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Ap2395 2023 (62120)

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MYRIAM ÁVILA ROLDÁN

Magistrada Ponente

AP2395-2023
CUI: 11001024800020210000201
Radicado n.º 62120
Aprobado acta n°. 156

Bogotá D.C., dieciséis (16) de agosto de dos mil


veintitrés (2023).

I. OBJETO DE LA DECISIÓN

La Sala resuelve la apelación interpuesta por el


defensor de HELÍ CALA LÓPEZ contra la providencia del 13 de
junio de 2022, mediante la cual Sala de Primera Instancia
de esta Corporación negó la solicitud de nulidad de la
actuación.

II. HECHOS

1.- De acuerdo con la acusación, el 4 de agosto de


2005, la Gobernación del Departamento de Casanare y la
Organización del Convenio Andrés Bello celebraron el
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HELÍ CALA LÓPEZ y WHITMAN HERNEY PORRAS PÉREZ

convenio marco 220, cuyo objeto era la cooperación y


asistencia técnica entre las partes para coadyuvar a la
gestión de programas y proyectos considerados viables
tanto del plan de desarrollo, como otros que propendieran
por el fortalecimiento institucional.

2.- El convenio se ejecutó entre agosto de 2005 y


diciembre de 2006, a través de la suscripción de 59 cartas
convenio o acuerdo, las cuales se relacionaban con
proyectos de obras civiles, suministro, interventorías, entre
otras. El valor consolidado consignado en esos documentos
ascendió a la suma de $94.090.705. 721.

3.- Dicho convenio fue celebrado por el entonces


Gobernador de Casanare HELÍ CALA LÓPEZ, quien, suscribió
las primeras 57 cartas convenio. WHITMAN HERNEY PORRAS
PÉREZ -quien lo sucedió en el cargo- asumió la continuidad
del convenio marco y, firmó las cartas acuerdo n.° 58 y 59.

4.- En todas las cartas convenio, excepto en las dos


últimas -58 y 59-, se estableció que la Secretaria Ejecutiva
del Convenio Andrés Bello –SECAB-, descontaría un tres
por ciento (3%) de los aportes en dinero que fueran girados
por la Gobernación para la gestión de los proyectos. Es
decir, que dicha corporación cobraría al ente territorial una
cuota por la cooperación y asistencia técnica en el
porcentaje indicado.

5.- Según la fiscalía, tanto el convenio marco como las


cartas de acuerdo fueron empleados para realizar
contrataciones sin un soporte debido. Por otra parte, frente
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HELÍ CALA LÓPEZ y WHITMAN HERNEY PORRAS PÉREZ

a la carta n.° 9 suscrita por HELÍ CALA LÓPEZ se tiene que el


total de la contratación fue financiada con recursos del ente
territorial, de ahí por mandato constitucional y legal se
imponía la aplicación del Estatuto General de la
Contratación Pública vigente para la época, empero ello no
sucedió.

III. ACTUACIÓN PROCESAL RELEVANTE

6.- Con fundamento en los hechos mencionados, el 20


de febrero de 2008, el Fiscal General de la Nación dispuso
iniciar indagación previa, proseguida de la apertura de la
instrucción el 10 de diciembre de ese mismo año, en la que
ordenó la vinculación de HELÍ CALA LÓPEZ y WHITMAN HERNEY
PORRAS PÉREZ, por los presuntos delitos de contrato sin
cumplimiento de requisitos legales y peculado por
apropiación. WHITMAN HERNEY PORRAS PÉREZ rindió
indagatoria el 1° de diciembre de 2009, en tanto que HELÍ
CALA LÓPEZ lo realizó el día siguiente.

7.- El 7 de febrero de 2012, la Fiscal General de la


Nación delegó el conocimiento de este asunto al Fiscal
Tercero Delegado ante la Corte Suprema de Justicia.
Despacho que el 18 de mayo de 2012, resolvió la situación
jurídica de los sindicados, en la que se abstuvo de
imponerles medida de aseguramiento privativa de la
libertad.

8.- En proveído del 9 de octubre de 2012, se ordenó el


cierre de la investigación, de acuerdo con las previsiones del
artículo 393 de la Ley 600 de 2000. Contra esa
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determinación, el apoderado de CALA LÓPEZ interpuso


recurso de reposición.

9.- El 26 de febrero de 2013, el Fiscal General de la


Nación reasignó la investigación al Fiscal Primero Delegado
ante la Corte Suprema de Justicia. El 13 de agosto de 2014,
dicho funcionario decidió revocar la resolución del 9 de
octubre de 2012, a efectos de que se aclarara por parte del
perito aspectos relativos al monto de lo apropiado.

10.- El 9 agosto de 2017 la actuación fue reasignada a


la Fiscalía Cuarta Delegada ante la Corte Suprema de
Justicia.

11.- El 11 de marzo de 2019, el Fiscal Cuarto Delegado


ordenó el cierre de la instrucción y el traslado a los sujetos
procesales para que presentaran sus alegatos de
conclusión.

12.- El 11 de marzo de 2021 se calificó el mérito del


sumario con resolución de acusación contra HELÍ CALA LÓPEZ
como presunto autor responsable de los delitos de contrato
sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por
apropiación, y respecto a WHITMAN HERNEY PORRAS PÉREZ
como autor del ilícito de contrato sin cumplimiento de
requisitos legales. Allí mismo se precluyó la conducta de
peculado por apropiación en favor de PORRAS PÉREZ. Los
defensores y el representante del Ministerio Público
interpusieron recurso de reposición.

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13.- Mediante resolución del 24 de junio de 2021, el


delegado fiscal resolvió reponer la decisión para aclararla y
acusar a HELÍ CALA LÓPEZ como autor del delito de contrato
sin cumplimiento de requisitos legales en concurso
homogéneo, sucesivo y heterogéneo con el punible de
peculado por apropiación agravada por la cuantía, y a
WHITMAN HERNEY PORRAS PÉREZ como autor del delito de
contrato sin cumplimiento de requisitos legales en concurso
homogéneo sucesivo.

14.- Durante el traslado previsto en el artículo 400 de


la Ley 600 de 2000, fue radicada solicitud de nulidad y de
práctica de pruebas por los defensores de los procesados,
mientras el representante de la fiscalía solamente elevó
peticiones probatorias. El representante del Ministerio
Público se abstuvo de realizar postulaciones.

15.- Para los fines del presente asunto se expondrán


los argumentos empleados por el defensor de HELÍ CALA
LÓPEZ frente a la declaratoria de la nulidad de la actuación:

15.1.- Al respecto, sostuvo que la fiscalía vulneró el


debido proceso en su arista del principio de legalidad,
atendiendo que la instrucción comportó una mezcla de los
sistemas procesales fijados en las leyes 600 de 2000 y 906
de 2004, con lo que se dio paso a la configuración de una
especie de lex tertia.

15.2.- Adujo que la investigación se inició bajo los


senderos del sistema penal acusatorio y estuvo a cargo de
un Fiscal Delegado ante los Jueces Penales del Circuito,
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quien, pese a conocer que en el asunto se indagaban


conductas presuntamente cometidas por un aforado
constitucional, realizó actividades investigativas entre el 24
de junio de 2006 y el 6 de junio de 2007. Dichas labores
incluyeron la elaboración de informes de policía judicial
que, posteriormente, se tuvieron en cuenta en esta
actuación adelantada acorde a los parámetros de la Ley 600
de 2000.

15.3.- Indicó que el cuestionario practicado a su


defendido en la indagatoria tuvo como «sustento inquisitivo»
las actividades ejecutadas por un Fiscal Delegado ante los
Jueces Penales del Circuito según los estándares de la Ley
906 de 2004. Así mismo, las resoluciones de definición de
situación jurídica y de acusación se soportaron en
elementos probatorios recolectados bajo el referido proceso
acusatorio.

15.4- Señaló que, según lo estipulado en el artículo 118


de la Ley 600, los actos investigativos debieron ser
adelantados por un Fiscal Delegado ante la Corte Suprema
de Justicia, sin embargo, la indagación preliminar fue
adelantada por un Fiscal Seccional, de ahí que se haya
desconocido el fuero constitucional de su prohijado, lo que,
a su vez, condujo al desconocimiento de la garantía del juez
natural.

16.- A través de auto del 13 de junio de 20221, el a quo


negó las solicitudes de nulidad y de pruebas formuladas por
1 Notificado en audiencia llevada a cabo 23 de junio de 2022.

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los sujetos procesales. Dicha determinación se mantuvo a


través de proveído del 12 de julio siguiente y el recurso de
apelación interpuesto, subsidiariamente, por el defensor de
HELÍ CALA LÓPEZ fue concedido ante esta Corporación.

IV. LA DECISIÓN RECURRIDA

17.- Para lo que interesa en este asunto, la Sala


procederá a relacionar, únicamente, las consideraciones
que llevaron al juez de primer nivel a denegar la petición de
nulidad elevada por el apoderado de HELÍ CALA LÓPEZ.

18.- Precisó que el planteamiento de la causal


anulatoria no fue acertado, toda vez que no propuso y
desarrolló de manera separada la presunta vulneración de
los principios de legalidad de los procedimientos y de juez
natural.

19.- Frente a la trasgresión al principio de juez


natural, sostuvo que las actividades investigativas
efectuadas dentro de la actuación n.°
110016000101200600043 que se adelantó en contra de
HELÍ CALA LÓPEZ bajo el rito de la Ley 906 de 2004, se
ejecutaron en acatamiento de las órdenes impartidas a la
policía judicial por el Fiscal General de la Nación. Dicho
funcionario es competente para investigar las conductas
punibles cometidas por gobernadores en ejercicio de su

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cargo, según lo prescribe el numeral 1° del artículo 251 de


la Constitución Política.

20.- En cuanto a la presunta vulneración del principio


de legalidad de los procedimientos, resaltó que el defensor
partió de descalificar el soporte probatorio recaudado
durante la etapa instructiva y su valoración, aspecto que no
resta eficacia a la actuación procesal, pues de presentarse
irregularidad en su práctica o aducción, el remedio procesal
es la desestimación del medio de convicción.

21.- Señaló que, en las actuaciones regidas por la Ley


600 de 2000, es viable incorporar elementos materiales
probatorios que se hayan obtenido dentro del marco de
investigaciones direccionadas bajo la Ley 906 de 2004, por
cuenta de «distintas vicisitudes procesales que exigen la
trasformación del rito de un expediente», como ocurrió en este
evento. Al respecto, refirió que en el radicado n.°
110016000101200600043 la fiscalía estimó que los hechos
que dieron origen a ese proceso se materializaron en el
Departamento del Casanare e iniciaron en el año 2004,
previo a la entrada en vigor del Sistema Penal Acusatorio,
razón por la que esa actuación debía integrarse al presente
expediente.

22.- Adicionalmente, los documentos allegados con


los informes de policía judicial cuestionados por el defensor
fueron ordenados y recaudados conforme con los
parámetros establecidos en la Ley 906 de 2004. De ahí que
aquellos pueden ser aducidos y practicados en este trámite,

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dado que fueron adquiridos legalmente, sin que le sean


predicables vicios en su producción y aducción.

V. EL RECURSO

23.- Inconforme con la decisión el apoderado judicial


de HELÍ CALA LÓPEZ presentó recurso de apelación para
insistir en la nulidad del trámite, con fundamento en los
siguientes motivos:

24.- Pese a que la Fiscalía General de la Nación sabía


que se estaba investigando a un funcionario aforado
constitucionalmente, decidió mantener la competencia
asignada a un Fiscal Delegado ante los Jueces Penales del
Circuito para indagar el convenio marco celebrado por el
Departamento del Casanare y la SECAB. Dicho funcionario,
a su vez, conocía desde la radicación de la noticia criminal
que se debía indagar la posible participación del
Gobernador de Casanare en los hechos delictivos
denunciados, lo cual se evidencia en el programa
metodológico.

25.- Por ese motivo, el ente acusador vulneró el


principio de juez natural, puesto que, el fiscal designado no
tenía competencia para promover la investigación, en la
medida que uno de los involucrados gozaba de fuero
constitucional. En esa medida, no estaba facultado para
proferir las órdenes a policía judicial para determinar a los
autores responsables del ilícito.

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26.- La fiscalía no tenía claridad sobre el rito procesal


por el que se debía adelantar la investigación. Ello, por
cuanto, inicialmente, radicó la indagación en cabeza de un
fiscal que no era competente, quien ordenó la recaudación
de elementos materiales probatorios bajo el sistema penal
acusatorio. Tales medios de convicción contaminaron todas
las actuaciones subsiguientes. Posteriormente, el Fiscal
General de la Nación dispuso que se impartirá el trámite
regulado por la Ley 600 de 2000 a la actuación. Por tanto,
su defendido fue sometido a una dicotomía procesal que
afectó las garantías centrales de un debido proceso.

27.- La delegación que realizó el Fiscal General de la


Nación a un Fiscal Delegado ante los Jueces Penales del
Circuito, no es suficiente para admitir que se encontraba
facultado para investigar a servidores públicos con fuero
constitucional y legal, en razón a que esta competencia fue
asignada de manera específica a los Fiscales Delegados ante
la Corte Suprema de Justicia. Aquella competencia especial
por ser de orden constitucional no puede ser soslayada por
el titular del ente acusador, como tampoco puede ser
saneada o desistida por el procesado, ni por su defensor
técnico, bajo la hipótesis de la convalidación. Las
irregularidades sustanciales advertidas imponen la
declaratoria de nulidad.

VI. NO RECURRENTES
6.1. Fiscalía.

28.- Solicitó que se confirme integralmente la


decisión recurrida, ya que, al sustentar la apelación, el
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censor incurrió en las mismas incorrecciones e


imprecisiones por las cuales la Sala Especial de Primera
Instancia denegó la postulación de nulidad. Esto, por
cuanto realizó una referencia genérica e insuficiente en la
que mezcló aspectos del debido proceso relacionados con
los principios de juez natural y de legalidad de los
procedimientos, sin deslindarlos y desarrollarlos de manera
independiente y autónoma como correspondía.

29.- Adujo que el impugnante no expuso de qué


forma se presentó el daño en la estructura formal o
conceptual de la actuación, toda vez que no demostró que
se haya pretermitido alguna de las exigencias rituales
dentro de cada uno de los momentos procesales.

30.- Aseveró que el defensor de HELÍ CALA LÓPEZ no


tuvo en cuenta que en la decisión impugnada de forma
detallada se dilucidó la supuesta falta de competencia.

6.2. Ministerio Público

31.- Afirmó que no se debe revocar la decisión


censurada, porque el impugnante no cumplió con la carga
argumentativa requerida para acreditar la existencia de la
causal de nulidad descrita en el numeral segundo del
artículo 306 de la Ley 600 de 2000.

32.- En ese sentido, refirió que el recurrente


confundió tres situaciones diferentes, como son, i) la
nulidad por violación al principio de juez natural; ii) la
nulidad por transgresión del principio de legalidad y: iii) el
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debido proceso probatorio, comoquiera que su exposición


hizo referencia a estos aspectos indistintamente, olvidando
que debía presentar de manera separada los argumentos
que sustentan cada uno de los referidos aspectos.

33.- En relación con la presunta vulneración al


principio de juez natural, adujo que el auto recurrido es
claro al concluir a que no existió vulneración alguna al
aludido precepto, máxime si se tiene en cuenta que dentro
de la investigación seguida bajo los parámetros de la Ley
906 de 2004 se realizaron los respectivos correctivos para
que se respetara la figura del juez natural.

34.- Además, al censurar el debido proceso


probatorio, el censor pasó por alto que la Corte Suprema de
Justicia tiene establecido que la concurrencia de
irregularidades en la prueba genera la exclusión del medio
probatorio ilegal, pero no la invalidez de lo actuado.

6.3. Apoderado de la Gobernación del Casanare –


Parte Civil.

35.- Pidió que se confirme el auto impugnado, puesto


que los argumentos expuestos por el recurrente son
idénticos a los enunciados durante el traslado del artículo
400 de la Ley 600 de 2000 referentes a la nulidad.

36.- Afirmó que el representante de HELÍ CALA LÓPEZ,


únicamente, mencionó el numeral segundo del artículo 306
ibidem, empero no sustentó «la comprobada existencia de
irregularidades sustanciales que afecten el debido proceso”, pues ni
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siquiera precisó el momento procesal exacto en el que se


presentó la irregularidad alegada durante la investigación.

37.- Destacó que el impugnante desconoció que en el


Departamento del Casanare la Ley 906 de 2004 entró a
regir a partir del 1 de enero de 2008 y que los convenios
aquí cuestionados se suscribieron entre los años 2005 a
2006, por lo que no existió anomalía alguna concerniente al
tránsito legislativo.

6.4. Apoderado de WHITMAN HERNEY PORRAS PÉREZ.

38.- Indicó que no tenía reparos frente a la


determinación de primera instancia, ya que en el caso
específico de su prohijado la actuación siempre se adelantó
bajo el sistema procesal del 2000 y por el funcionario
competente.

VII. CONSIDERACIONES

7.1. Competencia

39.- La Sala de Casación Penal de la Corte es


competente para conocer de la apelación presentada, de
conformidad con lo previsto en el artículo 1º del Acto
Legislativo 01 de 2018, que modificó el artículo 235,
numeral 6°, de la Constitución Nacional, por tratarse de
una decisión proferida por la Sala Especial de Primera
Instancia de esta Corporación.

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7.2. Problemas jurídicos a resolver y estructura de


la decisión.

40.- En esta ocasión, la Sala abordará el estudio del


recurso de apelación propuesto por la defensa técnica de
HELÍ CALA LÓPEZ en contra del auto del 13 de junio de 2022
que negó la solicitud de nulidad presentada ante la Sala
Especial de Primera Instancia de esta Corporación.

41.- Dicho estudio, valga precisar, se sujetará al


principio de limitación, en tanto el recurso solo puede
abarcar los aspectos sobre los cuales se haya presentado y
sustentado la impugnación, así como los tópicos que
inescindiblemente se encuentren atados a los temas
propuestos.

42.- Por consiguiente, corresponde a la Sala definir si


es procedente decretar la nulidad reclamada por el
apoderado de HELÍ CALA LÓPEZ por la vulneración de los
principios de legalidad de los procedimientos y de juez
natural, debido a la aplicación simultánea de los
procedimientos establecidos en la Ley 906 y la Ley 600 de
2000.

43.- Para ello, se ofrece indispensable realizar ciertas


precisiones respecto a: (i) las nulidades en el proceso penal
y; (ii) los principios de legalidad de los procedimientos y de
juez natural; con el fin de (iii) resolver la postulación
anulatoria por el censor.

7.3. Las nulidades en el proceso penal


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44.- El artículo 306 de la Ley 600 de 2000 establece


como causales de nulidad: (i) la falta de competencia del
funcionario judicial; (ii) la comprobada existencia de
irregularidades sustanciales que afecten el debido proceso;
y (iii) la violación del derecho a la defensa.

45.- En concreto, cuando se plantea la nulidad por


una de las partes, se deberá identificar la irregularidad
sustancial, su fundamento fáctico, los preceptos que se
consideran conculcados, la razón de su quebranto y los
límites temporales que puede abarcar la anulación.

46.- Es un remedio extremo para sanear la estructura


del proceso o proteger las prerrogativas fundamentales, de
ahí que no basta ubicar una determinada fisura en el
procedimiento sino que se debe acreditar, con fundamento
en los artículos 306, 309 y 310 del Código de Procedimiento
Penal que el acto tachado de ilegal: (i) se enmarca en una de
las causales previstas en el ordenamiento procesal; (ii) no
cumplió la finalidad para la cual estaba destinado; (iii)
afectó garantías fundamentales de las partes o desconoció
la estructura básica del proceso; (iv) no fue coadyuvado ni
convalidado por el sujeto procesal que lo reclama; y (vi) no
exista otra forma para subsanarla.

47.- De acuerdo con lo anterior, quien invoque una de


las causales taxativamente reguladas en la ley, debe hacerlo
cumpliendo las formalidades establecidas en el artículo

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3092 de la Ley 600 de 2000, en armonía con los principios


anteriormente definidos y contenidos en el precepto 310-23
ibidem. Por consiguiente, no puede fundarse en
especulaciones, conjeturas, afirmaciones carentes de
demostración, o en ínfimas irregularidades4.

7.4. Principios de legalidad de los procedimientos y


de juez natural

48.- En materia penal el principio de legalidad se


concreta en (i) la legalidad de los delitos (nullum crimen sine
praevia lege), pues a nadie se le puede juzgar por una
conducta que previamente no se haya establecido como tal
en el ordenamiento jurídico; (ii) el agotamiento del trámite
respectivo debe estar definido con antelación (nemo
damnetur nisi per legale iuditum), así como el o los
funcionarios encargados de adelantarlo (nemo iudex sine
lege); y (iii) la pena correspondiente a la infracción ha de
determinarse antes de la comisión del comportamiento
(nulla poena sine praevia lege); todo lo cual debe cumplirse
en orden a que se repute legítima la imposición de la
sanción a quien es declarado penalmente responsable
(SP435, 20 abr. 2016, rad. 47048).

49.- El axioma según el cual las leyes rigen mientras


dure su vigencia y, por ende, que los preceptos penales que

2 “El sujeto procesal que alegue una nulidad, deberá determinar la causal que invoca,
las razones en que se funda y no podrá formular una nueva, sino por causal diferente
o por hechos posteriores, salvo en la casación”.
3 “Principios que orientan la declaratoria de las nulidades y su convalidación (…) 2.
Quien alegue la nulidad debe demostrar que la irregularidad sustancial afecta
garantías de los sujetos procesales, o desconoce las bases fundamentales de la
instrucción y el juzgamiento”.
4
CSJ, SP 4701, 6 oct. 2021, rad. 54750; CSJ AP, 17 oct. 2012, rad. 39741
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crean delitos o aumentan penas no tiene efectos


retroactivos, encuentra su excepción en el principio de
favorabilidad consagrado igualmente en el artículo 29
Constitucional, que impone la aplicación preferente de
normas sustanciales y procesales con efectos semejantes,
siempre que sean favorables al procesado o condenado, aun
cuando sean posteriores a la conducta juzgada.

50.- En materia procesal, el principio de legalidad se


traduce en que el incriminado debe ser investigado y
juzgado de conformidad con las leyes adjetivas
preexistentes al acto que se le imputa, ante funcionario
judicial competente y «con observancia de la plenitud de las
formas propias de cada juicio», de donde se sigue que en
materia de procedimiento se impone aplicar, por regla
general, aquel que se encuentra vigente al momento de la
comisión de la conducta punible.

51.- No obstante, en los casos de tránsito o


coexistencia de legislaciones procesales y, en concreto,
frente a las hipótesis de delito permanente, continuado y
concurso de conductas punibles, cuando la conducta o
conductas se ejecutan en vigencia de ambas normativas, la
Sala desarrolló la tesis de la razón objetiva, como forma de
solucionar el problema que implica la escogencia del
sistema de procesamiento que debe gobernar la actuación,
que consiste en determinar bajo cuál régimen se iniciaron
las actividades investigativas, pues una vez establecido
dicho aspecto, ese será el procedimiento por el que deberá
tramitarse la actuación, sin que tengan cabida

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consideraciones sobre la favorabilidad de uno u otro


sistema (AP2233, 30 may. 2018, rad. 52644).

7.5. Caso concreto

52.- Para iniciar, la Sala debe aclarar que la aplicación


de un procedimiento que por ley no debe regular el asunto
constituye una vulneración al debido proceso en la arista
del principio de legalidad de los procesos, mientras que la
tramitación de una actuación por un funcionario a quien la
ley no le asigna competencia, comporta una violación del
principio de legalidad del juez natural.

53.- En ese sentido, el artículo 306 de la Ley 600 de


2000 consagra cada uno de estos motivos como causales
distintas y autónomas de nulidad, las cuales no
necesariamente son inescindibles o consecuenciales, como
lo entiende el defensor, por lo que a éste le correspondía
expresar con claridad las razones que fundamentan una y
otra postulación anulatoria, y no, como lo hizo, dar por
acreditado que la primera determina la segunda, sin ofrecer
argumentos para sustentar esta última.

54.- El apoderado de HELÍ CALA LÓPEZ asevera que la


irregularidad en la aplicación mixta de los sistemas
procesales penales acarreó la vulneración de los principios
de legalidad de los procesos y de juez natural. En su
postulación se limita a señalar que el Fiscal Delegado que
adelantó la investigación preliminar en el radicado n.°
110016000101200600043 –Ley 906 de 2004- carecía de
competencia por cuenta de haberse surtido el trámite bajo
una sistemática procesal que no correspondía legalmente.
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55.- Pues bien, cabe resaltar que, los dos sistemas


procesales que coexisten en nuestro ordenamiento jurídico,
esto es, la Ley 600 del 2000 y la Ley 906 del 2004,
estructuran procedimientos de investigación y juzgamiento
respetuosos de los derechos previstos en la Constitución y
la Ley5.

56.- Cada uno, dentro de su ámbito intrínseco,


permite el pleno ejercicio de los derechos y de las garantías
reconocidas constitucional y legalmente para los sujetos
procesales o las partes. Por consiguiente, la escogencia de
uno u otro de los sistemas procesales no genera, per se,
desventajas en las garantías fundamentales. De ahí que, lo
actuado bajo los lineamientos de uno de ellos no puede
convertirse en inconstitucional, ilegal, nulo, cuando por
circunstancias sobrevinientes se impone aplicar el otro
procedimiento.

57.- Al respecto, es importante recordar que la Corte


Constitucional6 destacó que, cuando al interior de una
actuación judicial se provoque un cambio en la
normatividad aplicable al caso concreto -de la Ley 600 de
2000 a la Ley 906 o viceversa-, los principios
constitucionales de legalidad, acceso a la administración de
justicia, seguridad jurídica y economía procesal exigen
conservar la validez y eficacia de lo actuado previamente al
correspondiente cambio, lo cual acaeció en el presente
asunto.
5
CSJ AP, 11 ago. 2021, rad. 56068.
6 Sentencia SU-388/21.
19
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Segunda instancia n.º 62120
HELÍ CALA LÓPEZ y WHITMAN HERNEY PORRAS PÉREZ

58.- En efecto, examinado el expediente se advierte


que la actuación identificada con el SPOA n.°
110016000101200600043 -adelantada bajo el rito de la Ley
906 de 2004- se originó en la noticia criminal interpuesta el
17 de mayo de 2006 por un funcionario de la Gobernación
del Casanare en la que denunció presuntas irregularidades
cometidas dentro de la celebración y ejecución del convenio
marco 220 del 4 de agosto de 2005 suscrito entre esa
entidad territorial y la Organización del Convenio Andrés
Bello.

59.- Mediante Resolución del 14 de junio de 2006, el


Fiscal General de la Nación designó esa investigación a la
Unidad Nacional de Delitos Contra la Administración
Pública, la cual correspondió por reparto al Fiscal Once
Delegado de dicha dependencia, quien, dispuso dentro del
programa metodológico, la obtención de la plena
identificación e individualización de los posibles autores
responsables de los hechos delictivos, entre otras tareas.

60.- Cumplidas algunas de las labores ordenadas, en


especial, la inspección realizada el 20 de octubre de 2006 a
la Procuraduría Regional de Casanare, el Fiscal Delegado
logró deducir la posible participación del exgobernador HELÍ
CALA LÓPEZ, en los hechos objeto de indagación. Por esa
razón, el 28 de febrero de 2007 envió la actuación al Jefe de
la Unidad Nacional de Delitos contra la Admiración Pública,
para que examinara la viabilidad de remitirla a la Unidad de
Fiscalías Delegada ante la Corte Suprema de Justicia,
atendiendo el fuero que cobijaba al implicado. Igualmente,
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Segunda instancia n.º 62120
HELÍ CALA LÓPEZ y WHITMAN HERNEY PORRAS PÉREZ

remitió copia de las diligencias al Jefe de la Unidad


Delegada ante la Corte Suprema.

61.- Con fundamento en esa información, el Fiscal


General de la Nación optó por asumir directamente la
dirección de la investigación. En virtud de ello dispuso la
emisión del programa metodológico y de las órdenes a
policía judicial. Una vez allegados diversos informes de
policía judicial profirió la Resolución del 12 de diciembre de
2008, en la que indicó lo siguiente:

Revisada la actuación notamos que cada uno (sic) de las cartas


acuerdo se concertaron y su ejecución, como se precisó en
precedencia, en los más de los casos, tiene lugar en Casanare
entre el periodo comprendido entre agosto del año 2005 a enero
del año 2006, lo que se aúna al hecho de que la actividad
precontractual, en lo atinente al convenio No. 0220 de 2005, en
su etapa contractual y la ejecución del mismo se ha surtido en la
referida entidad territorial.
La Secretaría Administrativa de la Unidad de Fiscalía Delegada
ante la Corte Suprema de Justicia hace llegar a este Despacho
las diligencias relacionadas con la celebración del Convenio entre
la Gobernación del Casanare y la SECAB, luego de haberle sido
asignadas por reparto, de modo que correspondería entrar a
evaluar y decidir el trámite a seguir, de no ser por la existencia
de una situación del orden administrativo que es necesario entrar
a corregir.
En efecto, como la actuación que nos ocupa había sido conocida
inicialmente por la Unidad Nacional de Delitos contra la
Administración Pública y tramitada bajo el procedimiento de la
Ley 906 de 2Q04, asignándole el radicado SPOA
110016000101200600043, continuó con la misma radicación en
el sistema de información implementado para los casos
gobernados por el procedimiento penal acusatorio (SPOA), vale
decir, aquéllos ocurridos en los Distritos Judiciales en que
gradualmente ha entrado a regir la ley 906 de 2004 a partir del
1° de enero de 2005, situación que no se presenta en este caso,
dado que la conducta objeto de la misma sucedió con
anterioridad a esa fecha programada para comenzar a regir
dicho sistema en el Departamento de Casanare, razón por la cual
le corresponde a esta actuación el trámite previsto en la Ley 600
de 2000.

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Segunda instancia n.º 62120
HELÍ CALA LÓPEZ y WHITMAN HERNEY PORRAS PÉREZ

Consecuente con lo expuesto, observa el Despacho que


simultáneamente se adelanta otra investigación preliminar por
los mismos hechos y presuntos implicados, a la cual le fue
asignado el radicado No. 11607 - 03; En consecuencia, al
advertirse una prevalencia jurídico procesal por la cual debe
regirse la actuación, se ordena remitir lo actuado al amparo de la
Ley 906 de 2004, para que bajo una misma cuerda procesal se
tramite por el procedimiento de la Ley 600 de 2000, que se
adelanta bajo el referido radicado No. 11607 - 03; haciéndose
necesaria, igualmente, la anulación de la radicación que le fue
asignada en el SPOA.

62.- En acatamiento de lo anterior, el expediente en


cita pasó a formar parte de la presente actuación, dentro de
la cual se realizaron los posteriores actos de instrucción.

63.- Así, se tiene que la fiscalía inició la investigación


preliminar frente a la presunta expedición irregular de las
cartas acuerdo derivadas del convenio marco 220 del 4 de
agosto de 2005 suscrito entre la Gobernación del Casanare
y la SECAB, bajo el procedimiento establecido en la Ley 906
de 2004. Sin embargo, en desarrollo de la indagación logró
evidenciar que los hechos denunciados ocurrieron en el
departamento de Casanare cuando aún se encontraba
vigente la Ley 600 de 200, por lo cual decidió adecuar el
procedimiento a dicho sistema procesal penal. Asimismo, la
actuación fue asignada a un Fiscal Delegado ante la Corte
Suprema de Justicia.

64.- De manera que la violación simultánea de los dos


componentes del debido proceso mencionados por el
recurrente no se verifica en este asunto
-independientemente del sistema procesal aplicable-,
porque para la fecha en la que inició la investigación, esto
es, en el año 2006, la determinación del funcionario
competente para investigar las conductas punibles
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cometidas por gobernadores en ejercicio de su cargo estaba


asignada, de manera especial, por la Constitución Política al
Fiscal General de la Nación, conforme con los artículos 235,
numeral 4, y 251, numeral 1:

Artículo 235. Son atribuciones de la Corte Suprema de Justicia:


(…)
4. Juzgar, previa acusación del Fiscal General de la Nación, a los
Ministros del Despacho, al Procurador General, al Defensor del
Pueblo, a los Agentes del Ministerio Público ante la Corte, ante el
Consejo de Estado y ante los Tribunales; a los Directores de los
Departamentos Administrativos, al Contralor General de la
República, a los Embajadores y jefes de misión diplomática o
consular, a los Gobernadores, a los Magistrados de Tribunales y
a los Generales y Almirantes de la Fuerza Pública, por los hechos
punibles que se les imputen (subraya fuera de texto).
Artículo 251. Son funciones especiales del Fiscal General de la
Nación:
1. Investigar y acusar, si hubiere lugar, a los altos funcionarios
que gocen de fuero constitucional, con las excepciones previstas
en la Constitución.

65.- Esa regla de competencia permite afirmar que las


actuaciones adelantadas por la Fiscalía General de la
Nación son válidas, pues esa entidad actuó en uso de sus
funciones constitucionales y legales, sin que el cambio de
procedimiento implique decretar la nulidad de lo tramitado.
Lo anterior, debido a que las diligencias fueron realizadas
por funcionarios competentes y en su práctica se acataron
y respetaron las formalidades que para ese momento las
regían.

66.- En consecuencia, no le asiste razón al defensor de


HELÍ CALA LÓPEZ cuando señala, reiteradamente, en su
escrito que la investigación preliminar guiada bajo los
parámetros de la Ley 906 de 2004 se desconoció el principio
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del juez natural. Esto, puesto que, si bien, la actuación


estuvo inicialmente a cargo de un Fiscal Delegado ante los
Jueces Penales de Circuito, se evidencia que dicho
funcionario, tras percatarse que uno de los implicados
gozaba de fuero constitucional, en virtud de los resultados
de las labores investigativas ejecutadas, solicitó que las
diligencias se remitieran a la Unidad de Fiscalía Delegada
ante la Corte Suprema de Justicia.

67.- Asimismo, se observa que el Fiscal General de la


Nación dispuso que la actuación se prosiguiera bajo el
régimen de la Ley 600 de 2000 al constatar que los hechos
habían ocurrido en vigencia de esa normal procesal, al
tiempo que ordenó que el expediente se acumulara al
radicado n.° 11607-03 que era adelantado por un Fiscal
Delegado ante la Corte Suprema de Justicia por los mismos
sucesos y presuntos implicados.

68.- Es oportuno destacar, igualmente, que dentro del


procedimiento adelantado por el Fiscal Delegado ante los
Jueces Penales de Circuito, solamente, se efectuaron
algunas actividades de investigación tendientes a establecer
la plena identificación e individualización de los autores o
participes, empero no se realizó la vinculación formal del
implicado mediante la formulación de imputación. Tampoco
se evidencia que el fiscal haya realizado actividades
investigativas adicionales destinadas a corroborar la
responsabilidad de CALA LÓPEZ, en su calidad de Gobernador
del Casanare.

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69.- Ahora bien, el hecho de que la fiscalía tuviera


conocimiento de que el convenio fue firmado por el
entonces Gobernador de Casanare, HELÍ CALA LÓPEZ, en
modo alguno conduce a pensar, como sugiere el apelante,
que el delegado del ente acusador designado debía asumir,
sin necesidad de llevar a cabo labores de indagación, que
dicha persona estaba involucrada en las presuntas
irregularidades denunciadas y, por ello debía abstenerse de
impulsar la investigación.

70.- Repárese en que no existe una presunción legal o


jurídica relativa a que siempre que se presenten anomalías
en la ejecución de un contrato suscrito por una entidad
territorial, el representante de la corporación pública que lo
suscribió se encuentra implicado en los aparentes sucesos
ilícitos y que, por esa razón se deba prever de forma
preliminar e indefectible su posible participación. No. Es
obligación de la fiscalía, conforme a las particularidades de
cada asunto, demostrar en cuáles se presenta esa
eventualidad.

71.- Por tanto, no se evidencia irregularidad alguna en


el trámite impartido por el Fiscal Delegado ante los Jueces
del Circuito bajo los senderos de la Ley 906 de 2004,
atendiendo que, para la época en que fue asignada la
noticia criminal, contrario a lo afirmado por el recurrente,
no podía tener certeza de que uno de los involucrados
gozaba de fuero constitucional, sino que ello lo logró
evidenciar tras adelantar ciertas actividades de
investigación. Fue en ese momento que pidió la resignación
del expediente, el cual fue acumulado al presente radicado
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que estaba a cargo de un Fiscal Delegado ante la Corte


Suprema de Justicia.

72.- Acorde con lo referido, la Sala advierte que el


censor no cumplió con el deber de demostrar de qué
manera la aplicación inicial del procedimiento establecido
en la Ley 906 de 2004, afectó de manera sustancial las
garantías de su representado, dado que, al sustentar la
necesidad del decreto de invalidez con base en los principios
de finalidad, trascendencia y residualidad que la gobiernan,
se limitó a referir que se trata de un vicio insubsanable,
confundiéndolo, con la falta de competencia del funcionario
que adelantó la investigación.

73.- Por otra parte, el apoderado de HELÍ CALA LÓPEZ


soporta la postulación anulatoria en la aparente indebida
aducción de elementos materiales probatorios recaudados
en la investigación preliminar que se rigió por el sistema
penal acusatorio, no obstante, este no constituye un tópico
que afecte o socave la estructura del proceso. En efecto, los
reproches que se formulen respecto a la ilegalidad o ilicitud
de las pruebas se relacionan con el debido proceso
probatorio, empero no con la validez de la actuación.

74.- En ese sentido, la Corte ha establecido que el


artículo 29 de la Constitución Política, examinado bajo el
tamiz de la teoría del derecho y del proceso, permite
concebir al debido proceso desde dos aristas diferentes. De
una parte, el debido proceso en sentido general, cuya
violación daría lugar a la nulidad de la actuación, y por la
otra, de manera particular, como debido proceso probatorio,
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HELÍ CALA LÓPEZ y WHITMAN HERNEY PORRAS PÉREZ

cuya transgresión generaría una nulidad de pleno derecho o


inexistencia:

«El análisis completo del texto y el sentido del artículo 29


constitucional, a la luz de la teoría del Derecho y del proceso,
permite considerar el debido proceso desde dos perspectivas
diferentes, en atención a sus consecuencias: por un lado, el
debido proceso en sentido general, cuya violación daría lugar a la
nulidad; y por el otro, la que se refiere exclusivamente a las
pruebas, caso en el cual la transgresión produciría una nulidad
de pleno derecho o inexistencia.
El debido proceso, como traducción del principio lógico
antecedente-consecuente, se relaciona con una sucesión
integrada, gradual y progresiva de actos regulados en la ley,
cuyo objeto es la verificación de un delito y la consecuente
responsabilidad del imputado, orientados al fin de obtener una
decisión válida y definitiva sobre los mismos temas. De este
modo, el debido proceso se afecta cuando una persona es oída en
indagatoria sin haber abierto formalmente la investigación; o se
le resuelve situación jurídica sin haberla vinculado legalmente
(indagatoria o declaración de persona ausente); o se califica el
mérito de la instrucción sin haberla cerrado previamente y
otorgado la oportunidad a las partes para alegar previamente; o
se inicia el juzgamiento sin que exista una resolución acusatoria
ejecutoriada; o se dicta sentencia sin haber realizado la
audiencia pública.
En cambio, el debido proceso probatorio atañe al conjunto de
requisitos y formalidades previstas en la ley para la formación,
validez y eficacia de la prueba, siendo que, entre los primeros,
cuenta el respeto a las garantías fundamentales. Así que ésta
debe sujetarse a los principios de ordenación, aducción,
aportación, práctica y apreciación.
Así pues, la transgresión del debido proceso, por cuanto significa
pretermitir un momento procesal expresamente requerido por la
ley para la validez del que sigue, o la construcción de un acto
procesal sin apego a las previsiones legales que lo regulan,
conduce a la declaratoria de nulidad, conforme con disposición
expresa del artículo 306-2 del Código de Procedimiento Penal.
Sin embargo, en el caso de los actos de prueba, la vulneración de
las reglas para su percepción, formación o eficacia no genera
invalidez sino “nulidad de pleno derecho”, expresión que la
doctrina equipara a la de inexistencia del acto, de modo tal que la
pretensión frente a un medio de prueba deformado debe ser la de
su desestimación en la respectiva decisión judicial, no la de
nulidad» (CSJ AP, 18 dic. 2001, rad. 17919, reiterado en CSJ
AP, 17 sep. 2008, rad. 30294, CSJ AP, 18 abr. 2017, rad.
48965, entre otras).
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75.- En ese orden, la censura planteada por el


impugnante no tiene vocación de prosperidad, en la medida
que la pretensión de nulidad radica en la descalificación del
soporte probatorio empleado en «la indagatoria, resolución de
situación jurídica y acusación, circunstancia que no menoscaba
la eficacia a la actuación procesal.

76.- De igual modo, se equivoca el censor al afirmar


que los medios de convicción recopilados en el marco de la
Ley 906 de 2004 carecen de legalidad al ser traídos a un
procedimiento adelantado por la Ley 600 de 2000, pues los
trámites procesales, con los cuales se produce la prueba en
cualquiera de las normas, se realizan con respeto de las
garantías fundamentales. De ahí que el recaudo de los
elementos de prueba en una u otra ley es completamente
válido y admisible.

77.- La teleología y las garantías intrínsecas de cada


sistema procesal permiten observar, en cualquier escenario,
su armonización. Admitir lo contrario sería tanto como
concebir que alguno de los institutos es inconstitucional, lo
que evidentemente es un contrasentido, dado los dos
ordenamientos procesales han superado los juicios de
constitucionalidad a que han sido sometidos y quienes son
procesados dentro de uno u otro, gozan de los derechos que
como principio se definen en cada uno (CSJ SP, 23 mar.
2022. rad. 50320).

78.- En cualquier caso, el recurrente no explicó de qué


forma la aducción de los elementos de juicio recolectados
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en la investigación surtida bajo los lineamientos de la Ley


906 afectó las garantías fundamentales de su defendido.
Máxime cuando tales aspectos debieron ser objeto de
controversia durante la etapa de instrucción (Ley 600 de
2000), cuando tuvo conocimiento de los mismos, en tanto
que se relacionan con el debido proceso probatorio.

79.- Bajo tales premisas, es evidente que los alegatos del


recurrente, de ninguna manera, configuran un vicio que
implique la nulidad de la actuación.

7.6. Conclusiones

80.- Conforme con lo expuesto, la Sala concluye que no


es procedente acceder a la petición de nulidad y, por
consiguiente, se confirmará la decisión apelada, por cuanto,
los reproches elevados por el defensor de HELÍ CALA LÓPEZ, de
ninguna manera, configuran un vicio que implique la
anulación de lo actuado. Ello, en razón a que no acreditó que
la adecuación del trámite inicial guiado bajo el régimen de la
Ley 906 de 2004 al procedimiento establecido en la Ley 600
de 2000 haya generado una afectación de naturaleza
sustancial o estructural que amerite aplicar ese remedio
extremo.

En mérito de lo expuesto, la CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA, Sala de Casación Penal,
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HELÍ CALA LÓPEZ y WHITMAN HERNEY PORRAS PÉREZ

RESUELVE

Primero. Confirmar íntegramente el auto objeto


impugnación.

Segundo. Contra esta decisión no procede recurso


alguno.

Tercero. Devuélvase la actuación para que continúe el


trámite correspondiente ante la Sala Especial de Primera
Instancia.

Comuníquese y cúmplase

HUGO QUINTERO BERNATE


PRESIDENTE

MYRIAM ÁVILA ROLDÁN

FERNANDO BOLAÑOS PALACIOS

GERSON CHAVERRA CASTRO

DIEGO EUGENIO CORREDOR BELTRÁN

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Segunda instancia n.º 62120
HELÍ CALA LÓPEZ y WHITMAN HERNEY PORRAS PÉREZ

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA

FABIO OSPITIA GARZÓN

CARLOS ROBERTO SOLÓRZANO GARAVITO

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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