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Deuteronomio 16

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DEUTERONOMIO

Moisés recuerda a Israel las promesas de Dios en Horeb


1 En el año cuarenta, el primer día del mes undécimo; Moisés habló a Israel todo lo
Dios había mandado. Y dijo: Dios nos habló en Horeb, diciendo: ya están bastante
tiempo en este monte; volveos del monte del amorreo, a la tierra del cananeo, poseed la
tierra que Dios juró a vuestros padres.
Nombramiento de jueces (Ex. 18.13-27)
En aquel tiempo hablé a Dios y dije: Tu pueblo es multitud como las estrellas del
cielo. ¿Cómo llevaré yo solo sus pleitos? Entonces tomé de vuestras tribus, varones
sabios y expertos, y los puse por jefes. Y les dije: juzgad justamente entre el hombre y
su hermano, y el extranjero. No hagáis distinción de persona en el juicio; así al pequeño
como al grande oiréis; no tendréis temor de ninguno, porque el juicio es de Dios; y la
causa que os fuere difícil, la traeréis a mí.
Misión de los doce espías (Nm. 13.1-33)
salidos de Horeb, anduvimos en aquel terrible desierto, y llegamos hasta Cades-
barnea. Y tomé doce varones, uno por cada tribu. ellos subieron hasta el valle de Escol,
Y nos trajeron fruto del país, y nos dimos cuenta, que la tierra era buena. Sin embargo,
no quisisteis subir, y fuisteis rebeldes al mandato de Dios; y murmurasteis contra Dios
Dios castiga a Israel (Nm. 14.20-35)
Y Dios se enojó y dijo: ninguno de estos verá la buena tierra; Vuestros niños entrarán
allá y vosotros volveos al desierto.
La derrota en Horma (Nm. 14.39-45)
Entonces dijisteis: nosotros hemos pecado; subiremos y pelearemos, yo les Dije: No
subáis, pero fuisteis rebeldes y el amorreo, os persiguió hasta Horma. Aunque después
llorasteis, pero Dios no escuchó vuestro lloro
Los años en el desierto
2 Luego volvimos al desierto, el Señor dijo: Pasad por el territorio de Esaú, porque no
os daré la tierra de ellos, Dios te ha bendecido; él sabe que andas por este desierto
estos cuarenta años y nada te ha faltado. Tampoco molestes a Moab, porque no te daré
su tierra; porque yo he dado por heredad a los hijos de Lot.
Los emitas habitaron en ella antes, ellos eran numeroso y gigantes como los hijos de
Anac; los moabitas los llaman emitas. Ellos habitaron en Seir antes y los hijos de Esaú
echaron y habitaron en su lugar, Y anduvimos de Cades-barnea treinta y ocho años;
hasta que murieron todos los hombres de guerra que salieron de Egipto.
El Señor me hablo: Tú pasarás el territorio de Moab, a Ar. no molestes a Amón;
porque no te daré su tierra pues he dado a los hijos de Lot. antes habitaron en ella
gigantes, a los cuales los amonitas llamaban zomzomeos; eran como los hijos de Anac;
a los cuales Dios destruyó delante de los amonitas. pasad el arroyo de Arnón; he
entregado a Sehón rey de Hesbón, amorreo y a su tierra. Hoy pondré temor y espanto
sobre los pueblos, los cuales oirán se angustiarán.
Israel derrota a Sehón (Nm. 21.21-30)
Envié mensajeros a Sehón rey de Hesbón, para que nos haga pasar por su territorio,
Pero él no quiso, Dios había endurecido su espíritu; y salió a pelear en Jahaza. Y el
Señor me dijo tome posesión la tierra de ellos. Y Dios nos entregó, destruimos todas las
ciudades, hombres, mujeres y niños; Solo tomamos los ganados, y los despojos de las
ciudades. Desde Aroer, hasta Galaad; a todas las entregó Dios en nuestro poder.
Israel derrota a Og rey de Basán
3 Volvimos y peleamos con Og rey de Basán. Y tomamos sesenta ciudades con
muros altos, con puertas y barras, sin contar las ciudades sin muro. También tomamos
ciudades de los dos reyes amorreos. Y solo en Basán habían quedado gigantes; su
cama era de hierro de cuatro metros de largo y dos metros de ancho.
Rubén, Gad y 1/2 tribu de Manasés se establecen al oriente del J. (Nm. 32.1-42)
A la tribu de Ruben, Gab y media tribu de manases les dije: Dios os ha dado esta
tierra por heredad; pero iréis armados delante de vuestros hermanos. Solamente
vuestras mujeres, sus hijos y ganados, se quedarán; hasta que Dios dé reposo a
vuestros hermanos. También ordené a Josué: Tus ojos vieron todo lo que Dios ha hecho
a los dos reyes; así hará Dios a todos los reinos a los cuales pasarás. No temáis, porque
Dios es el que pelea por vosotros.
No se le permite a Moisés entrar a Canaán
Yo oré y dije: Señor, te ruego que me deje ver aquella tierra buena y el monte
Líbano, más allá del Jordán. Pero Dios se enojado conmigo a causa de vosotros; y me
dijo: Basta, no me hables más de este asunto; Sube a la cumbre del Pisga y mire al
oeste, al norte, al sur y al este; porque no pasarás el Jordán. Y manda a Josué; porque
él pasará delante de este pueblo y hará poseer la tierra.
Moisés exhorta a la obediencia
4 Ahora, pues, Israel, guarden las leyes de Dios, que les enseñé; No añadáis, ni
disminuyáis. Guardadlos, para que los pueblos vean y digan: Ciertamente este pueblo
es sabio. Porque ¿qué nación hay que tiene dioses tan cerca a ellos como nuestro
Dios? Y ¿qué nación tiene estatutos tan justos como es esta ley que yo pongo hoy?
La experiencia de Israel en Horeb
Por tanto, guarda tu alma, para que la ley no se aparte de tu corazón; masa bien
enseñarás a tus hijos. En Horeb, en el monte que ardía en fuego con tinieblas; Dios os
habló, oísteis la voz, mas ninguna figura visteis. Y él os anunció los diez mandamientos
y los escribió en dos tablas de piedra.
Advertencia contra la idolatría
No han visto ninguna figura del Señor, Para que no hagáis ninguna escultura, imagen
ni figura de varón o hembra. No sea que viendo el sol y la luna y las estrellas, te inclines
a ellos y les sirvas; porque Dios ha creado los cielos para todos los pueblos. Pero a
vosotros Dios les sacó de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad. No se olviden
del pacto de Dios, Porque él es fuego consumidor.
Cuando tengan hijos y nietos, y hayáis envejecido en la tierra, y os hagáis enojar a
Dios, yo pongo por testigos al cielo y a la tierra, que pereceréis totalmente de la tierra. El
Señor os esparcirá entre los pueblos. Y allí serviréis a dioses hechos de manos de
hombres, de madera y piedra, que no ven, ni oyen.
Mas si desde allí buscan a Dios, lo hallarás, si buscan de todo tu corazón. porque
Dios es misericordioso; no te dejará, ni te destruirá por completo. ¿Ha oído algún pueblo
la voz de Dios, como tú la has oído? ¿Que Dios ha venido a tomar para sí una nación
con señales, con milagros, y mano poderosa?
A ti te ha mostrado, y desde los cielos te hizo oír su voz, para enseñarte. Y para
echar de tu presencia naciones grandes. Aprende hoy, que Dios es arriba en el cielo y
abajo en la tierra y no hay otro. Y guarda sus mandamientos, los cuales yo te mando
hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos.
Las ciudades de refugio al oriente del Jordán
Entonces apartó Moisés tres ciudades a este lado del Jordán, para que huyese allí el
homicida que matase a su prójimo sin intención, a: Beser en el desierto; Ramot en
Galaad y Golán en Basán.
Moisés recapitula la promulgación de la ley
Esta, es la ley que Moisés habló a los hijos de Israel cuando salieron de Egipto; y
hasta que poseyeron la tierra de los amorreos que estaban de este lado del Jordán, al
oriente.
Los Diez Mandamientos
5 Y Moisés dijo: aprended y guardad los mandamientos de Dios. Él hizo pacto con
nosotros en Horeb. Cara a cara habló con vosotros en medio del fuego. Yo estaba entre
Dios y vosotros, y el Señor dijo: Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de Egipto. Ver
(Ex.20:1-17)
El terror del pueblo (Ex. 20.18-26)
Cuando visteis al monte que ardía en fuego, tenías temor y dijisteis: Dios nos ha
mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído, y hemos visto que Dios habla al
hombre. Acércate tú, y oye a nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que Dios te dijere, y
nosotros oiremos, Guarden la ley que Dios, no os apartéis a diestra ni a siniestra. para
que os vaya bien y tengáis largos días en la tierra.
El gran mandamiento
6 Estos son los mandamientos de Dios; pongan en práctica para que temas a Dios;
tú, y tu descendencia. Oye, Israel: nuestro Dios, es único. Y amarás a Dios de todo tu
corazón, de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. y las repetirás a tus hijos, estando en
tu casa, en el camino, al acostarte, y cuando te levantes. Y pondrás como una señal en
tu mano, y en tu frente; y las escribirás en los postes y en tus puertas.
Exhortaciones a la obediencia
No te olvidarte de Dios que te sacó de Egipto. A él temerás, y a él solo servirás, y por
su nombre jurarás. No andaréis en pos de dioses de los pueblos; haz lo recto ante los
ojos de Dios, para que te vaya bien, para que él arroje a tus enemigos de delante de ti, y
cuando mañana te pregunte tu hijo, explicaras todo lo que Dios ha hecho contigo.
Advertencias contra la idolatría de Canaán
7 Cuando Dios heche al heteo, gergeseo, amorreo, cananeo, ferezeo, heveo y
jebuseo; no harás alianza con ellas, ni tendrás misericordia; no darás tu hija a su hijo, ni
tomarás a su hija para tu hijo. Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a
dioses ajenos; y el Señor se enojará y te destruirá. Deben destruir, sus estatuas, sus
imágenes de Asera, y quemar sus esculturas.
Un pueblo santo para Jehová
Tú eres pueblo santo, Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, no por ser
mejor que todos los pueblos, porque vosotros erais el más insignificante de todos los
pueblos; Dios os escogió y os amó, porque quiso cumplir el juramento a vuestros
padres, y os ha rescatado de Egipto.
Bendiciones de la obediencia (Lv. 26.3-13; Dt. 28.1-14)
Guarda el pacto que juró a tus padres y Dios te bendecirá, no habrá en ti varón ni
hembra estéril, ni en tus ganados; y quitará toda enfermedad. No temas a las grandes
naciones, Dios está en medio de ti, hasta a las avispas enviará a los que huyen, hasta
que perezcan todos. Toda escultura de dioses quemarás; no traerás a tu casa, para que
no te seas de tropiezo.
La buena tierra que han de poseer
8 Cuando entres a la tierra prometida, acuérdate de los cuarenta años en el desierto,
Dios te puso en prueba, para saber lo que había en tu corazón. te hizo tener hambre, y
te dio maná, para que sepas que no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra
que sale de la boca de Dios. Tu vestido no se envejeció, ni tu pie se hinchó en cuarenta
años.
La tierra que poseerás es de arroyos y de manantiales que brotan de los valles y de
los montes; que produce trigo, cebada, vides, higueras, granados; olivos, de aceite, de
miel; allí de sus piedras sacaras hierro, y de sus montes sacarás cobre. Cuando comes
bendecirás a Dios por la buena tierra que te dio.
Amonestación de no olvidar a Dios
No te olvides de Dios y sus estatutos; no sea que cuando te sacies y edifiques
buenas casas y que tengas mucha plata y oro se enorgullezca tu corazón, y te olvides
de tu Dios, y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza me han traído esta riqueza. Si no
obedeces a Dios y te pones a andar en pos de dioses ajenos; de cierto perecerás, como
las naciones que destruyo Dios.
Dios destruirá a las naciones de Canaán
9 Cuando pasa el Jordán, poseerás a naciones poderosas con ciudades
amuralladas, pueblo de gigantes, los hijos de Anac. Nunca digas en tu corazón: Que
Dios me dio la tierra por mi justicia o por la rectitud de tu corazón; pues, Dios destruyó
estas naciones por la impiedad de ellos, Y para cumplir la promesa que juró a tus
padres.
La rebelión de Israel en Horeb (Ex. 31.18--32.35)
No te olvides que has provocado la ira de Dios en el desierto. Cuando subí al monte
estuve cuarenta días sin comer ni beber; al final Dios me dio las dos tablas de piedra. Y
me dijo: tu pueblo ya se ha corrompido; se han hecho una imagen. Y me dijo: este
pueblo es duro de cerviz, déjame que los destruya, y yo te pondré sobre una nación
fuerte.
Pero yo me postré delante de Dios, cuarenta días y cuarenta noches. Y tomé el
becerro que habíais hecho y lo quemé, desmenucé y eché en el arroyo. Contra Aarón
también se enojó y oré por él. También desobedecieron en Tabera, en Masah y en
Kibrot-hataava. Yo estuve postrado, porque Dios dijo que os había de destruir. Y oré y
dije: Señor, no destruyas a tu pueblo, que sacaste de Egipto. Acuérdate de tus siervos
Abraham, Isaac y Jacob.
El pacto renovado
10 Luego me dijo: Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y sube al monte.
Así lo hice; y escribió, los diez mandamientos que os había hablado en el monte de en
medio del fuego. Luego descendí del monte y puse las tablas en el arca como me
mandó. Después murió Aarón y en su lugar se puso de sacerdote a su hijo Eleazar.
Y apartó a la tribu de Leví para que llevase el arca del pacto, por eso Leví no tiene
tierras con sus hermanos. Y yo estuve en el monte, cuarenta días y Dios también me
escuchó esta vez, para no destruirte. Y me dijo: Anda, delante del pueblo, y posan la
tierra que juré a sus padres.
Lo que Dios exige
Oye Israel, ¿qué pide Dios de ti? Que temas a tu Dios, que andes en todos sus
caminos, y que lo ames, y sirvas a tu Dios con todo tu corazón. Guardes los
mandamientos de Dios, para que tengas prosperidad. De Dios son los cielos, y la tierra;
sirva al Señor de todo tu corazón.
Porque Dios es; Dios de dioses y Señor de señores; él hace justicia al huérfano y a la
viuda; al extranjero dándole pan y vestido. Amaréis al extranjero; porque extranjeros
fuisteis en Egipto. A tu Dios temerás, a él solo servirás, y por su nombre jurarás. Él es el
objeto de tu alabanza. Tus padres con setenta personas fueron a Egipto, y ahora son
una multitud.
La grandeza de Jehová
11 Guarda los mandamientos de Dios, y recuerde lo que hizo al ejército de Egipto, y
lo que hizo con Datán y Abiram; cómo abrió su boca la tierra, y los tragó con sus
familias,
Bendiciones de la Tierra Prometida
La tierra que van a poseer, Dios cuida, él da lluvia en su tiempo. Por tanto, pondréis
mis palabras en vuestro corazón y las enseñaréis a vuestros hijos, para que vivan
muchos años sobre la tierra. Porque si guardareis estos mandamientos del Señor y
siguiéndole a él, El Señor, echará a las naciones grandes y poderosas que vosotros.
Todo lugar que pisare será vuestro; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río
Éufrates hasta el mar occidental. Dios hará que tengan Miedo y temor. El Señor dice: Yo
pongo la bendición y la maldición delante de ti.
El santuario único
12 Cuando poseer la tierra de las naciones, destruiréis sus altares, y quebraréis sus
estatuas. No ofrecerás tus holocaustos en cualquier lugar; el lugar que Dios escogiere,
ése buscaréis y allí llevaréis vuestros holocaustos, sacrificios, diezmos, ofrendas y las
primicias.
En cualquier lugar podrás comer carne inmunda y carne limpia, sin su sangre. Pero
tus diezmos, primicias y ofrendas, llevaras al lugar que tu Dios escogiere, allí comerás
con tu familia y con el levita. Cuando Dios ensanchare tu territorio, podrás comer carne
hasta deseaste; pero nunca desampares al levita. Si estuviere lejos del lugar que tu Dios
escogiere, podrás matar tus vacas y tus ovejas en tu casa, pero tus votos traerás al
lugar que Dios escogió.
Advertencias contra la idolatría
Cuando tome la tierra que Dios te da, No pregunte de la manera que servían
aquellas naciones a sus dioses; no iras en pos de sus dioses. Ellos hicieron todo
abominable; hasta a sus hijos quemaban en el fuego a sus dioses; por eso Dios ha
destruido. Pongan en práctica todo lo les he mandado, sin añadirás ni quitarás nada.
13 Si se levanta un profeta y te anunciare señal o prodigios, si se cumpliere la señal,
y les dijere: Vamos sirvamos a otros dioses; no oirás a tal profeta; porque Dios os está
probando. Tal profeta debe ser muerto, porque aconsejó rebelión contra Dios. Si te
incitare tu hermano, tu hijo, o tu amigo íntimo, a servir a otros dioses. no le harás caso,
ni te compadecerá, sino tú serás el primero en levantar tu mano para matarle, y después
la mano de todo el pueblo, para que Israel tema, y para que nadie vuelva a hacer cosa
semejante.
Si oyeres que hombres impíos han instigado a toda su ciudad, para servir a otros
dioses; tú inquirirás con diligencia y si fuere verdad, mataras a los moradores de aquella
ciudad, y también matarás sus ganados. Y todo su botín quemaras en la plaza de
aquella ciudad, para que el Señor tenga misericordia de ti.
14 Ustedes son hijos de vuestro Dios; no hagan heridas, ni rapen sus cabezas por
algún muerto; porque eres pueblo santo, un pueblo único de entre los pueblos la tierra.
Animales limpios e inmundos. (Repite en Lv. 11)
La ley del diezmo
Sin falta diezmarás cada año. Si vives lejos del lugar santo, lo venderás y vendrás al
templo, y con ese dinero compraras todo para comerás delante de tu Dios tú y tu familia.
Y no desampares al levita, ya que ellos no tienen tierras para sembrar. Al fin de cada
tres años sacarás el diezmo de aquel año. Y cuando venga el levita, el extranjero, el
huérfano o la viuda comerán; para que tu Dios te bendiga.
El año de remisión
15 Cada siete años perdonaras los préstamos que hayas hecho. Del extranjero
podrás cobrar; pero a tu hermano perdonará, para que no haya mendigo en medio de ti;
para que Dios te bendecirá más, oye la voz de Dios y guardar sus mandamientos que yo
te ordeno hoy. Dios te ha prometido, prestarás a muchas naciones, mas tú no tomarás
prestado; dominaras naciones, pero sobre ti no tendrán dominio.
Préstamos a los pobres
Cuando haya menesteroso entre tus compatriotas, prestarás liberalmente lo que
necesite. No seas perverso, diciendo: Cerca está el año de remisión; porque él podrá
clamar contra ti al Señor, y se te contará por pecado. No serás mezquino porque por ello
te bendecirá tu Dios. nunca faltarán menesterosos en tu tierra; por eso te mando esto.
Leyes sobre los esclavos (Ex. 21.1-11)
Si se vendiere a ti tu hermano, al séptimo año le despedirás libre. Y no le enviarás
sin nada; le darás de tus ovejas y de aquello en que Dios te ha bendecido; te acordarás
de que fuiste siervo en Egipto. Si él te dijere: No te dejaré; porque le va bien contigo;
entonces horadarás su oreja y será tu siervo para siempre. No te parezca mal dejar
libre, te sirvió seis años y tu Dios te bendecirá.
Consagración de los primogénitos machos
Consagrarás a Dios todo primogénito macho de tus vacas y ovejas; Delante de Dios
comerás cada año con tu familia en el templo. Y si hubiere en él defecto, no sacrificarás
a Dios. En tu pueblo lo comerás como los demás animales.
Fiestas anuales
16 Harás pascua en mes de Abib, en el lugar que el Señor escogiere. Siete días
comerás pan sin levadura, porque aprisa saliste de Egipto en mes de abid; de la carne
no guardaras hasta la mañana. No sacrificaras la pascua en cualquier ciudad, sino en el
lugar que Dios escogiere. Tres veces al año celebraras fiestas: la fiesta de los panes sin
levadura, la fiesta de las semanas, y la fiesta de los tabernáculos. Y ninguno se
presentará delante del Señor con las manos vacías.
Administración de la justicia
Jueces y oficiales pondrás en tus ciudades, para que juzguen al pueblo. No tuerzas
el derecho; no tomes soborno; y pervierte las palabras de los justos. No plantarás
ningún árbol para Asera, ni levantarás estatua, lo cual aborrece Dios.
17 No ofrecerás en sacrificio, buey o cordero con algún defecto, es abominación a tu
Dios. Si se hallare hombre o mujer que haya servido a dioses ajenos, o se haya
inclinado al sol, luna, o las estrellas, indagaras y se fuere cierto, entonces sacarás a
aquella persona y los apedrearás hasta que muera. Pero por dicho de dos o tres testigos
morirá.
Cuando halle algo difícil en el juicio, iras a los sacerdotes y al juez; y preguntarás, y
harás según la sentencia que ellos te indiquen según la ley. Y al que no obedece al
sacerdote ni al juez, mataras para que todo el pueblo oirá, y tema.
Instrucciones acerca de un rey
Cuando tengas rey como las otras naciones, no pondrás a hombre extranjero. Él rey,
no debe aumentar plata, ni oro, ni caballos para sí, ni hará volver al pueblo a Egipto. Ni
tomará muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe. Y cuando comience a
reinar, escribirá una copia de esta ley y leerá todos los días, para que aprenda a temer a
su Dios, y para que no sea soberbio con sus hermanos.
Las porciones de los levitas
18 Los sacerdotes levitas, no tendrán heredad en Israel. Los sacrificios de bueyes,
corderos y las primicias de tus granos le darás. Si un levita desea ir al lugar que Dios
escogiere, lo podrá hacer y recibirá igual ración como los otros levitas.
Amonestación contra costumbres paganas
No harás pasar a tu hijo por el fuego, ni practicaras adivinación, ni hechicería, ni
quien consulte a los muertos. por estas cosas Dios echa estas naciones.
Dios promete un profeta como Moisés
Dios levantará Profeta en medio de ti, a él oiréis; conforme a lo que pediste en
Horeb, diciendo: No hable Dios con nosotros, ni veamos el gran fuego. Y el Señor me
dijo: Profeta les levantaré como tú, y él les hablará lo que yo le mandare. Y si dijeres:
¿Cómo conoceremos la palabra que Dios no ha hablado?; si el profeta habla en mi
nombre y no se cumple lo que dijo, es palabra que Dios no ha hablado, el tal profeta
morirá.
Las ciudades de refugio
19 Cuando Dios destruya a las naciones, te apartarás tres ciudades en medio de la
tierra y arreglarás los caminos, para que el homicida huya allí. aquel que hiriere a su
prójimo sin intención, Y si Dios ensanchare tu territorio, entonces añadirás tres ciudades
más a estas tres, Pero si alguien matare aborreciere y huyere a estas ciudades,
entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, para que sea juzgado.
No le compadecerás; y quitarás de Israel la sangre inocente, y te irá bien. En la tierra
que Dios te da, no reducirás los límites de la propiedad de tu prójimo, que fijaron los
antiguos.
Leyes sobre el testimonio
Sólo por el testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación. Cuando se
levantare testigo falso, presentareis delante del Señor, delante de los sacerdotes y de
los jueces; y los jueces inquirirán. Y si fue testigo falso, entonces haréis a él como él
pensó hacer a su hermano. Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por
diente, mano por mano, pie por pie.
Leyes sobre la guerra
20 Cuando salgas a la guerra y el pueblo enemigo sea más grande que tú, no tengas
temor, porque Dios está contigo. El sacerdote, dirá: no tengan temor; porque Dios va
con vosotros. Y los oficiales dirán: Los que edificaron casa, o ha plantado viña, y no ha
disfrutado; vuélvase no sea que otro la disfrute. El que está comprometido y todavía no
se ha casado, vuélvase, no sea que muera en la batalla y otro se case con ella. Si
alguien tiene miedo vuélvase, y no sea que desanime a sus hermanos. Y los oficiales
irán a la cabeza del ejército.
Cuando te acerques a una ciudad, le intimarás la paz; y si acepta la paz, te será
tributario y te servirá; si no acepta entonces la sitiarás. Luego herirás a todo varón; y las
mujeres, niños, animales, y cosas de valor será tu botín; de las ciudades que estén muy
lejos.
Pero de los pueblos cercanos, al heteo, amorreo, cananeo, ferezeo, heveo y al
jebuseo, destruirás completamente, para que no os enseñen sus abominaciones a sus
dioses. Cuando sities a alguna ciudad, no destruirás sus árboles, porque de ellos podrás
comer, porque el árbol no vendrá contra ti. Mas el árbol que no lleva fruto, podrás talarlo,
para construir baluarte contra la ciudad, hasta sojuzgarla.:
Expiación de un asesinato cuyo autor se desconoce
21 Si hallare un muerto en el campo, y no se supiere quién lo mató, los ancianos de
las ciudades cercanas, traerán becerra a un valle escabroso, y allí vendrán los
sacerdotes que Dios escogió. Los ancianos de las ciudades cercanas al muerto, lavarán
sus manos sobre la becerra, y protestarán y dirán: Nuestras manos no han derramado
esta sangre, ni nuestros ojos lo han visto. Perdona a tu pueblo Israel, no culpes de
sangre inocente.
Diversas leyes
Cuando te enamores de una cautiva hermosa, y quiere casarte con ella; la meterás
en tu casa y ella rapará su cabello y cortará sus uñas, y se quitará el vestido de su
cautiverio, y llorará a su padre y a su madre un mes; y después podrás llegarte a ella. Y
si no te agradare, la dejarás en libertad, no la venderás, ni la tratarás como esclava,
porque fue tu esposa.
Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y su hijo
primogénito naciere de la aborrecida, el derecho de primogenitura le dará a él y no al
hijo de la amada.
Si un hijo no obedece a su padre ni a su madre; entonces su padre y su madre,
sacarán ante los ancianos de su ciudad, y dirán: Este hijo es rebelde, glotón y borracho.
Entonces los hombres de su ciudad lo apedrearán, para que otros temen.
Cuando cuelgan en un madero al criminal, no dejaréis que su cuerpo pase la noche
en el madero; el mismo día enterraras, porque maldito por Dios es el colgado.
22 Si vieres extraviado el animal de tu hermano, se lo volverás. Y si no lo conocieres,
en tu casa estará hasta que su dueño lo busque. Así harás con cosa que la hallares; no
podrás negarle tu ayuda. Si vieres el animal caído, le ayudarás a levantarlo. Cuando
encuentres nido de ave con pollos o huevos, no tomarás la madre con los pollos.
Dejarás ir a la madre, y tomarás los pollos, para que te vaya bien,
Cuando edifiques casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que nadie se caiga y
seas culpable. No sembrarás diversas semillas juntas, no sea que se pierda la semilla y
el fruto de la viña. No ararás con buey y con asno juntamente.
No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre ropa de mujer. No vestirás ropa con
mezcla de hilo de lana y lino. Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto.
Leyes sobre la castidad
Cuando tomes a una mujer y halla que no es virgen; el padre y la madre de la joven,
sacarán las señales de la virginidad y mostrarán a los ancianos de la ciudad; y dirán: Yo
di mi hija virgen y él la aborrece; aquí está la vestidura y las señales de la virginidad.
Entonces los ancianos castigarán por haber hablado mal; y le multarán en cien piezas
de plata, y le darán al padre de la joven; y él la tendrá por mujer, y no podrá despedirla
en toda su vida. Pero si fuere verdad que no se halló virgen, entonces la sacarán a la
puerta de la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, por cuanto
fornicó en casa de su padre.
Si fuere sorprendido alguien acostado con una casada, ambos morirán, así quitarás
el mal de Israel. Si alguien se acostare con una virgen comprometida; los sacaréis a
ambos a la puerta de la ciudad, y los apedrearéis; a la joven porque no dio voces, y el
hombre porque humilló a la mujer de su prójimo.
Más si se acostare en el campo, solamente el hombre morirá, porque no hay en ella,
culpa de muerte; ella dio voces, pero no hubo quien la librase. Cuando un hombre se
acostare con una virgen sin compromiso, y fueren descubiertos; entonces el hombre le
dará al padre de la joven cincuenta piezas de plata, y ella será su mujer, por cuanto la
humilló; no la podrá despedir en toda su vida
Los excluidos de la congregación
23 No entrará en la congregación del Señor el que tenga magullados los testículos, o
amputado su miembro viril. El bastardo no entrará ni después nunca. El amonita y
moabita, nunca entrará en la congregación del Señor, Porque ellos no salieron con pan
y agua, cuando salisteis de Egipto; sino, alquilaron contra ti a Balaam para maldecirte.
Pero tu Dios convirtió la maldición en bendición, porque te amaba.
El edomita es tu hermano; y en egipcio fuiste forastero, los hijos de ellos entrarán en
la congregación en la tercera generación.
Leyes sanitarias
Cuando sales a la guerra, te guardarás de toda cosa mala. Si alguien no está limpio,
saldrá fuera del campamento, Pero al caer la noche se lavará, y después de la puesta
del sol, puede entrar. Entre tus armas tendrás una estaca, y cuando salga del
campamento cabes y cubras tu excremento; porque tu Dios anda en medio de tu
campamento, para librarte de tus enemigos; por tanto, tu campamento ha de ser santo.
Leyes humanitarias
No entregarás a su señor el siervo que se huyere a ti de su amo; morará en el lugar
que escogiere; no le oprimirás. No haya ramera, ni sodomita de entre los hijos de Israel.
No traerás la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa de Dios por ningún
voto. No exigirás de tu hermano interés de dinero, ni de ninguna cosa. Del extraño
podrás exigir interés, no de tu hermano, para que Dios te bendiga.
Cuando haces voto a tu Dios, no tardes en pagarlo; porque ciertamente lo
demandará de ti. De la viña de tu prójimo, podrás comer uvas hasta saciarte; pero no
pondrás en tu cesto. Y de la mies de tu prójimo, podrás arrancar espigas con tu mano;
pero no aplicarás hoz.
24 Si a alguien no te agrade su mujer por alguna cosa indecente, le escribirá carta de
divorcio, se la entregará y la despedirá de su casa. Ella, podrá salir y casarse con otro
hombre. Si por alguna razón ella quedare sola, no podrá su primer marido, volverla a
tomar para que sea su mujer, es abominación delante de tu Dios.
El que recién se casó, no saldrá a la guerra, ni se ocupará en ninguna cosa; libre
estará por un año, para alegrar a la mujer que tomó.
No tomarás en prenda la muela del molino. Cuando alguien haya hurtado a sus
hermanos, y le haya esclavizado, o vendido, morirá el tal ladrón. No oprimirás al
jornalero pobre, en su día pagaras antes que se ponga el sol; para que no clame contra
ti al Señor.
De la plaga la lepra, te cuidaras según como yo te he mandado. Acuérdate de lo que
Dios hizo a María en el desierto.
Cuando prestas a tu prójimo alguna cosa, no entrarás en su casa para tomarle. Te
quedarás fuera, y el hombre a quien prestaste te sacará la prenda. Y si el hombre es
pobre, no retendrás su prenda. a la puesta del sol devolverás, para que pueda dormir en
su ropa y te será justicia delante de tu Dios.
Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por
su pecado. No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda
la ropa de la viuda, sino que te acordarás que fuiste siervo en Egipto.
Cuando cosechas tus olivos, no rebuscarás tras de ti; y cuando siegues tu mies, no
volverás a recoger tu gavilla olvides; será para el extranjero, huérfano y viuda; para que
Dios te bendiga.
25 Los pleitos, el tribunal de jueces juzgarán, al justo absolverán y al culpable
condenarán. Al que mereciere ser azotado, hará echar en tierra, y azotaran; según su
delito. Se podrá dar cuarenta azotes, no más; no sea que tu hermano sea envilecido
delante de tus ojos.
No pondrás bozal al buey cuando trillare. Pesas exactas y justas tendrás; para que
sean prolongados tus días. Porque es injusticia.
Cuando hermanos habitan juntos, y mure uno de ellos, sin tener hijo; la mujer se
casará con su cuñado y el primogénito sucederá el nombre de su hermano muerto, para
que su nombre no se borre. Y si el hombre no quiere casarse con su cuñada, ella
avisará a los ancianos de la ciudad y si él no quiero casarse con ella ante los jueces, su
cuñada le quitará el calzado del pie, y le escupirá en el rostro, y dirá: Así será hecho al
varón que no quiere edificar la casa de su hermano, y llamaran la casa del descalzado.
Si en una pelea de hombres la mujer de uno para librar a su marido agarrare de sus
partes vergonzosas, le cortarás la mano; no la perdonarás.
Orden de exterminar a Amalec
Acuérdate, cuando salías de Egipto, Amalec de retaguardia te desbarató cuando
estabas cansado y no tuvo temor de Dios. Cuando estés en la tierra que tu Dios te da,
borrarás la memoria de Amalec.
Primicias y diezmos
26 Las primicias llevaras al sacerdote, él pondrá en el altar y tú dirás: Mi padre era
arameo a punto de perecer, descendió a Egipto con pocos hombres, y allí se hizo una
nación grande. Los egipcios nos maltrataron con dura servidumbre, y clamamos a Dios
de nuestros padres y él nos oyó; y nos sacó de Egipto con mano fuerte y milagros y nos
trajo a esta tierra que fluye leche y miel; y yo traigo las primicias para adorar. Así te
alegrarás tú, el levita y el extranjero.
Cada tres años darás el diezmar al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y
comerán en tus aldeas. Y dirás delante de Dios: He dado lo consagrado de mi casa,
conforme a todo lo que me has mandado. Mira desde el cielo, y bendice a tu pueblo
Israel, y a la tierra que fluye leche y miel.
Tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos; ponga por obra con todo tu
corazón. Y el Señor ha declarado que tú eres pueblo exclusiva; a fin de exaltarte sobre
todas las naciones, para loor y fama y gloria, un pueblo santo a tu Dios.

Orden de escribir la ley en piedras sobre el Monte Ebal


27 Moisés y los ancianos dijeron al pueblo: Cuando entres a la tierra que fluye la
leche y miel, edificarás un altar con piedras grandes sin tallar, blanquearas con cal, y
escribirás esta ley; y ofrecerás holocaustos y ofrendas de paz y te alegrarás delante de
Dios. Oirás, a tu Dios y cumplirás sus mandamientos que yo te ordeno hoy.
Las maldiciones en el monte Ebal
En el monte Gerizim, colocaran a la tribu de Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y
Benjamín; para bendecir al pueblo. Y en el monte Ebal colocaras a Rubén, Gad, Aser,
Zabulón, Dan y Neftalí. para pronunciar la maldición. Y los levitas dirán:
Maldito el que hiciere escultura.
Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre.
Maldito el que redujere el límite de su prójimo.
Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino.
Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda.
Maldito el que se acostare con la mujer de su padre,
Maldito el que se ayuntare con cualquier bestia.
Maldito el que se acostare con su hermana.
Maldito el que se acostare con su suegra.
Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente.
Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente.
Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y en cada
mandamiento todo el pueblo dirá: Amén.
Bendiciones de la obediencia
28 Si oyes la voz de Dios, para practicar sus mandamientos, Dios también te exaltará
sobre todas las naciones. Y vendrán estas bendiciones: Serás bendito en la ciudad, y
bendito en el campo. Serán benditos tus hijos, tus cosechas, y tus rebaños. Serán
benditas tu canasta y tu artesa de amasar. Serán bendito en tu entrar, y bendito en tu
salir. El Señor derrotará a tus enemigos, por un camino saldrán, y por siete caminos
huirán. Y verán todos los pueblos y te temerán.
Y el Señor te hará sobreabundar en bienes, enviará la lluvia a tu tierra en su tiempo,
y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Te pondrá por cabeza, y no
por cola, y si no te apartares de los mandamientos de Dios para ir a los dioses ajenos.
Consecuencias de la desobediencia (Lv. 26.14-46)
Pero, si no cumples los mandamientos de Dios, te vendrán todas estas maldiciones:
Maldito serás en la ciudad y en el campo. Maldito serás en tu entrar y tu salir. Malditos
serán tus hijos. Maldita será tu comida, tus cosechas y tus rebaños. Polvo y ceniza
lloverá, los cielos serán de bronce, y la tierra de hierro. A tus sembrados plagas se lo
comerán y tus cosechas y tus rebaños serán robados.
El Señor te herirá con las enfermedades de Egipto, hasta que perezcas. Te entregará
derrotado a tus enemigos; y a tus cadáveres comerán las aves. Te casarás y otro
dormirá con ella. Tus hijos serán llevados cautivos. El Señor te llevará a la nación que
no conociste, allá servirás a los ídolos de palo. Otra nación te prestará y tú no prestarás.
Por cuanto no serviste a Dios con alegría, servirás a tus enemigos con hambre y
desnudo.
Vendrá una nación de lejos, como águila, cuya lengua no entenderás, que no respeta
al anciano, ni al niño; saqueará todo el fruto de tu tierra. Pondrá sitio a tus ciudades,
hasta que caigan tus muros en que tú confías. Tanto será el hambre que comerás la
carne de tus hijos. El tierno y el amble se enojarán con la madre que no invitó la carne
de su hijo y con la mujer que se le comió su placenta;
La tierna que nunca caminó descalzo, ni se ha sentado sobre la tierra, se lo comerá
ocultamente al recién nacido, sin invitar a su marido. Si no cumples esta ley, temiendo el
nombre glorioso de Dios: te vendrán todos los males de Egipto y otras plagas malignas.
El Señor te esparcirá por todos los pueblos, y allí servirás a dioses de leño y de piedra.
Tu vida será como algo que pende y estarás temeroso; por la mañana dirás: ¡ojalá
fuera de noche! y en la noche dirás: ¡ojalá fuera de día!, y por lo que verán tus ojos. Y te
hará volver a Egipto, del cual te ha dicho, nunca más volverás; y allí seréis vendidos a
vuestros enemigos por esclavos, pero te despreciaran y nadie querrá comprarte.
Pacto de Jehová con Israel en Moab
29 El Señor hizo este pacto con Israel por medio de Moisés en la tierra de Moab. Y
Moisés dijo: ustedes han visto lo que Dios hizo a Egipto; Y en los cuarenta años en el
desierto vuestros vestidos y calzados no se han envejecido. No han comido pan, ni
bebido vino; para que sepan la ley de Dios. En camino nos salió Sehón rey de Hesbón y
Og rey de Basán y los derrotamos y tomamos su tierra, y la dimos a Rubén, a Gad y a la
media tribu de Manasés.
Hoy todos estáis en presencia de Dios; los ancianos, oficiales, hombres, mujeres,
niños y tus extranjeros. No sea que haya varón o mujer, que se aparte de Dios, para ir a
servir a otros dioses; el Señor no os perdonará, sino que vendrá toda maldición escrita
en este libro;
Su tierra no producirá, como en Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim, las cuales Dios
destruyó en su ira. Vuestros hijos y las naciones dirán: ¿Por qué hizo esto Dios? Y
responderán: porque dejaron el pacto de sus padres, y sirvieron a dioses ajenos; por
tanto, el Señor los desarraigó de su tierra. Las cosas secretas pertenecen al Señor; las
reveladas son para nosotros, para que cumplamos esta ley.;
Condiciones para la restauración y la bendición
30 Cuando te haya venido estas maldiciones; si te conviertes al Señor, Dios pondrá
estas maldiciones sobre tus enemigos y hará volver a tus cautivos, aunque estén muy
lejos. Y circuncidará tu corazón, para que ames a tu Dios y para que guardes sus
mandamientos escritos en este libro.
La ley del Señor no difícil para cumplir. No está en el cielo, para que digas: ¿Quién
subirá al cielo para traernos? Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién
pasará el mar, para que nos traiga? Porque está muy cerca de tu corazón. Yo he puesto
delante de ti, la vida y el bien, la muerte y el mal.
Yo te mando hoy que guardes sus mandamientos, para que Dios te bendiga. Si te
inclinas a dioses ajenos, ciertamente perecerán. Los cielos y la tierra son testigos; que
he puesto la vida y la muerte, bendición y maldición; escoge vida, para que vivas y
habites sobre la tierra que juró Dios a tus padres.
Josué es instalado como sucesor de Moisés
31 Moisés dijo: Yo tengo ciento veinte años y Dios me ha dicho: No pasarás el rio
Jordán. Pero Josué pasará con ustedes, y Dios hará como hizo a Sehón y Og, reyes de
los amorreos. Esforzaos y no tengan temor, porque Dios va con ustedes.
Y dijo a Josué: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo y el Señor
estará contigo. Y escribió Moisés esta ley, y la dio a los sacerdotes; y dijo: Al fin de cada
siete años, cuando viniere todo Israel a la fiesta de los tabernáculos, leerás esta ley
delante de todos, para que los hijos que no supieron aprendan a temer a Dios.
Y el Señor dijo a Moisés: se acercado el día de tu muerte, llama a Josué. Y Dios
habló desde el tabernáculo, y dijo: tú vas a morir, y este pueblo fornicará con los dioses
ajenos y yo abandonaré por su pecado. Y vendrán sobre ellos muchos males y
angustias, en aquel día me buscarán, pero yo esconderé mi rostro.
Ahora pues, escriban este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel. Porque yo les
introduciré en la tierra que fluye leche y miel. Pero allí se comerán y se engordarán, y se
volverán a otros dioses. Y cuando les vinieren los males, este cántico responderá en su
cara como testigo. Y Moisés escribió este cántico y lo enseñó a los hijos de Israel.
Orden de guardar la ley junto al arca
Luego dio esta ley a los levitas, para que pongan a lado del arca del pacto por
testigo. Y dijo: yo conozco tu dura cerviz, que sois rebeldes; y dijo a los todos los
ancianos, y oficiales: llamaré por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra. Porque yo
sé que después de mi muerte, se van a corromper.
Cántico de Moisés
Entonces Moisés habló las palabras de este cántico.
32 Escuchad, cielos y la tierra, mi enseñanza caerá como la lluvia; porque el nombre
del Señor proclamaré. Él es la Roca, cuya caminos y juicios son perfectos. Pueblo
ignorante ¿No es él tu padre que te creó? Acuérdate de los tiempos antiguos, cuando
puso fronteras a las naciones y dio tierra a los hijos de Israel.
A su padre le halló en el desierto, lo trajo cerca y lo instruyó, cuidó como el águila a
sus polluelos. Lo hizo comer de los frutos, mantequilla de vacas y leche de ovejas, carne
de carneros, de chivos, lo mejor del trigo y el vino de uva. Pero abandonó al Dios que lo
hizo, lo provocaron a ira, sacrificado a los demonios; te has olvidado de tu creador.
Entonces por fuera serás desolada con espada y por dentro con espanto; no sea que
se envanezcan sus adversarios y digan: nuestra mano poderosa ha hecho esto. Porque
ellos son nación privada de consejos, aun nuestros enemigos son de ello jueces.
Porque de la vid de Sodoma es la vid de ellos, y de los campos de Gomorra, tienen
racimos muy amargos y veneno de serpientes es su vino.
Mía es la venganza, a su tiempo su pie resbalará. Porque Dios juzgará a su pueblo y
por amor de sus siervos se arrepentirá y perdonará. No hay otros dioses conmigo; yo
hago morir y yo hago vivir; no hay quien pueda librar de mi mano. Yo tomaré venganza
de mis enemigos; porque él vengará la sangre de sus siervos.
Y Moisés recitó este cántico al pueblo y dijo: guardad en vuestro corazón esta ley,
para que las mandéis a vuestros hijos, y no toméis a la ligera, por medio de esta ley
haréis prolongar vuestros días en la tierra que van a poseer.
Se le permite a Moisés contemplar la tierra de Canaán
Y el Señor habló a Moisés aquel mismo día: S y dijo: sube al monte de Abarim, en la
tierra de Moab, y mira la tierra que doy a los hijos de Israel y muere allí; verás la tierra,
pero no entrarás allá. Porque pecasteis contra mí en las aguas de Meriba.
Moisés bendice a las doce tribus de Israel
33 Moisés bendijo al pueblo Israel y dijo: Viva Rubén y tenga muchos varones. Oh
Dios, Oye a Judá, y ayuda contra sus enemigos. Leví, Tu Tumim y tu Urim sean para tu
varón piadoso, ellos enseñarán tu ley a Israel; y Dios, bendiga el holocausto que
ofrecen. Benjamín, el amado del Señor, habitará confiado cerca de él; y entre sus
hombros morará. José, Bendita de Dios sea tu tierra, con el fruto de los montes y
collados. Ellos son los diez millares de Efraín y Manasés.
Zabulón Alégrate de tus salidas. Y tú Isacar en tus tiendas. Gad, Bendito el que hizo
ensanchar tus tiendas. Dan es como cachorro de león que salta desde Basán. Neftalí,
saciado de favores. Bendito los hijos de Aser; Sea el amado de sus hermanos.
E Israel habitará confiado, la fuente de Jacob habitará sola En tierra de grano y de
vino; También sus cielos destilarán rocío.

Muerte y sepultura de Moisés


34 Moisés subió al monte Nebo, que está enfrente de Jericó; y el Señor le mostró
toda la tierra con sus llanuras, Y le dijo: Esta es la tierra de que juré a Abraham, te
permito ver, mas no pasarás allá. Y allí murió Moisés, y ninguno conoce el lugar de su
sepultura. Moisés murió de ciento veinte años; sus ojos nunca se oscurecieron. los hijos
de Israel lloraron treinta días.
Y Josué fue lleno del espíritu de sabiduría y los hijos de Israel le obedecieron. Y
nunca más hubo profeta como Moisés, a quien Dios haya hablado cara a cara; El Señor
envió a hacer grandes prodigios en tierra de Egipto, delante de Faraón y de su gente; y
mostró su gran poder a Israel.

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