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MISIÓN
VISIÓN
HISTORIA
Desde su creación la Medicatura Forense fue una dependencia del Ministerio de Gobierno y
Justicia hasta 1973, cuando se promulga la Ley No.34 del 8 de mayo, que adscribe al
Ministerio Público la dirección, supervisión y funcionamiento de la Medicatura Forense, como
órgano auxiliar en la investigación de los diversos casos penales.
En esta ley se establecía que habría por lo menos un médico forense en cada provincia,
laborando a tiempo completo y dedicación exclusiva. No obstante, cuando las necesidades
lo exigieran el procurador, previa consulta con el Ministerio de Salud, podía asignar
funciones forenses a cualquier médico, que prestara servicios en centros de salud, hospitales
del Estado o de sus dependencias.
En 1979 la Ley No.22 del 30 de agosto crea dos nuevas secciones de Medicatura Forense,
una dentro de la Medicatura Forense de Panamá, que funcionaría en el corregimiento de
Ancón, y la otra dentro de la Medicatura Forense de Colón que funcionaría en el
corregimiento de Cristóbal. También se establecía que ambas sedes estarían compuestas
por un médico forense, un secretario, un trabajador manual, un escribiente, un oficial de la
categoría, un portero, un fotógrafo y un oficial de cuarta categoría.
Posteriormente, la Ley No. 29 del 25 de octubre de 1984 que adopta el Código Judicial, crea
el Instituto de Medicina Legal adscrito a la Procuraduría General de la Nación. En ese
entonces, el Instituto tenía su sede en la ciudad de Panamá y contaba con agencias en cada
cabecera de provincia y en la comarca de San Blas.
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Con este Código también nace el Departamento de Servicios Periciales, compuesto por un
perito de balística, un planimétrico, dos peritos de tránsito, dos grafólogos, un trabajador
social, un intérprete, un oficial mayor y un fotógrafo.
Los servidores de ambas dependencias ejercían sus funciones conforme las normas de la
Carrera Judicial.
En esa época prestaron servicios como médicos forenses los doctores: Jorge Lombardo,
primer médico forense nombrado; Francisco Paz, Roger Montero, Humberto Mas, Urbano
Martínez, Félix Luciani, Aquiles Espino, Roberto Lewis, Jaime Arias, Mercedes de Lasso,
Erick Aguirre, Jorge Rodríguez, Klever De Lora, Andrés Tucker, Hugo Moreno, Alfredo
Rodríguez y Nilda Santamaría, entre otros.
Para el 11 de enero del año 2005, el Instituto, básicamente, ofrecía servicios periciales
médicos y de algunos laboratorios, con muchas limitaciones de infraestructura, escaso
personal específicamente formado en Medicina Forense y un manejo presupuestario y de
recursos humanos a cargo del Ministerio Público.
Como una institución estatal pequeña, tenía un mínimo organigrama operativo sin que, hasta
ese año, se contara con conceptos básicos institucionales como su misión, visión y lema que
lo posicionarán claramente como un ente científico de servicios periciales a nivel nacional.
Tampoco se habían establecidos los principios, valores y reglamentos propios de su
naturaleza pericial científica.
Los médicos forenses, y los demás funcionarios, eran nombrados y removidos por el
Procurador General de turno; no disponían de escalafón, cambios de categoría ni estabilidad
laboral, es por eso que la mayoría ocupaban posiciones transitorias y, en el caso de los
médicos, se toleraba que prestaran servicios en otras instituciones de salud, en parte como
una compensación por la falta de incentivos salariales y ante la carencia de estímulos para
un desarrollo profesional dentro del Ministerio Público.
El presupuesto del Instituto para el año 2005, de aproximadamente 2.3 millones de balboas,
estaba destinado en su mayoría para el pago de los salarios y prestaciones de los
funcionarios; los proyectos de inversión eran escasos y de poca cuantía, recibiendo especial
atención solamente el proyecto del Laboratorio de ADN que comienza en el año 1998 y que
se inaugura oficialmente diez (10) años más tarde.
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Se establecen tres ejes principales de desarrollo institucional: la reorganización
administrativa y de los recursos humanos, la formación profesional específica forense y el
establecimiento de un marco legal cónsono con la nueva situación del Instituto.
Esta ley también ordena que los cargos directivos deben ser ocupados mediante
concursos de méritos profesionales; crea nuevas secciones, establece garantías laborales
para los funcionarios, como el pago de un sobresueldo de 50% sobre el salario base por la
dedicación exclusiva para los peritos idóneos, los incluye en la Carrera Judicial, hoy carrera
del Ministerio Público, fomenta la capacitación y formación profesional y garantiza la
autonomía en el manejo administrativo y de los recursos humanos
Poco tiempo después ocurre otro cambio abrupto que incide en el cambiante desarrollo del
Instituto. En el 2007, la Asamblea Nacional aprueba la Ley No.69 del 27 de diciembre,
transfiriendo al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses los Departamentos de
Criminalística, Servicios Periciales y Laboratorios de Ciencias Forenses de la actual Policía
Técnica Judicial, creados mediante la Ley No.16 de julio de 1991.
Ante este nuevo escenario, el Instituto experimentó cambios profundos que incidieron
directamente en lo administrativo, presupuestario, legal, estructural y laboral, todo lo cual
conllevó la implementación de un proceso de reingeniería en aras de una medicina legal y
forense de avanzada.
La coyuntura, se convirtió en una oportunidad que permitió al Instituto crecer con un nuevo
enfoque científico y moderno, logrando posicionarse como el único ente estatal dedicado por
entero a aportar al sistema judicial, con transparencia absoluta, las pruebas periciales
necesarias para garantizar la objetividad de los procesos judiciales.
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Los órganos directivos del Instituto lo constituyen la Dirección General y las Subdirecciones
de Medicina Forense y Criminalística. Estos cargos son designados por la Junta Directiva,
para un periodo de cinco años, mediante concurso de méritos y créditos académicos.
PRINCIPIOS INSTITUCIONALES
Prudencia. Evitando acciones que puedan poner en riesgo la finalidad de la función pública,
el patrimonio del Estado o la imagen que debe tener la sociedad respecto de sus
instituciones.
Respeto por los Derechos Humanos. Garantizando que sus funciones se realicen con
respeto a los derechos humanos.
Declaración jurada patrimonial. El director general del IMELCF y otros funcionarios a que
se refiere el Artículo 304 de la Constitución Política de la República de Panamá y las leyes
que lo desarrollan, presentarán declaración jurada, de acceso público sobre su situación
patrimonial y financiera dentro de los 10 días hábiles siguientes al haber asumido el cargo y
cada 5 años y 10 días hábiles siguientes al término de la separación.
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FUNCIONES
1. Cumplir las órdenes que le impartan los agentes del Ministerio Público para realizar
investigaciones criminalísticas relacionadas con el respectivo campo científico y médico-
legal.
7. Practicar las experticias requeridas y rendir los dictámenes periciales para el caso
concreto, solicitando la colaboración de expertos nacionales o extranjeros, cuando se
requieran conocimientos científicos y/o técnicos especiales.
8. Rendir un informe al agente del Ministerio Público, en torno al resultado de las diligencias
realizadas.
10. Servir de centro científico de referencia nacional en todos los asuntos relacionados con
la Medicina Legal y las ciencias forenses.
12. Definir los reglamentos técnicos que deben cumplir quienes realicen funciones periciales
relacionadas con la Medicina Legal y las ciencias forenses, y ejercer control sobre su
desarrollo y cumplimiento.
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14. Servir de organismo de acreditación y de certificación de laboratorios, de pruebas
periciales y de peritajes practicados por entidades públicas y privadas.
JUNTA DIRECTIVA
La Junta Directiva es el máximo órgano rector del Instituto de Medicina Legal y Ciencias
Forenses. Está conformada por el procurador general de la Nación o su delegado, quien la
preside; el presidente de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia o su delegado; el
decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá o su delegado; un delegado
del Colegio Médico de Panamá; un delegado del Colegio Nacional de Abogados y el director
general del IMELCF, quien actúa como secretario de la Junta y posee derecho a voz.
Una de las principales funciones de la Junta Directiva del IMELCF es escoger, mediante
concurso de méritos, al director general y a los subdirectores de Medicina Forense y
Criminalística, para un periodo de cinco años. Es oportuno mencionar, que la evaluación de
los candidatos será reglamentada sobre la base de créditos y méritos académicos.
CONSEJO MÉDICO-FORENSE
El Consejo Médico-Forenses está conformado por el director general del Instituto, un médico
forense ponente, dos médicos forenses de mayor antigüedad, un médico consultor y el
coordinador de la sección a la que se refiere el asunto evaluado.
Este consejo se pronuncia en los casos en que exista una nueva consulta de la autoridad
competente, y además evalúa en los casos de supuesta mala praxis médica.
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CONSEJO TÉCNICO-CRIMINALÍSTICO
El Consejo está integrado por el director general y el subdirector de Criminalística, quien será
el ponente; dos técnicos en Criminalística de mayor antigüedad y el coordinador de la
sección o departamento al que se refiere el caso que se va a discutir.
CONSEJO ADMINISTRATIVO
Conformado por los coordinadores provinciales y los jefes de las secciones, el Consejo
Administrativo elabora propuestas, presenta informes, asesora y colabora con el director
general en la coordinación de las funciones administrativas y de personal del Instituto.
SECRETARÍA GENERAL
La Secretaria General, que tiene un nivel coordinador, informa al director general todos los
negocios, despachos, diligencias y asuntos en general; despacha las convocatorias y revisa
las actas de las sesiones de la Junta Directiva. También expide certificaciones y copias
auténticas de las actas, resoluciones, declaraciones, notificaciones, exhortos, despachos y
cualquier documentación del Instituto, en curso o archivados, siempre que no tengan carácter
de reservado.
COORDINACIONES PROVINCIALES
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UNIDAD DE CONSULTA EXTERNA
Tiene bajo su cargo la elaboración de peritajes médico legales y, en particular, del control
periódico de los lesionados y de la valoración de los daños corporales que sean objeto de
actuaciones procesales. Así como de la asistencia o vigilancia facultativa a los privados de
libertad.
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UNIDAD DE PSICOLOGÍA FORENSE
MORGUES JUDICIALES
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SUBDIRECCIÓN DE CRIMINALÍSTICA
- CRIMINALÍSTICA DE CAMPO
Protege, observa y fija de manera gráfica, escrita y fotográfica el lugar de los hechos.
Procedimiento que realiza a través de diferentes métodos de búsquedas para ubicar y
recolectar, con las técnicas adecuadas, los indicios según su clase y naturaleza, los cuales
posteriormente son remitidos a los laboratorios para su respectivo estudio.
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Esta Sección es responsable de analizar las armas de fuego empleadas en los crímenes;
realizar el estudio y análisis de los proyectiles y de los impactos, determinando el calibre del
arma disparada; determinar la correspondencia entre proyectiles o casquillos hallados en el
sitio del suceso, con algún arma ubicada en poder de un sospechoso o en el lugar mismo del
hecho delictivo; identificar series alteradas en armas de fuego y vehículos y determinar la
trayectoria, dirección y distancia del disparo, ubicación del tirador y/o víctima.
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La Sección de Balística Forense mantiene una Base de Datos de Identificación Balística
(IBIS) para la correlación de casos.
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Entre los peritajes requeridos por las autoridades competentes figuran: análisis a privados
de libertad; identificaciones de tatuajes en personas fallecidas; identificación de graffitis e
identificación de simbología utilizada por pandilleros, para demostrar su afinidad con las
pandillas; entre otros estudios.
Realiza el estudio integral de las escenas de accidentes viales, análisis físico matemático de
velocidades, punto de impacto, trayectorias y la orientación de las posiciones finales de
acuerdo a los datos de las inspecciones iniciales o la prueba de reconstrucción, para
establecer las causas que originaron el hecho de tránsito.
También responde a toda consulta técnica que establezcan las autoridades competentes de
acuerdo a la naturaleza del delito producto del hecho de tránsito y según el análisis de los
diferentes indicios que son propios de estos eventos.
- AUDITORIA FORENSE
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pruebas documentales suficientes, para esclarecer y demostrar uno o más hechos en los
procesos judiciales de carácter penal, de familia, comercial o laboral. También da fe en otras
diligencias, como las de Inspección Ocular y Acciones Exhibitorias.
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Participan como auxiliares dentro del proceso de investigación, en aquellos hechos en que se
desea establecer principalmente datos métricos (distancias, alturas, volúmenes, etc.).
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- SECCIÓN DE FOTOGRAFÍA Y VÍDEO FORENSE
Otra de sus tareas es la toma de fotografías de lesionados por delitos de hurto, delitos
sexuales, robo, violencia doméstica, maltrato de menores, los cuales son remitidos desde el
Centro de Recepción de Denuncias de la Fiscalía Auxiliar del Ministerio Publico.
Los peritos llevan a cabo reconocimientos de cadáveres en las morgues de los hospitales,
en casos de muertes producto de arma de fuego, objetos contundentes, armas punzo
cortantes, hechos de tránsito, caídas, abortos, etc.)
De igual forma, en las morgues judiciales del IMELCF son responsables de la documentación
gráfica de las necropsias realizadas por los médicos forenses.
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- LABORATORIO DE BIOLOGÍA
FORENSE
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Ejerce el cargo actual de director general del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses
de Panamá y es secretario de la Junta Directiva de la entidad.
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La obra Medicina Legal y Forense, mediante la cual se dio a conocer como escritor, surge
como aporte a la formación de las nuevas generaciones de la disciplina. Para el año 2012,
publica Lecciones de Medicina Legal", con ampliaciones y actualizaciones de los temas.
En nuestro país, su práctica como patólogo inicia en el Hospital Santo Tomás. Al ingresar al
IMELCF, como patólogo forense, ejerce posteriormente el cargo de jefe de Patología
Forense desde 1996 hasta el año 2005, cuando es nombrado
como Director General hasta el año 2009. En la actualidad es el
subdirector de Medicina Forense.
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Formó parte del Comité Organizador y fue catedrática del Diplomado en Medicina Forense,
en la especialidad de Psiquiatría Forense, en la Universidad Latina en 2005.
Actualmente coordina la Sección de Salud Mental Forense del IMELCF a nivel nacional. Y es
responsable de la elaboración de las normas y procedimientos de atención que se ejecutan
en la Sección y la reestructuración organizativa de los peritajes forenses en la esfera mental
dentro de la entidad.
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Es coautor de las obras: “Manual de Psiquiatría Forense”, “Daño Moral”, Introducción a una
Neurobioquímica de la Esquizofrenia”, “Medicina Legal para Abogados”, “Testimonios” , “Un
Estudio Interdisciplinario del Suicidio en Panamá” y “Baremo del Instituto de Medicina Legal
y Ciencias Forenses de Panamá para la Valoración del Daño Corporal”.
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