Compendio de Derechocivil I Rafael Rojinas 73-85
Compendio de Derechocivil I Rafael Rojinas 73-85
Compendio de Derechocivil I Rafael Rojinas 73-85
C A P I T U L O 111
caso de este Ultimo tipo de imputación y, por consiguiente, la persona del Estado
es la más amplia y comprensiva, es la personalidad total del derecho; mientras
que todas las demás personas (o sujetos) jurídicos, se presentan sólo como per-
sonificación de partes del orden jurídico. Efectivamente, si separamos del orden
juridico aquellas normas que regulan la conducta de un hombre, y las concc-
bimos aparte como formando una unidad, determinamos con ello e! concepto
de la llamada persona física o individual: ésta es la personificación de ese orden
jurídico parcial. Pero si delimitamos conforme a cualquier punto de vista el con-
junto de normas que regula la conducta recíproca de un conjunto de hombres,
esta parte de la ordenación juridica, u orden parcial, reducido a unidsd, es la
que constituye la llamada persona jurídica o colectiva. Así, pues, el sujeto cie
derecho no es una substancia aparte y fuera del orden juridico, distinta de él, sino
el mismo orden jurídico concebido unitariamente, es decir, la personificación del
orden jurídico, bien en su totalidad (Estado), bien de algunas de sus partes deli-
mitadas según criterios diversos" (Kelsen, Comperidio de T e v í a Geneml del Es-
tado, págs. 124 y 125).
Comentando Ferrara las ideas de Brinz hace notar que para dicho
autor no es posible agrupar al lado de las personas naturales, las llama-
das personas morales o ideales, por no existir idéntica o semejante na-
turaleza entre las mismas; que en realidad lo que existe para los entes
es un patrimonio de destino que viene a sustituir en virtuc!
de su propio fin al sujeto de derecho, es decir, es un subrogado de éste, de
tal manera que ese patrimonio no es de algún sujeto, sino de algunas
cosas, que también pueden ser materia de una regulación jurídica. Por
esto, aun cuando el patrimonio no pertenezca a alguien, sí pertenece a
algo, es decir, a un fin. En este sentido admite Ferrara que es superior
la idea de Brinz a la tesis de la ficción que simplemente parte de un
sujeto fingido, pues como tal no tiene realidad y nada le puede perte-
necer. Invoca también Brinz como un segundo argumento, las fuentes
romanas para demostrar que no reconocieron la distinción moderna entre
personas naturales y jurídicas. Irónicamente se expresa Brinz en sus Pan-
dectas (Pandekten, 3" ed., pág. 226) que: "Con ei mismo resultado
9 1 ,
con que Puchta quiere tener en pie un patrimonio por medio d e una per-
Jona f i n ~ i d a , podremos nosotros fingir que prendemos nuestro cabello
d e un clavo inzagina~ioclavado en la pared". Esta tendencia sólo se ex-
plica por el fenómeno psicológico arraigado fuertemente a la mente
humana de querer personificar los entes, proyectando la propia perso-
nalidad sobre las cosas, o como dice Brinz, en los hombres existe el
82 COMPEhDIO DE DERECHO CIVIL
instinto de pensar que las demás cosas son semejantes a los seres huma-
nos. Por la misma razón consideramos que Dios hizo al hombre a su
imagen y semejanza.
Los patrimonios de destino o afectados a un fin que reconoce Brinz,
son principalmente el Estado, el Municipio, los colegios, las universida-
des, !as fundaciones, pues en todos ellos se alcanza la unidad en razón
U d fin.
Aun cuando Eerrara admite que la n o c i h de fin es una conquista
iinportantc en la teoría de la personalidad jurídica, no acepta la exjs-
ten& de dcrechos sin sujeto, pues éste es necesariamente el apoyo de
tales facultades y el término lógico en toda relación jurídica que sólo
puede darse entre sujetos, de lo contrario tanto el derecho corno la re-
lación quedarían en el vacío.
De todo lo expuesto se concluye que la idea de fin de los patri-
monios de destino no es bastante para sustituir al sujeto titular de los
" mismos, teniendo razón Zitelmann al decir que la distinción entre per-
tinere ad aliquem y pertinere ad aliquid es en realidad un juego de pa-
labras. Además, !a tesis de Brinz trae consigo una alteración básica de
todos los principios del derecho y especialmente de las instituciones ci-
viles, pues la propiedad se convierte en "una ligazón jurídica de cosas"
y puede referirse tanto a un hombre como a un fin. El mismo pandectista
germano se ve obligado a reconocer la insuficiencia de su tesis cuando
trata de explicar la representación del patrimonio en atención al fin, ya
que admite que el representante se convierte en un verdadero titular,
como si se tratase de un fiduciario. Indica Ferrara que puede haber per-
sonas jurídicas sin patrimonio, atacando así por su base la teoría que
venimos estudiando. Por otra parte, la capacidad de las personas jurí-
dicas sólo podría explicarse desde el punto de vista patrimonial, pues
quedaría limitada a su esfera económica en tanto y cuanto posean pa-
Gimonio.
I
lo-Respecto al primer eleinmto, c ebemcs decir que como 13 per-
sonalidad es la forma de reducir a ia L nidad las relaciones jurídicas y
aquellos actos del hombre que tengan contenido jurídico, 1í.h''~carnmte
no sólo es posible personificar los actos del hombre, sino tambiíin -q ue-
110s que ejecuten un conjunto de hombres, bajo un fin deterrninxlo, po-
sible, lícito y común.
En las personas jurídicas colectivas, existe la pluralidad dc indivi-
duos que cobran o adquieren unidad no a través de sus personalidades
físicas, sino merced a la realización del fin común, lo que permite hablar
de una conducta común y de un sistema de derecho que organice esa
conducta en atención al fin propuesto, siempre y cuando éste sea de-
terminado, pues una vaguedad en los propósitos no podría caracterizar
la institución. Es decir, el perfil o límite jurídico que se acepte para
personificar un conjunto de actos y fines, debe ser preciso, determinado,
para fijar el radio de acción que capacite jurídicamente al ente o sujeto
a quien se va a otorgar vida, capacidad y personalidad. El fin también
debe ser posible, pues e¡ derecho no podría tomar en cuenta una asocia-
ción que desde un principio estuviese condenada a la inacción, ante una
imposibilidad jurídica o física. Conforme al derecho, hay imposibilidad
jurídica cuando el acto o actos que se trate de realizar son incompati-
bles con una norma que debe regirlos necesariamente, la que constituye,
por lo tanto, un obstáculo insuperable para su realización. Tal sería en
México el caso de una sociedad comercial por acciones que tuviese por
objeto adquirir fincas rústicas para destinarlas a la agricultura, en virtud
de que el artículo 27 constitucional expresamente declara que: "Las so-
ciedades comerciales por acciones, no podrán adquirir, poseer o adminis-
trar fincas rústicas. Las sociedades de esta clase que: se constituyeren
para explotar cualquier industria fabril, minera, petrolera, o para algún
otro fin que no sea agrícola, podrán adquirir, poseer o administrar te-
rrenos únicamente en la extensión que sea estrictamente necesaria para
84 COMPENDIO DE DERECHO CIVIL
CAPITULO IV
Los OBJETOS
DEL DERECHO
I'
a) Los derechos subjetiuos; b Los deberes jurídicos; c) Los actos
jzcrídicos; d ) Los hechos lícitos e i ícitos y e) Las sanciones jurídicas.
a) Los derechos subjetivos son formas de conducta jurídicamente I