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Introducción A La Geometría Hiperbólica Bidimensional Antonio Lascurain Orive

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Introducción a la Geometría Hiperbólica

Bidimensional Antonio Lascurain Orive


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valenzuela-2/
ISBN: 978- 607 - 02-6590-7

9 78 60 70 26 59 07
Antonio Lascurain Orive

UNA INTRODUCCIÓN A
LA GEOMETRÍA HIPERBÓLICA
BIDIMENSIONAL

FACULTAD DE CIENCIAS, UNAM


Lascurain Orive, Antonio, autor.
Una introducción a la geometría hiperbólica bidimensional / Antonio
Lascurain Orive. -- Segunda edición. –- México, D.F. : Universidad
Nacional Autónoma de México, Facultad de Ciencias, 2015.
x, 172 páginas : ilustraciones ; 22 cm. –- (Temas de matemáticas).

Incluye índice
Bibliografía: páginas 167-169
ISBN 978-607-02-6590-7

1. Geometría hiperbólica. 2. Geometría no euclidiana.


I. Universidad Nacional Autónoma de México. Facultad de Ciencias. II.
Título. III. Serie.

516.9-scdd21 Biblioteca Nacional de México

Una introducción a la geometría


hiperbólica bidimensional
1º edición, 2005
2º edición, 5 de abril de 2015
1À reimpresión, 2017

© D.R. 2015. Universidad Nacional Autónoma de México.


Facultad de Ciencias.
Ciudad Universitaria. Delegación Coyoacán,
C. P. 04510, México, Distrito Federal.
editoriales@ciencias.unam.mx

ISBN: 978-607-02-6590-7

Diseño de portada: Laura Uribe Hernández

Prohibida la reproducción parcial o total de la obra por cualquier medio,


sin la autorización por escrito del titular de los derechos patrimoniales.

Impreso y hecho en México.


A ADDA STELLA
Y A MIS PADRES
Prefacio

La geometrı́a hiperbólica ha cobrado gran importancia en las últimas décadas


por su interrelación con diversas ramas centrales de la matemática. A prin-
cipio de los años ochenta, Troels Jørgensen y William Thurston (medalla
Fields) revolucionaron la topologı́a, al descubrir que la geometrı́a hiperbólica
constituye una poderosa herramienta en el estudio de las 3-variedades y los
nudos (cf. [27], [17] y [3] pp. 190-272). Dennis Sullivan y Curt Mc Mullen (me-
dalla Fields), por su parte, han encontrado un notable paralelismo entre la
geometrı́a hiperbólica y los sistemas dinámicos, el cual es evidente si compa-
ramos el conjunto lı́mite de un grupo kleiniano y el conjunto de Julia de una
función racional (cf. [16] y Figura 3.1). Por otro lado, la geometrı́a hiperbóli-
ca incide de manera directa en la teorı́a de la relatividad, al ser el grupo de
Lorentz precisamente, el grupo de isometrı́as hiperbólicas en el modelo del
hiperboloide. En otro ámbito, el grupo clásico modular y sus subgrupos son
centrales en la teorı́a de los números, ası́ como en la geometrı́a hiperbólica.
Más aún, recientemente se han probado importantes resultados sobre grupos
aritméticos kleinianos que vinculan la teorı́a de números, la topologı́a y la
geometrı́a hiperbólica (cf. [15]). Cabe destacar también que en el contexto
de la variable compleja, cualquier superficie de Riemann es el cociente de la
acción discontinua de un grupo de Möbius en la esfera (cf. [2] pp. 120-121 y
[23]). Podrı́an mencionarse muchas otras ramas relacionadas con la geometrı́a
hiperbólica; señalamos por último dos de gran relevancia en la actualidad:
la teorı́a de los mapeos cuasiconformes y la teorı́a de Teichmüller (cf. [14] y
[20]).
Este texto está dirigido a los estudiantes de licenciatura que han aprobado
un primer curso de variable compleja, pero podrı́a también ser de utilidad pa-
ra alumnos de posgrado y profesores e investigadores que no son especialistas
en geometrı́a hiperbólica. La intención original fue adaptar a la licenciatura
algunos temas del libro de maestrı́a de Joseph Lehner [13] –recomendado

v
vi

por Troels Jørgensen–. No obstante, la materia fundamental del presente tra-


bajo lo constituyen las notas que elaboré para los seminarios de geometrı́a,
álgebra y análisis, en los que impartı́ temas básicos de geometrı́a hiperbólica,
grupos fuchsianos y transformaciones de Möbius.
La naturaleza del contenido es bidimensional, sin embargo en diversas
partes se señalan generalizaciones a dimensiones mayores, y a veces también
se prueban. Su enfoque es analı́tico y no axiomático. El texto inicia con el
estudio de las transformaciones de Möbius complejas actuando en la esfera;
posteriormente se describen los grupos completos de isometrı́as hiperbólicas
en los modelos del semiplano y del disco de Beltrami-Poincaré, ası́ como al-
gunas propiedades de los grupos discretos de P SL(2, C), y el carácter fractal
de su conjunto lı́mite. Concluye en el ámbito de las teselaciones con la cons-
trucción de las regiones fundamentales de Dirichlet y Ford. Cabe señalar que
uno de los propósitos ha sido presentar de manera formal y sistemática una
introducción a los polı́gonos fundamentales. Estos dominios, en el caso de los
subgrupos modulares, son de gran utilidad para visualizar resultados numéri-
cos, véase por ejemplo, [8] y [10]; en el caso kleiniano, el conocimiento de los
poliedros fundamentales es muy importante para la topologı́a tridimensional
(cf. [15]).
El lector encontrará que en este libro convergen diversos temas de los
cursos de álgebra moderna I, análisis matemático I, variable compleja I y
topologı́a, lo cual muestra que las matemáticas no es un conjunto de ramas
aisladas sino que interactúan unas con otras. El material puede ser cubierto
en un curso semestral, omitiendo (si es necesario) la mayorı́a de los resul-
tados de la última sección del segundo capı́tulo. Por otro lado, el presente
trabajo podrı́a coadyuvar a entender algunas de las ideas del libro de Alan
F. Beardon, The Geometry of Discrete Groups, [2], en particular el estudio
del grupo general de Möbius, asi como las teselaciones del plano hiperbólico.
En las últimas décadas se han escrito muchos libros de geometrı́a hi-
perbólica, probablemente los más importantes sean [2], [3], [15], [17], [18],
[20], [24] y [27]. Algunos textos en español que tratan temas distintos, o con
otros enfoques, de los presentados aquı́, son [5], [19], [21], [22] y [28].
Las figuras fueron elaboradas por Pablo Rosell González, salvo la 2.9 y la
3.1, tomadas de las páginas electrónicas de Curt Mc Mullen y David Wright,
y la 4.11, del libro de Joseph Lehner [13].
Finalmente, deseo agradecer a diversas personas que contribuyeron de
una u otra forma a la realización de este trabajo. A Troels Jørgensen –quizá
el matemático más destacado en geometrı́a hiperbólica–, por sus invaluables
vii

enseñanzas. A mis colegas y tesistas con quienes he compartido el estudio de


la geometrı́a hiperbólica, en particular, a Mario Eudave Muñoz, quien realizó
una cuidadosa revisión del texto, y a Pilar Martı́nez Téllez y Francisco Struck
Chávez, con quienes llevé a cabo un amplio seminario sobre el libro de de
Alan F. Beardon [2]. Asimismo, a Pablo Rosell González, por la cuidadosa
elaboración de las figuras del texto y a Alejandro Mozo Cruz, quien inició el
trabajo de captura. Por último, a las autoridades de la Facultad de Ciencias y
la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA), que me
apoyaron en la publicación de este libro, con el proyecto PAPIME EN107-403.
En esta segunda edición se corrigen diversas erratas. Además se hacen
muchas mejorı́as y se incluyen nuevos ejercicios.
Contenido

1. Transformaciones de Möbius complejas 1


1.1. Proyección estereográfica y métrica cordal . . . . . . . . . . . 1
1.2. Propiedades básicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.3. Clasificación por conjugación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
1.4. Geometrı́a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.4.1. Transformaciones elı́pticas . . . . . . . . . . . . . . . . 26
1.4.2. Transformaciones hiperbólicas . . . . . . . . . . . . . . 27
1.4.3. Transformaciones loxodrómicas . . . . . . . . . . . . . 29
1.4.4. Transformaciones parabólicas . . . . . . . . . . . . . . 29
1.5. Transformaciones que preservan “discos” . . . . . . . . . . . . 32
1.6. Clasificación por la traza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

2. Métrica hiperbólica 43
2.1. Densidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
2.2. El modelo del semiplano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
2.3. El modelo del disco de Poincaré . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
2.4. El grupo completo de isometrı́as . . . . . . . . . . . . . . . . . 64

3. Grupos fuchsianos 87
3.1. Discontinuidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
3.2. Grupos discretos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
3.3. Conjunto lı́mite de un grupo discreto . . . . . . . . . . . . . . 118

4. Regiones fundamentales 131


4.1. Generalidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
4.2. Construcción del polı́gono de Dirichlet . . . . . . . . . . . . . 140
4.3. Polı́gono de Ford . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156

ix
x ÍNDICE

Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
Índice analítico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
Capı́tulo 1

Transformaciones de Möbius
complejas

Se proyecta el plano complejo extendido a la esfera de Riemann, uno de los


espacios naturales donde actúan las transformaciones de Möbius complejas,
y de esta manera se introduce la métrica cordal. Posteriormente, estas fun-
ciones se identifican con los elementos del grupo P SL(2, C) y se exhiben sus
propiedades básicas. Mediante la conjugación a formas canónicas, se clasifi-
can y se muestran sus propiedades geométricas elementales. Finalmente, se
caracterizan las transformaciones que preservan el semiplano superior y el
disco unitario, y se establece la clasificación por la traza.

1.1. Proyección estereográfica y métrica cor-


dal
La proyección central descrita en la Figura 1.1 sugiere que el plano complejo
se puede pensar como la esfera unitaria en R3 sin el polo norte. Resulta
natural, entonces, pensar que el polo norte corresponde a un punto ideal que
representa al infinito.
Definición 1 Los puntos del plano complejo junto con ∞ forman el plano

complejo extendido, denotado por C.
El incluir el sı́mbolo ∞ es particularmente útil en el contexto de las
transformaciones de Möbius complejas
az + b
z −→ , ad − bc = 0, a, b, c, d ∈ C.
cz + d

1
2 1.1. Proyección estereográfica y métrica cordal

Mostraremos que estas funciones son las únicas biyecciones meromorfas de


 en C.
C  La esfera unitaria,

S2 = {x ∈ R3  |x| = 1},
llamada esfera de Riemann, es el modelo requerido para incluir el punto
al infinito. Para asociar cada punto en el plano con uno en S2 , usamos la
siguiente idea geométrica: se toma el plano x3 = 0 como el plano complejo
C, y la lı́nea que proyecta el polo norte e3 = (0, 0, 1) de la esfera de Riemann
a cualquier otro punto x = (x1 , x2 , x3 ) en dicha esfera.
Esta lı́nea cruza el plano complejo en un único punto, para encontrarlo
se parametriza
e3 + t(x − e3 ), t ∈ R
y se debe cumplir
[e3 + t(x − e3 )] · e3 = 0,
1 + t(x − e3 ) · e3 = 0,
1
t= .
1 − x3
De donde, el punto asociado a x es
1
e3 + (x − e3 )
1 − x3
 
x1 x2 x3 − 1
= e3 + , ,
1 − x 3 1 − x3 1 − x 3
 
x1 x2
= , ,0
1 − x 3 1 − x3
Una prueba geométrica de este hecho se obtiene observando que la pro-
yección de x debe tener la dirección de (x1 , x2 ), y por semejanza se obtiene
que 
|z| x21 + x22
=
1 1 − x3
(véase la Figura 1.1). Con base en estas ideas, se define la función
x1 + ix2
ψ : S2 − {e3 } −→ C, dada por (x1 , x2 , x3 ) −→ .
1 − x3
Se afirma que ψ es una biyección de S2 − {e3 } al plano complejo C.
1. Transformaciones de Möbius complejas 3


(x1 , x2 , x3 ) x21 + x22
e3

1
x3

|z|
z

Figura 1.1: La proyección estereográfica

1. ψ es inyectiva. Para demostrar esto se construye la inversa. Obsérvese


que si z = ψ(x1 , x2 , x3 ), como (x1 , x2 , x3 ) ∈ S2 , se tiene que
 x + ix 2 x2 + x22 1 − x23
 1 2 1 + x3
2
|z| =   = 1 = =
1 − x3 (1 − x3 )2 (1 − x3 )2 1 − x3

y despejando
|z|2 − 1
x3 = . (1.1)
|z|2 + 1
También
2x1
z+z = ,
1 − x3
y
   
(z + z)(1 − x3 ) z+z |z|2 − 1 z+z 2
x1 = = 1− 2 = ,
2 2 |z| + 1 2 |z| + 1
2

z+z
x1 = . (1.2)
|z|2 + 1

Finalmente, como
2ix2
z−z = ,
1 − x3
se sigue que
z−z
x2 = . (1.3)
i(|z|2 + 1)
4 1.1. Proyección estereográfica y métrica cordal

Por consiguiente, ψ es inyectiva, ya que z determina (x1 , x2 , x3 ).


Obsérvese también que la función
 
z+z z−z |z|2 − 1
π(z) = , ,
|z|2 + 1 i(|z|2 + 1) |z|2 + 1

es inversa por la izquierda de ψ.

2. ψ es sobre. Un cálculo sencillo muestra que π es también una inversa


derecha de ψ (ejercicio).

Haciendo corresponder ∞ con el polo norte e3 se obtiene una biyección


de S2 en C  y el modelo buscado. A esta biyección se le llama la proyección
estereográfica. Geométricamente es evidente que el hemisferio sur (x3 < 0)
corresponde al disco unitario

Δ = {z ∈ C  |z| < 1}

y el hemisferio norte (x3 > 0) al exterior de este disco; la fórmula (1.1)


también, muestra este hecho de manera analı́tica.
En esta representación esférica del plano complejo no hay una interpre-
tación fácil de la suma y el producto, su ventaja radica en que ∞ no es
un punto distinguido. Convendremos que toda recta incluye al punto ∞.
El siguiente resultado exhibe una propiedad fundamental de la proyección
estereográfica.
 y cı́rculos
Proposición 1.1.1 Bajo la proyección estereográfica, rectas en C
2
en C se transforman en cı́rculos en S y viceversa.

Demostración. Hay que probar dos afirmaciones.

1. Un cı́rculo en S2 es la intersección de un plano con la esfera, por lo


que sus puntos satisfacen una ecuación de la forma

ax1 + bx2 + cx3 = d.

Por lo tanto, este cı́rculo es la imagen bajo la proyección estereográfica


de un conjunto cuyos puntos satisfacen la siguiente ecuación en el plano
 z+z   z−z   |z|2 − 1 
a + b + c = d.
|z|2 + 1 i(|z|2 + 1) |z|2 + 1
1. Transformaciones de Möbius complejas 5

Escribiendo z = x + iy, se obtiene


2ax + 2by + c(x2 + y 2 − 1) = d(x2 + y 2 + 1),
que es la ecuación de una recta o un cı́rculo en el plano, dependiendo si
d = c o si d = c (al completar cuadrados no se puede obtener un radio
negativo, puesto que se trata de la imagen de un conjunto no vacı́o).
2. Viceversa, una recta en el plano está definida por la ecuación
ax + by = c.
Estos puntos bajo la proyección estereográfica son llevados al conjunto
de puntos en la esfera definidos por la ecuación
 x   x 
1 2
a +b = c,
1 − x3 1 − x3
a x1 + b x2 = c(1 − x3 ),
los cuales están contenidos en la intersección de un plano y la esfera,
es decir, se trata de un cı́rculo. Como π(∞) = (0, 0, 1) satisface dicha
ecuación, este cı́rculo pasa por el polo norte, lo cual también es evidente
a partir de la construcción geométrica.
Finalmente, un cı́rculo en el plano está definido por las siguientes
ecuaciones
| z − a |2 = r2 ,
(z − a)(z − a) = r2 ,
|z|2 − az − az + |a|2 = r2 ,
por lo que usando 1.1, se tiene
1 + x3
− 2Re(az) = r2 − |a|2 .
1 − x3
Si a = a1 +i a2 , z = x+iy, entonces Re(az) = a1 x+a2 y y la imagen
del cı́rculo en la esfera está definida por las siguientes ecuaciones
1 + x3
− 2(a1 x + a2 y) = r2 − |a|2 ,
1 − x3
1 + x3 x1 x2
− 2a1 − 2a2 = r2 − |a|2 ,
1 − x3 1 − x3 1 − x3

1 + x3 − 2a1 x1 − 2a2 x2 = (r2 − |a|2 )(1 − x3 ).


6 1.1. Proyección estereográfica y métrica cordal

Se sigue entonces que estos puntos están contenidos en un plano y por


lo tanto constituyen un cı́rculo en la esfera. 

Es útil obtener, en términos de z y z  , puntos del plano complejo, una


fórmula de la distancia entre sus proyecciones en la esfera. Si denotamos éstas
por (x1 , x2 , x3 ) y (x1 , x2 , x3 ), se tiene

(x1 − x1 )2 + (x2 − x2 )2 + (x3 − x3 )2 = 2 − 2(x1 x1 + x2 x2 + x3 x3 ).

Ahora, usando (1.1), (1.2) y (1.3), se sigue que

x1 x1 + x2 x2 + x3 x3


         2   2 
z+z z + z z−z z − z |z| − 1 |z | − 1
= − +
|z|2 + 1 |z  |2 + 1 |z|2 + 1 |z  |2 + 1 |z|2 + 1 |z  |2 + 1
2 z z  + 2 z z  + |z z  |2 − |z|2 − |z  |2 + 1
=
(1 + |z|2 ) (1 + |z  |2 )
−2(z − z  )(z − z  ) + (1 + |z|2 ) (1 + |z  |2 )
=
(1 + |z|2 ) (1 + |z  |2 )
(el último paso equipara numerador y denominador).
Por consiguiente,
 
 2  2  2|z − z  |2
(x1 − x1 ) + (x2 − x2 ) + (x3 − x3 ) = 2 − 2 1 −
(1 + |z|2 ) (1 + |z  |2 )
4|z − z  |2
= .
(1 + |z|2 ) (1 + |z  |2 )
Esta nueva fórmula de distancia en C  es particularmente novedosa y útil
por incluir el punto al infinito. En este caso, si z  = ∞, se tiene
|z|2 − 1
x1 x1 + x2 x2 + x3 x3 = ,
|z|2 + 1
por lo que
 
|z|2 − 1 4
(x1 − x1 )2 + (x2 − x2 )2 + (x3 − x3 )2 =2−2 = .
|z|2 + 1 1 + |z|2

Estos cálculos inducen la métrica buscada en C.
1. Transformaciones de Möbius complejas 7

Definición 2 Se define la métrica cordal en el plano complejo extendido de


la siguiente manera

⎪ 2|z1 − z2 |

⎪   , si z1 , z2 = ∞.

⎨ 1 + |z1 |2 1 + |z2 |2
dC (z1 , z2 ) = (1.4)



⎪ 2
⎩  , si z2 = ∞.
1 + |z1 |2
Como S2 es un subespacio métrico de R3 , esta distancia define en efecto
 El término cordal proviene de que se miden cuerdas en
una métrica en C.
la esfera
dC (z1 , z2 ) = |π(z1 ) − π(z2 )|.
Proposición 1.1.2 Las métricas cordal y euclidiana inducen la misma topo-
logı́a en C, es decir, definen los mismos abiertos en C. Además
dC (zn , ∞) −→ 0 si y sólo si |zn | −→ ∞.
Demostración. Para la primera parte hay que probar que la función iden-
tidad
Id : CE −→ CC
es bicontinua, donde CE es el plano complejo provisto con la métrica eucli-
diana y CC , con la métrica cordal.
Si |zn − z| → 0, cuando n → ∞, entonces |π(zn ) − π(z)| → 0, cuando
n → ∞, ya que la función π es continua, lo cual prueba que la función Id es
también continua. Ahora, por la continuidad de ψ, si dC (zn , z) → 0, cuando
n → ∞, entonces |π(zn ) − π(z)| → 0 y |ψ π(zn ) − ψ π(z)| = |zn − z| → 0,
cuando n → ∞.
Para la segunda parte, sea zn , n ∈ N, una sucesión en C, tal que
|zn | → ∞, cuando n → ∞, como
2
dC (zn , ∞) =  ,
1 + |zn |2
se sigue que dC (zn , ∞) → 0 (ejercicio).
Por otra parte, si dC (zn , ∞) → 0, cuando n → ∞, dado  > 0, existe N ,
tal que si n > N , se tiene
2 4
 <  y por lo tanto |zn | > −1
1 + |zn |2 2
8 1.2. Propiedades básicas

(ya que se puede tomar  < 2). Por lo que, dado M > 0, tomando  tal que

4
M= − 1,
2
se obtiene |zn | > M, si n > N y |zn | → ∞. 

EJERCICIOS 1.1
1 +ix2
1. Demuestre que la función estereográfica (x1 , x2 , x3 ) → x1−x 3
de la esfera
de Riemann en el plano complejo extendido es suprayectiva.
2. Demuestre que si zn → ∞, cuando n → ∞, entonces dc (zn , ∞) → 0,
cuando n → ∞.

1.2. Propiedades básicas


Recordamos que a las transformaciones de variable compleja de la forma
az + b
T (z) = ,
cz + d
a, b, c, d ∈ C, ad − bc = 0, se les llama de Möbius. Estas funciones están
también definidas en los puntos del plano complejo extendido, donde no se
aplica el álgebra:
(i) Si c = 0, se define T (∞) = ∞.

(ii) Si c = 0, se define T (∞) = a/c y T (−d/c) = ∞.


Si ad − bc = 0, se trata de una función constante (ejercicio). Para otros
valores ad − bc = k = 0, la transformación
a b
√ z+ √
z −→ k k
c d
√ z+ √
k k
tiene la misma regla de correspondencia que la transformación original, sin
embargo,
a d b c
√ √ − √ √ = 1.
k k k k
1. Transformaciones de Möbius complejas 9

De este hecho se sigue que todas las transformaciones de Möbius pueden


definirse por matrices de la forma
 
a b
, a, b, c, d ∈ C, ad − bc = 1.
c d
A este grupo de matrices se le denota por SL(2, C). El centro de este grupo
consiste de las matrices ±Id (ejercicio).
Proposición 1.2.1 Las transformaciones de Möbius complejas son funcio-
 con la métrica cordal.
nes continuas en C
Demostración. Se sigue de la Proposición 1.1.2 que basta probar la con-
tinuidad en ∞ y en −d/c, si c = 0, y en ∞, si c = 0.
Ahora, si c = 0 y zn → −d/c, cuando n → ∞, se tiene que como
azn + b (−d/c) a + b 1
−→ y −→ ∞,
c c zn − (−d/c)
entonces
azn + b azn + b
= −→ ∞
czn + d c(zn − (−d/c))
y por lo tanto
 
azn + b
dC ,∞ −→ 0, cuando n −→ ∞.
czn + d
La prueba de la continuidad en ∞ es similar y queda como ejercicio para
el lector. 
Por otra parte, el producto de matrices se corresponde con la composición
de transformaciones de Möbius, es decir, si
az + b αz + β
T (z) = y S(z) =
cz + d γz + δ
son dos transformaciones de Möbius definidas por las matrices
   
a b α β
T = , S= ,
c d γ δ

entonces la transformación S T es de Möbius y está definida por la matriz


     
α β a b αa + βc αb + βd
ST = = .
γ δ c d γa + δc γb + δd
10 1.2. Propiedades básicas

Esto se sigue ya que ∀z ∈ C, salvo por un número finito de puntos (donde


el álgebra no se aplica), se tiene
 az + b 
  α +β α(az + b) + β(cz + d) (αa + βc)z + αb + βd
S T (z) =  cz + d  = = .
az + b γ(az + b) + δ(cz + d) (γa + δc)z + γb + δd
γ +δ
cz + d

Por lo cual, las transformaciones S T y la definida por la matriz S T coin-


 excepto, quizá, por un número finito de puntos, sin embargo, al
ciden en C,
ser ambas funciones continuas, son iguales.
En particular, las transformaciones de Möbius son biyecciones, ya que si
T está definida por la matriz
 
a b
T = ∈ SL(2, C),
c d

−1
la transformación inversa T está definida por
 
−1 d −b
T = .
−c a

Por consiguiente, estas transformaciones forman un grupo, la identidad


es la función
1z + 0
z −→ .
0z + 1
Con frecuencia es importante distinguir las transformaciones de las matrices
que las definen, por lo que denotaremos las primeras con una barra arriba y
las segundas sin barra.

Proposición 1.2.2 Dos transformaciones de Möbius

az + b a z + b
T (z) = y S(z) =
cz + d c z + d 

son iguales si y sólo si existe k ∈ C, tal que

a = ka , b = kb , c = kc , d = kd  .


1. Transformaciones de Möbius complejas 11

Demostración. La condición de suficiencia es inmediata. Para probar la


necesidad obsérvese primero que como T y S coinciden en 0 y ∞, se tiene
que si a = 0, entonces a = 0, y si b = 0, entonces b  = 0, etcétera.
Probamos primero el caso a, b, c, d = 0, se tiene que
−1 −d −d  −1 −b −b 
T (∞) = =  y T (0) = =  .
c c a a
Asimismo
a a b b
T (∞) = =  y T (0) = = .
c c d d
Por consiguiente,
a b c d

=  =  = ,
a b c d
lo cual concluye la prueba en este caso.
Los casos en los que algún coeficiente es cero son similares, mostramos
dos de ellos y dejamos los cuatro restantes como ejercicio.
(i) Si b, c = 0, evaluando en 1 se tiene
a a a d
=  y 
= .
d d a d
(ii) Si c = 0 y b = 0, entonces a = 0, y también d = 0. Se concluye
entonces de manera idéntica al primer caso que
a b d

=  = .
a b d 
De la proposición anterior se sigue que hay exactamente dos matrices
unimodulares que determinan una transformación de Möbius dada. Esto es,
ya que si T es de Möbius y está definida por las matrices
    
a b a b
, ∈ SL(2, C),
c d c d
entonces
1 = a d  − b  c  = k 2 (ad − bc) = k 2
y   
a b  a b
k = ±1, i.e. =± .
c d c d
Al cociente de SL(2, C) sobre su centro ±Id se le llama su proyectivi-
zación, este grupo cociente, denotado por P SL(2, C), es isomorfo al grupo
12 1.2. Propiedades básicas

de transformaciones de Möbius complejas. La afirmación anterior es conse-


cuencia de las últimas observaciones y del primer teorema de isomorfismo de
grupos (cf. [4] p. 50), ya que si μC denota el grupo de transformaciones de
Möbius, se tiene el siguiente diagrama de sucesiones exactas

±Id  SL(2, C)  P SL(2, C).



μC
De ahora en adelante identificaremos al grupo de transformaciones de Möbius
con P SL(2, C).

ejemplos de transformaciones de Möbius

(1) Las traslaciones


T (z) = z + b, b ∈ C.

z+b

Figura 1.2: Traslaciones

(2) Las rotaciones


T (z) = az, a = eiθ .

(3) Las homotecias


T (z) = kz, k ∈ R+ .

(4) Las composiciones de homotecias seguidas de rotaciones


T (z) = az, |a| = 1, 0, / R+ .
a∈
1. Transformaciones de Möbius complejas 13

az

θ z

Figura 1.3: Rotaciones

kz z

z kz

Figura 1.4: Dilatación y contracción

(5) La transformación
T (z) = 1/z,
que es la composición de la inversión en el cı́rculo unitario

z → z/ |z|2 = 1/ z,

seguida de la reflexión en el eje real (conjugación).

Se describe ahora las propiedades de conformalidad de estas transforma-


ciones ası́ como sus singularidades (polos). Obsérvese que una transformación
de Möbius
az + b
T (z) =
cz + d
tiene un polo simple en −d/c, si c = 0, y es entera si c = 0.
14 1.2. Propiedades básicas

1/z̄

1/z

Figura 1.5: z −→ 1/z

En general, dada una función holomorfa f definida en una vecindad de


∞, se dice que f es holomorfa en ∞, o que f tiene un polo de orden k en
∞, o que f tiene una singularidad esencial en ∞, si la función
g(z) = f (1/z)
definida en una vecindad ajugerada del cero tiene una singularidad removible
en cero, o tiene un polo de orden k en cero, o tiene una singularidad esencial
en cero, respectivamente.
La elección 1/z en esta definición no es arbitraria. Por una parte, es
una elección natural de cartas coordenadas para proveer de estructura de
superficie de Riemann a la esfera S2 (cf. [2], p. 117), por otra parte, la
acción de z → 1/z en S2 está dada por la rotación
(x1 , x2 , x3 ) −→ (x1 , −x2 , −x3 )
(ejercicio).
Con esta convención se tiene que si
az + b
f (z) =
cz + d
es de Möbius y c = 0, entonces f es holomorfa en ∞ y tiene un polo simple
en −d/c. Para el caso c = 0, f tiene un polo simple en ∞. Mostramos la
primera afirmación y dejamos las dos restantes como ejercicio. Cerca de ∞
az + b a + b/z a
f (z) = = −→ ,
cz + d c + d/z c
1. Transformaciones de Möbius complejas 15

cuando z → ∞, y cerca de 0
a/z + b a + bz a
g(z) = = −→ ,
c/z + d c + dz c
cuando z → 0, por lo que 0 es una singularidad removible de g.
Volviendo al contexto general de una función f : C  → C  meromorfa,

se sigue del teorema de Liouville que si f es entera en C, entonces f es
constante. Por otra parte, si f es entera en C y f tiene un polo en ∞,
entonces f es necesariamente un polinomio. Esto se puede probar usando la
expansión en series de Taylor alrededor del origen, los detalles formales de la
prueba quedan como ejercicio para el lector.
Este hecho tiene una interesante y fundamental consecuencia: toda fun-
ción meromorfa en la esfera es necesariamente racional. Esto se sigue, ya que
→C
si f : C  es meromorfa, entonces por compacidad f tiene solamente un
número finito de polos, y es claro que al multiplicar a f por un polinomio
adecuado, se obtiene una función constante u otro polinomio. En particular,
las únicas biyecciones meromorfas de la esfera en la esfera son las de Möbius.

Definición 3 Sea A un abierto en R n y f : A ⊂ R n → R n diferenciable


en A, se dice que f es conforme en x0 ∈ A, si Df (x0 ) es un múltiplo
escalar de una transformación ortogonal.

Se sigue de las ecuaciones de Cauchy-Riemann que la definición de confor-


malidad para funciones analı́ticas –de los cursos básicos de variable compleja–
es una caso particular de esta definición más general, que además incluye a las
reflexiones. Obsérvese también que la conformalidad implica que se preservan
los valores absolutos de los ángulos.
Para el caso de una transformación de Möbius
az + b ad − bc
T (z) = , se tiene T  (z) = ,
cz + d (cz + d)2

si T no fija a ∞ y T  (z) = a/d, si ∞ es un punto fijo. Por lo cual, estas


transformaciones son conformes en el plano complejo, salvo en el punto −d/c,
si c = 0.
Sin embargo, si se considera las transformaciones de Möbius como biyec-
ciones de la esfera S2 en sı́ misma, provista con estructura de superficie de
Riemann, no es difı́cil probar que hay conformalidad en todos los puntos,
incluyendo ∞.
16 1.2. Propiedades básicas

Alternativamente, se puede tomar el grupo formado por las composiciones


finitas de reflexiones en esferas o planos en R  3 , denominado también de
Möbius, que contiene como subgrupo a las extensiones de P SL(2, C) a R 3
(llamadas de Poincaré). √ Resulta que la reflexión en la esfera con centro en
e3 = (0, 0, 1) y radio 2 es una extensión de la proyección estereográfica,
por lo cual al conjugar las extensiones de Poincaré de P SL(2, C) con la
reflexión en el plano complejo seguida de la reflexión en dicha esfera, se
obtiene un grupo –denotado por M (B 3 )– cuyos elementos transforman la
esfera de Riemann conforme y biyectivamente en sı́ misma. En particular,
estas funciones preservan los ángulos en todos los puntos de la esfera. Esto se
sigue, ya que los elementos de M (B 3 ) son composiciones finitas de reflexiones
en esferas o planos ortogonales a S2 . Algunos de estos resultados se probarán
en el siguiente capı́tulo, una prueba completa se puede deducir de [2], pp. 25,
27, 31, 33, 37, 58.
Se tiene además que la proyección estereográfica es conforme en C. Una
demostración elemental de este hecho se puede consultar en [7] p. 36. Esta
propiedad también es consecuencia directa de que la proyección estereográfica
es la restricción de una reflexión en una esfera en R  3 ; mostraremos en el
siguiente capı́tulo que estas reflexiones son conformes.
Los siguientes dos teoremas establecen propiedades geométricas funda-
mentales de las transformaciones de Möbius. Escribiremos “cı́rculos” para
denotar cı́rculos o rectas. Primero probamos un resultado que describe la
estructura de las transformaciones de Möbius.
Lema 1.2.3 Cualquier transformación en P SL(2, C) se puede expresar co-
mo la composición de traslaciones, rotaciones, homotecias y la transforma-
ción z → 1/z.
Demostración. Una transformación en P SL(2, C) que fija ∞ es de la
forma a b
z −→ z + ,
d d
es decir, es una composición de homotecias, rotaciones y traslaciones.
Si la función de Möbius no fija ∞, entonces se puede expresar como
a ad ad
(cz + d) + b − b−
az + b c c a c
z −→ = = +
cz + d cz + d c cz + d
y es por lo tanto composición de algunas de las transformaciones descritas
en el enunciado del lema. 
1. Transformaciones de Möbius complejas 17

El siguiente resultado muestra que las transformaciones de Möbius tienen


un carácter inversivo, ya que preservan la familia de todos los “cı́rculos”. Este
resultado se generaliza a cualquier dimensión (véase [2] p. 28).

Teorema 1.2.4 Las funciones de Möbius en P SL(2, C) transforman “cı́rcu-


los” en “cı́rculos”.

Demostración. Basta probar que la transformación z → 1/z tiene la


propiedad mencionada, ya que evidentemente las traslaciones, las rotaciones
y las homotecias transforman cı́rculos en cı́rculos y rectas en rectas. Para
estas últimas funciones, una prueba analı́tica de este hecho es muy simple,
por ejemplo, si k ∈ C, la función z → kz transforma la recta

z = a + bt, a, b ∈ C, t ∈ R,

en la recta
w = kz = ka + k b t, t ∈ R,
y el cı́rculo
|z − a| = r,
en el cı́rculo
|kz − ka| = |k|r.
El caso de la traslación es también trivial (ejercicio).
Para mostrar que la transformación z → 1/z tiene dicha propiedad,
usamos la ecuación general del “cı́rculo”

A(x2 + y 2 ) + Bx + Cy = D. (1.5)

Escribiendo z = x + iy y 1/z = u + iv, como


x −y 1
u= , v= y u2 + v 2 = ,
x2 + y2 x2 + y2 x2 + y2

sustituyendo en (1.5) se obtienen la ecuaciones


 1   u   −v 
A + B + C =D
u2 + v 2 u2 + v 2 u2 + v 2
y
−D(u2 + v 2 ) + Bu − Cv = −A,
18 1.2. Propiedades básicas

que es de nuevo la ecuación de un “cı́rculo”. Esto se sigue, ya que si D = 0,


se puede completar cuadrados y obtener la ecuación de un cı́rculo (no hay
radios negativos, ya que se trata de la imagen de un “cı́rculo”).
Este argumento algebraico no se aplica en 0 y en ∞, si el “cı́rculo” pasa
por ellos. Sin embargo, probar el resultado para estos puntos es muy sencillo,
por ejemplo, si se trata de un cı́rculo por el origen, entonces D = 0 y los
puntos de la imagen satisfacen la ecuación de la recta Bu−Cv = −A. Como
∞ es la imagen del 0 y está en dicha recta, se sigue el argumento, véase la
Figura 1.6. Dejamos como ejercicio verificar los otros dos casos.

T (W )

1 1

Figura 1.6: Imagen del cı́rculo W bajo z → 1/z

Otra demostración del teorema anterior se sigue de que la función


z −→ 1/z
es una rotación de π radianes alrededor del eje x en la esfera de Riemann,
y del hecho de que la proyección estereográfica manda “cı́rculos” en C  en
cı́rculos de la esfera. El siguiente resultado muestra que las funciones de
Möbius complejas son transitivas en ternas de puntos en la esfera de Riemann.
Teorema 1.2.5 Dados z1 , z2 , z3 ∈ C  distintos y w1 , w2 , w3 ∈ C también
distintos, existe una única transformación en P SL(2, C) que envı́a zj en
wj , j = 1, 2, 3.
Demostración. Primero probamos que si T es de Möbius y T fija 0, 1 e
∞, entonces T es la identidad. Sea
az + b
T (z) =
cz + d
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Toute cette funeste affaire, qui a eu de si longues suites, et dont il n’y a
guère d’hommes plus instruits que moi, dut son origine au plaisir innocent
que prenaient plusieurs personnes de mérite de s’assembler dans un café.
On n’y respectait pas assez la première loi de la société, de se ménager les
uns les autres. On se critiquait durement, et de simples impolitesses
donnèrent lieu à des haines durables et à des crimes. C’est au lecteur à juger
si dans cette affaire il y a eu trois criminels ou un seul. [208] On a dit qu’il se
pourrait à toute force que Saurin eût été l’auteur des derniers couplets
attribués à Rousseau. Il se pourrait que Rousseau ayant été reconnu
coupable des cinq premiers, qui étaient de la même atrocité, Saurin eût fait
les derniers pour le perdre, quoiqu’il n’y eût aucune rivalité entre ces deux
hommes, quoique Saurin fût alors plongé dans les calculs de l’algèbre,
quoique lui-même fût cruellement outragé dans ces derniers couplets,
quoique tous les offensés les imputassent unanimement à Rousseau, enfin
quoiqu’un jugement solennel ait déclaré Saurin innocent. Mais, si la chose
est physiquement dans l’ordre des possibles, elle n’est nullement
vraisemblable. Rousseau l’en accusa toute sa vie: il le chargea de ce crime
par son testament; mais le professeur Rollin, auquel Rousseau montra ce
testament quand il vint clandestinement à Paris, l’obligea de rayer cette
accusation. Rousseau se contenta de protester de son innocence à l’article
de la mort; mais il n’osa jamais accuser La Motte, ni pendant le cours du
procès, ni durant le reste de sa vie, ni à ses derniers moments. Il se contenta
de faire toujours des vers contre lui. (Voyez l’article Joseph Saurin[209].)
Lancelot (Claude), né à Paris, en 1616. Il eut part à des ouvrages très
utiles, que firent les solitaires de Port-Royal pour l’éducation de la jeunesse.
Mort en 1695.
Laplacette (Jean de), de Béarn, né en 1639, ministre protestant à
Copenhague et en Hollande; estimé pour ses divers ouvrages. Mort à
Utrecht, en 1718.
La Porte[210] (Pierre de), premier valet de chambre de la reine-mère, et
quelque temps de Louis XIV; mis en prison par le cardinal de Richelieu, et
menacé de la mort pour le forcer à trahir les secrets de sa maîtresse, qu’il ne
trahit point. Dans la foule des mémoires qui développent l’histoire de cet
âge, ceux de La Porte ne sont pas à mépriser; ils sont d’un honnête homme,
ennemi de l’intrigue et de la flatterie, sévère jusqu’au pédantisme. Il avoue
qu’il avertissait la reine que sa familiarité avec le cardinal Mazarin
diminuait le respect des grands et des peuples pour elle. Il y a dans ses
Mémoires une anecdote sur l’enfance de Louis XIV, qui rendrait la mémoire
du cardinal Mazarin exécrable, s’il avait été coupable du crime honteux que
La Porte semble lui imputer. Il paraît que La Porte fut trop scrupuleux et
trop mauvais physicien; il ne savait pas qu’il y a des tempéraments fort
avancés. Il devait surtout se taire; il se perdit pour avoir parlé, et pour avoir
attribué à la débauche un accident fort naturel. Mort à Paris, vers la fin de
1680.
La Quintinie (Jean de), né près de Poitiers, en 1626[211]. Il a créé l’art
de la culture des arbres, et celui de les transplanter. Ses préceptes ont été
suivis de toute l’Europe, et ses talents récompensés magnifiquement par
Louis XIV. Mort vers 1700.
Rochefoucauld (François, duc de La), né en 1613. Ses Mémoires sont
lus, et on sait par cœur ses Pensées. Mort en 1680.
Larrey (Isaac de), né en Normandie, en 1638. Son Histoire d’Angleterre
fut estimée avant celle de Rapin de Thoiras, et son Histoire de Louis XIV ne
le fut jamais. Mort à Berlin, en 1719.
La Rue (Charles de), né en 1643, jésuite, poëte latin, poëte français, et
prédicateur, l’un de ceux qui travaillèrent à ces livres nommés Dauphins,
pour l’éducation de Monseigneur. Virgile lui tomba en partage. Il a fait
plusieurs tragédies et comédies; sa tragédie de Sylla fut présentée aux
comédiens, et refusée. Il a fait encore celle de Lysimachus. On croit qu’il a
beaucoup travaillé à l’Andrienne. Il était très lié avec le comédien Baron,
dont il apprit à déclamer. Il y avait deux sermons de lui qui étaient fort en
vogue; l’un était le Pécheur mourant, et l’autre le Pécheur mort; on les
affichait quand il devait les prononcer. Mort en 1725.
Launay (François de), né à Angers, en 1612, jurisconsulte et homme de
lettres. Il fut le premier qui enseigna le droit français à Paris. Mort en 1693.
Launoy (Jean de), né en Normandie en 1603, docteur en théologie,
savant laborieux, et critique intrépide. Il détrompa de plusieurs erreurs, et
surtout de l’existence de plusieurs saints. On sait qu’un curé de Saint-
Eustache disait: «Je lui fais toujours de profondes révérences, de peur qu’il
ne m’ôte mon saint Eustache.» Mort en 1678.
Laurière (Eusèbe-Jacob de), né à Paris, en 1659, avocat. Personne n’a
plus approfondi la jurisprudence et l’origine des lois. C’est lui qui dressa le
plan du Recueil des ordonnances, ouvrage immense qui signale le règne de
Louis XIV. C’est un monument de l’inconstance des choses humaines. Un
recueil d’ordonnances n’est que l’histoire des variations. Mort en 1728.
Lebœuf (L’abbé), né en 1687, l’un des plus savants hommes dans les
détails de l’histoire de France. Il aurait été employé par un Colbert, mais il
vint trop tard. Mort en 1760.
Lebossu (Réné), né à Paris, en 1631, chanoine régulier de Sainte-
Geneviève. Il voulut concilier Aristote avec Descartes; il ne savait pas qu’il
fallait les abandonner l’un et l’autre. Son Traité sur le poëme épique a
beaucoup de réputation, mais il ne fera jamais de poëtes. Mort en 1680.
Lebrun (Pierre), né à Aix, en 1661, de l’Oratoire. Son livre critique des
Pratiques superstitieuses a été recherché; mais c’est un médecin qui ne
parle que de très peu de maladies, et qui est lui-même malade. Mort en
1729.
Le Clerc (Jean), né à Genève, en 1657, mais originaire de Beauvais. Il
n’était pas le seul savant de sa famille, mais il était le plus savant. Sa
Bibliothèque universelle, dans laquelle il imita la République des lettres de
Bayle, est son meilleur ouvrage. Son plus grand mérite est d’avoir alors
approché de Bayle, qu’il a combattu souvent. Il a beaucoup plus écrit que ce
grand homme; mais il n’a pas connu comme lui l’art de plaire et d’instruire
qui est si au-dessus de la science. Mort à Amsterdam, en 1736.
Lecointe (Charles), né à Troyes, en 1611; de l’Oratoire. Ses Annales
ecclésiastiques, imprimées au Louvre par ordre du roi, sont un monument
utile. Mort en 1681.
Lefèvre (Tannegui), né à Caen, en 1615, calviniste, professeur à
Saumur, méprisant ceux de sa secte, et demeurant parmi eux; plus
philosophe que huguenot, écrivant aussi bien en latin qu’on puisse écrire
dans une langue morte, fesant des vers grecs qui doivent avoir eu peu de
lecteurs. La plus grande obligation que lui aient les lettres est d’avoir
produit madame Dacier. Mort en 1672.
Lefèvre (Anne). Voyez madame Dacier.
Legendre (Louis), né à Rouen, en 1659, a fait une Histoire de France.
Pour bien faire cette histoire, il faudrait la plume et la liberté du président
de Thou; et il serait encore très difficile de rendre les premiers siècles
intéressants. Mort en 1733.
Legrand (Joachim), né en Normandie, en 1653, élève du P. Lecointe. Il
a été l’un des hommes les plus profonds dans l’histoire. Mort en 1733.
Le Laboureur (Jean), né à Montmorenci, en 1623, gentilhomme servant
de Louis XIV, et ensuite son aumônier. Sa relation du voyage de Pologne,
qu’il fit avec madame la maréchale de Guébriant, la seule femme qui ait
jamais eu le titre et fait les fonctions d’ambassadrice plénipotentiaire, est
assez curieuse. Les commentaires historiques dont il a enrichi les Mémoires
de Castelnau ont répandu beaucoup de jour sur l’histoire de France. Le
mauvais poëme de Charlemagne n’est pas de lui, mais de son frère. Mort en
1675.
Le Long (Jacques), né à Paris, en 1665; de l’Oratoire. Sa Bibliothèque
historique de la France[212] est d’une grande recherche et d’une grande
utilité, à quelques fautes près. Mort en 1721.
Lémery (Nicolas), né à Rouen, en 1645, fut le premier chimiste
raisonnable, et le premier qui ait donné une Pharmacopée universelle. Mort
en 1715.
Le Moine (Pierre), jésuite, né en 1602. Sa Dévotion aisée le rendit
ridicule; mais il eût pu se faire un grand nom par sa Louisiade[213]. Il avait
une prodigieuse imagination. Pourquoi donc ne réussit-il pas? C’est qu’il
n’avait ni goût, ni connaissance du génie de sa langue, ni des amis sévères.
Mort en 1671.
Lenain de Tillemont (Louis-Sébastien), fils de Jean Lenain, maître des
requêtes, né à Paris, en 1637, élève de Nicole, et l’un des plus savants
écrivains de Port-Royal. Son Histoire des empereurs, et ses seize volumes
de l’Histoire ecclésiastique, sont écrits avec autant de vérité que peuvent
l’être des compilations d’anciens historiens; car l’histoire, avant l’invention
de l’imprimerie, étant peu contredite, était peu exacte. Mort en 1698.
Lenfant (Jacques), né en Beauce, en 1661, pasteur calviniste à Berlin. Il
contribua plus que personne à répandre les graces et la force de la langue
française aux extrémités de l’Allemagne. Son Histoire du concile de
Constance, bien faite et bien écrite, sera, jusqu’à la dernière postérité, un
témoignage du bien et du mal qui peuvent résulter de ces grandes
assemblées, et que du sein des passions, de l’intérêt, et de la cruauté même,
il peut encore sortir de bonnes lois. Mort en 1728.
Le Quien (Michel), né en 1661, dominicain; homme très savant. Il a
beaucoup travaillé sur les Églises d’Orient et sur celle d’Angleterre. Il a
surtout écrit contre Le Courayer sur la validité des évêques anglicans: mais
les Anglais ne font pas plus de cas de ces disputes, que les Turcs n’en font
des dissertations sur l’Église grecque. Mort en 1733.
Le Sage, né à Vannes[214], en Basse-Bretagne, en 1667. Son roman de
Gil Blas est demeuré, parcequ’il y a du naturel; il est entièrement pris[215]
du roman espagnol intitulé: La Vida del escudero don Marcos de Obrego.
Mort en 1747.
Le Tourneux (Nicolas), né en 1640. Son Année chrétienne est dans
beaucoup de mains, quoique mise à Rome à l’index des livres prohibés, ou
plutôt parcequ’elle y est mise. Mort en 1686.
Levassor (Michel), de l’Oratoire, réfugié en Angleterre. Son Histoire de
Louis XIII[216], diffuse, pesante, et satirique, a été recherchée pour
beaucoup de faits singuliers qui s’y trouvent; mais c’est un déclamateur
odieux, qui, dans l’Histoire de Louis XIII, ne cherche qu’à décrier Louis
XIV, qui attaque les morts et les vivants; il ne se trompe que sur peu de
faits, et passe pour s’être trompé dans tous ses jugements. Mort en 1718.
L’Hospital (François, marquis de), né en 1661, le premier qui ait écrit
en France sur le calcul inventé par Newton, qu’il appela les infiniment
petits; c’était alors un prodige. Mort en 1704.
Longepierre (Hilaire-Bernard de Requeleyne, baron de), né en
Bourgogne en 1658. Il possédait toutes les beautés de la langue grecque,
mérite très rare en ce temps-là; on a de lui des traductions en vers
d’Anacréon, Sapho, Bion, et Moschus. Sa tragédie de Médée, quoique
inégale et trop remplie de déclamations, est fort supérieure à celle de Pierre
Corneille: mais la Médée de Corneille n’était pas de son bon temps.
Longepierre fit beaucoup d’autres tragédies d’après les poëtes grecs, et il
les imita en ne mêlant point l’amour à ces sujets sévères et terribles; mais
aussi il les imita dans la prolixité des lieux communs, et dans le vide
d’action et d’intrigue, et ne les égala point, dans la beauté de l’élocution,
qui fait le grand mérite des poëtes. Il n’a donné au théâtre que Médée et
Électre[217]. Mort en 1721.
Longuerue (Louis Dufour de), né à Charleville en 1652. Abbé du Jard.
Il savait, outre les langues savantes, toutes celles de l’Europe. Apprendre
plusieurs langues médiocrement, c’est le fruit du travail de quelques années;
parler purement et éloquemment la sienne, le travail de toute la vie. Il savait
l’histoire universelle; et on prétend qu’il composa de mémoire la
description historique et géographique de la France ancienne et moderne.
Mort vers l’an 1733.
Longueval (Jacques), né en 1680, jésuite. Il a fait huit volumes de
l’Histoire de l’Église gallicane, continuée par le P. Fontenay[218]. Mort en
1735.
Mabillon (Jean), né en Champagne en 1632, bénédictin. C’est lui qui,
étant chargé de montrer le trésor de Saint-Denys, demanda à quitter cet
emploi, parcequ’il n’aimait pas à mêler la fable avec la vérité. Il a fait de
profondes recherches. Colbert l’employa à rechercher les anciens titres.
Maignan (Emmanuel), né à Toulouse en 1601, minime. L’un de ceux
qui ont appris les mathématiques sans maître. Professeur de mathématiques
à Rome, où il y a toujours eu depuis un professeur minime français. Mort à
Toulouse, en 1676.
Maillet (Benoît de), consul au Grand-Caire. On a de lui des lettres
instructives sur l’Égypte, et des ouvrages manuscrits d’une philosophie
hardie. L’ouvrage intitulé Telliamed est de lui, ou du moins a été fait d’après
ses idées. On y trouve l’opinion que la terre a été toute couverte d’eau,
opinion adoptée par M. de Buffon, qui l’a fortifiée de preuves nouvelles;
mais ce n’est et ce ne sera long-temps qu’une opinion. Il est même certain
qu’il existe de grands espaces où l’on ne trouve aucun vestige du séjour des
eaux; d’autres où l’on n’aperçoit que des dépôts laissés par les eaux
terrestres. Mort en 1738.
Maimbourg (Louis), jésuite, né en 1610. Il y a encore quelques unes de
ses histoires qu’on ne lit pas sans plaisir. Il eut d’abord trop de vogue, et on
l’a trop négligé ensuite. Ce qui est singulier, c’est qu’il fut obligé de quitter
les jésuites, pour avoir écrit en faveur du clergé de France. Mort à Saint-
Victor, en 1686.
Maintenon[219] (Françoise d’Aubigné Scarron, marquise de). Elle est
auteur, comme madame de Sévigné, parcequ’on a imprimé ses Lettres[220]
après sa mort. Les unes et les autres sont écrites avec beaucoup d’esprit,
mais avec un esprit différent. Le cœur et l’imagination ont dicté celles de
madame de Sévigné; elles ont plus de gaîté, plus de liberté: celles de
madame de Maintenon sont plus contraintes; il semble qu’elle ait toujours
prévu qu’elles seraient un jour publiques. Madame de Sévigné, en écrivant
à sa fille, n’écrivait que pour sa fille. On trouve quelques anecdotes dans les
unes et dans les autres. On voit par celles de madame de Maintenon, qu’elle
avait épousé Louis XIV, qu’elle influait dans les affaires d’état, mais qu’elle
ne les gouvernait pas; qu’elle ne pressa point la révocation de l’Édit de
Nantes et ses suites, mais qu’elle ne s’y opposa point; qu’elle prit le parti
des molinistes, parceque Louis XIV l’avait pris, et qu’ensuite elle s’attacha
à ce parti; que Louis XIV, sur la fin de sa vie, portait des reliques; et
beaucoup d’autres particularités. Mais les connaissances qu’on peut puiser
dans ce recueil sont trop achetées par la quantité de lettres inutiles qu’il
renferme; défaut commun à tous ces recueils. Si l’on n’imprimait que
l’utile, il y aurait cent fois moins de livres. Morte à Saint-Cyr, en 1719.
[221]Un nommé La Beaumelle, qui a été précepteur à Genève, a fait
imprimer des Mémoires de Maintenon remplis de faussetés[222].
Malebranche (Nicolas), né à Paris en 1638, de l’Oratoire, l’un des plus
profonds méditatifs qui aient jamais écrit. Animé de cette imagination forte
qui fait plus de disciples que la vérité, il en eut: de son temps il y avait des
malebranchistes. Il a montré admirablement les erreurs des sens et de
l’imagination; et quand il a voulu sonder la nature de l’ame, il s’est perdu
dans cet abîme comme les autres. Il est, ainsi que Descartes, un grand
homme, avec lequel on apprend bien peu de chose; et il n’était pas un grand
géomètre comme Descartes. Mort en 1715.
Malezieu (Nicolas), né à Paris en 1650. Les Éléments de géométrie du
duc de Bourgogne sont les leçons qu’il donna à ce prince. Il se fit une
réputation par sa profonde littérature. Madame la duchesse du Maine fit sa
fortune. Mort en 1727.
Malleville (Claude de), l’un des premiers académiciens. Le seul sonnet
de la Belle matineuse en fit un homme célèbre. On ne parlerait pas
aujourd’hui d’un tel ouvrage; mais le bon en tout genre était alors aussi rare
qu’il est devenu commun depuis. Mort en 1647.
Marca (Pierre de), né en 1594. Étant veuf et ayant plusieurs enfants, il
entra dans l’Église, et fut nommé à l’archevêché de Paris. Son livre de la
Concorde de l’empire et du sacerdoce est estimé. Mort en 1662.
Marolles (Michel de), né en Touraine en 1600, fils du célèbre Claude
de Marolles, capitaine des cent suisses, connu par son combat singulier, à la
tête de l’armée de Henri IV, contre Marivault[223]. Michel, abbé de
Villeloin, composa soixante-neuf ouvrages[224], dont plusieurs étaient des
traductions très utiles dans leur temps. Mort en 1681.
Marsollier (Jacques), né à Paris en 1647, chanoine régulier de Sainte-
Geneviève, connu par plusieurs histoires bien écrites. Mort en 1724.
Martignac (Étienne Algai de), né en 1628, le premier qui donna une
traduction supportable en prose de Virgile, d’Horace, etc. Je doute qu’on les
traduise jamais heureusement en vers. Ce ne serait pas assez d’avoir leur
génie: la différence des langues est un obstacle presque invincible. Mort en
1698.
Mascaron (Jules), de Marseille, né en 1634, évêque de Tulles, et puis
d’Agen. Ses Oraisons funèbres balancèrent d’abord celles de Bossuet; mais
aujourd’hui elles ne servent qu’à faire voir combien Bossuet était un grand
homme. Mort en 1703.
Massillon (Jean-Baptiste), né à Hières, en Provence, en 1633, de
l’Oratoire, évêque de Clermont. Le prédicateur qui a le mieux connu le
monde; plus fleuri que Bourdaloue, plus agréable, et dont l’éloquence sent
l’homme de cour, l’académicien, et l’homme d’esprit; de plus, philosophe
modéré et tolérant. Mort en 1742.
Maucroix (François de), né à Noyon en 1619, historien, poëte, et
littérateur. On a retenu quelques uns de ses vers, tels que ceux-ci, qu’il fit à
l’âge de plus de quatre-vingts ans:

Chaque jour est un bien que du ciel je reçoi;


Jouissons aujourd’hui de celui qu’il nous donne.
Il n’appartient pas plus aux jeunes gens qu’à moi,
Et celui de demain n’appartient à personne.

Mort en 1708.
Maynard (François), président d’Aurillac, né à Toulouse vers 1582. On
peut le compter parmi ceux qui ont annoncé le siècle de Louis XIV. Il reste
de lui un assez grand nombre de vers heureux purement écrits. C’est un des
auteurs qui s’est plaint le plus de la mauvaise fortune attachée aux talents. Il
ignorait que le succès d’un bon ouvrage est la seule récompense digne d’un
artiste; que, si les princes et les ministres veulent se faire honneur en
récompensant cette espèce de mérite, il y a plus d’honneur encore
d’attendre ces faveurs sans les demander; et que, si un bon écrivain
ambitionne la fortune, il doit la faire soi-même.
Rien n’est plus connu que son beau sonnet[225] pour le cardinal de
Richelieu; et cette réponse dure du ministre, ce mot cruel, rien. Le président
Maynard, retiré enfin à Aurillac, fit ces vers[226], qui méritent autant d’être
connus que son sonnet:

Par votre humeur le monde est gouverné;


Vos volontés font le calme et l’orage;
Vous vous riez de me voir confiné
Loin de la cour dans mon petit ménage:
Mais n’est-ce rien que d’être tout à soi,
De n’avoir point le fardeau d’un emploi,
D’avoir dompté la crainte et l’espérance?
Ah! si le ciel, qui me traite si bien,
Avait pitié de vous et de la France,
Votre bonheur serait égal au mien.

Depuis la mort du cardinal, il dit dans d’autres vers que le tyran est mort,
et qu’il n’en est pas plus heureux. Si le cardinal lui avait fait du bien, ce
ministre eût été un dieu pour lui: il n’est un tyran que parcequ’il ne lui
donna rien. C’est trop ressembler à ces mendiants qui appellent les passants
monseigneur, et qui les maudissent s’ils n’en reçoivent point d’aumône. Les
vers de Maynard étaient fort beaux. Il eût été plus beau de passer sa vie sans
demander et sans murmurer. L’épitaphe qu’il fit pour lui-même est dans la
bouche de tout le monde:

Las d’espérer et de me plaindre


Des muses, des grands, et du sort,
C’est ici que j’attends la mort,
Sans la desirer ni la craindre.

Les deux derniers vers sont la traduction de cet ancien vers latin:

«Summum nec metuas diem, nec optes.»


Mart., lib. X, ep. 47.

La plupart des beaux vers de morale sont des traductions. Il est bien
commun de ne pas desirer la mort; il est bien rare de ne pas la craindre, et il
eût été grand de ne pas seulement songer s’il y a des grands au monde. Mort
en 1646.
Ménage (Gilles), d’Angers, né en 1613. Il a prouvé qu’il est plus aisé de
faire des vers en italien qu’en français. Ses vers italiens sont estimés, même
en Italie; et notre langue doit beaucoup à ses recherches. Il était savant en
plus d’un genre. Sa Requête des dictionnaires l’empêcha d’entrer à
l’académie. Il adressa au cardinal Mazarin, sur son retour en France, une
pièce latine, où l’on trouve ce vers:

«Et puto tam viles despicis ipse togas[227].»

Le parlement, qui, après avoir mis à prix la tête du cardinal, l’avait


complimenté, se crut désigné par ce vers, et voulait sévir contre l’auteur;
mais Ménage prouva au parlement que toga signifiait un habit de cour. Mort
en 1692. La Monnoye a augmenté et rectifié le Menagiana.
Ménestrier (Claude-François), né en 1631, a beaucoup servi à la
science du blason, des emblèmes, et des devises. Mort en 1705.
Méry (Jean), né en Berri, en 1645, l’un de ceux qui ont le plus illustré la
chirurgie. Il a laissé des observations utiles. Mort en 1722.
Mézerai (François-Eudes de), né à Argentan[228], en Normandie, en
1610. Son Histoire de France est très connue; ses autres écrits le sont
moins. Il perdit ses pensions, pour avoir dit ce qu’il croyait la vérité.
D’ailleurs plus hardi qu’exact, et inégal dans son style. Son nom de famille
était Eudes; il était frère du P. Eudes, fondateur de la congrégation très
répandue et très peu connue des eudistes. Mort en 1683.
Mimeure[229] (Le marquis de), menin de Monseigneur, fils de Louis
XIV. On a de lui quelques morceaux de poésies qui ne sont pas inférieures à
celles de Racan et de Maynard: mais comme ils parurent dans un temps où
le bon était très rare, et le marquis de Mimeure dans un temps où l’art était
perfectionné, ils eurent beaucoup de réputation, et à peine fut-il connu. Son
Ode à Vénus, imitée d’Horace, n’est pas indigne de l’original[230].
Molière (Jean-Baptiste Poquelin de), né à Paris[231], en 1620, le
meilleur des poëtes comiques de toutes les nations. Cet article a engagé à
relire les poëtes comiques de l’antiquité. Il faut avouer que si l’on compare
l’art et la régularité de notre théâtre avec ces scènes décousues des anciens,
ces intrigues faibles, cet usage grossier de faire annoncer par des acteurs,
dans des monologues froids et sans vraisemblance, ce qu’ils ont fait, et ce
qu’ils veulent faire; il faut avouer, dis-je, que Molière a tiré la comédie du
chaos, ainsi que Corneille en a tiré la tragédie; et que les Français ont été
supérieurs en ce point à tous les peuples de la terre. Molière avait d’ailleurs
une autre sorte de mérite, que ni Corneille, ni Racine, ni Boileau, ni La
Fontaine, n’avaient pas. Il était philosophe, et il l’était dans la théorie et
dans la pratique. C’est à ce philosophe que l’archevêque de Paris, Harlai, si
décrié pour ses mœurs[232], refusa les vains honneurs de la sépulture: il
fallut que le roi engageât ce prélat à souffrir que Molière fût enterré
secrètement dans le cimetière de la petite chapelle de Saint-Joseph, rue
Montmartre. Mort en 1673.
On s’est piqué à l’envi dans quelques dictionnaires nouveaux de décrier
les vers de Molière, en faveur de sa prose, sur la parole de l’archevêque de
Cambrai, Fénélon, qui semble en effet donner la préférence à la prose de ce
grand comique, et qui avait ses raisons pour n’aimer que la prose poétique;
mais Boileau ne pensait pas ainsi. Il faut convenir qu’à quelques
négligences près, négligences que la comédie tolère, Molière est plein de
vers admirables, qui s’impriment facilement dans la mémoire. Le
Misanthrope, les Femmes savantes, le Tartufe, sont écrits comme les satires
de Boileau. L’Amphitryon est un recueil d’épigrammes et de madrigaux,
faits avec un art qu’on n’a point imité depuis. La bonne poésie est à la
bonne prose ce que la danse est à une simple démarche noble, ce que la
musique est au récit ordinaire, ce que les couleurs d’un tableau sont à des
dessins au crayon. De là vient que les Grecs et les Romains n’ont jamais eu
de comédie en prose.
Mongault[233] (L’abbé de). La meilleure traduction qu’on ait faite des
Lettres de Cicéron est de lui. Elle est enrichie de notes judicieuses et utiles.
Il avait été précepteur du fils du duc d’Orléans, régent du royaume, et
mourut, dit-on, de chagrin de n’avoir pu faire auprès de son élève la même
fortune que l’abbé Dubois. Il ignorait apparemment que c’est par le
caractère, et non par l’esprit, que l’on fait fortune.
Montesquieu (Charles de Secondat, baron de La Brède et de), président
au parlement de Bordeaux, né en 1689, donna à l’âge de trente-deux ans les
Lettres persanes, ouvrage de plaisanterie, plein de traits qui annoncent un
esprit plus solide que son livre. C’est une imitation du Siamois de Dufresni
et de l’Espion Turc[234]; mais imitation qui fait voir comment ces originaux
devaient être écrits. Ces ouvrages d’ordinaire ne réussissent qu’à la faveur
de l’air étranger; on met avec succès dans la bouche d’un Asiatique la satire
de notre pays, qui serait bien moins accueillie dans la bouche d’un
compatriote: ce qui est commun par soi-même devient alors singulier. Le
génie qui règne dans les Lettres persanes ouvrit au président de
Montesquieu les portes de l’académie française, quoique l’académie fût
maltraitée dans son livre; mais en même temps la liberté avec laquelle il
parle du gouvernement, et des abus de la religion, lui attira une exclusion de
la part du cardinal de Fleury. Il prit un tour très adroit pour mettre le
ministre dans ses intérêts; il fit faire en peu de jours une nouvelle édition de
son livre[235], dans laquelle on retrancha ou on adoucit tout ce qui pouvait
être condamné par un cardinal et par un ministre. M. de Montesquieu porta
lui-même l’ouvrage au cardinal, qui ne lisait guère, et qui en lut une partie.
Cet air de confiance, soutenu par l’empressement de quelques personnes de
crédit, ramena le cardinal, et Montesquieu entra dans l’académie.
Il donna ensuite le traité sur la Grandeur et la Décadence des Romains,
matière usée, qu’il rendit neuve par des réflexions très fines et des peintures
très fortes: c’est une histoire politique de l’empire romain. Enfin on vit son
Esprit des lois. On a trouvé dans ce livre beaucoup plus de génie que dans
Grotius et dans Puffendorf. On se fait quelque violence pour lire ces
auteurs; on lit l’Esprit des lois autant pour son plaisir que pour son
instruction. Ce livre est écrit avec autant de liberté que les Lettres persanes;
et cette liberté n’a pas peu servi au succès: elle lui attira des ennemis qui
augmentèrent sa réputation, par la haine qu’ils inspiraient contre eux: ce
sont ces hommes nourris dans les factions obscures des querelles
ecclésiastiques, qui regardent leurs opinions comme sacrées, et ceux qui les
méprisent comme sacriléges. Ils écrivirent violemment contre le président
de Montesquieu; ils engagèrent la Sorbonne à examiner son livre, mais le
mépris dont ils furent couverts arrêta la Sorbonne. Le principal mérite de
l’Esprit des lois[236] est l’amour des lois qui règne dans cet ouvrage; et cet
amour des lois est fondé sur l’amour du genre humain. Ce qu’il y a de plus
singulier, c’est que l’éloge qu’il fait du gouvernement anglais est ce qui a
plu davantage en France. La vive et piquante ironie qu’on y trouve contre
l’inquisition a charmé tout le monde, hors les inquisiteurs. Ses réflexions,
presque toujours profondes, sont appuyées d’exemples tirés de l’histoire de
toutes les nations. Il est vrai qu’on lui a reproché de prendre trop souvent
des exemples dans de petites nations sauvages et presque inconnues, sur les
relations trop suspectes des voyageurs. Il ne cite pas toujours avec
beaucoup d’exactitude; il fait dire, par exemple, à l’auteur du Testament
politique attribué au cardinal de Richelieu, «que s’il se trouve dans le
peuple quelque malheureux honnête homme, il ne faut pas s’en servir.» Le
Testament politique dit seulement, à l’endroit cité, qu’il vaut mieux se servir
des hommes riches et bien élevés, parcequ’ils sont moins corruptibles.
Montesquieu s’est trompé dans d’autres citations, jusqu’à dire que François
Iᵉʳ (qui n’était pas né lorsque Christophe Colomb découvrit l’Amérique)
avait refusé les offres de Christophe Colomb[237]. Le défaut continuel de
méthode dans cet ouvrage, la singulière affectation de ne mettre souvent
que trois ou quatre lignes dans un chapitre, et encore de ne faire de ces
quatre lignes qu’une plaisanterie, ont indisposé beaucoup de lecteurs; on
s’est plaint de trouver trop souvent des saillies où l’on attendait des
raisonnements; on a reproché à l’auteur d’avoir trop donné d’idées
douteuses pour des idées certaines: mais, s’il n’instruit pas toujours son
lecteur, il le fait toujours penser; et c’est là un très grand mérite. Ses
expressions vives et ingénieuses, dans lesquelles on trouve l’imagination de
Montaigne, son compatriote, ont contribué surtout à la grande réputation de
l’Esprit des lois; les mêmes choses dites par un homme savant, et même
plus savant que lui, n’auraient pas été lues. Enfin, il n’y a guère d’ouvrages
où il y ait plus d’esprit, plus d’idées profondes, plus de choses hardies, et où
l’on trouve plus à s’instruire, soit en approuvant ses opinions, soit en les
combattant. On doit le mettre au rang des livres originaux qui ont illustré le
siècle de Louis XIV[238], et qui n’ont aucun modèle dans l’antiquité.
Il est mort en 1755, en philosophe[239], comme il avait vécu.
Montfaucon (Bernard de), né en 1655, bénédictin, l’un des plus savants
antiquaires de l’Europe. Mort en 1741.
Montfaucon de Villars (l’abbé), né en 1635, célèbre par le Comte de
Gabalis. C’est une partie de l’ancienne mythologie des Perses. L’auteur fut
tué, en 1675, d’un coup de pistolet. On dit que les sylphes l’avaient
assassiné pour avoir révélé leurs mystères.
Montpensier (Anne-Marie-Louise d’Orléans), connue sous le nom de
Mademoiselle, fille de Gaston d’Orléans, née à Paris, en 1627. Ses
Mémoires sont plus d’une femme occupée d’elle, que d’une princesse
témoin de grands événements; mais il s’y trouve des choses très curieuses;
on a aussi quelques petits romans d’elle, qu’on ne lit guère. Les princes,
dans leurs écrits, sont au rang des autres hommes. Si Alexandre et
Sémiramis avaient fait des ouvrages ennuyeux, ils seraient négligés. On
trouve plus aisément des courtisans que des lecteurs. Morte en 1693.
Montreuil (Matthieu de), né à Paris, en 1621, l’un de ces écrivains
agréables et faciles dont le siècle de Louis XIV a produit un grand nombre,
et qui n’ont pas laissé de réussir dans le genre médiocre. Il y a peu de vrais
génies; mais l’esprit du temps et l’imitation ont fait beaucoup d’auteurs
agréables. Mort à Aix, en 1692[240].
Moréri (Louis), né en Provence, en 1643. On ne s’attendait pas que
l’auteur du Pays d’amour, et le traducteur de Rodriguez, entreprît dans sa
jeunesse le premier dictionnaire de faits qu’on eût encore vu[241]. Ce grand
travail lui coûta la vie. L’ouvrage réformé et très augmenté porte encore son
nom, et n’est plus de lui. C’est une ville nouvelle bâtie sur le plan ancien.
Trop de généalogies suspectes ont fait tort surtout à cet ouvrage si utile.
Mort en 1680. On a fait des suppléments remplis d’erreurs.
Morin (Michel-Jean-Baptiste), né en Beaujolais, en 1583, médecin,
mathématicien, et, par les préjugés du temps, astrologue. Il tira l’horoscope
de Louis XIV. Malgré cette charlatanerie, il était savant. Il proposa
d’employer les observations de la lune à la détermination des longitudes en
mer; mais cette méthode exigeait dans les tables des mouvements de cette
planète ce degré d’exactitude que les travaux réunis des premiers géomètres
de ce siècle ont pu à peine leur donner. Voyez l’article Cassini. Mort en
1656.
Morin (Jean), né à Blois, en 1591, très savant dans les langues
orientales et dans la critique. Mort à l’Oratoire, en 1659.
Morin (Simon), né en Normandie, en 1623. On ne parle ici de lui que
pour déplorer sa fatale folie et celle de Desmarets Saint-Sorlin, son
accusateur[242]. Saint-Sorlin fut un fanatique qui en dénonça un autre.
Morin, qui ne méritait que les Petites-Maisons, fut brûlé vif en 1663, avant
que la philosophie eût fait assez de progrès pour empêcher les savants de
dogmatiser, et les juges d’être si cruels.
Motteville (Françoise Bertaut[243] de), née en 1615, en Normandie.
Cette dame a écrit des Mémoires qui regardent particulièrement la reine
Anne, mère de Louis XIV. On y trouve beaucoup de petits faits, avec un
grand air de sincérité. Morte en 1689.
Naudé (Gabriel), né à Paris, en 1600; médecin, et plus philosophe que
médecin. Attaché d’abord au cardinal Barberin, à Rome, puis au cardinal de
Richelieu, au cardinal Mazarin, et ensuite à la reine Christine, dont il alla
quelque temps grossir la cour savante; retiré enfin à Abbeville, où il mourut
dès qu’il fut libre. De tous ses livres, son Apologie des grands hommes
accusés de magie est presque le seul qui soit demeuré. On ferait un plus
gros livre des grands hommes accusés d’impiété depuis Socrate.

«...... Populus nam solos credit habendos


Esse Deos quos ipse colit.»
Juv., sat. XV, v. 37.

Mort en 1653.
Nemours (Marie de Longueville, duchesse de), née en 1625. On a d’elle
des Mémoires où l’on trouve quelques particularités des temps malheureux
de la fronde. Morte en 1707.
Nevers (Philippe-Julien Mazarin Mancini, duc de). On a de lui des
pièces de poésie d’un goût très singulier. Il ne faut pas s’en rapporter au
sonnet parodié par Racine et Despréaux:

Dans un palais doré, Nevers jaloux et blême


Fait des vers où jamais personne n’entend rien.

Il en fesait qu’on entendait très aisément et avec grand plaisir, comme


ceux-ci contre Rancé, le fameux réformateur de la Trappe, qui avait écrit
contre l’archevêque Fénélon:
Cet abbé qu’on croyait pétri de sainteté,
Vieilli dans la retraite et dans l’humilité,
Orgueilleux de ses croix, bouffi de sa souffrance,
Rompt ses sacrés statuts en rompant le silence;
Et, contre un saint prélat s’animant aujourd’hui,
Du fond de ses déserts déclame contre lui;
Et moins humble de cœur que fier de sa doctrine,
Il ose décider ce que Rome examine.

Son esprit et ses talents se sont perfectionnés dans son petit-fils[244]. Mort
en 1707.
Nicéron (Jean-Pierre), barnabite, né à Paris, en 1685, auteur des
Mémoires sur les hommes illustres dans les lettres. Tous ne sont pas
illustres, mais il parle de chacun convenablement; il n’appelle point un
orfèvre grand homme. Il mérite d’avoir place parmi les savants utiles. Mort
en 1738.
Nicole (Pierre), né à Chartres, en 1625, un des meilleurs écrivains de
Port-Royal. Ce qu’il a écrit contre les jésuites n’est guère lu aujourd’hui; et
ses Essais de morale, qui sont utiles au genre humain, ne périront pas. Le
chapitre, surtout, des moyens de conserver la paix dans la société, est un
chef-d’œuvre auquel on ne trouve rien d’égal en ce genre dans l’antiquité;
mais cette paix est peut-être aussi difficile à établir que celle de l’abbé de
Saint-Pierre. Mort en 1695.
Nivelle de La Chaussée (Pierre-Claude). Il a fait quelques comédies
dans un genre nouveau et attendrissant, qui ont eu du succès. Il est vrai que
pour faire des comédies il lui manquait le génie comique. Beaucoup de
personnes de goût ne peuvent souffrir des comédies où l’on ne trouve pas
un trait de bonne plaisanterie; mais il y a du mérite à savoir toucher, à bien
traiter la morale, à faire des vers bien tournés et purement écrits: c’est le
mérite de cet auteur. Il était né sous Louis XIV[245]. On lui a reproché que
ce qui approche du tragique dans ses pièces n’est pas toujours assez
intéressant, et que ce qui est du ton de la comédie n’est pas plaisant.
L’alliage de ces deux métaux est difficile à trouver. On croit que La
Chaussée est un des premiers après ceux qui ont eu du génie. Il est mort
vers l’année 1750[246].
Nodot, n’est connu que par ses fragments de Pétrone, qu’il dit avoir
trouvés à Belgrade, en 1688. Les lacunes qu’il a en effet remplies ne me
paraissent pas d’un aussi mauvais latin que ses adversaires le disent. Il y a
des expressions, à la vérité, dont ni Cicéron, ni Virgile, ni Horace, ne se
servent; mais le vrai Pétrone est plein d’expressions pareilles, que de
nouvelles mœurs et de nouveaux usages avaient mises à la mode. Au reste,
je ne fais cet article touchant Nodot que pour faire voir que la satire de
Pétrone n’est point du tout celle que le consul Pétrone envoya, dit-on, à
Néron, avant de se faire ouvrir les veines: «Flagitia principis sub nominibus
exoletorum feminarumque, et novitate cujusque stupri perscripsit, atque
obsignata misit Neroni[247].»
On a prétendu que le professeur Agamemnon est Sénèque; mais le style
de Sénèque est précisément le contraire de celui d’Agamemnon, turgida
oratio; Agamemnon est un plat déclamateur de collége.
On ose dire que Trimalcion est Néron. Comment un jeune empereur, qui
après tout avait de l’esprit et des talents, peut-il être représenté par un vieux
financier ridicule, qui donne à dîner à des parasites plus ridicules encore, et
qui parle avec autant d’ignorance et de sottise que le Bourgeois
gentilhomme de Molière?
Comment la crasseuse et idiote Fortunata, qui est fort au-dessous de
madame Jourdain, pourrait-elle être la femme ou la maîtresse de Néron?
quel rapport des polissons de collége, qui vivent de petits larcins dans des
lieux de débauche obscurs, peuvent-ils avoir avec la cour magnifique et
voluptueuse d’un empereur? Quel homme sensé, en lisant cet ouvrage
licencieux, ne jugera pas qu’il est d’un homme effréné, qui a de l’esprit,
mais dont le goût n’est pas encore formé; qui fait tantôt des vers très
agréables, et tantôt de très mauvais; qui mêle les plus basses plaisanteries
aux plus délicates, et qui est lui-même un exemple de la décadence du goût
dont il se plaint?
La clef qu’on a donnée de Pétrone ressemble à celle des Caractères de
La Bruyère; elle est faite au hasard.
Ozanam (Jacques), Juif d’origine, né près de Dombes, en 1642. Il apprit
la géométrie sans maître, dès l’âge de quinze ans. Il est le premier qui ait
fait un dictionnaire de mathématiques. Ses Récréations mathématiques et
physiques ont toujours un grand débit; mais ce n’est plus l’ouvrage
d’Ozanam, comme les dernières éditions de Moréri ne sont plus son
ouvrage. Mort en 1717.
Pagi (Antoine), Provençal, né en 1624, franciscain. Il a corrigé Baronius,
et a eu pension du clergé pour cet ouvrage. Mort en 1699.
Papin (Isaac), né à Blois en 1657, calviniste. Ayant quitté sa religion, il
écrivit contre elle. Mort en 1709.
Pardies (Ignace-Gaston), jésuite, né à Pau, en 1636, connu par ses
Éléments de géométrie, et par son livre sur l’Ame des bêtes[248]. Prétendre
avec Descartes que les animaux sont de pures machines privées du
sentiment dont ils ont les organes, c’est démentir l’expérience et insulter la
nature. Avancer qu’un esprit pur les anime, c’est dire ce qu’on ne peut
prouver. Reconnaître que les animaux sont doués de sensations et de
mémoire, sans savoir comment cela s’opère, ce serait parler en sage qui sait
que l’ignorance vaut mieux que l’erreur: car quel est l’ouvrage de la nature
dont on connaisse les premiers principes? Mort en 1673.
Parent (Antoine), né à Paris, en 1666, bon mathématicien. Il est encore
un de ceux qui apprirent la géométrie sans maître. Ce qu’il y a de plus
singulier de lui, c’est qu’il vécut long-temps à Paris, libre et heureux, avec
moins de deux cents livres de rente. Mort en 1716.
Pascal (Blaise), fils du premier intendant qu’il y eut à Rouen, né en
1623, génie prématuré. Il voulut se servir de la supériorité de ce génie
comme les rois de leur puissance; il crut tout soumettre et tout abaisser par
la force. Ce qui a le plus révolté certains lecteurs dans ses Pensées[249],
c’est l’air despotique et méprisant dont il débute. Il ne fallait commencer
que par avoir raison. Au reste, la langue et l’éloquence lui doivent
beaucoup. Les ennemis de Pascal et d’Arnauld firent supprimer leurs éloges
dans le livre des Hommes illustres de Perrault. Sur quoi on cita ce passage
de Tacite (Ann. III, 76), «Præfulgebant Cassius atque Brutus eo ipso quod
effigies eorum non visebantur.» Mort en 1662.
Patin (Gui), né à Houdan, en 1601, médecin, plus fameux par ses Lettres
médisantes que par sa médecine. Son recueil de Lettres a été lu avec avidité,
parcequ’elles contiennent des nouvelles et des anecdotes que tout le monde
aime, et des satires qu’on aime davantage. Il sert à faire voir combien les
auteurs contemporains qui écrivent précipitamment les nouvelles du jour,
sont des guides infidèles pour l’histoire. Ces nouvelles se trouvent souvent
fausses ou défigurées par la malignité; d’ailleurs, cette multitude de petits
faits n’est guère précieuse qu’aux petits esprits. Mort en 1672.
Patin (Charles), né à Paris, en 1633, fils de Gui Patin. Ses ouvrages sont
lus des savants, et les Lettres de son père le sont des gens oisifs. Charles
Patin, très savant antiquaire, quitta la France, et mourut professeur en
médecine à Padoue, en 1693.
Patru (Olivier), né à Paris en 1604, le premier qui ait introduit la pureté
de la langue dans le barreau. Il reçut dans sa dernière maladie une
gratification de Louis XIV, à qui l’on dit qu’il n’était pas riche. Mort en
1681.
Pavillon (Étienne), né à Paris, en 1632, avocat général au parlement de
Metz, connu par quelques poésies écrites naturellement. Mort en 1705.
Pellisson-Fontanier (Paul), né calviniste à Béziers, en 1624; poëte
médiocre, à la vérité, mais homme très savant et très éloquent; premier
commis et confident du surintendant Fouquet; mis à la Bastille en 1661. Il y
resta quatre ans et demi, pour avoir été fidèle à son maître. Il passa le reste
de sa vie à prodiguer des éloges au roi, qui lui avait ôté sa liberté: c’est une
chose qu’on ne voit que dans les monarchies. Beaucoup plus courtisan que
philosophe, il changea de religion, et fit sa fortune. Maître des comptes,
maître des requêtes, et abbé, il fut chargé d’employer le revenu du tiers des
économats à faire quitter aux huguenots leur religion, qu’il avait quittée.
Son Histoire de l’académie fut très applaudie. On a de lui beaucoup
d’ouvrages, des Prières pendant la messe, un Recueil de pièces galantes, un
Traité sur l’Eucharistie, beaucoup de vers amoureux à Olympe. Cette
Olympe était mademoiselle Desvieux, qu’on prétend avoir épousé le
célèbre Bossuet avant qu’il entrât dans l’Église[250]. Mais ce qui a fait le
plus d’honneur à Pellisson, ce sont ses excellents discours pour M. Fouquet,
et son Histoire de la conquête de la Franche-Comté. Les protestants ont
prétendu qu’il était mort avec indifférence; les catholiques ont soutenu le
contraire, et tous sont convenus qu’il mourut sans sacrements. Mort en
1693.
Perrault (Claude), né à Paris en 1613[251]. Il fut médecin, mais il
n’exerça la médecine que pour ses amis. Il devint, sans aucun maître, habile
dans tous les arts qui ont rapport au dessin, et dans les mécaniques. Bon
physicien, grand architecte, il encouragea les arts sous la protection de
Colbert, et eut de la réputation malgré Boileau. Il a publié plusieurs
Mémoires sur l’anatomie comparée, dans les recueils de l’académie des
sciences, et une magnifique édition de Vitruve. La traduction et les dessins
qui l’embellissent sont également ses ouvrages. Mort en 1688.
Perrault (Charles), né en 1633, frère de Claude. Contrôleur-général des
bâtiments sous Colbert, donna la forme aux académies de peinture, de
sculpture, et d’architecture. Utile aux gens de lettres, qui le recherchèrent
pendant la vie de son protecteur, et qui l’abandonnèrent ensuite. Ou lui a
reproché d’avoir trouvé trop de défauts dans les anciens; mais sa grande
faute est de les avoir critiqués maladroitement, et de s’être fait des ennemis
de ceux même qu’il pouvait opposer aux anciens. Cette dispute a été et sera
long-temps une affaire de parti, comme elle l’était du temps d’Horace. Que
de gens encore en Italie qui, ne pouvant lire Homère qu’avec dégoût, et
lisant tous les jours l’Arioste et le Tasse avec transport, appellent encore
Homère incomparable! Mort en 1703.
N. B. Il est dit dans les Anecdotes littéraires, tome II, page 27,
qu’Addison ayant fait présent de ses ouvrages à Despréaux, celui-ci lui
répondit qu’il n’aurait jamais écrit contre Perrault, s’il eût vu de si
excellentes pièces d’un moderne. Comment peut-on imprimer un tel
mensonge? Boileau ne savait pas un mot d’anglais, aucun Français
n’étudiait alors cette langue. Ce n’est que vers l’an 1730 qu’on commença à
se familiariser avec elle. Et d’ailleurs, quand même Addison, qui s’est
moqué de Boileau, aurait été connu de lui, pourquoi Boileau n’aurait-il pas
écrit contre Perrault, en faveur des anciens dont Addison fait l’éloge dans
tous ses ouvrages? Encore une fois[252], défions-nous de tous ces ana, de
toutes ces petites anecdotes. Un sûr moyen de dire des sottises est de répéter
au hasard ce qu’on a entendu dire.
Perrot d’Ablancourt (Nicolas), d’une ancienne famille du parlement
de Paris, né à Vitri[253] en 1606, traducteur élégant, et dont on appela
chaque traduction la belle infidèle: mort pauvre en 1664.
Petau (Denys), né à Orléans, en 1583, jésuite. Il a réformé la
chronologie. On a de lui soixante et dix ouvrages. Mort en 1652.
Petis de La Croix (François), l’un de ceux dont le grand ministre
Colbert encouragea et récompensa le mérite. Louis XIV l’envoya en
Turquie et en Perse, à l’âge de seize ans, pour apprendre les langues
orientales. Qui croirait qu’il a composé une partie de la vie de Louis XIV en
arabe, et que ce livre est estimé dans l’Orient? On a de lui l’Histoire de
Gengis-Kan[254] et de Tamerlan, tirée des anciens auteurs arabes, et
plusieurs livres utiles; mais sa traduction des Mille et un jours est ce qu’on
lit le plus:

L’homme est de glace aux vérités,


Il est de feu pour les mensonges.
La Fontaine, IX, 6.

Mort en 1713.
Petit (Pierre), né à Paris, en 1617, philosophe et savant. Il n’a écrit
qu’en latin. Mort en 1687.
Pezron (Paul), de l’ordre de Citeaux, né en Bretagne, en 1639, grand
antiquaire, qui a travaillé sur l’origine de la langue des Celtes. Mort en
1706.
Polignac (Melchior de), cardinal, né au Puy, en Vélay, en 1661, aussi
bon poëte latin qu’on peut l’être dans une langue morte; très éloquent dans
la sienne; l’un de ceux qui ont prouvé qu’il est plus aisé de faire des vers

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