El documento habla sobre Dios como nuestro guardador que nunca se duerme y siempre nos cuida, aunque a veces permita que pasemos por situaciones difíciles.
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El documento habla sobre Dios como nuestro guardador que nunca se duerme y siempre nos cuida, aunque a veces permita que pasemos por situaciones difíciles.
El documento habla sobre Dios como nuestro guardador que nunca se duerme y siempre nos cuida, aunque a veces permita que pasemos por situaciones difíciles.
El documento habla sobre Dios como nuestro guardador que nunca se duerme y siempre nos cuida, aunque a veces permita que pasemos por situaciones difíciles.
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Dios no duerme, Él siempre nos guarda.
El Salmo 121 dice:
121:1 Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? 121:2 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. 121:3 No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. 121:4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel. 121:5 Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. 121:6 El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche. 121:7 Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. 121:8 Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre. Confiar en Dios y no dudar de su cuidado y compañía, es una de las cosas que más nos cuesta; y no porque Dios no nos haya hablado para trasmitirnos seguridad, sino porque le damos mucho más lugar a la duda que a las verdades de Dios.
Hoy con la ayuda del Señor compartiré
esta palabra muy hermosa y especial, que debe animarnos como hijo de Dios, a andar por la senda de la seguridad y la confianza en nuestro Padre celestial. y me refiero a Dios como nuestro Guardador, si, Él que nunca se duerme, El que es nuestra sombra a nuestra mano derecha, y El que guarda siempre nuestra alma.
Muchos luchamos por entender por qué
nos suceden cosas dolorosas en nuestras vidas; muchos nos preguntamos ¿por qué no evitó el Señor que experimentara el dolor? El Salmo que acabamos de leer, nos deja promesas firmes tales como: No dará tu pie al resbaladero, el sol no te fatigará de día, ni la luna de noche, Jehová te guardará de todo mal y Él guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre. Estas son verdades inamovibles, pero muchos interpretamos estas promesas como que Dios nos mantendrá alejados de las dificultades; cuando lo que quiere decir, es que, aunque el camino de la vida sea como un viaje, y que, en ocasiones pasemos por montañas, desiertos, lluvias, granizo, nieve, pero en medio de todo, nuestro pie no resbalará.
Isaías capítulo 43:2 dice:
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
El texto NO dice: “te evitaré las aguas,
te evitaré los ríos, te evitare el fuego y entiéndase aquí todo esto como situaciones difíciles y fuertes tribulaciones y sufrimientos. Lo que el texto dice, es que cuando pasemos por todo esto, El estará con nosotros; y la verdad, es que la presencia de Dios a nuestro lado es lo único que más necesitamos. No necesitamos que no haya situaciones que enfrentar, lo que necesitamos, es a nuestro Guardador con nosotros en medio de ellas.
Muchas veces Dios permite el dolor y
entiende el dolor y además considera un significado más profundo de la aflicción. Con la ayuda de Dios, nos veremos más beneficiados al transitar por el dolor que al evitarlo y puesto que nuestro Padre sabe qué es lo mejor, muchas veces no nos evita el dolor, en vez de esto, nos capacita para soportar las dificultades, dándonos sabiduría y fortaleza.
Las pruebas aparecerán en nuestras
vidas, pero por fortuna podemos confiar en Jehová que guardará nuestra alma. Lo que Dios no nos permite, no lo sufriremos y si lo permite, en ello guardará y preservará nuestras almas; ya que, al fin y al cabo, para Dios esto es lo más importante.
Escuche bien: Nunca se dormirá el que
te guarda. Con miles de millones de personas en el mundo, es difícil comprender cómo es posible que Dios conozca cada detalle de nuestras vidas; y aunque nos parezca imposible, todos los cabellos de nuestra cabeza Dios los tiene contados.
Dios siempre permanece alerta a cada
aspecto de nuestra vida; todos los días, cada semana, cada año, de día y de noche.
Si Ud. que eres padre, le pides a una
persona de confianza que cuida sus hijos mientras estás fuera de casa temporalmente ¿qué esperas que esa persona haga? Lo lógico es que esa persona los cuide, les proteja y atienda sus necesidades. Dios promete guardar a sus hijos y esto para Dios no es una carga difícil de llevar; Él nos defenderá, nos dará para nuestras necesidades y nos protegerá del mal.
Dios es nuestro guardador de día y de
noche. Nada lo desvía, Ninguna forma de descuido se introduce en Él; ni el más profundo sueño, ni el más ligero reposo. No se cansa nunca; Dios nunca deja de vigilar la casa y el corazón de su pueblo; esta es razón suficiente para que descansemos en perfecta paz. Dios nunca se va; y cuando nos sintamos indefensos, el mismo Dios está cubriendo nuestras cabezas.
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
Así como es imposible que seamos separados de nuestra propia sombra, es imposible que nuestro guardador se separe de nosotros. Sea donde sea que vayamos, Él siempre va con nosotros. Jehová guardará tu alma. Dios no es nuestro guardaespaldas, es el guardián de nuestra alma; para no pecar por motivos de pasiones y sentimientos, por motivos de angustia y deseos, y por motivos de temores y miedos. Él guardará nuestra alma, para que no sea contaminada por el pecado, ni perturbada por la aflicción y la preservará eternamente. guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre.
Oramos y damos gracias
Padre celestial, en El nombre de Jesús
vamos a su presencia para agradecer por su palabra, Ud. es nuestro Guardador, y protector. Siempre está con nosotros. No hay nada Señor amado en este mundo, que le pueda separar del lado de su pueblo. Ud. Señor amado, siempre estará de nuestro lado.
Permite bendito Dios, que cuando llegue
el temor y el miedo, recordemos que ud va a nuestro lado. No hay lugar donde ud no esté con sus hijos; no hay lugar donde su presencia Dios mío, no vaya con nosotros. ud no se separará, no se dormirás nunca. Gracias bendito Dios, porque podemos contar con su compañía en medio del desierto, en medio de los ríos y en medio del fuego. Vendrán aflicciones, atravesaremos por el dolor, sentiremos la fuerza de las olas, pero Ud. ha dicho Señor que estarás con nosotros en medio de cualquier situación. Gracias mi Dios, porque donde vayamos, podemos contar con Ud. Le rogamos todo esto En el nombre de Jesús. Amén. Y Amen.