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El Arte Neoclásico

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El Arte Neoclásico

Introducción

Las novedades que en el campo de las Artes se generan en París, fue un punto de referencia para
toda Europa de las manifestaciones artísticas a lo largo del siglo y por tal razón se ha considerado a
esta ciudad como el centro artístico más importante del Siglo XIX. No obstante, no debe entenderse
que la influencia de vanguardia o la Academia (Movimiento cultural y artístico originado en Europa)
francesa haya sido el único estímulo que contribuyó a desarrollar el arte en el resto del continente.

La importancia del peso del arte antiguo durante el Siglo XIX, el prestigio que Roma conservaba
todavía, será precisamente en Roma donde se cristalizará el nuevo lenguaje clásico y desde donde
se divulgará a toda Europa, fundamentalmente a partir del pontificado de Benedicto XIV (1740/58).
El mecenazgo ejercido por este Papa, condicionará el surgimiento de un estado de conciencia
colectiva entre estudiosos del arte basada en el retorno a lo antiguo y que será compartida por los
artistas.

Los dos núcleos fundamentales de este retorno al arte clásico fueron Roma y París, Roma se
constituyó en el foco principal en la búsqueda del clasicismo. Entre las distintas artes plásticas, fue
la arquitectura la que mayor apego manifestó a la tendencia clásica con ejemplos determinantes
hasta la segunda mitad del Siglo XIX. En orden decreciente se desarrollaron la escultura y la
pintura.

Principios del nuevo clasismo, el neoclasicismo


Son los alemanes Johann Winckelmann arqueólogo e historiador (1717-1768) y Anton Raphael
Mengs pintor y teorico (1728-1779) quienes influenciarán definitivamente en el arte al definir el
concepto de El Bello Ideal y en el que se basarán los partidarios del Nuevo Clasicismo. A partir de
la adopción del arte griego como modelo, establecieron conceptos como el de la "imitación de la
bella naturaleza" y el de la "noble simplicidad y serena grandeza", conceptos que en el futuro
se convertirán en las dos ideas básicas sobre las que se asentará el Neoclasicismo

Además en Europa exitieron otras ciudades importantes para el desarrollo del arte del Siglo
XIX, bien sea por las obras, centros culturales y políticos de primer orden: Londres; Berlín, futura
capital del Imperio Alemán; Viena, Munich, Bruselas y los focos artísticos de Rusia y la Península
Ibérica.
También los Estados Unidos de Norteamérica recibirán la influencia de este movimiento y dejará
de ser un centro de asimilación cultural para pasar a ser un centro de creación, de manera que sus
inquietudes artísticas comenzarán a hacerse sentir en Europa de manera progresiva
En Inglaterra, la tradición clasicista inaugurada por Christopher Wren arquitecto ingles, a finales del
Siglo XVII, profundizó en la búsqueda del ideal estético clásico. A partir del último cuarto del Siglo
XVIII, donde se materializan las primeras manifestaciones del Romanticismo de base medieval.

Las circunstancias políticas por las que atravesaban los distintos países de Europa hacia el 1750,
no fueron un impedimento para que las tendencias de renovación clásica y la búsqueda de valores
artísticos universales se expandiera con igual intensidad por todo el territorio europeo.

La Reacción "NEOCLÁSICA"

Hacia el año 1750 puede considerarse que el Estilo Barroco estaba en franca decadencia. Se
produce un agotamiento de este movimiento. Habia una necesidad de encontrar nuevas formas que
permitieran una renovación artística, conduce a un resurgir del interés por las formas clásicas se
produce una nueva mirada hacia la antigüedad y lo clásico, que son valoradas de manera distinta a
como se las había considerado a partir de las corrientes humanísticas del Siglo XIV.

Es así, que se afirma la convicción de que el arte antiguo comienza a ofrecer mayores
posibilidades. El Neoclasicismo nació en la misma época en que las ideas de la Ilustración
renovaban el concepto de la vida, la historia y el pensamiento. Este arte surgirá, entonces, como
reacción paralela al lenguaje del Barroco tardío y del Rococó.
Estas manifestaciones artísticas desagradaban a la burguesía, inclinada al pragmatismo y con un
sentido práctico de la vida propio de la renovación planteada por las Nuevas Ideas. El hombre
burgués pretendía que sus artistas crearan un arte que fuera reflejara su mirada, lógica, su
racionalismo y de la nueva moral que se pretendía imponer a la vida.

El Siglo de las Luces, fue una época del predominio de la razón, exigía un arte sometido a los
principios de imitación de la naturaleza, a la búsqueda de la verdad, a las formas simples, buscando
frenar la exaltación del sentimiento. En consecuencia, la línea recta, la composición tensa y frontal y
los colores nítidos se impondrán a la utilización de la línea curva, a la composición en diagonal y a
la paleta cromática del Arte Rococó.

La racionalidad del Movimiento Neoclásico se encontró una relacionan en las formas clásicas y la
razón impuso su dominio sobre el sentimiento y las pasiones. Además fueron múltiples las causas
que generaron en la sociedad de mediados del Siglo XVIII esta atracción hacia el arte antiguo.

En 1719, son descubiertas las ruinas de la ciudad de Herculano de italia, sepultada bajo la lava,
en el año 79 (d. J.C.), durante una erupción del Vesubio. En 1748, se inician las excavaciones en
Pompeya, otro de los centros urbanos que habían resultado afectados por la erupción volcánica.

Como Pompeya, antiguo centro turístico de la Roma Imperial, los monumentos no habían sido tan
destruidos y la menor dureza de las capas de recubrimiento facilitaba los trabajos de excavación,
de modo que los trabajos de investigación resultaron mucho menos dificultosas que en Herculano.

Los monumentos que comienzan a recuperarse revelaban profunda información, hasta el momento
desconocida, sobre la vida cotidiana y el arte producido por la antigua cultura romana. Este casual
redescubrimiento de la antigüedad, permite contemplar a las antiguas ruinas monumentales de
Roma desde una óptica diferente, al tiempo que otros momumentos hasta entonces olvidados, se
transformaron en nuevos objetos de estudio. Esta actitud historicista se traslada también a Grecia
y en 1751 Stuart y Revett comienzan la exploración y análisis de los monumentos griegos. En
esos años se publican diversad obras acerca de la historia de las antigüedades, tales como
"Antigüedades de Atenas" e "Historia del Arte en la Antigüedad" (1764).

El movimiento neoclásico, no se basó únicamente en una admiración desmedida hacia Grecia y


Roma. A medida que avanza el siglo, la fiebre por la antigüedad se extiende a las ruinas del antiguo
Egipto y de las culturas mesopotámicas.

Así entendida, la antigüedad se mostraba como un medio más que como un fin. De hecho, lo que
importaba era ver a la antigüedad como modelo de un pasado, cada vez más fascinante y ejemplar,
de donde extraer enseñanzas para el presente.

En Francia, el Neoclasicismo fue la resultante de las restricciones impuestas por la Academia y


además, la revalorización de lo antiguo se vio favorecida por una profunda revolución intelectual
que constuyo las bases de la crisis socio-política que desembocó en la Revolución Francesa.

Tanto bajo la Revolución como el Imperio, esta tendencia clasicista se acentúa por razones de tipo
ideológico. La severidad y la verdad de los romanos en los tiempos de la República se
consideraban como dignos de ser tomada como ejemplo durante los tiempos revolucionarios y bajo
el Imperio, ya que el nuevo estilo clásico era lo que más se ajustaba con la gloria que el Emperador
deseaba demostrar. El gusto por lo antiguo tiene sus manifestaciones concretas en el campo de la
arquitectura. Las obras encaradas por el Arquitecto Gabriel en el “Pequeño Trianon”, del Palacio de
Versalles entre 1762-64, ya muestran un gusto incipiente por las formas simples y griegas.. A partir
de ese entonces, en todas las construcciones realizadas tanto en París como en las provincias,
comenzará desarrollarse el Neoclasicismo.

El “Panteón, en París, de Jacques Soufflot, se muestra como la respuesta a la integración de


diferentes estilos. Todas las construcciones de la época napoleónica se ajustan a este criterio
historicista, en particular al estilo del Imperial romano
En Alemania, la arquitectura Neoclásica está representada por innumerables obras, las más
representativas son los “Propileos” y la “Gliptoteca”, ambas en Munich.
En Italia, seguía vigente el Movimiento Barroco.
En los Estados Unidos de Norteamérica, dado que estaba en pleno proceso de organización
nacional, como consecuencia de la declaración de su independencia, resulta natural que todas las
construcciones estuvieran impregnadas por el amor a las formas clásicas.

Así como la arquitectura se impregnaba del repertorio formal del arte antiguo, también la escultura
y la pintura intentaron seguir el mismo camino. En pintura este proceso resultó casi imposible, ya
que era muy poco lo que se conocía de la pintura romana antigua.
En escultura, en cambio, el Movimiento Neoclásico pudo adaptarse con mayor facilidad: los
estudios de Winckelmann estaban dirigidos principalmente a la estatuaria griega y Schelling,
afirmaba que sólo podría comprenderse la literatura griega una vez que, previamente, se haya
conocido la belleza clásica de las esculturas.

Los cambios producidos en el terreno artístico, ocasionan modificaciones profundas en las


tendencias estéticas, que se concentran en torno a dos puntos geográficos: París y Roma. Roma,
un punto de atracción especial para todo artista, fue en todo momento el centro neurálgico. Sin
embargo, París por la calidad de los artistas y de sus obras, llegó a superar a Roma. El foco
generador fue Roma, París, el núcleo a partir del cual se desprendieron las tendencias posteriores.

En Alemania, zona altamente influenciada por el arte francés durante el Siglo XVIII, el Barroco
tardío terminó siendo sustituido por las tendencias clasicistas. El movimiento se expandió después
varias ciudades se transforman en centros de difusión del Arte Neoclásico.

El NEOCLASICISMO

El término Neoclasicismo, surge a principios del Siglo XIX para denominar una breve etapa
de fría imitación de los modelos artísticos provenientes de la antigüedad grecorromana. Es
necesario aclarar que esta actitud Clasicista, entendida como un retorno al mundo clásico, coexiste
en su momento de mayor apogeo, con diferentes tendencias que cimientan el Movimiento
Romántico y con resabios del Barroco y del Rococó.

Los teóricos y los historiadores del arte, destacan la pluralidad y variedad de las corrientes del Siglo
XVIII y coinciden en considerar que el Neoclasicismo tuvo características estéticas heterogéneas y
poco claras. No obstante, se acepta actualmente que, el arte de la segunda mitad del Siglo XVIII y
las primeras décadas del XIX, fue algo más que una imitación simple, fría y distante de lo clásico.
En la época neoclásica, conviven varias y complejas corrientes, entre las cuales predomina la del
retorno a los ejemplos proporcionados por el mundo clásico. Los teóricos reconocen que en ellas se
manifiesta el desprecio por la propuesta formal del Barroco y Rococó.
El Período Neoclásico puede definirse como la "Imitación de los modelos grecolatinos, la
coexistencia de distintas tendencias artísticas y el menosprecio del repertorio formal del
Barroco y sus derivaciones tardías"

Para determinados historiadores, el Neoclasicismo se inicia con la tendencia Barroco clasicista de


finales del Siglo XVII; según otros, sitúan su origen cuando una serie de acontecimientos convergen
para despertar el interés por las formas de la antigüedad, rompiendo con la exuberancia amanerada
del Barroco.
Así como resulta dificultoso establecer con precisión el comienzo de esta etapa, igualmente lo es el
establecer el límite entre el Neoclasicismo y la tendencia siguiente: el Romanticismo. El
inconveniente radica en el hecho de que ambos movimientos conviven en la segunda mitad del
Siglo XVIII. Las graves crisis políticas desatadas en las diferentes naciones europeas durante la
segunda mitad del Siglo XVIII, no impidieron que en los centros culturales se continuara con la
búsqueda de valores artísticos universales.
Este fenómeno, si bien no se desarrollo simultáneamente en los distintos centros artísticos de
Europa, fue común en todo el continente. El Siglo de las Luces (Siglo XVIII), se caracterizó por la
heterogemeidad, dadas las marcadas diferencias entre las distintas naciones, cada una de ellas
con aspectos sociales, económicos, políticos y culturales propios.
El Neoclasicismo se desarrolló en Europa con mayor o menor rapidez, fuerza y consistencia, de
acuerdo con los condicionamientos impuestos por sus diferencias culturales. Sin embargo, a pesar
de sus distinciones, existen similitudes evidentes, fundamentalmente en lo que se refiere a la
actitud "renovadora", en contraposición a lo considerado, hasta entonces, como tradicional.
Filósofos, moralistas, pensadores y artistas de la Ilustración coincidieron en la necesidad de
fundamentar su pensamiento en la razón, en una fe ciega en la experimentación y en un odio
de principio al absolutismo monárquico.

El surgimiento del Movimiento Neoclásico coincide con una etapa de avances y modificaciones
profundas en el ámbito de lo político, social, económico e filosófico e intelectual. Es la época
durante la cual, la Revolución Industrial comienza a afianzarse, produciéndose sucesivos
progresos en la tecnología industrial y en la agricultura. La "Declaración de los Derechos del
Hombre", producto de la Revolución Francesa, es la mejor expresión de los manifiestos deseos de
igualdad, universalización y unificación de las leyes.

El artista, al igual que todo intelectual, aspiraba a que el valor de su obra no fuera sólo formal; se
proponía contribuir, a través de ella, a cambiar el mundo. El artista de finales del Siglo XVIII busca
reivindicar su libertad intelectual y económica, descartando el mecenazgo.

Las Exposiciones que, durante el transcurso del siglo, fueron corrientes en diversas ciudades,
iniciaron el proceso de divulgación de las expresiones artísticas de cada país y de cada Escuela.
En Francia, Les Salons se convirtieron, a partir de 1737, en acontecimientos de notable
repercusión. El mismo público fue árbitro del mérito artístico de las diferentes obras; así surgen los
Críticos de Arte, los que, a través del estudio y análisis de las obras, juzgaban su valor estético.

El interés por el mundo clásico que se manifiesta en el Siglo XVIII, es la culminación de un proceso
de revalorización del mundo griego, que se inicia a principios del XVII. Los artistas intentaron hallar
en el arte griego las soluciones adecuadas para resolver los problemas estéticos. Estas teorías
fueron el punto de partida de las de Winckelmann su preocupación rondaba por el sentido de la
belleza en el arte griego, buscó un nuevo ideal de belleza, fundamentado en las obras griegas.

El interés por el pasado grecorromano también llego a la enseñanza de la antiguedad. Había una
creencia de que esta sólo podía hallarse en los territorios donde se habían generado sus máximas
expresiones artísticas, incentivó la realización de viajes de estudio que, simultáneamente,
permitieron la redacción de nuevos tratados.

Este interés por lo antiguo, no se agotaba en el estudio de los grandes monumentos, también
fueron sometidas a estudios las colecciones privadas y semipúblicas que existían en Europa.
También influyeron, en forma decisoria, en la recuperación del arte clásico, los descubrimientos
arqueológicos. Las excavaciones realizadas en las ciudades de Herculano (1738) y Pompeya
(1748), reavivaron el interés por la Antigüedad, especialmente por objetos y pinturas.
La arquitectura será motivo de estudio con posterioridad.

Importancia de las academias


La difusión de las Academias en toda Europa, es otra evidencia del proceso de renovación artística
del Siglo XVIII. Brindaron a los artistas una sólida formación, con el objeto de que éstos pudieran
demostrar un verdadero saber enciclopédico y una mayor conciencia social. La enseñanza
académica incluía, además de los conocimientos técnicos necesarios, historia, mitología y teoría
del arte, para mantener vivo el nuevo sentimiento de revalorización de la antigüedad.
Pero, finalizando el siglo, comenzaron a producirse reacciones en contra de la rigidez de las
Academias, alegándose que éstas perjudicaban el desarrollo de la creatividad y del genio artístico.
Estas nuevas posturas frente al arte, resaltaban, implícitamente, el reconocimiento de que la
creatividad y los sentimientos deben poder expresarse con total libertad.
Esto es el inicio del Romanticismo. Independientemente de las críticas, que respecto a las
actividades desarrolladas por las Academias, también es cierto que el aporte brindado por ellas
resultó decisivo en la formación de los principales artistas que definieron el desarrollo del
Movimiento.
Fases del Neoclasicismo

En el Neoclasicismo se puede verificar el desarrollo de dos:


 Primera Fase: Creada por intelectuales de extracción social diversa y artistas con inquietudes
que comenzaron a indagar, investigar, estudiar y publicar los vestigios de la antigüedad. Así
nació una manía arqueológica que formó parte de la psicología del hombre erudito del Siglo
XVIII, junto con el afán coleccionista de obras antiguas y la afición por la museología y los
estudios históricos. No fue sólo un descubrimiento material de restos del pasado, sino un
verdadero conocimiento intelectual. En esta fase, los estudios sobre la antigüedad griega
prevalecen por encima de los dedicados a las demás culturas antiguas, ya que se consideraba
que Grecia supo encarnar en su arte el concepto de belleza perfecta, el Bello Ideal.
El arte de este período, precedente a la revolución daviniana, es ambiguo y se ubica entre la
tradición rococó y los primeros intentos de restauración de un nuevo clasicismo fomentado por
teóricos. Es un arte frío, poco expresivo pero poético. Su mundo de referencia será la mitología
griega y romana, con sus virtudes y sus defectos, sus triunfos y sus derrotas.

 Segunda Fase: Es la etapa del Neoclasicismo maduro, orientado por los descubrimientos
arqueológicos y los nuevos planteos históricos. La producción artística se manifestará como
portadora de necesidades burguesas, llena de preocupaciones sociales, de defensa del arte
como vehículo de valores cívicos y de exaltación de la historia como ciencia del pasado. Los
modelos a imitar no serán, entonces, sólo Grecia y Roma republicana, sino toda la historia, en
los hechos donde se encuentren los paradigmas que los pensadores de la Ilustración
proponían como las guías que la sociedad debía adoptar para renovarse.

Arquitectura Neoclásica

Un análisis de la arquitectura de la época neoclásica, permite diferenciar claramente dos


concepciones ideológicas.
1. El retorno al clasismo: Un grupo de creadores, se interesó por la restauración del pasado
clásico.
2. La racionalización de la forma
3. Un tercer grupo de artistas que manifestaron una decisiva orientación romántica, atraídos
por el arte oriental y el medieval.
Revaloración del arte clásico
Los primeros intentos, se remontan a finales del 1600, si bien el afianzamiento de esta tendencia se
produce hacia la segunda mitad del Siglo XVIII y principios del 1800. Los conocimientos de la
antigüedad clásica se transmitieron por medio de las obras de Vitruvio, Serlio y Palladio.

1. Retorno al clasismo
A medida que avanzaba el siglo, dado el aumento de la información relacionada con el arte de los
antiguos, a raíz de los nuevos descubrimientos, comenzaron a ponerse en duda las posturas
defendidas por aquellos artistas que una vez fueron considerados como paradigmas del Clasicismo
Romano. A partir de entonces, comienza abandonarse a Palladio, iniciándose una profunda
investigación de las posibilidades que brindaban los descubrimientos arqueológicos, con el objeto
de buscar una arquitectura esencialmente fiel a la producida por Grecia y Roma.

Los proyectistas de la época, trataron de combinar el ideal de la simplicidad con la aplicación


racional de los elementos compositivos clásicos. Del estudio de los edificios construidos de
acuerdo con esta tendencia, se pueden reducir sus características comunes a dos:
 La pretensión de "Internacionalizar el Arte"
 La insistencia en "un retorno a la pureza clásica".
La Arquitectura debería tener, a criterio de los neoclásicos, carácter universal y plantearse
ideológicamente en ese sentido para no ser el producto de un país determinado o de una escuela
artística.
La arquitectura neoclásica, en lo exterior predominó la comunicación de grandiosidad y fuerza, en lo
interior se buscó la comodidad y el bienestar. El deseo de transmitir solidez y poder dio lugar a la
construcción de edificios de dimensiones considerables
Las fachadas neoclásicas, están condicionadas por las circunstancias de que en la Antigüedad
Griega, por eso las formas templarias, aportaron los elementos compositivos fundamentales. Todos
los edificios tomaron como forma exterior la de los templos clásicos. Al desaparecer elementos
arquitectónicos individuales, como los campanarios, la arquitectura tiende a ser compacta.
Opuestamente a la arquitectura del Barroco, confusa y caracterizada por los efectos expansivos y
centrífugos de sus espacios, la Neoclásica tiene una marcada tendencia a la cohesión.

En el Neoclasicismo la escultura se integra en la arquitectura por medio de los relieves, que se


utilizan tanto en interiores como en exteriores.
La arquitectura Neoclasica, fue un arte intelectual, dominado por la razón sobre el mundo
subjetivo. Fue un planteo estético de minorías, como respuesta a su rechazo por las tradiciones
populares identificadas con la ignorancia.

En todos los países de Europa, el Neoclasicismo se desarrolló con rapidez; sin embargo, en
ninguno de ellos llegó a tener un sentido tan claro y legítimo como en Alemania. Fuera de
Europa, tuvo un gran desarrollo en las artes plásticas de los Estados Unidos de América, donde
llegó a través de la corriente anglofrancesa. El Neoclasicismo fue considerado, ocasionalmente,
como el estilo nacional americano.
Además de la corriente helenoclasicista, surgen en la segunda mitad del Siglo XVIII otras
tendencias que manifiestan un notable avance compositivo y estructural. Esta nueva manera de
entender la arquitectura recibe diferentes nombres: arquitectura visionaria, arquitectura de
abstracción o arquitectura revolucionaria. En realidad pocos proyectos de esta escuela han
llegado a realizarse; dificultades materiales o la incomprensión de la sociedad de la época,
imposibilitaron su desarrollo. Sólo han quedado en el papel, asombrosas colecciones de dibujos y
escritos teóricos; no obstante lo cual han ejercido una poderosa influencia en las arquitecturas
racionalistas del Siglo XX, tanto en la Bauhaus como en Le Corbusier.

2. La potencializacion de la forma
Las características fundamentales de esta arquitectura pueden sintetizarse en la búsqueda de la
potencialización de la forma, la desnudez de toda decoración y el deseo de grandiosidad.
Todos los proyectos se basaron en formas geométricas puras: esferas, cilindros, conos y pirámides,
y a pesar de descartarse la decoración, se buscaron efectos en las masas de los cuerpos y en los
contrastes lumínicos. Si bien esta tendencia tuvo como precedentes a figuras como Soufflot, es en
las composiciones de los arquitectos Boullée y Ledoux. Para estos artistas, la Antigüedad ya no
constituyó el foco central de la atención y sostuvieron que "la forma y la audacia estructural son
las preocupaciones esenciales en el momento de proyectar la obra".

3. La tercera tendencia
Está representada por una serie de obras que, aunque no se corresponden totalmente con la
corriente helénica del clasicismo, manifiestan un interés por lo exótico y por lo medieval. En realidad
no es una postura estética distinta, sino que los artistas que participan de ella, se inspiran tanto en
lo clásico como movimientos de otras épocas.

Escultura Neoclásica
A partir del año 1750, aproximadamente, también el arte escultórico refleja el interés característico
de la época, por el mundo clásico. La escultura parece acercarse aún más a la antigüedad que la
arquitectura, dado el mejor conocimiento que de este tipo de arte grecorromano se tenía. Las
composiciones escultóricas se transformarán a partir de la llamativa sencillez y naturalidad del arte
grecorromano.
El escultor se dedicará a buscar la línea pura, en oposición a la sinuosidad barroca. Así como
en la escultura los artistas tratarán de alcanzar la pureza de los contornos, buscando un estilo
sobrio y equilibrado, capaz de comunicar solidez y simplicidad. El mármol resultó ser el material por
excelencia, y el mármol blanco el más apreciado. En razón de esto, pasaron a segundo plano las
esculturas en madera y la policromía. Las superficies talladas resultaban muy pulimentadas y
brillantes.
La escultura se manifiesta a través de dos tipos de presentación formal:
 El Relieve
La Escultura en Relieve, hecha en piedra, tierra cocida o estuco, se aplicó tanto en exteriores
como en interiores. El relieve estaba desprovisto de toda profundidad pictórica; todas las figuras se
ubican en el mismo plano, y en este sentido, los escultores neoclásicos fueron más estrictos que los
griegos. Los relieves se caracterizan por su independencia respecto al conjunto arquitectónico, lo
cual manifiesta la autonomía de cada una de las artes.

 El Bulto Exento
La arquitectura también utilizó la Escultura de Bulto Exento sin espacio en torno. Variadas
esculturas, ubicadas en hornacinas (Nichos) adornan las fachadas de los edificios neoclásicos. La
Escultura de Bulto Exento con espacio en torno y con múltiples puntos de vista, es en la
segunda mitad del Siglo XVIII, objeto de numerosas utilizaciones y permitió el desarrollo de
diferentes temáticas.

Las Tipologías que tuvieron mayor desarrollo y aceptación, fueron:


 Los retratos
 Las figuras mitológicas
 Los monumentos públicos
 Los monumentos funerarios
 Las alegorías

El monumento de tipo clásico, situado en espacios urbanos, adoptó fundamentalmente, tres formas:

 Arco de Triunfo
 La Columna conmemorativa
 La Estatua ecuestre
El Retrato adquirió suma importancia durante este movimiento artístico, tanto los de cuerpo entero
como los bustos. En cualquiera de los dos casos, el retrato podía ser ideal o transmitir fielmente la
realidad. El retrato de figuras sentadas se basó en obras griegas o romanas, destacándose las
adaptaciones de Antonio Canova. Fue una duente de inspirarcion de los artistas de todos los
centros artísticos de Europa. Además de los retratos ideales, en los cuales se busca unificar la
concepción clásica con la forma y la vida individual, surgen obras de carácter más realista.

Respecto a la temática mitológica, se encuentran abundantes ejemplos en la escultura de bulto


exento. Los dioses están representados desnudos, buscando el equilibrio y evitando movimientos
dramáticos; en estos casos, los personajes más belicosos, transmiten paz y tranquilidad. Por lo
general, son imágenes individuales y los grupos no superan las dos o tres figuras. En las esculturas
individuales se trata de representar el "heroísmo del personaje" o su "belleza ideal". En ciertas
obras, las formas languidecen y en otras se exageran las articulaciones y músculos a fin de mostrar
la fortaleza viril.

En este tipo de obras, predomina el gusto por el desnudo. Dado que durante este período se aspira
a la universalidad y atemporalidad, la representación de una figura desnuda, tiene como fin el
impedir que se la sitúe en un tiempo determinado. Además, se suponía que el desnudo es más
verdadero que una imagen vestida. De esta manera se lograban contornos más puros y serenos,
metas básicas del arte neoclásico. El desnudo del Neoclasicismo trató de imitar el clásico helénico,
considerado este último como la idealización de los cuerpos; así, si bien es copiado del natural,
nunca será realista.
En la escultura de esta época se pueden distinguir dos corrientes: una, generada por el italiano
Canova, que renovó las tipologías escultóricas y la otra, por el danés Berthel Thorvaldsen); este
último aplicó con mayor fidelidad las teorías de Winckelmann y se inspiró en las estatuas griegas.

Pintura Neoclásica
Surge en esta época una pintura inspirada en los modelos de la Antigüedad. Roma es el centro
artístico propulsor de las nuevas ideas, y hacia el 1750, la renovación artística basada en el retorno
a lo clásico llega a su máxima expresión
El ideal buscado por el pintor neoclásico, es la selección de la belleza natural, purificada de toda
imperfección y vistas a través del intelecto. Mengs sostuvo la necesidad de sostenerse en reglas
seguras y en un método. De acuerdo a la normativa neoclásica, la pintura debía:

 Cuidar la verosimilitud de la representación, dar a los cuerpos sus formas propias, de


manera clara y simple, sin detalles accesorios.

 Buscar la verdad en todo, inclusive y fundamentalmente, en los gestos, en los colores,


luces y sombras, sin presentar fuertes contrastes.

 Obtener la gracia, a la cual se subordinaba la belleza, a través de la verdad.

Asimismo se recomendaba el conocimiento de la historia, y dado que los antiguos no habían dado
demasiada importancia a las grandes composiciones, las pinturas debían contener pocas
figuras, a fin de resaltar su perfección.
Algunos artistas no simpatizaron totalmente con esta actitud, sus pinturas, si bien manifiestan un
claro gusto por lo clásico, aún conservan características del estilo anterior. Son cuadros de
intensión clásica realizadas por artistas de tradición barroca que no pueden escapar de la influencia
del pasado, aun así se plantean exigencias de tipo teórico.

La pintura neoclásica desarrollará, fundamentalmente, tres temas:


 La Historia
 La moral
 Los retratos.

La pintura de historia:
 Artistas: David, Nicolas Poussin, escuela de la antiguedad

Para el hombre del Siglo XIX, cumplió todos los requisitos de un Gran estilo. Al proponerse la
Historia como ejemplo, los demás géneros como el paisaje y el retrato, fueron relegados a
segundo término. Se basó esencialmente en la selección de temas que, por su contenido
sentimental o moralizante, podían servir de ejemplo de valores universales defendidos por los
pensadores de la Ilustración. La libre expresión del sentimiento se convirtió en algo bueno y
deseable de vivir. La sensibilización interior podía transformarse en el vehículo óptimo para llegar
al ánimo del espectador de una obra de arte.

Así los artistas tuvieron la función de mediar en la sociedad con la creación de obras que fueran
modelos de conducta cívica y cuyo contenido social. Fue la sociedad la que asumió el rol de
redentora antes que el Estado tomara la iniciativa y en ello estuvieron de acuerdo la mayoría de los
intelectuales, con el apoyo de una burguesía que tuvo un papel decisivo en la formación del gusto
artístico del Siglo XVIII.

A partir de los intelectuales propusieran utilizar las fuentes históricas y literarias de donde extraer
los modelos adecuados, de los autores más representativos de la antigüedad clásica con la idea de
encontrar ejemplos morales de mayor significación. El arte asumió una función moral y social,
dirigida a fomentar el amor filial, el amor a la patria o al bien social, identificando de manera
concreta a personajes reales o imaginarios procedentes de la historia o de la literatura.
El retorno a los modelos antiguos, tuvo sus defensores en gran parte de los críticos, quienes
consideraban a la pintura histórica como la más digna, sin ocultar su repudio hacia los artistas del
Rococó y su clientela.

La Pintura Histórica, expresó dos campos temáticos diferentes:

 La representación de determinados momentos históricos

 La interpretación de acontecimientos contemporáneos


Desde mediados del Siglo XVIII, ya se planteaba la posibilidad de apartarse de temas de contenido
mitológico a fin de representar acciones éticas y ejemplificar enseñanzas de vida o hacer
propaganda política, a través de la representación de determinados momentos históricos.

La mayoría de las pinturas neoclásicas de este tipo, tienen como finalidad artística la regeneración
de las costumbres a través de la contemplación artística. Mayoritariamente, desarrolló temas
histórico-legendarios de la antigüedad grecorromana, buscándose el contraste entre la dureza
masculina y la sensibilidad femenina, como se verifica en “El rapto de las Sabinas” de David.

El género Histórico de temática contemporánea, iniciado en las escuelas de Norteamerica, fue


seguido también por las europeas. En "La coronación de Napoleón y Josefina", David transmite con
gran fidelidad el hecho histórico

La pintura moral
Artistas: Diderot/ Greuze
La Pintura Moral produjo obras importantes, basadas en obras dramáticas de Diderot o en temas
de actualidad. Greuze, recurre a escenas sentimentales en las que se muestran ejemplos morales,
como en el caso de su obra "El retorno del hijo pródigo".

El retrato
Artistas: David
El Retrato fue, también, una temática recurrente en el arte neoclásico. David pintó retratos de dos
tipos: idealistas y realistas y a través de ellos se conoce la imagen de los políticos, tanto de la
Revolución como del Imperio. El retrato sufrirá una transformación notable como consecuencia de
la creciente importancia de la clase burguesa.
Desapareció el retrato aristocrático y se tendió a la creación de imágenes de la realidad cotidiana,
sin recurrir a la exagerada exaltación de clase. El hombre recuperaba, de esta manera, su
protagonismo histórico como individuo.

Los paisajes
Los Paisajes no constituyeron un tema relevante en el Neoclasicismo. La idea de que la pintura
debe transmitir valores morales, llevó a menospreciar el paisaje.
El Paisaje Neoclásico surgió, en las primeras manifestaciones del movimiento, a partir de las
escenografías de los pintores del Siglo XVIII, pero con marcadas diferencias con el paisaje rococó o
las posteriores manifestaciones románticas. Existió un paisaje "a la griega", que mostraba una
naturaleza bella y artificiosa como visiones idílicas y apacibles de escenas propias de la Arcadia y
un paisaje "sentido", como descripción poética de las emociones del artista, propio de las escuelas
alemanas y que puede ser considerado como la transición al paisajismo romántico.

En las escasas obras en las la Mitología es adoptada como temática, se destaca una notable falta
de sobriedad y resultan composiciones exageradamente decoradas, en las que las figuras se
desenvuelven en paisajes imaginarios y bucólicos.

El dibujo tuvo amplio desarrollo, en virtud de la revalorización de la línea, ya que se consideraba


que ella bastaba, por sí misma, para expresar el conocimiento de una forma. Los demás géneros
pictóricos, como la Naturaleza muerta y la Pintura de Género (pintura inspirada en escenas de la
vida cotidiana) y la Naturaleza muerta, casi no se desarrollaron y fueron calificados como
expresiones de un arte menor.

El Neoclasicismo Frances

La Pintura de Historia tuvo en el arte francés su más alta representación. Durante todo el período
Rococó, este tipo de pintura que había ocupado un importante lugar durante Luis XIV, fue relegado
a un segundo lugar en favor de otros géneros, fue sustituida por el retrato, el paisaje con figuras y
demás géneros hasta entonces considerados como menores por la Academia.
Es a partir de 1745 cuando se reinstaura la jerarquía de los géneros artísticos, devolviendo a la
pintura de historia francesa su anterior posición. Esta renovación es comprensible en el ambiente
generado por la Ilustración. El Rococó acabó despertando en todos los ambientes una respuesta
negativa, prohibiéndose los temas escabrosos de un arte considerado decadente, al mismo tiempo
que una corriente sentimentalista se imponía en la literatura y en las artes plásticas.

Sin embargo, los ideales de la clase burguesa francesa en política y en arte distaban de dejarse
llevar por estados sentimentaloides. El arte, debía enseñar y hacerlo a traves de modelos de
antigüedad entendiendo a esta en su sentido mas amplio.
El Neoclasicismo, arte de una burguesía ilustrada, guiada por el racionalismo, en lucha contra el
aparato político e ideológico sostenido por el Antiguo Régimen, encarnó en poco tiempo, los
cambios que posteriormente serían introducidos por la Revolución Francesa. Sin embargo, durante
algún tiempo coexistieron los resabios del arte Rococó con la nobleza y severidad del nuevo
movimiento plástico. Hasta la confirmación definitiva del Neoclasicismo Daviniano, con la obra el
"Juramento de los Horacios", realizada por Jacques Louis David en 1785, la pintura de temas
grecorromanos de numerosos artistas, estuvo relacionada con el arte recargado y sensual que los
defensores de lo antiguo intentaban denostar.
Son pintores altamente detallistas, excelentes coloristas y verdaderos maestros del dibujo, para
quienes la antigüedad clásica parecía ser objeto de admiración sólo de la aristocracia o de los
burgueses enriquecidos. Es el caso de Joseph Marie Vien, considerado el iniciador del arte
neoclásico francés. Este artista originó una verdadera revolución en la pintura de su época,
ejerciendo una notable influencia en el desarrollo de la pintura histórica francesa, pero no tanto por
su obra como por su dedicación pedagógica. Fue el maestro de Jacques Louis David, pintor con
el que triunfará no sólo el género histórico sino el lenguaje artístico del Neoclasicismo.

- Jacques Louis DAVID (1748-1825)

La unificación y consolidación de las teorías basadas en la necesidad de entablar una relación más
directa con el arte antiguo fue producto de la obra de este artista. Su impacto traspasó los límites de
Francia y adquirió, en toda Europa una importante significación. La primera pintura que puede
considerarse totalmente neoclásica es justamente un cuadro de David: "El Juramento de los
Horacios”, que responde a la influencia que ejercieron en él, sus años de residencia en Roma. Con
esta obra quedó inaugurada una nueva fase del Neoclasicismo, donde el recurso de lo antiguo se
transforma en una cuestión moral, filosófica y política.

Representando con suma claridad plástica las virtudes morales de los antiguos romanos
republicanos, supo cumplir lo que los hombres de la Ilustración fomentaban: "el fin del arte es el
de conmover e invitar a la acción a las masas", transmitiendo por primera vez que lo antiguo
podía ser imitado no sólo en las formas sino también en el espíritu.
El "Juramento de los Horacios" interpreta el estado de ánimo de los contemporáneos, tanto
intelectuales como políticos, formulando en términos artísticos lo que éstos propugnaban desde sus
escritos o desde la tribuna. La moralidad, el idealismo, la fe en la razón y en los derechos del
hombre, todo estaba en el grupo de personajes romanos que se juramentan sobre la empuñadura
de sus espadas, donde un foco de luz, retóricamente dispuesto, los ilumina. En la composición se
destaca la integración de las figuras dentro de un espacio arquitectónico: a cada arco corresponde
un grupo o una figura, todas vistas de cerca y ubicadas en un mismo plano.

David es el más claro representante del Espíritu Neoclásico y es a través de su pintura que se
difundió la imagen de la antigüedad clásica. Estaba convencido que la transmisión, por medio de la
plástica, de las virtudes clásicas, servían de modelo para promover el virtuosismo y el observador
podría, reflexionando sobre los sucesos desarrollados en el cuadro, encaminar su propia vida de
manera positiva. Si se analiza, detalladamente, la obra de este pintor, pueden comprenderse las
nuevas tendencias de esta etapa:

 El interés por definir con precisión el espacio, determinado por una perspectiva simple. Este
aspecto se evidencia, por ejemplo, en "El Juramento de los Horacios", disimulado de manera
sutil, por la ubicación oblicua de los muebles.

 La ubicación de los personajes en un mismo plano, como en relieves clásicos

 Prevalescencia de los colores primarios, que permiten definir límites más precisos entre las
figuras, evitando las superposiciones.
 La preocupación por la definición lineal de las figuras, superó ampliamente a la
preocupación por la utilización del color. En realidad, el carácter de esta pintura fue más gráfico
que pictórico. La revalorización de la línea, es consecuencia de la identificación de la línea con
la esencia intelectual que define la sustancia permanente de las cosas.

El contorno es firme y seguro, y resulta decisivo cuando se realizan pinturas sin sombras.

 La luz fría ayuda a definir los volúmenes de los personajes, y carga de solemnidad al
ambiente. El pintor neoclásico nunca busca contrastes de luz.

 La decoración secundaria se suprime a fin de resaltar el tema.

David no se dedica a copiar lo antiguo, revaloriza lo antiguo, pero a través de una visión moderna.
A pesar del predominio del gusto por lo romano, también el mundo griego desempeñará un
importante papel durante este movimiento. El convencimiento de que el arte, al igual que en
tiempos antiguos, debía buscar y extraer de la naturaleza la Belleza Ideal, obligaba al artista a
seguir los mismos caminos.

Expansión de la Estética Neoclásica

En el último tercio del Siglo XVIII, las enseñanzas de Mengs fueron asimiladas, con mayor o menor
rigor, por un buen número de artistas europeos: italianos, ingleses y españoles. En Italia, la
influencia del planteo estético de Winckelmann y de las teorías pictóricas de Mengs, quedó
prácticamente limitada al área romana, donde se formaron algunos de los mejores artistas italianos.
Fueron pintores de probada capacidad que supieron integrar la influencia de los clásicos italianos y
su admiración por las teorías de los dos alemanes. Crearon composiciones rigurosas, con una
especial dedicación al dibujo y al color, tanto en la pintura de caballete, en particular el retrato,
como en la decoración al fresco.

Pompeo Battoni es considerado un buen exponente de esta generación de artistas; otro tanto
sucede con Angélica Kauffmann, alemana residente en Roma que se destacó en la ejecución de
retratos y obras de temas religiosos y sobre todo, en composiciones de personajes históricos.

Andrea Appiani (1754-1817) es considerado el mejor de los pintores neoclásicos italianos, quien
desechando la influencia de los grandes creadores tardobarrocos italianos, como Tiépolo, no se
sintió atraído por las teorías romanas ni por el arte austero de los davidianos. Desarrolló un arte
culto, una especial manifestación plástica de un Neoclasicismo a la griega, impregnado de algunos
resabios de escuela rococó y con temas basados en la poesía clásica grecolatina.

Los Pintores de Inglaterra relacionados con la postura de Mengs, interpretaron libremente sus
criterios. Por lo general, realizaron obras de similares características, hábilmente compuestas,
altamente expresivas pero al mismo tiempo contenidas, de fácil llegada al espectador y sometidas a
una búsqueda racional del Bello Ideal.

Al frente de ellos se sitúa Gavin Hamilton , primer pintor que transmitió las ansias renovadoras del
género histórico, tomando conciencia del sentido heroico. Realizó una serie de lienzos dedicados
casi siempre a personajes inspirados en los poemas homéricos y virgilianos. Estos temas son los
que inspiran la obra de Benjamín West, quien durante años fue el mejor representante de la
pintura inglesa de historia. James Barry creó un lenguaje de mayor capacidad dramática, tanto que
en sus obras pueden encontrarse elementos que ya anuncian un lenguaje romántico.

Sin ser demasiado adicto a la influencia alemana, rompió con modelos ingleses ligados a la
influencia flamenca, buscando el ejemplo de italianos y franceses de los Siglos XVI y XVII.
En España es difícil establecer los límites entre su pintura neoclásica y aquellas que responden al
Barroco tardío; mucho más difícil es encontrar un hilo conductor entre los pintores del Siglo XVIII y
principios del XIX. El momento clave para el arte español del Siglo XVIII fue la llegada a Madrid del
artista Anton Raphael Mengs, en 1761, llamado por el rey Carlos III. En esos momentos la pintura
hispana cedía a las influencias francesas e italianas, en las que se entremezclaba el gusto rococó
con el Barroco local. Durante sus dos visitas a España, Mengs se convirtió en el árbitro de la
pintura cortesana y académica.

Si bien se reconoce que fue muy poco tiempo para poder orientar la pintura española en la
propuesta estética clasicista, fue el suficiente como para que su influencia fuera decisiva. De los
pintores formados bajo las enseñanzas de Mengs, se destacan Francisco Bayeu (1734-1795) y
Mariano Salvador Maella (1739-1819), excelentes pintores al fresco y muy buenos retratistas.
Ambos pueden ser considerados como los más fieles representantes del eclecticismo de
orientación tardobarroca. Entre los artistas españoles que durante algún tiempo respondieron a la
estricta estética daviniana, se encuentran José Madrazo y Juan Antonio Ribera (1779-1860) y a
los que se considera como estrictamente neoclásicos.

Francisco de GOYA

La inclusión de Francisco de Goya (1746-1828) como participante del Neoclasicismo se debe más
a razones cronológicas que a razones estético-formales. A pesar de sus sentimientos europeos,
Goya convivió con las corrientes neoclásicas sin dejarse influenciar por ellas. Su necesidad de
evitar toda la influencia de las escuelas pictóricas, lo condujo a buscar nuevos caminos que le
permitieran expresar su arte. A pesar de algunas obras de escasa orientación clasicista, las obras
de este pintor español, transmiten más emoción y más vida que las de sus contemporáneos.

Si se compara la obra de Goya con la del francés David, resulta evidente el carácter básicamente
vanguardista del primero. Goya pone de manifiesto una magnífica genialidad al dar a sus pinturas
valor intemporal.

Sus obras constituyen expresiones estéticas válidas en todo momento y lugar. Su particular forma
de percibir la realidad, lo llevó a producir una extensa obra, cargada de valores temáticos, formales
y técnicos. Coincidiendo con las etapas de su vida, en la que hubo escasos momentos de felicidad
y bienestar y largas etapas de crisis, Goya transmite en su obra Tres realidades:
 La primera, llamada Realidad optimista y objetiva, corresponde al período anterior a la Guerra
de la Independencia. Las pinturas de este grupo transmiten costumbres populares y constituyen
una crónica gráfica de la sociedad. Es el mundo que surge en los "Cartones para tapices" (Fig.
91) de los años 1774-1792. Goya percibe y representa el espíritu de la sociedad y refleja un
mundo al que se siente perfectamente integrado (Fig. 92)

 La Realidad dramática constituye la segunda realidad y se manifiesta en las obras que se


corresponden con la invasión napoleónica a España y la guerra de la Independencia, iniciada el
2 de mayo de 1808 en Madrid (Fig. 93). Son composiciones altamente dramáticas, llenas de
expresividad y en las que la guerra no se idealiza, sino que se muestra con toda su violencia.

 La tercera realidad de Goya, la Realidad fantástica, se muestra en las pinturas realizadas


entre los años 1822 y 1824. En todas ellas refleja, a través de elementos fantásticos, la soledad
y el desencanto. El misterio y la brujería son los temas recurrentes de esta etapa. Aunque las
"Pinturas negras", así llamadas por la utilización de tonos terrosos, blancos y negros, son los
mejores ejemplos de la etapa, no hay que olvidar que en épocas anteriores, Goya ya había
dejado correr su imaginación tenebrosa en obras como "Aquelarre" realizado en 1789

Goya también se destaco como retratista. La evolución del pintor en este tipo de pintura fue
constante. Desde un primer momento, intentó hacer una "síntesis visual de la personalidad del
retratado". Su fidelidad al modelo era absoluta, de tal manera que los retratos están muy lejos de
la idealización; el interés por la expresión del rostro lo lleva a prescindir y dejar en segundo término,
los vestidos y todo aquello que sea un efecto decorativo.

Pero lo más atractivo de Goya es su singular percepción de la realidad. Para expresar su arte,
prefiere el color a la línea y con una variada paleta cromática, hábilmente contrastada, proporciona
una amplia gama de matices visuales. Además del pincel, utiliza otros instrumentos como espátulas
y esponjas, para acceder a una técnica expresiva muy personal. Su obra permitió iniciar una
revolución artística, estableciendo las bases de soluciones pictóricas contemporáneas.

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