LITOGRAFIA
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Índice
La técnica litográfica[editar]
En la técnica litográfica se utiliza la diferente adherencia entre sustancias hidrófilas e
hidrófobas. Como el agua rechaza las tintas grasas, no se imprimen las zonas grasas aunque
se encuentran en el mismo nivel, por ello las matrices litográficas se llaman también
planográficas.
En las técnicas manuales la formación de la matriz consiste en la adhesión de las tintas
grasas y resinosas sobre el papel litográfico. Con estas tintas se traza el dibujo que se va a
reproducir, el cual queda fijado mediante una solución de ácido nítrico y goma arábiga. La
adhesión de la sustancia grasa produce un jabón calcáreo o metálico insoluble que constituye
la base de señales de impresión.
Litografía: la matriz en piedra y su impresión simétrica en papel.
Sobre las partes que no se entintan, debido a una preparación especial la cual determina la
formación de sales hidrófilas. En definitiva, sobre el plano de la matriz existen dos zonas
contrapuestas gráficamente, las que generaran en la litografía el blanco (sales hidrófilas) y las
que generaran el negro (tintas grasas y resinosas), que permiten la impresión, previas las
operaciones de entintado y humidificación. De los fondos coloreados y conformados de
acuerdo con las zonas claras del original hasta el empleo de tintas planas superpuestas, se
pasó por las coloraciones por superposición.
Hacia 1835, el impresor francés Godofredo Engelmann llamó «cromolitografía» a la técnica de
reproducción litográfica en colores. Se hacen tantos dibujos sobre papel o placa como tintas
se consideren necesarias para la reproducción. El registro se obtiene realizando sobre el
papel de cada color la correspondiente cruz de registro.
Características[editar]
Para este tipo de impresión se utiliza una piedra caliza pulimentada sobre la que se dibuja la
imagen a imprimir (de forma invertida) con una materia grasa, bien sea mediante lápiz o
pincel. Este proceso se basa en la incompatibilidad de la grasa y el agua. Una vez la piedra
humedecida, la tinta de impresión solo queda retenida en las zonas dibujadas previamente.
Para cada color debe usarse una piedra distinta y, evidentemente, el papel tendrá que pasar
por la prensa de imprimir tantas veces como tintas se empleen. En los carteles impresos
mediante el sistema litográfico, tan frecuentes en la segunda mitad del siglo XIX y primeras
décadas del siglo XX, se utilizaban quince, veinte o más tintas. Entre ellos son de destacar los
que anunciaban las corridas de toros, los de las Semana Santa, y los diseñados durante la
Guerra Civil española.
En una imagen litográfica las letras no pueden ser retiradas y reutilizadas en otro sitio: son
únicas y precisan redibujarse, o copiarse, para cada uso. El litógrafo podía reproducir una
imagen «única» dibujada, combinando texto e imagen en complicadas disposiciones formales
del color. El proceso cromolitográfico alcanzó su cima durante el siglo XIX. La mejora en los
métodos del fotograbado (el grabado de una imagen fotográfica en una plancha metálica
recubierta con una capa sensible y «mordida» después con ácido, obteniéndose así una
imagen impresora en relieve) amenazó la supervivencia de la litografía, conduciendo a su
progresivo declive a partir de la década de 1890.
Aunque este procedimiento fue extensamente usado con fines comerciales, la mayor parte de
los grandes pintores de los siglos XIX y XX también lo emplearon ya que facilitaba obtener un
cierto número de copias de un mismo trabajo: Picasso5, Toulouse-Lautrec, Joan Miró, Piet
Mondrian, Ramón Casas, Antoni Tàpies, Alphonse Mucha, Federico Castellón, Andy Warhol,
etc.
Aristide Bruant.
Jane Avril.
Asimismo, reciben el nombre de litografía, además del sistema de impresión, cada uno de los
ejemplares obtenidos por este procedimiento así como el taller donde se realiza este tipo de
trabajos.
Posteriormente, al aparecer las rotativas se comenzaron a emplear láminas flexibles de zinc o
de aluminio, y más recientemente de plástico, en sustitución de las pesadas piedras
litográficas. Con la incorporación de la fotomecánica, dichas planchas dejaron de ser
dibujadas a mano, puesto que la sensibilización de su superficie permitía exactas
reproducciones fotográficas. Aunque de forma incorrecta, aún es frecuente denominar a las
empresas de Artes Gráficas, como Litografías.