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La tía Tula

Intr oducción
La tía Tula es una novela corta escrita por Miguel de Unamuno, perteneciente a la
Generación del 98, un grupo de escritores, quienes al final del s. XIX y principios del
s. XX intentaron intervenir en la mejora de vida de la sociedad española, mostrando
las miserias y la pobreza en aquella época, la cual está marcada por el Desastre del 98,
con la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, además de la llegada al trono de
Alfonso XIII.

Miguel de Unamuno fue uno de los autores más representativos del s. XX, lo que se
demuestra con sus obras como Vida de Don Quijote y Sancho, En torno al casticismo
y La agonía del cristianismo (ensayos). Respecto a novelas, destaca por Niebla y San
Manuel Bueno mártir, en cuanto a poesía, El cristo de Velázquez; y teatro, El
hermano Juan. También es uno de los escritores más relevantes por ser el creador de
una nueva técnica narrativa, la "nivola" (novela en la que se mezcla literatura y
filosofiía).

Esta novela se publicó por primera vez en 1921, pero Unamuno ya la tenía en
proyecto en 1902. El argumento de la obra representa a través de la protagonista, la
fiel personificación de esta idea, de que para la mujer la pérdida de la virginidad tiene
sentido como medio de alcanzar la maternidad. Para ello, narra una historia de amor
entre Ramiro,Rosa y Gertrudis. La obra se inicia siendo pareja Ramiro y Rosa, hasta
que Rosa en el transcurso de la obra muere y Ramiro comienza a plantearse si estaba
realmente enamorado de ella o en verdad lo estaba de Gertrudis. Más tarde, se casará
con Manuela, con la que tendrá otros dos hijos. Tras la muerte de ambos se hará cargo
de los niños Gertrudis igual que lo ha hecho a lo largo de la obra.

Análisis de los Temas Pr incipales


Maternidad y sacrificio
En "La tía Tula" de Miguel de Unamuno, el tema de la maternidad y el sacrificio se

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aborda a través del personaje de Gertrudis (Tula), quien elige sacrificar su propia vida
personal y sus aspiraciones para asumir el rol de madre sustituta de los hijos de su
hermana Rosa tras su muerte. Este sacrificio refleja no solo la devoción y el amor
incondicional de Tula hacia su familia, sino también las expectativas y presiones
sociales hacia las mujeres en su época. Detalles específicos del sacrificio de Tula:
Renuncia a la vida personal: Tula, a pesar de ser una mujer inteligente y capaz de
vivir independientemente, elige quedarse en un entorno familiar y cuidar de sus
sobrinos. Ella renuncia a la posibilidad de buscar su propia felicidad personal, un
matrimonio o una carrera fuera del ámbito doméstico, lo que era raro y valioso para
una mujer en su tiempo.

Compromiso emocional y físico: Tula se involucra profundamente en cada aspecto de


la vida de sus sobrinos, desde su alimentación y educación hasta su desarrollo moral y
emocional. Este compromiso va más allá del cuidado físico; ella se convierte en su
guía espiritual y moral, inculcándoles valores y enseñanzas que considera
importantes.

Negación de sus propios deseos: La novela sugiere que Tula podría tener deseos y
necesidades personales, como afecto, amor y reconocimiento, que son constantemente
suprimidos para mantener su rol como cuidadora. Su vida gira en torno a las
necesidades de los demás, poniendo siempre las de sus sobrinos por encima de las
suyas.

Conflictos internos: El sacrificio de Tula no es retratado como algo completamente


altruista o sin conflicto. Ella experimenta luchas internas y dudas sobre sus decisiones.
La dedicación a sus sobrinos es tanto una elección consciente como una imposición
social, lo que le causa un conflicto emocional y espiritual que refleja en su forma de
interactuar con otros personajes y en su introspección.

La búsqueda de la identidad personal

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Tula elige conscientemente no casarse, una decisión radical para una mujer en la
España de principios del siglo XX. Su rechazo al matrimonio no es solo un acto de
independencia, sino también una profunda declaración personal de su necesidad de
controlar su destino. Esta elección refleja su deseo de no ser definida o limitada por
un hombre o por las expectativas tradicionales de la sociedad respecto a la mujer
como esposa y madre. Aunque Tula elige no ser madre biológica, redefine la
maternidad asumiendo el cuidado de sus sobrinos tras la muerte de su hermana. Su
enfoque de la maternidad es menos sobre la continuidad biológica y más sobre la
transmisión de valores y el cuidado emocional. Esta forma de maternidad permite a
Tula explorar y expresar su capacidad para el amor y el cuidado, al mismo tiempo que
mantiene su autonomía sobre su cuerpo y su futuro. Tula vive sola y maneja su hogar
independientemente, algo no común para las mujeres solteras de su tiempo. Su
independencia es fundamental para su identidad personal, permitiéndole un espacio

para cultivar sus propios pensamientos y vivir según sus propios términos. (De Lope

Blanch, 1986) Sin embargo, no abandona sus responsabilidades familiares,

equilibrando su independencia con un profundo sentido del deber hacia sus sobrinos.
La espiritualidad de Tula es otro componente clave de su identidad. Ella cuestiona y
contempla su fe, lo que refleja su búsqueda interna de significado y propósito. Este
desarrollo espiritual es crucial para su capacidad de manejar las tensiones entre sus
deseos personales y sus obligaciones externas, y también sirve como una guía moral
en su vida. Tula enfrenta la soledad como una realidad constante, derivada tanto de su
decisión de no casarse como de su posición como cuidadora de sus sobrinos. Esta
soledad, aunque a menudo es dolorosa, también le brinda la oportunidad de
introspección y crecimiento personal. En su soledad, Tula encuentra fuerzas para
cuestionar, definir y redefinir quién es y lo que realmente valora. A través de sus
interacciones con otros personajes, como su cuñado Ramiro y las figuras de la
comunidad, Tula no solo influye en su entorno, sino que también es moldeada por él.
Su identidad se forma y reforma en el contexto de estas relaciones, donde se ve
forzada a afirmar sus convicciones y a defender sus elecciones de vida.

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Per sonajes
Ger tr udis: La protagonista de esta obra inicia su recorrido como una joven y llega a
la adultez al concluir la narración. A pesar de esto, sus convicciones permanecen
inalteradas a lo largo de su evolución. En el comportamiento de Gertrudis, se resaltan
principalmente dos aspectos: su inmensa entrega al cuidado de los niños y su aversión
hacia el acto sexual, siempre que se involucre directamente, aunque incita a su
hermana a pasar su vida en la cama con Ramiro. (“Dámelo Rosa, dame al niño y vete
a entretener a tu marido...” pág. 92).

El caso de Gertrudis no corresponde al de una mujer que se sacrifica para atender a


niños huérfanos, sino que ella ya había decidido mantener su virginidad a cualquier
precio, y el compromiso de considerar a sus sobrinos como hijos propios le permite
cumplir su anhelo de ser madre y perpetuarse sin la necesidad del sexo.

Otra característica significativa de su personalidad es su repulsión hacia los hombres,


no porque carezca de interés sexual o sea frígida, ya que en varios momentos del texto
lucha por controlar sus impulsos naturales (cuando le exige a Ramiro que se case con
Rosa o que se marche, ocultando sus propios sentimientos de mujer enamorada), e
incluso intenta evitar cualquier situación que la fuerze a confrontar estos instintos
(cuando Ramiro sale de casa, desea que también se vaya el olor a hombre); los
rechaza porque, según ella, el hombre se deja dominar por el placer y la sensualidad, y
el amor de Gertrudis no es físico, sino espiritual (A Ramiro solo le revela su amor
cuando él está a punto de fallecer y ya no existe la posibilidad de un amor carnal).

Rosa: representa el ideal de feminidad de su época. Es descrita como sumisa, gentil y


dedicada a su hogar y familia. Su vida parece girar en torno a satisfacer las
expectativas de ser una buena esposa y madre, roles que asume sin cuestionar. Rosa
depende emocionalmente de las figuras de autoridad en su vida, primero de su
hermana Tula y luego de su esposo Ramiro. Esta dependencia se muestra claramente

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en su incapacidad para tomar decisiones importantes sin consultar o apoyarse en ellos.
Su muerte temprana también puede interpretarse como una manifestación física de su
vulnerabilidad emocional y psicológica. Como madre, Rosa se entrega completamente
a sus hijos, aunque esto también refleja la presión social para que las mujeres
encuentren su realización a través de la maternidad. Su salud se deteriora con cada
embarazo, lo que sugiere que su rol como madre la consume física y emocionalmente.
La relación de Rosa con Tula es compleja. Por un lado, admira y depende de la
fortaleza y decisión de Tula; por otro, parece estar consciente de que Tula controla
muchos aspectos de su vida, incluida la educación de sus hijos. Con Ramiro, Rosa
tiene una relación más tradicional, donde ella cumple el rol de la esposa que necesita
protección y apoyo. Contraste con Tula: Rosa actúa como un contrapunto a Tula.
Mientras que Tula rechaza los roles tradicionales de las mujeres y se forja una
identidad más independiente, Rosa los acepta y se conforma con ellos. Este contraste
es crucial para entender las críticas de Unamuno a las restricciones impuestas a las
mujeres en su sociedad. La muerte de Rosa puede interpretarse como el resultado final
de su vulnerabilidad y de la presión para cumplir con su rol de madre. Su muerte deja
a sus hijos en manos de Tula, lo que refuerza el papel de Tula como una figura
maternal alternativa y más poderosa.

Ramir o: se caracteriza por su notable pasividad. A lo largo de la novela, se muestra


como alguien que raramente toma decisiones propias o muestra una dirección clara en
su vida. Esta pasividad se refleja en cómo maneja sus relaciones personales y su rol
dentro del hogar. En lugar de asumir un papel activo, Ramiro tiende a seguir las
decisiones y el liderazgo de las mujeres a su alrededor, primero su esposa Rosa y
luego su cuñada Tula. La vida de Ramiro está profundamente influenciada por las
mujeres en su vida. Inicialmente, sigue las directrices y deseos de Rosa, pero tras su
muerte, Tula toma un papel aún más dominante en su vida. Ramiro no solo acepta
esta transición, sino que parece necesitar la guía y el control de Tula para manejar
aspectos tanto personales como familiares. Este aspecto de su personalidad destaca la
inversión de los roles de género tradicionalmente masculinos de autoridad y decisión.

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Ramiro vive literalmente en la sombra de las figuras femeninas dominantes de la
historia. Esta dinámica se intensifica tras la muerte de Rosa, cuando Tula no solo
toma las riendas de la crianza de los hijos de Ramiro, sino que también se convierte
en una especie de figura maternal para él. La sombra de Tula sobre Ramiro es tan
prominente que él raramente actúa sin consultarla o sin su aprobación explícita.
Aunque Ramiro es predominantemente pasivo, su personaje no está completamente
exento de conflictos internos. Estos conflictos suelen surgir en momentos donde la
dirección impuesta por Tula choca con sus propios sentimientos o cuando las
consecuencias de su pasividad se hacen evidentes, como en la educación de sus hijos
o en la gestión de su hogar. Sin embargo, estos conflictos rara vez llevan a un cambio
significativo en su comportamiento o a un aumento de su agencia personal.

Unamuno utiliza a Ramiro para cuestionar y explorar conceptos de masculinidad. En


una época y cultura donde se esperaba que los hombres fueran los decisores y los
líderes familiares, Ramiro representa una antítesis de estos ideales. Su personaje
ofrece una oportunidad para reflexionar sobre la variabilidad de los roles de género y
sobre cómo la identidad personal puede ser moldeada por las expectativas y las
relaciones dominantes.

Los niños : desde su nacimiento, son vistos como seres puros e inocentes, sin las
complicaciones o las culpas de los adultos. Esta inocencia es lo que Tula valora y
busca proteger a lo largo de la novela. Sin embargo, su protección va más allá del
cuidado físico; se adentra en el ámbito de la formación moral y espiritual. Tula asume
un papel activo en la educación de los niños, no solo supervisando su cuidado diario
sino también su desarrollo moral y espiritual. La educación que Tula imparte está
fuertemente imbuida de sus propios valores y creencias. Ella enseña a los niños sobre
el deber, la moralidad y la religión, esperando inculcar en ellos una visión del mundo
que refleje su propia rigidez moral y su devoción. Los niños son criados en un
ambiente donde las normas y los valores de Tula son omnipresentes. Tula ejerce un
control casi total sobre la vida de los niños. Este control se manifiesta en cómo les

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enseña a comportarse, en cómo interactúan con otros y en cómo perciben el mundo. A
través de este control, Tula busca crear un legado, asegurándose de que sus valores
persistan a través de la próxima generación. Sin embargo, este control también plantea
preguntas sobre la autonomía de los niños y su capacidad para formar sus propias
identidades. Los niños son el legado vivo de Tula. A través de ellos, ella espera
perpetuar sus creencias y su modo de vida. Este aspecto de su relación con los niños
es central en la novela, ya que refleja el deseo de Tula de influir en el futuro, incluso
si ella misma elige no seguir el camino tradicional de la maternidad biológica. Los
niños, por lo tanto, son tanto sus hijos adoptivos como los portadores de su visión y
sus esperanzas para el futuro.

En resumen, los niños en "La tía Tula" no solo simbolizan la inocencia y la


potencialidad, sino que también son fundamentales para entender el alcance y las
limitaciones del control y la influencia de Tula. A través de su relación con los niños,
se revela la complejidad de su carácter y las contradicciones inherentes a su visión del
mundo.

Comentar io
En «La tía Tula», Miguel de Unamuno nos presenta a un personaje central que se
adueña de toda la narración: Tula, la hermana de Rosa. Tula asume el papel de madre
y se encarga de cuidar y educar a los hijos de su hermana como si fueran propios,
llegando incluso a tener control sobre la vida de Rosa y su esposo. Esta novela, al
igual que otras obras de Unamuno, destaca por tener un personaje omnipresente y
omnipotente, mientras que los demás personajes quedan en segundo plano sin una
personalidad definida.

El concepto de maternidad es el hilo conductor de toda la historia, representado como


una categoría de dimensiones descomunales. La visión de Tula sobre la maternidad se
aleja de la realidad física y se convierte en una abstracción que engloba todos los
aspectos profundos de la vida, no solo de los hijos, sino de quienes rodean a una

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madre. La obsesión de Tula por buscar la pureza la lleva a manipular a niños y adultos
por igual, rechazando incluso el amor físico. Sin embargo, a pesar de su carácter
tiránico, el personaje de Tula muestra algunos momentos de flaqueza que le otorgan
un resto de humanidad.

El final de la novela puede parecer descolorido, pero en realidad busca resaltar el


maximalismo del planteamiento propuesto por Unamuno. El autor mismo afirma en
«Cómo se hace una novela» que las novelas en rigor no acaban, ya que lo acabado y
perfecto es la muerte, y la vida no puede morirse. Esto nos muestra la apuesta del
autor por una narrativa sin fin, donde la imperfección y lo inacabado forman parte de
su esencia.

Conclusión:
"La tía Tula" es una obra literaria de Miguel de Unamuno, cargada de simbolismo y
emociones profundas. Esta novela analiza profundamente la vida de una mujer que
intenta forjar su propio camino en un mundo que aún no está preparado para aceptar
sus ideas. Unamuno utiliza el personaje de Tula para cuestionar la naturaleza de la
maternidad, la autonomía y el sacrificio, ofreciendo una visión crítica de la sociedad y
exponiendo las complicaciones inherentes a la rebelión contra las normas sociales.
Esta novela no solo es un retrato de una mujer adelantada a su tiempo, sino también
una reflexión sobre los límites del amor y el poder.

En esta obra, Tula, la protagonista, demuestra una personalidad extraordinaria y


resolutiva. Rechaza los roles femeninos tradicionales, como el matrimonio y la
maternidad, y elige una manera única de concebir la familia. Se hace cargo de los
hijos de su hermana fallecida, desempeñando el rol de una madre estricta pero
amorosa, reinterpretando de esta manera el papel tradicional de la maternidad. Esta
reinterpretación no solo desafía las expectativas sociales, sino que también plantea
cómo un individuo puede encontrar un equilibrio entre la presión social y las
creencias personales.

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La vida de Tula refleja una profunda contradicción interna. Por un lado, su cuidado
hacia sus sobrinos y sobrinas muestra su profundo amor y compromiso con la familia;
por otro lado, para mantener su independencia y control, sacrifica su felicidad
personal y potenciales relaciones amorosas. Este sacrificio no solo es una búsqueda de
autorealización, sino también una rebelión contra las expectativas sociales.

Además, Unamuno explora la dinámica del poder a través de la historia de Tula. Su


rol en la familia destaca su autoridad en la dominación moral y emocional, pero
también revela las limitaciones y consecuencias del ejercicio del poder. Su estilo de
vida y decisiones no solo afectan su propia calidad de vida, sino que también
impactan profundamente en la trayectoria vital de las personas que ama.

En resumen, "La tía Tula" es una obra que explora la complejidad de la naturaleza
humana, las normas sociales y la lucha personal. La representación detallada de Tula
ofrece un ejemplo poderoso de cómo mantener principios personales sin compromisos,
mostrando también el inevitable conflicto entre las elecciones personales y las
estructuras sociales. Como en facetas de la personalidad del propio Unamuno(lo cual,
en palabras de éste, sería lo mismo), personalidades tan compleja e interesante como

su propia obra.(De Lope Blanch, 1986)Esta novela presenta un desafío profundo a las

estructuras sociales tradicionales, así como un retrato auténtico de la lucha individual


por la supervivencia y la autorrealización.

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Bibliogr afía

[1]. Unamuno, M. de. (1921). La tía Tula . Alianza Editorial.


[2]. de Lope Blanch, P. O. (1986). En torno a La tía Tula. In Actas del V
III Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas: 22-27 agosto
1983 (pp. 383-390). Istmo.
[3]. Feal, C. (1988). Nada menos que toda una mujer: La tía Tula de Una
muno. In Estelas, laberintos, nuevas sendas: Unamuno, Valle-Inclán. Garcí
aLorca. La Guerra civil. Anthropos.
[4]. Fernández, L. (2005). El tema de la maternidad en La tía Tula. En J.
Martínez (Ed.), Ensayos sobre la narrativa de Unamuno (pp. 142-158). Edi
ciones Cátedra.
[5]. García Lorca, A. (1990). La representación de la mujer en La tía Tula
de Unamuno. Revista de Estudios Hispánicos, 25(3), 21-35.
[6]. Stenstrom, M. (2007). Acercamiento al pensamiento de Unamuno: La T
ía Tula y la lucha entre fe y razón. Revista de Filosofía, 25(55), 35-54.

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