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Biografias

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Tú me quieres blanca

Tú me quieres alba, corriste al Estrago.

me quieres de espumas,

me quieres de nácar. Tú que el esqueleto

Que sea azucena conservas intacto

Sobre todas, casta. no sé todavía

De perfume tenue. por cuáles milagros,

Corola cerrada . me pretendes blanca

(Dios te lo perdone),

Ni un rayo de luna me pretendes casta

filtrado me haya. (Dios te lo perdone),

Ni una margarita ¡me pretendes alba!

se diga mi hermana.

Tú me quieres nívea, Huye hacia los bosques,

tú me quieres blanca, vete a la montaña;

tú me quieres alba. límpiate la boca;

vive en las cabañas;

Tú que hubiste todas toca con las manos

las copas a mano, la tierra mojada;

de frutos y mieles alimenta el cuerpo

los labios morados. con raíz amarga;

Tú que en el banquete bebe de las rocas;

cubierto de pámpanos duerme sobre escarcha;

dejaste las carnes renueva tejidos

festejando a Baco. con salitre y agua:

Tú que en los jardines

negros del Engaño Habla con los pájaros

vestido de rojo y lévate al alba.


Y cuando las carnes

te sean tornadas,

y cuando hayas puesto

en ellas el alma

que por las alcobas

se quedó enredada,

entonces, buen hombre,

preténdeme blanca,

preténdeme nívea,

preténdeme casta.

Alfonsina Storni.
Alfonsina Storni

(Capriasca, Suiza, 1892 - Mar del Plata, Argentina, 1938) Poetisa


argentina de origen suizo. Alfonsina Storni pasó a ocupar un lugar
destacado en el panorama literario hispanoamericano por la fuerza
con que aparece en sus versos la afirmación de una mirada
femenina sobre el mundo. Junto a la chilena Gabriela Mistral y la
uruguaya Juana de Ibarbourou, contemporáneas suyas, conformó
la primera avanzadilla en la lucha de las mujeres por ocupar
lugares de reconocimiento en los espacios de la literatura de
América.

A los cuatro años se trasladó con sus padres a Argentina, y residió en Santa Fe, Rosario y Buenos
Aires. Se graduó como maestra, ejerció en la ciudad de Rosario y allí publicó poemas en las revistas
Mundo Rosarino y Monos y Monadas. Se trasladó luego a Buenos Aires y fue docente en el Teatro
Infantil Lavardén y en la Escuela Normal de Lenguas Vivas.

En 1917 fue nombrada maestra directora del internado de Marcos Paz. Por esa época comenzó
Alfonsina Storni a frecuentar los círculos literarios y dictó conferencias en Buenos Aires y
Montevideo; colaboró en las publicaciones Caras y Caretas, Nosotros, Atlántida, La Nota y en el
periódico La Nación. Compartió además la vida artística y cultural del grupo Anaconda con Horacio
Quiroga y Enrique Amorín y obtuvo varios premios literarios.

En la década de 1930 viajó a Europa y participó de las reuniones del grupo Signos, donde asistían
figuras importantes de las letras como Federico García Lorca y Ramón Gómez de la Serna. En 1938
participó en el homenaje que la Universidad de Montevideo brindó a las tres grandes poetisas de
América: Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou y ella misma. Víctima de una enfermedad terminal,
el 25 de octubre de ese mismo año decidió suicidarse en Mar del Plata.

Madre soltera, hecho que no era aceptable en su época, Alfonsina Storni fue sin embargo la
primera mujer reconocida entre los mayores escritores de aquel tiempo. Su trayectoria literaria
evolucionó desde el romanticismo hacia el intimismo sintomático del modernismo crepuscular
para desembocar en la vanguardia. El rasgo más característico de su producción fue un feminismo
combativo en la línea que se observa en el poema Tú me quieres blanca, el cual se halla motivado
por las relaciones problemáticas con el hombre, decisivas en la vida de la poetisa.

La obra poética de Alfonsina Storni se divide en dos etapas: a la primera, caracterizada por la
influencia de los románticos y modernistas, corresponden La inquietud del rosal (1916), El dulce
daño (1918), Irremediablemente (1919), Languidez (1920) y Ocre (1920). La segunda etapa,
caracterizada por una visión oscura, irónica y angustiosa, se manifiesta en Mundo de siete pozos
(1934) y Mascarilla y trébol (1938).
Storni hizo también incursiones en la dramaturgia: en 1927 estrenó en el Teatro Cervantes El amo
del mundo, y en 1931 aparecieron Dos farsas pirotécnicas, que incluían Cimbellina en 1900 y pico y
Polixena y la cocinerita. En 1950 se editó Teatro infantil, pero varias de sus obras para niños
permanecen inéditas. En 1936 colaboró en el IV Centenario de la fundación de Buenos Aires con el
ensayo Desovillando la raíz porteña.

Falleció el 25 de octubre de 1938 a los 46 años de edad


Me gusta cuando callas

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,

y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.

Parece que los ojos se te hubieran volado

y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma

emerges de las cosas, llena del alma mía.

Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,

y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.

Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.

Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:

déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio

claro como una lámpara, simple como un anillo.

Eres como la noche, callada y constelada.

Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.

Distante y dolorosa como si hubieras muerto.

Una palabra entonces, una sonrisa bastan.

Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Pablo Neruda
Pablo Neruda

Nacido en 1904 en Parral con el nombre de Ricardo Eliecer


Neftalí Reyes Basoalto, Neruda se sintió durante toda su
vida profundamente enraizado en su tierra chilena pese a
haber llevado una existencia de viajero incansable. Su
madre, Rosa Basoalto, murió de tuberculosis poco después
de dar a luz, y su padre, conductor de un tren que cargaba
piedra, José del Carmen Reyes Morales, se casó dos años
después con Trinidad Cambia Marverde, de quien Neruda
escribiría: "Era una mujer dulce y diligente, tenía sentido
del humor campesino y una bondad activa e infatigable".
Para el pequeño Neftalí fue su nueva madre como el hada
buena; tuteló al muchacho con una solicitud incluso mayor
que su auténtico padre, con quien, en su adolescencia, no
tardaría en mantener graves disputas.

Residiendo en Temuco, ingresó en el Liceo de la ciudad en 1910, y cuando aún no había salido de
esta institución, el 18 de julio de 1917, pudo leer emocionadamente en un periódico local, La
Mañana, el primero de sus artículos publicados, que tituló "Entusiasmo y perseverancia". Para
entonces había tenido la suerte de conocer a una imponente señora, "alta, con vestidos muy
largos", que no era otra sino la célebre poetisa Gabriela Mistral, quien le había regalado algunos
libros de Tolstoi, Dostoievski y Chéjov, decisivos en su primera formación literaria.

No obstante, su padre se oponía abiertamente a que siguiera esta vocación, de modo que cuando
el 28 de noviembre de 1920 obtuvo el premio de la Fiesta de Primavera de Temuco, el joven poeta
ya firmaba sus poemas con seudónimo, un ardid para desorientar a su progenitor. El nombre
elegido, Neruda, lo había encontrado por azar en una revista y era de origen checo; no sabía que se
lo estaba usurpando a un colega, un lejano escritor que compuso hermosas baladas y que posee
un monumento erigido en el barrio de Mala Strana de Praga.

Cuando concluye sus estudios en el Liceo pasa a Santiago para seguir la carrera de profesor de
francés en el Instituto Pedagógico, pero continúa preparando libros de versos. Al poco tiempo se
vincula a la revista Juventud de la Federación de Estudiantes, donde toma contacto con el
movimiento anarquista y, en particular, con uno de los líderes del grupo, formidable y valeroso,
llamado Juan Gandulfo. En 1922, habiendo trabado una buena amistad, que se revelaría fecunda y
duradera, con el director de la revista Claridad, se incorpora a su redacción, y así comienza a
escribir como un poseso hasta cinco poemas diarios. Al año siguiente edita a sus expensas su
primer libro de poemas, Crepusculario.

Para poder pagarse esta publicación, Pablo Neruda, por entonces un joven ávido de lecturas y de
vida, extravagante y delgado, vestido a lo poeta bohemio del siglo XIX con un traje negro, debe
vender sus muebles, empeñar el reloj que le ha regalado su padre y recibir la ayuda in extremis de
un crítico generoso. Este último, un tal Allone, se prestó a saldar la deuda cuando el editor se negó
a entregar un solo ejemplar antes de que estuviera satisfecha completamente la factura.

Crepusculario fue en realidad una miscelánea de otros proyectos, una reordenación precipitada de
poemas que inmediatamente dejaron insatisfecho al autor. A partir de entonces Neruda se
entregó, con más ahínco si cabe, a la confección de otro libro, éste sí, orgánico y mucho más
personal, que terminaría publicándose en 1924 con el título Veinte poemas de amor y una canción
desesperada.

Su última aparición en público fue el 5 de diciembre de 1972, cuando el pueblo chileno realizó un
homenaje al poeta en el Estadio Nacional. En febrero de 1973, por razones de salud, renunció a su
cargo de embajador en Francia.

Después del golpe militar del 11 de septiembre su salud se agravó y el 19 fue trasladado de
urgencia desde su casa de Isla Negra a Santiago, donde murió en la Clínica Santa María a las 22:30
del 23 de septiembre.
Como una sola flor desesperada

Lo quiero con la sangre, con el hueso,

con el ojo que mira y el aliento,

con la frente que inclina el pensamiento,

con este corazón caliente y preso,

y con el sueño fatalmente obseso

de este amor que me copa el sentimiento,

desde la breve risa hasta el lamento,

desde la herida bruja hasta su beso.

Mi vida es de tu vida tributaria,

ya te parezca tumulto, o solitaria,

como una sola flor desesperada.

Depende de él como del leño duro

la orquídea, o cual la hiedra sobre el muro,

que solo en él respira levantada.

Juana de Ibarbourou
Juana de Ibarbourou

Juana de Ibarbourou nació el 8 de marzo de 1892 en Melo. Su nombre era


Juana Fernández Morales, pero se hizo conocida como Juana de
Ibarbourou, tomando el apellido de su marido, el capitán Lucas de
Ibarbourou, con quien se casó a los veinte años.

Su obra se inició con gran influencia del modernismo. En 1929, se realizó en el Palacio Legislativo
un acto en el se la consagró como Juana de América, al que asistieron figuras de prestigio
americano: Zorrilla de San Martín, Alfonso Reyes, etc. La influencia de las corrientes superrealistas
abrió un paréntesis de experimentación en La rosa de los vientos.

Entre 1930 y 1950 no publicó ningún libro de poesía pero sí tres libros de prosa: Loores de Nuestra
Señora, Estampas de la Biblia, Chico Carlo, y uno de teatro para niños: Los sueños de Natacha.
Volvió a publicar poesía en 1950 con la aparición de Perdida.

Su poesía se fue haciendo mas elíptica, mas sugerente, cada vez mas formalmente rica. Fue elegida
miembro de la Academia uruguaya en 1947, y en 1959 le fue concedido el Premio Nacional de
Literatura, otorgado ese año por primera vez. La originalidad de su estilo consistió en unir el rico
cromatismo con imágenes modernistas, dándole un sentido optimista de la vida, con un lenguaje
sencillo, sin complejidades conceptuales, que redunda en una expresividad fresca y natural.

Murió en Montevideo el 15 de julio de 1979.


Corazón coraza

Porque te tengo y no

porque te pienso

porque la noche está de ojos abiertos

porque la noche pasa y digo amor

porque has venido a recoger tu imagen

y eres mejor que todas tus imágenes

porque eres linda desde el pie hasta el alma

porque eres buena desde el alma a mí

porque te escondes dulce en el orgullo

pequeña y dulce

corazón coraza

porque eres mía

porque no eres mía

porque te miro y muero

y peor que muero

si no te miro amor

si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera

pero existes mejor donde te quiero

porque tu boca es sangre

y tienes frío

tengo que amarte amor

tengo que amarte

aunque esta herida duela como dos

aunque te busque y no te encuentre


Mario Benedetti

La vida Mario Benedetti estuvo marcada por la literatura y


por el compromiso con sus prójimos. Nacido en Paso de los
Toros (Tacuarembó) el 14 de setiembre de 1920, fue una
figura clave de la Generación del 45, también conocida
como “la generación crítica”.

En la adolescencia conoció a Luz López Alegre, con la que se casará y compartirá 60 años de su
vida.

A través de obras emblemáticas como La Tregua (novela), Montevideanos (cuento), Poemas de la


oficina, o Literatura Uruguaya Siglo XX (crítica), se transformó en uno de los autores uruguayo más
reconocidos. Sin embargo, no siempre vivió de la literatura. Trabajó desde los 14 años en oficios
tan diversos como cadete de un comercio de venta de repuestos de autos, administrativo en una
inmobiliaria, taquígrafo, o empleado público.

A inicios de los setenta estuvo a cargo de una cátedra en la Facultad de Humanidades y Ciencias,
de la Universidad de la República. El Golpe de Estado de 1973 lo obligó al exilio. Primero en Buenos
Aires, luego en Lima, en La Habana y en España (Palma de Mallorca y Madrid), fue siempre una voz
disidente con el autoritarismo y defensora de los derechos humanos.

Fuera del país, su producción literaria continuó en todos los campos, alcanzando los puntos más
altos de su poesía (La casa y el ladrillo), una de sus mejores novelas (Primavera con una esquina
rota) y su obra teatral más representada (Pedro y el Capitán). Proyecta en la prensa internacional,
en especial en El País de Madrid, la tarea periodística que había ejercido en Uruguay.

En 1985, con el retorno de la democracia, regresa a Uruguay, renovando el mutuo flujo de cariño
con sus lectores locales. Es cofundador del semanario Brecha y acompaña todas las acciones de la
sociedad uruguaya para el esclarecimiento de los crímenes de la dictadura. Brinda recitales
masivos, tanto de poesía como de poesía y música, como ocurre con A dos voces, espectáculo que
realiza con Daniel Viglietti. El disco El Sur también existe, de Joan Manuel Serrat sobre poesía de
Benedetti, retoma la senda de las musicalizaciones de gran impacto popular, como habían sido
años antes las realizadas por Alberto Favero y cantadas por Nacha Guevara, o aquel "Cielo del 69",
musicalizado por Numa Moraes y grabado por Los Olimareños.

Sus últimos años están acompañados de reconocimientos internacionales y nacionales. Fallece en


Montevideo el 17 de mayo de 2009. Por testamento, deja creada la Fundación que lleva su
nombre, para que promueva la literatura y los derechos humanos, en especial los esfuerzos para
dar con el paradero de los detenidos desaparecidos.

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