Informe TIC3
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RESUMEN
Las Sierras Pampeanas de Córdoba constituyen el grupo más oriental de la provincia geológica Sierras Pam-
peanas. Están conformadas por una serie de cordones montañosos compuestos por un basamento metamór-
fico polideformado en el Proterozoico tardío–Paleozoico temprano, imbricados por zonas de cizalla dúctil
contraccionales con edades probables del Paleozoico medio (Ordovícico-Silúrico) y tardío (Devónico- Car-
bonífero) e intruídas por granitoides paleozoicos. Las rocas predominantes en el complejo metamórfico son las
migmatitas, tanto diatexitas cordieríticas como metatexitas, observadas a través de las diferentes paradas
realizadas sobre la ruta provincial Nº 28. Las condiciones metamórficas van desde el grado medio al alto,
llegando a fusión parcial en facies de granulitas en ciertas ubicaciones. Al oeste y noroeste de las Sierras de
Córdoba, en la Quebrada de La Mermela, afloran filitas de grado bajo. El complejo metamórfico fue afectado,
durante el Paleozoico, por fajas de deformación dúctil que generaron rocas miloníticas. Entre las rocas ígneas
que intruyen el complejo metamórfico se destacan el batolito de Achala y de Cerro Áspero (Devónico superior),
además de plutones menores de distintas edades (Cámbrico al Carbonífero). En el sector centro-oeste de las
Sierras de Córdoba se destaca un grupo importante de vulcanitas de asociación alcalina y depósitos piroclásticos
neógenos, denominados Complejo Volcánico Pocho.
El informe se centra en la descripción litológica y estructural de la geología de las Sierras de Córdoba a lo largo
de once estaciones realizadas sobre el paralelo 31° 20’ S. El objetivo final es la elaboración de un perfil geológico
para esa latitud.
Introducción Las sierras Pampeanas Orientales corresponden a
un orógeno que abarca a las Sierra Norte, Grande y
El Macizo de San Carlos ocupa un área aproximada Chica de Córdoba, la Sierra de los Comechingones y
de 1.000 km2 en el sector centro-occidental de las la parte oriental de las Sierras de San Luis. Las Sie-
Sierras Pampeanas de Córdoba, limitado al este con rras Pampeanas Occidentales, en cambio, están
Cumbre de Gaspar y al oeste con la Sierra de Pocho. constituidas por las Sierras Pampeanas de las pro-
Tiene edad precámbrica a paleozoica inferior. Está vincias de Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan
constituido predominantemente por rocas meta- y el sector occidental de San Luis.
mórficas de alto grado (diatexitas y metatexitas). Las Sierras de Córdoba (Figura 1) están constituidas
En menor proporción se encuentran mármoles por una serie de cordones montañosos formados
forsteríticos y clinohumíticos, anfibolitas diopsídi- por un basamento metamórfico polideformado en
cas, gneises biotíticos granatíferos y gneises calcosi- el Proterozoico tardío–Paleozoico temprano, imbri-
licatados bandeados. Además, se reconocen nu- cados por zonas de cizalla dúctil contraccionales de
merosos filones ácidos con textura pegmatoide, probables edades del Paleozoico medio (Ordovíci-
intercalados con los mármoles de la región (Gue- co-Silúrico) y tardío (Devónico- Carbonífero) e in-
reschi y Martino, 1999). truídas por granitoides paleozoicos. En el margen
El siguiente informe se centra en la descripción li- oeste de las sierras, al pie de la Sierra de Pocho,
tológica, petrológica y estructural de la zona en existen pequeños afloramientos de sedimentitas
base a los datos de campo obtenidos durante el continentales carboníferas-pérmicas. Hacia el este,
Taller Integral de Campo III. Con la información ob- en la Sierra Chica, se encuentran importantes aflo-
tenida se realizaron interpretaciones, teniendo co- ramientos de sedimentitas rojas continentales aso-
mo fin establecer los posibles eventos geológicos ciadas a diques y coladas basálticas del Cretácico.
que ocurrieron en la región. Los cordones tienen orientación meridiana y están
limitados por fallas inversas terciarias vergentes al
El trabajo se ubica en las Sierras de Córdoba, las
oeste. Se encuentran separados por sedimentos
cuales se extienden por aproximadamente 500 km
intermontanos Mesozoicos y Cenozoicos. A su vez,
de largo y 150 km de ancho, entre los 29°00’ -
emergen como un conjunto de la llanura Chaco-
33°30’ latitud sur y 64°00’ - 65°30’ longitud oeste.
Pampeana de edad cuaternaria. En el sector centro-
El área estudiada se ubica en la pedanía Tala Ca- oeste se destaca, además, un grupo importante de
ñada del departamento Pocho de la provincia de vulcanitas traquiandesíticas y depósitos piroclásti-
Córdoba, 120 km al oeste de la ciudad de Córdoba, cos neógenos que se sobreponen al paisaje de
accediendo por la ruta provincial Nº 28. Se corres- bloques basculados mayoritariamente al este por
ponde con el bloque bajo de la falla regional lla- las fallas mencionadas (Guereschi y Martino, 2014).
mada Sierra Grande y la Cumbre de Gaspar.
Las rocas predominantes en el complejo metamór-
fico son las migmatitas, tanto diatexitas cordieríti-
Marco geológico cas como metatexitas, y los gneises tonalíticos
biotíticos, generalmente con granate y menos
Las Sierras Pampeanas de Córdoba constituyen el frecuentemente con sillimanita. En menor pro-
grupo más oriental de la Provincia Geológica Sierras porción, se encuentran ortogneises, anfibolitas,
Pampeanas (Figura 1). Está conformada por cuatro mármoles, rocas calcosilicáticas, rocas máficas y
cordones mayores (las Sierras de Guasapampa, ultramáficas. Las condiciones metamórficas van
Pocho y Altautina; Sierra Grande y de los Come- desde el grado medio al alto, alcanzando la facies
chingones; Sierras Chicas y de las Peñas; y Elevación de granulitas con fusión parcial en rocas de com-
Pampeana) y dos menores (Sierras de Ciénaga del posición adecuada. En sectores localizados de las
Coro y del Tigre) compuestos por rocas cristalinas Sierras de Córdoba, principalmente al oeste y no-
de edad precámbrica a paleozoica inferior y grani- roeste, afloran esquistos cuarzo-micáceos y filitas
toides Paleozoicos, orientados norte- sur y separa- de grados medio a bajo. El complejo metamórfico
dos por sedimentos intermontanos Mesozoicos y ha sido afectado por varias fajas de deformación
Cenozoicos. Actualmente esta provincia geológica dúctil paleozoicas que generaron rocas de la serie
se encuentra dividida en las Sierras Pampeanas de las milonitas. Entre las rocas ígneas que intruyen
Orientales y las Sierras Pampeanas Occidentales.
el complejo metamórfico se destacan los grandes
batolitos de Achala y de Cerro Áspero, del Devónico
superior, además de plutones menores de edades
variadas, que van del Cámbrico al Carbonífero
(Guereschi y Martino, 2014).
Figura 1. Mapa geológico de las Sierras Pampeanas de Córdoba (Guereschi y Martino, 2014) mostrando la ubicación de
los afloramientos de migmatitas. EBT: Esquistos Bandeados Tuclame, FDG: faja de deformación Guamanes, LF: plutón La Fron-
da, SCT: Sierra de Cuniputo-Totoralejo, FDC: faja de deformación Carapé, FDLT: faja de deformación Los Túneles, FDLH-DP:
faja de deformación La Higuera-Dos Pozos, CG: Cumbre de Gaspar, CVP: Complejo Volcánico Pocho, EGM: Esquistos y Gneises
Mojigasta, FDS: faja de deformación Soconcho, FDGC: faja de deformación Guacha Corral, GSC: Grupo Sierra de los Cóndo-
res, FDLL: faja de deformación La Laja. Figura extraída del Relatorio del XIX Congreso Geológico Argentino- Córdoba,
capítulo: Las migmatitas de las Sierras de Córdoba (Guereschi y Martino, 2014).
Martino (2003) reconoce y describe un total de 16 reactivación importante o el desarrollo de nuevas
fajas de deformación dúctil en las Sierras de Córdo- fajas de deformación alrededor del límite Devónico-
ba, las cuales mediante una descripción general de Carbonífero, que serían la expresión de la orogenia
las rocas de falla que las conforman, su estructura Chánica producida por el emplazamiento del te-
interna, sus límites y dimensiones, las ordena en 4 rreno Chilenia en el margen gondwánico. Compren-
grupos: de a las fajas Soconcho, La Avispa, La Higuera – Dos
El primero corresponde a fajas transcurrentes dex- Pozos, Guamanes, Altautina y La Laja.
trales paralelas a un arco magmático Precámbrico-
Cámbrico, probablemente relacionadas con la sub- Desarrollo
ducción pampeana aproximadamente a los 535
Ma (Rapela et al. 1996). Comprenden a las fajas Se realizaron una serie de paradas a lo largo de la
Sauce Punco e Ischilín. ruta provincial N° 28, la cual tiene un recorrido
El segundo a fajas de desenraizamiento del orógeno aproximado sobre el paralelo 31°20’S, atravesando
Pampeano Cámbrico, ligadas a las etapas con- el batolito de Achala y el Macizo San Carlos. Las
traccionales póstumas de la colisión del terreno estaciones se enumeran de uno al once en la
Pampia con el margen occidental de Gondwana y al imagen satelital adjunta (Figura 2a y 2b).
comienzo de la subducción famatiniana, aproxima- En las distintas estaciones se tomaron datos petro-
damente a los 490-470 Ma. Poseen cinemática lógicos y estructurales, los cuales serán agrupados
inversa dominante y algunas de ellas tienen tam- según su génesis para comprender más fácilmente
bién movimientos subordinados dextrales indicati- el entorno geológico del área de estudio.
vos de una cizalla general convergente. Compren-
de a las fajas de La Estanzuela, Casa Bamba, San Coordenadas de las estaciones
Marcos, Guamanes, Ambul-Mussi y Los Túneles.
El tercer grupo corresponde a fajas de imbricación Estación 1: Entrada al Batolito de Achala
regional con generación de cabalgamientos con 31° 21' 40" S - 64° 35' 44.7" O
fuerte control reológico que determinan dominios
Estación 2: Falla Del Matadero
de edad, definiendo de este a oeste los dominios
Precámbrico-Cámbrico (ígneo), Cámbrico (meta- 31° 23' 11.6" S - 64° 43' 44.2" O
mórfico de alto a medio grado) y Ordovícico (me- Estación 3: Contacto Occidental del Batolito
tamórfico de alto a medio grado). La edad de es- 31° 17' 57" S - 64° 50' 55.7" O
tas fajas, que oscila entre el Ordovícico superior- Estación 4: Arroyo Chávez (Macizo San Carlos)
Silúrico inferior, reflejaría la intensa contracción de 31° 20' 40.8" S - 64° 55' 23" O
la fase Oclóyica. Estas fajas tienen una cinemática Estación 5: Tala Cañada
inversa, sin movimientos transcurrentes subordina-
31° 20' 32.4" S - 64° 56' 34.4" O
dos y estarían relacionadas con el acercamiento del
terreno Cuyania al margen gondwánico, antes de Estación 6: Volcanes de Pocho
su emplazamiento y colisión final en el Ordovícico 31° 20' 48.7" S - 65° 06' 13.1" O
Superior. Comprende a las fajas Carapé, Guacha Co- Estación 7: Las Palmas
rral y Pachango. 31° 22' 31.7" S - 65° 17' 21" O
Finalmente, el cuarto grupo es el de las fajas Estación 8: Piedras Rosadas
contraccionales achalianas, con cinemáticas que 31° 22' 19.6" S - 65° 19' 45.9" O
indican movimientos transcurrentes e inversos. Son
Estación 9: Los Túneles
las menos desarrolladas y reactivan fajas anteriores,
registrando una actividad deformacional que se 31° 22' 27.3" S - 65° 22' 26.2" O
extendería hasta el Devónico inferior, momento de Estación 10: La Mermela
la amalgamación definitiva del terreno Cuyania, 31° 21' 54.4" S - 65° 24' 53.1" O
coincidente con el cese del magmatismo famatinia- Estación 11: Las Palmas-Piedras Rosadas
no. Posteriormente, se registra una 31° 22' 27.4" S - 65° 22' 26.7" O
a)
b)
Figura 2. Imágenes satelitales de Sierra Grande y Sierras de Pocho obtenidas con la herramienta Google Earth donde se localizan las estacio-
nes que se describen en el informe. a) estaciones 1 a 5; Sierra Grande (Batolito de Achala y Macizo San Carlos). b) estaciones 6 hasta la 11;
Sierra de Pocho (Las Palmas y Los Túneles).
Batolito de Achala: Estación 1, 2 y 3 En la estación 1 se pueden ver las características
mineralógicas antes descriptas para el batolito, de-
El batolito de Achala es el resultado de una mani- terminando que lo que se observa es un monzogra-
festación del magmatismo devónico- carbonífero nito porfídico de grano grueso, con abundantes fe-
que actuó en la provincia de Córdoba, marcando nocristales de feldespato potásico de 3 cm de largo
el final del magmatismo paleozoico en las Sierras en promedio (Figura 3). Este mineral genera una
Pampenas Orientales (Ramos, 1999). Tiene forma foliación en la roca que indica el flujo magmático, con
similar a una elipse, con un eje mayor de 105 km orientación N 20º, que se acompaña de otros rasgos
en dirección NNE y un eje menor que va desde 25 planares, como diaclasas, debidos a la exhumación
km a 43 km en su zona más ancha, sumando 2500 del granito y a la pérdida de peso por erosión.
km2 de superficie. Es un cuerpo de contactos dis-
cordantes, intruido en metamorfitas regionales
mayoritariamente cámbricas a neoproterozoicas
de la orogenia Pampeana (Lira y Sfragulla, 2014).
El batolito es además discordante con respecto a
algunas fajas de deformación. Corta al norte a la
faja de cizalla Guamanes, al oeste a la faja de Am-
bul-Mussi y al sur a la faja de cizalla Guacha Corral
(Martino, 2003).
Está compuesto de varias series magmáticas y
numerosas facies. Las litologías volumétricamente
dominantes son monzogranitos biotítico-
muscovíticos. En algunos sectores hay
afloramientos de granodioritas y tonalitas, pero
tienen áreas restringidas. Figura 3. Foliación magmática reconocida en el granito porfírico
del batolito de Achala por la orientación de fenocristales de
Los representantes más félsicos son cuerpos me-
feldespato potásico. Biotita como mineral principal dentro de la
nores evolucionados de leucomonzogranito mus-
matriz granítica.
covítico granatífero de ocurrencia localizada en los
márgenes del batolito o como intrusiones aplíticas.
Los representantes de diferenciados pegmatíticos En la matriz se reconoce cuarzo, biotita y muscovi-
intragraníticos que se encuentran, presentan mi- ta, de tamaño fino e inequigranulares. Se pueden
neralización con Be-P-F-Nb-Ta-U-Li y diques aplo- observar algunos cuerpos pegmatíticos de mineralo-
pegmatíticos de mineralogía simple (Lira y Sfragu- gía similar, muy irregulares y difusos de no más de 10
lla, 2014). cm de espesor.
Actualmente existe un acuerdo generalizado en De acuerdo con la datación de circones se pudo
considerar al batolito de Achala como el resultado determinar que el batolito de Achala es de edad
de magmatismo tipo A. Su designación como grani- devónica, es decir aproximadamente 370 Ma (Rapela
to “tipo A aluminoso” intenta destacar su mayor et al. 2008).
grado de aluminosidad respecto de verdaderos Se puede observar también fluorita como mineral
granitos A alcalinos. Esta elevada cantidad de accesorio debido a su contenido anómalo de flúor,
aluminio sería producto de fusión parcial en la asociada con cuarzo producto de greisenización, for-
corteza. mando parte de un evento posterior (determinado
Su contenido anómalo en flúor y las evidencias de como Cretácico) al emplazamiento del batolito.
su redistribución postmagmática lo distinguen no- En el extremo suroeste hay hornfels, producto de
tablemente de los granitoides orogénicos pam- un metamorfismo de contacto con temperaturas de
peanos y famatinianos. Otra característica geo- 480 ºC y presiones de 2 kb. Este cuerpo está empla-
química sobresaliente es su quimismo de alto zado aproximadamente a 4 km de profundidad, por
potasio, que lo sitúa dentro de la clasificación de lo que se lo considera como somero (Baldo 1989, en
granito calcoalcalino. Rapela et al. 1991; Baldo, 1992; Baldo, 1996). La ex-
tensión es reducida por la baja temperatura del
batolito para producir el metamorfismo de contacto,
produciendo que la diferencia de temperatura entre
el intrusivo y la roca de caja sea elevada, lo que ge- deformación a la que fueron sometidos. Algunos
neró una pérdida rápida de calor. cuerpos de anfibolitas y rocas ultramáficas serpenti-
La estación 2 se ubica dentro del granito, al cual se nizadas se pueden reconocer también en la zona de
reconoce como muscovítico y muy diaclasado. El estudio.
feldespato potásico y el cuarzo constituyen la mi- El contacto granito-metamorfitas es más irregular
neralogía predominante, pero con granulometría que en el borde oriental y abarca varios kilómetros.
más fina que en la parada anterior. Desde el contacto con el batolito hasta el flanco
En esta estación se observan aproximadamente 300 occidental de la Sierra Cumbre de Gaspar,
m de rocas fracturadas, determinando una zona de predomina el gneis tonalítico-biotítico, que se hace
falla (Figura 4) donde, al no poderse definir un progresivamente más grueso y migmático hacia el
plano, no es posible realizar mediciones de rumbo y oeste (Guereschi y Martino, 2014).
buzamiento. Sin embargo, la orientación general de
la zona de falla es N-S.
Macizo San Carlos: Estación 4 y 5
Rellenando las diaclasas hay calcedonia, fluorita
masiva y cuarzo, además de carbonato y yeso en
venillas. En algunos sectores también pueden ob- El Macizo San Carlos, del Precámbrico a Paleozoico
servarse óxidos de hierro, como hematita, debido a inferior, ocupa un área superior a 1.000 km2 en el
la elevada alteración de las micas. La presencia de sector centro-occidental de las Sierras Pampeanas
óxidos es lo que le otorga a la zona una coloración de Córdoba. Su límite hacia el oeste son contactos
rojiza, como puede apreciarse en la figura 4. netos a transicionales con la faja de deformación
Los Túneles, en la Sierra de Pocho. Su límite este es la
Cumbre de Gaspar, en contacto tectónico con la faja
de deformación Guamanes, donde afloran las dia-
texitas tonalíticas San Ignacio (Guereschi y Martino,
2014).
El perfil transversal de esta área por la ruta Nº 28
muestra cómo se pasa gradualmente de los gneises
de dos micas de la Cumbre de Gaspar a metatexitas y
luego, en el macizo migmático, a diatexitas con
abundantes nódulos o granos de cordierita asociada
con cantidades muy variables de granate, coinciden-
te con lo dicho por Gordillo (1979), quien encontró
que la mayoría de las rocas de la región contienen
cordierita o son adyacentes a rocas cordieríticas.
Las rocas más comunes y de mayor distribución re-
gional son diatexitas cordieríticas de color gris, con
aspecto tonalitoide y con frecuentes restos paleoso-
máticos (Gordillo, 1979, 1984; Bonalumi et al. 1999).
Estas migmatitas tienen intercalaciones menores de
metatexitas (Guereschi y Martino, 1999).
Figura 4. Zona de falla de Mataderos en Pampa de San Luis, Sierra Las metatexitas aflorantes presentan una estructura
Grande, vista al sur. estromatítica, con leucosomas de color blanco for-
mados por cuarzo y plagioclasa principalmente,
mientras que el feldespato potásico es escaso.
La estación 3 se encuentra sobre el contacto oc-
cidental del batolito de Achala con la faja de defor- La textura de los leucosomas es granoblástica a porfi-
mación Guamanes. Esta faja es pre-batolítica, de roblástica. Los melanosomas son muy delgados y están
edad ordovícica-silúrica (Gordillo, 1979). Litológica- formados por abundante biotita de grano grueso y
mente está conformada por milonitas micáceas escaso granate con inclusiones de sillimanita. Los me-
recristalizadas con foliación N 28º/90º, ricas en cuar- sosomas son de color gris y presentan un aspecto
zo, biotita y en menor medida en muscovita. Las gnéisico, compuestos por cuarzo, plagioclasa, biotita,
rocas presentan lentes de cuarzo que le dan el cordierita y granate. La cordierita puede llegar a
aspecto de ojo característico. A su vez, estos cuar- dominar modalmente hasta formar bandas a escala
zos tienen una tonalidad azulada a causa de la del centímetro (Guereschi y Martino, 2014).
Hacia el oeste de la diatexita Juan XXIII se encuentra potásico y plagioclasa en una matriz granoblástica
la estación 4. Allí afloran migmatitas estromatíticas compuesta por cuarzo, plagioclasa, feldespato potá-
(Figura 5) con leucosomas de color blanco y grano sico, cordierita, granate y sillimanita. No se encuen-
medio, concordantes con el encajonante. tra biotita ya que estamos en facies de Granulitas
Los leucosomas están formados por cuarzo, plagio- (Figura 6).
clasa y feldespato potásico. El melanosoma, de
espesor milimétrico, se compone principalmente de
biotita. Como minerales accesorios se puede reco-
nocer muscovita de grano fino a medio.
Por tratarse de una estromatita, se sabe que el
grado metamórfico es alto y que la anatexis fue pro-
ducida por un magma in situ, por lo que la muscovita
presente debería provenir de una posible inyección,
la cual se podría dar en los bancos con mayor po-
tencia.
Otra evidencia son las grandes venas de granitos
granatíferos (Figura 5), las cuales se consideran
generadas por la inyección de fundidos anatécticos
del entorno migmático (Guereschi y Martino, 2014).
Se puede observar un reemplazo pseudomórfico de
biotita según granate, llegando a ser parcial o in-
cluso total en algunos sectores.
Figura 6. Diatexita Juan XXIII, dentro del Macizo San Carlos, con
estructura nebulítica. Posee textura porfiroblástica con desarrollo
de porfiroblastos de feldespato potásico y plagioclasa en matriz
granoblástica sin biotita.
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