Este documento describe las actitudes, que son evaluaciones duraderas que influyen en el comportamiento, sentimientos y creencias. Las actitudes se componen de elementos cognitivos, emocionales y conductuales. Existen diferentes tipos de actitudes como egoísta, manipuladora y altruista.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
12 vistas7 páginas
Este documento describe las actitudes, que son evaluaciones duraderas que influyen en el comportamiento, sentimientos y creencias. Las actitudes se componen de elementos cognitivos, emocionales y conductuales. Existen diferentes tipos de actitudes como egoísta, manipuladora y altruista.
Este documento describe las actitudes, que son evaluaciones duraderas que influyen en el comportamiento, sentimientos y creencias. Las actitudes se componen de elementos cognitivos, emocionales y conductuales. Existen diferentes tipos de actitudes como egoísta, manipuladora y altruista.
Este documento describe las actitudes, que son evaluaciones duraderas que influyen en el comportamiento, sentimientos y creencias. Las actitudes se componen de elementos cognitivos, emocionales y conductuales. Existen diferentes tipos de actitudes como egoísta, manipuladora y altruista.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 7
PSICOLOGIA SOCIAL
Franchely Marioly Sánchez Valdez 100592354
PROF: Silvio Ruberto González Las actitudes La actitud (del latín actitūdo), puede ser definida como la manifestación de un estado de ánimo o bien como una tendencia a actuar de un modo determinado. C. M. Judd. “Las actitudes son evaluaciones duraderas de diversos aspectos del mundo social, evaluaciones que se almacenan en la memoria”. R. Jeffress. «La actitud es nuestra respuesta emocional y mental a las circunstancias de la vida». Una actitud es una tendencia psicológica expresada evaluando un ente determinado con cierto grado de favorabilidad o desfavorabilidad. Las actitudes se refieren siempre a un ente determinado, lo que técnicamente se denomina el objeto de la actitud, que puede ser prácticamente cualquier cosa, ya que todo lo que sea susceptible de ser valorado puede ser objeto de aptitud. Se utiliza mucho en el ámbito de la psicología, en el que las actitudes no pueden ser consideradas como cuestiones particulares, sino que más bien deben ser entendidos dentro de un contexto social y temporal. Las actitudes son adquiridas y aprendidas a lo largo de la vida y adquieren una dirección hacia un determinado fin. Esto lo diferencia de caracteres biológicos, como el sueño o el hambre. Conformándose así de tres elementos esenciales: Elemento conductual. En primer lugar, este elemento refiere al modo en que son expresados las emociones o pensamientos. Elemento emocional. En segundo lugar, este elemento refiere a los sentimientos que cada persona tiene. Elemento cognitivo. Por último, este elemento hace referencia a lo que el individuo piensa. No es necesario que la persona manifieste los tres tipos a la vez, y pueden no coincidir: ambivalencia actitudinal. Actitud: Constructo psicológico no observable, de carácter evaluativo, que media entre un objeto y las respuestas que la persona da ante ese objeto. Experiencias cognitivas, actitud, respuestas cognitivas. Experiencias afectivas, actitud, respuestas afectivas. Experiencias conductuales, actitud, respuestas conductuales. La actitud se considera una disposición que contribuye a determinar nuestros comportamientos, convicciones y sentimientos en torno a la atracción o el rechazo. Uno de los objetivos de toda educación es lograr actitudes favorables para el desarrollo de la persona y de la sociedad. Las actitudes que adquieren los individuos son influidas por diversas causas, como relaciones, creencias y experiencias que hayan sido vividas a lo lago de la existencia de cada persona. Estas variantes impulsan a los individuos a actuar de distintas formas ante situaciones muy similares. Es por ello que es común oír términos como actitud positiva o actitud negativa, lo cual puede determinar el éxito o fracaso de lo que se intente realizar. La magnitud de una actitud, depende de su valencia y su intensidad. Valencia: positiva o negativa. Intensidad es un continuo que depende de las siguientes variables: Importancia de la actitud para esa persona. Intensidad o extremosidad de su evaluación. Conocimiento del objeto de actitud. Accesibilidad de la actitud. Tradicionalmente, las actitudes se han medido con procedimientos de autoinforme, cuestionarios. Uno de los más frecuentes es el tipo Linkert. Otro tipo de escala es el Diferencial semántico. Desarrollado originalmente por Osgood, Suci y Tannebaund (1957) para explicar las dimensiones del significado. Hoy día, consiste en una serie de escalas bipolares definidas por dos características opuestas, una positiva y una negativa. Cuando no se puede medir de forma fiable la actitud en ciertos temas por medio del método explícito, se emplean procedimientos que impiden que los sujetos sean conscientes del objetivo de medida de la investigación. Las actitudes implícitas son aquellas en las que no somos capaces de identificar la relación entre nuestra actitud y la respuesta que damos al objeto de actitud (Greenwald y Banaji, 1995). Entre este tipo de medidas podemos distinguir: Observación de conductas no verbales. Medidas fisiológicas Medidas basadas en la latencia de respuesta, divididas a su vez en: Priming: activación secuencial o “preactivación” (Fazio, Jackson, Dunton y Williams, 1995). Test de asociaciones implícitas (Implicit Association Test, IAT): basados en tareas que implican competencia de respuestas (Greenwald, McGmee y Schwartz, 1998) Sin embargo, la correlación entre actitudes explícitas e implícitas no siempre ha sido fácil de hallar. Para algunos autores las medidas implícitas recogen asociaciones automáticas que son frecuentes en un determinado ambiente social y que pueden ser inconscientes y estar culturalmente determinadas, sin que las personas respondan ante el objeto de actitud de acuerdo con estas asociaciones cuando tienen la oportunidad de pensar sus respuestas. Modelo de disociación (Devine, 1989): establece una clara diferencia entre estos dos tipos de procesos. Este modelo distingue 2 tipos de actitudes prejuiciosas: Estereotipos culturales: son creencias compartidas dentro de una sociedad sobre características asociadas a los miembros de un grupo. Se aprenden a lo largo de la socialización del individuo y se activan de manera automática. (se refleja en medidas implícitas como el Test de Asociaciones Implícitas (IAT) Creencias personales: reflejan la aceptación o no de los estereotipos culturales. Se activan de manera controlada. Se refleja en mediciones explícitas. Por otro lado, especialistas han realizado ciertas clasificaciones determinando los tipos de actitudes en: Actitud egoísta. Las personas que actúan con este tipo de actitudes se caracterizan por interesarse en conseguir satisfacer sus propias necesidades sin interesarse en las necesidades ajenas. En este caso se utiliza cualquier medio, incluso las otras personas pueden resultar un medio para alcanzar lo deseado.
Actitud manipuladora. Los individuos que poseen estas actitudes
suelen tener características en común al caso anterior, a diferencia que realmente utilizan a los demás como el instrumento para alcanzar satisfacer sus propias necesidades, es decir que efectivamente utilizan a otras personas como herramientas.
Actitud altruista. Las personas que adoptan este tipo de actitudes
resultan completamente opuestas a los dos casos mencionados anteriormente ya que no se interesan por el beneficio propio, si no en el de los demás. Las otras personas no son utilizadas como un medio o herramienta si no que son entendidas como fines en sí mismos. Las personas con actitud altruista suelen ser comprensivas y atentas.
Actitud emocional. Las personas que adquieren actitudes de este tipo
suelen interesarse en los sentimientos y estado emocional de las otras personas. Al igual que el caso anterior no buscan satisfacer de manera exclusiva sus necesidades si no que son considerados con los demás. Muchas veces estas personas son afectivas y sensibles para con los demás.
Actitud abierta: Se trata de mantener una buena disposición, tener la
mente abierta y estar receptivos hacia nuevas ideas, perspectivas y experiencias.
Actitud empática: Una actitud empática es aquella caracterizada por la
capacidad de comprender y compartir las emociones y perspectivas de los demás, brindando apoyo y comprensión.
Actitud de respeto: Es un tipo de actitud que demuestra consideración
hacia los demás, independientemente de las diferencias o desacuerdos. Un trato de cortesía, reconociendo y valorando la diversidad. La actitud que exponen los individuos ante su entorno y el medio social en el que se encuentran integrados, en más de una ocasión, pueden reflejar diferentes funciones según el resultado que se quiera alcanzar. De esta manera, un sujeto que adopta una actitud cautelosa tiene como objetivo cumplir con sus tareas de manera segura y procurando disminuir el margen de error al mínimo posible. Las diferentes actitudes que un sujeto exponga determinarán el sentido de predisposición con el que éste querrá actuar. Muchos especialistas afirman que la actitud adopta un grado de importancia considerablemente elevado dentro de un grupo o incluso una sociedad. No obstante, el rol que cumple la actitud de un individuo puede diferenciarse en positiva o negativa. Mientras que exista una actitud positiva en la mayoría de los integrantes de un grupo, el mismo podrá decirse que posee tendencias de evolución y adaptación efectivas, puesto a que la predisposición de cada individuo es positiva. Cuando un grupo se encuentra con integrantes que emanan actitudes negativas, el rumbo del grupo se consolidará como involutivo y las posibilidades de fracaso serán más altas. La obtención de las actitudes de ninguna manera es innata, sino que contrariamente el ser humano es quien las adquiere y adopta en función de las experiencias vividas. En este sentido, es correcto decir que una actitud es adquirida por la experiencia activa con algo en específico, tal como lo puede ser un objeto, un suceso, una persona, etcétera. También el resultado provocado como respuesta a un estímulo, generado por agentes externos, es un medio por el cual se obtienen las actitudes. Las actitudes se someten a diversas características completamente reconocibles, tales como: Las actitudes están predispuestas al cambio espontáneo y a una flexibilidad innata. Las actitudes son el principal motor de influencia en relación a las respuestas frente a estímulos y a las conductas adoptadas. Las actitudes pueden responder a múltiples situaciones, por lo tanto, se dice que son transferibles. Las actitudes se adquieren con la experiencia y la obtención de conocimientos en cada suceso que compone la vida de un individuo. De esta manera, las actitudes influyen en las distintas conductas que el sujeto adopte. Las actitudes se componen por varios elementos entre los cuales se destacan:
Elemento cognitivo. La propia existencia de una actitud se encuentra
complementada conjuntamente con la existencia de un esquema cognoscitivo que el propio sujeta recrea. Dicho esquema se encuentra conformado por la percepción que puede captarse sobre el objeto en cuestión, junto con las creencias y datos que se tienen previamente del mismo. Este elemento puede ser entendido también como modelo actitudinal de expectativa por valor. Los estudios realizados por Fishbein y Ajzen afirman en base a esto que cualquier objeto del cual no se posee ningún tipo de dato o información, nunca podrá entonces generar una actitud en el individuo.
Elemento conductual. Según Rodríguez Aroldo, el elemento
conductual es aquel que en todo momento se encuentra activo. Además, lo define como la corriente actitudinal que se produce al reaccionar frente a un objeto de una forma específica.
Elemento afectivo. A diferencia del conductual, el elemento afectivo se
compone por los sentimientos expuestos, sean positivos o negativos, frente a un objeto social. También representa el punto de comparación existente entre las creencias y las opiniones, caracterizadas siempre por su lado cognoscitivo.