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Reporte Propiedades Termicas

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Hoja de presentacion

Unidad III.- Propiedades de los Materiales: PROPIEDADES FÍSICAS


1) Investigación por equipo, las tareas se dividirán de manera equitativa,
cumpliendo con estándar académico de calidad en la investigación.
2) Deberán entregar un “REPORTE TÉCNICO” de acuerdo con el
formato de
ejemplo.

3.1.3 Térmicas
 Conductividad térmica y Capacidad calorífica.
 Expansión térmica.
 Resistencia a la temperatura.
 Comportamiento frente a cambios de temperatura.
 Aplicaciones industriales y tecnológicas en función de las propiedades
térmicas.

Preparar una presentación que incluya:


 Descripción detallada de las propiedades físicas térmicas de los
materiales
investigados.
 Ejemplos de aplicaciones industriales y tecnológicas en las que las
propiedades térmicas son críticas.
Comparación entre los materiales en términos de sus propiedades
térmicas
y sus ventajas/desventajas en diferentes contextos de aplicación.

Presentación Oral: Hacer una presentación oral y es importante que


hagan uso de gráficos, diagramas, ejemplos y cualquier otro recurso
visual que ayude a comunicar sus resultados de manera efectiva.
Retroalimentación: Sesión de preguntas y respuestas. Cada equipo
hará 5 preguntas a la clase.
Conductividad térmica y Capacidad calorífica.

La conductividad térmica y la capacidad calorífica son dos propiedades


importantes de los materiales que están relacionadas con su capacidad
para conducir y almacenar calor, respectivamente.

Conductividad térmica: Es la medida de la capacidad de un material


para conducir el calor a través de él. Los materiales con alta
conductividad térmica transmiten el calor de manera eficiente, mientras
que aquellos con baja conductividad térmica lo hacen de manera más
lenta. La conductividad térmica se expresa típicamente en unidades de
vatios por metro kelvin (W/m·K).

Capacidad calorífica: Es la cantidad de calor necesaria para elevar la


temperatura de una determinada cantidad de un material en una cierta
cantidad de grados. Se puede considerar como la "capacidad" de un
material para almacenar calor. La capacidad calorífica se mide en
unidades de energía por unidad de temperatura, como julios por kelvin
(J/K).
La relación entre la conductividad térmica (k), la capacidad calorífica (C),
y la densidad (ρ) de un material se expresa en la ecuación de difusividad
térmica:
\[ α = \frac{k}{\rho \cdot C} \]
Donde \( α \) es la difusividad térmica, que describe la rapidez con la que
el calor se propaga a través del material. Los materiales con alta
conductividad térmica y alta capacidad calorífica tienden a tener una alta
difusividad térmica, lo que significa que pueden transferir y almacenar
calor eficientemente.
Expansión térmica.

La expansión térmica es el fenómeno físico por el cual los materiales


aumentan su tamaño o volumen cuando se calientan y se contraen
cuando se enfrían. Este proceso se debe a la naturaleza misma de los
átomos y las moléculas que componen el material.

Cuando un material se calienta, sus átomos o moléculas comienzan a


vibrar con mayor energía, lo que hace que ocupen más espacio
promedio. Esto provoca un aumento en las dimensiones del material, ya
sea en longitud, área superficial o volumen, dependiendo de la forma en
que esté configurado.

Existen tres tipos principales de expansión térmica:

1. Expansión lineal: Ocurre en materiales unidimensionales, como barras


o cables. En este caso, la longitud del material aumenta con el aumento
de la temperatura.

2. Expansión superficial: Se produce en materiales bidimensionales,


como láminas o placas. Aquí, tanto la longitud como el ancho del
material aumentan con el aumento de la temperatura, lo que resulta en
un aumento del área superficial.

3. Expansión volumétrica: Ocurre en materiales tridimensionales, como


sólidos y líquidos. En este caso, el material aumenta en todas sus
dimensiones, lo que resulta en un aumento del volumen total.

La cantidad de expansión térmica experimentada por un material


depende de varios factores, incluida la naturaleza del material y su
coeficiente de expansión térmica, que es una medida de cuánto cambian
las dimensiones del material por cada grado de cambio de temperatura.
Resistencia a la temperatura

La resistencia a la temperatura es la capacidad de un material para


mantener sus propiedades mecánicas, químicas y estructurales a
temperaturas elevadas sin sufrir deformaciones, daños o deterioro
significativos. Esta propiedad es crucial en numerosas aplicaciones
donde los materiales están expuestos a altas temperaturas durante
períodos prolongados.
La resistencia a la temperatura de un material depende de varios
factores, incluyendo:
Composición química: Algunos materiales tienen enlaces químicos más
fuertes que les permiten mantener su integridad estructural a
temperaturas más altas. Los materiales cerámicos, por ejemplo, a
menudo tienen una alta resistencia a la temperatura debido a sus
enlaces iónicos o covalentes.

Microestructura: La estructura interna de un material puede influir en su


resistencia a la temperatura. Por ejemplo, los materiales con una
estructura cristalina bien definida pueden ser más resistentes a las altas
temperaturas que los materiales amorfos o policristalinos.

Tratamientos térmicos: Algunos materiales pueden mejorar su


resistencia a la temperatura mediante tratamientos térmicos específicos,
como el recocido o la temple.

Coeficiente de expansión térmica: Los materiales con un coeficiente de


expansión térmica bajo tienden a ser más resistentes a la temperatura,
ya que son menos propensos a sufrir deformaciones o fracturas debido a
los cambios dimensionales asociados con las variaciones de
temperatura.

La resistencia a la temperatura es crítica en una variedad de industrias,


incluyendo la aeroespacial, la automotriz, la metalúrgica y la energética,
donde los materiales están sujetos a condiciones extremas de calor.
Comportamiento frente a cambios de temperatura
El comportamiento de un material frente a cambios de temperatura
puede variar considerablemente según sus propiedades intrínsecas y su
aplicación específica. Algunos aspectos importantes a considerar son:

Expansión térmica: Como mencionamos anteriormente, los materiales


tienden a expandirse cuando se calientan y contraerse cuando se
enfrían. La magnitud de esta expansión o contracción depende del
coeficiente de expansión térmica del material y puede influir en su
rendimiento y durabilidad, especialmente en estructuras o componentes
sujetos a cambios frecuentes de temperatura.

Deformación y cambio dimensional: Algunos materiales pueden


experimentar deformaciones permanentes o cambios en su forma
debido a fluctuaciones de temperatura. Esto es especialmente relevante
en aplicaciones donde la precisión dimensional es crítica, como en la
industria de la ingeniería de precisión.

Resistencia mecánica: La resistencia mecánica de un material puede


variar con la temperatura. Algunos materiales pueden volverse más
frágiles a temperaturas extremadamente bajas, mientras que otros
pueden volverse más blandos o deformables a temperaturas elevadas.
Es importante tener en cuenta estos cambios al diseñar componentes o
estructuras que estarán sujetos a variaciones de temperatura.

Cambios en las propiedades físicas y químicas: Los cambios de


temperatura pueden alterar las propiedades físicas y químicas de los
materiales, como la conductividad eléctrica, la conductividad térmica, la
resistividad, la viscosidad, la corrosión, etc. Estos cambios pueden
afectar el rendimiento y la fiabilidad de los materiales en diversas
aplicaciones.

Fatiga térmica: Los ciclos repetidos de calentamiento y enfriamiento


pueden provocar fatiga térmica en los materiales, lo que eventualmente
puede llevar a la falla por agrietamiento o deformación. Esto es
especialmente relevante en aplicaciones de alta temperatura, como en
motores, calderas y sistemas de escape de vehículos.

Es decir que, el comportamiento de un material frente a cambios de


temperatura es un aspecto crucial a considerar en el diseño y la
selección de materiales para diversas aplicaciones. Es importante
evaluar cómo las variaciones de temperatura afectarán las propiedades
y el rendimiento del material a lo largo de su vida útil.

Aplicaciones industriales y tecnológicas en función de las


propiedades térmicas.
Las propiedades térmicas de los materiales desempeñan un papel
fundamental en una amplia gama de aplicaciones industriales y
tecnológicas. Algunas de ellas se muestran a continuación:

Transferencia de calor y refrigeración: En la industria de la


refrigeración y el aire acondicionado, así como en sistemas de
refrigeración en general, se requieren materiales con alta conductividad
térmica para facilitar la transferencia eficiente de calor. Los materiales
como el cobre y el aluminio se utilizan comúnmente en intercambiadores
de calor y tuberías para esta aplicación.

Aislamiento térmico: Por otro lado, en aplicaciones donde se necesita


reducir la transferencia de calor, como en la construcción de edificios, se
utilizan materiales con baja conductividad térmica para proporcionar
aislamiento térmico. Ejemplos comunes incluyen espuma de
poliestireno, lana mineral, fibra de vidrio, entre otros.

Industria automotriz y aeroespacial: En vehículos terrestres, aéreos y


espaciales, donde se encuentran condiciones extremas de temperatura,
se requieren materiales que mantengan su resistencia mecánica y
estabilidad dimensional a temperaturas elevadas. Aleaciones de alta
temperatura, cerámicas y compuestos avanzados son utilizados en
componentes de motores, sistemas de escape, estructuras de fuselaje y
otros componentes críticos.

Electrónica y dispositivos semiconductores: Los materiales con


buenas propiedades de disipación térmica son esenciales en la industria
electrónica para mantener los dispositivos electrónicos dentro de rangos
de temperatura seguros y garantizar su funcionamiento eficiente y
confiable. El cobre, el aluminio y otros materiales con alta conductividad
térmica se utilizan en disipadores de calor y componentes de
enfriamiento.
Generación de energía: En la generación de energía, ya sea en
centrales eléctricas tradicionales o en tecnologías emergentes como la
energía solar y la energía geotérmica, se utilizan materiales con
propiedades térmicas específicas para mejorar la eficiencia y la fiabilidad
de los sistemas de generación y distribución de energía.

Procesos industriales: En numerosos procesos industriales, como la


metalurgia, la fundición, la fabricación de vidrio y cerámica, entre otros,
se requieren materiales que puedan soportar altas temperaturas sin
deformarse o degradarse. Los materiales refractarios y los
recubrimientos térmicos son esenciales en estos procesos para proteger
los equipos y mejorar la eficiencia térmica.

Estas son solo algunas de las muchas aplicaciones industriales y


tecnológicas que dependen de las propiedades térmicas de los
materiales. La selección adecuada de materiales con las propiedades
térmicas adecuadas es crucial para garantizar el rendimiento, la
seguridad y la eficiencia en una variedad de aplicaciones.

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