Mango 45472 - 62315
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V. Enfermedades y desórdenes
fisiológicos
INTRODUCCIÓN
E l mango al igual que otros cultivos, es afectado por enfermedades y desórdenes fi-
siológicos que disminuyen su producción y calidad (Cartagena & Vega, 1992). En Co-
lombia, el número de enfermedades que afectan este cultivo es relativamente pequeño,
sin embargo, algunas de ellas pueden llegar a limitar seriamente la producción. Hasta el
presente, la mayoría de las enfermedades que afectan el cultivo del mango en Colombia
son causadas por hongos y no se conocen enfermedades causadas por bacterias, virus
ni nemátodos (Buriticá, 1999). Dentro de los problemas que no son parasitarios, se en-
cuentran aquellos relacionados directamente con los factores ecológicos, en especial los
desórdenes fisiológicos, de los cuales se cree que en parte son debidos a desbalances
nutricionales o a déficit hídrico (Cartagena & Vega, 1992).
ENFERMEDADES
ANTRACNOSIS DEL FRUTO
Agente causal
Glomerella cingulata (Ston.) Spauld & Schrenk. (Colletotrichum gloeosporioides (Penz.) Penz. &
Sacc
Importancia
La enfermedad conocida como antracnosis del fruto en mango Hilacha, es causada por el hon-
go Colletotrichum gloeosporioides, el cual afecta la mayoría de las frutas (Orjuela, 1965; Castaño,
1978; Nieto, 1991; Buriticá, 1999; Afanador et al., 2003). Es la enfermedad más importante
por daños al cultivo del mango en Colombia y el mundo; causa pérdidas que oscilan entre 40
y 50% de la producción, si no se toman medidas de manejo (Páez, 2001; Ploetz, 1994). La an-
tracnosis es muy severa cuando en época de floración y brotación, se presentan condiciones
de humedad relativa alta, lluvias continuas y temperaturas entre 10 y 30 oC (Fitzell et al., 1984;
Ploetz, 1994a; Páez, 2001; Páez & Peña, 2003; Tamayo et al., 2007).
1 I.A. M.Sc. Fitopatología. Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, CORPOICA. Grupo de Investigación
Agrícola. C.I. La Selva. Rionegro Antioquia. Correo Electrónico: ptamayo@corpoica.org.co
Síntomas
El hongo afecta hojas, flores, ramas y frutos (Nieto, 1991; Páez, 2001). La enfermedad
se puede presentar desde la etapa de floración, produciendo la quemazón de las flores,
las cuales presentan manchas negras (Figuras 1 y 2), que causan su caída (Nieto, 1991;
Ploetz, 1994a; Páez, 2001; Tamayo et al., 2007).
Figura 1 Figura 2
La enfermedad también afecta las ramas (Figura 3) y el raquis que sostiene las hojas, flo-
res y frutos; produce manchas de color negro (Figura 4) y la muerte de los mismos (Nieto,
1991; Ploetz, 1994a; Páez, 2001; Tamayo et al., 2007).
Figura 3 Figura 4
Las lesiones en tallos y frutos son redondas o irregulares, deprimidas, de tamaño y núme-
ro variable (Páez, 2001). Cuando el hongo ataca frutos jóvenes (Figuras 5 y 6), éstos caen
(Ploetz, 1994a; Páez, 2001; Tamayo et al., 2007).
Figura 5 Figura 6
El hongo ataca frutos verdes y produce lesiones que se extienden a lo largo de éste, a
manera de rayas (Figuras 7 y 8), o puede invadir el mismo y permanecer latente hasta que
el fruto madura (Ploetz, 1994a; Pernezny & Ploetz, 2000).
Figura 7 Figura 8
Cuando el hongo ataca frutos maduros, las manchas son oscuras, de formas irregulares
y se unen formando lesiones que cubren total o parcialmente el fruto (Figuras 9 y 10)
(Ploetz, 1994a; Pernezny & Ploetz, 2000; Páez, 2001; Tamayo et al., 2007).
Figura 9
Figura 10
El hongo también produce daños en las hojas jóvenes, donde se observan manchas pequeñas
de color marrón o castaño oscuro y formas irregulares que causan deformaciones y le dan un
aspecto retorcido a la lámina foliar (Figura 11)(Ploetz, 1994a; Tamayo et al., 2007).
Figura 11
Manejo
Los factores ambientales más favorables para el desarrollo del hongo son la poca lumi-
nosidad, la humedad alta y la poca ventilación dentro de la plantación. Por lo tanto, las
prácticas culturales de poda y entresaque de árboles, son fundamentales para disminuir
los daños por antracnosis (Ploetz, 1994a; Páez, 2001; Tamayo et al., 2007). Con las prácti-
cas anteriores se controla la humedad, principal factor ambiental que favorece el ataque
del patógeno (Singh, 1968; Ploetz, 1994a).
Entresaque de árboles
El entresaque de árboles es necesario, especialmente, en aquellas plantaciones que
tienen distancias menores a 10 m, caso del mango Hilacha, en el cual los árboles cre-
cen espontáneamente y forman verdaderos bosques. Con la eliminación de árboles se
favorece la entrada de luz al huerto (Figura 12) y con esto se disminuye la enfermedad
(Tamayo et al., 2007).
Figura 12
Figura 14 Figura 15
Figura 16 Figura 17
Agente causal
Erysiphe cichoracearum DC (Oidium asteris-punicei Peck.).
Importancia
El mildeo polvoso o cenicilla del mango afecta las flores, los brotes tiernos de las inflo-
rescencias y los tallos (Orjuela, 1965; Castaño, 1978; Pardo-Cardona, 1990; Nieto, 1991;
Johnson, 1994; Buriticá, 1999). La enfermedad es frecuente en épocas de verano, cuando
prevalecen altas temperaturas. El hongo es diseminado fácilmente por el viento y posee
una gran capacidad reproductiva (Singh, 1968; Johnson, 1994).
Síntomas
El hongo produce un tejido micelial blanquecino que cubre las superficies afectadas (Nie-
to, 1991; Johnson, 1994)(Figuras 20 y 21). Las flores son tan fuertemente afectadas que,
con frecuencia, se caen e impiden la formación de frutas (Chaslfoun, 1982; Nieto, 1991;
Johnson, 1994).
Manejo
Aunque en Colombia normalmente no se requiere ejercer un control de la enfermedad,
en otros países el manejo se realiza con fungicidas a base de azufre. La primera aplicación
se debe hacer antes de la apertura de las flores, la segunda después de la caída de los
pétalos y la tercera cuando los frutos formados tengan un diámetro de 1.5 cm, aproxima-
damente (Sampaio et al., 1985; Johnson, 1994).
SECAMIENTO DE RAMAS
Agente causal
Importancia
El secamiento de ramas del mango es una enfermedad de ocurrencia ocasional en Colombia
(Nieto, 1991; Buriticá, 1999). La enfermedad está frecuentemente asociada con las perfora-
ciones ocasionadas por la broca del mango (Hypocryphalus mangiferae S.) y se argumenta que
el insecto favorece la penetración del patógeno (Cartagena & Vega, 1992).
Síntomas
Generalmente, los síntomas se obser-
van en las ramas jóvenes, las cuales se
secan progresivamente (Figura 22) y
cuando la incidencia y la severidad son
elevadas, el árbol se palotea y puede
llegar a causar la muerte del mismo
(Cartagena & Vega, 1992).
Manejo
ROÑA
Agente causal
Elsinoe mangiferae Bitancourt & Jenk. (Sphaceloma mangiferae Bitancourt & Jenk.).
Importancia
La roña es una enfermedad fungosa de poca importancia económica en Colombia (Nieto,
1991; Buriticá, 1999), y es frecuentemente confundida con la antracnosis (Cartagena &
Vega, 1992).
Síntomas
El hongo afecta hojas, flores y frutos (Ploetz, 1994c). Las lesiones en hojas jóvenes son de
diferentes formas, pequeñas (1 mm de diámetro) y de color café castaño a negro.
Manejo
Para el control y manejo de la roña, Cartagena & Vega (1992) recomiendan la aspersión de
los mismos productos utilizados en el manejo de la antracnosis. Las aspersiones deben
iniciarse cuando la panícula emerge y deben continuar hasta que los frutos estén recién
formados (Ploetz, 1994c).
HOLLÍN, FUMAGINA
Agente causal
Meliola mangiferae Earle.
Importancia
Generalmente, la enfermedad se presenta en árboles que sufren ataques de insectos
como los áfidos o pulgones y/o moscas blancas, los cuales secretan sustancias azucaradas
que favorecen el crecimiento superficial del hongo causante de la fumagina (Nieto, 1991;
Cartagena & Vega, 1992; Buriticá, 1999).
Según diferentes investigadores (Cartagena & Vega, 1992; Singh, 1968), el hongo afec-
ta en forma indirecta a los árboles, ya que interfiere en las funciones normales de las
hojas, por que retrasa el proceso normal de fotosíntesis y la formación de azúcares y
carbohidratos, los cuales son esenciales para el crecimiento de la planta.
Síntomas
La presencia de fumagina se reconoce por la
aparición de un polvo oscuro que cubre par-
cial o totalmente la superficie de las ramas,
flores, frutos y hojas (Figura 23)(Nieto, 1991;
Cartagena & Vega, 1992).
Manejo
El manejo de la fumagina se realiza mediante
la eliminación de los insectos chupadores y la
aplicación de fungicidas a base de cobre y/o
aceites agrícolas (Cartagena & Vega, 1992).
Agente causal
Importancia
La malformación de la panícula floral es una enfermedad de rara ocurrencia en Colombia
(Nieto, 1991; Buriticá, 1999) y es más frecuente en áreas secas que lluviosas (Pernezny
& Ploetz, 2000). Parece que algunas especies de ácaros, además de ser vectores de la
enfermedad, favorecen sus ataques, al causar heridas que facilitan la penetración de los
hongos (Pernezny & Ploetz, 2000).
Síntomas
El daño se manifiesta como una ramificación y una malformación excesiva de los cogollos
y reducción en el tamaño de las panículas (Nieto, 1991; Cartagena & Vega, 1992). En es-
tados avanzados, las ramas, los cogollos y la panícula se acortan, toman un color oscuro
(Figura 24) y las flores aparecen apretadas formando un racimo compacto (Nieto, 1991;
Cartagena & Vega, 1992; Pernezny & Ploetz, 2000).
Figura 24
Manejo
El control cultural recomendado es la eliminación de los brotes afectados y una desinfec-
ción cuidadosa de las herramientas utilizadas en la poda, así se previene la diseminación
de la enfermedad. El uso de fungicidas no ha sido muy satisfactorio, pero las aspersiones
con insecticidas y acaricidas, han permitido reducir significativamente su incidencia (Bist
& Ram, 1986; Crookes, 1985; Velasco, 1980).
DESÓRDENES FISIOLÓGICOS
CUARTEAMIENTO DE LA FRUTA, NARIZ BLANDA, PUDRICIÓN INTERNA
Hay una serie de desórdenes fisiológicos que afectan el fruto del mango en diferentes
regiones del mundo y que posiblemente tenga orígenes o causas comunes, por lo cual se
ha agrupado con diferentes nombres en inglés para su análisis y estudio (Schaffer, 1994).
El denominado cuarteamiento de la fruta (internal breakdown)(Figura 25), se puede ini-
ciar en su formación y puede o no ir acompañado del disturbio llamado nariz blanda
(soft-nose) o de la llamada pudrición interna de la fruta (stem-end breakdown)(Figura 26)
(Cartagena & Vega, 1992; Schaffer, 1994).
Figura 25 Figura 26
La causa de estos daños no es clara, aunque hay observaciones sobre la relación de los
mismos con la deficiencia de calcio. Schaffer (1994), sostiene que el desorden de nariz
blanda es más frecuente en suelos ácidos, donde el contenido de calcio es bajo, que en
suelos calcáreos. En general, hay una coincidencia entre la acentuada fertilización con
nitrógeno y los bajos niveles de calcio en las hojas a la cosecha, con la presencia de cuar-
teamiento de la fruta, la pudrición interna y la nariz blanda, debido posiblemente a una
dilución del calcio en los tejidos, ya que el nitrógeno estimula un mayor crecimiento ve-
getativo (Young & Miner, 1960, 1961; Young et al., 1962; Malo & Campbell, 1978; Schaffer,
1994). Algunas variedades propensas a tener pudrición interna son, Tommy Atkins, Van
Dyke y Haden (Cartagena & Vega, 1992), mientras que las más afectadas por nariz blanda
con mayor frecuencia son, Tommy Atkins, Kent, Van Dyke, Sensation, Keitt e lrwin (Malo,
1977; Malo & Campbell, 1978; Winston, 1983).
Según Cartagena & Vega (1992), debido a este desorden, llamado también “Nubbin”, mu-
chos frutos no llegan a su desarrollo normal o caen de manera prematura. La razón para
que se forme este tipo de frutos se encuentra en las fallas que ocurren en los procesos
de polinización y fecundación, debidas, en particular a la ocurrencia de temperaturas
bajas durante la floración, o también a la presencia de granos de polen infértil en los
estigmas o polen de otras especies acarreado por insectos, que estimulan el desarrollo
de los óvulos sin que éstos queden fecundados (Cartagena & Vega, 1992). Las variedades
Haden, Irwin y Ruby son muy propensas a presentar frutas partenocárpicas (Calderón,
1977; Velasco, 1980).
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