Zapata
Zapata
Zapata
cultura virtual
Think about cyberspace: approach to a psychology of virtual culture
Zapata, César
Universidad Autónoma de Santo Domingo, República Dominicana
czapata73@uasd.edu.do
RESUMEN ABSTRACT
Desde 1998 (Cfr. Baym, 1998) se ha discutido si las Since 1998 (Cfr. Baym, 1998) it has been discussed whether
computadoras estaban destinadas a procesos computers were intended for communicative processes
comunicativos más allá del entorno empresarial; la beyond the business environment; Psychology has
psicología ha privilegiado la comunicación cara a cara
privileged face-to-face communication even for teaching
incluso para los entornos docentes. Se han considerado las
environments. Virtual tools have been considered partially.
herramientas virtuales de manera parcial. Se discute aquí
la importancia de la inteligencia artificial y la computación The importance of artificial intelligence and computing for
para la conformación de una nueva mentalización, que the formation of a new mentalization is discussed here,
evidencia una diferencia entre los procesamientos y redes which shows a difference between the processing and
neurales que forman los nativos cibernéticos y neural networks that form cybernetic natives and recent
generaciones reciente, ante sujetos “visitantes” que han generations, in the face of “visitor” subjects who have had
tenido que adaptarse a las nuevas redes exomentales. Esto
to adapt to the new exomental networks. This leads us to
nos conduce a mirar los beneficios y obstáculos en el plano
look at the benefits and obstacles at the level of human
del comportamiento humano, que en el escenario de la
psicología significa la cuestión de la IA, el ciberespacio y la behavior, which in the scenario of psychology means the
cibercultura. Todos somos habitantes cibernéticos y question of AI, cyberspace and cyberculture. We are all
estamos afectados de diferentes maneras: en el aprendizaje, cybernetic inhabitants and we are affected in different
las interacciones sociales, e incluso en el imaginario. ways: in learning, social interactions, and even in the
Empero los nativos están siendo estudiados en su modo de imagination. However, the natives are being studied in
inserción entre la realidad real y la realidad virtual.
their mode of insertion between real reality and virtual
reality.
1. INTRODUCCIÓN
1 Mentalización, según Fonagy es un proceso intersubjetivo que me permite comprender la mente del otro por atribución de tales procesos. Según el autor, la
Por su lado, el concepto “pensar” nos conduce al sujeto, puesto que no habría capacidad mental,
ordenamiento, interpretación, voluntad y potencial para transformar la información sin sujeto. Este
último elemento, voluntad, es aún una frontera entre la inteligencia humana y la inteligencia artificial,
como lo ha preconizada Roger Penrose2; aunque para algunos es cuestión de tiempo. Mientras tanto, el
sujeto humano, más acá de la nanotecnología y la prótesis, continúa definiéndose por su condición de
actor consciente, que se autocorrige y autoorganiza. Aunque es imposible concebir al sujeto “puro”
porque de inmediato se hace objeto de nuestro decir. El sujeto convertido en “objeto” es una
incertidumbre. Aun cuando John Searle asume la voluntad como “procesos biológicos” (1994), todavía
sigue distinguiendo al sujeto de la máquina. La “gestión instrumental de las emociones”, Byung-Chul
Han (2014), ataca esa frontera maquina/hombre que es sentir, y nos embota, haciendo obsoletos el amor
y la empatía.
Los increíbles avances que ha significado el internet para el rápido acceso a la información son
innegables. No hay dudas que han modificado nuestra manera de ver la realidad y creado una nueva
cultura humana. El intercontacto, la noción de tiempo y el lenguaje han sido impactados definitivamente.
Los beneficios para la ciencia de cierta praxis, y en particular el estudio de la inteligencia, abren
importantes debates donde destacan los avances de las ciencias cognitivas (Gardner, 2008) y los estudios
de la relación entre el cerebro a la computadora (Pinker, 2008). Empero, la otra cara de la moneda es la
2 La mente es algo que trasciende al cerebro. Para Penrose el pensamiento, la capacidad de compresión consciente de los seres humanos, es absolutamente
específica, la palabra inteligencia no está significando lo mismo cuando hablamos de inteligencia artificial que cuando nos estamos refiriendo a inteligencia natural.
Diego Martínez Caro. 2012. El yo y la máquina. Cerebro mente e inteligencia artificial. Biblioteca Palabra.
necesidad de observar con detenimiento el efecto de los medios electrónicos en la conducta de los nativos
cibernéticos, la dicotomía entre formación intelectual, información y deformación.
Josh McDowell, en su libro “La generación desconectada” (2002), nos llama la atención hacia la
desconexión relacional de los jóvenes en contacto a través de la red con otros “sujetos virtuales”. Una
nueva forma de socialización a distancia ha producido la paradoja de la soledad real, así como una
comunidad más ansiosa y dependiente (Tapia, 2019). Esta paradoja debe llamar la atención a los
sociólogos y psicólogos en relación con la inserción social y su analogía con la internalización de valores
y costumbres. Quizá se acerca una nueva forma de relación y, no ya con la máquina como mediadora sino
la propia máquina por intercambio comunicacional o por la integración nanotecnológica de la máquina
al cuerpo (Ihde, 2002).
3. AVENIDAS NEURALES/BEATS
Interesa también conocer qué efectos ha tenido la computadora en los “nuevos cerebros”. Si la
conectividad entre dos neuronas es sincrónica, es decir, se activan ambas repetidas veces, dicha
conectividad se refuerza en cada acto. Si, por el contrario, la conectividad es a-sincrónica, se debilita
(Hebb, 1949). Esta teoría genera perspectivas contradictorias: por un lado, están los que proponen que
las redes artificiales neurales (NNA) se hacen más complejas entre los usuarios de la cultura cibernética
y sus habilidades. Mientras, otros consideran que la excesiva exposición a estimulaciones
predominantemente gráficas, como en el caso de los juegos electrónicos, contribuyen a la asincronía y
subsecuente debilitamiento de la sinapsis, sobre todo las relativas a la lengua. El impacto a nivel cognitivo
sigue en discusión. Lo que sí es un hecho es que las redes artificiales, la cultura cibernética, los juegos
virtuales han modificado la manera en que se organizan las redes neurales. Si las conectividades de las
neuronas están permanentemente cambiando, estas nuevas estimulaciones sin duda producen sus
efectos a nivel cognitivo y fisiológico. Pero veamos la cuestión del conocimiento. Nunca como ahora
habíamos tenido acceso al conocimiento. La historia de las universidades en comparación con el casi
místico saber clerical, la salida del claustro, las aperturas de los centros del saber a los que puede ingresar
el pueblo no es nada comparado con las avenidas virtuales que nos llevan con un simple gesto a
bibliotecas, universidades implícitas, webs, blogs y otros instrumentos con los que puedo interactuar y
extraer información. Sin embargo, Quintero nos advierte de la manipulación del sujeto virtual en una
época “caracterizada, y t por un equilibrio incierto y nebuloso”.
Sin embargo, no será posible ir a fuentes externas para preguntarnos sobre la mismidad. La identidad es
vulnerada por una especie de memoria de lo efímero que tampoco mejora la fijación de conocimiento. Se
agrega a toda esta trama, la posición de Antonio Damasio, neurocientista quien nos plantea que la
memoria es dinámica, no es un almacén de datos. La relación pensamiento-lenguaje aún es asumida por
psicólogos y lingüistas como hipótesis valida a la hora de analizar la cuestión de la acomodación a
esquemas mentales de nuevas datas para el conocimiento, y la creación de nuevos esquemas,
interpretación y recursividad.
Entre las defensoras de la cibercultura, cuyas investigaciones proponen el uso de redes sociales
para mejorar las capacidades cognitivas, está la doctora Tracy Pakiam Alloway, autora del libro:
Understanding working memory. En un estudio realizado con estudiantes divididos en dos grupos en
función de quienes tenían más de doce meses utilizando el Facebook, encontró que aquellos con mayor
exposición a esa red social mostraron un mejor desempeño con la memoria de trabajo (WM). Concluye
que es probable que las redes contribuyan a aumentar las habilidades cognitivas. Nos parece que la
investigadora comete un error metonímico, al generalizar sus hallazgos puesto que las capacidades
cognitivas no se reducen a la memoria de trabajo, sobre todo porque la llamada memoria de trabajo es
un constructo que se refiere a la memoria a corto plazo. Aunque debemos reconocer que la investigación
es importante para asociar información reciente con la memoria a largo plazo, lo que cuestionamos es la
generalización de los resultados de la investigación. Otros defensores de la nueva “cultura del
ciberespacio” nos plantean la aparición de una nueva forma de pensar y ser a partir de la inevitable
realidad virtual. La velocidad de la información y la constitución de redes que impactan en la vida diaria,
en la política y la cultura. Pero, junto a tales “facticidades” están también la fragilidad del receptor, la
cuestión de la validez de la información servida y el riesgo de muerte del pensamiento crítico. El
“titiritero” conoce los mecanismos, el “consumidor”, no.
Las paradojas de esta época son: la soledad real frente a la compañía virtual, la alienación frente
a la hipertrofia de la democracia, la ignorancia frente a un arrollador acceso a la información manipulada.
Ante estas y otras paradojas, lo real –criticado por los postestructuralistas –ha dado paso a lo artificial
como verdad, como sustitución de las viejas verdades de la realidad desacreditada. La llamada realidad
virtual no imita a la realidad real, sino que la suplanta, al menos en su función interaccional. Es fácil
notar la desadaptación de los adolescentes en reuniones, sin importar que estas sean familiares, de
trabajo y diversión. En esta suplantación el sujeto recibe de manera a-crítica los “avances” y borra los
espacios imaginarios donde todavía viven la sociedad y cultura convencionales. Si habitar es una forma
de ser, hablar de habitantes de un espacio virtual establece una contradicción peligrosa.
Un entorno que no está en ningún lugar funda, al mismo tiempo, una nueva manera de pensar el
estar sin topos. Se opera en la psique de los nativos cibernéticos por lo menos una torsión del topo. Es lo
que ocurre cuando estando cara a cara dos adolescentes prefieren enviarse mensajes. O la perplejidad de
una joven cuando un hombre de otra generación prefiere cortejarla in situ, en vez de enviarle un chat.
Está ocurriendo un desplazamiento de lo real como las “viejas mentes” lo concebían y se disuelve en un
no-lugar, en una imagen de lugar que hace patente la metáfora líquida de Zygmunt Bauman, en tanto que
efímera es la realidad virtual. La comunidad virtual altera no solo el concepto de espacio sino también el
de tiempo. Un “grupo” puede durar allí un día o menos, puede ser borrado con un gesto de mano que ni
siquiera verá. Además, reduce –cierto anonimato– al mínimo los efectos emocionales que acompañarían
la renuncia al grupo; las redes virtuales no son en términos afectivos relacionales. No es lo mismo romper
con alguien enfrentando los efectos de mi decisión, que desplazar el mouse sobre una almohadilla. El
impacto de lo virtual en las emociones está por estudiarse.
4. CONCLUSIONES
La pregunta sobre qué ganamos y perdemos en esta carrera hacia la virtualidad donde la interfaz
cosa-hombre parece ser el próximo paso. Alicia ya no tendrá que cruzar el espejo hacia el país de las
maravillas, el espejo ya no es un portal sino el falso país de las maravillas. Todo se lo ha tragado la pantalla
que no refleja al sujeto, sino que más bien lo borra. Borrada la frontera objeto/sujeto nos acercamos a ser
lo que Jean Boudrillard llama “Pasados vivientes”.
5. REFERENCIAS
Bringas, C., Ovejero, A., Herrero, F. J., & Rodríguez, F. J. (2008). Medios electrónicos y
comportamiento antisocial en adolescentes. Revista Colombiana de Psicología, 17, 93-
104. Universidad Nacional de Colombia.
Gardner, H. (2008). The Mind’s New Science: A History of the Cognitive Revolution. Basic
Books.
Ihde, D. (2002). Los cuerpos en la tecnología. En Nuevas tecnologías: nuevas ideas acerca del
cuerpo (pp. [páginas]). Editorial UOC.
Tapia, M. L. (2019). Procesos Psicológicos en los Entornos Virtuales. Espacio Abierto, 28(3), 91-
108, Universidad del Zulia.
CÓMO CITAR:
Zapata, C. (2023). Pensar el ciberespacio: aproximación a una psicología de la cultura virtual. La Barca
de Teseo, 1(1), 24-34. https://doi.org/10.61780/bdet.v1i1.4