José de La Mar
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José de La Mar
Presidente Constitucional de la República Peruana
10 de agosto de 18271-7 de junio de 1829
Simón Bolívar
Fuente
Predecesor -
Nacionalidad Peruana
Familia
Información profesional
Ocupación Militar
Firma
José Domingo de La Mar y Cortázar (Cuenca, Provincia de Quito, 12 de mayo de 1776 - Cartago, República
Federal de Centroamérica, 11 de octubre de 1830), fue un militar y político peruano, originario
del corregimiento de Cuenca, provincia de Quito (Imperio español).2 Gran Mariscal del Perú, llegó a ocupar en
dos ocasiones el alto mando de la nación peruana: primero, durante los años de 1822 a 1823, como Jefe de
una Junta Gubernativa; y después, entre 1827 y 1829, como Presidente Constitucional. En ambas ocasiones
fue elegido por el Congreso de la República del Perú. Es considerado por la mayoría de historiadores y
tratadistas como el primer "Presidente Constitucional de la República del Perú", ya libre de toda influencia
extranjera (luego de las elecciones de 1827) ya que, si bien el primero en usar el título de presidente de la
República fue José de la Riva Agüero en 1823, el gobierno de este fue de facto, mas no constitucional.
Presidió también por breve tiempo el Consejo de Gobierno, durante la dictadura de Bolívar (1826).
Como militar participó en la Guerra de la independencia española, y posteriormente luchó en el Perú, primero
en el ejército realista, para pasar luego a las filas patriotas, contribuyendo decisivamente a la victoria final
en Ayacucho. Durante su gobierno de 1827-29 sufrió una tenaz oposición política, por obra de sus viejos
camaradas de la guerra de la independencia que ambicionaban el poder. Comandó a las tropas peruanas
durante la Guerra contra la Gran Colombia, pero fue derrocado en pleno conflicto por el general Agustín
Gamarra y desterrado a Costa Rica, donde falleció poco después.
Primeros años[editar]
Nació en Cuenca, Provincia de Quito, en el actual Ecuador, el 12 de mayo de 1776. Sus padres fueron
el vizcaíno Marcos La Mar Migura, administrador de las Cajas Reales de Guayaquil y Cuenca, y la
dama guayaquileña Josefa Paula Cortázar y Lavayen, hermana de José Ignacio Cortázar y
Lavayen y Francisco Cortázar y Lavayen, obispo de Cuenca y gobernador de Jaén de Bracamoros,
respectivamente. Sus primeros años los desenvolvió en Guayaquil, puerto que desde 1803 había vuelto
al Virreinato del Perú, con el que mantenía poderosas relaciones comerciales, por lo cual La Mar se consideró
peruano desde el momento en que se independizó el Perú, pese a que posteriormente la Gran Colombia se
anexó esa provincia.2 De cualquier manera, la circunstancia de su nacimiento sirvió a sus enemigos en el
Perú para desacreditarlo como extranjero en varias ocasiones.
A los 2 años de edad fue enviado a España en compañía de su tío, Francisco Cortázar y Lavayen, y estudió
en el Colegio de Nobles de Madrid. En España, transcurrió el resto de su infancia y su juventud.
Carrera militar en España[editar]
Ingresó al ejército español, como subteniente del Regimiento de Saboya. En 1794 participó en la campaña del
Rosellón contra la Primera República Francesa bajo las órdenes del limeño conde de la Unión, por lo que fue
ascendido a capitán (1795).
Participó después en diversas acciones militares contra la Francia revolucionaria, y era ya teniente coronel al
momento de producirse en España la guerra nacional contra la invasión napoleónica (1808). Combatió en
la defensa de Zaragoza bajo las órdenes de José de Palafox y Melci (1808-1809). Cayó gravemente herido, y
aunque aquella plaza finalmente capituló, mereció el título de “benemérito de la patria en grado heroico” y el
ascenso a coronel.
En 1812 fue transferido al frente de Valencia, que dirigía el general Joaquín Blake, y mandó una columna de
4.000 granaderos veteranos (la llamada “columna La Mar”). Nuevamente fue herido, siendo trasladado al
hospital de Tudela, donde fue apresado por los franceses. No bien se recuperó el mariscal Soult lo condujo
prisionero a Francia y confinado en el castillo de Semur (Borgoña), donde se dedicó a estudiar a los clásicos
de la cultura francesa. Al cabo de un tiempo logró fugar, en compañía del brigadier Juan María Muñoz y
Manito; atravesó Suiza y el Tirol y llegó al puerto de Trieste, sobre el mar Adriático, donde se embarcó de
vuelta a España.
Al servicio del Virreinato del Perú[editar]
Por entonces Fernando VII había sido restituido en el trono español y reimplantado el absolutismo en la
península. Dicho soberano premió a La Mar por sus servicios, ascendiéndole a la clase de brigadier (1815) y
nombrándole caballero de la Orden de San Hermenegildo. Enseguida lo envió a Lima como Subinspector
general del Virreinato del Perú, anejo al cual estaba la gobernación de la Fortaleza del Real Felipe del Callao.
Llegado al Perú, La Mar tomó la posesión de su cargo, en noviembre de 1816. El Virreinato del Perú se
encontraba entonces asediado por los patriotas de Buenos Aires, que trataban de ganar el Alto Perú, donde
eran mantenidos a raya por las fuerzas del virrey José Fernando de Abascal.
Por esos días Abascal fue sustituido por Joaquín de la Pezuela, con quien La Mar trabó buenas relaciones,
estando siempre presente en todas las juntas de guerra reunidas para organizar la defensa militar del
Virreinato. En julio de 1818 le fue denunciada una conspiración, en cuyos planes se preveía la liberación de
los detenidos patriotas y la captura de las fortalezas del Callao y debió dictar las medidas que hicieron
fracasar tal complot. En marzo de 1819, una escuadra patriota procedente de Chile y bajo el mando del
almirante Thomas Cochrane inició el bloqueo del Callao, y tras un ligero combate se retiró con algunas presas
realistas. Dicha escuadra volvió a amenazar el puerto en septiembre de ese año. Previsor y sereno se mostró
La Mar durante aquella emergencia, y en diciembre del mismo año mereció ser promovido a mariscal de
campo.
Obligado a permanecer en la fortaleza del Callao, La Mar afrontó un nuevo bloqueo de la Escuadra
Libertadora desde octubre de 1820. No se sabe qué papel le cupo en el motín de Aznapuquio en el que los
oficiales españoles derrocaron al virrey Pezuela. Por su grado debió ser elegido para reemplazarlo; el hecho
es que se nombró nuevo virrey a José de la Serna (enero de 1821).
Cuando se produjo el avance de los patriotas hacia Lima, La Serna y los realistas abandonaron la capital el 6
de junio de 1821, quedando La Mar con la orden de continuar con la defensa de la Fortaleza del Callao, a la
espera de refuerzos. Sitiado por mar y por tierra, La Mar rechazó todos los ataques patriotas, hasta que en
septiembre de ese año, llegó desde la sierra el general realista José de Canterac, quien acampó en el Callao
tras una maniobra temeraria a la vista del ejército patriota. Antes de retornar a la sierra, Canterac dejó a La
Mar provisiones para tres días, aunque no se sabe exactamente lo que acordaron en lo referente a la defensa
del fuerte chalaco.
Lo cierto es que La Mar, ante la carencia de provisiones y de armas, a lo que naturalmente se sumaría sus
sentimientos de criollo y su vieja amistad con San Martín (a quien conocía desde los días de la guerra de la
independencia española), poco después se rindió y firmó la capitulación del Callao (19 de septiembre de
1821), cuyos fuertes pasaron a poder de los patriotas.
La Mar juzgó que ya había cumplido su compromiso de servir a la causa del rey; en consecuencia, renunció al
grado y las condecoraciones que el monarca le otorgara; y el 26 de octubre se incorporó a las fuerzas
patriotas, con la clase de General de División.
Presidente de la Junta Gubernativa (1822-1823)[editar]