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Geología de las Sierras de Córdoba a lo largo del Paralelo 31° 20’ S

Article · May 2019

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Gastón Andrés Tommasone


National University of Cordoba, Argentina
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INFORME GEOLÓGICO - TALLER INTEGRAL DE CAMPO III
GEOLOGÍA DE LAS SIERRAS DE CÓRDOBA A LO LARGO DEL PARALELO 31° 20’ S
Rito, Carolina. Tommasone, Gastón Andrés
Universidad Nacional de Córdoba; Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

RESUMEN

Las Sierras Pampeanas de Córdoba constituyen el grupo más oriental de la provincia geológica Sierras Pam-
peanas. Están conformadas por una serie de cordones montañosos compuestos por un basamento metamór-
fico polideformado en el Proterozoico tardío–Paleozoico temprano, imbricados por zonas de cizalla dúctil
contraccionales con edades probables del Paleozoico medio (Ordovícico-Silúrico) y tardío (Devónico- Car-
bonífero) e intruídas por granitoides paleozoicos. Las rocas predominantes en el complejo metamórfico son las
migmatitas, tanto diatexitas cordieríticas como metatexitas, observadas a través de las diferentes paradas
realizadas sobre la ruta provincial Nº 28. Las condiciones metamórficas van desde el grado medio al alto,
llegando a fusión parcial en facies de granulitas en ciertas ubicaciones. Al oeste y noroeste de las Sierras de
Córdoba, en la Quebrada de La Mermela, afloran filitas de grado bajo. El complejo metamórfico fue afectado,
durante el Paleozoico, por fajas de deformación dúctil que generaron rocas miloníticas. Entre las rocas ígneas
que intruyen el complejo metamórfico se destacan el batolito de Achala y de Cerro Áspero (Devónico superior),
además de plutones menores de distintas edades (Cámbrico al Carbonífero). En el sector centro-oeste de las
Sierras de Córdoba se destaca un grupo importante de vulcanitas de asociación alcalina y depósitos piroclásticos
neógenos, denominados Complejo Volcánico Pocho.
El informe se centra en la descripción litológica y estructural de la geología de las Sierras de Córdoba a lo largo
de once estaciones realizadas sobre el paralelo 31° 20’ S. El objetivo final es la elaboración de un perfil geológico
para esa latitud.
Introducción Las sierras Pampeanas Orientales corresponden a
un orógeno que abarca a las Sierra Norte, Grande y
El Macizo de San Carlos ocupa un área aproximada Chica de Córdoba, la Sierra de los Comechingones y
de 1.000 km2 en el sector centro-occidental de las la parte oriental de las Sierras de San Luis. Las Sie-
Sierras Pampeanas de Córdoba, limitado al este con rras Pampeanas Occidentales, en cambio, están
Cumbre de Gaspar y al oeste con la Sierra de Pocho. constituidas por las Sierras Pampeanas de las pro-
Tiene edad precámbrica a paleozoica inferior. Está vincias de Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan
constituido predominantemente por rocas meta- y el sector occidental de San Luis.
mórficas de alto grado (diatexitas y metatexitas). Las Sierras de Córdoba (Figura 1) están constituidas
En menor proporción se encuentran mármoles por una serie de cordones montañosos formados
forsteríticos y clinohumíticos, anfibolitas diopsídi- por un basamento metamórfico polideformado en
cas, gneises biotíticos granatíferos y gneises calcosi- el Proterozoico tardío–Paleozoico temprano, imbri-
licatados bandeados. Además, se reconocen nu- cados por zonas de cizalla dúctil contraccionales de
merosos filones ácidos con textura pegmatoide, probables edades del Paleozoico medio (Ordovíci-
intercalados con los mármoles de la región (Gue- co-Silúrico) y tardío (Devónico- Carbonífero) e in-
reschi y Martino, 1999). truídas por granitoides paleozoicos. En el margen
El siguiente informe se centra en la descripción li- oeste de las sierras, al pie de la Sierra de Pocho,
tológica, petrológica y estructural de la zona en existen pequeños afloramientos de sedimentitas
base a los datos de campo obtenidos durante el continentales carboníferas-pérmicas. Hacia el este,
Taller Integral de Campo III. Con la información ob- en la Sierra Chica, se encuentran importantes aflo-
tenida se realizaron interpretaciones, teniendo co- ramientos de sedimentitas rojas continentales aso-
mo fin establecer los posibles eventos geológicos ciadas a diques y coladas basálticas del Cretácico.
que ocurrieron en la región. Los cordones tienen orientación meridiana y están
limitados por fallas inversas terciarias vergentes al
El trabajo se ubica en las Sierras de Córdoba, las
oeste. Se encuentran separados por sedimentos
cuales se extienden por aproximadamente 500 km
intermontanos Mesozoicos y Cenozoicos. A su vez,
de largo y 150 km de ancho, entre los 29°00’ -
emergen como un conjunto de la llanura Chaco-
33°30’ latitud sur y 64°00’ - 65°30’ longitud oeste.
Pampeana de edad cuaternaria. En el sector centro-
El área estudiada se ubica en la pedanía Tala Ca- oeste se destaca, además, un grupo importante de
ñada del departamento Pocho de la provincia de vulcanitas traquiandesíticas y depósitos piroclásti-
Córdoba, 120 km al oeste de la ciudad de Córdoba, cos neógenos que se sobreponen al paisaje de
accediendo por la ruta provincial Nº 28. Se corres- bloques basculados mayoritariamente al este por
ponde con el bloque bajo de la falla regional lla- las fallas mencionadas (Guereschi y Martino, 2014).
mada Sierra Grande y la Cumbre de Gaspar.
Las rocas predominantes en el complejo metamór-
fico son las migmatitas, tanto diatexitas cordieríti-
Marco geológico cas como metatexitas, y los gneises tonalíticos
biotíticos, generalmente con granate y menos
Las Sierras Pampeanas de Córdoba constituyen el frecuentemente con sillimanita. En menor pro-
grupo más oriental de la Provincia Geológica Sierras porción, se encuentran ortogneises, anfibolitas,
Pampeanas (Figura 1). Está conformada por cuatro mármoles, rocas calcosilicáticas, rocas máficas y
cordones mayores (las Sierras de Guasapampa, ultramáficas. Las condiciones metamórficas van
Pocho y Altautina; Sierra Grande y de los Come- desde el grado medio al alto, alcanzando la facies
chingones; Sierras Chicas y de las Peñas; y Elevación de granulitas con fusión parcial en rocas de com-
Pampeana) y dos menores (Sierras de Ciénaga del posición adecuada. En sectores localizados de las
Coro y del Tigre) compuestos por rocas cristalinas Sierras de Córdoba, principalmente al oeste y no-
de edad precámbrica a paleozoica inferior y grani- roeste, afloran esquistos cuarzo-micáceos y filitas
toides Paleozoicos, orientados norte- sur y separa- de grados medio a bajo. El complejo metamórfico
dos por sedimentos intermontanos Mesozoicos y ha sido afectado por varias fajas de deformación
Cenozoicos. Actualmente esta provincia geológica dúctil paleozoicas que generaron rocas de la serie
se encuentra dividida en las Sierras Pampeanas de las milonitas. Entre las rocas ígneas que intruyen
Orientales y las Sierras Pampeanas Occidentales.
el complejo metamórfico se destacan los grandes
batolitos de Achala y de Cerro Áspero, del Devónico
superior, además de plutones menores de edades
variadas, que van del Cámbrico al Carbonífero
(Guereschi y Martino, 2014).

Figura 1. Mapa geológico de las Sierras Pampeanas de Córdoba (Guereschi y Martino, 2014) mostrando la ubicación de
los afloramientos de migmatitas. EBT: Esquistos Bandeados Tuclame, FDG: faja de deformación Guamanes, LF: plutón La Fron-
da, SCT: Sierra de Cuniputo-Totoralejo, FDC: faja de deformación Carapé, FDLT: faja de deformación Los Túneles, FDLH-DP:
faja de deformación La Higuera-Dos Pozos, CG: Cumbre de Gaspar, CVP: Complejo Volcánico Pocho, EGM: Esquistos y Gneises
Mojigasta, FDS: faja de deformación Soconcho, FDGC: faja de deformación Guacha Corral, GSC: Grupo Sierra de los Cóndo-
res, FDLL: faja de deformación La Laja. Figura extraída del Relatorio del XIX Congreso Geológico Argentino- Córdoba,
capítulo: Las migmatitas de las Sierras de Córdoba (Guereschi y Martino, 2014).
Martino (2003) reconoce y describe un total de 16 reactivación importante o el desarrollo de nuevas
fajas de deformación dúctil en las Sierras de Córdo- fajas de deformación alrededor del límite Devónico-
ba, las cuales mediante una descripción general de Carbonífero, que serían la expresión de la orogenia
las rocas de falla que las conforman, su estructura Chánica producida por el emplazamiento del te-
interna, sus límites y dimensiones, las ordena en 4 rreno Chilenia en el margen gondwánico. Compren-
grupos: de a las fajas Soconcho, La Avispa, La Higuera – Dos
El primero corresponde a fajas transcurrentes dex- Pozos, Guamanes, Altautina y La Laja.
trales paralelas a un arco magmático Precámbrico-
Cámbrico, probablemente relacionadas con la sub- Desarrollo
ducción pampeana aproximadamente a los 535
Ma (Rapela et al. 1996). Comprenden a las fajas Se realizaron una serie de paradas a lo largo de la
Sauce Punco e Ischilín. ruta provincial N° 28, la cual tiene un recorrido
El segundo a fajas de desenraizamiento del orógeno aproximado sobre el paralelo 31°20’S, atravesando
Pampeano Cámbrico, ligadas a las etapas con- el batolito de Achala y el Macizo San Carlos. Las
traccionales póstumas de la colisión del terreno estaciones se enumeran de uno al once en la
Pampia con el margen occidental de Gondwana y al imagen satelital adjunta (Figura 2a y 2b).
comienzo de la subducción famatiniana, aproxima- En las distintas estaciones se tomaron datos petro-
damente a los 490-470 Ma. Poseen cinemática lógicos y estructurales, los cuales serán agrupados
inversa dominante y algunas de ellas tienen tam- según su génesis para comprender más fácilmente
bién movimientos subordinados dextrales indicati- el entorno geológico del área de estudio.
vos de una cizalla general convergente. Compren-
de a las fajas de La Estanzuela, Casa Bamba, San Coordenadas de las estaciones
Marcos, Guamanes, Ambul-Mussi y Los Túneles.
El tercer grupo corresponde a fajas de imbricación Estación 1: Entrada al Batolito de Achala
regional con generación de cabalgamientos con 31° 21' 40" S - 64° 35' 44.7" O
fuerte control reológico que determinan dominios
Estación 2: Falla Del Matadero
de edad, definiendo de este a oeste los dominios
Precámbrico-Cámbrico (ígneo), Cámbrico (meta- 31° 23' 11.6" S - 64° 43' 44.2" O
mórfico de alto a medio grado) y Ordovícico (me- Estación 3: Contacto Occidental del Batolito
tamórfico de alto a medio grado). La edad de es- 31° 17' 57" S - 64° 50' 55.7" O
tas fajas, que oscila entre el Ordovícico superior- Estación 4: Arroyo Chávez (Macizo San Carlos)
Silúrico inferior, reflejaría la intensa contracción de 31° 20' 40.8" S - 64° 55' 23" O
la fase Oclóyica. Estas fajas tienen una cinemática Estación 5: Tala Cañada
inversa, sin movimientos transcurrentes subordina-
31° 20' 32.4" S - 64° 56' 34.4" O
dos y estarían relacionadas con el acercamiento del
terreno Cuyania al margen gondwánico, antes de Estación 6: Volcanes de Pocho
su emplazamiento y colisión final en el Ordovícico 31° 20' 48.7" S - 65° 06' 13.1" O
Superior. Comprende a las fajas Carapé, Guacha Co- Estación 7: Las Palmas
rral y Pachango. 31° 22' 31.7" S - 65° 17' 21" O
Finalmente, el cuarto grupo es el de las fajas Estación 8: Piedras Rosadas
contraccionales achalianas, con cinemáticas que 31° 22' 19.6" S - 65° 19' 45.9" O
indican movimientos transcurrentes e inversos. Son
Estación 9: Los Túneles
las menos desarrolladas y reactivan fajas anteriores,
registrando una actividad deformacional que se 31° 22' 27.3" S - 65° 22' 26.2" O
extendería hasta el Devónico inferior, momento de Estación 10: La Mermela
la amalgamación definitiva del terreno Cuyania, 31° 21' 54.4" S - 65° 24' 53.1" O
coincidente con el cese del magmatismo famatinia- Estación 11: Las Palmas-Piedras Rosadas
no. Posteriormente, se registra una 31° 22' 27.4" S - 65° 22' 26.7" O
a)

b)

Figura 2. Imágenes satelitales de Sierra Grande y Sierras de Pocho obtenidas con la herramienta Google Earth donde se localizan las estacio-
nes que se describen en el informe. a) estaciones 1 a 5; Sierra Grande (Batolito de Achala y Macizo San Carlos). b) estaciones 6 hasta la 11;
Sierra de Pocho (Las Palmas y Los Túneles).
Batolito de Achala: Estación 1, 2 y 3 En la estación 1 se pueden ver las características
mineralógicas antes descriptas para el batolito, de-
El batolito de Achala es el resultado de una mani- terminando que lo que se observa es un monzogra-
festación del magmatismo devónico- carbonífero nito porfídico de grano grueso, con abundantes fe-
que actuó en la provincia de Córdoba, marcando nocristales de feldespato potásico de 3 cm de largo
el final del magmatismo paleozoico en las Sierras en promedio (Figura 3). Este mineral genera una
Pampenas Orientales (Ramos, 1999). Tiene forma foliación en la roca que indica el flujo magmático, con
similar a una elipse, con un eje mayor de 105 km orientación N 20º, que se acompaña de otros rasgos
en dirección NNE y un eje menor que va desde 25 planares, como diaclasas, debidos a la exhumación
km a 43 km en su zona más ancha, sumando 2500 del granito y a la pérdida de peso por erosión.
km2 de superficie. Es un cuerpo de contactos dis-
cordantes, intruido en metamorfitas regionales
mayoritariamente cámbricas a neoproterozoicas
de la orogenia Pampeana (Lira y Sfragulla, 2014).
El batolito es además discordante con respecto a
algunas fajas de deformación. Corta al norte a la
faja de cizalla Guamanes, al oeste a la faja de Am-
bul-Mussi y al sur a la faja de cizalla Guacha Corral
(Martino, 2003).
Está compuesto de varias series magmáticas y
numerosas facies. Las litologías volumétricamente
dominantes son monzogranitos biotítico-
muscovíticos. En algunos sectores hay
afloramientos de granodioritas y tonalitas, pero
tienen áreas restringidas. Figura 3. Foliación magmática reconocida en el granito porfírico
del batolito de Achala por la orientación de fenocristales de
Los representantes más félsicos son cuerpos me-
feldespato potásico. Biotita como mineral principal dentro de la
nores evolucionados de leucomonzogranito mus-
matriz granítica.
covítico granatífero de ocurrencia localizada en los
márgenes del batolito o como intrusiones aplíticas.
Los representantes de diferenciados pegmatíticos En la matriz se reconoce cuarzo, biotita y muscovi-
intragraníticos que se encuentran, presentan mi- ta, de tamaño fino e inequigranulares. Se pueden
neralización con Be-P-F-Nb-Ta-U-Li y diques aplo- observar algunos cuerpos pegmatíticos de mineralo-
pegmatíticos de mineralogía simple (Lira y Sfragu- gía similar, muy irregulares y difusos de no más de 10
lla, 2014). cm de espesor.
Actualmente existe un acuerdo generalizado en De acuerdo con la datación de circones se pudo
considerar al batolito de Achala como el resultado determinar que el batolito de Achala es de edad
de magmatismo tipo A. Su designación como grani- devónica, es decir aproximadamente 370 Ma (Rapela
to “tipo A aluminoso” intenta destacar su mayor et al. 2008).
grado de aluminosidad respecto de verdaderos Se puede observar también fluorita como mineral
granitos A alcalinos. Esta elevada cantidad de accesorio debido a su contenido anómalo de flúor,
aluminio sería producto de fusión parcial en la asociada con cuarzo producto de greisenización, for-
corteza. mando parte de un evento posterior (determinado
Su contenido anómalo en flúor y las evidencias de como Cretácico) al emplazamiento del batolito.
su redistribución postmagmática lo distinguen no- En el extremo suroeste hay hornfels, producto de
tablemente de los granitoides orogénicos pam- un metamorfismo de contacto con temperaturas de
peanos y famatinianos. Otra característica geo- 480 ºC y presiones de 2 kb. Este cuerpo está empla-
química sobresaliente es su quimismo de alto zado aproximadamente a 4 km de profundidad, por
potasio, que lo sitúa dentro de la clasificación de lo que se lo considera como somero (Baldo 1989, en
granito calcoalcalino. Rapela et al. 1991; Baldo, 1992; Baldo, 1996). La ex-
tensión es reducida por la baja temperatura del
batolito para producir el metamorfismo de contacto,
produciendo que la diferencia de temperatura entre
el intrusivo y la roca de caja sea elevada, lo que ge- deformación a la que fueron sometidos. Algunos
neró una pérdida rápida de calor. cuerpos de anfibolitas y rocas ultramáficas serpenti-
La estación 2 se ubica dentro del granito, al cual se nizadas se pueden reconocer también en la zona de
reconoce como muscovítico y muy diaclasado. El estudio.
feldespato potásico y el cuarzo constituyen la mi- El contacto granito-metamorfitas es más irregular
neralogía predominante, pero con granulometría que en el borde oriental y abarca varios kilómetros.
más fina que en la parada anterior. Desde el contacto con el batolito hasta el flanco
En esta estación se observan aproximadamente 300 occidental de la Sierra Cumbre de Gaspar,
m de rocas fracturadas, determinando una zona de predomina el gneis tonalítico-biotítico, que se hace
falla (Figura 4) donde, al no poderse definir un progresivamente más grueso y migmático hacia el
plano, no es posible realizar mediciones de rumbo y oeste (Guereschi y Martino, 2014).
buzamiento. Sin embargo, la orientación general de
la zona de falla es N-S.
Macizo San Carlos: Estación 4 y 5
Rellenando las diaclasas hay calcedonia, fluorita
masiva y cuarzo, además de carbonato y yeso en
venillas. En algunos sectores también pueden ob- El Macizo San Carlos, del Precámbrico a Paleozoico
servarse óxidos de hierro, como hematita, debido a inferior, ocupa un área superior a 1.000 km2 en el
la elevada alteración de las micas. La presencia de sector centro-occidental de las Sierras Pampeanas
óxidos es lo que le otorga a la zona una coloración de Córdoba. Su límite hacia el oeste son contactos
rojiza, como puede apreciarse en la figura 4. netos a transicionales con la faja de deformación
Los Túneles, en la Sierra de Pocho. Su límite este es la
Cumbre de Gaspar, en contacto tectónico con la faja
de deformación Guamanes, donde afloran las dia-
texitas tonalíticas San Ignacio (Guereschi y Martino,
2014).
El perfil transversal de esta área por la ruta Nº 28
muestra cómo se pasa gradualmente de los gneises
de dos micas de la Cumbre de Gaspar a metatexitas y
luego, en el macizo migmático, a diatexitas con
abundantes nódulos o granos de cordierita asociada
con cantidades muy variables de granate, coinciden-
te con lo dicho por Gordillo (1979), quien encontró
que la mayoría de las rocas de la región contienen
cordierita o son adyacentes a rocas cordieríticas.
Las rocas más comunes y de mayor distribución re-
gional son diatexitas cordieríticas de color gris, con
aspecto tonalitoide y con frecuentes restos paleoso-
máticos (Gordillo, 1979, 1984; Bonalumi et al. 1999).
Estas migmatitas tienen intercalaciones menores de
metatexitas (Guereschi y Martino, 1999).
Figura 4. Zona de falla de Mataderos en Pampa de San Luis, Sierra Las metatexitas aflorantes presentan una estructura
Grande, vista al sur. estromatítica, con leucosomas de color blanco for-
mados por cuarzo y plagioclasa principalmente,
mientras que el feldespato potásico es escaso.
La estación 3 se encuentra sobre el contacto oc-
cidental del batolito de Achala con la faja de defor- La textura de los leucosomas es granoblástica a porfi-
mación Guamanes. Esta faja es pre-batolítica, de roblástica. Los melanosomas son muy delgados y están
edad ordovícica-silúrica (Gordillo, 1979). Litológica- formados por abundante biotita de grano grueso y
mente está conformada por milonitas micáceas escaso granate con inclusiones de sillimanita. Los me-
recristalizadas con foliación N 28º/90º, ricas en cuar- sosomas son de color gris y presentan un aspecto
zo, biotita y en menor medida en muscovita. Las gnéisico, compuestos por cuarzo, plagioclasa, biotita,
rocas presentan lentes de cuarzo que le dan el cordierita y granate. La cordierita puede llegar a
aspecto de ojo característico. A su vez, estos cuar- dominar modalmente hasta formar bandas a escala
zos tienen una tonalidad azulada a causa de la del centímetro (Guereschi y Martino, 2014).
Hacia el oeste de la diatexita Juan XXIII se encuentra potásico y plagioclasa en una matriz granoblástica
la estación 4. Allí afloran migmatitas estromatíticas compuesta por cuarzo, plagioclasa, feldespato potá-
(Figura 5) con leucosomas de color blanco y grano sico, cordierita, granate y sillimanita. No se encuen-
medio, concordantes con el encajonante. tra biotita ya que estamos en facies de Granulitas
Los leucosomas están formados por cuarzo, plagio- (Figura 6).
clasa y feldespato potásico. El melanosoma, de
espesor milimétrico, se compone principalmente de
biotita. Como minerales accesorios se puede reco-
nocer muscovita de grano fino a medio.
Por tratarse de una estromatita, se sabe que el
grado metamórfico es alto y que la anatexis fue pro-
ducida por un magma in situ, por lo que la muscovita
presente debería provenir de una posible inyección,
la cual se podría dar en los bancos con mayor po-
tencia.
Otra evidencia son las grandes venas de granitos
granatíferos (Figura 5), las cuales se consideran
generadas por la inyección de fundidos anatécticos
del entorno migmático (Guereschi y Martino, 2014).
Se puede observar un reemplazo pseudomórfico de
biotita según granate, llegando a ser parcial o in-
cluso total en algunos sectores.

Figura 6. Diatexita Juan XXIII, dentro del Macizo San Carlos, con
estructura nebulítica. Posee textura porfiroblástica con desarrollo
de porfiroblastos de feldespato potásico y plagioclasa en matriz
granoblástica sin biotita.

Esta roca contiene, además, numerosos enclaves y


xenolitos de variada naturaleza y tamaño (Figura 7).

Figura 5. Migmatitas estromatíticas de grano medio, dentro del


Macizo San Carlos. Leucosoma formado por cuarzo, plagioclasas
y feldespato potásico. Melanosoma compuesto principalmente
por biotita.

La estación 5 se encuentra próxima al poblado de


Tala Cañada, con un paisaje bochiforme característi-
co de toda la región. Figura 7. Enclaves y xenolitos vistos en la diatexita Juan XXIII,
ubicada en el Macizo San Carlos.
En la estación afloran las diatexitas Juan XXIII, las
cuales son uno de los principales cuerpos de grani-
toides anatécticos que se reconocen dentro de las
migmatitas del sector sudeste del Macizo San Car-
los (Gordillo, 1984; Bonalumi et al. 1999).
La diatexita Juan XXIII es una roca con una fábrica
prácticamente homogénea que presenta una estruc-
tura nebulítica. Su textura es porfíroblástica, con
un gran desarrollo de porfiroblastos de feldespato
Complejo volcánico Pocho: Estación 6 La roca predominante en este complejo volcánico
es la andesita. Se pudieron identificar ciertos minera-
El Complejo Volcánico terciario de Pocho se ubica les tales como anfíboles, plagioclasa y feldespato
en el ámbito de las Sierras Pampeanas de Córdoba, potásico de tipo sanidina (Figura 8). En general, los
a 700 km desde la fosa de Chile-Perú en el clastos son angulosos, matriz soportados y mal se-
segmento de subducción horizontal (de 5º a 10º) de leccionados. Además, los fragmentos corresponden al
los Andes Centrales, entre los 28º S y 33º S de lati- tamaño ceniza o lapilli. Por otro lado, se aprecian al-
tud, y es el campo volcánico más oriental relacio- gunas bombas volcánicas (Figura 9).
nado con la zona de subducción andina (Kay y
Gordillo 1994). El vulcanismo de Pocho es del Mio-
ceno superior y está compuesto por domos, diques
y depósitos piroclásticos de distribución radial
(Arnosio, 2014).
Entre los 20 y 10 Ma el foco principal de actividad
magmática se localizó en la Cordillera Principal y
Cordillera Frontal hasta la Precordillera (Jordan et
al. 1989). A partir de ese período, el magmatismo
migró hacia el este, desarrollándose principal-
mente en las Sierras Pampeanas, debido a la so-
merización de la placa de Nazca durante el Terciario
superior. El vulcanismo de Pocho fue contemporá-
neo con la estructuración de las Sierras de Córdo-
ba (Kay et al. 1996).
El complejo volcánico Pocho está constituido por
una amplia variedad de rocas volcánicas, que con-
forman domos, cuerpos subvolcánicos, diques y
rocas volcaniclásticas primarias y secundarias. La Figura 8. Andesita, roca predominante en el Complejo Volcánico
composición de las rocas varía de traquiandesitas de Pocho. Se observaron principalmente anfíboles, plagioclasa y
basálticas a traquitas/traquidacitas de la serie cal- feldespato potásico.
coalcalina alta en K y shoshonítica (Arnosio et al.
2014).
Las rocas volcaniclásticas primarias constituyen la
mayor parte de los depósitos que construyeron el
edificio volcánico, representadas principalmente por
ignimbritas, depósitos de flujos de escorias, depósi-
tos de flujos de bloques y ceniza, depósitos hi-
dromagmáticos y depósitos de caída. Asimismo, se
registra una participación importante de depósitos
volcaniclásticos secundarios, producto de eventos
de destrucción del edificio volcánico (Arnosio et al.
2014).
En la estación 6 pueden observarse tres sectores
principales, el occidental, el centro y el oriental. El
primero se constituye de cerros aislados de vulca-
nitas sobre basamento metamórfico sin presencia
de rocas piroclásticas, debido a la acción de la me-
teorización y erosión. En el centro del complejo
aflora el basamento. Hay un cuerpo granítico
anatéctico, definido como granito S son presen-
Figura 9. Rocas volcaniclásticas con clastos angulosos, matriz
cia de sillimanita. El sector oriental está compues-
soportados y mal seleccionados. Pueden observarse bombas
to de facies piroclásticas. volcánicas.
Migmatitas Las Palmas-Piedras Rosadas: Estación 7, la gran abundancia en la roca original (Guereschi y
8 y 11 Martino, 2014).
Lo dicho anteriormente viene dado por la reacción: Bt
Hacia el sudoeste de la Sierra de Pocho, afloran + Pl + Sil + Qtz = |Grt + Crd| + Kfs.
metatexitas estromatíticas conocidas primeramente El contacto entre la migmatita Las Palmas y la mig-
como “Gneis Las Palmas” por Gordillo (1984) y matita Piedras Rosadas se encuentra en las cerca-
redefinidas como migmatitas por Guereschi y nías de la estación 8 y 11. Dicho contacto está dado
Martino (2014). Constituyen una faja longitudinal por una falla inversa, determinada por el sentido de
de unos 7 km de ancho por 15 km de largo. movimiento que muestran las estrías de falla. La
Las Palmas es una metatexita estromatítica muy orientación del plano de falla es N 261°/ 48° N. Como
aluminosa, que presenta leucosomas compuestos evidencia de la falla también se encontró harina de
principalmente por cuarzo y plagioclasa. Los me- falla en la zona de estudio.
lanosomas están conformados por biotita, granate Piedras Rosadas es una diatexita cordierítica de as-
y sillimanita. pecto granitoide (Gordillo, 1984). Presenta una es-
La roca presenta una textura gnéisica bandeada tructura nebulítica, y su paragénesis mineral es
donde puede verse boudinage y microplegamiento feldespato potásico, biotita, cordierita, plagioclasa,
con tamaños variables, alcanzando valores de hasta granate y sillimanita. Hacia el oeste, las migmatitas
50 cm de radio (Guereschi y Martino, 2014). (Figura Piedras Rosadas pasan en contacto transicional a las
10) milonitas y protomilonitas de la faja de deformación
dúctil Los Túneles (Martino, 2003). Todo el cuerpo
aflorante presenta intrusiones tabulares muy de-
formadas de diques pegmatíticos de composición
granítica, abundante en cuarzo y berilo en zonas in-
termedias, con espesores que van desde los centíme-
tros hasta el metro.

Milonitas gnéisicas Los Túneles y Filitas Quebrada


de la Mermela: Estación 9 y 10

El llamado “Gneis de Los Túneles” por Gordillo


(1984), y también redefinidos como milonitas gnéisi-
cas Los Túneles (Martino, 2003), es una roca de
grano grueso compuesta por “ojos” redondos a
Figura 10. Metatexita estromatítica Las Palmas, en Sierra de
Pocho. Leucosomas compuestos principalmente de cuarzo y
ovoides y venas lentiformes formadas principalmen-
plagioclasa. Melanosomas conformados por biotita, granate y te por oligoclasa, cuarzo y escaso granate en una
sillimanita. Se observa textura gnéisica bandeada con microple- matriz conformada por biotita, muscovita, plagioclasa
gamientos. y sillimanita.
La migmatita alterna con cuarcitas biotíticas, anfi- En la estación 9 se le otorgó el nombre de gneis de
bolitas de grano fino y ocasionalmente con pe- ojos a la roca observada, cuyas características in-
queños cuerpos tonalitoides que no contienen gra- cluyen grano medio, coloración grisácea y presencia
nate, sillimanita ni cordierita. de ojos sigmoidales de feldespato potásico, plagio-
clasa y cuarzo. A su vez, tiene foliación N 330º/73º
La migmatita Las Palmas no contiene muscovita y la
E dada principalmente por la orientación de las mi-
sillimanita está en equilibrio con la biotita. En el
cas y la sillimanita, orientadas paralelamente a esta
caso de haber muscovita esta es retrógrada.
foliación. También hay venas deformadas de cuarzo.
A la altura de la ruta Nº 28 se ve una inestabilidad Todo esto inserto en una matriz de biotita, cuarzo y
del par sillimanita-biotita, con formación incipiente muscovita.
de cordierita. Progresivamente hacia el oeste, entre
La fábrica puede definirse como gnéisica por la pre-
el arroyo Piedras Rosadas y Las Águilas, se vuelve
sencia de placas gruesas de varios centímetros y pla-
maciza y granitoide, aumentando su contenido de
nos ondulados.
cordierita y disminuyendo el de sillimanita, la que
no alcanza a desaparecer completamente debido a
La milonita gnéisica se ubica dentro de la faja de Las filitas tienen una fábrica generada por blástesis
deformación Los Túneles, que se dispone en direc- orientada de filosilicatos (S1), paralela al plano axial
ción norte-sur, con 75 km de largo y 1 a 5 km de de pliegues asimétricos, recumbentes, apretados a
ancho. Está limitada al oeste por la falla de Pocho isoclinales con vergencia al oeste. Cerca de la zona
y la zona de falla La Mermela. El límite este es el de charnela de estos pliegues, se puede reconocer el
contacto neto con las rocas del macizo San Car- plano S0 de sedimentación (Martino y Guereschi,
los y el contacto transicional con el gneis Las 2014).
Palmas. Hacia el sur, limita con la faja de defor- En conjunto, las filitas forman un cuerpo homoclinal
mación Pachango y, hacia el norte, se extiende buzante de manera suave al este, con algunos des-
paralelamente a las sierras de Pocho y Guasapam- víos hacia el oeste producto de un plegamiento de
pa (Martino et al. 1999a, 2003). poca amplitud y gran longitud de onda, con planos
Se reconoce una variación textural y mineralógica axiales verticales y ejes horizontales. La orientación
en las rocas a lo largo de la faja Los Túneles, que va general de la estructura homoclinal es N 346°/16° E
desde milonitas al norte, pasando por protomiloni- (Martino y Guereschi, 2014).
tas y llegando finalmente a las estromatitas poco Además de la presencia de los pliegues menciona-
deformadas de La Aguadita al sur. En los sectores dos, en la zona de falla La Mermela se observan
centro y sur de la faja, se intercalan grandes clas- pliegues en chevron (Figura 11), con planos axiales
tos de anfibolitas plegadas, gneises cuarzosos, N 10°/ 45° O y producidos por efectos de arrastre
cuarcitas calcosilicáticas, escasos mármoles y rocas de la interacción entre rocas miloníticas de la faja de
ultramáficas. (Martino, 2003). deformación Los Túneles y las filitas de la Formación
La faja Los Túneles se interpreta como una faja de La Mermela durante la deformación terciaria (Mar-
deformación dúctil, con movimiento inverso del tino, 2003). Algunas de las kink bands y chevrones
techo hacia N 230°, que superpone rocas en zona evolucionan a fallas inversas formando pliegues de
de sillimanita + feldespato potásico de la migmatita arrastre y fuerte trituración y cataclasis sobre el
Las Palmas, sobre La Aguadita en zona de sillimanita plano de falla (Guereschi y Martino, 2014).
+ muscovita. Este conjunto está cabalgado, a su vez,
sobre los gneises y esquistos de Mojigasta a lo largo
de la faja de deformación Pachango (Martino,
2003).
La faja Los Túneles es posmetamórfica con respecto
a las metamorfitas regionales y preplutónica con
respecto al plutón de Charquina. La edad de la de-
formación estaría acotada entre el Cámbrico su-
perior y el Ordovícico inferior (509-474 Ma)
(Martino, 2003).
Limitando hacia el este con la milonita gnéisica Los
Túneles y al oeste con la Formación Chancaní
(sedimentitas del Paleozoico superior), a través de
fallas inversas, se encuentran las filitas La Mermela,
vistas en la estación 10. Estas rocas afloran en el
margen occidental de la Sierra de Pocho y están
limitadas por la falla de Pocho al oeste y la zona de
falla de la Mermela al este, ambas de carácter in-
verso y formando estructuralmente un caballo de
falla o horse (Martino, 2003).
La asociación mineralógica dominante en estas Figura 11. Filitas de Quebrada de las Mermelas, en la región occi-
rocas es cuarzo + plagioclasa + muscovita + clorita + dental de Sierras de Pocho. Su asociación mineralógica dominante
es cuarzo, plagioclasa, muscovita, clorita y feldespato potásico. Se
feldespato potásico, con hematita, pirita, turmalina,
observan pliegues en chevron con planos axiales N 10°/ 45° O.
calcita ankerítica, apatita y circón como accesorios
(Baldo, 1996).
Discusiones y conclusiones al. 2007).
La tercer propuesta, y la más aceptada de todas, es
la de la colisión del terreno Córdoba, un arco de islas
En las Sierras de Córdoba, el patrón de distribución oceánico, contra el cratón del Río de la Plata con po-
regional de las migmatitas muestra que los aflo- laridad de subducción hacia el oeste, y posterior coli-
ramientos más importantes de diatexitas forman sión del terreno Grenvilliano de Pampia contra el
mayoritariamente un eje térmico regional forma- margen amalgamado con subducción hacia el este
do por rocas en facies de granulitas en la denomi- (Escayola et al. 2007). Este es el modelo que mejor
nada Faja Granulítica Central (Martino y Guereschi se adapta, según nuestro criterio, a la geología de las
2014). Esta faja está formada por las diatexitas del Sierras de Córdoba.
Macizo San Carlos al NNO y del Grupo Yacanto (Sie- Este modelo consistiría de 5 etapas principales:
rra de Comechingones) al SSE (Figura 1). Esta fa- 1) Una etapa de margen pasivo sobre el Cratón del
ja de diatexitas, de más de 3.000 km2, tiene di- Río de la Plata, con el antepaís estable al este y una
rección NNO-SSE, está interrumpida por el batoli- cuenca oceánica al oeste.
to de Achala y rodeada más o menos regularmen- 2) El margen pasivo del borde oeste del Cratón del
te por metatexitas, gneises, mármoles y anfibolitas Río de la Plata pasa a margen activo. Se forma un ar-
(Martino y Guereschi, 2014). co magmático y un prisma de subducción al oeste.
En la Figura 12 se observa un perfil geológico es- 3) Se produce expansión del retroarco con formación
quematizado de las Sierras de Córdoba en el para- de fondo oceánico al este y desarrollo del arco mag-
lelo 31° 20’ S, basado en el realizado por Gordillo mático.
(1979). En el mismo se puede advertir el sistema 4) Se produciría la colisión. La faja ultramáfica occi-
serrano de la Sierra Chica, La Sierra Grande y la Sie- dental corresponde a la sutura. El cierre de la cuenca
rra de Pocho, con las estructuras y litologías princi- de retroarco produce el emplazamiento tectónico de
pales. Se señalan con números de color verde las las rocas de la faja ultramáfica oriental. La colisión
once estaciones realizadas sobre la ruta provincial sería la responsable de la deformación inicial del
Nº 28 durante el Taller Integral de Campo III, ya margen pasivo occidental, produciéndose una faja
descritas a lo largo del trabajo. plegada periférica con vergencia dominante hacia el
En el informe se realizó una descripción litológica, oeste. La anomalía térmica asociada al eje norte-sur
petrológica y estructural de la zona de estudio en de mayor engrosamiento cortical, produce metamor-
base a las observaciones y recolección de datos en fismo regional de alto grado (M2).
el campo. Con la información obtenida se realizaron 5) Se produce un reajuste isostático normal del oró-
interpretaciones, teniendo como fin establecer los geno colisional (con una probable componente ex-
posibles eventos geológicos que ocurrieron en la tensional) que se ve afectado por un evento de de-
región. formación plegante y de cizalla con componentes
El avance del conocimiento, junto con edades más transcurrentes dextrales, posteriores a M2.
precisas, permitió reconocer diferentes eventos te Kraemer et al. (1995) y Escayola et al. (1996) propu-
tónicos en la región de las Sierras Pampeanas sieron un modelo de evolución tectónica que se ini-
Orientales y proponer tres hipótesis acerca de la cia con la separación de los bloques Pampia y Río de
formación y evolución geológica de las mismas la Plata, la generación de corteza oceánica entre am-
(Ramos et al. 2014). bos y luego la depositación de carbonatos, pelitas y
La primera de las hipótesis es la propuesta por cuarcitas sobre los márgenes pasivos. Al comenzar la
Gromet y Simpson (2000), la cual establece que las subducción debajo del cratón del Río de la Plata, so-
Sierras Pampeanas Orientales se habrían formado bre éste se desarrolló un arco magmático y por de-
por la colisión de una dorsal sísmica activa contra el trás del mismo una zona de extensión y adelgaza-
prisma de acreción del margen cratónico del Río de miento cortical. Esto explicaría la faja ultrabásica de
la Plata. En esa interpretación, las Sierras Pampea- posición más oriental localizada a lo largo de las Sie-
nas Orientales se habrían formado por una contrac- rras Chicas de Córdoba.
ción, principalmente ortogonal, de un prisma acre- Según este modelo, la colisión entre ambos terrenos
cional Neoproterozoico a Cámbrico inferior sobre el se produjo hacia los 750 Ma y determinó la deforma-
margen de Gondwana. ción intensa de las secuencias de margen pasivo, el
La segunda propuesta es la de la colisión de una desarrollo de una faja plegada y corrida con vergen-
dorsal sísmica activa contra el cratón Kalahari y su cia hacia el oeste y el cierre de la cuenca de trasarco.
posterior desplazamiento por una falla transfor- La faja occidental de ofiolitas desmembradas marca
mante dextral hacia su posición actual adosada al la zona de sutura. Finalmente, una reactivación tec-
cratón del Río de la Plata con una colisión posterior tónica hacia los 600-550 Ma produjo fracturación y
con las Sierras Pampeanas Occidentales (Rapela et acortamiento cortical, exhumando rocas con meta-
morfismo de alto grado (gneises granatíferos y cor- evento se ve reflejado por depósitos volcánicos
dieríticos, diatexitas y metatexitas) que yacían a secundarios. (Arnosio et al. 2014).
más de 20 kilómetros de profundidad. Estos blo- Finalmente, y gracias al estudio petrológico y rela-
ques fallados están limitados por fajas de cizalla. En ciones estructurales de los diferentes afloramien-
el frente de la faja plegada y corrida se desarrolló
tos, se pudo determinar en el campo una datación
una cuenca de antepaís periférico, llamada antefosa
puncoviscana, la que, por su edad e historia geoló- relativa de los sucesos en los cuales se vieron afec-
gica, es correlacionada por estos autores con el cin- tadas las diferentes rocas de las Sierras de Córdoba
turón plegado de Paraguay –Araguaia de Brasil y a lo largo del paralelo 31° 20’. La primera sería la
representaría la continuación al sur del lineamiento migmatita de Las Palmas, luego la migmatita Juan
Transbrasiliano. La principal deficiencia del modelo XXIII, proseguirían las milonitas gnéisicas de Los Tú-
es que aún no se cuentan con estudios estructura- neles para finalmente llegar al grado metamórfico
les que muestren en forma irrefutable la existencia
más bajo, donde se encuentran las filitas de la Que-
de una deformación previa con vergencia hacia el
este. brada de la Mermela. Cabe destacar que Martino
Esta vergencia, que ya era indicada en el sector et al. 2003 encontró en la zona de cizalla de Los Tú-
oriental de las Sierras Pampeanas Orientales por neles evidencia de una milonitización de alta tem-
Ramos (1988) fue una de las incongruencias princi- peratura debido a una aparente estabilidad del Fel-
pales de esta hipótesis. despato K y la Sillimanita en las migmatitas. Por
Por otro lado, el ordenamiento evolutivo del Maci- otro lado Siegesmund et al (2009) reporto edades
zo San Carlos puede describirse en tres estadios. de circones con métodos de U/Pb de 543.1 ± 3.6
El primero, de edad proterozoica superior a paleo- Ma para la migmatia Las Palmas,. Que sería coinci-
zoica inferior se relaciona con metamorfismo y
dente con la evolución geodinámica propuesta.
deformación dúctil. Un estadio 2, de edad paleo-
zoica superior a mesozoica, que afectó a litologías
rígidas que se deformaron de manera frágil. Final-
mente, en el estadio 3, la deformación compresiva
localizada produjo milonitización en fajas de ciza-
lla. Esta última deformación compresiva se asocia
tentativamente con el ascenso y cabalgamiento de
bloques, acompañados por hidratación.
En la zona de Los Túneles se reconocen dos
inversiones metamórficas. La primera es la faja
Los Túneles (genera milonitas asociadas a cabal-
gamientos de vergencia suroeste), a través de un
régimen de deformación dúctil durante el Cámbri-
co superior-Ordovícico inferior, que yuxtapone
rocas metamórficas de la zona de sillimanita +
feldespato potásico sobre rocas de la zona de
sillimanita + muscovita. La segunda es la zona
de falla La Mermela que, a través de un régimen
deformacional frágil del Terciario, ubica las rocas
de la faja Los Túneles sobre las filitas La Mermela.
A partir del análisis estratigráfico, edades dispo-
nibles y composición química de las rocas, se
propone la evolución del Complejo Volcánico Po-
cho en cuatro eventos. El primer evento (7.9 - 7
Ma), está representado por el emplazamiento de
domos, mientras que, durante el segundo evento,
se construyó la mayor parte del edificio volcáni-
co constituido por facies ignimbríticas (7 – 5.5
Ma). El tercer evento (6 – 4.7 Ma) queda repre-
sentado por cuerpos dómicos de magmatismo al-
calino con tendencia shoshonítica, que estarían
asociados a la fusión de la corteza, como fue
mencionado con anterioridad. El cuarto y último
Figura 12. Perfil geológico esquematizado de las Sierras de Córdoba en el paralelo 31° 20’ S. Modificado de Gordillo 1979.
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