El Verdadero Amor

Kevin Samuel Pérez Morazán
20121016222
El amor eterno
Muchas personas nos preguntamos cual es el secreto del amor verdadero, y el porque
de los matrimonios que fracasan, todos buscamos una relación que dure para siempre,
pero muy pocos llegan a la meta. Éste es el caso de doña Amanda Castro viuda de
Sevilla, con 79 años de edad, quien expresa nunca haber amado a nadie más que a su
esposo.
Fue una tarde soleada, las nubes formaban figuras de todas clases y tamaños, las
campanas de una iglesia resonaban invitando a los feligreses a la misa del domingo,
Amanda asistía a una iglesia de otra denominación, conocida como evangélica o
protestante, fue en ese lugar donde por primera vez sus ojos brillaron al ver a Ramón
Sevilla, quien llego a pedir posada al pastor mientras ella sacudía las bancas del
tabernáculo con mucha devoción, Ramón era comerciante, vendía libros, ropa, camas
entre otras cosas, como el también era de la misma denominación religiosa e iba de
ciudad en ciudad, sus pastores le habían aconsejados pedir refugio en cada iglesia de
los lugares que el visitaba para vender su mercadería.
Siempre lo miraba de reojo y una de las cosas que mas me atrajo de su persona era
que siempre pasaba ocupado, sino estaba trabajando, estaba orando o invitando a las
personas para las reuniones que se hacían por las noches en el templo, expresó
Amanda.
Asegura que prácticamente él vivía en la iglesia y ella como se podrán imaginar, iba
muy seguido, más que de costumbre y cuando ella lo miraba sentía que su corazón no
cabía en su pecho porque saltaba de emoción, le guastaba ver su sonrisa inquieta
virada levemente hacia la derecha, como es normal en muchas personas, las entradas
de su frente como bahía misteriosa en la que quisiera quedarse toda una vida, éstas y
muchas más eran las cualidades que Amanda veía en él.
Por alguna razón, Sevilla que era nómada de la vida se había establecido en esa misma
iglesia, gracias a su dedicación en la obra de Dios llego a ser la mano derecha del
pastor, aseguro Castro.
Nos inscribimos en un instituto bíblico, fuimos amigos, compañeros y confidentes por

tres hermosos años, su problema era mi problema, y mi problema el suyo, todas las
noches no dormía pensando en el y no veía la hora en amaneciera para poder verlo. Él
no era ningún literato pero casi todos los días me escribía cartas con poemas que
aunque no le salían muy bien a mi me gustaban, solo por el hecho de tomarse la
molestia de escribirlos, relató Amanda.
Pasado el tiempo me pidió ser su novia, aún recuerdo ese momento como si fuese
ayer, eran como las seis de la tarde cuando rayaba el sol, me hablo desde la segunda
planta del edificio y me dijo que tenia que decirme algo, yo lo espere, el estaba algo
nervioso y con una flor en la mano que poco creo que la haya comprado porque de
esas mismas flores habían en el solar trasero de la institución, me dijo con voz
titubeante: bueno la conozco desde casi ya tres años y desde el día que la vi sentí algo
en mi corazón que usted es la persona con la que debo estar, si me diera la
oportunidad de que fuésemos mas que amigos me haría muy feliz.
Después que ramón hubo declarado su amor, Amanda con una sonrisa dibujada en su
rostro le dijo que sí. Fueron novios un año y tres meses, ramón cada vez era mas
romántico y llego el día en el que le propuso matrimonio un 11 de abril, ella ya sabía
que el era el hombre de su vida, puesto que ella lo conocía como la palma de su mano,
sabia que no tenia vicios y era muy responsable así que le dijo que si, pero antes tenia
que pedir la mano a mis padres, expresó.
Ella confesó que Sevilla llego un día sin dar previo aviso y llamando a la puerta por su
nombre le abrió su padre quien ya lo conocía, le pregunto a que venia y el con voz
temblorosa le dijo: vengo a pedir la mano de su hija, hace mas de cuatro años que la
conozco y siento que es la mujer de mi vida, después de una minuciosa platica con sus
progenitores aceptaron darla en casamiento y la boda se programó para el 20 de
marzo.
Pienso que todo lo que dicho anteriormente es la clave del éxito en nuestro
matrimonio, nunca lo vi con ojos de interés, tuve mucho tiempo para conocerlo y él
también a mí. Lo nuestro fue amor a la antigua, puro, sincero y por la voluntad de Dios,
si volviera a nacer mil veces, mil veces lo aceptaría como mi esposo, conocerlo fue algo
maravilloso no tengo palabras para expresar lo feliz que fui con él, aun hasta el día de
su muerte, todavía sigo pensando porque el cura o el pastor expresan las palabras
“hasta que la muerte los separe”, quizás el ya no exista en este mundo, pero vive en mi
corazón y eso es lo que importa, aun tengo la fe que lo volveré a ver, quizá no como
marido, o amigo, o confidente, quizás lo veré como un hermano, también espero verte
a ti, expresó Amanda castro viuda de Sevilla, con los ojos vidriados como quien quiere
llorar.
Según el psicólogo Iván Hernández las principales razones para que un matrimonio
decida separarse se cuentan con los dedos de una mano. En la mayoría de las
demandas de divorcio la causal que invocan es la de abandono, malos tratos e
infidelidad. La mayoría son jóvenes, los matrimonios actualmente no duran mucho y
las que mas interponen demandas de divorcio son mujeres ya no existe tolerancia,
todo lo arreglan con el divorcio, expresó.
Asimismo Hernández nos dice que es difícil señalar razones específicas de porque las
parejas se separan y aunque las separaciones han aumentado notoriamente en la
actualidad, se podría decir que influyen circunstancias individuales, familiares,
convivencia de la pareja, culturales, religiosas, etc. De hecho, culturalmente los
motivos han variado, antiguamente una razón recurrente era la “incompatibilidad de
caracteres”, luego la “incomunicación”, el “haber dejado de amar”, y siendo
la “infidelidad”, el últimos mal de este siglo.
Según la base de datos del Centro Electrónico de Documentación e Información

Judicial, un total de 7,111 parejas decidieron separarse y presentar la demanda de
manera contenciosa ante el Juzgado de Familia, es decir, con pleito de por medio, en el
que una parte demanda a la otra. Otras 3,426 parejas presentaron la demanda con
mutuo consentimiento, es decir que las dos partes están de acuerdo en divorciarse,
esto en los últimos diez años, y se presentaron en el Poder Judicial un total de 36,886
demandas de divorcios, es decir, un promedio de 10 por día. Son 36,886 parejas que
un día aceptaron conformar un matrimonio, pero por diversas razones decidieron
disolverlo.

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