YOUCAT ManualDeConfesion ES
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Dios quiere tener el primer lugar en tu vida. ¿He postergado mi relación con
Él? ¿Rezo solo cuando necesito algo de Él? ¿Cómo es mi vida de oración?
¿Creo que Dios puede ayudarme? ¿Hay personas más importantes para mí
que Dios? ¿He convertido a otras personas en ídolos? ¿He sido supersticioso,
practicando la adivinación o creyendo en horóscopos?
Dios solo quiere que seas feliz. ¿Tengo reverencia por Dios? ¿Me he burlado
de Él? ¿He criticado a la Iglesia? ¿Soy consciente de que yo también soy parte
de la Iglesia y que, como cristiano bautizado, represento a la Iglesia con
mis pensamientos, palabras y acciones? ¿Me resulta difícil mostrarme como
cristiano en mi ambiente?
El domingo es el Día del Señor. ¿Qué importancia tiene la Santa Misa para mí?
¿Asisto a la Santa Misa los domingos? ¿He comulgado de manera imprudente
sin pensar en quién estoy recibiendo? ¿La asistencia a la Santa Misa tiene
algún impacto en mi vida?
4º Honrarás a tu padre y a tu madre.
5º No matarás.
Dios nos ha dado la sexualidad y desea que tengamos una relación sana con
ella. ¿Me he detenido en pensamientos o recuerdos impuros? ¿He buscado
excitación sexual en películas, libros, internet o conversaciones? ¿He hecho
actos impuros, ya sea a través de la masturbación o con otras personas?
Para los casados: ¿He tratado a mi cónyuge en asuntos sexuales con respeto
y amor, o solo he buscado mi propio placer? ¿He mantenido la fidelidad
conyugal?
7º No robarás.
Dios quiere que sea honesto y que mi hablar no perjudique a los demás. ¿Me
esfuerzo por pensar bien de los demás, o hago juicios precipitados? ¿Doy a
los demás la oportunidad de corregir mis prejuicios? ¿Difamo a otros para
obtener una ventaja personal? ¿Hablo sin amor sobre otros? ¿He mentido o
engañado a otros para obtener una ventaja? ¿He sido sincero? ¿He querido
destacar y parecer más de lo que realmente soy? ¿He guardado secretos
confiados y he respetado los secretos ajenos? ¿He cumplido mi palabra?
Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que jamás
recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de
mi prójimo y acuda a ayudarla.
Ayúdame, oh Señor, a que mis oídos sean misericordiosos para que tome
en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y
gemidos.
Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás hable
negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y
perdón para todos.