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Audrey

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PERSONAJES

😈<<{Audrey}>>😈 Becker, Klein, Meyer, Koch 23 años


Castaño ojos cafe
Narro:21
Follo: cap 7

🥵<<{Axel}>>🥵 Becker, Klein, Meyer, Koch 23 años


Princesa - vida
Castaño ojos cafe

ra

Narro: 6
Follo: cap 1, cap 15

🤤<<{Volker}>>🤤 Becker, Klein, Meyer, Koch 22 años

er
Preciosa - Muñeco
Pelinegro ojos grises


Narro:5
Si
Follo: cap 1, cap15

🛐<<{Elliot}>>🛐 Moreau 24 años


Ángel - Demonio - Bonito
Castaño ojos celestes
ce

👅
Narro:4
Follo: cap12, cap 15

🫦<<{Hermann}>>🫦 Müller 23 años


ni

Bonita - rubio
Rubio ojos verdes
Narro:3
Follo: 1 cap 9, cap 15
Ja

👅<<{Hassan}>>👅 Rahal 25 años


Corazón - Adonis
Castaño ojos verdes
Narro:2
Follo: cap 15,

🌡️<<{Alessandro}>>🌡️ Santoni 26 años


Tesoro - Honey
Castaño ojos mieles
Narro: 2
Follo: cap 15,
🍆<<{Kirill}>>🍆 Sokolov 24 años
Amor - Dulzura
Pelinegro ojos azul grisáceo
Narro: 3
Follo: cap 44

🍭<<{Artem}>>🍭 Sokolov 45 años


Nena - Ricura
Pelinegro ojos azul grisáceo
Narro:3
Follo: cap 44

ra
💥<<{Massimo}>>💥 Moretti 26 años
Hermosa - Pizarra
Castaño, barba, ojos grises

er
Narro:2
Follo: cap 39

Ekaterina Sokolova 20 años


Si
Castaña oscuro ojos verde agua

Otto Schmidt 24 años


ce

Castaño ojos cafe

Elizabeth Sokolova 20 años

castaña ojos grises


ni

Daria Popova 44 años


Ja

Castaña ojos verde agua

Emojis que sirven

👀👀. 🚫🚫. ☢️☢️. ⚠️⚠️. 📲📲. ☢️. 💬. 📱📱. 🔥CAPITULO 🔥. [•••]


DESCRIPCION
😈Audrey😈
Axel: No nos hagas esto princesa.
Solo somos unos estúpidos adolescentes de 15 y 16 años, pero yo tengo algo en mente que
no está a discusión.

Volker: Por favor preciosa…

No pararé, ellos deben entender.

Las manos de ambos están haciendo puños las sábanas debajo de ellos mientras mis
manos continúan con el movimiento.

Audrey: Yo los amo, no pueden huir de mí.

ra
Se que ellos también lo hacen, pero estúpidamente piensan que es mejor hablar con otras
niñas.

Audrey: Son míos, solo míos, ¿Entendieron?

er
Sigo moviendo mis manos y pongo mi pulgar en el agujero de la punta.

Axel: Joder… si princesa siempre fuimos tuyos…


Si
Volker: Nunca hubo alguien más…

Sonriendo feliz continuó con los movimientos.


ce

No tengo ni puta idea de lo que hago, investigué bastante antes de hacer esto y me
satisface ver qué les gusta.

Ya admitieron que son míos, ahora no hay nada en el puto mundo que los haga deshacerse
de mí.
ni

[Años más tarde]


Ja

Nunca fui una santa y nunca lo seré, pecar siempre fue lo mío, siempre fue lo que más me
satisfacía.

En especial con ellos.

Pero son duros, no comprenden fácil, así que entenderán con acciones que me pertenecen.

CAPITULO 1
Audrey 16 años…

😈<<{Audrey}>>😈
Entro en la habitación que mis hermanos Axel y Volker comparten, decidida a hacerles
saber mis deseos, estoy jodidamente enojada, hay ira quemando fuertemente en mi interior,
tanta que estoy descontrolada por aclararles las cosas a mis hermanos.

Pero respiro, calmando mi temperamento cuando la mirada de ambos viaja hacia mis ojos,
ambos se encuentran acostados en la cama de Volker, con sus celulares en sus manos,
haciendo tiempo para dormir, así que caminó hacia ellos decidida.

No me andaré con rodeos, se lo que quiero y no hay nada que deteste más que hacerme la
estúpida.

Audrey: Déjenme un espacio en el medio, quiero dormir con ustedes.

ra
Claramente ellos no comparten cama, pero lo hacen cuando yo se los pido.

Axel: ¿Tienes algo debajo de esa remera?

er
Bajo mi mirada a mis muslos desnudos recordando solo estar en bragas debajo de la
remera de mi mellizo.

Audrey: No.
Si
Volker: Ponte algo entonces si quieres dormir con nosotros.

Audrey: Agradezcan que me pongo la remera cuando me gusta dormir desnuda.


ce

Me subo a la cama ignorando sus malas miradas o el hecho de que se pongan de costado
rápido cuando un bulto se hace presente levantando la sábana que cubre la parte inferior de
su cuerpo.

Me acuesto entre medio de ellos, sus torsos presionandose contra mis brazos, sus rostros
ni

tensos fijos en el mío, sus respiraciones llegan a mis mejillas erizando mi piel.

Desbloqueé el teléfono que tenía en mi mano y entré a instagram, viendo las historias de
Ja

algunos compañeros de clases.

Nada lo suficientemente atrayente como las dos personas a mis lados.

Volker: ¿Quién es él?

Axel: ¿Jerry? Incluso el nombre es una asquerosidad, ¿Qué haces viendo sus historias?
Bloquealo.

Cuanta hipocresía.

Audrey: ¿Por qué? Me parece lindo.


Mentira, me parece el chico más común de este planeta, sus ojos no brillan como los grises
de Volker, su sonrisa no colorea mis días como la de mi mellizo y su cuerpo no está tan
formado como el de ellos y eso que es mayor.

Y miente, constantemente.

No tolero las mentiras y nunca lo haré, si alguien me miente por más mínima que sea la
cosa puede estar seguro de que hace su vida un puto sufrimiento.

Detesto que me mientan, mis padres lo hicieron por mucho tiempo y jodidamente los
entendí después de su explicación, pero incluso así, ya no tolero una mínima mentira.

Por supuesto entiendo a mis padres cien por ciento ¿Quién querría decirle a sus hijos que

ra
son producto de una violación? Estoy muy feliz y agradecida con ellos, porque nos aman de
todas formas, nunca han hecho diferencia entre nosotros y mis demás hermanos y esa es la
razón por la que nunca podría renegar de mis padres por esa mentira.

er
Sería diferente si mi madre hubiera engañado a mi papá Adler o si le hubiera dicho que se
hiciera cargo de algo que tuvo antes de él, no fue consensuado e igualmente todos nos
amaron como propios.
Si
Por qué lo somos, padre no es el que engendra sino el que cría y brinda amor y ellos nos
dieron el mundo entero a nosotros.

A pesar de que los hemos estafado muchas veces.


ce

Volker: ¿Ese te parece lindo? Está escuálido.

Axel: Tiene el cabello opacó.

Volker: Tiene rostro de niño bien, no te gustan los niños bien.


ni

Tiene razón, son algo aburridos.


Ja

Axel: Bloquealo no me gusta para ti.

Idiota, claramente no te gusta para mí porque no eres tú.

Ruedo mis ojos y sigo pasando las historias pero no bloqueo al chico, no hasta que ellos
hagan lo mismo.

Empiezo a subir una foto vieja, que me tome en Italia, tomando sol en bikini recostada de
espaldas en una reposera junto a la piscina.

Volker: No puedes subir eso.

Axel: Claro que no, ¿Tu viste todos los comentarios pervertidos que tienen tus fotos? En
ellas tienes ropa en la que estás a punto de subir no.
Audrey: Tengo el bikini que cubre lo que nadie debería ver, es suficiente.

Se muy bien que a ellos no le molesta lo que me pongo, pero les molesta que lo que más
destaqué de esa foto sean mis bronceadas nalgas, que claramente es lo primero que
notarán todos los pervertidos que dejan los comentarios en mis fotos, porque sí, he visto los
comentarios.

Volker: No puedes.

Arrebata el teléfono de mis manos y lo aleja lo más posible de mi mientras saca la foto que
iba a subir y entra al perfil del chico que dije que era lindo, me monto sobre él intentando
sacarle el teléfono, pero solo lo aleja más.

ra
No me pasa desapercibido el bulto que se presiona contra mis nalgas cuando me siento
sobre él con los brazos cruzados, ha quedado estático en su lugar mirándome fijamente con
una mirada perturbada y excitada.

er
Volker: Uhm debemos dormir.

Dice con voz ronca mientras tira mi teléfono al suelo y apaga la luz antes de sacarme de
Si
encima de él y volver a acostarme en el medio, ambos se dan la vuelta dándome la espalda
mientras yo pongo mis brazos debajo de mi cabeza mirando el techo.

Esperando silenciosamente mi momento de actuar, porque la ira no se ha ido, sigue


quemando con fuerza mi interior.
ce

Sé que han pasado horas y mis hermanos están durmiendo, lo sé por la forma tan pacífica
en que sus pechos se mueven.

Desgraciadamente para ellos dormidos se giraron para acostarse sobre sus espaldas, la
ni

sábana ha quedado atrapada entre sus pies revelando sus cuerpos solo cubiertos con un
bóxer, sonrío mientras me siento en la cama, el plan está saliendo tal cual lo tenía en mente
y eso me satisface.
Ja

Bajo lentamente mis manos por sus cuerpos y las adentro en sus bóxers, agarrando con
cada mano sus pollas que crecen bajo mi palma.

Bajo el boxer de ambos liberando sus pollas y vuelvo a envolverlas con el calor de mis
manos mientras empiezo a masturbarlas.

Subo y bajo mis manos alrededor de sus pollas, disfrutando cuando la gota de pre semen
sale de la punta, con mi pulgar la desparramó sobre la cabeza, ambos se estremecen y
empiezan a despertarse parpadeando rápidamente con el ceño fruncido.

Axel: No nos hagas esto princesa.


Solo somos unos estúpidos adolescentes de 15 y 16 años, pero yo tengo algo en mente que
no está a discusión.

Volker: Por favor preciosa…

No pararé, ellos deben entender.

Las manos de ambos están haciendo puños las sábanas debajo de ellos mientras mis
manos continúan con el movimiento.

Audrey: Yo los amo, no pueden huir de mí.

Se que ellos también lo hacen, pero estúpidamente piensan que es mejor hablar con otras

ra
niñas.

Audrey: Son míos, solo míos, ¿Entendieron?

er
Sigo moviendo mis manos y pongo mi pulgar en el agujero de la punta.

Axel: Joder… si princesa siempre fuimos tuyos…


Si
Volker: Nunca hubo alguien más…

Sonriendo feliz continuó con los movimientos.

No tengo ni puta idea de lo que hago, investigué bastante antes de hacer esto y me
ce

satisface ver qué les gusta.

Ya admitieron que son míos, ahora no hay nada en el puto mundo que los haga deshacerse
de mí.
ni

Sigo masturbandolos, asombrándome cuando ambos acaban, soltando semen en mis


manos y su vientre, es… espeso y caliente…
Ja

Audrey: Dejarán de hablar con todas esas chicas que se les acercan y las bloquearan de
sus redes.

Volker: Joder preciosa cómo pudiste hacernos esto.

Me mira asombrado y excitado.

Axel: Haremos todo lo que quieras princesa, pero vuelve a hacernos esto.

Señala el desastre de mi mano y su vientre y sonrió.

Audrey: Todo lo que quieran mientras hagan lo que dije.


CAPITULO 2

Audrey 23 años…

Actualidad…

🤤<<{Volker}>>🤤
Entramos en nuestra empresa a paso firme, nuestra hermana Audrey siempre un paso por
delante de nosotros con la mirada al frente mientras y porte intimidante.

Pasamos entre medio de nuestros empleados que se alejan al ver la mirada de Audrey, esa

ra
es la razón por la que va adelante, con su simple mirada se asegura de que nadie se nos
acerque a nosotros y nosotros vamos por detrás asegurándonos lo mismo con ella.

Y viendo su precioso trasero en el que estuve enterrado hace solo media hora.

er
Sonrío por eso, no puedo sentirme más feliz y satisfecho a su lado.

Nuestra asistente se acerca a nosotros y Audrey disminuye el paso, todos tragan


Si
audiblemente cuando el paso de mi hermana se vuelve lento y más intimidante, las miradas
se desvían para no cruzarse con la de ella mientras Ester nuestra asistente llega a nosotros.

Es una señora mayor ya, por eso caminamos lento, no queremos que se canse corriendo
detrás de nosotros, le sonreímos cuando llega hacia nosotros y la saludamos al igual que
ce

ella.

Audrey: Buenos días Ester espero que haya amanecido bien por qué hay varias reuniones
¿Verdad?
ni

Ester: Buenos días niños Becker, han llamado para cancelar dos reuniones, solo hay tres
que están previstas para la tarde.
Ja

Camina por delante justo al lado de nuestra hermana y se sube al ascensor junto a
nosotros.

No tratamos mal a nuestro empleados, en realidad tenemos consciencia en que si mejor los
tratamos y más beneficios obtienen mejor harán su trabajo, lo harán con más ganas, más
pasión, pero eso no quita el hecho de que no nos acerquemos a ellos.

La única que se acerca tanto a nosotros es Ester, es una señora muy amable y mamá la
adora al igual que mi abuela y si ellas lo hacen nosotros también.

También la investigamos, nada del otro mundo, sus hijos fallecieron hace tiempo y ella está
sola con su nieto el cual es el sol de sus ojos.

Axel: ¿Cómo está tu nieto Ester? ¿Se recuperó?


La pobre estaba muy alterada cuando la llamaron de la clínica diciendo que el sol de sus
ojos estaba internado, claramente la dejamos irse y le proporcionamos un carro para que
llegue con rapidez.

Ester: Mi niño Hermann está bien, como les dije solo fueron unos raspones.

Audrey: ¿Qué es lo que hace para rasparse tanto que termina internado?

Bajamos del ascensor caminando hacia nuestra oficina, pasamos por la de Ester la cual
toma unos papeles que tenía sobre el escritorio y los cuatros nos adentramos en la enorme
oficina que compartimos mis hermanos y yo.

ra
Ester: Le gustan las motos, me he cansado de decirle que es peligroso, pero no hay caso
—niega con su cabeza mientras nos sonríe y nos deja los papeles sobre el escritorio
cuando nos sentamos detrás— aquí tienen lo que mandó recursos humanos sobre el
empleado que golpeó al cliente y la resolución del caso.

er
Audrey: Gracias Ester, puedes retirarte, mujer siéntate en tu escritorio que me canso de solo
ver tus piernas.
Si
Ester se ríe, siempre lo hace porque no es la primera vez que mi hermana le dice eso, pero
ella no comprende que ya está grande para estar las 24 horas de pie sobre esos tacones
que se obliga a ponerse.

Axel: Y dile a tu nieto que tenga más cuidado para no preocuparte.


ce

Volker: No son tan peligrosas las motos si sabes manejarlas bien, dile que entrene con
ganas o que venga y le enseñamos.

Audrey: ¿Cuántos años tiene?


ni

Pregunta distraídamente mientras lee las hojas frente a ella, sabemos su edad, pero no le
vamos a decir eso a Ester.
Ja

Ester: Hermann tiene 23 años.

Audrey: Bueno Ester, si tú niño necesita clases de manejo, mis hermanos estarán
encantados de enseñarle.

Ambos asentimos hacia la mujer.

Ester: Se los agradezco mucho —nos sonríe— no sabía que manejan motos.

Axel: Sí, es algo que hacemos en nuestro tiempo libre.

Volker: Somos los mejores.


No es del todo una mentira, la mejor es Audrey, pero no diremos eso cuando ella dijo "mis
hermanos estarán encantados de enseñarle"

Ester: Bueno niños Becker, me iré a trabajar o los jefes me despedirán —se inclina un poco
sobre el escritorio y se tapa la boca como si fuera a contarnos un secreto— escuché que
son muy intimidantes y dan miedo.

Eso hace reír a mi hermana y nosotros la miramos embobados, su risa siempre me hace
saltarme un latido.

Audrey: Mentiras no dicen, me alegro.

Ester se va momentos después, riéndose claramente, nosotros nos enfrascamos en los

ra
papeles frente a nosotros, nada de otro mundo ya que el caso fue cerrado y el empleado
despedido luego de que le tuviera que pagar una cuantiosa indemnización al cliente.

Axel: Princesa, mañana es domingo.

er
Audrey: Lo sé.

Volker: ¿Irás a confesarte?


Si
Ella es directa con lo que quiere y quiere al padre que la confiesa, por más cosas que le
cuente este no se quiebra y eso hace que ella todavía se empeñe más en tenerlo.

Audrey: Sí, como todos los domingos.


ce

No dudó que le hable de lo que hicimos en nuestra habitación antes de venir, o en el carro
antes de entrar.
ni

CAPITULO 3
😈<<{Audrey}>>😈
Ja

El domingo ha llegado y con él mi actitud tímida, sumisa y asustada.

Entró en la iglesia y casi me río al ver otra vez a todos esas personas rezando de rodillas,
como si todo lo que hacen en sus vidas está bien vista por dios, ese ser omnipotente que
nos cuida desde el cielo.

Si fuera verdad ninguna persona sería violada, asesinada, lastimada, pero no es así
¿Verdad?

Montón de patrañas y estupideces, yo creía que la gente tenía como mínimo dos dedos de
frente, pero el verlos aquí, arrodillados, pidiéndole favores y rogando el perdón a un ser
invisible me hace entender que no, son todos un montón de ciegos imbéciles.
No se dan cuenta que entre más están aquí, la iglesia más los convence con donar "para
darle a los niños pobres" estúpidas mentiras que los estúpidos arrodillados ahí creen,
mucho de ellos son mujeres, mujeres ricas que creen que rezando sus esposos dejarán de
vivir en pecado y dejarán de engañarlas, mujeres manipulables que dejan la billetera del
marido aquí mientras él está con la otra.

Pero eso a mí no me incumbe, sino que mientan diciendo que es para los niños pobres
cuando en realidad se llenan los bolsillos con patrañas.

Me tranquilizó y respiro cuando veo al padre Elliot entrar al confesionario, si no me calmo


tirare la iglesia abajo.

Camino hacia el confesionario con pasos lentos y vacilantes, no queriendo llamar la

ra
atención, porque ese es mi papel aquí, entró y me siento en la silla, veo la puerta divisoria
entre el padre Elliot y yo, sonrío porque sé que puede saber quién soy aunque no pueda
verme y no le haya hablado aún.

er
Audrey: Perdóneme padre porque he pecado, ha pasado una semana desde mi última
confesión.

Empiezo con la misma cantaleta de todos los domingos, ya me la sé de memoria.


Si
Elliot: Sí estás aquí hija mía, es porque estás arrepentida, cuéntame cuáles son tus pecados
para poder liberarte de ellos.

Su ronca voz traspasa la división haciendo erizar mi piel y humedecer mis bragas, sonrío
ce

por qué me gusta lo que causa en mí.

Audrey: Uhm, yo… sigo amando a mis hermanos y Uhm…

Mi voz suena tímida y vacilante al hablar, como si me costará admitir en voz alta lo mucho
ni

que amo a mis hermanos.

Elliot: No temas hija mía, dios no está para juzgarte, está para ayudarte y aconsejarte.
Ja

Puro chamullo, pero él no tiene la culpa así que continuo.

Audrey: Mis pensamientos… son impuros.

Elliot: Cuéntame hija mía.

Su voz ronca se oye tensa detrás de la puerta, como si estuviera forzando las palabras.

Audrey: Me imagino… estando arriba de mi hermano, con su… polla, metida en mi.

Una tensa pausa se extiende en el confesionario para luego darle paso a palabras gruñidas
mientras escucho su respiración agitada.
¿Está haciendo lo que pienso?

Elliot: No temas hija mía, luchar contra el deseo de la carne no es algo fácil.

Audrey: Hay más padre… yo… lo hice, me metí en la cama con ellos, me acosté con ellos,
metieron sus pollas en mi, me follaron y me encantó, sé que es un pecado, pero la forma en
que entraban y salían de mí me hizo llegar al orgasmo tantas veces y estoy asustada por lo
mucho que me gustó.

<<Temo volver a pecar.>>

Elliot: ¿Eso es todo lo que hiciste hija mía?

ra
Sonrío dándome cuenta que tenía razón, se está tocando con mis palabras, escucho el
movimiento frenético de su mano, me lo imagino subiendo y bajando por su polla, furioso y
excitado.

er
Audrey: Yo uhm, lo hice más de una vez padre, deje… que lo hicieran en el carro antes de
entrar en la empresa, otra vez en nuestra oficina, no puedo parar padre, me… estoy
humedeciendo incluso ahora hablando con usted.
Si
Escuchó un gemido ahogado cuando terminó mis palabras, mi sonrisa se hace más grande
al imaginar que acabó escuchándome decir que estoy húmeda por hablar con él.

Elliot: La carne es débil hija mía y dios no te juzgará, recita 15 padres nuestros y 10 aves
Marías para librarte de tu pecado.
ce

Su voz se escucha mucho más ronca que antes, escucho como intentaba tranquilizar su
respiración mientras me ponía de pie con la mejor sonrisa plantada en el rostro.

Poco a poco padre, ya estás tan cerca.


ni

Audrey: Gracias padre, adiós.


Ja

Salgo del confesionario dejando mi presente para el padre Elliot sobre la silla y me marcho
de la estúpida iglesia.

Fuera de la iglesia están mis hermanos con una sonrisa en el rostro, esperando por mi
apoyados en el capó del carro, les sonrío mientras camino hacia ellos, me hacen una seña
de que mire a mi espalda, pero primero me detengo frente a ellos.

Ellos aprovechan para poner un beso en cada mejilla, Axel posa su mano en mi espalda
baja, cerca de mis nalgas y me hace girar para entrar en el carro, veo de reojo al padre
Elliot viendo nuestra interacción así como el beso en la comisura que Volker me deja antes
de subirse en el asiento trasero.

Jodidamente volveré a pecar padre.


CAPITULO 4
Tres días después…

🥵<<{Axel}>>🥵
Estamos otra vez en la empresa, esperando a dos personas que quieren ser nuestros
socios.

No lo necesitamos, pero nunca viene mal escuchar la propuesta.

Mi melliza está sentada detrás del escritorio entre medio de nosotros dos, tiene el celular en
su mano mientras navega por las redes, mismas que me asegure de que ningún hombre

ra
"desnudo" o con mucha piel visible le apareciera, si le sacaba a todos los hombres se daría
cuenta que hackee su teléfono y me regañaria.

Volker: Preciosa ¿Hay planes de unirnos a estas personas?

er
Deja el teléfono sobre la mesa y suspira mientras masajea sus ojos cansados, no durmió
aún ya que luego de nuestras actividades se puso a revisar unas cosas de la mafia de
nuestro padre Blaz, cálculos contables que no le cerraban y claramente sabíamos por qué,
Si
le robaron y él llevaba más de un mes cazando al hombre.

Audrey: No, nuestra empresa es algo por lo que trabajamos desde niños para que vengan a
meterse otras personas, pero no me hace mal escuchar la propuesta, total tiempo es lo que
más me sobra.
ce

Dice lo último con sarcasmo mientras me mira fijamente, si puede ser que yo haya insistido
en escuchar la propuesta, no porque vayamos a aceptarla, sino por curiosidad.

La puerta es golpeada y nuestra asistente entra luego de que Volker gritara un "entre".
ni

Ester: Señores Becker, los señores Hassan y Alessandro Conti están aquí.
Ja

Que nos llame de esa forma solo delata que los nombrados están detrás de ella, nunca le
dijimos que deje de decirnos niños Becker, pero si ella decide decirnos señores no le
diremos nada.

Se hace a un lado cuando mi hermana asiente y le indica a los hombres que pasen, frente a
nuestro escritorio de pie se posan dos hombres, un castaño de ojos verdes con una corta
barba y musculoso, otro es castaño que tiene sus ojos mieles, barba que indica que hace
unos días que no se afeita y al igual que el anterior es musculoso y alto.

Estamos de pie mirándonos, uno de ellos, el de ojos verdes, extiende la mano para
estrecharla con mi hermano mientras el ojimiel lo hacía conmigo, mi hermana mira
atentamente el rostro de ambos hombres, evaluando cada movimiento de sus ojos y bocas.
Cuando terminan de estrecharnos la mano a mi hermano ambos intentan hacerlo con
Audrey, pero sus manos se chocan, mi hermana rodando los ojos agarra primero la del
ojiverde mientras mira su mano con confusión, el hombre se ve igual mientras la mira sin
soltar su mano.

Cuando por fin se sueltan las manos agarra la del ojimiel que miraba confuso a su hermano,
supongo que es hermano tienen el mismo apellido, aunque podría ser su primo, no se
parecen mucho.

Con diferencia al ojiverde, este da vuelta la mano de él y la de mi hermana mientras la mira


como buscando algo, agarra con ambas manos la mano de mi melliza abriendo su palma
hacia arriba y pasando el pulgar mientras ella frunce el ceño.

ra
Audrey: ¿Tiene algún problema con mi mano señor?

Yo si, son muy suaves cuando me acarician, muy calientes cuando me masturban y muy
diminutas cuando están envueltas por las mías.

er
…: Disculpe —le suelta la mano como si quemará haciéndome arquear una ceja en su
dirección— Soy Alessandro —se señala el ojimiel— y él es mi hermano Hassan.
Si
Les indicamos que tomen asiento y lo hacen, nosotros lo hacemos momentos después, miro
atento la reacción de mi melliza a la mirada de los hombres, se que su rostro no demuestra
ninguna emoción, pero la sus muslos nos deja saber que le afectan de algún modo.

Axel: Cuentennos a que han venido.


ce

Empiezan a hablar de tantas cosas, a veces terminan la frase del otro como si estuviera
ensayado días antes, nos dicen cosas que ya sabemos, las ganancias que tendremos si
nos unimos a ellos y blablabla.
ni

Cosas sin importancia, tenemos más dinero del que podríamos gastar en diez vidas, quiero
saber la emoción que me ofrecen de esta asociación.
Ja

Ninguna… todo lo de esta presentación está basado en ganancias.

Miro a mi hermana, ella noto lo mismo que yo, el brillo que tenía al mirarlos se apagó un
poco al escucharlos hablar de dinero, ganancias y más beneficios.

Carajo, eso me molesta.

¿Por qué se le apagan los ojos?

Devolvemos la mirada a los hombres que ahora miraban atentos nuestra interacción.

Volker: Señores, nosotros ya sabemos todo lo que dijeron.


Axel: ¿Por qué quieren unirse a nosotros? No digan otra vez lo de las ganancias, cago
dinero eso no me interesa.

Se quedan mudos sin saber qué decir.

Audrey: ¿Quién los mandó aquí? Está muy claro que no saben una mierda de lo que
decían, se lo aprendieron de memoria, así que díganme, ¿Quién los mandó?

Hassan: Nuestro padre.

Alessandra: La verdad nos interesa una mierda los negocios, las ganancias y todo eso,
queríamos ser policías.

ra
Se encoge de hombros y el brillo en los ojos de mi melliza vuelve.

Volker: Bueno, así sí podemos hablar, a nuestra mujer no le gustan las mentiras.

er
Hassan: ¿Mujer? Pensamos que eran hermanos cuando su asistente los llamó por el mismo
apellido.

Mi melliza arquea una ceja y se cruza de brazos antes de poner una pierna sobre la otra
Si
debajo del escritorio.

Audrey: ¿Es que acaso no nos podemos casar?

Alessandro: No quisimos decir eso…


ce

Axel: Ahorrense esa mierda, somos hermanos y es nuestra mujer, ¿Tienen opiniones al
respecto? Si es así igual nos vale mierda.

Hassan: No tenemos porqué opinar en su relación, son desconocidos para nosotros.


ni

Huele a mentiras y mi hermana lo sintió igual por qué se levantó enojada.


Ja

Audrey: Les voy a pedir que se vayan de mi oficina y de mi empresa.

Alessandro: Señorita…

Audrey: Ahora.

Dice firme con una mirada que expresa claramente lo enojada que está, aunque el brillo de
sus ojos sigue ahí cuando los ve.

Pero por supuesto, no tolerará una mentira incluso si es pequeña o si es de dos hombres
que claramente la atraen.
CAPITULO 5
Tres semanas después…

🤤<<{Volker}>>🤤
Intento no reírme del mal humor de mi pequeña hermana Alessia, se ha peleado con su
gemelo y los trillizos menores .

Anna: ¿Qué pasa cielito?

Alessia: Ellos.. ellos… ¡Ah! —gritó frustrada por no poder expresarse rápido como quiere y
conociendo a Anna con la escasa paciencia que tiene en cualquier momento se irá a la

ra
mierda— El idiota de mi gemelo tiene una amiga y los otros tres imbeciles lo apoyan.

Ilhan: No tiene nada de malo tener una amiga.

er
La verdad me parece casi irreal que se peleen, los trillizos Ilhan, Tomasso y Gunther junto
con el gemelo de Alessia, Geovani, prácticamente son las moscas de nuestra pequeña
hermana, siempre pululando a su alrededor, asegurándose de que siempre esté bien.
Si
Anna: Depende de la perspectiva.

Alessia: ¿Porque tiene que tener amiga? Yo soy la otra parte de él, ¿para que necesita a
alguien más?
ce

Audrey intenta no reírse mientras Axel sonríe divertido, mis demás hermanos vinieron con
los gritos y escucharon parte del contexto y también están que se descostillan de la risa,
está celosa.

Geovani: Por que si, quería una amiga, la tengo y punto.


ni

Audrey: Podrías tener un amigo cielito.


Ja

Sonríe cuando nuestros hermanos la miran mal, claramente no quieren que ella esté cerca
de otro niño, pero son las consecuencias de hacer que nuestro cielito los vea con otra niña.

Me hace acordar a Audrey cuando era niña.

Tomasso: No, ¿Por qué? ya nos tiene a nosotros, podemos ser sus amigos.

Anna: ¿Por qué los querría a ustedes si tienen una amiga que no es ella?

Me tapo la boca cuando la risa quiere escapar de mí, ambas están haciendo que ahora los
enojados sean ellos mientras que Alessia parece interesada en la idea.

Alessia: Es verdad, bien, listo ya se me pasó.


Gunther: No puedes tener amigos.

Alessia: Puedo y lo tendré, es más tendré dos o tres.

Anna: No te contengas cielito, ten cuatro, uno por cada uno de nuestros hermanos traidores.

Audrey: Tiene razón cielito ¿para qué quieres solo uno? Piensalo, uno que se siente contigo
en las clases –Geovani está cerrando las manos en puños a sus lados— otro que coma
contigo a la hora del almuerzo…

Anna: Otro que esté contigo en el descanso y uno para tu materia extracurricular.

Cort: Me parece perfecto para ella, pero tu no tendrás Anna.

ra
Axel: Ni tu Audrey.

Ambas se miran y se encogen de hombros con sonrisas en el rostro.

er
Audrey: No necesitamos, nuestros hermanos son los mejores amigos, ¿Verdad Geovani?

Anna: Es verdad ¿Que opinan de eso trillizos?


Si
Geovani: Que Alessia es mi mejor amiga.

Ilhan: Nuestra única y mejor amiga.


ce

Volker: Que fácil que se solucionan las cosas en esta familia, solo hacía falta que notaran
que ella tendrá todo lo que ustedes tienen y en más cantidad para que el trasero se les
frunza.

Me río, ahora sí, porque esto ya se soluciono.


ni

Manfrid: Yo que ustedes no buscaría más amigas, las niñas de la familia tienen una
presencia atrayente muchachos.
Ja

Y que lo digas, solo hay que ver caminar a mi preciosa para que todas las miradas se giren
hacia ella.

Audrey: Bueno, nosotros nos vamos.

Saluda con la mano a todos antes de darle un beso en la mejilla a nuestro abuelo e irse
hacia la puerta a esperarnos, salimos los tres, nuestras motos están preparadas para irnos,
nos montamos y vamos a la pista de carreras ilegales a las que vamos varias veces al mes,
cuando llegamos nos sacamos los cascos y vemos al mundo vernos mientras susurran de
nosotros.

Somos bastantes conocidos por aquí.


Axel: Hassan y Alessandro sabían que veníamos aquí?

Audrey: Les comente muy por arriba, pero dijeron que no podían venir.

Los hermanos Conti han estado insistiendo en ver a mi hermana, han hablado con ella y le
han pedido disculpas por lo que sea que hayan hecho, idiotas, se les desfiguró el rostro
cuando ella dijo que mintieron, ella odia las mentiras, así que literalmente le rogaron que los
perdonara, cosa que no hizo hasta que ellos admitieron mentir y les dijeron la verdad.

Claro que nos conocían, nos habían estado “acosado” virtualmente durante meses y cuando
su padre los envió a nosotros no pudieron perder la oportunidad, de acercarse a ella
obviamente, no a nosotros, pero no nos enojamos por ello, porque la forma en que los ojos
de ella brillan y como se le eriza la piel no nos dejan, su cuerpo siente algo por ellos que su

ra
cabeza se niega a aceptar.

Volker: Lastima, se pierden un buen espectáculo.

er
Albert: Hermanitos Becker, ¿Participarán hoy?

El es el hombre que arma las carreras y toma apuestas, no le agrada mucho a mi mujer y
con solo eso alcanza para que nos caiga bien a ninguno, además de que dice hermanitos
Si
Becker despectivamente como si nosotros fuéramos menos que él, cuando somos los que
lo hacemos ganar millones cada vez que corremos.

Axel y yo negamos con la cabeza, hoy solo correrá nuestra hermana, estaba con ganas.
ce

Audrey: Anotame en esta y en la que sigue.

Albert: Oh.. ¿Podrás con ello muñequita?

Ella se encoge de hombros.


ni

Audrey: Si tu puedes follar con el micropene que te cargas yo puedo ganar dos carreras.
Ja

Ambos sonreímos mientras ella se vuelve a poner el casco y arranca hasta posicionarse en
la línea de salida y volver a sacarse el casco a esperar.

Axel: Vuelve a decirle muñequita y te quedarás sin lengua.

Volker: Y sin el micropene.

Nos bajamos de las motos sin cuidado e incluso con las llaves, nadie aquí se atreve a tocar
nuestras cosas, nos ponemos a un lado de la pista viendo a nuestra hermana sonreirnos y
guiñarnos un ojo mientras la multitud vitorea por la otra moto que acaba de entrar.

El estupido de Otto siempre me cayó de la verga, presumido hijo de puta, eso será hasta
hoy por que nunca antes había corrido contra nosotros, “casualmente” nunca le había
tocado, hasta hoy.
Audrey: Oh, chiquito ¿no tendrás miedo, no? —se ríe con fuerza señalando la temblorosa
mano en el acelerador— hagamos esto entretenido chiqui, apostemos.

Él sonríe mientras las demás motos empiezan a posicionarse detrás de ellos.

Otto: Si gano y lo haré, pasarás una noche conmigo.

Sonríe como si eso hiciera retroceder a mi preciosa, todo lo contrario, el brillo de sus ojos es
intenso y su sonrisa macabra cuando responde.

Audrey: Tan seguro de ti chiqui, bien, si yo gano quiero tu moto —se relame los labios— a
mis hermanos les encantaría el trofeo.

ra
Ambos sonreímos, destrozaremos esa moto frente a los ojos del imbécil que piensa que
puede tener una noche con mi mujer, quiero ver el dolor en sus ojos porque su "bebé"
quedará prendida fuego por mis manos.

CAPITULO 6
😈<<{Audrey}>>😈
er
Si
Albert aparece frente a las motos con la sonrisa más come mierda que jamás haya visto, me
mira a mí y luego al imbécil antes de empezar con sus gritos.

Albert: ¡No se puede empujar, ni patear, la pista es de ida y vuelta, salen cuando llegue a
ce

tres!

Me coloco el casco con una sonrisa y miró al imbécil.

Otto: Está noche serás mía cachorra, estaré metido tan profundamente en ti qué te
ni

olvidarás de esos dos y rogarás por más.

Solo me río y hasta cree que su polla igualará la de mis hermanos, si fuese hombre la de él
Ja

sería un cuarto de la mía y lose, porque el asqueroso la sube a las redes.

¿Cómo puede presumir de algo que da risa?

Albert se pone a un lado de la pista con un arma apuntando al cielo cuando empieza a
contar.

Albert: ¡1!... ¡2!... ¡3!

El disparo retumbó en todos lados, pero como siempre es ignorado cuando todos salimos a
toda velocidad, voy primera incluso hasta la mitad de la pista, ignoró los gritos que alientan
al imbécil mientras acelero con fuerza cuando una moto roba y el idiota se ponen a mis
lados.
Sonrío cuando van tan distraídos por adelantarme que no ven que llegamos a la curva y
tienes que desacelerar un poco, giro perfectamente inclinando hacia un costado la moto,
casi al ras del suelo y acelero cuando me enderezó sacándole varios metros a aquellas dos
motos.

Cuando voy llegando a la mitad de la pista la moto roja y Otto están a mis espaldas, casi
pisándome los talones, pero no me preocupo, cuando ya estoy cerca acelero con más
fuerza y levantó mi moto para que quede en una rueda, ellos aprovechan eso y se ubican a
mis lados.

Antes de que las ruedas de ellos toquen la meta bajo mi moto haciendo que mi rueda pase
primero la meta ganandoles.

ra
Los gritos del tumulto de gente es fuerte mientras freno a varios pasos de mis hermanos
quienes vienen con sonrisas en el rostro.

Otto: ¡Hiciste trampa!

er
Uy el chiqui está enojado, tira su casco al suelo y viene hacia mí amenazadoramente, será
imbécil.
Si
Me bajo con tranquilidad aunque mis hermanos se han puesto delante de mí, me pongo en
medio de ellos viendo como el idiota jala de su cabello mientras me mira con furia, su pecho
sube y baja con fuerza, parece que le va a dar un ataque, no podría importarme menos.

Audrey: ¿Te empuje?


ce

Otto: ¡No!

Audrey: ¿Te patee?


ni

Otto: ¡No!

Grita muy cerca de mi rostro intentando intimidarme y yo solo sonrío y lo miro con gracia.
Ja

Volker: Entonces no hizo trampa, deja de ser un niñato y acepta tu derrota.

Da un paso hacia mi hermano intentando golpearlo por lo que dijo y yo me pongo en medio
con la mirada más gélida que alguna vez alguien le haya dado.

Audrey: No chiquito, lo tocas y te paso por arriba con tu moto.

Otto: ¿¡Tu puta te tiene que defender!?

¿Me llamó puta en mi propio rostro?

Antes de que me dé cuenta de lo que hago mi cabeza se fue hacia atrás mientras mis
manos lo agarraban de la estúpida chaqueta de cuero, vuelvo mi cabeza hacia adelante
estrellando mi frente contra su nariz, no se cae por el agarre que tengo en él, pero si sangra
mucho.

Audrey: En tu perra vida volverás a insultarme o intentar golpear a mis hombres,


¿Entendiste? —cuando no responde suelto una de mis manos y lo cacheteo con fuerza—
¡Pregunté si me entendiste!

Mi gritó al igual que todo lo que le he dicho sonó frío, nunca usó este tono a menos que en
serio esté cabreada, lo cual estoy.

Otto: Ssi.. sí.

Lo tiro al suelo, cae de espaldas, pero se levanta rápidamente resbalando en el proceso,

ra
parece estúpido.

Lo es.

er
Sale corriendo a intentar agarrar su moto, pero una voz lo detiene.

…: Es el premio de la mujer, camina.


Si
El hombre de la moto roja lo mira a través del casco que aún lleva puesto.

Otto se va enfurecido y avergonzado, nadie lo manda a pasarse de estúpido.

…: Felicitaciones eres muy…


ce

No puede continuar con lo que iba a decir porque las sirenas de la policía se escuchaban
cercanas, las personas empezaron a dispersarse asustadas mientras mis hermanos y yo
nos mirábamos.
ni

Le hago seña a una de las personas que intenta huir y viene hacia mí alterado porque
quiere irse, pero no puede negarse a venir cuando se lo pido.
Ja

Audrey: Sigue a mis hermanos con esa moto.

El chico abre grande los ojos antes de montarse a la moto.

Axel: Te esperamos en casa princesa.

Miro la moto roja esperando que el tumulto de gente se disperse.

Audrey: Quizá me desvíe un momento.

Volker: Cualquier cosa nos llamas.

Se van mientras me monto tranquilamente a la moto viendo las luces de la policía en la


entrada.
Audrey: ¡Oye! —el de la moto roja gira su cabeza hacia mí— por aquí.

Arrancó mi moto esperando que me siga, pero si no lo hace mala suerte para él, me desvío
por un espacio que hay detrás de las gradas y salgo a unos metros de distancia de la policía
a toda velocidad por la carretera, momentos después la moto roja se pone a mi lado y me
hace una seña para que lo siga, lo cual hago con facilidad.

En realidad no era necesario que me escape, la policía está comprada por nuestra familia,
pero algo en el hombre de la moto roja me llamó la atención.

Quizá su voz ronca, o que le haya dicho a Otto que no toque mi premio cuando todos esa
noche apostaban por el imbécil.

ra
CAPITULO 7
😈<<{Audrey}>>😈

er
Llegamos a una casa bastante alejada del lugar en el que estaba la carrera, pareciera como
que me sacó de la ciudad cuando en realidad estoy a diez calles de la empresa.
Si
La dirección es una que reconozco y sonrío debajo del casco, ya sé quién es.

Dejamos ambas motos en el garaje antes de entrar, me sacó el casco y él hace lo mismo
mientras me indica que lo siga hacia una cocina, ahora bajo la luz puedo verlo bien, es
rubio, cuerpo grande y unos hermosos ojos verdes que ya había visto en una persona.
ce

Mi asistente.

Audrey: Es un placer al fin conocerte Hermann.


ni

Frunce el ceño sin entender cómo se su nombre, me acerco a él lo suficiente como para
que nuestros pies se toquen y lo miro a los ojos.
Ja

Audrey: Tienes unos hermosos ojos, sin ofender a tu abuela, pero te quedan mejor a ti.

Abre la boca para hablar, pero una voz llega a mi espalda y sonrío.

Ester: ¿Niña Becker?

Me giro para sonreírle a la señora que veo todos los días en la oficina, la única que tiene
permiso de llamarnos así y bromear con nosotros, porque tiene nuestra confianza y la de la
familia.

Audrey: Buenas noches Ester, no quise despertarte, no me dijiste que tu nieto tenía tus ojos,
mal muy mal.

Me río y me acerco a abrazarla un poco.


Hermann: ¿Se conocen?

Audrey: Puf, no, ¿Cómo crees? Solo adivine su nombre y el tuyo y la abrace de lanzada que
soy.

Ester se ríe, sabe cómo es mi sarcasmo.

Hermann: No me causa gracia.

Ester: Mi niño, ella es Audrey Becker, mi jefa.

Me pongo una mano en el pecho fingiendo que me ofendió.

ra
Audrey: Pensé que en todos estos años nos habíamos vuelto amigas.

Me limpio las lágrimas inexistentes que caen de mis ojos.

er
Hermann: ¿Audrey Becker? ¿La niña bien de la oficia? ¿La famosa que sale en todas las
revistas por su empresa?
Si
Puf, no me conoce para nada.

Audrey: ¿Niña bien? ¿Ester le mentiste a tu nieto?

Frunzo el ceño y me alejo mirándola.


ce

No puede ser.

Ester: Para mí ustedes son niños de bien, siempre son buenos conmigo, me ayudaron
cuando mi niño se lastimó así que no veo la parte mala de ustedes, no mentí, dije mi
ni

verdad.

Oh, bueno eso… eso es… ¿Entendible?


Ja

Hermann: ¿Niña bien? Ella acaba de ganar una carrera clandestina y de romperle la nariz a
un idiota.

Ella sonríe, tengo una empresa de seguridad, he golpeado a muchas personas delante de
sus ojos para que sepa de lo que soy capaz.

Ester: Tu lo dijiste era un idiota mi niño.

Hermann: ¿Eso no te asusta abuela? Te estoy diciendo que tu jefa corre ilegalmente y
golpea personas.

Audrey: ¿Dónde me encontraste tú?


Arqueo una ceja mirándolo mientras me cruzo de brazos.

Hermann: En… en… la carrera clandestina.

Ester: ahí tienes, ahora dale algo de tomar a la niña Becker, ¿Necesitas dónde dormir mi
niña?

Niego con la cabeza.

Audrey: En realidad sólo ayudaba a escapar a tu nieto Ester, ya me volveré a casa.

Hermann: Son las tres de la madrugada y la policía estará buscando nuestras motos.

ra
Mi asistente se ríe de lo que su nieto dice.

Ester: Volveré a la cama niña Becker, nos vemos en la oficina mañana.

er
Audrey: Descansa Ester y llega a la hora que quieras, seguro no estaremos hasta el
mediodía, tenemos cosas que hacer fuera de la empresa.

Asiente y se va luego de besarme la mejilla.


Si
Hermann: Hablo en serio, estarán buscando las motos.

Audrey: No rubio, no lo harán, no conmigo por lo menos, ya lo dije solo te sacaba a ti, a mí
nunca podrían agarrarme.
ce

Él se ríe como si fuera un chiste, me gusta su risa, es ronca y sexy.

Hermann: ¿Qué? ¿Tienes comprada a la policía? —se ríe con más fuerza esperando que
yo lo haga también, pero eso no pasará porque es la verdad— ¿Por qué no te ríes? —abre
ni

grande los ojos— ¿¡Tienes comprada a la policía!?

Me río un poco antes de acercarme y darle un beso en la mejilla dejándolo estático en su


Ja

lugar.

Audrey: Sí rubio, está comprada, nos vemos algún día.

Salgo hacia el garaje y me monto a mi moto mientras me coloco el casco, saco mi moto
cuando Hermann sale de la casa y levanto el vidrio del casco.

Audrey: Puedes salir a donde quieras rubio, ningún policía te parará y cuídate de las caídas
no queremos que vuelvas a terminar internado.

Lo dejo allí boquiabierto mientras me voy a la casa, cuando llego mis hermanos, todos ellos
están afuera viendo como la moto de Otto arde en llamas, freno delante de ellos y me sacó
el casco mirando también.
Es tarde para los más chiquitos, pero no dudó de que se hayan escabullido por las
ventanas.

Damien: Deberían llevarme a la próxima carrera.

Audrey: Sí tú lo quieres yo te llevo, pero no puedes decirle nada a nuestros padres.

Vemos como el fuego consume lo que queda de la moto, supongo que llegué tarde a la
explosión, mala suerte, la próxima será.

Axel: ¿Quién era?

Sonrío entendiendo que se dio cuenta de mi curiosidad.

ra
Audrey: Hermann, el nieto de Ester.

Volker: Esa no me la esperaba.

er
Ni yo en realidad, quién diría que el hombre que había estado internado por caerse de la
moto casi me igualo.
Si
CAPITULO 8
Dos semanas después…

🥵<<{Axel}>>🥵
ce

Audrey: Lo toman o lo dejan, yo no estoy para andar eligiendo, sé lo que quiero y lo tendré a
la larga o a la corta.

Esperemos que sea a la corta.


ni

Alessandro: ¿Quieres ocho parejas?


Ja

Bueno, el número no lo sabía con exactitud, pero siempre supimos que eran más de cinco,
ella siempre dijo que quería muchas parejas como nuestra madre.

Y claramente le daremos lo que pide.

Volker: Ya escucharon, se quieren sumar bien, considérense afortunados de que ella les dio
la oportunidad o ya estarían muertos por coquetear con lo nuestro.

Claramente no fue lo que ellos consideraron cuando le pidieron que fuera su novia, ellos en
serio pensaron que nos dejaría y se iría con ellos, ¡Ja!, ella está obsesionada con nosotros
desde niños y eso fue creciendo a medida que nos hacíamos más grandes.

Primero pierden ellos antes que nosotros.


La puerta es golpeada y gritó un "adelante" ignorando a los hombres que pensaron tenér
una chance sin nosotros, la puerta se abre revelando al rubio ojiverde que se está haciendo
muy amigo de mi mujer.

Pero se que no solo será amigo por eso no nos mortifica, o ya estaría muerto también.

Y lo sabemos, no porque nuestra hermana nos lo haya dicho, el cuerpo de ella habla por sí
solo, su aura intimidante se va en cuanto sus ojos se posan en el rubio y sonríe mostrando
todos los dientes.

Audrey: Rubio, ¿A que debo tu visita?

Los hermanos Conti miran mal a Hermann quien literalmente ignora ambas presencias y

ra
solo se enfoca en mi melliza.

Bien, si no la van a mirar así entonces no le sirven a mi mujer.

er
Hermann: Mi abuela me hizo el favor de informarme que tenías la agenda desocupada hoy.

Hassan: Claramente no está desocupada está con nosotros.


Si
Recién ahora gira su cabeza en su dirección para mirarlos, los mira de los pies a la cabeza
y se encoge de hombros.

Hermann: No creo que la estuvieran entreteniendo lo suficiente si dejaron entrar a alguien a


la oficina —eso parece encabronar a los dos hombres porque dan un paso
ce

amenazadoramente hacia el rubio— uy se ofendieron.

Se ríe.

Axel: No deberían intentar tocarlo, no les gustará lo que mi hermana podría hacerles si él
ni

recibe un solo rasguño.

Audrey: Ya les dije lo que tenía que decirles, yo no voy a cambiar mi desición así que elijan,
Ja

lo toman o lo dejan.

Hermann: ¿Qué tienen que decidir?

Alessandro: Qué te importa.

Sonrío.

Axel: Si quieren unirse a una relación de nueve personas o no, porque mi hermana no nos
dejará por ellos ni por nadie.

Hermann: ¿Y lo están pensando? ¿Qué clase de imbéciles son que no le dijeron que si ni
bien las palabras salieron de su boca?
Volker: ¿Tu lo aceptarias?

Bufa.

Hermann: Solo un imbecil se negaria, ¿Es que no ven lo que es esa mujer? Es hermosa,
inteligente, tiene brillo propio, es un sueño de mujer y les dio la posibilidad de estar con ella,
imbéciles.

Audrey: Soy mucho más que eso.

Hermann: Oh, si, pero no quiero asustar a los que serán tus novios diciendo que eres
agresiva como la mierda y tampoco vi conveniente que me escucharán decir que eres muy
sexy.

ra
Ambos hombres le gruñen.

Axel: Y solo la viste vestida para decir eso, espera que la veas desnuda y gimiendo sobre ti.

er
El verde de sus ojos se oscureció mientras el bulto de sus pantalones crecía, traga saliva y
se aclara la garganta antes de poder hablar.
Si
Hermann: Uhm, no vine por esto, quería saber si querías dar una vuelta.

Volker: ¿Trajiste dos cascos? Sino, no tiene permiso.

Hermann: Por supuesto que sí, no dejaría que nada le pase.


ce

Hassan: ¿Nos dejaras aquí?

Audrey: Sí, ustedes son los que tienen desiciones por tomar, no yo, así que sí, me iré a
pasar el rato con mi rubio.
ni

El nombrado la mira asombrado.


Ja

Hermann: ¿Tu rubio?

Mi melliza asiente con la cabeza luego de besar a mi hermano, mira mis ojos fijamente.

Audrey: Mi rubio.

Agarró su nuca y la besó con fiereza delante de todos, mi polla está erecta desde que salí
de su coño hace unas horas, pero la dejaré ir, le gustará dar unas vueltas.

Me acerco a su oído a susurrarle la misma frase que se dicen mis padres, mismas que
pasaron a sus hijos.

Axel: Arma en mano.


Audrey: Y ojos en la espalda —me deja un beso en el cuello y se mueve para quedar
delante del escritorio— los amo.

Me encanta tanto escuchar eso, no lo dice seguido aunque no es necesario sabemos que lo
hace, pero escucharla decirlo nos da mil años de vida.

Volker: Te amamos preciosa.

Axel: Con nuestra vida princesa, Hermann, cuídala y cualquier cosa me llamas.

Hermann: No tengo tu número.

Audrey: Si conozco bien a mi hermano, si ya tienes su número en tu teléfono.

ra
Claro que sí, lo hackee.

Se acerca a los hermanos Conti que miraban todo enojados con el ceño fruncido y los

er
puños apretados a sus costados.

Audrey: Tienen una semana para decidirse, yo no espero —les da un casto beso en los
labios a ambos dejándolos helados ya que es el primero y toma de la mano al rubio
Si
guiandolo fuera de la oficina— solo les diré una cosa —los mira por encima del hombro— o
son míos, o no son de nadie.

Se va dejándonos a todos aquí, mi hermano y yo sonreímos mientras vemos la cadera de


nuestra mujer mecerse de un lado a otro en el pasillo.
ce

Sexy.

CAPITULO 9
🫦<<{Hermann}>>🫦
ni

Sus manos apretando con fuerza su cuerpo al mío no ayudan mucho a la erección que se
Ja

aprieta contra mis pantalones, sentir su cuerpo tan cerca es delirante, pero lo es más tener
sus manos en mi vientre bajo cerca de mi polla.

Llegamos a la pistao hay nadie claramente, pero la traje solo para tenerla un rato a mi lado,
quería verla más de lo quería andar en la moto.

Freno y pongo la patita antes de ver cómo ella pasa por mi costado y se pone a horcagadas
entre mis piernas y el tanque, mi polla brinca al sentir el calor que desprende su coño y
cierro lo ojos cuando se que se dió cuenta por la forma en que me mira.

Hermann: ¿Qué haces bonita?

Se saca el casco, su largo cabello castaño cae como cascada en su espalda y sus ojos
color chocolate me estudian con interés.
¿Cómo puede ser tan jodidamente hermosa, sexy, adorable y mala al mismo tiempo?

Audrey: ¿Tú quieres unirte a la relación?

Su pregunta me toma desprevenido, no… no esperaba esto cuando la saqué de ese


edificio, solo quería verla, quería sus ojos en mi por un rato.

Veo que su mirada se oscurece ante la falta de respuesta, pero no es que no quiera decirle
algo, es que me dejó mudo.

Y excitado.

ra
Hermann: Si, eso me gustaría.

Respondo finalmente haciendo que ella sonría y se acerque para juntar sus labios con los
míos, su beso es… tierno sorpresivamente, mi lengua se adentra en su boca haciéndola

er
gemir levanté y cuando ya no tenemos aire me separó dejándola respirar.

Audrey: ¿Estás seguro? No soy fácil de tratar.


Si
Hermann: Me gustan los desafíos.

Audrey: Genial, porque igual ibas a ser mío quisieras o no.

Sonrío.
ce

Hermann: ¿Me ibas a encadenar a tu lado si decía que no?

Audrey: A mi cama y desnudo.


ni

Me río mientras sujeto sus caderas con fuerza, se está mordiendo el labio inferior.

¿Está mal si le digo que la quiero follar ahora?


Ja

Audrey: ¿En qué piensas? —iba a responderle con alguna boludez, pero me corta— no
mientas, porque dónde lo hacen me iré de aquí y nunca más me verás.

Hermann: En que quiero follarte sobre la moto.

Audrey: ¿Y por qué no lo haces?

Hermann: Estaba considerando si se vería mal que te dijera eso cuando hace unos minutos
empecé a formar parte de la relación.

Chasquea la lengua y levanta la falda dejándome ver bien su coño tapado por la braga de
encaje blanco, mi polla suelta pre semen en mi ropa ante semejante vista.
Hago a un lado la braga y unos preciosos labios vaginales húmedos me reciben
haciéndome salivar.

Un momento…

Hermann: ¿Todos los carros y motos que pasamos te vieron las nalgas?

Audrey: Si.

Gruñó mientras desabrocho mia pantalones y libero mi polla que brinca en dirección a la
bonita.

Audrey: Se ve rica.

ra
Hermann: La probaras después ahora entrare en tí y te llenare el coño de mi semen.

Solo pensar en llenarla hace que mi excitación aumente, quiere que mi semen escurra por

er
sus muslos.

Audrey: Haslo, uso la inyección.


Si
Carajo, ni siquiera había pensado en que podría quedar embarazada.

Asiento con la cabeza acostandola entre el asiento y el tanque y me inclinó sobre ella
dejado la punta de mi polla en su entrada.
ce

El calor que desprende estremece mi polla y eriza mi piel, clavo con firmeza mis pies en el
suelo luego de sacar la patita, quiero que la moto se mueva junto conmigo y funciona
porque soy lo suficientemente alto.

Muevo otra vez la braga a un costado y empujo mi polla lentamente en su interior,


ni

transpirando cuando el calor y la estrechez de su interior me envuelve por completo.

Saco mi polla hasta la mitad y vuelvo a meterla en su interior, disfruto el grito que suelta,
Ja

satisfecho por qué nadie más que yo la escuchará hoy.

Audrey: ¡Ah!

Mis embestidas son duras y rápidas ayudándome del movimiento de la moto que se mece
con el cuerpo de la bonita haciendo el vaivén mucho más fácil, mi polla se mete en su coño
tan profundamente que gime cada vez que me entierro.

Audrey: Rubio… Hermann

Mi nombre saliendo en un gemido de sus labios mientras mis embestidas le llegan es


jodidamente placentero.

Hermann: Bonita… Bonita… abre tu blusa…


Lo hace entendiendo que no puedo sacan mis manos del tanque de la moto, no quiero que
se vaya a caer.

Cuando libera sus pechos mi boca baja a sus pezones chupando y mordiendo mientras no
deja de gemir, sus uñas se clavan en mis brazos con fuerza lastimando me, pero no me
importa, me gusta.

Joder…

Sigo su coño su coño con fuerza, el calor de su coño me estremece, mis bolas mi orgasmo
se empieza a acercar, mi boca sigue besando y mordiendo sus enormes y deliciosos
pechos mientras su interior empieza a cierra a mi alrededor.

ra
La penetro una y otra vez sin parar, es tan jodidamente placentero que empiezo a
embestirla con descontrol, la moto se mueve debajo de mi acompañando mis movimientos
ayudándome a embestirla con mas rapidez.

er
Hermann: Ah… bonita…

Audrey: ¡Hermann!
Si
Su coño se cierra con más fuerza a mi alrededor, mis músculos se tensan y flashes de
colores aparecen detrás de mis párpados cuando mi semen empieza a salir disparado en su
interior al mismo tiempo que siento un liquido escapar de su coño.
ce

Apoyo mi frente en su pecho mientras ambos intentamos recuperar el aliento, estamos


jadeando en la pista donde nos conocimos, sin nadie alrededor y no puede ser tan
jodidamente perfecto.

CAPITULO 10
ni

😈<<{Audrey}>>😈
Ja

Al llegar a mi casa con Hermann me sorprendió ver a mis hermanos junto a Hassan y
Alessandro sentados en la sala mientras hablaban.

No hay rastros de mis padres o el resto de mis hermanos, tampoco de mis abuelos y si ellos
no estuvieran tan locos como yo pensaría que es una intervención.

Ladeó la cabeza mirándolos a todos tan tranquilos hablando, como si hoy no hubieran
estado a punto de matarse por ver con cuál par me quedaba.

Me aclaro la garganta haciendo que la mirada de los cuatro se giraran hacia nosotros, todos
viendo la mano de Hermann en mi cintura.

Volker: Nada lento rubio, bien.


Hermann: ¿No les molesta?

Axel: No, nosotros siempre supimos lo que nuestra hermana quería, ven princesa.

Palmea su regazo y me subo a horcajadas mirándolo a los ojos.

Axel: ¿Te trato bien o tengo que matarlo?

Sonrío.

Volker: O tenemos que terminar lo que empezó.

Audrey: Me trató bien, pero nunca me niego a una segunda ronda.

ra
Me inclinó y paso mi lengua por su cuello haciéndolo sisear y que me apriete las nalgas por
debajo de la falda.

er
Axel: ¡Princesa todos te vieron las nalgas!

Hermann: Es exactamente lo que dije.


Si
Audrey: Yo no sabía que él me iba a buscar para montar en moto.

Volker: Montaste más que una moto.

Audrey: No, en realidad.


ce

Él estuvo sobre mí así que yo no monte nada, todavía.

Ganas no me faltan de montar a mi mellizo aquí, pero puede salir alguno de nuestros
padres o hermanos.
ni

Axel: Luego lo harás, ahora escucha lo que te quieren decir.


Ja

Me da la vuelta aún en su regazo y encaja el bulto entre medio de mis nalgas, miro a los
hermanos Conti que me están mirando atentos con las pupilas dilatadas.

Hassan: Corazón, nosotros queremos aceptar.

Tardaron mucho menos de lo que pensé la verdad.

Estimé que lo harían en tres o cuatro días, pero no me cabe muchas dudas que algo le
deben haber dicho mis hermanos y me dan ganas de matarlos.

No porque los hayan convencido de hacerlo rápido, sino porque lo hicieron para ganar la
apuesta.

¡Ese es mi truco!
Mi hermano sonríe contra mi espalda mientras que Volker me guiña un ojo escuchando a
los hermanos Conti.

Alessandro: No sabíamos lo mucho que amabas a estos dos y lo mucho que quieres una
relación como la de tu madre, perdonanos.

Hassan: ¿Podemos unirnos?

Audrey: Por supuesto que sí, no es como si tuvieran muchas opciones igual, o se unían, o
los enterraba vivos.

Alessandro: ¿Haces esas cosas?

ra
Audrey: ¿Enterrar viva a la gente?

Si me lo preguntan en serio no voy a mentir.

er
Hassan: Matar gente, ¿Tu haces eso?

Me encojo de hombros.
Si
Audrey: Sí.

No sé cómo sentirme con la mirada que me están dando, ¿decepción? ¿Confirmación?


¿Por qué tienen esas miradas? ¿Por qué tenían expectativas en mí?
ce

Frunzo el ceño, pero los ignoro cuando mi mamá aparece.

Astrid: Mis niños, extraños, ¿Comen aquí?


ni

¿Por qué creo que todos estaban escuchando detrás de las paredes esperando para salir?

Quizás porque así es, no necesito mucha confirmación cuando ahora aparece mi papá
Ja

Niklaus, detrás vienen mis abuelos, el resto de mis padres y mis hermanos.

Anna: ¿Juguetitos nuevos hermana?

Sonrío, porque sé que le interesa una mierda, pero no le gustan los desconocidos y
necesita saber quiénes son, su mente se lo pide constantemente.

Volker: Ellos son Alessandro y Hassan Conti, él es Hermann Müller.

Jakob: ¿Y están con Audrey o qué hacen aquí? No me gusta que estén cerca de Anna.

Dashiell: Definitivamente no debes traer hombres a la casa si no están contigo o son gay.

Arqueó una ceja mientras lo veo.


Audrey: No me digan que estás celoso, ¿lo notaste cariño?

Anna: No lo admite nunca, porque es un cagón.

Cort: Eso es porque no sentimos celos, son ideas que tú loca cabeza te dice.

Mi hermana se pone de pie con rapidez y se monta a horcajadas en sus piernas antes de
envolver su cuello con ambas manos y ahorcarlo con fuerza cortándole el oxígeno.

Sabe que le molesta que digan "su loca cabeza" no porque tenga a otra persona ahí dentro
quiere decir que esté mal, pero a él le gusta que lo ahorquen y por eso la jode.

ra
Audrey: No deberías ahorcarlo sabiendo que lo disfruta.

Astrid: Quizás le moleste más que busques un novio que las acepte a las dos.

er
Cort: Yo… las… aceptó…

Anna: Pero me jodes, me jodes aunque te digo que no lo hagas.


Si
Volker: Cariño, a él lo excita que lo ahorques, no ves que el loco es él.

Baldric: Las charlas de esta familia nunca dejan de sorprenderme.

Isaak: O asustarte.
ce

Niklaus: A mí me parecen divertidas.

Astrid: Hija suelta a tu hermano ya hasta está morado.


ni

Anna: ¿Por qué no puedo matarlo?

Joss: Es tu hermano, no puedes matarlo.


Ja

Anna: ¿por qué no? Ustedes siguen buscando al papá de papá Blaz.

Audrey: Ahí estoy contigo cariño, matalo si quieres, yo lo entierro.

Alessia: Es mejor tirarlo en ácido porque ella lo desenterraria cuando se de cuenta que no
puede volver a pegarle en el ring.

Hermann: ¿Estás son conversaciones normales en tu familia bonita?

Jakob: ¿Bonita? Bien, ya puede quedarse.

Damien: Anna, suéltalo o terminará muerto, ¿No lo queremos muerto verdad? Tú quieres
que esté vivo y respirando para poder pelear contigo, aparte es tu mejor amigo.
Anna: Y lo seguirá siendo.

Adler: Anna, sal ahora mismo de ahí.

Saca las manos del cuello de mi hermano levantándolas al aire como si mostrará que no
tiene ningún arma, Cort tose recuperando el aire.

Cort: ¿Me dejaste tus manos marcadas?

Su voz ahora es más ronca que lo normal por el daño en sus cuerdas vocales.

Anna: Claro.

ra
Cort: Genial.

La abraza mientras sonríe, los hermanos Conti y Hermann miran la escena asombrados.

er
Axel: Está es nuestra familia.

CAPITULO 11
Si
😈<<{Audrey}>>😈
Volker: Ellos son nuestros hermanos menores, Ilhan, Tomasso y Gunther, Le siguen los
gemelos Alessia y Geovani, los mellizos Damien y Dashiell y los trillizos Anna, Cort y Jakob.
ce

Audrey: Nuestros padres —los señalo— Astrid, Baldric, Isaac, Johan, Blaz, Hans, Frederick,
Edel, Dominik, Markus, Joss, Niklaus, Adler y Conrad y nuestros abuelos Manfrid y Aide.

Hermann: Es un placer conocerlos.


ni

Aide: Te me haces conocido niño.


Ja

Astrid: ¿Verdad? Pensé lo mismo, pero no puedo recordar de donde.

Sonrío, tiene varios rasgos de Ester.

Axel: Es nieto de Ester.

Aide: Oh, ¡Tiene los mismos ojos!

Mi madre se acerca y toma el rostro de Hermann quien se queda de piedra, mira sus ojos
fijamente.

Blaz: Ya estuvo bueno loca, no toques otros hombres, no importa si es el novio de nuestra
hija.
Audrey: Tóxicos.

Axel: ¿Princesa no recuerdas la primera vez que tocaste nuestras pollas por qué estabas
enojada?

Audrey: No sé de qué hablas.

Ambos nos susurramos para que nadie más que nosotros escuche.

Volker: Familia, ellos son los nuevos novios de Audrey.

Manfrid: Yo dije que las niñas de esta familia llaman mucho la atención.

ra
Astrid: Felicitaciones, ¿Se quedarán a la cena?

Audrey: Sí, Ester también vendrá.

er
No es como si les hubiera preguntado, que se queden y ya.

Aide: Me agrada esa mujer.


Si
Volker: El chófer la traerá en una hora, ya le avisé.

Audrey: Gracias.

Todos se vuelven a ir, seguramente a volver a escuchar detrás de las paredes.


ce

Qué chusmas son.

Volker: Preciosa…
ni

Puta madre, pensé que se olvidaría.

Fue un poco iluso pensar eso, lo sé.


Ja

Axel: Nos debes princesa.

Hago una mueca con mi boca mientras asiento con la cabeza.

Audrey: Una apuesta es una apuesta y ganaron, por trampa, pero lo hicieron.

Hassan: ¿Apostaron?

Volker: Sí, ella apostó en que tardarían tres días en venir, nosotros dijimos que ese mismo
día y aquí están.

Alessandro: ¿Por eso se tomaron el tiempo de explicarnos todo?


Ambos asienten con la cabeza sin vergüenza.

Hermann: ¿Eso no es trampa?

Volker: No sé, pregúntale a Audrey ella es la que nos enseñó a hacerlo.

Me río.

¿Qué pensaba cuando les enseñé eso? Seguro en las niñas que se les acercaban.

Axel: ¿Cuándo pagarás?

Hago cálculos en mi cabeza.

ra
Audrey: La próxima inyección me toca en dos semanas, no me la daré, pero es la única que
no me daré, el trato era solo una, si ustedes no consiguen su prometido antes de que me
toque la siguiente, lo siento mucho.

er
Tampoco dije que jugaría limpio, dejaré la inyección, pero tomaré las pastillas, aunque no
me molestaría tener un hijo de ellos, llevamos años juntos, tenemos estudios, tenemos
dinero, tenemos los trabajos que siempre deseamos.
Si
Pero tomaré las pastillas porque no me gusta jugarles limpio.

Hermann: No entiendo nada, ¿Qué inyección?


ce

Volker: Anticonceptiva, apostamos que si ganábamos ella no se daría una inyección.

Alessandra: Eso podría dejarla embarazada.

Axel: Es la idea.
ni

Hassan: ¿No tarda como un mes en perder el efecto la inyección?


Ja

Asiento con mi cabeza.

Audrey: Así es, pero todavía le quedarían dos meses antes de que me dé la siguiente,
porque son trimestrales.

Axel: Deberíamos ir buscando nombres princesa, por qué con toda la práctica para hacer
bebés que hacemos todos los días es muy seguro que te embaraces.

En realidad es muy probable y no me quedaría, en realidad me gustaría, pero como no me


gusta dejarlo fácil, la pastilla no los ayudará.

Alessandro: ¿No faltan tres hombres todavía y no empezamos a salir recién para tener un
hijo?
Volker: Llevamos siete años juntos.

Eso deja asombrados a los chicos y como no, siete años es mucho tiempo, pero nosotros
siempre nos amamos.

Axel: Pero lo de los hombres tienen razón, mejor esperemos a que se unan y nos pagas la
apuesta.

Volker: Eso sí, si no tarda más de seis meses o el pago aumenta.

Estoy por reprochar que ese no fue el trato, pero me cortan.

Axel: Si no juegas limpio nosotros tampoco princesa.

ra
Bufo y me cruzo de brazos mientras asiento con la cabeza.

Audrey: Bien, entonces me daré dos inyección más.

er
Hermann: ¿Tu quieres hijos?

Audrey: Sí.
Si
Axel: En realidad quiere varios hijos, pero si no apostabamos por la inyección ella los
hubiera dejado en un cofre guardados mientras seguía al pendiente del trabajo.

Hassan: Qué le guste su trabajo no es malo.


ce

Volker: Lo es cuando trabajas desde que tienes seis.

Alessandro: ¿Qué?
ni

Axel: Nuestro abuelo nos regaló un restaurante y le sacamos una empresa a nuestro padre,
sabíamos todo lo que debíamos hacer, así que siempre trabajamos y le enseñamos a
Volker.
Ja

Hermann: ¿A esa edad no deberían estar comiendo crayones?

Audrey: Nosotros no, a esa edad teníamos el coeficiente intelectual de una persona de más
edad, nunca nos supuso un problema, nos adelantamos varios años en el instituto.

Volker: ¿Donde vieron a alguien de 23 años dueño de una empresa? Y no me digan de los
que la heredan, nosotros no la heredamos, la armamos desde cero.

Axel: Sí heredamos otras, pero no están aquí en Alemania.

Hassan: Eres asombrosamente inteligente.


Axel: Es momento de que dejemos el trabajo y miremos nuestra vida un poco, ¿No te
parece?

Audrey: La verdad sí.

¿Damien querrá hacerse cargo de la empresa?

Sí sé que tiene quince años, pero el pendejo es inteligente y le enseñé bien.

Con todo lo que hago todos los días en la empresa no me di cuenta que necesito poner en
orden mi vida antes de que a nuestros padres se les ocurra querer dejarnos las mafias.

CAPITULO 12

ra
5 días después…

😈<<{Audrey}>>😈

er
Otro domingo que entró en esta iglesia decidida a romper la fachada del padre Elliot, con la
diferencia de que esta vez no son solo dos personas las que me esperan afuera, son cinco
los hombres que no se han separado de mi desde que estamos juntos.
Si
Veo otra vez a las mismas mujeres rezando, me siento de buen humor, pero no lo suficiente
como para no odiar las estupideces que pide así que me acerco al grupo de cornudas que
rezan por el bienestar de su familia.
ce

Estupidas de mierda.

Audrey: Dejen de ser estúpidas y de llorar por un hombre que se folla a otra, dejenlo, si no
las ama y respeta ahora que ya tienen una familia conformada y están casados, nunca lo
harán, valorense un poco y dejen de dar pena ajena.
ni

Me alejo en dirección al confesionario dejando al grupo de cornudas estupefactas por mis


palabras, el padre Elliot tan imperturbable como siempre, entro del otro lado y me siento en
Ja

la misma silla que me siento todos los domingos.

Audrey: Padre.

Haber cambiado la línea que estuve recitando por más de dos meses es jodidamente
placentero.

Elliot: Dime hija mía, ¿Cuál es el pecado que cometiste?

¿Cuáles no cometí? Esa sería la pregunta correcta en esta situación.

Audrey: ¿Por dónde empiezo? Mmm… bueno, sabe que hace una semana que no me
confieso.
Elliot: Lo recuerdo hija mía.

Por supuesto que si ¿Quien podría olvidarme?

Audrey: Bueno, en esos días, folle, mucho y en muchas posiciones, masturbe y chupe más
de dos pollas —el gruñido al otro lado de la puerto es un indicio de que estoy cumpliendo mi
cometido— y… ¿recuerda que una vez le dije que queria una relacion con ocho hombres?

Elliot: Sí.

Sonrió ante el gruñido, el hija mia desapareció de su vocabulario al enojarse, lo sé, lo


conozco aunque él a mi no.

ra
Audrey: Bueno… estoy tan contenta ya tengo cinco novios y si dos de ellos son mis
hermanos.

Elliot: Eso es pecado.

er
Audrey: Oh, sí lo sé, la cosa es que me encanta pecar padre, en realidad creo que esa es la
parte más divertida de la vida, en fin, solo vine aquí a despedirme porque sera la ultima ves
que me confiese, me gusta pecar, no dejaré de hacerlo y tampoco me arrepiento.
Si
El silencio me recibe del otro lado de la puerta, no me importa, todavía no termine de hablar.

Audrey: Me siento feliz con esos cinco hombres, me tome una pausa del trabajo para poder
encontrar a los tres que me faltan, para poner mi vida en orden y formar la familia que
ce

siempre quise, es más, ellos me están esperando aquí afuera, esperan que les vaya…

La puerta se abre y el padre Elliot aparece frente a mí con su pantalon negro que se adhiere
perfectamente a sus trabajados muslos, su camisa del mismo color que rebela sus fuertes
brazos y el alzacuello eclesiástico, su respiración es agitada haciendo que su pecho suba y
ni

baje con fuerza, sus ojos celestes están oscuros, detallo bien su cuerpo ancho, su cabello
castaño claro está bien peinado, le queda horrible la verdad, es alto como mis hombres
pasandome una cabeza de altura, tan malditamente sexy, levanto mi mirada hacia él con
Ja

una sonrisa ladeada plantada en mi rostro.

Audrey: Padre Elliot, que bueno verlo —Quiero reírme de esto, pero lo que en realidad hago
es ponerme de pie y abrazarlo como despedida— Lo voy a extrañar.

Elliot: De rodillas.

Ladeo la cabeza como si no entendiera, pero lo hago, me arrodillo frente a él, haciendo
como que no note el prominente bulto de su entrepierna.

Audrey: ¿Cuántos padres nuestros y avemarías tengo que rezar? será la última vez antes
de que me hunda en el pecado.

Chasquea la lengua.
Elliot: Rezaras, pero no a esos santos invisibles —sus manos desabrochan su pantalón
mientras su mirada decidida me hipnotiza, libera su enorme y venosa polla poniéndola
frente a mi boca— Le rezaras a este dios, rezaras por que no te mate por haberme
torturado durante meses.

Una de sus manos atrapa mi cuello y lo aprieta con fuerza cortándome el paso del aire
mientras mira atento mi reacción, debe estar esperando que grite o empiece a llorar como
una persona medianamente normal haría, no soy ni de cerca normal.

Audrey: No puedo padre Elliot, estoy en pareja.

Su agarre se hace más fuerte, pero sigo sonriendo a pesar de que me empiezan a arder los

ra
pulmones.

Elliot: Me valen verga tus novios, eres mia.

er
Su gruñido envió un escalofrío por mi columna que aterriza directamente en mi coño
empapandolo, se da cuenta que no puedo decir nada con el fuerte agarre de mi cuello, así
que lo suelta un poco más no separa su mano de ahí.
Si
Audrey: Si quieres que sea tuya, tendrás que aceptar que sea de ellos también, ¿Está
dispuesto a compartirme padre Elliot?

Parece estar debatiendo internamente cada una de mis palabras, sé que él es como mi
hermana Anna, tiene alguien más allí adentro y debe estar debatiendo sus opciones con
ce

esa otra presencia.

Sé tantas cosas de este hombre que se asustaría y puedo decir que es gracioso como un
hombre con sus demonios termina en una iglesia como si fuera un santo.
ni

Elliot: No soy una buena persona ángel, eres mía, no podrás separarte de mi lado, no te
conviene darme opciones.
Ja

Audrey: Yo tampoco soy buena persona Elliot Moreau, no me conoces, así que te conviene
decidir y agradecer que te di opciones.

Su polla brinca frente a mí, la miro y vuelvo mi mirada a los ojos de Elliot, no la tocaré hasta
que acepte, eso en mi opinión cuenta como un engaño.

Elliot: Bien —gruñe— me unire a tu relación, soy muy posesivo ángel y no me gusta que
toquen lo mío, así que si me uno solo ellos y yo podremos tocarte, ¿entendiste?

Audrey: El que no me entendió eres tú, se posesivo, no me molesta, me encanta, pero


faltan dos hombres, siempre te lo dije.

Elliot: Si joder si, entendi, aunque no me agrade, por esta ves aceptare tus terminos.
Dicho eso, saco mi lengua y la paso por la cabeza de su polla estremeciendolo y haciendo
que el agarre de mi cuello se apriete.

Elliot: Abre esa preciosa boca tuya y reza como deberías haber estado haciendo todos
estos meses.

Audrey: Sabes que nos escucharan ¿no?

Elliot: Cuento con ello.

Abro la boca y él mete su polla de una estocada llegando hasta la garganta, el aire se me
corta mientras sus intensos ojos están puestos en los mios.

ra
Elliot: Te ves tan jodidamente hermosa rezando de esta manera.

Empieza a mover su pelvis foolandome la boca como él quiere hacerlo, con enojo
contenido, ahueco mis mejillas y llevo mi mano hacia sus bolas para masajearlas, mis ojos

er
están llorosos y la mandíbula me duele, pero la relajo permitiendo que meta más y más
cada vez.

Elliot: Oh… si… ángel así…


Si
Sus ojos están cerrados, sus manos no dejan de apretar mi cuello mientras me embiste la
boca con violencia, la saliva cae de su polla cada vez que la saca y no puedo estar más
jodidamente húmeda. sus gemidos me calientan, su rostro inundado de placer también.
ce

Elliot: Oh… eso es… recibe mi polla en tu preciosa boca ángel… si…

Embiste varias veces mas, gimiendo para que todos lo escuchen y aprieta mi cabeza hacia
su pelvis, el líquido caliente y salado inunda mi garganta y trago para no ahogarme
haciendo que gima y embista lentamente para que cada gota de su semen quede en mi
ni

boca.

Me levanta cuando sale de mi boca y me besa, ignorando que tuve su polla y su semen ahi
Ja

hace unos minutos, no le importa, me besa con desesperación como si hubiera querido
hacerlo desde hace tiempo y se hubiera estado controlando.

Elliot: Vámonos de esta mierda.

Me tomó de la mano y lo detengo antes de salir haciendo que me mire.

Audrey: Yo también soy posesiva Elliot, así que o te guardas la polla antes de salir o
terminarás sin ella.

El se ríe roncamente mientras se la guarda y se saca el alza cuello esclesiástico para tirarlo
al suelo del confesionario.
CAPITULO 13
😈<<{Audrey}>>😈
Elliot dudó un poco en subirse conmigo a la camioneta donde estaban los chicos, en
realidad… dudó de dejarme entrar y no secuestrarme antes de llegar, pero al ver que todos
salieron y lo rodearon no le quedó de otra más que entrar.

Ahora estamos llegando a la casa y mis hermanos y yo no podemos contener la sonrisa de


nuestro rostro por nada del mundo, estamos esperando ver el show.

Estacionamos, nos bajamos de la camioneta y entramos yéndonos a sentar a la sala, no


perdí de vista la mirada evaluadora que le dio Elliot a los hombres de afuera o al interior de

ra
la casa.

Sé que mi fachada pintaba a una mujer humilde, sumisa y buena persona, pero no soy nada
de eso y se demuestra en la casa.

er
Elliot: ¿Quién eres?

Los hermanos Conti y Hermann lo miran con las cejas fruncidas mientras mis hermanos
Si
sonríen cada vez más al igual que yo.

Hassan: Se llama Audrey ¿No lo sabes?

El hecho de que ellos tres esten aquí quiere decir que se enteraran de una parte de mi vida
ce

que no les conté, no me molesta, no soy de ocultar mi persona.

Elliot: Claro que lo sé imbécil, pero la mujer que iba al confesionario era sumisa, de clase
media, humilde, alegre y buena persona, esa mujer no necesitaría hombres con armas en
las puertas ni una casa que mide media ciudad.
ni

Astrid: Mi hija ni es sumisa, ni es de clase media, mucho menos humilde, alegre y buena
persona.
Ja

Mi madre y mi padre Blaz vienen, como nos dijeron por mensaje antes de que entrara a la
iglesia, sabía que este hombre caería hoy sí o sí.

Caía o lo secuestraba.

Elliot se pone de pie con rapidez al ver a mi padre, como todos supusimos y yo me
acomodo mejor en el sofá mirando todo con gracia.

Audrey: Papi, él es…

Blaz: Elliot Moreau, lo sé.

Audrey: ¿Se conocen?


Finjo no saber todo sobre este hombre y su conexión con mi padre.

Blaz: Sabes que si hija.

Elliot se da la vuelta y me mira con los ojos abiertos.

Elliot: ¿¡Eres la princesa de la mafia!?

Yo soy barman, no mentira, si soy.

Alessandra: ¿¡Qué!?

ra
Hermann: Bonita ¿eso es verdad?

Axel: Lo es.

er
Elliot: ¿¡Me buscaste para entregarme a tu papá!?

Empieza a buscar por donde escaparse, claramente no hay escapatoria con todos los
hombres afuera.
Si
Lo miro fijamente intentando que mis ojos expresen lo estúpido que es lo que dijo, pero al
parecer no funciona porque ignora mis ojos y sigue intentando escapar.

Bufo.
ce

Audrey: Yo no miento Elliot así que sí, empecé cazándote para matarte, pero la sorpresa
que me lleve cuando el sicario de la mafia terminó siendo padre en dos semanas, fue…
extraordinariamente llamativa al igual que el mismo padre.
ni

Elliot: ¿Siempre supieron dónde estaba?

Blaz: Por supuesto que sí, mi hija te localizó dos días después, pero para desgracia mía se
Ja

encapricho contigo, sí fue bastante gracioso que haya fingido ser una niña bien yendo a
confesarse cada domingo, pero no me alcanzó.

Audrey: ¿De qué te quejas? Te pague la deuda de él.

Blaz: La metiste en mis cuentas sin que lo supiera.

Me encojo de hombros.

Elliot: No es mi deuda.

Gruñe en mi dirección.

Blaz: Todo apuntaba a ti y al que iba a matar era a ti.


Elliot: ¿Me ibas a matar? ¡Ni siquiera buscaste las pruebas!

Audrey: Yo no las busqué, me dijeron que te encontrara y lo hice, claramente no esperaba


encontrar tremendo…

Blaz: ¡Niña! ¡Todavía puedo matarlo y a ellos!

Me río.

Axel: Y nosotros pensamos que tendríamos diversión en los calabozos.

Volker: Fue una pena.

ra
Elliot: ¿Me matarán?

Me río con tanta fuerza que las lágrimas brotan de mis ojos.

er
¿Será que se volvió imbécil en esa iglesia?

Audrey: Cielo, compré tu deuda por lo tanto me perteneces, vivo preferiblemente, muerto si
Si
me jodes, solo tuve un mínimo de decencia al preguntarte cuál era tu destino.

Elliot: ¿Si me negaba me matabas?

Sonrío.
ce

Audrey: Aprendes rápido.

Volker: ¿Cómo se llama el otro?


ni

Curiosidades que no me dejan dormir.

Blaz: Hablen después, primero quiero que me diga quién mierda lo mandó a robarme.
Ja

Astrid: Mide bien tus palabras, a mi hija no le gustan las mentiras y si descubre que lo
hiciste tu destino puede cambiar tan rápido como parpadeas.

Elliot: Fue tu padre, Walter, él se llevó el dinero y me incrimino diciendo que lo había robado.

Astrid: Ya no necesitamos más explicación, dinos dónde fue que lo viste la última vez.

Elliot: En la ubicación de la entrega del armamento, llegó allí con varios hombres diciendo
que su hijo lo había mandado, y como todos lo conocían le creyeron.

Audrey: Es una rata escurridiza


Aunque tampoco puse todo mi empeño en buscarlo, sé que llegará a nosotros cuando
menos lo esperemos.

Mis padres asienten con la cabeza y se van, seguramente a decirle a mis demás padres y
abuelos que vieron a Walter en Francia.

Elliot: ¿Todo este tiempo tuve enfrente a la persona de la que estaba escapando?

Mis hermanos se ríen con fuerza.

Audrey: ¿No es gracioso? Te creías a salvo en esa iglesia, pero corrias más peligro que
afuera.

ra
Ese lugar sería el último al que alguien buscaría un sicario, no me preguntes por qué, pero
no son lugares que los mafiosos, asesinos o la gente mala frecuente.

Por alguna estúpida razón las esquivan, si son un buen escondite, si no es alguien como yo

er
la que te está cazando.

CAPITULO 14
🛐<<{Elliot}>>🛐
Si
Después de horas, cuando la luna ya se encuentran en lo más alto del cielo y las estrellas
brillan con fuerza mientras Audrey nos guía a todos a no se donde dentro de la casa que me
doy cuenta algo, que esa seguridad que estuve ilusamente creyendo tener durante meses
ce

no era más que un espejismo que este ángel me hizo creer.

Me dio una falsa confianza y seguridad dentro de esas paredes que hacían que pueda
respirar con tranquilidad cada día y dormir plácidamente cada noche, pero fue solo ella
jugando conmigo, siempre estuve al borde del abismo.
ni

Ella es un diablo no un ángel.


Ja

No puedo contradecir a Hades, lo que hizo no es de una buena niña, jugó con mi cabeza,
me volvió loco durante meses contándome las cosas que hacía con sus hermanos y termine
de enloquecer cuando declaró que tenía tres hombres más.

Entramos en lo que parece ser una habitación, la cama es de un enorme tamaño al igual
que la habitación que prácticamente mide lo mismo que una casa, mide por lo menos diez
habitaciones del tamaño de la que tenía en la iglesia donde solo cabía una cama de una
plaza una mesa de luz y una cajonera.

Elliot: Me debes algunas explicaciones.

Audrey: No lo creo, pero no importa te dejare tener eso, ¿Qué quieres saber?

Elliot: ¿Fue divertido hacerme creer que estaba seguro allí adentro de esas paredes?
Me mira como si mis palabras la hubieran herido, pero rápidamente es reemplazada por una
mirada aburrida, como si nunca le importara nada.

Audrey: Estabas seguro allí dentro.

Gruño y la acorralo contra la pared poniendo mis manos en su cuello cuando la ira me
corroe desde lo más profundo.

Hermann: Sueltala.

Alessandro: ¿Qué mierda piensas que haces? la lastimaras.

ra
Aprieto con más fuerza, busco el miedo en sus ojos color chocolate, no hay y eso me
enloquece, ella no me teme, no, a ella le divierte, le excita, la sonrisa perversa de su rostro
no se va en ningún momento incluso cuando se empieza a poner morada, no me teme y
eso me enloquece de la misma manera en que me calienta.

er
La suelto dejándola respirar mientras uno de los hombres me aleja de ella y me tira el suelo
subiendo sobre mi, levanta su puño para golpearme y no me escondo o lo esquivo.
Si
Quiero que lo haga, es la segunda vez que la ahorcó y aunque se que solo la excita algo
duele en lo profundo de mi pecho al saber que puedo lastimarla.

Audrey: No hagas eso.


ce

Miro el puño suspendido en el aire frente a mi rostro y luego al ángel, sigue sin estar
alterada, asustada o lo que sea.

¿Si nosotros estamos mal de la cabeza ella que tiene?


ni

No sé, pero no parece normal.

Menos mal o no nos querría para ella.


Ja

Audrey: Dejalo Adonis, Esta bien ¿si?

Hassan: Te ahorco.

Elliot: Tiene razón

Me miran todos como si estuviera loco y lo estoy.

Volker: Está enojado porque piensa que mi preciosa jugó con su vida.

Elliot: Lo hice.
Audrey: Lo único que hice fue mantenerte a salvo en donde te encontrabas, si no era yo
otro iba a ir por ti, ¿te sentiste en paz y seguro? bien, porque eso es justo lo que quería, no
voy a disculparme por mantenerte vivo.

Axel: Nosotros no te matamos porque ella se encaprichó contigo, pero tenias mas gente
detrás de ti aparte de nosotros.

Cierro los ojos asimilando todo lo que me dijeron, ella no jugó conmigo, o si en parte, pero
no me hizo sentir seguro para después arrebatarme eso, ella me mantuvo a salvo, me cuido
como no habían hecho antes.

¿Eso significa que si quería ser mía?

ra
¿Qué tan loca la hace querer estar conmigo?

Elliot: ¿Entonces si querías estar conmigo?

er
Su mellizo bufa y Volker rueda los ojos.

Volker: ¿Qué si quería? ¡Ja! no iría cada domingo si no te quisiera para ella y mucho menos
a una iglesia.
Si
Audrey: Insulte a las cornudas antes de entrar al confesionario hoy —sonríe con ojos
brillantes— apuesto a que después rezaron por mi alma.

No puedo evitar reirme, joder que son pesadas esas señoras, no entiendo la necesidad de
ce

pedirle a un dios invisible que su esposo deje de follarse a la amante y empiece a prestarle
atencion.

Cual es esa desesperación por llamar la atención de un hombre barrigón al que solo usan
por su dinero.
ni

Elliot: Seguramente me escucharon gimiendo y prendieron fuego la iglesia porque allí vivía
el diablo.
Ja

Hermann: No sé porque siento que el diablo no era el que vivía allí sino el que se confesaba
cada domingo.

Audrey: Sientes bien rubio.

Axel: Princesa, creo que estuvimos bastante tiempo sin estar dentro de ti, me contuve el
tiempo suficiente para que puedas explicarle todo a Elliot y a nuestros padres, ¿no merezco
un premio?

Ella solo le sonríe y sin emitir una palabra empieza a sacarse la ropa, mi polla se endurece
en mis pantalones, al fin puedo ver el cuerpo de la mujer que me estaba volviendo loco, es
alta… pero más baja que nosotros, tiene un cuerpo que asemeja al reloj de arena, sus
nalgas son gordas y firmes al igual que sus muslos, sus pechos no son para nada chicos,
son grandes y pesados, sus pezones están duros y me dan ganas de pasar mi lengua por
allí.

Audrey: Mereces el mundo, vida.

De más está decir que el mellizo y Volker se desnudaron al mismo tiempo que ella.

Me levanto del suelo en el cual me había quedado a admirar a la hermosa mujer, mi mujer y
me saco la ropa, me importa muy poco no conocerme con estos hombres a mi me importa
ella.

Solo ella puede calmar mis demonios, ella es la indicada para Hades y para mí.

ra
Nuestra.

Nuestra.

er
CAPITULO 15
🤤<<{Volker}>>🤤
Si
Axel se tira a la cama con mi preciosa encima de él y rápidamente ella se monta sobre la
polla de nuestro hermano.

Axel: Oh… estás tan malditamente mojada… ¿Te mojo que Elliot te ahorcara princesa?
ce

Empieza a brincar sobre la polla con rapidez, sacando la polla de nuestro hermano hasta la
mitad y volviendo a engullirla en su interior, gimiendo cuando los dedos de nuestro hermano
se clavan en sus caderas para ayudarla a moverse.

Me acerco a su espalda y sujeto con firmeza sus caderas para que se quede
ni

completamente quieta luego la inclinó para que se acueste en el pecho de Axel y


lentamente me hundo en su coño hasta la empuñadura.
Ja

Siento la presión de su coño alrededor de ambas pollas, siento la dureza de mi hermano


frotándose con la mía cuando entramos y salimos de su caliente interior, siento tanto maldito
calor que el sudor cae de mi nuca hacia mi espina dorsal.

Viktor: Joder… no veo la hora en que podamos embarazarte…

Elliot se acerca a nosotros, hace levantar un poco el torso a Audrey y la mira intensamente
como si estuviera ordenándole que hacer con la mirada, ella envuelve sus labios alrededor
de su polla mientras que él agarra con ambas manos su cuello empezando a mover las
caderas para entrar más profundamente en su garganta.

Su coño se humedece y contrae a nuestro alrededor por la presión que ejerce en su cuello y
los tres estamos gimiendo como locos mientras más rápido la embestimos.
La habitación empieza a sentirse como un sauna a medida que nuestras embestidas
continúan mis músculos empiezan a contraerse al sentir mi orgasmo comenzar a formarse
tan fuerte y potente que podría revalidar su coño yo solo.

Axel: Ohh… joder…

Elliot: Eso es ángel… recibe mi polla… tan malditamente bueno…

Joder…

Ah…

La cabeza me da vueltas cuando su coño empieza a contraerse cada vez más avisándonos

ra
de su orgasmo, las embestidas de los tres se vuelven más desenfrenadas y salvajes en el
vaivén que casualmente se coordinó por sí solo, los tres entramos y salimos de sus
agujeros al mismo tiempo, como si nos hubiéramos puesto de acuerdo con anterioridad.

er
Las uñas de mi preciosa quedaron marcadas en los pectorales de nuestro hermano dejando
su huella como sabemos que le encanta.

Volker: Joder preciosa…


Si
Mis dedos se aprietan con más fuerza en sus caderas encima de las manos de mi hermano
cuando las embestidas se vuelven más duras, más profundas y lentas mientras que ella se
corre a nuestro alrededor, su coño nos aprieta tanto que si lo hacemos con más rapidez una
de nuestras pollas sería expulsada.
ce

Nosotros nos corremos momentos después, es una oleada de indescriptible placer que me
ciega y estremece mi cuerpo, embistiendo lentamente para que cada gota de nuestro
espeso y caliente semen salga de nosotros y rebalse su coño.
ni

Elliot: Eso es ángel…

La veo tragar su semen mientras salgo de su interior y me levanto de la cama, dispuesto a


Ja

dejarlos disfrutar de nuestra mujer a los demás.

Mi preciosa se monta sobre Hermann cuando él se acuesta de espaldas en la cama y baja


rápidamente por su polla haciendo que suelte un gemido estrangulado.

Hassan va detrás de ella pasa sus manos por sus caderas hasta llegar a sus nalgas las
cuales aprieta y les da un azote haciendo gemir a mi preciosa, empieza a preparar su
trasero con el lubricante que mi hermano le dio, puedo ver como ella empieza a buscar más
contacto con los dedos que tiene en su interior.

Cuando termina de prepararla se pone lubricante en la polla y empieza a meterse


lentamente en ella, dejando que su trasero se coma cada pedazo de su polla, comienzan a
follarla con estocadas rápidas y duras produciendo un eco que inunda la habitación.
Alessandro mete su polla con fuerza hasta el fondo de la garganta de nuestra mujer, las
lágrimas cubren sus preciosos ojos color chocolate por la falta de oxígeno, pero no lo saca,
aguanta lo que más puede hasta que él retrocede varios centímetros y vuelve a entrar
follándole la garganta con aspereza.

Se la están follando como si fuera la última vez que vayan a hacerlo, Hassan está azotando
sus nalgas con fuerza dejando sus dedos y el contorno de su mano marcados ahí, Hermann
tiene sus tobillos clavados en el colchón mientras la embiste con desesperación y está
inclinado hacia delante para morder y tironear de sus pezones.

La transpiración baña sus cuerpos haciendo rodar gotas por sus espaldas mientras las
embestidas se vuelven más duras, los ojos de mi preciosa se viran hacia el fondo de su
cabeza al mismo tiempo que el chorro sale de alrededor de la polla de Hermann.

ra
Los tres embisten unas veces más antes de acabar y llenar por completo su interior.

Joder, mi mujer es tan caliente…

er
Ya falta poco para poder embarazarla de nuestros hijos, dos más, sólo dos más y la
veremos embarazada.
Si
CAPITULO 16
Dos semanas después…

🥵<<{Axel}>>🥵
ce

Estamos entrando en la empresa apurados, detrás nuestro entran los chicos que no se han
separado de nuestra mujer en ningún momento.

Como siempre las miradas esquivan las de nuestra mujer y las nuestras, pero detallan
ni

apreciativamente a los hombres a nuestra espalda, mi melliza está tan enojada que ni
siquiera lo nota, sin embargo yo sí y los miró con una mirada de muerte que los hace volver
a sus mierdas de trabajos.
Ja

Ella los declaró suyos y así se van a quedar.

Ester llega a nosotros agitada por correr supongo y eso hace enojar más a mi hermana.

Audrey: ¿Cuántas veces debo decirte que no corras? No tienen veinte años —frena en seco
dándose cuenta del tono que uso, se masajea el puente de la nariz con los dedos antes de
mirarla— perdóname por hablarte así Ester, pero vuelves a correr y te busco un reemplazo.

Hermann: Tiene razón abuela mira tus pies hinchados en esas cosas.

Todos bajamos la vista a los pies de Ester, se encuentran fuertemente presionados con los
tacones bajos que siempre se pone, mi mujer chasquea los dedos y una tímida muchacha
se acerca temblando.
Chica: ¿Se le ofrece algo señora?

Audrey: Una doctora y zapatillas cómodas del 36.

Chica: ¿Y… y de… de donde…

Audrey: Joder, toma —le da un fajo de billetes que saca de su cartera— ve a la tienda de
enfrente y le compras unas cómodas zapatillas en talle 36, trae también en talles 41 y 1/2,
40, dos del 41 y del 42 para ellos —la muchacha se la quedó mirando como si no
entendiera lo que dice— ¿Qué estás esperando? Vete.

La muchacha corre despavorida hacia fuera de la empresa mientras los chicos están un

ra
poco en shock.

Sí, ella es así de intensa.

er
Audrey: ¿Necesitas que te levante?

Ester se sonrojó y negó frenéticamente con la cabeza antes de que todos empezáramos a
caminar hacia el ascensor otra vez, entramos marcando el último piso, el silencio tenso
Si
puede cortarse con un cuchillo, el cual puede terminar enterrado en el pecho del anciano
que se encuentra en nuestra oficina.

Nos sacó del tan esperado descanso cuando recién lo comenzábamos, la verdad si merece
morirse, pero como este anciano es uno de nuestros mejores clientes no lo haremos.
ce

Contrató a muchos hombres de nuestra empresa para cuidar la suya y aparte también
contrató más para cuidar de sus familias.

Audrey: Ester a tu oficina a esperar a la doctora, yo me ocupo aquí.


ni

Ester: Tengo los papeles aquí, se los daré.


Ja

Mi mujer se detiene otra vez haciendo que todos lo hagamos como consecuencia, suelta y
gran suspiro antes de mirarla.

Audrey: Por favor, por favor te puedes quedar sentada en tu lugar y dejar de caminar con
esas cosas, no me gustaría tener que esposarte a la silla y ganas no me están faltando en
estos momentos —la abraza sorprendiendo a algunas personas en los pasillos y a tres de
los hombres a mi espalda— no quiero ofenderte Ester, pero estás vieja.

Ester: Me quedaré sentada, niña Becker, quizá también deba dejar mi trabajo al mismo
tiempo que ustedes.

Axel: carajo, llevamos años esperando esas palabras, necesitas un descanso.

Volker: Las nuevas candidatas a tu puesto llegarán mañana, la que elijas quedará.
Audrey: Quizá puedas buscarte un viejo que esté muy bueno para pasar lo que queda de tu
vida, procura que pueda follar todavía.

Ester se ríe mientras Hermann se queja un poco a nuestra espalda, mi mujer vuelve a
caminar luego de que viera sentarse a nuestra asistente y entramos a la sala de juntas
encontrando al anciano junto a su hijo muy enojados.

Javier: Señorita Becker, llevamos esperándola mucho tiempo.

Reprocha mientras se pone de pie intentando imponerse sobre la presencia de mi princesa.

Audrey: Primero buenas tardes, no sea maleducado anciano que ya me tiene con poca

ra
paciencia, segundo se sientan que parado intimida menos.

Carlos: Buenas tardes.

er
Los ojos brillantes del hombre recorren el cuerpo de mi princesa mientras se sienta frente a
ellos, nosotros tomamos asientos a su lado, aunque cuatro de estos hombres no tengan
nada que ver aquí.
Si
Audrey: ¿A qué debo su…

Javier: ¡Sus hombres! ¡Sus hombres!

Volker: No vuelva a interrumpir a mi mujer o le saldrá muy caro.


ce

El anciano se pone rojo de cólera, pero su hijo lo hace calmarse, si no lo hace habrá sangre
y no será la nuestra.

Audrey: Hablen, rápido que no tengo todo el tiempo para perderlo en ustedes.
ni

Carlos: Cómo mi padre quería decirle, dos de los hombres que contratamos para…
Ja

Javier: ¡Se la follaron!

Mi mujer golpea la palma de su mano fuertemente contra la mesa haciendo que ambos
hombres se sobresalten.

Audrey: A ver si nos entendemos un poquito —apoya ambas manos en la larga mesa y se
inclina hacia adelante dándonos una precio vista de su trasero cuando la falda se le sube,
desafortunadamente también le está dando la vista de sus pechos al imbécil frente a mí.

Elliot: Vuelve a mirarla y te arranco los ojos.

Axel: Y yo la lengua por salivar por lo que nos pertenece.

Javier: ¡Está reunión debe ser confidencial entre el cliente y la empresa!


Cansada ya de este anciano y conteniendo las ganas de matarlo aquí mismo, se deja caer
otra vez en la silla mientras se masajea los ojos con la llena de los dedos.

Audrey: Ellos hacen parte de mi empresa, déjenme presentarlos ya que usted viejo estúpido
no tiene educacion, ellos son mis esposos, Alessandro, Hassan, Elliot, Hermann y
claramente ya conoce a Axel y Volker, ¿Algo más que deba decir al respecto o ya me va a
empezar a decir que mierda quiere conmigo? —ella sigue sin mirarlo cuando el anciano
intenta volver a gritar— en voz baja y calmada si no quiere que lo tire por la ventana.

Estamos en el piso veinte, seguro que quedaría como picadillo en el suelo.

Javier: Dos de sus hombres se follaron a mi hija.

ra
Lo mira.

Audrey: Ajá ¿Y?

er
Javier: ¿Cómo que y? Te estoy diciendo que se la follaron.

Audrey: A ver, ¿La forzaron?


Si
Carlos: No.

Audrey: ¿Dió en palabras su consentimiento?


ce

Carlos: Según las cámaras de seguridad sí.

Audrey: ¿¡Y que mierda quieren que haga si su niña de oro estaba caliente!? ¡Joder! ¡ni que
no hubiera follado nunca! —bufa y golpea otra vez la mesa— Debería preocuparse si se
follaran a su mujer, no hay quien lo aguante.
ni

Javier: Mi mujer falleció hace unas semanas.


Ja

Audrey: Los milagros sí existen aparentemente.

Carlos: ¿Cómo puedes ser tan insensible?

Audrey: ¿Cómo pueden ser tan hipócritas?

Audrey: Recuerdo a su esposa viejo estúpido, era una mujer bellísima y buena, pero la
recuerdo llorando en la iglesia porque su esposo le era infiel y tú mejor ni hables imbécil,
que bien que te follas a tu hermana también, ¿No te enseñaron a compartir en el jardín?

Se pone de pie furiosa y se va insultando y dejando estáticos a los hombres.

Alessandro: ¿Mal trago eh?


Salimos de la sala de juntas riéndonos.

CAPITULO 17
Un mes después…

😈<<{Audrey}>>😈
Llevo varias semanas siendo feliz con los chicos, pero hace unos días dos de ellos están
extraños, mucho de hecho, tardan horas en responder a uno de mis mensajes, ignoran mi
mirada cuando estamos juntos y eso sí lo estamos porque prácticamente se están borrando
de mi vida.

ra
No me gusta.

No me gusta sentir que se alejan de mí, pero tampoco quiero pensar que haya otra mujer
por la que estén interesados.

er
Si la hay ya está muerta al igual que ellos.

💬Yo: ¿Nos vemos hoy?


Si
💬Hassan: No podemos lo siento.
💬 Alessandro: Tenemos mucho trabajo.
ce

Esa es la pregunta que siempre contestan con rapidez y la cual siempre tiene respuestas
negativas, pero lo que más me duele es lo que le sigue a eso.

💬Yo: Bueno, nos vemos en la semana entonces, los quiero.


💬Alessandro: Nos vemos.
ni

Ya no hay un "te queremos", no hay un "corazón", un "Tesoro", no soy abierta con mis
Ja

sentimientos y ellos no están aprovechando como deberían que les diga que los quiero.

Axel: ¿Otra vez de mal humor princesa?

Hermann: ¿Por qué no nos cuentas?

Audrey: Cuando termine con lo que estoy haciendo, quizás lo haga.

Sigo tipeando en mi portátil, accediendo a las cámaras de seguridad del lugar que el GPS
del celular de los hermanos Conti me indica.

Moral y legalmente está mal lo que estoy haciendo, pero me vale verga, ellos o tienen otra o
algo está pasando para que se alejen de mí después de estar en plena felicidad durante
semanas.
Acceso a las cámaras y no me sorprende tanto como debería saber que están en la sede de
la CIA aquí en Alemania.

Tampoco me sorprende encontrar sus expedientes y que digan:

Hassan Rahal, Árabe, 25 años, agente de campo.

Alessandro Santoni, Italiano, 26 años, agente de campo.

Dicen muchas cosas más, pero lo que más resalta es "infiltrados en la mafia Alemana".

Ignoró el ardor de mi pecho y pongo la grabación de la cámara donde ellos están con otro

ra
hombre.

Hombre: ¿Encontraron algo?

er
Alessandro: Solo pudimos infiltrarnos señor.

Hombre: ¿Se ganaron la confianza para poder conseguir pruebas?


Si
Hassan: No, no lo hicimos.

Hombre: Tienen que conseguir pruebas que perjudiquen a Astrid Becker, Adler Becker,
Baldric Klein, Blaz Klein y Niklaus Koch, es de suma importancia encerrarlos junto a ella
—tira un expediente en la mesa y ellos se apresuran a tomarlo— Audrey Becker, Klein,
ce

Koch, Meyer, princesa de la mafia, hacker, está metida en el lavado de dinero, carreras
clandestinas, estafas, asesinatos, una joya en el mundo de la mafia, pero… no hay pruebas
para comprobarlo.

Ni las habrá.
ni

Me siento derecha en el escritorio y me voy un poco hacia atrás antes de levantar la mirada
hacia los chicos frente a mi escritorio.
Ja

Elliot: ¿Te están cazando?

Sonrío.

Axel: Sobre mi cadáver te conseguirán.

Hermann: No hay pruebas, no puedo creer que ellos siempre estuvieron tras tu familia.

Se que no siempre y por eso se alejaron, pudieron llegar hacia mi por esa razón, pero
después se engancharon conmigo.

Nunca me creí la versión del padre y toda esa historia ensayada que nos contaron, los dejé
seguir mintiendo, hasta hoy.
Sabía que tenían algo entre manos, no me importo mucho, me molestó que me mientas y
después de darles mi confianza lo siguieran haciendo.

Saber que lo que querían era hundir a mi familia retorció un cuchillo en mi pecho que no
sabía que tenía, pero entre más los escucho discutir por no entregarnos a ninguno más me
doy cuenta de mi siguiente paso.

Audrey: Me entregaré.

Volker: No harás eso.

No estoy pidiendo permiso, se que les molestará, se que mis padres querrán matar a todo el

ra
mundo, pero lo haré, quiero ver el arrepentimiento en los ojos de esos hijos de puta.

Porque si no hay tal cosa en sus ojos como culpa, arrepentimiento y desesperación, los
veré cien metros bajo la profundidad del océano.

er
🌡️<<{Alessandro}>>🌡️
Hassan: No vamos a entregarlos.
Si
Carajo.

No quiero hacerlo yo tampoco, ¿Pero que se supone que hagamos? Es nuestro trabajo, a
menos que…
ce

Alessandro: Renunciemos.

Hassan: No es tan fácil.


ni

Lo sé, se que no nos dejarán irnos tan fácil, pero no puedo vivir sabiendo que mi tesoro
podría caer presa o algún miembro de su familia, esa que nos recibió como uno más de
ellos.
Ja

¿Se supone que los mafiosos o los asesinos deben ser tan buenos?

Es medio confuso eso, porque yo también mato gente en mi trabajo, así que ¿Porque ellos
son asesinos y nosotros héroes?

También quitamos vidas con nuestras manos, también hay un sinnúmero de cuerpos
presionando nuestros hombros, pero esa es la hipocresía de la vida.

Porque mientras nosotros matamos por "salvar a las personas", ellos… varios de ellos
hacen lo mismo para salvar a sus personas, solo que su expediente dirá "asesino" y el
nuestro "héroe".

Alessandro: Haremos lo que tengamos que hacer para salir de aquí.


Asiente con su cabeza.

Fruncimos el ceño al escuchar muchos pasos corriendo y revuelo fuera de la sede, salimos
de la sala, hay hombres gritando y agentes equipándose para salir.

Hassan: ¿Qué está pasando?

Frena a uno de los agentes que corre hacia afuera.

Agente: Están atacando, hay más de cien hombres afuera.

¿Cómo encontraron la sede? Literalmente está en medio de la nada.

ra
Agarramos armas y salimos a ayudar, por lo menos una última vez antes de renunciar,
todos los agentes estamos uno al lado del otro con las armas en alto frente a la entrada
mientras vemos más de 20 camionetas estacionarse.

er
Los latidos de mi corazón comienzan a escucharse en mis oídos al reconocerlas.

Hassan: No…
Si
Nuestra mujer baja de la camioneta como la reina del puto mundo mientras las hombres a
su espalda apuntan a todos, nosotros bajamos las armas y nos ponemos al frente.

Nos está mirando con furia en sus ojos, con decepción, no puedo tragar el nudo que se
ce

alojó en mi garganta.

Nos odia y jodidamente la entiendo.

Mi pulso se dispara cuando empieza a caminar hacia aquí, los hombres de ella se
ni

mantienen firmen en su lugar no avanzan junto con ella, pero nunca dejan de apuntar.

Se para frente a nuestro superior, el hombre le saca varios centímetros, pero le teme a mi
Ja

tesoro.

Audrey: Buenas tardes señor.

Superior: ¿Qué quiere?

Ella bufó y luego sonrió.

Audrey: Me enteré de que me buscaban —sus ojos viajan a nosotros tan decepcionados por
las mentiras que le dijimos y jodidamente me arrepiento de no haberlo dejado el mismo día
que la conocimos porque la amo, la amo demasiado— vine a entregarme voluntariamente.

Hassan: ¡No!
Nos regala una última sonrisa ladeada antes de darse la vuelta y poner las manos a su
espalda, los hombres comienzan a irse por la orden silenciosa que mi tesoro les dió con la
mirada y solo queda ella siendo esposada.

Empezamos a alejar a los agentes con Hassan, pero nuestro superior hace que nos agarren
entre cinco a cada uno para que no podamos acercarnos.

Alessandra: ¡Audrey!

La veo ser llevada bruscamente por nuestro superior mientras nos da un asentimiento de
cabeza.

CAPITULO 18

ra
😈<<{Audrey}>>😈
Miro como me esposan manos y pies luego de hacer que me ponga la horrorosa ropa

er
naranja con la que tengo que ir presa, casi me rio en sus rostros por la rapidez con la que
quieren meterme en la cárcel para que no me les escape, es gracioso que hagan esto sin
tener pruebas de nada.
Si
Lo que hacen es ilegal, porque yo me entregue, pero nunca dije porque, si bien se
apresuraron por el nombre que portó nunca dije cual es el delito que cometí, ni lo voy a
hacer, pero les daré el gusto de apresarme un tiempo.

Debo admitir que me gusto ver como los otros agentes tiraban al suelo boca abajo a Hassan
ce

y Alessandro para detenerlos, fue divertido ver como no podían hacer nada.

Me sientan con fuerza en la silla de metal frente a una mesa igual, frente a mí se sienta el
superior de Hassan y Alessandro, detrás de él el enorme espejo me hace sonreír.
ni

Tan estúpidos, tan típicos.

Superior: Hable.
Ja

Audrey: Usted no me da órdenes.

Lo miro aburrida y sonrió cuando le dice a uno de los agentes a mi espalda que patee mi
silla, como si eso fuera a darme miedo, carajo eh visto cosas que son inhumanas y no me
da miedo, camino en las sombras tan a gusto que hasta los fantasmas me podrían
considerar sus amigos.

Audrey: No haría eso si fuera usted, no queremos que mis hombres se enojen, no es
momento que vengan por usted aun —sonrio y saludo a la cámara viendo como el hombre
frente a mí golpea la mesa con fuerza y se pone de pie— no intimida señor, he visto cosas
más atemorizantes que usted y me las follo.

Axel y Volker enojados dan miedo y me calientan.


Superior: Va a decirnos todo lo que sabe si no quiere que busquemos a su madre y le
pongamos el mismo traje que lleva puesto usted.

Me encojo de hombros.

Audrey: Podrían intentarlo y saludarla los está viendo.

Me río cuando se pone pálido y mira hacia la camara, no podría entregarme sin contarle a la
familia, claro que les informe que sería solo un tiempo, para diversión mía, Axel estará
hackeando cada anuncio que salga con mi nombre por si estos imbéciles querían ganar
reconocimiento por mi captura, nadie va arruinar mi renombre.

ra
El hombre se recompone, ahora se ve furioso y solo puedo reirme con más fuerza cuando le
indica a los hombres de mi espalda que me pongan de pie a la fuerza, mis manos quedan
hacia abajo tiradas por las esposas que tienen una cadena que la une a las esposas de mis
pies, patean la silla y me alejan de la mesa entre zamarreos, la sonrisa nunca se va de mi

er
rostro al igual que la mirada aburrida a pesar de que quiero matarlo en este momento.

Quizá lo haga.
Si
Se pone frente a mí, con la mano en el arma de su cinturón táctico en un intento inutil por
intimidarme.

Superior: Hablara o tenemos que obligarla.


ce

Acerco mi rostro, poniendo mi boca a centímetros de su oreja mientras miro fijamente el


espejo, se que hay varios pares de ojos mirándonos.

Audrey: ¿Sus superiores saben que amenaza a las personas inocentes?


ni

Agarra mi mandíbula, escuchó varios golpes en la puerta, pero no me importa, solo miro
fijamente al hombre frente a mí.
Ja

Superior: Usted no es inocente.

Audrey: ¿Tiene pruebas de algo? Lo dudo.

Lo escupo y le doy un cabezazo haciendo que de varios pasos hacia atrás, antes de que los
hombres a mi espalda puedan reaccionar estoy tirándome sobre el hombre cayendo sobre
él al suelo, presionando su cuello con las corta cadena que tienen las esposas, me estoy
lastimando las muñecas, pero él no debía agarrarme.

Aprieto con fuerza mientras sonrío porque no puede defenderse ya que aprisione sus
brazos con mis piernas, intentando poder acercarlas lo suficiente a mis manos porque la
cadena es lo bastante corta para dejar tirante mis manos hacia abajo cuando estoy de pie.

Me río mientras tose cuando los hombres me sacan de encima.


Audrey: Alégrate, con eso ya puedes darme legalmente un tiempo presa.

La puerta se abre de una patada, Hassan y Alessandro entran siendo agarrados con fuerza
por varios agentes más.

Alessandro: No puedes tenerla así, no tienes pruebas de que haya hecho algo.

Audrey: Ups, ya se las di.

Me encojo de hombros.

Hassan: ¿Qué hiciste?

ra
Audrey: ¿No era lo que querían? ¿encerrarnos? Aquí me tienen.

Veo claramente en sus ojos arrepentimiento, culpa, pero no me va a detener, me aman, si, y

er
sufrirán por ello.

Superior: Ustedes dos están despedidos.


Si
Audrey: Si los despide yo me voy y veremos si puede volver a atraparme.

Superior: Ya está aquí, no puede entrar y salir como se le dé la gana.

Le doy una sonrisa ladeada antes de chasquear los dedos lastimandome más la muñeca en
ce

el proceso, minutos después entra el superior de este hombre seguido de varios agentes.

Audrey: ¿En que quedamos Sebastian?

Sebastian: Usted se entregaría y los señores Hassan Rahal y Alessandro Santoni tendrían
ni

todo el reconocimiento de su captura…

Hassan: ¿¡Que!?
Ja

Ignoro sus palabras.

Audrey: ¿Qué más?

Sebastien: Serias liberada si ellos son despedidos —arqueo una ceja en su dirección, hay
más, pedí más— cuando usted llegue a la prisión ellos serán ascendidos.

Sonrío en grande.

Audrey: Lo que los deja en… —finjo pensarlo— tu puesto.

Miro al hombre frente a mi.


Mi plan no es solo hacerlos sufrir por mentirme, mi plan es subirlos a la cima de esta sede,
ellos son míos ahora y en la muerte, si les gusta su trabajo, bien podrían ser nuestros
informantes.

Audrey: Llevenme entonces señores.

Los agentes me llevan, paso por al lado de Hassan y Alessandro, pero no les dedico ni una
sola mirada, volverán a mí cuando yo así lo decida

CAPITULO 19
😈<<{Audrey}>>😈

ra
Me sacan las esposas una vez que llegamos a mi celda, de más está decir que fui escoltada
por todos los agentes que habían en la sede, comprados o no, y llegue tan rápido como
viaja la luz.

er
Ni que fuera una asesina experimentada.

Me metieron en una prisión de máxima seguridad, donde ponen a los más peligrosos, me
halagan la verdad.
Si
Guardia: Esta es tu celda, tu compañera está en el patio.

Asiento con la cabeza mientras veo la sangre de mis muñecas cuando las esposas se
desprenden de mí, ignoro el ardor, no es algo a lo que no esté acostumbrada, meto mis
ce

manos en los bolsillos luego de sacarme la parte superior del mono y enredarla en mis
caderas dejando a la vista la remera blanca de tirantes, no llevaba sostén por lo que mis
pechos estan marcados en la tela lo que hace que los guardias claven sus miradas allí.

Audrey: Ojos arriba si no quieres que te los arranque.


ni

Ambos tragaron saliva y suben sus ojos a los míos antes de perderse luego de decirme que
en dos horas las celdas se cerraron, me dirijo al patio ignorando las miradas de muchas de
Ja

las personas de aquí.

Veo a una pareja o lo que sea, literalmente follando a un lado de la puerta y me pregunto
quien fue el estupido que hizo esta prisión mixta, sigo caminando con las manos en los
bolsillos, odiando el sol que me ciega un poco la vista.

Esto es aburrido.

Empiezo a arrepentirme de entregarme cuando pasa media hora y solo veo grupos de
personas hablando y riendo como si estuvieran en el instituto, ¿Se supone que estas son
las personas más peligrosas?
Veo a una… ¿niña? eso parece, es muy diminuta y temerosa, va esquivando a todas las
personas que se le cruzan mientras tiembla, está muy por fuera de su elemento, esa chica
no debería estar aquí, dudo que alguna vez haya matado a una mosca.

Hombre: Hola hermosa…

Audrey: Piérdete.

No lo hace, pero yo me alejo de él sin mirarlo cuando veo que tres mujeres enormes para la
complexión de la chica la rodean junto a otro hombre, ella se ve asustada intentando
escapar.

Mujer: Te ves muy hermosa hoy.

ra
Hombre: Como todos los días, me paras la polla.

Mujer 3: Has tenido mucha suerte de que los guardias hayan estado cuidándote, pero están

er
ocupados esta tarde para defenderte.

Audrey: No creo que necesite a los guardias para eso.


Si
Todos se giran hacia mí, mis manos siguen en mis bolsillos mientras los cuatro hacen un
barrido apreciativo y hambriento por mi cuerpo.

Audrey: Ven aquí chica.


ce

La chica temblando mientras rodea a las personas se acerca a mi y se pone a mi espalda


mientras sigo observando a las personas frente a mi lamerse los labios viendo mis pechos,
si, quizas no fue buena idea bajarme la parte superior del mono.

Alguien se acerca a mi espalda, lo siento acercarse lo suficiente como para que las
ni

personas frente a mí piensen que me está apoyando, pero no lo está haciendo, está a un
paso de distancia, de reojo veo como asoma su cabeza por mi derecha y mete sus manos
en mis bolsillos juntandolas con las mías dejándome algo puntiagudo.
Ja

Hombre: ¿Puedo ayudarte en algo hermosa?

Es el mismo que me habló hace unos minutos antes de venir hacia la chica, pero no me giro
para poder verlo, sigo mirando al frente como si estuviera aburrida.

Audrey: No necesito ayuda.

Mujer: Claro que no, solo necesitas abrirte de piernas para nosotros.

Audrey: lo siento, no se va a poder.

Mujer 2: No te estábamos pidiendo permiso, lo harás, ven aquí.


Me separo del hombre a mi espalda haciendo que saque sus manos de mis bolsillos, me
pongo frente a la mujer que supuso que podía darme órdenes y sonrío.

Hombre: Ya está pidiendo que la follemos.

La mujer frente a mi saca su lengua para humedecer sus labios mientras su mirada está en
mis pechos, sujeto con fuerza la punta en mi bolsillo y sacó con rapidez la mano para
dirigirla a su yugular y clavar la punta allí, la sangre empieza a salir a borbotones cuando
saco la punta, manchando mi mono, rostro y remera, los gritos comienzan a rodearnos al
igual que los guardias se alertan.

La pateó haciendo que caiga de espaldas como un saco de papas, agarro del cabello a la
otra mujer y le estrelló el rostro contra la pared a nuestro lado, queda media estupida, el

ra
tiempo suficiente para clavarle la punta en el pecho y vuelvo a sacarla cuando el hombre me
atrapa por la espalda encerrando mis brazos y baja su rostro a mi cuello mientras la otra
mujer se pone frente a mi.

er
Levantó la parte inferior de mi cuerpo pateando la nariz de la mujer antes de que se
aproxime a mi.

Hombre: Te follare muy duro por esto.


Si
Hombre: Primero te mato.

Lo separan de mi a la fuerza, pero no me preocupo mucho por él ya que me tiro sobre la


mujer que aún sigue viva empiezo a apuñalarla en todos lados mientras siento sus rodillas
ce

impactar en mi espalda, cuando deja de moverse porque esta muerta me levanto y miro al
hombre que me dio la punta destrozarle el rostro a golpes al hombre que amenazaba a la
chica.

CAPITULO 20
ni

😈<<{Audrey}>>😈
Ja

Me acerco a la chica, está asustada, sus ojos verde agua brillan de terror cuando me acerco
a ella, agacha la cabeza haciendo que su cabello castaño oscuro haga una cortina que no
me deje ver su rostro.

Audrey: ¿Estás bien niña?

…: No soy una niña.

Me susurra, su voz es suave y cautelosa al hablarme.

Audrey: Eres niña hasta que me digas tu nombre.


Giro mi cabeza para ver al hombre levantarse goteando sangre por sus puños, el hombre
debajo de él se encuentra muerto con el rostro literalmente irreconocible, no era muy lindo
de todas formas.

Hombre: ¿Te lastimaste hermosa?

Pone sus manos en mis mejillas mientras observa cada parte de mi rostro y baja la mirada
por mi cuerpo, pero no con hambre, sino en busca de heridas.

Sus ojos grises son más oscuros que los de mi hermano Volker y me miran intensamente
esperando una respuesta, lo repasó rápidamente dándome cuenta que su torso desnudo
está cubierto de tatuajes, su cabello castaño está rapado y tiene una leve barba que hace
su rostro más duro.

ra
Audrey: No.

Suspira mientras me suelta, los guardias llegan a nosotros después de pasar el muro de

er
cuerpos que se había hecho a nuestro alrededor para apreciar la pelea.

Claramente los guardias vienen derecho hacia mí ignorando al hombre que me ayudó y a la
chica, ya sea por quién soy o por la sangre en mi ropa, pero soy a la única que agarran.
Si
No me interesa.

Hombre: ¿Por qué la agarras? Ella solo defendió a la chica.


ce

…: Eso… eso es verdad.

No les importan sus palabras, ponen mis manos en mi espalda y los abucheos e insultos se
hacen presentes en todo el patio.
ni

Guardia: Primer día y ya estás armando alboroto.

Me encojo de hombros sonriendo.


Ja

Audrey: ¿Qué puedo decir? Está en mi sangre.

Bufa.

Guardia: Me lo imagino ya que tus padres son…

Audrey: Eh… sh, sh, sh, de mi familia no vas a estar hablando si no quieres terminar peor
que esos cuerpos ¿Entendiste?, Jack sácame al imbécil de la espalda.

El otro guardia lo saca de mi espalda, pero él tampoco me suelta, lo entiendo.

Jack: Señora, sabe que tengo que encerrarla por lo que hizo ¿No?
Chasqueo la lengua.

Audrey: Sé cuál es tu trabajo Jack, yo te puse aquí, nos vemos después niña, pizarra
gracias por la ayuda.

…: Soy… —freno a Jack cuando me empieza a llevar y me giro para mirarla— soy
Ekaterina.

Hombre: Massimo Moretti a tus servicios hermosa.

Dejo que Jack me encierre en la oscura celda que usan aquí como castigo, palmeo el suelo
notando que hay una colchoneta y me acuesto poniendo mis brazos bajo mi cabeza
mientras cierro los ojos.

ra
Estaré aquí hasta mañana así que mejor aprovecharé a dormir.

O creí que podía hacer eso, por lo menos hasta que tres horas después la puerta se abre

er
haciéndome parpadear por la luz que entra junto con el hombre que sostiene una navaja en
su mano.

Claro que nada sería tan fácil en esta vida.


Si
Audrey: ¿Quién te mandó?

Vuelvo a cerrar los ojos escuchando como se queda quieto mientras me observa, no me
preocuparé por un cadáver.
ce

Hombres: Walter Klein te manda saludos, bastarda.

Ese viejo tiene gente aquí dentro.


ni

Me río ligeramente y abro mis ojos, giro mi cabeza a un lado para verlo, sigue estando
quieto en el mismo lugar desde que le hable.
Ja

Audrey: ¿Cuánto quieres por irte y dejarme en paz?

Se que está viendo la sangre de mi ropa, pero no está seguro si es mía o de algún otro.

Hombre: No me puedes comprar soy leal.

Chasqueo la lengua.

Audrey: Una lastima, hubieras quedado vivo.

Saco pacientemente las manos de debajo de mi cabeza y me sueno los dedos mientras me
levanto de la colchoneta que es igual de dura que el suelo.

Carajo, me duele la espalda.


Audrey: ¿Por qué sigo viva imbécil? ¿Eres principiante o porque esperaste que me
levantará?

En serio no siento que este hombre sea el mejor para el trabajo, si ese viejo no le pone más
empeño a mi asesinato me sentiré muy ofendida.

El hombre se lanza sobre mi intentando clavarme la navaja, pero me pongo de lado


esquivandolo y levantó mi puño para enterrarlo en su pómulo.

Cae al suelo fácilmente y la verdad me da lastima que lo hayan mandado a su muerte, pero
así son las cosas en este mundo, no cobres por matar a alguien que te supera con creces.

ra
Me montó a horcajadas en él mientras presionó sus codos con mis rodillas e inmovilizó sus
muslos con mis pies, paso un dedo por su rostro mientras sonrío.

Audrey: No debiste entrar por esta puerta, no debiste negarte a mi oferta, habrías vivido un

er
día más en tu patética vida.

Agarró la navaja de su mano, la clavo en el medio de su pecho y la arrastró hacia abajo


hasta que llega a su estómago, queda completamente abierto debajo de mi, clavo la navaja
Si
en su frente.

Me levanto viendo el cuerpo abierto y vuelvo a inclinarme metiendo las manos en su interior
y sacando sus órganos y tripas antes de agarrar ambas manos y empezar a arrastrarlo
hacia afuera.
ce

Curiosamente no hay guardias en los pasillos por lo que arrastró el cuerpo varios pasillos
escuchando los jadeos y susurros de las personas de las celdas.

Massimo: ¡Hermosa! ¿Qué haces?


ni

Pasa su brazo entre los barrotes y me agarra.


Ja

Audrey: Saco a pasear a mi amigo.

Ruedo los ojos.

Massimo: Qué graciosa, ¿Qué haces fuera de la celda de castigo y porque no hay
guardias?

Audrey: Oh, me mandaron a matar por eso la ausencia de guardias.

Massimo: ¿Por eso lo abriste como un sapo? Bien hecho.

Me encojo de hombros mientras le grito al guardia que veo pasar, claramente pasó el
tiempo que los compraron y esperaban verme muerta.
Él y muchos guardias más se aproximan hacia mi con las armas en alto y miro al cadáver.

Audrey: Pesas como la mierda amigo.

Dejo caer los brazos del cadáver escuchando las carcajadas de Massimo.

Massimo: ¿Cómo te llamas?

Audrey: Es raro que el boss de la camorra no me conozca, ¿Qué haces aquí dentro?

Los guardias me esposan y me llevan a algún lado sin dejarme escuchar su respuesta.

CAPITULO 21

ra
Una semana después…

😈<<{Audrey}>>😈

er
No han sido tan aburridos los días como pensé que serían, han sido bastante movidos por
decirlo menos.
Si
Resultó que compartía celda con Ekaterina, descubrí que es un poco tímida, pero se le
iluminan los ojos al hablar de su familia.

Bueno la mitad de su familia.


ce

Me contó que está aquí por una trampa de su hermana gemela, Elizabeth, que ella y su
madre, Daría, siempre la han tratado muy mal, pero la metieron aquí para que no hablara de
como vio que mataron al Pakhan de la Bratva, es decir, su padre, Artem.

También me enteré que Massimo estaba justamente en busca de la princesa perdida de la


ni

bratva para entregársela a su hermano, Kirill, eso lo ayudaría a hacer alianzas entre la
camorra y la Bratva.
Ja

Curiosamente nadie sabía cómo se veía Ekaterina, porque nunca se dijo que eran gemelas
y nadie supuso que tendría el mismo rostro que Elizabeth.

Ekaterina: ¡La encontré!

Massimo se ríe a mi lado viendo el entusiasmo de la niña por haber encontrado la foto que
lleva buscando desde que me habló de su hermano.

Ekaterina: Mira.

Me da una foto polaroid en dónde está ella y a su lado un hombre, pelinegro de ojos azul
grisáceos intensos, musculoso y tatuado, pero no tantos como Massimo, sino los
correspondientes para el Pakhan de la bratva.
La foto es reciente al parecer, ya que su padre murió hace no más de cuatro años.

Audrey: ¿De cuando es esta foto?

Le pregunto mientras sigo mirando al hombre, detallando y recordando cada parte de su


rostro, de su cuerpo, mi pecho vibra con un sentimiento posesivo hacia este hombre.

Mío.

Gruñe mi interior, aún sin conocerlo.

Ekaterina: Dos meses —dice con tanta tristeza que me hace mirarla— la saqué dos días
después de enfrentar a mi madre y mi gemela, tres días antes de que me trajeran aquí.

ra
Le devuelvo la foto reacia a querer soltarla y dejar de ver los ojos del hombre.

Massimo: ¿Para que las enfrentaste?

er
Ekaterina: No sé, supongo que me había cansado de que ellas hicieran todo para su
beneficio sin pensar en los demás, ahora veo que fue un error.
Si
Audrey: No es un error.

Me pongo de pie con rapidez, pero el suelo empieza a girar bajo mis pies y cierro los ojos
inconscientemente haciendo que el mareo se intensifique en mi cabeza y trastabille.
ce

Massimo: Te tengo hermosa.

Me levanta estilo princesa.

¿Me iba a caer?


ni

Massimo: Quédate aquí niña, la llevaré a la enfermería.


Ja

Me iba a negar pero el mareo es fuerte y las náuseas igual.

Siento como camina conmigo en brazos por los pasillos mientras intento respirar lentamente
para no vomitarlo.

Escucho el abrir de una puerta y siento que me depositan en una camilla momentos
después.

…: ¿Qué le sucede?

Habla alguien con una voz tan gruesa que me eriza la piel y me hace querer someterme.

¿Qué carajo estoy pensando?


Me levanto bruscamente, sentándome en la camilla de la enfermería con el ceño fruncido.

Audrey: No tengo nada.

Intentó bajar de la camilla, pero son enormes manos en mis hombros me detienen, levanto
la mirada chocandola sus ojos azul grisáceos.

Se que ví esos ojos antes, pero la intensidad de su mirada no me deja pensar como
corresponde.

…: Estás pálida, no te irás de aquí hasta que sepa que tienes.

Me hace acostarme nuevamente antes de sacar sus manos de mis hombros.

ra
…: Puedes irte, yo la cuidaré.

Massimo: No la dejaré.

er
Toma una silla y se sienta a mi lado en mi camilla, la ricura de doctor lo mira a través de la
hebras de su negro cabello que se han caído frente a sus ojos, pasa una mano por allí
acomodándolos otra vez en su lugar dejándome plena vista de sus facciones, es varios
Si
años mayor que yo, carajo es posiblemente de la edad de mis padres, pero está rico, muy
rico.

…: Haz lo que quieras.


ce

Se da la vuelta buscando cosas por su consultorio mientras no lo pierdo de vista, Massimo


me toma de la mano y con su otra mano acaricia mi mejilla mientras sus intensos ojos
grises escanean con preocupación mi rostro.

Audrey: Estoy bien, no debería estar aquí, pizarra.


ni

Siento la necesidad de calmar su preocupación y gruñó, porque están pasando cosas que
no están en mis planes.
Ja

…: ¿Qué te está pasando?

Pregunta mientras me toma la presión.

Audrey: ¿Cómo te llamas?

Mío.

…: Artem.

Audrey: No me pasa nada estoy bien.

Massimo: Se mareo y casi cae.


El doctor asiente con su cabeza.

Artem: ¿Algo más?

Sus ojos se clavan en los míos dando órdenes silenciosas que mi interior muere por cumplir.

Audrey: Náuseas.

Artem: ¿Última menstruación?

Audrey: Dos semanas.

ra
Asiente con su cabeza.

Artem: ¿Te cuidas cuando tienes relaciones sexuales?

er
Audrey: Me doy la inyección trimestral, la última fue hace un mes aproximadamente.

Hace una mueca, pero asiente y sigue anotando cosas.


Si
Massimo: ¿Qué tiene?

Artem: Diría embarazo, lo cual es poco probable, podría ser anemia, haré exámenes de
sangre para confirmarlo, ¿puedo… levantarte la remera para ver tu vientre?
ce

Asiento con la cabeza y él levanta la remera hasta el inicio de mis pechos y palpa mi vientre
mientras hace muecas.

Artem: Te haré una ecografía transvaginal para descartar mis sospechas.


ni

Frunzo el ceño mirandolo y luego a mi vientre, no veo nada raro, está firme y plano como
siempre.
Ja

Massima: ¿Sospechas de que?

Artem: Embarazo, puedes… sacarte la ropa y ponerte está bata por favor.

Me da una bata y cierra la cortina cuando sale dejando a Massimo dentro quien se da la
vuelta mientras me pongo de pie, me saco el mono naranja, la braga y la remera y me
pongo la bata antes de apilar mi ropa en un rincón.

Audrey: Listo.

Massimo se da la vuelta y la ricura de doctor abre la cortina y vuelve a meterse, me indica


que me acueste en la camilla levanta las pierneras y me indica que acomode mis piernas
allí quedando completamente abierta para este hombre que su simple voz hace que quiera
hacerle caso.
Artem: Será un poco incómodo.

Asiento con la cabeza aunque no pueda verme, Massimo vuelve a tomar mi mano y la
aprieta con fuerza como si quisiera que sepa que está aquí para mí.

CAPITULO 22
😈<<{Audrey}>>😈
¿Por qué está nervioso él? ¿No tendría que estarlo yo? Pero no lo estoy, porque me ha
bajado y me he dado a termino la inyección.

ra
Algo frío y alargado se introduce con delicadeza en mi interior haciéndome sisear por no
estarlo esperando, el doctor saca la cabeza de mi coño y mira la pantalla mientras siento
como mueve lentamente lo que metió en mi interior.

er
Massimo: ¿Qué son esas manchas?

Artem: Ven esto —señala tres círculos en la pantalla y luego tres pequeños puntos dentro—
son trillizos, estás embarazada de… —toca unas cosas en la máquina que se conecta a lo
Si
que tenga en mi interior— siete semanas.

Miro el techo completamente ida, no es el momento, no es lo que habíamos hablado con los
chicos, pero estoy emocionada.
ce

Puta madre que si lo estoy.

¡Los chicos!

Ellos estarán como locos.


ni

Los chicos… ¿Tendría que decirle a Hassan y Alessandro también?


Ja

Joder, ninguno estará bien sabiendo que estoy embarazada y que estoy aquí.

Artem: ¿Estás bien?

Audrey: Asustada.

Massimo aprieta mi mano.

Artem: Es normal cuando te enteras de un embarazo.

Massimo: ¿Normal cuando te enteras de un embarazo y recibes hombres para matarte


todas las noches en tu celda?
Hago una mueca, él tiene razón, llevo días sin dormir de noche por qué siempre aparece
alguien a intentar matarme en nombre de Walter, los gritos de Ekaterina se escuchan por
todos los pasillos y los guardias siguen sin aparecer claramente.

Vendidos hijos de puta.

El único horario en que puedo dormir es cuando las celdas se abren y Massimo llega a la
mía, me mira dormir durante la tarde mientras se asegura de que nadie entre, sonara raro,
pero mi cuerpo confía completamente en él.

Artem: ¿Han intentado matarte?

Massimo: Desde el primer día.

ra
Artem: ¿Has estado durmiendo mal? —asiento con la cabeza— esa es una de las razones
por la que te mareaste, estás cansada, diré que estás grave para que te quedes aquí.

er
Audrey: No puedo, hay una niña allí fuera que necesita de mí.

Estoy segura que nadie se acercará a Ekaterina, pero no puedo quedarme cerca de este
hombre que me dan ganas de comerme, no hasta que hable con mis hermanos y los chicos.
Si
Audrey: ¿Me prestaría un teléfono para llamar a mi hermano?

Asiente con su cabeza.


ce

Artem: Lo haré, pero por favor cámbiate.

Tengo el coño al aire.

Puta madre, la mirada de este hombre me hace mal.


ni

Rápidamente me bajo mientras él cierra la cortina y Massimo se da la vuelta, me cambio y


vuelvo a sentarme en la camilla.
Ja

Audrey: Listo.

Ruedo los ojos mientras ambos hacen lo mismo otra vez, Massimo se da la vuelta y la ricura
entra y me tiende un teléfono, lo tomo marcando el número de Axel.

Artem: No puedes decirle a nadie.

Niego y presionó llamar.

📱Axel: ¿Hola?
Hago un puchero cuando su voz llega a mi oído.
📱Yo: Vida…
📱Axel: Princesa, ¿Estás bien? ¿Ya te puedo sacar? Ya no nos queda nadie a quien matar,
apiadate de nosotros.

📱Yo: Necesito verlos, ahora.


Artem: No hay visitas y debes descansar, quédate en la enfermería.

📱Axel: ¿¡Qué haces en la enfermería!? ¡Ya estamos saliendo para allá!


📱Yo: Necesito que hables con el Pakhan de la bratva, su hermana lo necesita.

ra
Artem: ¿Encontraste a mi hija?

Miro al hombre frente a mí.

📱Yo: Uh, bueno, te espero vida.

er
Corto la llamada y le devuelvo el teléfono.
Si
Audrey: Eres el muerto, el antiguo Pakhan, de ahí te conocía.

Artem: ¿Quién eres tú?

Audrey: Audrey Becker, Klein, Koch, Meyer.


ce

Artem: Tenemos mucho de qué hablar.

Niego con la cabeza.


ni

Audrey: Primero debo ver a mis hermanos, tu hija está segura conmigo y con Massimo,
pero no te confíes de los guardias, están comprados.
Ja

Salgo de la enfermería tomándome con las dos personas que menos quería ver en estos
momentos.

Alessandro: Tesoro…

Hassan: ¿Qué haces en la enfermería?

Se acerca a mí e intenta tomar mis mejillas, pero doy un paso hacia atrás.

Audrey: No me toques.

Mis ojos se llenan de lágrimas falsas que bajan sus cesar por mis mejillas y mandíbula.

Alessandro: No, no llores por favor, por favor no lo hagas.


Massimo: Hermosa ¿quiénes son? ¿te están molestando?

Artem: ¿Qué está sucediendo aquí?

Sollozo y lloro con fuerza haciendo que Massimo me giré y me abracé con fuerza contra su
pecho.

Hassan: ¡Déjala es nuestra!

Lloro con más fuerza.

Joder, me sorprende lo fácil que me sale en llanto falso.

ra
Audrey: No lo soy.

Digo entre sollozos en el pecho de Massimo.

er
Artem: Suficiente, señores les voy a pedir que se vayan, mi paciente necesita tranquilidad
en su estado no que la alteren.
Si
Alessandro: ¿Cuál es su estado?

Miro al doctor y niego con la cabeza.

No puede contarles.
ce

Artem: Soliciten el informe al director si quieren saber que tiene, no puedo dar información
que mi paciente no quiere.

Alessandro: Vinimos por ti tesoro, vamos a sacarte de aquí, tú no perteneces a este lugar.
ni

Niego con la cabeza.


Ja

Audrey: ¿No era aquí a dónde querían meterme y a mi familia?

Las miradas dolidas que me dan casi me hacen quebrarme, pero no, se merecen más.

Hassan: Corazón, corazón por favor ven con nosotros, alejate de él.

Massimo: Se quedará conmigo.

Alessandro: ¿Por qué jodidamente se quedaría contigo? Somos sus esposos.

Saco la cabeza del pecho de Massimo y los miro.


Audrey: Ustedes no son mis esposos, yo nunca me casé y me quedo con él, porque no me
miente —paso por entremedio de ambos y los empujó para que se alejen— vamos pizarra,
nos vemos pronto ricura.

Le guiño un ojo al doctor.

¿Lo ví sonrojarse?

CAPITULO 23
🛐<<{Elliot}>>🛐
Llegamos a la prisión una hora después de la llamada de mi ángel, algo le está pasando y

ra
nos está desesperando no saber qué.

Axel enloqueció cuando escuchó que estaba en la enfermería y nosotros igual.

er
¿Qué le pasó? ¿La hirieron? ¿Está bien?

Ingresamos a la prisión luego de darle el suficiente dinero a los guardias como para que
pudieran vivir dos vidas, nos guían por unos pasillos donde vemos las celdas abiertas y los
Si
presos saliendo al patio.

Llegamos a la celda donde supuestamente duerme, es una porquería peor que la habitación
de la iglesia, ella está acostada en un fino colchón mientras un hombre acaricia su mejilla y
una chica se encuentra en la cama superior a la de mi ángel.
ce

Elliot: No la toques.

El hombre me mira sin dejar de acariciar la mejilla de mi mujer y nos hace una seña de
silencio mientras sale de la celda.
ni

…: Niña, mírala y grita si algo pasa.


Ja

Ella asiente y se baja de la cama, se sienta en la donde estaba el hombre, los guardias se
van por órdenes de Volker y el hombre nos hace seguirlos lejos de la celda, pero lo
suficientemente cerca como para ver la reja.

Hermann: ¿Quién eres y qué haces con nuestra mujer?

Parece asombrado por las palabras del rubio.

…: ¿Nuestra? ¿Cómo los dos que vinieron hoy? No, no creo, ella dijo que ustedes no
mentían y que vendrían rápido.

Así que Alessandro y Hassan vinieron, tengo tantas ganas de matarlos, pero ni ángel me
hizo prometer que no les haría nada.
A mí igual.

Lo sé imbécil estaba justo aquí.

Volker: ¿Quién eres?

…: Un placer, Massimo Moretti.

Axel: Boss de la camorra.

Massimo: Tu debes ser el hermano de la hermosa.

Axel: Es mi mujer, nuestra mujer y quiero saber porque la estabas tocando mientras

ra
duerme.

Massimo: Cuido su sueño.

er
Se encoge de hombros.

Volker: ¿Por qué deberías cuidar su sueño?


Si
Massimo: No le es posible dormir en las noches.

Este hombre me está enloqueciendo.

¿Cómo sabe el que no puede dormir de noche?


ce

Ella no haría nada con este hombre, lo sé, todo en mi cuerpo y mente lo sabe, pero eso no
evita que quiera matarlo ahora mismo.

…: No piensen cosas que no son.


ni

El susurro nos hace girar la cabeza a todos para ver a la chica saliendo de la celda
caminando en nuestra dirección.
Ja

Massimo: Te dije que no la dejes sola.

…: Está dormida —nos mira con una sonrisa y nos tiende la mano— Ekaterina Sokolova un
placer.

Le damos la mano, es tan diminuta que se pierde entre las mías.

¿Es mayor de edad para estar encerrada aquí?

Elliot: ¿Me puedes explicar porque mi mujer no duerme de noche y porque él sabe la razón?
Ekaterina: Bueno, él en parte sabe la razón porque está con nosotras a veces en la noche
—me estoy preparando para ir a matarlo cuando ella levanta ambas manos— no, no es por
eso, la quieren matar.

Puta madre ¿Qué?

Axel se va hacia la celda y se pierde allí al igual que Volker y Hermann, pero yo no, necesito
más explicaciones.

Elliot: ¿Quien?

Massimo: Walter Klein, lleva intentando matarla desde que entró, ella terminó en la celda de
castigo el primer día y un hombre entró para matarla, lo abrió como un sapo y lo paseo por

ra
los pasillos, desde entonces cada noche entra uno o dos para intentar matarla en su celda.

Ekaterina: No duerme en la noche esperando que la reja se abra, Massimo le paga a un


guardia todos los días para mantener su reja abierta y así ayudarla cuando ve que no

er
puede.

Massimo: Solo cuando veo que no puede, no quiero terminar como un sapo por meterme en
lo que no me llaman.
Si
Caminamos de regreso a la celda encontrando a Audrey a horcajadas de Axel abraza a su
torso mientras él le acaricia la espalda.

Massimo: ¿Pudiste dormir hermosa? No quiero que vuelvas a marearte.


ce

¿Cómo?

Audrey: Ya pizarra, te dije que estoy bien.


ni

Hermann: Si te mareaste no estás bien.

Audrey: Te extrañé rubio.


Ja

Lo besa y un suave carraspeó los frena, la chica entra y se sube a su cama mirándola.

Ekaterina: ¿No los presentarás?

Audrey: Axel, Volker, Hermann y Elliot, míos.

La chica levanta ambas manos como si se rindiera.

Ekaterina: Soy más… de otra cosa…

Audrey: De chicas, lo sé.

Ella se sonroja.
Axel: ¿Qué te pasó? ¿Porque estabas en la enfermería?

Massimo: Porque la llevé.

Mi ángel se ríe mientras murmura un estúpido.

Audrey: Tengo algo que decirles.

Elliot: ¿Nos quieres dejar? Si es así lo siento, pero me tocará encadenarte a mi lado.

Hermann: No te vamos a dejar bonita, eres nuestra.

ra
Massimo: Tan románticos —Rueda los ojos— no la interrumpan y déjenla terminar que es
algo importante.

Volker: ¿Por qué lo sabes tú si es importante?

er
Audrey: Por qué él me llevó y el que tomó mi mano mientras me hacían el… estudio, me
agrada.
Si
Hermann: Dinos que tienes bonita, ¿Es grave?

Volker: ¿Necesitas un corazón como la abuela? Ya mismo lo buscaré.

Saca el teléfono de su bolsillo empezando a buscar algo.


ce

Massimo: Son terribles, ella no se va a morir, no es grave, ni malo, solo escuchenla.

Elliot: Habla ángel me estás haciendo desesperar.


ni

Audrey: Estoy embarazada.

Axel se pone de pie con ella encima y empieza a intentar salir de la celda.
Ja

Axel: Nos vamos.

Audrey: No, espera escúchame —lo hace sentarse otra vez— ¿Hablaste con el Pakhan?

Volker: Lo hicimos, ¿Pero que tiene que ver él con nuestro hijo?

Massimo: Uhm, hijos, son tres.

Es la primera vez que veo una sonrisa tan grande en el rostro de Axel, la abraza con fuerza
contra él apretando su cuerpo hasta que los huesos de ella suenan y la suelta un poco
apenado.

Axel: Perdón princesa, fue la emoción.


Volker: Gracias preciosa, es lo que siempre quisimos.

Hermann: Hay tres bebés ahí…

Señala el vientre plano de nuestra mujer, ¿Cómo es que caben tres allí dentro?

Vamos a ser papás.

Así funciona ¿verdad? ¿No querrá hacerle ADN para saber de quiénes son, verdad? Son
hijos de todos, ¿No?

¿Por qué tantas preguntas Elliot?

ra
Tengo miedo Hades.

Ellos son nuestros hijos también, no importa si no llevan nuestra sangre.

er
¿Escuchaste la parte en la que han querido matarla durante una semana?

Mi demonio sabe defenderse y confío en que ella cuidara de nuestros hijos.


Si
Es verdad, es verdad, tengo que calmarme porque esta situación me está sobrepasando y
no quiero cargarla sobre mi hombro y esconderla en una puta torre.

Elliot: Ahora dinos qué verga toca el Pakhan en toda esta situación.
ce

Audrey: Carajo, esperemos que ninguna verga porque no se cómo sacar lo gay de alguien.

Hermann: ¿Es el séptimo?


ni

Audrey: Los encontré, es el Pakhan y su padre, resulta que no está muerto después de
todo, está vivo, muy, muy vivo.
Ja

Ekaterina: ¿Viste a mi papá?

Carajo, encontró a los que faltaban y nos dará hijos.

¿Eso significa que podemos hacer que se case con nosotros ya?

Después de golpear hasta el cansancio a Alessandro y Hassan.

Cómo si fuera a dejarnos.

Mandemos a otras personas.

Se enterará.
Bien, no me molesta que se enoje conmigo, se ve ardiente.

No puedo contradecir eso, es extremadamente caliente cuando está enojada.

Massimo: Te ayudaré a salir de aquí, al final entre para nada porque tu ya habías
encontrado a la princesa de la bratva, pero me alegro de conocerte.

Hay un deje de dolor en los ojos de mi mujer cuando el hombre le besa la frente y empieza
a alejarse, verlo así, tan fuerte y marcado en sus ojos hace que me duela el pecho.

Ella ya encontró a los dos que faltaban, está siguiendo con lo que creyó toda su vida que
quería, ocho parejas, pero no puede evitar sentirse mal por qué este hombre se vaya.

ra
Elliot: No puedes irte si ella se quedará ¿Quién la cuidara?

Massimo: ¿Cómo pueden dejar que se quede en su estado? ¿Están bien de la cabeza?

er
No, pero eso no viene al caso.

Axel: Cuéntanos tu plan princesa.


Si
CAPITULO 24
Una semana después…

😈<<{Audrey}>>😈
ce

Otra jodida semana que llevo durmiendo mal, a pesar de que mis padres, hermanos y
Massimo compraron a los guardias, Walter sigue pagándoles y siguen desapareciendo
creyendo que pueden quedarse con el dinero de ambos.
ni

Cuando agarré a esa rata rogara no haberme conocido nunca antes.

Ekaterina: Nunca tuvo novia, si chicas que iban y venían, pero no alguien serio.
Ja

No dejo que los celos me ataquen, él ni siquiera me conoce aún, aunque lo recuerdo de la
boda de mis padres, pero no debería acordarse de mi ya que no me dió más que una
mirada entonces.

Por qué sí, lo recordé después de soñar con sus ojos, esos jodidos e intensos ojos azul
grisáceos me habían llamado la atención entonces y lo siguen haciendo ahora.

No ayuda mucho que la ricura comparta los mismos ojos, tampoco que su voz sea tan ronca
y dura.

Audrey: Será mío y tu padre también.

Ella hace una mueca.


Ekaterina: Sigue casado con mi mamá.

Suelto una risa nasal.

Audrey: En teoría, tu madre está viuda.

Ekaterina: Tienes razón, ¿Eso te convertirá en mi madrastra y la de mi hermano?

Ella se estremece y yo me río.

Audrey: Bueno, ahora compartimos muchos títulos, niña.

ra
Massimo: Uy si, madrastra e hijastra, cuñadas y ¿amigas?, Mierda ¿Por qué eso no suena
tan bien como en mi cabeza?

Audrey: Por qué tu cabeza es un desastre.

er
Massimo: ¿Desastre? No esa es la tuya, mírate tan tranquila tomando sol como si
estuvieras en la playa cuando estás en la puta cárcel.
Si
Ekaterina: Te olvidaste de decir que hace unas horas echo a dos de sus novios con lágrimas
falsas mientras le rogaban de rodillas que los perdone.

Sonrío con los ojos cerrados para que el sol no me ciegue.


ce

Alessandro y Hassan han vuelto varias veces está semana, piden por favor que los
perdone, hoy se arrodillaron y se aferraron a mis piernas como si no fueran dos agentes
entrenados, parecían niños rogándole a sus padres, pero no, dos de los mejores agentes de
la CIA se aferraron a mis piernas suplicando que los perdone y me vaya con ellos.
ni

Debo admitir que hubo un leve tirón en mi pecho cuando les dije que no y que no los quería
ver nunca más porque ya no los amo y se incrementó cuando unas lágrimas de dolor
escaparon de sus ojos, se estáticos y rendidos de rodilla mientras yo daba todo de mi para
Ja

irme de allí sin girarme a verlos.

Me dolió, pero a ellos les dolerá más.

Está será una lección que nunca olvidarán.

Ekaterina: Estoy tan feliz.

Abro los ojos y la miró sentada a mi lado.

Audrey: ¿Por qué?

Ekaterina: ¿No es obvio? Al fin hoy podré volver a ver a mi hermano y estar con mi padre,
saldré de este lugar por fin.
Audrey: ¿Debería recordarle que verá a su mamá y su copia trucha?

Miro a Massimo a mi otro lado y él asiente con la cabeza mientras sigue acariciando mi
cabello, quien lo viera así no diría que es el boss de la camorra, se ve tan… tierno.

Carraspeó y vuelvo a girar mi cabeza para mirar a la niña que tiene una mueca en su rostro.

Audrey: No dejaré que te hagan nada, no creo que tú hermano tampoco lo haga.

Ekaterina: Es que tú no sabes lo que es vivir con el constante recordatorio de que eres la
gemela fea.

ra
Es una estupidez teniendo en cuenta que son literalmente igual, solo que el aura de la
inocencia y la juventud rodea a Ekaterina, no me extrañaría que al ver a esas dos vivirás las
rodee un aura negra, oscura y asquerosa como ellas.

er
Audrey: Tienes razón no lo sé, por qué soy hermosa.

Massimo: Vaya y yo creyendo que le dirías algo lindo.


Si
Audrey: No se consolar a la gente, pero puedo ofrecerte sus órganos si me lo pides.

Ekaterina: Joder, ustedes dos son más parecido de lo que pensé —Massimo y yo nos
miramos con el ceño fruncido antes de volver a mirar a la niña— él te llevo la cabeza del
hombre que mató y tú me ofreces órganos.
ce

Audrey: Niña, eres la princesa de la bratva ¿Qué esperabas? ¿Rosas? ¿Ponías?, Matar a la
gente que te intimida es lo más sincero que recibirás de alguien como yo, a menos que seas
uno de mis novios ahí recibes sexo.
ni

Massimo: Carajo, me conmoviste hermosa —lo veo con una mano en el pecho y con la otra
limpiándose las lágrimas falsas— ¿Qué me darías a mi?
Ja

Miro el cielo y suspiro.

Audrey: Un corazón.

Una sombra se expande sobre mí cuando la ricura se para en mis pies mirándome.

Artem: Es hora, vámonos.

Audrey: Cálmate, no hay porque apurarnos, déjame disfrutar del cielo.

Mismo que veo en los ojos de Elliot.


Los disparos, gritos y el humo se hacen presente momentos después haciéndome sonreír
mientras tomo una larga y tranquila respiración, varias presencias se acercan a nosotros y
nos rodean, desde aquí, acostada en el suelo puedo verlos a todos.

Tan hermosos, tan míos.

Axel: Princesa, no podemos dejarte aquí mucho más.

La sonrisa solo crece en mi rostro mientras tomo la mano que mi hermano me tiende y me
levanto.

Audrey: Que empiece la fiesta —miro al pelinegro cuyos ojos atormentaron mi sueño más
de una vez está semana— Hola Dulzura.

ra
Da una larga respiración mientras no deja de verme como si estuviera aturdido, ya somos
dos, está jodidamente más bueno que en la foto.

er
Hermann: Ponte esto Bonita.

Me da un chaleco antibalas y solo por darle el gusto me lo pongo haciendo que me sonría.
Si
Elliot: Movámonos demonio, no quiero que le pase nada a nuestros hijos.

Empiezo a caminar.

Audrey: Vamos Hades.


ce

Se que lo dejara estático, porque él no sabe que descubrí su nombre.

CAPITULO 25
😈<<{Audrey}>>😈
ni

Me cubro la boca y nariz con mi remera cuando el humo en el interior es mucho, los
Ja

guardias y agentes que van llegando lanzan bombas de humo y balas a todo lo que se les
cruce.

Veo al que era el superior de Hassan y Alessandro a la distancia y sacó la remera de mi


boca y nariz para que pueda ver la sonrisa de mi rostro.

Superior: Iré por tí.

Mi sonrisa crece.

Le doy un asentimiento al hombre que está a su lado y antes de que él pueda procesar lo
que está pasando el cañón de un arma es apoyado en su sien.

Audrey: Ven.
Su arma me apuntó y al mismo tiempo que levanté mi mano para saludarlo un disparo se
escuchó, el cuerpo inerte del superior cae de costado al suelo y agarró el arma Volker tenía
en su espalda disparando en la sien del hombre que disparó.

No me gustan los cabos sueltos, ya tengo suficiente con Walter.

Vuelvo a dejar el arma en su lugar y a cubrirme otra vez mi boca y nariz para seguir
caminando.

Corremos por los pasillos esquivando guardias y presos, hay fuego en varias partes y el
humo cada vez se vuelve más espeso.

ra
Hermann: ¡Audrey!

Freno y me doy vuelta para verlo junto a Ekaterina, Elliot y Axel una botella con fuego pasa
entre medio de nosotros y soy jalada hacia atrás por unos fuertes brazos antes que explote

er
y el fuego se extienda cortando el paso entre nosotros.

Audrey: ¡No!
Si
La persona que me sostiene no me suelta previniendo mi intención de cruzar el fuego
aunque me queme el cuerpo.

Necesito saber que están bien.


ce

Kirill: No te dejaré pasar por el fuego.

Audrey: ¡Suéltame!

Massimo: Cálmate, estoy seguro que están bien.


ni

Volker: No le haces bien a nuestros hijos.


Ja

Audrey: ¡Suéltame!

La desesperación se cuela por mi voz volviéndola entrecortada.

Axel: ¡Estamos bien princesa!

Hermann: ¡Buscaremos otra forma de salir! —dejó de pelear contra el cuerpo de Kirill— ¡nos
vemos afuera bonita, te amamos!

Me derrito en los brazos de la dulzura mirando el fuego, incapaz de hacer que mi corazón
deje de intentar partirme el tórax por la fuerza con la que late.

Artem: Muevanse.
Llegamos al pasillo de mi celda, mi hermano junto a Massimo y Kirill vierten la nafta que
trajeron por todas las celdas y las paredes mientras Artem y yo nos aseguramos de que
nadie que se acerque quede vivo.

Los vellos de mi nuca se erizan y tomó aire con fuerza mirando hacia todos lados, me
observan, lo sé.

Audrey: Hay que salir, ahora ¡Ya!

Gritó aún dándoles la espalda mientras sigo mirando hacia todos lados, bajo mi mirada por
mi cuerpo cuando una luz al otro lado llama mi atención, un punto rojo está justo en medio
de mi pecho.

ra
Debió apuntar a mi cabeza.

No llego a levantar la cabeza cuando el impacto de la bala de francotirador me llega con


fuerza al pecho haciendo que expulse dolorosamente el aire de mis pulmones mientras me

er
tira hacia atrás.

Volker: ¡Audrey!
Si
Artem: Carajo.

Ambos se tiran a mis lados y me levantan un poco a chaleco intentando que el aire vuelva a
correr por mis pulmones, pero no lo hace, me arde y me duele tan intensamente que
lágrimas nublan mi vista mientras el eco de sus voces se hace lejano.
ce

Siento cómo me mueven y el calor envolverme.

Artem: Carajo, respira nena, haz el esfuerzo.

👅<<{Hassan}>>👅
ni

Horas después…
Ja

Mierda.

Un puto motín se armó en la prisión, estamos recorriendo todo el quilombo de cuerpos para
ver si encontramos a nuestra mujer, pero no aparece por ningún lado.

Vamos hacia los sobrevivientes que están en el patio, recorremos las filas y filas de presos
sentados en el suelo, están heridos, pero siguen con vida.

No está.

Jodidamente no pudo pasarle nada.


El conteo de las bajas y algunos cuerpos que rescataron de los incendios ya pasaron por
reconocimientos dentales para saber quiénes eran así que con mi amigo nos vamos hacia
la morgue con el corazón en la garganta, pidiéndole al mundo que ella no esté en esa lista.

Hassan: Danos la lista.

Forense: Esa es la lista preliminar, la definitiva estará en unas horas.

Nos entrega una lista "corta" de aproximadamente 30 nombres, empezamos a leerla juntos
mientras suspiramos aliviados cuando pasamos varios nombres y aún el de ella no aparece.

Alessandro: Es…

ra
Audrey Becker, Klein, Koch, Meyer.

Esta… está en la lista.

er
Hassan: Ven aquí.

El hombre viene y le enseñó la lista señalando el nombre de mi mujer, tiene que ser mi
imaginación jugándome una mala pasada, su nombre no puede estar en esa lista.
Si
Hassan: Dime qué dice allí.

Él ve mi dedo y lee con una lentitud y tranquilidad el nombre que me abruma.


ce

Forense: Audrey Becker, Klein…

Alessandro: No, no, no, eso… eso no puede estar bien, mi tesoro… nuestra mujer no murió.

El hombre se da la vuelta busca algunos papeles, está imperturbable mientras los


ni

cadáveres están a nuestro alrededor cubiertos por sábanas blancas.

La habitación parece hacerse más chica a mi alrededor mientras el hombre se da la vuelta


Ja

con un expediente en la mano.

Forense: Audrey Becker, Klein, Koch, Meyer, este es su expediente, el cuerpo quedó
irreconocible, pero con lo que pudo rescatarse de la dentadura pudimos determinar quién
era.

Era…

No, ella es, ella no puede estar muerta.

Tomo con fuerza el expediente que tiene en la mano y lo abro en la última página

"Fallecida por inhalación de los gases tóxicos y múltiples quemaduras"


Vuelvo varias páginas, asombrado de que tenga varias páginas el expediente cuando solo
ingresó hace dos semanas, cada página que leo es una vena más que salta en mi cuello,
muertes y más muertes a mano de mi mujer aquí dentro, hasta que llegó a la número 7.

Es del día que terminó en enfermería, aquí está su diagnóstico.

El corazón se me cae a los pies cuando lo leo, el mundo me da vuelta, mi pecho duele y
jodidamente me quiero morir.

Embarazo.

Alessandro: Estaba embarazada de trillizos…

ra
Caigo al suelo de rodilla siento una opresión en el pecho que no me deja respirar.

Se fue… se fueron…

er
Hassan: Es nuestra culpa…

Susurró mientras mis manos cubren mis ojos recibiendo mis lágrimas.
Si
Es nuestra culpa, si le hubiéramos dicho la verdad ella seguiría viva y nuestros hijos
también.

Nunca antes me había sentido tan destruido, ni siquiera cuando mis padres murieron, pero
ahora con ellos siento que el pecho se me está partiendo al medio mientras no puedo dejar
ce

de llorar.

Los mate.

Soy un jodido asesino de mierda.


ni

Maté a mi familia.
Ja

CAPITULO 26
Diez días después…

🌡️<<{Alessandro}>>🌡️
Audrey: ¿Está bueno el trago?

Miro mi vaso vacío y vuelvo a mirar la alucinación que me persigue hace días, le hablo por
qué es lo único que calma un poco la puntada de mi pecho, verla radiante frente a mi solo
hace que quiera beber más para que nunca se vaya.

Alessandro: No tanto como tú.


Ella me sonríe, como solía hacerlo cuando la miraba trabajar.

Audrey: No voy a negarlo, Adonis.

Me duele tanto no poder abrazarla, no me atrevo a siquiera intentar rozar la alucinación por
miedo a que desaparezca y no pueda volver a verla.

Alessandro: Te extraño tesoro.

Audrey: Yo también los extraño.

Miro su vientre plano, para ser mi alucinación la esperaba con un enorme vientre o mis hijos
en brazos, pero al menos puedo verla a ella.

ra
Alessandro: Perdón tesoro, no queríamos mentirte —las lágrimas vuelven a caer de mis
ojos mientras seguramente todos estén viéndome como loco por hablar con el aire— no
queríamos que te entregarás y menos que te murieras con nuestros hijos.

er
Apoyo los codos en la barra y bajo mi rostro a mis manos.

Alessandro: Es nuestra culpa, perdonanos, si no nos hubiéramos presentado en tu empresa


Si
ahora tu y los bebés estarían vivos y felices, los matamos.

Audrey: Saben, ya los conocía —levanto mi rostro de mis manos y la veo a los ojos
mientras se apoya en la barra— los ví una vez en un restaurante, ambos comían con una
mujer rubia muy sexy.
ce

Alessandro: Hubo un momento en que el plástico llamo nuestra atención, recuerdo que se
murió esa mujer.

Audrey: Sí, la mujer murió.


ni

Dejo de prestarle atención a la alucinación cuando mi pecho quiere dejar de doler al


considerar que ella mato a la mujer por celos, no lo merezco, merezco sufrir, no sé cuántos
Ja

días llevamos aquí, perdí la cuenta después del segundo, pero no me importa ahora, le
meneó el vaso al barman para que me lo vuelva a llenar y eso hace.

…: Estábamos nosotros antes.

Giro mi cabeza para ver a cuatro enormes hombres.

Alessandro: Y ahora estoy yo.

Barman: hombre ya vete, llevan una semana bebiendo aquí.

¿Ya una semana? ¿Entonces hace más días que perdí al amor de mi vida y a mis hijos, no?
Perdí la cuenta, las incontables botellas de alcohol que hemos bebido con Hassan no me
dejan recordar gran parte de lo que pasó todos estos días, pero sigo recordando que ella no
estará más, que no veré a mis hijos nacer, que nunca seré padre.

Porque si no era con ella no quería serlo con nadie.

Hassan: Cállate y sirvenos más, si te estamos pagando.

…: Nosotros llegamos primero.

Bufo.

Alessandro: Eso es mentira.

ra
¿El barman no dijo que llegamos hace una semana?

😈<<{Audrey}>>😈

er
Están tan borrachos y agresivos que ni siquiera vieron que llevo observandolos cinco
noches, o sí, pero creen que soy un fantasma una alucinación, algo así.
Si
Noches que me escapó porque ninguno de los hombres que me sacaron de la prisión me
quería dejar levantar de la cama con el moretón de mi pecho, sí, la bala que me tiró hacia
atrás dejo un moretón en mi pecho del tamaño de un melón.

Me alejé cuando se pusieron a discutir con cuatro hombres, me senté sola en la mesa más
ce

cercana, puse las manos en los bolsillos de la chaqueta de cuerpo y me apoye bien en la
silla mirando como empezaban a golpearlos.

La cordinación en los cuerpos de Hassan y Alessandro se perdió desde el primer día que
entraron a este lugar, la cantidad de alcohol que an consumido no los deja dar ni siquiera un
ni

paso antes de caerse y eso lo aprovechan los hombres por qué empiezan a patearlos en el
suelo.
Ja

No se defienden, en realidad reciben los golpes como si fuera el mejor de los regalos, la
sangre empieza a correrles por las nariz, boca y cabeza debido a las patadas y sigo
esperando que hagan algo.

Me desespero cuando es mucha la cantidad de sangre que los rodea y sus ojos se cierran,
me pongo de pie sacando las manos de los bolsillos y corro hacia ellos empujando a los
hombres.

Palmeo las mejillas de ambos para que despierten, pero no dan señales.

Audrey: Despierten.

Puta madre, me matarán por estar aquí, pero no tengo más opción que llamar a los chicos.
…: Ellos se lo buscaron.

Levanto mi mirada para posarla en sus ojos tan intensamente que lo hace tragar saliva.

Audrey: Les sucede algo y considerense muertos.

Saco mi teléfono y llamo al que se que puede ayudarlos.

📱Artem: ¿Dónde crees que te escapaste nena?


📱Yo: Ya, me retas después, ahora te necesito, pero ya, te mando la ubicación.
📱Artem: Ya salgo para allí, nena, más te vale estar bien.

ra
Más les vale a estos dos quedar con vida porque empezaré a jugar a la ouija con tal de
hablar con ellos y decirles lo hijos de puta que son por creer que muertos iban a ser libres.

er
CAPITULO 27
🍆<<{Kirill}>>🍆
Si
Estoy desarrollando una severa obsesión con Audrey y saber que se escapó me puso de
mal humor, más de lo común, saberla allí afuera, dónde puede correr peligro y dónde ojos
curiosos pueden verla me dieron ganas de matar, pero eso no está pasando claramente,
estamos todos aquí estacionando en un bar de mala muerte dónde la ubicación indica que
está Audrey.
ce

Entramos al lugar en un silencio sepulcral encontrando a Audrey con un arma en la mano y


una botella partida en la otra, sentada tranquilamente en una silla mientras mira a cuatro
hombres que están más pálidos que un papel.
ni

Axel: Princesa ¿Tú les hiciste eso?

Ella chasquea la lengua.


Ja

Audrey: No digas pendejadas, ricura puedes revisarlos y decirme que tanto tienen para
saber cómo van a morir estos cuatro.

Artem: No puedo saber mucho sin mis cosas, pero trataré de decirte lo más que pueda.

Mi padre se pone a revisar a los dos hombres cubiertos de sangre e inconscientes en el


suelo mientras ella sigue mirando a los hombres.

Audrey: ¿Son tuyos Hades?

Elliot: No, estos no son los míos.

Audrey: Te salvaste está vez bonito.


Hermann: Bonita, no deberías estar aquí, puedes ponerte en peligro.

Audrey: Mira a tu alrededor rubio, no hay nadie más aquí que nosotros y los cuatro
cadáveres.

Tiene razón.

No me extrañaría que todos hubieran salido corriendo cuando está mujer enloqueció.

Volker: ¿Viven?

Audrey: ¿Dejaron a la niña sola?

ra
Kirill: Mi hermana está a salvó en tu casa.

Sí lo está, quizás más de lo que estaría una reina, todos dentro de la casa de Audrey matan

er
gente y por fuera tiene muchos hombres rodeando la casa.

Massimo: ¿Los abrirás como sapos hermosa?


Si
Agarra una silla y se sienta a un lado de ella, no entiendo mucho la relación que ellos tienen
porque no los he visto besarse o nada como con los otros, pero siempre están juntos es
como si hubiera una cadena que los mantiene unidos.

Audrey: ¿Tú qué dices pizarra?


ce

Los demás terminan sentándose junto a ellos viendo a los hombres mientras yo estoy de pie
observando que tanto hace mi padre, puedo ver por su rostro que no le está gustando el
diagnóstico preliminar que le dará a mi obsesión.
ni

Artem: Nena, ambos tienen costillas aparentemente rotas y abierta la cabeza, hay que
sacarlos de aquí ya para que pueda atenderlos.
Ja

Audrey: Saquenlos enseguida voy.

Elliot: No hagas esfuerzos.

Este le agarra la nuca y la besa antes de ponerse de pie, Volker hace lo mismo y termina
guiñandole un ojo.

Hermann: Cuida a nuestros hijos bonita, sacaremos a los imbéciles.

Otro beso y entre los tres y mi padre sacan a los hombres.

Axel: ¿En qué te ayudo princesa?


Ella se pone de pie con toda la tranquilidad del mundo, me siento en uno de los taburetes
de la barra para poder detallar bien lo que hara, rodea a los hombres hasta que está a la
espalda de ellos, no están atados a las sillas, pero tienen tanto miedo de ella que no
mueven un solo músculo.

Se inclina entre dos de los hombres y pone su rostro entre medio de la cabeza de ambos,
para ser tan grandes parece que están entrando en pánico por alguien que quizás pesa una
100 kilos menos que ellos.

Audrey: Pienso que unos bates ¿Qué dices mi vida?

Axel: Enseguida los mando a buscar.

ra
Massimo: Con púas, para más diversión ¿Verdad?

Audrey: Espléndida idea pizarra.

er
Axel: Qué sea rápido princesa, tienes que estar en reposo y Artem ya se esclta quejando
afuera.

Y con razón, el golpe fue muy brusco, puede tener una amenaza de aborto.
Si
Momento después hombres entran corriendo con bates rodeado de alambre de púas,
Audrey les indica que los apoyen en la barra, agarra uno y me regala una hermosa sonrisa
de pasada.
ce

Sí, ya estoy muy obsesionado con ella, todo de ella me hace querer reclamarla, marcarla.

Mía, mía, mía.

Audrey: ¿Son amigos? —ellos asienten con la cabeza mientras sus manos tiemblan a sus
ni

costados— ¿Quién de ustedes cuatro es el peor amigo?

Automáticamente tres de ellos señalan a uno y ese señala al de al lado, Audrey empieza a
Ja

reírse como loca y Axel tiene una sonrisa cínica en el rostro.

Son muy parecidos.

Audrey: Tu —señala al que los tres apuntaron— eres libre, vete —se acerca al hombre, lo
agarra de la camisa y acerca su rostro al de él— habla y te cortaré la garganta, no los viste,
no los conoces, nunca existieron, ¿Estamos de acuerdo? —el asiente— vete, pero en el
momento en que te vuelva a ver considerate muerto, así que su me cruzas, te conviene
esconderte para que mis ojos no se crucen contigo.

Lo suelta y el hombre sale corriendo casi a la misma velocidad que flash, la sonrisa en el
rostro de Audrey crece viendo a los tres hombres que quedaron, sus ojos se oscurecieron y
ahora tienen un brillo siniestro que la hace ver todavía más hermosa.
Audrey: Saben, por lo general al amigo que apuntan primero es él que mejor los trata, el
que los ayuda y brinda apoyo, es decir, el amigo bueno del grupo.

…: No es así.

Audrey: Tu, de pie, ahora.

No lo hace así que ella lo apunta con el bate, temblando el enorme hombre se pone de pie y
da un paso al frente como mi obsesión le indica.

Audrey: ¿Eres buen amigo?

El hombre tiene que bajar el rostro para poder verla a los ojos, está tan cerca de su rostro

ra
que tengo que apretar la mandíbula para no tirarme sobre el y retorcerle el cuello.

…: Sí.

er
CAPITULO 28
🍆<<{Kirill}>>🍆
Si
Mi obsesión asiente con la cabeza mientras una sonrisa ladeada se planta en su boca y
camina alrededor del hombre haciéndolo estremecer.

¿¡Tiene dos jodidos metros y como ochenta kilos en músculo y teme de mi obsesión!?
Imbécil.
ce

Se pone detrás del hombre y levanta el bate a su hombro, clavando las púas en su
chaqueta, lo saca de su hombre sosteniéndolo con ambas manos y golpea al hombre en
sus costillas tirándolo al suelo.
ni

El hombre tose y sangra en el lugar en que las tachas se clavaron, mi obsesión se da la


vuelta para mirar a su hermano y a Massimo y sonríe.
Ja

Audrey: Pueden divertirse hay dos más.

Ambos hombres de levantan entusiasmados y agarran los bates para dirigirse hacia los
hombres que están intentando escapar.

Kirill: ¿Por qué a mí no me ofreces?

Audrey: Parece que te apetece más ver lo que hago.

No está equivocada, ver la forma en que sus ojos brillan mientras golpea a los hombres, la
sonrisa cínica y la sangre que le salpica el rostro con cada golpe que le da en sus costillas
tiene mi polla presionada contra mis jeans.
La camisa del hombre dejo de existir después del tercer bataso en sus costillas, podría
apostar que tiene todas las costillas rotas y algún pulmos perforado por la forma en que se
está ahogando, varias gotas de sangre mancharon el rostro de mi obsesión y mi polla larga
pre semen en mi jean.

Tan sexy.

Sonríe mientras los batasos pasan de las costillas a la cabeza haciendo que sacar el bate
sea más complicado cuando las púas se clavan en su cráneo.

Audrey: Mhmm.

Se queja mientras pisa el rostro del hombre y saca el bate de su cabeza a la fuerza

ra
robándole pedazos de cuero cabelludo, varios batasos más en ese lugar y el cráneo ya está
abierto, el hombre parece que sigue vivo.

Apenas.

er
Mi obsesión tira el bate y se arrodilla al lado de la cabeza del hombre, la gira para que la
veo con sus ojos apenas abiertos mientras de sigue ahogando y mirándolo a los ojos mete
la mano en su cráneo.
Si
Desde donde estoy puedo verla tocar el cerebro del hombro mientras sonríe como si
estubiera agarrando dulces.

Audrey: No me gusta que toquen lo mío.


ce

Aprieta con fuerza el cerebro y puedo decir por la mancha que aparece en los pantalones
del hombre que se murió.

Se orinó.
ni

Esto pasa porque se pierde la función cerebral, y por ende, el control del cuerpo. Además,
al endurecerse y luego relajarse los músculos, los fluidos se sueltan.
Ja

Se pone de pie con su mano goteando sangre y viene hacia mí, pone su mano alrededor de
mi cuello manchandome y excitandome cómo nunca antes había pasado.

Audrey: Mío, eres mío.

Kirill: Y tú mía.

Axel: Nuestra.

Sí, el me dijo que eran ¿9? Yo no conté tantos, pero estaba ocupado viendo a la mujer
frente a mi.

El pulgar de mi obsesión se apoya en mi pulso mientras me sonríe y mi pulso se acelera.


Traicionero.

Pero por eso me gane un beso, por qué se inclinó y puso su boca sobre la mía,
deborandome con tanta intensidad que que la cabeza me da vueltas cuando nos
separamos.

Massimo: Vamos hermosa, tienes que estar en reposo para cuidar de tus hijos y yo debo
dormir para volver a Italia mañana.

Las palabras hacen que el dolor cruce por sus ojos, pero desaparece tan rápido como se da
cuenta que lo ví.

ra
Axel: Quédate más tiempo hombre, eres el boss puedes dirigir desde cualquier lado.

Massimo: Se que si, pero no quiero seguir molestandolos, aparte se clavan a Rusia por
unos días, quizás después quieras pasar por mi casa a visitarme.

er
Audrey: Vámonos.

Sale del bar enojada por algo.


Si
Massimo: ¿Qué le pasa?

Axel: Es tan ciega y terca como tú.


ce

Bufa y se va dejandonos a nosotros dos dentro sin entender que sucede.

¿Se enojo porque él no va con nosotros? Por qué eso fue lo que me pareció.

Kirill: ¿No quieres ir a Rusia con nosotros?


ni

Massimo: No los quiero molestar, ustedes son una familia y yo no tengo nada que hacer
entre medio de ustedes.
Ja

Entrecierro los ojos notando algo de celos en sus palabras y en su mirada, él la quiere, ¿El
no hacia parte de los nueve? Es decir, no lo he visto besarla y tal parece que no están
juntos, pero ¿Por qué siento que eso está mal? ¿por qué siento que ellos dos se sentirán
mal si se separan?

Kirill: ¿Te gusta?

Mira la puerta y el cadáver en el suelo antes de sonreír.

Massimo: Me encantó desde que la vi atravesar el patio de la prisión tan


despreocupadamente, me robo el alma cuando ayudo a tu hermana a pesar de no
conocerla, me robo el aliento cuando la vi escapar de la muerte cada noche y me robo el
corazón cuando me enteré que estaba embarazada, cuido de esos niños allí dentro en cada
momento.

<<Ella se ganó mi alma, mi corazón, mi vida y mis respetos.>>

Kirill: ¿Y por qué no se lo dices?

Massimo: Me contó su plan de vida, siempre fueron ocho, ya son ocho, yo no estoy ahí.

¿Ocho? Pero a mí y a mi padre nos dijeron que íbamos a ser nueve.

Kirill: Ven con nosotros a Rusia, ¿La dejaras sola ahora que está embarazada? Se que no
son tus hijos, pero…

ra
Massimo: No hay pero, se que no lo son, pero daría mi vida por todos ellos.

CAPITULO 29

er
Una semana después…

🥵<<{Axel}>>🥵
Si
Sé que es muy posible que mi melliza quiera matarme por no llamarla en cuanto veo a
Hassan despertar del coma en el que están desde que los sacamos del bar.

¿Si cacheteo al otro despertara también? Poco probable, pero lo intentaré igual.
ce

Axel: No empieces a hablar que todavía me dan ganas de matarte, primero deja que
despierte a este imbécil.

Agarró el rostro de Alessandro y lo cacheteo con fuerza dejado mis dedos marcados en sus
ni

mejillas, no hay señales en los primero tres, pero en el cuarto parece que le reacomode las
neuronas y se despierta exaltado.
Ja

Axel: Al fin despiertan pedaso de imbéciles.

Hassan: ¿Cuanto tiempo llevamos dormidos?

Su voz es ronca y parece que le duele al hablar, se caga porque no le daré agua.

Me vuelvo a sentar en la silla que llevó días vigilando que despierten, no por que quiero que
estén bien, sino para poder amenazarlos antes de que mi princesa los vea.

Axel: Me escucharán —cuando veo que quieren hablar levantó un dedo callandolos— en
silencio, bien, primero, son unos hijos de mil puta y si fuera por mí estarían cien metros bajo
tierra, segundo, en trocitos, tercero, su polla se las daría a los tiburones.

Bueno… con eso descargue algunas de las palabras que quería decirles.
Axel: Ahora escuchen lo que les informaré, no se les pedirá permiso, solo se les informa y lo
aceptarán así les guste o no, no es como si tuvieran otra opción, dejaron de ser ocho
hombres —los callo cuando se que querrán decir que está muerta y bla bla bla— son
nueve, listo eso es todo.

Me pongo de pie en el momento en que la puerta se abre y entra mi melliza junto a Artem.

Ambos hombres abren grande los ojos al verla y ven el suero que tienen a un lado.

Alessandro: ¿Qué tiene el suero?

ra
Hassan: ¿Tu también la ves?

Axel: ¿A quien?

er
Miro hacia todos lados conteniendo la risa.

Alessandro: A mi tesoro, ¿No la ves? Está justo ahí…


Si
La señala y ella sonríe mientras yo hago cara de preocupado.

Axel: Son unos hijos de puta, ella ya no está —las máquinas que leen sus latidos se vuelven
locas y Artem entra creyendo que algo está pasando— mi melliza se murió ¿Como les
puede dar el descaro de decir que está aquí?
ce

Hassan: Sacame esto, me quiero ir.

Empieza a sacarse el suero de forma descuidada y yo solo me río.


ni

Alessandro: Ella está aquí, ella está viva, esa marca en su pecho no la tenía cuando cuando
la vimos el día del motín.
Ja

Me acerco a mi hermana y todo el moretón que tiene en el pecho.

Axel: ¿Este?

Hassan: Ella…

Corre hacia ella y la abraza con fuerza mientras llora, el otro hace lo mismo que su amigo
se saca descuidadamente el suero y viene hacia Audrey a abrazarla haciendo que ella se
ría.

Solo por eso tienen un tiempo mas de vida.

Artem: Ya acuestense, sus costillas no están en las mejores condiciones.


Audrey: Ya, ya, está bien sueltenme, estoy viva, en realidad estoy muy viva.

Se sueltan del abrazo más no sé separan de ella, supongo que tienen miedo de que
desaparezca.

Alessandro: Casi nos morimos cuando nos dijeron que habías muerto.

Audrey: Fue una mentira, espero que así aprendan la lección, me hicieron mentir, a mí no
me gusta eso, pero era necesario para que entendieran.

Hassan: Lo entendimos, perdonanos por favor.

Massimo: Oye hermosa, tu hermano me está molestando.

ra
Volker: Mentira preciosa él está diciendo que tiene la polla más grande.

Ambos entran a la habitación hablando sin prestar atención a lo que está sucediendo,

er
siguen hablando y retandose por su polla.

Y yo creí que mi hermano había madurado ya.


Si
Artem: No es la mejor charla que pueden tener hombres de su edad.

Hassan: ¿Ese es con el que saliste de la enfermería?

Alessandro: El mismo con el que se fue cuando nos echó.


ce

Massimo: Oh, Massimo Moretti un placer.

Ambos me miran a mi y yo asiento con la cabeza, no tienen opciones o lo aceptan onlo


aceptan.
ni

Solo falta abrirle los ojos a ambos.


Ja

¿Tendré que llevarlos al oculista? Quizás le diga a Artem que los revise.

Ekaterina: Audrey, mira al idiota este, dice que es más lindo que yo.

Entra junto a su hermano y mi melliza solo puede negar con la cabeza e ir hacia la puerta.

Audrey: ¿Alguien más quiere entrar a quejarse de otra persona?

Hermann entra junto a Elliot en silencio.

Audrey: Niña, lamento decirte que tiene razón, a mi gusto el es más lindo, pero tú eres más
tierna.

Kirill: Te dije.
Audrey: Hermano, no podría decirte quien la tiene más grande, no se la ví y falsos
hermanos Conti, él es Massimo, Ella es Ekaterina y ellos son Artem y Kirill, al resto los
conocen.

Volker: Desgraciadamente sí, se ve que no perdieron la memoria o podíamos fingir que no


eran nada tuyo.

Audrey: Tengo cosas que hacer con Hermann, pero necesito que se recuperen porque
viajamos en una semana para Rusia.

Alessandro: ¿A dónde vas?

ra
Ella gruñe y yo intento no reírme.

Audrey: A ver correr a mi rubio porque no tengo permitido hacerlo yo.

er
Artem: Debes cuidarte nena.

Audrey: Y lo hago ricura, ¿Puedo correr en las de carros?


Si
Hace un puchero y yo estoy tentado a decir que si.

Massimo: No.

Frunce el ceño y gira su cabeza para mirar a Massimo quien al ver sus ojos pone a mi
ce

hermano frente a su cuerpo.

Massimo: Debes cuidarte hermosa.

Audrey: Tu también.
ni

Se va y nos deja a todos aquí dentro.


Ja

Ekaterina: Sono a amenaza amigo, ten cuidado.

La sigue.

Artem: Ustedes acuestense y se vuelven a poner lo que se sacaron por estúpidos.

Hassan: Que mal médico.

Alessandro: ¿El está en la relación?

Artem: No hasta donde sé.

Massimo: Bueno, los dejo hablar de sus cosas.


Sale incómodo y yo ruedo los ojos.

Será imbécil.

Hermann: Todavía no te lo dijo Artem, pero ya eres de ella.

Elliot: Definitivamente y sino pregúntale a tu hija, ya hasta le dice madrastra.

Artem: Soy muy viejo para ella.

Kirill: Tienes 45 años déjate de joder, aparte ya te reclamo, no tienes opción, porque yo no
te dejaré opciones.

ra
Artem: Mocoso respetame soy tu padre.

Kirill: Y ella mi obsesión, a la cual le cumpliré cada puto capricho, tu eres uno, así que si
papá, no tienes opción.

er
Hassan: No es como si el quisiera negarse, se le nota en los ojos la posesividad.

Axel: Otro ciego más, lo que me faltaba.


Si
Alessandro: ¿Otro?

Elliot: Massimo, él no admite que está jodido por ella y ella no acepta que los planes que
tuvo toda la vida sobre ocho parejas cambio.
ce

Volker: Es terca.

Artem: ¿No la dejarán correr verdad?


ni

Axel: Tarde, porque ya se fue.

Alessandro: ¿La dejaste irse a pesar de que está embarazada?


Ja

Axel: Está embarazada no paralítica, si la agobian prohibiendole cosas se escapara y hará


unas mas peligrosas.

Volker: Que corra en carros no le hará nada.

Hermann: Imbéciles, la carreras de carros permiten choques.

Todos incluidos los enfermos nos apresuramos a irnos.

CAPITULO 30
😈<<{Audrey}>>😈
Llegó a la pista en el carro, la gente abre paso para dejarme pasar y bajo para ir a anotarme
a la carrera.

Massima: Ah no, no te dejaré escapar otra vez.

Me abraza por la espalda presionando mis brazos contra mi cuerpo para que no pueda
moverlos.

Carajo, sabía que alguien me seguía, claramente no pensé que era la pizarra, puedo
manejar un asesino, pero no a Massimo.

Audrey: Suéltame pizarra, solo jugaré una carrera, en carro nada me pasará.

ra
Massimo: Lo siento hermosa, pero eso no sucederá, no lo permitiré.

Y aquí estoy, colgando tranquilamente de los enormes brazos de un mafioso de dos metros
a unos cuantos centímetros del suelo, nada del otro mundo.

er
Audrey: No puedes sostenerme así todo el día, en algún momento te cansarás y me
aprovecharé de eso.
Si
Si que lo haré.

Massimo: No te preocupes tengo una solución.

Claramente no esperaba que se siente en las gradas, menos que me siente en su regazo
ce

mientras sigo inmovilizada.

Esto está mal.

Esto no es lo que planeé desde que tenía seis años, mi número de la suerte siempre fue
ni

ocho.

Audrey: Pizarra.
Ja

Massimo: Uhm.

Lo siento tenso debajo de mi, como si contuviera el aire mientras vemos las carreras de
motos.

Audrey: ¿Cual es tu número de la suerte?

Massimo: Siempre me gustó el nueve.

¿Irónico, no?

Audrey: ¿Por qué?


Massimo: No me gustan los números pares, ni los bajos, ni los altos, el nueve siempre me
pareció perfecto.

Audrey: Pudiste elegir el siete.

Massimo: Si, pero el nueve es el número de departamento en el que vivía con mi madre
cuando era niño.

¿La vida me está jugando una broma, verdad?

Massimo: ¿Se enojaron por cómo te tengo?

No entiendo de qué hablan hasta que nueve su cabeza en la dirección en la que mis ocho

ra
hombres vienen enojados.

Elliot: ¿Qué te pasa?

er
Massimo: Oye, yo… no debí agarrarla así…

Axel: No habla de eso.


Si
Hermann: ¿Cómo pudiste volver a escaparte?

Siento como el cuerpo de Massimo se relaja debajo de mi y su suspiro llega hasta mi nuca.

Massimo: Quería correr, pero no la dejé.


ce

Artem: Bien hecho, no puede hacerlo.

Bufo y ruedo los ojos.


ni

Son pesados, nada iba a pasarme.

Artem: No me ruedes los ojos, nena.


Ja

Hermann: Iré a anotarme.

Audrey: Yo también.

Artem: No tu no.

Massimo: Tómala, acompañaré a Hermann, quizás me anoté también.

Audrey: ¿Corres?

Massimo: No, vuelo.


Se que está rodando los ojos detrás de mí, pero no puedo estar segura cuando deja un
beso en mi mandíbula y me levanta entregándome a Artem.

¿Justo al que tiene la voz sexy y dominante?

Bueno, Elliot también la tiene.

La ricura hace lo mismo que Massimo y se sienta conmigo en el regazo, sus brazos
envuelven mi torso para dejarme inmóvil y sus pulgares dejan caricias en la piel desnuda de
mis brazos.

¿Cómo puede un simple roce causarme electricidad?

ra
Elliot: ¿Corres bien ángel?

Volker: Es la mejor aquí.

er
Axel: Haya va Otto otra vez a anotarse contra Hermann.

Sonrío, le ganará.
Si
Kirill: Quizás cuando tengas a los niños podamos verte correr.

Audrey: Pero falta mucho para eso.

Los chicos se ríen y se acercan a Massimo y Hermann que están hablando mientras miran
ce

la moto roja.

Artem: No debiste escaparte otra vez, tienes que cuidar el embarazo.

Audrey: En el auto no me pasaría nada.


ni

Dejo de respirar cuando mis brazos son liberados y sus manos van a mis caderas
sujetándola con fuerza contra su regazo.
Ja

Acerca su rostro a mi cuello, siento su respiración erizando mi piel y estremeciendome.

Artem: Olvidaste mencionar que en las carreras de carros se aceptan choques nena.

Carraspeó, carajo estos hombres causan estragos en mi.

¿Quizá debería dejarlos a todos y recuperar mi cerebro? No, imposible, no toleraría verlos
con otras, son míos.

Hablando de eso.

Audrey: Ricura.
Artem: Nena.

Audrey: ¿Qué harás ahora que recuperaste a Ekaterina y estás con tu hijo?

Artem: No tengo nadie que me necesite a su lado, así que volveré a mi casa.

Carraspeó y más carraspeó.

Audrey: Yo lo hago.

Artem: ¿Qué haces?

Audrey: Yo te necesito a mi lado, yo te quiero a mi lado, tu eres mío.

ra
Artem: ¿A sí? —asiento con la cabeza muy decidida y me da vuelta pasando una de mis
piernas por cada lado de él— eres una nena muy mimada —vuelvo a asentir con la cabeza
mientras sonrío— muy bien nena.

er
Me da un beso dominante que me tiene jadeando, adentra su lengua en mi boca mientras
su mano va a mi nuca para intensificar el beso, el bulto crece debajo de mí haciéndome
jadear y mojar, pero entonces se separa dejándome con ganas de más y los labios
Si
hinchados.

Artem: Miremos la carrera nena.

Vuelve a darme la vuelta encajando el bulto entre medio de mis nalgas, me muevo
ce

frotandolo y él aprieta sus dedos en mis caderas.

Artem: Pórtate bien nena.

Axel: Ya van a correr.


ni

Me pongo de pie para poder ver bien, pero no me doy cuenta de que le deje mis nalgas en
el rostro a la ricura hasta que siento una fuerte mordida que me hace sisear.
Ja

Audrey: Carajo.

Me sobo la zona donde me mordió por sobre la ropa mientras lo miro mal.

Artem: Perdón nena, no pude resistirme.

Audrey: Iré a ver la carrera, aleja tus dientes de mis nalgas por ahora.

Tengo que aclarar por ahora, porque no me molesta que me muerda en la cama.

Bajo de las gradas y me acerco a la pista, mis hermanos me siguen como siempre que
vemos las carreras de los demás, veo a Otto posicionarse a un lado de Hermann y lo saludo
con la mano cuando me ve lo cual parece enojarle.
Massimo: ¿Por qué parece que quiere matarte?

Me encojo de hombros.

Audrey: Lo humille.

Volker: Apostó contra nuestra hermana a que el ganaría y pasaría una noche con ella, pobre
alma en pena no sabía que mi preciosa no tiene competencia.

…: Hola.

Todos giramos la cabeza para ver a una mujer, una muy hermosa no lo voy a negar, cabello

ra
negro, ojos celestes, alta y un cuerpo de infartó, pero la odio.

Massimo: ¿Hola?

er
…: Soy Sasha, me preguntaba si querrías ir a tomar algo.

Axel: ¿No crees que se ven bien juntos?


Si
No, se ven mal, muy mal juntos.

Volker: Yo creo que sí, quizás podamos llevarla a Rusia para que Massimo pueda divertirse,
no podemos ser los únicos que lo hagamos.
ce

¿Qué? No ni hablar, él no puede divertirse con ella, no puede divertirse con nadie que no
sea yo.

Pero no puedo ser yo.


ni

Axel: No saldrá de la habitación, hay que decirle a Kirill que le dé la más alejada no quiero
escuchar sus gemidos.
Ja

Volker: ¿Te imaginas? No joder, mejor que le den otra casa esa.

Carajo.

Me lo imagino y lo odio, lo aborrezco.

Ver cómo pasa su mano lentamente por el brazo de Massimo me está haciendo desesperar,
tengo ganas de tirarla a la pista para que las motos la pasen por arriba, tengo ganas de
atarle los pies a mi carro y arrancar para llevarla arrastrando hasta que se muera.

Quiero matarla por tocar lo mío.

Es mío.
Mío, mío, mío.

Que se vayan a la mierda los planes que tenía, él es mi excepción a todo lo que había
dicho.

Sasha: Te ves tan fuerte y grande.

Gruñó.

Audrey: Y mío, es mío.

Lo jalo hacia atrás alejándolo de la mujer.

ra
CAPITULO 31
💥<<{Massimo}>>💥

er
La pelinegra frente a mí pasa sus delicadas manos por mis brazos tratando de causar en mi
lo que cierta persona en mi espalda solo causa, se que no logrará nada conmigo, pero no
importa, la dejo tocarme quizás en algún momento algo en mi cuerpo cambie y pueda… no
sé, carajo no sé lo que quiero.
Si
Sasha: Te ves tan fuerte y grande.

¿Se supone que está coqueteando? ¿Por qué entonces me parece lo más repulsivo? No
hay un piérdete en sus palabras, no hay un no necesito ayuda, no hay un pizarra.
ce

Un gruñido resuena en mi espalda, pero no me giro quizá Hermann va perdiendo y por eso
el enojo.

Audrey: Y mío, es mío.


ni

Me jalan hacia atrás alejándome de la mujer cuya mano cae cuando mi brazo se aleja de su
tacto.
Ja

¿Dijo mío? ¿De qué forma soy suyo? ¿Amigo? ¿Más…?

Axel: Princesa déjalo usar su polla.

¿Por qué siento que se está burlando de ella? Lo miro solo para comprobar que tiene una
sonrisa plantada en el rostro.

Sasha: ¿Tienes novia y no me frenaste?

Massimo: No tengo novia.

La pelinegra se acerca un paso a mi seductoramente


¿Está celosa de mí? Eso parece por la forma en que aprieta mi cintura, ya me alejo ¿Por
qué no me suelta?

Carajo, tengo tantas jodidas preguntas y no tengo voz para decirlas.

Ella está jodidamente en pareja, con la cantidad que ella siempre quiso ¿Por qué yo no
puedo tener uno? No creo que esta mujer vaya a ser mi pareja y no creo que alguien vaya a
serlo nunca, pero quizá un follón si.

Audrey: Tiene esposa —se pone frente a mí y la mujer palidece al verla— y soy yo.

No sé qué me parece más irreal, la mentira que acaba de decir o la sonrisa boba en mi
rostro al imaginarme casado con ella.

ra
Sasha: No… no sabía que era tuyo.

La hermosa la agarra de ambos hombros y la acerca a su rostro antes de soltar a uno y

er
empezar a señalar a sus parejas.

Audrey: El de la moto roja es mío, los cinco que estás sentados en las gradas son míos,
ellos dos —señala a sus hermanos— jodidamente míos y él es mío, mío, mi pizarra,
Si
¿Entendiste?

Sasha: Ssi…

Audrey: Quizá deberías correr la noticia, no te gustaría que una de tus amigas o hermanas
ce

desapareciera para siempre verdad.

Ella niega con la cabeza.

Axel: Ya que estás, avisa también que ella está tomada y no hay lugar para nadie más.
ni

La mujer se va casi corriendo y yo la sigo con la mirada hasta que un agarre en el cuello de
mi remera me hace bajar el rostro para ver unos oscurecidos ojos color chocolate.
Ja

Es tan jodidamente hermosa, me hace perder el aliento cada vez que la veo sonreír.

Audrey: Eres mío.

Massimo: Hermosa, tienes ocho parejas ya, lo que siempre planeaste.

Audrey: A la mierda mis planes, cambié mi número de la suerte por el tuyo.

Su boca impacta con la mía sorprendiéndome, pero rápidamente su sabor dulce llega a mi
boca haciéndome gemir y agarrarla para levantarla del suelo y que enrede sus piernas en
mis caderas, mi lengua entra en su boca y casi me muero aquí mismo por qué mi corazón
late desenfrenado.
Audrey: Mío.

Le doy un casto beso antes de ponerla de pie otra vez.

Estoy… extasiado.

Volker: ¿Tu número de la suerte es el nueve?

Asiento con mi cabeza, mi voz no colabora estoy tan… no hay palabras para describirlo,
pero eufórico quizá se asemeje, estoy tan eufórico que no puedo hablar.

Axel: Jodidamente nos facilitaste la vida amigo, porque ese no es el número de la suerte de
ninguno de nosotros y ya se nos estaba haciendo complicado que abran los ojos.

ra
Audrey: Ustedes mandaron…

Volker: No seas loca, no mandamos a la mujer, porque nos matarías si habláramos con ella

er
aunque sea para darte celos.

Miro la pista mientras cambio mi peso de un pie a otro.


Si
Carajo me siento en otro mundo.

¿Se reirían de mí mis hombres si me vieran así? Definitivamente lo harían a escondidas


porque después de que el estupor se me fuera y ellos se burlaran estarían muertos.
ce

Massimo: ¿Ganó?

Audrey: Carajo, si y me lo perdí por tu culpa.

Massimo: ¿Y yo qué hice?


ni

Audrey: Hablar con otra mujer.


Ja

Se aleja para ir junto a Hermann que está en la línea de llegada y la seguimos.

Axel: Apuesto a que en su cabeza respondió, ser tan jodidamente hermoso y mío.

Massimo: ¿Cómo sabes?

Axel: Nacimos juntos si no la conociera lo suficiente tu no serías de ella hoy.

Volker: ¿Por qué tanto quilombo?

Fruncimos el ceño al escuchar los gritos y ver a Audrey corriendo en dirección a Hermann.

¿No puede haber un jodido día tranquilo?


Llegamos junto a Hermann, frente a él hay un peli castaño bastante agresivo empujándolo
mientras el rubio se ríe.

Hermann: ¿Qué te pasa Otto? ¿Otra vez eres mal perdedor?

Qué nombre más verga.

Otto: Hiciste trampa igual que tu puta.

El rubio agarra del cuello al hombre mientras Artem, Kiril, Elliot, Alessandro y Hassan se
acercan.

Hermann: No te atrevas a decirle puta a mi mujer.

ra
Lo suelta y el castaño da dos pasos hacia atrás con una sonrisa en los labios.

No me gusta, da mala espina.

er
Otto: Es lo que es, dejarse follar sobre una moto en el medio de la nada es de putas.

Uh.
Si
Tengo que probarlo.

Hermann: Nos viste.


ce

Otto: No solo los vi, los grabé.

El rubio lo golpea y este da varios pasos hacia atrás con sangre en la boca.

Hermann: Lo borraras.
ni

El castaño se ríe e intenta golpear a Hermann de regreso, pero mi hermosa se pone frente
al rubio deteniendo el puño y girandolo hasta escuchar un crack.
Ja

Audrey: ¿Te estuviste masturbando con el vídeo, verdad? ¿Qué te pasa chiqui? ¿Te
molesta que le haya dado mi atención a él cuando tú la has buscado por años?

La mano de mi hermosa fue a los cabellos de Otto cuando se puso en su espalda y lo hizo
arrodillar mientras lo obligaba a mirar al rubio.

Audrey: Pídele disculpas a mi rubio por ser tan mal perdedor.

Otto: Nunca.

Audrey: Qué conste que tú lo pediste.


La gente a nuestro alrededor jadea cuando lo arrastra cerca de la moto, tiene un pie en su
espalda y la cabeza levantada por el agarre de sus cabellos.

Audrey: Borraras ese vídeo, o lo borraré yo así que igual desaparecerá, no te volverás a
acercar a Hermann ni a ninguno de mis hombres, ¿Qué apostaste rubio?

Hermann: Su moto contra la mía.

Audrey: ¿no te atreviste a pedirme por una noche, verdad? —acerca el rostro del castaño al
caño de escape caliente, pero sin llegar a apretarlo— eres un cagón.

Apoya la mitad del rostro de Otto en el caño de escape, los gritos haces correr a varias
personas que estaban a nuestro alrededor y los que quedan están tan asustados que no

ra
dejan de temblar.

Estúpidos.

er
…: ¡Muñequita! Sabes que eso no está permitido aquí.

Volker: Cállate Albert si no querés ser el siguiente.


Si
Albert: ¡Conocen las reglas!

Mi hermosa pasa el rostro quemado del castaño por el suelo raspándolo contra el asfalto y
le levanta la cabeza para que todos veamos que le falta medio rostro.
ce

Audrey: Albert, amigo, ven todavía tengo tiempo para uno más.

Se pone de pie y se acerca a él.

Albert: No… no va a ser necesario, supongo que ya se aprendieron las reglas después de
ni

hoy.

Audrey: Por supuesto que sé las reglas, si yo hago las reglas aquí.
Ja

Albert: Solo… solo son los dueños… del lugar.

Axel: ¿Quieres pagar por estar en nuestra propiedad?

El niega.

Audrey: Vete antes de que tenga ganas de rostizar más carne.

El junto a todas las demás personas se van corriendo del lugar.

Massimo: ¿Cómo te pueden tener miedo? Eres muy tierna.

Para mi lo es.
Audrey: ¿Verdad? Son más exagerados, vamos a la casa, ya me cagaron la carrera.

Massimo: No ibas a correr de todos modos.

Audrey: Sí, si, aja.

Camina delante nuestro.

Artem: No lo ibas a hacer nena.

Kirill: ¿Te ibas a colar en una carrera, verdad?

ra
Se frena y nos mira por encima del hombro con una sonrisa antes de guiñarnos un ojo y
seguir caminando.

Hassan: Lo iba a hacer.

er
Massimo: Es escurridiza.

Axel: Oh, sí lo es y eso es una complicación.


Si
Volker: La encontraremos.

No sé de qué hablan, pero les preguntaré después.


ce

CAPITULO 32
Una semana después…

🍭<<{Artem}>>🍭
ni

Llevo a mi nena acurrucada en el pecho mientras duerme, llegamos a Rusia hace un buen
rato y estamos cerca de la casa en la que viví muchos años, donde crié a mis hijos y donde
Ja

presuntamente morí, mi nena se durmió sobre mi en la camioneta y no quisimos despertarla


después de que no haya dormido en todo el viaje.

Es una cosita muy caliente.

Llegamos a la casa, como siempre está rodeada de hombres de la Bratva, mi hijo baja
primero y los hombres agachan la cabeza cuando les indica que no quiere que posen sus
ojos sobre su mujer, su Koroleva.

Por lo menos ahora, porque está en diminuta ropa y cubierta con un tapado por el frío,
aunque yo se que no quiere que la miren porque no le gusta, es de él.
Nunca le molestó que alguna de las mujeres que ha traído se acueste con muchos de estos
hombres, pero al declararla su Koroleva deja dicho la diferencia entre las anteriores mujeres
y mi nena, ella es especial.

Bajamos de la camioneta y nos adentramos en la casa, varios momentos después


escuchamos el grito alegre de mi hija.

Más falso que el de su madre.

Mi hija Ekaterina a mi lado se estremece al escucharla y me pregunto qué hice mal para que
su gemela la trate tan mal.

Elizabeth: ¡Hermano!

ra
Se escuchan pasos por la escalera, mi nena se despertó por el grito más no se alertó, nada
parece alterarla, incluso cuando duerme, tiene un temperamento frío y dominante, pero se
derrite con nosotros mostrando esa nena alegré.

er
Me asombra el inmenso control que tiene sobre su cuerpo y sus emociones.

Mi hija Elizabeth llega al último escalón y queda de piedra al verme aquí, claramente no
Si
esperaba que sobreviviera al disparo que me dio su madre, pero no esperaron a verme
muerto antes de salir de la habitación, mi hijo llegó mientras ella y su madre escapaban de
la casa con la excusa de que iban de compras para que nadie sospechara de ellas.

Kirill me salvó, ya que las muy inútiles no apuntaron a ni cabeza, sino a mi pecho y encima
ce

le erraron, ese día estaba enojado, herido y jodidamente decepcionado, me tomé el trabajo
de explicarles dónde debían disparar para matar a alguien y de enseñarles cómo hacerlo,
pero como siempre, no prestaron atención.

Daría: ¿Hijo?
ni

Más pasos se escuchan en la escalera mientras todos vemos como mi hija traga saliva
viéndome a mí y a su gemela, mi "esposa" llega al lado de nuestra hija y se queda estática
Ja

por unos momentos antes de recomponerse y terminar de bajar empujando a Elizabeth.

Daría: ¡Mi amor! Estás vivo —lágrimas falsas empiezan a caer de sus ojos mientras se
acerca— te he extrañado tanto.

Llega frente a mí y es cuando ve a mi nena en brazos mirándola fijamente como si quisiera


matarla y estoy seguro de que quiere hacerlo.

Artem: Yo no y no me llames mi amor, no somos nada.

Elliot a mi espalda le entrega los papeles de divorcio que ya habíamos redactado con
anterioridad, cuando Daría los lee se altera y empieza a gritar todos los insultos que se le
puedan ocurrir en ruso para referirse a mi nena.
Volker: Señora, la mujer a la que está insultando es mi hermana y mi mujer, siga y no
terminará bien para usted.

Alessandro: Definitivamente no terminará bien para usted.

Elizabeth: Uhm, hola papá.

Habla después de que su madre retrocede ante las amenazas.

Artem: Elizabeth.

Kirill: Les mostraré las habitaciones.

ra
Audrey: ¿La puedo elegir?

Elizabeth: No, ¿Quién te crees? Estar con mi padre no te da el derecho a decidir algo de
esta casa, eso solo lo hace la esposa del Pakhan y esa es mi madre.

er
Ekaterina: Puedes elegir Audrey.

Me resisto a bajarla, pero una mirada de ella me hace ponerla de pie.


Si
Audrey: Gracias, niña ¿Me acompañas?

Mi hija asiente con una sonrisa mientras se pone a un lado de mi nena.


ce

Daría: Mi hija Elizabeth las acompañará para que no te tomes libertades que no tienes.

Mi hijo iba a decir algo, pero Audrey niega con la cabeza deteniéndolo, la verdad es que no
es necesario, ellas solas se enterraran en donde traten mal a la Koroleva de la Bratva.
ni

Audrey: Señora, yo no soy usted, yo conozco mi lugar.

Daría: Tu lugar no es aquí, es en el prostíbulo del que te sacó mi esposo.


Ja

Audrey: Ex, vamos nena las víboras se morderán la lengua en algún momento.

Empiezan a caminar, pero cuando están a media escalera la voz de Daria frena a mi hija.

Daría: ¿Y tú dónde estabas? ¿Te escapaste con alguno de tus machos? No puedes volver
después de meses y pretender que eres de la familia.

Kirill: Ella es de la familia.

Audrey: Y si no lo fuera, ella es de mi familia.

Pone su mano en la espalda de mi hija y la insta a seguir subiendo las escaleras.


Elizabeth: Cómo si su familia fuera la mitad de importante que está.

Refunfuña en voz baja.

Hermann: De hecho, es más importante que está.

Palmea el hombro de mi hijo antes de subir las escaleras para acompañar a nuestra mujer y
mi hija.

Elliot, Hassan y Alessandro por otro lado nos dan un asentimiento antes de seguirlo y así
solo quedamos Axel, Volker, Massimo, Mi hijo y yo.

Los líderes o futuros líderes de las mafias que se van a aliar en unos meses.

ra
Daría: ¿No te da vergüenza traer a tu amante a la casa de tu esposa e hijos?

Artem: Ella no es ni amante.

er
Elizabeth: De hecho papá, traer a una mujer en brazos y pocas ropas deja claro que es tu
amante.
Si
Artem: No creo que ustedes dos estén en posición de dar opiniones sobre mi persona.

Elizabeth: Hermano, ¿No dirás nada?

Ella le hace pucheros a su hermana y doy por sentado que le ha funcionado antes, pero no
ce

ahora, no cuando el puchero de mi nena es más tierno.

CAPITULO 33
😈<<{Audrey}>>😈
ni

Audrey: ¿De quién es esta habitación?


Ja

Ekaterina: De mi madre.

Ya veo por qué, es enorme, la cama igual, el balcón es hermoso, me lo quedo.

Audrey: ¿Cuál te gusta a ti?

Ekaterina: El mío está abajo.

Audrey: No pregunte eso, pregunté cuál te gusta.

Señala una habitación al fondo del pasillo cuando la abro me doy cuenta de que ya hay
alguien durmiendo aquí, reviso el vestidos dándome cuenta que es la mala copia, la cama
ya está tendida y el tocador es enorme.
Audrey: ¿No tienes nada de esto en tu habitación, verdad?

Ekaterina: Sí, mi hermano me mandó a poner las cosas cuando le dije que me gustaba la
habitación de abajo.

Me río, porque sé que la obligaron a hacerlo, la tomó de la mano y la sacó al pasillo antes
de sonreír.

Audrey: ¡Dulzura!

Mis hombres vienen corriendo, los que ya estaban aquí arriba conmigo salen de la
habitación de Daria y está los ve con los ojos abiertos.

ra
Daría: ¿Qué hacen en mi habitación?

Audrey: Es mi habitación.

er
Sonrío de lado, mirándola, detrás de ella Artem intenta no reírse tapando su risa con tos.

Daría: Esa es la habitación de la mujer del Pakhan niña insolente.


Si
Audrey: Exactamente, tú no eres la mujer del Pakhan.

Daría: Sigo casada con Artem.

Chasqueo la lengua.
ce

Audrey: Por el momento, pero él no es el Pakhan ¿Verdad Dulzura?

Kirill: Exactamente Amor, esa es tu habitación ahora.


ni

Sonrío en grande y me acerco un paso a ambas mujeres antes de mirar a Kiril.

Audrey: Dulzura, a Ekaterina le gusta esa habitación, ¿Podemos dársela? Nunca le gustó la
Ja

de abajo, pobrecita.

Señaló la habitación de la víbora menor con un puchero en los labios.

Kirill: Lo que pidas amor.

Ekaterina: ¿En serio? ¿Me darás esa habitación?

Kirill: Es tu casa también, debiste elegir la que te gustaba.

Elizabeth: ¡No puedes dársela a ella!

Daría: Es la habitación de mi hija.


Audrey: Señora, Ekaterina también es su hija no sea descarada y la ignore, porque cuanto
más lo haga, más le haré la vida imposible, ahora les pido amablemente que saquen sus
cosas de nuestras habitaciones.

Ambas se van enojadas hacia el piso de abajo y yo sonrío inocentemente.

Audrey: ¿Y ahora?

Elliot: Ahora te alimentamos, porque no comiste nada en el avión.

Axel: ¿Pasta?

Frunzo el ceño y niego con la cabeza.

ra
Audrey: Carne con tomate en rodajas.

Volker: No te gusta el tomate.

er
Axel: A mí sí.

Audrey: ¿Y? ¿No querían alimentarme? ¿Les dije lo que quería comer y todavía se andan
Si
quejando?

Niego con la cabeza y rápidamente soy levantada del suelo por Alessandro y acunada en su
pecho mientras besa mi rostro haciéndome reír por las cosquillas que me hace su barba.
ce

Axel: Mira los escalones cuando bajes.

Alessandro: Por supuesto que sí, no pondré en peligro a mi mujer e hijos.

Todos bajan y me dejan en medio del pasillo con mi Honey.


ni

Alessandro: Eres hermosa, tan hermosa que duele dejarte salir para que otras personas te
vean, te amo tesoro, gracias por perdonarnos.
Ja

Le beso la mejilla haciendo un sonoro ruido.

Audrey: También te amo honey, ahora vamos que si me dio hambre.

Se ríe de mí mientras me baja por las escaleras con mi rostro apoyado en su enorme
pecho, miro hacia arriba, su barba descansa en su mandíbula de una forma tan perfecta
que creo que no me gustaría sin ella.

Alessandro: Deja de mirarme.

Audrey: No puedo, eres hermoso.


Llegamos al gran comedor las dos vivirás ya están sentadas aquí con su rostro más
lastimero mientras miran a Kirill, Alessandro me deja en el regazo de mi dulzura y él me
sonríe mientras acaricia mi muslo.

La víbora menor bufa cuando ve que mi dulzura no le presta atención al estar conmigo.

Elizabeth: ¿Y cómo se llaman?

Cada uno se presenta sin prestarle mucha atención mientras están con sus teléfonos, yo
hago lo mismo y veo algunas cosas que debía revisar de la empresa, porque sí, delegue la
tarea de dirigirla, pero mis hermanos y yo seguimos siendo los dueños.

Audrey: ¿Pueden creer que el viejo pide indemnización por qué su hija se follo a los

ra
guardaespaldas?

Volker: Y el hijo una prueba de paternidad para el bebé que está esperando su hermana.

er
Son el colmo.

Daría: ¿A está también se la compartirás a nuestros hombres?


Si
Me mira despectivamente, la caricia en mi muslo se vuelve un apretón fuerte que me hace
mirar su mano, tiene los nudillos blancos de apretarme.

Axel: No.
ce

Elizabeth: ¿Por qué no? Siempre compartes a tus putas con nuestros hombres.

No sé si están sincronizados o qué, pero hay varios golpes con fuerza en la mesa.

Massimo: Mi mujer no es ninguna puta, víbora.


ni

Axel: Te estás metiendo con la mujer equivocada.


Ja

Elliot: Yo que tú dormiría con ambos ojos abiertos en la noche.

Volker: Oh la empiezan a respetar o me la llevo.

Daría: Perfecto entonces llevensela.

Kirill: Mi Koroleva no se moverá de aquí, las que se irán son ustedes si escucho que dicen
algo sobre ella una vez más.

Elizabeth: Pero…

Kirill: Cállate y déjame darle de comer a mi Koroleva y a mis hijos.

Abro grande los ojos.


Carajo.

Ahora tendré que estar atenta a todo, no me fío que no vayan a hacer algo.

Hermann: Serás idiota.

Se tapa el rostro con una mano, debe estar pensando exactamente lo mismo que yo.

No dudó que se le haya escapado, pero ahora ya saben del embarazo y eso nunca es
bueno.

Daría: ¿Hijos?

ra
Kirill: ¿Qué? No me miren así, no vamos a negar a nuestros hijos.

Entiendo su punto, pero era para que nada les pase.

er
Artem: Come nena, nos encargaremos de todo.

Asiento con la cabeza porque no dudó que todos ellos cuidarian de mis bebés al igual que
Si
yo.

CAPITULO 34
🥵<<{Axel}>>🥵
ce

No me gusta la forma en que estas mujeres tratan a mi princesa, no me gusta como la


miran o como miran su vientre.

Siento muchas ganas de matarlas.


ni

Audrey: ¿Me das agua?


Ja

Kirill le sirve de la jarra que dejaron hace unos momentos.

Axel: No, no tomes esa agua.

Ella asiente con la cabeza sin replicar y yo me voy a la cocina con el permiso de Kirill y
Artem, agarró un agua y la abrí corroborando que no había sido abierta antes.

No importa si se acaban de enterar, no dejaré que nadie toque lo que mi mujer se pondrá a
la boca.

Sonó mal.

No importa.
Le llevo el agua y me vuelvo a sentar viéndola.

Audrey: Gracias vida.

Daría: Si compartes a la… —la apunto con el cuchillo de la carne— mujer, al final.

Audrey: Sabe la clase de relación que tenemos, después de todo fuiste a la boda de mis
padres.

La sonrisa ladeada que le da me pone la polla dura.

Ellas creen que no es nadie, pero lo es, es muy importante en nuestras mafias, todos los
hermanos lo somos.

ra
Elizabeth: Mi madre no va a bodas de gente de clase baja.

Mimada de mierda.

er
Ella no sabe lo que es romperse el trasero trabajando para tener lo que desea, tampoco
necesita estar sudando para hacer algo de su vida, si fuera mínimamente inteligente tendría
algo como lo tiene mi mujer.
Si
Ekaterina: Ella no es de clase baja.

Elizabeth: Nadie te preguntó.


ce

Daría: Ekaterina no interrumpan a tu hermana.

¿Eh?

Kirill y Artem se miran, seguramente diciéndose con los ojos como no pudieron ver el trato
ni

que le daban a Ekaterina.

La gente es muy ciega a veces.


Ja

Artem: Ella no hizo nada.

Elizabeth: Ay si como sea, hermano —pone cara de cachorro y lo agarra del brazo— ¿Me
das dinero para ir de compras? Por favor, ¿Sí?

Todo eso lo acompaña con un puchero que apostaría que se vería más tierno en su gemela,
pero no en ella, porque por más que sean exactamente iguales se ve a la distancia lo perra.

Elizabeth: Ahora que me hiciste cambiar de habitación me siento mal y unas compras me
animarán.

Claro como no.


Audrey: Ekaterina, ¿Quieres ir de compras conmigo? Vi que no tienes mucha ropa y ahora
tienes un vestidor enorme para llenar.

Elizabeth: Ni ella, ni tu iran conmigo.

Audrey: Joder no que horror, no te invite a ti, solo a Ekaterina.

Daría: Gastas tu tiempo y el dinero de mi hijo, ella tiene el cuerpo cuadrado.

¿Es que no ve que son exactamente iguales sus hijas?

Audrey: Ahórrate tu veneno víbora, la invito yo y mi tiempo para ella es gratuíto, aparte ella
no es cuadrada, solo la vistes feo para que no opaque a esta retrasada.

ra
Elizabeth: ¡Hermano! Dile algo.

Completo silencio.

er
Mejor así.

Audrey: Ve a buscar lo que necesiten niña, en un rato salimos —Ekaterina se levanta y va


Si
hacia la escalera— pero después entrenaremos.

Ekaterina: Bien.

Daría: Las mujeres no entrenan, solo debemos vernos bonitas.


ce

Artem: Si hubieran entrenado cuando tenían que hacerlo quizá yo no estuviera aquí.

Kirill: ¿Por qué lo dices papá? ¿Pasó algo de lo que deba enterarme?
ni

Claro que sabe lo que hicieron, pero fingirá que no.

Audrey: Las mujeres de mi familia entrenamos y trabajamos para ser alguien más en la
Ja

vida, nosotras no somos adornos, si me disculpan, me pondré ropa más abrigada.

Elizabeth: Su porque desde aquí puedo verte las nalgas.

Audrey: Míralas bien, ve lo que son unas buenas nalgas, mocosa —se pone de pie y se
agarra las nalgas— firmes por entrenamiento, no flácidas por estar aplastando el trasero.

Le guiña un ojo y se va.

Daría: ¿Vas a dejar que esa le hable así a tu hermana?

Kirill: Dijo la verdad, son unas buenas nalgas.

Elliot: Muy firmes.


Daría: Dale el dinero a tu hermana para que vaya de compras.

Kirill: Le deposite hace tres días.

Elizabeth: Pero cambié mi carro y no me quedó dinero.

Kirill: Te compraste un carro el mes pasado.

Daría: Si, pero lo quería en rosado ahora.

Axel: Mimadas inútiles.

ra
Bufo y me voy con mi mujer, no soporto tener a esas mujeres enfrente.

Elizabeth: Por favor hermanito…

er
Es lo último que escucho antes de llegar al piso de arriba, mi mujer sale de la habitación
completamente vestida y abrigada, lleva unos leggins engomados en color beige al igual
que sus borcegos, un suéter en color crema y un tapado largo hasta las rodillas en un beige
más oscuro.
Si
Hermosa y abrigada, incluso se ve tierna.

Axel: Eres la mujer más bella del mundo.


ce

Audrey: ¿Lo dices por qué nos parecemos bastante? —me sonríe antes de acercarse y
abrazarme por el cuello para besarme— ¿Cuenta esto como el pago por la apuesta?

Axel: Definitivamente no.


ni

No dejo la inyección, solo fallo, así que no, no cuenta como el pago.

Audrey: Carajo ya me consideraba sin deudas.


Ja

Ekaterina: ¿Vamos?

Mi mujer la mira, tienen un aura tan infantil esa chica, entiendo por qué le dice niña.

Axel: Te ves como una niña.

Le faltarían las coletas y es igual a una niña que sus padres abrigan tanto que ni los ojos se
le ven.

Audrey: Si hay que cambiar eso, o no se te acercara ninguna mujer por pensar que estás en
el jardín.
La niña se sonroja lo cual me hace reír, hay que acostumbrarse a lo directa que es mi
hermana.

Bajamos las escaleras viendo como todos se ponen sus abrigos.

Ekaterina: ¿Saldrán?

Volker: ¿Pensaste que dejaríamos a nuestra mujer sola allí afuera donde todos los hombres
pueden verla? Error.

Audrey: ¿Puedo conducir?

Artem: Claro nena.

ra
Axel: ¿Tienen bien los cinturones de seguridad? Los necesitarán.

Volker: Y bolsas de papel.

CAPITULO 35
🤤<<{Volker}>>🤤
er
Si
Tal y como habíamos dicho, Ekaterina necesito una bolsa de papel, pero como no nos
creyeron terminó vomitando el suelo de la camioneta mientras mi hermana se reía desde el
asiento de piloto.
ce

Audrey: ¿Ya te sientes mejor niña? Carajo, hubiéramos traído a la copia trucha en esta
camioneta, me hubiera gustado ver cómo vomita.

Ekaterina: Por lo menos no me vieron y no se burlaran.


ni

Elizabeth: ¿Qué no vimos?

Ruedo los ojos, me molesta tanto su voz chillona y engreída, pero me molesta más cuando
Ja

habla melosamente para pedirle cosas a Kirill.

Audrey: Nada que te importe.

Elizabeth: Cierto, tú no me importas.

Audrey: Casi me caídas bien, pero recordé que eres una víbora y se me pasó.

Toma de la mano a la niña y se mete en la enorme tienda de ropa, llamamos antes de salir
para reservar uno de los apartados de la tienda con el gran probador para que nadie
pudiera verla.

Aunque no es ella la que se comprara ropa, no importa nadie debe verla.


Las empleadas nos guían al apartado, desgraciadamente las dos víboras nos siguen con
los ojos bien abiertos, claramente Kirill no se había tomado el tiempo de reservarles un
apartado antes y este tampoco es para ellas de igual modo.

Es para mi mujer y Ekaterina.

Entramos en el apartado hay un inmenso sofá en U justo en el final de una pasarela.

Empleada: Bien, señoritas… —mira la lista que tiene en la mano— Audrey Becker y
Ekaterina Sokolova, ¿Quienes son?

Cómo dije, los chicos y yo reservamos para nuestra mujer y su amiga.

ra
¿Hijastra ahora, no? Eso todavía me causa gracia.

Daría: Ahí debe de haber un error, faltan nuestros nombres.

er
Hassan: No hay ningún error, nosotros reservamos para nuestra mujer y su amiga.

Elizabeth: Hermano…
Si
Audrey: Ay cuñada no te preocupes, te dejo quedarte junto con mi suegrita —mira a la
empleada— tráeme esto en estos talles.

Le muestra su teléfono donde seguramente tenga una lista larguísima de ropa y los talles.
ce

Audrey: También búscame un vestido formal, pero sexy en color…

Massimo: Rojo si es para ti.

Carajo sí.
ni

Elliot: Mejor ponte un hábito demonio.


Ja

Ella se ríe.

Audrey: ¿Esa es su fantasía padre?

Le guiña un ojo mientras se sienta en el medio del sofá, todos nos ubicamos alrededor
escuchando como las víboras le pides sus cosas a la otra empleada.

La mujer a la que mi hermana le pidió las cosas llega con dos hombres, los tres con un
sinnúmero de perchas en sus manos, traen vestidos, sacos, bueno, de todo.

Ekaterina se va a probar lo que mi preciosa le indico y momentos después sale caminando


tímidamente con una falda y una blusa, tiene la mirada en el suelo mientras camina hacia
nosotros, mi hermana se pone de pie y sube a la pasarela cuando llega enfrente nuestro.
Audrey: Levanta la mirada te ves hermosa.

Ella lo hace y nos mira, todos asentimos con la cabeza cuando nuestra mujer nos da una
mirada que indica que le digamos o terminaremos con los tiburones.

Artem: Te ves impresionante hija.

Kirill: Ya no pareces una niña de cinco hermana, me gusta, te ves bien.

Elizabeth: Es la falda que yo elegí, no puedes comprarte lo mismo, ¿Qué dirán los demás?

Empleada: Disculpe señorita, esa era la última falda, no pudimos traerle a usted.

ra
Elizabeth: ¿Qué? ¡Pero yo la pedí!

Daría: Sacatela Ekaterina, a tu hermana le quedará mejor.

er
La niña empieza a darse la vuelta para irse, pero mi preciosa la detiene del brazo.

Audrey: A ella le queda hermosa, así que te quedarás con las ganas de saber cómo le
quedará a esa estúpida.
Si
Daría: Ni siquiera podrás pagarla.

Audrey: Señorita, tome —le da su tarjeta dorada— cobre todo lo que trajo ahora, no importa
si no le queda lo donaré y cobrese —pasa el dedo sobre todas las perchas de vestidos rojos
ce

mirándome.

Volker: Alto.

Saca la percha en la que se detuvo su dedo.


ni

Audrey: Y este.
Ja

La mujer cobra allí mismo todas las prendas mientras las víboras le lloran a Kirill y a Artem
que siguen ignorandolas.

Audrey: Niña, pruebate el traje vestido que te elegí, supongo que estás invitada a la reunión
del fin de semana.

Daría: Solo la familia directa del Pakhan está incluida en la reunión de mafias.

Bufa.

Artem: Y Ekaterina es hermana del Pakhan.

Elizabeth: Por lo menos esa puta no estará.


Audrey: Ay cuñada, te sorprendería las vueltas que da la vida.

Sonríe antes de girarse para ver a Ekaterina salir del vestidor con un largo vestido verde
que resalta sus ojos.

Mujer: Es hermosa…

Audrey: Y soltera.

La empleada se sonroja y yo tengo que contener mi risa, está jugando a cupido.

Ekaterina: ¿Cómo me veo?

ra
Massimo: Te ves extraordinaria niña.

Audrey: ¿Qué dices no se ve hermosa?

er
Mira a la empleada que está roja como un tomate.

Mujer: Muy hermosa.


Si
Axel: Pruebate el tuyo princesa, para saber cuántos ojos tendré que arrancar el fin de
semana.

Se va hacia el probador con el vestido y momentos después sale descalza, con un vestido
rojo largo hasta el suelo, con un tajo en la pierna izquierda, espalda descubierta y un escote
ce

que si se agacha se le podrían ver los pechos.

Está preciosa, hermosa, caliente.

Camina hacia nosotros con una sonrisa en el rostro, que ilumina todo el apartado.
ni

Kirill: Por favor dime qué te pondrás un tapado que te cubra desde el cuello hasta los pies.
Ja

Axel: Claro que no, ella vestirá ese vestido, pero le arrancaremos los ojos a los demás.

Volker: Estás alucinante.

Daría: No sé para que te gastas eligiendo un vestido, los líderes de mafia no aceptan putas
en las reuniones de las mafias.

Respira, no la mates ahora, no la mates ahora, tienes que disfrutar de ver sus rostros
cuando se enteren que es una de las princesas de tres mafias.

Ekaterina: Tu hija y tú van y nunca han dicho nada.

Daría: ¿Cómo te atreves?


Kirill: Cállate madre, no me hagas matarte aquí mismo.

Elizabeth: ¿Qué te hizo esta puta que te tiene comiendo de la palma de su mano?

Audrey: Se la chupe, la masturbe y bueno, muchas más cosas.

CAPITULO 36
5 días después…

🍭<<{Artem}>>🍭
¿Cómo no he matado a esta mujer todavía?

ra
Carajo, ¿Cuál fue el mal que yo hice para tener que aguantar a mi ex esposa y a su copia?

Ya es mi ex esposa, mi nena la hizo firmar hace dos días, le ofreció una casa en no sé

er
dónde que ella quería, junto a una tonelada de dinero que estúpidamente está mujer piensa
que son míos y de mis hijos.

Claramente no le dió nada, cuando firmó el divorcio mi nena le dió los papeles de la
Si
escritura de la casa para que firmara, resultó que esos papeles decían que Daría debía
depositarle un millón antes de acabar el mes o sería despojada de todas sus posesiones.

Que son nulas cabe aclarar.


ce

Ese día ella se enloqueció y mi nena se rió con fuerza en su rostro.

Daría: Hola, ¿Cómo andan tanto tiempo?

Ella, yo los ví hace una semana.


ni

Isaak: Hola.
Ja

Astrid: Bien ¿y ustedes?

Daría: Mejor que nunca.

La mujer que es una copia mayor de mi nena sonríe de lado justo como lo hace mi mujer.

Astrid: ¿Sí? Me enteré que se separaron.

Mi hijo tapa su risa con una tos porque quedaría mal que se riera de eso delante de todos
estos mafiosos.

Daría: Mi ahora ex marido tiene una prostituta como amante, entenderás que no puedo
aceptar eso, pero no me hago mucho problema, mi novio viene en una hora para conocer a
mis hijos.
Artem: Respeta a mi mujer.

Elizabeth: Ella no es tu mujer, es la puta con la que te acuestas.

Astrid: ¿Tienen algún problema con las trabajadoras sexuales? algunas lo hacen obligadas,
otras por necesidad, algunas por gusto y ganan su propio dinero, no tiene nada de malo.

Kirill: A ellas lo que les molesta es que sea el doble de hermosa que ellas.

Daría: Dejemos de hablar de ella , ¿Cómo están sus hijos? —da una vuelta buscándolos, no
los reconocería, a la mayoría no los conoció— no los veo por ningún lado.

ra
Niklaus: Nuestras princesas se tardan y por supuesto sus hermanos las esperan.

Daría: ¿Cuánto tiene la mayor? Debe tener más o menos la edad de mi hijo.

er
Astrid: Tiene 23.

Elizabeth: ¿En serio? Podríamos ser amigas.


Si
Qué buen chiste.

Astrid: Lo dudo, mi hija no se junta con mucha gente, es muy cerrada para el contacto con
otras personas que no sean sus hermanos.
ce

Daría: Me imagino, ser uno de los próximos líderes no te deja muchas opciones para hacer
amistades, ¿Trabaja o están organizando un matrimonio para ella?

Kirill: ¿Qué tantas estupideces dices?


ni

Veo la vena en el cuello de los padres de mi nena y la sonrisa cínica de la madre.

Astrid: Mi hija es una empresaria exitosa junto a mis dos hijos mayores, los tres son de los
Ja

mejores sicarios de nuestras mafias, son muy temidos en nuestro mundo y no, no
concertamos matrimonios en nuestra familia, nuestros hijos tienen el mismo gusto peculiar
que sus padres, eso no sería posible.

Daría: Una mujer así necesitas hijo, ¿Seguros que no podemos arreglar un matrimonio
entre su hija mayor y mi hijo?

Kirill: Apuesto a qué te arrepentirás de decir eso luego de verla.

Joss: Nuestras hijas mantienen relaciones sentimentales con sus hermanos.

Elizabeth: ¿Con sus hermanos?

Adler: ¿Hay algún problema con ello?


La víbora mayor carraspea y traga saliva antes de volver a plantar en su rostro una sonrisa.

Daría: Seguro que ese gusto se les pasará de mayores.

Astrid: Tus hijos están muy grandes.

Ignora el comentario estúpido que le dijo.

Daría: Si mi Kirill ya es todo un hombre y Elizabeth es una hermosa mujer, muy educada,
estoy pensando en arreglarle un matrimonio.

Niego con la cabeza mientras abrazo a Ekaterina por los hombros.

ra
Johan: Ekaterina me parece una mujer extraordinaria por lo que he escuchado.

Daría: Oh, sí, si, lo es.

er
Elizabeth: ¿¡Trajeron a su puta aquí!?

Mi hija Ekaterina y yo nos giramos junto a las víboras para ver entrar a mi mujer, a su lado
Si
están Anna y Alessia, las tres con vestidos espectaculares, detrás de ellas sus diez
hermanos junto a Elliot, Hermann, Alessandro, Hassan y Massimo, van divididos en grupos
que siguen a cada una de las princesas de las mafias, todos ellos caminando como si
fueran los dueños del mundo.
ce

Vienen hacia nosotros con sonrisas en el rostro mientras los hombres y niños a subespalda
van dando miradas de muerte a todo el que pose sus ojos en ellas.

Incluso en la niña de 14 años, porque hay herederos menores aquí también.


ni

Astrid: Esa a la que llamas puta es mi hija.

Le susurra cerca del rostro a Elizabeth quien palidece y da un brinco al no ver qué se
Ja

acercó a ella.

Audrey: Papás, mamá, disculpen la tardanza, Alessia no encontraba su anillo.

Joss: ¿Se te cae cariño? Mandaremos a hacer otro a tu medida.

Audrey: Niña te ves fabulosa.

Astrid: Está muy hermosa es verdad.

Daría: Oh, uhm, mis hijas son hermosas.

Con mi hijo nos miramos claramente divertidos por esta situación.


Elizabeth: ¿Eres una princesa de la mafia?

Dominik: Es una de las princesas de tres mafias.

Anna: Hermana, podemos irnos un momento.

Mi nena al igual que sus hermanos fruncen el ceño, ella se la lleva unos pasos de distancia
para que no podamos escuchar lo que dicen, pero sus rostros están tensos antes de que mi
mujer le diga unas palabras más y ambas sonríen macabramente.

Daría: Mi novio llegó, iré… ihm, iré a buscarlo.

Por poco y corre cuando mi nena se acerca junto a su hermana.

ra
Cort: ¿Qué tanto hablan?

Audrey: Hicimos un gran descubrimiento —mira a nuestra espalda y sonríe— y la rata cayó

er
a mis pies.

Nos giramos para ver a Daría entrar con su novio de la mano, él intenta huir cuando ve
hacia aquí, pero la víbora lo sostiene con fuerza.
Si
Elliot: Walter.

CAPITULO 37
😈<<{Audrey}>>😈
ce

Sabía que en algún momento aparecería frente a mí sin que hiciera ningún esfuerzo en
buscarlo y aquí está.
ni

Sujeto del brazo de su amante sin que lo deje escapar, rodeado de muchas personas que
quieren matarlo.
Ja

Admito que no es el mejor lugar para tenerlo de frente, está es una reunión de mafiosos y
traer disturbios aquí puede causar pleitos innecesarios.

Miro a mi hermana Anna, ambas sonreímos al ver frente a nosotros la última incógnita que
nos faltaba descubrir del secreto que se mantuvo oculto por años.

Daría: Les quiero presentar a Walter, mi novio.

Audrey: Hola abuelo.

Blas: Padre.

Daría: ¿Cómo dijeron?


Walter: Hijo, bastarda.

Bufo.

Audrey: No me ofendes abuelo sé lo que soy y me fascina.

Elizabeth: ¿Eres una bastarda?

Anna: No lo es.

Astrid: Suegro, hacía mucho tiempo que queríamos saber de usted.

Axel: No es como si hubiéramos gastado mucho tiempo y energía en buscarte igual, no te

ra
sientas mucho.

Me acerco a Artem y Kirill, se que el viejo me está mirando y no me importa.

er
Audrey: Necesito que me prometan algo.

Artem: ¿Nena qué pasa?


Si
Audrey: Prometanme que no se enojaran conmigo por lo que vaya a decir.

Kirill: ¿Qué pasa?

Audrey: Prometanlo.
ce

Artem: Lo prometemos nena.

Audrey: Mantengan a Ekaterina entre ustedes.


ni

Vuelvo a acercarme a mi hermana quien momentos después se va con mis demás


hermanos dejándome junto a mi padre Blas y Elliot.
Ja

Audrey: Los invito a tomar unos tragos a mi casa.

Elizabeth: No es tu casa, es mi casa.

Audrey: Tengo mi propia casa aquí en Rusia, los invito para que la conozcan.

Walter: No.

Daría: Sí, vamos.

Blas: Desde cuándo tan sumiso padre, recuerdo las peleas que tenías con mi madre antes
de morir, nunca hiciste caso.
Audrey: No te atrevas a decir que tú eres mejor mujer y te ama más víbora por qué te
envenenó el trago antes de que te muerdas la lengua.

Nos despedimos de varios aliados que tenemos y montamos a las víboras y a la rata en
camionetas antes de dirigirnos hacia mi casa, Anna le iría contando a nuestros padres lo
que descubrimos y a la conclusión que llegamos.

Llegamos a una casa, no es una mansión, pero tampoco es chica, sería lo justo para una
familia de diez personas, entramos dejando que las víboras y la rata lo hagan primero,
puedo ver sus miradas juzgadoras al ver la casa, no es que me importe mucho
impresionarlas.

Elizabeth: Está casa mide lo mismo que mi vestidor.

ra
Audrey: No ya que no tienes más esa habitación en la casa.

Daría: Creímos que una empresaria tan importante y una princesa de la mafia como tú

er
tendría mejores cosas.

Axel: Tiene varias empresas, restaurantes y casas repartidas por todo el mundo,
definitivamente tiene más que tu hija.
Si
Audrey: Siéntense, pediré que les traigan de tomar.

Le indico a una de las empleadas que mandé a llamar hace unos minutos que les sirva
bebidas a todos, ella vive en la casa de al lado con su familia, yo los dejo vivir allí mientras
ce

que esté disponible cuando la necesite.

Que es nunca porque no vengo mucho a Rusia.

Audrey: Gracias Katrina, puedes volver a casa.


ni

Saluda a todos mientras abro mi botella de agua y me siento en el sofá individual.


Ja

Cruzó mis piernas mientras miro a todos, están tensos, el aire se siente pesado y se sentirá
peor una vez que diga todo lo que descubrimos.

Audrey: Cielito ¿Quieres irte? Hay habitaciones arriba que puedes usar, tú también cariño.

Anna: Seguro que puedes sola, no me gusta juntarme con los bichos.

Alessia: También iré, no creo que me necesiten.

Ambas suben las escaleras, mis hermanos menores también, no tendrían por qué quedarse
si ellas se van, no es como si conocieran al viejo de mierda este.

Para su desgracia yo lo recuerdo muy bien.


Walter: ¿Sigue sin gustarte que te toquen? Chiquilla.

Adler: ¿Sigue tu mano funcionando bien después de sacar el tenedor? anciano.

No, no lo hace.

Audrey: Recuerdo que eras zurdo como papá Blas.

Walter: Él no es tu papá bastarda.

Chasqueo la lengua.

Audrey: Legalmente lo soy.

ra
Walter: Ve a buscar a tu padre biológico.

Adler: Ese soy yo.

er
Para todo el mundo así es.

Walter: ¿Es así? Me llegó el rumor de que el padre biológico de los dos bastardos es su
Si
propio padre, ¿Eso los hace hermanos o siguen siendo tus hijos?

Claramente la mirada de muchos aquí está en mi mellizo y en mí, pero este viejo está muy
equivocado si con eso puede sangrar alguna herida.
ce

Audrey: Entonces siguiendo esa lógica… Ekaterina y Elizabeth son hermanas de mi papá
Blas ¿No abuelo?

Tomo un trago ignorando todas y cada una de las miradas en mi, solo veo al viejo, sonrió
cuando vuelvo a tapar la botella, claro que esperaba abrir alguna herida en mi mellizo y en
ni

mí, pero no contaba con que lo descubriría.

Audrey: Cuéntale a tus hijas como eres amante de su madre desde hace más de 24 años,
Ja

diles que en realidad Artem no es su padre, que hipocresía la suya suegra, llamarme puta
cuando engaña a su marido desde hace décadas.

Ekaterina: Audrey ¿Eso es verdad?

Miro a la niña, me da pena que se entere ahora que tiene 20 años que su padre no es
biológico, pero lo superará.

Audrey: Lo es niña, desde que ví a tu hermano y a tu papá me di cuenta que no compartes


muchos rasgos con ellos, lastimosamente eres una copia de tu madre.

Artem: Cómo…
Kirill: Eres una hija de puta —lo miro considerando como matarlo al creer que me lo decía a
mí, pero está mirando a su madre— engañaste a papá por años —frunce el ceño y sus ojos
se inyectan de sangre cuando la ira corre por sus venas— ¿Por eso lo quisieron matar tu y
Elizabeth?

Daría: ¿Qué?

Ekaterina: Ay no se hagan.

Se arma un quilombo de gritos e insultos al cual mis padres se suman, observó todo, la
mirada perdida de Artem, el enojo renovado de Ekaterina, el miedo de Elizabeth, el odio de
mi padre Blaz y luego estoy yo, tranquila y sin emociones al respecto, pero sí con una duda
que será respondida ahora mismo.

ra
Audrey: ¡Silencio!

Todos se callan ante mi grito y me miran como si fueran niños y su madre los hubiera

er
retado.

Audrey: Tengo una última pregunta Daría y luego te irás de aquí —Sin vida— ¿Por qué no
quieres a Ekaterina?
Si
Daría: Cuando le dije a Walter del embarazo planeaba hacerse responsable, hasta que se
descubrió que eran tres, él solo aceptaría un bebé, así que intenté abortar, pero solo perdí a
un bebé.
ce

¿Prefirió al imbécil antes que a sus hijas? Qué vergüenza de ser humano.

Ekaterina: ¿Y por qué me odias a mí y no a ella?

Audrey: Naciste después que ella y como consecuencia te tocó ser el bebé que hizo que su
ni

amante no la aceptará.

Elizabeth: ¿Cómo pudiste mentirme todo este tiempo?


Ja

Cómo le mintió a su esposo por más de dos décadas.

CAPITULO 38
🛐<<{Elliot}>>🛐
Estas personas son increibles, una se ofende por que su madre le mintió sobre su padre,
pero no se ofendió o se horrorizó lo suficiente como para no matar al padre que la crió, la
otra se ofende con una de sus hijas por seguir viva, son el colmo.

Después están Kirill y Artem, el primero está claramente enojado y con ganas de matar a su
madre, el segundo está ido, ¿quien no lo estaría? en un solo día perdió a sus hijas, se
enteró que su matrimonio siempre fue una farsa y que es un cornudo, gran manera de
terminar una reunión de mafias.

Blaz: Eres y siempre vas a ser escoria padre.

Walter: ¡Esta escoria te hizo el boss por casarse con tu estúpida madre y lo desperdiciaste
casándote con esa puta que se follaba a su padre!

La madre de mi ángel no mueve un solo músculo, solo lo mira aburrida, pero mi mujer no,
ella se pone de pie alterada, se pone detras del sofa donde Walter está, envuelve el brazo
alrededor de su cuello y acercó su boca a la oreja de él para hablarle con los dientes
apretados.

ra
Audrey: Mi madre no se follo a esa escoria.

Walter: Ella lo hizo, ustedes son hijos de él.

er
Habla con voz rasgada y ronca por la presión de su cuello.

Blaz: ¡Ellos son nuestros hijos!


Si
Audrey: Tienes razón, desgraciadamente compartimos sangre con el violador de mi madre,
pero no es mi padre, mis padres son ellos, ellos me criaron, ellos me dieron su amor, ellos
me dejaron estafarlos, ellos son mis padres.

No tenía idea de todo esto, pero tampoco tenía idea de que Ekaterina es su tía y no su
ce

hijastra así que no me asombro mucho, la vida siempre da vueltas extrañas.

¿Entonces siempre que mi demonio decía que la niña era su familia no mentía?

Al parecer no.
ni

Volker: Preciosa suéltalo no es así como matamos a la escoria.


Ja

Lo hace y vuelve a caminar hacia el sofa, pero la mirada que tiene no me deja reconocer a
mi ángel, tiene una mirada intensa, gélida, una que pondría de rodillas al mejor sicario.

Es mi demonio.

Su cuerpo refleja confianza, sus movimientos son controlados y sigilosos cuando se sienta,
su confianza y frialdad hace que la mirada de las dos víboras y Walter se muevan frenéticas
y asustadas por toda la sala para saber por dónde irse, sus pechos suben con fuerza y sus
piernas tiemblan nerviosamente.

Audrey: Quietos.

Su voz bajó varias tonalidades, el susurro erizo las pieles de todos, carajo, erizo la mía
también y engrosó mi polla.
Las tres personas se quedan quietos acorralados por la penetrante mirada de mi mujer, sus
pechos dejan de moverse indicando que han contenido el aire y eso hace sonreír a mi
ángel.

Es mi demonio.

Si ya entendí Hades.

Audrey: ¿Padre te alcanza con una sola hermana? —Blaz asiente con su cabeza— ¿Y a ti
dulzura?

Elizabeth: No puedes, no…

ra
Ekaterina: ¿Qué es lo que no puede? ¿Insultarte como hacías conmigo, denigrarte,
golpearte, ignorarte o intentar matarte como hiciste con mi papá?

er
Audrey: Tomen su decisión, pero tengan en cuenta que lo mío no quedará en intentos, la
mataré.

Axel: Pero incluso si la dejan viva ella sufrirá la consecuencias por meter en la cárcel a
Si
nuestra tía, por los abusos que ella vivió allí dentro y por menospreciar e insultar a mí mujer.

Elizabeth: Pero…

Volker: Cállate víbora, deja decidir tu destino a tu hermano.


ce

Massimo: Kirill —el nombrado lo mira— la hubieran violado de no ser por nuestra mujer.

Ahora mira a mi ángel y ella le da una mirada indiferente, no dirá nada que pueda cambiar
la decisión que él vaya a tomar.
ni

Kirill: Que se muera.


Ja

Elizabeth: ¡Eres mi hermano también!

Audrey: La decisión ya se tomó, ¿Tú no dirás nada Daría?

Daría: Me matarás igual, solo me da pena que mi hijo se acueste con una puta asquerosa
como tú y tu madre.

Ella asiente con la cabeza sin ofenderse por el insulto.

Audrey: Tienes razón igual te cortaré los tobillos y veré cómo te desangras.

Astrid: Igual que la puta asquerosa de su madre.


Blaz, Adler y Niklaus se ríen al igual que Massimo, Volker, Axel, Kirill y yo, podría decirse
que compartimos un tipo de humor… raro.

Volker: Papás les daremos un rato para que se diviertan, después los colgaremos en el
sótano.

Walter: Bastardo.

Volker: Y hasta crees que me ofende, hijos legítimos o no tendremos lo que tú no.

Axel: El mando de las mafias.

Audrey: Y el amor de la familia, ¿Recuerdas lo que eso se siente abuelo? Ver a tu hijo

ra
entrenar, tener una mujer hermosa durmiendo a tu lado, tener hermanos, padres, sobrinos,
¿No verdad? Te conformaste con una puta que se aburrió de ti y se acostó con los hombres
de la bratva, lo perdiste todo.

er
Walter: ¿Qué?

Audrey: Ay no tienes por qué hacerte el sorprendido, engañó a su esposo ¿Esperabas que
le sea fiel al amante? No jodas eres un chiste viejo.
Si
Se ríe del rostro dolido de Walter y su madre le acompaña.

Astrid: Si lo esperaba.
ce

Artem: El karma es una perra Walter, deberías de haberlo sabido, ahora tú morirás y yo
viviré con la mujer que será la próxima líder de las dos mafias que tú querías liderar, misma
a la que intentaste matar incontables veces y seguiré cuidando a mi hija aunque lleve tu
sangre.
ni

CAPITULO 39
💥<<{Massimo}>>💥
Ja

Me pierdo escaleras arriba justo donde mi mujer se fue luego de ver a mis suegros golpear
a las tres personas y a mi suegra enterrar profundamente una bala en el trasero de Walter.

Carajo, eso debió doler como la mierda.

Paso las habitaciones hasta llegar a la última, que es la que dijo que usaría para bañarse
antes de ir al sótano, entró escuchando el agua correr desde el baño, cierro con seguro
para sacarme la ropa y dirigirme hacia el baño.

Cuando llegó a la puerta el vapor nubla mi vista y sólo llegó a ver la silueta del cuerpo de mi
hermosa mujer, sus dedos masajean su cuero cabelludo mientras la espuma cae por su
cuerpo, me acerco y me meto a la ducha, agarró la parte de atrás de su cuello y la sacó de
debajo del agua para apoyarla contra mi cuerpo seco, mi erección queda presionada en su
espalda y me inclino para dejar mi boca en su oreja.

Massimo: Te veías jodidamente sexy con ese vestido hermosa —chupo el lóbulo de su
oreja— todos los hombres de ese lugar te miraban —gruño mientras mi mano rodea su
cuello— eres nuestra, solo nuestra.

La giro para que quede frente a mí y la levantó para que sus piernas rodeen mis caderas
antes de unir nuestras bocas y llevarnos debajo del agua.

Mi boca baja por su cuello dejando lamidas, besos y mordidas que la hacen jadear y gemir
mientras empieza a moverse hacia arriba y abajo intentando conseguir algún tipo de
fricción.

ra
Massimo: En silencio hermosa, no queremos que tus padres te escuchen.

Audrey: Follame pizarra.

er
Apoyó la espalda de mi mujer en la pared, ubico mi polla en su coño y me meto en ella de
una estocada mientras la miró a los ojos.
Si
Sangre escurre de su labio inferior por la fuerza en que se mordió para no gemir, empiezo a
embestirla duro haciendo que sus ojos se cierren, entierro mi rostro en su cuello chupando,
dejando marcas por todos lados.

Seguramente me mate, pero moriré feliz.


ce

El calor de su coño estremece a mi polla con cada embestida que le doy y los sonidos que
hacen nuestros cuerpos chocando entre sí son obscenos y fuertes, tanto que no me
extrañaría que las habitaciones a nuestros lados nos escuchen.
ni

Massimo: Joder…

El vapor en el baño aumenta con nuestras respiraciones, el agua se puso tibia después de
Ja

estar tanto tiempo encendida, pero nuestros cuerpos están lo suficientemente caliente como
para que se caliente cuando toca nuestra piel.

Sus uñas se clavan en mi nuca mientras arquea su espalda y baja mi cabeza hacia sus
pechos, los chupo con un hambre desconocida mientras mis embestidas continúan con
fuerza y rapidez.

Chupo y muerdo sus pezones, su cuello, su clavícula dejo muchas marcas mientras mis
embestidas no cesan, son duras y rápidas generando ese obsceno sonido que me
enloquece.

Audrey: Pizarra…
Su gemido hace que una electricidad me recorra por completo y mis embestidas se vuelvan
desenfrenadas a medida que su humedad crece y el calor se vuelve más intenso.

Audrey: Besame.

La beso y embisto duro mientras su coño se contrae a mi alrededor, pierdo la cordura


mientras se corre apretando tanto que parece que me cortará la polla, la sigo embientendo
unas veces más hasta que acabó en su interior llenando su calor con mi espeso semen y
jadeando sobre su pecho mientras ella intenta recuperar el aliento.

Audrey: Ya estoy renovada para ver la vida escurrirse de los orbes de esas personas.

Massimo: Si esta es una forma de renovarte, puedo hacerlo las veces que desees.

ra
Salgo de ella y la pongo de pie mientras empiezo a bañarla, aprovecho cada momento que
tengo para tocar su vientre anhelando que crezca, me encantaría verla con un gigantesco
vientre.

er
Se vería tan sexy.

Se vería tan caliente mientras me monta y sus pechos rebotan junto con ella.
Si
Se vería tan jodidamente preciosa recostada en el escritorio y mi polla metiéndose en su
coño sin parar mientras dejo besos en su redondo vientre.

Carajo.
ce

Audrey: Pizarra ¿que cosas piensas? Espero que conmigo o la erección desaparecerá de tu
cuerpo.

La miró desde abajo mientras termino de lavarle las piernas y le sonrío.


ni

Massimo: Nadie más puede parar mi polla como tú hermosa, estaba pensando en lo sexy
que te verías con un gran vientre.
Ja

Audrey: Dudó mucho que eso pase pizarra, mi madre tampoco tuvo vientre grande con los
trillizos, al entrenar tanto apenas parecía que tenía cuatro meses cuando dio a luz.

Hago un puchero sin darme cuenta y ella pasa su pulgar por mi labio.

Massimo: ¿Si te alimento más engordaras?

Me sonríe y mi mundo entero se detiene al igual que mi corazón.

No puede ser tan jodidamente hermosa.

Audrey: Podemos intentarlo si lo quieres pizarra, comeré todo lo que me des.


Massimo: ¿Qué hice para merecerte?

Audrey: La pregunta tendría que decirla yo pizarra.

Salimos del agua y nos cambiamos antes de bajar las escaleras hasta el sótano, entramos y
vemos a las tres personas atadas al techo, las dos víboras han sido golpeadas al igual que
la rata, pero este ya no tiene su polla y el disparo que le dio mi suegra en el trasero me
asegura que tampoco tiene recto.

Audrey: Hasta que pudiste meterle esa bala en el trasero.

Astrid: Tendría que habérsela puesto el día que lo conocí como me dijeron ustedes.

ra
Axel: ¿Terminaron? —todos sus padres asienten— nos pertenecen ahora entonces.

Adler: Me encantaría ver cómo sus ojos se apagan, pero entiendo que ahora ustedes hacen
eso y lo disfrutan igual que nosotros.

er
Audrey: Está vez no los pelaremos hasta los huesos, sólo los dejaremos desangrarse.

Astrid: Disfruten y si pueden le sacan una foto justo cuando vean que se empiezan a apagar
Si
los ojos de la rata, para ponerla de fondo de pantalla y reírme cada vez que vea mi teléfono.

CAPITULO 40
👅<<{Hassan}>>👅
ce

Nuestros suegros se van después de saludar a sus hijos, Audrey, Axel y Volker nos dicen
que nos sentemos en el enorme sofá que hay aquí y es que ahora recién me doy cuenta de
que el sótano es como un cuarto de juegos.
ni

Hay computadoras con luces por todos lados, una mesa a la que no le había prestado
atención y que ahora al sentarme puedo ver qué del otro lado es un pool, dardos, heladera
con refrescos y snacks, un proyector colgado sobre el sofá que apunta a una pared blanca
Ja

la cual ya está manchada con sangre.

¿Quién mata a alguien aquí? Ellos, claramente.

Alessandro: Se manchó la pared.

Volker: Por eso es lavable.

Astuto.

Artem: ¿Siempre matan en su habitación de juegos?


Axel: Es la segunda vez que venimos a esta casa, pero en todas las casas que compramos
tenemos uno así, nos gusta perder el tiempo a veces mirando películas o jugando
videojuegos.

Audrey: O hackeando cuentas de banco y robando dinero, nada del otro mundo.

Nada del otro mundo.

La verdad es que el expediente que tiene la CIA sobre ellos tres se queda corto, aunque no
pueden probar todas las cosas que se dicen allí porque no hay de dónde sacar pruebas, ni
las habrá nunca porque no dejaremos que los encuentren.

Audrey: ¿A cual quieren?

ra
Volker: A la mimada.

Axel: A la rata.

er
Mi mujer sonríe mientras se pone frente a la víbora mayor al igual que sus hermanos lo
hacen frente al cuerpo que eligieron.
Si
Massimo: ¿Soy el único que se estremeció por la coordinación con la que se pusieron frente
a ellos?

Carajo no.
ce

Es como si fueran uno, si uno da un paso los otros igual, como si estuvieran acostumbrados
a esos movimientos.

Audrey: Te tocó conmigo suegra, prometo… no puedo prometer que no le dolerá, yo no


miento.
ni

Los tres dan pasos tranquilos y silenciosos hasta la pared blanca que ahora está manchada,
Axel aprieta algo en su teléfono y la pared se abre mostrando un compartimento secreto con
Ja

distintos tipos de armas del cual los tres sacan navajas exactamente iguales.

Cuando vuelven a posicionarse frente a los cuerpos colgados el compartimiento se cierra


dejándonos a todos con la boca abierta.

Los movimientos de los tres son controlados, coordinados y sigilosos, sutiles, como si
estuvieran pisando flores en lugar del suelo y estuvieran rozando con su navaja un globo el
cual no quieren explotar.

Sus toques son delicados y medidos cuando los tres se agachan a sujetar los tobillos y les
hacen cortes que son casi imperceptibles, pero que hacen que la sangre salga en gran
cantidad.
No conformes con eso los tres vuelven a ponerse frente a ellos y a rasgar la piel desde el
cuello hasta la pelvis haciendo que más sangre caiga.

Volker: Que empiece el espectáculo.

Los gritos de las dos víboras y los quejidos de la rata se escuchan con fuerza en el sótano,
pero no parece importarle a los tres hermanos mientras se sientan en el medio del sofá
mirando como la sangre cae sin parar.

Audrey: Empezaran a sentir fatiga, adormecimiento en las manos aunque no creo que las
sigan sintiendo.

Axel: Las piernas empezaran a fallarles al no tener fuerzas.

ra
Volker: Al igual que sus órganos cuando la sangre empiece a escasear.

Se acomodan mejor en el respaldo del sofá, mi piel se eriza con la sincronización de sus

er
movimientos y la siniestra mirada que comparten.

Nos hundimos en un silencio expectante mientras vemos la sangre salir de sus cortes y
escuchamos sus respiraciones agitadas por el miedo de sentir como su sangre se drena
Si
lentamente.

Los tres sonríen al ver cómo empiezan a parpadear pausadamente como si les costará
hacerlo, sus ojos ya no están tan brillosos como antes.
ce

Audrey: No me es suficiente.

Se pone de pie y los hermanos la siguen cada cual poniéndose frente al cuerpo que eligió,
el de las dos víboras está más bajo ya que sus piernas cedieron y quedaron colgadas de
sus muñecas, pero el de la rata no, se tambalea hacia los lados pero el viejo mueve su
ni

cabeza intentando espabilar.

Axel sostiene su cabeza y le saca una foto cuando lo mira, vuelve a guardar su teléfono en
Ja

el bolsillo trasero y agarra su navaja.

Los tres abren su pecho y estómago con su navaja bajando desde el cuello hasta la pelvis
siguiendo el superficial corte ya hecho, meten la mano empezando a sacar los órganos.

Artem: Alto.

Los tres lo hacen cuando empezaban a sacar el intestino.

Que asco.

Artem: ¿No tienen cajas de tergopol? Eso puede servir para alguien.

Audrey: Sal del sótano, en la puerta de enfrente, corre.


Kirill y Elliot lo hacen, traen varias cajas de tergopol y se las ponen a un lado a cada uno,
ellos empiezan a sacar cada órgano con una delicadeza que nunca les había visto, por lo
menos a Axel y Volker.

Los cuerpos quedan completamente vacíos e inertes colgados del techo mientras cierran
las cajas.

Artem: Les diré a mis hombres que los lleven a la clínica.

Audrey: Bien, nos bañaremos.

Hassan: Follaran.

ra
Se ve claro como el agua al detallar las furiosas erecciones de Axel y Volker.

Kirill: Todos lo haremos.

er
Joder sí.

Sonará turbio, pero verla manchada de sangre me excitó, ver el macabro brillo de sus ojos
Si
mientras la navaja bajaba por la carne de su presa me calentó de sobremanera.

CAPITULO 41
Dos semanas después…
ce

😈<<{Audrey}>>😈
Hay personas que parecen no temerle al diablo, yo soy jodidamente una, pero claramente
tengo una razón, sé lo que soy, sé lo que valgo, sé lo que puedo hacer, sé malditamente
ni

que no soy la buena de la historia y luego están las personas idiotas que no le temen al
diablo que descansa en mi interior.
Ja

Esas que ignoran adrede el hielo y el aviso de muerte que mi mirada les regala, esas que
no notan el cambio drástico en mi aura, hay una parte de mi que es buena y tranquila, pero
solo mi familia y mis hombres la conocen, luego está la fachada que uso siempre,
medianamente silenciosa, tranquila, sutil y luego está en la que estoy ahora, jodidamente
silenciosa, meticulosamente controladora y gélida.

Y con un puto ataque de ira formandose en mi interior, uno que no saldra de forma
desastrosa porque aprendi a controlar mi mente y cuerpo, mi rostro es impasible mientras
veo como la azafata le da miradas sensuales y coqueteos sutiles a Hermann.

Sé que nota mi mirada en ella mientras se inclina a servirle un trago que no pidió y dejando
descaradamente a la vista las nalgas frente a Massimo, sé por su sonrisa engreída que
piensa que puede lograr algo mostrando sus pechos y nalgas.
Y lograra algo, que la tiré del avión.

Sofía: ¿Algo más que pueda ofrecerles? Bebidas, comidas, hay una buena carne…

Suelto una risa baja, sutil, mientras murmuro un por supuesto que si.

La azafata me mira como si fuera un insecto al que quisiera aplastar y le doy una mirada
aburrida, hasta la persona mas estupida del mundo sabe que no puede meterse conmigo,
hasta los ciegos saben que soy demasiada mujer para rebajarme por alguien a quien
claramente supero en belleza.

Si es bastante bonita, nalgas promedio y firmes, pechos medianos, rostro delicado, sí, eso
se lo admito es bonita, pero es común, no hay nada en su persona que pueda llamar la

ra
atención y la estúpida confianza que se tiene se basa en sus nalgas y pecho no en su
inteligencia.

De la cual claramente carece si tiene el valor para mirarme de forma despectiva.

er
Pero mínimo debería parecer ser buena persona y no, una sola mirada a ella y me da a
entender que es muy criticona, engreída, estúpidamente perra.
Si
Audrey: Me gusta la carne.

Sonrío cuando un destello de ira cruzó por sus ojos.

Massimo: Traele, también tomates y un agua.


ce

Ella asiente con la cabeza con una sonrisa coqueta en dirección a mi pizarra.

Mientras se aleja moviendo exageradamente sus caderas una pregunta surge en mi mente,
¿Sus padres no le enseñaron que el coco es real? Debieron decirle que el coco sale de las
ni

sombras cuando se porta mal, debieron decirle que la sombra podría consumirla hasta los
huesos, debieron decirle que el coco es una mujer.
Ja

Son ignorantes aquellas personas que piensan que el coco es un hombre, ignorantes que
no notan al lobo con piel de oveja viviendo a sus sombras, ignorantes del hecho de que
esperan el momento preciso para consumirlos.

Momentos después la azafata llega con un plato de carne y uno de tomates en cubos, miro
el plato, miro a la azafata y así sucesivamente hasta que un puchero más falso que la mujer
se planta en mi rostro.

Audrey: No me gusta el tomate así, tráelo en rodajas.

Refunfuñando se lleva el plato mientras pone el de la carne en la mesa, los chicos sonríen
sabiendo lo que estoy haciendo y yo corro la carne, se ve bien, no voy a negarlo, pero no
me alcanza.
Cuando la azafata volvió con los tomates en rodajas empujó el plato de la carne en su
dirección con el ceño fruncido.

Audrey: Está pasado, me gusta más jugosa, trae otra.

Se va insultando en voz baja con el plato en las manos, seguramente escupa la siguiente
carne, pero no me molestó porque de igual modo no iba a comerla.

Un buen rato después viene con la carne, pone el plato frente a mí y espera impaciente
para saber si diré algo, claramente lo haré, corto la carne, está mucho más jugosa que la
anterior.

Audrey: Ahora está muy jugosa —empujo ambos platos hacia ella— mejor tráeme uvas.

ra
Sofía: ¿¡Qué mierda le pasa!?

Me señalo a mi misma como si fuera estúpida y no entendiera lo que dice.

er
Audrey: ¿A mi?

Sofía: ¡Sí a ti! ¡Primero el tomate está mal, después la carne, pero te cambio todo y no te
Si
conformas! ¡Eres una estúpida mimada de mierda!

Audrey: No lo sé… ¿tú dices?

Sofía: ¡Carajo, sí, no entiendo como estos hermosos hombres te soportan!


ce

Audrey: Quizá porque están más ocupados metiéndose dentro de mí.

Me encojo de hombros y ella abre grande los ojos mientras da un paso hacia atrás como si
la hubiera aturdido.
ni

Sofía: ¿To… dos ellos?


Ja

La primera carcajada sale con fuerza y quizás todas las que siguen también porque ella
ignoró deliberadamente las manos de todos tocándome de vez en cuando.

Claramente pensó que era alguien insignificante.

Audrey: Sí, me los follo a todos ellos.

Mi sonrisa ladeada hace que otro destello de enojo cruce sus orbes, pero esta vez se
mantiene allí mientras me mira como si quisiera ponerme una bala en medio de la frente.

Podría intentarlo, quizás sea divertido.

Sofía: ¡No llevo meses coqueteando con el señor para que tú llegues y lo robes tan rápido!
Uy, se enojo.

Audrey: ¿Y que culpa tengo yo de que seas insignificante?, por cierto, no solo coqueteabas
con el "señor" , con él también lo hacías.

Señaló a mi rubio quien me da una sonrisa ladeada.

Sofía: Solo quería darle celos.

Ruedo los ojos.

No sabe de conceptos básicos al parecer.

ra
Audrey: Para que la otra persona sienta celos de verte con otro hombre tiene que sentir algo
por ti y Massimo no lo hace, me tiene en su corazón, me tiene en su alma, me tiene debajo
de su piel.

er
Sofía: Se cansará de compartirte y te dejará.

Artem: Dudó mucho de eso, ver a mi nena corriendose es una imagen que pocos ven y
nadie querría perderse.
Si
CAPITULO 42
🫦<<{Hermann}>>🫦
ce

No se el momento exacto o cuál fue el comentario de la azafata que fue la gota que
derramó el vaso para mi bonita, pero se la está llevando de los cabellos al baño junto con su
cartera.

¿La va a torturar en el baño? ¿Por qué? No sería la primera vez que la vemos matar.
ni

Un grito fuerte nos hace a todos ver la puerta del baño para minutos después ser abierta, mi
mujer sale sacando de los cabellos, la azafata tiene una cinta tapando su boca, lágrimas
Ja

caen de sus ojos mientras niega con la cabeza, la hace caminar más cerca de donde
estamos y me doy cuenta que camina mal.

¿Le rompió algún hueso? No parece que tenga nada para el lado contrario, pero nunca
puedo estar seguro con mi bonita.

Audrey: Pizarra, que abran la zona de descarga —él la mira con el ceño fruncido— ¡Ya!

Massimo va a pedir que abran la zona de descargas y todos nos ponemos de pie al ver que
ella se va hacia allí.

Carajo.

Puede salir volando ¿está loca?


Entiendo que esté jodidamente enojada, pero no puedo aceptar que se ponga en peligro por
ello.

Hermann: Bonita agárrate bien.

Puta madre, esta mujer va a hacer que me dé un ataque al corazón.

La veo acercarse a la rampa sujetándose de los costados para no salir volando, todos
estamos agarrados de algo para que el viento no nos envíe hacia afuera.

Audrey: Aprenderás a no ver y coquetear con mis hombres Sofía.

ra
La mujer niega, llora y grita debajo de la cinta, pero no se le puede entender nada, no nos
importa mucho tampoco, solo importa que mi bonita está muy cerca del borde.

Artem: Nena ven para acá, carajo, me voy a morir de solo verte allí.

er
No creo que sea el solo.

Alessandro: Tesoro.
Si
No nos escucha a ninguno cuando le pedimos que se aleje del borde, solo sonríe y empuja
a la mujer que se la escucha gritar mientras desaparece en el cielo y vuelve varios pasos
hacia adentro mientras ve cómo se pierde de vista.
ce

Minutos después vemos una fuerte explosión que destruye con el cuerpo de la azafata y
azota al avión con la onda expansiva mientras el fuego alumbra nuestros rostros.

Audrey: Carajo, se tardaron en abrir esto y llegó demasiado cerca.


ni

Massimo hace una seña en la cámara que hay en esta zona y minutos después la
compuerta empieza a cerrarse.
Ja

Volker: ¿Dónde carajo le pusiste la bomba y por qué llevas esas cosas en tu cartera?

Audrey: Ella quería sentir algo en su coño, así que le metí una bomba.

Se encoge de hombros como si no acabará de decir que le tocó el coño a una mujer.

Axel: Ya mismo te vas a bañar.

Kirill: Es la última vez que tocas un coño, ¿entendiste?

Elliot: Nos importa una mierda si es para matar a alguien o lo que sea, no tocas a nadie de
la cintura para abajo que no seamos nosotros.

Massimo: O te azotaremos hasta que no puedas sentarte por un mes.


Hassan: De la cintura para arriba tampoco toques a nadie.

Mejor así.

[•••]

Llegamos a Italia, a la casa de Massimo, todos estamos almorzando en silencio porque


seguimos un poco enojados con nuestra mujer y ella está igual con nosotros.

Ambas partes tenemos un punto válido.

El nuestro es que toco un coño y el de ella fue que no frenamos los coqueteos y los pechos

ra
en el rostro de nadie.

Por esa misma razón ahora mismo no nos hablamos, parecemos unos estúpidos niños
peleados que se miran mal mientras tragan su comida.

er
Hermann: Bonita…

Si una mirada matará, ya estaría tres metros bajo tierra.


Si
Audrey: Audrey.

Ruedo los ojos.


ce

Hermann: Bonita ¿podemos dejar de pelear? —Niega con su cabeza— ¿Qué tal si llegamos
a un acuerdo? Tu no vuelves a tocar a nadie y nosotros no dejamos que otros se nos
acerquen o sonrían coquetamente, ¿qué te parece?

Audrey: Falta más, no es justo, son nueve los que no frenaron el coqueteo.
ni

Axel: Conocemos tus estafas, no funcionará.


Ja

Audrey: Peleados entonces, bien, que sepan que estar así descarta el sexo completamente.

Todos los cubiertos se quedan quietos, suspendidos en el aire menos los de ella que ahora
empieza a comer con una sonrisa en el rostro.

Artem: Se puede charlar nena, no hay por qué llegar tan lejos.

Todos asentimos cuando ella nos ve.

Audrey: ¿Qué ofrecen para la tregua?

Cada mierda que le ofrecemos la rechaza, claramente, ¿que se le puede ofrecer a una
mujer que tiene todo?
Volker: Te llevamos al parque de diversiones.

Eso hace florecer una enorme sonrisa en el rostro de nuestra mujer.

Axel: Al que íbamos siempre que veníamos y nos escapabamos de nuestros padres.

Audrey: Trato.

Hermann: Siempre quisiste eso —no lo niega— ¿por qué no pedirlo solamente?

Audrey: ¿Dónde estaría la emoción de extorsionarlos con el sexo?

Todos nos reímos, no hay nada aburrido en esta mujer.

ra
CAPITULO 43
Dos días después…

er
🍭<<{Artem}>>🍭
Llevamos todo el día en el parque de diversiones, todos se han subido a varias atracciones,
Si
varias veces, el sol empezó a caer, la gente sigue amontonada por todos lados y mi nena
sigue sonriendo feliz.

Le encanta este lugar, le encantan las atracciones, pero no la dejé subir a muchas de ellas,
no podría vivir conmigo mismo si algo le llegará a pasar a los bebés.
ce

Axel: ¿Vamos al globo de la muerte?

Este le sonríe de lado a nuestra mujer y todos sonreímos con él.


ni

Tenemos un plan en ese lugar.

Volker: Como los viejos tiempos.


Ja

Audrey: ¡Si!

Ella salta y empieza a correr mientras nosotros negamos con la cabeza y la seguimos a un
paso más tranquilo.

Elliot: ¿Nada le pasará verdad?

Hermann: No digas bobadas, no lo harían si le fuera a pasar algo.

Hassan: El rubio tiene un punto.

El resto asentimos.
Ellos nunca harían algo que fuera a lastimar a nuestra mujer.

Llegamos al globo de la muerte empujando a la gente que lo rodea a pesar de que no hay
nadie dentro, nuestra mujer nos estaba esperando con una radiante sonrisa.

Audrey: Ya le dije a gado.

Kirill: ¿Quién es gado?

Nuestra mujer y sus hermanos se ríen, Volker señala un hombre que está a un lado del
globo de la muerte.

Volker: Le decimos asi desde hace años, por qué consume, siempre está dro-gado.

ra
Audrey: Pero es buena gente, solo tiene ese problema del que no puede salir.

Gado: Oigan princesitos ya tienen todo preparado.

er
Axel: Gracias gado, ¿Cuánto vas a querer esta vez?

Gado: Nada, hoy invito yo, estoy intentando curarme.


Si
Audrey: Me alegro por eso, ya te hacía falta estabas en los huesos

Gado: Si no lo hacía mi mujer me castraría, puedo ser un adicto, pero recuerdo que me
gusta usar mi polla.
ce

Volker: Oh, entiendo perfectamente, hay cosas que no se pueden perder.

Massimo: Ya, entren.


ni

Entre más tardan más tardamos en organizar todo mientras ellos la entretienen allí dentro.

Los tres entran al globo de la muerte, Axel y Volker se montan en las motos y nuestra mujer
Ja

queda entre medio con una sonrisa.

El globo se cierra, ambos hombres arrancan las motos y aceleran subiendo por las paredes
del globo, dan vueltas alrededor de nuestra mujer, mientras ella los mira feliz sin ninguna
preocupación en el rostro.

Kirill: Me encargo de los fuegos artificiales.

Hermann: Tengo el cofre aquí.

Ambos ponen una mano en el cuerpo de mi nena mientras siguen dando vueltas, tocándola,
lo hacen con tanta facilidad, es tan asombroso ver cómo están coordinados.
La multitud está eufórica al ver la escena y jodidamente los entiendo, ver cómo ella confía
en que no la chocarán allí dentro y cómo las vueltas de ambos están coordinadas para que
no se toquen es todo un espectáculo.

Ambos frenan a cada lado de nuestra mujer y por turnos la besan haciendo que la multitud
vitoree emocionada.

El globo vuelve a abrirse, Volker y Axel salen primero y corren a nuestro lado, los nueve nos
arrodillamos esperando que nuestra mujer salga y cuando lo hace sus manos van a su bella
boca.

Está parada frente a nosotros mientras lágrimas salen de sus ojos.

ra
Axel: Eres lo que siempre hemos querido princesa.

Volker: El sueño de todos nosotros.

er
Massimo: Te ganaste nuestros corazones.

Hermann: Nuestras almas.


Si
Elliot: Nuestras vidas.

Artem: No imaginamos una vida donde tú no estés con nosotros nena.

Alessandro: Queremos hacerte feliz por el resto de tu vida.


ce

Hassan: Queremos amarte por el resto de las nuestras.

Kirill: Eres todo lo que necesitamos y más, amor, permítenos estar contigo por el resto de
nuestras vidas.
ni

Los fuegos artificiales son lanzados y ella levanta el rostro para ver, sus manos caen de su
boca y un puchero se forma en sus labios al leer lo que dicen.
Ja

"¿Nos harías el honor casarte con nosotros?"

Una avioneta con un cartel pasa justo cuando los fuegos artificiales acaban, pasa lo
suficientemente cerca para que pueda leer lo que dice.

"Se nuestra esposa."

Axel: ¿Qué dices princesa? ¿No contestarás?

Audrey: Carajo —se pone la mano en el pecho y casi me levanto pensando que algo puede
estarle pasando, pero su mirada me deja estático por el amor que hay en ella— ¡Sí, joder,
sí, sí, sí!
Massimo: Casi me muero aquí mismo.

Audrey: ¿Se quedarán allí o me besaran?

Ladea su cabeza mirándonos y yo bajo la mirada para darme cuenta que sigo con mi rodilla
apoyada en el suelo.

Que estúpido.

La emoción no me dejó darme cuenta que no me levanté a besarla o abrazarla como quería
hacer.

Uno a uno la besamos de manera efusiva, estamos tan felices de que haya aceptado.

ra
Aunque teníamos un plan de contingencia por si se negaba, la haríamos firmar un
documento a escondidas para que sea nuestra esposa.

er
Por suerte dijo que sí, porque Axel y Volker nos dijeron que nuestra mujer siempre quiso
hacer algo que sus padres hicieron un día antes de la boda.

Ni idea de que es, todavía no nos dijeron, pero nos dijeron que es divertido y excitante así
Si
que con eso nos alcanzó.

CAPITULO 44
Horas más tarde…
ce

🍆<<{Kirill}>>🍆
Mi padre entierra su rostro en el coño de nuestra mujer mientras duerme, luego de volver a
la casa de Massimo nos acurrucamos con ella en la cama hasta que se durmió y todos
ni

fuimos a la oficina a trabajar, nosotros dos ya no teníamos nada que hacer así que nos
volvimos con nuestra mujer, claramente había olvidado que estaba completamente
desnuda, por lo que cuando volvimos nuestras pollas rápidamente se levantaron.
Ja

Juega con su clítoris mientras su lengua entra en su coñl sin parar.

Audrey: Ah… sí…

Las manos de ella agarran con fuerza el cabello de mi padre mientras mueve su pelvis
buscando más fricción.

Audrey: ¡Ah!

Un chorro sale disparado de su coño empapando el rostro de mi padre y haciéndome salivar


mientras él lo limpia con su lengua.

Kirill: Montame amor, quiero ver cómo ese precioso coño se traga mi polla.
Me acuesto de espaldas a la cama y ella se sube a horcajadas y empieza a bajar sobre mi
polla, su coño me envuelve placenteramente mientras su espalda se arquea dejando sus
pechos más cerca de mi rostro, es lo mejor del mundo.

No empieza a brincar porque mi padre se acerca con su polla untada en lubricante y se


comienza a meter lentamente en su trasero, empiezo a sentir como su coño me aprieta más
la polla cuando mi padre está completamente dentro y es tan jodidamente placentero que
me roba el oxígeno.

Siento el calor de su interior alrededor de mi dura polla, es tan malditamente caliente que
mis ojos se cierran y la mandíbula se me endurece para no acabar como un puto
adolecente sin siquiera moverme.

ra
Mi padre la inclina para que quede apoyada en mi pecho dándole a él una mejor posición
para entrar completamente, clavo mis talones en la cama y empiezo a embestirla cuando mi
padre también lo hace.

er
La embestimos sincronizados, él sale y yo entro para que su interior nunca esté vacío, gimo
con fuerza cuando su intenso calor sofoca mi polla tan placenteramente que muerdo su
hombro y aprieto mis dedos en sus caderas.
Si
Joder…

Es tan jodidamente estrecha, esto es tan placentero que me siento delirando.


ce

Audrey: ¡AH!

Carajo…

Mi padre aprieta con fuerza sus nalgas y levanta la mano para luego estrellarla con fuerza
ni

contra su nalga dejándola colorada.

Audrey: ¡AH!
Ja

Sigue azotandola, una y otra vez sin parar mientras embestimos con rapidez entrando y
saliendo, los gemidos, azotes y sonidos lascivos que nuestros cuerpos generan se
escuchan fuertes en toda la habitación, el calor nos hace transpirar y abrumar al mismo
tiempo.

Kirill: Audrey…

Mis músculos comienzan a tensarse justo cuando su interior se contrae alrededor de


nuestras pollas, empezamos a embestirla de forma desenfrenada, ruda, mientras los azotes
continúan.

Audrey: ¡Ah!
Acaba con un potente chorro que escapa por alrededor de mi polla mojandome al igual que
a mí padre y a la cama, seguimos penetrándola de la misma forma un buen rato más hasta
que terminamos en su interior soltando espesos chorros de semen caliente.

[•••]

Un mes después…

No debería estar tan nervioso, pero lo estoy, no puedo controlarlo.

Sé que mi mujer no está corriendo ningún peligro, es algo totalmente normal, pero no puedo
evitar sentirme nervioso cuando el gel es puesto en su abultado vientre.

ra
Massimo cumplió su cometido, le da de comer todo el día sin parar, mayormente cosas
saludables así que mí padre no pudo quejarse y todos estamos contentos de ver su vientre,
claro no es tan grande como debería serlo en un embarazo múltiple de 18 semanas, pero es
lo suficientemente abultado como para se nos frene el corazón cada vez que nuestras

er
manos pasan por allí.

Volker: Apúrate viejo me estás matando aquí.


Si
Lo ignora mientras sigue moviendo el aparato, en cualquier momento se lo meto por el
trasero si no habla de una vez.

Hermann: Joder sí.


ce

Hassan: ¿Tienes desfibrilador?

¿Tanto tiene que tardar?

Sigue pasando el aparato por su vientre, miro la pantalla aún cuando no entiendo nada de lo
ni

que se muestra, manchas negras, muy divertido.

Artem: Carajo, el tercer bebé no se deja ver, está cruzado de piernas.


Ja

Audrey: Es el bebé sorpresa, ¿los otros dos?

Se gira para mirarnos y sonríe.

Artem: Niños.

¡Tendré dos niños!

Mierda.

Creo que sí necesito el desfibrilador.

Me voy a morir.
Carajo sí me voy a morir, siento tanta puta emoción que mi corazón no deja de latir con
fuerza.

¿Cómo se supone que me mantenga con vida hasta que nazcan si no puedo hacer que mi
corazón deje de latir frenéticamente?

Quizá me muera en el parto, en el momento en que mis ojos los vean a los tres me moriré,
lo sé.

Espero que me revivan, porque mi mujer se enojará.

Alessandro: Siento que me estoy muriendo.

ra
Elliot: ¿Cómo… cómo se respiraba?

Oh, ya veo no soy el único.

CAPITULO 45

er
Si
SIN EDITAR.

Meses después…

🛐<<{Elliot}>>🛐
ce

Es el día.

El jodido día.
ni

Y me siento ansioso, quiero ver a mis hijos, pero no me gusta la forma en que los ojos de mi
ángel se cierran por el dolor y la forma tan tortuosa con la que aprieta la mano de Hermann
y Kirill.
Ja

Afortunadamente no precisamos un médico, por lo que Artem está con el rostro en el coño
de nuestra mujer, solo contratamos enfermeras que fue lo que el ruso nos indicó y una
anestesióloga, por las dudas.

Estamos rodeando a nuestra mujer en la camilla de la sala de partos que nuestros suegros
mandaron a construir en la casa para el segundo embarazo de nuestra suegra.

Kirill: ¿Seguro que puedes hacerlo? Hace muchos años que nos hiciste nacer a nosotros.

Artem: Yo no los hice nacer a ustedes hijo, pero si, estoy seguro que puedo con esto o no
estaría aquí.

Audrey: Carajo callense.


Sisea entre dientes con la mandíbula apretada por el dolor, no me gusta eso y no sé si
quiero darle más hijos, ¿Me querrá matar? Seguramente, porque ella quiere muchos hijos.

Artem: Respira nena, ya estás lista para empezar a pujar, así que cuando sientas la
necesidad hazlo.

Calma su respiración mientras aprieta la mano de los chicos, está pasando todo esté dolor
como la mejor.

Mi demonio es fuerte.

Ella es la mejor.

ra
¿Cómo esta hermosa mujer puede amarnos?

Y darnos hijos.

er
Está más loca que nosotros.

Definitivamente.
Si
El sudor cae de su frente y la respiración se le vuelve acelerada mientras empieza a pujar
gritando de dolor e inclinándose hacia adelante, se vuelve hacia atrás con la respiración
pesada y vuelve a hacerlo con todas sus fuerzas, su rostro se pone rojo de la fuerza que
está haciendo para pujar.
ce

Cuando el llanto de uno de nuestros hijos se escucha ella suelta un suspiro tembloroso
mientras vuelve hacia atrás y cierra los ojos, una de las enfermeras se apresura a tomar a
nuestro hijo para limpiarlo y hacerle los chequeos correspondientes.
ni

Siento que voy a terminar en el suelo.

Yo también siento que el suelo me llama.


Ja

No mames imbécil, estamos en el mismo cuerpo.

Ignoro a Hades cuando la respiración de mi mujer vuelve a acelerarse minutos después de


que se lleven a nuestro hijo.

Artem: Puja nena veo la cabeza.

Lo hace, con las mismas fuerzas con las que lo había hecho las primeras veces, lágrimas
caen de sus ojos cerrados mientras sigue apretando hacia adelante y cuando el segundo
llanto se escucha en la sala de parto casi cae dormida en la camilla.

Artem: Vas muy bien nena, lo estás haciendo terriblemente bien.


Axel: Estamos jodidamente orgullosos y agradecidos princesa, te amamos.

Audrey: Yo no, los odio y los mataré.

Nos reímos, menos mal que quería muchos hijos.

Las enfermeras vienen con nuestros hijos y nos los entregan a Axel y a mí.

Axel: Máxime y Enzo, princesa.

Se los mostramos mientras vemos cómo su respiración vuelve a ponerse pesada, mi niño
agarra mi dedo por el reflejo de su mano y mi corazón quiere salirse de mi pecho.

ra
Son tan jodidamente perfectos.

Chiquitos y rompibles.

er
Muy tiernos.

Y rompibles.
Si
Dejo de mirar a mi niño cuando mi mujer grita y se inclina hacia adelante pujando otra vez
para que el bebé sorpresa nazca.

Sí, en ninguna de las ecografías pudimos ver si era niño o niña.


ce

Mi ángel cae rendida a la camilla, pero rápidamente vuelve a pujar una vez más y otra, y
otra.

Artem: Carajo, inténtalo una última vez nena, no quiero tener que ayudarte y tener que
hacerte puntos.
ni

Así lo hizo, pujó con fuerza mientras gritaba a todo pulmón, su rostro se puso rojo, sudor
caía rápidamente por se rostro al igual que las lágrimas y el llanto de nuestro bebe sorpresa
Ja

se escucha potente por toda la sala de parto.

Nuestra mujer suelta un suspiro cansado y se deja caer en la camilla una vez más mientras
las enfermeras se llevan a…

Elliot: ¿Alina o Adrianno?

Artem: Alina.

Todos sonreímos realmente felices, joder esto es lo que nunca pensé que querría, pero con
lo que no podría vivir si me faltarán a partir de ahora.

Audrey: Los amo.


Alessandro: Nosotros a ti tesoro.

Volker: Ahora sí podremos planear la boda preciosa, gracias por darnos los hijos más
hermosos del mundo.

Se escucha eufórico diciendo eso mientras mira a nuestro hijo.

Audrey: ¿Me viste? Soy hermosa muñeco, ¿Como esperabas que salieran?

Mi ángel no quiso casarse hasta que los niños nacieran, el vestido que eligió no dejaba
margen para su vientre dijo, ninguno se quejó, ya es nuestra, ni en un millón de años podría
alejarse de nosotros, así que realmente no importaba si nos casamos hoy, mañana o nunca,
es nuestra.

ra
CAPITULO 46

er
Seis meses después…

🥵<<{Axel}>>🥵
Si
La expectación es mucha mientras estacionamos en el bosque, ya es de madrugada y
nuestros hijos están durmiendo al cuidado de nuestra madre, mañana es nuestra boda y tal
como ella quería haremos lo mismo que nuestros padres hicieron un día antes de su boda.
ce

Una cacería, en donde ella es la presa.

Nos pidió que no le dijéramos a los chicos de qué venía todo esto, quiere ver cómo
reaccionan al ser traídos en una oscura noche al bosque.
ni

Llegamos al medio del bosque mientras la oscuridad nos envuelve, la luz de la luna alumbra
lo suficiente para poder ver a nuestra mujer frente a nosotros con una sonrisa en el rostro.
Ja

Hassan: ¿Es el momento en que sacas una cuchilla y empezamos a correr?

Ella se ríe y yo me contengo para no hacerlo.

Audrey: Vez muchas películas.

Se empieza a sacar la ropa mientras nos mira con una sonrisa hermosa en el rostro queda
completamente desnuda en el frío y oscuro bosque, la luz de la luna alumbra
hermosamente su cuerpo y me contengo para no levantarla y enterrarme profundamente en
ella ahora mismo.

Mi polla duele dentro de mi pantalla y aprieto la mandíbula mientras veo los picos de sus
pezones y las gotas blanquecinas caer.
Mierda…

Volker: preciosa…

Su voz está ronca por la excitación.

Audrey: Vamos a cazar —se da la vuelta y casi acabo con la sola imagen de sus nalgas
rojas por los juegos que tuvimos hace unas horas— yo soy la presa.

Dice por encima del hombro antes de perderse entre los árboles, mi hermano y yo frenamos
a los que quieren seguirla.

ra
Las reglas son claras.

Artem: ¿Qué mierda?

er
Los ignoramos y nos sacamos la ropa.

Me importa muy poco la verdad si se quedan aquí, nosotros la buscaremos.


Si
Kirill: Necesito una puta explicación.

Massimo: Ya somos dos.

Volker: Esto es algo que nuestros padres hicieron un día antes de su boda, una casería,
ce

Audrey siempre quiso hacerla y nunca nos negamos.

Axel: ¿Quién lo haría? Termina en sexo.

Alessandro: ¿El que la encuentra se la folla?


ni

Volker: Las reglas son simples, cuando ella desaparece hay que esperar cinco minutos
antes de salir a buscarla, sin ropa.
Ja

Axel: Sin rastreadores, ni nada que pueda ayudarte, el que la encuentra la folla, el resto solo
mira ahora y durante un mes entero.

Elliot: ¿¡Un mes sin follarla!?

Volker: Son las reglas, el que la encuentra la folla, el resto solo mirará.

Hermann: Hay una trampa, siempre hay una trampa.

Mi hermano y yo sonreímos.

Axel: Nuestro papá Niklaus nos dijo que encontraron la solución, la buscaron todos juntos.
Artem: ¿Porqué siento que está jodidamente mal que ustedes sepan eso de sus padres?

Axel: Nosotros no nos hicimos del aire.

Volker: En realidad, papá Joss descubrió ese truco —sonríe negando con la cabeza, seguro
pensando en el tramposo de papá Niklaus— y fue aceptado, así que ¿Quieren hacer lo
mismo o se arriesgan a quedarse sin follarla un mes?

Todos se sacan la ropa con rapidez.

Eso creí.

Nos adentramos por entremedio de varios árboles, nuestros ojos ya se acostumbraron a la

ra
oscuridad y a la mínima luz de la luna por lo que no nos es difícil ver las sutiles huellas que
nuestra mujer dejó para nosotros.

Las huellas acaban después de caminar algo de veinte minutos, pero no nos detenemos,

er
seguimos caminando hacia ningún lugar en particular, según nos dijeron nuestros padres en
alguna parte hay una cabaña, se con certeza que ella está allí, mi corazón me lo dice y
nunca se equivoca.
Si
Empezamos a seguir el camino de dulces que encontramos en el suelo, parece que ahora
somos Hansel y Gretel y llegaremos a la casa de dulces.

Kirill: Los dulces están ricos.


ce

Lo miro por sobre mi hombro y se está metiendo el caramelo que acabo de pasar a la boca,
suelto una sutil risa.

Solo él comería esos dulces en este momento.


ni

Volker: La cabaña…

Miramos hacia donde señala, vamos hacia allí y entramos escuchando música, subimos la
Ja

escalera y vamos hacia la música, cuando abrimos la puerta ella está allí.

Pero ni en un millón de años esperaba encontrarla así.

Está parada completamente desnuda detrás de un caño de pole dance, su mirada es


hambrienta cuando la dirige hacia nosotros y mi polla brinca.

Lo nota porque su lengua sale a humedecer sus labios.

Empieza a bailar alrededor del caño, volviéndose una con la música y jodidamente amo
más a mi madre por enseñarle esto.

Se que ella le enseñó.


Desliza el caño por entre medio de sus nalgas cuando baja con las piernas abiertas
mostrandonos su precioso coño desnudo, sus caderas se mueven sensualmente mientras
sus manos se pasean por su cuerpo haciendo que el pre semen salga de mi polla.

Carajo…

Quisiera estar allí, adorando su cuerpo justo como sus manos están haciendo, quiero que
sea mi polla la que esté entre sus nalgas y no el caño, pero lo único que hacemos es
sentarnos en la enorme cama para poder verla bien.

Estoy delirando y adolorido por sus sensuales movimientos que me hipnotizan y generan
que más pre semen salga de mi polla.

ra
Quiero follarla en este momento y en todos los que le siguen, el caño sigue burlándose de
nosotros pasándose ahora por su coño y haciéndola gemir por la fricción.

Casi salto sobre ella para estrellarla contra el caño y follarla como un animal, pero no

er
puedo, estoy tan perdido en ella que no siento nada de mi cuerpo más que mi adolorida
polla.

Su baile acaba con ella gateando en cuatro hacia nosotros.


Si
Axel: Te encontramos princesa.

Sonríe de lado mientras sigue gateando hacia nosotros.


ce

Joder…

CAPITULO 47
🤤<<{Volker}>>🤤
ni

Sube a la cama y se sienta sobre sus pies mirándonos, me acerco y chupo su cuello
mientras mi mano recorre sus nalgas y las aprieto, me pongo en su espalda y abro sus
Ja

nalgas, ahora que no tiene un caño entre medio puedo ver su entrada y jodida mierda.

No se notaba el plug que tenía cuando bailaba, se lo saco ante la mirada curiosa de los
chicos y lo tiro frente a ellos sobre la cama.

Volker: Nuestra mujer nos esperaba ansiosa y preparada.

Hermann: Carajo.

Axel: Móntate en el rubio princesa —ella se sube a horcajadas en él que está semisentado
entre el respaldo y la cama— de espaldas, mételo profundamente en tu estrecho trasero.
Se da la vuelta mirándonos a nosotros y dándole la espalda a Hermann quien ubica su polla
en su trasero, es ella quien comienza a bajar tragándose cada centímetro de la polla del
rubio quien le sostiene con fuerza las caderas.

Volker: Acuéstate en su pecho.

Lo hace y las manos del rubio empiezan a viajar por todo su cuerpo, tironean sus pezones,
aprietan sus pechos y una termina en su cuello apretándolo con fuerza.

Mi hermano y yo nos acercamos a ellos y juntos ubicamos nuestras pollas en su húmedo


coño mientras le sonreímos.

Axel: ¿Querías esto verdad?

ra
Ella no puede contestar cuando nuestras pollas comienzan a entrar en su interior, su coño
aprieta tanto nuestras pollas que cuando estamos completamente dentro la sensación es
dolorosa y placentera a la vez.

er
Empezamos a embestirla al mismo tiempo, Hermann entra, nosotros salimos y así
sucesivamente, mi hermano y yo nos inclinamos y agarramos un pecho cada uno y lo
metemos en nuestras bocas.
Si
El dulce líquido blanquecino inunda mi boca y gimo sobre su pecho.

Carajo.
ce

Kirill: Nosotros también queremos.

Dejamos sus pechos y agarramos sus caderas mientras seguimos embistiendola y


gimiendo.
ni

Hermann sigue apretando su cuello mientras juega con el lóbulo de la oreja de ella con su
lengua y dientes, nuestra mujer inunda la habitación de fuertes gemidos al igual que
nosotros por el jodido placer que sentimos.
Ja

Seguimos con un vaivén coordinado y rápido, escuchando como los gemidos se mezclan
con nuestros obscenos ecos que hacen nuestras pelvis al chocar contra ella.

Audrey: ¡Ah! ¡Ah!

Su interior se cierra dolorosamente a nuestro alrededor, cierro los ojos y aprieto la


mandíbula ante el fuerte placer que eso genera en mí mientras la seguimos follando con
descontrol, mi orgasmo se empieza a formar en mi interior, lo sé por la forma tan ruda en la
que mis músculos se tensan cuando ella se corre con un grito atronador a nuestros
alrededor.

La embestimos más rápido y duro gimiendo hasta que acabamos luego revalsando su
interior con nuestro semen.
Cuando salimos delicadamente de ella una gran cantidad cae hacia su trasero, los vuelvo a
empujar hacia su coño con mis dedos.

Alessandro la ayuda a salir de encima de Hermann y la monta sobre él haciéndola bajar por
su polla, Hassan se pone en la espalda de ella y se mete en su trasero de una estocada
profunda.

Elliot va hacia ellos y apunta su polla a la boca de nuestra mujer con una sonrisa descarada
en el rostro, ella abre la boca y él se mete en su boca agarrando su cuello con una mano y
su cabello con la otra.

Empiezan a follarla con rudeza, Hassan azota sus nalgas con tanta fuerza que puedo ver un

ra
nuevo tipo de rojo en sus nalgas, Elliot la deja sin respirar por tanto tiempo dejando su polla
en el fondo de su garganta que las lágrimas caen de sus ojos y Alessandro está muy
entretenido tomándose la leche de nuestros hijos mientras la embisten sin parar.

er
Coordinaron sus movimientos para entrar y salir al mismo tiempo, la follan duro por mucho
tiempo, más de lo que quisiera porque mi polla sigue dura y quiero volver a enterrarme en
ella, sus nalgas tienen un color rojo intenso que me fascina y los cuatro están gimiendo por
el placer que se están dando.
Si
Joder, ella es tan caliente y estrecha que podría correrme con solo la vista de su coño.

La embisten descontroladamente y un rato después un chorro sale del coño de mi mujer y


ellos se quedan quietos en su interior soltando todo su semen para llenarla como a ella
ce

tanto le gusta.

Es tan jodidamente hermosa cuando se corre.

Ahora es Massimo quien se acuesta a un lado de Alessandro, mi preciosa se monta a


ni

horcajadas en él y baja por su polla gimiendo, no empieza a montarlo por qué ve a Kiril
acercarse a su espalda, se inclina un poco para darle una mejor entrada y él se mete con
una profunda estocada en su trasero.
Ja

Artem: Abre la boca, chupame bien, se una buena nena.

Ella asiente y se mete la polla en la boca, los otros dos no pierden el tiempo y empiezan a
follarla con dureza mientras ella grita alrededor de la polla del ruso mayor.

Los talones de Massimo están clavados en la cama para embestirla con tanta fuerza que
gruñe mientras bebe el líquido blanquecino de sus pechos, Kirill hace lo mismo que Hassan
y azota duramente sus nalgas.

Mi mujer es tan perfecta, me encanta ver su cuerpo sudoroso y sus ojos virarse cuando se
corre.
Artem sostiene con delicadeza el rostro de mi preciosa y mueve sus caderas dejando su
polla en el fondo de su garganta.

La follan más duro cuando nuestra se está por correr y los cuatro acaban con sonoros
gemidos y gritos de placer.

Cuando salen de ella, mi preciosa se sienta en la cama y nos mira con una sonrisa.

Audrey: ¿Otra ronda?

Axel: Joder si.

Definitivamente si.

ra
CAPITULO 48
Al otro día…

er
😈<<{Audrey}>>😈
Me duele un poco el coño y tengo cierto ardor que en lugar de molestarme parece
Si
humedecerme.

Carajo eso está mal porque ya tengo puedo el vestido y no quiero pensar en que podría
estropearlo, es sencillamente perfecto.
ce

Me miró en el espejo llevando este hermoso vestido estilo sirena blanco con detalles en
encaje y una enorme cola y sonrío, es simplemente perfecto para mi cuerpo, lo vi y lo quise
inmediatamente.

Me enamore de este vestido casi tanto como de los hombres que me esperan detrás de las
ni

enormes puertas de la iglesia.

Mi boda es simplemente el chiste más grande que le pudo pasar a esta iglesia, la cual por
Ja

cierto elegí de entre muchas opciones que tuve.

La iglesia en donde Elliot estuvo haciéndose pasar por padre, es simplemente gracioso
saber que aquí casandonos estarán las personas que vivieron con él por meses creyendo
que era el mismo dios reencarnado.

Me paro detrás de las enormes puertas de la iglesia, la marcha nupcial comienza y mis
padres me rodean, literalmente estos entre trece cuerpos en este momento.

Adler: Te ves preciosa.

Niklaus: ¿Todavía no pudimos convencerte de convertirte en la novia fugitiva? —niego con


la cabeza— se intentó, estas hermosa mi niña.
Y si que lo intentaron, prácticamente desde que estoy embarazada están intentando llenar
mi cabeza con ideas de abandonarlos en el altar e irme con mis hijos a quién sabe dónde, la
cosa es que los deje.

Las puertas se abren interrumpiendo de la boca de mi padre Baldrich lo que supongo sería
otro intento de que me convierta en fugitiva, mi vista se dirige automáticamente a los
hombres parados en el altar, tan hermosos, tan míos, tan jodidamente sexys con esos trajes
negros.

Todos posan sus ojos en mí mientras camino, pero yo solo puedo verlos a ellos, mi corazón
está que estalla de emoción, la obsesión está al tope sabiendo que dentro de unos minutos
no habrá nada que no diga a quién pertenecen.

ra
Son míos.

Así como yo soy suya.

er
Llegamos frente a ellos y mis padres me miran esperando que les diga que me quiero fugar,
cuando niego con la cabeza muchos bufan y los amenazan antes de darle mi mano a mi
mellizo y a Artem.
Si
Los nueve me rodean y parece que se pusieron de acuerdo para cada uno tomar uno de
mis dedos.

Se me hace un poco gracioso pero no digo nada cuando el cura habla y dice mucha mierda
que no me interesa porque soy atea.
ce

Cura: Señores ¿reciben ustedes a esta mujer para ser su esposa, vivir juntos en
matrimonio, amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en la salud y en la enfermedad,
guardando fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?
ni

Unísono: Sí, aceptamos.

Suelto un suspiro liberador, como si cien kilos de cemento se hubieran ido de mis hombros,
Ja

no sabía que necesitaba esa respuesta.

Cura: Señorita, ¿recibe usted a estos hombres para ser sus maridos, vivir juntos en
matrimonio, amarlos, honrarlos, consolarlos y cuidarlos, en la salud y en la enfermedad,
guardando fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?

No necesito pensarlo ni siquiera una vez antes de responder.

Audrey: Sí, acepto.

Cura: Si hay alguien aquí presente que se oponga a esta unión que hable ahora o calle para
siempre.
Escucho el seguro de las armas de los hombres que traje y me giro para verlos
apuntándoles a todos los invitados como lo ordene, cualquier indicio de querer interrumpir
mi boda y terminan con el mismo Lucifer.

Audrey: Continúe.

El cura carraspea antes de poder hablar.

Cura: Señores repitan después de mí, por favor.

<< Yo, su nombre, te recibo a ti Audrey Becker, Klein, Noche, Meyer, para ser mi esposa,
para tenerte y protegerte de aquí en adelante, para bien o para mal, en la riqueza y en la
pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos

ra
separe.>>

Repiten sin dudar las palabras.

er
Cura: Ahora repita usted señorita.

<< Yo, su nombre, los recibo a ustedes, diga sus nombres, para ser mis esposos, para
tenerlos y protegerlos de aquí en adelante, para bien o para mal, en la riqueza y en la
Si
pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarlos y cuidarlos hasta que la muerte nos
separe.>>

Y lo hago.
ce

Cura: Pueden intercambiar anillos, los declaro Maridos y Mujer, pueden besar a la novia.

Uno a uno vienen a besarme de forma posesiva para que todos los invitados sepan a quien
pertenezco, no me quejo, de está forma sabrán de quienes son todos ellos.
ni

Míos.

Fin…
Ja

EPILOGO
Años después…

😈<<{Audrey}>>😈
Entro en mi empresa a paso firme después de años sin pisarla, como de costumbre la
mirada de todos los empleados se posa en mí, pero esta vez con asombró, los cuchicheos
comienzan y me hacen agarrar mal humor de inmediato.

Paso de largo a mis empleados, no vine exactamente a hacer sociales, vine por qué mi
momento llegó, al igual que el del encargado que deje.
Tiene que tomarse su tiempo y hacer justo lo que yo hice.

Entro en el ascensor y precioso el último piso donde está mi oficina, la cual ahora está
ocupada por dos pendejos a los cuales amo, pero no sé los diré.

Bajo del ascensor, la asistente de los dos idiotas se me acerca apresuradamente con una
mirada desaprobatoria que me causa gracia.

Claudine: Señorita usted no puede subir hasta aquí —mira la agenda en su mano— los
señores no tienes reuniones agendadas por lo que le pido que se retire.

Audrey: ¿O que?

ra
Claudine: Le pediré a seguridad que la saqué.

Asiento con la cabeza.

er
Audrey: Llamalos entonces.

Camino por el pasillo que da a mi oficina, odio lo que hicieron en la que era la oficina de
Ester, entiendo que se jubiló y ahora hay una mujer mucho más joven y con otro estilo, pero
Si
lo odio.

Claudine: No puede entrar así, los señores están ocupados en este momento.

Audrey: No para mí.


ce

Nunca para la familia.

Claudine: ¡No puede entrar como si ésta fuese su oficina solo por qué se los folla, tenga un
mínimo de decencia!
ni

A la verga.
Ja

¿Me follo a los idiotas y no me enteré? ¿En qué viaje astral estaba?

Sigo caminando escuchando los gritos de la mujer que está pronta a ser despedida, abro mi
oficina las dos miradas se posan en mí y sus bocas se transforman en una sonrisa.

Claudine: Disculpen señores le dije que no podía entrar, seguridad está llegando.

Audrey: En realidad dijo "no puede entrar como si esta fuese su oficina solo por qué se los
folla, tenga un mínimo de decencia", ¿Cuando planeaban decirme que me follo a mis
hermanitos? Si la mujer no me lo dice no me entero, ¿Está bebé será de ustedes entonces?

Ladeó la cabeza con una sonrisa mientras tocó mi vientre de cuatro meses, claramente es
casi inexistente como el de mis demás hijos, luego de tener a los trillizos tuve un par de
mellizos y ahora estoy esperando una niña, este será mi último embarazo, ya planeamos
cortarme las trompas y todos mis esposos se harán la vasectomía.

Seis hijos me parecen suficientes, además de que tengo un plan, el cual empieza hoy.

Damien: ¿Qué dijiste que?

Seguridad llega corriendo y se detienen al verme.

Audrey: Hola Jerry, pueden retirarse fue una equivocación.

Jerry: Claro señora Becker, me da gusto volver a verla y felicitaciones.

ra
Se vuelven a retirar, casi corriendo.

Claudine: No sabía que era su hermana, entro en la oficina como si fuera la dueña.

er
Dashiell: Primero, ella es la dueña, segundo, ¿Le hablas así a todas las mujeres que vienen
corriendo?

Audrey: ¿Se imaginan que me hable así a Anna?


Si
Me río, porque me la imagino tirándola desde la azotea o desapareciendo su cuerpo de la
faz de la tierra.

Yo lo haría, pero hoy no estoy en eso, vine con un propósito.


ce

Audrey: Claudine, toma tus cosas estás despedida, no te quiero en mis instalaciones, me
importa poco tu excusa, ahórrate la y vete antes de que llame a seguridad.

Su rostro pasa por mil tonos de rojo antes de que salga enojada de la oficina.
ni

Me giro para ver a mis hermanos y abro los brazos mientras sonrió, ambos vienen a
abrazarme.
Ja

Cómo dije los amo, son mis hermanitos chiquitos y se los demuestro aunque no se los diga.

Damien: ¿Qué haces aquí? ¿Le pasó algo a la bebé? ¿a Anna?

Audrey: No, vine a despedirlos.

Dashiell: ¿¡Qué!?

Me río y los hago sentarse en el sofá, me paró frente a ellos como si fuera a regalarlos.

Audrey: Están despedidos.

Damien: ¿Qué, pero por qué?


Audrey: Tienen 20 años chicos, es momento de que vean su vida así como lo hice yo
cuando los dejé a cargo.

Dashiell: Pero…

Audrey: Pero nada, empiecen a buscar su número de la suerte chicos, la vida no espera y
los años pasan, es mejor disfrutarla ahora.

Dashiell: Pero estás embarazada.

Audrey: ajá, embarazada no invalida, estoy bien, estaré bien, los chicos y yo ya decidimos
que es momento de que vayan a buscar su familia, es momento de que vuelva a nuestra

ra
empresa.

Damien: ¿Nuestra?

er
Sonrío.

Audrey: No los dejaría manejando la empresa por años sin darles nada, la empresa ahora
no es sólo de tres hermanos, es de cinco —ambos se ponen de pie— felicitaciones, son
Si
unos hombres muy capaces.

Damien: Tú nos enseñaste todo esto hermana, gracias.

Dashiell: Te amamos y sabemos que tú también aunque no lo digas.


ce

Ambos me abrazan y me separo.

Audrey: Ya, vayan con su mujer antes de que empiece a llorar.


ni

Damien: La bebé te hace muy sentimental.

Audrey: Carajo, sí, odio eso.


Ja

Dashiell: Parece que tienes corazón.

Me hago la ofendida.

Audrey: ¿Cómo puedes decir eso? —me rio— Ya vayan, sean libres y empiecen a aparecer
en los vivos de su mujer, la gente la shippea con un chico.

Damien: Lo sabemos.

Uy…

Eso me suena a que los libere justo a tiempo.


Ja
ni
ce
Si
er
ra

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