El documento analiza la perspectiva de Nietzsche sobre la muerte de Dios, que para él significa la pérdida de la fe religiosa y los valores sustentados en ella, lo que conduce al nihilismo. Sin embargo, Nietzsche ve el nihilismo como una oportunidad para que el individuo reevalúe los valores morales y abra el camino al superhombre.
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El documento analiza la perspectiva de Nietzsche sobre la muerte de Dios, que para él significa la pérdida de la fe religiosa y los valores sustentados en ella, lo que conduce al nihilismo. Sin embargo, Nietzsche ve el nihilismo como una oportunidad para que el individuo reevalúe los valores morales y abra el camino al superhombre.
El documento analiza la perspectiva de Nietzsche sobre la muerte de Dios, que para él significa la pérdida de la fe religiosa y los valores sustentados en ella, lo que conduce al nihilismo. Sin embargo, Nietzsche ve el nihilismo como una oportunidad para que el individuo reevalúe los valores morales y abra el camino al superhombre.
El documento analiza la perspectiva de Nietzsche sobre la muerte de Dios, que para él significa la pérdida de la fe religiosa y los valores sustentados en ella, lo que conduce al nihilismo. Sin embargo, Nietzsche ve el nihilismo como una oportunidad para que el individuo reevalúe los valores morales y abra el camino al superhombre.
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NIETZSCHE
EL PROBLEMA DEL DIOS: LA MUERTE DE DIOS Y EL NIHILISMO
El análisis de Nietzsche sobre el problema de Dios y la muerte de Dios
constituye un marco filosófico complejo que aborda cuestiones fundamentales sobre la naturaleza humana, la moralidad y el sentido de la existencia. Para Nietzsche, la religión no es más que un constructo humano creado para mitigar la angustia existencial y el miedo a lo desconocido que impone a todos una “moral de esclavos” basada en prohibiciones. La cultura occidental se inventa a Dios para dar un sentido a la vida. Así, la metafísica occidental se apoya en la noción de Dios, como garantía de un ser inmutable y fundamento de las verdades absolutas y universales. En este sentido, para Nietzsche, Dios es la amenaza más grande que existe contra la vida, porque hace que los seres humanos crean en otras vidas y rehúyan de esta, que es la única real; el ser humano se siente culpable y debe morir para llegar a “otra vida” más verdadera. Así, el cristianismo ha introducido en Europa el nihilismo. Porque eso significa Dios: la negación de la vida terrenal. Así pues, según Nietzsche, la tarea prioritaria es eliminar a Dios para poner fin a lo que ha tenido esclavizado al hombre, sin sustituirlo por otros conceptos (razón, ciencia, …), y realizar un cambio profundo en la forma en que los seres humanos perciben y comprenden el mundo. Lo que antes era malo, se convierte en bueno y viceversa. Esto se logra con la «muerte de Dios» que, para Nietzsche, significa tanto la pérdida de la fe religiosa como también el fin de todos los valores predominantes, filosóficos, culturales y morales, que se sustentaban en él. Así, la «muerte de Dios» conduce al nihilismo, a la “nada”, a una sensación de vacío y falta de significado en la vida, ya que se pierden las certezas y las verdades absolutas en las que se apoyaba la moral tradicional; y ya nada tiene valor alguno, ni en esta vida ni después de ella. Sin embargo, Nietzsche no ve el nihilismo como un callejón sin salida, sino como una oportunidad para la liberación humana. En definitiva, la "muerte de Dios" abre la posibilidad de una "transvaloración de todos los valores", donde el individuo puede reevaluar y reinterpretar a la luz de su propia «voluntad de poder» los principios morales tradicionales. Es decir, la muerte de Dios prepara el camino al superhombre, creador de valores nuevos, de la tierra, del instinto, autónomo, confiado, auténtico …, y favorable a la vida del hombre futuro. El superhombre asume el eterno retorno de lo mismo. En resumen, el análisis de Nietzsche sobre la muerte de Dios plantea importantes cuestiones sobre la naturaleza de la religión, la moralidad y la existencia humana. Al desafiar las creencias establecidas y cuestionar los fundamentos metafísicos y morales de la sociedad occidental, Nietzsche invita a una reflexión profunda sobre el significado y el propósito de la vida en un mundo sin Dios.