Como Vencer El Menosprecio
Como Vencer El Menosprecio
Como Vencer El Menosprecio
David fue el rey más grande de Israel, pero el camino que tuvo que transitar para
llegar a este cargo no fue nada fácil; todo lo contrario, le tocó superar diversos
obstáculos, uno de ellos fue el menosprecio al cual lo sometieron las personas que
le rodeaban.
Pero David aprendió a vencer y su historia es ejemplo para nosotros hoy.
1. DAVID Y EL MENOSPRECIO.
David fue menospreciado por diferentes personas.
El profeta Samuel fue enviado por Dios a la casa de Isaí, pues de sus hijos saldría
el futuro rey de Israel; Samuel llega allí y su padre llama a todos sus hijos, pero
no tiene en cuenta a David quien está cuidando las ovejas.
Samuel tuvo que insistir, para que David fuera llamado, y entonces fue ungido
como rey.
Recuerde. Aunque el hombre no le tenga en cuenta, no desespere, lo
importante es que Dios le tenga en sus planes.
Entonces habló David a los que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué harán al
hombre que venciere a este filisteo, y quitare el oprobio de Israel? Porque
¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios
viviente?
Y el pueblo le respondió las mismas palabras, diciendo: Así se hará al hombre que
le venciere.
Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos hombres, se encendió en
ira contra David y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado
aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu
corazón, que para ver la batalla has venido. 1 Samuel 17.26-28.
David fue enviado por su padre para llevar provisiones a sus hermanos quienes
integraban el ejército de Israel y en ese momento estaban enfrentando a los
filisteos.
Cuando llega al campo de batalla, su hermano Eliab lo ve y le recrimina por estar
allí, ya que él consideraba que debía estar cuidando las ovejas.
No son pocas las ocasiones en que las personas consideran que somos útiles
solo para ciertas tareas y nos descalifican para realizar otras, pero recordemos
es Dios quien nos da las habilidades y la sabiduría, por lo tanto actuemos de
acuerdo a lo que él nos ha dado.
Fueron oídas las palabras que David había dicho, y las refirieron delante de Saúl; y
él lo hizo venir. Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de
él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo.
Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque
tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud. 1 Samuel 17:31-
33.
David respondió: ¿Qué he hecho yo ahora? ¿No es esto mero hablar? 1 Samuel
17:29.
Cuando su hermano mayor le menospreció diciéndole que su lugar era estar con
las ovejas y no en el campo de batalla, David actuó sabiamente y no hizo caso de
sus palabras.
Tengamos presente que las palabras o conceptos de las personas, hacen mella
en nosotros a partir del momento en que creemos en ellos, es decir nosotros
decidimos si nos hacen o no daño.
David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando
venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada,
Salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo
le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba.
Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como
uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente. 1 Samuel 17.34-
36.
Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del
oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y
Jehová esté contigo. 1 Samuel 17:37.
Este es un punto fundamental para vencer el menosprecio, si estamos seguros que Dios
está con nosotros, en su nombre haremos grandes cosas.
David creía en Dios, confiaba en él, por eso estaba seguro que así como él le había
sacado en victoria en las ocasiones anteriores, también lo haría esta vez.
CONCLUSIÓN.
No haga caso del menosprecio de las personas, Ud. Es valioso porque es un hijo de Dios;
aleje de su lado el temor, disponga su vida para cumplir los propósitos de Dios, confíe en
él y diga juntamente con Pablo: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.