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Literatura

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Fragmento de novela Diego Soto Ramirez

La fuerza de tu abrazo
La frase final, la pronunció Juan con una sonrisa en los labios. Patricia sintió como
el estomago le daba un vuelco. A ella no le sonreía así.

- Supongo que esa mujer no vendrá a mi casa, Juan.

- Supones mal, no se porque piensas eso, Patricia. Y dentro de unas horas será
nuestra casa. Es persona de mi confianza y vivirá aquí.

- ¡Esto es demasiado! ¡Primero casarnos de esta manera, después alguien intenta


matarme y traes a tu amante a mi casa! ¡Es mi casa y no quiero que venga aquí,
nunca!

Juan Acosta entrecerró los parpados.

- ¿De que manera querías casarte, Patricia?

- Por amor. Yo quería casarme por amor...

- El amor no existe, corazón. El amor existe en los libros, es locura de poetas y


sueño de mujeres, Patricia. Escucha, en la carta que me dejó mi padre me dice que
en cinco años podemos separarnos. Lo haremos, pasado ese tiempo cada uno
seguirá su camino. Hasta entonces seamos civilizados, seamos amigos al menos.

- Amigos... Juan, los hombres de ayer ¿que querían? A poco me matan.

- Las tierras, Patricia. Las tierras, estoy empezando a comprender el motivo de esta
boda. Los dos nos protegemos mutuamente. Alguien habla de bolsas de gas
enormes en estas tierras, alguien está comprando toda la tierra que puede. Si tienes
una cantidad inferior a cierta cifra puede que el gobierno nos obligase a vender.
Uniendo los fundos somos fuertes, eso puede ser el motivo de todo. Escúchame,
Patricia. Hemos comenzado mal todo esto. Te prometo que no te obligaré a nada.
Tan sólo te pido que me ayudes con el trabajo durante un tiempo, después vete a
Santiago o a donde quieras. Sólo un tiempo juntos, Patricia y saldremos del
embrollo.

Patricia sentía ganas de llorar, ya no le importaban la tierra ni el fundo. Se estaba


empezando a sentir dependiente de Juan Acosta y no le gustaba; se estaba
enamorando de él y a su futuro marido tan sólo le preocupaban las tierras.
Título: El pez que sonreía
Autor: Jimmy Liao

Una historia maravillosa que nos lleva a transitar por una situación extraordinaria, un
hombre en camino al trabajo se topa con un pez que siempre sonríe, cuando él iba
de regreso o llegaba, a partir de ahí todo se teje en una incesante amistad, el
hombre se lleva a casa al pez y comparten todo, pronto se unen tanto que justo
entre sueños hay una revelación: el pez necesita ser libre…
Lo interesante del libro son las ilustraciones, tiene poco texto, pero es en la imagen
de cada página que invita al lector a habitar la historia y nos da el poder de recrear y
dialogar con nosotros mismos.
Estoy de acuerdo con todos los que piensan y creen en el poder del arte y de la
capacidad estética de Jimmy Liao para provocar que imaginemos y busquemos en
los personajes características nuestras y descubramos diferentes.
Desde la aparición de Secretos en el bosque y El pez que sonreía en 1998, Jimmy
ha publicado álbumes ilustrados de una sorprendente originalidad con relatos de
una gran riqueza. Fue el principio de un boom tanto en su país como en el
extranjero.
Sus historia pocas veces tienen un final feliz. Sus personajes no llevan una vida
alegre. En el caos de la ciudad se enfrentan a situaciones difíciles. Los árboles
mudos, el océano y el cielo son los amigos más fieles. Utiliza un vistoso colorido
para expresar la cara oculta de las cosas, el silencio, la angustia, la soledad y la
ausencia.
Un gran libro que despierta nuestra mente y enriquece con su narrativa.
Título: Mi cumpleaños de suerte
Autor: Keiko Kasza

Del genial y divertido Keiko Kasza se presenta este título por demás gracioso y
magistralmente ilustrado; es un libro ágil que te invita a devorar cada una de sus
páginas sin perder de vista los deliciosos detalles que keiko esconde y condimentan
la historia.

Es el cumpleaños de Coco y de Cerdido, lo compartieran juntos de una manera


inesperada, cada detalle de la fiesta se va conformando, así como avanza la
historia, por fin todo está listo para que alguien tan grandioso como nuestro
festejado pueda partir el pastel, soplar las velas y sobre todo disfrutar del
inesperado regalo que llegó directo a su puerta.

Esta es una de las historias y de los textos que disfrutarán chidos y grandes y cuyo
desenlace que se perfila hilarante y compasivo deja en claro que la suerte es
caprichosa y que solo tiene un depositario.

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