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Libreta de Calificaciones Reunión de Padres 3ºA

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EP.

Nº51 CURSO:3ºA
LIBRETA DE CALIFICACIONES
Era miércoles, 8:00 a.m., llegué puntual a la escuela de mi hijo. LIBRETA DE CALIFICACIONES PARA EL PAPÁ
– No olviden venir a la reunión, es obligatoria- fue lo que la maestra escribió en TIEMPO QUE LE DEDICA A SU HIJO CALIFICACIÓN
el cuaderno del niño. ¡Pues qué cree la maestra! ¿Cree que podemos disponer del 1. En conversar con él a la hora de 6
tiempo a la hora que ella diga? Si supiera qué importante era la reunión que tenía dormir
a las 8:30 a.m., de aquí dependía un buen negocio y… ¡tuve que cancelarla!… 2. En jugar con él 6
Ahí estábamos todos, papás y mamás, la maestra empezó puntual, agradeció 3. En ayudarlo a hacer la tarea 7
nuestra presencia y empezó a hablar. No recuerdo qué dijo, mi mente estaba 4. En salir de paseo en Familia 6
pensando cómo resolver lo de ése negocio, probablemente podríamos comprar 5. En contarle un cuento antes de 6
dormir
una nueva televisión con el dinero que recibiría.
6. En abrazarlo y besarlo 6
– Juan Rodríguez!… escuché a lo lejos. ¿No está el papá de Juan Rodríguez? -dijo 7. En ver la televisión con él 7
la maestra-.
– Sí, sí, ¡aquí estoy!, contesté pasando a recibir la libreta de mi hijo. Regresé a
mi silla y me dispuse a verla. ¿Para esto vine? ¿Qué es esto?… La libreta estaba
llena de seis y sietes. Guardé las calificaciones inmediatamente, escondiéndola
para que ninguna persona viera las porquerías de calificaciones de mi hijo. Él me había puesto seis y sietes, a mí! Yo me hubiese calificado con menos
De regreso a la casa aumentó más mi coraje a la vez que pensaba…., ¡si le doy de cinco… Me levanté y corrí a la habitación de mi hijo, lo abracé y lloré…Quería
todo! ¡Nada le falta ¡Ahora sí le va a ir muy mal!… Me estacioné y salí del carro, regresar el tiempo, pero era imposible… Juanito abrió sus ojos, aún estaban
entré a la casa, tiré la puerta y grité: hinchados por sus lágrimas, me sonrió, me abrazó y me dijo: ¡te quiero papi!
– Ven acá Juan!!! Juan estaba en su recámara y corrió a abrazarme. Cerró sus ojos y se durmió.
– ¡Papi!…
– ¡Qué papi, ni que nada!- Lo retiré de mí, me quité el cinturón y no sé cuántos
latigazos le di, al mismo tiempo que decía lo que pensaba de él. ¡¡¡¡ Y te me vas
a tu cuarto!!! – terminé.
Juan se fue llorando, su cara estaba roja y su boca temblaba. Mi esposa no dijo
nada, solo movió la cabeza negativamente y se fue… Cuando me fui a acostar, ya
más tranquilo, mi esposa me entregó otra vez la libreta de calificaciones de
Juan, que estaba dentro de mi saco y me dijo:
– Léela despacio y después toma tu decisión…
Ésta decía así:
EP. Nº64 CURSO:4ºB
LIBRETA DE CALIFICACIONES
Era miércoles, 8:00 a.m., llegué puntual a la escuela de mi hijo. LIBRETA DE CALIFICACIONES PARA EL PAPÁ
– No olviden venir a la reunión, es obligatoria- fue lo que la maestra escribió en TIEMPO QUE LE DEDICA A SU HIJO CALIFICACIÓN
el cuaderno del niño. ¡Pues qué cree la maestra! ¿Cree que podemos disponer del 8. En conversar con él a la hora de 6
tiempo a la hora que ella diga? Si supiera qué importante era la reunión que tenía dormir
a las 8:30 a.m., de aquí dependía un buen negocio y… ¡tuve que cancelarla!… 9. En jugar con él 6
Ahí estábamos todos, papás y mamás, la maestra empezó puntual, agradeció 10. En ayudarlo a hacer la tarea 7
nuestra presencia y empezó a hablar. No recuerdo qué dijo, mi mente estaba 11. En salir de paseo en Familia 6
pensando cómo resolver lo de ése negocio, probablemente podríamos comprar 12. En contarle un cuento antes de 6
dormir
una nueva televisión con el dinero que recibiría.
13. En abrazarlo y besarlo 6
– Juan Rodríguez!… escuché a lo lejos. ¿No está el papá de Juan Rodríguez? -dijo 14. En ver la televisión con él 7
la maestra-.
– Sí, sí, ¡aquí estoy!, contesté pasando a recibir la libreta de mi hijo. Regresé a
mi silla y me dispuse a verla. ¿Para esto vine? ¿Qué es esto?… La libreta estaba
llena de seis y sietes. Guardé las calificaciones inmediatamente, escondiéndola
para que ninguna persona viera las porquerías de calificaciones de mi hijo. Él me había puesto seis y sietes, a mí! Yo me hubiese calificado con menos
De regreso a la casa aumentó más mi coraje a la vez que pensaba…., ¡si le doy de cinco… Me levanté y corrí a la habitación de mi hijo, lo abracé y lloré…Quería
todo! ¡Nada le falta ¡Ahora sí le va a ir muy mal!… Me estacioné y salí del carro, regresar el tiempo, pero era imposible… Juanito abrió sus ojos, aún estaban
entré a la casa, tiré la puerta y grité: hinchados por sus lágrimas, me sonrió, me abrazó y me dijo: ¡te quiero papi!
– Ven acá Juan!!! Juan estaba en su recámara y corrió a abrazarme. Cerró sus ojos y se durmió.
– ¡Papi!…
– ¡Qué papi, ni que nada!- Lo retiré de mí, me quité el cinturón y no sé cuántos
latigazos le di, al mismo tiempo que decía lo que pensaba de él. ¡¡¡¡ Y te me vas
a tu cuarto!!! – terminé.
Juan se fue llorando, su cara estaba roja y su boca temblaba. Mi esposa no dijo
nada, solo movió la cabeza negativamente y se fue… Cuando me fui a acostar, ya
más tranquilo, mi esposa me entregó otra vez la libreta de calificaciones de
Juan, que estaba dentro de mi saco y me dijo:
– Léela despacio y después toma tu decisión…
Ésta decía así:

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