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Pontificia Universidad Católica Argentina – Facultad de Ciencias Médicas – Instituto de Bioética

VIDA Y ÉTICA
P u b l i c a c i ó n s e m e s t ra l d e l I n s t i t u t o d e B i o é t i c a

• ALGUNAS CONSIDERACIONES RESPECTO


DE LAS VACUNAS CONTRA COVID-19

• E-ODONTOLOGÍA CENTRADA EN LAS PERSONAS

• ESTATUS JURÍDICO DE MÁQUINAS AUTÓNOMAS


INTELIGENTES. ANÁLISIS DESDE LA
PERSPECTIVA BIOJURÍDICA

• VALOR DE LOS INDICADORES EN SALUD:


HERRAMIENTAS PARA BUSCAR LA VERDAD
Y EL BIEN

• PROMOCIÓN DEL RECONOCIMIENTO


DE LA FERTILIDAD FEMENINA, EN EL ESPACIO
CURRICULAR DE LA EDUCACIÓN SEXUAL
INTEGRAL (ESI), EN ADOLESCENTES
ESCOLARIZADAS DE RODEO DEL MEDIO
(MAIPÚ, MENDOZA, AÑO 2018)

ISSN 1515-6850

A Ñ O 2 2 N º 1 J U N I O 2 0 2 1
PONTIFICIA
UNIVERSIDAD VIDA Y ÉTICA
CATÓLICA ARGENTINA COMITÉ CIENTÍFICO
Gran Canciller Dr. Carlos Benjamín Álvarez
S.E.R. Mons. Mario Aurelio Poli Pontificia Universidad Católica Argentina. Argentina
R.P. Dr. Roberto Colombo
Rector Università Cattolica del Sacro Cuore. Italia
Dr. Miguel Ángel Schiavone Roberto Dell Oro, Ph.D.
Loyola Marymount University. Estados Unidos
Vicerrectores Dra. Maria Luisa Di Pietro
Dra. María Clara Zamora Università Cattolica del Sacro Cuore. Italia
Pbro. Gustavo Boquín Prof. Dra. M.C. Donadío Maggi de Gandolfi
Pontificia Universidad Católica Argentina. Consejo
Decano Nacional de Investigaciones Científicas y
Facultad de Ciencias Médicas Técnicas. Argentina
Dr. Hernán Augusto Seoane Dra. Marta Fracapani de Cuitiño
Universidad Nacional de Cuyo. Argentina
Director Prof. Dr. Gonzalo Herranz
Instituto de Bioética Universidad de Navarra. España
Pbro. Lic. Rubén Revello Dr. Francisco Javier León Correa
Pontificia Universidad Católica de Chile. Chile
Coordinador Prof. Hna. Elena Lugo, RN, Ph. D.
Instituto de Bioética Pontificia Universidad Católica Argentina. Argentina
Mg. Dr. Gerardo Perazzo Prof. Dra. María Liliana Lukac de Stier
Pontificia Universidad Católica Argentina. Consejo Nacional
Investigadores de Investigaciones Científicas y Técnicas. Argentina
Mg. Dr. Lenin De Janon Quevedo Prof. Dr. Gèrard Memeteau
Mg. Dra. Graciela Moya Université de Poitiers, Faculté de Droit et Sciences Sociales. Francia
P. Gonzalo Miranda, L.C.
Colaboradores del Instituto Ateneo Pontificio Regina Apostolotum. Italia
Pbro. Dr. Luis Alfredo Anaya S.E. Card. Elio Sgreccia
Dra. Silvia Anselmino Pontificia Academia Pro Vita. Italia (2005-2008)
Dra. Silvia Balzano Prof. Juan de Dios Vial Correa
Dra. Zelmira M. Bottini de Rey Pontificia Universidad Católica de Chile. Chile
Mg. Dra. Lilian Gargiulo P. Dr. Antonio Cabrera Cabrera, L.C.
Dr. Jorge Nicolás Lafferrière Universidad Anáhuac. México.
Dr. José Alberto Mainetti
Dr. Mariano Gustavo Morelli In memoriam
Dr. Mariano Paramés +R.P. Domingo Basso, O.P. 1929-2014
Dra. María Inés Passanante +Edmund Pellegrino, MD, Ph. D. 1920-2013
Dr. Pablo Pedemonte +P. Dr. Angelo Serra, S.I. 1919-2012
Pbro. Mg. Ricardo Poblete
Dr. Leonardo Pucheta
Mg. Diana Isabel Radakoff
Dra. Cecilia Rodríguez Gauna
Lic. Alejandra Planker de Aguerre
Dr. Cristian Viaggio
VIDA Y ÉTICA
A Ñ O 2 2 N º 1 2 0 2 1

INSTITUTO DE BIOÉTICA DIRECCIÓN Rubén O. Revello


FACULTAD DE CIENCIAS
MÉDICAS
PONTIFICIA UNIVERSIDAD
CATÓLICA ARGENTINA
Av. Alicia Moreau de Justo 1600
Ciudad de Buenos Aires
COORDINACIÓN Noelia M. Coedo
C1107AFF Argentina PERIODÍSTICA

TELÉFONO / FAX
(+5411) 4338-0634
DISEÑO
E-mail Y EDICIÓN María Alejandra Ferrice
bioetica@uca.edu.ar
TRADUCCIÓN Y
Web
bioetica.uca.edu.ar CORRECCIÓN
DE RESÚMENES CODE Servicio Lingüístico

AÑO 2021
PERIODICIDAD
SEMESTRAL

SUSCRIPCIÓN ANUAL ISSN 1515-6850


ARGENTINA $ 400.-
EXTERIOR U$S 400.-
IMPRESIÓN Artes Gráficas Integradas
W C Morris 1049, Buenos Aires

Queda hecho el depósito legal que marca la ley 11.723. Derechos reservados.
Se autoriza la reproducción total o parcial, citando la fuente y el nombre del autor
en forma explícita.
INDEXADA EN
Los artículos que se publican en esta revista son de exclusiva responsabilidad de
sus autores y no comprometen la opinión del Instituto de Bioética ni de la
Pontificia Universidad Católica Argentina.
La revista se reserva los derechos de autor y el derecho de reproducir los artículos
enteros en otros medios impresos y/o electrónicos.
SUMARIO
ARTŒCULOS pág. 09 ALGUNAS CONSIDERACIONES RESPECTO DE LAS VACUNAS CONTRA COVID-19
Dra. Mg. Graciela Moya

pág. 43 EODONTOLOGÍA CENTRADA EN LAS PERSONAS


Mg. Od. Roxana Elena Stasiow
pág. 55
ESTATUS JURÍDICO DE MÁQUINAS AUTÓNOMAS INTELIGENTES. ANÁLISIS
DESDE LA PERSPECTIVA BIOJURÍDICA
pág. 77 Mg. Dr. Leonardo Pucheta

LOS INDICADORES EN SALUD: HERRAMIENTAS PARA BUSCAR LA VERDAD Y EL BIEN


pág. 93 Mg. Dra. Silvia J. Birnenbaum

PROMOCIÓN DEL RECONOCIMIENTO DE LA FERTILIDAD FEMENINA, EN EL ESPACIO CURRICULAR


DE LA EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL (ESI), EN ADOLESCENTES ESCOLARIZADAS DE RODEO DEL
MEDIO, MAIPÚ MENDOZA, AÑO 2018 (RESUMEN DE TESIS) Mg. Mercedes R. Pennesi

OPINION
Y COMENTARIOS pág. 145 LA LEGALIZACIÓN DE LA EUTANASIA EN ESPAÑA ¿QUEDA RESUELTO EL PROBLEMA HUMANO DEL
DOLOR Y DEL SUFRIMIENTO?
Dr. Roberto Germán Zurriaráin

DOCUMENTOS
NACIONALES pág. 173 INTERVENCIÓN DEL PADRE JOSÉ MARÍA DI PAOLA EN EL DEBATE EN CÁMARA DE DIPUTADOS
POR LA PRESENTACIÓN DE LA LEY DE LEGALIZACIÓN DEL ABORTO EN LA ARGENTINA
Padre José María Di Paola

pág. 177 INTERVENCIÓN DE MONSEÑOR GUSTAVO CARRARA EN EL DEBATE EN CÁMARA DE DIPUTADOS


POR LA PRESENTACIÓN DE LA LEY DE LEGALIZACIÓN DEL ABORTO EN LA ARGENTINA
Monseñor Gustavo Carrara

pág. 181 PRESENCIA DE CÁRITAS ARGENTINA EN LA SESIÓN DE DIPUTADOS


POR EL PROYECTO DE LEY DE INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL EMBARAZO
Caritas Argentina

pág. 185 COMUNICADO DE PRENSA ANTE LA LEGALIZACIÓN DE LA INTERRUPCIÓN DEL EMBARAZO


EN LA REPÚBLICA ARGENTINA
Conferencia Episcopal Argentina

pág. 187 COMUNICADO DEL SECRETARIADO NACIONAL PARA LA PASTORAL DEL CUIDADO DE LA VIDA
NACIENTE Y LA NIÑEZ SOBRE LA LEGALIZACIÓN DEL ABORTO
Secretariado Nacional para la Pastoral del Cuidado de la Vida Naciente y la Niñez /
Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia, CEVILAF / Conferencia Episcopal Argentina

pág. 189 COMUNICADO DEL SECRETARIADO NACIONAL PARA LA PASTORAL FAMILIAR SOBRE
LA LEGALIZACIÓN DEL ABORTO
Secretariado Nacional para la Pastoral del Cuidado de la Vida Naciente y la Niñez /
Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia, CEVILAF / Conferencia Episcopal Argentina

pág. 191 ES UN DÍA HISTÓRICO…. QUE NOS DUELE II


Monseñor Eduardo García
pág. 195
DÍA DEL NIÑO POR NACER
pág. 197
COMUNICADO DE LA COMISIÓN EJECUTIVA ANTE EL PROYECTO DE “DESARROLLO INDUSTRIAL
MINERO METALÍFERO SUSTENTABLE DE LA PROVINCIA DE CHUBUT”
Conferencia Episcopal Argentina

pág. 199 UNA NECESIDAD VITAL C


onferencia Episcopal Argentina

DOCUMENTOS
INTERNACIONALES pág. 203 CARTA SAMARITANUS BONUS DE LA CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE SOBRE
EL CUIDADO DE LAS PERSONAS EN LAS FASES CRÍTICAS Y TERMINALES DE LA VIDA.
Congregación para la Doctrina de la Fe

pág. 247 MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA XXIX JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO
Santo Padre Francisco
Queridos amigos lectores, una vez
EDITORIAL más nos encontramos en el inicio de ésta
nueva revista “Vida y Ética” dispuesto a
disfrutar de un número excepcional y me
animo a decir también histórico.

Lo llamo así porque verán reflejadas


muchas de las ponencias que se hicieron
ante el Congreso de la Nación a raíz del
debate sobre la despenalización del abor-
to en Argentina. Muchas de ellas no
podrán hallarlas en otros lugares porque
-debemos decirlo de modo claro- han
sido silenciadas intencionalmente.

El debate al momento de la votación


ha sido, como otras veces desigual, en la
cantidad y en la calidad de los exposito-
res, así como en los argumentos esgrimi-
dos. Para quienes nos lean desde el exte-
rior, el actual presidente de la Argentina,
había hecho la promesa durante la cam-
paña, de promover la ley de despenaliza-
ción del aborto. Con gran hipocresía, reu-
nieron a peritos de partes que pasaron
exponiendo su punto de vista, pero a
pesar de la solidez de los argumentos,
biológicos, médicos, jurídicos, filosóficos
y bioéticos presentados en favor de la
vida, la suerte ya estaba echada.
Debieron soportar la burla e interrupcio-
nes constantes de las barras de grupos
radicales contrarios a la vida y aún el
desdén de los mismos miembros del con-
greso que debían escuchar los argumen-
tos. Todo terminó siendo un gran espec-

INSTITUTO DE BIOÉTICA / UCA - VIDA Y ÉTICA AÑO 22 Nº 1 JUNIO 2021


5
táculo para los medios y un gran fracaso todo momento y condición de su
para el sistema democrático. vida.” EV nº 81.

Es por eso que queremos en este Hay muchas formas nuevas de atacar
número compilar algunas de las ponen- la dignidad de la vida humana1 que
cias en favor del niño por nacer, que pen- comienzan con el aborto y siguen con
samos que serán útiles a otros hermanos otras formas de degradación de la vida
latinoamericanos que ven acercarse a sus humana y del planeta todo.
foros institucionales, la presión de los
organismos internacionales para hacer de Es por eso que las palabras de Juan
América Latina un continente de muerte. Pablo II siguen siendo un camino a seguir
y este número de la revista recoge el
Justamente este es el hilo conductor guante. Al extenso conjunto ya mencio-
del presente número: la cultura de la vida nado de notas sobre el aborto procurado,
versus la cultura de la muerte. se suman las notas de Eutanasia -tema
que se esta intentando instalar en
Esta expresión profética que nos rega- Argentina y sobre el cual trataremos
ló San Juan Pablo II en el documento extensamente en próximos números pre-
Evangelium Vitae, adquiere una vigencia parándonos para el futuro debate de ese
fundamental. Repasemos una vez mas las tipo de leyes-, las notas de los doctores
palabras del Santo Padre: Leonardo Puchetta sobre el status jurídi-
co de las máquinas y su distinción del
“Al mismo tiempo, se trata de señalar humano, así como la nota de la doctora
todas las consecuencias de este Stasiow sobre el valor central de lo
mismo Evangelio, que se pueden resu- humano en una deontología médica, o la
mir así: la vida humana, don precioso nota de la doctora Silvia Birnenbaum que
de Dios, es sagrada e inviolable, y por propone una lectura de los indicadores
esto, en particular, son absolutamen- de salud, centrados en el valor inaliena-
te inaceptables el aborto procurado y ble de la persona.
la eutanasia; la vida del hombre no
sólo no debe ser suprimida, sino que Esta defensa de la vida humana, tiene
debe ser protegida con todo cuidado en el presente número una bajada más
amoroso(…); toda la sociedad debe coyuntural con la destacada nota de la
respetar, defender y promover la dig- doctora Graciela Moya sobre las vacunas
nidad de cada persona humana, en Covid 19. Es muy importante porque des-

-6-
EDITORIAL

peja dudas sobre su gestación, la seriedad no menos exigente en un momento


de las barreras de control en su elabora- grave para la humanidad, recordándonos
ción, el material con el que son hechas y quienes somos y cómo debemos actuar
su eficacia científicamente demostrada. honrando la Vida.

En la misma línea se suma el docu- Espero que disfruten la lectura de éste


mento de la Santa Sede sobre el acompa- numero tanto como yo.
ñamiento del sufrimiento humano
durante la pandemia “Samaritanus Pbro. Lic. Rubén Revello
Bonus”. Con un acento más pastoral, pero Director

a n t ot u llL i t s t b r é t t ét L v vé é v t L
genocidiosL abortoL t eutanasia suicidio voluntariod é t t ét é é t t tP
t Lv t mutilacionesL t torturas corporales y mentalesL v é v t vv v vt d é
é t t é ét é t t Lv las condiciones infrahumanas de vida, los encarcelamientos arbitrarios,
las deportaciones, la esclavitud, la prostitución, la trata de blancas y de jóvenes; también las condiciones igno-
miniosas de trabajo en las que los obreros son tratados como meros instrumentos de lucroL v t
u t u d ét t v t t t v t u Lt v t v tv
t t Lé t t t v vt t té v t vt .

-7-
ARTÍCULOS

ALGUNAS Dra. Mg. Graciela Moya


Contacto: gracielamoya@uca.edu.ar

CONSIDERACIONES • Docente e investigadora – Instituto de Bioética

RESPECTO DE LAS (UCA)

VACUNAS CONTRA
COVID-19

Fecha de recepción: 21/04/2021


Fecha de aceptación: 28/05/2021

Palabras clave Key words

• Covid-19 • Covid-19
• Vacunas • Vaccines
• Aspectos científicos • Scientific Aspects
• Pandemia • Pandemic
Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 junio 2021
-9-
VIDA Y ÉTICA

resumen ABSTRACT
Las abrumadoras consecuencias de la The overwhelming consequences of
pandemia COVID-19, tanto en el ám- the COVID-19 pandemic, both in terms
bito de la salud física como emocional, of physical and emotional health, the
el impacto social y económico a nivel social and economic impact worldwide,
mundial, requieren la rápida necesidad require the rapid need to develop
de desarrollar estrategias terapéuticas innovative therapeutic and preventive
y preventivas innovadoras. Por ello, strategies. Scientists on all continents
científicos de todos los continentes are therefore working collaboratively
trabajan en forma colaborativa junto with major pharmaceutical companies
con las grandes empresas farmacéuti- to use drugs already proven for other
cas para utilizar medicamentos ya pro- diseases, and to develop vaccines to
bados para otras enfermedades, y para reduce the spread of this pandemic.
desarrollar vacunas que reduzcan el A large number of candidate vaccines
contagio de esta pandemia. Se ha iden- against COVID-19 based on different
tificado una gran cantidad de vacunas platforms have been identified, but
candidatas contra COVID-19 basadas so far no single, let alone definitive,
en diferentes plataformas, pero por el response has been achieved.
momento no se ha logrado una res-
Given the urgency to obtain a vaccine
puesta única, y menos aún, definitiva.
against COVID-19, it has been agreed
Dada la urgencia para la obtención de to overlap some of the research
una vacuna contra COVID-19, se ha phases, and to generate strategies for
acordado superponer algunas de las a rapid regulatory review and approval,
fases de investigación, y generar estra- which will facilitate the manufacture,
tegias para una revisión y aprobación distribution and quality control of the
regulatoria rápida, que facilite la fabri- vaccine. The objective of this paper is
cación, distribución y control de cali- to succinctly present scientific aspects
dad de la vacuna. El objetivo de este associated with the development of
trabajo es presentar en forma sucinta COVID-19 vaccines.
aspectos científicos asociados al desa-
rrollo de vacunas contra COVID-19.

-10-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

1. Introducción
Las vacunas son productos médicos que tienen como finalidad generar una
respuesta inmune para evitar la ocurrencia o disminuir las complicaciones de las
enfermedades infecciosas.1 Las vacunas ayudan a desarrollar la inmunidad tal
como lo haría la infección, pero sin las manifestaciones clínicas de la enfermedad.
El concepto e investigación sobre vacunas comienza a fines del siglo XVIII. En
1796 el Dr. Edward Jenner publica un primer artículo en el que desarrolla una es-
trategia para evitar la propagación de la Viruela,2 infección altamente contagiosa
con una tasa de mortalidad de alrededor del 30%. Aunque recién a partir del año
1800 comienzan las campañas de vacunación contra esta infección. De manera
que en el año 1980 la Asamblea Mundial de Salud declara la erradicación de la
viruela a nivel mundial, siendo el mayor logro de la salud pública internacional.
Actualmente, se desarrollan vacunas para 17 enfermedades infecciosas, algunas
forman parte de los programas de vacunación obligatorios en muchos países.3 Se
estima que la inmunización salva la vida de 3 millones de niños al año, pero las
vacunas existentes, adecuadamente indicadas, podrían salvar 2 millones más de
vidas.4
Como las vacunas tienen una finalidad preventiva y no curativa se deben apli-
car a población sana o en riesgo de una enfermedad. Por ello, es necesario que
los beneficios esperados que brinde la vacuna y los riesgos a los que quedan ex-
puestas las personas que las reciben y la sociedad sean valorados en forma muy
exhaustiva. Por lo tanto, la seguridad de una vacuna requiere una evaluación
diferente por las agencias de regulación a la que se realiza habitualmente para
los fármacos o dispositivos médicos, ya que su objetivo no es curar o tratar a una
persona que está enferma, quien necesita una curación o mejoría de su estado de
salud, sino que tiene una finalidad preventiva: busca evitar la ocurrencia de una
enfermedad potencial en una persona sana.5 Con las vacunas, como con cualquier

1 OMS Vacunas https://www.who.int/topics/vaccines/es/ [Consulta 19 de enero de 2021].


2 Centers for Disease Control and Prevention. History of Smallpox. https://www.cdc.gov/smallpox/history/his-
tory.html [Consulta7 de enero de 2021].
3 Cáncer cervical, Cólera, COVID-19, Difteria, Hepatitis A y B, Influenza, encefalitis Japonesa, meningitis,
paperas, sarampión, tos convulsa, neumonía, polio, rabia, rotavirus, rubeola, tétanos, fiebre tifoidea, varicela,
fiebre amarilla.
4 André FE. Vaccinology: past achievements, present roadblocks and future promises. Vaccine. 2003; 21(7-
8):593-5. doi: 10.1016/s0264-410x(02)00702-8. PMID: 12531323.
5 Pérez AC, González Negri MA. Comentarios sobre la seguridad de las vacunas. Arch Argent Pediatr 2002;
100(1):54-60.
-11-
VIDA Y ÉTICA

otro producto médico, debe determinarse su seguridad, es decir conocer cuáles


son los efectos adversos esperados aceptables; y su eficacia, es decir, su capacidad
para establecer una respuesta inmune en la persona vacunada similar a la espera-
da después de una infección.
Como en todo procedimiento médico pueden presentarse efectos adversos, en
algunas situaciones, con síntomas leves que desaparecen a medida que el organis-
mo activa su sistema inmune y desarrolla inmunidad específica contra el germen,
en general, en las primeras semanas después de su aplicación.6 Todas las vacunas
tienen efectos secundarios o "efectos adversos", pero son poco frecuentes y en
general leves, pero deben ser monitorizados. Los efectos adversos más frecuentes
se asocian a: reacción relacionada con un defecto en la calidad de la vacuna;
reacción relacionada con un error en la inmunización; reacción relacionada con
la ansiedad por la inmunización; o eventos coincidentes a la vacunación. Por ello,
aún después de aprobada una vacuna, su seguridad continúa siendo vigilada re-
gistrándose la frecuencia con la que aparecen los efectos adversos, y la ocurrencia
de efectos nuevos en la medida que más personas son expuestas. Esta vigilancia se
realiza mediante el registro de los denominados casos de Eventos Supuestamente
Atribuibles a la Vacunación e Inmunizaciones (ESAVI).7
En el año 2013 la Resolución 259 /2013 del Ministerio de Salud crea dentro del
Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles la Comisión
Nacional de Seguridad en Vacunas (CONASEVA)8 que tiene por objetivo diseñar
un sistema de vigilancia para la detección de los ESAVI, y realizar su correcto
análisis y clasificación, con la finalidad de poder dotar al programa de inmuniza-
ción una herramienta que garantice la seguridad de las vacunas utilizadas, según
los lineamientos internacionales.9 El Comité Asesor Mundial sobre Seguridad de
las Vacunas (GACVS-OMS) propone que esta vigilancia se realice siguiendo los
criterios internacionales propuestos por la Brighton Collaboration (BC), una red
mundial de investigación de seguridad de vacunas sin fines de lucro para profe-

6 Metz B, van den Dobbelsteen G, van Els C, van der Gun J, Levels L, van der Pol L, Rots N, Kersten G. Quality-con-
trol issues and approaches in vaccine development. Expert Rev. Vaccines 2009; 8(2): 227–238.
7 OMS Guía para las hojas de información de la OMS sobre eventos supuestamente atribuibles a la vacu-
nación o la inmunización (ESAVI) https://www.who.int/vaccine_safety/initiative/tools/Guide_Vaccine_rates_
information_sheet_ES.pdf [Consulta 19 de enero de 2021].
8 Comisión Nacional de Seguridad en Vacunas CoNaSeVa https://www.argentina.gob.ar/salud/inmunopreveni-
bles/conaseva [Consulta 19 de enero de 2021].
9 Dirección de control de enfermedades inmunoprevenibles. MSA. Ficha de Notificación de ESAVI. https://ban-
cos.salud.gob.ar/sites/default/files/2020-12/ficha-notificacion-esavi.pdf [Consulta 7 de febrero de 2021].
-12-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

sionales de la salud que desarrolla plantillas estandarizadas mediante plataformas


tecnológicas que permiten obtener un enfoque estructurado para la valoración
de la seguridad de las vacunas.10 En el año 2000 la Coalición de innovaciones en
preparación para epidemias (CEPI-2017) se unió a Brighton Collaboration, para
armonizar la evaluación de seguridad de las vacunas financiadas por CEPI a través
de su Plataforma de seguridad para vacunas de emergencia (SPEAC). Actualmente,
SPEAC está creando recursos, estándares aceptados internacionalmente y herra-
mientas para facilitar la farmacovigilancia y los ensayos clínicos de seguridad de
la vacuna COVID-19.11

2. Pandemia COVID-19
La pandemia COVID-19 ha provocado una crisis profunda a nivel sanitario,
social y económico. Ello ha instado a trabajar de forma rápida y colaborativa
para el desarrollo de vacunas contra el virus SARS-CoV-2.12 Este esfuerzo global
ha generado desconfianza en la población a partir de las diversas, cuantiosas y
confusas noticias en los medios de comunicación.13 La incertidumbre que ha ge-
nerado las respuestas adoptadas frente a la pandemia, asociada a las decisiones
que toman los gobiernos e instituciones supranacionales, como la OMS, a veces
contradictorias, imprecisas, o poco informadas, se traslada a la desconfianza en
la asistencia sanitaria tanto en las medidas preventivas no médicas, tratamientos
médicos como también en el desarrollo de vacunas.14
Por lo tanto, es importante considerar la necesidad de involucrar al público ge-
neral para que tenga herramientas que le permita disipar sus temores, reconocer
los conceptos erróneos con el fin de generar un sentido crítico que promueva el
reconocimiento de la importancia de su participación responsable en el control de

10 The Task Force for Global Health. Brighton Collaboration https://brightoncollaboration.us/ [Consulta 12 de
febrero de 2021].
11 The Task Force for Global Health, Safety Platform for Emergency vACcines (SPEAC) Project. 29 May 2019
https://cepi.net/news_cepi/cepi-partners-with-brighton-collaboration-to-support-safety-assessment-of-vacci-
ne-candidates-against-emerging-infectious-diseases/ [Consulta 12 de febrero de 2021].
12 Calina D, Docea AO, Petrakis D, et al. Towards effective COVID‑19 vaccines: Updates, perspectives and chal-
lenges (Review). Int J Mol Med. 2020; 46(1):3-16. doi:10.3892/ijmm.2020.4596
13 Wilson SL, Wiysonge C. Social media and vaccine hesitancy. BMJ Glob Health. 2020; 5(10):e004206. doi:
10.1136/bmjgh-2020-004206. Epub 2020 Oct 23. PMID: 33097547; PMCID: PMC7590343.
14 Finney Rutten LJ, Zhu X, Leppin AL, Ridgeway JL, Swift MD, Griffin JM, St Sauver JL, Virk A, Jacobson RM. Evi-
dence-Based Strategies for Clinical Organizations to Address COVID-19 Vaccine Hesitancy. Mayo Clin Proc. 2021;
96(3):699-707. doi: 10.1016/j.mayocp.2020.12.024. Epub 2020 Dec 30. PMID: 33673921; PMCID: PMC7772995.
-13-
VIDA Y ÉTICA

la pandemia. Conocer con más detalle las ventajas y desventajas de la aplicación


masiva de vacunas, que debido a la urgencia no han podido analizarse con todas
las fases de investigación clásica en vacunas, puede contribuir en gran medida
a promover la aceptación y la distribución equitativa de la vacuna COVID-19,
disminuyendo en lo posible la desconfianza hacia las vacunas, y promoviendo la
participación activa de la comunidad.15
El objetivo de este trabajo es presentar en forma sucinta aspectos científicos
asociados al desarrollo de vacunas contra COVID-19.

3. Cómo se desarrollan las vacunas: desafíos


Tradicionalmente las vacunas eran desarrolladas con base en la atenuación o
inactivación del patógeno respectivo. Estas vacunas han reducido en forma exi-
tosa la ocurrencia de enfermedades infecciosas y la carga que significan para las
personas, el sistema de salud y la sociedad en general. Se ha podido erradicar
la viruela y restringir significativamente enfermedades como la poliomielitis, el
tétanos, la difteria y el sarampión. Pero esta tecnología requiere el cultivo y la
propagación de los gérmenes patógenos completos en un laboratorio especiali-
zado con altos niveles de bioseguridad. Ello hace que en situaciones de pandemia
surja la necesidad de recurrir a nuevos y versátiles enfoques que no impliquen el
cultivo tradicional de patógenos completos para generar en forma rápida, efectiva
y segura un producto médico protector del contagio y que minimice la expresión
de la enfermedad.16
Los importantes avances recientes en áreas como inmunología, biología mole-
cular, genómica, proteómica, bioinformática, y modelos virtuales han facilitado la
investigación en el desarrollo de nuevas estrategias para vacunas.17
El desarrollo exitoso de vacunas es un proceso largo que requiere la partici-
pación de diferentes especialidades, como investigación y desarrollo, control de

15 Abila DA, Dei-Tumi SD, Humura F, Aja GN, We need to start thinking about promoting the demand, uptake,
and equitable distribution of COVID-19 vaccines NOW!, Public Health in Practice 2020 (1); 100063,
ISSN 2666-5352, https://doi.org/10.1016/j.puhip.2020.100063.
16 Rauch S, Jasny E, Schmidt KE, Petsch B. New Vaccine Technologies to Combat Outbreak Situations. Front
Immunol. 2018; 9:1963. Published 2018 Sep 19. doi:10.3389/fimmu.2018.01963
17 André FE. Vaccinology: past achievements, present roadblocks and future promises. Vaccine. 2003; 21(7-
8):593-5. doi: 10.1016/s0264-410x(02)00702-8. PMID: 12531323.
-14-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

calidad, garantía de calidad, producción, cuestiones regulatorias a nivel nacional


e internacional y comercialización.18
Entonces para el desarrollo de una vacuna existen muchos desafíos, no sólo se
debe garantizar su seguridad y eficacia, sino que también su producción, acceso,
distribución masiva, y aceptación por la población.19
Entre los desafíos se describen:
1- La naturaleza impredecible del patógeno, la falta de conocimiento previo de
su genoma, la capacidad de mutar y adaptarse a un nuevo huésped o entor-
no, su vía de acceso al organismo, las propiedades inmunogénicas inciertas, la
gravedad de los síntomas que producen, la población de riesgo que afecta con
mayor severidad, el tipo y duración de la respuesta inmune que genera, entre
otras cuestiones.20
2- Una vez comprendidas las características del germen patógeno es necesario
conocer hacía cuáles antígenos deben orientarse la respuesta inmune para que
la vacuna sea eficaz en evitar su propagación en el organismo.
3- La elección de la plataforma elegida para desarrollar la vacuna depende de
la capacidad tecnológica, los recursos humanos y económicos.
4- La posibilidad de generar vacunas de calidad implica comprobar su seguri-
dad, pureza y eficacia. Se debe confirmar que no contenga otros agentes in-
fecciosos extraños, determinar los niveles mínimos aceptables de materiales
tóxicos, verificar la trazabilidad de los medios de cultivo, bancos de células en
las que se diseñan, producen, y verifican, comprobar que exprese fielmente la
identidad del antígeno elegido.
5- Determinar la seguridad de la vacuna, es decir que no genere efectos adver-
sos no esperables, ni severos.
6- Comprobar su eficacia para los objetivos propuestos, ya sea: disminuir la
propagación, evitar las formas severas de la enfermedad o la mortalidad.

18 Metz B, van den Dobbelsteen G, van Els C, van der Gun J, Levels L, van der Pol L, Rots N, Kersten G. Quali-
ty-control issues and approaches in vaccine development. Expert Rev. Vaccines 2009;8(2): 227–238.
19 Sheridan C. The business of making vaccines. Nat. Biotechnol. 2005; 23(11), 1359–1366.
20 Rauch S, Jasny E, Schmidt KE, Petsch B. New Vaccine Technologies to Combat Outbreak Situations. Front
Immunol. 2018; 9:1963. Published 2018 Sep 19. doi:10.3389/fimmu.2018.01963
-15-
VIDA Y ÉTICA

7- El tiempo que demanda el desarrollo de la vacuna es crucial en el momento


de una pandemia, ya que requiere nuevas estrategias de investigación, produc-
ción y aprobación, para prevenir un brote emergente de propagación global.
8- Establecer una producción eficiente, que la vacuna sea reproducible de lote
a lote, que no haya contaminación en el proceso de producción, en las etapas
de purificación, y en las pruebas de especificidad y caracterización del antí-
geno elegido. Existen normativas de la Conferencia de Armonización Interna-
cional (ICH)21 que definen los procesos de fabricación, desarrollo y calidad de
los productos farmacéuticos, como son las Guías sobre buenas prácticas de
fabricación para ingredientes activos farmacéuticos (ICH-Q7),22 de Desarrollo
farmacéutico (ICH-Q8-R2),23 de Gestión de riesgos de calidad (ICH-Q9),24 y de
Sistema de calidad farmacéutica (ICH-Q10).25
9- Proveer un almacenamiento adecuado para cada vacuna, que contemple el
control de los factores ambientales como la temperatura, la humedad, la cali-
dad del envase, entre otros.
10- El establecimiento de un plan de distribución masiva de la vacuna que
considere el traslado y acceso a las regiones o países alejados de los centros
de producción, especialmente establecer las posibilidades de países con bajos
recursos de infraestructura para almacenamiento y distribución en las condi-
ciones que la vacuna requiere.
11- La aceptación de la población es un punto central para analizar, ya que
puede ocurrir una demora en la aceptación, vacilación o rechazo de las vacu-
nas a pesar de la disponibilidad del servicio de vacunación, especialmente en
los países de altos ingresos con mejores condiciones de salud y con sistemas de
salud más efectivos..26

21 The International Council for Harmonisation of Technical Requirements for Pharmaceuticals for Human Use
(ICH) https://www.ich.org/page/ich-guidelines [Consulta 9 de marzo de 2021]
22 Q7 Good Manufacturing Practice Guidance for Active Pharmaceutical Ingredients. https://database.ich.org/
sites/default/files/Q7%20Guideline.pdf [Consulta 9 de marzo de 2021]
23 Q8(R2) Pharmaceutical Development. Guidance for Industry https://database.ich.org/sites/default/files/
Q8%28R2%29%20Guideline.pdf [Consulta 9 de marzo de 2021]
24 Q9 Quality Risk Management https://database.ich.org/sites/default/files/Q9%20Guideline.pdf
25 Q10 Pharmaceutical Quality System https://database.ich.org/sites/default/files/Q10%20Guideline.pdf [Con-
sulta 9 de marzo de 2021]
26 Rauch S, Jasny E, Schmidt KE, Petsch B. New Vaccine Technologies to Combat Outbreak Situations. Front
Immunol. 2018; 9:1963. Published 2018 Sep 19. doi:10.3389/fimmu.2018.01963
-16-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

12- El costo asociado con el desarrollo y la producción de vacunas se estima que


asciende a más de 500 millones de dólares, con gastos adicionales para esta-
blecer instalaciones y equipos que oscilan entre 50 y 700 millones de dólares..27

4. ¿Cómo se mide la eficacia de una vacuna?


Un punto de análisis que genera gran debate es determinar la eficacia de una
vacuna.28 Una vacuna se considera eficaz cuando permite disminuir la morbilidad
y mortalidad de una enfermedad infecciosa.29
La OMS presentó un documento en el que se analiza los perfiles de meta de
producto para las vacunas COVID-19 (WHO Target Product Profiles for COVID-19
Vaccines Version 3 - 29 April 2020)30 en el que sugiere criterios mínimos, y crite-
rios preferidos para el desarrollo e implementación de las vacunas, que aseguren
la calidad, seguridad, eficacia e idoneidad.
Respecto de la eficacia sugiere una demostración de eficacia estimada en al-
rededor del 50% para la población general, y del 70% para la población expuesta
a alto riesgo de contagio (ej. personal sanitario). Esta eficacia puede evaluarse en
función de diferentes criterios de valoración como para evitar: 1) enfermedad,
2) enfermedad grave, 3) mortalidad, 4) carga de la enfermedad, 5) diseminación
/ transmisión de la enfermedad, o 6) determinar la duración de la inmunidad;31
además de considerar otras estrategias que prevengan la diseminación del virus.
La eficacia medida con base en la prevención de la enfermedad grave o mortalidad
es un punto central, ya que son la causa del colapso del sistema de salud, y este
puede ser un objetivo de los programas de intervención en pandemia.
Esta falta de especificidad demuestra la complejidad que surge al querer eva-
luar la eficacia de una vacuna en forma rápida (sin completar la fase 3) de una

27 Plotkin S, Robinson JM, Cunningham G, Iqbal R, Larsen S. The complexity and cost of vaccine manufacturing
- An overview. Vaccine 2017; 35:4064–71. 10.1016/j.vaccine.2017.06.003
28 Hodgson SH, Mansatta K, Mallett G, Harris V, Emary KRW, Pollard AJ. What defines an efficacious COVID-19
vaccine? A review of the challenges assessing the clinical efficacy of vaccines against SARS-CoV-2. Lancet Infect
Dis. 2021; 21(2):e26-e35. doi: 10.1016/S1473-3099(20)30773-8. Epub 2020 Oct 27. PMID: 33125914; PMCID:
PMC7837315.
29 Gavi. The Gavi COVAX AMC: an investment opportunity. https://www.gavi.org/covax-facility [Consulta 9 de
marzo de 2021]
30 WHO. WHO target product profiles for COVID-19 vaccines. Geneva: World Health Organization, 2020.
31 Mehrotra DV, Janes HE, Fleming TR, et al. Clinical Endpoints for Evaluating Efficacy in COVID-19 Vaccine
Trials. Ann Intern Med. 2021;174(2):221-228. doi:10.7326/M20-6169
-17-
VIDA Y ÉTICA

enfermedad de la que aún se tiene poca información y no existe una prevención


o un tratamiento específicos.32 Otras vacunas pueden ser más efectivas en evitar
la transmisibilidad del SARS-CoV-2, aunque no afecten el curso de la enfermedad,
siendo asi una intervención valiosa a nivel poblacional.33,34
Por el momento, el objetivo final de los ensayos clínicos es prevenir la enfer-
medad sintomática en quienes han recibido la vacuna. Ninguno de los ensayos
actualmente en curso está diseñado para detectar una reducción en cualquier
otro resultado como ingresos hospitalarios, uso de cuidados intensivos o muertes.
Tampoco se están estudiando las vacunas para determinar si pueden interrumpir
la transmisión del virus.35 De todos modos, se espera que las vacunas contra CO-
VID-19 permitan un adecuado nivel de inmunidad en la población de manera de
proporcionar cierto grado de inmunidad colectiva con la finalidad de reducir en
mediano plazo, la propagación de la infección.36
Sin embargo, existe además una complejidad operativa en el desarrollo de las
fases clínicas que permitan determinar la eficacia, que está vinculada con las
ondulaciones de la pandemia. La eficacia se puede determinar más efectivamente
si hay una coincidencia entre la ubicación de los participantes vacunados y los
puntos calientes de la pandemia. Es importante, entonces considerar una selec-
ción cuidadosa de las finalidades del ensayo clínico y los diseños de los estudios
estadísticos que permitirán definir con más certeza el tamaño de la muestra para
que las conclusiones puedan estar adecuadamente validadas.37

32 Izda V, Jeffries MA, Sawalha AH. COVID-19: A review of therapeutic strategies and vaccine candidates. Clin
Immunol. 2021; 222:108634. doi:10.1016/j.clim.2020.108634
33 Hodgson SH, Mansatta K, Mallett G, Harris V, Emary KRW, Pollard AJ. What defines an efficacious COVID-19
vaccine? A review of the challenges assessing the clinical efficacy of vaccines against SARS-CoV-2. Lancet Infect
Dis. 2021; 21(2):e26-e35. doi: 10.1016/S1473-3099(20)30773-8. Epub 2020 Oct 27. PMID: 33125914; PMCID:
PMC7837315.
34 Mehrotra DV, Janes HE, Fleming TR, et al. Clinical Endpoints for Evaluating Efficacy in COVID-19 Vaccine
Trials. Ann Intern Med. 2021; 174(2):221-228. doi:10.7326/M20-6169
35 Doshi P. Will covid-19 vaccines save lives? Current trials aren’t designed to tell us. BMJ 2020;371:m4037 doi:
https://doi.org/10.1136/bmj.m4037
36 US Department of Health and Human Services: Food and Drug Administration. Development and licensure of
vaccines to prevent COVID-19: guidance for industry. June, 2020. https://www.fda.gov/ media/139638/download
[Consulta 29 de marzo de 2021]
37 Amanat F, Krammer F. SARS-CoV-2 Vaccines: Status Report. Immunity 2020;52(4): 583-589, https://doi.
org/10.1016/j.immuni.2020.03.007
-18-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

5. Fases de investigación para generar una vacuna


Normalmente, el período de desarrollo de una vacuna es de 12 a 15 años
(Figura 1). La seguridad y eficacia de una vacuna, requisitos básicos para que sea
aprobada, se demuestran mediante los llamados ensayos clínicos, que tienen por
finalidad asegurar que la vacuna no genere daño en quienes la reciben, a corto y
largo plazo; y demostrar la eficacia, es decir su capacidad para prevenir la enfer-
medad, al generar una respuesta inmune duradera.38

5.1. Fase Preclínica


El ciclo de desarrollo de la vacuna incluye una primera etapa denominada Pre-
clínica, de descubrimiento y exploración. Su objetivo es comprender la enferme-
dad y su epidemiología, identificar el patógeno causal, la interacción huésped-pa-
tógeno, el mecanismo de protección y los antígenos que inducen una respuesta
inmunitaria protectora natural, y establecer los primeros pasos para preparar una
vacuna candidata. Una vez avanzado el análisis epidemiológico y fisiopatológico
de la enfermedad, el siguiente paso de la etapa preclínica se lleva a cabo en mo-
delos animales o cultivos celulares, en los que se selecciona la mejor formulación
del antígeno y se evalúa la seguridad, inmunogenicidad y, si existiera un modelo
animal adecuado se evalúa la eficacia.39 Muchas vacunas candidatas nunca avan-
zan más allá de esta etapa porque no producen la respuesta inmunitaria deseada.
Esta fase se completa garantizando que la purificación de la vacuna no haya
alterado la identidad del antígeno y se haya determinado que este antígeno es-
timula una respuesta inmunitaria adecuada. También se evaluarán los efectos de
otros componentes de la vacuna como excipientes o un sistema adyuvante que
favorezca la estimulación del sistema inmune. Entonces una vez que la prepara-
ción de la vacuna de prueba satisfaga los requisitos reglamentarios ya es posible
pasar a las Fases clínicas de investigación. Esta fase habitualmente demora alre-
dedor de 18-30 meses.

38 Plotkin SA. Vaccines: past, present and future. Nat Med. 2005; 11(4 Suppl):S5-S11. doi:10.1038/nm1209
39 Dodet B. Current barriers, challenges and opportunities for the development of effective STI vaccines: Point
of view of vaccine producers, biotech companies and funding agencies. Vaccine, 2014; 32(14), 1624–1629.
-19-
VIDA Y ÉTICA

5.2. Fases clínicas


El desarrollo clínico se realiza en cuatro fases.
Fase I: se realizan en pequeños grupos de voluntarios sanos (10-30) con bajo
riesgo de contraer la enfermedad. El propósito no es probar si la vacuna protege
contra la enfermedad, sino si es segura, si no causa efectos secundarios graves,
y establecer la tolerancia a diferentes dosis. La seguridad de una vacuna gene-
ralmente estará determinada por la naturaleza de la plataforma de la vacuna, la
elección del adyuvante, el modo y la vía de administración de la vacuna, la edad
de los vacunados y el estado de inmunidad de la vacuna preexistente. En esta fase
la inmunogenicidad inducida por la vacuna constituye un objetivo secundario.
Esta fase habitualmente demora alrededor de 30 meses.
Fase II: los ensayos involucran a un grupo más grande de voluntarios (100-
1000). Esta fase busca caracterizar aún más la seguridad e inmunogenicidad de
la vacuna candidata, confirmar formulaciones y dosis, identificar poblaciones ob-
jetivo y establecer el mejor enfoque de vacunación para ser probado en ensayos
de fase III. Esta fase habitualmente demora alrededor de 30-38 meses. Puede
desarrollarse una Fase IIb, denominada como ensayos de “prueba de concepto”,
que tienen como objetivo obtener datos preliminares si una determinada vacuna
/ estrategia de vacunación puede ser eficaz.
Fase III: en esta fase los ensayos clínicos evalúan la protección y seguridad
en grandes grupos (1.000-10.000 voluntarios) que están en riesgo de contraer la
enfermedad. En esta fase los ensayos de eficacia suelen ser aleatorios, doble ciego,
y controlados con placebo cuando no existe una vacuna eficaz. Esta fase habitual-
mente demora alrededor de 30 meses. En esta fase se busca una evaluación más
rápida de la efectividad de la vacuna y nuevos efectos secundarios. La población
estudiada va siendo cada vez más heterogénea, incluyendo a niños y ancianos.
Si en esta fase ocurre un evento adverso grave inesperado, se puede suspender
el ensayo clínico y se debe revisar toda la información médica pertinente antes
de decidir si se reinicia el ensayo clínico, o si fuese necesario modificar la dosis
o algún componente de la vacuna. También en esta etapa puede proponerse una
suspensión por las autoridades reguladoras salud pertinente para un análisis más
detallado.
En esta fase se determinan las dosis, el tiempo entre las dosis, los efectos ad-
versos asociados a la dosis, buscando el perfil de riesgo-beneficio más apropiado
para la vacuna en estudio.

-20-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

Una vez aprobada esta fase se envían las solicitudes a los organismos regula-
dores para que se revisen: 1. los datos de los ensayos clínicos y así asegurar que
la vacuna sea segura y eficaz; 2. la consistencia del proceso de fabricación; y 3.
que los lotes de vacunas que se produzcan generen la misma inmunidad en las
personas que en los ensayos clínicos.
Una vez terminada esta etapa, todos los datos obtenidos en todas las fases son
recopilados y analizados por las autoridades sanitarias regulatorias pertinentes
para su aprobación (ANMAT, en Argentina). La aprobación habitualmente demora
alrededor de 12-24 meses. Una vez aprobadas las vacunas que han demostrado ser
eficaces continúan con la Fase IV.
Fase IV: para completar su autorización se debe evaluar la seguridad y la efi-
cacia en entornos no controlados y aplicada en forma masiva. En esta fase inter-
vienen otros factores como el almacenamiento, el transporte, y la rigurosidad con
la que se realiza la vacunación. La efectividad en esta dosis va a ser menor que
la reportada en los ensayos clínicos, y dado que se aplica en forma masiva, surgi-
rán nuevos efectos adversos no conocidos poco frecuentes. 40 Entonces será más
complejo determinar la eficiencia real de la vacuna.41 En esta fase se obtendrán
datos epidemiológicos asociados a mortalidad, efectos adversos poco frecuentes,
idiosincrasias, y posibilidad de erradicación de la enfermedad.

Figura 1. Adaptado de Sharma O, Sultan AA, Ding H, Triggle CR. A Review of the Progress and
Challenges of Developing a Vaccine for COVID-19. Front Immunol. 2020 Oct 14;11:585354. doi:
10.3389/fimmu.2020.585354. PMID: 33163000.

40 Sharma O, Sultan AA, Ding H, Triggle CR. A Review of the Progress and Challenges of Developing a Vaccine
for COVID-19. Front Immunol. 2020; 14(11):585354. doi: 10.3389/fimmu.2020.585354. PMID: 33163000.
41 Hodgson SH, Mansatta K, Mallett G, Harris V, Emary KRW, Pollard AJ. What defines an efficacious COVID-19
vaccine? A review of the challenges assessing the clinical efficacy of vaccines against SARS-CoV-2. Lancet Infect
Dis. 2021 Feb;21(2):e26-e35. doi: 10.1016/S1473-3099(20)30773-8. Epub 2020 Oct 27. PMID: 33125914; PMCID:
PMC7837315.
-21-
VIDA Y ÉTICA

5.3. Fases de investigación en pandemia COVID-19


Dado el efecto dramático global generado por la pandemia urge la necesidad
de desarrollar una vacuna que disminuya el impacto en las poblaciones. Para aho-
rrar tiempo, por un lado, algunos desarrolladores están combinando las diferentes
fases de los ensayos clínicos o ejecutándolas al mismo tiempo, y por otro se están
acelerando las revisiones regulatorias, buscando el camino más rápido para llegada
al mercado en forma masiva. La carrera mundial por una vacuna COVID-19 está
acelerando las fases de experimentación para validar las vacunas y, si no se toman
los recaudos adecuados puede comprometerse la seguridad en el desarrollo vacu-
nas. Es esencial obtener una validación cautelosa de la seguridad y eficacia ya que
la población inicialmente destinataria de la vacuna incluye personas de alto riesgo:
mayores de 60 años, particularmente aquellos con condiciones comórbidas crónicas,
trabajadores de atención médica de primera línea y otros trabajadores esenciales.42
El éxito de un programa de vacunación en esta situación de una pandemia sin
precedentes depende del tiempo, y de los esfuerzos de colaboración para acelerar
la evaluación preclínica y clínica de las vacunas candidatas, y el acceso a una va-
cuna aprobada a nivel mundial.43 La estrategia elegida para el desarrollo rápido
de vacunas se basó en distintas condiciones:
1. la Fase preclínica fue muy rápida debido a que las plataformas de secuencia-
ción masiva permitieron una rápida secuenciación del genoma viral;44 al cono-
cimiento previo del papel de la proteína de espícula (S) en la patogénesis de la
infección por coronavirus; y a la evidencia de que el anticuerpo neutralizante
contra esta proteína es importante para la inmunidad.45 Previamente se habían
desarrollado y probado varias vacunas para el SARS-CoV-1 y el MERS-CoV en
modelos animales, incluidas vacunas recombinantes basadas en proteína S, va-
cunas atenuadas e inactivadas completas y vacunas vectorizadas.46 Debido a las

42 Rauch S, Jasny E, Schmidt KE, Petsch B. New Vaccine Technologies to Combat Outbreak Situations. Front
Immunol. 2018; 9:1963. Published 2018 Sep 19. doi:10.3389/fimmu.2018.01963
43 US Department of Health and Human Services: Food and Drug Administration. Development and licensure of
vaccines to prevent COVID-19: guidance for industry. June, 2020. https://www.fda.gov/media/139638/download
[Consulta 29 de marzo de 2021]
44 Andersen KG, Rambaut A, Lipkin WI, Holmes EC, Garry RF. The proximal origin of SARS-CoV-2. Nat. Med
2020; 26, 450–452
45 Zhang X, Tan Y, Ling Y, Lu G, Liu F, Yi Z, Jia X, Wu M, Shi B, Xu S, Chen J, Wang W, Chen B, Jiang L, Yu S, Lu J,
Wang J, Xu M, Yuan Z, Zhang Q, Zhang X, Zhao G, Wang S, Chen S, Hongzhou L. Viral and host factors related
to the clinical outcome of COVID-19. Nature 2020; 583: 437–440. https://doi.org/10.1038/s41586-020-2355-0
46 Roper RL, Rehm KE. SARS vaccines: where are we? Expert Rev. Vaccines, 2009; 8: 887-898
-22-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

epidemias previas por betacoronavirus como el SARS finalizó espontáneamente


y el número pequeño de casos de MERS no justificó en su momento la inversión
en el desarrollo de una vacuna, no ha sido posible demostrar que las plata-
formas ideadas para producir una vacuna contra los betacoronavirus fuesen
seguras, eficaces y de calidad.47
2. Durante una pandemia, estos estudios secuenciales pueden acortarse porque
se realizan en paralelo o con superposición parcial de las distintas fases de in-
vestigación y validación previo a su aprobación. Para no aumentar los riesgos
para los participantes del estudio debe efectuarse un seguimiento de los miles
de personas vacunadas durante varios meses antes de que se apruebe en forma
definitva la vacuna de uso general. 48
3. La vertiginosa evolución de plataformas de tecnología de vacunas de ácidos
nucleicos, en los últimos años, que permiten un rápido diseño y desarrollo,
producción, estudios de confirmación de las vacunas, y la pronta fabricación
de miles de dosis una vez que establecida la secuencia genética con la que se
producirá la vacuna.
4. La decisión de generar nuevos protocolos de valoración por comité de ética
y procesos de aprobación rápidos y condicionados por agencias de regulación.
5. El esfuerzo internacional en desarrollar diferentes estrategias, la combina-
ción del esfuerzo académico y empresas farmacéuticas, y la asignación de re-
cursos excepcionales para la generación de vacunas.
6. Sin embargo, dado que el costo de fabricación y despliegue internacional
una vacuna COVID-19 eficaz es enorme, el proceso correrá el riesgo de politi-
zación. Para lograr un acceso equitativo a las vacunas, se fundó la iniciativa
global COVAX (COVID-19 Vaccines Global Access). Esta iniciativa liderada por
GAVI (Global Alliance for Vaccines and Immunization), CEPI (Coalición de inno-
vaciones en preparación para epidemias) y la Organización Mundial de la Salud
(OMS), es uno de los tres pilares del Acelerador de Herramientas de Acceso a
COVID-19, una propuesta iniciada en abril de 2020 por la OMS, la Comisión
Europea y el gobierno de Francia como respuesta a la pandemia de COVID-19.
COVAX coordina los recursos internacionales para permitir a los países de ingre-

47 Rubin EJ, Longo DL. SARS-CoV-2 Vaccination - An Ounce (Actually, Much Less) of Prevention. N Engl J Med.
2020; 383(27):2677-2678. doi:10.1056/NEJMe2034717
48 Mehrotra DV, Janes HE, Fleming TR, et al. Clinical Endpoints for Evaluating Efficacy in COVID-19 Vaccine
Trials. Ann Intern Med. 2021; 174(2):221-228. doi:10.7326/M20-6169
-23-
VIDA Y ÉTICA

sos bajos a medianos el acceso equitativo a las pruebas, terapias y vacunas de


COVID-19.49 Para el 15 julio de 2020 forman parte de este proyecto 75 países,
que financiarían las vacunas con sus propios presupuestos de finanzas públicas,
se asocian con hasta 90 países de bajos ingresos que podrían recibir apoyo a
través de donaciones voluntarias a Gavi. Juntos, este grupo de hasta 165 países
representa más del 60% de la población mundial.50

6. Tipos de vacunas para COVID-19


Existen distintos tipos de vacunas contra el virus SARS-CoV2 que pueden ge-
nerar una respuesta inmune eficiente, si bien tienen diferentes estrategias para el
desarrollo de anticuerpos.51
Para desarrollar una vacuna es necesario conocer la estructura molecular del
virus. Los coronavirus (CoV) son virus relativamente grandes que contienen un ge-
noma de ARN de cadena simple52 encapsulado dentro de una envoltura de mem-
brana glucoproteica. La membrana viral posee unas espículas de glucoproteína
que dan a los coronavirus su apariencia de corona. Hay cuatro clases de coro-
navirus designados como alfa, beta, gamma y delta. La clase de betacoronavirus
incluye el virus del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) (SARS-CoV), el vi-
rus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) (MERS-CoV) y el agente
causante del COVID-19 SARS-CoV-2. Al igual que el SARS-CoV y el MERS-CoV, el
SARS-CoV-2 ataca el sistema respiratorio causando neumonía viral, pero también
puede afectar el sistema gastrointestinal, el corazón, los riñones, el hígado y el
sistema nervioso central y provocar una insuficiencia orgánica múltiple. SARS-
CoV-2 utiliza el mismo receptor que el SARS-CoV en la célula huésped, es decir, la
enzima convertidora de angiotensina 2 humana (ACE2), y tiene aproximadamente

49 Serebrov M. Vaccine politicization threatens global COVID-19 response. BioWorld, 24 de marzo de 2021 ht-
tps://www.bioworld.com/articles/505142-vaccine-politicization-threatens-global-covid-19-response [Consulta
12 de abril de 2021].
50 OMS More than 150 countries engaged in COVID-19 vaccine global access facility. https://www.who.int/
news/item/15-07-2020-more-than-150-countries-engaged-in-covid-19-vaccine-global-access-facility [Con-
sulta 12 de abril de 2021].
51 Funk CD, Laferrière C, Ardakani A.A Snapshot of the Global Race for Vaccines Targeting SARS-CoV-2 and
the COVID-19 Pandemic. Frontiers in Pharmacology 2020; 11:937- https://www.frontiersin.org/article/10.3389/
fphar.2020.00937
52 NCBI Reference Sequence: Severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 (SARS-CoV-2) reference genome
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/search/all/?term=covid%2019%20virus%20sequence [Consulta 12 de marzo de
2021].
-24-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

una homología del 79% genéticamente similar al SARS-CoV.53 Ello ha permitido


conocer más rápidamente la estructura y actividad del virus y en consecuencia, el
desarrollo de vacunas.
El genoma del betacoronavirus codifica varias proteínas estructurales, incluida
la proteína de espícula (S) glicosilada que funciona como un inductor principal de
las respuestas inmunitarias del huésped. Esta proteína S invade la célula mediante
la unión a una proteína receptora llamada enzima convertidora de angiotensina 2
(ACE2) ubicada en la membrana superficial de las células. La entrada del virus a la
célula es facilitada por la serina de una proteína denominada proteasa TMPRSS211
producida normalmente por la célula. La interacción entre la proteína S viral y la
ACE2 en la superficie de la célula huésped es de gran interés ya que inicia el proceso
de infección. Además, el genoma viral también codifica varias proteínas no estruc-
turales, incluida la ARN polimerasa dependiente de ARN (RdRp), la proteasa prin-
cipal del coronavirus (3CLpro) y la proteasa similar a la papaína (PLpro). ​​Al ingresar
a las células huésped, el genoma viral se libera como un ARNm que se traduce en
las proteínas virales utilizando maquinaria de traducción de proteínas de la célula
huésped para replicarse y el sistema de retículo endoplasmático para liberarse.54
Para el diseño de la vacuna es necesario realizar una selección de los antígenos
virales hacia los que se desea generar una respuesta inmune; reconocer las platafor-
mas de desarrollo de la vacuna que se utilizarán; y establecer las rutas y regímenes
de vacunación.55 La elección de la plataforma de la vacuna determina la fuerza con
la que se va a generar la reacción inmune frente al virus; si se requiere un adyuvante
que estimule el sistema inmune; y la naturaleza de la inmunidad protectora. Estas
características también determinan la idoneidad de una vacuna para una ruta par-
ticular de vacunación, y si se requiere un régimen de vacunación de refuerzo para
aumentar la inmunidad protectora mediada por la vacuna y su durabilidad.
Actualmente existen muchas plataformas tecnológicas diferentes para el de-
sarrollo de vacunas para el SRAS-COV-2, que incluyen: 1- ácidos nucleicos (ADN y

53 Wang M-Y, Zhao R, Gao L-J, Gao X-F, Wang D-P, Cao J-M. SARS-CoV-2: Structure, Biology, and Structure-Based.
Therapeutics Development. Front. Cell. Infect. Microbiol.2020, 10:587269. doi: 10.3389/fcimb.2020.587269
54 Ahmad Abu Turab Naqvi, Kisa Fatima, Taj Mohammad, Urooj Fatima, Indrakant K. Singh, Archana Singh,
Shaikh Muhammad Atif, Gururao Hariprasad, Gulam Mustafa Hasan, Md. Imtaiyaz Hassan. Insights into SARS-
CoV-2 genome, structure, evolution, pathogenesis and therapies: Structural genomics approach. Biochimica
et Biophysica Acta (BBA) - Molecular Basis of Disease 2020; 1866 (10): 165878, https://doi.org/10.1016/j.bba-
dis.2020.165878.
55 Kaur SP, Gupta V. COVID-19 Vaccine: A comprehensive status report. Virus Res. 2020; 288:198114.
doi:10.1016/j.virusres.2020.198114
-25-
VIDA Y ÉTICA

ARN); 2- partículas similares a virus; 3- péptidos, vectores virales (replicativos y no


-Replicativo); 4- proteínas recombinantes; 5- virus vivos atenuados; y 6- virus inac-
tivados. Muchas de estas plataformas no se han utilizado previamente, pero las nue-
vas tecnologías y el conocimiento más detallado del sistema inmune brindan nuevas
oportunidades para aumentar la velocidad de desarrollo y fabricación de vacunas.56
Se están desarrollando más de 150 vacunas contra el coronavirus en todo el
mundo, y hay muchas esperanzas de llevar una al mercado en un tiempo récord
para aliviar la crisis mundial.57
Aún se aprueben las vacunas, cuando se establezca que son seguras y efecti-
vas, no significa que la pandemia terminará definitivamente. Por el momento, la
evidencia emergente sugiere que la defensa inmunológica del cuerpo contra CO-
VID-19 puede ser de corta duración, lo que significa que es posible que las vacunas
no puedan proteger completamente a las personas en futuras oleadas de infección,
y sean necesarios los refuerzos de la vacunación. Por ello, queda por determinar
si será necesario un régimen de inmunización con refuerzos, ya sea de la misma
vacuna o la administración secuencial de diferentes plataformas de vacuna.58
La tecnología para producir vacunas ha evolucionado significativamente en
la última década. Gracias a los conocimientos surgidos por el estudio del genoma
humano y de otras especies, se han logrado desarrollar nuevos tipos de vacunas
como las aquellas derivadas del ARN y ADN, vacunas mediante vectores (p. Ej.,
Ervebo, una vacuna contra el ébola virus vectorizada por el virus de la estomatitis
vesicular [VSV], autorizada en la Unión Europea), vacunas por proteína recombi-
nante (por ejemplo, Flublok, una vacuna contra el virus de la influenza fabricada
en células de insectos, autorizada en los Estados Unidos), y vacunas basadas en
cultivos celulares (por ejemplo, Flucelvax, una vacuna contra el virus de la influen-
za fabricada en células de mamíferos).59

56 Calina D, Docea AO, Petrakis D, Egorov AM, Ishmukhametov AA, Gabibov AG, Shtilman MI, Kostoff R, Car-
valho F, Vinceti M, Spandidos DA, Tsatsakis A. Towards effective COVID‑19 vaccines: Updates, perspectives and
challenges (Review). Int J Mol Med. 2020; 46(1):3-16. doi: 10.3892/ijmm.2020.4596. Epub 2020 May 6. PMID:
32377694; PMCID: PMC7255458.
57 Izda V, Jeffries MA, Sawalha AH. COVID-19: A review of therapeutic strategies and vaccine candidates. Clin
Immunol. 2021 Jan;222:108634. doi: 10.1016/j.clim.2020.108634. Epub 2020 Nov 17. PMID: 33217545; PMCID:
PMC7670907.
58 Jeyanathan M, Afkhami S, Smaill F, Miller MS, Lichty BD, Xing Z. Immunological considerations for COVID-19
vaccine strategies. Nat Rev Immunol. 2020; 20(10):615-632. doi:10.1038/s41577-020-00434-6
59 Kaur SP, Gupta V. COVID-19 Vaccine: A comprehensive status report. Virus Res. 2020; 288:198114.
doi:10.1016/j.virusres.2020.198114
-26-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

Existen distintos tipos de vacunas que varían en el método, pero todas buscan
introducir un antígeno en el cuerpo para que sea utilizado por el sistema inmuno-
lógico para generar anticuerpos contra el coronavirus real. 60
Para hacerlo, algunas vacunas usan todo el coronavirus, pero en un estado
muerto o debilitado. Otros usan solo una parte del virus, ya sea una proteína o un
fragmento. Algunos transfieren los genes que codifican las proteínas del coronavi-
rus a un virus diferente que es poco probable que cause una enfermedad o incluso
que sea incapaz de hacerlo. Finalmente, algunas vacunas en desarrollo introducen
segmentos del material genético del coronavirus en las células, sin vector, para
que pueden producir temporalmente las proteínas del coronavirus necesarias para
estimular nuestro sistema inmunológico, sin generar la infección. Estos segmentos
de ácidos nucleico del coronaviurs están diseñandos de manera que no se integran
a nuestro genoma.61

6.1. Plataformas para vacunas contra COVID-19


En este punto se explican las características, ventajas y desventajas de las di-
ferentes plataformas,62,63,64 y los distintos tipos de vacunas que actualmente están
en desarrollo.65 Actualmente hay 89 vacunas en ensayos clínicos, de las cuales
23 han llegado a la etapa final de investigación, 5 vacunas en uso limitado y 8
vacunas aprobadas para su uso. Al menos hay 77 vacunas en fase preclinica, y 4
vacunas han sido abandonadas. 66

60 Callaway E. The race for coronavirus vaccines: a graphical guide. Nature 2020; 580:576-577 doi: https://doi.
org/10.1038/d41586-020-01221-y
61 Calina D, Docea AO, Petrakis D, Egorov AM, Ishmukhametov AA, Gabibov AG, Shtilman MI, Kostoff R, Carvalho
F, Vinceti M, Spandidos DA, Tsatsakis A.COVID‑19 vaccines: Updates, perspectives and challenges (Review). Int J
Mol Med. 2020;46(1):3-16. doi:10.3892/ijmm.2020.4596
62 Callaway E. The race for coronavirus vaccines: a graphical guide. Nature 2020; 580:576-577 doi: https://doi.
org/10.1038/d41586-020-01221-y
63 Kyriakidis, N.C., López-Cortés, A., González, E.V. et al. SARS-CoV-2 vaccines strategies: a comprehensive re-
view of phase 3 candidates. npj Vaccines 2021,6: 28. https://doi.org/10.1038/s41541-021-00292-w
64 Li, YD., Chi, WY., Su, JH. et al. Coronavirus vaccine development: from SARS and MERS to COVID-19. J Biomed
Sci 20202; 27: 104. https://doi.org/10.1186/s12929-020-00695-2
65 Update: COVID-19 Vaccine Candidates and Abortion-Derived Cell Lines. Charlotte Lozier Institute. https://
s27589.pcdn.co/wp-content/uploads/2020/12/COVID-19-Vaccine-Candidates-and-Abortion-Derived-Cell-Lines.
pd f[Consulta 12 de enero de 2021].
66 Zimmer C, Corum J, WeeS-L. Coronavirus Vaccine Tracker. The New York Times. https://www.nytimes.com/
interactive/2020/science/coronavirus-vaccine-tracker.html [Consulta 20 de abril de 2021].
-27-
VIDA Y ÉTICA

6.1.1. Vacunas por virus vivo atenuado


Un virus vivo atenuado se construye mutando la información genética del vi-
rus original, para generar un virus con poca capacidad infectante. Induce una res-
puesta inmune fuerte ya que imita la infección natural. Dado que el virus está aún
vivo, este tipo de vacuna no se recomienda para mujeres embarazadas y personas
inmunodeprimidas porque, rara vez, podría reactivarse y generar la enfermedad.
Requiere de una validación cautelosa de la seguridad y eficacia. (Ej. Rubeola, Fie-
bre Amarilla, Varicela, Paperas, Sarampión, BCG, Sabín-polio, Rotavirus).

6.1.2. Vacunas por virus inactivado


El virus es inactivado por distintos medios como radiación, productos químicos o
calor. No puede causar enfermedad porque el virus esta inactivado y no replicarse,
por ello es más seguro y estable que el anterior. Induce una fuerte respuesta de an-
ticuerpos, se puede utilizar con adyuvantes que estimule la respuesta inmune. Pero
requiere trabajar con grandes cantidades de virus y habitualmente es necesario un
refuerzo para mantener la inmunidad. Esta tipo de vacunas se utilizan en la actua-
lidad (Ej. SARS-CoV, Fiebre tifoidea, Cólera, Salk-polio, Influenza, rabia, hepatitis A).

Figura 2. Adaptado de Callaway E. The race for coronavirus vaccines: a graphical guide. Nature
2020;580:576-577 doi: https://doi.org/10.1038/d41586-020-01221-y
-28-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

Medio, Dosis, Eficacia Diseño y Producción Estudio de


TIPO Estrategia Sponsor- pais desarrollo confirmación

Beijing Institute
APROBADA Intramuscular, 2 dosis
of Biological Células de Células de Células de
Inactivated virus (separadas por
Products/ Sinopharm mono Vero mono Vero mono Vero
“BBIBP-CorV” 2 semanas) 79.34%
China

APROBADA Wuhan Institute


Intramuscular, 2 dosis
Inactivated virus of Biological Células de Células de Células de
(separadas por
“New Crown Products/ Sinopharm mono Vero mono Vero mono Vero
2 semanas)
COVID -19” China

Bharat Biotech/ Intramuscular, 2 dosis


AUTORIZADA
Indian Council (separadas por Células de Células de Células de
Inactivated virus
of Medical Research 2 semanas) mono Vero mono Vero mono Vero
“COVAXIN” “BBV152”
India 80.6%
Institute of Medical
Virus Inactivated vi- Biology, Intramuscular, 2 dosis
Células de Células de Células de
atenuado rus“SARS-CoV-2 Chinese Academy (separadas por
mono Vero mono Vero mono Vero
o inactivado vaccine” of Medical 4 semanas)
Sciences China
Research Institute
Intramuscular, 2 dosis
Inactivated virus for Biological Safety
(separadas por
“QazCovid-in” Problems
3 semanas)
KAZAHSTAN
Intramuscular, 2 dosis
APROBADA
Sinovac Biotech Co., (separadas por Células de Células de células
Inactivated virus
Ltd. China 2 semanas) 50.65% mono Vero mono Vero HEK293**
“CoronaVac”
Brasil, 91.25% Turquia

Inactivated Virus
“VLA2001” Valneva and Dynavax Intramuscular, 2 dosis
Células de Células de
plus adjuvant Francia EE.UU. Reino (separadas por
mono Vero mono Vero
CpG1018 unido 3 semanas)

Tabla 1. Vacunas a virus atenuado o inactivado.

** **HEK293 es una línea celular derivada de células renales fetales humanas cultivadas. La línea fue desarrollada
por el científico Alex Van der Eb a principios de la década de 1970 en su laboratorio de la Universidad de Leiden,
Holanda. La fuente de las células fue un feto abortado sano, probablemente, en forma deliberada de paternidad
desconocida. Esta línea se inició mediante la transformación y cultivo de células HEK normales con ADN de ade-
novirus 5. La transformación dio como resultado la incorporación de aproximadamente 4,5 kilobases del genoma
viral en el cromosoma 19 humano de las células HEK. Estas vacunas no portan células del feto abortado, sino que
son producidas en células derivadas de estos tejidos.

-29-
VIDA Y ÉTICA

6.1.3. Vacunas por subunidades de proteínas, péptido, o partículas


similares a virus
Estas vacunas por subunidades de proteínas contienen una parte o una subu-
nidad de un antígeno proteico de coronavirus. No contienen al virus completo, ni
ácidos nucleicos del virus, por lo que son bien toleradas. Si bien son vacunas segu-
ras y puede tener menos efectos secundarios que el virus completo (enrojecimien-
to, hinchazón en el lugar de la inyección), tienen poco poder inmunogénico, por
lo que pueden requerir adyuvantes que estimulen la respuesta inmune. Vacunas
son similar mecanismo han sido aprobadas. (Ej. Influenza, Pertuzzi, Streptococo
pneumoniae, Haemophulus Influenzae tipo B).67
Las vacunas por partículas similares al coronavirus en estructura, pero no con-
tienen nada de su material genético. Sólo posee el material que recubre el ge-
noma viral, y por lo tanto no tienen capacidad infectante. Si bien son vacunas
muy seguras, y bien toleradas, aunque pueden tener poco poder inmunogénico, y
tienen alto costo en su producción. Son vacunas estables a temperatura ambiente.
Vacunas son similar mecanismo han sido aprobadas (Ej. Hepatitis B, HPV).
Vacunas por segmento proteico del virus (péptido) se sintetiza en forma artifi-
cial. Si bien se pueden desarrollar rápidamente, tendrían poca actividad inmuno-
génica y son del alto costo. (Ej. COVID-19 en desarrollo).68

67 Jeyanathan, M., Afkhami, S., Smaill, F. et al. Immunological considerations for COVID-19 vaccine strategies.
Nat Rev Immunol 2020;20: 615–632.
68 Chung E. A closer look at Canada’s homegrown COVID-19 vaccine candidates. https://www.cbc.ca/news/
technology/canadian-vaccine-candidates-covid-coronavirus-1.5764874 [Consulta 20 de marzo de 2021].
-30-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

Figura 3. Adaptado de Callaway E. The race for coronavirus vaccines: a graphical guide. Nature
2020;580:576-577 doi: https://doi.org/10.1038/d41586-020-01221-y

-31-
VIDA Y ÉTICA

Medio, Dosis, Diseño y Estudio de


TIPO Estrategia Sponsor- pais Producción
Eficacia desarrollo confirmación
AUTORIZADA
Intramuscular, 2
Protein vaccine “NVX-
dosis (separadas
CoV2373”
Novavax por 3 semanas) S19 células de Pseudovirus en
Namopartícula de glico-
EE. UU. 96%, 86% insecto células HEK293
proteína recombinante
B.1.1.7, 49%
de SARS CoV-2 en Ma-
B.1.351
trix M adyuvante
Intramuscular,
AUTORIZADA Anhui Zhifei Longcom
2-3 dosis
Protein vaccine Recom- Biopharmaceutical/Institute Células Ham- Pseudovirus en
(separadas por células HEK293T
binante RBD dimer of Microbiology, Chinese ster CHO células HEK293T
4 semanas)
plus adjuvant Academy of Sciences

vector; trans-
Protein vaccine Intramuscular, 2 Pseudovirus en
Clover Biopharmaceuticals, fect Células Ham-
“SCB-2019” dosis (separadas células HEK293
Inc. China CHO hamster ster CHO
plus adjuvant CpG 1018 por 3 semanas) células de mono Vero
cells
COVAXX and United
Biomedical. Protein Intramuscular,
Anticuerpos bloquea-
vaccine “UB-612” S1- COVAXX and United 2-3 dosis CHO hamster Células Ham-
drores de hACE2 en
RBD-protein; Multitope Biomedical EE.UU. Taiwan (separadas por cells ster CHO
células HEK293
Peptide-Based Vaccine 4 semanas)
(MVP)

APROBADA
Protein vaccine “EpiVac-
Corona”
Intramuscular,
chemically synthesized Federal Budgetary Research Antígenos
2 dosis
peptide antigens of Institution State Research de péptidos
(separadas por
SARS -CoV -2, con- Center of Virology and Bio- sintetizados
3 semanas)
jugated to a carrier tech “Vektor” Rusia químicamente
protein adsorbed on an
aluminum -containing
Adjuvant

Protein vaccine “Finlay


-FR -1” Receptor – Intramuscular, 2
Instituto Finlay de Vacunas
Binding Domain (RBD) dosis (separadas
Cuba
SARS – CoV -2 spike + por 4 semanas)
adjuvant
Recombinant Protein
Perinatal human cells John Paul II Medical Research Perinatal hu- Perinatal
PRE CLÍNICA
(term umbilical cord and Institute EEE. UU. man cells human cells
placental)
Recombinant
Protein vaccine “KBP Kentucky BioProcessing, Inc. Intramuscular, 2
DNA sequence
-201” (British American Tobacco) dosis (separadas
for RBD of
Plant -expressed RBD EE.UU. por 3 semanas)
SARS -CoV -2

Protein on Virus -Like


Recombinant
Particle “CoVLP” Plant Intramuscular, 2 Plant expres-
DNAsequence in Pseudovirus
-expressed spike protein Medicago Canadá dosis (separadas sion of protein
Agrobacterium, HEK293 cells
particle with adjuvant, por 3 semanas) and VLP
-32-
CpG1018 or AS03
Protein vaccine Bacu- Sanofi and GSK Intramuscular, 2
S19 células de
lovirus expression plus Protein Sciences EE.UU. dosis (separadas
insecto
AS03 Francia por 3 semanas)
Tabla 2. Vacunas por subunidades de proteínas, péptido, o partículas similares a virus
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

6.1.4. Vacunas de ADN y ARN


Las vacunas de ADN y ARN portan el ARN mensajero (ARNm) o código de ADN
para que la célula sintetice una versión de la proteína S de coronavirus. Por lo tan-
to, no se inyecta el virus completo, ni la proteína S, ni otras proteínas virales, sólo
se introduce un segmento de ADN o el ARNm que codifica para la proteína S. En
el caso de ADN el segmento sintetizado en forma artificial ingresa a las células por
electroporación como plásmido, en el núcleo celular se transcribe a un ARNm que
pasa al citoplasma para traducirse en proteína. Estas vacunas son seguras, y bien
toleradas, son sencillas para su producción y permiten una rápida escalabilidad.
Sin embargo, son poco inmunogénicas y requieren múltiples dosis y la adición de
un adyuvante. Por el momento no hay evidencia de que el plásmido se inserte en
el ADN del receptor.
Las vacunas de ARNm ingresan a las células cubiertas por complejo con na-
nopartículas lipídicas y utiliza en el citoplasma celular la maquinaria celular para
sintetizar el antígeno de la proteína S del virus. Estas proteínas virales también se
liberan de la célula y estimulan al sistema inmunológico que al reconocer estas
proteínas como extrañas producen anticuerpos que reconocerán ese antígeno y
evitarán la infección con el virus completo. Estas vacunas se reconocen como
seguras, tienen facilidad para su producción y la escalabilidad. Sin embargo, son
poco inmunogénicos y requieren múltiples dosis y la adición de un adyuvante,
porque las nanopartículas son menos estables.
Estas vacunas de ARNm se sintetizan mediante transcripción in vitro, libres de
moléculas microbianas, lo que les da mayor seguridad. Son económicas y rápidas
de producir, y pueden requerir carias dosis. Esta es una nueva tecnología, que
no se han utilizado aún en seres humanos, pero ha demostrado ser efectiva en
animales. Estas vacunas requieren condiciones de muy baja temperatura para su
almacenamiento.69

69 Kleinman Z. How will we keep the Covid vaccine at a cold enough temperature? - BBC News. 8 de diciem-
bre de 2020. https://www.bbc.com/news/technology-54889084#:~:text=Pfizer%20has%20developed%20a%20
special,days%2C%20if%20it%20remains%20unopened. [Consulta 15 de abril de 2021].
-33-
VIDA Y ÉTICA

Figura 4. Adaptado de Callaway E. The race for coronavirus vaccines: a graphical guide. Nature
2020;580:576-577 doi: https://doi.org/10.1038/d41586-020-01221-y

-34-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

Medio, Dosis, Diseño y desa- Estudio de


TIPO Estrategia Sponsor- pais Producción
Eficacia rrollo confirmación

DNA plasmid vaccine + Inyección por


Osaka
Adjuvant “AG0301-COVID19” presión
University/ Secuencia Neutralización del
“AG0302-COVID19” Intramuscular,
AnGes/ diseñada por Cultiva en E. coli Virus en células
Vector plásmido sintetizado 2 dosis (separadas
Takara Bio computadora Vero de mono E6
químicamente cultivado en por 2 semanas)
Japón
E. Coli ?

DNA plasmid vaccine “Zy-


Cov-D” Cadila Intradérmica, Secuencia Neutralización del
Vector plásmido sintetizado Healthcare 3 dosis (separadas diseñada por Cultiva en E. coli Virus en células
químicamente cultivado en Limited - India por 4 semanas) computadora Vero de mono E6
E. Coli
Intramuscular y
DNA DNA vaccine (GX-19) Genexine Secuencia
Electroporación,
DNA sintetizado in vitro, en Consortium diseñada por Cultiva en E. coli
2 dosis (separadas
vector plásmido Korea computadora
por 4 semanas)
DNA plasmid vaccine con Intradérmica 2
Inovio Secuencia Test de proteína
electroporación “INO -4800” dosis (separadas No cultiva en
Pharmaceutical diseñada por y pseudovirus en
DNA sintetizado in vitro, en por 4 semanas) células humanas
EE. UU. computadora células HEK293.
vector plásmido ?
DNA vaccine “ZyCov -D” Análisis de
Intradérmica, 3 Secuencia No cultiva en
Vector plásmido sintetizado Zydus Cadila expresión en
dosis (separadas diseñada por células humanas.
químicamente cultivado en India células de mono
por 4 semanas) computadora E.Coli
E. Coli Vero

DNA vaccine “bacTRL -spike” Oral,


Bifidobacterium longum Ge- bifidobacteruim
Symvivo Canadá No usa células.
neticamendente modificada longum se une al
intestino, 1 dosis

Tabla 3. Vacunas de ADN

-35-
VIDA Y ÉTICA

Medio, Dosis, Diseño y desa- Estudio de


TIPO Estrategia Sponsor- pais Producción
Eficacia rrollo confirmación
mRNA vaccine self-transcribing,
replicating “LUNAR-CoV19”
(“ARCT-021”) in vitro Diseño de
transcriptionreaction with T7 Acturus Therapeutics Intramuscular, 1 No utiliza Células
secuencia en
RNA polymerase from STARR EE.UU. dosis células HEK293
computadora
plasmid template LUNAR
proprietary lipid nanoparticle
encapsulated
mRNA vaccine non-replicating Intramuscular1- 2
dosis (separadas Diseño de
No utiliza
“CVnCoV” in vitro transcription Cure Vac Alemania por 4 semanas) secuencia en Células HeLa
células
lipid nanoparticle encapsulated computadora
?
APROBADA
RNA mRNA vaccine non-replicating Moderna, Inc. Intramuscular 2
“mRNA-1273” T7 RNA Diseño de
with National Insti- dosis (separadas No utiliza Células
polymerase mediated secuencia en
tutes of por 4 semanas) células HEK293
transcription from DNA plasmid computadora
Health EE.UU. 94.5%
template LNP (lipid nanoparticle)
encapsulated
APROBADA
mRNA vaccine non-replicating
Intramuscular 2
“BNT162a1,b1,b2,b3,c2” Diseño de s
Pfizer and BioNTech dosis (separadas No utiliza Células
nucleoside-modified mRNA in
EE.UU. Alemania por 3 semanas) ecuencia en com- células HEK293
vitro transcribed by T7 poly- putadora
merase from a plasmid DNA 91.3%
template LNP (lipid nanoparticle)
encapsulated
mRNA vaccine “PTX-COVID19-B” Intramuscular 2
Providence Therapeu-
Synthesized mRNA LNP (lipid dosis (separadas No usa células
tics Canada
nanoparticle) encapsulated por 4 semanas)
Intramuscular
DNA vaccine “GX -19” DNA syn- Diseño de
electroporación 2 No utiliza
thesized in vitro, placed in plas- Genexine, Korea secuencia en
dosis (separadas células
mid vector computadora
por 4 semanas)
Intradérmica
DNA vaccine “INO -4800” DNA Diseño de
Inovio Pharmaceuti- electroporación 2 No utiliza Células HEK
synthesized in vitro, placed in secuencia en
cals EE.UU. dosis (separadas células E. coli 293
RNA plasmid vector computadora
por 4 semanas)
DNA vaccine “AG0301-COVID19” Intra muscular
Osaka University, Diseño de
“AG0302 -COVID19” Chemical- AnGes, electroporación 2 No utiliza Células de
secuencia en
ly synthesized plasmid vector dosis (separadas células E. coli mono Vero
Takara Bio computadora
grown in E. coli por 2 semanas)

DNA vaccine “ZyCov-D” Intradérmica 3 Diseño de


No utiliza Células de
Chemically synthesized plasmid Zydus Cadila India dosis (separadas secuencia en
células E. coli mono Vero
vector grown in E. coli por 4 semanas) ? computadora

Tabla 4. Vacunas de ARNm

-36-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

6.1.5. Vacunas por vector viral


Al igual que las vacunas de ADN y ARN, las vacunas de vectores virales con-
tienen instrucciones para producir un antígeno del virus. El gen de una proteína
patógena del virus se inserta en un virus diferente denominado vector que puede
infectar a la persona sin causar una enfermedad. Los vectores son habitualmente
virus ya reconocidos por el organismo, como el adenovirus que pueden producir
un resfriado común, por ello, la exposición previa al virus vector puede reducir la
inmunogenicidad. Estas vacunas generan una buena respuesta inmunológica por-
que imitan la infección natural. Es complicado el proceso de producción, tienen
un riesgo de integración genética bajo, aunque se pueden desarrollar y producir
rápidamente. Ya han sido utilizadas en ensayos clínicos para MERS-CoV con bue-
nos resultados y otras infecciones (Ej. Ébola).

Figura 5. Adaptado de Callaway E. The race for coronavirus vaccines: a graphical guide.
Nature 2020;580:576-577 doi: https://doi.org/10.1038/d41586-020-01221-y

-37-
VIDA Y ÉTICA

Medio, Dosis, Diseño y Estudio de


TIPO Estrategia Sponsor- pais Producción
Eficacia desarrollo confirmación
Replication-deficient
Adenovirus vector Altimmune EE.UU. Intranasal 1.2 dosis PER.C6 cells PER.C6 cells
“AdCOVID”
AUTORIZADA
Intramuscular, 2
Replication-deficient AstraZeneca Uni- dosis (separadas Células Células
Adenovirus vector versity of Oxford por 4 semanas) Células HEK293
HEK293 HEK293
“AZD1222” “ChA- EE.UU. Reino Unido
79%
dOX1nCoV-19”
CanSino Biologics,
APROBADA Inc. Beijing Inst.
Intramuscular, 1
Replication-deficient Biotechnology, Células Células
dosis Células HEK293
Adenovirus vector Academy of Milit HEK293 HEK293
Med Sc, 65.28%
“Ad5-nCoV”
PLA of China

AUTORIZADA
Intramuscular, 2
Replication-deficient Gamaleya Research dosis (separadas Células Células
Adenovirus vectors por 3 semanas) Células HEK293
Institute Rusia HEK293 HEK293
(rAd26-S+rAd5-S)
VIRAL 91.6%
“Sputnik V”
VECTOR
Replication-deficient
Adenovirus vector ImmunityBio and Células Células
Subcutánea Células HEK293
recombinant “hAd5 NantKwest EE.UU. HEK293 HEK293
S-Fusion + NETSD”
Replication-compe- Institut Pasteur and Intramuscular1- 2
Células de Células
tent ecombinant Themis and Merck dosis (separadas Células HEK293
mono Vero HEK293
measles virus “V591” EE.UU. Francia por 4 semanas)
AUTORIZADA
Replication-compe- Israel Institute for Células de ham-
tent recombinant Biological Intramuscular 1 Células de Células de
ster BHK y de
vesicular stomatitis dosis mono Vero mono Vero
Research (IIBR) mono Vero
virus (VSVΔG) “IIBR-
100”
Intramuscular1- 2
AUTORIZADA Janssen Research & dosis (separadas
Replication-deficient Development, Inc. por 8 semanas)
PER.C6 cells PER.C6 cells PER.C6 cells
Adenovirus vector Johnson & Johnson 72% USA, 64% Su-
“Ad26.COV2-S” EE.UU. dafrica, 61% Latino
América
Replication-deficient
Adenovirus vector
Vaxart EE.UU. Oral HEK293 cells HEK293 cells
“VXA-CoV2-1” plus
dsRNA adjuvant
Tabla 5. Vacunas por vectores virales

-38-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

Cualquiera sea la estrategia por la cual se desarrollan las vacunas para que sean
aprobadas es necesario demostrar que son seguras y efectivas para las personas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al 17 de septiembre de
2020, 36 vacunas candidatas estaban en evaluación clínica para tratar COVID-19
y 146 candidatas a vacunas estaban en evaluación preclínica.

7. Precauciones para considerar en las vacunas en desarrollo:


1. Fases de investigación, aprobación y comercialización: Dada la urgencia
para la obtención de una vacuna, se ha acordado superponer algunas fases de
investigación y generar estrategias para una revisión y aprobación regulatoria
rápida, que facilite la fabricación, distribución y control de calidad de la vacuna.
Será muy importante el seguimiento a largo plazo de las vacunas que se aprueben
ya que no tendremos datos de a largo plazo de la inmunidad que induzcan, ni de
efectos adversos poco frecuentes. Por ello, es muy importante poder realizar un
análisis riesgo beneficio de la utilización de estas vacunas en la situación actual
de pandemia y en el futuro cuando la misma pueda ser controlada. Durante una
pandemia, es aceptable que estos estudios secuenciales pueden acortarse y super-
ponerse parcialmente, pero es importante que se realice un seguimiento de miles
de personas vacunadas durante varios meses antes de que se apruebe la vacuna
de uso general. Existe además una complejidad operativa en el desarrollo de esta
fase, que está vinculada con las ondulaciones de la pandemia. La eficacia se puede
determinar más efectivamente si hay una coincidencia entre la ubicación de los
participantes vacunados y los puntos calientes de la pandemia. Es importante,
entonces considerar una selección cuidadosa de las finalidades del ensayo clínico
y los diseños de los estudios estadísticos que permitirán definir con más certeza
el tamaño de la muestra para que las conclusiones puedan estar adecuadamente
validadas. Sin duda, con el tiempo tendremos un conocimiento más completo del
virus, de su interacción con el organismo, de nuestra respuesta inmune post-in-
fección y post-vacuna. Por ello quizá en los próximos años se tomen decisiones y
se definan estrategias diferentes a las actuales.
2. Población estudiada: la mayoría de los ensayos clínicos actuales de la
vacuna COVID-19 se realizan inicialmente en adultos sanos de 55 años o menos.
Sólo algunos ensayos en etapas posteriores incluyen personas mayores o niños
pequeños. Es esencial obtener una validación cautelosa de la seguridad y eficacia
en la población en mayor situación de vulnerabilidad y mayor chace de contagio
con altas cargas virales: como los mayores de 60 años, particularmente aquellos

-39-
VIDA Y ÉTICA

con condiciones comórbidas crónicas, o trabajadores de atención médica de pri-


mera línea y otros trabajadores esenciales. Aún no hay ensayos clínicos en los que
participen mujeres embarazadas, será una población que deberá ser estudiada más
adelante, considerarlo que no deben quedar fuera de los procesos de aprobación de
vacunas, como para personas mayores, tanto a corto como a largo plazo. Es proba-
ble que se requiera una estrategia de vacuna diferente con perfiles de seguridad y
eficacia comprobados para la protección de las personas según sus circunstancias.
3. Las vacunas con virus vivos atenuados o con vectores virales, pueden re-
querir estrategias de inmunización de refuerzo, por lo que los eventos adversos
son generalmente más frecuentes e intensos después de la primera vacunación.
4. Ciertos adyuvantes que requieren algunas vacunas para estimular el siste-
ma inmune puede generar efectos adversos que deben diferenciarse de los efectos
de la vacuna en sí misma.
5. Las vacunas a ADN o RNAm son relativamente nuevas, no se ha demos-
trado que estos ácidos nucleicos se integren al genoma humano, pero requieren
seguimiento a corto, mediano y largo plazo.
6. Algunas vacunas requieren ciertas condiciones especiales para el trans-
porte y almacenamiento, que aseguren la cadena de conservación (por ejemplo,
deben permanecerá muy abajas temperaturas). También pueden requerir personal
entrenado para su aplicación. Estas condiciones no siempre se pueden garantizar
en regiones con bajos recursos.
7. Muchas de estas vacunas se diseñan, producen o confirman en las deno-
minadas células HEK293. Esta línea celular derivada de células renales fetales hu-
manas cultivadas en cultivo de tejidos. La línea fue cultivada por el científico Alex
Van der Eb a principios de la década de 1970 en su laboratorio de la Universidad de
Leiden, Holanda. La fuente de las células fue un feto abortado sano probablemen-
te en forma deliberada de paternidad desconocida. Esta línea se inició mediante
la transformación y cultivo de células HEK normales con ADN de adenovirus 5.
La transformación dio como resultado la incorporación de aproximadamente 4,5
kilobases del genoma viral en el cromosoma 19 humano de las células HEK. Estas
vacunas no portan células del feto abortado, sino que son producidas en células
derivadas de estos tejidos. La forma en la que se obtienen estás células a partir
del aborto provocado de un niño en gestación representa un dilema ético hace
objetable moralmente el uso de estas células. La objeción surge porque existiría
una cooperación material con la acción moralmente ilícita del aborto provocado.
Es cooperación material remota por parte de los científicos porque no se compar-

-40-
Algunas consideraciones respecto de las vacunas contra covid-19 / ARTÍCULOS

te la intención del aborto ni se ha participado del mismo, pero, sí se utilizan las


células obtenidas del niño en gestación abortado; al igual que para aquellos que
aprueban o proponen comercializar estas vacunas en la población. La mirada es
diferente para las personas, ya sea profesionales o pacientes que aceptan recibir
estas vacunas, ya que si no existe otra alternativa aceptable; es indispensable y ur-
gente la utilización de la vacuna para evitar una enfermedad real y severa; como
uso temporario hasta que exista una opción éticamente lícita; pueden utilizarse
expresando el desacuerdo de la ilicitud de su origen y proponiendo la búsqueda
de otras opciones que no tengan controversias.
8. Planeamiento del programa de vacunación: todavía no hay claridad res-
pecto a quienes, dónde y qué vacunas se administrarán, de la misma manera, aún
no se ha definido cómo se administrará el presupuesto para esta operación. Si es
necesario crear centros de inmunización, entrenar al personal que las administre,
llevar un registro único de personas vacunadas, del seguimiento de las personas,
de las denuncias de reacciones adversas, de la efectividad de las vacunas.
9. Producción, logística y trazabilidad: algunas vacunas como las vacunas
a ARNm (Pfizer) deben almacenarse y transportarse a aproximadamente -80 °
C. El desafío de mantener la trazabilidad del control de temperatura de grandes
volúmenes de dosis de vacuna durante todo el proceso de transporte y almacena-
miento, particularmente en un país con baja infraestructura, requiere de una gran
inversión. Especialmente si la vacuna debe viajar refrigerada en transporte aéreo,
existen limitaciones específicas para el embalaje con hielo seco (que libera dióxido
de carbono, generando toxicidad en grandes empaques). El transporte marítimo
podría ser una opción, considerando el mayor que tiempo que requiere.

8. Conclusión
Dado que la pandemia COVID-19 ha provocado una crisis profunda global a
nivel sanitario, social y económico, que ha evidenciado en forma dolorosa ciertos
determinantes políticos, socioculturales y comerciales respecto del cuidado de la
salud, particularmente de las personas en situación de vulnerabilidad.70 Esta cri-
sis mundial ha instado a las universidades, industria farmacéutica, institutos de
investigación a trabajar de forma rápida y colaborativa a nivel nacional e inter-

70 Badiani AA, Patel JA, Ziolkowski K, Nielsen FBH. Pfizer: The miracle vaccine for COVID-19? Public Health in
Practice. 2020;1:100061. doi:10.1016/j.puhip.2020.100061
-41-
VIDA Y ÉTICA

nacional para el desarrollo de vacunas contra el virus SARS-CoV-2. Sin embargo,


aún se aprueben las vacunas, cuando se establezca que son seguras y efectivas, no
significa que la pandemia terminará definitivamente. Existen muchos obstáculos
relacionados con el acceso, la distribución y ciertas características del almacena-
miento de las vacunas que no se encuentran comúnmente en clínicas y hospitales
rurales, sobre todo en los países que no produzcan las vacunas. Si bien es claro
que cuanto antes tengamos una vacuna, segura y efectiva, más rápido será el
control de esta pandemia y evitará la enfermedad y muerte de más personas.
Pero es necesario un esfuerzo conjunto de los países con el intento de que exista
una colaboración entre países de altos y bajos ingresos para lograr un proceso
coordinado, rápido y eficiente, que facilite un acceso transparente y equitativo a
las vacunas COVID-19 en todo el mundo. Sin duda, es necesario aprender de esta
dramática circunstancia global, porque es evidente que debido a la superpobla-
ción mundial y al rápido y extenso traslado de la población a nivel global, está
no es la última pandemia que la humanidad deberá enfrentar. Pero el reconocer
los errores cometidos antes y durante la pandemia en el cuidado de la salud de
las personas, la debilidad y desorganizada gobernanza de los sistemas de salud, la
gran cantidad de personas que viven en situación de vulnerabilidad, nos permiti-
rán prepararnos para tener un modelo de respuesta rápida a nivel mundial para la
próxima pandemia. 71

71 Izda V, Jeffries MA, Sawalha AH. COVID-19: A review of therapeutic strategies and vaccine candidates. Clin
Immunol. 2021; 222:108634. doi:10.1016/j.clim.2020.108634

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ARTÍCULOS

eODONTOLOGÍA Mg. Od. Roxana Elena Stasiow


Contacto: roxanastasiow@uca.edu.ar

CENTRADA • Docente – Instituto de Bioética (UCA)

EN LAS
PERSONAS

Fecha de recepción: 02/02/2021


Fecha de aceptación: 21/02/2021

Palabras clave Key words

• eSalud • eHealth
• eOdontología • eDentistry
• eOdontología • people-centered
Centrada en las eDentistry
Personas
Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 junio 2021
-43-
VIDA Y ÉTICA

resumen ABSTRACT
La <<eOdontología Centrada en las By respecting the transcendent value
Personas>>, al respetar el valor tras- and the unique dignity of each human
cendente y la singular dignidad de cada being and by embracing the values
ser humano y aprehender los valores de of personalist bioethics, ontologically
la bioética personalista, ontológica- founded, of Aristotelian derivation and
mente fundada, de derivación aristo- Thomistic inspiration, the <<Person-
télica e inspiración tomista, constituye Centered Dentistry>> constitutes the
la opción prudente para, por una parte, prudent option to, on the one hand,
establecer a través de la teleasistencia establish through dental teleassistance
odontológica -atención odontológica -dental care through information and
mediante tecnologías de la información communication technologies (ICT) -
y la comunicación (TIC)-, un justo y si- a fair and synergic balance with the
nérgico equilibrio con la odontología dentistry that must be provided in
que debe brindarse indefectiblemente dental offices; and, on the other hand,
en los consultorios odontológicos; y, to update the objects and purposes of
por otra, actualizar los objetos y fines oral health in favor of the health and
propios de la salud bucal en favor de life of all people through a combination
la salud y la vida de todas las personas of health education experiences based
mediante una combinación de expe- on virtuous bonds of trust.
riencias de educación para la salud en
base a vínculos virtuosos de confianza.

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eOdontología centrada en las personas / ARTÍCULOS

INTRODUCCIÓN
Mientras que la odontología es la rama de las ciencias médicas que se ocupa
de la salud bucodental. La eOdontología es la aplicación de la eSalud que permite
incorporar a la prestación de los servicios odontológicos nuevas estrategias de
gestión, administración, cuidado, asistencia y atención a través de las tecnologías
de la información y la comunicación (TIC).
Como estrategia de atención odontológica, la eOdontología puede optimizarse
según los criterios de seguridad y mejora continua pero también puede aspirar
a perfeccionarse. Si la eOdontología: a) respeta el valor trascedente y la singu-
lar dignidad de cada persona humana, b) guía sus acciones según los primeros
principios éticos universales, c) se mantiene atenta al justo marco legal vigente y
d) favorece los vínculos virtuosos de confianza entre quienes necesitan cuidado,
asistencia y atención odontológicos y quienes los brindan a través de la combi-
nación de experiencias de educación para la salud; entonces, la eOdontología no
sólo se perfecciona sino que se revela como <<eOdontología Centrada en las
Personas>>.
Ya como <<eOdontología Centrada en las Personas>>, su finalidad es poner
las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) al verdadero servicio de
los pacientes, de quienes los cuidan, de los profesionales que integran los servi-
cios de atención odontológica y de la comunidad en general a través del empleo
prudente de las aplicaciones y redes de teleasistencia odontológica para que, me-
diante encuentros sincrónicos o asincrónicos plenos de respeto y humanidad, los
objetos y fines propios de la salud bucal se actualicen en favor de la salud y de la
vida de las personas y comunidades de manera integral, proporcionada y ordinaria
según los valores de la bioética personalista, ontológicamente fundada, de deri-
vación aristotélica e inspiración tomista.

METODOLOGÍA
Partiendo de una primera e intuitiva apreciación y aplicando el método induc-
tivo a la investigación en servicios de salud se recurrió a distintos documentos con
el objeto de recabar datos que permitan validar o refutar que la <<eOdontología
Centrada en las Personas>> es la opción prudente para actualizar los objetos y
fines propios de la salud bucal en favor de la vida y la salud de las personas a
través de la teleasistencia odontológica contribuyendo así a lograr un sistema de
atención odontológica más equitativo y accesible para todos.

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VIDA Y ÉTICA

RESULTADOS
Sin dudas, la “(…) pandemia de Covid-19 (…) dejó al descubierto nuestras falsas
seguridades. (…) Si alguien cree que sólo se trataba de hacer funcionar mejor lo
que ya hacíamos, o que el único mensaje es que debemos mejorar los sistemas y
reglas ya existentes, está negando la realidad”. (1) (Fratelli tutti, 7).
De nada sirve reorientar la praxis de las ciencias médicas en base a nuevas mo-
dalidades o tecnologías, si el marco conceptual que las rige continúa sustentán-
dose en conceptos que pretenden interpretar la realidad del ser humano en base a
reproducciones simbólicas de su condición anatomofisiopatológica y recreaciones
reduccionistas de su persona porque, en “(…) una sociedad compleja, fuertemen-
te influenciada por las dinámicas de la productividad y por las exigencias de la
economía, las personas frágiles y las familias más pobres [seguirán corriendo] el
riesgo de no ser capaces de afrontar los momentos (…) de enfermedad. (…) (2)”.
Es cierto que la “(…) eSalud está modificando el concepto de prestación sani-
taria vigente (…).
[Y teniendo en cuenta que, la] Organización Mundial de la Salud define la
eSalud como la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación
(TIC) para la salud (…)” (3), se podría caracterizar a la eOdontología como las múl-
tiples aplicaciones de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC)
destinadas a mejorar los distintos aspectos de la atención odontológica dentro del
marco más genérico de la eSalud.
Es cierto también que, como parte de la eSalud, la eOdontología puede integrar
las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) disponibles y mejorar los
sistemas de atención odontológica mediante diferentes estrategias de seguridad y
calidad y aplicarlas a la gestión, a la formulación de políticas, a la optimización de
costos, beneficios y riesgos, a la administración de datos y macrodatos (Big Data)
y a la investigación. Ahora, si estos objetivos sólo se sustentan en paradigmas
subjetivos, la eOdontología, aunque lograra generar impactos positivos, no dejaría
de ser una herramienta más o menos eficaz de administración, gestión o, incluso,
de atención. En cambio, si la eOdontología respeta el bien como valor objetivo
y adhiere a los principios de la bioética personalista, ontológicamente fundada,
de derivación aristotélica e inspiración tomista, no sólo se perfecciona sino que
también, se transforma y revela como una verdadera <<eOdontología Centrada
en las Personas>>.
Así, y por jerarquizar debidamente: a) el valor trascendente y la singular digni-
dad de cada ser humano, b) los primeros principios práctico morales y c) el justo
-46-
eOdontología centrada en las personas / ARTÍCULOS

marco legal vigente, la <<eOdontología Centrada en las Personas>> puede cons-


tituirse, con base en razones objetiva y racionalmente fundadas, en una opción
prudente que permite, no sólo, actualizar los objetos y fines propios de la salud
bucal en favor de la vida de las personas a través de la teleasistencia odontológica
-o atención odontológica a través de las tecnologías de la información y la comu-
nicación (TIC)-; sino también, volver praxis concreta el primer principio práctico
moral “Hacer el bien y evitar el mal” mediante la aplicación de una combinación
de experiencias de educación para la salud en todos los niveles de atención.
También, como modalidad de atención que se concreta a través de las tecno-
logías de la información y la comunicación (TIC), la <<eOdontología Centrada en
las Personas>> es capaz de: a) hacer que la atención odontológica sea, además
de integral, proporcionada, ordinaria y accesible a todo paciente y comunidad y
b) establecer un justo equilibrio sinérgico entre la práctica odontológica en con-
sultorio y la teleasistencia odontológica en base al empleo prudente de las dife-
rentes herramientas informáticas y las diversas aplicaciones electrónicas, digitales
o virtuales disponibles.
Hablar de <<eOdontología Centrada en las Personas>> es hablar de personas
cuidando, asistiendo o atendiendo personas o comunidades a través de consultas
sincrónicas o asincrónicas en una teleasistencia odontológica plena de respeto y
humanidad. Es hablar de un compromiso de cuidado compartido que se realiza y
asume a través de la teleasistencia odontológica. Es hablar de redes de teleasis-
tencia odontológicas al servicio prudente y dinámico de los pacientes, de quienes
los cuidan, de los profesionales y demás miembros del equipo de atención odon-
tológica y de la comunidad en general sin por ello “(…) hacer caso omiso de la
libertad-responsabilidad del individuo, de la persona del paciente en su totalidad,
como tampoco del conjunto de la comunidad humana y del ambiente social.” (4)
Ahora, para equilibrar prudentemente la práctica odontológica en consulto-
rio con la teleasistencia odontológica y dar lugar a los compromisos de cuidado
compartido en el marco de la <<eOdontología Centrada en las Personas>> es
necesario establecer entre las personas un vínculo virtuoso de confianza capaz
de “(…) facilitar (…) experiencias de aprendizaje complementarias que mejoren la
salud del individuo o de la colectividad (…)” (5) a través, en el caso puntual que
nos ocupa, del elemento salud oral de la salud. Porque, la salud bucodental:
“- Es un componente fundamental de la salud y el bienestar físico y mental.
Ella se inserta en un continuo influido por los valores y actitudes de los individuos
y comunidades;

-47-
VIDA Y ÉTICA

- Refleja los atributos fisiológicos, sociales y psicológicos esenciales para la


calidad de vida;
- Está influida por las experiencias, percepciones y expectativas cambiantes del
individuo, así como por su capacidad de adaptarse a las circunstancias. (6)”
De este modo, en la <<eOdontología Centrada en las Personas>>, las redes de
teleasistencia odontológica pueden -a través de distintas tecnologías de la infor-
mación y la comunicación (TIC) y de diferentes aplicaciones y dispositivos- facili-
tar la adaptación voluntaria a las múltiples circunstancias de salud o enfermedad
que a lo largo de la vida se suceden en el sistema estomatognático sin olvidar que
éste es una parte importante de la totalidad integrada de estructuras y funciones
que constituyen la corporeidad de cada persona humana.
Con base en la educación para la salud bucal y en el justo equilibrio sinérgico
entre las prestaciones odontológicas presenciales y las prácticas de teleasistencia
odontológica, la <<eOdontología Centrada en las Personas>> puede establecer
los necesarios vínculos virtuosos de confianza entre quienes necesitan cuidados
odontológicos y quienes los brindan adaptándose a las particulares circunstancias
de vida y de salud que cada una de esas personas vivencian. Ahora bien, para que
estos vínculos acontezcan en las redes y aplicaciones de la teleasistencia odonto-
lógica, se requiere algo más que dispositivos tecnológicos. Se necesita un equipo
de profesionales especializados1 no sólo en ciencias de la salud sino también en
ciencias de la conducta, ciencias de la educación, ciencias de la comunicación y
ciencias de la información; y que, además, sean capaces de: a) acompañar a las
personas brindándoles el apoyo y el consejo esencial, b) entender el consentimien-
to informado“(…) como proceso educativo a lo largo de la relación y no como un
hecho puntual para cumplir con una norma legal (…)” (7) y c) resguardar debida-
mente la sensibilidad de los datos que se les confían a través de las tecnologías de
la información y la comunicación (TIC).
Así entendida, la <<eOdontología Centrada en las Personas>> hace de la te-
leasistencia odontológica algo más que una estrategia de atención y la convierte
en una modalidad asistencial donde, a través de las tecnologías de la información
y la comunicación (TIC), unas personas cuidan, asisten y atienden a otras personas
que necesitan ser cuidadas, asistidas y atendidas estableciendo un vínculo verda-
deramente humano que no sólo se sustenta en la confianza y en la confidenciali-

1 La teleasistencia odontológica como práctica odontológica debe ser remunerada sea cual sea el subsector del
sistema de salud en el cual se desempeñen los profesionales especializados en ella.
-48-
eOdontología centrada en las personas / ARTÍCULOS

dad sino que, al mismo tiempo, evita que cualquiera de las partes ejerza sobre la
otra algún tipo de coerción o presión indebida.
Por otra parte, es importante mencionar que la <<eOdontología Centrada en
las Personas>> siempre debe contemplar y reconocer que, aún a través de las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC), “(…) la experiencia de en-
fermarse genera, en muchos casos, cierta vergüenza, cierto sentimiento de no me-
recer el cuidado que se ofrece, lo cual puede obstaculizar la prestación del servicio
(…) [y que] (…) la persona, por no sentirse dependiente, se incline a no buscar el
cuidado necesario y dispensado a tiempo”. (7) Por esto, y para no quedar reducida
a simple y despersonalizada eOdontología, la <<eOdontología Centrada en las
Personas>> debe buscar establecer, a través de la teleasistencia odontológica,
conexiones o vínculos que, además de ser personales, interactivos, dialogantes,
comprometidos y dinámicos, estén ejercidos con responsabilidad, discernimiento
y sensibilidad.
Comprender la complejidad del enfermar, apreciar las dificultades de integrar
los cuidados entre los distintos niveles de atención y advertir los reparos que
pueden surgir a lo largo del tratamiento y de las interacciones a través de las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC), debe llevar a cada inte-
grante del equipo de <<eOdontología Centrada en las Personas>> a ser siempre
personalmente considerado y a preguntarse en cada actividad o acto de telea-
sistencia odontológica: “¿Cómo ha de configurarse la relación (…) [de confianza]
para que ésta esté integrada al fin terapéutico y educativo, y sea congruente con
el bienestar total del paciente en cuanto persona? ¿Cómo ha de ser la interacción
entre profesionales para así lograr una colaboración de respeto mutuo orientada
al fin común, vale decir, al bienestar del paciente, pero simultáneamente tomando
en cuenta las necesidades justas de la comunidad (…) [asistencial] y de la
población en general? ¿Cómo mediar en un conflicto entre bienestar del paciente
individual y justicia ante el uso eficiente de recursos escasos en el cuidado en
salud? ¿Cómo (…) [educarse] según la ética que exige enfocar el bienestar de su
paciente individual en una época de aseguradoras y planes colectivos del cuidado
en salud motivados por el control de costos y el mantenimiento de una calidad de
cuidado óptima para todos? (7)”
Las personas que integran el equipo de <<eOdontología Centrada en las Per-
sonas>>, además de dar respuesta a las preguntas antes enumeradas, deben ser
capaces también, a través de la teleasistencia odontológica, de constituir una “(…)
red humana de interacción (…) [y de] encuentros de comunicación (…) [sin ignorar
que esta red dependerá, indiscutiblemente,] de la disposición de cada persona (…)”

-49-
VIDA Y ÉTICA

(7) y de las múltiples alternativas de contacto que se empleen prudentemente


para evitar que el encuentro virtual, digital o electrónico no “(…) quede empañado
por prejuicios o estados de ánimo negativos (…)” (7)
Sin dudas, en las instancias virtuales, digitales o electrónicas (igual que en la
atención presencial), el paciente y/o sus cuidadores o apoyos merecen una escu-
cha atenta y la deferencia del “(…) cuidado primario [que] aspira a la continuidad,
la amplitud y la coordinación de todos los elementos que puedan contribuir (…) [a
su] bienestar total (…). [Este cuidado primario presupone] una visión biopsicoso-
cial tanto de la enfermedad como de la salud, es decir que se compromete a aten-
der al paciente en su contexto comunitario y en virtud de su red de relaciones.
[Este cuidado primario reconoce también, que se trata de] (…) un fluir de infor-
mación que (…) busca interpretar con criterio objetivo (…) (7)” lo que le acontece
al paciente para que este sienta “(…) que es cuidado (…) [y que] se lo asiste (…)
[integrando] sanamente las dimensiones vitales que su enfermedad probablemen-
te haya alterado (…)” (7) incluso, cuando este cuidado primario se esté brindando
mediante aplicaciones y tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en
base a combinaciones de experiencias de educación para la salud bucal.
Más allá de esto, es necesario destacar también, que el cuidado primario a tra-
vés de la teleasistencia odontológica no es un simple “(…) gesto de humanitarismo
y compasión en la práctica (…), sino que resulta (…) [ser una] práctica competente
y eficaz, según (…) [la propia] razón de ser [de la <<eOdontología Centrada en las
Personas>>] a la hora de (…), cuidar y sanar (…) [y que, al igual que en la atención
odontológica en consultorio, busca motivar] (…) en el paciente el seguimiento
confiado de la propuesta clínica. (…)
Discernir, [para la <<eOdontología Centrada en las Personas>>,] es un pro-
ceso intuitivo orientado a captar [, en cada acto de teleasistencia odontológi-
ca,] la totalidad individual (…) para comprender la vivencia del sujeto que sufre
la enfermedad. Más que (…) conocimientos, (…) [los profesionales del equipo de
<<eOdontología Centrada en las Personas>> deben adquirir y cultivar] un don
semejante a la sabiduría práctica que (…) [les facilite] reconocer el misterio en la
persona (…) (7)” aún a través de las aplicaciones y dispositivos tecnológicos. Por-
que, desde la perspectiva de la <<eOdontología Centrada en las Personas>> no
alcanza con contar con conocimiento científico y destrezas técnicas, sino que es
necesaria una “(…) disposición y actitud que (…) permita [-además-] comprender
con mayor facilidad el sufrimiento, la vivencia de necesidad, dependencia y vul-
nerabilidad del paciente visto como persona.

-50-
eOdontología centrada en las personas / ARTÍCULOS

En efecto, el paciente [tanto en la consulta presencial como en la consulta


virtual, digital o electrónica] anhela y busca ser reconocido en su experiencia
individual (…). (…) [En ambas consultas se] necesita el diálogo personalizado, la
conversación en la cual se incluya la historia individual y la proyección futura del
paciente (…)”. (7) Y cuando esto se dificulte en la consulta presencial, como por
ejemplo en los consultorios odontológicos en tiempos de Pandemia por SARS-
CoV-2, conociendo incluso que algunos pacientes prefieran evitar las modalidades
virtuales, digitales o electrónicas (por temer que sus decisiones sean indebida-
mente influidas por la tecnología), la teleasistencia odontológica con fundamen-
to en la <<eOdontología Centrada en las Personas>> puede convertirse en la
estrategia capaz de facilitar el “(…) intercambio negociado o cuidado compartido
(…) [en] comunicación mutua y [dejando de ser] sólo [, y únicamente, una mera]
intervención técnica (…)”. (7)
El desafío de la <<eOdontología Centrada en las Personas>> es entonces: re-
alzar “(…) la realidad del encuentro en sí (…) [aunque este se establezca a través de
tecnologías de la información o la comunicación (TIC)], de modo que (…) [siempre
se] destaque la interacción como diálogo o deliberación compartida en la cual (…)
[todos] aprendan (…) del otro y reconozcan que la verdad se capta precisamente
en ese proceso de respeto mutuo y complementariedad (…)” (7) y es por esto, que
la teleasistencia odontológica desde la visión de la <<eOdontología Centrada en
las Personas>>, debe estar basada en “(…) una concepción de (…) persona funda-
da en la relación intersubjetiva (…) [y] en la apertura y disponibilidad esenciales
para con las otras personas (…)”. (7)
La <<eOdontología Centrada en las Personas>>, como relación intersubjeti-
va, en apertura y disponibilidad para con las otras personas, existe en la esencia
y naturaleza de las personas que la vuelven praxis. Personas que cuidan, asisten
y atienden a personas en cada acto de teleasistencia odontológica. Personas que
guardan especial consideración por los valores de cada paciente y de cada pro-
fesional que ejerce la práctica de la odontología en consultorio. Personas que,
con dedicación profesional, se comunican con ellos. Personas que a través de las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC) interactúan con pacientes y
profesionales para, junto a ellos, alcanzar la alternativa prudente en cada instan-
cia del proceso de salud-enfermedad-salud.
Porque, en definitiva, es “(…) la confianza mutua [que se genera en la telea-
sistencia odontológica la que le] otorga a la (…) [<<eOdontología Centrada en
las Personas>>] un matiz de virtud (…) que (…) [en base a] los distintos sentidos
del bien (…) (bien clínico, bien de preferencia, bien inherente al ser persona en sí

-51-
VIDA Y ÉTICA

mismo y en su finalidad trascendental), y en diálogo [con los verdaderos protago-


nistas de los cuidados] (…) delibera sobre la mejor opción en (…) [el] contexto per-
sonalizado (…)” (7) de la combinación de experiencias de educación para la salud
que se concreta en la atención odontológica integral, ordinaria y proporcionada
cuando esta se sustenta en los valores de la bioética personalista, ontológicamen-
te fundada, de derivación aristotélica e inspiración tomista.

CONCLUSIÓN
En el contexto de la eSalud, la eOdontología es la modalidad que permite
incorporar a la prestación de servicios odontológicos nuevas estrategias de ges-
tión, administración y atención a través de las tecnologías de la información y la
comunicación (TIC).
Sin embargo, al considerar que la singular dignidad y trascendencia de cada
persona humana son los valores que merecen absoluto respeto, la eOdontología
se perfecciona para, a través de la teleasistencia odontológica, constituirse en una
verdadera alternativa de cuidados, asistencia y atención capaz de integrarse sinér-
gicamente con las otras modalidades que se ocupan de la salud bucal y revelarse
como <<eOdontología Centrada en las Personas>>.
Además, al aplicar los principios de la bioética personalista, ontológicamente
fundada, de derivación aristotélica e inspiración tomista a las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC), la <<eOdontología Centrada en las Perso-
nas>> vuelve a la teleasistencia odontológica una alternativa idónea para, esta-
bleciendo un justo equilibrio con la práctica de la odontología que se desarrolla en
los consultorios, brindar una atención odontológica integral, ordinaria y propor-
cionada adecuada a cada persona y en todos los niveles de atención.
Respetuosa de la persona humana y su dignidad, la <<eOdontología Centrada
en las Personas>> transforma la teleasistencia odontológica en una estrategia o
prestación que, a través de vínculos virtuosos de confianza plenos de respeto y
humanidad, es capaz de cuidar, asistir y atender a todas las personas mediante las
aplicaciones y dispositivos tecnológicos disponibles.
Al aprehender y hacer praxis los valores de la bioética personalista, ontológi-
camente fundada, de derivación aristotélica e inspiración tomista, la <<eOdonto-
logía Centrada en las Personas>> permite alcanzar, a través de la teleasistencia
odontológica, un justo y sinérgico equilibrio entre la odontología que debe brin-
darse indefectiblemente en los consultorios odontológicos y la atención odonto-

-52-
eOdontología centrada en las personas / ARTÍCULOS

lógica que acontece a través de las tecnologías de la información y la comunica-


ción (TIC).
Así, la <<eOdontología Centrada en las Personas>> se convierte en una real
opción prudente capaz de actualizar los objetos y fines propios de la salud bucal
en favor de la vida y la salud de todas las personas a través de la combinación de
experiencias de educación para la salud que se concretan mediante la teleasisten-
cia odontológica para, contribuir así, a procurar un sistema de atención odonto-
lógica más equitativo y accesible para todos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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consulta: 10 enero 2021]. Disponible en: A los participantes en el Congreso sobre
el tema "Junto al enfermo incurable y al moribundo: orientaciones éticas y ope-
rativas", organizado por la Pontificia Academia para la Vida con motivo de su XIV
Asamblea general (25 de febrero de 2008) | Benedicto XVI (vatican.va)
3
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nes. Conjunto de herramientas para una estrategia de eSalud nacional. Ginebra:
Biblioteca de la OMS; 2012. p.1
4
Sgreccia E. Manual de bioética. I: Fundamentos y ética biomédica. 1.ª ed.
(rústica) – cuarta impresión. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos; 2018. p.131
5
Rochon A. Educación para la salud. Guía práctica para realizar un proyecto. 1.a
ed. 2.a reimp. Barcelona: Masson, S.A.; 1996. p.1
6
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2021 [Fecha de consulta: 26 enero 2021]. Disponible en:
https://www.fdiworlddental.org/oral-health/fdi-definition-of-oral-health
7
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Patris; 2006. pp. 28; 70; 73; 267; 269-276; 279; 286.

-53-
ARTÍCULOS

ESTATUS Mg. Dr. Leonardo L. Pucheta


Contacto: leonardopucheta@uca.edu.ar

JURÍDICO • Profesor de Bioderecho en Maestría de Ética

DE MÁQUINAS Biomédica (UCA)

AUTÓNOMAS
INTELIGENTES
ANÁLISIS DESDE
LA PERSPECTIVA BIOJURÍDICA

Fecha de recepción: 22/06/2021


Fecha de aceptación: 06/07/2021

Palabras clave Key words


• Tecnologías • Emerging
emergentes technologies
• Robótica • Robotics
• Inteligencia artificial • Artificial Intelligence
• Daños • Damages
• Responsabilidad • Liability
• Nominalismo • Nominalism
• Tecnocracia • Technocracy
• Personalidad • Personality
• Persona humana • Human Person
Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 junio 2021 -55-
VIDA Y ÉTICA

resumen ABSTRACT
El Derecho contemporáneo se encuen- Contemporary law is demanded by new
tra exigido por nuevas y rápidamente and rapidly changing biotechnological
cambiantes realidades biotecnológicas, realities, jeopardizing traditional pillars
poniendo en jaque institutos tradicio- of the legal system. In this context, the
nales del ordenamiento jurídico. En ese stunning evolution of technological
contexto, la impresionante evolución developments evidenced in the field
de los desarrollos tecnológicos eviden- of robotics and artificial intelligence
ciados en el campo de la robótica y la in recent years requires a more active
inteligencia artificial en los últimos participation into new and challenging
años exige adentrarse en debates no- debates for jurists and bioethicists,
vedosos y desafiantes para juristas y among whom the discussion around
bioeticistas, entre los que la discusión the legal status of robots and autono-
en torno al estatus jurídico de robots mous machines seems of undoubted
y máquinas autónomas ocupa un lugar relevance. This study is aimed at reflec-
de indudable relevancia. Mediante el ting upon the relevance of such initia-
presente trabajo se pretende reflexio- tive, the context in which it is inserted
nar en torno a la pertinencia de tal ini- and the possible impact that it could
ciativa, el contexto en el que se inserta bring on the human person.
y el posible impacto que traería apare-
jado para la persona humana.

-56-
Estatus jurídico de máquinas autónomas inteligentes / ARTÍCULOS

INTRODUCCIÓN
La existencia de máquinas autónomas -robots y/o sistemas de inteligencia arti-
ficial con autoconciencia, autonomía funcional y capacidad de aprendizaje- puede
parecer una realidad remota en términos técnicos. Sin embargo, la impresionante
evolución de los desarrollos tecnológicos evidenciados en el campo de la robótica y
la inteligencia artificial en los últimos años exige adentrarse en debates novedosos
y desafiantes para juristas y bioeticistas, entre los que la discusión en torno al esta-
tus jurídico de tales entidades ocupa un lugar de indudable relevancia.
Ciertamente, la atribución de personalidad jurídica a entidades no humanas y,
consecuentemente, su tratamiento como sujetos de derecho no resulta un tópico
novedoso, de allí que se aludirá a las opiniones de autores y órganos especializa-
dos en el plano local y comparado, en los que se ensayan propuestas que consisti-
rían en el reconocimiento de un estado específico para tales máquinas, vinculado
a una especie de fictio iuris similar a la consideración kelseniana de persona como
“centro de imputación de normas”.
Por lo dicho, procurando pivotear siempre sobre el eje del presente trabajo, en
primer lugar se atenderá al estado del arte, discutiendo la aptitud de las teorías
clásicas relativas a la persona jurídica, así como de aquellas esgrimidas más re-
cientemente respecto del estatus jurídico de los animales, para resolver el desafío
del estatus de las máquinas autónomas. ¿Es viable atribuir a los robots y/o a los
sistemas inteligentes autónomos el atributo de la personalidad tal como sucede
con otros sujetos de derecho no humanos?
En honor a la brevedad en esta oportunidad no se atenderá exhaustivamente
a las limitaciones ontológicas de las máquinas, a las cuestiones de responsabilidad
civil involucradas, ni a las consideraciones ético-jurídicas con respecto a la ido-
neidad de la consideración de la existencia de una verdadera persona electrónica,
cuestiones que de todos modos servirán como referencia para justificar la proce-
dencia y actualidad del tema abordado y para fundar una posición bio-jurídica
concreta.
Por lo dicho, superado el análisis de las opiniones vertidas que se han ensayado
al respecto hasta el momento, consideraremos una situación hipotética en la que
en efecto se concediera a tales máquinas algún tipo de personalidad jurídica, con
el objeto de habilitar el análisis sobre el impacto que ello podría importar en tér-
minos de reconocimiento de la condición humana.
Se argumentará que en el contexto contemporáneo, signado por el no cog-
nitivismo, un escenario apoyado en presupuestos típicamente nominalistas, una
-57-
VIDA Y ÉTICA

sociedad tecnocrática en la que la protección de la humanidad se encuentra debi-


litada y una mentalidad subyacente abierta a los postulados del Transhumanismo,
la creación de un estatus legal para máquinas autónomas podría expresar un jui-
cio de valor respecto de los elementos constitutivos de la personalidad humana,
lo que sugiere que determinado tratamiento de la robótica avanzada podría tener
un impacto profundo no solo en asuntos sociales como el empleo, la educación
o la relación médico-paciente –para citar algunos ejemplos– sino también en el
reconocimiento mismo de la persona humana y de sus derechos fundamentales.
La cuestión será abordada, finalmente, a partir del ordenamiento jurídico ar-
gentino, tomando en consideración normas de derecho interno vigentes y ante-
cedentes relevantes.

ENSAYOS Y RECOMENDACIONES
El antecedente más concreto respecto de la problemática bajo estudio es el in-
forme de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo de fecha 27 de
enero de 2017, en el que se cristalizaron una serie de recomendaciones sobre nor-
mas de Derecho civil sobre robótica1. Como antecedente se reconoce la Directiva
85/374/CEE sobre responsabilidad resultante de los daños causados en la salud o
los bienes del consumidor por productos defectuosos2. Allí, se señaló que en esta
época de creciente tecnicismo “únicamente el criterio de la responsabilidad obje-
tiva del productor permite resolver el problema” de los daños ocasionados por las
cosas, consignando entonces en el artículo 1° que “el productor será responsable
de los daños causados por los defectos de sus productos”. Partiendo de la innega-
ble realidad de la creación de máquinas cada vez más sofisticadas y las ventajas
que tales tecnologías traerían aparejadas para la vida diaria de la ciudadanía -en
especial en el ámbito productivo- y haciendo referencia específica a “máquinas
inteligentes y autónomas, con capacidad de ser entrenadas para pensar y tomar
decisiones de manera independiente”, la Comisión destacó las preocupaciones por
los posibles efectos no deseados en el conjunto de la sociedad3 y afirmó la nece-

1 Parlamento Europeo, Comisión de Asuntos Jurídicos. Informe A8-0005/2017. Disponible en línea en http://
www.europarl.europa.eu/doceo/document/A-8-2017-0005_ES.pdf [Último acceso el 30 de junio de 2019].
2 Disponible en línea en https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:31985L0374&from=ES
[Último acceso el 30 de junio de 2019].
3 Al respecto nos hemos referido brevemente en: Robótica e inteligencia artificial: nuevos horizontes de re-
flexión - El Derecho, [282] - 28/06/2019, nro 14.659.
-58-
Estatus jurídico de máquinas autónomas inteligentes / ARTÍCULOS

sidad de avanzar en la aprobación de una legislación que revise y eventualmente


ajuste los criterios imperantes en materia de responsabilidad.
Si bien el informe alude a cuestiones tales como el posible reemplazo de la
fuerza de trabajo por máquinas de esta naturaleza (#J y #K), el impacto que podría
generar en términos de concentración de riqueza (#L), la protección de los datos
personales (#O), la protección de la dignidad, la autonomía y la autodetermina-
ción de la persona humana (#P), el foco del documento parece haberse puesto en
un escenario futuro en el que la inteligencia artificial “supere a la capacidad inte-
lectual humana”, marco en el cual la eventual toma de decisiones automatizadas
y basadas en algoritmos exige nuevas reglas en materia de responsabilidad civil.
Al respecto surge del informe que “(…) gracias a los impresionantes avances
tecnológicos de la última década, los robots ya no solo pueden realizar actividades
que antes eran típica y exclusivamente humanas, sino que el desarrollo de deter-
minados rasgos cognitivos y autónomos —como la capacidad de aprender de la
experiencia y tomar decisiones cuasi independientes— ha hecho que estos robots
se asimilen cada vez más a agentes que interactúan con su entorno y pueden
modificarlo de forma significativa; [y] que, en este contexto, es crucial la cuestión
de la responsabilidad jurídica por los daños que pueda ocasionar la actuación de
los robots”4.
Entendemos que por haber afrontado la problemática desde la perspectiva ius
privatista, intentando generar contenidos apropiados para resolver planteos de
responsabilidad civil, la Comisión optó por no adentrarse en discusiones metafísi-
cas asociadas al ejercicio real de autonomía robótica5, limitándose a sostener que
“la autonomía de un robot puede definirse como la capacidad de tomar decisiones
y aplicarlas en el mundo exterior, con independencia de todo control o influencia
externos; que esa autonomía es puramente tecnológica y que será mayor cuanto
mayor sea el grado de sofisticación con que se haya diseñado el robot para inte-
ractuar con su entorno”6.
Por ello, partiendo del supuesto de hecho de la toma de decisiones con impac-
to en el entorno con total prescindencia de controles externos, la Comisión pone

4 Parlamento Europeo, Comisión de Asuntos Jurídicos. Informe A8-0005/2017, Op. Cit. Z.


5 Nos preguntamos, por ejemplo, si la autonomía en términos de agencia moral, la que presupone la libertad
para adoptar decisiones atribuibles al sujeto activo, no se riñe con el presupuesto de los increíblemente evolu-
cionados aglgoritmos y la poderosa tecnología de la información disponible.
6 Parlamento Europeo, Comisión de Asuntos Jurídicos. Informe A8-0005/2017, Op. Cit. AA.
-59-
VIDA Y ÉTICA

en discusión la aplicabilidad de las teorías de responsabilidad civil imperantes,


destacando que “(…) cuanto más autónomos sean los robots, más difícil será con-
siderarlos simples instrumentos en manos de otros agentes (como el fabricante, el
operador, el propietario, el usuario, etc.); que esta circunstancia, a su vez, suscita
la cuestión de si la normativa general sobre responsabilidad es suficiente o si se
requieren normas y principios específicos que aporten claridad sobre la responsa-
bilidad jurídica de los distintos agentes y su responsabilidad por los actos y omi-
siones de los robots cuya causa no pueda atribuirse a un agente humano concreto,
y de si los actos u omisiones de los robots que han causado daños podrían haberse
evitado”7 8.

El comportamiento de un robot podría tener implicaciones de Derecho civil,


tanto en términos de responsabilidad contractual como extracontractual. Por
lo tanto, es necesario aclarar la responsabilidad de las acciones de los robots
y, en última instancia, la capacidad jurídica o el estatus de los robots y de la
inteligencia artificial, con el fin de garantizar la transparencia y la seguridad
jurídica para los productores y consumidores9.

Así las cosas, se establece en el documento la necesidad de indagar respecto de


la viabilidad de asignar a tales máquinas autónomas alguno de los estatus jurídi-
cos existentes o por si el contrario debe crearse una nueva categoría atendiendo
a su naturaleza jurídica específica10.

7 En línea con lo establecido en la Directiva 85/374/CEE, la Comisión afirma que “según el marco jurídico vigen-
te, la responsabilidad por daños causados por productos defectuosos —en la que el fabricante de un producto
es responsable de un mal funcionamiento— y las normas que rigen la responsabilidad por una actuación que
ocasiona daños —en la que el usuario de un producto es responsable de un comportamiento que deriva en un
perjuicio— se aplican a los daños ocasionados por los robots o la inteligencia artificial”.
8 El informe alude a diversas aristas conflictivas en relación con determinados entes tales como vehículos
autónomos, drones, robots asistenciales, robots médicos o las aplicaciones de rehabilitación e intervenciones en
el cuerpo humano, en las que podrían estar involucradas cuestiones de responsabilidad contractual y extracon-
tractual, entre los que cabe citar como ejemplo: la responsabilidad civil (responsabilidad y seguros), la seguridad
vial, todas las cuestiones relativas al medio ambiente (por ejemplo, eficiencia energética, uso de tecnologías
renovables y fuentes de energía), las cuestiones relativas a los datos (por ejemplo, acceso a los datos, protección
de los datos personales y la intimidad, intercambio de datos), las cuestiones relativas a la infraestructura TIC (por
ejemplo, alta densidad de comunicaciones eficientes y fiables) y el empleo (por ejemplo, creación y pérdida de
puestos de trabajo, formación de los conductores de vehículos pesados para el uso de vehículos automatizados).
9 Parlamento Europeo, Comisión de Asuntos Jurídicos. Informe A8-0005/2017, Op. Cit. P. 32.
10 Como aclaración metodológica se advierte que a los efectos de este trabajo, en lo sucesivo, se aludirá a sis-
tema ciberfísico, sistema autónomo, robot autónomo inteligente, o afines, como sinónimos, sin pormenorizar en
posibles diferencias técnicas que pudieran realizarse desde el punto de vista técnico.
-60-
Estatus jurídico de máquinas autónomas inteligentes / ARTÍCULOS

En el contexto del documento sucintamente referido, entonces, la Comisión


de Asuntos Jurídicos insta a la Comisión sobre normas de Derecho civil sobre
robótica a evaluar el impacto de un instrumento legislativo que explore, analice y
considere –entre otras cuestiones– la creación de una personalidad jurídica espe-
cífica para los robots autónomos.

f) crear a largo plazo una personalidad jurídica específica para los robots, de
forma que como mínimo los robots autónomos más complejos puedan ser
considerados personas electrónicas responsables de reparar los daños que
puedan causar, y posiblemente aplicar la personalidad electrónica a aquellos
supuestos en los que los robots tomen decisiones autónomas inteligentes o
interactúen con terceros de forma independiente”11.

De este modo queda plasmado el ensayo más próximo de atribución de perso-


nalidad electrónica a este tipo de entidades no humanas.
Por su parte, en el plano local Carlos Muñiz ha analizado provocativamente la
problemática, realizando también un paralelismo con la personalidad jurídica de
las sociedades y con el caso de los animales12.
En ese sentido, atendiendo a posibles lecturas análogas de la realidad de las
personas de existencia ideal con las “personas electrónicas” el Dr. Carlos Muñiz
destaca que “conforme el artículo 141 del Código Civil y Comercial de la Na-
ción, las personas jurídicas existen para el cumplimiento de su objeto y los fines
de su creación". Allí radica, explica, la diferencia fundamental con las personas
humanas, “una realidad antropológica que el ordenamiento jurídico se limita a
reconocer, y cuya existencia no está orientada hacia el cumplimiento de ninguna
finalidad distinta de su propio ser”13.
El autor sostiene que si bien no se cuenta con una definición legislativa de
sujeto “electrónico” en nuestro derecho, cabría trazarse un paralelo con la persona
jurídica, en los términos del artículo 51 del Código Civil y Comercial de la Nación y
por tanto, reconociendo la personalidad de la máquina como “centro de imputa-
ción de responsabilidad”, en similar sentido al análisis realizado por el Parlamento
Europeo.

11 Parlamento Europeo, Comisión de Asuntos Jurídicos. Informe A8-0005/2017, Op. Cit. P. 20.
12 Carlos Muñiz. Para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los robots del mundo que quieran habitar
el suelo argentino. ¿Puede la inteligencia artificial ser sujeto de derecho? En: RCCyC 2018 (julio), 13/07/2018, 22.
13 Carlos Muñiz. Para nosotros, para nuestra posteridad… Op. Cit.
-61-
VIDA Y ÉTICA

LA PERSONA [HUMANA] DECONSTRUIDA


¿Cuál es el escenario filosófico en el que se realizan estas reflexiones? ¿Cuál es
hoy, en términos generales, la idea general subyacente que permite el reconoci-
miento de la personeidad tanto de seres humanos como de entidades no huma-
nas? ¿Se trata de un reconocimiento ontológico o es, en cambio, una atribución
del ordenamiento jurídico conforme razones puramente pragmáticas?
El pensamiento contemporáneo se encuentra signado por un creciente des-
apego a los postulados de la Ley Natural, tornándose cuanto menos dificultoso
el reconocimiento de naturalezas específicas y de lo justo-en-sí. Ciertamente, la
dilución de la persona humana y la aparición de normas jurídicas inadecuadas
conforme criterios de justicia y bien común en el contexto de la modernidad se
encuentra asociado a la consolidación del positivismo en el plano jurídico y al
relativismo moral fundado en el no cognitivismo resultante del pensamiento de
Hume, según el cual “los hechos se pueden conocer y describir (…) y demostrar
científicamente [y] en cambio, los valores y las normas morales son simplemente
supuestos y dan lugar a juicios prescriptivos que no se pueden demostrar”14.
Además, la disociación de lo justo-en-sí del contenido positivo del derecho
vigente se encuentra ligada al giro lingüístico de la filosofía contemporánea15,
aspecto que será abordado sucintamente en este apartado.
El escenario descripto se caracteriza por el renunciamiento de la experiencia
como origen del conocimiento ontológico16, actitud gnoseológica típicamente
moderna, y la reducción de la experiencia externa a la mera experiencia sensible,
lo que redunda en el descrédito de la realidad y la unidad ontológica de la persona
humana, la que es percibida primordialmente a través de la experiencia externa.
En ese marco, la negación de las esencias específicas y la asociación de pen-
samiento y lenguaje, notas características del nominalismo, minan el concepto
de naturaleza humana como naturaleza específica y así deconstruye la realidad
ontológica de la persona, reduciéndola a un mero constructo librado a la voluntad

14 Elio Sgreccia. Manual de Bioética: Fundamentos y ética biomédica. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos,
2007. P. 55.
15 Lamas, Félix Adolfo. El hombre en cuanto persona [en línea], Prudentia Iuris, 2011, 70, 31-45. Recuperado de
http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/revistas/hombre-cuanto-persona-felix-lamas.pdf [Última consulta
el 27 de junio de 2019].
16 Lamas, Félix Adolfo. El hombre en cuanto persona. Op. Cit.
-62-
Estatus jurídico de máquinas autónomas inteligentes / ARTÍCULOS

e imaginación del agente, fuertemente influidas por un contexto tecnocrático que


termina por diluir la diferencia esencial entre las cosas y las personas.

Nominalismo, derecho y tecnologías emergentes


Si bien el giro lingüístico referido posee sus raíces remotas en el sofismo, más
próximamente en la historia se encontraría motivado en el pensamiento de Hegel,
el que ha incidido profundamente en la configuración del pensamiento moderno,
especialmente a fines del S. XIX y comienzos del S. XX. Así, han surgido variantes
de nominalismo que, como se sostuvo, identifican pensamiento (idea) y lenguaje
(palabra).
La escuela analítica, por ejemplo, con influencia no cognitivista afirma que no
hay otro fenómeno verificable y constatable que el lenguaje, único fenómeno del
pensamiento, razón por la cual no procedería la comprobación de la inadecuación
de éste respecto de la realidad ontológica de las cosas. Evidentemente, subyace en
esta expresión nominalista el reduccionismo metodológico del positivismo, según
el cual sólo puede ser objeto de comprobación aquello verificable empíricamente,
mediante la experimentación o demostración matemática17.
La escuela hermenéutica, por su parte, afirma la inmanencia del pensamiento
en el lenguaje. Es decir, el hombre no podría pensar sin pre-juicios determinados
por un cúmulo de juicios previos del sujeto y por el propio objeto. El lenguaje
estaría igualmente determinado.
La teoría del discurso, de la cual Habermas es exponente, reduce el conoci-
miento a un fenómeno social a partir de la identificación entre pensamiento y
lenguaje. La condición de posibilidad del lenguaje y el pensamiento es necesaria-
mente el ámbito social. “Lo social”, entonces, determina el lenguaje y establece las
condiciones para el pensamiento, en función de lo cual se afirma que lo verdadero
no es trascendental al lenguaje y al pensamiento, sino la mera adecuación al con-
texto social.
El resultado de la influencia de las corrientes de pensamiento aludidas se evi-
dencia en el plano científico, ámbito en el cual domina una actitud de abandono

17 Flávio Lemos Alencar, Los presupuestos teóricos de la modernidad y la ADI-3510/2005. Disponible en línea
en https://www.academia.edu/39702955/Los_presupuestos_te%C3%B3ricos_de_la_modernidad_y_la_ADI-
3510_2005 [Último acceso el 27 de junio de 2019].
-63-
VIDA Y ÉTICA

del criterio de verdad como adecuación de la mente con la realidad, especialmen-


te en el ámbito de las ciencias sociales.
De este modo, siendo la palabra identificada al pensamiento y éste capaz de
iure de expresar y comunicar “lo verdadero” con prescindencia de su adecuación
con la realidad, el derecho positivo –lógicamente vehiculizado por el lenguaje-
cristaliza regulaciones que distan de ajustarse a las exigencias de la ley Natural.
El contexto de abrumadores avances en el plano técnico y tecnológico con in-
audito poder de transformación de las relaciones privadas entre individuos, entre
éstos y su entorno e incluso en el mismo individuo humano, exige un redescubri-
miento de la necesaria relación entre la palabra, las ideas y la realidad de las cosas,
así como también de aquello que es propiamente humano18.
El nominalismo subyacente en las ciencias práctico-normativas contemporá-
neas parece favorecer la aceptación pacífica de aplicaciones biotecnológicas y
herramientas técnicas de manipulación del entorno circundante y, de hecho, del
cuerpo mismo del hombre, generando profundas vulneraciones a la dignidad hu-
mana y un quiebre en las bases de la convivencia comunitaria. En este contexto, al
turno que se evidencia un debilitamiento en la lógica misma de los ordenamientos
jurídicos positivos, se tensan y resquebrajan las relaciones familiares y sociales19.
La negación de esencias específicas, la identificación de pensamiento y len-
guaje y, por ello, la negación de la naturaleza humana y de la existencia de la ley
natural favorece un orden jurídico débil en su fundamentación ontológica20 y
peligrosamente cercano a un conjunto de normas de imposición, el derecho de la
fuerza y el poder.

18 Leonardo Pucheta. Robótica e inteligencia artificial: nuevos horizontes de reflexión - El Derecho, [282] -
28/06/2019, nro 14.659.
19 Leonardo Pucheta. La comunidad humana en la era tecnológica - El Derecho, [282] - 16/05/2019, nro 14.630.
20 Lo dicho no se evidencia sólo en el plano local, sino también –y especialmente- en el convencional. Es así
que la mera alusión al consenso para el reconocimiento de derechos humanos fundamentales refleja la profunda
crisis del sistema internacional de derechos humanos.
-64-
Estatus jurídico de máquinas autónomas inteligentes / ARTÍCULOS

Nominalismo y persona
El nominalismo niega la existencia de los universales, de conceptos que refie-
ren a un conjunto indeterminado de objetos agrupados en función de una seme-
janza y por ello niega la realidad de las especies, el correlato objetivo y real de
los conceptos universales que refieren a las especies y consecuentemente niega la
existencia de la naturaleza humana. Así, desconociendo la dimensión ontológica
de la persona humana, se la identifica simplemente a su conciencia en estado ac-
tual, desatendiendo “(…) el dato ontológico de su sujeto dotado de propiedades y
capacidades por su propia esencia, aunque de hecho dichas potencialidades estén
impedidas por datos de hecho”21.
En el ámbito del bio-derecho tal posición ha gozado de cierta recepción a
nivel doctrinario22, motivando la distinción entre “vida humana biológica” y “vida
humana personal”, “siendo el criterio de distinción la autoconciencia” y afirmando
que “sólo la vida humana personal, es decir, la autoconsciente (…) la merecedora
del respeto que se debe a las personas”23. Andorno explica que lo dicho se basa en
una antropología dualista radicalizada de origen cartesiano que reduce la persona
al pensamiento o a la conciencia. El hombre reducido a su dimensión pensante
(res cogitans) implica la degradación del cuerpo (res extensa) a la categoría de
cosa, siendo la unión de ambas dimensiones meramente accidental.
Ahora, así como algunos reducen la persona al ejercicio actual de las poten-
cias espirituales otros la reducen a la esfera de la corporeidad. El actual escenario
biotecnológico, en el que el hombre es concebido como material disponible24, se
evidencia una fuerte impronta materialista y determinista que encuentra en la
corporeidad la única dimensión de la persona humana, soslayando su espiritua-
lidad25. La asociación de lo humano al cuerpo y a sus funciones se alinea con el
monismo antropológico, según el cual el cuerpo agotaría la totalidad del hombre.
Para Monod, por ejemplo, “lo humano no sólo se reduce a lo biológico, sino que la
biología tampoco es otra cosa que física”26. La reducción de la sustancia humana a

21 Félix Adolfo Lamas. El hombre en cuanto persona, Op. Cit., p. 38.


22 Uno de los principales representantes de esta posición es el norteamericano Tristam Engelhardt.
23 Roberto Andorno. ¿Persona - substancia o persona - conciencia? Persona y Bioética, [S.l.], n. 1, p. 85-95,
july 2009. ISSN 2027-5382. Disponible en línea en: <http://personaybioetica.unisabana.edu.co/index.php/
personaybioetica/article/view/586/1264> [Último acceso el 27 de junio de 2019].
24 Jorge Nicolás Lafferriere. El cuerpo humano a debate: reflexiones jurídicas - El Derecho, 274-861.
25 Jorge Nicolás Lafferriere. ¿Los seres humanos somos meros “algoritmos”? Una reflexión crítica sobre el libro
Homo Deus. Breve historia del mañana - El Derecho, 272-406.
26 Elio Sreccia, Op. Cit. P. 143.
-65-
VIDA Y ÉTICA

una conciencia independiente de un marco óntico, además, favorece la asociación


del carácter personal con la operatividad actual de las potencias espirituales, las
que son interpretadas sólo en su dimensión corpórea27.
Si lo propiamente humano es simplemente lo biológico y la mente es asociada
sólo al cerebro, pues entonces es el cuerpo y las funciones que son propias las que
permitirían el reconocimiento del ser humano como sujeto de derecho.
Ambas posiciones reduccionistas (hombre como la simple operatividad corpó-
rea u hombre como mera conciencia en acto) desconocen la unidad esencial de
cuerpo y espíritu, así como la naturaleza humana y la irrelevancia en términos de
atributos jurídicos de la eventual imposibilidad fáctica y contingente de poner
en acto potencias espirituales. Ello parece reflejar la consolidación de un ordena-
miento basado en criterios funcionales en desmedro del clásico modelo antropo-
lógico y presenta una amenaza concreta relativa a la falta de reconocimiento del
estatus jurídico de la persona humana28.
Si el rasgo determinante para el reconocimiento de la personalidad fuera la
operatividad y no un rasgo esencial anterior a la manifestación actual de las po-
tencias humanas, pues entonces ¿Cuál sería el status de quienes se encontraren
privados, por ejemplo, de las funciones cerebrales, de los menores de edad o de las
personas por nacer?
Detrás del escenario de reduccionismo biologicista descripto encontramos al
nominalismo, pues la negación de la esencia humana y la identificación de pen-
samiento y lenguaje, como se dijo, tornarían imposible el conocimiento del alma
espiritual humana y de lo extra corpóreo.

Contribución al paradigma tecnocrático


Precedentemente procuró ponerse de manifiesto la relevancia de la asociación
entre lenguaje y realidad, en la inteligencia de que contribuye a expresar una
cualidad saliente del derecho contemporáneo y por ende, una nota distintiva del
actual escenario bio-jurídico.

27 Las facultades mentales son identificadas con el soporte orgánico del sistema nervioso central.
28 De hecho, también conlleva el riesgo inverso, en la medida en que con fundamento en la simple operatividad
comienzan a arriesgarse teorías de reconocimiento de personalidad a entidades tales como las máquinas auto-
máticas o los sistemas complejos de inteligencia artificial.
-66-
Estatus jurídico de máquinas autónomas inteligentes / ARTÍCULOS

El impacto del nominalismo en las ciencias práctico-normativas y en el dere-


cho en particular dificulta el conocimiento, la aceptación de la dialéctica como
técnica de trasmisión de pensamientos, y sienta las bases sobre las que soportan
los pilares de una cultura tecnocrática, al servicio del mercado y a costa de los
individuos de la especie humana, asociada en algunos casos a bienes de consumo.
Hemos sostenido al respecto que “la sociedad tecnocrática –resultante de un
imponente desarrollo biotecnológico y un contexto en el que la humanidad es
concebida como material disponible– se asienta en todo el planeta e impacta
también en nuestras vidas y moviliza las bases mismas sobre las que se apoyan
nuestras relaciones sociales, favoreciendo el debilitamiento de los lazos familiares
y la descomposición del tejido social. El escenario descripto habilita al individua-
lismo en su máxima expresión y a una total indiferencia por la dimensión comuni-
taria, potenciando una hostilidad inaudita contra todos, hombres, mujeres, niños
y ancianos”29.
Tal es el marco hermenéutico en el que se inscriben los ensayos de atribución
de personalidad jurídica a entidades no humanas en base a criterios de orden
eminentemente operativos.

ESTATUS JURÍDICO DE ROBOTS ¿UNA DECLARACIÓN SOBRE LO HUMANO?


Los efectos de la asimilación en términos de reconocimiento jurídico de reali-
dades ontológicamente diferentes no se presentan como una problemática pací-
fica y no es exclusiva del tema abordado en el presente. De hecho, la base cons-
tructivista imperante en gran parte del derecho positivo contemporáneo justifica
el avance de legislación fundada en consideraciones ajenas a la realidad ontoló-
gica30.
Ahora bien, independientemente de las ventajas prácticas que pudiera ofrecer
la atribución de personalidad a entidades artificiales automáticas en relación con
planteos de responsabilidad, desde una perspectiva propiamente biojurídica es
necesario reparar en las repercusiones que ello traería aparejado en lo relativo
al reconocimiento de la persona humana, en tanto dependiendo del criterio de

29 Leonardo Pucheta, La comunidad humana en la era tecnológica. Op. Cit.


30 Viene a nuestra mente la problemática de la denominada identidad de género regulada en nuestro país a par-
tir de la Ley 26.743 del año 2012, la que ha derramado cuanto menos nominalmente en normativa de relevancia
biojurídica tal como la Ley 27.610, vinculada con la liberalización del aborto.
-67-
VIDA Y ÉTICA

asignación y el alcance del tratamiento propuesto podría correrse un riesgo cierto


de deshumanización.

Reconocimiento y atribución

La palabra persona originariamente designaba la máscara que identificaba a


los personajes de comedias y tragedias teatrales y a los personajes mismos.
Según Boecio, deriva del verbo personare (que podría traducirse al español
como personificar), equivalente al prósoopon griego. Es decir, significaba a
los sujetos a los que la obra de teatro atribuía las respectivas acciones; de
ahí el fácil tránsito a la designación de un sujeto humano natural, sujeto de
atribución de su propia vida. Este carácter de sujeto, denotado por la palabra
persona, se destaca nítidamente por oposición a las cosas, es decir, a lo que
opera como objeto.31

Las advertencias realizadas en este trabajo, si bien sólo se presentan como


disparadores tendientes a profundizar la reflexión en lo sucesivo, se enmarcan en
un contexto jurídico determinado, cuyos presupuestos no deben ser soslayados
si pretende contribuirse a la generación eventual de un ordenamiento jurídico
equilibrado.
En el contexto aludido en el apartado precedente el ordenamiento es reducido
a un mero conjunto de normas jurídicas positivas legitimadas simplemente por
el cumplimiento más o menos cabal de las solemnidades previstas en el mismo
derecho positivo, fundadas simplemente en el consenso imperante. De este modo,
la posible falta de adecuación de los ordenamientos jurídicos a las exigencias de la
naturaleza humana, habilita respuestas legislativas y judiciales inicuas y opuestas
drásticamente a las normas de Derecho Natural que debieran obrar de fundamen-
to y parámetro. En ese marco, se constata una tendencia que en el plano biojurí-
dico resulta de central relevancia y que posee serias implicancias en lo relativo a
la personalidad jurídica de diversas entidades, incluso del ser humano32.

31 Félix Lamas. El hombre en cuanto persona, Prudentia Iuris, No 70, 2011, Págs. 31-45. Disponible en línea
en https://repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/2959/1/hombre-cuanto-persona-felix-lamas.pdf [Último
acceso el 5 de mayo de 2021].
32 Tal es el caso, por ejemplo, de la persona en sus fases primigenias de desarrollo, manipulada como objeto
de diseño y cuya supervivencia queda supeditada a la voluntad ajena en el caso de las técnicas de reproducción
humana asistida o del aborto. En ese marco, sujetos con determinadas cualidades de orden genético lucen es-
pecialmente vulnerables.
-68-
Estatus jurídico de máquinas autónomas inteligentes / ARTÍCULOS

Cabría en este punto aludir a la diferencia primordial entre la personalidad


humana y la personalidad convencional, siendo la primera una nota esencial re-
conocida sólo a los individuos de la especie humana y la segunda una condición
atribuida, vale decir, una concedida por otro -legislador o juez- que en virtud de
determinados parámetros confiere a determinadas entidades no humanas la posi-
bilidad de convertirse en sujeto de derecho y consecuentemente, de ser titular de
obligaciones y derechos subjetivos.
En tanto cualidad jurídica, la personalidad humana se encuentra fundada en el
reconocimiento de una condición pre-legal, una dignidad especial que no es atri-
buida sino simplemente reconocida por operadores jurídicos y autoridades estatales.
¿Cuál podría ser entones el fundamento del reconocimiento de personalidad
a los robots? Para la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo, bre-
vemente aludida precedentemente, no todo robot debería ser reconocido como
persona electrónica¸ sino que sólo los robots inteligentes, los que poseerían como
elementos constitutivos: la capacidad de adquirir autonomía mediante sensores
y/o mediante el intercambio de datos con su entorno (interconectividad) y el in-
tercambio y análisis de dichos datos, la capacidad de autoaprendizaje a partir de
la experiencia y la interacción, un soporte físico mínimo, capacidad de adaptar su
comportamiento y acciones al entorno. Advertimos entonces que las caracterís-
ticas que permitirían considerarlo como titular de personalidad jurídica estarían
asociadas a la potestad fáctica de expresarse autónomamente, de aprender y de in-
teractuar a través de un “cuerpo”. No se trataría del reconocimiento de una natura-
leza particular, sino de una atribución basada en un criterio puramente funcional.
Lo dicho amerita nuestra atención, por cuanto la atribución de personali-
dades jurídicas en función de aspectos operativos o funcionales puede resultar
razonable para entidades no humanas, pero presenta riesgos concretos para la
persona humana.
En este punto es menester destacar el pensamiento del Dr. Andorno, quien
afirma que “la lógica del proyecto tecnocientífico se inspira implícitamente en un
imperativo: en donde sea posible, hay que reemplazar los mecanismos naturales,
que son opacos y relativamente imprevisibles, por mecanismos artificiales, que son
perfectamente dominables”. Afirma el autor que “es sobre esta base ideológica que
el ser humano corre el riesgo de ser modelado a la imagen de los objetos técnicos,
viniendo así a perder su condición de «sujeto». Por ello, el dilema que se presenta

-69-
VIDA Y ÉTICA

a la bioética puede resumirse en la siguiente pregunta: ¿Cómo hacer para que el


hombre continúe siendo «sujeto», es decir, para que no se vuelva «objeto»?”33.

Personas no-humanas
Enseña el Dr. Alejandro Borda que las personas jurídicas “no son ni un organis-
mo natural, ni una realidad subjetiva (…) son una construcción del pensamiento
y del lenguaje de los juristas”34, destacando las notas de constructivismo y no-
minalismo antes citadas. Esta fictio iuris supone una solución práctica para la
realidad de la asociación humana para el desarrollo de diversas actividades lícitas
y como tales, dignas de promoción por el ordenamiento jurídico. Se trata de una
herramienta propuesta por el derecho para dar cauce a una realidad generadora
de efectos jurídicos que beneficia, en definitiva, al desarrollo individual y colectivo
de la persona humana. La asignación de tal estatus jurídico a la persona jurídica
supone el reconocimiento de sus derechos y obligaciones y la constituye como un
auténtico centro de imputación de responsabilidad.
En términos históricos es más novedoso el planteo de atribución de perso-
nalidad a “realidades naturales” tales como animales o recursos naturales35. En
ambos casos, se evidencia una transformación de objetos de derecho en sujetos de
derecho, mutación que en términos generales responde a criterios instrumentales
prácticos o a cuestiones culturales locales.
A partir de perspectivas proteccionista y el llamado a una “interpretación jurí-
dica dinámica y no estática” del ordenamiento jurídico, se plantea la necesidad de
conveniencia de rechazar la tesis personalista de corte antropocéntrico y recono-
cer que hay bienes jurídicos de sujetos no humanos y pre-personales, en orden a
proteger bienes jurídicos concretos tales como la existencia y la conservación de
especies no humanas36. Vale destacar que en tanto entes naturales los animales

33 Roberto Andorno. Bioética y dignidad de la persona, Tecnos, Paris, 1997. P. 147.


34 Guillermo Antonio Bordo (Dir.), La persona humana, La Ley, Buenos Aires, 2001.
35 Puede resultar de interés atender al reconocimiento efectuado por el Parlamento de Nueva Zelanda del Río
Whanganui. Ver al respecto: https://www.bbc.com/mundo/noticias-39291759.
36 Vale referir a los fundamentos esgrimidos en la causa “Orangutana Sandra s/Habeas Corpus”, en el que la
discusión se centró en la pertinencia de atribuir personalidad a un animal a fin de encuadrar adecuadamente
la conducta ilícita del maltrato animal. Ver: Gustavo Federico de Baggis, Solicitud de Hábeas Corpus para la
Orangután Sandra. Comentario a propósito de la Sentencia de la Cámara Federal de Casación Penal de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, de 18 de diciembre de 2014, en Derecho Animal. Disponible en línea https://cole-
gioabogadosazul.org.ar/webfiles/recursos/comentario-fallo-sandra.pdf [Último acceso el 13 de abril de 2021].
-70-
Estatus jurídico de máquinas autónomas inteligentes / ARTÍCULOS

poseen una dignidad particular, a diferencia de otros entes -como los robots- que
sólo son considerados en su dimensión instrumental. Se trata, tal como indica
Muñiz de una “cuestión de conveniencia y orden práctico”.
Sin embargo, el rechazo del antropocentrismo referido conlleva riesgos con-
cretos que ameritan nuestra atención, pues expresan la faceta negativa de la
avanzada constructivista mencionada. Tal como se planteó recientemente en la
Declaración de Madrid, es menester “(…) alertar sobre las posibilidades reales de
deshumanización con que amenazan ciertas modas y ficciones científicas. No po-
demos ignorar que tras la aparente bondad que pretende regalar derechos a ani-
males naturales o artificiales, a robots, o a nuevas especies superiores de humanos
manipulados artificialmente, se esconde un peligro real para la vida humana real
tal y como la conocemos con su libertad constitutiva y modo de ser”37.
Los riesgos son concretos y desde la perspectiva biojurídica podrían sintetizarse
como la asimilación indebida de la persona humana a las personas no humanas
y/o como la degradación del ser humano a la categoría jurídica de cosa.

Carácter instrumental de la persona electrónica


Para ponderar la pertinencia de los criterios de asignación de un estatus ju-
rídico particular a los “sujetos” electrónicos ha de garantizarse el tratamiento
adecuado de la persona humana y el reconocimiento de la diferencia sustancial
entre aquellos y ésta. Debe repararse tanto en la apariencia como la realidad de
los sujetos de derecho. Apariencia en tanto adecuación exterior a los requisitos
legales para acreditar su existencia y realidad como alusión a la esencia ontológi-
ca del ente. Es así que la diferenciación entre persona natural y persona jurídica
mantiene su vigencia y relevancia.
La solución propuesta por la Comisión del Parlamento Europeo exige, más allá
de su utilidad en términos de responsabilidad, la aclaración de dos conclusiones
fundamentales: que la persona humana no es una cosa y que las personas no
humanas (jurídicas, animales o electrónicas, eventualmente) son sustancialmente
diversas de la persona humana y se encuentran supeditadas a ésta.

37 Declaración de Madrid. Ciencia, Humanismos y Posthumanismos. Disponible en línea en: http://centrodebioe-


tica.org/2013/08/ciencia-humanismos-y-posthumanismos-declaracion-de-madrid/ [Último acceso el 4 de mayo
de 2021].
-71-
VIDA Y ÉTICA

Puede encontrarse que ambas afirmaciones lucen alineadas con la previsión


contenida en el artículo 1º, apartado 2, de Convención Americana Sobre Derechos
Humanos, según la cual “persona es todo ser humano”. A pesar de su brevedad, el
texto consignado ofrece una pauta hermenéutica central para el estudio de las
problemáticas biojurídicas, por cuanto expresa una vinculación concreta entre el
derecho en su faz positiva y la realidad del ser humano en su dimensión orgánica.
En primer lugar, afirmar que todo ser humano es persona significa que el ordena-
miento jurídico no atribuye carácter de sujeto de derecho, sino que reconoce una
realidad biológica preexistente. En función de ello, lo que la biología defina como
integrante de la especie humana merece la máxima protección del sistema intera-
mericano de derechos humanos. En este sentido, la persona humana es inviolable
y en cualquier circunstancia tiene derecho al reconocimiento y respeto de su
dignidad, tal como surge del artículo 51 del Código Civil y Comercial de la Nación.
Dejando lo dicho a salvo, la construcción de nuevas personalidades no implica
necesariamente la falta de reconocimiento del estatus específico de la persona
humana. En este punto luce razonable afirmar que superando la posible confusión
en torno a la especificidad de la naturaleza humana y el alcance del estatus jurí-
dico de los sujetos de derecho construidos socialmente, la creación de la persona
electrónica podría ofrecer soluciones para problemas concretos de derecho priva-
do, tal como se ha destacado precedentemente.
Tal como sugiere Ercilla García, la creación de una personalidad jurídica especí-
fica para los robots devendría en una cuestión de conveniencia, ya que un lapso de
tiempo relativamente corto “la sociedad contará con entes no humanos dotados
de voluntad que realizarán actos susceptibles de crear derechos u obligaciones en
el ámbito jurídico”38. Chavez Valdivia entiende en similar sentido que cabría echar
mano de la tesis de la voluntad de Savigny, considerando que sería previsible la
generación de la capacidad técnica de “proponerse fines y realizarlos” y que tal
sería el elemento básico para definir y reconocer la realidad de la nueva persona
electrónica39.
No se trataría de un reconocimiento de orden ontológico, sino de una solución
práctica para una realidad que, como se ha señalado, constituye una problemática

38 Chavez Valdivia, Ana Karin. No es solo un robot: consideraciones en torno a una nueva personalidad
jurídica y el redimensionamiento de las relaciones interpersonales. Ius et Praxis, Talca , v. 26, n. 2, p. 55-
77, agosto de 2020. Disponible en línea en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=
S0718-00122020000200055&lng=es&nrm=iso [Último acceso el 4 de mayo de 2021].
39 Chavez valdivia, Ana Karin. Op. Cit.
-72-
Estatus jurídico de máquinas autónomas inteligentes / ARTÍCULOS

concreta de esta era. Así, entonces, no pretendería igualarse a todos los sujetos de
derecho, sino de asimilar determinados presupuestos y efectos de su proceder en
orden a favorecer relaciones jurídicas razonables y equilibradas.
Si se toma en consideración el artículo 141 del CCyCN se advierte que, a dife-
rencia de la persona humana, “son personas jurídicas todos los entes a los cuales
el ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer
obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación”. Se trata
de una atribución positiva del ordenamiento con un alcance determinado por el
legislador y no de un reconocimiento de una dignidad preexistente.

¿Es humano?
La preocupación de fondo sugerida en esta trabajo no se funda en la falta de
comprensión de las ventajas prácticas de la creación de nuevas ficciones jurídicas
para la resolución de conflictos jurídicos contemporáneos, sino en los alcances
del trasfondo filosófico en los que se insertan. Nos preguntamos cuál sería hoy
el factor determinante para la distinción definitiva de la persona humana de la
no-humana. Es decir, si todo es constructo social ¿Porqué la persona humana sería
diferente? ¿Qué significa hoy “ser humano”?
El interrogante excede el marco de estas reflexiones, pero parece pertinente
acudir al viejo artículo 51 del Código Civil velezano, el que establecía que “(…)
todos los entes que presentasen signos característicos de humanidad, sin distin-
ción de cualidades o accidentes, son personas de existencia visible”. La norma fue
redactada en un contexto histórico en el que realidades biotecnológicas como las
que hoy nos convocan resultaban ajenas a la inteligencia legislativa o ciertamente
asociada a textos de ciencia ficción y en el que el conocimiento médico era limita-
do comparado con el actual, de modo que podríamos conceder que en el siglo XIX
los “rasgos de humanidad” referían a rasgos físicos constatables sensiblemente.
El código aludía, entonces, a atributos orgánicos, somáticos, cuestiones ne-
tamente estéticas y por tanto, accidentales. Podría afirmarse que en la weltans-
chauung jurídica decimonónica, si bien entendemos que el ser humano no era
necesariamente asimilado a una naturaleza contingente, los signos característicos
de humanidad parecían vinculados a la corporeidad.
Ahora, ¿Qué constituye hoy, entrada la segunda década del siglo XXI, los "sig-
nos característicos de humanidad"? Frente al interrogante podríamos ensayar una
diversidad de respuestas, pero a la luz de lo destacado anteriormente en relación
con el ambiente filosófico imperante, cabría plantear alternativas: a) los rasgos
-73-
VIDA Y ÉTICA

de humanidad podrían asociarse a la operatividad propiamente humana, b) a un


conjunto de funciones corporales en potencia o, c) a la realidad ontológica del
ser humano.
La asociación de lo humano al cuerpo y a sus funciones se alinea con el mo-
nismo antropológico, según el cual el cuerpo agotaría la totalidad del hombre. La
concepción organicista y mecanicista del cuerpo expresa el materialismo subya-
cente al que se aludió precedentemente. Si el rasgo determinante para el recono-
cimiento de la personalidad fuera la operatividad y no un rasgo esencial anterior
a la manifestación actual de las potencias humanas, pues entonces ¿Cuál sería el
status de quienes se encontraren privados, por ejemplo, de las funciones cerebra-
les? ¿Y en el caso de las personas por nacer?
Si lo propiamente humano fuera simplemente lo biológico y la mente fuera
asociada sólo al cerebro, pues entonces sería el cuerpo40 y las funciones que son
propias las que permitirían el reconocimiento del ser humano como sujeto de
derecho.
A los efectos de este apartado destacamos la opinión de la Dra. Arias de Ron-
chietto, quien afirma que “el concepto jurídico de persona no puede ser otra cosa
que el concepto mismo de persona en sentido ontológico”41, de modo que en
búsqueda de los elementos constitutivos de la persona humana sostenemos que
ésta no se agota en su cuerpo o en la actualización de un conjunto de acciones
específicas potenciales.
Volviendo la mirada sobre la pertinencia de la creación de una personalidad
electrónica se destaca que para sus promotores deben constarse tres elementos:
tecnologías de “auto-aprendizaje”, autoconciencia y autonomía. Las tres carac-
terísticas se evidencian asociadas a las potencias del alma espiritual humana, pues
las dos primeras deberían asociarse a la inteligencia y la última a la voluntad. Pero,
en rigor de verdad, en tales entidades las operaciones referidas no se encuentran
ancladas en el alma propiamente dicha, sino que resultan de una determinada
programación de un “cuerpo”.

40 Tal como se deduce del CCyCN, especialmente del artículo 17, la dignidad particular del cuerpo posee recep-
ción en el ordenamiento jurídico.
41 Catalina E. Arias de Ronchietto. Persona humana, ingeniería genética y procreación artificial. Horizontes,
atajos, precipicios t trincheras de nuestro tiempo, en: Guillermo Antonio Bordo (Dir.), La persona humana, La Ley,
Buenos Aires, 2001, p. 19.
-74-
Estatus jurídico de máquinas autónomas inteligentes / ARTÍCULOS

De lo dicho surgiría, tal como se viene indicando, que la personalidad de los


robots autónomos estaría necesariamente asociada a la imitación física de la
operatividad humana, mientras que el reconocimiento del estatus de la persona
humana debe vincularse con un valor intrínseco preexistente anclado en su na-
turaleza específica.

REFLEXIONES CONCLUSIVAS
Las tecnologías de la información y la comunicación, las biotecnologías tales
como las herramientas de edición genética y la nanotecnologías, así como la ro-
bótica y la inteligencia artificial, constituyen realidades que exigen la atención
de todo el arco científico y en ese sentido, también es necesaria una profunda
reflexión jurídica. El punto de partida es incontrastable.
En este escenario, la propuesta de nuevas construcciones jurídicas como res-
puesta normativa para el establecimiento de relaciones jurídicas equilibradas no
luce a priori objetable y por ello, es procedente el debate en torno a la posible
creación de una personalidad electrónica para robots y sistemas informáticos “au-
tónomos”. Advertimos, no obstante, que las nuevas problemáticas que el derecho
debe abordar no deben contestarse en abstracto o como una simple respuesta a
problemas concretos (por ejemplo, de responsabilidad), no deben perderse de vista
el contexto filosóficos, el plano axiológico ni el impacto individual y colectivo de
las medidas propuestas.
De allí que en este trabajo se haya traído a colación una breve reflexión res-
pecto de los postulados filosóficos que parecen signar el paradigma tecnocrático
contemporáneo, el que presenta riesgos ciertos para la persona humana, tanto en
su faceta singular como en la social. El llamado a una reflexión en clave humanis-
ta, permite abordar tópicos jurídicos actuales sin desatender consideraciones an-
tropológicas que deben actuar de contrapeso frente a una tecnocracia que pone
en riesgo al epicentro del fenómeno jurídico, el ser humano.
Efectivamente, tal como describe Andorno, los imponentes progresos tecno-
lógicos de las últimas décadas han contribuido enormemente al bienestar de la
humanidad pero simultáneamente han creado nuevos riesgos para la integridad y
la identidad del ser humano42. Existe una visible tensión entre el paradigma tec-
nocrático y el bien de la humanidad, al que debe subordinarse en orden a asegurar

42 Roberto Andorno. Bioética y dignidad de la persona, Op. Cit.


-75-
VIDA Y ÉTICA

una relación equilibrada entre las ventajas de la inteligencia humana aplicada y la


dignidad de la persona humana. Tanto la robótica como la inteligencia artificial,
en definitiva, permiten reparar sobre la humanidad, sobre lo que significa ser hu-
mano y lo que es bueno y justo a nivel individual y social.
¿Posee la creación de una personalidad electrónica impacto necesario en el
reconocimiento del estatus jurídico de la persona humana? Tal fue el interrogante
sobre el que ha pretendido reflexionarse en este trabajo. En función de lo presen-
tado luce pertinente afirmar que en la medida en que se parta de la distinción
fundamental de la persona natural (o humana) de otros sujetos de derecho como
las personas jurídicas (o no-humanas), la respuesta podrá ser negativa. Ello implica
el reconocimiento de la primera como una sustancia natural poseedora de una
naturaleza específica de la que se deduce una dignidad particular, preexistente al
ordenamiento jurídico y que justifica el reconocimiento de la persona como un fin
en si mismo, y la consideración de las segundas como construcciones del derecho
destinadas a resolver conflictos jurídicos particulares a partir de criterios prácti-
cos. Lo dicho supondría, no obstante, la explicitación de una posición concreta
respecto del estatus de la persona humana que no luce a priori compatible con
el escenario ius-filosófico descripto, signado por el nominalismo subyacente en el
mundo de la tecnocracia.
Efectuada la distinción que instamos y garantizando el respeto debido a la per-
sona humana, la creación de un estatus jurídico particular para determinados ro-
bots o sistemas inteligentes para la solución de planteos de responsabilidad sería
razonable y procedente, en línea con lo expresado por Carlos Muñiz, limitando el
alcance de su personalidad “a los fines para los cuales el ordenamiento lo requiera,
y con el límite inexorable del respeto a la persona humana y su dignidad”43.

43 Carlos Muñiz. Para nosotros, para nuestra posteridad… Op. Cit.


-76-
ARTÍCULOS

LOS Mg. Dra. Silvia Judith Birnenbaum


Contacto: silviabirnenbaum@uca.edu.ar

INDICADORES • Docente e investigadora – Instituto de Bioética

EN SALUD: (UCA)

HERRAMIENTAS
PARA BUSCAR
LA VERDAD
Y EL BIEN

Fecha de recepción: 28/05/2021


Fecha de aceptación: 21/06/2021

Palabras clave Key words


• Indicadores • Indicators
• Salud -Bioética • Health
• Planificación • Bioethics
en salud • Health planning
• Políticas sanitarias • Health policies
Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 junio 2021 -77-
VIDA Y ÉTICA

“Conocer algo, es haber logrado las respuestas


al qué, cuándo, cómo, y por qué de ese algo”
Sócrates

resumen ABSTRACT
El ser humano posee inteligencia y vo- Human beings possess intelligence
luntad, dos potencias espirituales espe- and will, two specific spiritual powers
cíficas que guían su conducta alineán- that guide their behavior by aligning it
dola con la búsqueda de la verdad y el with the search for truth and goodness.
bien. Su exploración de conocimien- Their exploration of knowledge never
to nunca finaliza. Para esto, examina ends. To do so, they examine reality
la realidad y establece, a partir de su and establish, from their discernment,
discernimiento, juicios críticos que le critical judgments that allow them to
permitan acercarse a la misma. Una es- approach it. One strategy to achieve
trategia para lograrlo es la medición de this is the measurement of elements,
elementos, procesos y eventos. processes and events.
El conocimiento del nivel, la tendencia The knowledge of the level, trend and
y la distribución de la situación sanita- distribution of the health situation
ria en la población, permite desarrollar in the population makes it possible
políticas para establecer prioridades de to develop policies to establish
atención y de distribución de los recur- priorities for the distribution and care of
sos, que posibilitan la mejora de la sa- resources that allow the improvement
lud comunitaria. Para esto es necesario of community health. To that end, it is
contar con información veraz y oportu- necessary to have accurate and timely
na que permita tomar decisiones. Esta information to make decisions. This
se basa principalmente en la evalua- is mainly based on the evaluation of
ción del estado de salud poblacional y the population’s health status and is
se complementa con una gran cantidad complemented by a large number of
de factores biológicos, demográficos, related biological, demographic, social
sociales y sanitarios relacionados con and sanitary factors. This data is orga-
la misma. Estos datos se organizan de nized in such a way that it can be com-
manera de poder compararlos y reali- pared and tracked over time, in order to
zar su seguimiento en el tiempo, con el build health policies seeking the good
fin de construir políticas sanitarias que of the community.
busquen el bien de la comunidad.

-78-
Valor de los indicadores en salud: herramientas para buscar la verdad y el bien / ARTÍCULOS

I. INTRODUCCIÓN
El ser humano posee inteligencia y voluntad, dos potencias espirituales espe-
cíficas que guían su conducta alineándola con la búsqueda de la verdad y el bien.
Su investigación del conocimiento nunca finaliza. Para esto, explora la realidad y
establece a partir de su discernimiento, juicios críticos que le permitan acercarse
a la misma. Una estrategia para lograrlo es la medición de elementos, procesos y
eventos.
El acto de medir es esencial a los procesos cotidianos del hombre y se ha
convertido en una de las actividades más importantes a través de la historia de
la humanidad. Es considerada de vital importancia para el desarrollo de numero-
sos saberes, especialmente las ciencias exactas y de la vida, que requieren de un
análisis exhaustivo de los fenómenos y sus magnitudes para poder trazar leyes,
normas y políticas.
Desde los orígenes de la vida, el hombre persigue la verdad. Una manera prác-
tica de acercarse a ella, es midiendo diferentes fenómenos. Desde que, el ser hu-
mano, existe, necesitó comparar objetos o eventos para establecer relaciones que
pudieran servirle para obtener información y tomar decisiones. En consecuencia,
medir, es un proceso natural y propio de la persona, especialmente en la explora-
ción y conocimiento del entorno que lo rodea. Con los datos medidos se pueden
construir índices que logren servir de cimiento para la elaboración del pensamien-
to racional. Por lo que, el resultado que surge de comparar mediciones, permite
establecer juicios de valor para distinguir entre las propiedades de las entidades
o de los actos.

1. Medir en salud
Uno de los grandes desafíos de la gestión en salud es el uso racional de los
recursos, en función de obtener el máximo beneficio para la comunidad y cada
uno de sus miembros. Para ello es necesaria una adecuada planificación sanitaria
que debe basarse en la realidad con la mayor exactitud y precisión posible. Es
necesario medirla.
El proceso de medición forma parte de la práctica diaria de todas las áreas del
cuidado de la salud. Tanto la aplicación de cuestionarios y escalas, como el uso
de métodos de diagnóstico, generan datos medibles. Estos pretenden cuantificar,
analizar e interpretar los resultados que se almacenan de las distintas interven-
ciones sanitarias. En consecuencia, es posible evaluar, si los servicios sanitarios

-79-
VIDA Y ÉTICA

consiguen resultados que impacten positivamente en la salud de los pacientes y


su forma de vida.
La medición de resultados en salud tiene una importante repercusión para to-
dos los agentes del sistema sanitario porque permite que los pacientes tomen de-
cisiones informadas, que los estimule a mejorar en su práctica diaria, y la oportu-
nidad para los planificadores de salud para centrarse en la mejora de aquello que
tiene valor para pacientes y ciudadanos, actuando en aquellos servicios, unidades
o profesionales que requieran de mayor formación, incentivación o corrección. La
medición de los resultados en salud ayuda a operar con mayor eficiencia y, por
tanto, a garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario.
La recolección de datos y generación de indicadores a partir de ellos, tiene
como fin crear y sistematizar la evidencia. Esto permite identificar patrones y ten-
dencias para iniciar acciones de protección y promoción de la salud permitiendo
la prevención y control de enfermedades en la población. Los atributos que le
confieren valor a una medición son la justicia, la equidad, la confidencialidad, la
no discriminación y la racionalidad.

2. Los datos sanitarios como recurso


Los datos sanitarios surgen en primera instancia, de la relación clínico-asisten-
cial, donde el ser humano, basándose en la confianza, expone libremente al profe-
sional sanitario su intimidad, iniciándose así el proceso de registro, acumulación,
archivo y tratamiento de datos personales relacionados con la salud. Son testimo-
nios especialmente sensibles, objeto de derechos de carácter personalísimo y no
deben poder asociarse a ninguna persona en particular. Este tipo de datos están
contenidos, básicamente, en la historia clínica. La utilización, archivo, custodia
y transmisión de estas entidades, pone en juego el marco legal, la bioética y el
código de ejercicio profesional. La medicina necesita datos basados en evidencias,
testimonios numéricos que narran una biografía íntima y están supeditados al
bien de esa persona, considerando que siempre tiene primacía respecto al interés
de la ciencia o la sociedad. Es importante señalar, que el individuo enfermo es
mucho más que la suma de sus datos sanitarios, pero estos pueden aportar valor
no solo al mismo sino a toda la comunidad. Los datos generan información y ésta,
compone conocimiento.
Los antecedentes recolectados en la atención sanitaria de rutina, deben te-
ner valor y veracidad, determinada por el grado de confianza que merecen para
tomar decisiones. La información ofrece infinitas posibilidades de aplicación. Su
-80-
Valor de los indicadores en salud: herramientas para buscar la verdad y el bien / ARTÍCULOS

límite está dado por el propio valor de la misma y la responsabilidad con la que se
usa. Es evidente que resulta necesario incrementar las medidas de protección de
las personas. Las evidencias recogidas deben ser utilizadas con prudencia y recta
conciencia.
La administración de estas realidades deberá estar basada en un imperativo
moral y la correspondiente legitimidad social ya que fueron generados especí-
ficamente de una finalidad ética: curar y cuidar la salud y la vida.1 Los valores
volcados a los registros oficiales de salud deben ser anonimizados2 para que no
sea posible identificar nominalmente a los individuos de las provienen.3 Estos
registros, son recursos comercializables, con valor potencial para ser vendidos, por
lo que el proceso de desvincularlos de la persona resulta ético en sí mismo. Esta
estrategia, logra transformar los datos particulares en simplemente datos sin valor
transaccional, siempre que se garantice que no es posible volver a vincularlos. Es
especialmente en la reutilización de estos datos que se debe certificar la protec-
ción de la persona y de su intimidad. Al perderse el control sobre el uso de mismos
se puede generar la desprotección del individuo y la comunidad por lo que debe
sostenerse el deber de secreto del profesional para mantener la confidencialidad
de la información. El uso de estos registros lleva asociado el requisito de la le-
gitimación como justificación de su tratamiento por razones de interés público
ya sea atención sanitaria, calidad y gestión del servicio o fines científicos como
epidemiológicos, investigación y docencia. El consentimiento expreso de la per-
sona para el tratamiento de datos con fines distintos de los de su origen debe ser
considerado. De esta manera se permite el acceso de terceros a los testimonios y,
a la vez, pone en manos de sus titulares el control sobre su información personal.

3. La recolección de datos
Para la elaboración de indicadores es precisa la identificación de una gran va-
riedad de fuentes de datos con información sanitaria relevante, procedente de re-

1 Llàcer MR, Casado M, Buisán L (coord.). Documento sobre bioética y Big Data de salud: explotación y comercia-
lización de los datos de los usuarios de la sanidad pública. Barcelona. Disponible en: <http://www.publica cions.
ub.edu/refs/observatoriBioEticaDret/documents/08 209.pdf>
2 RAE. Anonimizar, es expresar un dato relativo a entidades o personas, eliminando la referencia a su identidad.
3 León Sanz P. Bioética y explotación de grandes conjuntos de datos. En: Carnicero Jiménez J, Rojas de la Esca-
lera D (coord.). La explotación de datos de salud. Retos, oportunidades y límites. Madrid: Sociedad Española de
la Informática de la Salud; 2016. p. 30.
-81-
VIDA Y ÉTICA

gistros administrativos, encuestas de salud, sistemas de notificación obligatoria 4 y


estadísticas sanitarias. Todo sistema de vigilancia debe seleccionar las estrategias
más adecuadas y eficientes, que permitan la recolección, procesamiento, análisis,
interpretación y difusión de la información de manera que resulte útil.
La veracidad y oportunidad del dato, permiten realizar intervenciones ade-
cuadas y oportunas, convirtiéndose en la materia prima para el trabajo epide-
miológico. Este posibilita construir nuevos modelos, predecir y abordar nuevos
fenómenos. Siempre se debe proteger la privacidad y la confidencialidad de los
datos compartidos para evitar el daño, respetando la libertad individual de las
personas y actuando con precaución y seguridad al reportar los datos, conside-
rando que estos se transforman en herramientas valiosas para el interés público
y la democracia. El seguimiento de indicadores implica una carga administrativa
para el equipo de salud, sin embargo, es una inversión pensando en el bienestar
de la comunidad.
Con frecuencia, la rutina de la asistencia sanitaria dificulta el reporte de da-
tos de salud a las bases de recolección. Se debe capacitar al recurso humano que
intervenga en el proceso de recolección y análisis para mejorar la oportunidad,
confiabilidad, validez y utilización de la información. La diversidad de fuentes de
obtención de datos y la multiplicidad de actores que intervienen en el proceso,
obligan a monitorear la integridad, consistencia, uniformidad y confiabilidad de
los datos, considerando en especial la existencia de subregistro, los sesgos y la du-
plicación de datos. Las causas de las deficiencias en la notificación de registros son
múltiples; entre ellas se destacan, personas enfermas sin síntomas, sin diagnóstico,
sin control de salud y sin atención sanitaria. 5

4 En 1960 se sanciona la Ley Nacional Nº 15.465 “régimen legal de las enfermedades de notificación obligatoria”
Reglamentada por el Decreto Nacional Nº 3.640/64. Durante el año 2000, se realizó el análisis del Sistema Nacio-
nal de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) dividido en módulo de Enfermedades de Notificación Obligatoria, de
vigilancia de Laboratorio, de vigilancia Centinela, de Programas Nacionales, con la inclusión de enfermedades no
transmisibles y enfermedades emergentes y reemergentes.
5 Organización Panamericana de la Salud. Módulos de Principios de Epidemiología para el Control de Enferme-
dades, segunda edición. Disponible en: <https://www.paho.org/col/dmdocuments/MOPECE4.pdf>
-82-
Valor de los indicadores en salud: herramientas para buscar la verdad y el bien / ARTÍCULOS

II. LOS INDICADORES


1. El indicador como medida sencilla de una realidad compleja
Los indicadores son instrumentos de medida que pueden ser usados para cono-
cer determinados aspectos de la salud de una población. Se elaboran con datos re-
colectados que se vinculan entre sí. Brindan información relativa a varios aspectos
de la misma como esperanza de vida, mortalidad y natalidad. Son herramientas
útiles para la proyección de políticas sanitarias y para la gestión de distribución
de recursos de atención médica.
Un indicador requiere siempre del uso de fuentes confiables de información y
rigurosidad técnica en su construcción e interpretación. Las principales fuentes de
datos son la propia atención sanitaria, censos y registros oficiales. Estas fuentes
constituyen las fuentes primarias de información, ya que recolectan sistemática-
mente con una finalidad determinada.
Un indicador ideal debe tener validez ya que debe medir realmente lo que se
establece que debe evaluar, confiabilidad para ofrecer mediciones repetidas por
distintos observadores deben dar como resultado valores equivalentes del mismo
indicador, sensibilidad para ser capaz de captar los cambios y especificidad para
lograr reflejar sólo cambios ocurridos en una determinada situación.

2. Los indicadores en salud


Los indicadores de salud son datos de fácil acceso, que reflejan la situación
de uno o varios aspectos sanitarios. Son medidas indirectas de la realidad que
evidencian una situación determinada. Constituyen el instrumento de mayor uso
a la hora de realizar el diagnóstico de la situación de salud de cualquier sistema,
independientemente de su ubicación. No sólo son útiles en el proceso de plani-
ficación, sino que también lo son para la ejecución de análisis epidemiológicos y
para la investigación. Un indicador de salud es una variable que permite medir
las condiciones que queremos conocer como el nivel de vida, educación, es decir,
aquellos datos que repercuten directamente en la salud de una población.
Los indicadores tienen características particulares de las cuales deriva su valor.
Entre ellas se encuentran el ser representativos de la variable que se quiere medir,
posibles de obtener con los datos disponibles, ser objetivos, simples en su elabo-
ración, en su lectura y comprensión, y ser universales. Los más frecuentemente
utilizados deben cumplir con una buena relación costo-efectividad que justifique
la inversión necesaria para obtener datos y con el principio de transparencia. Las
-83-
VIDA Y ÉTICA

acciones de salud pública deben ser siempre transparentes. La información sobre


las mismas tiene que ser clara, sencilla y comprensible para la comunidad.

3. La medición en salud a través de indicadores


Todo lo existente se puede medir. El problema reside en cómo medirlo y con
qué instrumento. En las ciencias médicas, se busca que la metodología sea con-
fiable; que el resultado de las mediciones permita evaluar si se ha logrado algún
avance de importancia, y que los resultados permitan deducir el impacto que las
cifras tienen sobre las políticas de salud. Para lograr tales objetivos es indispen-
sable crear instrumentos claros y precisos, fijar metas cuantificables y dar segui-
miento al funcionamiento de los servicios de salud. Los indicadores constituyen,
sin duda, un instrumento de trabajo especialmente interesante para las autorida-
des sanitarias. No proporcionan una visión exhaustiva de las condiciones de salud
de toda la población, pero son indispensables para orientar con más eficacia los
esfuerzos encaminados a lograr el mayor impacto posible en los programas de
salud pública.6
El progreso en la atención médica se asocia generalmente al desarrollo tec-
nológico, pero debe ser también vinculado a la medición y cuantificación de los
fenómenos. Utilizándolos correctamente, se puede dar a conocer los indicadores
y servirán para confirmar el diagnóstico de salud de la comunidad en estudio.
Sin embargo, este no es un fin en sí mismo, sino una etapa fundamental para la
posterior toma de decisiones. Las aplicaciones que pueden tener estos datos pue-
den ser útiles para contar con información general y particular en el estudio de
algún problema específico, por ejemplo, determinar el origen de una determinada
enfermedad, señalar las necesidades y prioridades en materia de salud, evaluar los
recursos sanitarios existentes o servir de base para la planificación y programación
en salud.

III. REFLEXIONES DESDE LA BIOÉTICA PERSONALISTA


La bioética contribuye al humanizar la planificación en salud, a personalizarla,
de manera que sea el hombre el centro y fin de la misma. Sin embargo, los indica-

6 Organización Mundial de la Salud (2017). Pautas de la OMS sobre la ética en la vigilancia de la salud pública.
Organización Panamericana de la Salud. Washington DC: OPS. Disponible en:<https://iris.paho.org/bitstream/
handle/10665.2/34499/9789275319840- spa.pdf?sequence=6>
-84-
Valor de los indicadores en salud: herramientas para buscar la verdad y el bien / ARTÍCULOS

dores se utilizan para establecer políticas sanitarias globales a nivel poblacional,


donde la persona queda sumergida en un compuesto social, que la torna imposible
de individualizar. Cabe entonces deliberar acerca de ¿Cuál es el camino para evitar
la instrumentalización de las personas y los reduccionismos que contribuyen a la
invisibilidad de las poblaciones vulnerables? ¿Cómo se puede aportar valor a los
indicadores desde la reflexión bioética? ¿Es necesario acompañar la construcción
y uso de estos elementos desde una perspectiva bioética? ¿Es viable acompañar
esta tarea sin desatender el valor de la persona?
La bioética está estrechamente vinculada a las prácticas de planificación de
políticas de salud. Las cuestiones éticas que surgen de la creación de estas políti-
cas se vinculan con el equilibrio entre intervención pública y la libertad personal,
la justa distribución de riesgos y beneficios entre la población, el acceso equitativo
a la asistencia sanitaria y la reducción de las disparidades en estados de salud a
través de la incorporación de programas oportunos y útiles.7 Esta ciencia, resulta
ser el instrumento que permite recuperar a la persona detrás del indicador de sa-
lud, ubicar la programación en salud entre el individualismo y colectivismo, entre
la esfera clínica-médica personal y la salud pública comunitaria. El objetivo de
este artículo es plantear una reflexión sobre aspectos de la acción permanente de
medición de datos y construcción de indicadores, parte fundamental de la plani-
ficación sanitaria bajo la mirada de la bioética.

1. Valores éticos referentes a la protección de datos sanitarios


La bioética como ciencia práctica, debe estar fundamentada en los valores ob-
jetivos como la dignidad, la libertad, y la intimidad personal. Conforma una disci-
plina comprometida no sólo con la moral en el área de la salud y de la enfermedad
de los seres humanos, sino también con la reflexión y discusión de los conflictos
morales presentes a lo largo de la historia de la sociedad humana.
La dignidad humana es el valor exclusivo e inseparable de todo ser humano.
No se refiere a algo, sino a alguien que no tiene equivalente, ya que es único e
irreemplazable. Es el valor ético sobre el que se fundamentan el resto de valores
y principios que sostienen los actos humanos. La libertad es la capacidad de la
persona para actuar de un modo determinado, o no hacerlo, sin imposiciones

7 Petrini, C.; Gainotti, S. y Requena, P. Personalism for public health ethics. Ann Ist Super Sanità, 46, 2, 2010,
págs. 204-9.
-85-
VIDA Y ÉTICA

externas ni internas. El límite de la libertad es la responsabilidad por la que cada


ser humano se hace cargo de las derivaciones de sus actos. La intimidad propia es
lo más íntimo y distintivo de la persona. Solo ella puede acceder, y solo ella puede
decidir cómo, cuándo y con quién compartirla.
Los valores éticos no son absolutos, pueden entrar en conflicto con otros va-
lores éticos de igual rango, de acuerdo a las circunstancias que ocurren en una
determinada situación. El valor de la intimidad puede conceder espacio cuando
aparecen enfermedades de declaración obligatoria, que sufren un grave perjuicio
a uno mismo o a terceras personas. Esto se fundamenta en un principio clásico, el
de la excepción, que consiste en la obligación de no aplicar una norma cuando se
sabe que de su aplicación derivan difíciles consecuencias negativas para la digni-
dad de las personas como valor fundamental.

2. Principios éticos en orden a proteger los datos sanitarios


El ser humano es absolutamente valioso para el propio ser humano. El requeri-
miento de no instrumentalizar a la persona, se traduce en el predominio que se le
debe otorgar, por encima de los intereses de la ciencia, la sociedad, los hospitales
y las organizaciones dedicadas al archivo, estudio y aprovechamiento de los datos
personales relacionados con la salud.
La protección, entendida como la obligación moral de resguardar, defender y
proteger a cualquier ser humano de un peligro que atente contra su dignidad y
sus derechos fundamentales como ocurre, con los datos sanitarios. La confiden-
cialidad es el compromiso de no divulgar la información particular de salud que
corresponde a la intimidad de la vida de una persona. Se relaciona con el deber
de secreto profesional que garantiza el valor y el derecho a la intimidad de los
pacientes. La limitación de la finalidad, obliga a recolectar y dar tratamiento a los
datos exclusivamente para los objetivos específicos y legítimos que se estipularon.
Cuando se usan para otros fines es indispensable legitimarlo con un consenti-
miento voluntario y específico de la persona.
Los tres principios éticos mencionados se basan en los valores de dignidad,
libertad e intimidad, y en los principios que los justifican: no hacer daño y tratar
a todos con igual consideración y respeto.

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Valor de los indicadores en salud: herramientas para buscar la verdad y el bien / ARTÍCULOS

3. Virtudes morales para incrementar la protección de datos sanitarios


Es necesario proteger la calidad de los datos sanitarios. Para esto, es obliga-
torio tratar los datos de forma leal y legítima; recolectarlos y usarlos sólo para el
cumplimiento de fines determinados, transparentes y justificados. Estos deben ser
exactos, adecuados y pertinentes en relación con los objetivos planteados, y res-
ponder con veracidad al contexto medido. El uso honesto de datos implica que los
registros deben ser eliminados cuando hayan dejado de ser necesarios o pertinen-
tes para el propósito establecido.Entre las virtudes8 vinculadas con la protección
de los datos en salud incluyen la lealtad, la veracidad y la honestidad.9
La lealtad, entendida como la disposición de cumplir con lo que demandan los
valores de dignidad e intimidad de las personas.10 La exposición de la intimidad
del paciente y la información sobre su salud, es objeto de especial lealtad, concre-
tada en la anonimización y la autentificación de los datos. La veracidad, resulta
de la disposición positiva de buscar la verdad, que está íntimamente relacionada
con el ser sincero, honesto y actuar de buena fe. Es lo opuesto a la mentira y a la
falsedad, tan importantes a la hora de proteger datos personales relacionados con
la salud. La honestidad, considerada como la disposición positiva de comportarse
y expresarse con sinceridad, respetando los valores de la intimidad y la verdad.
Consiste en respetarse y hacerlo con los demás. Es clave de las relaciones huma-
nas y, en particular, de las de confianza sanitario-paciente, para guardar secreto
como para revelarlo de manera proporcionada y en sus justos límites, basados en
el principio de excepción.

4. Deber moral de respetar los derechos vinculados con la protección de datos


La transparencia de la información, comunicación y modalidades de ejercicio
de los derechos del interesado resultan fundamentales para proteger los derechos
de las personas en relación al uso de sus datos. Debe respetarse el principio de la

8 Catecismo de la Iglesia Católica. Tercera parte la vida en cristo. Primera sección la vocación del hombre: la
vida en el espíritu. Capítulo primero: la dignidad de la persona humana. Disponible en: < https://www.vatican.va/
archive/catechism_sp/p3s1c1a7_sp.html>
9 Cuaderno “Fortalecemos Valores, Principios y Virtudes Colección cuadernos de Formación Continua. Oficina de
las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, Ministerio de Educación de Bolivia. Estado Plurinacional de Bo-
livia, 2020. Disponible en: < https://www.unodc.org/documents/bolivia/Cuaderno_de_Formacion_Continua_1.
pdf>
10 Aguirre Palma, B. Valores morales en la conducta personal. Enfoque 2: 77‐101. Universidad Tecnológica
Equinoccial, Facultad de Ciencias de la Ingeniería. Ecuador.
-87-
VIDA Y ÉTICA

transparencia, unido al de justicia, y entendido como la capacidad de los seres


humanos de pensar y actuar responsablemente conforme a unos conocimientos
que propendan por el cuidado, la preservación, la conservación y la propagación
de la vida, se hace indispensable.
Resulta necesario proteger la información y acceso a los datos personales de
manera de cuidar indirectamente a las personas. Junto con esto se establece la
obligación de la notificación relativa a la corrección o eliminación de datos per-
sonales o la limitación del tratamiento de los mismos.

5. Del tratamiento de la enfermedad a la planificación de la salud


Cuando con los datos recolectados se elaboran políticas sanitarias, se debe
considerar su relación con la bioética. Por su vinculación directa con la persona
humana, en particular en los momentos más vulnerables de la vida del hombre
como nacimiento, edad avanzada y discapacidades debe interesar a todos los que
forman parte de la sociedad a la que están afectando las políticas de planificación.
El problema más grave vinculado con las actuales políticas de salud, surge de las
propias planificaciones que no son conformes con la naturaleza humana y van en
contra de lo realmente importante, que es lograr una mejor distribución poblacio-
nal y material, de tal forma que contribuyan a crear mejores condiciones de vida e
impulsar el desarrollo sanitario y el perfeccionamiento humano. Esta planificación
debe sostenerse en el principio de pertinencia. Las decisiones de salud pública que
surgen de la evaluación de los indicadores, deben atender a los problemas de salud
que aspiran corregir, justificando su necesidad basada en los criterios de propor-
cionalidad, eficiencia y sostenibilidad.
Existen un grupo de enfermedades que se consideran de gran importancia
para la salud pública. El cuidado de la comunidad exige que estos cuadros se
notifiquen cuando los médicos o bioquímicos las diagnostican.11 La comunicación
permite recoger datos estadísticos que muestren la frecuencia con la cual ocurre
la enfermedad, lo cual, a su vez, ayuda a identificar las tendencias de la enfer-
medad y a rastrear sus brotes. Esto puede ayudar a controlar brotes futuros. Esta

11 Manual de normas y procedimientos de Vigilancia y Control de Enfermedades de Notificación Obligatoria


– 2007. República Argentina. Disponible en: <https://bancos.salud.gob.ar/recurso/manual-de-normas-y-procedi-
mientos-de-vigilancia-y-control-de-enfermedades-de-notificacion>
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Valor de los indicadores en salud: herramientas para buscar la verdad y el bien / ARTÍCULOS

responsabilidad de los profesionales del equipo de salud compromete a todos los


profesionales en los reportes.12
Es importante orientar las decisiones de los profesionales de la salud pública,
para que consideren los alcances éticos de las intervenciones en salud que propo-
nen. Kass,13 plantea un marco que utiliza distintos criterios para evaluar la ética
de las políticas y programas de salud pública, que involucran el considerar que la
medida adoptada debe tener el potencial de mejorar la salud de la comunidad,
debe ser eficaz para el logro de sus objetivos, y que las cargas de la medida deben
minimizarse o considerar medidas alternativas. Por último, sostiene que las medi-
das de salud pública deben implementarse de modo justo con cargas y beneficios
equilibrados. El uso incorrecto de los datos y los indicadores puede llevar a con-
clusiones erradas. Por esto, los planificadores de la salud pública deben buscar la
información necesaria para poner en práctica políticas y programas eficaces que
protejan y promuevan la salud.14 Basados en el principio de precaución, los indi-
cios de una posible consecuencia grave para la salud de la población, aun cuando
exista un nivel de incertidumbre sobre el carácter del riesgo, debe determinar la
suspensión o limitación de la actividad planificada.
Los indicadores incrementan el bien en la comunidad. La gestión adquiere un
papel importante en la planificación conveniente de la distribución de recursos
y la toma de decisiones correctas para lograr el mayor impacto social de los bie-
nes de salud. Los indicadores son fundamentales para tomar decisiones en forma
racional y eficiente en la búsqueda de cumplir los objetivos de salud, se busca el
beneficio individual y al mismo tiempo colectivo. La información que se genera
con la medición de los indicadores, sirve de base para la toma de decisiones en
la búsqueda constante por alcanzar el bien para cada una de las personas y la
sociedad en general.
No es posible generar el bien apartándose de la verdad. Hacer el bien protege
a las personas y a sus grupos. Debido a que la verdad es la manifestación de la
realidad que corresponde al conocimiento porque manifestar es dar a conocer.
Por lo que un indicador que porta intrínsecamente la verdad permite un conoci-

12 Pautas de la OMS sobre la ética en la vigilancia de la salud pública. Organización Mundial de la Salud
2017 ISBN: 978-92-4-151265-7https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/34499/9789275319840-spa.pdf?
sequence=6
13 Kass, N. E. «An ethics framework for public health». Am. J. Public Health, 91, 2001, págs. 1776-82
14 Public Health Leadership Society.5 Principles of the Ethical Practice of Public Health Version 2.2. Disponible
en: < https://www.apha.org/-/media/files/pdf/membergroups/ethics/ethics_brochure.ashx>
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VIDA Y ÉTICA

miento verdadero de la realidad sanitaria y por consiguiente genera un bien a la


comunidad.
El análisis de indicadores veraces y oportunos permite generar una planifica-
ción en salud tendiente a contribuir a la promoción de la justicia y la equidad para
conseguir una mejora de la salud que impacte directamente en el conjunto de la
población, aportando valor a este bien. Todo proyecto pensado para la comunidad
tiene que ser evaluado con indicadores y patrones para poder ser mejorado.
Programar es prepararse para hacer algo en la mejor forma posible, es prever
los eventos con la anticipación suficiente para que al momento de la acción no
haya dudas sobre lo que se debe hacer, ni falten los elementos para poder hacer lo
que se propone. Sus propósitos fundamentales son profundizar la comprensión y
ampliar la visión de los responsables de la toma de decisiones a todo nivel. La pla-
nificación, entonces, es un proceso que se ocupa de reunir información y utilizarla
para el desarrollo, elaboración y evaluación de las acciones y actividades que se
van a implementar. La epidemiología brinda un método dentro del proceso de or-
ganización para reunir la información y para establecer lineamientos para actuar
en base a la misma. La programación de la salud es un proceso que está relacio-
nado con la estructura de valores de una sociedad y con lo que ella considera im-
portante. Se trata de una actividad normativa, donde se deciden prioridades y las
alternativas de acción que tendrán consecuencias en el mediano y el largo plazo.
Las pautas de acción proporcionan un marco general para la acción organizativa.
Existe un modelo tradicional de asumir la planificación sanitaria, donde no se
consideran las particularidades de las comunidades en las que se desea introducir
intervenciones. La programación desde este enfoque, se trata de un procedimien-
to que tiende a fijar normas de contenido racional, que generalmente dependen
de la posibilidad tecnológica y se refieren a la oportunidad de actuar en el futuro.
La concepción de actividades del sistema de salud, ignora aquellos aspectos de la
misma que se refieren al estilo de vida, al medio-ambiente, a los procesos sociales,
a las bases culturales. Este modelo no busca implementar el bien de la comunidad,
ya que no se basa en la valoración de la misma. Se trata de un modelo estático
que no consigue información proveniente de la vida de las personas a las cuales
va a afectar. La concepción de la planificación en salud implementada desde la
bioética, debe sostenerse en un conocimiento integral de la comunidad, utilizando
como base la información que procede de la misma. En este marco, los indica-
dores referidos a la salud, se transforman en esperanza y son capitalizados en el
proceso de planificación. Se prevé la necesidad de garantizar continuidad en los
procesos, por ello considera que el tiempo de la programación es el de la situación

-90-
Valor de los indicadores en salud: herramientas para buscar la verdad y el bien / ARTÍCULOS

real y el futuro se construye desde esa base, considerando la dinámica social y las
necesidades verdaderas. Esta concepción de la programación, no busca establecer
normas para actuar, sino desencadenar un proceso de análisis de los problemas
socio-sanitarios que lleva a proponer metas que debe ser analizadas en forma
permanente en conjunto con la comunidad.
La construcción de indicadores permite, por un lado, identificar las necesida-
des de atención de salud de una población y establecer prioridades, y por el otro,
orientar los recursos y actividades de la red de servicios para resolver los proble-
mas prevalentes en las poblaciones más necesitadas. En este sentido, promover la
participación de la comunidad en la definición de prioridades y en la realización
de actividades, permite ajustar permanentemente las acciones de salud para lo-
grar la cobertura efectiva y la resolución de los problemas, y al mismo tiempo eva-
luar los procesos y resultados de estas operaciones. El análisis de los indicadores no
debe limitarse al insensible análisis estadístico, y debe tenerse en cuenta lo que las
personas piensan y sienten respecto a sus necesidades y expectativas en relación
a las políticas implementadas. El análisis de la utilización del servicio y la identifi-
cación de otros recursos comunitarios constituye el elemento básico para trabajar
la asignación de prioridades ubicando a la salud en el centro de la justicia social.
Las decisiones que se toman en salud pública en torno a la asistencia sanita-
ria, planificación, atención clínica y biotecnológica se deben enmarcar desde una
perspectiva bioética ya que representa un soporte importante para orientar las
decisiones en salud pública. La Declaración Universal sobre Bioética y Derechos
Humanos,15 es uno de los marcos referenciales para establecer los lineamientos
que en materia de bioética se requiere incorporar en la toma de decisiones, accio-
nes de intervención y políticas estratégicas en salud pública.

IV. CONCLUSIONES
Medir la salud no es fácil. Sin embargo, es posible aportar valor a las medicio-
nes, de manera de proteger a la persona y ubicarla en el centro de la gestión en
salud, considerándola el punto de partida y el fin de las mismas. El análisis de indi-
cadores veraces y oportunos permite generar una planificación en salud tendiente
a contribuir a la promoción de la justicia y la equidad para conseguir una mejora
de la salud que alcance efectivamente al conjunto de la población aportando va-

15 UNESCO, Declaración Universal de bioética y derechos humanos, 2005. Disponible en: <http://portal.unesco.
org/es/ev.php-URL_ID=31058&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html>
-91-
VIDA Y ÉTICA

lor a este bien. Todo proyecto comunitario debe que ser evaluado con indicadores
veraces y estándares reales para poder ser mejorado.
Dentro de los ámbitos de incumbencia de la bioética se encuentran los proble-
mas éticos de las profesiones y las políticas sanitarias y de planificación sanitaria,
como el uso de los recursos económicos y asignación del presupuesto, que se sos-
tienen en sociabilidad y subsidiariedad en salud. La salud como un bien que hay
que alcanzar socialmente, sin excluir a nadie. En el compromiso real con la vida
del otro, podemos reconocer su dignidad y, por lo tanto, la necesidad de la defensa
y promoción de su vida sin perder la centralidad que es la persona misma.
Los indicadores sanitarios resultan útiles para defender las vidas amenazadas.
Pero más importante y eficaz es que se trabaje activamente en la construcción de
una sociedad inclusiva donde los discapacitados, los débiles, los vulnerables, no
sean considerados una carga insoportable la cual es necesario eliminar, sino que
todos sean reconocidos como personas dotadas de capacidades que si se les da la
oportunidad de desarrollarse pueden enriquecer a toda la sociedad.
La persona está abierta a la comunidad y la relación que existe entre sociedad
y persona nunca es imparcial, existe un vínculo directo e indirecto que orienta la
salud, el bienestar e incluso la personalidad hacia la solidaridad y el sentimiento
fraternal. Es el principio de sociabilidad el que justifica el hecho de que las políti-
cas públicas favorezcan el bien común, como la donación de órganos y tejidos, sin
dejar de lado los derechos fundamentales de las personas, los sistemas de salud
con régimen subsidiario y contributivo, buscan un equilibrio entre ayudar a quie-
nes pueden aportar económicamente un poco más y quienes necesitan de ser sub-
sidiados por no tener recursos financieros para recibir sus tratamientos médicos.
La bioética personalista, parte del análisis del dato biológico y observa las con-
secuencias que se desprenden de la planificación, mediante la confrontación de la
misma con los valores implicados, y a favor de la dignidad de la persona. Las po-
líticas, planes y programas que tengan impacto en la salud de la población deben
buscar la disminución de las desigualdades sociales e incorporar acciones en este
sentido, incluyendo objetivos específicos al respecto y tendiendo a la equidad. La
responsabilidad social, la participación activa y colaborativa de la comunidad po-
sibilitan la creación y el sostenimiento de procedimientos en salud útiles y oportu-
nos. Esto se logra con el aporte desinteresado de los datos personales de salud y su
transparente y oportuna transformación en indicadores, de modo de incrementar
el bien en toda la sociedad.

-92-
ARTÍCULOS

PROMOCIÓN Mg. Prof. Mercedes R. Pennesi


DEL RECONOCIMIENTO Contacto: mercedespennesi@yahoo.com.ar

DE LA FERTILIDAD FEMENINA,
EN EL ESPACIO CURRICULAR • Magister en Ética Biomédica. Instituto de
DE LA EDUCACIÓN SEXUAL Bioética - UCA.”

INTEGRAL (ESI),
EN ADOLESCENTES
ESCOLARIZADAS DE RODEO
DEL MEDIO, MAIPÚ MENDOZA,
AÑO 2018

(Resumen de Tesis)

Fecha de recepción: 27/05/2021


Fecha de aceptación: 26/06/2021

Palabras clave Key words


• Reconocimiento • Recognition
• Fertilidad • Fertility
• Adolescentes • Adolescents
• Educación integral • Comprehensive
• Beneficios education
• Benefits
Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 junio 2021 -93-
VIDA Y ÉTICA

resumen ABSTRACT
Nos interrogamos en primer lugar si las First of all, we asked ourselves
adolescentes de las escuelas de Rodeo whether adolescent girls from the
del medio que concluyen sus estudios schools of Rodeo del Medio who fin-
secundarios, son capaces de establecer ish high school are able to establish the
los días fértiles en sus ciclos. fertile days in their cycles.
Para dar respuesta al interrogante de- In order to answer this question, we
cidimos investigar qué conocían las decided to investigate what the stu-
alumnas sobre fertilidad al terminar el dents knew about fertility at the end of
nivel medio de educación. their secondary education.
Como estrategia metodológica para As a methodological strategy to
obtener la información, utilizamos una obtain the information, we used a sur-
encuesta de preguntas cerradas, abier- vey of closed, open and multiple choice
tas y de elección múltiple, que se aplicó questions, which was applied to the
a las alumnas. students.
El análisis de los datos cuantitativos The analysis of the quantitative data
obtenidos, mostraron la imposibilidad obtained showed that it was impossible
que tenían las adolescentes de inter- for the adolescents to correctly inter-
pretar correctamente los signos y sín- pret the signs and symptoms of fertility.
tomas de fertilidad. They expressed the need to know
Expresaron la necesidad de conocer about their fertility, and responded
sobre su fertilidad, y respondieron afir- affirmatively to the teaching/learning
mativamente a la propuesta de ense- proposal.
ñanza/aprendizaje. This reality led us to implement
Esta realidad nos llevó a implementar projects and concrete actions aimed at
proyectos y acciones concretas ten- promoting this knowledge, which
dientes a promover este conocimiento, will also allow them to make correct
que además les permitirá elaborar jui- judgments when making decisions that
cios rectos a la hora de tomar decisio- compromise their health and future
nes que comprometan su salud y futura fertility.
fertilidad. This work promotes the Recognition
El presente trabajo promueve el Reco- of Female Fertility from the spaces of
nocimiento de la Fertilidad Femenina Comprehensive Sexual Education (ESI,
desde los espacios de Educación Sexual for its Spanish acronym), in adoles-
Integral (ESI), en adolescentes esco- cent schoolgirls from Rodeo del Medio,
larizadas de Rodeo del Medio, Maipú, Maipú, Mendoza.
Mendoza.

-94-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

INTRODUCCIÓN
En mi labor docente he tenido la oportunidad de educar, es decir cultivar, en
mis alumnos distintas facetas de su persona, como por ejemplo cuidar el bienestar
relacionado con el conocimiento de sí, en los aspectos vinculados a la fertilidad,
de modo que se descubra valioso el aprendizaje sobre el Reconocimiento de los
Síntomas de Fertilidad (RSF) como oportunidad de conocer y aceptar su condición
femenina.
Se propone conocer, reconocer e interpretar la expresión de la fisiología repro-
ductiva de la mujer, asociada a los eventos del ciclo ovárico.
Es de vital importancia que toda mujer tenga la oportunidad de adquirir este
conocimiento fundado en el marco de una antropología Bioética Personalista.
Estamos inmersos en un contexto social que favorece la elección de conduc-
tas inapropiadas que muchas veces conllevan riesgos. Tal es el caso de iniciar la
actividad sexual en edades tempranas con las consecuencias lógicas, no siempre
asumidas de manera responsable. También conlleva riesgos para la salud física, tal
es el caso del contagio de enfermedades de transmisión sexual.
La tarea educativa de padres y docentes debe priorizar una atención especial
en esta etapa de vulnerabilidad que transitan hijos y alumnos.
Es importante abordar una educación sexual de forma integral, con el objetivo
de alcanzar el crecimiento, desarrollo y maduración plena de la persona.

1.1. Planteo del Problema de investigación


Estamos insertos en una cultura donde no se reconoce la verdad sino que se
multiplican las opiniones; no hay valores objetivos sino que cada uno establece
su propia jerarquía.
En el año 2003 se pone en marcha el Programa Nacional de Salud sexual y
Procreación Responsable, Ley 25673. En el año 2006 surge el Programa Nacional
de Educación Sexual Integral, Ley 26.150 y en el año 2008 se aprueban los Linea-
mientos curriculares básicos (LCB).
Se han realizado intentos de implementación de la educación sexual integral
(ESI) en las escuelas. Y sin embargo los resultados obtenidos distan de ser los
esperados. ¿Qué ha sucedido? ¿Hubo falta de comunicación del mensaje? ¿O las
propuestas no fueron las adecuadas? Con la normativa existente se evidencia que

-95-
VIDA Y ÉTICA

el mensaje dirigido hacia púberes y adolescentes, no llegó con la misma sintonía


que se emitió; no se interpretó adecuadamente, o el mensaje no fue el apropiado.
A este respecto la Dra. Zelmira Bottini de Rey expresa:
“Evidentemente la educación sexual integral no se ha alcanzado. Quizás lo
que ha sucedido es que el abordaje, a pesar del nombre de la Ley, no ha sido
integral; que se ha puesto el foco en hacer valer los derechos, dejándose de lado
que el gozo de un derecho siempre entraña un deber, se realiza un abordaje re-
ductivo de la sexualidad humana, poniendo el acento en la prevención de riesgos
y una concepción hedonista que no ofrece ningún marco de referencia en el cual
alcanzar el placer.
Con intención o sin ella, se han incentivado dos rasgos predominantes de
nuestra cultura: el individualismo y la inmadurez afectiva. Intentar reducir el
embarazo de adolescentes incentivando medidas anticonceptivas, tiene pocas
posibilidades de éxito. Se olvida que en el mundo el uso de anticonceptivos, en
esta etapa de la vida, ha fracasado y ha obligado a la utilización de métodos
cada vez más invasivos y que ponen en mayor riesgo de contagio de enferme-
dades de transmisión sexual. Tal es el caso del DIU y los implantes hormonales.
Mientras se siga estimulando conductas sexuales irresponsables y cada vez
más anticipadas en los adolescentes, seguirán aumentando las cifras de emba-
razo y también de enfermedades. El grave error es tratar de modificar los efectos
sin analizar y encarar las causas.” Dra. Zelmira Bottini de Rey.
Por otra parte se puede comprobar que en los lineamientos curriculares bá-
sicos para el nivel medio, no se menciona la enseñanza del Reconocimiento de
los Síntomas de Fertilidad, y tampoco se nombran los beneficios que tiene este
aprendizaje para la mujer. Se trata de una muestra más de falta de integralidad.

1.2. Pregunta de investigación


Nos planteamos si las adolescentes de las escuelas de la Localidad de Rodeo
del Medio, Maipú, Mendoza que concluyen su secundario, poseen los conoci-
mientos y habilidades básicas necesarias para reconocer los días fértiles de su
ciclo sexual.
A fin de dar respuesta a este interrogante se procedió a investigar qué cono-
cimientos sobre fertilidad tenían las alumnas de las instituciones educativas de
nivel medio, tanto de gestión estatal como de gestión privada de la Localidad.

-96-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

• Se usó como criterio de inclusión para la investigación, a las adolescentes


mujeres del último año de la enseñanza del nivel medio que asistieron en las cua-
tro instituciones año lectivo 2017.
• Como estrategia metodológica: se aplicó una encuesta para cuantificar
en las alumnas seleccionadas, los aspectos relacionados con la fisiología femeni-
na y el reconocimiento de los síntomas de fertilidad.
• La encuesta constó de 12 ítems como unidades de análisis y sus opciones
de respuestas a través de preguntas cerradas, abiertas y de opción múltiple.

1.3. Alcances
El trabajo de campo permitió objetivar los conocimientos alcanzados por las
alumnas, referidos a su fertilidad a lo largo del trayecto educativo.
El procesamiento de los datos objetivos a través de la encuesta permitió ela-
borar conclusiones. A partir de las cuales se propone como acción concreta la
enseñanza del Reconocimiento de la Fertilidad a las adolescentes escolarizadas de
nivel medio.
Esta propuesta de enseñanza-aprendizaje del Reconocimiento de la Fertilidad,
permitirá a las adolescentes y jóvenes: descubrirse, conocerse y valorarse.
También les permitirá la posibilidad de elegir y decidir conductas coherentes
en proyectos de vida actuales y futuros de realización personal y familiar.

-97-
VIDA Y ÉTICA

CAPÍTULO I
1. Estado del arte
1.1. Reconocimiento de la fertilidad femenina desde orígenes remotos
La historia da cuenta de la presencia del hombre sobre la tierra, manifestando
su presencia con huellas indelebles sobre sus asuntos de significación.
El hombre primitivo fue muy sensible a su naturaleza y al entorno que lo co-
bijó. Distintas evidencias muestran que la mujer desde tiempos remotos imprime
señales de su fertilidad dejando signos hoy reconocibles.
Se nos presenta en el siguiente texto una original muestra de autoconocimien-
to de valor, al interpretar signos de la fisiología reproductiva de la mujer desde
tiempos remotos.
El hueso de Ishango y de Lebombo
“En 1960, el geólogo y explorador belga
Jean de Heinzelin de Braucourt (1920-1998)
descubrió en Ishango, lo que hoy es la Re-
pública Democrática del Congo, un hueso de
babuino con una serie de marcas… algunos
científicos consideran que las marcas indican
cierta destreza matemática que va más allá de
la mera tarea de contar objetos.
Se han encontrado otras varas anteriores
al hueso de Ishango, el hueso de Swaziland
Lebombo, descubierto en las montañas de Le-
bombo África del sur, es un peroné de babuino
de treinta y siete mil años de antigüedad que
contiene veintinueve muescas, separadas de
otras veintinueve..., se considera que las mar-
cas del hueso de Lebombo forman una espe-
cie de calendario lunar de la mujer de la Edad
de Piedra, que llevaba la cuenta de sus ciclos
menstruales…”1.

1 Pickover Clifford A. El libro de las matemáticas. Ed. Española Ilus Books; 2011: p. 26-27.
-98-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

1.2. Eventos significativos en el descubrimiento de los síntomas


de fertilidad
1.2.1. Primera descripción de la mucosidad y cambio térmico
Desde el año 1855 el Dr. Tyler Smith describió la mucosidad cervical y obser-
vó que la concepción ocurría con más frecuencia cuando la mucosidad era más
fluida.
En 1877 la Dra. Corinna Mary Putnam Jacobi notó por primera vez que la
temperatura sube durante su ciclo, lo que conocemos como curva bifásica, con-
taba con un grupo de mujeres que se tomaban la temperatura todos los días del
ciclo y observó el patrón de alza en la temperatura. Sólo observó el fenómeno sin
preguntarse por qué.
Al final del siglo XIX, los dos elementos básicos para determinar los tiempos
fértiles e infértiles del ciclo habían sido descubiertos. Esto incluye el descubri-
miento de la mucosidad cervical como un conductor de la migración de esperma-
tozoides en 1855, y el aumento de la temperatura postovulatoria en 1877.
El cambio térmico que registró Mary Jacobi fue explicado científicamente por
el Dr. Theodor Van De Velde (1873-1937) ginecólogo holandés, quien fue el pri-
mero en reconocer, que el cambio de la temperatura era causado por la hormona
progesterona del cuerpo lúteo una vez producida la ovulación.
En el año 1924 dos investigadores trabajando independientemente en lugares
opuestos del mundo, descubrieron que la ovulación ocurre alrededor de 2 sema-
nas antes de la menstruación siguiente. Kyusaku Ogino (1882-1975) ginecólogo
cirujano japonés, y Hermann Knaus ginecólogo y obstetra austríaco coincidieron
en lograr uno de los descubrimientos científicos de la fertilidad más grandes del
siglo 20.
Durante los años de la década del 40 hubo un creciente reconocimiento sobre
el gran valor de la temperatura para determinar el comienzo de la infertilidad
postovulatoria.
En 1948 el Dr. Eduard F. Keefe de Nueva York, especialista en obstetricia y
ginecología, reconoció que podría ser fácil para las personas observar y registrar
los cambios de temperatura si tuvieran un termómetro fácil de leer; por lo cual
inventó el termómetro Ovulindex con un registro de 96 a 100 grados Fahrenheit y
más espacio entre los indicadores de los grados.

-99-
VIDA Y ÉTICA

1.2.2. Primeros registros de los cambios en el cuello del útero


El Dr. Keefe instruyó a sus pacientes a observar la mucosidad del cuello del úte-
ro. Comenzó una investigación sistemática, y en el año 1962 publicó un trabajo
sobre los tres cambios físicos que presenta el cuello del útero cuando se acerca la
fertilidad en cada ciclo: se eleva, se blanda y se abre.
Entre 1951-52 el médico austríaco Dr. Joseph Roetzer describe las primeras
reglas de su método de planificación natural familiar que tiene en cuenta tem-
peratura y mucosidad.
En 1948, el investigador sueco Dr. Erik Odeblad, se dio cuenta en un estudio
de micoplasma cervical que la mucosidad del cuello del útero cambiaba siguiendo
un patrón predecible en el curso del ciclo de la mujer. Entre los hallazgos de Ode-
blad relacionados con los signos de la mucosidad, se incluye el que muestra que
las cavidades de Shaw y la capa de células epiteliales de la vagina, juegan roles
importantes en el comportamiento de la humedad vulvar.
En el año 1953 un neurólogo australiano el Dr. John Billings, descubrió la re-
lación entre la mucosidad del cuello del útero y la fertilidad. El Dr. Billings vio la
necesidad de diseñar un método de Planificación Natural Familiar, y que estuviera
unido a la progresión de la fertilidad en el ciclo de la mujer.
En 1965, el Dr. Billings junto con su esposa la Dra. Evelyn Billings fueron los
primeros en describir el uso de la mucosidad del cuello de útero como un único
signo para indicar la fertilidad.
En 1962 otro australiano, el Dr. James Brown, desarrolló pruebas de estrógenos
y progesterona, que usó para ayudar a los Dres. Billings a entender la interacción
entre la mucosidad del cuello del útero y la ovulación.
A finales de los años 60 fueron formuladas las normas para identificar los días
fértiles por mucosidad. Se establecieron centros alrededor del mundo para ense-
ñar el método de la ovulación. Para los años 70 se le dio nuevo nombre, Método
de la Ovulación Billings, también llamado del Moco Cervical o Método Billings.
En 1971 Jhon y Sheila Kippley fundaron la Liga de Pareja a Pareja enseñando el
método sintotérmico que utiliza la toma de temperatura, expresión de mucosidad
cervical y apertura del cuello de útero.
El método Sintotérmico, basado en la asociación de señales determina los
tiempos fértiles e infértiles dentro de cada ciclo. Hoy se presenta de manera sen-
cilla la forma de enseñar, aprender e interpretar los indicadores de fertilidad ac-

-100-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

tualizando la capacitación constante de las parejas instructoras que comparten


los conocimientos con las parejas que lo solicitan.
En 1976 Tomas Hilgers presentó un método guía, tendiente a ayudar a las mu-
jeres con dificultades para lograr el embarazo, esta metodología se conoce con el
nombre de Naprotecnología, el método que utiliza se llama Método Creignton que
realiza una categorización de los tipos de moco cervical, favoreciendo encontrar
la causa y tratamiento del problema”2
Hoy sabemos por la investigación científica y la experiencia probada:
Que el evento más importante de un ciclo fértil es la ovulación.
Que la ovulación está asociada al equilibrio hormonal.
Que existe la expresión corporal de señales naturales e indicadores de fertilidad.
Que toda mujer puede identificarlos e interpretarlos correctamente.
Que la pareja puede regular responsable y saludablemente su fecundidad.

1.3. Beneficios de reconocer los síntomas de fertilidad para la mujer


Lo expuesto en los párrafos anteriores, hoy nos permite contar con rigor cien-
tífico sobre los beneficios de reconocer la fertilidad de la mujer.
Como lo expresa la autora del libro “Reconocer la propia fertilidad. Oportuni-
dad y derecho de toda mujer”:
Reconocer la propia fertilidad es una propuesta educativa que requiere la
decisión de realizar un camino de aprendizaje. Y como en todo aprendizaje, la
motivación adecuada ocupa un lugar fundamental.
Esta motivación responde al afán de saber y conocerse, propio de toda mujer y
seguramente será fortalecida por el conocimiento de los beneficios que aporta a
toda mujer aprender a realizar este reconocimiento.

2 Kippley, John F. Kippley, Sheila K. El Arte de la Planificación Natural de la Familia. G guía del instructor. Liga de
Pareja a Pareja Internacional. Cincinnati, USA. 2010. NFPMtcs-0

-101-
VIDA Y ÉTICA

¿Cuáles son estos beneficios?


• Ayuda a la mujer a comprender la vinculación, entre el proceso que cí-
clicamente tiene lugar en su cuerpo, y los cambios no sólo físicos sino también
psicoafectivos que experimenta su persona. Esto contribuye a la aceptación de su
feminidad y también al autogobierno de sí misma.
• Logra comprobar el correcto funcionamiento de su aparato reproductor,
ya que a partir de la lectura de las señales de fertilidad, puede seguir las distintas
fases de su ciclo. Esto le permite advertir cualquier alteración del mismo, y si fuera
necesario, realizar una consulta médica.
• Al conocer el orden admirable de los procesos que tienen lugar en su
cuerpo, la posible generación de la vida deja de ser percibida como un riesgo, y
pasa a ser considerada como algo muy valioso que exige cuidado y respeto.
• Tanto a las mujeres adultas como adolescentes, el conocimiento de sí
misma las ayuda a valorar el sentido de su propia dignidad y esto favorece la
autoestima.
• En definitiva, son muchos los beneficios que proporciona aprender a rea-
lizar el reconocimiento de la fertilidad cíclica”3.

CAPÍTULO II
1. Marco teórico
Poseer un conocimiento nos interpela a compartirlo, especialmente con los
jóvenes a quienes se les presenta la posibilidad de una elección saludable aplicable
en toda su etapa reproductiva.
Se propone estudiar y valorar esta opción de aprendizaje sobre el reconoci-
miento de fertilidad de la mujer.
El contexto y las circunstancias que acompañan a las adolescentes escola-
rizadas no son las más adecuadas y oportunas para recibir e internalizar este
aprendizaje particular, está en nosotros con la educación, propiciar los medios, la
experiencia y pericia para mostrar un valor que persiste en el tiempo beneficiando
a las parejas.

3 Bottini Z, Pirreaux J, Curriá M. Reconocer la propia fertilidad. Oportunidad y derecho de toda mujer. 1ra ed.
Buenos Aires (Argentina): Educa; 2015. p. 7.
-102-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

La antropología adecuada es el fundamento para el Reconocimiento de la Fer-


tilidad Humana cuyo presupuesto filosófico se centra en la unidad en el obrar
humano.

1.1. La unidad en el obrar humano


Carlo Caffarra, cardenal italiano fallecido en 2017, nos comenta sobre la im-
portancia del conocimiento de los dinamismos que posibilitan a la persona para el
obrar humano y el mecanismo de integración de éstos4.
Gracias a la unidad sustancial cuerpo-espíritu podemos evidenciar que la per-
sona humana tiene conciencia de ser un único sujeto, pero a la vez constata que.
Se distinguen tres dinamismos, tres facultades, o tres capacidades para la acción:
1°.El dinamismo físico-biológico como el beber, que tiene un cierto automatis-
mo en la propia realidad del organismo. No siempre la libertad actúa poniendo las
bases para que sea controlado.
2°. El segundo es el dinamismo psíquico-afectivo que corresponde a una rea-
lidad intermedia entre lo que es físico-biológico y lo que es a la vez espiritual; se
incluye la afectividad, y como centro de ésta, se halla el “corazón”, entendido no
solamente como “órgano” de todos los deseos y anhelos, de sentimientos genui-
nos como el amor, la alegría, la pena, la contrición, la compasión y muchos otros,
de todo “conmoverse”, todos los tipos de felicidad y dolor, sino como verdadero
núcleo del ser afectivo de la persona humana.5
3°. El tercero se refiere al dinamismo espiritual de orden natural que lleva a la
persona a poder entender y realizar cualquier acción que haya sido decidida por
sí misma gracias a la memoria, la inteligencia y la voluntad.
¿Cómo se asocian los dinamismos al Reconocimiento de la Fertilidad?
La auto-observación diaria de los indicadores de fertilidad, como por ejemplo
el moco cervical y temperatura basal evidencia la endocrinología de la reproduc-
ción (dinamismo físico biológico) como los más importantes.

4 Cafarra, Carlo. Ética General de la Sexualidad humana, Madrid, Ediciones Internacionales Universitarias, 2000,
p. 33-37.
5 “Es en la esfera afectiva, en el corazón, donde se almacenan los tesoros de la vida más individual de la persona;
en el corazón donde encontramos el secreto de una persona; y es aquí donde se pronuncia la palabra más
íntima” Von Hildebrand, El corazón, Madrid, Palabra, 1998, p. 118.
-103-
VIDA Y ÉTICA

A su vez, en el dinamismo psico-afectivo se resaltan las diversas situaciones


de aplicación del (RF) por ejemplo: búsqueda o postergación del embarazo, y dis-
tintas situaciones que puede vivir la mujer durante su vida reproductiva, tales
como periodos de lactancia, la peri menopausia, contienen una gran variedad de
experiencias en la vida afectiva de sentimientos y emociones.
Por último, la facultad intelectiva y volitiva (dinamismo espiritual) capacita
para el conocimiento y características específicas de cada fase del ciclo, identifi-
cación de ventana de fertilidad, gráfica de registros etc., actividades que requieren
de este dinamismo.
La integración de la persona se da en el orden del ser, pero también tiene que
darse en el orden del actuar. La experiencia muestra que no siempre hay una
armonía entre los dinamismos físico-biológicos, psico-afectivos y el dinamismo
espiritual. Por consiguiente, hay una nueva dimensión de la unidad sustancial de
la persona humana y es la integración de los dinamismos6
La unidad de la persona humana en el actuar hay que conquistarla.
Hay dos movimientos que son necesarios para lograr la unidad en el actuar:
Que el instinto tienda habitualmente a lo que el afecto plenamente humano
le señala.
Que la inteligencia descubra lo bueno para que la voluntad se oriente hacia
ese fin, según la dignidad del obrar específicamente humano.
Que la sensibilidad siempre reaccione frente al bien, queriéndolo.
La afectividad responda verdaderamente al bien realizado.
La inteligencia no se turbe, siempre busque la verdad.
La voluntad sólo quiera concebir el bien moral.
Esto se logra a través de dos movimientos, la autotrascendencia y el autogo-
bierno.
La inteligencia que ve la existencia de serios motivos para engendrar o no un
hijo, podría orientar el impulso sexual y esperar hasta la fase infértil, esto es au-
totrascenderse.

6 Cafarra Carlo, Ética General de la sexualidad…Ibid., p.15.


-104-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

Sólo la persona puede orientar sus estímulos con el dinamismo espiritual inte-
ligencia y voluntad.
La inteligencia hace ver agudamente el bien moral, pero no es suficiente, es
necesario ser capaz de realizar el acto libre, es decir con un acto de voluntad, go-
bernar esos instintos y afectos. Eso se llama autogobierno; este automovimiento
de la persona hacia el bien moral compromete a toda la persona, es importante
que el corazón, el intelecto y la voluntad cooperen entre sí.
A modo de conclusión sobre el obrar humano y Reconocimiento de la Fertili-
dad:
- La posible generación de la vida deja de ser percibida como un riesgo y
pasa a ser considerada como algo muy valioso que exige cuidado y respeto.
- La persona se encuentra dividida cuando recurre a la contracepción no
pudiendo especialmente, en adolescentes, superar pulsiones, pasión y sentimien-
tos provisorios.
- El Reconocimiento de los Síntomas de Fertilidad induce la paternidad res-
ponsable como estilo de vida que conduce al diálogo, la prudencia y responsabili-
dad procreativa custodiando la familia.

1.2. Fertilidad Humana


Estamos frente a un desafío que debemos encarar desde lo personal, familiar
y social, como padres, docentes e investigadores comprometidos en cultivar los
aspectos relacionados con el Reconocimiento de la Fertilidad.
Aunque sintamos ser comparados con los salmones porque vamos en contra de
la corriente contraceptiva, esterilizante y abortista, contamos con los fundamen-
tos científicos y una antropología personalista, centrada en la noción unitaria e
integral de la persona humana; que invita a reconocer la naturaleza y “el misterio”
de la fertilidad humana.
La persona humana fértil es la que es capaz, en el encuentro con un diferente
también fértil, de perpetuar la especie y trascender a través de sus hijos
El ser humano existe por naturaleza como varón o como mujer. A partir de
la concepción va desarrollando a lo largo de su ciclo vital las potencialidades. La
fertilidad constituye una de las tantas capacidades que desarrolla el ser humano.

-105-
VIDA Y ÉTICA

“La fertilidad es la capacidad de reproducirse y tiene características dife-


rentes en los varones y en las mujeres. El varón, desde que empieza a producir
espermatozoides, alrededor de los catorce años, es fértil todos los días durante
el resto de su vida. La mujer, a partir de que comienza a madurar óvulos, a los
doce años aproximadamente, tiene una fertilidad cíclica, es decir que aparece y
desaparece a lo largo de su ciclo; y también acotada a unos años de su vida” 7
Centramos la atención en la dimensión biológica de la mujer enfocando al
cuerpo femenino en su anatomía y fisiología del cual derivan los indicadores en
directa vinculación con su fertilidad.
La fertilidad humana es para la Bioética uno de sus núcleos de análisis de
discernimiento y deliberación relevantes en la toma de decisiones al servicio
de la vida, reconociendo el atributo más llamativo en la mujer como el privilegio
de ser madre transmisora de la vida en unión con el varón.
*Para que una mujer logre concebir y logre gestar un nuevo ser debe haber:
*Una ovulación satisfactoria que deriva de un ciclo hormonal adecuado.
*Espermatozoides adecuados en cantidad y calidad.
*Una función del cuello cervical apropiada en la producción de moco estro-
génico, que capacitará a las células espermáticas saludables para que alcancen y
fertilicen al óvulo.
*Trompas de Falopio permeables y móviles para lograr aspirar al óvulo y permi-
tir el paso de espermatozoides y óvulos.
*Endometrio receptivo para la implantación del embrión.
*Los Dres. Evelyn y John Billings consideran necesario, además de la dimensión
biológica señalada, hacer hincapié en el dinamismo psicoafectivo de la armonía
emocional entre esposo y esposa como esencial, para el funcionamiento normal
del sistema reproductivo de la mujer”8

7 Bottini Z, Pirreaux J, Curría M. Reconocer la propia fertilidad. Oportunidad y derecho de toda mujer. 1ra ed .
Buenos Aires: Educa; p7. 2015.
8 Billings E, Billings J. Enseñanza del método de la ovulación Billings (parte 2), 1ra ed. México: WOOMB
Internacional; 1997 p. 47.
-106-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

1.2.1. Anatomía y fisiología femenina de la reproducción base para el (RSF)


Es oportuno interiorizarnos sobre la anatomía y fisiología reproductiva feme-
nina. La que guiará a descubrir los indicadores para el Reconocimiento de la Fer-
tilidad.
Nos remitiremos a los primeros momentos de la generación de un nuevo ser
humano, quien nos devela que a partir de la concepción se inicia la vida humana.
La unión de las dos gametas, óvulo y espermatozoide da lugar a la cigota pri-
mera célula que a través de la expresión de su ADN ordena un proceso coordinado,
continuo y gradual dando lugar a la diferenciación celular 9.
Diferenciación que va progresando hacia la histogénesis de un embrión hu-
mano, que en 7 días es reconocido por un endometrio receptivo en diálogo em-
brio-materno, para avanzar en la organogénesis y morfogénesis del proceso ges-
tacional, manifestando sus potencialidades de nuevo ser humano singular.
Se considera a las gónadas, ovarios femeninos y testículos masculinos, ambas
glándulas de secreción mixta y sus conductos correspondientes derivan de la hoja
germinativa del mesodermo.
A las doce semanas los genitales externos se han desarrollado lo suficiente
como para que en este tiempo, pueda determinarse por medio del examen eco-
gráfico el sexo del feto.

1.2.2. Formación del óvulo


En la figura 1, se representa esquemáticamente un segmento del ovario en
diferentes etapas de desarrollo.10

9 M., M. l. (2006). Los primeros quince días de una vida humana. Navarra: Ediciones Universidad de Navarra,S.A
(EUNSA). P. 19: “La diferenciación de una célula es un proceso ordenado y preciso por el cual unos determinados
genes se abren a la expresión, mientras que otros se cierran. Através de este proceso la célula se determina a ser
de un tipo especializado, a tener un fenotipo concreto; fabrica un tipo u otro material y por ello desempeña un
tipo u otra función”.
10 Sadler T. W. Langman´s Medical Embryology. 7a. ed. Buenos Aires Argentina, Editorial Médica Panamericana;
1999, p. 12.
-107-
VIDA Y ÉTICA

- A los cuatro meses.


Los ovogonios están en cúmulos en la porción cortical del ovario; algunos
presentan mitosis, otros ya se han diferenciado en ovocitos primarios y entraron
en la profase de la primera división meiótica.
- A los siete meses.
Casi todos los ovogonios se han convertido en ovocitos primarios, los cuales se
encuentran en la profase de la primera división meiótica.
- En el momento del nacimiento.
No hay ovogonios. Cada ovocito primario está rodeado por una capa única de
células foliculares, lo cual forma el folículo primordial. Los ovocitos han pasado
a la fase de diploteno, en la cual permanecen hasta inmediatamente antes de la
ovulación. Sólo entonces entran en la metafase de la primera división meiótica.

Fig.1. Representación esquemática de un segmento del ovario en diferentes etapas de desarrollo.

-108-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

Aproximadamente en el momento del nacimiento, los ovocitos primarios per-


manecen en la profase y no terminan su primera división meiótica antes de llegar
a la pubertad, aparentemente debido a una sustancia inhibidora de la maduración
del ovocito secretada por las céculas foliculares.
Se calcula que la recién nacida tiene entre 700.000 y 2.000.000 de ovocitos
primarios. Dado que los siguientes años de la niñez la mayor parte de los ovocitos
experimentan atresia.
Al comienzo de la pubertad sólo quedan alrrededor de 400.000 y menos de
500 llegarán a la ovulación en el curso del período reproductor de la vida de una
persona.11
Desde la concepciónn la persona es sexuada, varón y mujer, y ésta condición se
manifiesta en todas las esferas de su personalidad.
Desde la pubertard los cambios son evidentes e integrales, comprometen la
dimensión física, psicoafectiva, espiritual y conductas sociales.
Las hormonas son las protagonistas que comandan cambios, también los di-
rigidos hacia el proceso de la reproducción.

1.2.3. Ovulación
“En la pubertad la mujer comienza a presentar ciclos menstruales regulares,
también llamados ciclos sexuales y ováricos que son regulados por hormonas.
Al comenzar cada ciclo ovárico, entre 5 y 15 folículos primordiales comienzan
a crecer, en condiciones normales, sólo uno de estos folículos (Folículo de Graf)
alcanza su madurez total y únicamente se expulsa un ovocito; los demás dege-
neran y se convierten en folículos atrésicos. …en coincidencia con el desarrollo del
folículo de Graf el ovocito primario, que hasta entonces permanecía en el período
de diploteno, reanuda y completa su primera división meiótica .
Entretando la superficie del ovario comienza a presentar un abultamiento
local, en cuyo vértice aparece una mancha avascular, el llamado estigma.

11 Ídem, p. 20.
-109-
VIDA Y ÉTICA

Como consecuencia del debilitamiento local y la degeneración de la superficie


del ovario, el aumento de la presión folicular y la contracción muscular de la pared
del ovario es expulsado el ovocito.”12
Surge la ovulación y simultaneamente las franjas del pavellón experimentan
un movimiento de barrido sobre el folículo que está rompiéndose, para recoger el
ovocito y conducirlo hasta la trompa uterina.

Fig.2. Esquema de la Ovulación. Sadler T. W. Langman´s Medical Embryology. 7a. ed. Buenos Aires
Argentina, Editorial Médica Panamericana; 1999: p. 24.

12 Ídem, p. 21.
-110-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

1.2.4. Interrelación hormonal en el ciclo reproductivo de la mujer


Como se había anticipado en párrafos anteriores, toda la armonía anatómica
fisiológica del sistema reproductivo se manifiesta en la precisa complejidad de la
interrelación hormonal.
Los órganos blancos son los que responden a estímulos hormonales, reaccio-
nan específicamente según función a desempeñar.
Leemos en Embriología Médica: “Los ciclos menstruales son regulados por el
hipotálamo. La hormona liberadora de gonadotrofina (GnRH) producida por el
hipotálamo actúa sobre las células del lóbulo anterior de la hipófisis las cuales, a
su vez, secretan las gonadotrofinas. Estas hormonas son la hormona folículoesti-
mulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH) que estimulan y regulan los cambios
cíclicos en el ovario”13
La fundamentación científica base del conocimiento, nos permite interpretar
la fisiología de la reproducción y con ello la expresión sensitiva visual, de los in-
dicadores de fertilidad femenina.
Nos guiamos a continuación por el artículo que escribe el Dr. James Brown.
“Hormonas pituitarias y ováricas del ciclo reproductivo de la mujer. Enseñanza del
método de la ovulación Billings.14
Cuando los niveles de la hormona Folículo Estimulante y de la hormona Lutei-
nizante suben estimulan un grupo de folículos dentro del ovario.
Se requieren varios días de crecimiento antes de que los folículos inicien la
producción de estradiol.
Alcanzado el nivel de FSH el folículo está capacitado para su respuesta
ovulatoria.
Nivel que no debe ser excedido más de un 20% porque de otra manera, tam-
bién muchos folículos serían estimulados y ocurrirían ovulaciones múltiples.
Además es preciso el control de retroalimentación de la producción de HFE por
el estradiol producidos en los folículos.

13 Ídem, p. 24.
14 Brown J B, Hormonas pituitarias y ováricas del ciclo reproductivo de la mujer. Billings E, Billings J. Enseñanza
del método de la ovulación Billings (parte 2), 1ra ed. México: WOOMB Internacional; 1997. p. 42-43.
-111-
VIDA Y ÉTICA

Una vez que el folículo dominante se acerca a la ovulación, produce rápida-


mente cantidades de estradiol, éste estimula la producción de moco cervical con
sensaciones y características fértiles.
Se suprime la producción de FSH por debajo del valor umbral, quitando así
el soporte requerido para los folículos restantes, que están compitiendo en la
carrera hacia la ovulación.
La caída de FSH, también activa un mecanismo de maduración dentro del fo-
lículo dominante que lo hace receptivo a la segunda gonadotrofina pituitaria, la
hormona luteinizante, disparador que inicia la ruptura del folículo (ovulación)
aproximadamente 37 horas después del inicio de la oleada de HL.
Los altos niveles de estradiol, desencadenan un mecanismo positivo de retro-
alimentación en el hipotálamo, que causa que la glándula pituitaria, libere una
oleada masiva de HL. Después de la ovulación, el folículo roto se transforma en
cuerpo lúteo, y la producción de otra hormona ovárica, la progesterona, aumenta
rápidamente junto con los estrógenos.
La hormona progesterona causa el abrupto cambio en las características del
moco cervical, se inicia sensación y características de secado en relación al día
anterior, lo que permite retrospectivamente señalar el día cúspide en el ciclo. El
inicio del siguiente sangrado menstrual en ausencia de embarazo es altamente
predecible a partir de estos eventos”.
Tener presente que la enseñanza de la anatomía y fisiología reproductiva
femenina conviene ser presentada a las alumnas desde la menarca.
En un proceso de enseñanza-aprendizaje planificado y desarrollado sistemá-
ticamente, de forma científica, completa y en complejidad creciente.
De esta manera se considera la posibilidad de descubrir lo dado, valorar la armo-
nía de la interrelación hormonal, cuidar la salud y Reconocer la propia Fertilidad.

1.2.5. Anatomía cervical, función cervical y tipos de moco cervical en un ciclo


promedio mujer de 20 años. Dr. Erik Odeblad. (Gráfica 4, A1).
“El cérvix es una zona ubicada entre la vagina y el istmo que lo conecta
al cuerpo uterino, su longitud es de 25mm y contiene varios cientos de criptas
(glándulas) cubiertas por células que bajo influencias hormonales y neurógenas,
fabrican moco que es liberado al interior del canal cervical.

-112-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

Existe una correlación entre las hormonas ováricas y el cérvix uterino en la


producción de moco cervical.
Las diferentes criptas secretan diferentes tipos de moco. El istmo produce una
enzima en gránulos llamada Z.
La fertilidad de la mujer es regulada por las variadas funciones de estas secre-
ciones. La mujer reconoce su fertilidad observando sus cambios en la sensación y
apariencia en la vulva.
El tipo de moco puede ser identificado microscópicamente tomando una mues-
tra del canal cervical y extendiéndola rápidamente en una capa delgada, sobre
una laminilla de vidrio, donde se deja secar sin cubrir. Los diferentes tipos de moco
cervical también son identificados por las características formas de cristales.”15

Gráfica 4,A1

Gránulos Z
moco P
moco L

moco S
moco Pt

moco G

Diagrama del Dr. Erik Odeblad. “Enseñanza del Método de


la Ovulación Billings” p.46

15 Billings E, Billings J. Enseñanza del método de la ovulación Billings (parte 2), 1ra ed. México: WOOMB
Internacional; 1997: p. 45.46.

-113-
VIDA Y ÉTICA

1.2.5.1. Paredes laterales del cérvix (Interpretación de la gráfica A 1)


Origen:
Criptas son cavidades revestidas de Estructura química
células epiteliales, estructuras endófíticas a) moléculas de mucinas.
Moco Función del moco cervical
que forman parte del endocervix, son las b) agua
Nutrición: favorece la supervi-
Cervical principales unidades productoras de (mc), c) compuestos químicos y bioquí-
vencia de los espermatozoides.
(mc) ocupan la mayor parte de las paredes micos disueltos (cloruro de sodio,
Formación de hilos: favorece la
inters proteínas, enzimas).
conducción de los espermios.
Clasificación: Hay 4 tipos de criptas Propiedades físicas: viscoso, transpa-
Filtra espermios de baja calidad.
diferentes denominadas G,L,S y P. Existen rente, forma hilos.
distintos tipos de moco producidos en las
diferentes criptas
Sostiene al moco P y la forma-
ción hilo del moco S. Atrae a
los espermas de baja calidad,
Las criptas que producen moco cervical
Moco de Forman cristales en ángulo recto deja sólo los de alta calidad que
de tipo L se encuentran a lo largo del
tipo L canal cervical
patrón de helecho llena las criptas S, las que son
bloqueadas por el moco L de ½ a
2 días, las criptas no secretan y el
esperma está inmóvil.
Moco de Sus criptas han sido recientemente iden- Tiene un papel en el transporte
Producen moco de tipo Lubricativo.
tipo Pt tificadas a lo largo del canal cervical de esperma
Forma parte del sistema inmune
No tiene formación cristalina. G-
Moco de que protege el sistema repro-
Se lo encuentra en la parte inferior del antes de la fase fértil tiene una malla
tipo G (G- ductivo de infecciones. Cierra
cérvix más grande que G+ después de la
G+) el cérvix durante la mayor parte
ovulación.
del ciclo.
Antes de la ovulación el moco P
alcanza del 4% al 8% de volu-
men del moco y combinándose
con la enzima de los gránulos Z
tiene efecto licue factor sobre el
Cristaliza en estructuras hexagona-
Moco de Es producido en las criptas más altas del moco L, disuelve hilos L y S.
les acomodado como en hojas de
tipo P cérvix, debajo del istmo. Las células espermáticas blo-
cebolla.
queadas en las criptas son libera-
das y conducidas hacia el óvulo
por las unidades del moco P.

El patrón cristalino muestra agujas pa- Proporciona alimentación para el


Moco de Las criptas secretoras de moco S ocupan la ralelas, está presente en formaciones esperma de alta calidad y canales
tipo S mitad superior del cérvix parecidas a hilos antes y después de la para su transporte hacia las crip-
ovulación. tas S.
No tiene función especial conoci-
Moco de El moco F viene de las células esparcidas a da, podría diferenciarse en algún
tipo F todo lo largo del cérvix. tipo de célula secretora de las 4
existentes.
Gránu-
Ubicados en el istmo. En forma de gránulos. Función enzimática
los z

-114-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

1.2.5.2. Fisiología cervical (Interpretación de la Gráfica A 2)

0
Días -6 -5 -4-3-2-1 +1+2+3 +4
Ovulación
La
Los estrógenos están La pro-
Estrógenos Estrógenos suben progesterona
Hormonas Estrógenos aumentan altos y pronto bajan gesterona
bajos hacia una cúspide Aumenta y se
rápidamente aumenta
mantiene
El moco P licúa el El moco G dismi-
Moco en su mayor Moco G+
espeso moco G y nuye el moco L
expresión. La ovula- sigue aumen-
mezclado con m. L aumenta, el moco El moco G+
ción puede ocurrir tando.
El moco G deja el cérvix. S aumenta, el empieza a
en los días 0 +1, 0
espeso ocluye El moco alcanza la moco P aparece de formarse en
+2 y como el óvulo La con-
Moco la entrada al vulva que ya no está nuevo. las criptas
puede sobrevivir cepción es
cervical cérvix. seca y ahora indica Los hilos de L y más bajas
24h, la concepción posible hasta
posible fertilidad. S aparecen 1 o 2
es posible hasta el 4to día
El patrón cambiante días antes de la
4to día post cúspide
de fertilidad se inició cúspide
El cérvix ha alcan-
Es estrecho y
Abierto, entrada de zado la cúspide de En proceso de
ocluido por el Abierto, blando
Cérvix espermatozoides su desarrollo para la cerrado
moco G
concepción
Estando en Los canales
Los espermios Condiciones favora-
vagina, el para el
Puede ya estar en viven 5 días en bles para la selección
tiempo de esperma
Esperma útero. moco cervical y transporte de
supervivencia disminuye en
fértil esperma de calidad
es corto estos 3 días
Cambios de moco Seca o
Moco en vulva, ya no Resbalosa e hin-
Vulva Está seca observado en pegajosa no
está seca chada
vulva resbalosa
potencial/
Fertilidad infértil fértil fértil Fértil fértil
fértil

-115-
VIDA Y ÉTICA

2. Indicadores de fertilidad
Es preciso poseer conocimientos claros del aparato reproductor femenino y
sus funciones. Al conocer detalladamente el ciclo ovárico es posible identificar,
comprender e interpretar los indicadores de fertilidad.
En las distintas etapas de la vida reproductiva de la pareja, el conocimiento
permite a la mujer y a su compañero postergar o buscar un embarazo.
Si se van a utilizar estos conocimientos es conveniente aprender un método
natural de planificación familiar, que implica conocer marco teórico, normas de
uso y llevar registros para la correcta interpretación, aplicación y seguimiento
del mismo.

Reconocimiento de fertilidad a través de sus indicadores


2.1. Moco cervical.
2.2. Temperatura corporal basal.
2.3. Apertura y cierre del cuello uterino.
2.4. Otros síntomas y señales anexas al tiempo de fertilidad.

2.1. Moco cervical


Aparece como consecuencia de la acción de los estrógenos sobre el cérvix ute-
rino, es un fluido natural del cuerpo, igual que las lágrimas o la saliva, y proviene
de la secreción de las células especializadas que forman el revestimiento de las
criptas dentro del cuello del útero. En general, provee un medio adecuado que
permite la supervivencia de los espermatozoides; nutrirlos, vehiculizarlos, “selec-
cionarlos” y es factor de capacitación para fertilizar al óvulo.
Al inicio del ciclo femenino los niveles de estrógenos y progesterona son bajos
por lo que no hay producción de moco estrogénico. En este tiempo el esperma-
tozoide sólo puede vivir unas pocas horas en el medio ácido vaginal hostil al
espermatozoide.
Con el progreso del ciclo sexual femenino, el nivel de estrógenos sube y esti-
mula a las células del cuello del útero produciendo moco cervical, a la vez que lo
ablanda y abre gradualmente.

-116-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

Con el aumento de estrógenos, la primera aparición de moco fértil, se percibe


como sensación de humedad, con cambio de sensación áspera, a un tipo de mu-
cosidad pegajosa. Sumando más estrógenos en el avance del ciclo, el moco cervi-
cal se vuelve más fluido, con sensación más húmeda y/o resbalosa y característica
elástica, lo que la mujer puede sentir y ver. En torno a estos signos y síntomas se
espera la ovulación.
Los niveles de progesterona aumentan, incidiendo en el cambio de la muco-
sidad e iniciando un proceso de secado.
Se puede detectar la mucosidad de dos maneras:

2.1.1. Las Sensaciones, lo que la mujer puede sentir.


La mucosidad cervical produce sensaciones húmedas y resbalosas que la mujer
puede aprender a detectar mientras hace sus actividades diarias.
La superficie del labio interno de la vulva. Contiene células específicas en el
tejido conectivo subyacente que reaccionan fuertemente a la estimulación de
estrógenos y existen receptores que captan y diferencian humedad de sequedad.
Una mujer puede sentir la presencia o ausencia de mucosidad cervical aún
cuando los cambios son pequeños.
Esta “conciencia de fertilidad” permite que también las mujeres ciegas puedan
sentir los cambios en la mucosidad cervical.
La clave es detectar las sensaciones de mucosidad y sus cambios evolutivos
Es conveniente registrar todas las noches en la gráfica personal los datos que
la mujer percibe durante el día.
Dr. Erik Odeblad encontró que son necesarios aproximadamente 5 miligramos
de mucosidad para crear una sensación de mucosidad. Pero, toma aproximada-
mente 40 miligramos para ver la mucosidad. Por lo tanto, se necesitan 8 veces
menos de mucosidad para sentirla que para verla.16

16 Odeblad E. Atlas del Método de Ovulación Billings, 5ta ed., abril 1989, Apéndice 1, p 91.
-117-
VIDA Y ÉTICA

2.1.2. Características de la mucosidad: lo que la mujer puede ver


Además de identificar la presencia de mucosidad por las sensaciones, las mu-
jeres pueden observarla espesa, pastosa, cremosa, con grumos y sus cambio en
forma de hilos.
Se debe tener presente percibir las sensaciones y observar las características
tan pronto como el flujo menstrual disminuya, o a partir del día 6 del ciclo, a más
tardar, cualquier presencia de mucosidad es considerada una señal de fertilidad.
Al menos 97% de todas las mujeres detectan mucosidad de las dos maneras: al
sentirla (sensación) y/o al verla (característica) en la vulva.17

Ejemplos de moco cervical fértil

2.1.3. El Día Cúspide o día Pico


El evento más importante del ciclo fértil femenino es la ovulación, que se pue-
de identificar entorno al día cúspide o día pico, el cual se define como el último
día de mucosidad más fértil antes de que comience el proceso de secado.
El día cúspide no se identifica por la máxima elasticidad del moco ni tampoco
por su cantidad, sino que es el último día de moco de aspecto más fértil y/o sen-
sación resbalosa luego de un patrón evolutivo (fig. 6). Por lo tanto se lo reconoce

17 Organización Mundial de la Salud (OMS), [Estudio prospectivo sobre el método de ovulación (BOM, por sus
siglas en inglés) de planificación natural de la familia, realizado en varios centros] “A prospective multi-center
trial of the ovulation method of natural family planning,” Revista Fertility & Sterility 1987; 47(5):765-772. “La
mayoría de las mujeres (97%) aprenden con facilidad el BOM (mucosidad externa solamente). Según el estudio
conducido por la OMS en varios centros de enseñanza, el 97% de las mujeres pudieron registrar un patrón inter-
pretable de sus mucosidades en el primer ciclo”.

-118-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

retrospectivamente por el cambio brusco en la sensación al identificar el primer


día de retorno a la sequedad vulvar y/o presencia de moco pastoso o pegajoso.

Día cúspide de moco y su señal retrospectiva a partir del primer día de presencia de moco pegajoso
Fig. 6. Extraído del libro de Anna Capella. Según la Naturaleza. El Método Billings. Torino. Italia.
Ed. La Página 1993; p 12.

Es importante reconocer que el cérvix tarda 3 días en cerrarse completamente,


por lo que durante ese tiempo persisten algunos canales de transporte de esper-
matozoides. Por eso estos 3 días se consideran potencialmente fértiles.
La ovulación ocurre en el 80% de los ciclos en el día cúspide, pero también
puede darse el día siguiente y ocasionalmente en el segundo día post-cúspide.
Como el óvulo puede vivir hasta 24hs en la trompa, es necesario contar 3 días
después del Cúspide para determinar el fin de la fase fértil.
Una combinación de al menos dos señales: día cúspide y ascenso térmico sos-
tenido por 3 días, son necesarias para hacer la interpretación del inicio de la Fase
III infértil.

-119-
VIDA Y ÉTICA

La progesterona, por la luteinización del folículo comienza a aumentar un poco


antes de la ovulación y activa la producción de moco G+ de las criptas inferiores
del cérvix, el cual comienza a ocluir el canal cervical.18
Después de la ruptura del folículo y la liberación de óvulo, el cuerpo amarillo
formado a partir de aquel, secreta tanto estradiol como progesterona. La proges-
terona liberada entonces, logra inhibir la maduración de otros folículos, si es que
hubiera en ese ciclo más folículos en desarrollo. Este es el fundamento científico
para entender por qué no es posible otra ovulación luego de transcurridas más de
24 horas de la primera.
Además el rápido aumento en la secreción de la hormona progesterona, neu-
traliza el efecto de los estrógenos sobre el cérvix y el epitelio vaginal, provocando
el cambio en el patrón mucoso próximo a la ovulación.
Dicho cambio se debe a que el ascenso de progesterona, activa el funciona-
miento de las bolsas de Shaw, pequeñas estructuras en forma de pliegues ubicadas
a ambos lados de la uretra en la porción inferior de la vagina, como se muestra
en la figura, las cuales se cargan de manganeso. Este ion tiene la propiedad de
reabsorber agua y electrolitos, por lo tanto al interactuar con el moco durante su
transporte desde el cérvix, modifica sus propiedades reológicas volviéndolo más
viscoso y removiendo su carácter lubricativo.
Una razón por la que aparecen secreciones fuera de la vagina durante los días
infértiles, por ejemplo en Fase I y/o Fase III, es que hay una reducción de la absor-
ción de las Cavidades de Shaw.19 Por lo que la capacidad de las Cavidades de Shaw
de controlar la absorción de las secreciones vaginales tiene efecto en el flujo o se-
creción de la mujer. Esto puede explicar porqué algunas mujeres tienen mucosidad
durante todo el ciclo (o no días sin flujo), desde el fin de la menstruación durante
la Fase I y una secreción constante que se puede observar durante Fase III. (Patrón
Básico Infértil mucoso).

18 Odeblad, E. The Cervix, the Vagina and Fertility. Billings Attlas of Ovulation Method. Melbourne. Australia.
Th Ed 1989.
19 http://www.woomb.org/omrrca/bulletin/vol21/no3/discovery.shtml [El descubrimiento de los distintos tipos
de mucosidad cervical y el método de ovulación Billings] Revista “Bulletin of the Ovulation Method Research
and Reference Centre of Australia”, 27 Alexandra Parade, North Fitzroy, Victoria 3068, Australia, Volumen 21,
Número 3, páginas 3-35, septiembre 1994.

-120-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

Si no existe este patrón PBI mucoso, la mujer experimenta bruscamente sensa-


ción de sequedad vulvar después de la ovulación.

2.2. Temperatura basal corporal


La temperatura basal corporal es la temperatura del cuerpo humano en estado
reposo o al despertar, no afectado por comida, bebida, ni actividades Se aconseja
tomarla cuando marca el punto más bajo durante las horas tempranas de la ma-
ñana, normalmente después del tiempo más largo de descanso.
Cuando la persona es activa durante el día, la temperatura normal sube hasta
llegar a 37°C. El ciclo de subida y bajada de las temperaturas durante el día y la
noche pertenece a un patrón cíclico de 24 horas que afecta la temperatura basal.
El ciclo sexual u ovárico de la mujer, es un patrón cíclico de un mes que tam-
bién afecta la temperatura corporal basal después de la ovulación, sube unas dé-
cimas de grado, lo que se puede registrar como valioso indicador postovulatorio.
Para detectar el cambio de la temperatura debido de la influencia de la hor-
mona progesterona, se la debe tomar al despertar, todas las mañanas, con un
reposo previo de al menos de tres horas y no influenciada por factores externos,
que pueden causar que la temperatura suba como: beber, comer, hacer ejercicio,
fumar, enfermedad, algunos medicamentos, y/o la falta de sueño.
Si alguno de los factores externos mencionados no pudiera ser evitado, la
temperatura puede tomarse igual y registrarse como temperatura alterada, den-
tro de la región de temperaturas de la gráfica indicando la causa, para luego ser
interpretada correctamente.
Es conveniente que la mujer comience a tomar las temperaturas a partir del
primer día de cada ciclo, no más tarde del día 6.
Después del inicio de la Fase III (infértil), es opcional continuar tomando las
temperaturas. Se recomienda seguir haciendo este ejercicio para no perder el há-
bito y a la vez confirmar la meseta del alza térmica en su gráfica, medir la fase
lútea y calcular el inicio de la próxima menstruación.
Recordemos que el aumento de la hormona progesterona liberada por el cuer-
po lúteo, células secretoras que ocupan el saco vacío del folículo en el ovario
después de la ovulación, causa cambios en el metabolismo de la mujer y aumenta
su temperatura basal unas décimas de grado.

-121-
VIDA Y ÉTICA

2.2.1. Temperatura bifásica (Graf.7)


Se pueden observar en la gráfica dos regiones distintas de temperaturas en
el ciclo, una primera región baja preovulatoria y una región alta después de
la ovulación, post-ovulatoria, por aumento de la hormona progesterona que es
termogénica.

Registro de la temperatura basal ciclo promedio bifásico

Región alta

Región baja

Temperaturas Región baja: 36,2C°, 36,5C°, 36,2C°, 36C°,36,4C° (precambio)


Temperaturas Región alta: 36,7C°, 36,6C°, 37C°, 37,9C°, 37,9C° …

El arte de la Planificación Natural de la Familia. Guía del estudiante . p. 46.

Gráfico 7

Antes de la ovulación, los niveles altos de estrógenos tienen un efecto “de-


presor” en las temperaturas por lo que son bajas, y niveles altos de progesterona
causan que las temperaturas suban después de la ovulación. Por esto, es muy im-
portante encontrar el cambio térmico para identificar el tiempo infértil después
de la ovulación (Fase III).
Mediante un ejercicio simple, contando con los registros de los cambios del
moco cervical y los signos del día cúspide, más las temperaturas diarias. Se com-
binan ambos indicadores según la norma correspondiente y se determina el fin de

-122-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

la fase II fértil e inicio de la fase III infértil. Esta técnica se aplica en la enseñanza
del curso básico de capacitación del método sintotérmico.

2.2.2. Temperatura y Fase Lútea


En un típico ciclo de fertilidad, la región de temperaturas altas dura aproxi-
madamente dos semanas hasta la próxima menstruación, si una concepción no
ocurre.
El tiempo entre el primer día del cambio térmico y la próxima menstruación
generalmente el número de días es consistente (12 a 16días), llamamos a este
tiempo Fase Lútea porque se corresponde con la vida del cuerpo lúteo, el primer
día de la Fase Lútea es el primer día del cambio térmico en alza respecto de 6
temperaturas anteriores, y el último día de la Fase Lútea es el último día de tem-
peraturas altas antes de que la menstruación inicie.
La longitud de la Fase Lútea es importante porque no solo puede ayudar a pre-
decir el primer día de la próxima menstruación, sino que indica el potencial para la
implantación de una nueva vida y la continuidad de un embarazo. (Grafica N° 8).

La Fase Lútea …y termina el día antes


empieza en el primer de que la menstruación
día del cambio empieza.
térmico…
Fase lútea = 15

Gráfico N°8 Extraído de “El arte de la Planificación Natural de la Familia”. Guía del instructor.
Marzo 2010.

-123-
VIDA Y ÉTICA

2.3. Cuello del útero como indicador de fertilidad


Este indicador que se ofrece a la mujer de forma opcional, se refiere a la aper-
tura y cierre del cuello del útero por acción hormonal, cuya técnica preferible-
mente debe ser aconsejada por el profesional de la salud.
E uso está presentado especialmente para la mujer multípara en cuyo caso
la expresión del indicador del moco cervical puede ser escasa. Los cambios físicos
del cuello del útero podrían complementar sus observaciones para determinar la
ventana de fertilidad.
Cuando la ovulación se acerca, los niveles de estrógenos aumentan y causan
que el cuello del útero se abra, cambie de consistencia y presente moco cervical.
Si el cuello del útero está abierto y blando, indica fertilidad. La ausencia de muco-
sidad cervical con cuello cerrado y firme señala infertilidad, en este caso se asocia
al aumento de la hormona progesterona. (Fig.N°9)

Cuello abierto y con secreción: Fertilidad. Cuello cerrado y sin secreción: Infertilidad.

2.3.1. LH: Indicador hormonal que desencadena la ovulación:


Se trata de la hormona luteinizante (LH) segregada por células del lóbulo an-
terior de la hipófisis.
Conocemos a través de la Dra. Marina Curriá: en su tesis de doctorado “LH y
moco cervical en el reconocimiento de la fertilidad”, una vasta investigación y
-124-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

experiencia que nos confirma la correlación existente, entre el primer día de moco
fértil y el día Cúspide con el pico de LH detectado éste, por cinta reactiva que
proporciona la información.
“Nuestros datos fueron capaces de definir una alta correlación entre, el 1° día
de moco fértil y el día cúspide, con el pico de LH, lo cual significa que una mujer
entrenada en el reconocimiento de su fertilidad puede identificar con eficacia el
día cúspide de moco” “…aquellas mujeres que presentan un patrón básico infértil
mucoso, pueden reconocer los cambios evolutivos de fertilidad del moco cervical
y determinar con eficacia el día cúspide y su relación con la ovulación al igual que
quienes tienen un PBI seco”. “Esta evidencia podría poner en juego el desarrollo de
proyectos educativos, que consideren la efectividad de los métodos para recono-
cer la fertilidad, en un grupo más amplio de mujeres…”. “Toda mujer puede hacer
un reconocimiento “preciso” de su fertilidad, además de contribuir eficazmente a
complementar los desafíos que la ley de salud sexual nos plantea.20

2.3.2. Otras señales asociadas a la fertilidad


“El sistema linfático del tracto genital también es importante como signo au-
xiliar para indicar la ovulación. Aproximadamente en el 70% de las mujeres es
posible observar el síntoma del ganglio linfático o síndrome inguinal uno o dos
días alrededor del momento de ovulación.

20 Curriá, MI. LH y moco cervical en el reconocimiento de la fertilidad. Tesis de Doctorado, Facultad de Ciencias
de la Salud. Universidad Católica Argentina; 2010: p. 51.
http:bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/tesis/lh-moco-cervical-reconocimiento-fertilidad.pdf.
-125-
VIDA Y ÉTICA

Se puede apreciar el agrandamiento y mayor sensibilidad de un pequeño gan-


glio a la altura de la ingle, coincidiendo con el lado del ovario que está por ovular
en ese ciclo. La mujer puede hacer este examen acostada, ubicando las manos
sobre la ingle con sus dedos apuntando a los pies. El dedo mayor sentirá el pulso
de la arteria femoral y el dedo índice palpará el ganglio del tamaño de una ar-
veja. Si lo realiza diariamente podrá evaluar el desarrollo del signo, notando el
aumento de tamaño y mayor sensibilidad cuando se lo presiona, determinando así
de qué lado está ovulando. Fig. 10. Extraído de Enseñanza del método de la ovulación
Billings. 2da. Parte. p. 25.
Otro indicador periovulatorio muy útil, también relacionado a la conexión lin-
fática con la vulva, es el edema vulvar a nivel de los labios mayores, coincidiendo
con el lado del ovario que está activo en ese ciclo. Probablemente se deba a que
el nódulo linfático bloquea el flujo normal de linfa desde la vulva, acumulándose
líquido en uno de los lados”21.
Se aconsejan hábitos de higiene personal y ropa interior adecuada para evitar
el proceso de multiplicación de organismos patógenos, que además de desencade-
nar una enfermedad, altera sensaciones, características e interpretación correcta
del moco cervical.22

3. Papel de los educadores en la formación de la sexualidad responsable


En todos los espacios y ambientes, los padres son los primeros educadores de
sus hijos. Los padres deben asumir la responsabilidad del conjunto de acciones
educativas, que contribuyen al desarrollo y a potenciar las capacidades, orien-
tándolos al logro de la madurez para la toma de decisiones libres y responsables,
según sus necesidades.
La institución educativa apoya, refuerza, complementa la tarea de los padres
y/o adultos.

21 idem n° 24. p 13.


22 http://www.woomb.org/omrrca/bulletin/vol29/no1/investigations.html [Investigaciones sobre las bases fisio-
lógicas para la conciencia de la fertilidad]. Odeblad, Erik, M.D., Bulletin of the Ovulation Method Research and
Reference Centre of Australia, Vol. 29, No. 1, March 2002, pp.2-11.

-126-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

La educación integral de la sexualidad debe ser presentada con claridad cientí-


fica, cuyo modelo se funde en la formación en valores, creando condiciones para
que sea de aprendizaje y aplicación ética.
Entendemos por valor la acepción recogida en el diccionario de la Lengua de la
Real Española: “Cualidad que poseen algunas realidades, consideradas bienes, por
lo cual son estimables.”23 “Se habla de los valores humanos porque son guía para
la vida y para los deseos de autorrealización como persona.
Cuando se considera el valor del valor se mencionan parámetros como la durabi-
lidad, diciendo de ellos que son permanentes, la integralidad asumiendo que el valor
no es divisible (la vida humana es un valor desde la concepción hasta la muerte
natural), o la polaridad, al tener la posibilidad de presentarse en sentido positivo o
negativo. Cada valor conlleva un contravalor, un antivalor o un disvalor.”24
Alfonso López Quintás nos plantea: “Los valores en principio no ofrecen nada.
Más bien exigen, piden ser admirados, elegidos realizados. Invitan a colaborar con
ellos y darles vida en acciones concretas. Una vez realizados, dan testimonio de sí
mismos, de su valía, de su eficacia para configurar la vida humana de modo más
feliz. Los valores positivos confieren dignidad a nuestras acciones y les otorgan
pleno sentido…25
La Educación Integral de la Sexualidad y con ella el Reconocimiento de la Ferti-
lidad, necesitan estar inmersos en el modelo de aprendizaje ético, combinado con
un diseño de enseñanza/aprendizaje donde docentes comprometidos acuerdan
trabajar, no sólo los contenidos conceptuales, sino especialmente los contenidos
procedimentales y sobre todo los actitudinales, relativos a la educación en valores.
“Se pretende que a partir de determinadas condiciones, se pueda contribuir a
que las personas a lo largo de la vida aprecien y reclamen valores como: justicia,
igualdad, libertad, solidaridad, respeto, tolerancia activa, actitud de diálogo y
sobre todo responsabilidad y respeto a la dignidad de las personas.
En este sentido la Bioética es ética práctica, no porque indique lo que hay
que hacer en cada momento, sino porque hace madurar la capacidad del hombre,
ayudándolo a tomar conciencia de su responsabilidad. Estos mínimos son valores

23 DRAE. Diccionario real academia española. 22° edición. Madrid, España: Espasa Calpe S.A; 2001.
24 Vázquez C.S. Diccionario de Bioética. España : Monte Carmelo; 2006. Ética. P.324.
25 López Quintás, A. Descubrir la grandeza de la vida. Un nuevo proyecto educativo. Buenos Aires: Consudec,
Puesto de Palos; 2005.
-127-
VIDA Y ÉTICA

morales, es decir dependen de la voluntad humana, por lo que contribuyen a ser


más humana nuestra convivencia social”26.
El Dr. Leon Correas en su libro “Bioética Razonada y Razonable” nos recuerda:
Transmitir y formar en valores.
“Este es el reto más importante para un educador y para un profesor en Bioé-
tica. No porque “expliquemos” muy bien cuáles son los valores éticos, el alumno
los va a incorporar de modo racional. Se necesita una acción indirecta, de modo
que sea el propio alumno el que vaya descubriendo esos valores…”
“No sirven los mandatos u órdenes, ni siquiera la mera demostración de la
racionalidad de lo que proponemos; es necesario proporcionar indicaciones edu-
cativas que sugieren acciones a alguien, al estudiante, para que las lleve a cabo
libremente, y de ese modo se perfeccione como persona individual.
El educador puede proponer intenciones o campos de acción, algo que el es-
tudiante debe “querer hacer”. Lo importante de la acción educativa es conseguir
que el estudiante quiera por sí mismo hacer algo porque lo encuentra valioso…” 27
Respetar las opiniones de nuestros hijos y alumnos significa escucharlas, y te-
nerlas en cuenta para acompañarlos en su proceso hacia la madurez y no necesa-
riamente implica obedecerlas y aprobarlas.
Por lo expuesto se suma a nuestra tarea de educadores una intransferible te-
mática a ser abordada con nuestros niños, adolescentes y jóvenes en todo tiempo
y lugar, según la pericia del adulto y las necesidades del educando.

26 Martinez M, Hoyos Vásquez G. ¿Qué significa educar en valores hoy?. España: Octaedro; 2004. P. 34-36.
27 León Correa, F. J. Bioética Razonada y Razonable. Santiago de Chile: Fundación Interamericana Ciencia y
Vida; 2009. P. 77-78.
-128-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

CAPÍTULO III INVESTIGACIÓN

1. Hipótesis:
*Los conocimientos que poseen las adolescentes mujeres acerca de su fertili-
dad son escasos e incompletos.
*Esta situación dificulta que la mujer logre reconocer su fertilidad cíclica.
2. Objetivos:
General:
Investigar los conocimientos sobre fertilidad humana que poseen las alumnas
de Rodeo del Medio, Maipú Mendoza, al terminar el nivel medio de educación.
Específicos:
a) Determinar conceptos básicos de fertilidad que poseen las alumnas.
b) Indagar el interés de las alumnas para realizar el aprendizaje de Recono-
cimiento de Fertilidad.
c) Identificar los desafíos educativos que surgen durante el proceso de
investigación.
3. Enfoque metodológico
a) Como estrategia metodológica usada para cuantificar el problema plan-
teado se utilizó una encuesta.
b) Población a encuestar, las alumnas del último año de la enseñanza del
nivel medio, de todas las instituciones educativas de gestión estatal y de gestión
privada de la localidad de Rodeo el medio.
c) Se tomó como criterio de inclusión a las adolescentes mujeres del último
año de la enseñanza de nivel medio que asistieron en las cuatro Instituciones, de
la Localidad de Rodeo del Medio año lectivo 2017.
d) Se pautó una entrevista a través de secretaría, con el directivo de la insti-
tución solicitando autorización para implementar el proyecto con las alumnas.
• Encuentro con Directivo:
 Entrevista al Directivo de cada institución.
 Presentación del Proyecto (objetivos, metodología, formulario
de la encuesta)
-129-
VIDA Y ÉTICA

 Solicitud de autorización para aplicar la encuesta.


 Formalización escrita de la aceptación.
 Definición del cronograma de intervención.
El encuentro con las alumnas acompañadas por el docente a cargo de la hora
de clases para la toma de la encuesta permitió:
 Presentarles la propuesta de investigación, objetivos y finalidad.
 Garantizarles confidencialidad y el anonimato con la que se utilizarían
los resultados.
 Entregarles personalmente la encuesta para resolverla individualmente,
de forma anónima y voluntaria.
Una vez finalizada la recolección de la encuesta, las alumnas manifestaron
gran inquietud por las preguntas y sus respuestas correctas. Esto puso de ma-
nifiesto, tanto la falta de conocimientos como la necesidad de adquirirlos. En lo
personal me sorprendió el grado de inquietud despertado por una sencilla y simple
encuesta.

3.1. Trabajo de Campo


El trabajo de campo se realizó en la localidad de Rodeo del Medio, Maipú,
Mendoza, donde se concentra una población estudiantil de más de 5.000 niños,
adolescentes y jóvenes quienes se acercan a sus escuelas y universidades desde un
radio aproximado de 20 Km de distancia.
En esta fase de la investigación se tomó contacto directo con las alumnas,
quienes proporcionaron a través de la encuesta los datos en el lugar y tiempo en
el que se suscita el proceso de enseñanza aprendizaje de interés para la investi-
gación.
La encuesta consta de doce ítems, con un enfoque de resolución cuantitativo,
cualitativo y mixto. Se determinó el nivel de conocimientos sobre fertilidad alcan-
zados por las alumnas al concluir su secundario.
Se indagó sobre el interés de las alumnas de conocer sobre fertilidad.
Se identificaron desafíos educativos derivados de estas acciones de investiga-
ción.

-130-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

Cabe mencionar que dado que en una de las escuelas, las alumnas de 5to año
estaban en sus prácticas de pasantía, se aplicó la encuesta a las alumnas de 4°
año.
Se destaca que todas las alumnas recibieron, contestaron y entregaron el for-
mulario completo. En anexo, se presenta el formulario de la encuesta utilizada.

3.2. Análisis de Resultados


3.2.1. Instituciones participantes clasificadas por tipo de gestión, modalidad,
orientación y número de alumnas encuestadas ( n ).
n
Tipo de Gestión de
Institución Educación
Modalidad orientación 149

Escuela Vitivinícola Don Bosco Privada Técnica Vitivinícola 15

Escuela Juan Isidro Maza Estatal Comercial 38


Instituto Secundario Rodeo del Comercial y
Privada 60
Medio Humanidades
Colegio María Auxiliadora Rodeo
Privada Humanidades 36
del Medio

3.2.2. Edad de las participantes:


El 100% de las participantes de gestión privada tenían entre 16 y 18 años.
El 84% de las participantes de la institución de gestión pública también cum-
plió con el rango de 16-18 años. El (14%) superaba esta edad, ya que tenían entre
19 y 20 años.

-131-
VIDA Y ÉTICA

3.3. Elaboración e interpretación de resultados de las 6 primeras


preguntas de la encuesta
3.3.1. Que una mujer es fértil significa que:

Opción n:149 %
1 Puede tener relaciones sexuales 0 0
2 Ha comenzado a menstruar 21 14
3 Puede quedar embarazada * 128 86 *

4 No sé 0 0
*Opción correcta

Se valora que el 86% (128 alumnas), de las 149 consultadas asocian la fer-
tilidad de la mujer con la posibilidad de embarazo. Se esperaría que todas las
alumnas de los últimos años de nivel medio, hayan internalizado el concepto de
fertilidad.

3.3.2. El ciclo ovárico de una mujer comienza:

Opción n:149 %
1 El primer día de la menstruación * 86 58 *

2 El último día de la menstruación 44 29


3 No sé 19 13
*opción correcta

La respuesta correcta marcada fue del 58%, 86 de las estudiantes encuestadas.


Conocer oportunamente cuándo se inicia el ciclo ovárico de la mujer, resulta
interesante e importante para poder registrar el número de días del ciclo y los
eventos esperables a sucederse.
Sumando las opciones 2 y 3 queda en evidencia que el (42%) (63 alumnas),
de las 149 alumnas desconoce cuándo inicia su ciclo ovárico.

-132-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

3.3.3. Una mujer puede ser fértil durante:

Opción n:149 %
1 28 días de su ciclo 13 9
2 14 días 46 31
3 6 días * 49 33 *

4 No sé 41 27
*opción correcta

El 67% (100 alumnas) responde de manera incorrecta, no saben cuántos días


pueden ser fértiles en el ciclo.
Es notable que el 9% (13 alumnas) marcan ser fértiles durante los 28 días
del ciclo. Es decir, creen que una relación sexual en cualquier día del ciclo puede
derivar en una gestación.

3.3.4. La ovulación se produce en:

Opción n:149 %
1 Útero 38 26
2 Trompa 27 18
3 Ovario * 61 41 *

4 Vagina 5 3
5 No sé 18 12
*Opción correcta

Es notable que el 59% (88 alumnas), responden de manera incorrecta. Este


error pone de manifiesto los escasos conocimientos de anatomía y fisiología bá-
sica del sistema reproductor femenino como es, el no distinguir en qué órgano se
produce la ovulación. Por otro lado este error muestra desconocimiento del juego
hormonal que aparece en el ciclo femenino.

-133-
VIDA Y ÉTICA

3.3.5. Un óvulo vive:

Opción n:149 %
1 2 horas 6 4
2 24 horas * 30 20 *

3 72 horas 57 38
4 No sé 56 38
*opción correcta

Se registra que el 80% (119 alumnas), no conocen el tiempo de vida del óvulo.
Por lo tanto no tienen posibilidad de delimitar la ventana de fertilidad.

3.3.6. ¿En qué momento del ciclo ovárico promedio, (28 a 30 días), una mujer
es fértil?

Opción n:149 %
1 Al principio de la menstruación 11 7
2 En el día de la ovulación * 83 56 *

3 En los días previos a la menstruación 35 23,50


4 En todos los días del ciclo 20 13,50
*Opción correcta

Se registra que el 56% (83 alumnas), responden correctamente al marcar que


una mujer es fértil en el día de la ovulación,
El 44% (66 chicas), no saben cuándo se pueden quedar embarazada dentro
de ciclo. Nuevamente un 13,5% (20 alumnas), manifiestan que una mujer es fértil
todos los días del ciclo. Ninguna de estas chicas conoce ventana de fertilidad.

-134-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

3.3.7. Síntesis de resultados de las 6 primeras preguntas


(investigación 2017)

Respuestas correctas Respuestas


Preguntas
% incorrectas %

N°1. Que una mujer sea infértil significa: 86 128 14 21


N°2. El ciclo ovárico de una mujer comienza: 58 86 42 63
n:149 N°3. Una mujer puede ser fértil durante: 33 49 67 100
N°4 La ovulación se produce en: 41 61 59 88
N°5. Un óvulo vive: 20 30 80 119
N°6. ¿En qué momento del ciclo una mujer
56 83 46 66
es fértil?:
Resultado total 49 437 51 457

Se constata que analizando los porcentajes de respuestas correctas e inco-


rrectas a los interrogantes presentados en las 6 primeras preguntas, se alcanza el
promedio de 49% de respuestas correctas y 51% de respuestas incorrectas.
Si estos porcentajes se tradujeran al sistema de evaluación y calificación actual
donde se aprueba con el 70% de las respuestas correctas, no se alcanzaría el por-
centaje de aprobación requerido.

3.3.8. ¿Has recibido enseñanza sobre reconocimiento de los síntomas de


fertilidad? 14
9,40%

Opción n % 45
30,20%
1 Muchas veces 14 9,4
2 Algunas veces 90 60,4
3 Nunca 45 30,2

90
60,40%

-135-
VIDA Y ÉTICA

Como lo señala el 60,4% (90 alumnas) de las 149, han recibido algunas ve-
ces la enseñanza sobre reconocimiento de síntomas de fertilidad.
Este resultado expresa una posible confusión en la interpretación de la pre-
gunta. ¿Has recibido enseñanza sobre “reconocimiento de síntomas de fertilidad”?,
con ¿has recibido enseñanza en educación de la sexualidad?
Al seleccionar “algunas veces” podemos inferir que la educación sexual inte-
gral no ha sido planificada en complejidad creciente ni de forma sistemática en
cuanto a frecuencia sostenida durante el tiempo de escolaridad.
El 30,2% (45 alumnas), marcaron “nunca haber recibido enseñanza sobre el
reconocimiento de los síntomas de fertilidad” hicieron interpretación y contesta-
ron lo consultado.
El 9,4% (14 alumnas), indican que muchas veces recibieron enseñanza sobre
el reconocimiento de síntomas de fertilidad.

3.3.9. ¿Podes reconocer algún signo de fertilidad en tu cuerpo?

SI: 39% (58 alumnas) NO: 60,5% (90 alumnas) 1 no aplica

¿CUÁL? (Se ordenan en dos grupos a y b las respuestas de las alumnas que escriben sí conocen)
a) Las respuestas que tienen relación con los signos o indicadores de fertilidad..
• el moco vaginal.
• flujo espeso y blanco.
• flujo, después de la menstruación depende de cómo salga el flujo es en qué etapa está.
• por el flujo vaginal que es diferente.
• flujo líquido y transparente.
• por el flujo en la ropa interior.

• siento algo cuando se produce la ovulación

-136-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

b) Las respuestas asociadas con la fertilidad nombrando datos generales.


• cuando me está por venir.
• regularidad de la menstruación
• rubor natural.
• la menstruación. (señalado por 15 alumnas)
• comodidad con mi cuerpo.
• sensibilidad.
• cuando tengo el período.
• los desarrollos del cuerpo.
• tengo calendario en mi cel.
• la ovulación. (señalado por 7 alumnas)
• me duele la cabeza.
• dolor de estómago.
• me duelen los ovarios.

El 39% (58 alumnas) de las 149 consultadas escriben que si reconocen algún
signo de fertilidad en su cuerpo. Reflejan conocimientos parciales, siendo todas
las respuestas incompletas y confusas por lo que se infiere la imposibilidad de
conocer, interpretar y aplicar correctamente el reconocimiento de los síntomas
de fertilidad.
El 60,5% (90 alumnas), dicen no conocer signos de su fertilidad.

-137-
VIDA Y ÉTICA

3.3.10. ¿Desearías aprender a reconocer los síntomas?


Contestan sí, el 93% (138 alumnas) de las 149 encuestadas
¿Por qué?

• Me interesa saber más de mi cuerpo


• Porque tengo dudas.
• Porque todos los cuerpos son diferentes y los ciclos pueden variar.
• Para estar más informada sobre el tema.
• Porque lo veo útil para cuidarme
• Quisiera estar más informada, ya que es algo muy importante a esta edad.
• No me han enseñado cuáles son ésos síntomas.
• Es bueno tener conocimiento de cómo funciona el cuerpo y cuidarlo.
• Para conocerme más a mí misma.
• Me ayudaría el día de mañana para saber si estoy embarazada.
• Porque me da curiosidad.
• Porque creo que es útil y necesario.
• Necesito aprender más sobre los síntomas.
• Aunque un poco sepa siempre es importante saber de esto.
• Porque es interesante aprender sobre estas cosas ya que uno nunca sabe si es fértil
o no, si está en condiciones o si tiene alguna enfermedad.
• Todos tenemos que estar al tanto de este tema para aprender a cuidarnos.
• En algún momento me puede llegar a servir.
• Tendría que saberlo para toda mi vida.
• Es súper importante saberlo para poder cuidarse.
• Para conocer mi cuerpo y no cometer ningún error.
• Es preferible estar bien informada a que ocurran embarazos o se contagien de ETS
• Para poder darme cuenta cuando llegue a pasar, obvio, cuando sea más grande.
• Me parece algo muy importante para la prevención.
• Para tener más precaución y conocer mejor mi cuerpo.
• Me ayudaría a mejorar.
• Esto me ayudaría en un futuro a planear mi familia
• Porque es mejor para alguien que no quiere tener hijos.
• Para evitar posibles problemas en el futuro.
• Para estar más segura al momento de las relaciones sexuales.
• Para que ninguna mujer (que no quiera quedar embarazada) no mantenga
relaciones sexuales.
• Es importante porque así podríamos evitar embarazos tempranos.

Contestan NO, el 7% (11 alumnas) de las 149 consultadas


¿Por qué? 10 alumnas no escriben respuesta. 1 escribe “el tema no me interesa”.

-138-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

Perspectiva general de las repuestas recibidas:


• Aparece una constante que se expresa en la necesidad de conocer más sobre
su cuerpo.
• Ven en la educación integral de la sexualidad prevención, orientación y cui-
dado para su futura vida sexual.
• Se reflejan conceptos valiosos en favor de la maternidad y responsabilidad
procreativa.
• Es de considerar además que lo que desean aprender sobre su fertilidad lo
proyectan necesario, pero en el futuro.
• Hay frases escritas en tercera persona, distanciando la posibilidad de que les
ocurra a ellas las consecuencias imprevistas.
• Calculan la necesidad de conocer sobre el tema para más adelante.
• Escriben sobre la necesidad de evitar riesgos, errores, accidentes, prevención,
se deduce que se refieren a embarazos imprevistos, y/o ITS.
• Es frecuente encontrar también, respuestas que transmiten el deseo de no
tener hijos.
• Algunas respuestas reflejan insensibilidad sobre el tema.
• La mayoría de las respuestas presentan interés por resolver dudas en el tema
de la prevención de embarazos.
Se ha constatado que habiendo analizado las respuestas escritas de cada
alumna ordenadas por institución, no existen grandes diferencias en la calidad de
sus contenidos. La gran mayoría de las respuestas de las estudiantes son comunes
en las cuatros instituciones, tanto de gestión estatal como de gestión privada y
perteneciendo a distintas orientaciones o modalidades de aprendizaje cursadas.

-139-
VIDA Y ÉTICA

CAPÍTULO IV
1. Conclusiones:
Con el presente trabajo se inició un proceso de sensibilización en las comu-
nidades educativas sobre la educación integral de la sexualidad, en Rodeo del
Medio, localidad del departamento de Maipú, Mendoza.
El trabajo de la investigación incentivado por la comprobación de la hipótesis
que refiere: “Los conocimientos que poseen las adolescentes mujeres acerca de su
fertilidad son escasos e incompletos”, con la metodología aplicada nos permitió
comprobar la hipótesis enunciada y acceder a las siguientes conclusiones:
Se valora que el 86% (128 alumnas), marcaron correctamente asociando la
fertilidad de la mujer con la posibilidad de embarazo.
Se evidencia que el 42% (63 alumnas), desconoce cuándo inicia su ciclo ovárico.
El 67% (100 estudiantes de las 149 consultadas), no saben cuándo son fértiles
dentro del ciclo.
El 9% (13 alumnas), marcan ser fértiles durante los 28 días del ciclo. Es decir,
creen que una relación sexual, en cualquier día del ciclo puede derivar en una
gestación.
Se subraya que el 59% (88 alumnas), no conocen dónde se produce la ovu-
lación. Este error pone de manifiesto los escasos conocimientos de anatomía y
fisiología básica del sistema reproductor femenino.
También se registra que el 80% (119 alumnas), no conoce el tiempo de vida
del óvulo. Por lo tanto no tienen la posibilidad de delimitar la ventana de fertili-
dad.
Se registra que el 56% (83 alumnas), responden correctamente al marcar
que una mujer es fértil en el día de la ovulación, pero el 44% (66 chicas), no
saben cuándo se pueden quedar embarazada
El 60,4% (90 alumnas) indican haber recibido “algunas veces” enseñanza so-
bre fertilidad.
Se puede inferir que la educación sexual integral no ha sido planificada de
forma sistemática en cuanto a frecuencia sostenida ni en complejidad creciente
durante el tiempo de escolaridad.
Se constata que analizando resultados de las 6 primeras preguntas: se logra el
promedio de 49% de respuestas correctas y el 51% de respuestas incorrectas.
-140-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

Si estos porcentajes se traducen a un sistema de calificación donde se aprueba


con el 70% de respuestas correctas, no se logran los conocimientos suficientes de
aprendizajes programados.
No obstante:
• Las jóvenes se manifiestan interesadas sobre el Reconocimiento de su Fer-
tilidad. Manifiestan intenciones deseando la educación integral de la sexualidad
como prevención, orientación y cuidado para su futura vida sexual.
• Las alumnas que reconocen algún signo de fertilidad en su cuerpo al escribir
sus respuestas reflejan conocimientos parciales.
• Se deduce la imposibilidad de conocer, interpretar, y aplicar correctamente
los síntomas de fertilidad.
• Asimismo aparece el deseo de conocerse y capacitarse con el propósito de
vivenciar plenamente una futura maternidad.
Estas premisas representan un reto educativo para el proceso de enseñanza/
aprendizaje de la ESI, en donde está ausente el Reconocimiento de los Síntomas
de Fertilidad de la mujer, fuente de valores propiamente humanos.

Resultados y conclusiones que surgieron de la implementación del proyecto


de intervención.
Se llevó a cabo una propuesta concreta aplicando el proyecto de intervención
educativa, en instituciones de enseñanza de nivel medio, en Rodeo del Medio
Maipú Mendoza. El mismo respondió a las necesidades expresadas por los alumnos
de conocer más sobre fertilidad.
Cabe señalar que se omitió el diseño del Proyecto de Intervención Educativa
con la finalidad de adaptar la presente Tesis a la revista “Vida y Ética”.

-141-
VIDA Y ÉTICA

1.1. Cuadro Síntesis de resultados de las 6 primeras preguntas (con imple-


mentación del proyecto educativo año 2018)
Respuestas Respuestas
Preguntas n: 134 %
% correctas incorrectas
N°1. Que una mujer sea infértil significa: 89 92 11 11

N°2. El ciclo ovárico de una mujer comienza: 69 71 31 32

N°3. Una mujer puede ser fértil durante: 49 50 51 53


N°4. La ovulación se produce en: 53 55 45 48
N°5. Un óvulo vive: 78 80 23 22
N°6. ¿En qué momento del ciclo una mujer es fértil?: 75 77 25 26
Resultado total 69 425 31 193

Estos resultados son los logros del desempeño del alumno, dando respuestas a
las situaciones planteadas en la evaluación escrita y según sus deducciones de la
información recibida dirigida hacia los objetivos previstos.
Los resultados de las evaluaciones escritas se presentaron a los equipos de
conducción de las instituciones que participaron en la ejecución del proyecto
para su análisis institucional.

1.2. Cuadro comparativo de resultados:


Implementación Proyecto 2018
Preguntas Trabajo de investigación 2017 n149
n134
% correctas % incorrectas % correctas % Incorrectas
N°1. Que una mujer sea infértil
86 128 14 21 89 92 11 11
significa:
N°2. El ciclo ovárico de una
58 86 42 63 69 71 32 31
mujer comienza:
N°3. Una mujer puede ser fértil
33 49 67 100 49 50 51 53
durante:
N°4. La ovulación se produce en: 41 61 59 88 53 55 45 45

N°5. Un óvulo vive: 20 30 80 119 78 80 22 23


N°6. ¿En qué momento del ciclo
56 83 46 66 75 77 25 26
una mujer es fértil?:
Resultado total 49 437 51 457 69 425 31 193

-142-
Resumen de Tesis / ARTÍCULOS

Haciendo un ejercicio de comparación de resultados cuantitativos en porcen-


tajes, entre el trabajo de la investigación para la Tesis y los resultados obtenidos
de la evaluación del Proyecto de Intervención podemos inferir que:
Se confirma un avance en los resultados de aprendizaje, del 49% obtenido en
el trabajo de investigación se alcanza al 69% sumando un 20% de mejora.
Las respuestas incorrectas han disminuido del 51% al 31%, señales que sien-
do satisfactorias para esta evaluación, no confirma que sean aprendizajes sufi-
cientes ya que 6 horas reloj destinadas al proyecto de intervención se consideran
escasas para un proceso que implica; motivación para la incorporación de saberes,
habilidades de aplicación afianzado y seguimiento ciclo a ciclo.
Al evaluar de forma continua actitudes de los alumnos, se percibió en los edu-
candos, escucha activa y participativa favoreciendo la interacción y aceptación.
En sus respuestas escritas de aspectos cualitativos se evidenció la necesidad
de autoconocimiento, certificación de sus propios síntomas de fertilidad, disminu-
ción de miedos y motivación para dar continuidad al proceso iniciado.
Como eje transversal se presentó una enseñanza que orienta en la prevención
y conservación de la salud.
Con la enseñanza/aprendizaje sobre educación integral de la sexualidad y el
Reconocimiento de la Fertilidad, no se intenta prefijar su fin sino presentarles su
propio medio.
El tiempo disponible sólo permitió una aproximación al desarrollo de los con-
tenidos, siendo esta, una actividad significativa por la sensibilización que se creó
en las comunidades educativas.
La enseñanza aprendizaje sobre educación integral de la sexualidad debe dejar
de ser ocasional para transformarse en una actividad sistemática y continua que
ayude al mejoramiento de la calidad de los aprendizajes, favorezca el rendimiento
de los alumnos y contribuya a perfeccionar el Proyecto Educativo Institucional.
Manifiesto mi agradecimiento a todos los alumnos, primeros protagonistas en
esta experiencia, al equipo de conducción de las instituciones participantes que
autorizaron incondicionalmente a realizar esta iniciativa educativa, como así tam-
bién a los docentes que acompañaron con su presencia el desarrollo de las clases.

-143-
VIDA Y ÉTICA

Mi gran agradecimiento a la Dra. Zelmira Bottini de Rey quien a la distancia,


me guió generosamente para que esta ilusión fuera posible.

“Toda la corporeidad femenina es atravesada periódicamente


por el ciclo de vida.
Toda mujer lleva consigo su propia riqueza y la promesa de la vida
que no termina en ella…”.

Extraído y adaptado
VII Congreso Internacional
de María Auxiliadora Bs. As.
Nov. 2019
Hna. Linda Pocher

Tesis de Maestría en Ética Biomédica UCA Bs.As.


Mag. Mercedes Pennesi

-144-
OPINIÓN Y COMENTARIOS

La legalización Roberto Germán Zurriaráin


Contacto: roberto.german@unirioja.es

de la eutanasia • UCAM. Universidad Católica San Antonio

en España
¿Queda resuelto
el problema
humano del dolor
y del sufrimiento?

Palabras clave Key words


• Eutanasia • Euthanasia
• Cuidados paliativos • Palliative care
• Dignidad • Dignity
• Derecho • Right
• Libertad • Freedom
• Autonomía • Autonomy
• Dolor • Pain
• Sufrimiento • Suffering
Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 junio 2021 -145-
VIDA Y ÉTICA

resumen ABSTRACT
El Congreso de los Diputados espa- The Spanish Congress of Deputies
ñol ha aprobado la ley de regulación has approved the law regulating
de la eutanasia. Precisamente, este euthanasia. Precisely, this article deals
artículo trata sobre los conceptos más with the most important concepts that
importantes que se han utilizado para have been used for the legalization of
la legalización de la misma y el suicido the same and the medically assisted
medicamente asistido: dignidad, dere- suicide: dignity, right, freedom, and
cho, libertad, y dolor-sufrimiento. pain-suffering.
La dignidad humana es el princi- Human dignity is the individual
pio individual y social por excelencia, and social principle par excellence and
y del que se derivan los otros tres. Por from which the other three are derived.
esta razón, por defender la dignidad se For this reason, simply, by the fact of
está en contra de esta nueva Ley. Sin being it, it is against said Law. However,
embargo, el supuesto derecho a la eu- the supposed right to euthanasia is
tanasia es propio de una visión exclusi- typical of an individualistic exclusively
vamente individualista y reduccionista and reductionist visión of the human
del ser humano; y de una libertad des- being; and of a freedom detached
vinculada tanto de la bondad o mal- both from the goodness or badness of
dad de la elección y acción realizadas, the choice and action carried out, and
como de la responsabilidad hacia la from the responsibility towards the
vida de los demás. lives of others.
Frente a ofrecer la eutanasia, como Faced with offering euthanasia,
única solución al dolor y al sufrimiento as the only solution to the suffering
de las personas en la última etapa de su of people in the last stage of their
vida, deben proponerse unos cuidados life, quality palliative care should be
paliativos de calidad. Estos son la úni- proposed. These are the only ethical
ca opción ética acorde con el respeto a option, consistent with respect for
la dignidad humana. Respetar, valorar, human dignity. Respecting, valuing,
cuidar, y atender a la vida humana vul- caring for, and attending to vulnerable
nerable y frágil suponen progresar en and fragile human life means progress
humanidad. in humanity.

-146-
La legalización de la eutanasia en España / OPINIÓN Y COMENTARIOS

Introducción
España se ha convertido en el séptimo país del mundo que regula la eutanasia
con la Ley Orgánica 3/20211. Los otros son Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Ca-
nadá, Colombia y Nueva Zelanda. Este último prevé que su ley entre en vigor en
noviembre de este año. Otro grupo de países –Suiza, algunos estados de Estados
Unidos y dos de Australia– permite el suicidio asistido.
Los argumentos a favor de la aprobación en España de la primera Ley que des-
penalizaba y regularizaba la eutanasia, giraron en torno a varios conceptos: dig-
nidad, derecho, libertad y dolor-sufrimiento. Decir, de entrada, que los que están
en contra de esta Ley no son ni crueles, ni inhumanos, ni faltos de compasión, ni
contrarios al progreso, ni insensibles al dolor y sufrimiento humanos. Precisamen-
te, por defender la dignidad de la vida del enfermo están en contra de dicha Ley.

1. Dignidad Humana
Toda ley que emane de una sociedad democrática debe aspirar al bien común.
En consecuencia, nos tenemos que preguntar si el precepto legislativo aprobado
lo busca, persigue y consigue.
Desde un punto de vista jurídico, esta Ley, que influye, de manera decisiva, en la
reflexión acerca del bien común, supone, una extraordinaria transformación legal,
pues se pasa de considerar la eutanasia como un delito, donde queda prohibida

1 B.O.E núm. 72, de 25 de marzo de 2021, 34037 a 34049, [acceso: 26/03/2021]. Disponible en: https://www.boe.
es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2021-4628.
Sorprende que esta Ley Orgánica se haya tramitado durante los sucesivos estados de alarma decretados en
España en el contexto de la pandemia del Covid-19. Sorprende también que con cerca de 100.000 fallecidos a
causa del virus se haya dado prioridad a una norma legal que establece la prestación sanitaria de la eutanasia.
Esta Ley ha sido aprobada sin debate social preliminar, y diálogo entre los distintos pareceres de entidades o per-
sonas involucradas en el tema. No ha contado con la opinión del Consejo de Estado; ni con el parecer del Comité
de Bioética de España; del Consejo General del Poder Judicial, ni con el asesoramiento de Colegios Profesionales
directamente relacionados con la temática.
Por su parte, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa en el 2012, en la Resolución 1859, afirmó ex-
presamente que la eutanasia, en el sentido de muerte intencional por acción o por omisión… de un ser humano
dependiente para su supuesto beneficio, debe ser siempre prohibida.
Y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la sesión de 1990, celebrada en Ginebra, considera que “existe
una alternativa viable a la muerte dolorosa, tendrían que concentrarse los esfuerzos a la implantación de
programas de tratamiento paliativo, antes que ceder ante las presiones que tienden a legalizar la eutanasia”.
Distíngase, aunque el fin sea el mismo, entre eutanasia, donde se precisa la acción directa de un profesional
sanitario, y suicidio asistido, donde es el propio interesado quien ejecuta la acción de acabar con su vida con un
soporte logístico externo.
-147-
VIDA Y ÉTICA

su institucionalización, a crear un nuevo derecho subjetivo2. Efectivamente, desde


este punto de vista, el Estado tiene el deber de proporcionar la muerte a petición
de la persona a través del sistema sanitario, asistiendo así a un enorme cambio
jurídico, social y cultural que equipara y confunde moralidad con legalidad.
Además, la compresión del concepto de dignidad humana es distinta entre los
partidarios de esta Ley y sus detractores. Estos opinan que la dignidad humana
pasa de ser una condición objetiva (innegociable, indisponible, inviolable), base
de nuestro ordenamiento jurídico, a una percepción subjetiva3, al considerar que
la voluntad individual es la única fuente de moralidad4. De modo que la dignidad
ha pasado de ser el reconocimiento del valor infinito de las personas a concebirse
como el derecho a la autodeterminación cuasi absoluta del individuo, esto es, a la
capacidad de decidir sin asumir responsabilidades ni consecuencias5.
Así es, porque lo que se dirime con esta Ley es si el término dignidad es sinó-
nimo de autonomía individual en el sentido de autodeterminación sin límites6, o
si, por el contrario, es un valor objetivo, inherente, inconmensurable, intrínseco

2 No obstante, la consideración de delito no conduce, de forma obligada, a una privación de libertad. Entre la
persecución penal de algunos casos eutanásicos y la consagración de la muerte como un derecho subjetivo, hay
vías intermedias.
A esto se suma que su legalización, como normalización de la misma, reduce la cuestión de la eutanasia a un
acto procesal, resultado de un acuerdo meramente contractual entre médico y paciente. De esta manera, la eu-
tanasia se vuelve, desde el punto de vista moral, completamente neutral, ver LEMMENS W. Cuando la conciencia
vacila. Algunas reflexiones sobre la normalización de la eutanasia en Bélgica. En DEVOS T. (ed.) Eutanasia. Lo que
el decorado esconde. Reflexiones y experiencias de profesionales de la salud. Salamanca: Sígueme; 2020. p. 82.
3 Cfr. TORRALBA JM. “Dignidad humana y autonomía personal en la nueva ley de eutanasia”, Periódico El
Español, 17 de octubre de 2020. [acceso: 27 de diciembre de 2020]. Disponible en: https://www.elespanol.com/
opinion/tribunas/20201017/dignidad-humana-autonomia-personal-nueva-ley-eutanasia/528817119_12.html.
Montero afirma: “Dar un paso en pro de la eutanasia significa, en realidad, consagrar la idea del valor relativo y
subjetivo de la dignidad humana”, MONTERO E. ¿Hacia una legalización de la eutanasia voluntaria? Reflexiones
acerca de la tesis de la autonomía. La Ley, Revista Jurídica Española de Doctrina, Jurisprudencia y Bibliografía.
1999; 2: 1722-29.
4 Cfr. La mera voluntad de la persona no es condición necesaria y suficiente para legitimar elecciones, ASOCIA-
CIÓN UNIVERSITARIA IRAGARRI. Jornadas: Sufrimiento al final de la vida. Cómo afrontarlo. Vitoria-Gasteiz, 15
de enero de 2021.
5 Ver TORRALBA JM. [acceso: 26/03/2021]. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=tECXsa5L9w&lis-
t=PLKD6YllIdHLc9UVCmyrr8NjW1VQqxQAF5&index=2.
6 Sobre los partidarios de la autodeterminación de la eutanasia, véase RIVERA LÓPEZ E. Eutanasia y autonomía.
Humanitas: Humanidades Médicas. 2003; 1: 93-100. Y acerca de que la eutanasia no depende del derecho a una
decisión autónoma individual, véase MARTÍNEZ OTERO J. Cuando la autonomía sólo beneficia a algunos: crítica
de una hipertrofia. VI Seminario Internacional de Bioética: El futuro de la bioética en la lucha contra la exclusión
y la pobreza. 2016, Universitat de València.
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La legalización de la eutanasia en España / OPINIÓN Y COMENTARIOS

e inalienable a la propia condición humana, invariable a lo largo de toda nuestra


existencia. Para esta segunda acepción, si se es persona se tiene dignidad, con inde-
pendencia de sus capacidades, circunstancias, de su estado de salud física o mental.
En cambio, si se opta por la primera opción, el derecho a la vida deja de ser la
raíz sobre la que se fundamenta los códigos morales y de conducta, las leyes de
los países democráticos, y se ensalza la eutanasia (que biológica y éticamente es
muerte provocada, no natural) como principio absoluto, convirtiendo el derecho
a morir (deseo subjetivo) en la máxima de nuestras relaciones sociales que impo-
sibilita el bien común.
En esta dirección, hay quienes esgrimen la necesidad de esta Ley aduciendo la
autonomía de las personas. En concreto, esta Ley habla de “respetar la autono-
mía” de quien considere que se encuentra en condiciones incompatibles con su
dignidad individual. Según este parecer, habrá condiciones de enfermedad grave
o terminal que hagan la vida indigna. De tal manera que la única dignidad que
existe es la autonomía individualista (no como “autonomía interrelacionada o
personalizada” que incluye su dimensión social), que decide si vale o merece la
pena vivir, de modo que sería una obligación respetar tal autodeterminación.
No obstante, esta visión supone un deterioro del concepto de dignidad hu-
mana7, pues se percibe como algo que va disminuyendo a medida que perdemos
facultades y salud, y olvida la inclusión de la protección de los vulnerables, al ser
la dignidad un valor que no es destruido por la enfermedad terminal, ni por la
dependencia, la depresión, la soledad, el sufrimiento o la debilidad.
La dignidad se reconoce, no se concede, porque el ser humano es digno por el
hecho de ser un “ser humano”, por el hecho de existir. Su ser es su dignidad8. Por
tanto, la autonomía individual es expresión de la dignidad de todo ser humano, no
esta expresión de aquélla, porque la dignidad del ser humano nunca es conferida
en atención a ciertas características. El ser humano es digno por lo que es (perso-
na), no porque lo sabe o siente.
La dignidad es el principio fundamental, básico, del que se tiene que partir, y
evita que cualquier ser humano se convierta en juez para decidir si otro carece
o no de ella. La vida humana es un valor intrínseco derivado de su dignidad que
no lo otorga la sociedad, los jueces, los políticos, ni tan siquiera uno a sí mismo. Y

7 Sobre el sentido del concepto de dignidad, véase VILARROIG J. Dignidad personal: aclaraciones conceptuales
y fundamentación. Quién. 2015; 2: 49-63.
8 Cfr. MELENDO T, MILLÁN-PUELLES L. Dignidad ¿una palabra vacía? Pamplona: Eunsa; 1996.
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VIDA Y ÉTICA

el respeto a la dignidad humana se desarrolla en el respeto a otros derechos: vi-


vienda, salud, trabajo, familia…No podemos caer en siguiente trampa: pensar que
disponer de condiciones óptimas de salud es más importante que defender la vida.
Toda vida humana “merece la pena”, porque su dignidad, al radicarse en el
hecho de ser persona, es un nombre propio, no un adjetivo. Poner una serie de
condiciones a la vida humana, ya sean puestas por uno mismo o por su entorno,
es abrir una puerta donde esta deja de ser un valor en sí mismo y sobre la que se
podría disponer. La vida humana es la fuente de todos los bienes y derechos, es la
esencia de la condición humana y el presupuesto necesario para la actividad del
hombre y la convivencia social; en el polo opuesto está la muerte que es el no ser,
la inexistencia.
La vida no está a disposición, por lo que prevalece sobre cualquier otro valor
que colisione con ella, es decir, la vida goza de una protección superior a la de
otros derechos, y tiene una naturaleza indisponible para su titular.
Por consiguiente, la dignidad abarca toda la vida de una persona como querida
en y por sí misma. El respeto a la dignidad implica el respeto a la vida del hombre
que, en sí, es digno. Es la regla para medir el comportamiento hacia los demás
seres humanos y también consigo mismo. De tal manera que, si agredimos la dig-
nidad de un solo ser humano, agredimos a todos los seres humanos, y acabamos
con nuestra propia existencia.
Por otro lado, la dignidad de todo ser humano debe ser el límite por excelencia
frente a las vulneraciones que pudiera sufrir de manos de otros, e incluso de sí
mismo. En consecuencia, la dignidad es el cauce de nuestra libertad individual;
el límite absoluto de carácter ético anterior a cualquier tipo de ponderación, que
exige que nuestra acción esté a la altura de lo que esa dignidad reclama.
Asimismo, hay que advertir un profundo contrasentido en esta Ley: si la dig-
nidad consiste en respetar la autonomía individual, ¿por qué solo se permite la
eutanasia a los enfermos en situación de terminalidad o cronicidad grave?, ¿por
qué negarles a los demás lo que les concedemos a otros? Si el “derecho a la muer-
te” o el “derecho a morir o poner fin a la vida” se deriva de la dignidad humana,
lo lógico sería entonces conferirlo a cualquier persona, sana o enferma en toda
situación y contexto.
Yendo al fondo de la cuestión, esta Ley omite la doble dimensión del concepto
de dignidad: individual y social. La negación de esta última se comprueba al ad-
mitirse que en algunas circunstancias alguien o uno mismo pueda disponer de la
vida. Con este pensamiento se afirma, de forma expresa, que la vida humana no
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La legalización de la eutanasia en España / OPINIÓN Y COMENTARIOS

es incondicional, y que se reduce a su dimensión individual. Por eso, abogar por


la eutanasia afianza la infravaloración en la sociedad de los “no-útiles”, que se
traduce, por ejemplo, en su déficit de asistencia sociosanitaria.
Esta medida legislativa parece que admite que hay vidas humanas que me-
recen no ser vividas. De esta manera, se daña a la sociedad, porque conduce a
admitir que hay vidas dignas e indignas. Se modifica el sentido de la dignidad
humana y, sobre todo, se cambia el modo en que las personas enfermas, mayores
y dependientes se enfrentan a su situación9.
Por lo tanto, con la promulgación de esta Ley, la sociedad asume la autodes-
trucción como un bien social; elige lo malo como bueno, porque la supresión de
la vida del paciente es considerada como algo digno. Y esto es una barbaridad.
A esto se añade que una normativa legal de la eutanasia, y una mala praxis
médica en casos de patologías difíciles de controlar, crea una mentalidad que
trivializa la muerte provocada de manera intencionada hasta convertirla en un
hecho socialmente admisible, que se realiza por motivos cada vez más nimios10,
y que se la considera como la única solución ante situaciones difíciles. Este es el

9 Cfr. GERMÁN ZURRIARÁIN R. Vulneraciones de la dignidad humana al final de la vida. Cuadernos de Bioética.
2017; 92: 83-97.
Además, estar a favor de la eutanasia colisiona con la Resolución sobre la prohibición de la participación de mé-
dicos en la Pena de Muerte, de 2018. Se utilizan, sobre todo, dos argumentos para rechazar la pena de muerte: 1)
no es necesaria (hoy en día se puede prevenir el crimen con otros métodos), 2) es injusta (ninguna vida humana
es descartable). El respeto a la vida lleva a la supresión de la pena de muerte, pues atenta contra la dignidad
humana. En cambio, estos mismos argumentos no se utilizan para rechazar la eutanasia.
10 Cfr. CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA. La Eutanasia: 100 cuestiones y respuestas sobre la defensa de la
vida humana y la actitud de los católicos. Madrid: Paulinas; 1993. núm. 42. En este número se afirma: “Legali-
zada la eutanasia, se abrirían las puertas a prácticas siniestras, pues la compasión podría ser utilizada como
disculpa para justificar la eliminación de los débiles, los deficientes, los terminales”.
Si se admite una “eutanasia por compasión” se abre un camino de difícil retorno. Una vez abierto no tardaría en
colarse siniestras ampliaciones. Por ejemplo, ¿qué impediría aplicar la muerte a los más débiles, a los deficientes,
a los considerados socialmente no útiles, a los que no pudieran manifestar su voluntad?, ¿cuál sería el impedi-
mento para suprimir la vida de los deficientes psíquicos profundos? Es lo que se denomina “pendiente resbaladi-
za”, “que facilita las prácticas eutanásicas no solo en pacientes terminales que padecen sufrimientos insopor-
tables, sino también en pacientes no terminales, e incluso en personas sin ningún sufrimiento constatable, pero
sobre todo lo más grave es, a nuestro parecer, que se abre la puerta a la «eutanasia involuntaria». [acceso: 26 de
abril de 2021]. Disponible en: Aznar Lucea J. https://www.observatoriobioetica.org/2021/03/la-arriesgada-pen-
diente-resbaladiza-de-la-eutanasia/35603?utm_source=mailpoet&utm_medium=email&utm_campaign=-
que-son-los-cuidados-paliativos-las-enfermedades-cardiovasculares-principal-causa-de-mortalidad-por-en-
fermedades-no-contagiosas-la-fatiga-el-sintoma-mas-frecuente-de-la-covid-persistente-no-586_2.
Sobre este asunto, véase también VEGA GUTIÉRREZ J, ORTEGA I. La «pendiente resbaladiza» en la eutanasia en
Holanda. Cuadernos de Bioética. 2007; 62: 89-104.
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VIDA Y ÉTICA

escenario promovido en el que tiene lugar la aprobación de esta Ley: un clima


social de desinterés y desprotección hacia las personas especialmente frágiles y
vulnerables (ancianos, síndromes de Down, dependientes, los que sufren enferme-
dades mentales, demencia...).
Esta Ley supone, también, un menoscabo en el significado del concepto de per-
sona: de un ser relacional a la de un mero sujeto aislado, cerrado en sí mismo, no
entendido en términos de interdependencia. Suprime que mi acción repercute en
los demás y olvida que “para que los seres humanos sean, vivan, crezcan y cons-
truyan humanidad, deben aceptar la complementariedad y la dependencia”11.
Por otra parte, en este debate a favor de la eutanasia se utiliza, frecuentemen-
te, el concepto de “calidad de vida”. Este concepto es expresión y consecuencia
también de la dignidad humana, y no al revés. Si se las identifica, se corre el riesgo
de que cuando la calidad de vida decae, se piense que la vida también pierde su
dignidad. Esta es la que nos impulsa a buscar la mejor calidad de vida posible, y no
esta la que nos sirve de metro para establecer la dignidad del sujeto. Abandonar
este principio por la visión dramática de minusvalías profundas conduce a hacer
depender el derecho a la vida de la calidad de esta, lo que abre la posibilidad de
colocar la frontera del derecho a la vida con arreglo a “criterios de calidad” cada
vez más exigentes, según el grado de egoísmo o de comodidad que impere en la
sociedad, y, según los cuales, cuando el paciente no los supere, podría solicitar la
muerte y, en consecuencia, renunciar a su dignidad y libertad de forma definitiva.
Por último, es propio de la dignidad humana aceptar la llegada de la muerte
en las condiciones de unos cuidados que mitiguen los sufrimientos finales del ser
humano. Este no pierde la dignidad por sufrir; por el contrario, lo indigno es basar
su dignidad en el hecho de que no sufra. No hay que olvidar que lo que es digno
es la vida, no la muerte. Hay que luchar por la dignidad de la vida de las personas
hasta el final, no por la “muerte digna”. La vida siempre es digna, lo que hay que
evitar son las circunstancias indignas. Por eso, querer la muerte digna de un pa-
ciente que sufre es darle los cuidados paliativos que requiere.

11 DOPCHIE C. El doctor convertido en instrumento. En DEVOS T. (ed.), op. cit. p. 62.


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La legalización de la eutanasia en España / OPINIÓN Y COMENTARIOS

Por eso, es una contradicción hablar de “muerte digna” para referirse a la euta-
nasia. Primero, “muerte digna” y ayudar a morir no son sinónimos de eutanasia12.
Y segundo, digna solo es la vida, no la muerte. Esto implica que habrá que destinar
todos los recursos necesarios, para que acontezca la muerte en condiciones acor-
des a la dignidad del ser humano.

2. Derecho a la vida, ¿derecho a la muerte?


Otro de los términos empleados por esta Ley es el de “derecho a una muerte
digna”, entendido como el derecho de cada cual a disponer de su propia vida en
el uso de su libertad y autonomía individuales.
Entiéndase que el derecho a la vida deriva, y esta es la idea principal, del
concepto de dignidad de la persona. Todos los seres humanos, por enfermos que
estén, no pierden sus derechos. Sin embargo, con esta Ley, los derechos funda-
mentales no son patrimonio de todo hombre por el hecho de serlo, sino objetos
a disposición de la voluntad de la mayoría. El pretendido derecho a acabar con
su vida no es para el hombre una afirmación de su dignidad, sino el intento de
negarla en su misma raíz.
El Tribunal Constitucional español ha negado que exista un “derecho a morir”
o poner fin a la propia vida. Véase, por ejemplo, como los Tribunales de Justicia
han ordenado la alimentación forzosa de terroristas encarcelados, y en peligro de
muerte por huelga de hambre. También han dictado la obligación de los médicos
de salvar la vida de quienes la pusieron en riesgo al intentar suicidarse. Niegan
validez al ejercicio de la voluntad de quien quiere renunciar a los derechos. No se
tiene, ni existe el derecho a morir o quitarse la vida.
Nadie tiene derecho a un mal objetivo. Es un absurdo invocar los derechos
no para un bien, sino para un mal objetivo. Por el contrario, si suicidarse es un
derecho, entonces uno puede reclamar que su derecho sea atendido (no intentar
convencerlo de lo contrario), y que haya quien le ayude a su cumplimiento. El
Estado y la sociedad tendrían el deber de ayudar a suicidarse. Afirmar esto es un
despropósito. Pues lo mismo pasa cuando se habla de la eutanasia como “derecho
a morir” del paciente, pues significa que el Estado y nosotros mismos estaríamos

12 “La eutanasia no ofrece morir con dignidad, simplemente anticipa el momento de la muerte, pero no te
ayuda a morir mejor. Lo que sí ayuda a morir mejor es una atención médica adecuada, un equipo asistencial
competente y compasivo, la familia y la sociedad”. REQUENA P. [acceso: 10 de febrero de 2021]. Disponible en:
https://omnesmag.com/foco/continua-el-debate-sobre-la-eutanasia/, 29 de septiembre de 2020.
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VIDA Y ÉTICA

obligados a atender ese derecho13, y sostener esta idea es un disparate que repug-
na al sentido común.
La muerte no es un derecho, sino una consecuencia de nuestra condición bio-
lógica de seres limitados. Esta llegará, pero nunca de forma forzada. Por eso, es
paradójico y un error en sí mismo, hablar de la eutanasia como el “derecho a mo-
rir” o la “obligación de matar”. Estos conceptos se parecen al sinsentido de quien
afirma “este círculo es un cuadrado”. Intentar encontrar sentido a un sinsentido
es empresa imposible. No se puede hablar de un derecho que, a la vez, acabe con
cualquier derecho, ni de una obligación que lleve a matar. Por eso, ¿cómo se puede
hablar de progreso ante una Ley que admite el “derecho a morir o matar”?
No hay que confundir un deseo con un derecho, por desear algo no se convier-
te automáticamente en derecho, es decir, confundir el deseo de la muerte con que
la muerte sea un derecho.
También se ha dicho, para justificar esta Ley, que “mientras la eutanasia no
sea obligatoria debe aceptarse en una sociedad pluralista”, o “despenalizar la
eutanasia no significa hacerla obligatoria”. En el fondo, los promotores y defen-
sores de esta Ley piensan que su aprobación ofrece una posibilidad. Indican que
no sólo no se obliga a nadie a pedirla, sino que también amplía las libertades de
todos. Declaran textualmente: ¡que recurra a la ley quien, libremente, quiera!
Sin embargo, esta aseveración es una falacia, porque la inmensa mayoría de las
personas candidatas a la eutanasia no son libres, al estar inmersas en un contexto
de vulnerabilidad.
Con esta mentalidad se está trasladando a la ciudadanía dos mensajes. Prime-
ro, que la eutanasia es, únicamente, como se ha dicho, una cuestión individual sin
ninguna repercusión social. Y segundo, más importante si cabe, es que la defensa
de la dignidad de la persona y sus derechos, incluido el primero de ellos, que es
el derecho a la vida, deja de ser el objetivo principal de la sociedad y del Estado.
Esta Ley en vez de defender la vida pasa a ser responsable de la muerte in-
fringida. La Constitución española confiere al Estado la obligación de respetar y
proteger la vida, incluso frente al titular de la misma, esto es, cuidar y atender la

13 García Pastor afirma: “La petición de querer morir estaría en este tipo de acciones que una sociedad no
puede tolerar. La justicia social y el bien común exigen que ningún ciudadano pueda cooperar o ejecutar la
eliminación de otro, aun cuando este preste su consentimiento y hasta lo solicite. El estado debe legislar
protegiendo la vida de todos los ciudadanos especialmente de los más débiles”. [acceso: 12 de enero de 2021].
Disponible en: https://www.diariofarma.com/2021/01/10/traspasar-la-linea.
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La legalización de la eutanasia en España / OPINIÓN Y COMENTARIOS

vida de los más débiles, ofreciéndoles toda la ayuda y el apoyo que precisen en
su situación particular. Sin embargo, la legalización de la eutanasia y del suicido
medicamente asistido hace que el médico tenga la obligación de garantizar el
ejercicio del “derecho a morir”14, por lo que no solo implica que no se sancione la
conducta de matar a alguien, sino también a que se la considere buena, haciendo
viable el posible contagio social que incremente la demanda, y convierta a los
médicos en cooperadores necesarios del suicidio de los pacientes o “agentes-eje-
cutores de la muerte”. Entonces, ¿cómo se concilia lo que se configura como un
derecho prestacional que debe ser garantizado por el Estado, con la libertad de
conciencia de los profesionales de la salud15?
Al mismo tiempo, adviértase que los términos “médico” y “matar” son antóni-
mos. Vamos al médico porque cura, no porque provoca la muerte. La admisión de
la eutanasia, como uno de los quehaceres médicos, significa la modificación total
de la función y vocación del médico; afecta a su imagen social e implica la des-
trucción de la profesión médica en la que la confianza deja de ser el fundamento
de la relación médico-paciente, de la cual forma una parte esencial el convenci-
miento de que el médico no abandonará nunca a su enfermo, ni nunca le infligirá
ningún daño deliberado. Por primera vez, el médico va a empezar a ser, y esto es
una gran contradicción, el gestor de la muerte de su enfermo.

14 Sobre el “derecho a morir” hay que advertir que libertad y derecho no son sinónimos, de tal modo que tengo
la libertad de tener hijos, pero no tengo el derecho a un hijo, es decir, la libertad de morir la tengo, pero no el
derecho a pedir a un profesional sanitario que acabe con mi vida, porque implica a un tercero.
15 En este sentido, hay que garantizar la libertad de conciencia del médico, en tanto que derecho fundamen-
tal, estableciendo mecanismos que respeten el derecho a la objeción de forma reglada y planificada ante la
regulación de la eutanasia y el suicidio asistido, evitando que pueda ser discriminado en su puesto de trabajo
por razones de conciencia. Por eso, según la mayoría de la profesión médica, la redacción relativa a la objeción
de conciencia, en la ley española actual sobre eutanasia, no ha sido la más afortunada, ya que exige el registro
para desarrollar el derecho reconocido a la objeción. A este respecto, no considera oportuna la creación de un
registro de objetores de conciencia, porque la misma podría ir en contra del derecho a la confidencialidad y a la
no discriminación. Por el contrario, se pide como médico, pero también como paciente, un registro de aquellos
facultativos voluntarios que estén dispuestos a dar esa prestación.
En cualquier caso, este registro no debe ser público para que no se vulneren ciertos derechos (libertad de con-
ciencia, a la no discriminación y derecho a la protección de la intimidad), sino que debe estar bajo la tutela de
los responsables de las unidades asistenciales en cuyo ámbito está previsto garantizar una adecuada gestión de
la prestación, porque el Estado es el que se compromete a dar esos servicios. No puede echar la carga onerosa en
el objeto. Sobre este asunto, véase ALTISENT R. El confidente necesario y el registro de objetores a la eutanasia.
Diario Médico, 29 de marzo de 2021. [acceso: 22 de mayo de 2021]. Disponible en: https://www.diariomedico.
com/medicina/opinion/el-confidente-necesario-y-el-registro-de-objetores-la-eutanasia.html.
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VIDA Y ÉTICA

En particular, si los facultativos actuasen poniendo su ciencia médica al servi-


cio de quitar la vida, su actuación estaría en contra de su compromiso ético-pro-
fesional que se traduce en prevenir, curar, aliviar y cuidar. Por el contrario, si el
médico accede a practicar su primera eutanasia, entra en un torbellino moral del
que no podrá salir. Queda atrapado en la propia dinámica de su nueva moralidad
profesional, y ya no puede dejar de matar. No se puede pensar que lo haga por
perversidad. Lo hará simplemente por mero sentimiento, por un falso sentido de
justicia, por no denegar a un paciente lo que ha dado a otro… Por eso se hace muy
necesario incentivar y adquirir la enseñanza del Código de Deontología, como
asignatura básica y elemental, en todas las facultades de Medicina, y como garan-
tía imprescindible del enfermo y base que cimienta la relación médico-enfermo16.
De ahí que, por ejemplo, la Asamblea Médica Mundial (AMM)17, la Organi-
zación Médica Colegial de España18 y el Comité de Bioética de España19, junto a
otros colectivos sanitarios20 se opongan a la eutanasia, porque la consideran una
medida anti-médica, e insisten en la promulgación urgente de una ley nacional de
cuidados necesarios e integrales al enfermo.

16 Ver Homenaje a Gonzalo Herranz “Desde el corazón de la Medicina”, 2013: 123-40; 384-93.
17 Cfr. [acceso: 3 de enero de 2020]. Disponible en: https://www.wma.net/es/policies-post/declaracion-so-
bre-la-eutanasia-y-suicidio-con-ayuda-medica. Tiflis, Georgia. 19-10-2019. Reitera su fuerte compromiso con
los principios de la ética médica (…), oponiéndose firmemente a la eutanasia y al suicidio con ayuda médica. En
esta dirección, el Comité de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad considera que la Ley de
Eutanasia supone “una depreciación de las personas con discapacidad” y alerta de que su aprobación “tendría
un impacto profundamente negativo en las personas con discapacidad, con el peligro de una pérdida alta de
vidas”. Considera que el proyecto del texto legislativo español discrimina y estigmatiza a las personas con disca-
pacidad como “vidas de menor valor”. 18-12-2020. Disponible en: https://www.europapress.es/epsocial/igualdad/
noticia-onu-cree-ley-eutanasia-estigmatiza-discrimina-discapacidad-alerta-perdida-alta-vidas-20201218113340.
html
18 Recuérdese que el Código de Deontología Médica establece que “El médico tiene el deber de intentar la
curación o mejoría del paciente siempre que sea posible. Y cuando ya no lo sea, permanece su obligación de
aplicar las medidas adecuadas para conseguir el bienestar del enfermo. El médico nunca provocará intencio-
nadamente la muerte de ningún paciente, ni siquiera en caso de petición expresa por parte de este”. (Capitulo
VII. Artículo 36.3).
19 Informe del Comité de Bioética de España sobre el final de la vida y la atención en el proceso de morir, en
el marco del debate sobre la regulación de la eutanasia: propuestas para la reflexión y la deliberación. Madrid,
6 de octubre de 2020.
20 El Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM), el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región
(COEM), y el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM) han firmado el 13 de enero de 2021 una
Declaración oficial contra el Proyecto de Ley de Eutanasia.
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La legalización de la eutanasia en España / OPINIÓN Y COMENTARIOS

3. Libertad=Autonomía individual
También otro de los conceptos esgrimidos para justificar esta norma legal ra-
dica en el uso reducido de libertad entendida exclusivamente como autonomía
individual, es decir, como la capacidad del ser humano para hacer cualquier cosa
que quiera. Dicho de otra manera, la libertad de elección se convierte en la con-
dición necesaria y suficiente para fundamentar un valor y legitimar un derecho,
convirtiéndose en fuente absoluta e incondicionada de derechos.
Desde este significado parcial de libertad no tendrían razón de ser los orde-
namientos jurídicos, ni los Tribunales, ni el Estado, ni las leyes y ni los derechos
humanos cuando sus dictámenes no coincidiesen con mi punto de vista, criterio
u opinión.
De modo que este planteamiento de la libertad parte de un reduccionismo
al considerar la libertad humana como un bien desligado de toda referencia a la
verdad y al bien de la persona. En efecto, la libertad del individuo y su ejercicio a
través del desarrollo del principio bioético de autonomía, solo es verdadera liber-
tad si sumerge sus raíces en la verdad: la verdad de su persona, la verdad de su
biología, la verdad del valor incuestionable de la vida humana, cuyo respeto su-
pone un límite al ejercicio de esta autonomía. Desde este punto de vista, se puede
afirmar la existencia de una contradicción en sí misma: una libertad para morir.
Ahora bien, bajo el concepto de “libertad” se esconden dos realidades o di-
mensiones distintas: la primera, la única que se utiliza en esta Ley para justificar
la eutanasia es la de la libertad como facultad exclusiva de hacer o no una cosa u
otra. Entendida de esta manera, la libertad no es más que la mera constatación de
que el hombre puede actuar sin ser coaccionado. La segunda, de la que se prescin-
de por completo, es la que nos dice que si lo que se hace es bueno o malo, justo o
injusto, elogiable o repugnante.
Solo hay verdadera libertad humana si se dan juntas estas dos dimensiones en
mi acción, pues son aspectos necesarios de la misma y única libertad. Por eso, la
primera acepción, separada de la segunda, es una libertad sin verdad, esto es, una
“pseudolibertad”, pues no nos dice nada sobre si lo que el hombre hace o deja de
hacer es admisible o recomendable ética o jurídicamente, o si, por el contrario,
debe ser evitado. Pero también, la segunda sin la primera es ciega.
Imaginemos, por ejemplo, que una persona pidiera, en el uso legítimo de su
libertad individual, ser esclavo. Nadie estaría a favor de dicho deseo. La sociedad le
negaría el cumplimiento de tal pretensión. Esta negación proviene de perseguir el
bien común que prima sobre las decisiones de mi libertad individual. Nadie puede
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VIDA Y ÉTICA

y a nadie le gustaría, en su sano juicio, ser tratado como esclavo, aunque quisiera
serlo y ser tratado como tal. Nadie dice: ¡tengo derecho a ser esclavo! Esta afir-
mación es falsa, porque nadie puede obligarme a esclavizar a otro.
Desde el punto de vista jurídico, aunque la persona quisiera ser esclavo dando un
consentimiento explícito, sería irrelevante para considerar tal conducta como legal.
De igual modo, no se puede conceder el deseo de aquel que pide la muerte, como no
se acepta que alguien quiera entregarse, de manera voluntaria, como esclavo. Esto
significa que nuestro derecho a decidir no es absoluto; elegir la muerte no es una
opción entre muchas, sino la manera de suprimir todas las opciones. No se puede
elegir ser esclavo de otro hombre, porque eso es elegir contra la propia dignidad.
Lo mismo sucede con el cinturón de seguridad de los coches: al ciudadano
puede apetecerle no ponérselo y, sin embargo, el Estado le obliga a ello amena-
zándole con una sanción. A nadie se le ocurre decir: ¡el Estado está violando mi
derecho a la autonomía individual! La razón de dicha obligación radica en que se
da por supuesto que la vida humana es un bien en sí mismo, y por ello, no sólo es
un bien para un privado interés, sino que la sociedad está legitimada para exigir y
asegurar que cada uno no arriesgue gratuita e imprudentemente la vida, ni ponga
en riesgo la de los otros.
Este último ejemplo vale también para el respeto por las señales de tráfico.
Nadie afirma: ¡en el ejercicio de mi libertad individual voy a hacer caso omiso a
las señales de tráfico! No somos islas independientes, sino que somos y vivimos
interconectados, y los límites a nuestra libertad individual son el único camino
viable para el ejercicio de la misma21. Las personas se construyen en relaciones
intersubjetivas en las que encuentran su singular sentido22. La vida de los demás,
y, por lo tanto, también su muerte, afecta a todos.

21 “Tanto en la decisión de solicitar la muerte, como en las decisiones de salud, el reconocimiento de la autono-
mía de la persona como agente moral no consiste en una libertad absoluta, ya que (…) el ejercicio de la libertad
tiene límites, ya que requiere la intervención de terceros (el profesional de la Medicina que ejecuta la muerte y
del Estado). Por lo tanto, nunca existe un contexto realmente autónomo para validar una solicitud de muerte,
ya que la expresión más genuina de la voluntad propia siempre está imbuida de varios factores (interpersonales
y sociales), que necesariamente interfieren y condicionan la decisión”. COMITÉ DE BIOÉTICA DE ESPAÑA, op. cit.
núm. 5 y 33.
22 “La autonomía personal no es un absoluto. Uno no puede querer la libertad sólo para sí mismo, ya que
no hay ser humano sin los demás. Nuestra libertad personal queda siempre conectada a la responsabilidad
por todos aquellos que nos rodean y por la humanidad entera”, ASSOCIACIÓ CATALANA D’ESTUDIS BIOÈTICS.
Razones del «si» a la vida y del «no» a la eutanasia, Razones del «si» a la vida y del «no» a la eutanasia. Cuadernos
de Bioética. 2006; 60: 249.
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La legalización de la eutanasia en España / OPINIÓN Y COMENTARIOS

Para el ejercicio de esa responsabilidad, la libertad humana o una libertad


responsable necesita de límites. No en el sentido de impedimento, sino todo lo
contrario, de posibilidad para la acción libre. Hablar de límites no significa limita-
ción, prohibición, freno… algo negativo. Al contrario, es positivo, los límites son la
condición de posibilidad para una verdadera libertad humana. En efecto, no son
clausura y hermetismo empobrecedor, sino apertura y ampliación del horizonte23.

4. El dolor y sufrimiento
Otro de los vocablos utilizados en la Ley sancionada es el de dolor-sufrimiento.
Ante todo, es necesario recordar que el dolor y el sufrimiento (este se alivia, aquél
se cura) son dimensiones naturales de la vida humana, como lo es nacer, crecer, la
condición sexuada, la limitación o la muerte24. La vida de cada hombre incluye la
capacidad de sufrir y la aceptación de la limitación. La aceptación de las limitacio-
nes humanas (la debilidad, la enfermedad, la vejez, las minusvalías, la angustia, el
dolor) es parte del proceso de humanización. No se es verdaderamente humano si
no se acepta un cierto grado de flaqueza en uno mismo y en los demás25.
Junto a esto, ante lo inexorable de la debilidad en el mundo, el médico intenta
reducir el dolor, la angustia y las minusvalías de sus pacientes, a sabiendas de que
nunca podrá vencer por completo a sus enemigos. Ahí radica el núcleo humano
de la Medicina: no triunfar absolutamente sobre la debilidad, el sufrimiento, el
dolor, la enfermedad y la muerte, porque nunca se podrá eliminarlos de la tierra26.
También es experiencia universal que el dolor y el sufrimiento no pueden evi-
tarse del todo y que pueden convertirse en una “oportunidad” de transformación;
es decir, pueden ser fuente de humanización personal y de solidaridad social. Del
sufrimiento podemos salir fortalecidos o no, depende de la actitud de cada uno27,
porque este no es un valor en sí mismo, pero sí puede adquirir valor la forma de
vivirlo. Ahora bien, quien a toda costa pretende huir del dolor y del sufrimiento,

23 Cfr. GERMÁN ZURRIARÁIN R. Los límites éticos: ¿avance o retroceso? Persona y Bioética. 2017; 21: 233-42.
24 CHAPMAN CR, GRAVRIN J. (1993). Suffering and its relationship to pain. J Palliat Care. 1993; 9 (2): 5-13.
25 Homenaje a Gonzalo Herranz “Desde el corazón de la Medicina”, 2013: 294-306.
26 Op. Cit.
27 Para R. Spaemann “El sufrimiento solo puede tener un sentido si de hecho existe un sentido para todo lo
demás, aludiendo así a un ser Absoluto como garante de todo cuanto existe”, en Pro Velasco, M. Reflexiones
sobre el sentido del dolor, el sufrimiento y la muerte. Cuadernos de Bioética. 2020; 31: 377-386. Véase también,
SPAEMANN R. El sentido del sufrimiento. Humanitas. 2005; 37: 28-47.
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VIDA Y ÉTICA

no aceptándolos, lo más seguro que destruya sus posibilidades de ser feliz, pues
es imposible tal fin.
El ser humano experimenta, sobre todo en la vejez, amén del dolor físico (la
función de alarma de un organismo vivo), un sufrimiento psíquico o moral in-
tensos. En esta tesitura la obligación del personal sanitario y de los familiares es
suprimir la causa del dolor físico, aliviar sus efectos, controlar los síntomas de la
enfermedad, y consolar moral y psicológicamente al enfermo que sufre.
Sin embargo, la eutanasia se presenta como alternativa a no sufrir; pero esta
afirmación no es cierta. Es verdad que persigue acabar con los sufrimientos del
enfermo; si bien, a costa de acabar con el que sufre. Es parecido al siguiente re-
frán: “muerto el perro se acabó la rabia”. Por el contrario, el fin de los cuidados
paliativos es también acabar con los sufrimientos del enfermo, pero sin matarlo,
porque afirman la vida y consideran la muerte como un proceso normal dentro
de aquélla.
Al mismo tiempo, el fin nunca justifica los medios empleados. Así es, la euta-
nasia persigue como fin evitar el dolor y el sufrimiento del enfermo, pero el medio
utilizado es la muerte del mismo, ya sea a petición o no del paciente, por consi-
derar que esa vida carece de la calidad mínima para que merezca el calificativo
de digna.
Ni las circunstancias del sufrimiento, ni el consentimiento del propio paciente
cambian, de forma sustancial, la acción de elegir la muerte de otro provocándola
o colaborando con ella. Por eso, quien decide auto aplicarse una eutanasia o ayu-
da a practicarla a otro, puede actuar creyendo que hace algo bueno o beneficia
a quien da muerte; no obstante, objetivamente hablando, las acciones de ambos
son repudiables.
La acción debe dirigirse a eliminar el dolor y el sufrimiento de la persona, no
a esta con dolor y sufrimiento. El enfermo lo que solicita es alivio de sus dolores
físicos, acompañamiento y cuidado. Por eso, la solicitud de eutanasia se debe, muy
raramente, a un dolor físico intenso, sino que solapa importantes problemas de
origen social y existencial (que la nueva Ley no los contempla) que provocan un
sufrimiento a los que hay que dar respuesta: de demanda y expresión de soledad,
de abandono de los más cercanos y de la sociedad, de una tristeza profunda, de
angustia, de cansancio vital, de falta de escucha, ayuda y apoyo ante sus necesi-
dades, de atención social, de afecto y calor humanos, de depresión, de desespe-

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La legalización de la eutanasia en España / OPINIÓN Y COMENTARIOS

ranza, de problemas mentales, de sentirse una carga para la familia y la sociedad,


de falta de sentido de vida28.
En estas circunstancias la muerte no puede ser la solución. Mejor dicho, la eu-
tanasia es una “pseudo-solución”, porque evita el centro del problema, eliminando
al enfermo y su contexto. La solución no es facilitar la muerte de la persona en-
ferma, sino acompañarla, quererla y cuidarla. Otorgar un derecho sin abordar las
causas sociales de muchas peticiones es un acto injusto e intolerable29.
Luego, no puede admitirse que la eutanasia se convierta en la única y exclusiva
salida para el dolor y el sufrimiento de los enfermos en situación de terminalidad,
sin presentarles una opción que no acabe con su vida. Más concretamente, en la
Ley aprobada la única alternativa a la eutanasia es la nada, esto es, la muerte.
Eliminar el dolor a través de la muerte, cuando ya es posible controlarlo y ali-
viarlo, equivale a amputar un brazo para curar un dedo. Los que están en contra
de la eutanasia están también en contra del sufrimiento del enfermo y de la ten-
tación de refugiarse en una terapia agresiva e inútil.

28 VILLAVICENCIO CHÁVEZ C, MONFORTE-ROYO C, TOMÁS-SÁBADO J, PORTA SALES J, MAIER M., BALAGUER A.


Physical and psychological factors and the wish to hasten death in advanced cancer patients. Psychooncology.
2014; 23(10): 1125-32; ver también BALAGUER A, MONFORTE-ROYO C, PORTA-SALES J, ALONSO-BABARRO A,
ALTISENT R, ARADILLA-HERRERO A, BELLIDO-PÉREZ M, BREITBART W, CENTENO C, CUERVO MA, DELIENS L,
FRERICH G, GASTMANS C, LICHTENFELD S, LIMONERO JT, MAIER MA, MATERSTVEDT LJ, NABAL M, RODIN G,
ROSENFELD B, SCHROEPFER T, TOMÁS-SÁBADO J, TRELIS J, VILLAVICENCIO-CHÁVEZ C, VOLTZ R. An international
consensus definition of the wish to hasten death and its related factors. PLoS one. 2016; 11(1): 105-110.
Para detectar que esas inclinaciones iniciales de demanda de eutanasia son expresión de otras realidades; para
que el proceso de reflexión y deliberación no resulte coaccionador y no suponga una privación de asistencia y
mala praxis, se necesita unos plazos de tiempo más amplios que los contemplados en la ley publicada. Véase la
declaración de la ASOCIACIÓN DE BIOÉTICA DE LA COMUNIDAD DE MADRID. Proposición de Ley de Eutanasia.
Consideraciones Legales: 10 críticas y carencias para una enmienda a la totalidad, marzo 2021. En esta dirección,
no puede soslayarse la incongruencia de plantear la ayuda a morir en personas que sufren trastornos mentales
que tienen entre sus propios síntomas, formando parte de la patología, la ideación suicida y el deseo de morir.
29 Cfr. La UNIJES (Grupo de Bioética de las Universidades Jesuitas de España, formado por miembros del Institut
Borja de Bioètica-URL, la Cátedra de Bioética de la Universidad Pontificia Comillas, la Cátedra Andaluza de Bioé-
tica de la Universidad Loyola y el Grupo de Bioética de la Universidad de Deusto) declara: “Son muy escasas las
peticiones de eutanasia autónomas, “sin ninguna presión externa” (…) Proporcionar la eutanasia, sin atreverse
a bucear en la hondura de una petición de un deseo de morir es todo lo contrario de una muerte digna. Los
factores sociales del deseo de morir hacen que la autonomía no pueda darse tan claramente como se supone”.
UNIJES. Sí a morir con dignidad, con los mejores cuidados y sin dolor. Granada, Bilbao, Barcelona y Madrid, 11
de febrero de 2021. [acceso: 23 de marzo de 2021]. Disponible en: https://unijes.net/2021/02/11/grupo-bioeti-
ca-morir-con-dignidad/.
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VIDA Y ÉTICA

Por esta razón, si ya no se puede curar, no se ha de aplicar al enfermo terminal


unos medios desproporcionados con el objetivo de alargar o aplazar la muerte
inevitable unas horas o unos días (obstinación terapéutica). Por consiguiente, el
rechazo de tratamientos fútiles (que no aportan beneficio y carecen de utilidad)
es un proceder médico, lícito y ético. Es lo que se llama limitación o adecuación
del esfuerzo terapéutico, porque lo contrario es alimentar una falsa asociación: el
proceso de morir con el ensañamiento terapéutico.
La adecuación del esfuerzo terapéutico es la adaptación de los tratamientos
con arreglo a las circunstancias reales del paciente. Consiste en retirar, ajustar o
no instaurar, un tratamiento cuando el pronóstico limitado así lo aconseje. No
hay que hacer “todo lo que se pueda”, sino que esta adecuación del esfuerzo te-
rapéutico es expresión de la aceptación de que la enfermedad ha llevado a su fin
la vida de la persona.
Por otra parte, la trastocada y simplista visión en la que se aplica la eutanasia
como “solución”, se puede revertir; siempre y cuando, se le ofrezca al enfermo
lo que toda persona merece: empatía, reconocimiento humano, cariño, cuidado,
esperanza, comprensión. Cuando a uno le quitan el dolor, y siente la compañía de
sus familiares y de profesionales sanitarios, desea vivir. No se quiere morir, sino
vivir de otra manera, vivir sin sufrimiento y dolor, y este derecho a no querer sufrir
sí que existe (derecho a la integridad física o psíquica), porque lo que las personas
temen no es la muerte en sí, sino el sufrimiento, el dolor, la soledad.
Por el contrario, si el enfermo percibe que está solo, que ha perdido toda au-
toestima, desesperanzado, con ansiedad, siente que es un estorbo… es el caldo de
cultivo propicio para pedir la eutanasia, esto es, la voluntad de querer morir. Nadie
puede sentirse una carga económica o un peso social para la familia por exceso
de años, dependencia o fragilidad, porque de lo contrario recae sobre el enfermo
una gran presión (falta de libertad para decidir)30. En este contexto solicitar la

30 Como sostiene Ballesteros: “Es innegable que la despenalización de la eutanasia implica, de suyo, una
fuerte presión psicológica sobre los enfermos más vulnerables, que se sienten obligados a pedirla para ellos,
para no seguir causando molestias”, BALLESTEROS J. Comparecencia en la Comisión Especial de Estudio sobre
la Eutanasia en el Senado. Diario de Sesiones del Senado, 29 de septiembre de 1999. VI Legislatura, Comisiones,
núm. 10, 481.
También, el proceso de normalización ejerce una fuerte presión para optar por la eutanasia o proponerla como la
forma más adecuada de morir no solo para los pacientes, sino también para el mundo médico, la familia y entor-
no social en general. Ver LEMMENS W. Cuando la conciencia vacila. Algunas reflexiones sobre la normalización
de la eutanasia en Bélgica. En DEVOS T. (ed.) op. cit. p. 83.
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La legalización de la eutanasia en España / OPINIÓN Y COMENTARIOS

eutanasia o la ayuda al suicidio, no es en absoluto expresión de libertad, sino de


presiones directas o indirectas.
La Ley de la eutanasia ejerce una sutil y eficaz presión sobre las personas vul-
nerables, social y económicamente, para que se cuestionen si no deberían quitarse
de en medio, es decir, una delicada sugerencia, de que existe como una obligación
moral de quitarse de en medio para no ser una carga inútil, para no dar guerra a
los demás. En estas difíciles circunstancias, estas personas, no libres, son las can-
didatas idóneas para la eutanasia.

Conclusiones
La nueva Ley omite que todos nos hacemos mayores, y que el envejecimiento
lleva consigo, entre otras cosas, la enfermedad y el gasto sanitario correspondien-
te. Se fundamenta en una verdad a medias: ¡nadie quiere morir con sufrimiento!
Aunque, para no sufrir se ofrezca la eutanasia. Y esta última afirmación es fal-
sa. No sufrir y morir no son sinónimos. La Ley aprobada termina con la vida de
las personas que sufren, sin que se empleen tratamientos específicos, como, por
ejemplo, la sedación correcta y éticamente aplicada.
En el estado actual de la medicina, existen medios para aliviar el dolor y el
sufrimiento. La medicina está ya capacitada para aliviar y acompañar la muerte,
cuando esta es ya inevitable, sin causarla. Por tanto, para no sufrir no hace falta
matar a nadie.
Además, esta Ley promueve la maximización del respeto por la autonomía
del paciente; sin embargo, con su aprobación, a la larga va a conseguir el efecto
contrario, porque desatiende la autonomía de los que no son autónomos, esto es,
los dependientes y frágiles31. En consecuencia, su decisión, no libre, se convierte
en voluntad de morir.
A esto último hay que sumar que, desde el punto de vista médico, ¿dónde
queda el respeto por la autonomía del médico, de su lex artis (el buen hacer del
arte médico) y su deontología médica?, ¿qué lugar ocupa el diálogo y la confianza
entre el médico y el paciente, si se supedita la lex artis de la profesión médica a
los deseos del propio paciente o los de su familia? Si el resultado procurado es la

31 “La interpretación del principio de autonomía en el sentido de que la persona sea totalmente independiente
en su autorrealización y autodeterminación (…) ignora la vulnerabilidad de quien sufre”. COMITÉ DE BIOÉTICA
DE ESPAÑA, op. cit. núm. 5, 33.
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VIDA Y ÉTICA

muerte, esta acción nunca podrá formar parte de una decisión médica32. El médico
está llamado siempre a sostener la vida y a curar el dolor, y jamás a procurar la
muerte. Esta finalidad nunca puede considerarse un proceder médico. La voluntad
y el deseo de morir del paciente no pueden imponerse al criterio de la profesión
médica, pues el médico es el responsable de las indicaciones o contraindicaciones
y corresponsable en la toma de decisiones. Conforme a esto, al médico no le po-
demos pedir morir, pero sí no sufrir.
La solución es una atención integral y global de todas las dimensiones y nece-
sidades básicas del enfermo que al final de la vida se muestran en toda su desnu-
dez (físicas, psicológicas, sociales, afectivas-emocionales, espirituales-religiosas);
y una comunicación empática con el enfermo para conocer sus valores, temores,
inquietudes y preferencias. Este es el cometido de los cuidados paliativos33.
Justamente, desde la visión de este servicio médico, frente a la situación de
sufrimiento por una enfermedad terminal, se ofrece todo un programa de cuida-
dos activos, llevado a cabo por un equipo multidisciplinar de profesionales que
trabajan en equipo. El enfermo necesita de personal experto en este ámbito para
hacer una evaluación impecable, un cuidado, una atención y una intervención
completa de calidad, porque el sufrimiento humano es integral y existencial, no
solo físico (la persona no es solo “biología”, sino sobre todo “biografía”); y no solo
al enfermo, sino también a sus cuidadores y familiares.
Con respecto a estos últimos, los cuidados paliativos les ofrecen comunicación,
un sistema de ayuda e información para que puedan acompañar al paciente de
una forma eficiente; atendiéndoles también tras su fallecimiento, evitando el de-
sarrollo de vivencias de duelo inadecuadas.

32 El CONSEJO DE EUROPA. Guía para el proceso de toma de decisiones relativas al tratamiento médico en
situaciones del final de la vida. 2014, afirma: “«Autonomía» no implica el derecho del paciente a recibir los trata-
mientos que pueda solicitar. De hecho, las decisiones médicas son el resultado de una relación equilibrada entre
la voluntad del paciente y la evaluación de la situación por un profesional, que está sujeto a sus obligaciones
profesionales”, 11.
Martínez Otero se pregunta: “¿Estaría obligado el médico a retirar medidas de soporte vital si el paciente o sus
familiares se lo solicitan?, ¿Debería un enfermo terminal declarado incapaz confiar en que el médico va a cum-
plir siempre las exigencias de la lex artis?”. MARTÍNEZ OTERO J. Autonomía e información de los pacientes: del
reconocimiento de derechos a la pérdida de confianza. Reflexiones con motivo de la aparición de nuevas normas
sobre los derechos de los pacientes al final de la vida. Cuadernos de Bioética. 2012; 77: 165.
33 La OMS alerta que la cobertura de cuidados paliativos apenas alcanza el 14%. Este Organismo estima que
cada año los necesitan 40 millones de personas, el 78% en países de ingresos bajos.
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La legalización de la eutanasia en España / OPINIÓN Y COMENTARIOS

Además, el deseo de adelantar la muerte no se traduce, obligatoriamente, en


una petición de eutanasia, sino que, muchas veces, es una respuesta al fenómeno
reactivo del sufrimiento multidimensional. Este se da en un contexto de pérdida
(de control, de función, de sentido de la vida) y de miedo (al sufrimiento o al dolor,
al más allá después de la muerte, a no haber dado sentido a la propia vida, a morir
en soledad). Todo ello lleva al paciente a presentar un gran malestar emocional.
En este contexto emerge el interés de adelantar la muerte como un medio para
acabar con ese dolor y sufrimiento34. El paciente que pide la eutanasia no quiere
morir, sino dejar de sufrir. Por esta razón, tras prestar una atención paliativa de ca-
lidad, la gran mayoría revierten su solicitud de eutanasia, aceptando una muerte
en paz y sin dolor, sin adelantar ni retrasar lo que es inevitable.
En este sentido, los profesionales sanitarios tienen la experiencia de que la
demanda de eutanasia persistente es anecdótica en el entorno de los cuidados
paliativos, porque el paciente sabe que, en todo momento, va a estar cuidado, al
ser la forma idónea de ayudar a las personas a vivir hasta el final.
Sin embargo, suele pasar que cuando el médico nos deriva a cuidados paliati-
vos, exclamamos: ¡ya no hay nada que hacer! Este servicio médico lo hemos aso-
ciado, de manera errónea, con la muerte. Antes bien, justo en esas circunstancias,
es cuando más hay que hacer. El hecho de que no se puedan proponer medidas
con intención curativa no significa, en absoluto, que la ciencia médica (la medi-
cina paliativa) no tenga nada que aportar. Todo el arsenal técnico y terapéutico
disponible debe ser puesto a disposición del paciente, en ese caso, para controlar
o minimizar el sufrimiento asociado a esa situación de enfermedad avanzada o
terminal. Y en este contexto todos podemos cuidar y acompañar.
Justamente, el objetivo de los Cuidados Paliativos es liberar a la persona de su
sufrimiento integral, de la causa de este, y así ofrecer una asistencia médica efi-
caz a través de la confianza total del paciente en el médico. Para ello, se utilizan
conocimientos científicos, técnicos y humanos que garanticen una atención que
respete los deseos, valores y creencias del paciente, que permitan encontrar el
sentido de la vida, de la enfermedad y de la muerte, sin atrasarla ni adelantarla.
La medicina paliativa se convierte, entonces, en la única respuesta real a las
necesidades de los enfermos en el periodo final de sus vidas. Pues, paliar es mitigar

34 Cfr. RODRÍGUEZ PRAT A, BALAGUER A, BOOTH A, MONFORTE-ROYO C. Understanding patients experiencies of


the wish to hasten death:an updated and expanded systematic review and meta-ethnography. BMJ Open. 2017.
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VIDA Y ÉTICA

el sufrimiento, reafirmando la importancia de la vida, pero aceptando a la vez que


la muerte es una realidad humana.
Los cuidados paliativos no son eutanasia, al contrario, ensanchan la vida y le
dan profundidad. Estos no pretenden prolongar la vida, ni acortarla o acelerar la
muerte deliberadamente. Son una respuesta ética acorde con la dignidad humana
al sufrimiento intenso del enfermo y de su familia. Justamente, en este contexto
médico, la sedación y la morfina (que no son eutanasia) son herramientas médicas
eficaces, cuando se usan correctamente y cuando se usan para controlar los sín-
tomas, con el objetivo de aliviar el sufrimiento insoportable y aportar calidad de
vida. Estas medidas respetan y humanizan el proceso del final de la vida mitigando
el sufrimiento intenso e incoercible.
Por tanto, por una parte, el uso de la morfina, la práctica de la sedación palia-
tiva, y el rechazo a un tratamiento desproporcionado, son actuaciones conside-
radas como buena práctica clínica, ya que van dirigidas a cumplir los fines de la
medicina y la ética médica considerando el beneficio de la persona enferma. Por
otra, los cuidados paliativos son la medicina del alivio del sufrimiento intenso en
situaciones de gravedad; en cambio, la eutanasia, no es una acción médica, que
no puede ser exigida, porque va contra la esencia de la medicina.
Es moralmente buena la ayuda médica “en el morir” o “dejar morir”, no la
ayuda médica “a hacer morir”, pues es diferente permitir la muerte que producirla
directa o indirectamente. Dicho de otra forma, no es lo mismo morir que matar. La
eutanasia mata; en cambio, los cuidados paliativos acompañan al que muere. Las
diferencias entre sedación y eutanasia las separa una raya muy fina, pero perfec-
tamente nítida que permite diferenciar entre lo que es un acto médico y lo es que
el acto eutanásico, porque la eutanasia no es un acto médico.
Por consiguiente, la única causa de la muerte del paciente ha de ser el curso de
la enfermedad. Por eso, si se quiere de verdad terminar con el dolor físico y los su-
frimientos de cualquier índole habría que aprobar una Ley de Cuidados Paliativos,
porque lo que es indigno es que haya enfermos que mueran cada año con dolor,
con sufrimientos evitables por no recibir unos cuidados paliativos de calidad y
sólo cuentan con ellos quienes pueden pagarlos.
De este modo, los cuidados paliativos son la única solución médica, social y
ética conforme a la dignidad de todo ser humano. Más exactamente, la única al-
ternativa a estos no es la eutanasia, sino que no los haya. Los cuidados paliativos,
al atender y respetar la dignidad humana, son un componente fundamental del
derecho humano a la salud.

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La legalización de la eutanasia en España / OPINIÓN Y COMENTARIOS

La muerte provocada no puede ser un atajo que nos permita ahorrar recursos
humanos y económicos imprescindibles en el cuidado y acompañamiento integral
de los enfermos. Por eso, el Estado debería invertir sus presupuestos en dotar a la
sociedad de los instrumentos adecuados para prestar a estas personas los cuidados
que precisan y no sumergirlas en el abandono social y económico. Debería dedi-
carse a facilitar asistencias a domicilio, acceso a residencias asistidas, menor lista
de espera para unidades hospitalarias de control del dolor, soportes económicos a
seres humanos vulnerables. Sin embargo, hemos sustituido todo ese debate sobre
prestaciones asistenciales por la opción de pedir la muerte.
Luego, parece que la legalización de la eutanasia y del suicido medicamente
asistido es una ley escrita para apaciguar el miedo a un sufrimiento lejano y po-
tencial, cuando los que están en la situación real e inmediata, lo que reclaman,
es que se cumpla la promesa de aliviar el sufrimiento, de un fin de vida que siga
siendo vida hasta el final, y de una muerte humana que no les quite nunca su
dignidad.
De tal manera que ofrecer una Ley sobre la eutanasia como un derecho (no
desde la excepcionalidad), cuando no está resuelto el acceso universal a los cui-
dados paliativos es una crueldad, una irresponsabilidad y una negligencia. Por el
contrario, si estos estuviesen totalmente garantizados, no sería necesaria ni ten-
dría sentido una ley sobre la eutanasia, porque los casos de petición de la misma
serían muy residuales.
Una sociedad que, en vez de ofrecer todos los medios necesarios para dar los
cuidados pertinentes a sus ciudadanos en situaciones de fragilidad y debilidad,
prefiriendo acabar con sus vidas, no puede considerarse una sociedad libre, justa
ni social.
Es una sociedad más humana cuanto más cuida a sus miembros frágiles. Es
más solidaria cuando centra sus esfuerzos en ayudar y apoyar al enfermo a vivir
lo más dignamente posible la fase última de su vida. Esta es la compasión (un
“sufrir-con”) auténtica, activa (reconocer el sufrimiento, conmovernos y tener la
intención de paliar las causas del mismo, mirando a la persona con respeto), per-
mitiendo entregarnos a la muerte en el respeto de la vida, y más comprometida
que suministrar, simplemente, fármacos letales. Nos debería dar vergüenza como
sociedad que un ciudadano diga que quiere acabar con su vida y lo aceptemos sin
antes haber reflexionado y estudiado por qué, y sin intentar poner medios para

-167-
VIDA Y ÉTICA

que deje de solicitarlo35. De tal modo que la compasión no consiste en provocar


la muerte o suprimir la vida, sino que se debe traducir en una ética del cuidado,
en acoger, proteger y acompañar al enfermo, especialmente en las situaciones de
mayor vulnerabilidad36. Sólo si se entiende mal el término compasión se puede
relacionar esta con la eutanasia. En definitiva, “padecer con” es izar la bandera del
valor del ser humano por el exclusivo hecho de serlo.
Por eso, para evitar malos entendidos, el término compasión se ha de utilizar
en el sentido de misericordia-empatía, no pasivo y asimétrico, sino activo, simé-
trico y dinámico. De ahí que ante el dolor-fragilidad del otro se sienta un clamor
interno por solucionarlo, para “rescatarlo” de su “miseria”. La enfermedad del otro
nos hace volver hacia él nuestra mirada y ponernos a su servicio, y hacernos cargo
de su sufrimiento.
En este sentido, la compasión lleva a un acompañamiento holístico-integrador.
En consecuencia, la verdadera compasión pasa por aprobar una Ley de la Paliati-
vos, porque a la vez combate el sufrimiento y respeta la dignidad de cada uno de
los seres humanos.
Morir con dignidad no es decidir cuándo quiero morir, sino significa funda-
mentalmente saber que voy a morir cuidado en todos los aspectos, de tal forma
que no tenga sufrimientos de ningún tipo, acompañado, atendido, con los sínto-
mas de la enfermedad terminal controlados; morir recibiendo afecto y consuelo,
sobre todo, de los familiares. Desde esta perspectiva, la eutanasia no dignifica la
muerte, sino todo lo contrario.
El verdadero progreso del ser humano se produce cuando alguien cuida de
otro alguien, porque no hay nada más retrógrado que acabar con la vida de los
más vulnerables de la sociedad. Lo progresista es que el Estado ofrezca cuidados a
todos los enfermos, no que ayude a eliminarlos. Lo progresista es cuidar, no matar.
Exacto, el auténtico progreso no es tanto legalizar la eutanasia, como acabar
con el dolor y sufrimiento del enfermo. Los cuidados paliativos son la manera civili-
zada y progresista de eliminar el dolor y el sufrimiento. Estos son el servicio médico

35 Cfr. GÓMEZ M. La eutanasia es la crisis más grave en la milenaria historia de la medicina. [acceso: 31/03/2021].
Disponible en: https://eldebatedehoy.es/noticia/entrevista/25/03/2021/marcos-gomez-eutanasia/.
36 Cfr. UNIVERSIDAD FRANCISCO DE VITORIA. op. cit. [acceso: 31/03/2021]. Sin embargo, se suele presentar la
eutanasia como un signo de humanidad hacia los que sufren. Así, los que manifiestan estar en contra de esta ley
son consideradas personas que no tienen compasión. Sobre este asunto, véase GARCÍA-SÁNCHEZ E. Despertar la
compasión. El cuidado ético de los enfermos graves. Pamplona: Astrolabio; 2017.
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La legalización de la eutanasia en España / OPINIÓN Y COMENTARIOS

que procura el trato digno que toda persona merece en atención a su inviolable
dignidad, máxime cuando padece un estado de dependencia absoluta. Cuidar sig-
nifica apostar por la dignidad de los enfermos en situación de terminalidad.
Todos tenemos derecho a una muerte digna, a que no se prolongue de for-
ma irracional y desproporcionada el proceso final de la vida. Tenemos derecho a
que se administren todos los tratamientos adecuados para paliar el sufrimiento.
Y tenemos derecho a morir en paz. Pero una cosa es esto y otra, bien distinta, la
eutanasia, que es un fracaso social y médico ante la vida.
La eutanasia, además, acentúa la desigualdad social porque si se legaliza la
eutanasia antes de tener los mejores cuidados paliativos para la mayoría de la
población, estaremos favoreciendo la desigualdad social. Porque los pacientes más
vulnerables, con menos recursos o en peores circunstancias serían más propicios
a solicitar la eutanasia para evitar el sufrimiento extremo. Además, ¿Qué valores
transmitimos a nuestros hijos si les trasladamos que los enfermos o las personas
con discapacidad no merecen la máxima protección de la sociedad? La solución es
reforzar con más medios los cuidados paliativos y no la aprobación de la eutanasia.
De estos cuidados son responsables no sólo los políticos y el sistema sanitario,
sino también la sociedad entera y yo mismo, porque, ya desde ahora, puedo cuidar y
valorar a los mayores, a los abuelos, a mis padres. Pongamos nuestro granito de are-
na construyendo una sociedad solidaria que cuida y dignifica la vida de las personas.
La sociedad, a través de la solidaridad, puede hacer posible que personas con
vidas frágiles o muy limitadas se encuentren integradas y acogidas en el entorno
social y familiar cercano, logrando una experiencia de confort vital adecuado para
vivirla con esperanza. Es misión de toda la sociedad buscar el alivio del sufrimien-
to. Para esto son necesarias actitudes de compromiso interpersonal solidario con
los enfermos y personas discapacitadas, y recursos suficientes sanitarios y sociales
que hagan posible el afrontamiento efectivo de estas situaciones. En cambio, la
eutanasia y el suicido asistido hacen sociedades egoístas. En concreto, el suicidio
asistido está muy ligado a una sociedad que piensa solo en el deseo particular.
En definitiva, es necesario recuperar el sentido genuino de los conceptos ana-
lizados, porque de lo contrario, esta Ley se convierte en expresión colectiva de
nuestro egoísmo, de quitarnos de en medio lo que nos estorba para vivir más
cómodos. La eutanasia no es buena para la sociedad, porque para ser denominada
como tal tiene que cuidar del débil, no descartarlo y matarlo.
En conclusión, esta Ley no busca y consigue el bien común, porque la eutanasia
no contribuye al mismo; y en cambio, la medicina paliativa sí. De esta manera, si
-169-
VIDA Y ÉTICA

el legislador y el político se dedican en buscar el bien común, la tienen que pro-


mover37.
El respeto a la dignidad humana exige, por un lado, no dañar la vida ni la
integridad personal y, por el contrario, promover y cuidar la vida, actuando para
aliviar el sufrimiento y para conseguir la aspiración de que cualquier vida humana
se desarrolle plenamente, hasta donde sea posible, aunque las condiciones que se
presenten lo hagan un logro difícil o complejo. Por otro, ayudar de modo efectivo
y comprometido a los enfermos a afrontar el impacto que la enfermedad incura-
ble o la discapacidad insuperable producen, para que su vida humana y la capaci-
dad de vivirla felizmente predominen y no quede anulada por su estado de salud.
Ante el dilema del dolor y el sufrimiento, nos tenemos que preguntar: ¿quién
soy yo para quitar una vida humana?, ¿queremos construir una sociedad capaz
de cuidar a otros seres humanos limitados o queremos eliminarlos?, ¿qué valores
transmitimos a nuestros hijos, amigos, si les trasladamos que los enfermos o las
personas con discapacidad no merecen la máxima protección de la sociedad?
Se necesita atender a la vida biográfica y no sólo a la vida biológica. Los más
débiles de este mundo son un punto de referencia. Ellos nos dan una perspecti-
va diferente de la vida. Dignidad humana y cuidar van de la mano. Somos seres
necesitados de cuidado. Es necesario y urgente activar un “hacerse cargo” de las
personas en el periodo final de su vida o de aquellas personas con graves disca-
pacidades y limitaciones funcionales. La acción de cuidar muestra nuestra huma-
nidad. Seamos una sociedad orgullosa de preocuparnos, de cuidar de los mayores
y de los enfermos, y seremos, así, una sociedad mejor, más humana, porque si no
cuidamos a las personas de nuestro presente, tampoco tendremos ningún futuro.

37 Cfr. CENTENO C. El bien común pide medicina paliativa. [acceso: 19/05/2021]. Disponible en: https://alfayome-
ga.es/carlos-centeno-el-bien-comun-pide-medicina-paliativa/?utm_source=Perspectivas.+Una+mirada+des-
de+la+Universidad+de+Navarra&utm_campaign=3ee0269472-EMAILING-Perspectivas-9_COPY_01&utm_me-
dium=email&utm_term=0_acc7396cf0-3ee0269472-75290321&mc_cid=3ee0269472&mc_eid=4e8d1af41d.
-170-
La legalización de la eutanasia en España / OPINIÓN Y COMENTARIOS

Referencias
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«no» a la eutanasia, Razones del «si» a la vida y del «no» a la eutanasia. Cuadernos
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- ASOCIACIÓN DE BIOÉTICA DE LA COMUNIDAD DE MADRID. Proposición de
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- ASOCIACIÓN UNIVERSITARIA IRAGARRI, Jornadas: Sufrimiento al final de la
vida: Cómo afrontarlo. Vitoria-Gasteiz, 15 de enero de 2021.
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puestas sobre la defensa de la vida humana y la actitud de los católicos. Madrid:
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bre el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida. Ciudad
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- DEVOS T. (coord.) Eutanasia. Lo que el decorado esconde. Reflexiones y expe-
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- GRUPO DE BIOÉTICA DE UNIJES. Sí a morir con dignidad, con los mejores
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-Homenaje a Gonzalo Herranz “Desde el corazón de la Medicina”, 2013.
- INFORME DEL COMITÉ DE BIOÉTICA DE ESPAÑA sobre el final de la vida y la
atención en el proceso de morir, en el marco del debate sobre la regulación de la

-171-
VIDA Y ÉTICA

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- LEÓN CORREA FJ. Bioética. Madrid: Palabra; 2011.
- MANIFIESTO DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALENCIA en relación con la
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Cuadernos de Bioética. 2012; 77: 165.
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-VILARROIG J. Dignidad personal: aclaraciones conceptuales y fundamenta-
ción. Quién. 2015; 2: 49-63.

-172-
DOCUMENTOS NACIONALES

INTERVENCIÓN Como curas villeros estamos todavía


trabajando duro en este tiempo de pan-
DEL PADRE demia, siguiendo inclusive las indicacio-
nes que el Presidente, siempre asesorado
JOSÉ MARÍA DI PAOLA por científicos, ha recomendado.
EN EL DEBATE A pesar del arduo trabajo que en la Ar-
gentina, desde distintos lugares venimos
EN CÁMARA realizando, muchos vemos con tristeza
que el número de muertos haya llegado
DE DIPUTADOS a los casi 40.000.
POR LA PRESENTACIÓN En medio de esta dolorosa situación
DE LA LEY DE LEGALIZACIÓN con sorpresa e indignación vemos tam-
DEL ABORTO EN bién el apuro del Poder Ejecutivo por san-
cionar rápidamente la ley del aborto.
LA ARGENTINA
Traigo a este recinto los que, en un in-
tercambio de cartas, el Papa Francisco me
Buenos Aires, 1 de diciembre de 2020 sugería acerca del tema:
“Para mí la deformación en la compre-
sión del aborto nace principalmente en
considerarlo un tema religioso”, y continúa
diciendo: “El asunto del aborto no es esen-
cialmente religioso. Es un problema huma-
no previo a cualquier opción religiosa”.
El tema del aborto debe ser tratado
científicamente y me subrayó la palabra
“científicamente”.
Francisco me recalca esto porque sos-
tiene que muchos creen que el “no al
aborto” es una postura opinativa, no cien-
tífica. En todo caso que sea una discusión
científica donde se decida si hay vida o no.
Estudios de embriología muestran que
en la 3ª (tercera) semana de embarazo ya
está diseñado todo el organismo y late el
corazón.
Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 Junio 2021 -173-
VIDA Y ÉTICA

Sabemos que el embrión posee un ADN único y sus secuencias se mantendrán


al nacer y durante toda su vida. Por eso el análisis genético de cada embrión per-
mite conocer mucho sobre el futuro de la persona, la ciencia puede leer la totali-
dad de la secuencia genética del ADN de un sujeto mucho antes de su nacimiento.
Así lamentablemente los países capitalistas que aprobaron el aborto han
depurado con un pensamiento nazi al 90% de los niños por nacer con síndrome
de Down.
El Presidente dice que ha enviado el proyecto al Congreso porque había hecho
una promesa y la quiere cumplir. Sería interesante que nos dijera ante quién se
comprometió. A quien le prometió, en tal caso. Al pueblo seguramente no. Al pue-
blo de la villa menos. Al de las provincias tampoco.
Como curas y religiosas de villas y barrios populares aprendimos de los vecinos
a amar y cuidar la vida. Los lazos de amor que se generan entre los más pobres nos
muestran que toda vida vale. La madre ya no solo es la de sus hijos sino también
de chicos y chicas del pasillo. La vida comunitaria abraza y da vida. Como contra-
cara vimos la hipocresía de nuestra sociedad que niega al pobre la posibilidad de
adopción por no tener, por ejemplo, un título de propiedad.
Parte de esta hipocresía es plantear que el aborto es una necesidad de los
pobres, dicen hacerlo por ellos. Creo que sería suficiente con que los funcionarios
hagan fila en los centros de salud, se atiendan en los hospitales provinciales y na-
cionales para darse cuenta de qué es lo que necesitan verdaderamente los pobres
y especialmente las mujeres pobres.
La legalización del aborto admite como conducta legal la eliminación de una
vida invocando una respuesta superior. Pareciera que retrocedemos a “las razones
de Estado” o a los “destinos manifiestos”.
Después de este, ¿cuál es el próximo paso? La eliminación de los ancianos
disfrazada con el eufemismo de la muerte digna “consumando la exclusión de los
más débiles”.
Después del “Nunca más” muchos se preguntaban cómo se pudo haber llegado
a tal grado de deshumanización. La respuesta es que se llega cuando se decide
justificar la eliminación de la vida o la violación de la integridad física o moral por
una razón superior. Es en este punto donde las justificaciones y las indignaciones
se tornan hipócritas en los que deciden.
Al haber vida estamos ante una flagrante violación a los derechos humanos.
Nos suena en nuestro interior la voz de nuestro guía en Derechos Humanos, Adol-
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Intervención del Padre José María Di Paola / DOCUMENTOS NACIONALES

fo Pérez Esquivel, quien fue citado en 1982 por el padre Javier Gafo en uno de sus
libros con este concepto fundante:
“Quien justifica el aborto, justifica la pena de muerte y yo estoy contra la pena
de muerte y contra el aborto, ser progresista significa defender la vida y nada más”.
Cuando hace dos años destacamos la innegable vinculación entre la legaliza-
ción del aborto y las políticas de la usura internacional varios medios de comuni-
cación vinculados al oficialismo nos atacaron duramente, pretendiendo desvincu-
lar la propuesta llevada al Congreso con la aprobación de irracionales préstamos
que solo sirvieron para garantizar la fuga de riquezas y lo producido del trabajo
argentino.
Frente a esta ofensiva, durante las últimas semanas, el Ministerio de Economía
tomó medidas que podrían calificarse como estabilizadoras o como “pro- mercados”.
En estas gestiones hubo hechos de muy difícil calificación como mera coinci-
dencia. Por una parte, el Ministerio de Economía anunció que solicitaría al FMI un
acuerdo de “facilidades extendidas” el que —como es conocido— trae aparejado
que el país deba aceptar, no solo inspecciones y controles de gestión, sino también
imposiciones de diverso carácter. En el momento en que arriba la misión negocia-
dora del FMI, en forma apresurada y contradiciendo manifestaciones anteriores, se
anuncia uno de los principios que impulsa fuertemente el sistema de usura inter-
nacional: la legalización del aborto. La misma historia que vivimos dos años atrás.
En América Latina resuena el famoso grito “No matarás” de Monseñor Romero,
Mártir de El Salvador, cuando exhortaba a no reprimir a su propio pueblo y con
el mismo fervor agregaba “si sentimos la represión porque nos mata a jóvenes y
gente que ya es grande, lo mismo es quitar la vida en las entrañas de la mujer”.
Señores diputados y senadores: no se coloquen en el lugar de Dios, dejen que
la ciencia hable seriamente, gobiernen para los pobres y no para las elites capita-
listas ilustradas. Hagamos entre todos un país donde se ame la vida, un país donde
el Papa pueda sentirse cómodo cuando decida venir.

Martes, 1° de Diciembre 2020


Padre José María Di Paola

Gentileza del Equipo de Sacerdotes de Villas y Barrios Populares de Capital y Gran Buenos Aires.

-175-
DOCUMENTOS NACIONALES

INTERVENCIÓN Buenos días.


En primer lugar quiero agradecerles
DE MONSEÑOR la posibilidad de participar, y el trabajo
GUSTAVO CARRARA que se toman para escuchar con atención
cada una de las intervenciones. Mi tarea
EN EL DEBATE como obispo es acompañar la pastoral en
villas y barrios populares; de hecho vivo
EN CÁMARA en uno de ellos.
DE DIPUTADOS La pandemia tan dramática que nos
golpea ha desnudado también otras pa-
POR LA PRESENTACIÓN tologías sociales. Una cultura del descar-
DE LA LEY DE LEGALIZACIÓN te, individualista y agresiva, va avanzan-
DEL ABORTO EN do. Este pequeño virus del Covid 19 ha
puesto de rodillas a todo el mundo y, a su
LA ARGENTINA vez, nos ha mostrado descarnadamente el
gran virus de la injusticia social que vivi-
mos, la desigualdad de oportunidades. A
Argentina, 2 de diciembre de 2020 modo de ejemplo podemos visualizar que
muchas de las más de 4.400 villas o ba-
rrios populares de nuestro país no tienen
acceso al agua potable. Como sabemos
el agua es vida, es salud. En los barrios
populares, las esenciales han sido sobre
todo las mujeres, que se han puesto la
patria al hombro, y que multiplicando
las ollas en los comedores comunitarios,
han pensado no solamente en sus hijos,
sino también en los del pasillo, en los de
la manzana.
A esto se suma la delicada negocia-
ción de la deuda externa que no puede
hacerse a costa de generar más deudas
sociales. Desde que el país volvió a tomar
semejante nivel de deuda, condicionó su
soberanía y está más expuesto a coloni-
zaciones culturales. Muchas veces los

Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 Junio 2021 -177-


VIDA Y ÉTICA

organismos internacionales que prestan dinero “sugieren” políticas de control


de crecimiento de la población. Esto apunta directamente a las villas y barrios
donde en vez de reducir la desigualdad se reduciría así la cantidad de pobres.
Es en este contexto de pandemia y sus consecuencias todavía no del todo
mensurables, en el que se vuelve a debatir el proyecto del aborto. Nuevamente se
presenta, un proyecto muy similar al del 2018.
Ahora bien, cuando como equipo de curas de villas decimos no al racismo y
al rechazo de los inmigrantes por el hecho de ser pobres; cuando decimos no al
gatillo fácil; cuando pedimos condiciones dignas para los privados de libertad;
cuando nos involucramos para que no haya “ni un pibe menos por la droga”;
cuando acompañamos los reclamos de los trabajadores de la economía popular;
cuando nos unimos a la lucha de los vecinos y vecinas por un pedazo de tierra para
trabajar para construir un techo y así cuidar a su familia; cuando organizamos un
club o levantamos una escuela para los chicos y chicas de los barrios, etc., ¿qué
nos anima? Nos anima la profunda convicción de la dignidad de cada ser hu-
mano más allá de cualquier circunstancia. Eso mismo lo sostenemos también del
niño o la niña por nacer, su dignidad inalienable desde su concepción. De hecho,
la Convención sobre los Derechos del Niño entiende por niño “todo ser humano
desde el momento de la concepción”.
Es que cuando se niega el derecho más elemental –el derecho a vivir– todos
los derechos humanos quedan colgados de un hilo. Porque cualquier opción
por la dignidad humana necesita fundamentos que no caigan bajo discusión, más
allá de cualquier circunstancia. De otra manera esa opción se vuelve muy frá-
gil. Porque si aparece alguna excusa para eliminar una vida humana, siempre
aparecerán razones para excluir de este mundo a algunos seres humanos que
molesten. Mandarán las circunstancias. La costumbre de establecer grados de
distinto valor entre los seres humanos de acuerdo con sus características, ca-
pacidades o desarrollo, ya ha llevado a las peores aberraciones. Y lo que creía-
mos superado puede volver a aparecer bajo otras formas.
Cuando una mujer humilde de nuestros barrios va a hacerse la primera eco-
grafía, no dice: “vengo a ver este montón de células” sino que dice: “vengo a ver
cómo está mi hijo”. Podríamos preguntarnos, ¿qué solidez puede tener entonces
la defensa de una vida humana? Si una ley puede definir en qué momento puede
ser eliminada o no. En qué se apoyaría la ley para decir: no es legítimo quitarle la
vida a un ser humano cuando tiene más de 14 semanas, pero que sí se lo puede
“interrumpir” cuando tiene un día menos. Si una ley puede definir en qué mo-
mento una vida humana puede ser eliminada, entonces todo queda sometido a las
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Intervención de Monseñor Gustavo Carrara / DOCUMENTOS NACIONALES

necesidades circunstanciales, a las conveniencias de los que tengan más poder, o a


las modas culturales del momento. ¿No resulta muy peligroso correr arbitraria-
mente el comienzo de la vida de un ser humano?
El punto central, lo que está en juego, es el valor de la vida humana. ¿Es posible
que el deseo o la posible afectación a mi salud integral (física, psíquica o social)
sea el criterio para decidir quién vive, quién tiene derecho a vivir, y quién no?
Hay ejemplos a lo largo de la historia donde para poder eliminar seres humanos,
a quienes se consideraba descartables desde el Poder, primero había que deshu-
manizarlos. Hay un discurso por momentos dominante que reitera la palabra
“libertad” como un valor supremo. La pandemia nos mostró el orden verdadero.
Primero la vida, luego la libertad. No hay libertad sin vida. La libertad no es un
bien ilimitado, tiene el límite del otro. Y la genética muestra que el embrión
tiene un ADN distinto del de su madre y se mantendrá al nacer y durante toda
su vida.
Cuando se habla de las villas o barrios populares, muchas veces se des-
conoce la cultura de la mayoría de las mujeres pobres. Para ellas los hijos son
el mayor o el único tesoro, y no son algo más entre muchas posibilidades que el
mundo de hoy puede ofrecer. Eso explica que tantas mujeres pobres se desvivan
trabajando mucho para poder criar a sus hijos. Si se quiere ayudar realmente, lo
primero que hay que hacer en nuestros barrios es luchar contra la pobreza con
firme determinación.
Se entienden los argumentos que tratan el aborto como un tema de salud,
pero estos argumentos conciben a la salud desde un enfoque aislado, como si los
seres humanos no fuéramos relación, vínculos, espíritu. Algo que sí nos recuerda
la pandemia que estamos sufriendo. La salud no se puede alcanzar descartando a
otro ser humano. Por eso, para las mujeres de los barrios más humildes, el abor-
to es vivido como un drama existencial, personal y comunitario. Aquí se sigue
una intuición muy profunda: no es humano favorecer a un débil en contra de
otro más débil aún.
Muchas veces miramos a los países poderosos y “desarrollados” de nuestro
mundo. En muchos de ellos está legalizado el aborto. Y en muchos casos se des-
carta así a los niños que van a nacer con síndrome de Down. ¡Cuánto nos enseñan
estos niños a los que tenemos atrofiada la capacidad de amar! La lógica de los
poderosos, de los fuertes, que deciden sobre los que menos posibilidades tienen, es
la lógica dominante en nuestro mundo de hoy. Y esto también, de alguna manera,
se traslada al tema de la niña o niño por nacer.

-179-
VIDA Y ÉTICA

Y a las mamás que sufren situaciones dramáticas hay que acompañarlas y po-
der ayudarlas con su embarazo, como hacen muchas vecinas que ayudan en
situaciones difíciles, cuando no hay nadie más que ellas; o como esas comunida-
des que se organizan en nuestros barrios a través por ejemplo de los “Hogares
del Abrazo Maternal”, y salen a las ranchadas a acompañar a los que están en la
calle y se encuentran con chicas que están solas y embarazadas, les hacen un lugar
y las siguen acompañando, cuidando de las dos vidas.
No organicemos un país en base al egoísmo disfrazado de libertad. Aunque no
parezca la salida más pragmática, los argentinos podemos resolver los problemas
sin arrancarle la vida a un inocente antes de que pueda defenderse. Podríamos
hacer la diferencia. Como pueblo somos capaces de apuntar más alto y de sos-
tener un profundo respeto por la dignidad de los más débiles.

2 de diciembre de 2020
Gustavo Oscar Carrara

-180-
DOCUMENTOS NACIONALES

PRESENCIA DE Señoras Diputadas y Señores Diputa-


dos de la Nación:
CÁRITAS ARGENTINA Mi nombre es Andrea Imbroglia, y
EN LA SESIÓN vengo en representación de la Conferen-
cia Episcopal Argentina. Como algunos
DE DIPUTADOS saben, es el organismo rector de la Iglesia
Católica Argentina, la cual coordina su
POR EL PROYECTO enorme trabajo con las personas y co-
munidades pobres fundamentalmente a
DE LEY DE través de Cáritas Argentina.
INTERRUPCIÓN En Cáritas somos más de 3500 grupos
de trabajo y 32.000 voluntarios viviendo
VOLUNTARIA con comunidades muy pobres a lo lar-
DEL EMBARAZO go de todo el territorio nacional. Yo soy
parte de este equipo de miles de mujeres
y hombres que estamos presentes todos
-pero todos- los días en los barrios vulne-
rables, para sostener y acompañar la vida
Buenos Aires, 1 de diciembre de 2020
de millones de personas en situación de
pobreza. Y por eso hoy les hablo en nom-
bre de estas millones de personas. Señores
Diputadas y Diputados, nadie puede de-
cirnos lo que piensan y viven las mujeres
en situación de pobreza ante un embara-
zo porque nosotros sí que estamos ahí, las
acompañamos poniéndole el cuerpo en el
territorio, sin ningún tipo de condición.
Y les aseguro que quienes quieren arro-
garse su representación y dicen que las
mujeres pobres quieren el aborto, o no las
conocen, o faltan a la verdad.
El aborto NO es un pedido de las co-
munidades vulnerables. Lo afirmamos
desde la realidad de los territorios, y no
desde algunas ideologías ni desde la re-
ligión ni desde los escritorios. Desde la
realidad de esos territorios, las mujeres
Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 Junio 2021 -181-
VIDA Y ÉTICA

piensan, sienten y miran al aborto y todo lo que lo rodea como una gran CRUEL-
DAD. Y así evaluarán a las legisladoras y legisladores. Si el Congreso de la Nación
que ustedes integran pretende defender los derechos de las personas en situación
de pobreza, primero tiene que priorizar y respetarles la vida. Tanto a la niña o niño
por nacer, como a su madre. Por eso lo voy a decir muy claro: legalizar el aborto
implica ser, como Poder Legislativo y como Patria, antiderechos de personas en
situación de pobreza. Porque la realidad humana que está esperando nacer en el
vientre de las madres es indiscutidamente un ser humano, y vulnerable. Son vidas
humanas, sea que tengan 1, 3, 14 o 20 semanas de gestación. Son personas, por
naturaleza, por código genético, y porque además así lo define la Constitución.
Hoy escuchamos estupefactos a un funcionario, médico además, decir aquí mismo
que “acá no hay 2 vidas”. No nos dan tiempo para explicarle esto tan básico aquí,
pero sí que la hay, y bien humana y persona. Y esto es lo que intuyen, saben y
defienden en su inmensa mayoría los pobres, que nunca consideran que quien está
en sus vientres como su propio cuerpo.
Y aún si algún legislador de verdad tuviese dudas de que son personas, ni por
ley ni por sentido común las puede eliminar por tener duda. ¿Cómo que vamos a
suprimir personas con esta crueldad porque molestan?
Las sociedades se organizan y crean los Estados para reconocer y cuidar los de-
rechos de las personas, y sobre todo de las más vulnerables. No se puede eliminar
miles de vidas. Quienes voten y apoyen una ley así, ¿podrán hacerse cargo? A las
mujeres que quieren abortar y son pobres, por favor envíelas con nosotros que nos
ocuparemos y estaremos a su lado.
Miren, en Cáritas nos dedicamos todos los días a recibir la vida como viene.
Con sus fragilidades, desaciertos y pobrezas. Asistimos a personas que viven vidas
rotas, o quebradas. Y por supuesto que estamos siempre junto a las mujeres en
situación de pobreza que sufren por embarazos inesperados. Se acercan a nosotros
y también las vamos a buscar. Acompañamos a las que piensan continuar con su
embarazo y a las que dudan, y no sólo tenemos buenas intenciones con ellas. Las
sostenemos y les ofrecemos una respuesta concreta, organizada y accesible. No
están solas. Son madres en las barriadas más pobres y olvidadas, las conocemos
por su nombre, conocemos sus historias. Y somos testigos de cómo es posible
acompañar y sostener en las situaciones límites, y cómo es posible multiplicar dis-
positivos comunitarios para sostener y cobijar a las mujeres y a la vida por nacer,
especialmente en sus primeros 1000 días de vida.
Y por supuesto que desde Cáritas no dejaremos tampoco de acompañar a al-
gunas madres que se acercan luego de abortar, jamás les soltaremos la mano,
-182-
Presencia de Cáritas Argentina / DOCUMENTOS NACIONALES

pase lo que pase. Para ellas también tenemos espacios organizados de escucha y
acompañamiento. Y sepan que también vemos muy en directo lo pesadísima de la
carga de sufrimiento que genera un aborto para una mujer que reconoce y vive la
profundidad del sentido de la vida, y vemos que el abortar es un drama!
Yo, mis compañeras y compañeros de Cáritas, y todas las mujeres y hombres que
soñamos con una Argentina para todas y todos, queremos un país que respete la
dignidad de las personas. La palabra «dignidad» en su etimología significa «valor».
Sigamos siendo la Argentina de antes que trabaja en el respeto al valor de las per-
sonas, por sus derechos y por su salud que empieza con respetar la vida. Especial-
mente de los vulnerables, indefensos y pobres, dentro y fuera del vientre materno.
Señoras y señores diputados, de aprobarse el aborto legal estaríamos frente a
un brutal retroceso como sociedad. ¿Cuál será el siguiente límite moral si ahora
se permite la eliminación de algunas personas que molestan? ¿Se van a atrever a
avanzar sobre más personas vulnerables, sobre personas ancianas, sobre personas
improductivas?
El aborto NO es un pedido de las comunidades pobres de nuestro país, por eso
les pedimos Señoras y Señores Legisladores que por favor cuiden la vida de todas
las personas en todas sus dimensiones y no legalicen su eliminación. Toda vida
vale, igual a la de todos los que pudimos nacer y por eso estamos aquí.
Muchas gracias

-183-
DOCUMENTOS NACIONALES

COMUNICADO La Iglesia en la Argentina quiere ra-


tificar junto a hermanos y hermanas de
DE PRENSA ANTE distintos credos y también a muchos no
creyentes, que continuará trabajando con
LA LEGALIZACIÓN firmeza y pasión en el cuidado y el servi-
cio a la vida. Esta ley que ha sido votada
DE LA INTERRUPCIÓN ahondará aún más las divisiones en nues-
DEL EMBARAZO tro país. Lamentamos profundamente la
lejanía de parte de la dirigencia del sen-
EN LA REPÚBLICA tir del pueblo, el cual se ha expresado de
diversas maneras a favor de la vida a lo
ARGENTINA largo y a lo ancho de nuestra Patria.
Tenemos la certeza de que nuestro
pueblo seguirá eligiendo siempre toda la
Buenos Aires, 30 de diciembre de 2020 vida y todas las vidas. Y junto a él seguire-
mos trabajando por las auténticas priori-
dades que requieren urgente atención en
nuestro país: Los niños y niñas que viven
en la pobreza en cantidad cada vez más
alarmante, el abandono de la escolaridad
por parte de muchos de ellos, la apre-
miante pandemia del hambre y la desocu-
pación que afecta a numerosas familias,
así como la dramática situación de los ju-
bilados, que en estas horas podrían verse
vulnerados en sus derechos una vez más.
Abrazamos a cada argentina y a cada
argentino; también a los diputados y se-
nadores que valientemente se han ma-
nifestado a favor del cuidado de toda la
vida. Defenderla siempre, sin claudicacio-
nes, nos hará capaces de construir una

Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 Junio 2021 -185-


VIDA Y ÉTICA

Nación justa y solidaria, donde nadie sea descartado y en la que se pueda vivir
una verdadera cultura del encuentro.
Mons. Oscar V. Ojea, Obispo de San Isidro, Presidente
Cardenal Mario Aurelio Poli, Arzobispo de Buenos Aires, Vicepresidente 1º
Mons. Marcelo Colombo, Arzobispo de Mendoza, Vicepresidente 2º
Mons. Carlos H. Malfa, Obispo de Chascomús, Secretario General
Conferencia Episcopal Argentina

-186-
DOCUMENTOS NACIONALES

COMUNICADO Lamentamos profundamente la legali-


zación del aborto en Argentina, aprobada
DEL SECRETARIADO en el Senado de la Nación el pasado 30 de
diciembre de 2020. Nos llena de tristeza
NACIONAL PARA el debilitamiento de la consciencia sobre
el valor inviolable de toda vida humana
LA PASTORAL que abre camino a la lógica del más fuer-
DEL CUIDADO te y la cultura del descarte. Nos llena de
tristeza que penetre en nuestra sociedad
DE LA VIDA NACIENTE una nueva forma de estar entre nosotros,
donde todo se dispone para desentender-
Y LA NIÑEZ SOBRE nos del prójimo que sufre.
LA LEGALIZACIÓN El aborto no cura las heridas profun-
das de la soledad, de la desesperación y
DEL ABORTO de la frustración de quien cree que vale
poco y no tiene oportunidades para sí y
su familia. El aborto no solo termina con
la vida de un niño, también genera un
dolor irreparable en la vida de la mujer.
Buenos Aires, 31 de diciembre de 2020
Como Secretariado Nacional para la
Pastoral del Cuidado de la Vida Naciente
y la Niñez seremos “constantes e incan-
sables en la labor de incluir, de integrar,
de levantar al caído” (Fratelli Tutti, 77);
seremos constantes e incansables en la
profundización de todas las acciones
tendientes a acompañar a las madres
embarazadas, a sus hijos y sus familias;
seremos constantes e incansables acom-
pañando en el camino de sanación a las
mujeres y varones víctimas del aborto;
seremos constantes e incansables en sa-
lir al encuentro, especialmente de todas
aquellas mujeres en situación de vulne-
rabilidad, porque somos conscientes que
la vida puede abrirse camino en las situa-
ciones más adversas; seremos constantes
Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 Junio 2021 -187-
VIDA Y ÉTICA

e incansables en la oración y en el testimonio alegre de que vale la pena abrazar


todas las vidas.
Confiamos en el Dios de la Vida, que nos creó a su imagen y semejanza, y por
intermedio de María, nuestra Madre, le rogamos que inspire a su pueblo herido
para construir una Argentina fraterna, donde nadie sobre.

-188-
DOCUMENTOS NACIONALES

COMUNICADO Hoy es un día triste para la Argentina.


Hacemos nuestro su dolor, su desazón, su
DEL SECRETARIADO tristeza, ante la noticia de la sanción de
una ley que autoriza a una madre a dar
NACIONAL PARA muerte a su hijo.
LA PASTORAL Queremos que cada argentino, cada
padre, cada madre, abuelo, hijo, sienta
FAMILIAR SOBRE nuestra cercanía y comprensión. Quere-
mos abrazar con gratitud a todos los que,
LA LEGALIZACIÓN desde distintas convicciones, desde todos
DEL ABORTO los credos, sin desanimarse, pusieron sus
esfuerzos, su esperanza y fe para que la
vida triunfara sobre la muerte.
Y, con auténtica convicción, queremos
hoy transmitirles que, a pesar de lo que
Buenos Aires, 30 de diciembre de 2020 ocurrió, la Vida siempre triunfa sobre
la muerte. Es lo que nos enseñó Cristo,
quien venció la muerte en la cruz. No está
todo perdido. No hay nada perdido.
Como familia, nos sentimos llamados
a trabajar con más compromiso que nun-
ca. Por eso queremos invitarlos a todos,
desde los diferentes sectores a unir nues-
tras fuerzas y trabajar por una familia
que educa, contiene, alimenta, consue-
la, corrige, acepta y ama incondicional-
mente. Con nuestro testimonio queremos
mostrar el Rostro del Dios de la Vida y el
Amor humano.
Unidos como Familia, sigamos acom-
pañando a la mujer que está esperando
un hijo que no desea, dándole el abrazo y
la contención. El Estado decidió dar otra

Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 Junio 2021 -189-


VIDA Y ÉTICA

respuesta. La nuestra sigue siendo la misma: cuidar la vida, toda vida y las Dos
Vidas. Nuestra alegría es el triunfo del Dios de la Vida.
Jesucristo, Señor de la Historia, te necesitamos.

-190-
DOCUMENTOS NACIONALES

ES UN DÍA El 14 de junio del 2018 escribía: Es un


día histórico… que nos duele. Releyendo
HISTÓRICO… y, supuestamente en otro momento so-
cial y bajo otro signo político en los que
QUE NOS DUELE II nos gobiernan, lo que había escrito tie-
ne absoluta vigencia. “Sin lugar a dudas
a muchos argentinos este día nos duele.
Y nos duele no sólo a los que formamos
parte de la Iglesia de Jesús, sino a todos
Buenos Aires, 30 de diciembre de 2020 los hombres de buena voluntad que lu-
chan por la vida. Porque esta no es una
batalla de “la Iglesia” como muchos la
han querido presentar para manifestar su
poder. En la larga lista de los apasionados
por la vida hay hombres y mujeres, hay
científicos, estudiosos, médicos, madres
de familia, comerciantes, taxistas, olvi-
dados premios Nobel que no comparten
nuestra fe.
Es una nueva batalla que aparente-
mente pierde la humanidad, y en especial
hoy, nuestra Patria, dejando avanzar la
muerte. Busquemos por donde busque-
mos el aborto es muerte, se condena a
la pena de muerte a quien no puede de-
fenderse”.
Y si nos da tristeza y dolor esta vo-
tación favorable a la legalización de la
interrupción voluntaria del embarazo,
nos dan dolor y tristeza los efectos que
ha producido y los mecanismos y motiva-
ciones a través de los que se llega a ella.
“Hoy es un día histórico para nuestra
Patria”, alguien dijo en aquel momento
con estúpido orgullo, tal cual, porque se
ha ahondado la nueva grieta, ha dividido
y enfrentado a los argentinos en la opi-
Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 Junio 2021 -191-
VIDA Y ÉTICA

nión pública, en la calle, en las escuelas, en las familias. Una grieta que, con el
corazón en la mano, no nos estaba haciendo falta. Habría que preguntarse a quién
beneficia que sigamos cada vez más divididos, ¿no?
¿Acaso los que venían a masillar las grietas siguen en cuarentena?
En un tiempo tan difícil como el que estamos atravesando, donde la pandemia
mostró como colapsa en 5 minutos el sistema sanitario, la educación, la seguridad.
En un año en el cual el hambre le pegó a nuestros barrios y se aumentaron de
1 a 10 los comedores, donde muchos trabajadores se quedaron sin nada, donde
muchas pequeñas y grandes empresas cerraron o se tragaron los ahorros, donde
el pánico y el miedo están causando estragos en la convivencia social… Senadores
– no me sale el adjetivo- hacía falta pegarle esta estocada al pueblo agregando
una ley de muerte. Patéticos y contradictorios: una cuarentena interminable para
cuidar la vida y el broche de oro es la muerte. ¿Saben que dos más dos es cuatro
o hay que hacerles un dibujito?
Agarran al pueblo con las defensas bajas, con síntomas depresión por la bi-
cicleta de una cuarentena que se hizo eterna, no habiendo podido despedir a
sus muertos queridos, con la soledad de muchos abuelos encerrados entre cuatro
paredes, con el embobamiento cibernético de los jóvenes a lo que nos les quedaba
más remedio que la pantalla para sobrevivir. Creo que son los síntomas de una
política manipuladora que responde a intereses inconfesables pero conocidos – ¿o
me equivoque grupo?
Una cesión de más de 12 horas en la cual, hasta con lágrimas algunos se dis-
frazaron de solidarios ante situaciones de injusticia por los embarazos no deseados
mientras no se les mueve un pelo por la vida nacida, abandonada y estropeada por el
paco; es claro, muchos viven y se benefician con esas muertes “tampoco deseadas”.
Si se hubiera hecho un Master chef político lo habrían ganado los panqueques
vuelta y vuelta.
¿Porque no dedican algunos minutos del tiempo para el cual los argentinos -a
los que no escucharon- para sesionar sobre la salud pública, sobre los jubilados,
sobre la pobreza, sobre el avance del narcotráfico, sobre la desnutrición, sobre la
corrupción de los funcionarios pasados, presentes y futuros, sobre el cumplimien-
to de las propuestas para las cuales les fue conferido el poder a los que ejercen la
función pública?
Hoy también es un día histórico porque la ignorancia se ha sobrepuesto al
sentido común, cuando se duda que haya vida desde la concepción, si hay vida se

-192-
Es un día histórico... Que nos duele / DOCUMENTOS NACIONALES

debate si esa vida es persona y los encargados de determinarla muchas veces no


pueden hilar dos ideas coherentes. ¡Que fenómeno decía pepe Biondi! ¡Parece que
se reencarnó!
Otros han tenido la desvergüenza, para no hacerse cargo de sus opciones que
llevaban la voz de las mujeres de los barrios. Mentirosos: pisen un poco el barro
y se van a dar cuenta que las mujeres de nuestros sectores más populares no le
hacen asco a la vida y la llevan para adelante sin desembarazarse.
Es un día histórico empezamos el camino de sacarnos de encima lo que nos
molesta o incomoda, me pregunto: ¿Qué vamos a hacer con el hambre de los
chicos, otra “gran Herodes”, los mandamos matar para no verlos y así se acaba el
problema?
Raíces, patria, pueblo hoy parecen palabras ajenas a los que nos conducen. Que
pena, entre los que posiblemente no nazcan quizás esté el que nos pueda llegar a
entender y a acompañar para que seamos una nación donde se respete la dignidad
de cada uno, donde no haya descartados, ni tirados al volquete, donde no aspire-
mos a estar a la vanguardia con otros pueblos que se caen a pedazos. Ojo, que nos
están colonizando y devorando, y vamos alegremente a ser masticados pensando
que estamos en el primer mundo.
Como me dijo un amigo: Hoy se acaba de morir la política que responde al
pueblo y nació un Frankenstein construido con restos de muertos y carroña desgra-
ciada y ambiciosa. No se puede construir una sociedad sana con estos parámetros.
Vuelvo a hacer la pregunta de hace dos años: ¿cuál es el próximo paso que nos
van a hacer dar para que nos desintegren como sociedad, como país? Ya hicimos
todos los deberes que en su momento el plan Rockefeller se propuso: dejarnos
sin raíz, sin familia, sin fe, ahora sin moral que valore la vida y la cuide de punta
a punta.
Sin embargo “esta ley no obliga a abortar”. Junto con muchos argentinos de
buena voluntad seguimos afirmando “que el aborto es un crimen, que el aborto
es muerte” y nadie nos obliga matar sino muy por el contrario a redoblar nuestro
trabajo para que muchos tengan vida y vida en abundancia.

14 de junio de 2018
Mons. Eduardo García
Obispo de San Justo

-193-
DOCUMENTOS NACIONALES

DÍA DEL NIÑO Con motivo de celebrar hoy, 25 de


marzo, el “Día del Niño por Nacer” quere-
POR NACER mos una vez más invitar a acoger, cuidar
y acompañar esa vida.
Afirmamos con la misma certeza que
nos da la ciencia biológica que un niño
por nacer es una vida, única e irrepetible,
Buenos Aires, 25 de marzo de 2021 y posee el derecho inalienable a vivirla.
Ese momento de la vida humana es uno
de los más vulnerables de la existencia;
y sin el cuidado de sus progenitores y de
una familia, esa vida no podría subsistir.
Afirmamos y recordamos, además, lo
expresado en nuestra Constitución sobre
los derechos que tiene esa misma cria-
tura ya desde el seno materno. Por eso,
nos toca a todos, individuos, familia y
Estado cuidar y respetar la vida desde su
concepción.
Apoyados en estos principios de la
ciencia y como cristianos, queremos se-
guir siendo anunciadores convencidos
y gozosos del valor de la vida en todas
sus etapas.
Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos
y la Familia, CEVILAF
Conferencia Episcopal Argentina

Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 Junio 2021 -195-


DOCUMENTOS NACIONALES

COMUNICADO “Se vuelve indispensable crear un sis-


tema normativo que incluya límites in-
DE LA COMISIÓN franqueables y asegure la protección de
los ecosistemas, antes que las nuevas
EJECUTIVA ANTE formas de poder derivadas del paradig-
ma tecno económico terminen arrasando
EL PROYECTO no sólo con la política sino también con
DE “DESARROLLO la libertad y la justicia” (Papa Francisco,
encíclica Laudato Si 53)
INDUSTRIAL MINERO Ante el proyecto de “Desarrollo Indus-
METALÍFERO trial Minero Metalífero Sustentable de la
Provincia de Chubut”.
SUSTENTABLE DE Expresamos nuestro total apoyo a los
LA PROVINCIA obispos de las Diócesis de la provincia de
Chubut, que con firmeza y compromiso
DE CHUBUT” han pedido en reiteradas ocasiones que
se escuche a todos los actores sociales,
y al pueblo chubutense en su conjunto,
que en su mayoría se manifiestan con-
trarios al proyecto de mega- minería, de
Buenos Aires, 4 de marzo de 2021 inminente tratamiento en la legislatura
provincial. Cabe destacar que también el
CONICET se ha expresado negativamente.
Valoramos y asumimos el camino re-
corrido en estos años por las diócesis de
la región Patagonia-Comahue y especial-
mente de Chubut en su reflexión sobre la
explotación minera. Es oportuno recordar
el mensaje de Navidad del año 2009:
«Constatamos que con frecuencia las
empresas que obran así son multinacio-
nales, que hacen aquí lo que no se les
permite en países desarrollados o del lla-
mado primer mundo. Generalmente, al
cesar sus actividades y al retirarse, dejan
grandes pasivos humanos y ambientales,
Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 Junio 2021 -197-
VIDA Y ÉTICA

como la desocupación, pueblos sin vida, agotamiento de algunas reservas natura-


les, deforestación, empobrecimiento de la agricultura y ganadería local, cráteres,
cerros triturados, ríos contaminados y algunas pocas obras sociales que ya no se
pueden sostener».Obispos de la región de Patagonia-Comahue (Argentina), Men-
saje de Navidad (diciembre 2009)
Por eso también, nos hacemos eco de lo expresado por los obispos de Chubut
en noviembre del año pasado, pidiendo que se busquen otros caminos, que inclu-
yan tiempos prolongados de información y formación ecuánime en los respectivos
protocolos, y la necesidad de la consulta popular. Los pobladores de la meseta tie-
nen que tener un lugar especial en esta búsqueda de soluciones. De esta manera,
podrán aportar su opinión, y ser verdaderos protagonistas de su destino.
Invocamos a la Virgen nuestra Madre, para que ilumine las mentes y los cora-
zones de nuestros dirigentes, cuando se presentan situaciones de extrema delica-
deza en el cuidado ambiental y social.
Mons. Oscar V. Ojea, Obispo de San Isidro, Presidente
Cardenal Mario Aurelio Poli, Arzobispo de Buenos Aires, Vicepresidente 1º
Mons. Marcelo Colombo, Arzobispo de Mendoza, Vicepresidente 2º
Mons. Carlos H. Malfa, Obispo de Chascomús, Secretario General
Conferencia Episcopal Argentina

-198-
DOCUMENTOS NACIONALES

UNA NECESIDAD VITAL Hay un sentimiento interior que todos


de alguna manera experimentamos: la
Pandemia se hace larga. Lo saben espe-
cialmente los esenciales que están en la
primera línea, cuidando la fragilidad de
nuestro pueblo, entre ellos el personal de
Buenos Aires, 1 de junio de 2021
salud y tantos otros servidores de la co-
munidad como, por ejemplo, las mujeres
que llevan adelante los comedores comu-
nitarios.
¿Qué ayuda a mantener encendida la
esperanza en este tiempo tan dramático
que vivimos? Con claridad lo decimos: La
dimensión trascendente y religiosa de la
vida. Así lo expresa y tiene necesidad de
hacerlo nuestro pueblo. Ella constituye
el horizonte de muchos argentinos y los
llena de fortaleza, consuelo y esperanza.
Aún para muchos que habitualmente no
participaban de celebraciones y encuen-
tros religiosos, la enfermedad y la muer-
te cercana de algún ser querido, así como
la angustia y la desesperanza, se revelan
como momentos difíciles que la fe ayuda
a afrontar con mayor fortaleza. Entonces,
la mejor política arraigada en el pueblo, es
también la que reconoce la importancia de
la espiritualidad en la vida de los pueblos.
Con el Papa Francisco afirmamos:
“Para la Iglesia es imposible separar la
promoción de la justicia social del re-
conocimiento de los valores y la cultura
del pueblo, incluyendo los valores espi-
rituales que son fuente de su sentido de
dignidad. En las comunidades cristianas,
estos valores nacen del encuentro con

Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 Junio 2021 -199-


VIDA Y ÉTICA

Jesucristo, que busca incansablemente a quien está desanimado o perdido, que


se desplaza hasta los mismos límites de la existencia, para ser rostro y presencia
de Dios, para ser ‘Dios con nosotros’”1.
Desde el 20 de marzo de 2020, como Iglesia entendimos y acompañamos las
disposiciones sobre el cuidado de la vida y de la salud de todos. Pero también
constatamos que nuestro pueblo, ante esta terrible incertidumbre, necesita vivir
la dimensión comunitaria de la fe en estos momentos significativos de su vida.
Así, poder dar cristiana sepultura a los seres queridos, como tener los espacios de
oración y celebración de fe, nos fortalece en medio de la crisis en estos tiempos
de soledad y aislamiento, de duelo y angustia por lo incierto del futuro. Por eso
necesitamos rezar, acudir a algunos de los santuarios donde alguna vez hemos
experimentado con fuerza la ayuda de Dios o pedir la contención espiritual del
ministro religioso. En estos casos, contemplamos con gratitud cómo la vocación
sacerdotal y religiosa, no presentan reparos a la hora de estar con el que sufre.
A los fines de cumplir con lo dispuesto en este tiempo de pandemia, la Iglesia
ha adoptado todas las normas que eviten la difusión del COVID. En nuestras co-
munidades, vimos cómo se han ido perfeccionado los protocolos, los cuidados y
sobre todo el sentido de responsabilidad social de ministros.
Creemos que el respeto de esta sensibilidad religiosa no puede quedar librado
a respuestas arbitrarias de las autoridades o a decisiones fundadas en la opinión
personal de un funcionario. Por eso, a partir de la experiencia satisfactoria de
tantos barrios, ciudades y provincias, solicitamos a las autoridades se adopten
aquellas normas razonables que posibiliten la realización de celebraciones durante
estos tiempos de bajas temperaturas, dentro de los templos, con la previsión de
aforos en la proporción adecuada a sus espacios físicos.

1 Video-mensaje del Santo padre Francisco a los participantes en la Conferencia Internacional: “A POLITICS
ROOTED INTHE PEOPLE” (UNA POLÍTICA ARRAIGADA EN EL PUEBLO). 15 de abril 2021.
-200-
Una necesidad vital / DOCUMENTOS NACIONALES

En un dialogo abierto y eficaz, creemos posible se adopten aquellas medidas


que garanticen estas celebraciones, asumiendo los ciudadanos y las autoridades
religiosas, el pleno cumplimiento de las disposiciones en materia de distancia-
miento y aquellas otras medidas sanitarias que se vienen llevando adelante en
este tiempo.
Encomendamos al Señor y a la Virgen la salud del pueblo argentino.
Mons. Oscar V. Ojea, Obispo de San Isidro, Presidente
Cardenal Mario Aurelio Poli, Arzobispo de Buenos Aires, Vicepresidente 1º
Mons. Marcelo Colombo, Arzobispo de Mendoza, Vicepresidente 2º
Mons. Carlos H. Malfa, Obispo de Chascomús, Secretario General
Conferencia Episcopal Argentina

-201-
DOCUMENTOS INTERNACIONALES

CARTA Introducción
El Buen Samaritano que deja su ca-
SAMARITANUS BONUS mino para socorrer al hombre enfermo
SOBRE EL CUIDADO (cfr. Lc 10, 30-37) es la imagen de Jesu-
cristo que encuentra al hombre necesita-
DE LAS PERSONAS do de salvación y cuida de sus heridas y
su dolor con «el aceite del consuelo y el
EN LAS FASES CRÍTICAS vino de la esperanza».[1] Él es el médico
de las almas y de los cuerpos y «el testigo
Y TERMINALES fiel» (Ap 3, 14) de la presencia salvífica de
DE LA VIDA Dios en el mundo. Pero, ¿cómo concretar
hoy este mensaje? ¿Cómo traducirlo en
una capacidad de acompañamiento de la
persona enferma en las fases terminales
de la vida de manera que se le ayude res-
Buenos Aires, 22 de septiembre de 2020
petando y promoviendo siempre su ina-
lienable dignidad humana, su llamada a
la santidad y, por tanto, el valor supremo
de su misma existencia?
El extraordinario y progresivo desa-
rrollo de las tecnologías biomédicas ha
acrecentado de manera exponencial las
capacidades clínicas de la medicina en el
diagnóstico, en la terapia y en el cuida-
do de los pacientes. La Iglesia mira con
esperanza la investigación científica y
tecnológica, y ve en ellas una oportuni-
dad favorable de servicio al bien integral
de la vida y de la dignidad de todo ser
humano.[2] Sin embargo, estos progresos
de la tecnología médica, si bien preciosos,
no son determinantes por sí mismos para
calificar el sentido propio y el valor de la
vida humana. De hecho, todo progreso en
las destrezas de los agentes sanitarios re-
clama una creciente y sabia capacidad de
discernimiento moral[3] para evitar el uso

Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 Junio 2021 -203-


VIDA Y ÉTICA

desproporcionado y deshumanizante de las tecnologías, sobre todo en las fases


críticas y terminales de la vida humana.
Por otro lado, la gestión organizativa y la elevada articulación y complejidad
de los sistemas sanitarios contemporáneos pueden reducir la relación de confian-
za entre el médico y el paciente a una relación meramente técnica y contractual,
un riesgo que afecta, sobre todo, a los países donde se están aprobando leyes que
legitiman formas de suicidio asistido y de eutanasia voluntaria de los enfermos
más vulnerables. Estas niegan los límites éticos y jurídicos de la autodetermina-
ción del sujeto enfermo, oscureciendo de manera preocupante el valor de la vida
humana en la enfermedad, el sentido del sufrimiento y el significado del tiempo
que precede a la muerte. El dolor y la muerte, de hecho, no pueden ser los criterios
últimos que midan la dignidad humana, que es propia de cada persona, por el solo
hecho de ser un “ser humano”.
Ante tales desafíos, capaces de poner en juego nuestro modo de pensar la
medicina, el significado del cuidado de la persona enferma y la responsabilidad
social frente a los más vulnerables, el presente documento intenta iluminar a los
pastores y a los fieles en sus preocupaciones y en sus dudas acerca de la atención
médica, espiritual y pastoral debida a los enfermos en las fases críticas y termina-
les de la vida. Todos son llamados a dar testimonio junto al enfermo y transfor-
marse en “comunidad sanadora” para que el deseo de Jesús, que todos sean una
sola carne, a partir de los más débiles y vulnerables, se lleve a cabo de manera
concreta.[4] Se percibe en todas partes, de hecho, la necesidad de una aclaración
moral y de una orientación práctica sobre cómo asistir a estas personas, ya que
«es necesaria una unidad de doctrina y praxis»[5] respecto a un tema tan delicado,
que afecta a los enfermos más débiles en las etapas más delicadas y decisivas de
la vida de una persona.
Diversas Conferencias Episcopales en el mundo han publicado documentos
y cartas pastorales, con las que han buscado dar una respuesta a los desafíos
planteados por el suicidio asistido y la eutanasia voluntaria – legitimadas por al-
gunas legislaciones nacionales – con una específica referencia a cuantos trabajan
o se recuperan dentro de los hospitales, también en los hospitales católicos. Pero
la atención espiritual y las dudas emergentes, en determinadas circunstancias y
contextos particulares, acerca de la celebración de los Sacramentos por aquellos
que intentan poner fin a la propia vida, reclaman hoy una intervención más clara
y puntual de parte de la Iglesia, con el fin de:
- reafirmar el mensaje del Evangelio y sus expresiones como fundamentos
doctrinales propuestos por el Magisterio, invocando la misión de cuantos están
-204-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

en contacto con los enfermos en las fases críticas y terminales (los familiares o
los tutores legales, los capellanes de hospital, los ministros extraordinarios de la
Eucaristía y los agentes de pastoral, los voluntarios de los hospitales y el personal
sanitario), además de los mismos enfermos;
- proporcionar pautas pastorales precisas y concretas, de tal manera que a
nivel local se puedan afrontar y gestionar estas situaciones complejas para favo-
recer el encuentro personal del paciente con el Amor misericordioso de Dios.

I. Hacerse cargo del prójimo


Es difícil reconocer el profundo valor de la vida humana cuando, a pesar de
todo esfuerzo asistencial, esta continúa mostrándosenos en su debilidad y fragi-
lidad. El sufrimiento, lejos de ser eliminado del horizonte existencial de la perso-
na, continúa generando una inagotable pregunta por el sentido de la vida.[6] La
solución a esta dramática cuestión no podrá jamás ofrecerse solo a la luz del
pensamiento humano, porque en el sufrimiento está contenida la grandeza de un
misterio específico que solo la Revelación de Dios nos puede desvelar.[7] Especial-
mente, a cada agente sanitario le ha sido confiada la misión de una fiel custodia
de la vida humana hasta su cumplimiento natural,[8] a través de un proceso de
asistencia que sea capaz de re-generar en cada paciente el sentido profundo de su
existencia, cuando viene marcada por el sufrimiento y la enfermedad. Es por esto
necesario partir de una atenta consideración del propio significado del cuidado,
para comprender el significado de la misión específica confiada por Dios a cada
persona, agente sanitario y de pastoral, así como al mismo enfermo y a su familia.
La experiencia del cuidado médico parte de aquella condición humana, mar-
cada por la finitud y el límite, que es la vulnerabilidad. En relación a la persona,
esta se inscribe en la fragilidad de nuestro ser juntos “cuerpo”, material y tem-
poralmente finito, y “alma”, deseo de infinito y destinada a la eternidad. Nuestro
ser criaturas “finitas”, y también destinadas a la eternidad, revela tanto nuestra
dependencia de los bienes materiales y de la ayuda reciproca de los hombres,
como nuestra relación originaria y profunda con Dios. Esta vulnerabilidad da fun-
damento a la ética del cuidado, de manera particular en el ámbito de la medicina,
entendida como solicitud, premura, coparticipación y responsabilidad hacia las
mujeres y hombres que se nos han confiado porque están necesitados de atención
física y espiritual.
De manera específica, la relación de cuidado revela un principio de justicia, en
su doble dimensión de promoción de la vida humana (suum cuique tribuere) y de
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VIDA Y ÉTICA

no hacer daño a la persona (alterum non laedere): es el mismo principio que Jesús
transforma en la regla de oro positiva «todo lo que deseáis que los demás hagan
con vosotros, hacedlo vosotros con ellos» (Mt 7, 12). Es la regla que, en la ética
médica tradicional, encuentra un eco en el aforismo primum non nocere.
El cuidado de la vida es, por tanto, la primera responsabilidad que el médico
experimenta en el encuentro con el enfermo. Esta no puede reducirse a la capaci-
dad de curar al enfermo, siendo su horizonte antropológico y moral más amplio:
también cuando la curación es imposible o improbable, el acompañamiento médi-
co y de enfermería (el cuidado de las funciones esenciales del cuerpo), psicológico
y espiritual, es un deber ineludible, porque lo contrario constituiría un abandono
inhumano del enfermo. La medicina, de hecho, que se sirve de muchas ciencias,
posee también una importante dimensión de “arte terapéutica” que implica una
relación estrecha entre el paciente, los agentes sanitarios, familiares y miembros
de las varias comunidades de pertenencia del enfermo: arte terapéutica, actos
clínicos y cuidado están inseparablemente unidos en la práctica médica, sobre
todo en las fases críticas y terminales de la vida.
El Buen Samaritano, de hecho, «no sólo se acerca, sino que se hace cargo del
hombre medio muerto que encuentra al borde del camino»[9]. Invierte en él no
solo el dinero que tiene, sino también aquel que no tiene y que espera ganar en
Jericó, prometiendo que pagará a su regreso. Así Cristo nos invita a fiarnos de su
gracia invisible y nos empuja a la generosidad basada en la caridad sobrenatural,
identificándose con cada enfermo: «Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis
hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis» (Mt 25, 40). La afirmación de Jesús
es una verdad moral de alcance universal: «se trata de “hacerse cargo” de toda la
vida y de la vida de todos»,[10] para revelar el Amor originario e incondicionado de
Dios, fuente del sentido de toda vida.
Por este motivo, sobre todo en las estructuras hospitalarias y asistenciales ins-
piradas en los valores cristianos, es más necesario que nunca hacer un esfuerzo,
también espiritual, para dejar espacio a una relación construida a partir del reco-
nocimiento de la fragilidad y la vulnerabilidad de la persona enferma. De hecho,
la debilidad nos recuerda nuestra dependencia de Dios, y nos invita a responder
desde el respeto debido al prójimo. De aquí nace la responsabilidad moral ligada a
la conciencia de todo sujeto que se hace cargo del enfermo (médico, enfermero,
familiar, voluntario, pastor) de encontrarse frente a un bien fundamental e ina-
lienable – la persona humana – que impone no poder saltarse el límite en el que
se da el respeto de sí y del otro, es decir la acogida, la tutela y la promoción de la

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Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

vida humana hasta la llegada natural de la muerte. Se trata, en este sentido, de


tener una mirada contemplativa,[11] que sabe captar en la existencia propia y la
de los otros un prodigio único e irrepetible, recibido y acogido como un don. Es la
mirada de quién no pretende apoderarse de la realidad de la vida, sino acogerla así
como es, con sus fatigas y sufrimientos, buscando reconocer en la enfermedad un
sentido del que dejarse interpelar y “guiar”, con la confianza de quien se abando-
na al Señor de la vida que se manifiesta en él.
Ciertamente, la medicina debe aceptar el límite de la muerte como parte de la
condición humana. Llega un momento en el que ya no queda más que reconocer
la imposibilidad de intervenir con tratamientos específicos sobre una enfermedad,
que aparece en poco tiempo como mortal. Es un hecho dramático, que se debe
comunicar al enfermo con gran humanidad y también con confiada apertura a la
perspectiva sobrenatural, conscientes de la angustia que la muerte genera, sobre
todo en una cultura que la esconde. No se puede pensar en la vida física como
algo que hay que conservar a toda costa – algo que es imposible -, sino como
algo por vivir alcanzando la libre aceptación del sentido de la existencia corpórea:
«sólo con referencia a la persona humana en su “totalidad unificada”, es decir,
“alma que se expresa en el cuerpo informado por un espíritu inmortal”, se puede
entender el significado específicamente humano del cuerpo».[12]
Reconocer la imposibilidad de curar ante la cercana eventualidad de la muerte,
no significa, sin embargo, el final del obrar médico y de enfermería. Ejercitar la
responsabilidad hacia la persona enferma, significa asegurarle el cuidado hasta
el final: «curar si es posible, cuidar siempre (to cure if possible, always to care)».
[13]
Esta intención de cuidar siempre al enfermo ofrece el criterio para evaluar las
diversas acciones a llevar a cabo en la situación de enfermedad “incurable”; incu-
rable, de hecho, no es nunca sinónimo de “in-cuidable”. La mirada contemplativa
invita a ampliar la noción de cuidado. El objetivo de la asistencia debe mirar a la
integridad de la persona, garantizando con los medios adecuados y necesarios el
apoyo físico, psicológico, social, familiar y religioso. La fe viva, mantenida en las
almas de las personas que la rodean, puede contribuir a la verdadera vida teologal
de la persona enferma, aunque esto no sea inmediatamente visible. El cuidado
pastoral de todos, familiares, médicos, enfermeros y capellanes, puede ayudar al
enfermo a persistir en la gracia santificante y a morir en la caridad, en el Amor
de Dios. Frente a lo inevitable de la enfermedad, sobre todo si es crónica y dege-
nerativa, si falta la fe, el miedo al sufrimiento y a la muerte, y el desánimo que se
produce, constituyen hoy en día las causas principales de la tentación de controlar
y gestionar la llegada de la muerte, aun anticipándola, con la petición de la euta-
nasia o del suicidio asistido.
-207-
VIDA Y ÉTICA

II. La experiencia viviente del Cristo sufriente


y el anuncio de la esperanza
Si la figura del Buen samaritano ilumina de luz nueva la práctica del cuidado,
la experiencia viviente del Cristo sufriente, su agonía en la Cruz y su Resurrección,
son los espacios en los que se manifiesta la cercanía del Dios hecho hombre en las
múltiples formas de la angustia y del dolor, que pueden golpear a los enfermos y
sus familiares, durante las largas jornadas de la enfermedad y en el final de la vida.
No solo en las palabras del profeta Isaías se anuncia la persona de Cristo como
el hombre familiarizado con el dolor y el padecimiento (cfr. Is 53), si releemos las
páginas de la pasión de Cristo encontramos también la experiencia de la incom-
prensión, de la mofa, del abandono, del dolor físico y de la angustia. Son experien-
cias que hoy golpean a muchos enfermos, con frecuencia considerados una carga
para la sociedad; a veces no son comprendidos en sus peticiones, a menudo viven
formas de abandono afectivo, de perdida de relaciones.
Todo enfermo tiene necesidad no solo de ser escuchado, sino de comprender
que el propio interlocutor “sabe” que significa sentirse solo, abandonado, angus-
tiado frente a la perspectiva de la muerte, al dolor de la carne, al sufrimiento
que surge cuando la mirada de la sociedad mide su valor en términos de calidad
de vida y lo hace sentir una carga para los proyectos de otras personas. Por eso,
volver la mirada a Cristo significa saber que se puede recurrir a quien ha probado
en su carne el dolor de la flagelación y de los clavos, la burla de los flageladores,
el abandono y la traición de los amigos más queridos.
Frente al desafío de la enfermedad y en presencia de dificultades emotivas y
espirituales en aquel que vive la experiencia del dolor, surge, de manera inexora-
ble, la necesidad de saber decir una palabra de confort, extraída de la compasión
llena de esperanza de Jesús sobre la Cruz. Una esperanza creíble, profesada por
Cristo en la Cruz, capaz de afrontar el momento de la prueba, el desafío de la
muerte. En la Cruz de Cristo – cantada por la liturgia el Viernes Santo: Ave crux,
spes unica – están concentrados y resumidos todos los males y sufrimientos del
mundo. Todo el mal físico, de los cuales la cruz, cual instrumento de muerte infa-
me e infamante, es el emblema; todo el mal psicológico, expresado en la muerte
de Jesús en la más sombría soledad, abandono y traición; todo el mal moral, ma-
nifestado en la condena a muerte del Inocente; todo el mal espiritual, destacado
en la desolación que hace percibir el silencio de Dios.
Cristo es quien ha sentido alrededor de Él la afligida consternación de la Madre
y de los discípulos, que “estaban” bajo la Cruz: en este “estar”, aparentemente car-

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Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

gado de impotencia y resignación, está toda la cercanía de los afectos que permite
al Dios hecho hombre vivir también aquellas horas que parecen sin sentido.
Después está la Cruz: de hecho un instrumento de tortura y de ejecución re-
servado solo a los últimos, que parece tan semejante, en su carga simbólica, a
aquellas enfermedades que clavan a una cama, que prefiguran solo la muerte y
parecen eliminar el significado del tiempo y de su paso. Sin embargo, aquellos que
“están” alrededor del enfermo no son solo testigos, sino que son signo viviente de
aquellos afectos, de aquellas relaciones, de aquella íntima disponibilidad al amor,
que permiten al que sufre reconocer sobre él una mirada humana capaz de volver
a dar sentido al tiempo de la enfermedad. Porque en la experiencia de sentirse
amado, toda la vida encuentra su justificación. Cristo ha estado siempre sostenido,
en el camino de su pasión, por el confiado abandono en el amor del Padre, que
se hacía evidente, en la hora de la Cruz, también a través del amor de la Madre.
Porque el Amor de Dios se revela siempre, en la historia de los hombres, gracias al
amor de quien no nos abandona, de quien “está”, a pesar de todo, a nuestro lado.
Si reflexionamos sobre el final de la vida de las personas, no podemos olvidar
que en ellas se aloja con frecuencia la preocupación por aquellos que dejan: por
los hijos, el cónyuge, los padres, los amigos. Un componente humano que nunca
podemos descuidar y a los que se debe ofrecer apoyo y ayuda.
Es la misma preocupación de Cristo, que antes de morir piensa en la Madre
que permanecerá sola, con un dolor que deberá llevar en la historia. En la crónica
austera del Evangelio de Juan, es a la Madre a quien se dirige Cristo, para tran-
quilizarla, para confiarla al discípulo amado de tal manera que se haga cargo de
ella: “Madre, ahí tienes a tu hijo” (cfr. Jn 19, 26-27). El tiempo del final de la vida
es un tiempo de relaciones, un tiempo en el que se deben derrotar la soledad y
el abandono (cfr. Mt 27, 46 y Mc 15, 34), en vista de una entrega confiada de la
propia vida a Dios (cfr. Lc 23, 46).
Desde esta perspectiva, mirar al Crucificado significa ver una escena coral, en
la que Cristo está en el centro porque resume en su propia carne, y verdaderamen-
te transfigura, las horas más tenebrosas de la experiencia humana, aquellas en las
que se asoma, silenciosa, la posibilidad de la desesperación. La luz de la fe nos hace
captar, en aquella plástica y descarnada descripción que los Evangelios nos dan, la
Presencia trinitaria, porque Cristo confía en el Padre gracias al Espíritu Santo, que
apoya a la Madre y a los discípulos que “están” y, en este su “estar” junto a la Cruz,
participan, con su humana dedicación al Sufriente, al misterio de la Redención.

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VIDA Y ÉTICA

Así, si bien marcada por un tránsito doloroso, la muerte puede convertirse en


ocasión de una esperanza más grande, gracias a la fe, que nos hace partícipes de
la obra redentora de Cristo. De hecho, el dolor es existencialmente soportable solo
donde existe la esperanza. La esperanza que Cristo transmite al que sufre y al en-
fermo es la de su presencia, de su real cercanía. La esperanza no es solo un esperar
por un futuro mejor, es una mirada sobre el presente, que lo llena de significado.
En la fe cristiana, el acontecimiento de la Resurrección no solo revela la vida eter-
na, sino que pone de manifiesto que en la historia la última palabra no es jamás la
muerte, el dolor, la traición, el mal. Cristo resurge en la historia y en el misterio de
la Resurrección existe la confirmación del amor del Padre que no abandona nunca.
Releer, ahora, la experiencia viviente del Cristo sufriente significa entregar
también a los hombres de hoy una esperanza capaz de dar sentido al tiempo de la
enfermedad y de la muerte. Esta esperanza es el amor que resiste a la tentación
de la desesperación.
Aunque son muy importantes y están cargados de valor, los cuidados paliativos
no bastan si no existe alguien que “está” junto al enfermo y le da testimonio de su
valor único e irrepetible. Para el creyente, mirar al Crucificado significa confiar en
la comprensión y en el Amor de Dios: y es importante, en una época histórica en
la que se exalta la autonomía y se celebran los fastos del individuo, recordar que si
bien es verdad que cada uno vive el propio sufrimiento, el propio dolor y la propia
muerte, estas vivencias están siempre cargadas de la mirada y de la presencia de
los otros. Alrededor de la Cruz están también los funcionarios del Estado romano,
están los curiosos, están los distraídos, están los indiferentes y los resentidos; es-
tán bajo la Cruz, pero no “están” con el Crucificado.
En las unidades de cuidados intensivos, en las casas de cuidado para los en-
fermos crónicos, se puede estar presente como funcionario o como personas que
“están” con el enfermo.
La experiencia de la Cruz permite así ofrecer al que sufre un interlocutor creí-
ble a quien dirigir la palabra, el pensamiento, a quien entregar la angustia y el
miedo: a aquellos que se hacen cargo del enfermo, la escena de la Cruz propor-
ciona un elemento adicional para comprender que también cuando parece que
no hay nada más que hacer todavía queda mucho por hacer, porque el “estar” es
uno de los signos del amor, y de la esperanza que lleva en sí. El anuncio de la vida
después de la muerte no es una ilusión o un consuelo sino una certeza que está en
el centro del amor, que no se acaba con la muerte.

-210-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

III. El “corazón que ve” del Samaritano: la vida humana


es un don sagrado e inviolable
El hombre, en cualquier condición física o psíquica que se encuentre, man-
tiene su dignidad originaria de haber sido creado a imagen de Dios. Puede vivir
y crecer en el esplendor divino porque está llamado a ser a «imagen y gloria de
Dios» (1 Cor 11, 7; 2 Cor 3, 18). Su dignidad está en esta vocación. Dios se ha
hecho Hombre para salvarnos, prometiéndonos la salvación y destinándonos a la
comunión con Él: aquí descansa el fundamento último de la dignidad humana.[14]
Pertenece a la Iglesia el acompañar con misericordia a los más débiles en su
camino de dolor, para mantener en ellos la vida teologal y orientarlos a la sal-
vación de Dios.[15] Es la Iglesia del Buen Samaritano,[16] que “considera el servicio
a los enfermos como parte integrante de su misión”.[17] Comprender esta media-
ción salvífica de la Iglesia en una perspectiva de comunión y solidaridad entre
los hombres es una ayuda esencial para superar toda tendencia reduccionista e
individualista.[18]
Específicamente, el programa del Buen Samaritano es “un corazón que ve”. Él
«enseña que es necesario convertir la mirada del corazón, porque muchas veces
los que miran no ven. ¿Por qué? Porque falta compasión. Sin compasión, el que
mira no se involucra en lo que observa y pasa de largo; en cambio, el que tiene un
corazón compasivo se conmueve y se involucra, se detiene y se ocupa de lo que
sucede».[19] Este corazón ve dónde hay necesidad de amor y obra en consecuencia.
[20]
Los ojos perciben en la debilidad una llamada de Dios a obrar, reconociendo en
la vida humana el primer bien común de la sociedad.[21] La vida humana es un bien
altísimo y la sociedad está llamada a reconocerlo. La vida es un don[22] sagrado
e inviolable y todo hombre, creado por Dios, tiene una vocación transcendente
y una relación única con Aquel que da la vida, porque «Dios invisible en su gran
amor”[23] ofrece a cada hombre un plan de salvación para que podamos decir: «La
vida es siempre un bien. Esta es una intuición o, más bien, un dato de experiencia,
cuya razón profunda el hombre está llamado a comprender».[24] Por eso la Iglesia
está siempre dispuesta a colaborar con todos los hombres de buena voluntad,
con creyentes de otras confesiones o religiones o no creyentes, que respetan la
dignidad de la vida humana, también en sus fases extremas del sufrimiento y de
la muerte, y rechazan todo acto contrario a ella.[25] Dios Creador ofrece al hombre
la vida y su dignidad como un don precioso a custodiar y acrecentar y del cual,
finalmente, rendirle cuentas a Él.

-211-
VIDA Y ÉTICA

La Iglesia afirma el sentido positivo de la vida humana como un valor ya per-


ceptible por la recta razón, que la luz de la fe confirma y realza en su inalienable
dignidad.[26] No se trata de un criterio subjetivo o arbitrario; se trata de un criterio
fundado en la inviolable dignidad natural – en cuanto que la vida es el primer
bien porque es condición del disfrute de todos los demás bienes – y en la vocación
trascendente de todo ser humano, llamado a compartir el Amor trinitario del Dios
viviente:[27] «el amor especialísimo que el Creador tiene por cada ser humano le
confiere una dignidad infinita».[28] El valor inviolable de la vida es una verdad bá-
sica de la ley moral natural y un fundamento esencial del ordenamiento jurídico.
Así como no se puede aceptar que otro hombre sea nuestro esclavo, aunque nos
lo pidiese, igualmente no se puede elegir directamente atentar contra la vida de
un ser humano, aunque este lo pida. Por lo tanto, suprimir un enfermo que pide
la eutanasia no significa en absoluto reconocer su autonomía y apreciarla, sino al
contrario significa desconocer el valor de su libertad, fuertemente condicionada
por la enfermedad y el dolor, y el valor de su vida, negándole cualquier otra posi-
bilidad de relación humana, de sentido de la existencia y de crecimiento en la vida
teologal. Es más, se decide al puesto de Dios el momento de la muerte. Por eso,
«aborto, eutanasia y el mismo suicidio deliberado degradan la civilización huma-
na, deshonran más a sus autores que a sus víctimas y son totalmente contrarias al
honor debido al Creador».[29]

IV. Los obstáculos culturales que oscurecen el valor sagrado


de toda vida humana
Hoy en día algunos factores limitan la capacidad de captar el valor profundo e
intrínseco de toda vida humana: el primero se refiere a un uso equivoco del con-
cepto de “muerte digna” en relación con el de “calidad de vida”. Irrumpe aquí una
perspectiva antropológica utilitarista, que viene «vinculada preferentemente a las
posibilidades económicas, al “bienestar”, a la belleza y al deleite de la vida física,
olvidando otras dimensiones más profundas – relacionales, espirituales y religiosas
– de la existencia».[30] En virtud de este principio, la vida viene considerada digna
solo si tiene un nivel aceptable de calidad, según el juicio del sujeto mismo o de un
tercero, en orden a la presencia-ausencia de determinadas funciones psíquicas o
físicas, o con frecuencia identificada también con la sola presencia de un malestar
psicológico. Según esta perspectiva, cuando la calidad de vida parece pobre, no
merece la pena prolongarla. No se reconoce que la vida humana tiene un valor
por sí misma.

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Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

Un segundo obstáculo que oscurece la percepción de la sacralidad de la vida


humana es una errónea comprensión de la “compasión”.[31] Ante un sufrimien-
to calificado como “insoportable”, se justifica el final de la vida del paciente en
nombre de la “compasión”. Para no sufrir es mejor morir: es la llamada eutanasia
“compasiva”. Sería compasivo ayudar al paciente a morir a través de la eutanasia o
el suicidio asistido. En realidad, la compasión humana no consiste en provocar la
muerte, sino en acoger al enfermo, en sostenerlo en medio de las dificultades, en
ofrecerle afecto, atención y medios para aliviar el sufrimiento.
El tercer factor, que hace difícil reconocer el valor de la propia vida y la de los
otros dentro de las relaciones intersubjetivas, es un individualismo creciente, que
induce a ver a los otros como límite y amenaza de la propia libertad. En la raíz de
tal actitud está «un neo-pelagianismo para el cual el individuo, radicalmente au-
tónomo, pretende salvarse a sí mismo, sin reconocer que depende, en lo más pro-
fundo de su ser, de Dios y de los demás . Un cierto neo-gnosticismo, por su parte,
presenta una salvación meramente interior, encerrada en el subjetivismo»,[32] que
favorece la liberación de la persona de los límites de su cuerpo, sobre todo cuando
está débil y enferma.
El individualismo, en particular, está en la raíz de la que se considerada como
la enfermedad latente de nuestro tiempo: la soledad,[33] tematizada en algunos
contextos legislativos incluso como “derecho a la soledad”, a partir de la autono-
mía de la persona y del “principio del permiso-consentimiento”: un permiso-con-
sentimiento que, dadas determinadas condiciones de malestar o de enfermedad,
puede extenderse hasta la elección de seguir o no viviendo. Es el mismo “derecho”
que subyace a la eutanasia y al suicidio asistido. La idea de fondo es que cuantos
se encuentran en una condición de dependencia y no pueden alcanzar la perfecta
autonomía y reciprocidad son cuidados en virtud de un favor. El concepto de bien
se reduce así a ser el resultado de un acuerdo social: cada uno recibe los cuidados
y la asistencia que la autonomía o la utilidad social o económica hacen posible o
conveniente. Se produce así un empobrecimiento de las relaciones interpersona-
les, que se convierten en frágiles, privadas de la caridad sobrenatural, de aquella
solidaridad humana y de aquel apoyo social, tan necesarios, para afrontar los
momentos y las decisiones más difíciles de la existencia.
Este modo de pensar las relaciones humanas y el significado del bien hacen
mella en el sentido mismo de la vida, haciéndola fácilmente manipulable, también
a través de leyes que legalizan las prácticas eutanásicas, procurando la muerte de
los enfermos. Estas acciones provocan una gran insensibilidad hacia el cuidado de
las personas enfermas y deforman las relaciones. En tales circunstancias, surgen

-213-
VIDA Y ÉTICA

a veces dilemas infundados sobre la moralidad de las acciones que, en realidad,


no son más que actos debidos de simple cuidado de la persona, como hidratar y
alimentar a un enfermo en estado de inconsciencia sin perspectivas de curación.
En este sentido, el Papa Francisco ha hablado de la «cultura del descarte».[34] Las
victimas de tal cultura son los seres humanos más frágiles, que corren el riesgo
de ser “descartados” por un engranaje que quiere ser eficaz a toda costa. Se trata
de un fenómeno cultural fuertemente anti-solidario, que Juan Pablo II calificó
como «cultura de la muerte» y que crea auténticas «estructuras de pecado».[35] Esto
puede inducir a cumplir acciones en sí mismas incorrectas por el único motivo de
“sentirse bien” al cumplirlas, generando confusión entre el bien y el mal, allí donde
toda vida personal posee un valor único e irrepetible, siempre prometedor y abier-
to a la trascendencia. En esta cultura del descarte y de la muerte, la eutanasia y el
suicidio asistido aparecen como una solución errónea para resolver los problemas
relativos al paciente terminal.

V. La enseñanza del Magisterio


1. La prohibición de la eutanasia y el suicidio asistido
La Iglesia, en la misión de transmitir a los fieles la gracia del Redentor y la ley
santa de Dios, que ya puede percibirse en los dictados de la ley moral natural, sien-
te el deber de intervenir para excluir una vez más toda ambigüedad en relación
con el Magisterio sobre la eutanasia y el suicidio asistido, también en aquellos
contextos donde las leyes nacionales han legitimado tales prácticas.
Especialmente, la difusión de los protocolos médicos aplicables a las situacio-
nes de final de la vida, como el Do Not Resuscitate Order o el Physician Orders
for Life Sustaining Treatament – con todas sus variantes según las legislaciones
y contextos nacionales, inicialmente pensados como instrumentos para evitar el
ensañamiento terapéutico en las fases terminales de la vida – , despierta hoy gra-
ves problemas en relación con el deber de tutelar la vida del paciente en las fases
más críticas de la enfermedad. Si por una parte los médicos se sienten cada vez
más vinculados a la autodeterminación expresada por el paciente en estas decla-
raciones, que lleva a veces a privarles de la libertad y del deber de obrar tutelando
la vida allí donde podrían hacerlo, por otra parte, en algunos contextos sanitarios,
preocupa el abuso denunciado ampliamente del empleo de tales protocolos con
una perspectiva eutanásica, cuando ni el paciente, ni mucho menos la familia,
es consultado en la decisión final. Esto sucede sobre todo en los países donde la
legislación sobre el final de la vida deja hoy amplios márgenes de ambigüedad en
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Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

relación con la aplicación del deber de cuidado, al introducirse en ellos la práctica


de la eutanasia.
Por estas razones, la Iglesia considera que debe reafirmar como enseñanza
definitiva que la eutanasia es un crimen contra la vida humana porque, con tal
acto, el hombre elige causar directamente la muerte de un ser humano inocente.
La definición de eutanasia no procede de la ponderación de los bienes o los valores
en juego, sino de un objeto moral suficientemente especificado, es decir la elec-
ción de «una acción o una omisión que por su naturaleza, o en la intención, causa
la muerte, con el fin de eliminar cualquier dolor».[36] «La eutanasia se sitúa, pues,
en el nivel de las intenciones o de los métodos usados».[37] La valoración moral de
la eutanasia, y de las consecuencias que se derivan, no depende, por tanto, de un
balance de principios, que, según las circunstancias y los sufrimientos del pacien-
te, podrían, según algunos, justificar la supresión de la persona enferma. El valor
de la vida, la autonomía, la capacidad de decisión y la calidad de vida no están en
el mismo plano.
La eutanasia, por lo tanto, es un acto intrínsecamente malo, en toda ocasión
y circunstancia. En el pasado la Iglesia ya ha afirmado de manera definitiva «que
la eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios, en cuanto eliminación
deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana. Esta doctrina se
fundamenta en la ley natural y en la Palabra de Dios escrita; es transmitida por la
Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal. Seme-
jante práctica conlleva, según las circunstancias, la malicia propia del suicidio o
del homicidio».[38] Toda cooperación formal o material inmediata a tal acto es un
pecado grave contra la vida humana: «Ninguna autoridad puede legítimamente
imponerlo ni permitirlo. Se trata, en efecto, de una violación de la ley divina, de
una ofensa a la dignidad de la persona humana, de un crimen contra la vida, de un
atentado contra la humanidad».[39] Por lo tanto, la eutanasia es un acto homicida
que ningún fin puede legitimar y que no tolera ninguna forma de complicidad o
colaboración, activa o pasiva. Aquellos que aprueban leyes sobre la eutanasia y
el suicidio asistido se hacen, por lo tanto, cómplices del grave pecado que otros
llevarán a cabo. Ellos son también culpables de escándalo porque tales leyes con-
tribuyen a deformar la conciencia, también la de los fieles. [40]
La vida tiene la misma dignidad y el mismo valor para todos y cada uno: el
respeto de la vida del otro es el mismo que se debe a la propia existencia. Una per-
sona que elije con plena libertad quitarse la vida rompe su relación con Dios y con
los otros y se niega a sí mismo como sujeto moral. El suicidio asistido aumenta la
gravedad, porque hace partícipe a otro de la propia desesperación, induciéndolo

-215-
VIDA Y ÉTICA

a no dirigir la voluntad hacia el misterio de Dios, a través de la virtud moral de la


esperanza, y como consecuencia a no reconocer el verdadero valor de la vida y a
romper la alianza que constituye la familia humana. Ayudar al suicida es una co-
laboración indebida a un acto ilícito, que contradice la relación teologal con Dios
y la relación moral que une a los hombres para que compartan el don de la vida y
sean coparticipes del sentido de la propia existencia.
También cuando la petición de eutanasia nace de una angustia y de una des-
esperación,[41] y «aunque en casos de ese género la responsabilidad personal pueda
estar disminuida o incluso no existir, sin embargo el error de juicio de la con-
ciencia – aunque fuera incluso de buena fe – no modifica la naturaleza del acto
homicida, que en sí sigue siendo siempre inadmisible».[42] Dígase lo mismo para el
suicidio asistido. Tales prácticas no son nunca una ayuda auténtica al enfermo,
sino una ayuda a morir.
Se trata, por tanto, de una elección siempre incorrecta: «El personal médico y
los otros agentes sanitarios – fieles a la tarea de “estar siempre al servicio de la
vida y de asistirla hasta el final – no pueden prestarse a ninguna práctica euta-
násica ni siquiera a petición del interesado, y mucho menos de sus familiares. No
existe, en efecto, un derecho a disponer arbitrariamente de la propia vida, por
lo que ningún agente sanitario puede erigirse en tutor ejecutivo de un derecho
inexistente».[43]
Es por esto que la eutanasia y el suicidio asistido son siempre un fracaso de
quienes los teorizan, de quienes los deciden y de quienes los practican.[44]
Son gravemente injustas, por tanto, las leyes que legalizan la eutanasia o
aquellas que justifican el suicidio y la ayuda al mismo, por el falso derecho de
elegir una muerte definida inapropiadamente digna solo porque ha sido elegida.
[45]
Tales leyes golpean el fundamento del orden jurídico: el derecho a la vida,
que sostiene todo otro derecho, incluido el ejercicio de la libertad humana. La
existencia de estas leyes hiere profundamente las relaciones humanas, la justicia
y amenazan la confianza mutua entre los hombres. Los ordenamientos jurídicos
que han legitimado el suicidio asistido y la eutanasia muestran, además, una evi-
dente degeneración de este fenómeno social. El Papa Francisco recuerda que «el
contexto sociocultural actual está erosionando progresivamente la conciencia de
lo que hace que la vida humana sea preciosa. De hecho, la vida se valora cada vez
más por su eficiencia y utilidad, hasta el punto de considerar como “vidas descar-
tadas” o “vidas indignas” las que no se ajustan a este criterio. En esta situación
de pérdida de los valores auténticos, se resquebrajan también los deberes indero-
gables de solidaridad y fraternidad humana y cristiana. En realidad, una sociedad
-216-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

se merece la calificación de “civil” si desarrolla los anticuerpos contra la cultura


del descarte; si reconoce el valor intangible de la vida humana; si la solidaridad
se practica activamente y se salvaguarda como fundamento de la convivencia».
[46]
En algunos países del mundo, decenas de miles de personas ya han muerto por
eutanasia, muchas de ellas porque se quejaban de sufrimientos psicológicos o de-
presión. Son frecuentes los abusos denunciados por los mismos médicos sobre la
supresión de la vida de personas que jamás habrían deseado para sí la aplicación
de la eutanasia. De hecho, la petición de la muerte en muchos casos es un síntoma
mismo de la enfermedad, agravado por el aislamiento y por el desánimo. La Iglesia
ve en esta dificultad una ocasión para la purificación espiritual, que profundiza la
esperanza, haciendo que se convierta en verdaderamente teologal, focalizada en
Dios, y solo en Dios.
Más bien, en lugar de complacerse en una falsa condescendencia, el cristiano
debe ofrecer al enfermo la ayuda indispensable para salir de su desesperación. El
mandamiento «no matarás» (Ex 20, 13; Dt 5, 17), de hecho, es un sí a la vida, de la
cual Dios se hace garante: «se transforma en la llamada a un amor solícito que tutela
e impulsa la vida del prójimo».[47] El cristiano, por tanto, sabe que la vida terrena no
es el valor supremo. La felicidad última está en el cielo. Así, el cristiano no preten-
derá que la vida física continúe cuando la muerte está cerca. El cristiano ayudará al
moribundo a liberarse de la desesperación y a poner su esperanza en Dios.
Desde la perspectiva clínica, los factores que más determinan la petición de
eutanasia y suicidio asistido son: el dolor no gestionado y la falta de esperanza,
humana y teologal, inducida también por una atención, humana, psicológica y
espiritual a menudo inadecuada por parte de quien se hace cargo del enfermo.[48]
Es lo que la experiencia confirma: «las súplicas de los enfermos muy graves
que alguna vez invocan la muerte no deben ser entendidas como expresión de
una verdadera voluntad de eutanasia; estas en efecto son casi siempre peticiones
angustiadas de asistencia y de afecto. Además de los cuidados médicos, lo que
necesita el enfermo es el amor, el calor humano y sobrenatural, con el que pueden
y deben rodearlo todos aquellos que están cercanos, padres e hijos, médicos y en-
fermeros».[49] El enfermo que se siente rodeado de una presencia amorosa, humana
y cristiana, supera toda forma de depresión y no cae en la angustia de quien, en
cambio, se siente solo y abandonado a su destino de sufrimiento y de muerte.
El hombre, en efecto, no vive el dolor solamente como un hecho biológico, que
se gestiona para hacerlo soportable, sino como el misterio de la vulnerabilidad
humana en relación con el final de la vida física, un acontecimiento difícil de
aceptar, dado que la unidad de alma y cuerpo es esencial para el hombre.
-217-
VIDA Y ÉTICA

Por eso, solo re-significando el acontecimiento mismo de la muerte – mediante


la apertura en ella de un horizonte de vida eterna, que anuncia el destino tras-
cendente de toda persona – el “final de la vida” se puede afrontar de una manera
acorde a la dignidad humana y adecuada a aquella fatiga y sufrimiento que ine-
vitablemente produce la sensación inminente del final. De hecho, «el sufrimiento
es algo todavía más amplio que la enfermedad, más complejo y a la vez aún más
profundamente enraizado en la humanidad misma».[50] Y este sufrimiento, con
ayuda de la gracia, puede ser animado desde dentro con la caridad divina, como
en el caso del sufrimiento de Cristo en la Cruz.
Por eso, la actitud de quien atiende a una persona afectada por una enferme-
dad crónica o en la fase terminal de la vida, debe ser aquella de “saber estar”, velar
con quien sufre la angustia del morir, “consolar”, o sea de ser-con en la soledad, de
ser co-presencia que abre a la esperanza.[51] Mediante la fe y la caridad expresadas
en la intimidad del alma la persona que cuida es capaz de sufrir el dolor del otro y
de abrirse a una relación personal con el débil que amplía los horizontes de la vida
más allá del acontecimiento de la muerte, transformándose así en una presencia
llena de esperanza.
«Llorad con los que lloran» (Rm 12, 15), porque es feliz quien tiene compasión
hasta llorar con los otros (cfr. Mt 5, 4). En esta relación, en la que se da la posibi-
lidad de amar, el sufrimiento se llena de significado en el com-partir de una con-
dición humana y con la solidaridad en el camino hacia Dios, que expresa aquella
alianza radical entre los hombres[52] que les hace entrever una luz también más
allá de la muerte. Ella nos hace ver el acto médico desde dentro de una alianza
terapéuticaentre el médico y el enfermo, unidos por el reconocimiento del valor
trascendente de la vida y del sentido místico del sufrimiento. Esta alianza es la
luz para comprender el buen obrar médico, superando la visión individualista y
utilitarista hoy predominante.

2. La obligación moral de evitar el ensañamiento terapéutico


El Magisterio de la Iglesia recuerda que, cuando se acerca el término de la exis-
tencia terrena, la dignidad de la persona humana se concreta como derecho a mo-
rir en la mayor serenidad posible y con la dignidad humana y cristiana que le son
debidas.[53] Tutelar la dignidad del morir significa tanto excluir la anticipación de la
muerte como el retrasarla con el llamado “ensañamiento terapéutico”.[54] La medici-
na actual dispone, de hecho, de medios capaces de retrasar artificialmente la muer-

-218-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

te, sin que el paciente reciba en tales casos un beneficio real. Ante la inminencia
de una muerte inevitable, por lo tanto, es lícito en ciencia y en conciencia tomar
la decisión de renunciar a los tratamientos que procurarían solamente una prolon-
gación precaria y penosa de la vida, sin interrumpir todavía los cuidados normales
debidos al enfermo en casos similares.[55] Esto significa que no es lícito suspender
los cuidados que sean eficaces para sostener las funciones fisiológicas esenciales,
mientras que el organismo sea capaz de beneficiarse (ayudas a la hidratación, a
la nutrición, a la termorregulación y otras ayudas adecuadas y proporcionadas a
la respiración, y otras más, en la medida en que sean necesarias para mantener la
homeostasis corpórea y reducir el sufrimiento orgánico y sistémico). La suspensión
de toda obstinación irrazonable en la administración de los tratamientos no debe
ser una retirada terapéutica. Tal aclaración se hace hoy indispensable a la luz de
los numerosos casos judiciales que en los últimos años han llevado a la retirada de
los cuidados – y a la muerte anticipada – a pacientes en condiciones críticas, pero
no terminales, a los cuales se ha decidido suspender los cuidados de soporte vital,
porque no había perspectivas de una mejora en su calidad de vida.
En el caso específico del ensañamiento terapéutico, viene reafirmado que la
renuncia a medios extraordinarios y/o desproporcionados «no equivale al suicidio
o a la eutanasia; expresa más bien la aceptación de la condición humana ante la
muerte»[56] o la elección ponderada de evitar la puesta en marcha de un dispositivo
médico desproporcionado a los resultados que se podrían esperar. La renuncia a
tales tratamientos, que procurarían solamente una prolongación precaria y pe-
nosa de la vida, puede también manifestar el respeto a la voluntad del paciente,
expresada en las llamadas voluntades anticipadas de tratamiento, excluyendo sin
embargo todo acto de naturaleza eutanásica o suicida.[57]
La proporcionalidad, de hecho, se refiere a la totalidad del bien del enfermo.
Nunca se puede aplicar el falso discernimiento moral de la elección entre valo-
res (por ejemplo, vida versus calidad de vida); esto podría inducir a excluir de la
consideración la salvaguarda de la integridad personal y del bien-vida y el verda-
dero objeto moral del acto realizado.[58] En efecto, todo acto médico debe tener en
el objeto y en las intenciones de quien obra el acompañamiento de la vida y nunca
la consecución de la muerte[59]. En todo caso, el médico no es nunca un mero
ejecutor de la voluntad del paciente o de su representante legal, conservando el
derecho y el deber de sustraerse a la voluntad discordante con el bien moral visto
desde la propia conciencia.[60]

-219-
VIDA Y ÉTICA

3. Los cuidados básicos: el deber de alimentación e hidratación


Principio fundamental e ineludible del acompañamiento del enfermo en con-
diciones críticas y/o terminales es la continuidad de la asistencia en sus funciones
fisiológicas esenciales. En particular, un cuidado básico debido a todo hombre es
el de administrar los alimentos y los líquidos necesarios para el mantenimiento
de la homeostasis del cuerpo, en la medida en que y hasta cuando esta admi-
nistración demuestre alcanzar su finalidad propia, que consiste en el procurar la
hidratación y la nutrición del paciente.[61]
Cuando la administración de sustancias nutrientes y líquidos fisiológicos no
resulte de algún beneficio al paciente, porque su organismo no está en grado de
absorberlo o metabolizarlo, la administración viene suspendida. De este modo, no
se anticipa ilícitamente la muerte por privación de las ayudas a la hidratación y
a la nutrición, esenciales para las funciones vitales, sino que se respeta la evolu-
ción natural de la enfermedad crítica o terminal. En caso contrario, la privación
de estas ayudas se convierte en una acción injusta y puede ser fuente de gran
sufrimiento para quien lo padece. Alimentación e hidratación no constituyen un
tratamiento médico en sentido propio, porque no combaten las causas de un pro-
ceso patológico activo en el cuerpo del paciente, sino que representan el cuidado
debido a la persona del paciente, una atención clínica y humana primaria e inelu-
dible. La obligatoriedad de este cuidado del enfermo a través de una apropiada
hidratación y nutrición puede exigir en algunos casos el uso de una vía de admi-
nistración artificial,[62] con la condición que esta no resulte dañina para el enfermo
o provoque sufrimientos inaceptables para el paciente.[63]

4. Los cuidados paliativos


De la continuidad de la asistencia forma parte el constante deber de com-
prender las necesidades del enfermo: necesidad de asistencia, de alivio del do-
lor, necesidades emotivas, afectivas y espirituales. Como se ha demostrado por la
más amplia experiencia clínica, la medicina paliativa constituye un instrumento
precioso e irrenunciable para acompañar al paciente en las fases más dolorosas,
penosas, crónicas y terminales de la enfermedad. Los así llamados cuidados palia-
tivos son la expresión más auténtica de la acción humana y cristiana del cuidado,
el símbolo tangible del compasivo “estar” junto al que sufre. Estos tienen como
objetivo «aliviar los sufrimientos en la fase final de la enfermedad y de asegurar
al mismo paciente un adecuado acompañamiento humano”[64] digno, mejorán-
dole – en la medida de lo posible – la calidad de vida y el completo bienestar. La

-220-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

experiencia enseña que la aplicación de los cuidados paliativos disminuye drásti-


camente el número de personas que piden la eutanasia. Por este motivo, parece
útil un compromiso decidido, según las posibilidades económicas, para llevar estos
cuidados a quienes tengan necesidad, para aplicarlos no solo en las fases termina-
les de la vida, sino como perspectiva integral de cuidado en relación a cualquier
patología crónica y/o degenerativa, que pueda tener un pronóstico complejo, do-
loroso e infausto para el paciente y para su familia.[65]
La asistencia espiritual al enfermo, y a sus familiares, forma parte de los cui-
dados paliativos. Esta infunde confianza y esperanza en Dios al moribundo y a
los familiares, ayudándoles a aceptar la muerte del pariente. Es una contribución
esencial que compete a los agentes de pastoral y a toda la comunidad cristiana,
con el ejemplo del Buen Samaritano, para que al rechazo le siga la aceptación,
y sobre la angustia prevalezca la esperanza,[66] sobre todo cuando el sufrimiento
se prolonga por la degeneración de la patología, al aproximarse el final. En esta
fase, la prescripción de una terapia analgésica eficaz permite al paciente afrontar
la enfermedad y la muerte sin miedo a un dolor insoportable. Este remedio estará
asociado, necesariamente, a un apoyo fraternal que pueda vencer la sensación
de soledad del paciente causada, con frecuencia, por no sentirse suficientemente
acompañado y comprendido en su difícil situación.
La técnica no da una respuesta radical al sufrimiento y no se puede pensar
que esta pueda llegar a eliminarlo de la vida de los hombres.[67] Una pretensión
semejante genera una falsa esperanza, causando una desesperación todavía ma-
yor en el que sufre. La ciencia médica es capaz de conocer cada vez mejor el dolor
físico y debe poner en práctica los mejores recursos técnicos para tratarlo; pero
el horizonte vital de una enfermedad terminal genera un sufrimiento profundo
en el enfermo, que requiere una atención no meramente técnica. Spe salvi facti
sumus, en la esperanza, teologal, dirigida hacia Dios, hemos sido salvados, dice
San Pablo (Rm 8, 24).
“El vino de la esperanza” es la contribución específica de la fe cristiana en
el cuidado del enfermo y hace referencia al modo como Dios vence el mal en el
mundo. En el sufrimiento el hombre debe poder experimentar una solidaridad y
un amor que asume el sufrimiento ofreciendo un sentido a la vida, que se extiende
más allá de la muerte. Todo esto posee una gran relevancia social: «Una sociedad
que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la
compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado, también interior-
mente, es una sociedad cruel e inhumana».[68]

-221-
VIDA Y ÉTICA

Debe, sin embargo, precisarse que la definición de los cuidados paliativos ha


asumido en años recientes una connotación que puede resultar equívoca. En al-
gunos países del mundo, las legislaciones nacionales que regulan los cuidados
paliativos (Palliative Care Act) así como las leyes sobre el “final de la vida” (End-
of-Life Law), prevén, junto a los cuidados paliativos, la llamada Asistencia Médica
a la Muerte (MAiD), que puede incluir la posibilidad de pedir la eutanasia y el
suicidio asistido. Estas previsiones legislativas constituyen un motivo de confusión
cultural grave, porque hacen creer que la asistencia médica a la muerte voluntaria
sea parte integrante de los cuidados paliativos y que, por lo tanto, sea moralmente
lícito pedir la eutanasia o el suicidio asistido.
Además, en estos mismos contextos legislativos, las intervenciones paliativas
para reducir el sufrimiento de los pacientes graves o moribundos pueden consistir
en la administración de fármacos dirigidos a anticipar la muerte o en la suspen-
sión/interrupción de la hidratación y la alimentación, incluso cuando hay un pro-
nóstico de semanas o meses. Sin embargo, estas prácticas equivalen a una acción
u omisión directa para procurar la muerte y son por tanto ilícitas. La difusión
progresiva de estas leyes, también a través de los protocolos de las sociedades
científicas nacionales e internacionales, además de inducir a un número creciente
de personas vulnerables a elegir la eutanasia o el suicidio, constituye una irres-
ponsabilidad social frente a tantas personas, que solo tendrían necesidad de ser
mejor atendidas y consoladas.

5. El papel de la familia y los hospices


En el cuidado del enfermo terminal es central el papel de la familia.[69] En ella
la persona se apoya en relaciones fuertes, viene apreciada por sí misma y no solo
por su productividad o por el placer que pueda generar. En el cuidado es esencial
que el enfermo no se sienta una carga, sino que tenga la cercanía y el aprecio
de sus seres queridos. En esta misión, la familia necesita la ayuda y los medios
adecuados. Es necesario, por tanto, que los Estados reconozcan la función social
primaria y fundamental de la familia y su papel insustituible, también en este ám-
bito, destinando los recursos y las estructuras necesarias para ayudarla. Además, el
acompañamiento humano y espiritual de la familia es un deber en las estructuras
sanitarias de inspiración cristiana; nunca debe descuidarse, porque constituye una
única unidad de cuidado con el enfermo.
Junto a la familia, la creación de los hospices, centros y estructuras donde aco-
ger los enfermos terminales, para asegurar el cuidado hasta el último momento,

-222-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

es algo bueno y de gran ayuda. Después de todo, «la respuesta cristiana al misterio
del sufrimiento y de la muerte no es una explicación sino una Presencia»[70] que
se hace cargo del dolor, lo acompaña y lo abre a una esperanza confiada. Estas
estructuras se ponen como ejemplo de humanidad en la sociedad, santuarios del
dolor vivido con plenitud de sentido. Por esto deben estar equipadas con personal
especializado y medios materiales específicos de cuidado, siempre abiertos a la
familia: «A este respecto, pienso en lo bien que funcionan los hospices para los
cuidados paliativos, en los que los enfermos terminales son acompañados con
un apoyo médico, psicológico y espiritual cualificado, para que puedan vivir con
dignidad, confortados por la cercanía de sus seres queridos, la fase final de su vida
terrenal. Espero que estos centros continúen siendo lugares donde se practique
con compromiso la “terapia de la dignidad”, alimentando así el amor y el respeto
por la vida».[71] En estas situaciones, así como en cualquier estructura sanitaria
católica, es necesaria la presencia de agentes sanitarios y pastorales preparados
no solo bajo el perfil clínico, sino también practicantes de una verdadera vida teo-
logal de fe y esperanza, dirigida hacia Dios, porque esta constituye la forma más
elevada de humanización del morir.[72]

6. El acompañamiento y el cuidado en la edad prenatal y pediátrica


En relación al acompañamiento de los neonatos y de los niños afectados de
enfermedades crónicas degenerativas incompatibles con la vida, o en las fases
terminales de la vida misma, es necesario reafirmar cuanto sigue, siendo cons-
cientes de la necesidad de desarrollar una estrategia operativa capaz de garantizar
calidad y bienestar al niño y a su familia.
Desde la concepción, los niños afectados por malformaciones o patologías de
cualquier tipo son pequeños pacientes que la medicina hoy es capaz de asistir y
acompañar de manera respetuosa con la vida. Su vida es sagrada, única, irrepeti-
ble e inviolable, exactamente como aquella de toda persona adulta.
En el caso de las llamadas patologías prenatales “incompatibles con la vida” –
es decir que seguramente lo llevaran a la muerte dentro de un breve espacio de
tiempo – y en ausencia de tratamientos fetales o neonatales capaces de mejorar
las condiciones de salud de estos niños, de ninguna manera son abandonados en
el plano asistencial, sino que son acompañados, como cualquier otro paciente,
hasta la consecución de la muerte natural; el comfort care perinatal favorece, en
este sentido, un proceso asistencial integrado, que, junto al apoyo de los médicos
y de los agentes de pastoral sostiene la presencia constante de la familia. El niño

-223-
VIDA Y ÉTICA

es un paciente especial y requiere por parte del acompañante una preparación


específica ya sea en términos de conocimiento como de presencia. El acompaña-
miento empático de un niño en fase terminal, que está entre los más delicados,
tiene el objetivo de añadir vida a los años del niño y no años a su vida.
Especialmente, los Hospices Perinatales proporcionan un apoyo esencial a las
familias que acogen el nacimiento de un hijo en condiciones de fragilidad. En
tales casos, el acompañamiento médico competente y el apoyo de otras fami-
lias-testigos, que han pasado por la misma experiencia de dolor y de pérdida,
constituyen un recurso esencial, junto al necesario acompañamiento espiritual
de estas familias. Es un deber pastoral de los agentes sanitarios de inspiración
cristiana trabajar para favorecer la máxima difusión de los mismos en el mundo.
Todo esto se revela especialmente importante en el caso de aquellos niños que,
en el estado actual del conocimiento científico, están destinados a morir inmedia-
tamente después del parto o en un corto periodo de tiempo. Cuidar a estos niños
ayuda a los padres a elaborar el luto y a concebirlo no solo como una pérdida, sino
como una etapa de un camino de amor recorrido junto al hijo.
Desafortunadamente, la cultura hoy dominante no promueve esta perspecti-
va: a nivel social, el uso a veces obsesivo del diagnóstico prenatal y el afirmarse
de una cultura hostil a la discapacidad inducen, con frecuencia, a la elección del
aborto, llegando a configurarlo como una práctica de “prevención”. Este consiste
en la eliminación deliberada de una vida humana inocente y como tal nunca es
lícito. Por lo tanto, el uso del diagnóstico prenatal con una finalidad selectiva es
contrario a la dignidad de la persona y gravemente ilícito porque es expresión
de una mentalidad eugenésica. En otros casos, después del nacimiento, la misma
cultura lleva a suspender, o no iniciar, los cuidados al niño apenas nacido, por la
presencia o incluso solo por la posibilidad que desarrolle en el futuro una disca-
pacidad. También esta perspectiva, de matriz utilitarista, no puede ser aprobada.
Un procedimiento semejante, además de inhumano, es gravemente ilícito desde
el punto de vista moral.
Un principio fundamental de la asistencia pediátrica es que el niño en la fase
final de la vida tiene el derecho al respeto y al cuidado de su persona, evitando
tanto el ensañamiento terapéutico y la obstinación irrazonable como toda anti-
cipación intencional de su muerte. En la perspectiva cristiana, el cuidado pastoral
de un niño enfermo terminal reclama la participación a la vida divina en el Bau-
tismo y la Confirmación.

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Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

En la fase terminal del recorrido de una enfermedad incurable, incluso si se


suspenden las terapias farmacológicas o de otra naturaleza destinadas a luchar
contra la patología que sufre el niño, porque no son apropiadas a su deteriorada
condición clínica y son consideradas por los médicos como fútiles o excesivamen-
te gravosas para él, en cuanto causa de un mayor sufrimiento, no deben reducirse
los cuidados integrales del pequeño enfermo, en sus diversas dimensiones fisio-
lógica, psicológica, afectivo-relacional y espiritual. Cuidar no significa solo poner
en práctica una terapia o curar; así como interrumpir una terapia, cuando esta
ya no beneficia al niño incurable, no implica suspender los cuidados eficaces para
sostener las funciones fisiológicas esenciales para la vida del pequeño paciente,
mientras su organismo sea capaz de beneficiarse (ayuda a la hidratación, a la
nutrición, a la termorregulación y todavía otras, en la medida en que estas se
requieran para sostener la homeostasis corporal y reducir el sufrimiento orgánico
y sistémico). La abstención de toda obstinación terapéutica, en la administración
de los tratamientos juzgados ineficaces, no debe ser una retirada terapéutica en
los cuidados, sino que debe mantener abierto el camino de acompañamiento a la
muerte. Se debe considerar, también, que las intervenciones rutinarias, como la
ayuda a la respiración, se administren de manera indolora y proporcionada, per-
sonalizando sobre el paciente el tipo de ayuda adecuada, para evitar que la justa
preocupación por la vida contraste con la imposición injusta de un dolor evitable.
En este contexto, la evaluación y la gestión del dolor físico del neonato y del
niño son esenciales para respetarlo y acompañarlo en las fases más estresantes de
la enfermedad. Los cuidados personalizados y delicados, que hoy en día se llevan
a cabo en la asistencia clínica pediátrica, acompañados por la presencia de los pa-
dres, hacen posible una gestión integrada y más eficaz de cualquier intervención
asistencial.
El mantenimiento del vínculo afectivo entre los padres y el hijo es parte in-
tegrante del proceso de cuidado. La relación de cuidado y de acompañamiento
padre-niño viene favorecida con todos los instrumentos necesarios y constituye
la parte fundamental del cuidado, también para las enfermedades incurables y
las situaciones de evolución terminal. Además del contacto afectivo, no se debe
olvidar el momento espiritual. La oración de las personas cercanas, por la inten-
ción del niño enfermo, tiene un valor sobrenatural que sobrepasa y profundiza la
relación afectiva.
El concepto ético/jurídico del “mejor interés del niño” – hoy utilizado para
efectuar la evaluación costes-beneficios de los cuidados que se lleven a cabo – de
ninguna manera puede constituir el fundamento para decidir abreviar su vida con

-225-
VIDA Y ÉTICA

el objetivo de evitarle sufrimientos, con acciones u omisiones que por su natura-


leza o en la intención se puedan configurar como eutanásicas. Como se ha dicho,
la suspensión de terapias desproporcionadas no puede conducir a la supresión
de aquellos cuidados básicos necesarios para acompañarlo a una muerte digna,
incluidas aquellas para aliviar el dolor, y tampoco a la suspensión de aquella aten-
ción espiritual que se ofrece a quienes pronto se encontrarán con Dios.
7. Terapias analgésicas y supresión de la conciencia
Algunos cuidados especializados requieren, por parte de los agentes sanitarios,
una atención y competencias específicas para llevar a cabo la mejor práctica mé-
dica, desde el punto de vista ético, siempre conscientes de acercarse a las personas
en su situación concreta de dolor.
Para disminuir los dolores del enfermo, la terapia analgésica utiliza fármacos
que pueden causar la supresión de la conciencia (sedación). Un profundo sentido
religioso puede permitir al paciente vivir el dolor como un ofrecimiento especial a
Dios, en la óptica de la Redención;[73] sin embargo, la Iglesia afirma la licitud de la
sedación como parte de los cuidados que se ofrecen al paciente, de tal manera que
el final de la vida acontezca con la máxima paz posible y en las mejores condicio-
nes interiores. Esto es verdad también en el caso de tratamientos que anticipan el
momento de la muerte (sedación paliativa profunda en fase terminal),[74] siempre,
en la medida de lo posible, con el consentimiento informado del paciente. Desde
el punto de vista pastoral, es bueno cuidar la preparación espiritual del enfermo
para que llegue conscientemente tanto a la muerte como al encuentro con Dios.
[75]
El uso de los analgésicos es, por tanto, una parte de los cuidados del paciente,
pero cualquier administración que cause directa e intencionalmente la muerte es
una práctica eutanásica y es inaceptable.[76] La sedación debe por tanto excluir,
como su objetivo directo, la intención de matar, incluso si con ella es posible un
condicionamiento a la muerte en todo caso inevitable.[77]
Se necesita aquí una aclaración en relación al contexto pediátrico: en el caso
del niño incapaz de entender, como por ejemplo un neonato, no se debe cometer
el error de suponer que el niño podrá soportar el dolor y aceptarlo, cuando existen
sistemas para aliviarlo. Por eso, es un deber médico trabajar para reducir al máxi-
mo posible el sufrimiento del niño, de tal manera que pueda alcanzar la muerte
natural en paz y pudiendo percibir lo mejor posible la presencia amorosa de los
médicos y, sobre todo, de la familia.

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Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

8. El estado vegetativo y el estado de mínima consciencia


Otras situaciones relevantes son la del enfermo con falta persistente de cons-
ciencia, el llamado “estado vegetativo”, y la del enfermo en estado “de mínima
consciencia”. Es siempre engañoso pensar que el estado vegetativo, y el estado de
mínima consciencia, en sujetos que respiran autónomamente, sean un signo de
que el enfermo haya cesado de ser persona humana con toda la dignidad que le es
propia.[78] Al contrario, en estos estados de máxima debilidad, debe ser reconocido
en su valor y asistido con los cuidados adecuados. El hecho que el enfermo pueda
permanecer por años en esta dolorosa situación sin una esperanza clara de recu-
peración implica, sin ninguna duda, un sufrimiento para aquellos que lo cuidan.
Puede ser útil recordar lo que nunca se puede perder de vista en relación con
semejante situación dolorosa. Es decir, el paciente en estos estados tiene derecho
a la alimentación y a la hidratación; alimentación e hidratación por vías artificia-
les son, en línea de principio, medidas ordinarias; en algunos casos, tales medidas
pueden llegar a ser desproporcionadas, o porque su administración no es eficaz, o
porque los medios para administrarlas crean una carga excesiva y provocan efec-
tos negativos que sobrepasan los beneficios.
En la óptica de estos principios, el compromiso del agente sanitario no puede
limitarse al paciente sino que debe extenderse también a la familia o a quien es
responsable del cuidado del paciente, para quienes se debe prever también un
oportuno acompañamiento pastoral. Por lo tanto, es necesario prever una ayu-
da adecuada a los familiares para llevar el peso prolongado de la asistencia al
enfermo en estos estados, asegurándoles aquella cercanía que los ayude a no
desanimarse y, sobre todo, a no ver como única solución la interrupción de los
cuidados. Hay que estar adecuadamente preparados, y también es necesario que
los miembros de la familia sean ayudados debidamente.

9. La objeción de conciencia por parte de los agentes sanitarios y de las


instituciones sanitarias católicas.
Ante las leyes que legitiman – bajo cualquier forma de asistencia médica –
la eutanasia o el suicidio asistido, se debe negar siempre cualquier cooperación
formal o material inmediata. Estas situaciones constituyen un ámbito específico
para el testimonio cristiano, en las cuales «es necesario obedecer a Dios antes que
a los hombres» (Hch 5, 29). No existe el derecho al suicidio ni a la eutanasia: el
derecho existe para tutelar la vida y la coexistencia entre los hombres, no para
causar la muerte. Por tanto, nunca le es lícito a nadie colaborar con semejantes
-227-
VIDA Y ÉTICA

acciones inmorales o dar a entender que se pueda ser cómplice con palabras, obras
u omisiones. El único verdadero derecho es aquel del enfermo a ser acompañado
y cuidado con humanidad. Solo así se custodia su dignidad hasta la llegada de
la muerte natural. «Ningún agente sanitario, por tanto, puede erigirse en tutor
ejecutivo de un derecho inexistente, aun cuando la eutanasia fuese solicitada con
plena conciencia por el sujeto interesado».[79]
A este respecto, los principios generales referidos a la cooperación al mal, es
decir a acciones ilícitas, son reafirmados: «Los cristianos, como todos los hombres
de buena voluntad, están llamados, por un grave deber de conciencia, a no prestar
su colaboración formal a aquellas prácticas que, aun permitidas por la legislación
civil, se oponen a la Ley de Dios. En efecto, desde el punto de vista moral, nunca
es lícito cooperar formalmente con el mal. Esta cooperación se produce cuando
la acción realizada, o por su misma naturaleza o por la configuración que asume
en un contexto concreto, se califica como colaboración directa en un acto contra
la vida humana inocente o como participación en la intención moral del agente
principal. Esta cooperación nunca puede justificarse invocando el respeto a la li-
bertad de los demás, ni apoyarse en el hecho de que la ley civil la prevea y exija. En
efecto, los actos que cada cual realiza personalmente tienen una responsabilidad
moral, a la que nadie puede nunca substraerse y sobre la que todos y cada uno
serán juzgados por Dios mismo (cfr. Rm 2, 6; 14, 12)».[80]
Es necesario que los Estados reconozcan la objeción de conciencia en ámbito
médico y sanitario, en el respeto a los principios de la ley moral natural, y especial-
mente donde el servicio a la vida interpela cotidianamente la conciencia humana.
[81]
Donde esta no esté reconocida, se puede llegar a la situación de deber desobe-
decer a la ley, para no añadir injusticia a la injusticia, condicionando la conciencia
de las personas. Los agentes sanitarios no deben vacilar en pedirla como derecho
propio y como contribución específica al bien común.
Igualmente, las instituciones sanitarias deben superar las fuertes presiones
económicas que a veces les inducen a aceptar la práctica de la eutanasia. Y donde
la dificultad para encontrar los medios necesarios hiciese gravoso el trabajo de las
instituciones públicas, toda la sociedad está llamada a un aumento de responsabi-
lidad de tal manera que los enfermos incurables no sean abandonados a su suerte
o a los únicos recursos de sus familiares. Todo esto requiere una toma de posición
clara y unitaria por parte de las Conferencias Episcopales, las Iglesias locales, así
como de las comunidades y de las instituciones católicas para tutelar el propio
derecho a la objeción de conciencia en los contextos legislativos que prevén la
eutanasia y el suicidio.

-228-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

Las instituciones sanitarias católicas constituyen un signo concreto del modo


con el que la comunidad eclesial, tras el ejemplo del Buen Samaritano, se hace
cargo de los enfermos. El mandamiento de Jesús, “cuidad a los enfermos” (Lc 10,
9), encuentra su concreta actuación no solo imponiendo sobre ellos las manos,
sino también recogiéndolos de la calle, asistiéndolos en sus propias casas y crean-
do estructuras especiales de acogida y de hospitalidad. Fiel al mandamiento del
Señor, la Iglesia ha creado, a lo largo de los siglos varias estructuras de acogida,
donde la atención médica encuentra una específica declinación en la dimensión
del servicio integral a la persona enferma.
Las instituciones sanitarias “católicas” están llamadas a ser fieles testigos de
la irrenunciable atención ética por el respeto a los valores fundamentales y a
aquellos cristianos constitutivos de su identidad, mediante la abstención de com-
portamientos de evidente ilicitud moral y la declarada y formal obediencia a las
enseñanzas del Magisterio eclesial. Cualquier otra acción, que no corresponda a
la finalidad y a los valores a los cuales las instituciones católicas se inspiran, no
es éticamente aceptable y, por tanto, perjudica la atribución de la calificación de
“católica”, a la misma institución sanitaria.
En este sentido, no es éticamente admisible una colaboración institucional con
otras estructuras hospitalarias hacia las que orientar y dirigir a las personas que
piden la eutanasia. Semejantes elecciones no pueden ser moralmente admitidas
ni apoyadas en su realización concreta, aunque sean legalmente posibles. De he-
cho, las leyes que aprueban la eutanasia «no sólo no crean ninguna obligación de
conciencia, sino que, por el contrario, establecen una grave y precisa obligación
de oponerse a ellas mediante la objeción de conciencia. Desde los orígenes de la
Iglesia, la predicación apostólica ha inculcado a los cristianos el deber de obedecer
a las autoridades públicas legítimamente constituidas (cfr. Rm 13, 1-7, 1 P 2, 13-
14), pero al mismo tiempo ha enseñado firmemente que “hay que obedecer a Dios
antes que a los hombres” (Hch 5, 29)».[82]
El derecho a la objeción de conciencia no debe hacernos olvidar que los cristia-
nos no rechazan estas leyes en virtud de una concepción religiosa privada, sino de
un derecho fundamental e inviolable de toda persona, esencial para el bien común
de toda la sociedad. Se trata, de hecho, de leyes contrarias al derecho natural en
cuanto que minan los fundamentos mismos de la dignidad humana y de una con-
vivencia basada en la justicia.

-229-
VIDA Y ÉTICA

10. El acompañamiento pastoral y el apoyo de los sacramentos


El momento de la muerte es un paso decisivo del hombre en su encuentro
con Dios Salvador. La Iglesia está llamada a acompañar espiritualmente a los fie-
les en esta situación, ofreciéndoles los “recursos sanadores” de la oración y los
sacramentos. Ayudar al cristiano a vivirlo en un contexto de acompañamiento
espiritual es un acto supremo de caridad. Simplemente porque «ningún creyente
debería morir en la soledad y en el abandono»,[83] es necesario crear en torno al
enfermo una sólida plataforma de relaciones humanas y humanizadoras que lo
acompañen y lo abran a la esperanza.
La parábola del Buen Samaritano indica cual debe ser la relación con el próji-
mo que sufre, que actitudes hay que evitar – indiferencia, apatía, prejuicio, miedo
a mancharse las manos, encerrarse en sus propias preocupaciones – y cuales hay
que poner en práctica – atención, escucha, comprensión, compasión, discreción.
La invitación a la imitación, «Ve y haz también tú lo mismo» (Lc 10, 37), es una
llamada a no subestimar todo el potencial humano de presencia, de disponibili-
dad, de acogida, de discernimiento, de implicación, que la proximidad hacia quien
está en una situación de necesidad exige y que es esencial en el cuidado integral
de la persona enferma.
La calidad del amor y del cuidado de las personas en las situaciones críticas y
terminales de la vida contribuye a alejar de ellas el terrible y extremo deseo de
poner fin a la propia vida. Solo un contexto de calor humano y de fraternidad
evangélica es capaz de abrir un horizonte positivo y de sostener al enfermo en la
esperanza y en un confiado abandono.
Este acompañamiento forma parte de la ruta definida por los cuidados palia-
tivos y debe incluir al paciente y a su familia.
La familia, desde siempre, ha tenido un papel importante en el cuidado, cuya
presencia, apoyo, afecto, constituyen para el enfermo un factor terapéutico esen-
cial. Ella, de hecho, recuerda el Papa Francisco, «ha sido siempre el “hospital” más
cercano. Aún hoy, en muchas partes del mundo, el hospital es un privilegio para
pocos, y a menudo está distante. Son la mamá, el papá, los hermanos, las herma-
nas, las abuelas quienes garantizan las atenciones y ayudan a sanar».[84]
El hacerse cargo del otro o el hacerse cargo de los sufrimientos de otros es una
tarea que implica no solo a algunos, sino que abraza la responsabilidad de todos,
de toda la comunidad cristiana. San Pablo afirma que, cuando un miembro sufre,
todo el cuerpo está sufriendo (cfr. 1 Cor 12, 26) y todo entero se inclina sobre el

-230-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

miembro enfermo para darle alivio. Cada uno, por su parte, está llamado a ser
“siervo del consuelo” frente a las situaciones humanas de desolación y desánimo.
El acompañamiento pastoral reclama el ejercicio de las virtudes humanas y
cristianas de la empatía (en-pathos), de la compasión (cum-passio), del hacer-
se cargo del sufrimiento del enfermo compartiéndolo, y del consuelo (cum-so-
lacium), del entrar en la soledad del otro para hacerle sentirse amado, acogido,
acompañado, apoyado.
El ministerio de la escucha y del consuelo que el sacerdote está llamado a
ofrecer, haciéndose signo de la solicitud compasiva de Cristo y de la Iglesia, puede
y debe tener un papel decisivo. En esta importante misión es extremadamente
importante testimoniar y conjugar aquella verdad y caridad con las que la mirada
del Buen Pastor no deja de acompañar a todos sus hijos. Dada la importancia de
la figura del sacerdote en el acompañamiento humano, pastoral y espiritual de
los enfermos en las fases terminales de la vida, es necesario que en su camino de
formación esté prevista una preparación actualizada y orientada en este sentido.
También es importante que sean formados en este acompañamiento cristiano los
médicos y los agentes sanitarios, porque pueden darse circunstancias específicas
que hacen muy difícil una adecuada presencia de los sacerdotes a la cabecera del
enfermo terminal.
Ser hombres y mujeres expertos en humanidad significa favorecer, a través de
las actitudes con las que se cuida del prójimo que sufre, el encuentro con el Señor
de la vida, el único capaz de verter, de manera eficaz, sobre las heridas humanas
el aceite del consuelo y el vino de la esperanza.
Todo hombre tiene el derecho natural de ser atendido en esta hora suprema
según las expresiones de la religión que profesa.
El momento sacramental es siempre el culmen de toda la tarea pastoral de
cuidado que lo precede y fuente de todo lo que sigue.
La Iglesia llama sacramentos «de curación»[85] a la Penitencia y a la Unción de
los enfermos, que culminan en la Eucaristía como “viático” para la vida eterna.
[86]
Mediante la cercanía de la Iglesia, el enfermo vive la cercanía de Cristo que
lo acompaña en el camino hacia la casa del Padre (cfr. Jn 14, 6) y lo ayuda a no
caer en la desesperación,[87] sosteniéndolo en la esperanza, sobre todo cuando el
camino se hace más penoso.[88]

-231-
VIDA Y ÉTICA

11. El discernimiento pastoral hacia quien pide la eutanasia


o el suicidio asistido
Un caso del todo especial en el que hoy es necesario reafirmar la enseñanza
de la Iglesia es el acompañamiento pastoral de quien ha pedido expresamente
la eutanasia o el suicidio asistido. Respecto al sacramento de la Reconciliación,
el confesor debe asegurarse que haya contrición, la cual es necesaria para la
validez de la absolución, y que consiste en el «dolor del alma y detestación del
pecado cometido, con propósito de no pecar en adelante».[89] En nuestro caso nos
encontramos ante una persona que, más allá de sus disposiciones subjetivas, ha
realizado la elección de un acto gravemente inmoral y persevera en él libremente.
Se trata de una manifiesta no-disposición para la recepción de los sacramentos de
la Penitencia,[90] con la absolución, y de la Unción,[91] así como del Viático.[92] Podrá
recibir tales sacramentos en el momento en el que su disposición a cumplir los
pasos concretos permita al ministro concluir que el penitente ha modificado su
decisión. Esto implica también que una persona que se haya registrado en una
asociación para recibir la eutanasia o el suicidio asistido debe mostrar el propósi-
to de anular tal inscripción, antes de recibir los sacramentos. Se recuerda que la
necesidad de posponer la absolución no implica un juicio sobre la imputabilidad
de la culpa, porque la responsabilidad personal podría estar disminuida o incluso
no existir.[93] En el caso en el que el paciente estuviese desprovisto de conciencia,
el sacerdote podría administrar los sacramentos sub condicione si se puede pre-
sumir el arrepentimiento a partir de cualquier signo dado con anterioridad por la
persona enferma.
Esta posición de la Iglesia no es un signo de falta de acogida al enfermo. De
hecho, debe ser el ofrecimiento de una ayuda y de una escucha siempre posible,
siempre concedida, junto a una explicación profunda del contenido del sacra-
mento, con el fin de dar a la persona, hasta el último momento, los instrumentos
para poder escogerlo y desearlo. La Iglesia está atenta a escrutar los signos de
conversión suficientes, para que los fieles puedan pedir razonablemente la recep-
ción de los sacramentos. Se recuerda que posponer la absolución es también un
acto medicinal de la Iglesia, dirigido, no a condenar al pecador, sino a persuadirlo
y acompañarlo hacia la conversión.
También en el caso en el que una persona no se encuentre en las disposicio-
nes objetivas para recibir los sacramentos, es necesaria una cercanía que invite
siempre a la conversión. Sobre todo si la eutanasia, pedida o aceptada, no se lleva
a cabo en un breve periodo de tiempo. Se tendrá entonces la posibilidad de un

-232-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

acompañamiento para hacer renacer la esperanza y modificar la elección errónea,


y que el enfermo se abra al acceso a los sacramentos.
Sin embargo, no es admisible por parte de aquellos que asisten espiritualmente
a estos enfermos ningún gesto exterior que pueda ser interpretado como una apro-
bación de la acción eutanásica, como por ejemplo el estar presentes en el instante
de su realización. Esta presencia solo puede interpretarse como complicidad. Este
principio se refiere de manera particular, pero no solo, a los capellanes de las estruc-
turas sanitarias donde puede practicarse la eutanasia, que no deben dar escándalo
mostrándose de algún modo cómplices de la supresión de una vida humana.
12. La reforma del sistema educativo y la formación de los agentes sanitarios
En el contexto social y cultural actual, tan denso en desafíos en relación con la
tutela de la vida humana en las fases más críticas de la existencia, el papel de la
educación es ineludible. La familia, la escuela, las demás instituciones educativas
y las comunidades parroquiales deben trabajar con perseverancia para despertar
y madurar aquella sensibilidad hacia el prójimo y su sufrimiento, de la que se ha
convertido en símbolo la figura evangélica del Samaritano.[94]
A las capellanías hospitalarias se les pide ampliar la formación espiritual y mo-
ral de los agentes sanitarios, incluidos médicos y personal de enfermería, así como
de los grupos de voluntariado hospitalario, para que sepan dar la atención huma-
na y espiritual necesaria en las fases terminales de la vida. El cuidado psicológico
y espiritual del paciente durante toda la evolución de la enfermedad debe ser una
prioridad para los agentes pastorales y sanitarios, teniendo cuidado de poner en el
centro al paciente y a su familia.
Los cuidados paliativos deben difundirse en el mundo y es obligatorio prepa-
rar, para tal fin, los cursos universitarios para la formación especializada de los
agentes sanitarios. También es prioritaria la difusión de una correcta y meticulosa
información sobre la eficacia de los auténticos cuidados paliativos para un acom-
pañamiento digno de la persona hasta la muerte natural. Las instituciones sanita-
rias de inspiración cristiana deben preparar protocolos para sus agentes sanitarios
que incluyan una apropiada asistencia psicológica, moral y espiritual como com-
ponente esencial de los cuidados paliativos.
La asistencia humana y espiritual debe volver a entrar en los recorridos forma-
tivos académicos de todos los agentes sanitarios y en las prácticas hospitalarias.
Además de todo esto, las estructuras sanitarias y asistenciales deben prepa-
rar modelos de asistencia psicológica y espiritual para los agentes sanitarios que

-233-
VIDA Y ÉTICA

tienen a su cargo los pacientes en las fases terminales de la vida humana. Hacerse
cargo de quienes cuidan es esencial para evitar que sobre los agentes y los médi-
cos recaiga todo el peso (burn out) del sufrimiento y de la muerte de los pacientes
incurables. Estos tienen necesidad de apoyo y de momentos de discusión y de
escucha adecuados para poder procesar no solo valores y emociones, sino también
el sentido de la angustia, del sufrimiento y de la muerte en el ámbito de su servicio
a la vida. Tienen que poder percibir el sentido profundo de la esperanza y la con-
ciencia que su misión es una verdadera vocación a apoyar y acompañar el misterio
de la vida y de la gracia en las fases dolorosas y terminales de la existencia.[95]

-234-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

Conclusión
El misterio de la Redención del hombre está enraizado de una manera sor-
prendente en el compromiso amoroso de Dios con el sufrimiento humano. Por eso
podemos fiarnos de Dios y trasmitir esta certeza en la fe al hombre sufriente y
asustado por el dolor y la muerte.
El testimonio cristiano muestra como la esperanza es siempre posible, también
en el interior de la cultura del descarte. «La elocuencia de la parábola del buen
Samaritano, como también la de todo el Evangelio, es concretamente esta: el
hombre debe sentirse llamado personalmente a testimoniar el amor en el sufri-
miento».[96]
La Iglesia aprende del Buen Samaritano el cuidado del enfermo terminal y
obedece así el mandamiento unido al don de la vida: «¡respeta, defiende, ama y
sirve a la vida, a toda vida humana!».[97] El evangelio de la vida es un evangelio
de la compasión y de la misericordia dirigido al hombre concreto, débil y pecador,
para levantarlo, mantenerlo en la vida de la gracia y, si es posible, curarlo de toda
posible herida.
No basta, sin embargo, compartir el dolor, es necesario sumergirse en los frutos
del Misterio Pascual de Cristo para vencer el pecado y el mal, con la voluntad de
«desterrar la miseria ajena como si fuese propia».[98] Sin embargo, la miseria más
grande es la falta de esperanza ante la muerte. Esta es la esperanza anunciada
por el testimonio cristiano que, para ser eficaz, debe ser vivida en la fe implican-
do a todos, familiares, enfermeros, médicos, y la pastoral de las diócesis y de los
hospitales católicos, llamados a vivir con fidelidad el deber de acompañar a los
enfermos en todas las fases de la enfermedad, y en particular, en las fases críticas
y terminales de la vida, así como se ha definido en el presente documento.
El Buen Samaritano, que pone en el centro de su corazón el rostro del hermano
en dificultad, sabe ver su necesidad, le ofrece todo el bien necesario para levan-
tarlo de la herida de la desolación y abrir en su corazón hendiduras luminosas de
esperanza.
El “querer el bien” del Samaritano, que se hace prójimo del hombre herido no
con palabras ni con la lengua, sino con los hechos y en la verdad (cfr. 1 Jn 3, 18),
toma la forma de cuidado, con el ejemplo de Cristo que pasó haciendo el bien y
sanando a todos (cfr. Hch 10, 38).

-235-
VIDA Y ÉTICA

Curados por Jesús, nos transformamos en hombres y mujeres llamados a anun-


ciar su potencia sanadora, a amar y a hacernos cargo del prójimo como él nos ha
enseñado.
Esta vocación al amor y al cuidado del otro,[99] que lleva consigo ganancias de
eternidad, se anuncia de manera explícita por el Señor de la vida en esta paráfrasis
del juicio final: recibid en heredad el reino, porque estaba enfermo y me habéis
visitado. ¿Cuándo, Señor? Todas las veces que habéis hecho esto con un hermano
vuestro más pequeño, a un hermano vuestro que sufre, lo habéis hecho conmigo
(cfr. Mt 25, 31-46).
El Sumo Pontífice Francisco, en fecha 25 de junio de 2020 ha aprobado esta
Carta, decidida en la Sesión Plenaria de esta Congregación el 29 de enero de
2020, y ha ordenado su publicación.
Dada en Roma, desde la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el
14 de julio de 2020, memoria litúrgica de san Camilo de Lelis.
Luis F. Card. Ladaria, S.I.
Prefecto

✠ Giacomo Morandi
Arzobispo Titular de Cerveteri
Secretario
_______________________
[1]
Misal Romano reformado por mandato del Concilio Ecuménico Vaticano II,
promulgado por la autoridad del papa Pablo VI, revisado por el papa Juan Pablo
II, Conferencia Episcopal Española, Madrid 2017, Prefacio común VIII, p. 515.
Cfr. Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Nueva carta de los Agentes
[2]

sanitarios, Ed. Salterrae, Maliaño (Cantabria – España) 2017, n. 6.


Benedicto XVI, Carta Enc. Spes salvi (30 noviembre 2007), n. 22: AAS 99 (2007),
[3]

1004: «Si el progreso técnico no se corresponde con un progreso en la formación


ética del hombre, con el crecimiento del hombre interior (cfr. Ef 3, 16; 2 Cor 4, 16),
no es un progreso sino una amenaza para el hombre y para el mundo».
Cfr. Francisco, Discurso a la Asociación Italiana contra las leucemias-linfomas
[4]

y mielomas (AIL) (2 marzo 2019): L’Osservatore Romano, 3 marzo 2019, 7.


[5]
Francisco, Exhort. Ap. Amoris laetitia (19 marzo2016), n. 3: AAS 108 (2016), 312.
Cfr. Conc. Ecum. Vat. II, Const. Past. Gaudium et spes (7 diciembre 1965), n.
[6]

10: AAS 58 (1966), 1032-1033.


-236-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

Cfr. Juan Pablo II, Carta Ap. Salvifici doloris (11 febrero 1984), n. 4: AAS 76
[7]

(1984), 203.
Cfr. Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Nueva carta de los Agentes
[8]

sanitarios, n. 144.
Francisco, Mensaje para la XLVIII Jornada Mundial de las Comunicaciones So-
[9]

ciales (24 enero 2014): AAS 106 (2014), 114.


Juan Pablo II, Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 87: AAS 87
[10]

(1995), 500.
Cfr. Juan Pablo II, Carta Enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), n. 37: AAS 83
[11]

(1991), 840.
Juan Pablo II, Carta Enc. Veritatis splendor (6 agosto 1993), n. 50; AAS 85
[12]

(1993), 1173.
Juan Pablo II, Discurso a los participantes al Congreso Internacional sobre “Los
[13]

tratamientos de soporte vital y estado vegetativo. Progresos científicos y dilemas


éticos” (20 marzo 2004), n. 7: AAS 96 (2004), 489.
Cfr. Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta Placuit Deo (22 febrero
[14]

2018), n. 6: AAS 110 (2018), 430.


Cfr. Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Nueva carta de los Agentes
[15]

sanitarios, n. 9.
Cfr. Pablo VI, Mensaje en la última sesión pública del Concilio (7 diciembre
[16]

1965): AAS 58 (1966), 55-56.


Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Nueva carta de los Agentes
[17]

sanitarios, n. 9.
Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta Placuit Deo (22 febrero 2018), n.
[18]

12: AAS 110 (2018), 433-434.


Francisco, Discurso a los participantes en la Asamblea Plenaria de la Congre-
[19]

gación para la Doctrina de la Fe (30 enero 2020): L’Osservatore Romano, 31 enero


2020, 7.
Benedicto XVI, Carta Enc. Deus caritas est (25 diciembre 2005), n. 31: AAS 98
[20]

(2006), 245.
Benedicto XVI, Carta Enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), n. 76: AAS 101
[21]

(2009), 707.

-237-
VIDA Y ÉTICA

Cfr. Juan Pablo II, Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 49: AAS 87
[22]

(1995), 455: «El sentido más verdadero y profundo de la vida: ser un don que se
realiza al darse».
Conc. Ecum. Vat. II, Const. Dogm. Dei Verbum (8 noviembre 1965), n. 2: AAS 58
[23]

(1966), 818.
Juan Pablo II, Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 34: AAS 87
[24]

(1995), 438.
Cfr. Declaración conjunta de las Religiones Monoteístas Abrahámicas sobre
[25]

las cuestiones del final de la vida, Ciudad del Vaticano, 28 octubre 2019: «Nos
oponemos a cualquier forma de eutanasia -que es el acto directo, deliberado e
intencional de quitar la vida - así como al suicidio médicamente asistido - que
es el apoyo directo, deliberado e intencional para suicidarse porque contradicen
fundamentalmente el valor inalienable de la vida humana y, por lo tanto, son in-
herente y consecuentemente erróneos desde el punto de vista moral y religioso, y
deben ser prohibidos sin excepciones».
[26]
Cfr. Francisco, Discurso al Congreso de la Asociación de Médicos Católicos
Italianos en el 70 aniversario de su fundación (15 noviembre 2014): AAS 106
(2014), 976.
Cfr. Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Nueva carta de los Agentes
[27]

sanitarios, n. 1; Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Dignitas perso-


nae (8 septiembre 2008), n. 8: AAS 100 (2008), 863.
[28]
Francisco, Carta Enc. Laudato si’ (24 mayo 2015), n. 65: AAS 107 (2015), 873.
[29]
Con. Ecum. Vat. II, Const. Past. Gaudium et spes (7 diciembre 1965), n.
27: AAS 58 (1966), 1047-1048.
Francisco, Discurso al Congreso de la Asociación de Médicos Católicos Italianos
[30]

en el 70 aniversario de su fundación (15 noviembre 2014): AAS 106 (2014), 976.


Cfr. Francisco, Discurso a la Federación Nacional de las Ordenes de Médicos
[31]

Cirujanos y de los Odontólogos (20 septiembre 2019): L’Osservatore Romano, 21


septiembre 2019, 8: «Son formas apresuradas de tratar opciones que no son, como
podría parecer, una expresión de la libertad de la persona, cuando incluyen el des-
carte del enfermo como una posibilidad, o la falsa compasión frente a la petición
de que se le ayude a anticipar la muerte».

-238-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta Placuit Deo (22 febrero 2018), n.
[32]

3: AAS 110 (2018), 428-429; cfr.Francisco, Carta Enc. Laudato si’ (24 mayo 2015),
n.162: AAS 107 (2015), 912.
Benedicto XVI, Carta Enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), n. 53: AAS 101
[33]

(2009), 688: «Una de las pobrezas más hondas que el hombre puede experimentar
es la soledad. Ciertamente, también las otras pobrezas, incluidas las materiales,
nacen del aislamiento, del no ser amados o de la dificultad de amar».
[34]
Cfr. Francisco, Exhort. Ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), n.
53: AAS 105 (2013), 1042; se puede ver también: Id., Discurso a la delegación
del Instituto “Dignitatis Humanae” (7 diciembre 2013): AAS 106 (2014) 14-15;
Id., Encuentro con los ancianos (28 septiembre 2014): AAS 106 (2014), 759-760.
Cfr. Juan Pablo II, Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 12: AAS 87
[35]

(1995), 414.
[36]
Congregación para la Doctrina de la Fe, Declarac. Iura et bona (5 mayo 1980),
II: AAS 72 (1980), 546.
Juan Pablo II, Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 65: AAS 87
[37]

(1995), 475; cfr. Congregación para la Doctrina de la Fe, Declarac. Iura et bona (5
mayo 1980), II: AAS 72 (1980), 546.
[38]
Juan Pablo II, Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 65: AAS 87
(1995), 477. Es una doctrina propuesta de modo definitivo en la cual la Iglesia
compromete su infalibilidad: cfr. Congragación para la Doctrina de la Fe, Nota
doctrinal ilustrativa de la fórmula conclusiva de la Professio fidei (29 junio 1998),
n. 11: AAS 90 (1998), 550.
[39]
Congregación para la Doctrina de la Fe, Declarac. Iura et bona (5 mayo 1980),
II: AAS 72 (1980), 546.
[40]
Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2286.
[41]
Cfr. ibidem, nn. 1735 y 2282.
[42]
Congregación para la Doctrina de la Fe, Declarac. Iura et bona (5 mayo 1980),
II: AAS 72 (1980), 546.
Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Nueva carta de los Agentes
[43]

sanitarios, n. 169.
[44]
Cfr. ibidem, n. 170.

-239-
VIDA Y ÉTICA

Cfr. Juan Pablo II, Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 72: AAS 87
[45]

(1995), 484-485.
Francisco, Discurso a los participantes en la Asamblea Plenaria de la Congre-
[46]

gación para la Doctrina de la Fe (30 enero 2020): L’Osservatore Romano, 31 enero


2020, 7.
Juan Pablo II, Carta Enc. Veritatis splendor (6 agosto 1993), n. 15; AAS 85
[47]

(1993), 1145.
Cfr. Benedicto XVI, Carta Enc. Spes salvi (30 noviembre 2007), nn. 36-37: AAS 99
[48]

(2007), 1014-1016.
[49]
Congregación para la Doctrina de la Fe, Declarac. Iura et bona (5 mayo 1980),
II: AAS 72 (1980), 546.
Juan Pablo II, Carta Ap. Salvifici doloris (11 febrero 1984), n. 5: AAS 76 (1984),
[50]

204.
Cfr. Benedicto XVI, Carta. Enc. Spe salvi (30 noviembre 2007), n. 38: AAS 99
[51]

(2007), 1016.
Cfr. Juan Pablo II, Carta Ap. Salvifici doloris (11 febrero 1984), n. 29: AAS 76
[52]

(1984), 244: «No puede el hombre “prójimo” pasar con desinterés ante el sufri-
miento ajeno, en nombre de la fundamental solidaridad humana; y mucho menos
en nombre del amor al prójimo. Debe “pararse”, “conmoverse”, actuando como el
Samaritano de la parábola evangélica. La parábola en sí expresa una verdad pro-
fundamente cristiana, pero a la vez tan universalmente humana».
[53]
Congregación para la Doctrina de la Fe, Declarac. Iura et bona (5 mayo 1980),
IV: AAS 72 (1980), 549-551.
Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2278; Pontificio Consejo para los Agen-
[54]

tes Sanitarios, Carta de los Agentes sanitarios, Ciudad del Vaticano, 1995, n. 119;
Juan Pablo II, Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 65: AAS 87 (1995),
475; Francisco, Mensaje a los participantes en la reunión de la región europea de
la Asociación Médica Mundial (7 noviembre 2017): «Y si sabemos que no siempre
se puede garantizar la curación de la enfermedad, a la persona que vive debemos
y podemos cuidarla siempre: sin acortar su vida nosotros mismos, pero también
sin ensañarnos inútilmente contra su muerte»; Pontificio Consejo para los Agentes
Sanitarios, Nueva carta de los Agentes sanitarios, n. 149.
Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2278; Congregación para la Doctrina
[55]

de la Fe, Declarac. Iura et bona (5 mayo 1980), IV: AAS 72 (1980), 550-551; Juan
-240-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

Pablo II, Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 65: AAS 87 (1995), 475;
Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Nueva carta de los Agentes sani-
tarios, n. 150.
Juan Pablo II, Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 65: AAS 87
[56]

(1995), 476.
Cfr. Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Nueva carta de los Agentes
[57]

sanitarios, n. 150.
Cfr. Juan Pablo II, Discurso a los participantes en un encuentro de estudio
[58]

sobre la procreación responsable (5 junio 1987), n.1: Insegnamenti di Giovan-


ni Paolo II, X/2 (1987), 1962: «Hablar de “conflicto de valores o bienes” y de la
consiguiente necesidad de llevar a cabo como una especie de “equilibrio” de los
mismos, eligiendo uno y rechazando el otro, no es moralmente correcto».
Cfr. Juan Pablo II, Discurso a la Asociación de Médicos Católicos Italianos (28
[59]

diciembre 1978): Insegnamenti di Giovanni Paolo II, I (1978), 438.


Cfr. Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Nueva carta de los Agentes
[60]

sanitarios, n. 150.
Cfr. Congregación para la Doctrina de la Fe, Respuesta a algunas preguntas de
[61]

la Conferencia Episcopal Estadounidense acerca de la alimentación y la hidrata-


ción artificiales (1 agosto 2007): AAS 99 (2007), 820.
[62]
Cfr. ibidem.
Cfr. Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Nueva carta de los Agentes
[63]

sanitarios, n. 152: «La alimentación y la hidratación, aun artificialmente adminis-


tradas, son parte de los tratamientos normales que siempre han de proporcionarse
al moribundo, cuando no resulten demasiados gravosos o de ningún beneficio
para él. Su indebida suspensión significa verdadera y propia eutanasia. “Suminis-
trar alimento y agua, incluso por vía artificial, es, en principio, un medio ordinario
y proporcionado para la conservación de la vida. Por lo tanto, es obligatorio en
la medida y mientras se demuestre que cumple su propia finalidad, que consiste
en procurar la hidratación y la nutrición del paciente. De este modo se evitan el
sufrimiento y la muerte derivados de la inanición y la deshidratación”».
[64]
Francisco, Discurso a la plenaria de la Pontificia Academia para la Vida (5
marzo 2015): AAS 107 (2015), 274, citando a: Juan Pablo II, Carta Enc. Evangelium
vitae (25 marzo 1995), n. 65: AAS 87 (1995), 476. Cfr. Catecismo de la Iglesia
Católica, n. 2279.

-241-
VIDA Y ÉTICA

Cfr. [65] Francisco, Discurso a la Plenaria de la Pontificia Academia para la


[65]

Vida (5 marzo 2015): AAS 107 (2015), 275.


Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Nueva carta de los Agentes
[66]

sanitarios, n. 147.
Cfr. Juan Pablo II, Carta Ap. Salvifici doloris (11 febrero 1984), n. 2: AAS 76
[67]

(1984), 202: «El sufrimiento parece pertenecer a la trascendencia del hombre;


es uno de esos puntos en los que el hombre está en cierto sentido “destinado” a
superarse a sí mismo, y de manera misteriosa es llamado a hacerlo».
Benedicto XVI, Carta. Enc. Spe salvi (30 noviembre 2007), n. 38: AAS 99 (2007),
[68]

1016.
Cfr. Francisco, Exhort. Ap. Amoris laetitia (19 marzo 2016), n. 48: AAS 108
[69]

(2016), 330.
C. Saunders, Velad conmigo. Inspiración para una vida en cuidados paliativos.
[70]

Ed. Obra Social de la Caixa, 2011, p. 56.


Francisco, Discurso a los participantes a la Asamblea Plenaria de la Congrega-
[71]

ción para la Doctrina de la Fe (30 enero 20202): L’Osservatore Romano, 31 enero


2020, 7.
Cfr. Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Nueva carta de los Agentes
[72]

sanitarios, n. 148.
[73]
Cfr. Pio XII, Allocutio. Trois questions religieuses et morales concernant l’anal-
gésie (24 febrero 1957): AAS 49 (1957) 134-136; Congregación para la Doctrina
de la Fe, Declarac. Iura et bona (5 mayo 1980), III: AAS 72 (1980), 547; Juan Pablo
II, Carta Ap. Salvifici doloris (11 febrero 1984), n. 19: AAS 76 (1984), 226.
[74]
Cfr. Pio XII, Allocutio. Iis qui interfuerunt Conventui internationali. Romae
habito, a «Collegio Internationali Neuro-Psycho-Pharmacologico » indicto (9
septiembre 1958): AAS 50 (1958), 694; Congregación para la Doctrina de la Fe,
Declarac. Iura et bona (5 mayo 1980), III: AAS 72 (1980), 548; Catecismo de la
Iglesia Católica, n. 2779; Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Nueva
carta de los Agentes sanitarios, n. 155: «Se da, además, la posibilidad de provocar
con los analgésicos y los narcóticos la supresión de la conciencia del moribundo.
Este uso merece una consideración particular. En presencia de dolores insoporta-
bles, resistentes a las terapias analgésicas habituales, en proximidad del momento
de la muerte o en la previsión fundada de una crisis particular en ese momento,
una seria indicación clínica puede conllevar, con el consentimiento del enfermo,

-242-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

el suministro de fármacos que suprimen la conciencia. Esta sedación paliativa


profunda en la fase terminal, clínicamente fundamentada, puede ser moralmente
aceptable siempre que se realice con el consenso del enfermo, se informe a los
familiares, se excluya toda intencionalidad eutanásica y el enfermo haya podido
satisfacer sus deberes morales, familiares y religiosos: “acercándose a la muerte,
los hombres deben estar en condiciones de poder cumplir sus obligaciones mora-
les y familiares y, sobre todo, deben poder prepararse con plena conciencia para el
encuentro definitivo con Dios”. Por consiguiente, “no es lícito privar al moribundo
de la conciencia propia sin grave motivo”».
[75]
Cfr. Pio XII, Allocutio. Trois questions religieuses et morales concernant l’anal-
gésie (24 febrero 1957): AAS 49 (1957) 145; Congregación para la Doctrina de
la Fe, Declarac. Iura et bona (5 mayo 1980), III: AAS 72 (1980), 548; Juan Pablo
II,Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 65: AAS 87 (1995), 476.
[76]
Cfr. Francisco, Discurso al Congreso de la Asociación de Médicos Católicos
Italianos en el 70 aniversario de su fundación (15 noviembre 2014): AAS 106
(2014), 978.
[77]
Pio XII, Allocutio. Trois questions religieuses et morales concernant l’anal-
gésie (24 febrero 1957): AAS 49 (1957) 146; Id., Allocutio. Iis qui interfuerunt
Conventui internationali. Romae habito, a «Collegio Internationali Neuro-Psy-
cho-Pharmacologico» indicto (9 septiembre 1958): AAS 50 (1958), 695; Congre-
gación para la Doctrina de la Fe, Declarac. Iura et bona (5 mayo 1980), III: AAS 72
(1980), 548; Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2779; Juan Pablo II, Carta
Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 65: AAS 87 (1995), 476; Pontificio Con-
sejo para los Agentes Sanitarios, Nueva carta de los Agentes sanitarios, n. 154.
Cfr. Juan Pablo II, Discurso a los participantes al Congreso Internacional sobre
[78]

«Los tratamientos de soporte vital y estado vegetativo. Progresos científicos y


dilemas éticos» (20 marzo 2004), n. 3: AAS 96 (2004), 487: «Un hombre, aunque
esté gravemente enfermo o se halle impedido en el ejercicio de sus funciones más
elevadas, es y será siempre un hombre; jamás se convertirá en un “vegetal” o en
un “animal”».
Pontificio Consejo para los Agentes Sanitarios, Nueva carta de los Agentes
[79]

sanitarios, n. 151.
Ibidem, n. 151; cfr. Juan Pablo II, Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995),
[80]

n. 74: AAS 87 (1995), 487.

-243-
VIDA Y ÉTICA

[81]
Cfr. Francisco, Discurso al Congreso de la Asociación de Médicos Católicos
Italianos en el 70 aniversario de su fundación (15 noviembre 2014): AAS 106
(2014), 977.
Juan Pablo II, Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 73 AAS 87
[82]

(1995), 486.
Benedicto XVI, Discurso a los participantes al Congreso de la Pontificia Aca-
[83]

demia para la Vida sobre el tema “Junto al enfermo incurable y al moribundo:


orientaciones éticas y operativas” (25 febrero 2008): AAS 100 (2008), 171.
Francisco, Audiencia General (10 junio 2015): L’Osservatore Romano, 11 junio
[84]

2015, 8.
[85]
Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1420.
Cfr. Rituale Romanum ex decreto Sacrosancti Oecumenici Concilii Vaticani II
[86]

instaruratum auctoritate Pauli PP. VI promulgatum, Ordo unctionis infirmorum


eorumque pastoralis curae, Editio typica, Praenotanda, Typis Polyglotis Vaticanis,
Civitate Vaticana 1972, n. 26; Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1524.
[87]
Francisco, Carta Enc. Laudato si’ (24 mayo 2015), n. 235: AAS 107 (2015), 939.
Cfr. Juan Pablo II, Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 67: AAS 87
[88]

(1995), 478-479.
[89]
Concilio de Trento, Ses. XIV, De sacramento penitentiae, cap. 4: DH 1676.
[90]
Cfr. CIC, can. 987.
Cfr. CIC, can. 1007: «No se dé la unción de los enfermos a quienes persisten
[91]

obstinadamente en un pecado grave manifiesto».


[92]
Cfr. CIC, can. 915 y can. 843 § 1.
Cfr. Congregación para la Doctrina de la Fe, Declarac. Iura et bona (5 mayo
[93]

1980), II: AAS 72 (1980), 546.


Cfr. Juan Pablo II, Carta Ap. Salvifici doloris (11 febrero 1984), n. 29: AAS 76
[94]

(1984), 244-246.
[95]
Cfr. Francisco, Discurso a los presidentes de los Colegios de Médicos de Espa-
ña e Hispanoamérica (9 junio 2016): AAS108 (2016), 727-728. «La fragilidad el
dolor y la enfermedad son una dura prueba para todos, también para el personal
médico, son un llamado a la paciencia, al padecer-con; por ello no se puede ceder
a la tentación funcionalista de aplicar soluciones rápidas y drásticas, movidos por

-244-
Carta Samaritanus Bonus [...] / DOCUMENTOS NACIONALES

una falsa compasión o por meros criterios de eficacia y ahorro económico. Está
en juego la dignidad de la vida humana; está en juego la dignidad de la vocación
médica».
Juan Pablo II, Carta Ap. Salvifici doloris (11 febrero 1984), n. 29: AAS 76 (1984),
[96]

246.
Juan Pablo II, Carta Enc. Evangelium vitae (25 marzo 1995), n. 5: AAS 87 (1995),
[97]

407.
[98]
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, I, q. 21, a. 3.
[99]
Cfr. Benedicto XVI, Carta. Enc. Spe salvi (30 noviembre 2007), n. 39: AAS 99
(2007), 1016: «Sufrir con el otro, por los otros; sufrir por amor de la verdad y de la
justicia; sufrir a causa del amor y con el fin de convertirse en una persona que ama
realmente, son elementos fundamentales de humanidad, cuya pérdida destruiría
al hombre mismo».

-245-
DOCUMENTOS INTERNACIONALES

MENSAJE Uno solo es vuestro Maestro y todos


vosotros sois hermanos (Mt 23,8). La re-
DEL SANTO PADRE lación de confianza, fundamento del cui-
dado del enfermo
FRANCISCO Queridos hermanos y hermanas:
PARA LA XXIX La celebración de la 29.a Jornada
JORNADA MUNDIAL Mundial del Enfermo, que tendrá lugar
el 11 de febrero de 2021, memoria de la
DEL ENFERMO Bienaventurada Virgen María de Lourdes,
es un momento propicio para brindar una
atención especial a las personas enfermas
y a quienes cuidan de ellas, tanto en los
Roma, 20 de diciembre de 2020
lugares destinados a su asistencia como
en el seno de las familias y las comuni-
dades. Pienso, en particular, en quienes
sufren en todo el mundo los efectos de la
pandemia del coronavirus. A todos, espe-
cialmente a los más pobres y marginados,
les expreso mi cercanía espiritual, al mis-
mo tiempo que les aseguro la solicitud y
el afecto de la Iglesia.
1. El tema de esta Jornada se inspira
en el pasaje evangélico en el que Jesús
critica la hipocresía de quienes dicen,
pero no hacen (cf. Mt 23,1-12). Cuando
la fe se limita a ejercicios verbales esté-
riles, sin involucrarse en la historia y las
necesidades del prójimo, la coherencia
entre el credo profesado y la vida real se
debilita. El riesgo es grave; por este mo-
tivo, Jesús usa expresiones fuertes, para
advertirnos del peligro de caer en la ido-
latría de nosotros mismos, y afirma: «Uno
solo es vuestro maestro y todos vosotros
sois hermanos» (v. 8).

Instituto de Bioética / UCA - Vida y Ética Año 22 Nº 1 Junio 2021 -247-


VIDA Y ÉTICA

La crítica que Jesús dirige a quienes «dicen, pero no hacen» (v. 3) es beneficiosa,
siempre y para todos, porque nadie es inmune al mal de la hipocresía, un mal muy
grave, cuyo efecto es impedirnos florecer como hijos del único Padre, llamados a
vivir una fraternidad universal.
Ante la condición de necesidad de un hermano o una hermana, Jesús nos
muestra un modelo de comportamiento totalmente opuesto a la hipocresía. Pro-
pone detenerse, escuchar, establecer una relación directa y personal con el otro,
sentir empatía y conmoción por él o por ella, dejarse involucrar en su sufrimiento
hasta llegar a hacerse cargo de él por medio del servicio (cf. Lc 10,30-35).
2. La experiencia de la enfermedad hace que sintamos nuestra propia vulne-
rabilidad y, al mismo tiempo, la necesidad innata del otro. Nuestra condición de
criaturas se vuelve aún más nítida y experimentamos de modo evidente nuestra
dependencia de Dios. Efectivamente, cuando estamos enfermos, la incertidumbre,
el temor y a veces la consternación, se apoderan de la mente y del corazón; nos
encontramos en una situación de impotencia, porque nuestra salud no depende
de nuestras capacidades o de que nos “angustiemos” (cf. Mt 6,27).
La enfermedad impone una pregunta por el sentido, que en la fe se dirige a
Dios; una pregunta que busca un nuevo significado y una nueva dirección para
la existencia, y que a veces puede ser que no encuentre una respuesta inmediata.
Nuestros mismos amigos y familiares no siempre pueden ayudarnos en esta bús-
queda trabajosa.
A este respecto, la figura bíblica de Job es emblemática. Su mujer y sus amigos
no son capaces de acompañarlo en su desventura, es más, lo acusan aumentando
en él la soledad y el desconcierto. Job cae en un estado de abandono e incom-
prensión. Pero precisamente por medio de esta extrema fragilidad, rechazando
toda hipocresía y eligiendo el camino de la sinceridad con Dios y con los demás,
hace llegar su grito insistente a Dios, que al final responde, abriéndole un nuevo
horizonte. Le confirma que su sufrimiento no es una condena o un castigo, tam-
poco es un estado de lejanía de Dios o un signo de su indiferencia. Así, del corazón
herido y sanado de Job, brota esa conmovida declaración al Señor, que resuena
con energía: «Te conocía sólo de oídas, pero ahora te han visto mis ojos» (42,5).
3. La enfermedad siempre tiene un rostro, incluso más de uno: tiene el rostro
de cada enfermo y enferma, también de quienes se sienten ignorados, excluidos,
víctimas de injusticias sociales que niegan sus derechos fundamentales (cf. Carta
enc. Fratelli tutti, 22). La pandemia actual ha sacado a la luz numerosas insufi-
ciencias de los sistemas sanitarios y carencias en la atención de las personas en-

-248-
Mensaje del Santo Padre Francisco / DOCUMENTOS NACIONALES

fermas. Los ancianos, los más débiles y vulnerables no siempre tienen garantizado
el acceso a los tratamientos, y no siempre es de manera equitativa. Esto depende
de las decisiones políticas, del modo de administrar los recursos y del compromiso
de quienes ocupan cargos de responsabilidad. Invertir recursos en el cuidado y la
atención a las personas enfermas es una prioridad vinculada a un principio: la sa-
lud es un bien común primario. Al mismo tiempo, la pandemia ha puesto también
de relieve la entrega y la generosidad de agentes sanitarios, voluntarios, trabaja-
dores y trabajadoras, sacerdotes, religiosos y religiosas que, con profesionalidad,
abnegación, sentido de responsabilidad y amor al prójimo han ayudado, cuidado,
consolado y servido a tantos enfermos y a sus familiares. Una multitud silenciosa
de hombres y mujeres que han decidido mirar esos rostros, haciéndose cargo de
las heridas de los pacientes, que sentían prójimos por el hecho de pertenecer a la
misma familia humana.
La cercanía, de hecho, es un bálsamo muy valioso, que brinda apoyo y consue-
lo a quien sufre en la enfermedad. Como cristianos, vivimos la projimidad como
expresión del amor de Jesucristo, el buen Samaritano, que con compasión se ha
hecho cercano a todo ser humano, herido por el pecado. Unidos a Él por la acción
del Espíritu Santo, estamos llamados a ser misericordiosos como el Padre y a amar,
en particular, a los hermanos enfermos, débiles y que sufren (cf. Jn 13,34-35). Y
vivimos esta cercanía, no sólo de manera personal, sino también de forma co-
munitaria: en efecto, el amor fraterno en Cristo genera una comunidad capaz de
sanar, que no abandona a nadie, que incluye y acoge sobre todo a los más frágiles.
A este respecto, deseo recordar la importancia de la solidaridad fraterna, que
se expresa de modo concreto en el servicio y que puede asumir formas muy dife-
rentes, todas orientadas a sostener al prójimo. «Servir significa cuidar a los frági-
les de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo» (Homilía en La
Habana, 20 septiembre 2015). En este compromiso cada uno es capaz de «dejar de
lado sus búsquedas, afanes, deseos de omnipotencia ante la mirada concreta de
los más frágiles. […] El servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne,
siente su projimidad y hasta en algunos casos la “padece” y busca la promoción del
hermano. Por eso nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino
que se sirve a personas» (ibíd.).
4. Para que haya una buena terapia, es decisivo el aspecto relacional, mediante
el que se puede adoptar un enfoque holístico hacia la persona enferma. Dar valor
a este aspecto también ayuda a los médicos, los enfermeros, los profesionales y
los voluntarios a hacerse cargo de aquellos que sufren para acompañarles en un
camino de curación, gracias a una relación interpersonal de confianza (cf. Nueva

-249-
VIDA Y ÉTICA

Carta de los agentes sanitarios [2016], 4). Se trata, por lo tanto, de establecer un
pacto entre los necesitados de cuidados y quienes los cuidan; un pacto basado en
la confianza y el respeto mutuos, en la sinceridad, en la disponibilidad, para supe-
rar toda barrera defensiva, poner en el centro la dignidad del enfermo, tutelar la
profesionalidad de los agentes sanitarios y mantener una buena relación con las
familias de los pacientes.
Precisamente esta relación con la persona enferma encuentra una fuente in-
agotable de motivación y de fuerza en la caridad de Cristo, como demuestra el
testimonio milenario de hombres y mujeres que se han santificado sirviendo a los
enfermos. En efecto, del misterio de la muerte y resurrección de Cristo brota el
amor que puede dar un sentido pleno tanto a la condición del paciente como a
la de quien cuida de él. El Evangelio lo testimonia muchas veces, mostrando que
las curaciones que hacía Jesús nunca son gestos mágicos, sino que siempre son
fruto de un encuentro, de una relación interpersonal, en la que al don de Dios que
ofrece Jesús le corresponde la fe de quien lo acoge, como resume la palabra que
Jesús repite a menudo: “Tu fe te ha salvado”.
5. Queridos hermanos y hermanas: El mandamiento del amor, que Jesús dejó
a sus discípulos, también encuentra una realización concreta en la relación con
los enfermos. Una sociedad es tanto más humana cuanto más sabe cuidar a sus
miembros frágiles y que más sufren, y sabe hacerlo con eficiencia animada por el
amor fraterno. Caminemos hacia esta meta, procurando que nadie se quede solo,
que nadie se sienta excluido ni abandonado.
Le encomiendo a María, Madre de misericordia y Salud de los enfermos, todas
las personas enfermas, los agentes sanitarios y quienes se prodigan al lado de los
que sufren. Que Ella, desde la Gruta de Lourdes y desde los innumerables san-
tuarios que se le han dedicado en todo el mundo, sostenga nuestra fe y nuestra
esperanza, y nos ayude a cuidarnos unos a otros con amor fraterno. A todos y cada
uno les imparto de corazón mi bendición.

Roma, San Juan de Letrán, 20 de diciembre de 2020, cuarto domingo de Adviento.


Francisco

-250-

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