A lo largo de esta lección, al hablar de “convicciones”, repite el
significado de la palabra. Los estudiantes necesitan que se les repita varias veces los nuevos
conceptos, a fin de que los comprendan, recuerden y apliquen en su vida. Cuanto más les repitas
los conceptos, más probable es que los apliquen.
Les voy a dar algunos ejemplos de las convicciones. Éstas son convicciones que cualquier
persona podría tener, sea o no cristiana. Recuerden que las convicciones son creencias firmes
que influyen en lo que hacemos.
Tengo la convicción de que la gravedad siempre funciona, por lo cual, no voy a saltar desde
edificios altos.
Tengo la convicción de que los demás confían en las personas que siempre dicen la verdad, así
que siempre diré la verdad.
Tengo la convicción de que el consumo de drogas es peligroso, por lo cual, nunca usaré drogas.
• ¿Puedes pensar en una convicción que tienes? ¿Cómo influye en lo que haces?
Permite a dos o tres niños que den su opinión. Sus convicciones pueden ser sencillas o espiritualmente
significativas. Si se les hace difícil pensar en convicciones por su propia cuenta, dales estos dos
ejemplos: 1. Tengo la convicción de que mi cuerpo necesita comida para vivir, así que voy a comer. 2.
Tengo la convicción de que Dios escucha y contesta mis oraciones, así que voy a orar y escuchar en mi
corazón lo que Dios me dice.
Una persona que tiene convicciones es alguien cuyas convicciones son tan firmes que afectan
la forma en que vive. Hoy tendremos una historia bíblica acerca de un hombre que tenía
convicciones; este hombre era Abraham.
Pero en ese momento el ángel del Señor le gritó desde el cielo: —¡Abraham!
¡Abraham!—Aquí estoy—respondió. —No pongas tu mano sobre el muchacho,
ni le hagas ningún daño—le dijo el ángel—. Ahora sé que temes a Dios,
porque ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo.
Génesis 22:11–12
Con fuerza de convicción Abraham creyó en Dios, su Padre espiritual. Dios salvó a Isaac y
bendijo a Abraham con descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo.
• ¿Qué fe o qué convicciones firmes tenía Abraham en Dios?
Permite que los niños digan lo que piensan. Si es necesario, sugiere las siguientes ideas:
Abraham tenía la convicción de que Dios sabía lo que era mejor, aunque no tenía sentido para
él en ese momento. Abraham tenía la convicción de que Dios cumpliría su promesa de que
él y Sara serían los padres de muchas naciones. Abraham tenía la convicción de que es mejor
obedecer a Dios que desobedecerle.
• ¿Cómo las convicciones de Abraham acerca de Dios influyeron en su vida y en sus decisiones?
Permite que los niños digan lo que piensan. Ellos pueden sugerir que Abraham estaba dispuesto
a sacrificar a su único hijo debido a sus convicciones. Señala que Hebreos 11:19, en el Nuevo
Testamento, dice que Abraham estuvo dispuesto a sacrificar a Isaac porque tenía la convicción
de que Dios podía resucitar su hijo de la muerte.
Muchos años después, en un libro de la Biblia llamado Romanos, el apóstol Pablo escribió
acerca de Abraham y de su firme convicción. Escuchen con atención la forma en que Pablo
describe a Abraham en estos versículos. Voy a leerlos dos veces.
Si es posible, lee Romanos 4:20–21 directamente de la Biblia dos veces. Si utilizas el Cartel del Versículo
para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
3. Respuesta: Decidir sobre una convicción personal que puede afectar positivamente
a los demás.
MATERIALES
• Biblia
Materiales opcionales:
• Cartel del Versículo para Memorizar
• Papel
• Lápices o lápices de colores
• Cinta adhesiva
• Páginas del Alumno
Tus convicciones son importantes, no sólo para ti sino también para otras personas. Son como el hierro
que se afila con hierro. Nuestras convicciones afectan a muchas personas. Piensa en Abraham y todas
las personas cuya vida fue afectada por las convicciones y las acciones de Abraham. El impacto de las
convicciones y la obediencia de Abraham a Dios sigue produciendo efecto.
Mira la lista de convicciones personales que escribiste la semana pasada, o escribe una nueva lista
ahora. ¿Qué crees tan firmemente acerca de Dios que afecta tu vida cada día? Pregúntate: ¿a quién
afectan estas convicciones? Luego dedica tiempo a orar por cada persona que nombres.
Conexión familiar: Avisa a los padres de tus alumnos que esta semana estarán aprendiendo más
acerca de las convicciones. Anímalos a preguntar a sus hijos cuál es una de sus convicciones y a
quiénes afecta esa convicción.
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Trimestre 2 Lección 6 Mis convicciones afectan a los demás
LA LECCIÓN
1. Conexión: Repasar la historia de Abraham, y hablar de
personas conocidas que muestran convicción.
Saluda amablemente a los alumnos y habla con ellos a medida que lleguen. Muestra interés en las
cosas de la vida de cada uno.
En la última lección hablamos de las convicciones.
• ¿Puede alguien recordar a la clase lo que significa la palabra “convicción”?
Permite que uno o dos niños den su opinión.
Cuando tenemos alguna convicción, mantenemos tan firmemente un valor o una creencia que
influye en nuestras actitudes y acciones. También aprendimos acerca de un hombre en la Biblia
llamado Abraham, que tenía fe en que Dios haría lo prometido.
• ¿Quién recuerda la historia de Abraham y nos puede decir los puntos importantes que
tratamos la semana pasada?
Elige un estudiante para que vaya al frente y cuente la historia. Cuando termine de contar,
pregunta quiénes quisieran completar los detalles de la historia que el narrador se olvidó.
• Una fe firme en Dios ayudó a Abraham hacer algo extraordinario. ¿Creen que las
convicciones firmes pueden ayudar a gente común como ustedes y yo a hacer cosas
extraordinarias? Expliquen.
Otras personas notaron las firmes convicciones de Abraham y su fe en Dios. Incluso hoy es un
buen ejemplo de cristianos con fuertes convicciones. Escuchen estas palabras que el escritor
del libro de Hebreos del Nuevo Testamento escribió, cerca de dos mil años después de la vida
de Abraham.
Si es posible, lee Hebreos 11:11–12 directamente de la Biblia. De lo contrario, las palabras están
impresas aquí.
Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril,
recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había
hecho la promesa. Así que de este solo hombre, ya en decadencia,
nacieron descendientes numerosos como las estrellas del cielo e incontables
como la arena a la orilla del mar.
Hebreos 11:11–12
Las firmes convicciones de Abraham afectaron a muchas personas, aun a muchas generaciones.
Ahora vamos a hablar de otras personas que tienen firmes convicciones. Para esto, formen
grupos de a tres cada uno.
Voy a decir una convicción firme que puedan tener algunas personas. En su grupo, nombren
una persona que conocen que tiene esa convicción y digan por qué eligieron a esa persona.
Quizá no tengan una persona por cada convicción. Si es necesario, pueden usar el nombre de la
misma persona más de una vez, pero traten de pensar en diferentes personas.
Convicción: Esta persona tiene la firme convicción de que cada niño debe sentirse seguro.
Como ejemplo para la clase, comenta sobre alguna persona que conoces que tiene esa convicción.
Luego cada grupo tendrá un minuto para comentar esto.
Convicción: Esta persona tiene la firme convicción de que todos los niños deben recibir educación.
Da a los estudiantes un minuto para que comenten esto en sus grupos.
Convicción: Esta persona tiene la firme convicción de que Jesús ama a todos, y quiere que
todos sepan esto.
Da a los estudiantes un minuto para que comenten esto en sus grupos.
Convicción: Esta persona tiene la firme convicción de que debemos trabajar duro en tareas
difíciles, y que Dios nos fortalecerá.
Da a los estudiantes un minuto para que comenten esto en sus grupos.
Convicción: Esta persona tiene la firme convicción de que es importante cumplir nuestras promesas.
Da a los estudiantes un minuto para que comenten esto en sus grupos.
Cada persona que ustedes nombraron tiene firmes convicciones. Esas convicciones no sólo
afectan la vida de esa persona sino también afectan a los demás.
• ¿De qué maneras estas convicciones afectan a los demás?
Los niños podrían sugerir cosas como: animan a los demás, otros aprenden de su ejemplo, los
resultados de las convicciones proporcionan cosas como seguridad o educación para los demás.
La águilas anidan en árboles altos, o en los costados de los acantilados. Cuando quieren
recoger para comer, se paran en el borde de sus nidos, abren sus alas y saltan en el aire. Sus
fuertes alas atrapan el viento y pueden volar en el cielo en busca de alimento.
Algunas ranas madre ponen a sus bebés en agujeros de las copas de árboles altos, cada bebé
en un árbol diferente. La madre sube cada árbol cada día para llevarles comida a sus bebés.
¡Estas madres rana hacen esto cada día durante semanas!
Cuando los leopardos cazan, se agachan hasta que el abdomen esté casi en el suelo. Esto les
ayuda a hurtadillas a tomar su presa sin ser visto. Si un leopardo no está de caza, puede caminar
entre otros animales y mover su cola para hacerles saber que no es necesario tenerle miedo.
Estos animales actúan por sus instintos, maneras de actuar que ellos saben y que han sido
dadas por Dios. Aquí hay 3 instintos que influyen las acciones de los animales:
Instinto 1: Las águilas saben que pueden volar a través del viento, por lo que no es ningún
peligro para ellos saltar fuera de sus nidos al aire.
Instinto 2: Las ranas madre saben cómo esconder y dar de comer a sus bebés, manteniéndolos
seguros y vivos.
Instinto 3: Los leopardos se comunican con otros animales, y les dejan saber cuándo están de
caza y cuándo no.
Los instintos de los animales son similares a las convicciones de la gente. Ambos influyen en
acciones, y para la gente, también influyen en nuestros pensamientos. Sin embargo, a diferencia
de los instintos, las personas tienen la opción de vivir de acuerdo con sus convicciones.
Dios nos da su Espíritu Santo para ayudarnos a saber lo bueno y lo malo. Conforme nos
acercamos a Dios mediante la lectura de la Biblia, por medio de la oración, y al pasar tiempo
con Él, nuestras convicciones se hacen más firmes, tal como fue con Abraham.
Las ranas, las águilas y los leopardos no tienen convicciones de la misma manera que la gente,
pero siguen sus instintos en cómo actúan. Cuando seguimos las convicciones cristianas, que el
Espíritu Santo nos da a través de la Biblia y en nuestro corazón, todo resulta como Dios manda.
Las buenas y firmes convicciones nos ayudan a tomar las debidas decisiones acerca de nuestras
acciones y nuestros pensamientos.
Divide la clase en grupos de a tres estudiantes para comentar la siguiente pregunta.
• ¿Cuáles son algunas de las convicciones que tienes que te ayudan a tomar buenas
decisiones?
Da a los niños un par de minutos para que comenten sus ideas con su grupo. Si se les hace
difícil pensar en ejemplos, sugiere estas ideas: tengo la convicción de que es malo mentir y
que termina perjudicándome a mí y a los demás, así que digo la verdad. Tengo la convicción
de que los bebés son un regalo de Dios, así que los trato con mucho cuidado. Tengo la
convicción de que es importante respetar a las personas en autoridad, así que escucho
atentamente a mi maestro.
Actuas conforme a las convicciones que crees, convicciones que Dios nos da. A diferencia del
águila, puedes tomar la decisión de hacer o no algo que agrada a Dios. En su pequeño grupo,
ustedes harán un drama improvisado que ilustre una de las convicciones personales que
acaban de comentar.
Los niños deben permanecer en los mismos grupos. Pídeles que escojan una de las convicciones
que acaban de comentar y que piensen en una situación en la que harían o no algo debido a esa
convicción. Por ejemplo, pueden escoger la convicción de que es malo hacer trampa. O pueden
escoger la convicción de ser amables, aunque las personas no los traten bien. Su grupo hará un drama
improvisado que muestre esa convicción. Da a los grupos unos cinco minutos para que planifiquen su
drama; luego escoge a uno o dos grupos para que presenten el drama a la clase.
Materiales opcionales:
En lugar de un drama, los grupos hacen un cartel grande de “convicciones”, que ilustre cosas que creen
firmemente.
Da a cada grupo una hoja de papel y lápices de color para compartir. Pide que dibujen una de sus
firmes convicciones. Que todos pongan su nombre en el dibujo. Cuando terminen de dibujar, une
todos los papeles con cinta adhesiva y coloca el proyecto de arte en la pared. O coloca todos los
dibujos uno junto a otro en el piso para formar una imagen grande. Escribe las palabras “Dios me da
estas convicciones” en una hoja de papel y fija este título en la parte superior del cartel.
Opción final
Que toda la clase se ponga de pie y aplauda, felicitándose a sí mismos por su buen trabajo y su
creatividad.
• ¿Quién se vio afectado por la convicción de Abraham de que Dios siempre cumple sus
promesas?
Permite a dos o tres niños que den su opinión. Tal vez sugieran que Isaac y Sara se vieron
afectados por la convicción y la fe de Abraham. Diles que también todos nosotros nos vemos
afectados por la convicción de Abraham. Por la fe en Jesucristo, todos los cristianos son parte
de la familia de Abraham. Somos los descendientes a quienes Dios se refería al prometer que
Abraham sería padre de muchas naciones..
Tal como vimos con Abraham y los animales, nuestras convicciones también afectan a otras
personas. Cuando nos mantenemos firme a las convicciones que el Espíritu Santo nos da,
tenemos un impacto positivo en otras personas. Escuchen este versículo de Proverbios:
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Cuando hables de este versículo, pregunta a los niños si conocen el significado que tiene la frase:
“hierro que afila el hierro”. Luego explica el concepto.
Esto significa que tus convicciones pueden afectar a otras personas de una forma que las hace
mejores y más firmes en sus propias convicciones.
Pide a los estudiantes que permanezcan sentados durante esta actividad.
Piensa en una convicción firme que tienes o en una convicción que quisieras cumplir con más
firmeza. Por ejemplo, crees que todas las personas han sido creadas a imagen de Dios y son
importantes. O tal vez crees que es malo robar.
Da a los estudiantes tiempo para que piensen.
Ahora pon una mano frente a ti e imagina que tienes en la mano esa convicción importante.
Cierra el puño para representar tu deseo de aferrarte firmemente a esa convicción. Luego pon
tu otra mano frente a ti con la palma abierta. Tu mano abierta representa tu deseo de que
otras personas sean bendecidas por medio de tu convicción. Piensa en las personas que se
verán afectadas por tu convicción. Por ejemplo, si tu convicción es que todas las personas son
importantes, entonces tal vez vas a dejar de decir cosas malas a otro niño en la escuela. Ese
niño se verá afectado positivamente por tu convicción.
Da los estudiantes tiempo para que piensen. Anímalos a tener un puño cerrado como representación
de que sostienen firmemente su convicción y la otra mano abierta para que represente su deseo de
que otros se vean afectados positivamente por su convicción. Luego guíalos en oración. Díles que vas
a orar unas palabras y que harás una pausa para que ellos llenen los espacios en su oración a Dios.
Espíritu Santo, ayúdame a tener firme la convicción de que _____________.
Haz una pausa.
Señor, te pido que bendigas a otros por medio de mi convicción, y por medio de mis acciones y
actitudes. En el nombre de Jesús, amén.
Finaliza la clase expresando 2 Pedro 1:5–6 y Proverbios 27:17 como una bendición para todos los niños:
Bendición: Que Dios te dé su fuerza y sabiduría mientras haces todo lo posible para añadir a tu
fe virtud; y a la virtud, conocimiento; y al conocimiento, dominio propio; y al dominio propio,
paciencia; y a la paciencia, piedad; de modo que para otros puedas ser hierro que afila el hierro.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
“Te Bendeciré” https://youtu.be/-UN5tobBkQQ
1. Conexión: Hacer un juego de estar firme en sus convicciones, y comentar las convicciones
y sus consecuencias.
2. Enseñanza: Escuchar una fábula, y escuchar también acerca de las firmes convicciones
de Jesús.
MATERIALES
• Biblia
Materiales opcionales:
• Cartel del Versículo para Memorizar
• Lápices
• Páginas del Alumno
Jesús tenía la firme convicción de que le era necesario hacer la voluntad de su Padre. Su propósito de
hacer la obra de Dios estaba definido por esa convicción.
Piensa en las cosas en tu vida que “debes” o “tienes que” hacer. Si hicieras una lista de declaraciones de
lo que debes o tienes que hacer tal vez esa lista incluya frases tales como: “Debo hablar a otros acerca
de Jesús” o “Tengo que ganar dinero suficiente para mantener a mi familia”. Piensa en lo que estas
declaraciones dicen acerca del propósito que tienes.
Ahora, ora a Dios y entrégale esas declaraciones de lo que debes o tienes que hacer. Pídele que te
muestre cómo sería si tu vida y tu propósito se definieran simplemente por las palabras: “Tengo que
hacer la voluntad de Dios”.
Conexión familiar: Anima a los estudiantes a que esta semana les muestren a sus padres sus
declaraciones de lo que deben o tienen que hacer.
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escrito. Solicítelo por correo electrónico a GlobalResources@DavidCCook.org. Todos los derechos reservados.
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Trimestre 2 Lección 7 Estoy firme en mis convicciones
LA LECCIÓN
1. Conexión: Hacer un juego de estar firme en sus convicciones, y
comentar las convicciones y sus consecuencias.
Cuando se reúna la clase pregúntales quién quisiera decir cómo sus convicciones afectaron
positivamente a otros durante la semana pasada.
Hoy vamos a seguir aprendiendo acerca de las convicciones. La convicción es una creencia
firme que afecta nuestros pensamientos, nuestras actitudes y nuestras acciones. Empecemos
con un juego acerca de las convicciones que tenemos. Voy a hacer dos declaraciones y voy a
señalar dos lugares de nuestro salón de clases. Tendrán que elegir cuál declaración es algo que
escogerían y luego rápidamente ir a ese lugar del salón.
Lee cada declaración y señala dos diferentes lugares del salón, uno por cada declaración (a) y (b): Da a
los estudiantes un momento para que pasen rápidamente hacia el lado que elijan. Tras cada elección,
pregunta a un participante de cada lado por qué escogió ese lado. Sigue así también con las otras
declaraciones.
• ¿Prefieres ser (a) rico y malo ó (b) pobre y bueno?
• ¿Prefieres (a) recibir un mal consejo ó (b) dar un mal consejo?
• ¿Prefieres (a) sentirte obligado a mentir para proteger a un amigo ó (b) decir la verdad
aunque te pueda causar problemas?
• Si supieras que te van a castigar si sacas malas notas, ¿preferirías (a) esforzarte lo posible
en tus estudios aunque saques mala nota ó (b) hacer trampa y sacar buena nota?
• Ves a un niño hambriento en la calle. ¿Preferirías (a) comer tu pan que es todo tu
almuerzo o (b) darle ese pan al niño?
Aplaude a los estudiantes por sus convicciones y lo que escogieron. Pídeles que tomen asiento.
Las convicciones tienen más fuerza que una simple creencia. Las convicciones pueden hacer que
tomes la debida decisión aunque termines en dificultades. Por ejemplo, si tienes la convicción de
que siempre es malo robar, puedes llegar a pasar hambre en lugar de robar fruta en el mercado.
Todas las personas tienen convicciones que influyen en sus decisiones. Muchas personas,
aunque no son cristianas, tienen firmes convicciones de lo bueno y lo malo. A medida que
aprendemos más acerca de Dios, mediante el estudio de la Biblia y al pasar tiempo hablando
con Él en oración, nuestras convicciones cristianas se harán cada vez más firmes. Esto nos
ayudará a ser cada día más como Jesús.
pueden hablar y tomar decisiones. Los animales de verdad no pueden hacer eso. Los animales
tampoco tienen convicciones. Ésta es una fábula, una historia escrita para enseñar a niños y
adultos una lección importante.
Un día, un perro gordo se encontró con un lobo flaco en el bosque y empezó a hablar. El perro
hablaba de la deliciosa comida que su dueño le daba por las mañanas. Compartió sobre el
cobertizo donde dormía cómodamente todas las noches.
El perro le preguntó al lobo si quería venir a vivir con él. El lobo comenzó a pensar en lo
maravilloso que sería no tener que buscar comida todos los días. Pensó acerca de cuánto
frío tenía durmiendo afuera en el invierno. El lobo dijo que estaría muy feliz de tener comida
regular y dormir en un lugar cálido.
Entonces el lobo preguntó: “¿Qué tengo que hacer para tener estas cosas maravillosas?”
El perro respondió: “Sólo tienes que perseguir a los ladrones, ladrar a los visitantes y ser
amable con la gente”.
El lobo pensó que esto sería una oportunidad maravillosa. Así que empezaron a caminar de
regreso a la casa donde vivía el perro. Entonces el lobo notó que en la parte posterior del cuello
del perro estaba pelado y le faltaba parte de la piel.
“¿Qué te pasó en el cuello,” le preguntó al perro. El perro respondió: “Oh, eso no es nada. Es sólo
que la cadena me roza en la noche”.
“¡Te ponen una cadena en la noche! Si ese es el precio de los alimentos y refugio, entonces
prefiero tener hambre y ser libre. Adiós”.
El lobo flaco dejó al perro gordo y regresó al bosque.
• ¿Qué convicción tenía el lobo?
La convicción del lobo era que la libertad es más importante que casa y comida.
• ¿Qué convicción tenía el perro?
La convicción del perro era que estar bien alimentado y cuidado valía más que ser libre.
• ¿Cómo sus convicciones influyeron en sus decisiones?
Los niños quizá respondan: el lobo no renunció a su libertad, ni siquiera por comida. El perro no
renunció a su comida, ni siquiera por libertad.
• ¿Qué dificultades tuvo cada uno debido a su convicción?
Las respuestas pudieran incluir: falta de comida, falta de libertad.
Ambos animales tenían firmes convicciones y se mantuvieron firmes en lo que creían. Ninguna
de las convicciones era del todo correcta o del todo equivocada. Pero cada convicción marcó
la diferencia en cómo procedió cada animal. Cada uno de estos animales recibió diferentes
beneficios y tuvo diferentes dificultades debido a sus convicciones. Así como con el perro y el
lobo, nuestras convicciones afectan nuestras decisiones.
Un maestro cristiano llamado Howard Hendricks escribió que: “Se puede discutir acerca de una
creencia. ¡Una convicción es algo por lo cual uno daría su vida!” Hoy vamos a aprender acerca
de alguien que estuvo dispuesto a morir por sus convicciones: ¡es Jesús!
La Biblia nos dice que Jesús, el Hijo de Dios, vino a la tierra para vivir entre nosotros. Nació
como un bebé y vivió como hombre. Jesús tuvo una convicción mientras vivió en la tierra como
ser humano, una convicción que influyó grandemente en sus acciones y sus decisiones.
• Según lo que conoces de Jesucristo ¿Cuáles piensas que eran las convicciones que lo
hacían actuar?
Deja que los estudiantes piensen y pide la respuesta a algunos de ellos.
A menudo conocemos la convicción de alguien cuando usa las palabras: “debo” o “tengo que”.
Vamos a escuchar algunas declaraciones de Jesús que tienen que ver con estas palabras.
La primera vez que Jesús dijo “tengo que” fue a los doce años de edad cuando se había
quedado en el templo y sus padres lo buscaron.
¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tengo que estar en la casa de mi Padre?
Lucas 2:49
Otra ocasión en que Jesús dijo que tenía que hacer algo fue cuando la gente quería que se
quedara en su ciudad para seguir enseñando y sanando a las personas de allí.
Pero él les dijo: “Es preciso que anuncie también a los demás pueblos las buenas
nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado”.
Lucas 4:43
Una vez que Jesús dijo “debo” fue para explicar que Él era como un pastor y los que le
seguían eran como ovejas. Él dijo que debía ir en busca de todas sus ovejas para que haya un
solo rebaño.
Tengo otras ovejas que no son de este redil, y también a ellas debo traerlas.
Así ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
Juan 10:16
En otra ocasión, cuando sus discípulos insistieron en que comiera algo, Jesús dijo que debía
hacer la voluntad de Dios su Padre.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Siempre que Jesús hablaba de su Padre, se refería a Dios, su Padre celestial. Jesús tenía la
convicción de cumplir la voluntad de su Padre, cueste lo que cueste. A Jesús le importaba más
hacer lo que Dios tenía planeado y lo que quería que Él hiciera, que hacer lo que era más fácil o
más cómodo. La noche antes de que Jesús fuera crucificado, estaba muy triste. Él sabía que iba
a sufrir un horrible dolor. Así que Jesús oró a su Padre, a Dios.
Jesús podría haber decidido que no permitiría que lo crucifiquen. Pero Jesús sabía que el
propósito de Dios para su venida a la tierra era que sufriera el castigo por nuestro pecado al
morir en la cruz.
• ¿Qué consecuencias tuvo para Jesucristo el mantener su convicción?
Permita que los estudiantes den sus ideas. Podría incluir en sus respuestas, que tuvo que sufrir, se
quedó solo, sus amigos le abandonaron, murió crucificado, pagó el precio de mi pecado,
lo recordamos, etc.
1. Conexión: Hacer una actividad para distinguir entre creencias y firmes convicciones.
2. Enseñanza: Leer un pasaje bíblico y escuchar la historia de un hombre sudafricano que
tenía una firme convicción (2 Tesalonicenses 2:15–17).
3. Respuesta: Comentar sobre cómo responder en situaciones difíciles debido a una firme
convicción, y hacer un drama improvisado.
MATERIALES
• Biblia
Materiales opcionales
• Cartel del Versículo para Memorizar
• Páginas del Alumno
• Lápices
¡Cobra ánimo! Dios toma en cuenta la labor que estás haciendo. Él conoce tu corazón. Al prepararte
para enseñar la última lección de esta unidad acerca de convicciones, dedica tiempo a pensar en tus
propias convicciones y las buenas obras que haces gracias a éstas. Piensa en cómo esta labor puede
ser difícil; sin embargo, tú decides enseñar porque tienes esa convicción.
A lo largo de esta semana, sigue confiando en el Señor para que anime tu corazón y fortalezca tus
convicciones de modo que Él sea glorificado. Anota cada manera, por más pequeña que sea, en que Él
te anima y fortalece esta semana.
Conexión familiar: Comunica a los padres que ésta es la última de las cuatro lecciones sobre
convicciones. Anímalos a hablar con sus hijos sobre estas palabras del maestro cristiano Howard
Hendricks: “Se puede discutir acerca de una creencia. ¡Una convicción es algo por lo cual uno daría su
vida!” Ellos podrían decir alguna creencia que tienen (por ejemplo, el color verde es el mejor) y una
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escrito. Solicítelo por correo electrónico a GlobalResources@DavidCCook.org. Todos los derechos reservados.
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Trimestre 2 Lección 8 Las convicciones me ayudan en tiempos difíciles
LA LECCIÓN
1. Conexión: Hacer una actividad para distinguir entre creencias y
firmes convicciones.
En las últimas semanas hemos aprendido acerca de las convicciones.
• ¿Puede alguien recordarnos lo que es una convicción?
Elige varios estudiantes para que respondan. Si es necesario, añade a su definición estas palabras:
la convicción es una firme creencia que influye en nuestras actitudes y acciones.
En la última lección escucharon esta cita de un maestro cristiano llamado Howard Hendricks:
“Se puede discutir acerca de una creencia. ¡Una convicción es algo por lo cual uno daría su vida!”
Una creencia es algo que pensamos; incluso podríamos discutir acerca de eso. Una convicción
es mucho más fuerte que una simple creencia. Una convicción es una creencia tan firme
que influye en nuestros pensamientos, en nuestras acciones y actitudes, y en las decisiones
importantes de la vida. A lo largo de la historia, muchas personas han estado dispuestas a
morir por sus convicciones. Vamos a hacer una actividad para decidir si ciertas declaraciones
son simplemente creencias o si son firmes convicciones.
Designa un lado del salón de clases como “creencias” y el otro lado como “convicciones”. Pide que
los estudiantes se paren en el medio. Lee cada una de las siguientes declaraciones. Si creen que la
declaración es una creencia que alguien puede tener, deben pararse en el lado de “creencias”. Si creen
que la declaración es una convicción que alguien puede tener, algo que influye en los pensamientos,
en las acciones y en las actitudes de una persona, deben pararse en el lado de “convicciones”. Ellos no
tienen que estar de acuerdo con la declaración, pero tienen que decidir si se trata de una creencia o
una convicción. Después de cada declaración, da a uno o dos niños la oportunidad de explicar por qué
eligieron ese lado.
Consejo para el maestro: Si algunas de las declaraciones no tienen sentido para sus alumnos
y la comunidad donde viven, reemplázalas con declaraciones culturalmente apropiadas.
Creo que el color azul es el más bello. (Creencia)
Creo que siempre es malo mentir. (Convicción)
Creo que la mejor comida es arroz y porotos. (Creencia)
Creo que Jesús me ama. (Convicción)
Creo que el fútbol es el mejor deporte. (Creencia)
Creo que cada persona es importante y que ha sido creado a imagen de Dios. (Convicción)
Creo que soy importante para Dios. (Convicción)
Pide que los niños regresen a sus asientos.
Las convicciones son más firmes que una creencia. Las convicciones son creencias que influyen
en las decisiones importantes. Nuestras convicciones influyen sobre las decisiones que
tomamos, si son equivocadas o son las debidas. Hoy vamos a oír acerca de un hombre que se
mantuvo firme en sus convicciones y que marcó una gran diferencia para millones de personas
en su país.
Así que, hermanos, sigan firmes y manténganse fieles a las enseñanzas que,
oralmente o por carta, les hemos transmitido. Que nuestro Señor Jesucristo
mismo y Dios nuestro Padre, que nos amó y por su gracia nos dio consuelo
eterno y una buena esperanza, los anime y les fortalezca el corazón,
para que tanto en palabra como en obra hagan todo lo que sea bueno.
2 Tesalonicenses 2:15–17
Todas las personas son valiosas e importantes para Dios. Nelson Mandela creía en esa verdad
tan firmemente que estaba dispuesto a ser encarcelado antes que renunciar a sus convicciones.
Nelson Mandela era un hombre de color, de Sudáfrica, que creció en la época en que los
sudafricanos blancos gobernaban el país. Los sudafricanos blancos discriminaban a los
sudafricanos de color.
Nelson creía en la verdad de Dios, de que las personas son valiosas e importantes, sin consideración
de su educación, sus riquezas, o el color de su piel. Nelson mantuvo firme sus convicciones. Él decía
que todos debían tener los mismos derechos. En ese tiempo, no era muy seguro hacer eso. En
efecto, cuando trató de ayudar a los sudafricanos de color, lo metieron en la cárcel.
La cárcel era horrible. Allí trataron muy mal a Mandela. ¡Pero él no se rindió! En vez de eso,
usó su tiempo en la cárcel para estudiar y convertirse en abogado. Él sabía que con un
entendimiento de la ley, podría ayudar a más gente si es que obtenía su libertad.
Por fin, sucedió. Sudáfrica estaba cambiando y él pudo salir de la cárcel después de 27 años.
Antes de que lo pusieran en la cárcel, él había ayudado a mucha gente. Aun mientras estaba
encarcelado, había crecido su reputación, como alguien que luchaba porque todos fueran
tratados igualmente.
Unos años después de que fuera puesto en libertad, la gente de Sudáfrica eligió a Nelson
Mandela como su presidente. ¡Ese fue un gran cambio para el país! Mucha gente de color veía
a Mandela y pensaba: “¡Ahora es nuestra oportunidad de estar al poder! ¡Ahora podemos ser
malos con las personas que fueron malas con nosotros!”
Pero Nelson Mandela se había vuelto sabio en la cárcel. Él permaneció firme en su convicción
de que todas las personas son importantes para Dios: blancos y negros, pobres y ricos,
enfermos y sanos. ¡Todas las personas!
Nelson Mandela dijo que no a los que querían que él se vengara. Él dijo a los africanos blancos
y a los africanos de color: “Somos sudafricanos. No somos enemigos unos de otros. El prejuicio
es nuestro enemigo. Pelearemos contra el prejuicio. Debemos perdonar”.
Nelson Mandela tuvo que ser muy valiente para mantenerse firme en sus convicciones. Pero él
sabía la verdad de Dios, de que cada persona es importante. Él fue valiente y condujo a su país
a hacer lo recto y justo.
• ¿Qué firme convicción tenía Mandela?
El creía la verdad de Dios de que cada persona es importante.
• ¿Qué buenas, pero difíciles, decisiones tomó Mandela debido a sus convicciones? ¿Qué
dificultades tuvo que soportar debido a esto?
Mandela optó por defender los derechos de todas las personas a pesar de que significaba que
sería encarcelado.
Pide a los estudiantes que se formen en parejas. Dales unos minutos, después de cada una de las
siguientes tres preguntas, para que las parejas hablen entre sí sobre las respuestas. Después pide que
una o dos parejas den su opinión a toda la clase.
• ¿Qué podría haber pasado en Sudáfrica si Mandela no hubiera sido fiel a su convicción?
• ¿Qué harías si los gobernantes de tu país te dijeran que dejaras de defender los derechos
de las personas o te pusieran en la cárcel por hacerlo?
• ¿Qué convicción tienes sobre el valor de cada persona en tu país? Como respuesta,
termina esta frase: “Creo que todas las personas en este país …”
• ¿Puedes pensar en alguna vez en que tomaste la debida decisión aunque no fue una
opción fácil? Dile a la persona que está junto a ti en dos frases.
Pide que los estudiantes digan esto a una de las personas sentadas a su lado. Después pide a algunos
de ellos que lo digan a toda la clase.
Estar firme en la convicción de hacer la voluntad de Dios, no importa lo que pase, puede ser
difícil. Una forma sencilla de comenzar es comprometerse a tomar las debidas decisiones.
Aunque no seas seguidor de Cristo, puedes tomar las debidas decisiones esta semana. Al tomar
las debidas decisiones, ¡cumples la voluntad de Dios! Estás firme en la misma convicción que
Jesús tuvo y mostró cuando estuvo en la tierra. Dios te va a animar y ayudar a hacer lo debido.
Cada persona tiene convicciones que considera importantes. Algunas convicciones honran
a Dios y otras, no. Muchas personas, aunque no son cristianas, tienen buenas convicciones
morales que influyen en su vida para que tomen buenas decisiones. Por ejemplo, pueden creer
que robar es malo ó que es importante respetar a las autoridades.
Cuando una persona se entrega a Cristo, el Espíritu Santo la llena y Dios fortalece sus buenas
convicciones. El término “convicciones cristianas” se refiere a las convicciones que siguen lo que
Dios dice en la Biblia acerca de lo que está mal (el pecado) y lo que es bueno y agradable a Él.
• Piensa en algunas convicciones cristianas. ¿Cuáles?
Permite que dos o tres estudiantes contesten. Si es necesario, da algunas sugerencias: Dios me
ama; la mentira y el robo siempre son pecado; cada persona es importante y ha sido creada a
imagen de Dios; tú eres importante para Dios; Dios quiere que lo obedezcamos y lo honremos.
Necesito que me ayuden con esta parte de la lección. Voy a leer en alta voz comportamientos
que veo en niños cada día. Algunos son buenos y otros no lo son. Si les parece que lo que digo
muestra a un niño que cumple una convicción cristiana, levántense y pongan cara sonriente. Si
les parece que el niño no cumple una convicción cristiana, levántense y pongan cara triste. Voy
a escoger a uno de ustedes, cada vez, para que explique por qué puso cara sonriente o triste.
Una niña comparte con su familia que no son cristianos acerca de cuánto Jesús les ama.
Ella cree que es importante compartir la verdad acerca de Jesús.
Una niña se niega a jugar con un compañero de clase que habla un idioma diferente.
Ella cree que las personas que no son como ella no tienen ningún valor.
Un niño mantiene su promesa de ayudar a un amigo con su tarea, aunque eso significa
que no puede jugar al fútbol. Él cree que es importante mantener sus promesas.
Un niño detiene a un estudiante mayor de golpear a su amigo. Él cree que los cristianos
no deben ignorar la mala conducta.
Una niña le miente a su madre sobre donde ella estaba. Ella no cree que es importante
decir la verdad.
Bien hecho, ¡felicitaciones! Ahora decidirán por sí mismos lo que van a hacer debido a
sus convicciones. Cada uno busque un compañero. Voy a leer una situación. Le dirás a tu
compañero lo que harías y por qué.
Opcional: Si usa las Páginas del Alumno, los niños pueden escribir sus respuestas para las próximas dos
situaciones en su hoja.
Estás en un mercado y ves algo que quisieras tener pero no tienes dinero para comprarlo.
Nadie está mirando. Sería fácil tomarlo y salir corriendo.
• ¿Que harás?
• ¿Por qué vas a hacer esto?
Tus amigos están desobedeciendo una regla de la escuela. El director espera que todos los
estudiantes le digan cuando alguien rompe una regla. Tus amigos te piden que no le digas.
• ¿Que harás?
• ¿Por qué vas a hacer esto?
Pide a los estudiantes que respondan a la siguiente pregunta en su corazón.
• ¿Qué buena decisión puedes tomar esta semana debido a una convicción cristiana?
Pide a los estudiantes que permanezcan en silencio para pensar. Puedes darles varias sugerencias: creo
que es importante honrar a mis padres, así que voy a obedecer a mi mamá; creo que Dios me ama y
que soy importante para Él, así que no voy a decir cosas malas acerca de mí mismo o hacerme daño
de ninguna manera.
Pide a algunos estudiantes que digan a la clase sus decisiones. Finaliza la clase pronunciando 2
Tesalonicenses 2:15–17 como una bendición sobre los alumnos.
Bendición: Sigan firmes y fieles a las enseñanzas que han recibido. Que nuestro Señor
Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos amó y por su gracia nos dio consuelo eterno y una
buena esperanza, los anime y les fortalezca el corazón, para todo lo bueno que hagan, sea de
palabra o en hechos.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
“Te Bendeciré” https://youtu.be/-UN5tobBkQQ
1. Conexión: Hacer una actividad y aprender que el sufrimiento es universal, pero que Dios
ofrece consuelo.
MATERIALES
• Biblia
Materiales opcionales:
• Cartel del Versículo para Memorizar
• Papel
• Lápices
• La Biblia en Acción, páginas 21–23
• Páginas del Alumno
Dos días después de que Jesús oyó que su amigo Lázaro estaba enfermo, fue a visitarlo. Para cuando
Jesús llegó, Lázaro ya había estado cuatro días muerto. Jesús lloró. Jesús, que en el milagro de la
encarnación es plenamente Dios y plenamente hombre, sintió el profundo dolor de una pérdida. Él
sabe lo que se siente al perder a alguien que uno ama.
Al prepararte para enseñar a los niños que Dios consuela a los quebrantados de corazón, dedica
tiempo a reflexionar sobre las pérdidas y el dolor que has experimentado. Si los sentimientos de
tristeza y dolor resurgen, pide al Espíritu de Dios, nuestro Consolador, que te consuele en tu dolor. La
tristeza y el duelo no son algo malo; son parte de la vida del ser humano.
Por último, pide a Dios que use tu dolor para ayudar a los demás, empezando por los estudiantes de tu
clase. Jesús quiere consolarlos en medio de su dolor y darles esperanza, tal como lo ha hecho contigo.
Conexión familiar: Informa a los padres que ésta es la primera de cuatro lecciones acerca de temas
difíciles, como la pérdida, el dolor y el duelo. Anímalos a que hablen abiertamente con sus hijos acerca
de una pérdida o una experiencia dolorosa por la que hayan pasado. ¿Cómo se sintieron cuando
ocurrió? ¿Cómo se sienten ahora?
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Trimestre 2 Lección 9 Tratando con experiencias dolorosas
LA LECCIÓN
1. Conexión: Hacer una actividad y aprender que el sufrimiento
es universal, pero que Dios ofrece consuelo.
Cuando los estudiantes lleguen a la clase de hoy, salúdalos de tal manera que sientan cuánto te
preocupas por ellos. Esto es sumamente importante en esta unidad. Ellos necesitan sentirse seguros
para que tengan la confianza de hablar de las cosas duras que han experimentado.
Pide que todos formen un círculo grande y permanezcan de pie. Tú vas a leer varias declaraciones. Si
una declaración es cierta para ellos, deben entrar al centro del círculo. Antes de que leas cada nueva
declaración, los que estén en el medio deben volver a su lugar. (Espera que la mayoría o todos los
niños pasen al centro cuando hagas declaraciones acerca de dolor, enfermedad y muerte.)
Me encanta cantar.
Tengo un hermano o una hermana.
Me gusta la lluvia.
He visto a un elefante en vivo.
He saludado con la mano a alguien que no conozco.
He hablado frente a un grupo de diez o más personas.
He estado enfermo.
He sentido dolor, porque alguien me ha herido o porque alguien a quien amo
ha sufrido daño.
He perdido un buen amigo.
He visto enfermarse a alguien a quien amo.
He visto sufrir emocionalmente a alguien a quien amo.
Alguien a quien amo ha muerto.
El pecado entró en el mundo por medio de Adán y Eva. Cada uno de nosotros también
pecamos, cuando decidimos seguir nuestro propio camino en lugar de lo que Dios ordena. Para
Dios fue una gran tristeza cuando Adán y Eva pecaron; pero no dejó de amarlos. Dios también
nos ama a cada uno, aun cuando pecamos. ¡Nada jamás puede cambiar su amor por nosotros!
A pesar de que Adán y Eva pecaron, Dios proveyó un final feliz para ellos y para nosotros. Él
prometió abrir un camino para restaurar la amistad con Él. Dios prometió que enviaría un
Salvador. Ese Salvador es Jesús, el Hijo de Dios.
En este pasaje de la carta a los Romanos, el apóstol Pablo comparó a Adán y Jesús, y el efecto
que sus vidas tuvieron sobre otros. Escuchen lo que escribió Pablo.
Cuando amamos a Jesús y aceptamos la gracia de Dios y el regalo de la salvación por medio
de Él, Jesús promete estar con nosotros para siempre, en este mundo y en el cielo, después
de la muerte.
Durante las próximas semanas vamos a hablar acerca del dolor y la muerte, y cómo Dios nos
ayuda a pasar por cosas dolorosas, aun la muerte de un ser querido.
Pide a los niños que piensen en algunas de las situaciones dolorosas que han experimentado. Los
ejemplos que puedes darles son: “Mi madre murió.” “Mi padre se fue”. “Mi tía se enfermó.” Diles que
piensen sin decir nada y que levanten un dedo por cada profundo dolor que han experimentado.
Después diles que se junten con uno de sus compañeros.
Si se sienten cómodos, pueden contarle a su compañero una o más de sus penas. Los que no quieren
decir algo pueden simplemente levantar la mano con el número de dedos levantados para que su
compañero vea cuántas han sido sus penas. Permita 5–7 minutos para esta actividad.
Consejo para el maestro: Si esta actividad afecta profundamente a algunos niños, haz una
pausa y ora por ellos. Es más importante consolar, orar y amar a un niño angustiado que terminar
de dar una lección. Esto es realmente un momento cuando se practica el aspecto de vida en vida
de este plan de estudios.
Reúne de nuevo a los estudiantes para seguir con la clase. Invita a cualquiera que quiera contar a
la clase una de sus experiencias dolorosas. Si nadie quiere hacerlo, sigue con la lección. Diles que si
quieren que ores por ellos, pueden acercarse a ti en privado después de la clase y contarte las cosas
en que están pensando. Puede ser que te digan que quieren que ores por ellos, pero sin decirte la
cosa que les duele. Dos de los comentarios más útiles que puedes hacer cuando un niño te habla en
privado son: “Gracias por contarme lo que te causa dolor para poder orar por ti”, y “Me duele tu dolor y
Jesús también siente tu dolor”. Diles que orarás por ellos todos los días.
Consejo para el maestro: Es importante que tu clase sea un lugar seguro donde los niños
puedan hablar de sus heridas y temores. Escucha sus problemas con una mente abierta y un
corazón compasivo. No te muestres sorprendido por algo que los estudiantes confiesen o
comenten. Sé sensible a la forma en que ellos reaccionan entre sí. Sé cuidadoso en hacer hincapié
en la naturaleza personal de estas lecciones. Recuerda a los estudiantes que deben apoyar y
consolar a cualquiera que exprese dolor. No deben burlarse de nadie que esté hablando acerca de
su angustia.
Materiales opcionales:
Da a cada estudiante varias tiras de papel. Pueden escribir o dibujar acerca de cualquier dolor que han
experimentado. Después deben doblar su papel para que nadie vea lo que han escrito. Recoge los
papeles y diles que vas a leer cada uno de éstos y que vas a orar por cada persona todos los días del
mes siguiente, aunque no sabes el nombre de la persona que escribió cada cosa.
Opción final
• Si pudieras pedirle a Dios que responda a una pregunta acerca del dolor o la muerte,
¿cuál sería?
Prepara para decir una pregunta que tengas, en el caso de que nadie conteste. Anima a los niños
a hablar de sus temores y sus dudas acerca del sufrimiento.
Dios quiere que confiemos en Él con nuestras preguntas sinceras. Aunque nos sintamos enojados
con Dios, frustrados o confundidos, Él igual nos ama. Aunque ninguna persona tiene todas las
respuestas a todas nuestras preguntas, podemos estar seguros de que Dios tiene el control. Dios
quiere lo mejor para cada uno de nosotros. A Él le entristece nuestro dolor o nuestro duelo por la
muerte de un ser querido; pero Él puede usar lo que pasa en nuestra vida. Una forma en que usa
esto es para hacernos más sensibles a Él y al sufrimiento de otras personas.
Cuenta o lee esta historia para ilustrar cómo Dios puede usar para bien las cosas malas que nos suceden.
Una madre tenía un bebé sano. El médico le dijo que nunca podría tener más hijos. Como tenía
un bebé sano no estaba triste porque nunca podría tener más hijos. Pero 24 días después de su
nacimiento, al bebé le dio diarrea intestinal y murió. La madre lloró amargamente y sintió que
se le rompió el corazón. Ella sabía que la muerte de su bebé había sido causada por gérmenes.
Dios no causó la muerte del niño. Fue debido a la enfermedad que hay en el mundo.
El resto de su vida sintió tristeza porque su bebé había muerto. Nunca pudo olvidarlo; pero un
día le preguntó a Dios cómo podría usar la muerte de su hijo para glorificarlo. Dios le mostró
que podía ayudar a otros. Ella terminó conociendo a decenas de mujeres que también habían
perdido algún hijo. Les habló sobre el amor de Dios y que Él quería ayudarles a sanar el dolor
que sentían. Oró con cada mujer. Años después, ella dijo: “Sé que Dios estuvo conmigo cuando
perdí a mi precioso bebé, y también sé que me usó para ayudar a muchas mujeres porque
entendía su dolor. Dios cambió algo horrible en algo que podía usar”.
Ahora escuchen lo que le pasó a Pablo, que escribió muchos de los libros del Nuevo
Testamento, incluso los versículos de Romanos que hemos leído hoy. Pablo es una de las
primeras personas llamadas por Dios para ser misionero. Podríamos pensar que tuvo una gran
vida, porque Dios lo llamó para un trabajo tan importante. Pero sólo porque amas a Dios no
significa que no te afectarán los problemas y las dificultades. Las personas que aman a Dios
viven en el mismo mundo que los demás.
Pablo fue perseguido por predicar el evangelio; fue encarcelado y azotado. Pasó por
naufragios, y casi se ahogó. Le robaron, fue traicionado, pasó hambre y sed, y más que todo eso
tenía lo que él describió como “un aguijón en la carne” (2 Corintios 12:7). Muchos estudiosos de
la Biblia creen que era una discapacidad física, tal vez tenía algo malo con la vista.
Dios no lo guardó de todas estas cosas. En vez de eso, Dios estuvo con él en cada situación.
Dios usó las cosas difíciles que le pasaron a Pablo y lo consoló y animó a lo largo del camino.
El dolor y el sufrimiento les vienen a todos los que viven en este mundo. Los cristianos no
escapan del sufrimiento. El dolor no es imaginario; es real y duele.
• ¿Qué similitudes hay entre la vida de Pablo y la madre cuyo bebé murió?
Tanto Pablo como la madre dejaron que Dios los use, para que su dolor sirva para animar a
los demás. Esto no quiere decir que no lloraron, que no sintieron tristeza o que no tuvieron
aflicción. Pero confiaron en Dios en su sufrimiento. Dios los consoló y les ayudó a testificar
acerca de la esperanza que Jesús nos da en medio de las experiencias dolorosas.
Aunque sufrimos y sentimos dolor, podemos confiar en que Dios traerá algo bueno del
sufrimiento. Algo del dolor en nuestra vida lo experimentamos sólo porque somos seres
humanos. En medio del dolor podemos acercarnos más a Jesús al confiar en su ayuda para
soportar el dolor. Muchas veces, cuando alguien recuerda los tiempos difíciles, se da cuenta
de que esos eran los tiempos en que estaba más cerca de Dios. Los tiempos de sufrimiento nos
ayudan a pensar en lo que es importante en la vida.
Aunque este versículo fue escrito originalmente para el bien del pueblo de Israel, es también
un estímulo para todas las personas de todo el mundo que han experimentado dolor y
pérdida. Al escucharlo una segunda vez, piensen en alguien que conocen que está triste o que
está pasando por un dolor físico o emocional. Pidan a Dios que muestre su tierno amor a esa
persona. Pidan también que les muestre lo que ustedes pueden hacer para que esa persona
conozca personalmente el amor de Dios.
Lee Isaías 49:13b de nuevo, lentamente.
Voy a leer este versículo una última vez. Si puedes, dilo conmigo. Piensa en el versículo como
una oración de agradecimiento a Dios de que Él siempre está contigo y que te consuela cuando
estás sufriendo.
Lee Isaías 49:13b otra vez, lentamente. Cierre la clase con esta bendición para los alumnos.
Bendición: El amor de Dios por ti es más alto que los cielos y más profundo que el mar. Que te
consuele y dé esperanza, y que Él te dé oportunidades de mostrar el amor y la esperanza de
Jesús a personas que sufren.
Dado que éste ha sido un tema muy difícil, finalice la clase de hoy cantando una canción acerca del
amor y el cuidado de Dios.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
“Te Bendeciré” https://youtu.be/-UN5tobBkQQ
MATERIALES
• Biblia
Materiales opcionales:
• Cartel del Versículo para Memorizar
• Etapas del duelo escritas en hojas de papel (véase la Sección 2)
• La Biblia en Acción, páginas 406–409
• Páginas del Alumno
• Lápices
Si usas la actividad opcional, antes de la clase escribe las etapas del duelo en cinco hojas de papel. Son:
Negación, Enojo, Negociación, Depresión, Aceptación. Muestra cada una de estas hojas al hablar de las
etapas del proceso de duelo.
La semana que viene harán un drama. Elige a cinco estudiantes que son buenos lectores y dales copias
del guión que está al final de la próxima lección. Pídeles que practiquen durante la semana para que
lean su parte con expresión. Diles que no se olviden de traer su copia del guión la próxima semana.
A todos nos pasan cosas dolorosas en la vida. A veces sentimos como que tenemos que esconder
nuestra aflicción de los demás. Sin embargo, tener el gozo del Señor no significa que debemos negar
el dolor y la angustia.
En esta lección presentarás a los estudiantes cinco etapas del proceso de duelo: negación, enojo,
negociación, depresión y aceptación. Las etapas o fases que conducen a la aceptación traen
sentimientos intensos e incómodos. Como fieles cristianos, podemos pensar que estas etapas son
extremas o innecesarias; pero no es así. Cada etapa es un estado natural, y aun saludable, al pasar por
el duelo y obtener sanidad.
Piensa en alguna gran pérdida que has tenido. ¿Tuviste espacio y tiempo para procesar tu aflicción, o
sentías que tenías que ocultar tu dolor? Pasa tiempo ahora dejando que Dios te consuele. Él sabe lo
que necesitas. Él conoce lo que piensas y siente, aun los sentimientos que has enterrado.
Vida por Vida © 2020 David C Cook. Se permite la reproducción solo para ser usada en el aula. Todos los demás usos requieren autorización por
escrito. Solicítelo por correo electrónico a GlobalResources@DavidCCook.org. Todos los derechos reservados.
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Trimestre 2 Lección 10 ¿Qué es el duelo?
Conexión familiar: Informa a los padres que vas a enseñar a los estudiantes sobre el proceso de
duelo. Diles que médicos y terapeutas han definido cinco pasos en este proceso: negación, enojo,
negociación, depresión y aceptación. Dales también la información que está en el Artículo de Recurso
que aparece antes de esta lección.
Consejo para el maestro: Hay diferentes tipos de preguntas que los maestros pueden usar
para ayudar a sus alumnos a aprender. Hablaremos acerca de dos de ellas: preguntas cerradas y
preguntas abiertas. Las preguntas cerradas tienen una sola respuesta y por lo general se pueden
responder con “sí” o “no”. Por ejemplo: ¿a dónde quería Dios que fuera Moisés? A Egipto. Estas
preguntas pueden ayudarte a ver si tus alumnos conocen ciertos hechos o datos. Las preguntas
abiertas tienen muchas respuestas posibles. Éstas pueden ayudar a tus alumnos a pensar en lo
que están aprendiendo para que puedan interiorizarlo. Por ejemplo: ¿cuáles son algunas cosas
maravillosas que aprendiste acerca de Dios en esta historia? Se puede cambiar una pregunta
cerrada y hacerla una pregunta abierta. En lugar de preguntar: ¿quiso Moisés ir a Egipto?, cambia la
pregunta a: ¿por qué crees que Moisés no quería ir a Egipto? Esta clase de preguntas harán pensar
a tus alumnos y ayudarán a entender mejor las lecciones.
LA LECCIÓN
1. Conexión: Hacer un juego sobre cómo expresar emociones.
Saluda personalmente a cada alumno cuando llegue, pronunciando el nombre de cada niño. Esta
lección aborda un tema muy difícil: el proceso de duelo. Así que aprovecha el momento de la llegada
para mostrar a cada uno que te preocupas por ellos. Pregunta a cada uno cuál ha sido su mejor
momento de esta semana.
Dile a los estudiantes que se sienten en círculo. Pide voluntarios, uno por vez. Susurra en el oído del
niño una de las emociones escritas a continuación y pídele que actúe esa emoción con su cuerpo y las
expresiones faciales. Los demás deben tratar de adivinar la emoción que su compañero está tratando
de representar. Repite este proceso varias veces con otros voluntarios. Éstos son algunas emociones
que puedes usar:
Miedo Desesperación Entusiasmo
Alegría Enojo Vergüenza
Ansiedad Tristeza o dolor Expectativa
• ¿Fue fácil descubrir las emociones expresadas en este juego? ¿Por qué sí o por qué no?
Generalmente no es fácil. La gente expresa sus sentimientos de diferentes formas. Nuestro
rostro y todo el cuerpo dicen mucho acerca de lo que estamos sintiendo, pero no todo.
Como las personas muestran sus emociones de formas diferentes, en ocasiones es difícil
comprender lo que realmente están sintiendo. Piensen en el enojo. Por lo regular, se ve que
una persona está enojada porque su cara se pone roja, porque aprieta los puños, porque grita,
o porque está angustiada. Sin embargo, algunas personas muestran su enojo quedándose
calladas o dejando de comer. A veces ni siquiera entendemos nuestros propias emociones.
Las emociones que muestran duelo o pérdida a menudo son los más difíciles de identificar de
inmediato. Cuando alguien muere o pierdes algo que es importante para ti, es natural que te
aflijas. La mayoría lloramos al principio, pero conforme pasa el tiempo, escondemos nuestros
sentimientos; pero no se van. Esto es malo para nosotros. Otros creen que estamos bien, y no
hacen nada por ayudarnos. En realidad, estamos escondiendo nuestro dolor, y generalmente
eso nos lastima. ¿Por qué? Porque nuestro corazón no está sanando de la manera que
necesitamos para vivir tranquilos hoy y en el futuro.
perdido la esperanza. Quizá se sienten así ahora. Después de varios segundos, diles que bajen la mano
y que abran los ojos.
Consejo para el maestro: Después de la clase, si es posible, habla con cada niño que levantó
la mano por estar deprimido. Dile al niño que quiere consolarlo, y ofrécele que pueden conversar y
orar juntos.
ACEPTACIÓN: un niño en la etapa de aceptación puede decir algo como: “Extraño a mi
hermano, pero sé que él amaba a Jesús y que está feliz en el cielo. Pero siempre lo voy a
extrañar”. Ha aceptado la verdad de que su hermano está muerto y que no puede cambiar la
pérdida. Está agradecido por haber tenido a su hermano, y ahora está listo para seguir con su
vida. Esto no significa que ha olvidado a su hermano o que ya no lo extraña. Éste es un buen
estado de ánimo.
Cuando comprendemos el proceso de duelo, no necesitamos preocuparnos de que la persona
que está en duelo haya dejado de confiar en Dios. Comprenderemos que su estado de ánimo
es normal y que está superando su pérdida.
También hay otros dos pasos que experimentan muchos niños en su dolor: culpa y miedo. Ellos
muchas veces se sienten culpables y piensan que de alguna manera han causado la pérdida. Debido
a que no entienden las causas de una pérdida, se sienten responsables de la misma. El abandono es
un ejemplo. “Mi mamá no me habría dejado si yo hubiera sido una mejor persona.” Obviamente, el
razonamiento del niño no es correcto.
Los niños por lo general tienen miedo de que aquello que les pasó a un pariente cercano también les
vaya a pasar a ellos. Lo que no entienden, eso temen. Por ejemplo, un niño puede pensar: “Su madre
tiene SIDA y se está muriendo. Temo que mi mamá va a contraer el SIDA y también se va a morir.”
Ahora les voy a leer declaraciones que un amigo que está en duelo puede decir. Después de
cada declaración, les haré una o dos preguntas. Después les diré lo que la Biblia podría decir a
esa persona.
Materiales opcionales:
Coloca al frente del salón de clases las cinco hojas en las que ha escrito las etapas del duelo para que
los estudiantes puedan referirse a ellas durante esta actividad.
Opción final
1. Mi hermana tiene cáncer y se está muriendo. Si me porto bien y no desobedezco a mamá,
seguramente Dios la sanará y ella no va a morir.
• ¿En qué etapa de duelo crees que está esa persona?
Esta persona se encuentra en la etapa de negociación.
• ¿Qué le dirías a esta persona?
Dios nos ama. Sólo Dios determina el número de nuestros días. No podemos negociar con Dios,
pero siempre podemos venir a Él y refugiarnos en Él.
2. Mi hermanita no puede estar muerta. Los niños no mueren.
• ¿En qué etapa de duelo crees que está esa persona?
Esta persona se encuentra en la etapa de negación.
• ¿Qué le dirías a esta persona?
Todos morimos, así que los que viven deberían tenerlo muy presente
Eclesiastés 7:2b, NTV
Es muy triste cuando los niños mueren. Todos van a morir algún día. A Dios le importa el dolor
que sentimos por la muerte de alguien y quiere consolarnos.
3. Temo que me voy a enfermar y morir como pasó con mi hermano.
• ¿Qué emoción creen que está sintiendo esta persona?
Esta persona probablemente siente miedo. Tiene miedo de enfermarse y morir como pasó con
su hermano.
• ¿Qué le dirías a esta persona?
En cualquier cosa que te pase en la vida, ¡Dios está presente para ayudarte!
4. Dios, te odio porque dejaste que mi padre se muera.
• ¿En qué etapa de duelo crees que está esa persona?
Esta persona se encuentra en la etapa de enojo o resentimiento.
• ¿Qué le dirías a esta persona?
La Biblia dice que la muerte entró en el mundo al principio, cuando Adán y Eva pecaron. Dios
no te juzga si le dices cómo te sientes realmente. Después de hacerlo, haz silencio y escucha
atentamente lo que Él podría traer a tu mente desde su Palabra. Dios ha abierto el camino para
que las personas que creen en Jesús puedan vivir con Él para siempre.
Pueden pasarnos cosas muy difíciles y dolorosas que nos hacen cuestionar nuestro valor.
Aunque sea difícil entenderlo, podemos aprender que el amor de Dios por nosotros es mayor
que nuestras circunstancias. También podemos aprender que nuestro valor está en Dios, no en
nuestras circunstancias.
6. Extraño a mi mamá, pero sé que amaba Jesús. Ella está feliz en el cielo; pero siempre la
echaré de menos.
• ¿En qué etapa de duelo crees que está esa persona?
Esta persona se encuentra en la etapa de aceptación.
• ¿Qué le dirías a esta persona?
Dios nos consuela cuando estamos de duelo. Podemos consolar a los que sufren gracias al
consuelo que hemos recibido.
Materiales opcionales:
Si usas las Páginas del Alumno, los niños deben repasar las etapas y responder al versículo en la página.
Si usas La Biblia en Acción, pide a los niños que lean allí la historia basada en 2 Reyes 5 en las páginas
406–409. Antes de que comiencen, diles que presten especial atención a la niña de vestido rosado.
Ella era esclava; la habían llevado de su patria y lejos de sus padres. La Biblia no dice mucho acerca de
ella, ni siquiera si sus padres estaban vivos o muertos. Es posible que hayan muerto en la guerra entre
su país y el país donde ahora vivía. Probablemente ella no sabía lo que les había pasado a sus padres,
y seguramente nunca lo sabría. Ella tuvo buena suerte porque era esclava de un hombre y una mujer
que la trataban bien. Pero sabía que probablemente nunca volvería a su patria.
Después de la historia, divide la clase en grupos pequeños y pide a los niños que hablen acerca de esta
niña y de cómo creen que ella se habrá sentido.
• La Biblia no da el nombre a esta niña. Denle un nombre.
• Cuando la niña fue llevada cautiva, lejos de sus padres, ¿cómo creen que se sintió? ¿Por
cuáles etapas de duelo creen que ella pasó?
• La niña ayudó a su “dueño” en un país extraño al decirle quién podría curarle. ¿Qué les
dice esto acerca de ella?
• En el último dibujo de la historia, ¿qué creen que la niña está pensando?
Opción final
El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido.
Salmos 34:18
Cuando estás triste, Dios está triste contigo. Él promete estar cerca de los que están sufriendo
por una pérdida y que sienten algo como que se les rompe el corazón.
Pide que los niños cubran con la otra mano los dedos que han levantado.
Imagina que tu otra mano es Dios. Voy a hacer una oración. Mientras oro, imagina que Dios
pone sus brazos suavemente alrededor de los niños por quienes has orado.
Amado Señor Jesús, consuela a cada niño representado por nuestros dedos levantados. Tú
sabes el nombre de cada uno. Sabes también por qué están sufriendo. Tú has prometido estar
cerca de ellos; ayúdales a saber que estás con ellos. Amén.
Dile a los estudiantes dos cosas antes de finalizar la clase.
Éstas son dos cosas para recordar: Primero, Dios puede darte la oportunidad de consolar a tus
amigos afligidos por los que has orado. Si lo hace, puedes hablarles del proceso de duelo y
pueden orar juntos para que Dios ayude a tu amigo en medio del duelo.
Luego, es posible que tú seas el niño que está angustiado. Estoy disponible para hablar contigo
y orar, si lo deseas.
Pide que los alumnos se reúnan, de pie, para recibir la bendición.
Bendición: Cuando estás triste y te sientes solo, Dios está contigo. Cuando parece que nadie
se da cuenta de tu dolor, Dios está contigo. Cuando te sientes deprimido y sin esperanza, Dios
está contigo. Que sientas Sus brazos alrededor de ti, y que puedas consolar a otros como Dios
te consuela.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
“Te Bendeciré” https://youtu.be/-UN5tobBkQQ
3. Respuesta: Orar para ser más sensible, y pedir a Dios que ayude a los que están
deprimidos.
MATERIALES
• 3 copias del guión
• Biblia
Materiales opcionales:
• Cartel del Versículo para Memorizar
• Soga o cuerda
• Pinzas de la ropa o clips
• Cinta adhesiva
• 9 señales de advertencia de suicidio, cada una escrita en un papel aparte
• 9 señales de “Busca ayuda de un adulto de confianza” escritas antes de la clase
• 3 copias del guion al final de la lección
• La Biblia en Acción, páginas 145–149; 388–391
• Páginas del Alumno
• Lápices
Si no pudiste dar el guión a tres alumnos la semana pasada, saca las tres hojas con guiones que hay al
final de la lección en esta Guía. Escoge tres buenos lectores para que participen en el drama.
La vida es un milagro; un regalo precioso. Sin embargo, es fácil darlo por sentado. Esta semana
enseñarás un tema muy difícil: el suicidio. Algunos de los niños de tu clase no entienden qué precioso
es el don de la vida. Hay personas que les han dicho que son una carga, que son fastidiosos, estúpidos
e inútiles. Estas palabras forman su identidad y les hacen pensar que no tienen valor. Con el tiempo,
estas mentiras podrían llevar a pensamientos suicidas.
Vida por Vida © 2020 David C Cook. Se permite la reproducción solo para ser usada en el aula. Todos los demás usos requieren autorización por
escrito. Solicítelo por correo electrónico a GlobalResources@DavidCCook.org. Todos los derechos reservados.
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Trimestre 2 Lección 11 ¿Qué es el suicidio?
Pide a Dios que te haga sensible a cada niño y que te ayude a decir palabras de vida a cada uno de
ellos esta semana. Afirma las cosas buenas que se ven en ellos, tales como la bondad, el buen humor o
la generosidad. Si un estudiante es más , pide a Dios que te muestre algo positivo de ese alumno. Dios
va a usar lo que digas para contrarrestar las mentiras del enemigo. ¡Quizá nunca llegues a saber las
repercusiones y el gran alcance que tengan tus palabras!
Conexión familiar: Informa a los padres que la lección de esta semana aborda el difícil tema del
suicidio. Esta lección equipará a los niños para que reconozcan las señales de alerta y avisen a un
adulto. Si es posible, dile a los padres las nueve señales que vas a repasar en la lección (vea la sección
de Enseñanza). Los padres mismos pueden haber sentido la tentación de suicidarse, ¡de modo que
esta lección incluso puede salvar la vida de uno de ellos!
Consejo para el maestro: Lee cuidadosamente esta lección, y decide si quiere que sólo los
niños mayores participan en la sesión de hoy. Si los más pequeños se pudieran asustar o confundir,
organiza otra actividad para ellos, de modo que no estén en esta clase. El suicidio puede ser un
tema que no se ha tratado abiertamente, y los niños pueden tener conceptos erróneos y temores
que necesitan ser comentados y explicados. Esta lección les da una perspectiva cristiana sobre
este triste asunto. Puede haber estudiantes en la clase cuyos padres se han suicidado. Otros
quizás pensaron en quitarse la vida al pasar por cosas duras. La vida que Dios nos ha dado sobre
la tierra es única y muy valiosa. Esta lección tiene como fin ayudar a los estudiantes a comprender
a los que han escogido suicidarse y les ayudará a conocer que Dios puede ayudarles en las
circunstancias más penosas.
LA LECCIÓN
1. Conexión: Comentar regalos preciosos y dar un examen acerca
del suicidio.
Da la bienvenida a los estudiantes saludándolos por su nombre a medida que lleguen y reúne a todos
en un lugar. Formula la siguiente pregunta y pide que piensen en su respuesta unos segundos:
• Las cosas preciosas son de valor y muy estimadas. ¿Cuál es la cosa más preciosa que
alguien te ha dado?
Después de varios segundos de pensar tranquilamente, pida a varios niños que digan sus respuestas a
la clase.
¡Gracias por darnos sus respuestas! Hoy vamos a hablar de un regalo precioso que Dios nos ha
dado a cada uno: la vida. Lamentablemente, hay gente que intencionadamente decide quitarse
la vida, debido al sufrimiento y la depresión. Quitarse la vida se llama suicidio. Vamos a hablar
acerca de cómo ayudar a alguien que está pensando en hacerlo.
• ¿Qué sabes acerca del suicidio?
Entrega a los estudiantes este examen de “correcto o incorrecto” que les indicará lo que saben acerca
del suicidio. Si consideran que lo que planteas es correcto, deben ponerse de pie; si piensan que
lo que les dice es incorrecto, deben permanecer sentados y darse golpecitos sobre la cabeza. La
respuesta correcta está subrayada.
Correcto/incorrecto: la gente que trata de suicidarse no es gente normal.
Correcto/incorrecto: cualquiera que siente que no hay esperanza o que tiene angustia
insoportable que no termina, tal vez piense en el suicidio.
Consejo para el maestro: El Salmo 139 está lleno de palabras de vida que puedes hablarles
a tus alumnos. Cuando veas alguno de ellos esta semana, dedica un momento para decirles una
verdad de este salmo. Puedes decir: “(Nombre del niño), Dios te ha creado de forma admirable”. ó
“(Nombre del niño), eres una obra maravillosa de Dios”.
Dios crea a cada persona a su imagen; somos especiales a sus ojos. El suicidio trae un fin trágico
al precioso regalo de Dios, la vida. Es importante que sepamos cómo reconocer cuando alguien
podría estar pensando en el suicidio. Hay varias señales de advertencia que podemos observar.
Si pensamos que alguien podría estar pensando en el suicidio, lo primero que siempre
debemos hacer es buscar la ayuda de un adulto de confianza.
Les voy a leer nueve señales de advertencia que una persona que piensa en el suicidio podría
decir o hacer. Cuando les pregunte: “¿Qué debes hacer?”, todos juntos responderán estas
palabras: “¡Buscar ayuda de un adulto de confianza!”
Materiales opcionales:
Elige a dos estudiantes para que sostengan una cuerda o soga más o menos a un metro de altura.
Mientras hablas, fija allí cada una de las nueve señales de advertencia. Entrega a nueve niños las
señales de “Busca ayuda de un adulto de confianza”. Después de que hayas hablado acerca de cada
una de las señales de advertencia y las hayas fijado en la cuerda, pide a un niño que pegue con cinta
adhesiva una señal de “Busca ayuda de un adulto de confianza” sobre la señal de advertencia. Esto es lo
que los niños deben hacer si un amigo muestra indicios de pensar en el suicidio.
Éstas son las nueve frases que debes escribir, cada una en una hoja de papel, antes de la clase. Escribe
con letras tan grandes que los niños las puedan leer.
Tu amigo habla mucho acerca de la muerte.
Tu amigo tiene cambios en el humor o la personalidad.
Tu amigo tiene cambios en la alimentación o el sueño.
Tu amigo se aparta de sus amigos y de sus actividades.
Tu amigo toma muchos riesgos.
Tu amigo se droga o embriaga de forma peligrosa.
Opción final
1. Tu amigo habla mucho acerca de la muerte. Dice cosas como: “Me pregunto qué se sentirá
estar muerto”. ¿Qué debes hacer?
Los niños responderán: “¡Busca ayuda de un adulto de confianza!”
2. Tu amigo tiene cambios en el humor o la personalidad. ¿Qué debes hacer?
Los niños responderán: “¡Busca ayuda de un adulto de confianza!”
3. Tu amigo tiene cambios en la alimentación o el sueño. ¿Qué debes hacer?
Los niños responderán: “¡Busca ayuda de un adulto de confianza!”
4. Tu amigo se aparta de sus amigos y de sus actividades. ¿Qué debes hacer?
Los niños responderán: “¡Busca ayuda de un adulto de confianza!”
5. Tu amigo toma muchos riesgos. Estos riesgos muestran que la persona no valora la vida. Es
como si tratara de morirse. ¿Qué debes hacer?
Los niños responderán: “¡Busca ayuda de un adulto de confianza!”
6. Tu amigo se droga o embriaga de forma peligrosa. ¿Qué debes hacer?
Los niños responderán: “¡Busca ayuda de un adulto de confianza!”
7. Tu amigo regala sus pertenencias. A veces alguien le regala a un amigo sus cosas más
preciadas. Es su manera de decir adiós. ¿Qué debes hacer?
Los niños responderán: “¡Busca ayuda de un adulto de confianza!”
8. Tu amigo habla acerca de acabar con su vida. ¿Qué debes hacer?
Los niños responderán: “¡Busca ayuda de un adulto de confianza!”
9. Tu amigo te dice que no le digas a nadie lo que él está pensando hacer. ¿Qué debes hacer?
Los niños responderán: “¡Busca ayuda de un adulto de confianza!”
Es bueno que las personas que piensan en el suicidio hablen con alguien sobre sus
sentimientos. Escuchen atentamente lo que dice la persona y no le digan que sus sentimientos
no son importantes. No tienen que tener muchas respuestas para la persona. Lo principal es
que le digan cuánto se preocupan por ella y cuánto valoran su amistad. Más importante que
eso, recuerden a la persona que Dios la ama y que le preocupa el dolor que siente.
• ¿Cómo te sentirías si un amigo te dijera que está pensando en suicidarse? ¿Qué le dirías?
¿Qué harías?
Si los estudiantes no lo mencionan, recuérdeles que siempre deben decirlo a un adulto de confianza.
• Supongan que su amigo les pidiera una promesa, que no le dirán a nadie lo que está
sintiendo. ¿Qué deben hacer?
Trae estas ideas si los estudiantes no las mencionan: no prometan nada. Esto es un asunto de
vida o muerte. Si le dicen lo que su amigo les ha contado a una persona de confianza, pueden
salvar la vida de su amigo.
• ¿Cómo creen que se sentirá su amigo si le prometen que no lo dirán a nadie y después se
lo cuentan a alguien para que él pueda recibir ayuda?
Posibles respuestas: enojado; tan enojado como para que ya no sea tu amigo. Dile a los estudiantes
que algunas decisiones son difíciles de tomar. Haz hincapié en que está en juego la vida de una
persona. Es mejor avisar algo así y tener un amigo enojado, pero vivo, que guardar un secreto y
tener un amigo muerto. Nunca un niño debe dejar de recibir ayuda de un adulto de confianza.
Cada uno de nosotros tenemos momentos en que todo parece ir mal, y buscamos escapar del
dolor. Dios nos da esperanza para el futuro; eso nunca cambia. Esa esperanza puede ayudarnos
a pasar por tiempos difíciles. Cuando alguien está sufriendo, lo mejor que podemos hacer
es ofrecer a la persona la esperanza que Dios nos ha dado. Es importante recordar a nuestro
amigo que la vida es un regalo de Dios.
Hasta algunos héroes de la Biblia tuvieron momentos en que pensaban que nadie se
preocupaba por ellos. Se sentían tan desanimados que ya no querían vivir. Vamos a escuchar
un programa de televisión imaginario y veremos cómo dos héroes de la Biblia se sintieron y
qué ayuda recibieron.
Opcional: Si tiene La Biblia en Acción, que los niños lean las historias en páginas 145–149; 388–391.
Pida que pasen al frente los tres estudiantes que escogiste la semana pasada para que lean el drama.
Si no pudiste entregar los guiones de antemano, elige a tres niños que sean buenos lectores. Pide que
lean sus partes con expresión. Esta historia es de Números 11 y 1 Reyes 19.
REPORTERO: ¡Hola! Me llamo (pon aquí tu nombre) y voy a entrevistar a dos famosos hombres de
la Biblia, a Moisés y Elías. Hola, Moisés y Elías. A ustedes se los reconoce como grandes
líderes que sirvieron a Dios; pero pasaron por un gran sufrimiento y depresión. Ambos
pensaron en la muerte para escapar del dolor. ¿Cuándo ocurrió eso?
MOISÉS: Cuando estaba guiando a los israelitas por el desierto hacia la Tierra Prometida me sentí
muy desanimado. No importaba cuánto hacía, el pueblo se quejaba. Yo estaba deprim-
ido y enojado. Sentía que ya no podía soportar más. Eran como niños desagradecidos.
Me sentía muy solo y desalentado.
ELÍAS: Yo sé cómo te sentías. El Señor me dio una gran victoria sobre los falsos profetas del
ídolo Baal. Después, en respuesta a mi oración, Dios puso fin a una sequía de tres años.
¿Crees que alguien me lo agradeció? ¡No! Entonces la malvada reina Jezabel amenazó
con matarme. Nadie me defendió. Me sentí abandonado, vacío y herido. Tenía tanto
miedo que huí al desierto.
MOISÉS: Yo hablé con Dios acerca de eso. Le dije que si me amaba, que me matara, para que ya
no tuviera más problemas.
ELÍAS: Yo también hablé con Dios. Le dije que ya no podía más y le pedí que me quitara la
vida.
REPORTERO: ¡Qué desesperados estaban! Debe haber sido un tiempo muy difícil para ustedes.
¿Cómo les ayudó su fe en Dios para atravesar por esos tiempos tan duros?
MOISÉS: Dios me mostró que no tenía que hacer solo el trabajo de guiar a esa gente quejumbro-
sa. Él me dio setenta auxiliares y me prometió que tendrían el mismo poder de su Espíri-
tu que yo tenía. Ellos facilitarían mi trabajo.
REPORTERO: ¿Qué consejo tienen para las personas que están desanimadas y a quienes les parece
difícil la vida? Tal vez hasta quieran acabar con su vida.
MOISÉS: Díles: “Nunca pongan fin a su vida. La vida es un regalo de Dios y debe ser valorada.
Debemos buscar maneras de disfrutarla y usarla para servir a Dios”. Ésta es la única vida
sobre la tierra que cualquiera de nosotros tendrá. Necesitamos valorarla, aun cuando las
cosas sean difíciles.
ELÍAS: Dios nos dio la vida. Dios es el que mejor nos puede decir cómo usar nuestra vida. Él
tiene planes maravillosos para cada uno de nosotros.
REPORTERO: Gracias a ambos por sus valiosos consejos. La Biblia dice: “Éste es el día en que el Señor
actuó; regocijémonos y alegrémonos en él”. Eso es lo que voy a hacer; voy a regocijarme
y alegrarme porque Dios me ama y yo lo amo.
Da un aplauso juntamente con la clase a los actores, antes de hacer las siguientes preguntas.
• ¿Qué vimos en el drama que hicieron Moisés y Elías cuando les pareció que la vida ya no
tenía significado?
Ellos oraron y buscaron a Dios.
• ¿Qué hacen ustedes cuando se sienten desanimados?
• Dios dio ayudantes a Moisés. ¿Cómo creen que eso le ayudó a superar la depresión?
Al tener a otras personas que lo apoyaran y animaran, ya no se sintió tan solo.
• ¿Por qué creen que Dios le dio a Elías comida y lo dejó descansar antes de que hiciera
algo más por el profeta?
El cuidado de las necesidades físicas puede ayudar a alguien que está deprimido para que
pueda tratar con el dolor emocional.
Tanto Moisés como Elías escucharon a Dios. Cuando estamos desanimados, podemos seguir el
ejemplo de ellos y buscar al Señor. Dios siempre está cerca de nosotros y quiere ayudarnos.
• ¿En qué formas podemos escuchar hoy la voz de Dios?
Leer la Biblia y buscar lo que Dios nos dice a través de las palabras escritas. Preguntarle a amigos
cristianos lo que debemos hacer. Orar y escuchar quietamente para ver si Dios nos habla al
corazón. La oración y el consejo de amigos siempre deben concordar con la Biblia.
3. Respuesta: Hacer un juego acerca del precio del cielo y escuchar testimonios cristianos
de varios compañeros.
MATERIALES
• Biblia
Materiales opcionales:
• Cartel del Versículo para Memorizar
• La Biblia en Acción, páginas 641–644
• Páginas del Alumno
• Lápices de color
• 5 objetos pequeños, como jabón, pelota, velas, peine, etc., y un papel grande escrito con la
palabra CIELO
• Tiras de papel
• Marcador
Jesús prometió que iba a prepararnos lugar en la casa de su Padre. Hay un lugar preparado para ti. Él
viene para llevarte a estar con Él. ¿Crees esto de todo corazón? Si no, ¿qué duda tienes?
Piensa por un momento sobre cómo te imaginas ese lugar. ¿Cómo será? ¿Qué harás allí? Al leer la
Biblia verás que el cielo estará lleno de cosas maravillosas y todo será para la gloria de Dios. Pasa unos
minutos gozándote por tu futuro viaje al cielo. ¡Será maravilloso!
Conexión familiar: Los niños y las niñas suelen ser los que mejor evangelizan en su familia. Tal vez
tengas estudiantes en la clase cuyos padres no conocen las buenas nuevas de Cristo. Esta semana
anima a los padres a que les pregunten a sus hijos lo que aprendieron en la clase acerca de la vida
después de la muerte. Luego anima a los niños a que vayan a su casa a contar a su familia acerca del
amor de Dios y el don de la salvación.
Vida por Vida © 2020 David C Cook. Se permite la reproducción solo para ser usada en el aula. Todos los demás usos requieren autorización por
escrito. Solicítelo por correo electrónico a GlobalResources@DavidCCook.org. Todos los derechos reservados.
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Trimestre 2 Lección 12 Hay vida después de la muerte
LA LECCIÓN
1. Conexión: Comentar sus pensamientos sobre qué pasa
después de la muerte.
Consejo para el maestro: Durante esta lección tendrás la oportunidad de contar tu propia
historia de cómo te convertiste a Cristo. Pasa unos minutos antes de la clase pensando en lo
que dirás.
Pide a los estudiantes que formen grupos de 3–5 y que contesten a la pregunta: “¿Qué pasa después
de la muerte?” Dales unos dos minutos para que comenten sus respuestas, después reúnelos en un
solo grupo. Pide voluntarios que digan una cosa que dijeron en su grupo. En ese momento, no corrijas
ningún concepto equivocado. Más bien, permite que ellos se expresen. Tú les darás la oportunidad de
oír lo que ellos creen y las ideas a las que han sido expuestos antes de llegar a su clase.
Después que los voluntarios hayan expresado sus conceptos, diles que hoy van a aprender lo que la
Biblia dice acerca de lo que pasa después de la muerte. Enfatiza que lo que aprenderán hoy es cierto,
porque así dice en la Santa Biblia de Dios.
ofrendas, y hacen cosas como la limpieza de tumbas para que nada malo les suceda.
Pide que los estudiantes que levanten la mano si han oído este concepto antes.
Algunas personas creen que los muertos van al purgatorio, donde trabajan para recibir perdón
de sus pecados y así poder ir al cielo.
Pide que los estudiantes levanten la mano si han oído este concepto antes.
Algunas personas creen que los que aman a Dios y confían en Él tienen la invitación de vivir
con Él en el cielo y ser parte de su amada familia para siempre. Esto es lo que la Biblia enseña.
El cielo es el hogar de Dios. Es un lugar de alegría, donde las personas que confiaron en Jesús
disfrutan de una amistad sin fin con Dios. Esto es lo que creen los cristianos.
Pide que los estudiantes levanten la mano si han oído este concepto antes. Explica que este concepto
es la verdad acerca de lo que sucede después de la muerte y que se va a hablar más sobre este tema.
Opcional: Si tienes La Biblia en Acción, pide a los niños que lean la historia en las páginas 641–644.
Hemos hablado antes acerca de que Jesús murió por nuestros pecados para que seamos
perdonados. Pero Jesús no solo murió. Él también resucitó de entre los muertos. Jesús es el
único que ha hecho esto. ¡Jesús venció la muerte! Por esta razón, podemos buscar en Jesús la
dirección de Dios acerca de la vida y la muerte.
La Biblia enseña que nuestro cuerpo y nuestro espíritu resucitarán después de la muerte. Los
cristianos sabemos que tendremos vida eterna y viviremos eternamente con Jesús. Los que
aman a Jesús pueden estar absolutamente seguros de lo que pasará cuando mueran. Irán al
cielo para ser parte de la familia de Dios.
Cuando un cristiano muere, sus amigos cristianos saben que lo verán nuevamente cuando
ellos mueran. Jesús ha prometido que los cristianos estarán con Él en el cielo. Por supuesto, si
un amigo muere estamos tristes porque no lo podemos ver cada día en la tierra, pero sabemos
que la muerte en la tierra no es el fin.
Lee los siguientes dos pasajes directamente de la Biblia, si es posible. Asegúrate de que los niños
comprendan que son versículos de la Biblia, la Palabra de Dios. Si utilizas el Cartel del Versículo para
Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Escuchen algunas cosas que Jesús dijo en la Biblia:
• ¿Qué dijo Jesús que pasará con los que lo aman, cuando muera el cuerpo físico?
Vivirán con Jesús para siempre, porque creyeron en Él.
• ¿Qué significa lo que dijo Jesús cuando dijo: “Yo soy la resurrección”?
Jesús resucitó de la muerte y vive para siempre. Si eres cristiano, también vivirás para siempre.
Jesús es la vida y Él da vida.
• ¿Cómo te imaginas que es el hogar que Jesús nos está preparando en el cielo?
Les voy a leer un versículo del Salmo 16. Lo leeré dos veces y después me dirán cómo será
nuestro hogar en el cielo con Jesús.
Pide que los estudiantes digan cómo creen que va a ser para los cristianos vivir con Jesús en el cielo
algún día. Si es necesario, defina la palabra “eterna”, que dura para siempre.
Voy a leerles lo que el libro de Apocalipsis dice acerca del cielo. Lo leeré dos veces. Después,
quiero que me digan lo que no habrá en el cielo.
Pide a los estudiantes que digan lo que no habrá en el cielo, según este versículo de la Biblia.
El cielo es el hogar de Dios. Después de su resurrección, Jesús fue al cielo para vivir con su
Padre. El día que a nosotros nos toque morir, si somos cristianos, también vamos a ir al cielo
para estar con Dios nuestro Padre.
Si los estudiantes tienen preguntas acerca del juicio, habla acerca de este tema. La Biblia dice que los
que han servido a Dios serán bienvenidos a su hogar celestial. La gente que no ha servido a Dios y que
no lo ama estará separada de Él por siempre. Este es un castigo horrible.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, da unos minutos para que los niños dibujen cómo creen que
será el cielo.
Al llegar al último objeto, el “Cielo”, coloca un precio muy alto. Después que los niños respondan,
diles que el precio del cielo es tan alto que nadie puede pagarlo. Pero Jesús pagó el precio, para que
cualquiera que lo recibe como su Salvador pueda entrar gratuitamente.
Materiales opcionales:
Si usas los materiales opcionales, coloca en una mesa los objetos que trajiste, con un papel que tenga
el precio más alto o más bajo que dirás a la clase. El verdadero precio del objeto puede estar escrito al
dorso del papel. Sigue las instrucciones para el juego que se han dado más arriba.
Opción final
Como hemos dicho antes, Jesús pagó el precio para todos los que creen en Él y lo aceptan
como su Salvador. Si eres cristiano, entrarás al cielo porque Jesús pagó el precio por ti.
Cuenta a los niños tu propio testimonio de salvación. ¿Cómo llegaste a conocer y amar a Jesús? ¿Qué
ha hecho Jesús en tu corazón y en tu vida? Basta con tres minutos para contar tu testimonio. Luego
pide a uno o dos niños que digan cómo llegaron a conocer y amar a Jesús. Si ellos no saben qué decir,
dales algunas sugerencias, tales como: ¿cuándo oíste por primera vez acerca del amor de Dios? Dinos
¿cómo te convertiste en cristiano?. ¿Cómo es tu vida y tu corazón diferente ahora, después de conocer
a Cristo? Agradece a los estudiantes que dieron su testimonio.
Consejo para el maestro: Algunos de los niños pudieran estar preocupados por familiares
que han muerto sin conocer a Cristo. Te pueden preguntar qué ha pasado con los miembros de
su familia. Maneja estas preguntas con mucha sensibilidad. La Biblia enseña que las personas que
no aman a Dios no son parte de su familia celestial. Ésta es una de las razones por las que es muy
importante que los niños oigan acerca del amor de Dios y que lo acepten. Diles que Dios es el
único que sabe con seguridad si sus familiares lo conocieron y lo amaron. Anima a los niños a que
todos los días oren por los miembros de su familia (vivos, no muertos), y que pidan a Dios que los
use a ellos o a otro cristiano para mostrarles lo que significa ser parte de la familia de Dios.
Ahora vamos a agradecer a Dios por este increíble regalo. Si ya has aceptado el regalo de la
salvación de Dios y si has decidido seguir a Cristo, haz la forma de un corazón con los dedos y
ponlo sobre tu corazón. Si aún no has entregado tu vida a Cristo y tal vez tengas preguntas, haz
la forma de un corazón con los dedos y ponlo frente a ti, como diciendo que tienes preguntas.
Amado Padre, Dios nuestro, estamos muy agradecidos de que Jesús abrió el camino para
los que aceptan tu regalo, para que lleguen a ser parte de tu familia y así vivan contigo para
siempre en el cielo. Si tenemos preguntas, muéstranos las respuestas. A los que ya somos de tu
familia, ayúdanos a testificar de ti.
Consejo para el maestro: Consulta la información de cómo guiar a un niño a Cristo que hay
al principio de esta Guía “Camino de Salvación”, como ayuda para responder a cualquier pregunta
que ellos puedan tener acerca de cómo recibir a Cristo como su Salvador. Habla con los niños que
tengan preguntas sobre cómo entregar su vida a Cristo..
Finaliza la clase dando esta bendición a los niños, basada en Hechos 2:28.
Bendición: Dios te ha dado a conocer el camino de la vida. Él te ama y tiene un hogar en el cielo
para cada persona que cree en Él. Que el Señor te llene de alegría en Su presencia, hoy y siempre.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
“Te Bendeciré” https://youtu.be/-UN5tobBkQQ
3. Respuesta: Tener la oportunidad de seguir a Jesús, Emanuel, así como hicieron los magos.
MATERIALES
• Biblia
Materiales opcionales:
• Cartel del Versículo para Memorizar
• Papel
• Lápices de color
• La Biblia en Acción, páginas 526–529; 532–537; 538–541
• Adornos, como serpentinas, globos, etc.
• Música de Navidad
• Refrigerio
• Páginas del Alumno
El profeta Isaías profetizó la venida del Mesías con estas palabras: Emanuel, Dios con nosotros. En Juan
1:14, las palabras en el idioma original literalmente significan: “Dios puso su tienda de campaña entre
nosotros”. La promesa de Isaías parecía casi imposible, de que el Dios del universo vendría a la tierra
para vivir entre ellos, en su vecindario. Entonces, una noche como cualquiera, en un establo común,
nació un bebé extraordinario.
Jesús era Dios vestido de carne. Al prepararte para enseñar a los niños la increíble historia del
nacimiento de Jesús, dedica tiempo para reflexionar sobre lo milagroso que es. Te sugerimos que
leas Lucas 2:1–40 y Mateo 1:18—2:23. Después de cada ejemplo en la lectura, de la fidelidad de Dios,
deténte a expresar su maravilla y a alabar el nombre del Señor. ¡Dios está con nosotros!
Vida por Vida © 2020 David C Cook. Se permite la reproducción solo para ser usada en el aula. Todos los demás usos requieren autorización por
escrito. Solicítelo por correo electrónico a GlobalResources@DavidCCook.org. Todos los derechos reservados.
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Trimestre 2 Lección 13 Emanuel: Dios con nosotros
Conexión familiar: Es posible que haya estudiantes en tu clase cuyos padres no conocen la historia
del nacimiento de Jesús. Saben lo que es la Navidad, pero no conocen su significado bíblico. Esta
semana, anima a los niños a contar a sus padres la historia del nacimiento de Jesús.
LA LECCIÓN
1. Conexión: Hacer un juego que presenta la historia de la
Navidad.
Materiales opcionales:
Hoy tendrás una lección de celebración donde enseñarás a tus alumnos sobre el maravilloso
nacimiento de Jesucristo, nuestro Salvador. ¡Es motivo de celebración! Si es posible, prepara un
ambiente festivo. Adorna el salón de clases y toca música de Navidad cuando lleguen los niños.
También, si es posible, ofrece un refrigerio al final de la lección.
Opción final
Da un cordial saludo de Navidad para dar la bienvenida a los niños cuando lleguen a la clase de hoy.
Algunos de tus alumnos quizá nunca han celebrado la Navidad y ésta podría ser la primera vez que
oigan la historia del nacimiento de Jesús. Enseña esta lección como si estuvieras abriendo el mejor
regalo jamás dado, ¡porque lo es!!
Hoy vamos a conocer la historia del nacimiento de Jesús. En la historia, unos hombres sabios,
siguieron una estrella que los guió a una persona muy importante. En su viaje, tuvieron que ser
prudentes para no encontrarse con un rey malo, muy enojado. Vamos a hacer un juego en que
todos siguen a la estrella, pero tienen que ser sabios para que no les atrape el rey.
Así vamos a jugar: formen un círculo. Voy a escoger a una persona para que sea el rey. El rey
pasará al centro del círculo y se tapará los ojos. Mientras tiene los ojos cubiertos (¡sin mirar
a escondidas!), voy a mostrar al resto del grupo quién será nuestra estrella. La estrella hará
movimientos cuando el rey no esté mirando. Todos los demás serán los sabios que van a seguir
los movimientos de la estrella, ya sea que mueva la cabeza, que mueva el cuerpo, o que haga
cualquier otro movimiento. La estrella puede cambiar de movimientos en cualquier momento.
Cuando le diga al rey que abra los ojos, él debe tratar de averiguar quién es la estrella. El truco
es que no miren a la persona que es la estrella, porque al rey se le da sólo tres oportunidades
para que acierte quién es la estrella.
Reúne a los estudiantes en círculo y elige al rey y a la estrella. Jueguen a seguir a la estrella. Después
que el rey intente acertar tres veces para descubrir quién es la estrella, sea que acierte o no, empieza
de nuevo el juego. Elige a otros dos estudiantes para que hagan el papel del rey y de la estrella.
Recuerda que el rey debe taparse los ojos antes de que tú eligas a la estrella. Jueguen dos o tres veces.
Cada grupo debe leer la historia y preparar un drama improvisado para contar la historia a toda la clase.
Después de diez minutos, reúna a los grupos para que cada uno presente su parte de la enseñanza
bíblica de hoy. Si usas esta opción, no narres la historia sino usa sólo las preguntas al final de esta sección.
Opción final
Ésta es una historia verídica, de dos personas que se habían comprometido para casarse.
¡Algo increíble les pasó! María y José eran una linda pareja. María era una mujer buena, que
amaba a Dios con todo su corazón; ella sería una buena esposa para cualquier hombre. María
estaba comprometida con José. José también amaba a Dios. Porque amaba a Dios, estaba
preocupado sobre cómo manejar la situación que se había desarrollado con su novia. Él
pensaba que la conocía; ahora se había enterado de que ella estaba embarazada. José no
era el padre. Ella le había contado de la visita de un ángel y de que el niño que venía era del
Espíritu Santo. Parecía imposible.
La Biblia no lo dice, pero podemos imaginar que las sandalias de José levantaban polvo en el
piso de su taller de carpintería, y que su estómago estaba hecho nudos. Imaginemos que José
ponía en orden sus herramientas y a la vez trataba entender sus pensamientos. Se preguntaba
qué debía hacer. Por último, tomó su decisión: iba a dejar secretamente a María. Era la mejor
manera de salvar su reputación y la de ella.
• ¿Qué habrías hecho si fueras José?
Con la decisión tomada, José se acostó. Un ángel del Señor se le apareció en sueños esa misma
noche. El ángel le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María como tu esposa, porque el
niño que va a tener es del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados”.
José puede haberse agitado en el sueño; puede haber recordado las palabras del profeta Isaías,
que había aprendido cuando era niño.
Si es posible, lee Isaías 7:14 directamente de la Biblia. Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar,
muéstralo a los estudiantes.
Cuando José se despertó, hizo lo que el ángel le había ordenado: tomó como esposa a María. Y
cuando nació el niño, le puso por nombre Jesús.
En hebreo, el idioma que hablaba Isaías, Emanuel significa “Dios con nosotros”. Por muchos
años Dios había guiado a su pueblo. Pero desde que el primer hombre y la primera mujer
pecaron, Dios no había caminado con su pueblo. Eso cambió el día en que nació Jesús. Jesús es
Dios, y Él dejó su trono en el cielo para venir a vivir en la tierra. Jesús es Emanuel, Dios que vive
entre nosotros.
• Si Jesús viniera a vivir en nuestro pueblo [nuestra ciudad], en tu vecindario, y te
encontraras con Él cara a cara, ¿qué harías?
• ¿Qué le dirías a Jesús?
• ¿Qué les dirías a las personas que no lo conocen?
Al tiempo del nacimiento de Jesús, unos magos (que eran sabios importantes en su país) viajaron
desde muy lejos en busca del rey de los judíos. Estaban deseosos de encontrarse con Él para
adorarlo y ofrecerle sus regalos. Por eso, cuando llegaron a Jerusalén, preguntaron acerca de
Él. Escuchen lo que preguntaron:
Si es posible, lee Mateo 2:2 directamente de la Biblia. De lo contrario, el versículo está impreso aquí:
Cuando el rey Herodes, gobernante del pueblo judío, se enteró de sus preguntas, se sintió muy
molesto. Estaba preocupado de que este nuevo rey le usurpara el trono, así que preguntó a los
líderes religiosos dónde debía nacer el Salvador prometido. Le dijeron que los profetas habían
dicho que nacería en Belén. Entonces Herodes dijo a los sabios de Oriente que fueran a Belén a
buscar al nuevo rey. También les pidió que regresaran para decirle dónde estaba el niño, para
que él también vaya a adorarlo.
Después de hablar con el rey los sabios de Oriente siguieron su camino. Por encima de sus
cabezas brillaba la estrella que habían visto en su país, y que los había guiado por el camino
que debían seguir. Seguramente este nuevo rey era alguien especial, si hasta las estrellas se
sentían atraídas a Él.
Los sabios se llenaron de gozo cuando la estrella finalmente se detuvo sobre la casa donde
estaban María, José y Jesús. Al ver a Jesús, se admiraron. Inclinándose, lo adoraron, y le
ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. Éste era el verdadero Rey.
La noche antes de que viajaran de regreso a su tierra, un ángel advirtió a los hombres sabios en
sueños de que no volvieran a Herodes, por lo que regresaron por otro camino. Dios sabía que
Herodes quería matar a Jesús. Dios mostró esto a José en un sueño, en que le advirtió de que
escapara con Jesús y María a Egipto.
Herodes pronto descubrió que los sabios de Oriente le habían engañado, ¡y estaba furioso!
Ordenó que se matara en Belén a todos los niños menores de dos años. Fue un acto cruel de un
hombre desesperado, que quería proteger su poder.
• ¿Conocen a alguien que ha sido cruel solo para ejercer poder? ¿Qué piensan de esa clase
de poder?
• La idea de Dios de un gobernante, comenzó con un bebé inocente, que crecería hasta
hacerse hombre y dar su vida por su pueblo. ¿Cómo te hace sentir esto?
José cuidó de Jesús en Egipto, hasta que un ángel del Señor se le apareció de nuevo en sueños
y le dijo que podía regresar a su tierra. José obedeció y viajó con su familia nuevamente.
Fueron a vivir a Nazaret.
Pide que los niños formen parejas con alguien sentado cerca de ellos. Haz las siguientes preguntas,
una a la vez, y dales un minuto para que comenten la pregunta con su pareja. Después pide a dos o
tres parejas que den su opinión a la clase.
• ¿Cuál les parece que es la parte más importante de esta historia? ¿Por qué?
• ¿Cómo reaccionaron los sabios de Oriente al nacimiento de Jesús?
• ¿Cómo reaccionó el rey Herodes al nacimiento de Jesús?
Consejo para el maestro: Habla con cualquier estudiante que haya hecho por primera vez
un compromiso de seguir a Cristo. Consulta las instrucciones de cómo guiar a un niño Cristo que
está al principio de esta Guía. Habla con el niño del maravilloso regalo de la salvación. Si así lo
quiere, guíalo en oración, para que pida a Dios el perdón de sus pecados y acepte el regalo de la
salvación. Dile que si tiene preguntas, en cualquier momento puede acercarse a ti. ¡Alégrate con el
niño y celebra esta transformadora decisión de valor eterno!
Pide que los niños estén de pie en silencio mientras les impartes esta bendición.
Bendición: Jesús es Emanuel, Dios con nosotros. Por medio de Él, puedes tener amistad con el
Dios del universo. Sigue, como los magos, el camino que conduce a nuestro Salvador.
En lo posible aparta un tiempo para realizar una celebración junto a los estudiantes, compartiendo un
alimento saludable y escuchando y cantando canciones navideñas. Diles que este es un tiempo de
mucha alegría.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
“Te Bendeciré” https://youtu.be/-UN5tobBkQQ